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MSc. Licda. Annabella Barrios de Gramajo Médicos del Mundo Espala, Misión Guatemala
Adaptación a los cambios sociales Implementación del aprendizaje cooperativo e integración escolar Educar en valores aplicando empatía Trabajar juntos en la prevención de la violencia Promover la reflexión y diálogo Aplicar normas y disciplina Ayudar a los adolescentes a crear su propia identidad, mediante el desarrollo de sus habilidades vitales
SOCIALES: CREACION
DEL VINCULO SOCIAL CREACION DE SU PROPIA IDENTIDAD
Primeras
habilidades sociales: escuchar, iniciar una conversación, mantener una conversación, formular una pregunta, dar las gracias, presentarse, hacer un cumplido Habilidades avanzadas: pedir ayuda, participar, dar instrucciones, seguir instrucciones, disculparse, convencer a los demás
Habilidades
relacionadas con los sentimientos: conocer los propios sentimientos, expresar sus sentimientos, comprender los sentimientos de otros, enfrentarse al enfado de otros, expresar afecto, resolver el miedo y auto recompensarse. Habilidades alternativas a la agresión: pedir permiso, compartir algo, ayudar a los demás, negociar, empezar el auto control, defender sus derechos, respetar a los demás, evitar los problemas con los demás, no entrar en peleas,
Habilidades
para hace frente al estrés: formular una queja, responder a una queja, demostrar deportividad en un juego, resolver la timidez, arreglárselas cuando lo dejan solo, defender a un amigo, responder a una acusación. Habilidades de planificación: prepararse para una conversación difícil, hacer frente a las presiones de grupo, tomar decisiones, discernir sobre las causas de un problema, establecer un objetivo, determinar las propias habilidades, recoger información, resolver los problemas según su importancia, concentrarse en una tarea.
Son comportamientos y conductas de riesgo, los cuales pueden ser: comportamientos disruptivos, actitudes agresivas, timidez, baja autoestima, nerviosismo, falta de concentración, dificultades en el aprendizaje, deficiencia en el desarrollo cognitivo y emocional, conductas agresivas y delictivas, impopularidad, desobediencia, no cooperación, bajo rendimiento académico, pasividad, destrucción entre otros.
Establecimiento de los vínculos de apego, desde la primera infancia, a partir de los cuales se desarrollan los primeros modelos de relaciones sociales, la seguridad básica y formas de responder al estrés. Capacidad para estructurar la conducta hacia los propios objetivos y esforzarse por conseguirlos, crítico de 2 a 6 años, a partir de los cuales se desarrolla la capacidad para relacionarse con nuevos adultos y adaptarse a tareas de forma independiente. El desarrollo de las habilidades sociales más sofisticadas, como la colaboración y la negociación, a partir de las relaciones con iguales a partir de los 6 años. Y la construcción de una identidad diferenciada y positiva en la adolescencia.
Se inicia desde la niñez desde la interacción de los padres con lo hijos e hijas y viceversa; son ellos los modelos para regular su conducta y su forma de responder al estrés, por lo que deben tener disposición y capacidad para atenderlos, a través del apego el individuo utiliza al cuidador como una base segura para las situaciones difíciles o desconocidas, proporcionándole seguridad, afecto y atención, cuando esto no sucede puede generar en la persona; miedo, angustia , inseguridad, rabia, ira, tristeza, depresión entre otras.
La
familia es el primer lugar donde aprendemos la conducta a seguir para relacionarnos con los demás en cualquier ámbito social, pero a cierta edad los y las adolescentes deben adquirir independencia emocional, porque de esa manera empiezan a aceptarse a sí mismos, a reconocerse, a ser dueños de sus actos, a ser responsables y a poseer control emocional, evitando así el apego negativo o el desapego.
Se
conceptualiza a sí mismo de forma valiosa y digno de ser amado Desarrolla expectativas positivas de sí mismo y de los demás. Se aproxima al mundo con confianza Afronta las dificultades con eficacia Obtiene la ayuda de los demás y la proporciona.
