México : un balance del modelo secundario exportador

México: un balance del modelo secundario exportador Ernesto Soto Reyes Garmendia* Introducción a) La década perdida de los años ochenta La década de
Author:  Irene Rico Mora

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Modelo de Balance general
Contabilidad de Venezuela. Inversiones. Cargos diferidos. Activos circulantes

EXPORTADOR
IDIM 12:37:18 20090624 P gina PEDIMENTO 09 07 3726 9008065 T. OPER: IMP 9 TIPO CAMBIO: 13.10670 PESO BRUTO: NUM. PEDIMENTO: DESTINO: MEDIOS DE TR

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“GUIA TECNICA DEL SECUNDARIO” RECOMANDACIONES PARA EL DISEÑO, LA REALIZACION Y LA EXPLOTACION DE INSTALACIONES DE CALEFACCION Y AIRE ACONDICIONADO CO

OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO SECUNDARIO
TRATAMIENTO DE AGUAS UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS FACULTAD DE INGENIERIA AMBIENTAL TRATAMIENTO DE AGUAS CAPITULO VI: TRATAMIENTO SECUNDARIO Profesor:

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México: un balance del modelo secundario exportador Ernesto Soto Reyes Garmendia*

Introducción

a) La década perdida de los años ochenta La década de los ochenta fue de grandes cambios económicos y políticos. El derrumbe de los países de Europa del Este fue acompañado, en los países occidentales desarrollados, por la persistencia de los efectos perversos de la crisis económica. Desde entonces el desempleo y las presiones inflacionarias han sido un fantasma que se abate sobre estos últimos. Los países que por abreviar llamaremos "subdesarrollados", entre ellos los de América Latina , enfrentan por su parte la peor crisis económica de la historia contemporánea . La CEPAL afirma que la década de los ochenta fue una década perdida para el crecimiento económico de la región . Esto es verdad para países como México, que durante el período tuvieron un crecimiento nulo del PIB. La manera en que la crisis ha afectado a los distintos países no es sin embargo la misma; así, por ejemplo , en paralelo a la crisis más o * Departamento de Política y Cultura, UAM Xochimilco.

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menos generalizada observada en los países capitalistas, se puede comprobar un crecimiento espectacular de algunas economías del sudeste y oriente asiáticos. Tal es el caso de Singapur, Hong Kong, Tailandia y Corea, y en menor grado Japón, que han conocido crecimientos del PIB tres veces superiores a los de los países más desarrollados de Europa y Estados Unidos. Estas diferencias están asociadas a las distintas formas que en cada país han adoptado los mecanismos de regulación económica y social, así como a las diversas formas que adquieren las instituciones de regulación. Por lo anterior, el estudio de la realidad económica de un país o región particular nos obliga a estudiar las formas de funcionamiento, transformaciones y tendencias, tanto del capitalismo a nivel mundial, como de las características que éstas adquieren en cada país o región.1 El objetivo de este ensayo es realizar un balance de los mecanismos de regulación del sector exportador mexicano, establecidos a partir de los primeros años de la década de los ochenta para enfrentar la crisis económica. Partimos de la hipótesis de que en México, el agotamiento del régimen de acumulación basado en la sustitución de importaciones y en la fuerte intervención del Estado en la economía (1955-1981) abre un período de transición hacia la instauración de otro, "secundario exportador" (como fuera denominado por José Valenzuela Feijóo, 1986), caracterizado por una extraordinaria apertura de la economía y el auge de las exportaciones manufactureras entre 1982 y 1994. En este periodo, el agotamiento del modelo de crecimiento petrolero y la crisis de la deuda externa abrieron la puerta a un modelo de crecimiento "hacia afuera", desplazando al mercado interno como el núcleo y motor del crecimiento económico. Este modelo, inspirado tanto en las tesis neoclásicas como en las del neoliberalismo político, ha marcado un punto de inflexión en México respecto al papel del Estado y al pacto social posrevolucionario. t Tal y como escribe A. Lipietz "se trata [...J de estudiaren ellas mismas cada formación social nacional y destacar, con las armas de la historia, de la estadística y de la econometría, la sucesión de estos regímenes de acumulación, de estos modos de regulación; de hacer el análisis concreto de su desarrollo y de su crisis, en los que las relaciones exteriores pueden tener un rol más o menos importante" (Alain Lipietz, 1986, p. 20).

