MÁSTER UNIVERSITARIO

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ANEXO I Curso

20__ / 20__

 Facultad de Filología

 

 MÁSTER UNIVERSITARIO

 

 

 PORTADA

EN: 1%78)6 )2 86%(9''-–2 ) -28)6'90896%0-(%( Título: %2„0-7-7 ()0 463')(-1-)283 () 86%(9''-–2 () 3231%834)=%7 = 1•1)7-7 ()0 .%432Œ7 %0 )74%”30 = %0 -2+0Œ7

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C/ María de Padilla, s/n - 41004 Sevilla - Teléfono: 954 55 59 75 Fax: 954 55 69 88 [email protected]

 

ANÁLISIS DEL PROCEDIMIENTO DE TRADUCCIÓN DE ONOMATOPEYA Y MÍMESIS DEL JAPONÉS AL ESPAÑOL Y AL INGLÉS. Unidades mínimas ideográficas con significado pleno, propias del acervo cultural humano. Una aproximación al problema de su traducción analizando sus raíces y cómo los humanos percibimos estos estímulos mediados por la cultura.

Trabajo de final de Máster (TFM) por Arisa Tsubata ([email protected]) Universidad de Sevilla Máster en interpretación e interculturalidad

ÍNDICE Resumen......................................................................................................................................2 1. Enfoque introductorio.............................................................................................................2 1.1 Introducción......................................................................................................................2 1.2 Objetivo de estudio...........................................................................................................5 2. Enfoque antropológico............................................................................................................7 2.1 Antropología cultural: La cultura.....................................................................................7 2.2 Antropología lingüística...................................................................................................9 2.3 Resumen histórico del aislamiento de Japón, Sakoku......................................................9 2.4 Kanji, Hiragana, Katakana.............................................................................................11 2.5 Teatro clásico Noh y Kyogen.........................................................................................12 2.6 Kotodamasetsu...............................................................................................................13 3. Enfoque Psicológico.............................................................................................................14 3.1 Dicotomía lingüística-psicológica..................................................................................15 3.2 La función simbólica o semiótica...................................................................................17 3.2.1 La capacidad de representación y las imágenes mentales......................................18 3.3 La adquisición de onomatopeyas y mímesis en el desarrollo de comunicación infantil. ..............................................................................................................................................19 3.4 El enfoque socio-cultural en psicología.........................................................................21 3.4 Teoría del uso y desuso de las onomatopeyas y las mímesis.........................................23 4. Onomatopeyas y mímesis.................................................................................................25 4.1 Onomatopeyas y mímesis ideogramáticas.....................................................................25 4.2 Onomatopeya, la expresión que transmite “sensación”.................................................30 5. Enfoque lingüístico...............................................................................................................31 5.1 Categorías de onomatopeyas y mímesis del Japonés.....................................................31 5.2 Definiendo onomatopeyas y mímesis del japonés.........................................................33 5.2.1 Definición desde el punto de vista lingüístico........................................................33 5.2.2 Variedad y formas onomatopéyicas del japonés.....................................................34 5.2.3 Función gramatical y creación flexible de las variantes gramaticales derivadas del mismo radical...................................................................................................................35 5.2.4 Uso en textos antiguos de la literatura japonesa.....................................................41 6. Enfoque traductológico.........................................................................................................42 6.1 Traductología aplicada...................................................................................................42 6.2.1 Yukiguni como muestra traductológica..................................................................44 6.2.2 Análisis del procedimiento de traducción de las onomatopeyas y mímesis en las diversas obras...................................................................................................................46 7. Conclusiones.........................................................................................................................50 8. Bibliografía...........................................................................................................................53 1

9.Anexo.....................................................................................................................................59

Resumen Las onomatopeyas y mímesis son las grandes olvidadas de las ciencias lingüísticas occidentales y por eso se las tiende a omitir o modificar cuando se las traduce a un idioma meta, idioma procedente de una cultura donde tradicionalmente estas unidades lingüísticas no son tan representativas ni abundantes. Partiendo desde la base teórica de que el análisis de las onomatopeyas desde los puntos de vista meramente lingüísticos, -caracterizados principalmente por la fonosemántica y el fonosimbolismo-, son insuficientes como herramientas a la hora de abordar su traducción a un idioma meta, nos proponemos abordar su tratamiento teniendo en cuenta los enfoques antropológicos y psicológicos que podrían arrojar las claves en forma de conocimientos y certezas sobre la naturaleza real de estas unidades, y con ese conocimiento poder abordar con más fundamentos la traducción de onomatopeyas y mímesis. Seleccionando el idioma japonés por su representatividad en materia de estas unidades lingüísticas, en este trabajo y pasando por los diferentes enfoques, se teoriza sobre cómo los seres humanos asimilamos y representamos el conocimiento que se manifiesta mediante estos sonidos a nivel psicológico y cómo han evolucionado en cada cultura que les da forma y personalidad a través de la antropología. Finalmente y cargados de razones que conforman la idea general de que las onomatopeyas son unidades mínimas ideográficas, representaciones del mundo y que son parte indisoluble del acervo cultural humano, proponemos nociones y propuestas para poder llevar a buen puerto su traducción al idioma meta respetando la esencia y el representamen que llevan implícitas estas maravillosas unidades lingüísticas, para terminar incorporando un anexo que viene a representar un razonable y nutrido número de ejemplos, aunque no se ha pretendido ser exhaustivo, pues solo se pretende que sirvan de nociones y puntualizaciones.

1. Enfoque introductorio. 1.1 Introducción. “Un caluroso día de verano, tras un bello broche de oro al hana matsuri 1 consistente en un espectáculo pirotécnico y ya de vuelta a casa se escuchaba, en el camino a la estación, numerosos 1

Festival de primavera en Japón.

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patapata2 de las damas, que con sus yukatas 3, hacían resonar su apresurado paso en la ya silenciosa y calma noche acompañados por el sarasara 4 de sus vestimentas de seda y ocasionalmente el wan wan5 de un perro en la lejanía”.

El anterior párrafo es simplemente un ejemplo literario donde nos encontramos varias onomatopeyas -patapata, sarasara, wan wan-, y podría ocurrir en cualquier momento de la vida cotidiana o profesional que tuviéramos que afrontar su existencia, ya que, a niveles académicos y profesionales, son sin duda las grandes olvidadas, es incuestionable que, tanto unas como otras, están y deben estar muy presentes en ambos ámbitos, porque esta autora entiende que ambas -mímesis y onomatopeyas- son solo una extensión del lenguaje, el cual es el constituyente básico y esencial de la cultura, y entiende que la cultura influye en los procesos perceptivos e interpretativos humanos. Muchas veces me he preguntado por qué diferentes idiomas interpretan de forma diferente los sonidos onomatopéyicos, así el ladrido de un perro en español sería ¡guau guau!, en japonés ¡wan wan!, y en inglés ¡woof woof!, ¿qué fascinante misterio conlleva que diferentes culturas y sus idiomas interpreten un sonido6 que básicamente es el mismo para todos -una longitud de ondas, frecuencias y amplitud determinadas- y se produzca una imitación diferida (Piaget y Fernández Cancela 1982) característica, cada una de estas lenguas con una onomatopeya diferente?, ¿es cierto que lo determinante son las características fonéticas del idioma o hay algo más?, ¿qué puede hacer un profesional para su correcta traducción, o sería más adecuado denominarlo

reinterpretación?,

¿las

propuestas

de

traducción

“mecanicistas”

de

onomatopeyas son adecuadas per se interpretando la composición fonéticamente, o es necesario que el traductor se imbuya de conocimientos culturales de la lengua destino del texto?, ¿es importante o secundario cómo sienten, piensan los nativos de una determinada lengua -y por extensión, cultura concreta?-. Con estas y muchas preguntas es con lo que encaro el presente trabajo final de máster. Las onomatopeyas-mímesis son dos tipos de palabras muy particulares, relacionadas directamente con significado y significante, que frecuentemente suponen un problema para 2 3 4 5 6

Sonido de pasos acelerados producidos por las geta o sandalias de madera Japonesas. Kimono -prenda tradicional- de algodón que se usa típicamente en verano. Susurro suave de la ropa de seda o similares. Ladrido de un perro según el acervo cultural onomatopéyico Japonés. Según el diccionario de la Real Academia Española de la lengua (DRAE desde ahora) , la acepción de sonido sería: (Del lat. sonĭtus, por analogía prosódica con ruido, chirrido, rugido, etc.). m. Sensación producida en el órgano del oído por el movimiento vibratorio de los cuerpos, transmitido por un medio elástico, como el aire.

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los traductores, los cuales tienden erróneamente a omitirlas y que tradicionalmente han sido estudiadas casi siempre desde un punto de vista lingüístico y traductológico. Se afirma por parte de muchos autores que las diferencias entre las onomatopeyas-mímesis de diferentes lenguajes están mediadas e influidas por las diferencias fonéticas de los mismos (Inose 58). Amparándome en estudios de otros ámbitos humanos -antropología, psicología-, pretendo postular que, si bien el análisis de las mímesis-onomatopeyas, desde un punto de vista lingüístico, puede ser llevado a cabo mediante técnicas derivadas de teorías como el fonosimbolismo, la fonosemántica u otro análisis dimanante de las reglas gramaticales, por sí solas quedan huérfanas si son el producto unitario de un trabajo meramente lingüístico, cuyas técnicas, actuando de forma aislada, son insuficientes para proponer, por ejemplo, que la similitud de fonemas son la base para sostener la traducción de manera más o menos mecánica a una lengua meta de estas peculiares unidades lingüísticas. Dudando por tanto de la capacidad de extrapolación de los resultados de estas técnicas lingüísticas a otros idiomas, entiendo que el fonosimbolismo o la fonosemántica pueden ser útiles intraculturalmente 7, pero asumir que existen correlaciones entre fonemas o significados entre culturas diametralmente diferentes es cuanto menos, atrevido sin tener en cuenta otros aspectos de los seres humanos, representados por otras dos ramas del conocimiento humano como son la antropología y la psicología, todo ello desde una perspectiva diáfana que dice que las onomatopeyas y mímesis no se basan en la fonética exclusivamente, sino en estímulos mediados culturalmente e interpretados por la psicología humana como receptor final, transmitidas estas enseñanzas de generación en generación como una parte más indivisible del acervo 8 cultural humano. Por todo ello me valdré durante este trabajo de los estudios y teorías de diferentes autores en busca de la refutación de lo aquí teorizado y para apoyar que, en realidad, nada podremos hacer con la traducción de estas unidades lingüísticas si no conocemos su naturaleza más íntima, más desconocida o menos tenida en cuenta a la hora de trabajar con ellas, recurriré a diversos pensadores y autores, tanto relacionados con la filología y la antropología como con la psicología, entendiendo esta última como el proceso mediado culturalmente por el que interpretamos los estímulos, basando estas afirmaciones en Vygotski, Chomsky, Marvin Harris o Piaget entre otros. 7 8

El uso que doy a intraculturalmente en este caso se refiere a idiomas, dialectos y hablas dentro de un marco cultural común Entendiendo la acepción de acervo como: (Del lat. acervus). m. Conjunto de bienes morales o culturales acumulados por tradición o herencia.

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En esto el corpus no puede ser limitado a una sola obra, investigación o artículo de revista, ya que entiendo que lo más prudente es adoptar una visión multidisciplinar y generalizada que aporte diversos argumentos para sustentar las afirmaciones que en este trabajo se vierten. En este sentido como en el caso de las obras literarias empleadas como corpus que veremos a continuación, tocaremos múltiples estudios, obras y documentos de estudios académicos, principalmente haremos el grueso de referencias extraídas de tres obras, los estudios de Jean Piaget sobre el desarrollo humano, la obra Antropología cultural de Marvin Harris y un trabajo “The imitative Mind” de Andrew N. Meltzoff y Wolfgang Prinz en lengua inglesa, que considero arroja importantes pinceladas definitorias sobre el objeto de estudio, aunque, como indicaba, solo son la punta de lanza de una buena cantidad de corpus con el cual dar validez a las teorías que aquí se postulan. En el aspecto más literario, con la idea de presentar algunos ejemplos y según vimos anteriormente, como corpus para este estudio utilizaré de manera general diversas obras -trabajos académicos, investigaciones, novelas, etc.-, que como principal activo tienen que han sido originalmente escritas en japonés, al ser este un idioma donde el objeto de estudio (onomatopeyas y mímesis) adquieren una dimensión superlativa, pero sin obviar las originarias de los idiomas inglés y español -manga, novelas, y otras obras literarias o audiovisuales- ya hayan sido o no traducidas y que sirvan de ejemplos puntuales, pues considero que limitar el corpus a una o dos obras pudiera dar un sesgo al estudio y afectar su validez externa por su escasa representatividad. Por supuesto es imposible contemplar la totalidad de la literatura relacionada con el tema. He centrado el análisis en una de ellas pero sin carácter monográfico, la obra clásica de la novela japonesa País de Nieve (Kawabata, País de nieve 2005) contemplando las tres versiones, en los idiomas español, inglés y original japonés, por la gran cantidad de ejemplos que contiene que pudieran ser representativos.

1.2 Objetivo de estudio. Propongo un enfoque más pragmático a la hora de la traducción de las onomatopeyas y las mímesis, comprendiendo la naturaleza de las mismas desde los distintos enfoques que les dan su naturaleza lingüística, naturaleza vista a través de los dos prismas que representan la antropología y la psicología. De vital importancia en esta singladura es lo que tiene que decir la antropología sobre la cultura y cómo a nivel individual -psicológico- la cultura se 5

individualiza, se asimila y acomoda a nuestros esquemas y representaciones del mundo, dando lugar a producciones poderosas capaces de representar muchísimos aspectos del mundo con símbolos muy reducidos. Esta obra pretende, por tanto, ser ese “manual” con nociones y orientaciones prácticas que algún traductor o interesado pudiera necesitar en un momento dado. En el apartado “6, Enfoque traductológico”, trataremos de resumir y esclarecer una propuesta de tratamiento de choque, no se propondrá una “traducción mecanicista” al uso tradicional de los términos en la traducción de las mismas del idioma japonés al inglés o el español, sino que tiene la pretensión de ser una herramienta que pueda ser utilizada para poner en situación sobre qué se puede esperar y cómo se debe acometer la traducción de estos términos -onomatopeyas y mímesis- al lenguaje meta, para realizar una traducción o adaptación sin que se pierda por el camino su esencia, una guía práctica pero concisa que ayude al traductor a tomar decisiones sin tener que repasar una ingente información o tortuosos listados sobrecargados de detalles, al fin y a la postre inútiles, todo apoyado en las evidencias empíricas que habré recopilado y a las que daré forma. Entiendo que el tratamiento tradicional de las onomatopeyas y mímesis ya ha sido hecho con profusión en multitud de obras y que dichas teorías ya las conoce quien pretende acometer esta tarea, sobre todo a nivel profesional. Tiene pues este texto un carácter eminentemente práctico sin dejar de lado, por supuesto, un necesario respaldo empírico, pues aún me sorprende -sobre todo en el mundo literario occidental-, observar que las onomatopeyas desde estos puntos de vista antropológicos son más la excepción que la regla. Teniendo presente la existencia de estudios intensivos sobre los aspectos fonéticos característicos de las lenguas japonesa, inglesa y española, lo consideraría un dispendio o un “más de lo mismo”, por tanto, me permitiré entrar en los aspectos teóricos de la lingüística lo justo y necesario para poner en contexto este trabajo, dejando referencias a otras obras y estudios más amplios que puedan complementar este, ya que no es la idea teorizar sobre los aspectos de la investigación en filología. Este trabajo tampoco pretende competir con otras propuestas en forma de diccionarios de onomatopeyas o libros de consulta dirigidos a un segmento concreto de su traducción, como podrían ser la publicación de Gasca y Gubern: “diccionario de onomatopeyas del cómic” o en 6

japonés “Giongo gitaigo jiten” (Asano y Kindaichi 1978), un autentico clásico, pero entendemos que la lengua es algo vivo, que constantemente produce nuevas formas, y entendemos que la visión rígida encaminada a “la mecanización traductológica” resulta fútil con el paso del tiempo y no necesariamente es acertada en el corto plazo desde la realización de la obra, en el “aquí y ahora” con fecha de caducidad cierta, porque raras veces estas tienen en cuenta los procesos psicológicos que median entre estos y la cultura que les da forma y es un proceso constante infinito mientras que exista la influencia de la una sobre la otra.

2. Enfoque antropológico. La antropología es la ciencia que estudia la humanidad, los pueblos ancestrales y modernos y no menos importante sus estilos de vida. ¿Por qué razón se aborda en este trabajo este enfoque? Entiendo que tanto onomatopeyas como mímesis son un producto cultural, visto desde este enfoque van ganando sentido y esta significación es una ayuda inestimable para poder tratar con ellas a la hora de abordar su traducción al idioma meta. No solo eso, a través de los enfoques pretendo esgrimir las razones por las que no es una buena idea abordar un estudio clásico desde el punto de vista lingüístico de estas, al menos siempre que se plantee este supuesto estudio desde una postura nomotética, con la idea en la mente de que el estudio de la fonología ha de darnos las respuestas con rango de ley que nos permitan traducir y comprender su naturaleza. El estudio de las onomatopeyas y mímesis ha de afrontarse desde un punto de vista idiográfico, más adecuado a los sucesos cambiantes y pocas cosas son más cambiantes que las ideas y esquemas que conforman la tradición cultural y el lenguaje en el que se apoyan, tanto onomatopeyas como mímesis.

2.1 Antropología cultural: La cultura. Ver tanto a las onomatopeyas como a las mímesis como un producto cultural nos ayuda a conocer mejor su naturaleza y en definitiva, nos facilita poder tratar con ellas adecuadamente a la hora de abordar su traducción al idioma meta. Por tanto y dada esta importancia de lo que este enfoque nos aporta, no deberíamos dejar de lado la información que la antropología nos pueda proporcionar para el objetivo de traducción. El objeto de estudio de la antropología es demasiado amplio, por eso tomaremos cómo referencia la rama de la antropología cultural, parte de esta ciencia que se ocupa de las tradiciones y pensamientos aprendidos denominados culturas, investigando cómo surgieron, se distanciaron y diferenciaron las antiguas culturas y los motivos por los que permanecen 7

incólumes o cambian las culturas modernas, todo ello sin perder de vista la antropología lingüística, es decir aquella antropología que estudia cómo el homo sapiens ha llegado a poseer la facultad exclusiva entre los seres vivos del lenguaje. Esta autora mantiene que ambos, lenguaje y cultura cómo señalan muchas investigaciones y trabajos-, son las dos caras de la misma moneda y que las onomatopeyas son un tipo de nexo privilegiado entre ambos. En el mismo sentido que los ideogramas son nexos privilegiados del lenguaje escrito, las onomatopeyas son los ideogramas del lenguaje oral.

Ilustración 1: Nexos de unión entre lenguaje y cultura La antropología cultural, por tanto, se ocupa de la descripción y análisis de las culturas -las tradiciones socialmente aprendidas- del pasado y del presente (Harris 2011 3) Una definición de cultura que considero apropiada podría ser la siguiente: -“Cultura es el conjunto aprendido de tradiciones y estilos de vida, socialmente adquiridos, de los miembros de una sociedad, incluyendo sus modos pautados y repetitivos de pensar, sentir y actuar” (“Edward Burnett Tylor”).