Capacidad de establecer vínculos basados en la confianza: en el contexto de la relación de apego. El sentido de la propia eficacia y la autonomía para realizar tareas y enfrentar el éxito y el fracaso; capacidad que inicia con reconocer su conducta como algo que le pertenece y que es distinta a la de los demás. Capacidad de relaciones entre iguales: Contexto en el que se adquieren las relaciones sociales más satisfactorias, necesarias para colaborar, negociar e intercambiar el estatus y hacer amigos. La construcción de la propia identidad principal tarea evolutiva de la adolescencia; en la cual se elabora un proyecto vital, que incluya las diferentes esferas de la vida adulta, tomando decisiones que van a orientar el resto de su vida
Se
desarrollan si no pueden aplicar a su modelo de vida las cuatro tareas o habilidades se evidencia cuando un adulto no cuenta con disponibilidad para responder a las demandas de los niños o adolescentes, no existe una interacción positiva para enseñar, proteger, defender y en quien confiar, se manifiesta con conductas inadecuadas (violencia, exclusión, etc.) tanto dentro de la familia como en la escuela.
Confiar
en sí mismo y en los demás Predecir, interpretar y expresar sus emociones Estructurar de forma consistente su comportamiento en relación al comportamiento de los demás
Crear
un esquema previo Proporcionar modelos para favorecer el aprendizaje por observación, Dar oportunidad de practicar Evaluar la práctica, su eficacia aumenta cuando: se produce en forma inmediata, se plantea en términos de conductas fáciles de identificar, la crítica se hace en términos descriptivos, de manera conjunta y positiva.
Para
la adquisición de nuevas habilidades sociales, adoptar una conducta adecuada enseñar a escuchar a los demás con intención de comprenderlos, expresar empatía y respeto, plantear divergencias y críticas de forma constructiva y positiva.
Las
habilidades sociales se aprenden mediante la práctica y de la utilización de métodos y procedimientos innovadores que les permitan expresar sus sentimientos, comunicar lo que piensan y lo que sienten, a entablar conversaciones, a resolver conflictos, a conocer mejor a sus compañeros, a comunicarse de manera positiva con sus compañeros de manera que participen de manera positiva dentro del aula y la escuela.
Llevarse bien al mismo tiempo con adultos que con iguales Colaborar e intercambiar el estatus Expresar aceptación el papel de la simpatía Repartir el protagonismo y la atención.
falta de oportunidades falta de competencias para establecer relaciones simétricas relaciones entre iguales que sustituyen a los adultos,
eso
previene: problemas de exclusión, hostilidad, inhibición de generosidad, dificultades para colaborar y abandono escolar.
ADOLESCENCIA
: proceso de crecimiento y desarrollo del ser humano se caracteriza por cambios cognitivos, físicos y emocionales que merecen atención Es importante que los adultos principalmente, padres y madres, docentes y servidores de salud conozcan a fondo esta etapa de la vida para poder desarrollar actitudes positivas que favorezcan la superación de estos cambios dando oportunidad para desarrollar la iniciativa personal y la responsabilidad
Manifestar reconocimiento de forma adecuada con frases como “ lo vas a conseguir”, “sigue intentándolo”, “no te desanimes””un fallo lo tiene cualquiera” Darles seguridad en sus esfuerzos por lograr una tarea Desarrollar la motivación en la eficacia de sus tareas Proporcionar actividades de éxito Ayudar a aprender mensajes positivos para controlar su conducta en situaciones difíciles Evitar las críticas negativas de su conducta
Características de esa situación: No es aceptado por sus compañeros Es ignorado y pasa desapercibido Se encuentra al margen de las actividades de sus compañeros Manifiesta miedo y ansiedad Puede permanecer inmóvil y en silencio Mover los pies con nerviosismo Evitar contacto con sus compañeros
Ofrecerles
oportunidades positivas para lograr la atención de los demás Darle confianza, darle ánimo enfocados en el esfuerzo más que en el resultado Promover actividades para que se relacione con sus compañeros y elogiarle cuando lo haga Ayudarle a diferenciar lo que obtiene con actitudes positivas y lo que obtiene con actitudes negativas.