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b) ¿Hacia una nueva forma de regulación monopolista? En la mayor parte de los países capitalistas una de las características esenciales del modelo de regulación de la posguerra ha sido la profundización del control monopolista de la producción de mercancías y servicios. Aun cuando la tesis neoliberal de la autoregulación de los mecanismos del mercado se ha impuesto en la "filosofía" económica de la mayoría de los países desarrollados, la agudización de la competencia intercapitalista a producido, y puede reforzar, antiguos mecanismos monopólicos tales como el proteccionismo y la concentración y centralización de capitales. Estos mecanismos se mantienen como el núcleo de la regulación económica. Un ejemplo de estas tendencias es la lucha por ganar el consumo interno de los mercados nacionales: "En períodos de estancamiento de la demanda mundial, la competencia en mercados abiertos ejerce una racionalización particularmente negativa: ella selecciona de manera brutal a los productores más eficientes, favorece su penetración acelerada en los mercados internos de sus competidores menos eficientes, destruyendo la cohesión de los sistemas productivos" (Robert Boyer, 1983). Cabe entonces preguntarse, ¿si las formas de regulación monopolista no se han modificado en profundidad, donde ubicar la ruptura de los mecanismos de regulación que pueden explicar la crisis de onda larga que inicia en la década de los años setenta? Una alternativa interesante a estas interrogantes sería admitir la tesis de que la crisis mundial del capitalismo y los nuevos mecanismos de regulación que de ella surgen son manifestaciones de la crisis del taylorismo y el fordismo como formas de organización de la producción.2 Si bien pudiéramos aceptar estas tesis como válidas para los 2 La polémica existente respecto a la crisis del fordismo es interesante ; mientras algunos autores, como Michel Aglieta (1982) y Alain Lipíetz (1984 ), aseguran que el taylorismo y el fordismo tienen su auge después de la segunda guerra mundial , entrando en crisis hacia finales de la década de los años setenta, otros autores, como Robert Boyer y André Orlean (1990) y Benjamín Coriat (1986), aseguran que los paradigmas técnico-industriales y económico-sociales planteados por Taylor, primero, y Ford, después , no se alcanzan de manera clara durante la posguerra (al menos en Estados Unidos); los paradigmas estarían limitados por diversas razones históricas tales como la asincronía entre la norma de producción y la de consumo (debido a la permanencia

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países desarrollados, en los "subdesarrollados", entre ellos México, las relaciones sociales de producción no pueden ser calificadas estrictamente como "fordistas", a menos que se circunscribiera a algunos sectores, ramas o, incluso, empresas que utilizan tecnología y métodos de trabajo de punta yen las que las normas de productividad y de salarios marchan sincrónicamente. Aun cuando el fordismo y el taylorismo se han extendido ampliamente en los países subdesarrollados, en particular durante la segunda mitad del siglo XX, estas formas de regulación no se han convertido en dominantes. Tal parece que en el caso de los países de América Latina sería más prometedor investigar los modos de articulación de viejas formas de explotación del trabajo (prefordistas y algunas veces precapitalistas) con formas de organización del trabajo de tipo fordista y taylorista. No podríamos entonces caracterizar la crisis de los países subdesarrollado de América Latina y México como crisis del fordismo y el taylorismo. Identificar los mecanismos de regulación que emergen de la crisis no es sencillo, menos aún en estos últimos países debido a que las rupturas en las tendencias macroeconómicas son muy recientes (en particular para el caso de México), por otra parte, se presenta la dificultad de distinguir las nuevas formas de regulación en momentos en que las formas declinantes perecen aún hegemónicas. Una respuesta posible para explicar el nuevo modo de regulación es que si bien los mecanismos más generales ("estructurales") del modo de regulación posterior a la segunda guerra mundial (control monopolista de la producción, construcción de la ganancia sobre la base de la productividad, etc.) se mantienen como el eje central de la regulación capitalista, su permanencia ha sido consecuencia y se explica por la creación de nuevas redes "íntimas" (nacionales) del modo de regulación, las que han asegurado la reproducción del conjunto.

de relaciones monopolistas ya que los aumentos en la productividad no se han traducido en aumentos en el salario real, que se ha mantenido más o menos estable); en su opinión, por el contrario, no será sino hasta después de la década de los años ochenta, en Japón, que estos paradigmas serán aplicados cabalmente.