Por tanto, no cabe la menor duda de que las onomatopeyas encajan dentro de esta definición como anillo al dedo y resultan pues clarificadoras para nuestro objeto de estudio en lo relativo a que: 8

1. Son nexos privilegiados de lenguaje pautados y repetitivos. 2. Expresan modos de pensar, sentir y actuar -conducta-. 3. Son socialmente adquiridas y transmitidas a las siguientes generaciones por endoculturación9

2.2 Antropología lingüística. Tomaremos prestados como referencia algunos de los trabajos realizados por la antropología lingüística, aunque evitando el aspecto que consideramos más “atómico” para centrar la vista en su aspecto “molar” o perspectiva de conjunto, donde se pone más énfasis en la suma de muchas partes más que en los componentes mismos, a nivel estructural, fonético o semántico. La antropología lingüística se ocupa de reconstruir la historia de las lenguas y de sus conjuntos de familias lingüísticas, interesados por la relación concomitante, es decir en cómo el lenguaje influye y es influido por otros aspectos de la vida humana, por la relación entre evolución del lenguaje y la evolución del homo sapiens, su carácter adaptativo y cómo la evolución de las lenguas está directamente relacionada con la evolución cultural

2.3 Resumen histórico del aislamiento de Japón, Sakoku. Con la realidad en mente de que en el idioma japonés se encuentra una de las mayores muestras de onomatopeyas-mímesis del mundo, sumada a la certeza plena de que, entre los idiomas tratados en este trabajo, el japonés es un idioma representativo para nuestro objeto de estudio, hace que cobre especial interés conocer los detalles históricos de este país, que pudieran haber influido o directamente causado el que, en nuestros días, las onomatopeyas y las mímesis impregnen la cultura japonesa de un abanico de ricos matices y, siendo una parte indivisible su lengua, el principal y superior producto cultural. Por tanto en este apartado daremos un repaso a algunos hechos reseñables de la historia de Japón. Sakoku fue una política de relaciones exteriores del Shogunato Tokugawa, donde nadie, fuera extranjero o japonés, podía entrar al país o salir de él. Contravenir esta ley conllevaba la pena de muerte. Fue inaugurada en 1641 y estuvo vigente hasta el año 1835, año de la llegada del comodoro 9

Endoculturación (Wikipedia 2013): Experiencia de aprendizaje parcialmente consciente e inconsciente a través de la cual una generación de más edad incita, induce y obliga a la generación más joven a adoptar los modos de pensar y comportarse tradicionales. Enculturación (DRAE): Sinónimo de endoculturación; 1. f. Proceso por el cual una persona adquiere los usos, creencias, tradiciones, etc., de la sociedad en que vive.

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Perry -un militar estadounidense junto con la flotilla de negros barcos que comandaba con el propósito de que Japón se abriera al comercio, lo que puede decirse que, de hecho, acabó imponiendo bajo la amenaza de la fuerza a un país mayoritariamente campesino-. (“Matthew Perry (militar), Wikipedia 2013”)o realmente importante desde el punto de vista lingüístico-antropológico, es el hecho cierto de que Japón había sido una comunidad cerrada durante siglos hasta justo ese momento, ayudado en su aislamiento por cuestiones geográficas, donde los préstamos lingüísticos eran muy escasos, por no decir inexistentes. El objetivo de dicha política -sakoku- era aniquilar la influencia católica, que estaba muy difundida desde la llegada de un grupo de jesuitas en 1549. El proceso de expulsión de los residentes extranjeros, la prohibición de entrada a estos y la prohibición de salida de los japoneses se realizó de manera progresiva, empezando con la expulsión de los cristianos y los jesuitas, después se prohibió a los residentes extranjeros que emprendieran negocios autónomos sin permiso del Shogunato, y por último prohibieron la entrada de los japoneses que llevaban 5 años fuera de su país y de los portugueses, quienes hasta ese momento habían gozado de ciertos privilegios en forma de cierta libertad de movimiento y comercio. Sin embargo, la inauguración de dicha política no significó el aislamiento total de Japón, ya que seguía manteniendo relación con ciertos países que toleraba el Shogunato, como Holanda o Shin -Antiguo nombre de China en japonés-. Desde Holanda se importaban solo los libros de navegación marítimos y medicamentos, las entradas y salidas de los comerciantes holandeses y chinos estaban bajo un control absoluto. Como consecuencia directa de la política Sakoku, cabe mencionar el florecimiento y prosperidad de la cultura propia de Japón, sobre todo en el arte, la pintura japonesa Ukiyoe, el teatro tradicional Kabuki, y el teatro de títeres Joruri. Como aspectos negativos de dicha política podemos mencionar la aniquilación de las relaciones diplomáticas, las cuales se mantenían hasta el momento de promulgar dicha ley con muchas otras naciones extranjeras y, lo que es más importante, llegaron muy tarde a muchos aspectos de vanguardia del conocimiento humano, presentes ya en otras culturas occidentales, siendo notorio el retraso en el desarrollo de las ciencias o la ideología, lo que ayudaría a sustentar el Japón feudal durante muchos siglos.

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2.4 Kanji, Hiragana, Katakana Los kanjis -en chino hanzi-, son unos caracteres picto-ideográficos de origen chino introducidos en Japón a través de la península coreana en el siglo VI de nuestra era. En la época en que se introdujo el kanji, el japonés no tenía la estructura de escritura sintetizada y contaba solo con unos dibujos que aparecían en las cerámicas o en los instrumentos de los rituales religiosos, etc., siendo que este idioma se desarrolló en su forma oral sin tener estructura de escritura. Los cuentos antiguos, las historias alegóricas, las músicas y todos los eventos culturales se transmitían a la siguiente generación por tradición oral. El kanji originalmente era el ideograma de un idioma que se hablaba en la región china cercana del Río Amarillo que carecía de compatibilidad gramatical con el japonés. Por ejemplo, en japonés siempre el objeto directo se antepone al verbo, pero el chino lo pospone. Otra peculiaridad del kanji es su cualidad para proporcionar un significado completo a un carácter, es decir cada carácter tiene su propio significado. El japonés tenía que enfrentarse al dilema de la discrepancia del aspecto fonético-semántico al aplicar un carácter chino al léxico japonés, los japoneses ignoraron el peso semántico de cada carácter al principio y hacían la selección de los caracteres chinos fonéticamente adaptables a las palabras japonesas, surgiendo así la escritura Manyo. (“Man’yōgana, Wikipedia 2013”) Sin embargo, los ideogramas son visualmente difíciles de comprender y su forma también es muy compleja, fue entonces que inventaron los caracteres derivados del chino pero simplificados en su forma y les dejaron solamente el peso fonético. Así nacieron los caracteres kanji10 e hiragana11 sucesivamente, además dejaron incorporadas una gran cantidad de caracteres chinos al japonés pero aplicándoles la lectura japonesa kun yomi12. La escritura del japonés nació a partir de la lucha por la adecuación de los caracteres chinos al japonés, propiciando que se desarrollara aún más su originalidad y diversidad y, como consecuencia de esto, el idioma japonés consiguió incluir fonograma e ideograma a la misma 10 Los kanji (漢字 kanji, literalmente «carácter han») son los sinogramas utilizados en la escritura de la lengua japonesa. 11 El hiragana (平仮名 o ひらがな) es uno de los dos silabarios empleados en la escritura japonesa. Proviene de la simplificación de caracteres más complejos de origen chino que llegaron antes del comienzo del aislamiento cultural japonés, que se mantuvo inflexible hasta el final de la era Edo. 12 La lectura kun o kun'yomi (訓読み, lectura semántica o lectura por precepto) es la lectura de un kanji en japonés, yamatokotoba, sobre su pronunciación en chino. Un kanji puede tener una, varias o ninguna lectura kun.

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vez en su sistema de escritura. Actualmente para los sustantivos se usa hiragana para los de origen japonés, el katakana13, otros fonogramas análogos, son usados para los préstamos de los idiomas extranjeros. En cuanto a los caracteres kanji, son usados para las palabras propias de las diferentes áreas o campos académicos. Por la escritura se puede distinguir automáticamente el origen de cada palabra. Así el japonés sigue manteniendo la originalidad propia de su lengua a la misma vez que introduce de manera flexible y pautada las palabras de otras culturas. De esta forma es como tuvo éxito la introducción activa de los términos culturales o de la ciencia avanzada propios de otros países. Su diversidad y originalidad es apreciable, resultando altamente significativo que tras una mirada a la historia descubramos que originariamente era un idioma exclusivamente oral, lo que ha podido acentuar su potencial onomatopéyico al economizar las representaciones del mundo mediante unos pocos sonidos. Se desconoce cuál era la lengua desde la que se origina, que en una primera fase tomó préstamos e intercambios de otras culturas asiáticas, para luego tener un parón en estos préstamos según sabemos analizando la historia y la alternancia entre periodos de aislamiento -potenciación de su propia cultura con personalidad propia- y de entusiasmo aperturista -el periodo Edo es representativo. Todo ello conforma un idioma con una escritura con personalidad propia, con solera en la representación de las ideas, ya sea a través de kanjis o a través de la tradición verbal de su cultura -el teatro Noh como ejemplo más representativo-.

2.5 Teatro clásico Noh y Kyogen. El teatro clásico Noh es una suerte de ópera antigua japonesa, cuyos temas vienen de la literatura, donde el baile es factor principal y que tiene una curiosa similitud con las óperas o los musicales. También se le llama “el teatro de máscaras” por las máscaras que usan los actores. Por otra parte, Kyogen es el teatro cómico cuyo tema principal es la vida cotidiana del plebeyo en la época medieval. El origen de Noh y Kyogen es el teatro Sangaku de origen chino, que consistente en el 13 El katakana (片仮名 o カタカナ) es uno de los dos silabarios empleados en la escritura japonesa, su invención se atribuye al monje Kukai, o Kobo Daishi. De los dos silabarios es el más reciente. Sus caracteres, al contrario que los kanji, no tienen valor conceptual alguno, sino únicamente fonético. Gráficamente son de forma angulosa y geométrica.

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espectáculo de los acróbatas o de los hechiceros, mezclando el baile o la imitación satírica de los famosos y un largo etcétera. Con el paso del tiempo se empezó a vincular con el arte clásico y se convirtió en la representación que incluía los teatros cortos cómicos, llamados Sarugaku, del que dimanan Noh y Kyogen. Noh y Kyogen se presentan en un escenario, llamado Nohbutai, donde no hay decoración especial ni artificio de iluminación, casi vacío y que según el argumento de la obra puede convertirse en una representación de cualquier lugar y en cualquiera estación del año. Aparecen los personajes, como dioses, generales samuráis, fantasmas de mujeres bellas, espíritus de plantas, espíritus malignos, serpientes gigantes, etc. y salen al escenario atravesando el puente llamado Hashigakari, que comunica este mundo con el otro mundo. Lo que destaca del espectáculo Noh es que puede transcender la limitación de tiempo o espacio, los actores de Kyogen no usan la decoración escénica ni accesorios de teatro y representan todos los objetos con su abanico como herramientas, hachas, sierras, pinceles y tazas de sake que son los elementos representados más comunes. Pronuncian Giongo, imitaciones de sonidos de fenómenos naturales o de seres animados como hombres o animales que estimulan los sentidos y la imaginación de los espectadores. El Kyogen carece también de la decoración en su escenario y asimismo es estructuralmente muy simple, contando principalmente con el efecto de las onomatopeyas, potenciadas por la ausencia de música teatral que enmascara los sonidos, resultando en una combinación de efectos que intencionalmente se disponen apoyados por un entorno neutro que agudiza la representación gracias a la carencia de decoración que pueda atrapar los sentidos. Con todos estos factores en liza resulta sumamente significativo el valor expresivo onomatopéyico en estas obras así como la representatividad de los actos del abanico, formando parte ambas de una totalidad que ha de alcanzar la imaginación del espectador.

2.6 Kotodamasetsu A lo largo de la historia de la lingüística japonesa, en torno al concepto de la fonosemántica aparecieron varias escuelas con su propia teoría y, entre ellas, había una marcada tendencia -calificada por algunos como secta- llamada“Kotodama ha”, que insiste en la importancia del significado de cada sílaba y todo ello basándose en el animismo 14 tradicional de Japón, 14 En el sentido de las segunda y tercera acepción de la R.A.E

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denominado“kotodama”. Según esta, el “espíritu” de las palabras aparecidas en la famosa crónica “Nihon shoki” o la colección de los mil poemas tradicionales “Manyoshu”, no solamente reside en las palabras especiales que aparecen en la mitología o en las palabras de Dios, sino también este espíritu se alberga en nuestras palabras, las que pronunciamos y que tarde o temprano consideran serán un hecho real, lo que expresamos en las palabras que nosotros usamos por mediación de ese espíritu. Las palabras de celebración, las palabras funestas, las palabras de adivinación o las palabras abominables en el momento de ceremonia, todas estas provienen de la creencia en el espíritu de las palabras y, según esta fe, el espíritu cobra toda su energía a la hora de ser vocalizada la palabra. Por eso antiguamente los japoneses pronunciaban las palabras según la intención pretendida y su efecto. La interpretación clásica-animista de “la poesía de nombres” de la colección de mil poemas Manyoshu mantenía que los nombres de todos los objetos consiste en el conjunto de su significante (nombre) y el espíritu al que se invoca por este denominativo. Es por todo ello que los hombres de esta época remota llevaban seudónimos ante el temor de que alguna maldición se apoderara de su nombre verdadero, volcando el contenido espiritual pernicioso sobre su dueño. (“Man’yōshū, Wikipedia 2013”) Como hemos visto, la lingüística japonesa o más concretamente el concepto de fonosemántica radica en cierto modo en la sabiduría popular como kotodamasetsu, existiendo cierto paralelismo con otras muchas culturas del mundo, influidas en muchos casos por las distintas religiones, que provocan que la pronunciación de ciertas palabras resulten tabú o desagraden a un espíritu, espíritus superiores o dioses. Además, y desde un punto de vista antropológico, esta especie de “fonosemántica animista” que otorga poder, un tipo de vida, alma e intencionalidad a las palabras, podría ser uno de los pilares culturales que hayan propiciado y favorecido su ejecución en la forma tan especial que tienen los japoneses de expresar el mundo a través de las onomatopeyas.

3. Enfoque Psicológico. Hablar de un proceso de interiorización de conocimientos, aprendizajes, procesos de 2. m. Creencia que atribuye vida anímica y poderes a los objetos de la naturaleza. 3. m. Creencia en la existencia de espíritus que animan todas las cosas.

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adquisición culturales y sistemas de memoria a nivel atómico-individual, -de los que indubitadamente forman parte las unidades mínimas ideográficas onomatopéyicas y miméticas- y pasar sin siquiera asomarnos a este denominado “enfoque psicológico”, dejaría huérfano este trabajo. Ya que, sin duda, la psicología actual se concibe en su definición como “La ciencia que estudia la conducta de los individuos y sus procesos mentales, incluyendo los procesos internos de y las influencias que se producen en su entorno físico y social”(Sanz Aparicio 5-7), creo necesario detenernos y fijar la atención en lo que la psicología puede aportar a este estudio.

3.1 Dicotomía lingüística-psicológica. La psicología es una ciencia relativamente nueva. Desde que Wundt la impulsara con la creación del primer laboratorio de psicología experimental en Leipzig en 1879 y el nacimiento de esta como ciencia, la psicología actual a través de sus distintos enfoques (cognitivo, humanista, conductual, psicodinámico, cultural etc.) ha tratado de dar respuestas a todas las interrogantes sobre el ser humano, porque aprendemos qué es la mente y si esta es independiente del cuerpo, por qué enfermamos, cómo procesamos la información, cómo funciona el sistema nervioso y cómo afecta a la conducta y así un largo etc. que abarca todo el espectro de posibilidades en el estudio del ser humano. Tan largo es este “etc.”, que actualmente no podríamos entender la lengua sin intervención de la psicología, y, sin duda ambas, se han enriquecido mutuamente, tanto es así que tiene su propio ámbito de aplicación en la psicolingüística (García Madruga y Moreno Ríos 2007) Por tanto, entiendo que cualquier trabajo sobre nuestro tema, que se presente sin tener en cuenta esta ciencia, podría estar sesgado. Tratar de explicar métodos automatizadores para la traducción de onomatopeyas-mímesis sin tener en consideración cómo percibimos, aprendemos, asimilamos estas cada ser humano es algo que no deja de ser paradójico y resulta algo artificial. Asimismo los lingüistas también trataron de arrojar luz sobre las palabras o la asociación de ideas y acabaron pisando terrenos de la psicología. Entre estas son conocidas las teorías del lenguaje de Ferdinand de Saussure (1857-1913). Esta lingüista mantenía que estas -las palabras- se componían de significante -una imagen acústica- y significado conceptual y en la teoría posterior que se denominó “teoría del signo lingüístico” (Holdcroft 1991), se postulaba que significante y significado constituyen signos, que es de lo que se compone el lenguaje humano. Se oponía tajantemente a que se considerase el signo lingüístico como nomenclatura,

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ya que mantenía que las ideas eran previas a los signos como tal, y por ende, un derivado de los mismos. Más tarde fue modificada -más bien cabría decir, readaptada o actualizada- por Charles Sanders Peirce (1839-1914), -reconocido por William James como el padre del pragmatismo y de la semiótica moderna-, en un estudio que realizó, donde estableció que: “el signo es un compuesto triádico de tres caras: un objeto, representante e interpretante y de esto se desprenden las diferentes clasificaciones que realiza del signo como icono, índice y símbolo” (“Charles Sanders Peirce”)para él, el significante es el soporte material o sustancia, lo que captamos de acuerdo a los sentidos, el significado es la imagen mental que se forma en el signo (concepto/abstracción de ese algo). Opuesto a Saussure encontramos las diferencias conceptuales manifestadas por Martin Heidegger, quien enfrentó las teorías y postulados científico-lingüísticos del ilustre suizo. Sirva esta cita como ejemplo: “Saussure y Heidegger se ocuparon de la correspondencia entre las palabras y las ideas. Mientras que ambos escritores discutieron la dualidad entre una palabra y el concepto al que representa y esta dualidad como un enlace recíproco con el tiempo, Heidegger se centra en las palabras como conceptos a los que se ha llegado a ser. Mientras que Saussure insiste en que el lenguaje es la forma, un sistema de sonido-imágenes vinculadas a las ideas, Heidegger delibera sobre cómo hablar en un lenguaje permite nuevos conceptos en el mismo”. (Elmer G. Wiens)

Queda claro que Heidegger cuestionaba la correlación ideas-lingüística y su postura era más del tipo lamarckista “de uso y desuso lingüístico” como causa principal de la formación de las palabras o modificación de las mismas a lo largo del tiempo. Otto Jespersen también se opuso a Saussure, principalmente postuló estar en contra de la diacronía-sincronía – dos formas opuestas y complementarias de analizar los hechos de la lengua- o contra la diferenciación de lengua y habla. Finalmente y destacado entre otros, entra en escena Noam Chomsky, un lingüista y filósofo, que, como sus colegas filósofos mucho antes, fue clave en la llamada “revolución cognitiva” afectando el devenir que en la psicología había imperado de la mano del “conductismo”-rama más o menos radical de la psicología que se limitaba a estudiar solo la conducta observable, descartando la mente como objeto de estudio-, este propuso que los seres humanos tienen un mecanismo innato de adquisición del lenguaje. En su obra “ Estructuras sintácticas” basada en

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su tesis doctoral, postulaba “el órgano del lenguaje”que permitía aprender y usar el lenguaje de forma instintiva. Propuso que los principios de la gramática eran universales -nacimiento de la corriente de la gramática universal- y contribuyó al establecimiento de las ciencias cognitivas en psicología, siendo el fundador del llamado “nuevo innatismo”. (“Noam Chomsky, Wikipedia 2013”), (Chomsky o Skinner? 1977) Actualmente no es difícil, volviendo la mirada atrás con carácter retrospectivo, analizar y llegar a la conclusión de que la psicología y la lingüística van de la mano y nadie se sorprendería de ello. Todo lo expuesto anteriormente da fe de las dificultades de teorías y conceptos por las que pasaron las teorías psicolingüísticas. La actualidad conceptual pues, todavía a finales del siglo pasado el debate estaba abierto y muy vivo, actualmente está más centrada en los matices perceptivos-lingüísticos, ya no estando tan en cuestión esta dicotomía y mucho menos al amparo de los nuevos datos que revelan las técnicas de exploración neuroanatómicas. Casi nadie lo discute, quizás sea más adecuado decir que el debate se centra en los diferentes modelos de percepción del habla.

