Fr. Carlos A. Azpiroz Costa, O.P. Maestro de la Orden

Mensaje de Navidad 2003 Cuando se acercan las Fiestas de Navidad y Año Nuevo, surge también el deseo de enviar un mensaje de Paz a toda la Familia y, como Familia de Santo Domingo, a toda la Iglesia y el mundo. Junto a tantos motivos para dar gracias a Dios, el 22 de diciembre, celebramos un nuevo aniversario de la confirmación de la Orden por Honorio III en 1216. Cada año muchas y muy bonitas tarjetas navideñas llegan a Santa Sabina. También yo quisiera, a través de este espacio enviarles algunas “tarjetas de Navidad”. En cada una de ellas, me gustaría describir escenas llenas de vida, que como brotes luminosos han asomado en este 2003 al mismo tiempo trágico y lleno de sombras de muerte. A través de las páginas del IDI muchos han podido leer las crónicas de mis viajes. Esas crónicas, es verdad, tienen sus límites. No nos dejan mayor espacio para compartir cosas más profundas, para meditar con detenimiento los desafíos, conclusiones y enseñanzas acerca de “lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida… porque la Vida se hizo visible y somos testigos” (1ª Juan 1, 1-2). Con todos ustedes quisiera llevar al pesebre donde el Verbo encarnado ha nacido, dones de amor. Estas “postales” o “tarjetas”, imágenes sencillas de la vida dominicana alrededor del mundo, no agotan ciertamente nuestra vida y misión, pero sí la significan. Todo regalo, cada mensaje también expresa un deseo, una gracia, un pedido: “Descarguen en él todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes” (1ª Pe 5, 7). Escribiendo estas cosas recuerdo algunas imágenes de este año que termina y encomiendo al Niño Dios la vida y misión de la Orden, lo que esos pequeños dones simbolizan. En febrero, en “Caleruega” (Filipinas), podría decir que se ha confirmado un estilo de colaboración para la Familia Dominicana de la región representada en todas sus ramas. Allí se aprobaron las “Guidelines” de la “Dominican Leadership Conference of Asia – Pacific”. Sabemos que en nuestra tradición lo “carismático” e “institucional o jurídico” no se oponen, al revés: se encuentran y animan mutuamente. La realidad de la misión reclama espacios de diálogo, comunicación, análisis ¡animación!. Entonces sin miedo buscamos esos espacios e intentamos darles un marco jurídico, para asegurar y consolidar una mayor colaboración en la misión. Que el Año Nuevo nos confirme en la decisión de estrechar los vínculos para una renovada presencia de la Orden en Asia – Pacífico. En ese mismo mes, he viajado a Vietnam con fray Quirico Pedregosa. ¡Cuántos recuerdos! Quizás una de las ofrendas al Niño Dios pueda ser la vida y misión del laicado dominicano en ese país. Son alrededor de 70.000. Herederos de fraternidades

que vienen de siglos atrás y que se ha confirmado también a través de la sangre. La Navidad nos anime a descubrir la fuerza de la Buena Noticia aún donde la evangelización se hace difícil. En marzo nos reunimos en Varsovia un nutrido grupo de hermanos (también asistieron algunas hermanas). Estaban presentes el entonces pro-Vicario del Vicariato General de los países Bálticos y los consejeros del Vicariato; el Prior Provincial de la Provincia de Polonia, los miembros del Consejo de Provincia y el Vicario provincial de Bielorrusia; el Prior Provincial de Francia, un miembro de su Consejo y el Vicario del Vicariato de Dacia; el Vicario General de Rusia y Ucrania y el Consejo del Vicariato; el Socio para Europa Central y del Este y el Socio para Europa del Oeste. ¿El cometido? Estudiar la vida y misión de la Orden en los países de la ex Unión soviética y los desafíos que se plantean. En particular también queríamos evaluar juntos el futuro del Vicariato General de los países Bálticos. Opiniones diversas, diálogo fecundo y sincero ¡todos salimos enriquecidos, y la vida y misión de este Vicariato confirmada y fortalecida! Después de poco más de dos años de servicio a la Orden como Maestro, comprendo más profundamente por qué fray Damian y fray Timothy insistían tanto en encontrar e identificar procesos y espacios de diálogo y colaboración mutua entre diversas entidades de la Orden. A veces uno piensa que sería más fácil dar “directivas”, multiplicando ordenaciones y preceptos “en virtud de la obediencia”… ¿no nos ayudaría esto a economizar tiempo y esfuerzo?. No. Las apariencias engañan. Debemos garantizar un ritmo contemplativo en las decisiones aunque estas a veces sean postergadas por un tiempo. Siguen resonando en la Orden las palabras de Humberto de Romans inscritas a fuego en las Constituciones de las monjas y los frailes: “el bien que es aceptado por todos es promovido con rapidez y facilidad” (LCO 6 y LCM 7). Estas Fiestas nos inspiren nuevos caminos para la colaboración entre los hermanos para fortalecer la presencia de la Orden en el este Europeo. La visita a Jerusalén, acompañado por fray Dominique Renouard, además de ponernos en contacto con los tristes resultados de la creciente espiral de violencia en Tierra Santa, nos acercó por unos días a la vida cotidiana de la comunidad de nuestra Escuela Bíblica y Arqueológica. Aún en medio de tantos inconvenientes causados por la situación, me he sorprendido ante el entusiasmo de nuestros hermanos por su trabajo, por el estudio y la enseñanza de la Biblia, tras las huellas de fray Marie-Joseph Lagrange. ¡Qué alegria constatar en ellos la posibilidad de seguir imaginando nuevos proyectos sin llorar tiempos mejores paralizándose ante la realidad incierta y violenta que los rodea! Nuestra oración en la Basílica de Belén, ciudad prácticamente sitiada, se hace actual y ferviente al acercarse una nueva Navidad. ¡Felicidades a toda la comunidad de San Esteban Protomártir! Su presencia en la tierra que vio nacer a Jesús nos inspire a todos el amor por la Palabra estudiada, contemplada, profesada y predicada. El 5 de abril, con fray Dominique Renouard, fray Philippe Le Blanc y fray Guy Musy visitamos el palacio de las Naciones Unidas en Ginebra. Allí nos sorprendió la belleza de la impresionante Sala “fray Francisco de Vitoria”, signo de reconocimiento al célebre fraile considerado el “padre del Derecho Internacional Público”. Esa mañana tuvimos un encuentro de casi una hora con el Sr. Sergio Vieira de Mello, entonces Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los derechos de la persona. Sergio había estudiado filosofía en Friburgo y compartió con nosotros algunos recuerdos acerca de sus profesores dominicos. Un tema central e ineludible en nuestro diálogo: la situación de Irak y los peligros entonces previsibles y evitables (peligros que se han hecho cruda

