Mujeres en la tercera edad

Sociología. Entretenimiento. Cuidados. Diversión. Mujeres. Tercera edad. Métodos y técnicas de la investigación social. Diseño y desarrollo de las actividades. Investigación

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1ª FASE : PREPARACIÓN TEÓRICA La primera fase se constituye en varios apartados, de los cuales empezamos con la pregunta inicial ¿Cómo es el ocio en las mujeres de la tercera edad?. Después, determinaremos la justificación de nuestra investigación, es decir, indicaremos el interés o la necesidad de abordar la temática del ocio en las mujeres mayores, los objetivos y delimitaremos el problema concretando el lugar y el cuándo. Después abordaremos la elaboración del marco teórico y de éste sacaremos las hipótesis de nuestra investigación. Nuestra justificación gira en torno a que de todos es sabido que el ocio es una pieza clave para el bienestar de las personas, en la tercera edad, el ocio constituye una de las actividades principales, por lo que la satisfacción personal esta en una importante medida determinada por el deleite con el ocio. Las mujeres mayores constituyen un amplio sector de la sociedad cuyas necesidades no están suficientemente atendidas. Atendiendo a los nuevos cambios sociales, producidos en las mujeres comprendidas entre 65 en adelante, hemos elaborado una investigación social, con la cual pretendemos acercarnos a la realidad del ocio en las mujeres de tercera edad de tal manera que podamos obtener información acerca de sus hábitos, costumbres y preferencias. Desde la perspectiva del trabajo social, nos mueve incrementar el bienestar de la población. A través del conocimiento teórico la disciplina del trabajo social puede comprender mejor las necesidades que afecten a dicho colectivo, en este caso, el ocio. Puesto que la función del trabajador social es intervenir para el beneficio de la población uno de los objetivos principales del trabajador social es promover la iniciativa social para un mayor disfrute y satisfacción en la población femenina de la tercera edad. Para establecer los objetivos de nuestro estudio diremos que nuestra principal preocupación sobre cómo es el ocio en las mujeres mayores consiste en comprender si el ocio es una pieza determinante en el bienestar de las mujeres mayores. Para conocer preguntaremos si el ocio mejora su calidad de vida y en su caso a la salud general. Partiendo del principio de que todo está mediatizado por la cultura, queremos descubrir si el ocio en las mujeres varía según indicadores sociales, políticos, económicos y culturales, por lo que pretendemos comprender si el nivel de estudios, la edad y la educación recibida influye en el tipo de ocio que realizan. Atendiendo a esto queremos conocer si las mujeres realizan más ocio pasivo o activo, también el grado de atención que dedican al ocio frente a las tareas domésticas y cargas familiares, y el valor que otorgan a las relaciones humanas en la realización del ocio. Donde y cuando Mes de Mayo, barrio de Alborgí (Paterna) Una vez detectado el objeto de estudio, elaboraremos un marco teórico o encuadre con el fin de orientar nuestra investigación basándonos en las diversas perspectivas teóricas de las cuales obtendremos las hipótesis. Las personas mayores se encuentran en una nueva etapa de su vida en la que deben afrontar numerosos cambios que son consecuencia del proceso de resocialización que experimentan. Deben asumir las características, actitudes y comportamientos que conllevan este nuevo período y que nunca antes habían asumido. La población española está experimentando un envejecimiento debido a una disminución de la mortalidad (mejor alimentación, más recursos, avances médicos) y de la natalidad, y a un aumento de la esperanza de vida. El paso a la tercera edad no se realiza a una edad concreta ni de una sola vez, sino que existe un proceso que desemboca en un estado que normalmente se define por características asociadas a incapacidad, pasividad e independencia. Es importante tener en cuenta esto último para poder comprender la actitud de las personas 1