3.2 La función simbólica o semiótica. Jean Piaget describió los diferentes estadios por los que pasa el desarrollo de los seres humanos desde su nacimiento (Delval 2009) y concluyó que una cierta capacidad de representación15 aparece en muchos mamíferos y que en los niños, durante el llamado periodo sensorio-motor, y al final del mismo en su sexto estadio -entre los 15-18 meses-, aparece una capacidad nueva, la de utilizar medios simbólicos para referirse a las cosas o a las situaciones sin necesidad de actuar sobre ellas -capacidad representacional: “la representación hay que verla como en conexión con todas las habilidades de extracción e interpretación del ambiente que nos proporciona” (García Madruga y Delval) Asimismo, las representaciones según la teoría piagetiana es la capacidad de utilizar significantes diferenciados de los significados (Piaget 1990) y conjuntamente con esta capacidad la capacidad cognitiva de distinguir índices y señales, ligados ambos al significado. También, representación se asocia con los modelos de la realidad que las personas construimos, -esto es importante para entender los ideogramas 16-, el lenguaje es la herramienta más potente con la que cuentan los seres humanos para transformar la realidad en términos no materiales, en ellas incluyo a las onomatopeyas y las 15 Representación: modelos de la realidad que los sujetos construyen, constructos sobre el conocimiento que se forman sobre el mundo 16 Representación gráfica de un concepto

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mímesis como un tipo especial de ideogramas que cumplen funciones metalingüísticas representativas en el contexto y el momento adecuado. Por tanto ya desde niños empezamos a manifestar la capacidad de utilizar medios simbólicos para referirnos a las cosas, las circunstancias y más y conjuntamente con esta capacidad la capacidad cognitiva de distinguir índices y señales, ligados ambos al significado. Desde el punto de vista de la psicología del desarrollo, la imitación es algo digno de tener en cuenta y está directamente relacionada con el aprendizaje de los sonidos onomatopéyicos a través de los diferentes estadios en los que puede subdividirse el desarrollo psicomotor humano. Los niños empiezan imitando los gestos en presencia de otros y más tarde, aparece la llamada “imitación diferida”. Piaget recogió unos estudios sobre sus hijas cuando trataba de resolver un problema con una caja de cerillas, mientras intentaba representar el movimiento de apertura con la propia apertura de su boca (Piaget 1936). Con esto, no cabe la menor duda de que los humanos realizamos imitación diferida de muchos de los sonidos onomatopéyicos que nos acompañan desde el momento de nuestro nacimiento, sonidos onomatopéyicos que hemos “codificado” de un modo determinado, dando lugar a representaciones. Por otro lado y concluyendo este apartado, la psicología cognitiva, en concordancia con las teorías de Piaget y otros psicolingüístas, establece que existe representación desde el momento de nacer y que esta origina una huella que deja la percepción y se incluye todo el saber de que dispone el sujeto, su categorización del mundo y la comprensión de los acontecimientos. En esto ultimo quiero hacer hincapié, las onomatopeyas y las mímesis son representaciones de los acontecimientos que hemos “representado” en nuestro saber y a las que solemos responder con respuestas automáticas -en psicología llamado procesamiento abajo-arriba- o con respuestas procesadores de la nueva información -procesamiento arriba a abajo o guiado por los datos-, siendo este procesamiento guiado por los datos del tipo que deja una huella en la memoria que propiciará que en las subsiguientes ocasiones que nos encontremos el estímulo -onomatopeyas o mímesis-, se producirá una respuesta más rápida, ya que tenemos la información del estímulo y por tanto procesaremos esta información abajo-arriba o automáticamente.

3.2.1 La capacidad de representación y las imágenes mentales. Que los hombres construyen representaciones de la realidad que le permiten actuar sobre ella,

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prever qué va a ocurrir y anticiparse es algo que sabemos o que el sentido común cotidiano puede intuir o asumir como cierto en todas las personas. Como vimos en el punto anterior, la función simbólica o semiótica es la habilidad para recurrir a símbolos y signos que cuentan con significante y significado diferenciados y que se pone de manifiesto a través de 5 conductas: imitación diferida, la imagen mental, el lenguaje, el dibujo y el juego. Esta capacidad de representación presente en los humanos -y también algunos animales- se originaría en la huella que dejaría la percepción, siendo el origen filogenético y ontogenético complicado de demostrar empíricamente. Ningún científico cuestiona la existencia de esta realidad epistemológica y se asume como una ley de rango general en investigación. Se asume pues, que habría que verla en conexión con todas las actividades de extracción e interpretación de la información que el ambiente nos proporciona -habilidades cognitivas-, siendo un aspecto más de la capacidad para construir y organizar el mundo que se tiene alrededor. En este aspecto, las onomatopeyas aprendidas -huellas de la percepción en la mente, representaciones- (García Madruga y Delval), son consideradas un tipo de representación interna que carece de correlato exterior en muchos de los casos -ya que muchas veces se aprenden sobre su significado sin haber estado en contacto con ellas-, candidatas a ser adquiridas por endoculturación y un producto cultural por tanto dimanante del acervo tradicional propio, existiendo imágenes auditivas, visuales, auditivas, gustativas u olfativas. Es algo que nos queda cuando no tenemos delante la situación, que podemos evocar, son la huella de la percepción y el conocimiento que tenemos sobre el mundo y que hemos ido codificando desde nuestra más temprana edad, por endoculturación, por asimilación, por acomodación y que finalmente desembocan en capacidades representativas de las cuales onomatopeyas y mímesis son los alumnos aventajados, y de estas imágenes se derivan dos tipos de onomatopeyas puras: reproductivas y anticipatorias.

3.3 La adquisición de onomatopeyas y mímesis en el desarrollo de comunicación infantil. Varios trabajos de psicología del desarrollo han demostrado que desde la infancia se aprenden las unidades onomatopéyicas y miméticas a través de la interacción con el medio y el intercambio social. 19

Según una investigación ( 丹 野 眞 智 俊 ) -(Ishibashi 31 57), los niños de 2 ó 3 años de edad empiezan con la libre creación de onomatopeyas y luego saltan a la siguiente fase de rectificación -respuestas circulares primarias-, adquiriendo las palabras onomatopéyicas y miméticas bien reconocidas en el entorno sociocultural japonés mediante a la intervención de los adultos, como madre o educadores, dejando atrás las palabras creadas por su cuenta -(“Endoculturación”) Estas palabras según esta investigación contribuirían al desarrollo de las competencias lingüísticas, a la percepción y la comunicación. Otra investigación ( 丹野眞智俊 2007), -(Imosaka 1999 61 79)-, indicaría que la adquisición de las onomatopeyas faculta una retroalimentación con la que los niños logran la cognición de los fenómenos y las sensaciones que representan estas unidades. Ishibashi planteaba la observación de la conversación entre los niños de 2 años hasta 6 años y sus educadores, con el propósito de averiguar el uso de estas unidades en las conversaciones, de analizar el proceso de percepción de los fenómenos del mundo exterior y su interiorización, creación de sus propias onomatopeyas y mímesis y la rectificación de su uso a través de la intervención de los adultos -distintas respuestas circulares: primarias 17, secundarias18 y terciarias19 ; después de la fase de rectificación o coordinación 20. Por último se observaba la transmisión que realizan los niños a los otros más pequeños. La mayoría de las 17 Respuesta circular primaria: Este estadio se desarrolla aproximadamente desde 1 mes a 4 meses y medio de vida. Se caracteriza por la reiteración voluntaria de una actividad refleja que ha proporcionado placer. Se dice entonces que el ser el humano desarrolla «reacciones circulares primarias», esto es, reitera acciones casuales que primariamente fueron placenteras. Un ejemplo típico es la succión del propio dedo, o de otras partes del cuerpo como sustituto de la succión del pezón. Se denomina primaria porque está centradas en el propio cuerpo. Cabe señalar aquí, que el reflejo de succión del propio dedo ya existe en la vida intrauterina. (Wikipedia 2013), (Piaget y Fernández Cancela 1982) 18 Respuesta circular secundaria: Entre el cuarto mes y medio de vida y aproximadamente los 8 ó 9 meses, principalmente gracias a la aparición de la capacidad de coordinar los movimientos de las extremidades con los de los globos oculares, el infante puede realizar una prensión dirigida de los objetos («supervisada» visualmente), con lo que su comportamiento puede ahora orientarse hacia el ambiente externo, buscando aprehender o mover objetos de manera dirigida, observando los resultados de sus acciones. Así, por ejemplo, puede repetir un esquema para reproducir un determinado sonido y obtener nuevamente la gratificación que le provoca. Sobre la base de estas reacciones circulares secundarias se instalan los primeros hábitos motores y se estructuran percepciones mejor organizadas (Wikipedia 2013), (Piaget y Fernández Cancela) 19 Ocurren entre los 13 y los 17 meses de vida. Consisten en el mismo proceso descrito anteriormente aunque con importantes variaciones, siendo la principal de ellas el utilizar nuevos medios para conseguir un objetivo que ya le es conocido. Por ejemplo, tomar un objeto y utilizarlo para alcanzar a tocar diversas superficies. Es en este momento que el infante comienza a tener noción de la permanencia de los objetos. Antes de este momento, si el objeto no está en el campo alcanzable por sus sentidos, para él, literalmente, el objeto "no existe" (Wikipedia 2013), (Piaget y Fernández Cancela 1982) 20 Se denomina así al estadio entre los 8 ó 9 meses y los 11 ó 12 meses caracterizado por la coordinación de los esquemas sensorio-motrices con el objeto de su generalización y aplicación a situaciones nuevas.

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unidades que habían utilizado los educadores por su parte eran las que simbolizan las acciones, que resultaban vigentes a la hora de educar a los niños. (丹野眞智俊 2007) Lo que tenemos que destacar del análisis de Ishibashi es que tras las intervenciones de los educadores los niños consiguen distinguir las onomatopeyas comunes y las otras no puras. Las onomatopeyas no puras que pronuncian los niños serán los signos más primitivos desde el punto de vista del desarrollo de la comunicación; tras varios intentos de usar las mismas onomatopeyas con distintos receptores adultos, los niños consiguen saber, comprender la vigencia de las mismas y asociar cada onomatopeya con cada fenómeno o acción -asimilación y acomodación- (García Madruga y Delval). Kotani (丹野眞智俊 2007), subraya la utilidad de las onomatopeyas y las mímesis en la educación primaria, demuestran su eficiencia en un proyecto docente, rebatiendo la idea estereotipada de que las onomatopeyas y las mímesis son impropias en educación por su inmadurez desde un enfoque lingüístico. Kotani, además demuestra que las onomatopeyas pronunciadas por los profesores influyen en la educación física, sobre todo en el resultado de las pruebas que miden las capacidades físicas de los alumnos, como salto o fuerza de las manos, ya que los alumnos suelen asociar sus propias experiencias físicas con las onomatopeyas. Palabras onomatopéyicas y miméticas de gran diversidad se han lexicalizado ya desde la primerísima fase de la infancia, los hablantes del japonés las usan en numerosas escenas de la vida cotidiana, apareciendo con profusión en los libros de texto de la educación primaria, ya que las onomatopeyas son estímulos que activan los cinco sentidos y está demostrado científicamente que ambos tipos de palabras estimulan de manera selectiva las partes cerebrales correspondiente a cada uno de los cinco sentido ( 丹野眞智俊 2007); por todo ello, los libros de texto de la educación primaria suelen contener ejercicios relacionados con estas unidades ideogramáticas, como asociar las imágenes con las palabras onomatopéyicas o miméticas concretas o la discriminación de las mismas. En la educación, estos ideogramas con nexo privilegiado con el lenguaje podrían proporcionar influencia positiva en el uso de las palabras seleccionadas adecuadamente, correspondiendo a los ejercicios a los cuales se dedican los alumnos.

3.4 El enfoque socio-cultural en psicología. Lev Vygotski es el principal representante de este enfoque. Afirmó que la cognición y el 21

lenguaje tienen su origen en la interacción social y consideró el lenguaje como un factor fundamental en este proceso. Sostenía que individuo y sociedad, o el desarrollo individual y los procesos sociales, están íntimamente ligados y que la estructura del funcionamiento individual se deriva y refleja de la estructura del funcionamiento social. Esto es lo que lo lleva a formular su "ley general del desarrollo de las funciones mentales superiores". Dichas funciones serían: lenguaje, atención, memoria, senso-percepción, creatividad, voluntad, conciencia, concentración, personalidad, anticipación, planificación y regulación. Vygotski realizó diversos aportes a la psicología evolutiva que representan importantes avances en la “teoría evolutiva” tales como: desarrollo sociocognitivo en la infancia, aparición del lenguaje y la comunicación, construcción del lenguaje escrito y otros aspectos, como los idiogramáticos y la zona de desarrollo próximo. Entendía que estudiar el comportamiento era fútil y no podría ser entendido si no se estudiaban las fases de su desarrollo y adquisición, en definitiva su historia, poniendo énfasis en dos de sus pilares fundamentales, el filogenético y el histórico sociocultural, ámbitos que, según él, engendrarían las funciones psicológicas exclusivamente humanas y los sistemas artificiales complejos y arbitrarios que regulan la conducta social. Pero no menos importante era la aportación de la relación que se establecía entre pensamiento y lenguaje, que mantendrían líneas de desarrollo separadas hasta que en un momento dado del desarrollo, el pensamiento se torna verbal y el lenguaje racional. Las onomatopeyas y mímesis estarían influidas por las funciones senso-perceptivas y la funcionalidad de planificación y anticipación, son la expresión representativa de un tipo especial de ideogramas del medio ambiente donde los humanos nos desarrollamos y del cual extraemos las regularidades que codificamos en pensamientos y aprendizajes con un carácter adaptativo incuestionable. No cabe duda de que para alguien criado en el desierto, el sonido de una serpiente de cascabel supone “el disparo” de la representación de un aprendizaje de peligro, activando una serie de circuitos neurales para la afrontación o evitación del mismo, activando conductas especificas aprendidas sin duda por contigüidad cultural o experiencias anteriores con ese ofidio; a nadie se le escapa que para alguien no “mediado culturalmente” ese sonido puede pasar desapercibido al carecer de la experiencia sobre las regularidades del medio en el que se mueve. Posteriormente, la representación del sonido del cascabel sufre un proceso de adaptación “lingüístico”, y se convierte en un símbolo, cuyo significante está motivado y por

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enculturación es común al resto de la comunidad o sociedad para ser entendido, como los signos del lenguaje guardan ciertos parecidos, ya que comparten que no hay una continuidad entre significantes y significados, es decir, cada cultura transforma estos símbolos onomatopéyicos según las características fonéticas de sus lenguajes, con sus limitaciones y potencialidades inherentes.

3.4 Teoría del uso y desuso de las onomatopeyas y las mímesis Ya en 2002, Meltzoff y Prinz, señalaban en una importantísima y emblemática investigación de la universidad de Cambridge sobre la imitación, el lenguaje y las bases neurales -entre otros aspectos disciplinares propios de la psicología- (The Imitative Mind 2002) que en el lenguaje podría hacerse un paralelismo con las teorías erróneas de la adaptación de Lamarck (“lamarckismo, Wikipedia 2013”)sobre que la adaptación surgía de la necesidad que “creaba el órgano” y la heredabilidad de estos nuevos caracteres adquiridos por las siguientes generaciones; investigación esta de la que se extrajeron importantes conclusiones, quisiera citar y destacar este párrafo traducido del inglés: “La imitación también permite la investigación de los procesos sociales fundamentales. Las culturas difieren en las costumbres, los rituales y las tecnologías, la imitación proporciona un mecanismo al estilo del tipo lamarckista del cambio evolutivo en sociedades humanas con el que los adultos pasan el conocimiento adquirido a sus más jóvenes, la imitación también proporciona una vía de comunicación no verbal a través del lenguaje de los gestos”

Entiéndase que mantengo que las onomatopeyas son pura imitación, surgidas por necesidad espontánea, parte del acervo cultural -transmitidas a las nuevas generaciones por endoculturación-. Desde época antigua, dicho recurso aparecía formando parte de la retórica en los textos literarios; por su musicalidad, vivacidad y ritmo, muestra su capacidad retórica desde la época Nara21. Yamaguchi nos señala la diversidad de las onomatopeyas del japonés basándose en los datos 21 Nara fue durante el período que le da el mismo nombre (710-784) capital de Japón, con el nombre de Heijō-kyō(平城京). Fue durante este tiempo cuando se construyeron la mayoría de los grandes templos por los que la ciudad es conocida. Si bien es cierto que tras trasladarse la capital a Kioto la ciudad quedó algo descuidada, gracias a sus templos mantuvo su importancia hasta el día de hoy.

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de Inui, que dice que en comparación con el número total en inglés de dicho recurso (350) el japonés posee más de 3 veces esa cantidad. (山口仲美 2002) En otro análisis de datos realizado por Kojima, basado en las entradas citadas en los 100 tomos del diccionario prestigioso del japonés Kojien, revela que el japonés contiene cinco veces más palabras onomatopéyicas y miméticas que el inglés. (山口仲美 [Yamaguchi] 13) En cuanto a su perennidad, siempre ha habido discusión sobre su “caducidad”; una de las razones por las que no hay tantos estudios enfocados en el tema, es que se las consideraba como palabras de moda que ni siquiera están lexicalizadas, las investigaciones de la citada obra contestaron esta pregunta con el análisis diacrónico de los ejemplares aparecidos en las obras literarias antiguas, que se escribieron de la era Nara -siglo VIII- hasta la era Edo 22 -siglos XVII-XIX- y llegó a la conclusión de que más de la mitad (53%) siguen vigentes hasta nuestra época. Se señala además que la mitad restante que ha sufrido el cambio ortográfico sigue mantenido la semejanza fonológica con su radical de los orígines, como el ejemplo de kakara -siglo XII- y karakara -actualidad-. Por lo tanto las palabras onomatopéyicas y miméticas, como se ha mantenido a lo largo de este trabajo, son una herencia lingüística, parte del acervo cultural, algo vivo que se ha ido modificando en paralelo a la cultura de la que dimana y transmitida de generación en generación por endoculturación y este hecho lejos de ser diferencial es inherente a todas las culturas, ya que aunque culturalmente se haya potenciado este fenómeno lingüístico, no quiere decir que la menor cantidad de unidades onomatopéyicas o miméticas de otras culturas las hagan diferentes. Son iguales a nivel categórico y funcional por tanto, pero simplemente y haciendo un paralelismo simbólico en lo que se refiere a las teorías de la evolución lamarckista, “la necesidad crea el órgano”, en este caso las palabras onomatopéyicas. La explicación más simple parece la más verosímil en cuanto y en tanto a la necesidad o no de producir más o menos onomatopeyas en diferentes culturas, siendo por tanto diferencias cuantitativas, no cualitativas en cuanto a su funcionalidad.