realidad con el correr del tiempo). Él compartía nuestros temores y nos confiaba sus proyectos y expectativas. Entonces no podíamos imaginar que tiempo después, el 23 de mayo, el Sr. De Mello sería nombrado Representante especial del Secretario de la ONU en Irak. El 19 de agosto fue asesinado en el atentado contra las oficinas de la ONU en Bagdad. Jesús, nuestra Paz, reciba a Sergio Vieira de Mello en la Fiesta de la Vida. En la visita a la Provincia de Inglaterra, también con fray Dominique, hemos compartido momentos intensos y muy fraternos en todas las comunidades. Los hermanos trabajan en diversos apostolados con gusto y dedicación. Vaya simplemente como signo navideño la visita a la prisión de Leicester el 8 de abril acompañado por fr. Tony Rattigan. He quedado sorprendido, no tanto por el clima difícil, doloroso ¡imaginable en cualquier institución carcelaria!… sino por la cercanía y afabilidad de tantos de los internos, con Tony, capellán de la cárcel… Esa relación cercana es signo claro de la tarea que este hermano nuestro realiza allí, tras las huellas compasivas de Domingo de Caleruega y Catalina de Siena. A fray Tony y a los detenidos en Leicester mi recuerdo en estas Fiestas. “Vayan a contar… lo que ustedes oyen y ven … la buena Noticia es anunciada a los pobres” (Mateo 11, 4-5). La visita a la Provincia de Australia con fray Quirico Pedregosa incluyó cinco países diversos: Australia, Papua Nueva Guinea, Islas Salomón y Nueva Zelanda. Llevo en el corazón cada encuentro, cada diálogo durante un mes de visita canónica (8 de junio-6 de julio). En la Isla de Loga (Solomon Islands, diócesis de Gizo), viven en diversas casas el Obispo auxiliar –nuestro hermano Chris Cardone-, una comunidad de las Dominican Sisters of Eastern Australia and Solomon y el convento de nuestros frailes. El domingo 29 de junio, por la tarde, tuvimos un encuentro de rica intensidad y profundidad con las religiosas de la comunidad y otras de otros puestos misioneros. Las hermanas manifestaron su sinceridad y transparencia al dialogar con nosotros acerca de temas muy delicados, difíciles y muy concretos. Hemos quedado sorprendidos por la confianza de estas hermanas que sin ocultar el dolor por determinadas situaciones, con madurez fraterna, se animaron a hacer preguntas. ¡Cuánta sabiduría puede ofrecer una pregunta! ¡A veces mucha más que tantas respuestas! ¡Gracias de nuevo mis hermanas! La Navidad nos ayude a mirar hacia adelante porque Él está por hacer algo nuevo en Oceanía, y ya está germinando (cf. Isaías 43, 19). La presencia de la Orden en Corea tiene el calor y el color de la juventud. Las Misioneras de Santo Domingo llegaron en 1984 y las otras ramas después. ¿Una tarjeta navideña especial? El 12 de julio compartimos un día entero junto a la Familia Dominicana de Corea en el Monasterio Madre de Dios. Eucaristía por la mañana y un encuentro festivo por la tarde en la luminosa y sencilla capilla del Monasterio “¡Qué bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos!” (Salmo 133, 1). Que en estas Fiestas resuenen los bellos y marciales ritmos que las monjas arrancaban a los tambores coreanos durante la liturgia y el encuentro fraterno ¡Al Rey que viene, al Señor que se acerca, venid adorémosle! En los primeros días de setiembre visité la Provincia de Portugal con fray Pedro Luis González. Pudimos conocer todas las comunidades de frailes y los tres monasterios de contemplativas. ¡Inolvidable la visita al Santuario de Fátima el 4 de setiembre! El 6 de septiembre junto a un nutrido grupo de hermanos y hermanas dominicos, tuvimos el encuentro de la Familia dominicana en Lisboa. En el marco de una bella y muy bien preparada liturgia eucarística, dos hermanas de las “Dominicas de Santa Caterina de