ante este periodo de transición. A lo largo de la historia, según ha ido evolucionando la sociedad, también ha ido evolucionando la forma de entender esta etapa de la vida. Actualmente son las instituciones y la sociedad las que establecen a partir de qué edad una persona es considerada mayor (jubilación) y como desde antaño, se les asigna unos roles sociales que especifican claramente los comportamientos y actitudes propios de los "viejos". Aunque la existencia de estereotipos y roles sociales puedan dejarlo entrever, la vejez no es un fenómeno homogéneo y no podemos esperar de ellos conductas homogéneas. Hay una serie de variables que influyen como el nivel económico y cultural, los hábitos de ocio, la personalidad, las relaciones afectivas, los vínculos familiares, el tipo de trabajo desarrollado, la conciencia, las enfermedades padecidas,... El término calidad de vida incluye, para la mayoría de los investigadores, todos los aspectos de la vida humana, supone cualquier cosa que uno se pueda imaginar y que le pueda interesar. La calidad de vida se basa en percepciones y expectativas individuales. Esto implica que este concepto no es algo estático, sino dependiente del tiempo y que sufre cambios y refleja las experiencias de la vida. Los enfoques filosóficos en el estudio del ocio en las mujeres (mujer y ocio 2002). La filosofía es el principio que subyace en las investigaciones científicas. Orienta la selección de preguntas de investigación y configura la interpretación de los datos. Generalmente, las perspectivas feministas comparten la premisa de que las mujeres se encuentran en desventaja, infravaloradas y oprimidas por los poderes hegemónicos de la sociedad. Sin embargo, ninguna perspectiva refleja los diversos principios filosóficos, políticos o pragmáticos de todas las feministas. Los estudios feministas no son sólo un grupo de métodos o planteamientos sino una praxis para hacer visibles las vidas de las mujeres y crear un cambio social que beneficie a las mujeres y a otros grupos oprimidos. Los enfoques feministas han originado varias formas de interpretar los datos y han mostrado el camino para ampliar la comprensión sobre las mujeres y el ocio. El ocio de las mujeres no puede evitar estar influidos por las directrices políticas de una determinada cultura. Las dos perspectivas predominantes utilizadas en los estudios de mujeres y ocio provienen de la sociología (fundamentalmente macro−sociología) y de la psicología (fundamentalmente psicología social). Los principios sociológicos vinculan el ocio a la cultura y a las organizaciones sociales, mientras que los investigadores que provienen de la psicología y de la psicología social vinculan el ocio y actitudes individuales. Los investigadores que utilizan la psicología social para estudiar el ocio en las mujeres se han centrado, tradicionalmente, en los factores que afectan a la experiencia del ocio. Y examinan, no la función social del ocio, sino las interacciones entre los individuos y sus mundos sociales. Estos estudios se han centrado en los individuos, pero también han intentado explicar sus comportamientos según las influencias sociales generales. En la perspectiva sociológica se plantea cómo puede modificarse la desigualdad social y económica de las mujeres, mediante el cambio en las instituciones sociales y de ocio. Es esencial la apertura hacia las aportaciones que las distintas disciplinas pueden realizar en el campo de los estudios de género y ocio de las mujeres. Aunque esta apertura puede verse cuestionada, sigue siendo vital para entender las vidas de las mujeres y para promover el cambio social. No existe ninguna técnica que determine cuál es la perspectiva más útil. En los últimos años han sido muy criticados las definiciones y significados que se atribuyen al concepto de ocio siempre como una experiencia positiva. La dimensión positiva del ocio supone unos sentimientos de felicidad, libertad y paz y la experiencia negativa sentimientos pasivos, egoísmo e irritabilidad. De este modo, 2