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Vale la pena recordar la proposición de Robert Boyer, "el conocimiento de las leyes históricas supone que se constituya en objeto científico el estudio de las variaciones en el tiempo y en el espacio de las formas de regulación" (Robert Boyer, 1983). Es verdad que las tendencias de las formas de regulación económica de los países dominantes se imponen, en el largo o mediano plazo, en la mayor parte de los países subdesarrollados, sin embargo, las características que adquieren estas las transforman y algunas veces se "independizan" a causa de las particularidades históricas que hicieron posible la constitución de las instituciones nacionales en cada uno de los Estados-nación (Gerard de Bernis, 1987); en consecuencia, estas formas de regulación deben ser estudiadas país por país, "elaborando progresivamente las nociones intermedias y módulos específicos, haciendo de las aproximaciones3 de la regulación, una verdadera alternativa" (Robert Boyer, 1987). Revisemos en primer lugar un apretado resumen del desenvolvimiento reciente de la economía mexicana.

Una radiografía del crecimiento económico en México (1961-1992) a) La contribución al crecimiento económico El crecimiento económico de México durante las tres últimas décadas puede ser dividido en dos períodos: el primero, entre 1961 y 1981, caracterizado por un fuerte crecimiento del PIB, de alrededor de 6.9% promedio anual; y el segundo, entre 1982 y 1992, de estancamiento, con un crecimiento de apenas 1.5% promedio anual. En el corto plazo puede observarse una recuperación del crecimiento, entre 1990 y 1992, de 3.2% promedio anual, sin embargo, este período es demasiado corto y errático para intentar definir una tendencia de largo plazo. En relación al primer período, la tasa de crecimiento cercana al 7% es extraordinaria, sobre todo si consideramos que el año de 1974 3 "Approches" en la versión original en francés.

271

"abre un largo período de reacción política y de crisis económica en todos los países capitalistas desarrollados" (B. Billaudot y A. Gauron, 1985). El crecimiento del PIB, en volumen, en la mayoría de las economías de los países desarrollados fue, entre 1974 y 1978, la mitad del de México (por ejemplo: Francia 26%, Inglaterra 1.6%, Japón 4.7%, República Federal Alemana 23% y Estados Unidos 3.3%), en momentos en que la economía internacional había iniciado una crisis de onda larga. Este crecimiento estable de largo plazo de la economía mexicana se interrumpe únicamente durante los "choques" de renovación presidencial de 1970-71 y 1976-77, sin embargo, dos tendencias pueden ser distinguidas durante este período: en primer lugar, entre 1961 y 1971, la contribución del consumo total (consumo del gobierno y consumo privado) es el núcleo del crecimiento económico; en 1971 el peso del consumo total representó el 80.4% del PIB, porcentaje en el que el consumo privado (de empresas y de particulares) aportó el 72.6%; después de 1971 lacontribucióndelconsumo enel crecimiento económico decayó hasta alcanzar en 1980 el 77.1% del PIB, momento en el que el peso del consumo privado alcanzó apenas el 68.2%;4 no obstante, la participación del consumo del sector público dentro del PIB compensó la caída del consumo privado al aumentar de 6.5% en 1961 a 7.7% en 1971 y a 10.2% en 1981. Si consideramos ahora la contribución del sector externo (exportaciones menos importaciones) en el crecimiento del PIB, veremos que entre 1961-1981 fue negativa, de 0.5% promedio anual ; esta contribución negativa fue mayor entre 1971-1981 (-0.4%) que durante 19611971 (-0.2%). Este comportamiento se debe (a pesar del "boom" petrolero de 1978-1981) al efecto negativo de las importaciones, principalmente de las de la industria petrolera.

4 La contabilidad nacional no distingue dentro del consumo "privado" (como sucede en otros países como Francia y Estados Unidos) la parte correspondiente al consumo de las empresas y al de los particulares , sin embargo, si utilizamos las cifras de distribución del ingreso nacional entre salarios y margen bruto de explotación (ganancia de las empresas) vemos que esta proporción paso de 43 %-57% en 1976 a 28%-72% en 1989. Resulta entonces claro que la disminución de la contribución del consumo en el crecimiento fue particularmente aguda para los salarios.