¿Qué
piensas tú? ¿Te gustaría compartir más acerca de eso? “Eso es una buena pregunta” “No lo sé pero lo averiguaré” “Estoy interesado en lo que estás diciendo” ¿Conoces lo que eso significa? “Eso parece importante para ti”
Negociación:
no trate de imponer, obligar o forzar, recuerde que usted también fue adolescente. Póngase en su lugar cuando manifiesten sus gustos y recuerde como fue esa etapa para usted Actué con sabiduría
Deje bien en claro cuáles son las normas de la casa y las consecuencias por no respetarlas, pero no invente reglas al azar, ni para cada caso y no haga excepciones, a menos que tengan un claro motivo racional. No trate de forzarlos a que hagan algo que nos les convence. Por ejemplo, si usted soñó con ser estrella de fútbol, no trate de realizarse por medio de su hijo. Con ello solo logrará que se vuelva rebelde. No se comunique con sus hijos cuando la situación ya esté fuera de control, por ejemplo, si lo ve en malas compañías o lo sorprende con un cigarrillo en la mano, o cuando las notas del colegio ya estén en rojo. Prevenga. No evite hablarles de sexo ni de las consecuencias de practicarlo sin precauciones. Enfréntelos con la realidad de otros adolescentes con ejemplos concretos. Tampoco pretenda que no existen las drogas o el alcohol.
No los compare en forma degradante con otros muchachos o familiares porque lastimará su autoestima. Pero tampoco los sobrevalore, porque podría darles una falta autoestima. No los regañe en público, no frente a sus amigos o familiares del mismo grupo de edad. Hágalo en privado. No los ponga en vergüenzas tratando de competir con ellos en fiestas o reuniones, ni menos imitando su forma de hablar o adoptando sus gustos. No acceda a todo lo que le pidan, no acepte chantajes ni berrinches. Negocie y enséñeles que negociar es una forma rápida de llegar a soluciones. No se burle, ni deje que lo hagan, de sus características físicas, ni las use en su contra cuando discutan
Aproveche para enseñarles el valor del dinero y que éste debe ganarse por medio del trabajo. Aun si puede, no se convierta en un proveedor inagotable. Usted es su padre o su madre, no su jefe, amo o propietario: hábleles como un amigo más experimentado, capaz de guiar el camino, en especial cuando tengan fuertes diferencias. Muestre interés por sus temas de conversación, escuche música, lea y vea películas con ellos. Estas actividades mejorarán la comunicación. No compare su mundo con el suyo: “en mis tiempos yo era capaz de caminar 20 kilómetros diarios”. No le creerán, no son tontos y usted perderá credibilidad. No insista en que medios de entretenimientos son malos o despreciables, en vez de eso, regúlelos según sus estándares familiares o personales. Recuerde que los adolescentes tienden a formar su propia cultura. En ella se incluyen deportes como patinaje, juegos de video, música, cine y reuniones sociales en la que desean participar solo ellos.
Deles confianza, ellos confiarán en usted. Finalmente, deje que aprendan de sus propios errores. Un adulto psicológicamente sano es capaz de valerse por sí mismo y la adolescencia es la etapa para lograrlo. El autor Carles Clavell dice que otra regla de oro en las relaciones de padres con sus hijos adolescentes es: “Quiéreme y dímelo. Me gusta oírtelo decir, aunque tú no lo creas necesario. Me agrada mucho”. En la actualidad, muchos psicólogos consideran obsoleta la idea de que la adolescencia conlleva inevitables conflictos con los adultos. El llamado generational gap (brecha entre generaciones) en efecto se ha hecho más pequeña, gracias a que se ha enfatizado la comunicación entre ambas.
Expresa tendencias suicidas, se deprime, bebe, usa sustancias controladas o amenaza con abandonar la casa. Si corre riesgos como conducir a extrema velocidad, involucrarse en pandillas, evitar asistir a clases, es agresivo o demasiado pasivo. Si no tiene amigos íntimos. Su rendimiento escolar es bajo, ha bajado o tiene demasiados altibajos. Si tiene explosiones de ira incontrolables o si usted piensa que es demasiado rebelde. Si irrumpe en la vida familiar de manera negativa, destructiva o amenazadora. Si usted considera que se ha visto obligado a castigarlo con demasiada frecuencia. Si se ha instituido una terapia familiar o en su escuela se ha sugerido un plan de acción y después de tres meses no se notan mejorías.