22 El período Edo (江戸時代 Edo jidai), también conocido como periodo Tokugawa (徳川時代 Tokugawa -jidai) es una división de la historia de Japón que se extiende desde 24 de marzo de 1603 hasta 3 de mayo de 1868. El periodo delimita el gobierno del shogunato Tokugawa o Edo, que además fue establecido oficialmente en 1603 por el primer shōgun Tokugawa, Ieyasu Tokugawa. El periodo Edo finalizó en 1868 con la restauración del gobierno imperial por parte del 15º y último shōgun Yoshinobu Tokugawa. El fin del periodo Edo también se caracteriza por el comienzo del período imperial.

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4. Onomatopeyas y mímesis. Aquí pretendo contextualizar sobre estas fascinantes unidades comunicativas que son las onomatopeyas y las mímesis, un poco sobre sus características, cómo surgen durante el desarrollo, cómo discriminarlas a la hora de trabajar con ellas en una traducción y poniendo un énfasis especial en este punto, pues considero capital la distinción entre onomatopeyas y mímesis puras y no puras, entendiendo las primeras como un producto cultural propio del acervo cultural, y, en definitiva y en la medida de lo posible, tratar de comprender un poco mejor sus misterios.

4.1 Onomatopeyas y mímesis ideogramáticas. Desde el punto de vista lingüístico puro, 1: la onomatopeya es la imitación de sonidos reales por medio del lenguaje -ejemplo, “guau” como el sonido de los perros y 2: Palabra resultante de la imitación de sonidos y que ha terminado utilizándose para designarlos -la palabra “ladrido” es una onomatopeya. Asimismo y desde el mismo punto de vista, las mímesis son 1: En las poéticas clásicas, imitación en el arte de la naturaleza, entendida como objeto de la obra artística y 2: Imitación de los gestos, ademanes y características propias de una persona, generalmente como burla. Pero en este punto todos podemos entender que el concepto lingüístico no ayuda demasiado a comprender el mecanismo innato desencadenador que entiendo subyace a estas formas, en cuanto disparador que desata la idea que contiene en su simple estructura. Desde el punto de vista de los enfoques psicológicos, entiendo, en concordancia con las investigaciones que actualmente tenemos a nuestra disposición y a las que he hecho referencia a lo largo del presente trabajo, que las onomatopeyas son un tipo especial de ideogramas, de acuerdo a las teorías estructuralistas de Saussure, en el sentido de que el “significante sustituye al significado, está en su lugar” (Piaget y Fernández Cancela 1982) El lenguaje es posterior a la idea y por tanto el lenguaje es algo sobrevenido a esta, y aunque pudiera parecer contradictorio porque Saussure manifestó que “el signo lingüístico es arbitrario” (Holdcroft 1991) las teorías posteriores de Charles Sanders Peirce son bastante aclaratorias en el sentido de que las onomatopeyas son un tipo de representamen, una representación, y que todo signo es representamen, es decir, son una representación de una idea, un concepto o algo material. Atendiendo a Vygotski y lo que tiene que decir el enfoque socio-cultural de la psicología,

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también incluiré a las onomatopeyas como productos de la cultura y la sociedad de la que provienen. Tal como aparecía en la narración que hacía en la introducción a este trabajo, las diferentes onomatopeyas y mímesis han sido moldeadas en la cultura donde se originan, ya que aunque como decíamos, los japoneses, los ingleses o los españoles tengan la capacidad de articular exactamente la misma hipotética onomatopeya, la realidad es que son diferentes, y esto es un efecto de su inmersión cultural y la influencia de las diferencias lingüísticas es solo una variable secundaria, todo ello en contra de lo que mantienen algunos autores sobre que la forma convencional de la imitación de un sonido externo depende del sistema fonético de cada idioma (Joden 139 140). Vygotski resaltaba que el lenguaje no es un patrimonio surgido del individuo sino un patrimonio cultural, y se refería al sentido instrumental del lenguaje. Los estudios de percepción del habla comprobaron hace tiempo que la capacidad auditiva de un recién nacido para discriminar los contrastes fonéticos de cualquier lengua se acaban acotando a los contrastes de la lengua a la que se está expuesto, pero esto es un simple proceso neurológico adaptativo, es un medio, no un fin, y es que la capacidad de representación de los seres humanos no cambia simplemente porque el ser humano se adapte al idioma al que está expuesto, más bien al contrario, la capacidad simbólica aumenta con la madurez y es algo primordial a la hora de entender las onomatopeyas y mímesis, que aun siendo una parte del idioma, son pedazos de simbolismo significante que sustituyen al significado y tienen una capacidad de representación plena. Desde un punto de vista diacrónico y sincrónico, las onomatopeyas y las mímesis podrían ser estudiadas a lo largo de la historia y cómo han ido evolucionando junto con el lenguaje, como entidades vivas y también podría ser estudiadas en el momento actual, pero habría que diferenciar entre onomatopeyas y mímesis “puras” y “no puras”. Llegados a este punto es el momento de que defina lo que yo postulo que son las onomatopeyas y las mímesis: 1. Onomatopeyas: tipo especial de combinación de señales y símbolos de significado motivado y pleno que son el producto del acervo cultural humano y que suponen un “mecanismo desencadenador” de la idea que representan. Se dividen asimismo en: •

a) Onomatopeyas puras: derivadas del acervo cultural de un idioma, son la evolución de las mismas



b) Onomatopeyas no puras: “derivadas de la imaginación o la creatividad del ser humano para describir una situación o momento, tienen un carácter descriptivo 26

complementario”. En el caso de las onomatopeyas puras puede darse reacción perceptiva puesto que muy posiblemente se ha producido un condicionamiento clásico. 2.

Mímesis: “tipo especial de signos que representan sonidos de la naturaleza, son arbitrarios y la realidad no se modifica por el nombre y tienen significado pleno en las culturas de las que forman parte, pudiendo ser parte o no de un mecanismo desencadenador”, se dividen asimismo en: a) Mímesis puras: “Derivadas del acervo cultural de un idioma y de la tradición del mismo, son un producto cultural” b) Mímesis no puras: “derivadas de la creatividad del ser humano para describir un sonido ambiente no habitual en la cultura y que tiene un carácter descriptivo”.

En el caso de las mímesis puras puede darse reacción perceptiva puesto que muy probablemente se ha producido un condicionamiento clásico a raíz de la tradición cultural que ha propagado el significado de la onomatopeya. Por tanto, y en el mismo sentido para muchos lingüistas y psicolingüistas, las onomatopeyas y mímesis puras tienen un carácter simbólico, cuya relación con el significado no es arbitrario, están plenamente motivadas, su significante sustituye al significado, está en su lugar y como el lenguaje, están influidas directamente por la cultura por contigüidad, son susceptibles de modificación con el paso del tiempo y también de estudios. Por tanto están sujetas en buena parte a la teoría de principios y parámetros pero entiendo en concordancia con autores como (Flyxe 2002 54-57) que postulan que: […] ¿Son las onomatopeyas tratadas como otra expresión cualquiera?, las onomatopeyas japonesas son diferentes, […] las teorías lingüísticas consideran que la relación entre sonido y significado son arbitrarias, la onomatopeya es la excepción a la regla. Más y más investigaciones proclaman que existe un enlace directo entre sonido y significado. Son plenamente clarificadoras de lo que aquí se entiende como onomatopeyas, aunque el idioma japonés se trate del caso más claro ya que hace un profuso uso -tal vez por su escritura ideogramática-, entiendo que la teoría es válida para la totalidad de las onomatopeyas y mímesis puras, independientemente del idioma de donde provengan, haciendo la salvedad de 27

que, para que esto tenga lugar, ha de conocerse profundamente la historia y la cultura del idioma meta, -lo que facilitará la compresión de la proveniencia de estos sonidos-. En este sentido el mismo traductor debe así hacer esta distinción -puras y no puras- a la hora de clasificar y tratar con las mímesis, evitando en todo momento su supresión o modificación aleatoria de las unidades fonéticas del texto meta. También hay que tener en cuenta sentido de trabajos como el de Hiroko Inose, que utilizaba como corpus en su tesis doctoral cómics de “Iberomanga” con onomatopeyas inventadas (Inose 13) por autores españoles, donde encaraba un estudio en torno a teorías tipo traductivo-mecánicas o “sistematizadas” como las de (Jorden 111 140). Entiendo que centrar el análisis en la fonosimbolismo aplicado a onomatopeyas y mímesis inventadas o no puras es un acto de futilidad y artificiosidad o, en el mejor de los casos, insuficiente transculturalmente. Resulta dudoso, cuando de fonosimbolismo o fonosemántica se trata, analizar palabras de otras culturas tratando de comprender las correspondencias, vinculando entre símbolos la primera y entre significados la segunda, palabras de idiomas diferentes -y por ende culturas diferentes-. Concretamente en el fonosimbolismo y en relación con el trabajo de Inose, se pretende vincular directamente un fonema o conjunto de fonemas a una noción no sonora, la idea de que los sonidos del lenguaje articulado tienen la capacidad de expresar por sí mismo nociones y conceptos. Estas asociaciones están impregnadas de cultura, y resulta cuestionable que tengan alguna utilidad cuando se las “desglosa” desde las reglas lingüísticas del lenguaje meta, ya que las correlaciones entre esos fonos son cuestionables. Además, quizás las obras literarias sean objeto de crítica desde el punto de vista de la psicología psicoanalista y consigamos sacar patrones psicológicos de ellas -como por ejemplo con las obras pictóricas-, pero realizar análisis fonético partiendo de la base de supuestas concordancias entre vocales y consonantes con supuestos significados es a todas luces un intento de aburrir al traductor. Peor aún cuando estas onomatopeyas son productos de la invención del autor -onomatopeyas no puras-, una invención con intención descriptiva en muchos casos, un recurso literario o narrativo, pero que no resiste un análisis diacrónico y en esta línea, cualquiera que se acerque a un manual o guía buscando ayuda en su trabajo o quehaceres cualesquiera que sean estos, no se sentirá demasiado aliviado al enfrentar páginas y páginas dedicadas a desglose fonético-asociativos entre fonemas y supuestos significados, siendo muy probable que el traductor ya domine estas técnicas y no precise de una aclaración que en nada o casi nada ha 28

de servir a su causa. Por tanto, entiendo que, por todo esto, las recomendaciones más importantes que se pueden hacer a un traductor a la hora de enfrentarse a las onomatopeya y mímesis en cualquier idioma en los que trabaje y orientados a una lengua objetivo, es la inmersión cultural, el contacto más bien frecuente con la actualidad del país o países hablantes de la lengua meta, lectura de sus obras cumbres, etc. Al fin y al cabo el lenguaje es cultura viva. Manteniendo estas premisas iniciales, el adaptar cualquier sonido onomatopéyico, como el sonido de unas geta, el golpe hueco de la caña de bambú en la fuente, el sonido de la seda de un kimono, sería más fácilmente identificable, pero trabajar con “invenciones” de las que solo se pueden extraer rasgos supuestamente derivados de significaciones fonéticas, no parece lo más útil ni lo más apropiado. Insistir en este punto, que el traductor debería partir decidiendo si el sonido onomatopéyico a traducir procede del acervo cultural de ese país y si posee una correspondencia en el idioma meta, pero tratar, por ejemplo, de analizar fonosimbólicamente el sonido que emite una nave espacial de otro mundo, una espada de luz o cualquier invención narrativa que no existe o en el mejor de los casos está poco extendido en otras culturas es cuanto menos cuestionable, es mejor utilizar la descripción o sonidos que puedan ser representativos de la lengua meta. Además sabemos gracias a la “Teoría de los principios y parámetros” que existe una gramática universal que apoyaría que la reproducción de onomatopeyas y mímesis puras es posible desde el punto de vista fonético en idiomas diferentes, que estas diferencias son principalmente culturales y que, con base en esto, las recomendaciones para traducir un texto a una lengua objetivo y siempre que no nos enfrentemos a “onomatopeyas no-puras” -es decir, inventadas o como recurso literario cualquiera- serían las siguientes orientaciones a modo de patrón de trabajo: 1. Que se sumerja en la cultura del objeto de traducción, el ambiente de la época a través de otras lecturas paralelas fechadas en un tiempo similar y con un trasfondo histórico similar. 2. Que analice cualquier descripción inicial que el autor haya dejado sobre la onomatopeya o mímesis con la que trata de describir la situación. 3. Parafrasear con notas a pie de página, describiendo el sonido lo más fidedignamente 29

posible para que el lector de la traducción “quede condicionado” la próxima vez que encuentre la onomatopeya y se produzca un procesamiento automático de la misma. 4. Por último y no menos importante, para el entendimiento y la posterior traducción o adaptación de estas onomatopeyas-mímesis, se entiende que el traductor mantiene el contacto culturalmente con la sociedad y la cultura a la que pretende convertir el documento, habiendo leído obras representativas, hablado con nativos, viajado, etc.

Para las onomatopeyas y mímesis puras en el capitulo 6 damos nociones de cómo trabajar con ellas para alcanzar un objetivo de traducción satisfactorio, -que respete la esencia de lo que su autor pretendia transmitir-, ya que siempre o casi siempre contarán con equivalentes en la lengua objetiva como vimos según la teoría de “los principios y parámetros”. En definitiva mantenerse en contacto con esta. No concibo que alguien pueda tratar de utilizar un recurso tan cultural como la lengua sin sumergirse en la cultura del país en cuestión. No olvidemos que como decía Saussure -padre de la lingüística estructural-, este es un sistema, el más importante de todos los sistemas semióticos o simbólicos y tratar de realizar una traducción de una “representación” sin conocer detalles sobre la sociedad, puede ser un ejercicio fallido en el mejor de los casos.

4.2 Onomatopeya, la expresión que transmite “sensación”. Noma observaba la relación de fonosimbolismo con onomatopeya desde el punto de vista del origen de lengua. Según esto, las onomatopeyas pertenecen a un grupo de palabras del japonés que transmite una “sensación especial” e insiste en que las palabras onomatopéyicas o las miméticas de cada idioma se diferencian por la diferencia del sistema de fonemas, aunque sea igual el referente extralingüístico; también postula que el fonosimbolismo tiene mucho que ver no solamente con las onomatopeyas sino también con el sistema léxico o sintáctico, dicho de otra manera, con la imagen global del idioma mismo. (丹野眞智俊 Noma 2001).

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Si estas hipótesis fueran correctas, podemos decir que el idioma mismo nacería basado en el sistema fonosimbólico, y que el cambio crónico del sistema fonético del idioma afectaría a la creación de los elementos léxicos. Entre los estudios entorno a las onomatopeyas, hay algunos que ofrecen un nuevo método de análisis; otro investigador, Kurokawa, postulaba que la resonancia del sonido de una palabra posee la capacidad motivacional potencial de estimular la mente de los seres humanos. Contrastaba sus hipótesis usando conocimientos de física, inteligencia artificial, neurología, lingüística etc. (丹野眞智俊 Kurokawa 2004).

5. Enfoque lingüístico. 5.1 Categorías de onomatopeyas y mímesis del Japonés. En principio, el japonés tiene mayor variedad de onomatopeyas -Gitaigo/Giongo- en comparación con los idiomas indoeuropeos, cuyas onomatopeyas son poco numerosas y suelen estar lexicalizados como nombres o verbos. Los hablantes de los idiomas indoeuropeos tendrán dificultad en recordar las onomatopeyas de sonidos como los gritos de animales o algún fenómeno del mundo natural, ya que no es frecuente el uso de dichas unidades en la vida diaria sobre todo para los hablantes adultos y, por lo tanto, suelen utilizar los verbos derivados de las onomatopeyas en lugar de las mismas, se puede poner un ejemplo como el ladrido del perro en japonés: Inu ga wanwan naku (perro+part.nominativo+wanwan+ladrar),-el perro ladra “wanwan”- . Por otro lado en inglés se usa un verbo como bark. Como en el ejemplo mencionado anteriormente, el verbo naku utilizado para el llanto o el grito de cualquier ser animado muy frecuentemente aparece acompañado por las correspondientes palabras onomatopéyicas. La mayoría de los lingüistas especulan sobre que la gran variedad de las onomatopeyas del japonés procede de la escasez de verbos y también de la limitación sintáctica del uso de estos verbos y que esa pobreza en la variedad enriquece las onomatopeyas. Sin embargo dicha polémica no solamente se limitaría a la escasez de los verbos, la complejidad de las onomatopeyas tiene mucho que ver con la sensibilidad o la emotividad, ya que como Ohno indica: “los japoneses tienden a captar las ideas universales de los objetos, y prefieren expresar fonéticamente las sensaciones que reciben de esos objetos en vez de expresarlas de manera analítica” (Ōno, Nihongo No Bumpo o Kangaeru = Some Discussions 31

on Japanese Grammar 1978), y por todo esto se puede suponer el porqué se evitan las expresiones abstractas y se posee esta gran variedad de onomatopeyas. Además usan dicho recurso no solamente para expresar el sonido de los fenómenos o el estado de los objetos de la manera más objetiva posible, sino también para fusionar sus propios sentimientos o las sensaciones que reciben de ellos (Ōno 1978). En consideración a este punto, las onomatopeyas y mímesis no solamente son las palabras que representan el sonido o el estado de los objetos o de los fenómenos, sino también una serie de palabras que evocan unas “sensaciones especiales”, siendo denominada por muchos lingüistas “lengua de sensación”, “lengua de ritmo físico” y “lengua de sensación o sensibilidad”. El porqué ha conseguido este carácter dicho recurso tiene mucho que ver con el fonosimbolismo, que el sonido y el significado están vinculados estrechamente. Esta peculiaridad da vivacidad a la lengua japonesa y es omnipresente en la vida cotidiana de los nativos, siendo habitual que su uso no se limite a la vida cotidiana, bien al contrario se encuentra en el mundo cotidiano como el marketing, -nombres de productos comerciales-, mangas, libros de cocina, literatura, etc. Incluso las escuelas dedican tiempo a impartir lecciones que animan a los niños a interpretar correctamente las imágenes que transmiten las onomatopeyas y con todo esto se demuestra que estas unidades son más que significativas para los japoneses. Sintácticamente las onomatopeyas japonesas tienen su peculiaridad en comparación con otras unidades lingüísticas, que son frecuentes en cualquier contexto y están bien estructuradas fonética, semántica y sintácticamente. Sin embargo, en el mundo académico se ha destacado su infantilidad o irracionalidad resultando por lo tanto que la onomatopeya ha sido un problema periférico en el estudio lingüístico. Su posición secundaria no solo está marcada en el estudio lingüístico sino en la educación del japonés como segunda lengua extranjera. Dicho recurso -onomatopeyas-mímesis- tiene la función de convertir los sentidos representativos en códigos, y los matices que incluyen las onomatopeyas resultan difíciles de entender para los que no son practicantes del japonés porque no han quedado influidos por el proceso de endoculturación y, con ello, la acomodación y asimilación de las mismas como parte independiente del conjunto de esquemas y representaciones que cada persona crea sobre el mundo de manera interindividual resulta harto complicado.