272

Cuadro 1 Contribución al crecimiento del PIB (% de variación media anual)

Periodo

PIB tot.

Cons. Import. Total

Cons. Priv.

Cons. Púb.

Var. FBCF Stocks Exp.

61-81: 82-92: 90-92:

6,9 1,5 3,2

-1,1 -0,5 -2,7

4,5 1,2 3,5

0,7 0,2 0,3

1 ,8 -0,2 2,1

5,2 1,4 3,8

0,3 -0,3 -0,5

0,6 0,9 0,5

Fuente : Elaboración propia con base enhulicadores Económicos del Banco deMérico y el Sistema de Cuentas Nacionales, INEGI, varios años.

Finalmente, la contribución de la formación bruta de capital fijo (FBCF) en el crecimiento del PIB fue positiva durante todo el período 1961-1981, de alrededor de 1.8% promedio anual; igualmente, la variación de estocks fue positiva, de alrededor de 0.3% promedio anual. El segundo período (1982-1992) se caracterizó por profundas modificaciones en la dinámica del crecimiento: la contribución del consumo final en el crecimiento fue débil, sobre todo si la comparamos con la del período 1961-1981, de alrededorde 1.4% promedio anual , e incluso llega a ser nula entre 1980 y 1987; por su parte, la contribución de la FBCF en el crecimiento entre 1982-1992 pierde dinamismo e incluso llega a ser negativa entre 1982 y 1987. El impulso de la FBCF en el crecimiento se reinició después de 1988, sin embargo, el balance de este último período muestra una contribución nula al crecimiento. Durante este segundo períodoel sectormenos afectadoporla crisis económicafue el exportador, entre 1982-91 su contribución en el crecimiento del PIB fue de 0.9% promedio anual. En conclusión, en el largo plazo podemos identificar una metamorfosis del núcleo del desarrollo económico de México: del consumo del mercado interno a las exportaciones petroleras, entre 1973 y 1981, y manufactureras, entre 1982 y 1992.

b) El crecimiento industrial Un primer balance de la evolución de la economía mexicana durante el período 1982-1992muestra--comose indicóanteriormente-el pobre

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desempeño de todos los sectores de la economía; que en total pasó de un crecimiento de 6.9% promedio anual, entre 1961 y 1981, a otro de 1.5%, entre 1982 y 1992, poniendo en evidencia la entronización de la crisis de onda larga en todas las ramas de la actividad económica. Cuadro 2 Crecimiento promedio anual del PIB por sector (%) (precios constantes de 1980) 1961-81

1982-92

1988-92

Total

6,9

1,5

3,6

Sector Agropecuario*

3.7

0.7

1.1

Sector Industrial **

8.2

1.7

4.3

Sesctor Servicios ***

6.8

1.5

3.4

*Sector Agropecuario: agricultura, silvicultura, caza y pesca. **Sector Industrial: manufacturas, construcción, minería y electricidad. * * *Sector Servicios: comercio, transporte, finanzas y otros servicios. Fuente: Elaboración propia con base en datos de La economía mexicana en cifras, NAFINSA, 1981; Indicadores económicos del Banco de México; Cuentas de la Nación, INEGI, varios años.

Si bien la crisis afectó a todos los sectores, cabe destacar al sector agrícola, que durante el período 1960-1992 vio disminuida su participación relativa dentro del PIB en la mitad (pasó de representar el 16% al 7%) en beneficio del sector industrial (su participación pasó del 29%al 33% del P113) y del de servicios (pasando del 55% al 60% del PIB). En relación a la industria, las altas tasas de crecimiento que caracterizaron durante las décadas de los sesenta y setenta a la producción manufacturera, se convirtieron durante la primera mitad de los ochenta en desaceleración. A pesar de observarse una ligera recuperación durante la segunda mitad de la década de los ochenta, se puede advertir que la producción manufacturera creció en su conjunto, entre 1982 y 1992, a una tasa

274

Cuadro 3 Peso de los grandes sectores dentro del PIB (%) (precios constantes de 1980)

Sectores

1960 1970 1980 1990 1992

Agropecuario

15.9

11.6

9.0

7.5

7.3

Industrial

29.2

34.4

35.2

33.1

32.9

Servicios

54.9

53.9

55.8

59.4

59.8

100

100

100

100

100

Total

Fuente : elaboración propia con base en datos deLa Economía Mexicana en cifras, Nafnsa,1981; Indicadores Económicos del Banco de México; y Cuentas de la Nación, INEGI, varios años.