Sena” hicieron su profesión de obediencia en las manos de su Priora General. En esta Navidad tengamos los mismos sentimientos de Cristo Jesús. El cual, siendo de condición divina se anonadó a sí mismo haciéndose semejante a los hombres hasta aceptar por obediencia la muerte (cf. Filipenses 2, 5-8). Desde el 10 y hasta el 19 de setiembre tuvo lugar el retiro para nuestras monjas contemplativas de España en Caleruega. Me acompañaron fray Pedro Luis y fray Manuel Merten. En el IDI (nº 415 - octubre 2003) han podido leer una crónica de estos días. Faltaría quizás compartir con ustedes una palabra acerca de mi propia experiencia. Todo se guarda en el corazón. Una confidencia: haciéndome eco de un antiguo documento real dado a la Priora de ese Monasterio solía dirigirme a las monjas participantes llamándolas “Señoras de Caleruega” extendiendo a todas ese privilegio pues ¡realmente fueron las “Señoras y Dueñas de Caleruega” durante diez días!. Quisiera también enviar “tarjetas navideñas” con mi agradecimiento sincero a todas y cada una de las monjas presentes en el retiro, a sus respectivas comunidades, al Monasterio de Santo Domingo. En particular envío una postal navideña a Sor María Luz Franco Payo, Sor María Inmaculada Franco y Sor Guadalupe Jiménez, Prioras de las tres Federaciones de Monjas presentes en España; su presencia en el retiro me ha animado y confirmado en esta iniciativa tan rica en frutos de amistad fraterna. Finalmente mi saludo a todos las comunidades contemplativas de la Orden. ¡El misterio del Nacimiento de Jesús inspire a todos los monasterios y monjas de Santo Domingo a descubrir sus raíces en la sencillez oculta de Belén! Durante la visita canónica a Chile, en octubre, he podido comprobar cómo determinados proyectos, concebidos como prioridades, logran animar la vida provincial (en este caso Vicariato General). Son 13 los frailes de diversas comunidades que viajan 400 kilómetros (entre Chillán y Santiago) semanalmente para ofrecer, turnándose, su aporte personal en el dictado de los cursos de “Diplomado de Teología” que se dictan, al mismo tiempo, en ambas ciudades. ¡El niño Dios, nuestra Paz, nos siga animando a caminar alegres pensando en los misterios de la Salvación! Mientras escribo estos “mensajes” de Navidad, recibo noticias de los frailes que forman parte de una nueva comunidad en Addis Abeba, capital de Etiopía. Ellos han respondido dócilmente a la invitación que la Conferencia de Obispos de ese país ha hecho a la Orden para iniciar la fundación de una Universidad Católica. La comunidad, en principio bajo la inmediata jurisdicción del Maestro de la Orden, está formada por cinco frailes hijos de la Provincia de Filipinas. El Señor nos ayude en estos tiempos nuevos a edificar la Iglesia y la Orden como Familia. En efecto, esta imagen pone el acento en la solicitud por el otro, la solidaridad, el calor de las relaciones, la acogida, el diálogo y la confianza (cf. Ecclesia in Africa n. 63). Queridos hermanos y hermanas: Cuando reciban este saludo que les envío desde Roma y “desde tantos rincones del mundo”… estaré en el Perú, junto con fray João Xerri y fray Quirico Pedregosa. Allí los recordaremos ante nuestros santos y beatos: Martín de Porres, Juan Macías, Rosa de Lima, Ana de los Ángeles… Cuando reciban estas “tarjetas navideñas” no dejen de dar gracias a Dios conmigo por estos signos de vida que brillan en medio de la oscuridad como la Estrella de Belén.

¡Feliz Navidad! Que el 2004 nos traiga muchas cosas verdaderas, buenas y bellas, ¡cosas de Dios! Todos los hijos e hijas de Santo Domingo seamos constructores de paz, para poder ser llamados hijos de Dios, bienaventurados. Domingo 30 de noviembre, I Domingo de Adviento.

Fray Carlos A. AZPIROZ COSTA OP Maestro de la Orden