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5.2 Definiendo onomatopeyas y mímesis del japonés. El uso de las onomatopeyas y mímesis es frecuente en cualquier nivel de registro del habla y de la escritura del japonés y podemos sin miedo a equivocarnos decir que este fenómeno aparece en la conversación diaria muy frecuentemente, siendo que también se utilizan para nombrar empresas o en la publicidad. Taima presenta varios ejemplos llamativos de onomatopeyas al nombrar productos y empresas y su uso en la prensa, como el nombre de una empresa de comida de catering “Hokkahoka tei” (Tajima 193 201). Hokkahoka es una onomatopeya que representa el estado de la comida caliente a partir vapor que sale de esta. (ほっかほっか亭 カレーフェア Cm) La escritura del japonés tiene dos tipos de silabarios -hiragana y katakana- y un sistema de escritura ideogramático -kanji. Según el tipo de silabario usado en los escritos el efecto que imprimen sería distinto, por lo tanto el emisor del mensaje de onomatopeyas a menudo opta por usar el katakana -de uso infrecuente en los escritos- con intención de destacar dichas letras.

5.2.1 Definición desde el punto de vista lingüístico. Las categorías de onomatopeya y mímesis del japonés tienen subdivisiones, sobre todo las mímesis que tienen dos subdivisiones que casi no existen en otros idiomas occidentales como ha sido señalado en varios diccionarios de prestigio en japonés. (Minashima 96). (1) Hybrid Shinjirin: Editorial Snasho. a. Onomatopeya: Las palabras que abarcan Giongo, Giseigo, Gitaigo. b. Giseingo: Las palabras que representan los sonidos o las voces de los seres animados. c. Gitaigo: Las palabras que convierten en expresión acústica el estado de cosas, de los sentimientos. (2) Kojien 5ª edición (Editorial Iwanami) a. Giseigo: las imitaciones de las voces de los humanos y los animales. b. Giongo: Las palabras que imitan los sonidos reales. c. Gitaigo: Las palabras que expresan las impresiones que vienen de sentidos como la vida, el tacto, etc. -siempre que no sean el oído-. 33

La definición de onomatopeyas según el diccionario de la R.A.E es “la imitación o recreación del sonido de algo en el vocablo que se forma para significarlo”; y para las mímesis “imitación del modo de hablar, gestos y ademanes de una persona”. En suma el primero es la imitación del sonido realmente perceptible y emitido por los seres animados, y el segundo para los no perceptibles acústicamente. Dicho esto, podemos decir que Giongo y Giseigo equivalen a la onomatopeya y Gitaigo a las mímesis y subdivisión de Gitaigo. Minashima indica que el Gijogo es la expresión del estado psíquico, sentimental, de salud del ser humano que se ha mantenido y acervado a lo largo de generaciones por endoculturación -resultando en onomatopeyas de carácter puro-, que realmente no generan sonido acústico pero se lexicaliza como si generaran el sonido en el citado trabajo. Gijogo se incluye en la categoría de Gitaigo. (Minashima 2004).

5.2.2 Variedad y formas onomatopéyicas del japonés. Las onomatopeyas y las mímesis del japonés según el trabajo del japonés Amanuma tienen 47 clases a partir de la combinación de la serie de sus raíces, la mayor parte de las cuales se ocupan de la reduplicación de raíz, como oink-oink (inglés). Para aumentar las variantes también es muy habitual añadir los archifonemas /Q/ y /R/ respectivamente llamados en el japonés sokuon y choon. Las palabras japonesas consisten en las secuencias de las sílabas CV, la reduplicación toma la estructura CVCV como furafura -la mímesis Gitaigo que representa el movimiento de andar de manera floja e inestable o bien el estado de marearse física y mentalmente andando sin rumbo fijo-. (天沼 Amanuma 1974) Hay cinco tipos de los últimos fonemas de las palabras onomatopéyicas y miméticas en japonés: las que acaban con la oclusiva glotal, las que acaban con la vocal prolongada, palabras que acaban con la consonante nasal, las palabras que acaban con la silaba ri, y por último la combinación de CVQCVri o CVNCVri, teniendo cada formación su connotación. Si añadimos a la raíz fura /Q/, la estructura será como la siguiente: CVQ /Q/ sokuon, su función es repetir la consonante siguiente, ふらっ furra que es la variante de la mímesis fura. En comparación con furafura, por el efecto interruptor de /Q/, furra representa el momento justo de inestabilidad o de mareo pasajero, añadiendo el formante /R/ cuya función es prolongar la última vocal precedida. Por su parte Furaa, la variante de fura obtiene otra connotación sutilmente diferente y significa el estado de mareo de larga duración En cuanto a la variación con la consonante nasal, esa consonante indica la resonancia de 34

sonido o reverberación como koNkoN, el sonido de tos seco y repetitivo en el que se repite el sonido relativamente pequeño. Si se refiere al movimiento, la variante de la consonante N, connota a algo que hace rebote, se extiende o a algo energético y contundente como vemos en el ejemplo bataN, que indica que un objeto duro de cierto tamaño choca contra otro objeto una sola vez o si se refiere a la condición o estado, enfatiza la condición. Con respeto a la variación con ri, este tipo indica que el sonido es redondo y completo en sí mismo, o sea no es abrupto ni alargado; si la onomatopeya se refiere al movimiento, este último sonido significa que el movimiento ya ha llegado a la condición decidida o el proceso entero del movimiento se ha completado y no se puede cambiar, lo vemos como en el ejemplo korori que indica el movimiento rodante de un objeto redondo, haciendo énfasis en que la acción ya está cumplida. La última combinación si se refiere al movimiento, indica que la acción está completada, como los casos de las variaciones de ri y la consonante nasal, como vemos en el ejemplo battari, que indica que un objeto o un ser animado que estaba levantado, de repente se ha caido. Así se crea la variedad enorme de las onomatopeyas para proporcionar a cada una una connotación sutilmente diferente.

5.2.3 Función gramatical y creación flexible de las variantes gramaticales derivadas del mismo radical. En las oraciones, estas unidades tienen distintas funciones gramaticales, la mayoría de las veces aparecen como adverbio, habitualmente se añade al final de las onomatopeyas o mímesis el formante de adverbio -to o -ni, que significa “a la manera de”, v.g: kurukuruto mawaru -girar como una peonza-. Para su uso como verbo anteceden siempre al genérico suru -hacer-, v.g: nikoniko suru, que proviene de la mímesis nikoniko -reírse alegremente-. En el uso como adjetivo van precedidas por el sufijo -na, v.g buyobuyo na, -la mímesis que representa el objeto blando o flácido-. El uso como sustantivo es menos frecuente y es un fenómeno relativamente nuevo, se usan simplemente sin añadirles nada y a veces, combinadas con otro sustantivo constituyen un sustantivo complejo como noronoro unten, -unten es el sustantivo “conducción” y noronoro es el Gitaigo que representa el movimiento que se desarrolla muy lentamente, siendo que en definitiva este ejemplo significa literalmente “la conducción lenta”. 35

Flyxe destacaba el alto nivel de categorización de las onomatopeyas y mímesis del japonés bien estructuradas en comparación con otros idiomas indoeuropeos, especialmente comparadas con el sueco y el inglés, donde estas unidades se lexicalizan y son difíciles de clasificarlas en una sola categoría como la del japonés. En comparación con el hecho de que las onomatopeyas de los idiomas indoeuropeos suelen consistir en verbos o interjecciones, las japonesas pueden funcionar como adverbio, verbos, adjetivos e incluso sustantivos. En este apartado, primero vamos a ver las principales funciones gramaticales de estas unidades en el japonés, y luego veremos la creación flexible de variantes gramaticales derivadas de misma raíz de las onomatopeyas según el trabajo de Tamori. Las unidades del japonés se generan de manera muy productiva, añadiendo partículas o un verbo genérico al mismo radical junto con la variación fonética anteriormente mencionada. Esta peculiaridad gramatical también hace dicho recurso del japonés fructífero. Las funciones gramaticales se pueden categorizar como sigue: 1) Como adverbio, modificando verbos regulares junto con la partícula to o bien sin ella. 2) Seguido por el verbo genérico, suru. 3) Como palabras adjetivales seguidas por el verbo copulativo, da. 4) Como nominales seguidas por la partícula no. 5) Como frases adverbiales, seguidas por la partícula ni. A continuación vemos ejemplos de cada categoría junto con la traducción al inglés de cada frase: 1) como adverbios, modificadores de verbo regulares. a. がんがん飲む。Gangan Nomu. (Gangan/Gitaigo/mímesis+verbo beber) -to drink up-. 2) seguido por verbo genérico suru. b. きりきりする。Kirikiri suru. (Kirikiri/Gitaigo/mímesis+verbo suru) -to be stressed-. 3) como palabras adjetivales, seguidas por el verbo copulativo, da. c. へとへと だ。 Hetoheto da. (Hetoheto/Gitaigo/mímesis+verbo copulativo da) -to be tired out-. 4) como nominales seguidas por la partícula no, en las frases adjetivales. 36

d. ぶ よ ぶ よ の お 腹 。 Buyobuyo no onaka. (Buyobuyo/Gitaigo/mímesis+partícula no+barriga) -flabby stomach-. 5) como frases adjetivales seguidas por la partícula ni. e. べ ろ べ ろ に な る 。 Berobero ni naru. (Berobero/Gitaigo/mimético+partícula ni+verbo

auxiliar naru) -to get throughly drunk-.

Entre ellos la primera función gramatical es más común. Teniendo en cuenta estas cinco formas principales demuestra la flexibilidad gramatical de creación de variantes derivadas de la misma raíz de las unidades onomatopéyicas y miméticas (Tamori 1991). Su trabajo demuestra que dicho recurso del japonés está bien estructurado gramaticalmente y además que algunas de estas unidades lingüísticas pueden aumentar su número en progresión geométrica. Tamori insiste que una categoría semántica llamada Kekka fukushi estaría compuesta por onomatopeyas que actúan como adverbios, que representan la consecuencia de la acción, acontecimiento o fenómeno natural etc. y suelen aparecer seguidas por la partícula ni, válida en la creación de variantes, mientras Keitai fukushi, serían las onomatopeyas que representan una descripción del estado de objeto animado o inanimado y que suelen aparecer seguidas por la partícula to, de imposible validez en la creación de variantes. A continuación, tenemos ejemplos de Tamori. 1.(a) 稲妻がぴかっと光ったかと思うと、雷がごろごろ(と)鳴った. Inazuma ga pikatto hikatta ka to omou to, kaminari ga gorogoro to natta. -“Tras el destello del rayo, el cielo empezó a tronar”- (Tamori 127). (b) *雷がごろごろだ。 Kaminari ga gorogoro da (Tamori 128). (c) *ごろごろの雷。Gorogoro no kaminari (Tamori 1991 128). Tamori intenta demostrar la imposibilidad de hacer variantes derivadas del mismo radical, gorogoro, Gitaigo, una onomatopeya de Keitai fukushi, sonido representativo de un objeto relativamente pesado dando la vuelta, el mismo radical toma forma adjetival llevando detrás el verbo copulativo da que en el ejemplo b, y en el otro llevando la partícula “no”, actúa como modificador nominal y sin embargo ambos ejemplos semánticamente son incorrectos. Algunos de los ejemplos de Kekka fukushi, bishobisho, mímesis que representan el estado del 37

objeto completamente mojado: 2. (a) 服がびしょびしょに濡れた。Fuku ga bishobisho ni nureta. -El vestido se mojó-, (Bishobisho/Gitaigo/mimético+partícula ni+mojarse+partícula pasado perfecto ta)- Aquí el Gitaigo actúa como adverbio modificando el verbo nureru- (Tamori 127). (b)服がびしょびしょだ。Fuku ga bishobisho da. -el vestido está mojado-, (Vestido+partícula nominativo+bishobisho+verbo copulativo da) – Aquí el Gitaigo actúa como palabra adjetival seguida por el verbo copulativo da- (Tamori 128). (c) びしょびしょの服。(Bishobisho no fuku). -El vestido mojado-, (Bishobisho+partícula no+vestido)- Aquí el Gitaigo actúa como modificador nominal- (Tamori 128). Estos tres ejemplos anteriores son todos gramaticalmente correctos, por lo tanto se ha realizado con éxito la operación de hacer variantes gramaticales con el mismo radical, bishobisho. En caso del japonés, el peso semántico cae en las onomatopeyas mismas no en los verbos que las modifican, por otro lado en el caso del inglés y del español, las onomatopeyas están lexicalizados como verbos o sustantivos, se puede decir que el sistema sintáctico del japonés tiene mucho que ver con el desarrollo de formación de dichas unidades. El trabajo de Tamori merece atención ya que refleja muy bien el entorno donde se fomentan las onomatopeyas del japonés. En cuanto a las onomatopeyas del inglés y del español hay pocos trabajos relativos al tema disponibles en comparación con los disponibles sobre el japonés. Mayoral indica las razones por las que se produce desinterés por el tema: 1) son formas cuya representación gráfica no responde a una convención clara o que incluso no se ha producido nunca con anterioridad, 2) son formas de difícil clasificación, 3) su aparición va asociada en muchas ocasiones a recursos particulares de puntuación, tipográficos, gráficos, etc. 4) aunque se utilizan como expresivos en el habla común y en la lengua literaria, su 38

aparición va asociada en muchas ocasiones a recursos particulares de puntuación. 5) aunque se utilizan como recursos expresivos en el habla común y en la lengua literaria, su

aparición se

suele asociar a géneros “inferiores” como son los tebeos

y la literatura infantil. (Mayoral Asencio 107 108). En cuanto al aspecto gráfico, la onomatopeya japonesa tiene totalidad, por este motivo se han publicado diccionarios desde los años sesenta hasta ahora, entre los que hay diccionarios que enfocan el uso pragmático o analizan su fonosimbolismo y la característica sintética de estas unidades. También significativo es que hay un diccionario bilingüe como manual de traducción y algunos tratan de la etimología o explican el trasfondo histórico de dicho recurso. Mayoral estudia dicho recurso desde en enfoque de contrastes de dos idiomas, inglés y español, en su trabajo, publicando una clasificación de sonidos propuesta por Raymond Chapman en su obra The Treatment of Sounds in Language and Literature (Chapman 1984), como los siguientes: 1. Vocalizaciones no-verbales -humanas- que equivalen a Giseigo. 2. Sonidos naturales no-humanos como el sonido causado por animales o el fenómeno natural que equivale a Giongo. 3. Por último sonido artificial, como la música que también es equivalente de Giongo. Lo que destaca del listado de clasificación de Chapman es que no incluye el Gijogo del japonés, subcategoría de Gitaigo, como vimos anteriormente el fonosimbolismo del sentimiento de los seres humanos. Mayoral indica que necesita distinguir dos niveles distintos: el de verbalización o articulación y el de la imitación onomatopéyica. A. Formas inarticuladas no onomatopéyicas: Oops ! Wow! B. Formas inarticuladas onomatopéyicas: Wwurrrrrrrrrk. C. Formas articuladas onomatopéyicas: C1. Verbos-representaciones que indican la acción de producir el sonido: C.1.a.-Verbo y representación con bases onomatopéyicas diferente

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bark/bow-wow, chirp/tweet-tweet, C. 1.b.-Verbo y representación con la misma base onomatopéyica beep, roar. C2. Verbo-representaciones que indican la acción a consecuencia de la cual se produce el sonido sniff, crash. D. Formas articuladas -verbos- no onomatopéyicas: dribble, convulse. E. Onomatopeyas articuladas. Se trata de imitaciones de sonidos constituidas por frases u oraciones con significados que muchas veces hay que buscar en la tradición en canciones o literatura.(Mayoral Asencio 1992). En primer lugar, las clases A y B en el caso del japonés, incluso las formas inarticuladas también tienen su forma gráfica y están categorizadas como interjecciones, especialmente las de clase A se distinguen de las onomatopeyas. Los verbos de C1.a C2 y D del inglés y el español casi pierden el valor onomatopéyico, lo que provoca gran contraste con las onomatopeyas del japonés que dejan la imitación del sonido en sí. Muchos trabajos relativos a esta expresión indican que el inglés es más productivo y flexible en la creación de las onomatopeyas que el español; Bueno Pérez toma como punto de partida el Ulises de Joyce y su traducción al español de José Mª Velaverde y en su análisis se fijan en el grado de lexicalización en español de las abundantes onomatopeyas aparecidas en el texto original y concluyen que: “El español y el francés tienden a lexicalizar perdiendo el valor onomatopéyico en mayor proporción que el inglés. Esto trae como resultado que el fenómeno sea más fecundo en la lengua inglesa, así como este sistema tiene más mecanismos para adecuar la grafía al sonido original” (Bueno Pérez 25).

Podemos concluir que el nivel de conservación del valor fonético y el nivel gramatical de plasmar la gráfica en el sonido onomatopéyico seguirían este orden: japonés, inglés y español. Respecto al uso pragmático de estas expresiones en inglés y español, siempre ha sido vinculado con el género inferior, como cómics, tebeos o novelas infantiles. Comparado con esto, en japonés es la expresión omnipresente en cualquier contexto, incluso para nombrar enfermedades como moyamoyabyo, aunque hay que evitarla en los trabajos académicos, las tesis o en el campo científico etc. 40

Su vivacidad, ritmo y musicalidad, que cumplan también una función estilística, resultan efectivos en la literatura, los artículos de periódicos o revistas, los publicitarios etc, existiendo trabajos sobre qué tipos de onomatopeyas es correcto usar según su pretendido propósito o campo de aplicación, como promover los productos cosméticos o en el mundo educativo. Yamaguchi indica el uso de dichas unidades expresivas en la literatura antigua como Genjimonogatari del siglo XI, (山口仲美 2002)

5.2.4 Uso en textos antiguos de la literatura japonesa. “Hi to ri shi te mo no wo o mo e ba a ki no ta no i na ba no so yo to i u hi to no na ki”. Es un poema llamado chōka o nagauta que se empezó componer en la época Heian (794-1192) 23. La métrica de cinco sílabas y siete sílabas era dominante en los documentos antiguos japoneses, como las crónicas del Kojiki 24y del Nihon-shoki25. En el año 760, aparece la primera obra literaria conocida como “la colección de mil hojas” -(Manyoshū)26-, donde figuran las chôka27 y las tankas28 -conocidas como poemas cortos compuestos de cinco y siete sílabas-. El ejemplo que he puesto anteriormente está compuesto del trío de cinco, siete y cinco sílabas y luego le sigue el dístico de dos versos de siete sílabas con el que concluye el poema. Los poetas intentan ampliar la posibilidad semántica dentro de la limitación métrica de 31 sílabas. Yamaguchi habla de la retórica de la polisemia llamada kakekotoba (Yamaguchi 19). Este ejemplo referido canta sobre el sentimiento vacío del autor que acaba de perder o separarse de su amante. La traducción literal del poema es: “mientras estoy absorto en mis pensamientos, escucho el soplo del viento recorriendo el campo de arroz. Ahora aquí no tengo a nadie que me diga “soyo” como me contestan las espigas de arroz sopladas por el viento”. La palabra subrayada soyo en este contexto significa dos cosas: el sonido aullante del viento y la interjección de afirmativo, “sou-yo”. Kakekoba, el uso de palabras polisémicas realiza la ampliación semántica dentro de la limitación métrica, desde la época remota las onomatopeyas y mímesis han sido habituales en los textos literarios. La novela Genji monogatari, obra maestra escrita a principios del siglo 23 El Periodo Heian (平安時代 Heian jidai) es el último periodo de la época clásica de la historia japonesa, entre los años 794 a 1185,1 en el que la capital era Kioto. 24 Kojiki o Furukotofumi (古事記) es el libro histórico más antiguo que se conserva sobre la historia de Japón. Literalmente, significa "registro de cosas antiguas". 25 El Nihonshoki (日本書紀) es el segundo libro más antiguo sobre la historia de Japón. 26 Manyōshū (万葉集 man'yōshū?, "Colección de la Miríada de Hojas") es la colección de poesía japonesa más antigua existente y de más relevancia histórica, compilada durante el período Nara, e inicios del período Heian. 27 Chōka o nagauta, poemas largos. 28 Tanka o mijikauta, poemas cortos.