de crecimiento cuatro veces menor (2.2%) a la que lo había hecho las dos décadas anteriores (8.1%). Esta desaceleración industrial fue heterogénea; lo mismo sucedió con la recuperación de la producción industrial después de 1988; mientras la mayoría de los sectores tradicionales (textil, madera, imprenta, metales básicos) tuvieron un crecimiento negativo del PIB (una excepción fue el de bebidas, alimentos Cuadro 4 Crecimiento medio anual del PIB manufacturero (%)*

1961-1981

1982-1992

Div. Total Manufacturas

8.1

2.2

I Alimentos, bebidas y tabaco II Textiles, vestidos y cueros III Madera y sus productos

5,7 6.0 9,4

2.4 -1,4 -0.7

IV Imprenta y editoriales V Quimicos, der. pet., caucho, plast. VI Minerales no metálicos VII Metálicos básicos VIII Maquinaria y equi IX Otras indust. manufactureras

8,2

1,7

11,8 9,7 6,1 13,1 6,5

3,4 2,7 2,1 3,6 2,1

* A precios constantes de 1980. Fuente: elaboración propia con base en Cuadernos de información oportuna No 191, INEGI; Sistema de Cuentas Nacionales de México, varios años; y Nafinsa, 1981.

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y tabacos), los sectores mas modernos (como el de maquinaria y equipos, químicos y minerales no metálicos) crecían por arriba de la media manufacturera. La crisis del sector manufacturero, sin embargo, fue acompañada por un auge de las exportaciones del sector. Antes de analizar con más detenimiento las características del auge exportador abriremos un paréntesis para discutir, aun cuando sea brevemente, sobre las condiciones prevalecientes en el comercio exterior mexicano durante la década de los ochenta, así como sobre algunas consecuencias que trajo la firma del Tratado de libre comercio de América del Norte.

La nueva inserción de México en la división internacional del trabajo El TLC se ha convertido en el eje articulador del proyecto neoliberal en México. El impacto regional es significativo si consideramos que integra a 360 millones de consumidores potenciales y concentra el 18% de las exportaciones y el 23% de las importaciones mundiales. El mercado norteamericano es sumamente heterogéneo; en primer lugar, la economía mexicana en relación al PNB es una tercera parte de la canadiense y apenas una décima parte de la estadunidense; en segundo, si consideramos el PNB por habitante, el de Canadá y Estados Unidos es 20 veces mayor que el de México. Es interesante destacar que entre 1970 y 1982 la economía mexicana fue, de entre las que concurren al mercado norteamericano, la más dinámica, con un crecimiento promedio anual del 6%. Por el contrario, si consideramos el período 1982-89, mientras la economía estadunidense y la canadiense crecían a un ritmo superior al 4% anual, el crecimiento de la economía mexicana era nulo. El mercado exterior mexicano está íntimamente ligado al bloque de América del Norte y en particular a la economía de Estados Unidos. En 1992 el 72% de las exportaciones mexicanas y el 63% de las importaciones se realizaban con el mercado de América del Norte, de ellas el 71% de las primeras y el 62% de las segundas se comerciaban

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Cuadro 5 Exportaciones e importaciones del mercado de América del Norte Millones de dólares corrientes Exportaciones(fob)

Importaciones(cif) %var.

Tot.Mund . Tot.Man.

1970 273168 60614

%var.

1980 1988 88170 1970 1980 1988 88/70 1752215 2442621 12,9 282423 1811427 2550117 13,0 295329 447438 11,7 56666 332635 590454 13,9

% Particip. de las Exp. Tot. Tot. Exp. 1970-76 1976-82 1982-88 Total Mundial 100 100 100 Total Man. 19,08 17,56 18,23 % Particip . de las Import. Tot.

% Crecimiento medio anual 1970-76 1976-82 1982-88 36,18 14,38 8,57 26,46 15,12 8,26 % Crecimiento medio anual

Import. Tot. 1970-76 1976- 82 1982-88

1970-76 1976-82 1982-88

Total Mundial 100 100 100 Total Man. 19,30 19,45 23,11

35,08 15,31 8,60 32,80 15,68 13,48

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Banco Mundial.

Cuadro 6 Mercado de América del Norte Dimensión Económica Millones de dólares corrientes (US) Canadá

México

PNB por habitante 19.020 Producto Nacional Bruto (PNB) 530.996

1.990 21.000 186.704 5.176.399

USA

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Banco Mundial.

Cuadro 7 Mercado de América del Norte Crecimiento del PIB anual promedio por periodo (%) 1970-76 Canadá 5,38 México 6,13 USA 2,57

1976-82 1982-89 2,30 4,23 6,14 0,59 1,84 4,01

Fuente: Elaboración propia con base en datos del Banco Mundial.

con Estados Unidos. Otros países con los que México realiza parte de su comercio exterior son España y Japón, con los que comercializa una décima parte de sus exportaciones. Con este último país, junto con

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Alemania, México realiza también una décima parte de sus importaciones. Esta alta dependencia del comercio exterior mexicano respecto al mercado de Estados Unidos es un antecedente y una tendencia que se reafirman después de firmado el TLC. Tan es así que en 1994 casi un 80% del comercio exterior mexicano se realizó con este país. El TLC afirma y profundiza las tendencias históricas de la economía mexicana en cuanto a su dependencia de la de Estados Unidos; la diferencia cualitativa de esta inserción es la institucionalización y la creciente obligatoriedad multilateral . Pasemos ahora a explicar algunas características del nuevo modelo secundario exportador de México.

Un balance del modelo secundario exportador (1982-1992) a) El sector exportador Comencemos analizando algunas características de la industria manufacturera de exportación. A partir de 1982, y en particular después de las reformas arancelarias y aduaneras de 1987-1988, algunos sectores tradicionalmente exportadores (cf. alimentos, textiles, bebidas y tabacos, etc.) y otros modernos, que supieron aprovechar la apertura de la economía (cf. químicos, electrónica, automotriz, etc.), lograron retomar el crecimiento exportador, mientras que aquellos que permanecieron atados al mercado interno se estancaron. Si bien el auge exportador fue más importante en los sectores de punta, este se extendió de manera más o menos generalizada hacia todas las ramas de la industria manufacturera; el auge exportador también de manifestó en el conjunto de la economía. Si consideramos a la suma de las exportaciones más las importaciones totales, con relación al PIB, como medida de la apertura económica tenemos que entre 1972 y 1992 esa proporción se multiplicó por cuatro; por su parte, la de las exportaciones respecto al PIB se multiplicó por cinco (pasando de 4% a 18%) y la de las importaciones se triplicó (pasó de 6% a 18% del PIB).

278

Cuadro 8 Contribución al crecimiento de las exportaciones por división de la industria manufacturera Variación de las Export. (en m iliones de dólares corrientes)

% de contribución al crecimiento de las Exportaciones

División

78/82

I II III IV V VI VII VIII IX

169 ,1 448,1 17,0 -44,8 411,5 -4,5 -20 ,0 35,9 -2,0 12,7 112,3 1,3 474,4 1704,1 47,7 -14,4 332,7 -1,4 207,6 495,1 20,9 210,9 5287,0 21,2 -2,1 672,7 -0,2

Tot.

993,5

82/90

78/82

9499,5

100

82/90 4,7 4,3 0,4 1,2 17,9 3,5 5,2 55,7 7,1 100

Fuente: Elaboración propia con base en datos de la Secretaría de Industria y Comercio; + para los años 1988 a 1990, enINEGI, SHCP y Banco de México, Estadísticas de Comercio Exterior, vol XIV, No. 1, enero de 1991.

Cuadro 9 Grado de apertura de la economía mexicana Año

(1) % Export. del PIB

(2) % Import. del PIB

(3)=(1+2) Total

1962

6.4

8.1

14.5

1972

3.7

6.1

9.8

1982

12.4

8.5

20.9

1992

18.2

17.8

36.0

Fuente: Indicadores Económicos e Informes Anuales del Banco de México , varios años.

El fenómeno que hemos denominado "surgimiento de un nuevo modelo secundario exportador" fue precedido por el auge de las exporta-

279

ciones petroleras y el derrumbe de las exportaciones agropecuarias; así, mientras que en 1976 las exportaciones agrícolas y petroleras representaron el 32% y el 15% del total de las exportaciones, esa relación se invierte, alcanzando en 1982 el 5% y 78%, respectivamente.