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XI por Murasaki Shikibu29, según Yamaguchi, muestra el uso singular de las palabras miméticas. La novela trata de las aventuras del príncipe Hikaru no Miya, en las que se entrecruzan incontables personajes femeninos. Yamaguchi indica que para caracterizar a esos numerosos personajes secundarios, Murasaki Shikibu adjudica ciertas palabras miméticas a cada personaje. Azaaza es la mímesis aplicada a Murasaki no Ue, la primera esposa del protagonista. Con esta palabra quiere poner de relieve el significado y la vivacidad de los colores  intensos y esta palabra mimética se aplica exclusivamente a este personaje y a nadie más. Murasaki Shikibu crea un estrato jerárquico entre ellas mediante el uso de varias palabras miméticas calificativas del cabello largo, que era símbolo de la belleza de la época y para lo cual se usaban tres tipos de las palabras: tsuyatsuya, harahara, yurayura: -La primera aplicada a las mujeres que ocupan papeles primordiales después del protagonista, y simboliza la belleza innata del brillo del cabello largo y negro. -La segunda representa la belleza de la armonía que nace entre el cabello y otros objetos, como una gala, una almohada o su rostro. -La tercera representa la belleza de las niñas pequeñas. Las onomatopeyas y las mímesis se emplean no solo como recurso calificativo o adjetival de los personajes sino también como indicador del peso que lleva cada personaje en la historia. Los lectores gracias a la colección de las onomatopeyas y las mímesis pueden identificar a los personajes a pesar de la omisión de referencia a los sujetos. La autora es consciente del efecto que causa dicha expresión en el texto si se entiende en el contexto sociocultural japonés de la época. (山口仲美 Yamaguchi 2002)

6. Enfoque traductológico. 6.1 Traductología aplicada. Desde el punto de vista del mundo de la traducción, no hay muchos antecedentes con los que podamos contar, siendo esto aún más cierto cuando hablamos de occidente, excepto el trabajo de Hiroko Inose “La traducción de onomatopeyas y mímesis japonesas al español y al inglés: 29 Murasaki Shikibu (紫 式部? c. 978? - c. 1014?) (en español, Dama Murasaki) fue una escritora japonesa, creadora de una de las obras literarias más importantes y reconocidas de la literatura oriental, Genji Monogatari ("La Novela de Genji").

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los casos de la novela y el manga” (Inose 2009) que ha optado por el japonés como lengua original y el español y el inglés como la lengua meta. El interés de su trabajo radica en el análisis del fonosimbolismo de cada componente de la unidad onomatopéyica. Si repasamos bien la peculiaridad de las palabras onomatopéyicas y miméticas del japonés, las unidades llevan su valor onomatopéyico por sí y pueden aparecer en varias funciones gramaticales en el enunciado y pero si aparecen como modificadores de otros elementos, el peso semántico cae en las expresiones onomatopéyicas y no en los elementos modificados por las palabras onomatopéyicas. El primer reto que afrontan los traductores es trasladar el valor fónico del texto original a la lengua meta. En caso de ausencia de equivalente en español o inglés, si el traductor concede importancia al valor fonético e intenta trasladarlo a la lengua meta, resultará chirriante o causará cacofonía en el texto traducido, siendo lo más probable que no se encuentre el equivalente adecuado en español e inglés, cosa obvia por la cantidad de este recurso expresivo que posee el japonés. El traductor debería optar por otra técnica, la traducción oblicua. Para hacer una referencia de la técnica de traducción de estas unidades lingüísticas, se ha realizado una extracción de las palabras onomatopéyicas y miméticas presentes en la obra original en japonés y se han cotejado con sus respectivas traducciones al inglés y al español y a continuación, se ha cumplimentado una tabla donde se alinean los originales de las traducciones, recabándose información tanto de tipo lingüístico como traductológico de cada onomatopeya (ver capítulo 9. Anexo). Para identificar los métodos de traducción de cada onomatopeya, se ha utilizado como referencia el libro introducción a la traductología: curso básico de traducción (Vázquez Aroya 1977). La primera táctica más reconocida en el corpus era la transposición, procedimiento por el cual se reemplaza una parte del discurso del texto de la lengua original por otra diferente que en el texto del lenguaje meta lleve el principal contenido semántico de la primera. La mayoría de las unidades onomatopéyicas y miméticas actúan como adverbios en el enunciado y, sin embargo, las lenguas terminales, inglés y español, poseen más recursos en forma de verbos, como hemos visto anteriormente. Por lo tanto como era previsible encontramos las operaciones de transposición de los adverbios por los verbos en el texto traducido. 43

Los ejemplos de Giseigo del japonés actúan como modificador del sustantivo, y se supone que los traductores del inglés y el español optan por no usar sus equivalentes, tendiendo a usar los sustantivos onomatopéyico para esquivar la asociación de su traducción con la degradación de género. También se han encontrado ejemplos de ampliación que se oponen al principio de economía del enunciado producido por la reducción, en número o extensión de los signos que lo componen. Todos los que han practicado la traducción anglo-española tienen la experiencia de que la versión española tiende a ser mucho más larga, sin embargo no siempre esto es así: las lenguas romances también poseen ciertas características económicas, tanto a nivel léxico como a nivel semántico. De hecho en ambos idiomas se encuentran ejemplos de ampliación. Las onomatopeyas y mímesis japonesas seguidas por el verbo genérico suru actúan como verbo en el enunciado y el valor semántico no recae en el verbo genérico sino en la expresión onomatopéyica, y para este tipo de expresión los traductores a veces usan el método de la ampliación consistente en un adverbio -traducción de modo mimético- y el verbo. La omisión también puede ser muy útil para la traducción oblicua al suprimir elementos extraños en la lengua objetivo, lo que obedece al principio lingüístico de economía y al requisito de naturalidad de la equivalencia que habrá de encontrarse en la lengua receptora. Con este método no se puede aportar al texto traducido la vivacidad y la melodía que caracterizan estas expresiones tan productivas.

6.2.1 Yukiguni como muestra traductológica. Analizando las estrategias en el procedimiento de traducción al adaptar el material como Gitaigo, Giongo, Giseigo del japonés a la lengua meta, extraeremos pasajes de la obra titulada “Yukiguni” (Kawabata 1987) y sus traducciones, “País de nieve” (Kawabata, 2005) en español y “Snow Country” (Kawabata, 2011) en inglés, traducidos respectivamente por Juan Form y por Edward G.Seidensticker y propondremos diferentes giros, estrategias y tácticas para llevar la traducción a buen puerto, un puerto donde la idea general quede reflejada en máximo porcentaje posible de concordancia con la intención del autor de la obra. La elección de esta obra es puntual pero no casual, al ser una obra conocida, del premio Nobel de literatura de 1968 y que ha sido traducida a multitud de lenguas, cuyo autor fue uno de los 44

escritores representativos de la corriente literaria Shinkankaku ha -traducido literalmente: “Nueva Percepción”- que destacaba la importancia en la composición de la aprehensión sensitiva de la realidad a la manera de los intelectuales. Su obra aporta la nueva perspectiva estética de la realidad en la que vivimos. De la obra misma Suzui indicaría que Kawabata hizo una selección cuidadosa de onomatopeyas y mímesis para ofrecer una estética modesta y menos explícita, que haría más atractivos los objetos bonitos y los objetos menos atractivos más bellos (Suzui 24). Si observamos bien, encontramos que Kawabata evita usar el japonés complicado y tiende a usar las onomatopeyas que no incluyen los sonidos “dakuon” consonantes sonoras30. Su autor usa más onomatopeyas construidas por las consonantes sordas en un intento de dar una impresión sofisticada a la obra. La historia versa sobre el amor pasajero entre el viajero Shimamura, un hombre rico de mediana edad, heredero de la gran riqueza de su padre y supuesto experto en ballet occidental y una aprendiz de geisha, Komako. La historia se desarrolla desde el punto de vista del narrador omnipresente y ocupan la mayor parte de la trama el paisaje de las termas nevadas y las conversaciones entre ellos. Ri y Munechika presentan en su trabajo el detalle de la suma de las onomatopeyas del texto original y las maneras de adaptarlos en el texto meta en inglés: Giongo TO

21ejemplos

TM

Verbo 5, Adverbio 3, Sintagma Preposicional 3, Omisión 10 y Traducción equivocada 1.

Gitaigo TO

207 ejemplos.

TM

Verbo 33, Adverbio 44, Adjetivo 36, Sintagma Preposicional 12, Omisión 53, Comprensible en el contexto 9, Paráfrasis 10, Traducción equivocada 10.

Las onomatopeyas omitidas son 63 en total, lo que ocupa el 36.8%. Más de un tercio de la sensibilidad que aporta la obra maestra de Kawabata se pierde en el proceso de traducción (Ri y Munechika 174). 30 En cuanto a las consonantes sonoras, Tajima (198) indica que las creaciones de las onomatopeyas no son inventos libres de cada hablante, sino símbolos fonéticos, y los hablantes de una misma lengua mayoritariamente comparten las nociones que da cada sonido onomatopéyico concreto. Podemos conocer más detalles en el trabajo de Ueda (1980 en Kawasaki en 2001). Según su trabajo, las consonantes sonoras están asociadas con imágenes como “pesado, grande, torpe, oscuro y sucio”, entre los hablantes japoneses.

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Ejemplos de adaptación en inglés (Ri y Munechika 2008)

6.2.2 Análisis del procedimiento de traducción de las onomatopeyas y mímesis en las diversas obras. Como se ha puesto de manifiesto anteriormente, los idiomas meta inglés y español no tienen tan abundantes recursos de mímesis como el japonés, por lo tanto habría que observar cómo los traductores los adaptan en el texto, más bien dicho: observar cómo interpretan las acciones de los personajes que describe Kawabata. Tiene importancia desde el punto de vista de la interpretación cultural, centrados en el tema en Gitaigo dicha obra tiene 207 ejemplos. Ri y Munechika enfocan el tema en las adaptaciones de las expresiones miméticas “Jitto” -el estado de contemplar-, “Futo” y “Futto” -ambos representantes de las acciones que ocurren de repente, siendo el segundo la variante del primero-. Las páginas de la versión inglesa corresponden a la versión digital publicada por la editorial ePenguin (Ri y Munechika 177): A. Jitto Jitto es polisémica y según el diccionario de prestigio, Kojien representa: 1) el estado de permanecer inmóvil. 2) fijar la vista, mirar fijamente. 3) contemplar en algo con mucha concentración. 4) empujar, extraer o agarrar algo con fuerza. 1(a)西日に光る遠い川を女はじっと眺めていた。(Kawabata, Yukiguni 2011) 1(b) She gazed down at the river, distant in the afternoon sun (Seidensticker 28). 1(c)Ella estaba mirando el río distante a la luz de la tarde (Forn 39). En el contexto este Gitaigo se emplea en el segundo sentido de Kojien; The Oxford Dictionary en su versión digital define la palabra gaze como sigue: “look steadily and intently, especially in admiration, surprise, or thought.”, por lo tanto este verbo en sí mismo incluye adverbios como “intensamente, fijamente”, mientras que el traductor al español opta por omitir este adverbio “fijamente”. En este pasaje Komako contempla el río casi olvidándose de la presencia de Shimamura, por eso la frase seguida le describe a él sin saber 46

nada sobre qué debe hacer. El estilo de Kawabata a veces nos presenta una imagen sólida e inmóvil casi como una pintura, la narración de nuestra obra no está rellenada con una secuencia de acciones, siendo por tanto que tanto Gitaigo como Jitto adquiere un valor literario inexcusable que difícilmente permite una burda omisión. Ri y Munechika, exponiendo otros ejemplos de Jitto, nos indican la omisión de la traducción al inglés con la intención de acelerar la velocidad narrativa (Ri y Munechika 78). 2(a) この虚偽の麻痺には、破廉恥な危険が匂っていて、島村は じっとそれを味わいながら、按 摩 が 帰 ってか ら も寝 転ん で い ると、 胸 の 底 まで 冷 えるよう に思 わ れ たが 、 …。 (Kawabata 1987 59 60) 2(b) Aware of a shameful danger lurking in his numbed sense of the false and empty, he lay concentrating on it, trying to feel it, for some time after the masseuse left. (Seidensticker 2011 50) 2(c) Consciente de la inquietante ineficacia de su vara para juzgar los hechos de la vida, permaneció un largo rato inmóvil después del masaje, […] (Kawabata, País de nieve 2005) Aquí el autor usa la palabra Jitto en el tercer sentido “contemplar”, Ri y Munechika señalan que el traductor al inglés opta por omitir la expresión de tiempo “sólido e inmóvil” de Jitto y lo sustituye por el verbo en gerundio “concentrating”, que representa la espontaneidad de dos acciones -lay down y concentrate- mientras el traductor al castellano usa la expresión de tiempo “en largo rato” y “inmóvil”, y de esta manera el traductor Form consigue expresar el tiempo paralizado adecuadamente (Ri y Munechika 2008). 3(a) 「今ね、宿へ電話かけたの、駅だって言うから飛んで来た。行男さんが呼んでい る。」と、 駒子 を引っぱるのに、駒子はじっとこらえていたが、急に振り払って (…). (Kawabata 1987 80).

3(b) “I just called the inn”, she went on feverishly, “and they said you were at the station. So I came here i ran all the way. Yukio is asking for you. She pulled at Komako, but Komako shook her off impatiently” (Seidensticker 2011 65). 3(c) “Llamé a la posada y me dijeron que habías salido hacia la estación, te busqué por todas partes. Yukio pregunta por ti, Vamos” dijo afiebradamente y volvió a tironearla del brazo, pero Komako se soltó con impaciencia (Forn 2005 81). Komako es una aprendiz de geisha, a pesar de saber que se trata de un amor fugitivo con un viajero está absorbida en la relación con este hombre aunque sepa que está muriéndose su supuesto prometido, Yukio. Su amiga aprendiz Yoko viene a avisarle que su prometido 47

moribundo la está llamando, Komako por un segundo duda sobre lo que va a hacer a continuación, si abandonar a su prometido y despedir a su amante. Después del Gitaigo Jitto sigue el verbo koraeru que significa “contenerse”. Kawabata quiere describir vivamente la vacilación que mostró en el momento de tomar la decisión y a la vez con este verbo, la firmeza en esta. En ambas traducciones Komako aparece nada indecisa, al contrario muy convencida de su decisión al haberse omitido Gitaigo Jitto, quitar esta expresión del momento sólido acelera el ritmo de la narración, resultando más cómodo para los lectores de la traducción meta, sin embargo a la vez omiten la sutileza del sentido que quería emitir con esta palabra, perdiendo el proceso la esencia de lo que Kawabata pretendía transmitir. B “Futo” y “Futto”. Futo y Futto son mímesis Gitaigo que se emplean habitualmente en las acciones que ocurren de repente. Aquí se usan en función adverbial y suelen destacar la involuntariedad o la inconsciencia del agente de la acción. Ri y Munechika intentan dejar clara la diferencia entre Futo y Totuzen. Ambos significan “de repente” con un matiz de diferencia sutil, la definición del primero según otro diccionario monolingüe del japonés Daijisen es: “la situación de ocurrir algo sin ningún motivo ni ninguna intención del agente de la acción, sin querer, de repente”, y el segundo: “la situación de ocurrir la cosa improvisada, inesperadamente”. Ambos son adverbios bastante semejantes. Sin embargo al hablar de la diferencia sutil, totuzen representa la intensidad del incidente, estos autores del estudio tomaron como ejemplo la última escena del incendio e indican que es imposible sustituir la palabra totuzen por Futo porque se perdería la intensidad (Ri y Munechika 179). La variante de Futo, Futto, de la estructura CVCQV, representa la intensidad del cambio del incidente comparado con Futo. 4(a) ところが葉子が湯殿で歌っていた歌を聞いて、この娘も昔生まれていた



車や機にかかって、あんな風に歌ったのかもしれない、とふと (Kawabata

ら 、

思 わ れ た 。

1987 152)

4(b) When he heard the song Yoko sang in the bath, it had come to him that, had she been born long ago, she might have sung thus as she worked over her spools and looms, so exactly suited to the fancy was her voice. (Seidensticker 2011 117).

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4(c) Al oír a Yoko cantar en los baños, inmediatamente había pensado que ésta era la clase de melodía que tararearían los tejedores mientras trabajaban día y noche en los telares a lo largo de los interminables meses del invierno. (Forn 2005 142). Según indican los autores de este estudio, la traducción del inglés usa la oración subordinada de tiempo para fijar el momento cuando ocurre el incidente inesperado en la siguiente frase principal. Sin embargo, si nos fijamos en el tiempo se pierde la casualidad del acontecimiento -en este caso, es la ocurrencia al protagonista de la idea de lo irreal que hubiera nacido Yoko en la época antigua-, es decir, estas oraciones subordinadas de tiempo y principal muestran una secuencia de acontecimientos, aunque aun así la selección del verbo de Seidensticker “come to” expresa apropiadamente el estado involuntario del protagonista -la idea misma que se le ocurre-. En cuanto a la versión castellana, el traductor opta por el adverbio “inmediatamente”; según la R.A.E significa “sin interposición de otra cosa, ahora, al punto, al instante” que también expresa el acontecimiento repentino. Sin embargo la palabra “inmediatamente” a mi juicio está más cercana a Totuzen -el adverbio que tiende a emplear el incidente repentino pero con intensidad-. Ri y Munechika insisten en que en las traducciones a la lengua meta se tiende a perder la delicadeza de la palabra Futto. Si nos fijamos bien en el estado involuntario del agente de la acción o el receptor de la acción, también serán adecuados verbos como ocurrir/venir a alguien la idea (Ri y Munechika 2008). Con los propios conceptos e ideas que trataba de imprimir a su novela Yasunari Kawabata y con relación a las expresiones físicas, analizando y poniendo de relieve sus propias palabras, sería mejor optar por la selección de las onomatopeyas puras -no inventadas- y bastante sencillas de comprender, comunes para los nativos, que ayuden a entender el interior de los sentimientos, la personalidad o el motivo de la decisión que toma cada personaje: “En cuanto a la expresión de la personalidad, no podemos precisarla si no fomentamos bien la expresión física que exige la interioridad de esa persona. […] por lo tanto, la parte imprescindible de la novela es la expresión viva de la personalidad y la física viva que exige esa interioridad; describir la exterioridad física puede ser expresar la personalidad vehemente.” (Suzui 2005 24).