PESO DE LAS EXPORTACIONES POR RAMA (% DEL TOTAL) 120

100

J

1F-

e0

60

J W 0 tR

40

20

76

ACOS

32,1

80

78 28 , 2

24,8

90,7

20 , 2

3,1 3,8

82 7,6

5,8

84 5, 3

6,0

88

66 6 ,5

13,1

7, 5

8,1

90 7,7

8,0

5,7

4,7

3, 4

3,5

2,4

2,3

2, 2

2,4

3, 2

2,8

3, 2

2,6

2,3

95,4

22 , 3

30,7

45,9

69 , 0

75,0

77,8

79, 8

66.5

68 , 2

39,3

49,8

32 , 8

34,5

37,5

46,7

44 , 8 49,0

30 , 9

17,5

73 , 8 94,2

20,5

23 , 1

23,0 44 , 4

48,0 56 , 0

55,2

52,2

1

I/EGI Y ~ DE I.E(IW

Apartir de ese año las exportaciones manufactureras se desarrollan de manera extraordinaria. En 1986 estas superan a las petroleras hasta alcanzar, en 1990, el 53% de las exportaciones totales. En el marco de la crisis económica el sector manufacturero ha sido el más dinámico; más propiamente dicho, las ramas de la industria manufacturera de tecnología de punta ligadas a la exportación, que se localizan en sectores tales como el químico, el eléctrico y el productor de máquinas y herramientas (en especial el sector automotriz).

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b) La especialización en las exportaciones : una definición metodológica Un problema metodológico que surge al analizar la información estadística de las exportaciones e importaciones es el nivel agregado de la información. El análisis de las grandes divisiones y de las divisiones tiene la limitación de considerar globalmente a ramas industriales con muy distinto comportamiento en el mercado exterior. Incluso el análisis de las ramas implica una agregación de categorías y empresas heterogéneas entre sí. Sin embargo, este es el nivel más desagregado al que tenemos acceso en las cuentas nacionales y es en el que situamos el análisis. Con la limitación anterior, trataremos de desarrollar una metodología que nos permita explicar (a nivel de las ramas del sector manufacturero) algunas características que hacen posible el auge y, en su caso, el futuro exportador-importador de la economía mexicana. Para esto clasificaremos a las ramas del sector manufacturero de acuerdo con su índice de especialización (IE). Este índice se define en la siguiente fórmula: IEi=(Xi+Mi/PBi)/(Xt+Mt/PBt) (1) donde: Xi son las exportaciones de la rama i Mi son las importaciones de la rama i PBi es la producción bruta de la rama i Xt son las exportaciones totales de la industria manufacturera 59 Xt= sumatoria Xi 1 Mt son las importaciones totales de la industria manufacturera 59 Mt= sumatoria Mi 1 PBt es la producción bruta de la industria manufacturera 59 PBt= sumatoria PBi 1

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La fórmula (1) representa una relación entre dos razones: por un lado, el comercio exterior de la rama i (Xi+Mi) en relación al comercio exterior de la industria manufacturera (Xt+Mt); por otro, la relación de la producción bruta de la rama i (PBi) con la de la industria manufacturera (PBt); esta relación expresa la participación del comercio exterior global de la rama en la industria manufacturera como comparación de la que tiene en relación a su participación en la producción bruta industrial y, por consecuencia, su orientación o especialización hacia el comercio exterior. Una manera equivalente de expresar esta relación es: IEi=(Xi+Mi/Xt+Mt)/(PBi/PBt) (2) La formula (2) tiene la ventaja de expresar una relación entre unidades homogéneas: por un lado, el comercio exterior y, por el otro, la producción bruta. Esta manera de expresarel índice de especialización en el comercio exterior es particularmente útil cuando se utilizan (como en el caso de las estadísticas disponibles) datos expresados en divisas diferentes: el comercio exterior en dólares y la producción bruta en pesos. El valor de este índice variará alrededor de la media de la industria manufacturera, esto es, 1. En el análisis que se presenta a continuación considerarémos como ramas altamente especializadas (A) a aquellas cuyo índice de especialización sea superior o igual a la media de la industria manufacturera (IEi=1); por otra parte las ramas que tienen un índice de especialización inferior a la media manufacturera pero superiora 0.4 (IEi=.4

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