Kawabata era consciente de que las expresiones onomatopéyicas o miméticas pueden formar una parte vital de la creación de la personalidad de cada personaje. Los traductores deberían tener en cuenta todo esto a la hora de elaborar la traducción. Siendo que el uso de

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giongo-giseigo-gitaigo es muy habitual en la vida diaria en Japón y los usuarios de estas palabras como novelistas, periodistas etc. también cuentan con la sensación compartida entre los receptores de sus obras, como vimos anteriormente, estos elementos son comunes por endoculturación y por los procesos psicosociales que hacen que la extinción o nacimiento de nuevas unidades lingüísticas onomatopéyicas deriven del uso compartido o no que los oriundos y partícipes de esa cultura hacen, siendo un proceso sin fin. Las traducciones que ignoran la sutileza de estos maravillosos “ideogramas”, resumen de una representación interiorizada por endoculturación, pierden gran parte de la interpretación que el autor quería transmitir en su obra y de la que los traductores somos -valga el símil- guardianes.

7. Conclusiones. Un traductor es como un director de orquesta que dirige la ejecución de una partitura escrita por un compositor tiempo atrás. Estas composiciones en forma de sinfonía son el lenguaje y las distintas formas que adquiere a través de sus diferentes instrumentos, entre los que las onomatopeyas y mímesis han pasado desapercibidos, pero tienen una importancia capital pese a su discreción. Tratar de desmenuzar una sinfonía en sus partes más simples sin conocer los instrumentos que participan en ella puede llevar como consecuencia, por ejemplo, que se pierdan irremisiblemente aspectos discretos de esta, como la sobrecogedora sobriedad de sus sonetos o la intención que su compositor quiso transmitir con una elegante solfa. Más allá de establecer un paralelismo y parabolizar fácilmente, podemos decir que es lo mismo en la traducción, donde no podemos olvidar la interpretación de lo que quiso expresar el autor al incluir esa expresión, en este caso, onomatopeyas y mímesis, aunque es extensible a todos los elementos del lenguaje escrito o hablado. El lenguaje es la obra cumbre de la cultura y los traductores son las principales correas de transmisión a la hora de universalizar una obra escrita en un idioma que necesita hacerse llegar a otra cultura cuya barrera es la diferencia idiomática. Los traductores representan un papel fundamental en esta pirámide cultural y tienen a su vez una responsabilidad grande sobre sus hombros, como guardianes de la pureza y de las ideas que su autor pretendió insuflar en ese producto cultural. La idea que subyace a “traducción, interpretación e interculturalidad”, hace que me pregunte

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si pueden existir profesionales de la traducción que no hayan realizado, no ya algo igual, sino al menos parecido en su estructura, contenidos y objetivos en estudios de máster o especializados que tengan en cuenta estos aspectos disciplinares, pues entiendo que la interculturalidad es una parte vital e inexcusable del proceso traductivo; ser traductor de un idioma origen sin conocer su cultura nos inhabilita para traducir muchas de sus obras, puede ser que algunos tipos de trabajos se adapten bien a una traducción reglamentaria o más o menos científica usando las reglas gramaticales generales de ese idioma, pero en cuánto el texto es de un género impregnado de lo humano, estaremos abocados al fracaso, entendiendo fracaso como la pérdida de la esencia de este texto o trabajo. Cuando nos enfrentamos a lo humano, no podemos dejar de lado la antropología o la psicología encaminados a que nos sirvan de referentes y ayudas a nuestros objetivos lingüísticos, que no son otros que la traducción más fidedigna de la que seamos capaces. Posiblemente haya otros aspectos de las ciencias humanas que podríamos tocar a la hora de desmenuzar la intencionalidad de los contenidos, a la hora de trasvasarlos a la lengua meta, pero he considerado que estos son los más importantes y es por ello que los he incluido en este trabajo en lo que he ido denominando “enfoques”. Jerome Bruner, famoso psicólogo artífice de la revolución cognitiva y pedagogo, en su obra “Realidad mental y mundos posibles” pone de relieve la intencionalidad del que escribe a través de sus mecanismos cognitivos o modalidades de pensamiento, poniendo de relieve que no es lícito centrarse solo en aspectos sistemáticos lógicos, sino que más bien habría que poner de relieve los actos mentales que intervienen en la creación, en este caso creación de productos culturales, siendo que el subtítulo de esta obra es clarificador “los actos de la imaginación que dan sentido a la experiencia”.(Bruner 2004) No es que crea que un traductor deba estudiar para hacer su trabajo psicología o antropología, pero mantengo que a la hora de traducir han de ser tenidos en cuenta. Como lingüistas, usamos una herramienta que es el lenguaje en todas sus modalidades, que es un derivado de la antropología y del que la psicología es parte vital como engranaje que da sentido al conjunto molar, a la suma de todas las partes, por tanto parece que menospreciar estos aspectos no parece lo más adecuado para cumplir con nuestra responsabilidad debidamente, enorme responsabilidad pues, como digo, estamos al mando de la principal herramienta cultural que ha marcado las diferencias con otros animales y que nos hace ser quienes somos, y por eso no

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lo podemos tomar a la ligera. Como lingüistas tendemos a verlo todo desde esa perspectiva unitaria, solemos analizarlo todo desde el punto de vista sintáctico o semántico, con herramientas como el fonosimbolismo o la fonosemántica -por citar algunos ejemplos-, y a veces tratamos estos resultados como un fin, como algo irrefutable, pero creo que son solo un medio, herramientas que, tenidas en cuenta con otras herramientas, podrían arrojarnos resultados más aceptables que si usamos una sola técnica; por tanto, creo que un traductor debería utilizar un repertorio de ellas, multivariadas, extraídas de otros ámbitos de las ciencias que dan forma a este producto cultural. ¿Qué técnicas? Pues a veces cosas tan simples como hacerse preguntas sobre lo que pretendemos traducir con sentido, pero esas preguntas carecerán de respuestas si el traductor no está en contacto íntimo con la cultura del idioma desde el que pretende traducir; como anteriormente se expresó, estar en contacto con la prensa, la historia y el día a día de los nativos de ese idioma parece inexcusable para producir los mejores resultados posibles. Llegados a este punto, parece que las onomatopeyas y mímesis son demasiado importantes como para, simplemente, sustituirlas u omitirlas. Empíricamente a través de este trabajo, creo que he aportado suficientes evidencias en este sentido, tanto desde el enfoque antropológico, demostrando que son un producto del acervo cultura de primerísimo orden, como desde el enfoque psicológico, en el sentido de que estas unidades son nexos privilegiados con las ideas y también su carácter representacional y desencadenador de contenidos -sensaciones, emociones, conceptos-. En el enfoque lingüístico, se ha puesto énfasis en las onomatopeyas y mímesis japonesas por su representatividad y su peculiaridad, que ha conllevado que diversos investigadores las hayan estudiado algo más que en occidente, donde apenas se han estudiado y los someros trabajos sobre ellas siempre están enfocados a la lingüística exclusivamente -fonosimbolismo y fonosemántica-. Aunque menos abundantes en occidente, comparten las características culturales y psicológicas descritas pues son partes del género humano. Tal afirmación queda apoyada asimismo en los trabajos referidos. Esta autora quisiera acabar el presente trabajo con unas palabras de William James en línea con lo que se ha tratado en este ensayo sobre cómo percibimos e interpretamos, en este caso a través de las onomatopeyas: 52

“Decir que todo pensamiento humano es esencialmente de dos clases -razonamiento, por una parte, y pensamiento narrativo, descriptivo, contemplativo por la otra- es decir tan solo que la experiencia de cada lector ha de corroborarlo”. (Bruner 8)

8. Bibliografía. Amitrano, Giorgio. The new Japanese novel: popular culture and literary tradition in the work of Murakami Haruki and Yoshimoto Banana. Kyoto: Istituto Italiano di Cultura, Scuola di Studi sull’Asia Orientale, 1996. Appelgren, Staffan et al. Does Japan matter? Copenhagen: NIAS, 2005. Asano, Tsuruko, y Kindaichi, Haruhiko. Giongo gitaigo jiten. Tokyo: Kadokawa Shoten, 1978. Beatriz Carrera y Clemen Mazzarella. “Vigotski:Enfoque sociocultural.” Educere: Universidad de los Andes (Venezuela) año/vol 5.num 013 (2001): 41–44. Bruner, Jerome S. Realidad mental y mundos posibles: los actos de la imaginación que dan sentido a la experiencia. Barcelona: Gedisa, 2004. Bueno Pérez y María Loudes. “La Onomatopeya y Su Proceso de Lexicalización: Notas Para Un Estudio.” Anuario de estudios filológicos 17 (1994)": 15–26. Casas-Tost, Helena. “La traducción de las onomatopeyas del Chino al Español: Una aproximacion cuantitativa y cualitativa.” Cruce de miradas, relaciones e intercambios. Universidad de Granada. Ed. San Ginés Aguilar, Pedro. Capitulo 54. Zaragoza: Editorial universidad de Granada, 2010. 866–882. Chang, Andrew C. Wa-Ei Gitaigo Giongo Bunrui Yoho Jiten. Tōkyō: Taishūkan Shoten, 1990. Chapman, Raymond. The Treatment of Sounds in Language and Literature. B. Blackwell, 1984. “Charles Sanders Peirce.” Wikipedia, la enciclopedia libre 5 Feb. 2013. Wikipedia. Web. 22 Feb. 2013. Chomsky, Noam. Aspectos de la teoria de la sintaxis. Madrid: Aguilar, 1970. Chomsky, Noam. El lenguaje y el entendimiento. Barcelona: Seix Barral, 1980. Chomsky, Noam, y George Armitage Miller. El análisis formal de los lenguajes naturales. 53

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ほっかほっか亭 カレーフェア Cm. 2013. Video.

58

9.Anexo Lista de onomatopeyas y mímesis del japonés y su traducción correspondientes al español e inglés. Texto original: YOSHIMOTO Banana, Kitchen. Traducciones: Del inglés traducido por BACKUS Megan, Del Español traducido por MATSUURA Junichi y PORTA Lourdes. Diccionarios: 1. ONO Hideichi, Nichiei Giongo Gitaigo Katsuyojiten A Practical Guide to Japanese-English Onomatopoeia&Mimesis, Bunshodo 1984. 2. C. CHANG Andrew, Giongo Gitaigo Bunruiyoho Jiten, A Treasure of Japanese Mimesis and Onomatopoeia: Usage by Categories, Taishukanshoten 1991. Ca No.

P.

Onom Frase atope ya/Mí mesis

Definición 1) Ono 2) Andrew

Clase

P.

Frase (inglés)

Clase P. y técnica de traducción

Frase (español)

Clase y técnica de traducció n

1

7

M

1) I. A word to describe a brilliant shining or a glossy surface.

Adv.

3

While tile catching the light (ting! ting!)

SoV 11 (onomato péyico). Equivalen cia.

...y los azulejos blancos y brillantes.

Adj Transposi ción.

Omisión

Cuando levanto los ojos ... Omisión del cuchillo oxidado...

1

Shiroi tairu ga pikapika kagayaku.

2) (physical sensation/visual perception) to be shiny, dazzling. 1

2

7

M

...sabitsuita hocho kara 1) For something to occur suddenly Adv. futto me wo miageru to, without warning or apparent reason. It is also used as the emphatic form of futo. 2) (human, animal action/miscellaneous actions/sudden action) suddenly, unexpectedly.

3-4

When I raise my eyes from ...the rusty kitchen knife...

1

3

7

M

Watashi wa yoku uttori to omou.

4

...in a reverie, I often think... Locución 12 adverbial. Ampliació

1)To be in an ecstatic or trance-like Adv. state, due to fascination or amazement at something beautiful or agreeable.

11

...suelo quedarme absorta.

Adj. Transposi ción.

2) (mental aspects/mental states) absorbedly, to be transported, enraptured, to be in an ecstatic and trance-like state (due to amazement/fascination at something beautiful and agreeable.)

n

1

4

7

M

Watashi ha obiezu ni chan to mitsume tai.

1)For something, to be completely, and definitely established. 2) (state/resultant conditions) properly, correctly, tidily; reliably; precisely.

Adv.

4

...I´ll stare death fearlessly in the eye.

Adv.

12

...me gustaría ver claramente mi muerte sin sentir miedo.

Adv.

1

5

8

M

Heya kara dondon raku na hou he to nagarete itta ra,

1) Things proceeding vigorously from Adv one stage to the next without any hesitation or delay. It focuses attention on the vigor of the change or action, and so there is a strong impression of things proceeding unobstructed. 2) (State of affairs/advance/decline) to move vigorously.

4

...I trundled out of my room in search of comfort...

V. 12 Transposi ción.

...salí de mi habitación y busqué un lugar cómodo.

Omisión

1

6

8

M

Futo omoidasu to,

Futo y Futto (ejemplo 2) son casi iguales. Futto es de la forma más enfatizada.

Adv.

4

...but when it suddenly dawned on me that...

Adv.

12

…, y ahora, cuando recuerdo que...

Omisión

1

7

8

M

Konnani chanto jikan ga 1)To meet a certain standard without sugite, any trick or disorder etc. 2) (state/resultant conditions) properly, correctly, tidily; reliably; precisely.

Adv.

4

…, time continued to pass in Locución 12 the usual way... adverbial. Ampliació n.

… que el tiempo ha pasado...

Omisión.

1

8

8

M

Boutto shiteita.

1) Things being in a dim or obscure state. To be not fully aware of one´s surroundings 2) (mental aspects/mental states) absent-mindedly; not fully aware of what is going on.

V.

4

...I was still in a daze.

Locución 13 adverbial. Ampliació n.

…estuve como ausente...

Adj Transposi ción.

1

9

8

M

Yawaraka na nemuke wo sotto hikizutte,

1) to do something quietly without undue noise or movement, or to keep to oneself, neither meddling nor giving unwonted comments.

Adv.

4

…shuffling softly in gentle drowsiness...

Adv

Yo arrastraba suavemente un sueño tranquilo...

Adv

13

2) (human, animal actions/body movement) Softly, tenderly; quietly. 1

10

8

M

Shin to hikaru daidokoro 1) to be utterly quiet, without any ni futon wo shiita. sound at all. 2) (state/climate, environmental conditions). To be utterly quiet a deadly quiet.

Adv

4-5

I pulled my futon into the deathly silent, gleaming kitchen.

Adv+adj 13 Ampliació n.

...extendí el futon en la cocina, que brillaba en silencio.

Locución adverbial. Ampliaci ón

1

11

8

O

Reizoko no būn toiu oto 1) The deep, low sound of air passing ga, through a tube-like object. 2) (Miscellaneous sounds) Buzzing.

Modifi 5 cador de sustanti vo.

The hum of the refrigerator …

S 13 (Onomato péyico)

El zumbido de la nevera...

S. (onomato péyico)

1

12

9

M

Sobo ga ikura okane wo 1) To be through and orderly, without Adv. kichin to nokoshite abbreviation or simplification meeting kureta toha ie, all required conditions. 2) (state/resultant conditions) Properly, neatly, orderly.

5

I thought of the money my grandmother had left me-just enough.

Adv+adj 13 Ampliació n.

Mi abuela me había dejado Omisión. algún dinero,

1

13

9

M

Kurakura shite simatta.

1) to feel dizzy. 2) (physical aspects/body functions/symptoms) to feel dizzy (as though one´s head spins)

V.

5

...it made my head swim.

Locución 14 verbal. Ampliació n.

…, me mareé.

V.

1

14

9

M

Kono doudemo yoku omoeru atama wo shan to sasete,

1) for slack posture, attitude, feelings etc to suddenly become upright and correct. 2) (physical aspects/body condition) to stand firm and look dignified.

V.

5

-I´d have to pull myself together...

Locución 14 verbal. Ampliació n.

…, y tampoco me importaba aclarar las ideas.

Locución verbal. Ampliaci ón.

1

15

9

M

Gorogoro neteita ra,

1) to pass time doing nothing. 2) I (mental aspects/mental states/carefree/loafing) to loaf, to laze around. II(human, animal actions/ body movement) to lie sprawled: to roll about. (said of rolling or lying awkwardly in derogatory sense).

Adv.

5

...I lay around instead...

Locución 14 verbal. Transposi ción.

… Y me pasaba los días sin hacer nada.

Locución adverbial. Ampliaci ón.

1

16

9

O

Pinpon to fui ni chaimu ga natte

Onomatopeya del sonido de timbre.

Modifi 5 cador de verbo.

Dingdong. Suddenly the doorbell rang.

S 14 (Onomato péyico) Equivalen cia.

¡Ding-dong!-el timbre sonó inesperadamente.

S (Onomato péyico) Equivalen cia.

1

17

9

M

Pinpon to fui ni chaimu ga natta

1) No hay definición. 2) (human, animal actions/miscellaneous actions/sudden action) suddenly, abruptly.

Adv

5

Dingdong. Suddenly the doorbell rang.

Adv.

14

-¡Ding-dong!-el timbre sonó inesperadamente.

Adv.

1

18

11

M

Watashi ha bonyari sono 1) the state of not concentrating, Adv memo wo uketoru. being not fully conscious or attentive. It centers on one´s state. 2) (mental aspects/mental state) to look vacantly, blankly.

6

I said vacantly, taking the slip of paper.

Adv

15

...-cogí el papel, confusa.

Adj Transposi ción

1

19

11

M

Hitomi ga gun to chikaku miete

1) To place considerable strength into Adv something in a single effort. Also, to carry out an action vigorously. It can also mean to be pushy with one's strength. 2) (human animal actions/body movements/forceful action) to strain one's body forcefully with a single effort.

6

...I zoomed in for a closeup on his pupils.

V. 15 Transposi ción.

…, me quedé mirándolo fijamente a los ojos.

Omisión

1

20

11

M

Fui ni namae wo yobareta sei mo aru to omou.

Igual que la definición nº17.

Adv.

6

I think I heard a spirit call my name.

Adj+S 15 Ampliació n

También era porque había dicho mi nombre inesperadamente.

Adv

1

21

11

M

Mata poroporo to namida wo koboshita.

1) Tears or light granular objects Adv tumbling down one after another. 2) (Emotional aspects/strong emotion, release of emotion) said of tears tumbling down one after another.

7

…, again his tears fell like rain.

Locución 16 adverbial. Ampliació n.

…, volvió a derramar lágrimas.

V Transposi ción.

1

22

12

M

Shitoshito to, atatakai ame ga machi wo tutumu kemutta haru no yoru wo,

1)Describe fine rain falling lightly. 2) (state/climatic, environmental conditions) to drizzle, to rain softly and lightly.

Adv.

8

A gentle warm rain enveloped the neighborhood...

Adj 17 Transposi ción

…, en la noche brumosa Omisión de primavera mientras una lluvia tibia envolvía las calles.

1

23

13

O

Bashabasha to aruite itta.

1)the sound or action of water ect. Striking against something and

Adv.

8

I walked, sloshing down...

V 17 (onomato

Caminé, chapoteando...

V (onomato

splashing or scattering everywhere. 2) (human, animal action/miscellaneous actions/splashing) said of the action of splashing/padding or its associated sound

péyico) Transposi ción

péyico) Transposi ción

1

24

13

O

Dokan to aru kyodai na sofa ni me ga itta.

1) The sound produced when object Adv. collides with something hard, or the sound of an explosion. 2) (onomatopoeia/miscellaneous actions) The sound of explosion or collision of a weighty object against something hard. Nota: En este contexto, la autora quiere describir la presencia del enorme sofá con la onomatopeya dokan.

8

…, my gaze landed with a S 18 thud on the enormous sofa... (onomato peya) Transposi ción

Lo primero que atrajo mi V mirada fue un enorme sofá Transposi que dominaba el salón, ción

1

25

15

M

Daidokoro yōhin ga kichin to narande kakatte iru.

Igual que la definición nº12.

Adv

9

...kitchen things, precisely arranged.

Adv

…; los cacharros de cocina...estaban colgados en fila, ordenadamente.

Adv

1

26

15

M

Ōchaku na sobo ga surusuru kawa ga mukeru to yorokon da mono da.

1)To move or produced smoothly in a Adv. straight line. It describes the smooth progression of the movement itself. 2) (movement, directional/linear movements/sliding/slipping) to glide/slide along, to slip through; to slighter.

9

… the laziest grandmother enjoy slip, slipping those skins off.

V 19 Transposi ción

Mi abuela, que era muy perezosa, estaba encantada con lo fácil que resultaba pelar...

Locución adverbial. Ampliaci ón.

1

27

15

M

Shin to deban wo matsu shokki rui,

Igual que la definición nº10

Adv

9

...all kinds of plates silently awaited their turns.

Adv

...y los cacharros que aguardaban silenciosamente su turno.

Adv

1

28

15

M

Chotto miru to mattaku barabara demo,

1) Things of a disorganized nature. 2) (state/state of affairs) to be not uniform, different; not well coordinated.

Adj.

10

...in spite of the disorder...

S 19 Transposi ción

...a pesar de no ser uniformes...

Adj

1

29

15

M

Kichin to totonotte ite,

Igual que la definición nº12

Adv

10

...everything was neatly organized...

Adv

...estaba muy bien ordenada...

Adj Transposi

19

19

19

ción 1

30

15

O/M

Un-un unazuki nagara

1) To nod in agreement. 2) (Human, animal actions/body movements/nodding) To nod in agreement repeatedly.

Adv.

10

...nodding and murmuring Verbo 19 approvingly, “Mmm, mmm”. onomatop éyico+ad v+interjec ción Ampliaci ón

Asintiendo con la cabeza, ...

Locución verbal Ampliaci ón

1

31

16

M

Konna ni sekai wa gun to hiroku te,

Igual que la definición nº19

Adv

10

...the world was so large, ...

Adv

...un mundo amplio...

Omisión

1

32

16

O

Doa ga gachagacha hiraite

1) The sound of small, hard objects continuously clinking together. 2) (onomatopoeia/miscellaneous sounds) jangling

Adv

11

… with the scratch of a key in the door, …

S 21 Transposi ción

…, la puerta se abrió...

Omisión

1

33

17

O/M

Kanojo wa hā-hā iki wo tukinagara

1)the sound of action of panting or gasping open-mouthed, often referring to losing one´s breath after heavy activity etc. it can also simply mean to open one´s mouth wide and exhale deeply. 2) (physical aspects/body functions/symptoms) to pant open-mouthed

Adv

11

...still panting, …

V 21 (onomato péyico) Transposi ción

Ella, jadeando, …

V Transposi ción

1

34

17

M

Kata made no sarasara no kami,

1) to be dry, having no oil or moisture Adj. content. It also describe fresh, pleasant feeling upon touching such as surface. 2) (physical aspects/sensations) said of something that gives fresh feeling (without humidity or stickiness)

11

Hair that rustled like silk to her shoulders.

V(onomat 21 opéyico) +locución adverbial. Ampliaci ón.

Llevaba el pelo suelto hasta los hombros, ...

Adj

1

35

17

M

Sut to takai hanasuji

1) For movement etc, to be quick and Adv smooth. 2) (Human, animal actions/Miscellaneous Actions) swiftly and smoothly (like running a

11

…, a nose with a high, straight bridge...

Locución 21 adjetival. Ampliaci ón.

…, la nariz recta...

Adj Transposi ción

20

straight line). 1

36

17

M

Watashi ha bushituke na 1) to stare at someone repeatedly and made ni jirojiro mitume unreservedly. nagara, 2) (physical aspects/ eye expressions, movement) To stare at someone unreservedly or imprudently with curiosity; to look at someone suspiciously or disapprovingly; to rubberneck at something.

Adv

11

I was staring to the point of rudeness.

V 21 Transposi ción.

Mirándola con una fijeza casi impertinente, …

Locución adverbial. Ampliaci ón.

1

37

18

M

Sekaseka ii,

1) For someone´s speech, movements Adv or attitude to be busy and unsettled. 2) (human, animal actions/ miscellaneous actions) restlessly, bustlingly; to do in a hurried manner.

11

She was in a rush, and...

Locución 22 adverbial. Ampliaci ón

...-dijo inquieta y, ...

Adj Transposi ción

1

38

18

M

Watashi wa pokan to nokotta.

1) To have trouble dealing with things; to be dumbfounded, surprised or flabbergasted etc. 2) (mental aspects/mental states) to be dumbfounded, flabbergasted (with a blank look on the face)

Adv

12

…, leaving me alone in a daze.

Locución 22 adverbial. Ampliaci ón.

…, y yo me quedé allí, asombrada.

Adj Transposi ción.

1

39

18

M

Chan to ningen rashii bubun wo kanji ta.

Igual que la definición nº4

Adv

12

...-some parts of her that looked like a real human being.

Adj 22 Transposi ción

… Esta era la parte de ella que me parecía más humana.

Omisión

1

40

18

M

Kokoro no naka ni atatakai hikari ga zanzo mitai ni sotto kagayai te,

Igual que la definición nº9

Adv

12

There was a warm light, like Adv her afterimage, softly glowing in my heart.

En mi corazón, una luz brillaba suavemente con los restos de su imagen.

Adv

1

41

19

O

Kuruma no kii wo gachagacha narashi nagara Yūichi ha modotte kita.

Igual que la definición nº32

Adv

12

Yuichi returned, jingling the car key.

V 23 (onomato péyico) Transposi ción

Yuichi volvió al poco V jugueteando con las llaves. Transposi ción

1

42

21

O

Kare wa jibun no kaban wo suwatta mama zuruzuru taguriyosete,

1) The sound or action of long or heavy objects, or objects difficult to move, being dragged along. 2) (human, animal

Adv

13

Without getting up, he dragged his bag across the r floor, …

V 24 Transposi ción

…, deslizó fuera de su cartera de mano un billetero, ...

22

V Transposi ción

actions/miscellaneous actions/dragging) trailingly: to drag along. 1

43

22

M

Amari chan to kangaezu Igual que la definición nº4. ni

Adv

15

Unable to think of much of anything...

S 26 Transposi ción

...y sin pensar todavía con la claridad, ...

Locución adverbial Ampliaci ón

1

44

23

M

Dondon jikan ga sugite simatta noda.

Igual que la definición nº5.

Adv

15

…, and time passed quickly. Adv

26

…, el tiempo pasó con rapidez.

Locución adverbial Ampliaci ón

1

45

23

M

Watashi ha kanari sotto itte mita.

Igual que la definición nº 9

Adv

15

I ventured softly,...

27

...-dije tímidamente-...

Adv

1

46

23

M

Kare ha kippari itta.

1)To have no ambiguity in one´s words or actions, but be decisive and resolute. 2) (speech/speech) To say something plainly, frankly, candidly; to reject flatly.

Adv

15

…, he said, without a hint of Locución 27 hesitation. adverbial Ampliaci ón.

,-dijo resuelto.

Adj Transposi ción

1

47

24

M

Shin to shita heya ni dete itta.

Igual que la definición nº10.

V.

16

…, went into the silent living room.

Adj 27 Transposi ción

…, y salí al salón silencioso.

Adj Transposi ción

1

48

24

O

Petapeta to hadashi de 1)The slapping sound or action of two Adv daidokoro wo mou ikkai flat objects striking each other. mini iku. 2) (human, animal actions/body movements) said of walking with slapping soud.

16

…, barefoot, […] I just had go back for one more look into the kitchen.

Adj 27 (No onomatop éyico)

Descalza, fui a ver la cocina de nuevo.

Adj (No onomatop éyico)

1

49

24

M

Shokubutsu tachi ga […] sotto ikizuite ita.

Igual que la definición nº9.

Adv

16

…, the plants breathed softly, ...

Adv

…, las plantas[...], respiraban en silencio...

Locución adverbial. Ampliaci ón.

1

50

24

M

Sikke wo fukunda toumei na taiki ni kirakira kagayaite,

1) To describe the blinking or glittering of small objects or points. 2) (movement of elements/light) glittering; brilliantly, dazzlingly (said of beautiful, intermittent shining, not

Adv

16

..., and the atmosphere, sparkling, replete with moisture, ...

V 28 (mimétic o) Transposi ción

..., relucía en el aire transparente lleno de humedad.

V (mimético ) Transposi ción

Adv

27

irritating to the eye). 1

51

25

M

Bonyari okiagaru to,

1

52

25

M

1

53

26

1

54

1

Igual que la definición nº18.

Adv

17

I arose drowsily and...

…, watashi ha patto me 1) When action, change or growth is ga sameta. sudden or rapid. It centers on the remarkable aspect of the action. 2) (human, animal actions/miscellaneous actions) suddenly, quickly.

Adv

17

M

Fui ni, kanojyo ga otokoda to iu no wo omoidashite shimatta.

Cuando me levanté medio dormida, …

Adv+adj Ampliaci ón

…, her face, [...] brought me Locución 28 to senses. verbal. Ampliaci ón.

... me desperté de golpe.

Locución adverbial. Ampliaci ón.

Adv.

17

…, and suddenly I remembered she was a man.

Adv

29

…, de repente, me acordé Locución de que ella era un hombre. adverbial. Ampliaci ón.

26

M

Usui kumo ga yukkuri to 1) To progress unhurriedly, as though nagarete iku. there is ample time and space, and with a sense of relaxation. 2) (human, animal actions/miscellaneous actions/Relaxed actions) to do something slowly and unhurriedly: leisurely.

Adv

18

...thin clouds gently flowed....

Adv

30

…, unas nubecillas se deslizan lentamente....

Adv

55

26

M

Nombiri to shita, atatakai hiru datta.

1)To be in calm, tranquil state, or both V. physically and mentally. 2)(mental aspects/mental states/carefree, loafing) leisurely, relaxingly, quietly.

18

It was a warm, lazy afternoon.

Adj 30 Transposi ción

Era un mediodía tibio y apacible.

Adj Transposi ción

1

56

27

M

Fui ni Eriko san ga watashi wo majimaji to mite itta.

Igual que la definición nº17

Adv

18

Suddenly Eriko looked me full in the face.

Adv

30

...-dijo Eriko tras mirarme con fijeza-

Omisión

1

57

27

M

Fui ni Eriko san ga watashi wo majimaji to mite itta.

1) To fix one´s eyes on someone and, without averting one´s gaze, stare continuously. It simply expresses a constant stare, having no emotional content. 2) (physical aspects/eye expressions, movements)

Adv

18

Suddenly Eriko looked me full in the face.

Locución 30 verbalAm pliación

...-dijo Eriko tras mirarme con fijeza-

Locución adverbial Ampliaci ón

Igual que la definición nº17.

Adv

28

to look hard; to stare (someone) right in the face (sometimes to a degree of impoliteness) 1

58

27

O

“Wan chan.”

Onomatopeya, ladrido de perros.

Sustant 18 ivo

“Yes, or Wolfie.”

S 30 (Onomato péyico)

-Un perrito.

S (No onomatop éyico)

1

59

27

O

“Haa”, Wan chan.

Igual que nº27.

Sustant 18 ivo

“Hmm”, I said, thinking, “Woofie”.

S 30 (Onomato péyico)

-¡Ah!...Un perro.

S

1

60

27

O/M

Kusuksu okāsan wa waratta.

1)To laugh quietly in a low, stifled voice. 2) (emotional aspects/strong emotion/release of emotion) To titter, to snicker (said of furtive laughter)

Adv

19

Mom shock with laughter.

Locución 31 verbal Ampliaci ón

Se rió con risilla sofocada. Locución adverbial Ampliaci ón.

1

61

28

M

Jyōcho mo mechakucha dashi, ...

1) Nonsensical or exorbitant. 2) (state/state of affairs) to be screwed up; to be logically inconsistent, incongruous; to be unreasonable, preposterous.

Adj

19

“He' s confused about emotional things and...”

Locución 31 verbal. Ampliaci ón.

...-. Tiene emociones disparatadas y …

Adj

1

62

28

M

Iroiro to chan to shite inai kedo,

Igual que la definición n4.

V

19

I know I haven't done everything right.

Adj 31 Transposi ción

Muchas veces no actúa como es debido, pero...

Adj Transposi ción

1

63

28

M

Nikoniko shiteita.

1) To laugh or smile happily and V warmly. It expresses a happy condition. 2) (emotional aspects/strong emotion, release of emotion) to smile happily and warmly.

19

She beamed.

V

Ella, …, estaba sonriendo.

V Modulaci ón/genera lización

1

64

28

M

Kanojo niwa sōiu koto ga motsu shin to shita samishisa ga shimikon de ita.

Igual que la definición nº10.

19

That quality must have condemned her to an ice-cold loneliness.

Adj 31 Transposi ción

Llevaba todo esto consigo Adj y una soledad silenciosa la Transposi impregnaba. ción

1

65

29

O

Knojyo ha kyuri wo poripori tabenagara itta.

1) The sound or action of biting into Adv hard, crisp objects continuously, or the sound or action of scratching with

19

She said, munching cucumbers, …

V 32 (Onomato péyico)

Mientas comía pepino, …

V

31

Omisión

sharp fingernail-like objects etc. 2) (onomatopoeia/ miscellaneous sounds) sounds of munching or crunching. 1

66

29

M

Chan to, heyadai iremasu.

Igual que la definición nº4.

1

67

30

M

Oshitekuru sono zot to suru youna shizukesa,

1

68

30

M

1

69

31

1

70

1

71

Transposi ción

Adv

19

“... Naturally, I´ll pay rent and everything“...

Adv

32

-...Naturalmente, pagaré el Adv alquiler-...

1) For cold or fear etc. to make one V feel as though one has had a momentary shower of cold water. From the meaning of one's mind and body becoming tense or braced, it is also used negatively with the meaning of disagreeable or unpleasant. 2) (physical aspects/sensations) said of a sharp, momentary feeling of chills running up and down the spine; to shudder from cold or fear.

21

The deathly silence that, …, pushes its way in like a shudder.

Adj+locu 33 ción adverbial. Ampliaci ón.

...un silencio escalofriante ...iba llenándolo todo,...

Adj Transposi ción

Daremo ga yami no naka e chirijiri ni natte kiete itte shimau.

1)For a group of people or animals to separate or disperse. 2)(Movement, Directional/Spreading movements/Scattering, dispersing) To scatter sparsely in all directions; disperse.

V

21

…, everyone will disappear, scattered into the blackness of time.

Participio 34 (como adjetivo) Transposi ción

…, todos iremos dispersándonos en la oscuridad del tiempo y desaparecemos.

V

M

Watashi wa gogatsu ga kuru made daradara suru koto wo jibun ni yurushita.

1) For something to continue without V end and in a sloppy manner. 2)(state/state of affairs) to dawdle; to drag on without end and inefficiently; half-heartedly.

21

I gave myself permission to be lazy until May.

Adj 34 Transposi ción

Me permití estar sin hacer Locución nada hasta que llegó mayo. adverbial. Ampliaci ón.

31

M

Arubaito niwa chan to itta ga,

Igual que la definición nº4.

Adv.

21

I still went to my part-time job, …

Adv

34

Iba, por supuesto,... a mi trabajo de media jornada,

Locución adverbial. Ampliaci ón

31

M

Itumo sutto nemureta.

I) For unpleasant feeling to disappear, Adv. leaving something fresh. II) (physical aspects/sensations/fresh feeling) to feel refreshed (after a feeling of discomfort has been drained away)

22

…, I slept like a baby.

Locución 35 adverbial Ampliaci ón

…, me dormía al instante,

Locución adverbial. Ampliaci ón

1

72

32

M

Watashi wa itumo girigiri ni naranai to ugokenai.

1) For something to be barely within V the limit. The meaning of reaching the greatest possible limit becomes the central factor. 2) (miscellaneous descriptions/quantifiable expressions) barely (before a deadline); within the limit.

22

...-if I´m not pushed to the brink, I won´t move.

1

73

32

M

Konkai mo hontou ni girigiri no tokoro de,

Igual que la definición nº72.

Adj

22

1

74

32

M

Doa wo akeru tabi, zotto Igual que la definición del 67. shita.

V

1

75

32

M

Shin to kuraku, nanimo ikizuite inai.

…; nunca me he movido hasta llegar al límite.

Locución verbal. Ampliaci ón.

… after finding myself in the Locución 35 direst straits, … verbal. Ampliaci ón.

…, cuando estaba en un momento realmente desesperado,

Adj .

22

When I opened the door, I shuddered.

V

Cada vez que abría la puerta, sentía un escalofrío.

S Transposi ción

Adv.

22

Cold and dark, not a sigh to be heard.

Adj 35 Transposi ción

Silenciosa y oscura, no hay Adj vida. Transposi ción

1

76

33

M

Yakusoku wo shinagara, Igual que la definición del 2. futo miageta mado no soto wa,

Adv.

23

As we decided where to meet, I looked up at the window.

Omisión

Mientras quedábamos, alcé Omisión la vista hacia la ventana y, fuera …

1

77

33

M

Donyori shita gurē datta. 1) For the sky, someone´s eyes etc. to V be dull, gloomy or unclear. In the case of the weather or sky, it is as a result of clouds etc. hanging above. 2(state/climatic,environmental conditions/clouds, smoke) to be dull, gloomy.

23

The sky outside was a dull gray.

Adj 36 Transposi ción

…, el cielo era gris y sombrío.

Adj Transposi ción

1

78

34

M

Kaze de wasawasa yureru kigi ga mieta.

Adv.

24

…, the trees trembled in the wind, rustling.

V 37 (onomato péyico) Transposi ción

…, se veía los árboles mecidos por el viento...

V Transposi ción

1

79

35

M

Fui ni omoidashi ta yō ni Igual que la definición nº17.

Adv.

24

As if suddenly remembering

Adv

-dijo Sōtarō como si se

Locución

Igual que la definición del 10.

1) To move about nervously or roam restlessly, without any objective in sight or mind. 2) (human, animal actions/miscellaneous actions) to roam restlessly; to move about nervously

Locución 35 verbal. Ampliaci ón.

35

36

38

Sōtarō ga itta.

something, he changed the subject.

acordara de repente...

38

adverbial Ampliaci ón

1

80

35

O

Osara ni jyorojyoro 1) ni 2) tienen las definiciones. koboshite shimatta kurai Jyorojyoro es en este contexto, la da. onomatopeya del sonido del chorro del líquido derramando.

Adv.

24

...I...spilled my tea into the saucer.

Omisión

1

81

37

M

Chan to, kangae nasai ne.

Igual que la definición nº4.

Adv.

25

“Well, hadn´t you better decide?”

Verbo 40 auxiliar Transposi ción

-Piénsalo bien.

1

82

37

M

Kitto, baribari watashi wo hipparimawashite,

1) To do one´s work energetically. 2) (people and work/ job and money matters) to do something with might, to work energetically.

Adv.

26

...he would grab me by the hair, …

Locución 40 adverbial Error

...

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