el ocio no era siempre y automáticamente una actividad pasiva. Hunter y Whitson (1992) señalan que el ocio es en realidad un sentimiento de disfrute que se produce en las relaciones que se establecen en ese tiempo, es decir, que se trata de con quién se practique la actividad, y no es la actividad propiamente dicha lo que hace que algo sea considerado como ocio. También descubrieron que gran parte de las mujeres habían tenido limitaciones que los hombres no experimentan. Incluso aquellas que estaban satisfechas con sus vidas, querían disponer de más tiempo para ellas y más oportunidades para desarrollar sus intereses. Shaw identificó tres planteamientos para analizar el ocio de las mujeres: el ocio como aspecto limitado, el ocio como elemento limitador y el ocio como resistencia. Sugiere que el ocio no solo es una fuerza limitadora y un espacio limitado de acción, sino que también puede convertirse en un tipo de resistencia, una lucha activa frente al poder institucionalizado. La óptica feminista aplicada al ocio ha contribuido a generar nuevas ideas sobre la necesidad de examinar los significados de la diversidad en los estudios de ocio. Del mismo modo que las feministas han sido críticas con el patriarcado por no reconocer la contribución de las mujeres, también pueden ser críticas respecto a como las mujeres que estudian a las mujeres, han ignorado el tema de su propia diversidad. La raza es una omisión obvia, así como las diferencias de clase. A pesar de que hay diferentes corrientes feministas y cada una de ellas plantea sus propias cuestiones, el propósito de la mayoría de los estudios feministas sobre el ocio no ha sido la negación de todos los estudios contemporáneos, sino mejorar la interpretación de los comportamientos de ocio y promover el cambio social. Para que una teoría sobre el ocio sea hoy en día de utilidad, no podemos perder de vista la realidad económica, social, política y física de las mujeres. Hasta hace unos pocos años, el término ocio tenía una acepción peyorativa; una persona ociosa era alguien holgazán. Históricamente solamente la clase dominante, pudiente, podía disfrutar de una vida relajada, distendida. Hace una treintena de años ni siquiera se reconocía el término en las enciclopedias. Mientras que el sexo biológico, femenino o masculino, se determina en el momento de nacer, los papeles asociados a cada uno de estos sexos contienen un gran número de expectativas culturales para el recién nacido. El género es un conjunto de relaciones socialmente construidas, destruidas y reconstruidas que se producen y reproducen a través de las acciones de las personas. El sexo biológico de los individuos conduce a toda una vida de relaciones y expectativas basadas en el género. Los estudios sobre ocio han comenzado a exponer los distintos significados de género relacionándolos con lo que las personas en su . Las investigaciones han empezado a abordar cómo puede el ocio ser un medio tanto para adecuarse a los roles tradicionales de género, como para combatirlos. Jackson y Henderson 1995 descubrieron que las diferencias entre hombres y mujeres podían resumirse en que las mujeres tenían más limitaciones para disfrutar de su ocio que los hombres. Las personas responsables del cuidado de los niños, generalmente más mujeres que hombres, estaban más limitadas en su ocio. La interpretación cultural de género y la función de los roles de género limitaba más que el propio sexo biológico. El ocio como tiempo, no ha sido un concepto tenido en cuenta por algunas mujeres, porque muchas de ellas no creen que se merezcan dedicar tiempo al ocio. La dimensión temporal del ocio, a menudo, se basa en la dualidad entre el trabajo remunerado y el ocio. La dicotomía entre el trabajo remunerado y el ocio no es tan clara en el caso de las mujeres porque gran parte de su trabajo se produce en la esfera del hogar. El tiempo puede ser un factor para entender el ocio en algunas mujeres, debido a que tienen una percepción de la realidad en la que el tiempo libre no existe. Por tanto, el concepto de tiempo tiene una capacidad de aplicación 3

limitada a no ser que se considere dentro de otros contextos de la vida de las mujeres. El ocio definido como actividad no ha demostrado ser completamente adecuado para entender el ocio en las mujeres. Las típicas listas de revisión que se han utilizado en los estudios de ocio no han captado los tipos de actividades que las mujeres consideran como ocio, por ejemplo visitar a algún amigo o darse un largo baño de burbujas. No hay ninguna actividad que pueda ser siempre considerada como ocio porque casi todo puede ser considerado como una obligación en determinadas circunstancias. El ocio de las mujeres es único en el sentido de que su tiempo y actividades se ven caracterizadas por una alta fragmentación, y que el ocio y el trabajo, a menudo, se producen simultáneamente. Dado que el hogar es también el lugar, probablemente el más importante, de trabajo, no debe sorprendernos que las actividades de ocio y de trabajo se vean interrelacionadas. Cuando definimos el ocio como actividad, los investigadores quizá fallen a la hora de descubrir las consideraciones de contexto. Las mujeres tienden más que los hombres a desempeñar más de una actividad simultáneamente. Esta idea se considera también como . Entre las personas que realizan un trabajo no remunerado ni reconocido socialmente, como por ejemplo trabajo en el ámbito reproductivo, este derecho al tiempo de ocio no está tan claro porque la actividad doméstica no registra posibilidad alguna de plantear una interrupción similar a la laboral, no registra excedencias de tiempo. El ocio ha conseguido situarse en la categoría de los derechos básicos de las personas y ello porque conlleva una serie de beneficios personales (físicos y mentales) y comunitarios. El ocio nos permite disfrutar de una parcela en la que poder seguir desarrollando nuestra personalidad, que nos hace más activas, aumenta nuestra energía personal, nuestra percepción y nuestra implicación comunitaria. Frente a la sociedad industrial que institucionalizó el ocio como descanso, como justificación y premio del trabajo, las sociedades tecnológicas y de consumo justifican el ocio como parcela autónoma y diferenciada. Sin embargo ocurre que esta experiencia/ este derecho que debía ser universal, no lo es tanto, ya que las personas que trabajan únicamente en el ámbito reproductivo −mayoritariamente mujeres− tienen que reivindicarlo constantemente debido a que la domesticidad implica asumir una pluralidad de demandas, incluyendo tanto las de índole cotidiana, como las excepcionales, mientras que las actividades expresivas o de ocio precisan de un excedente de tiempo. En nuestra cultura . Las mujeres están abocadas a ocupar la mayor parte de su tiempo en hacer posible el tiempo de las otras personas: criaturas, pareja, familiares dependientes... pues son responsables del ocio de sus familias. Su tiempo personal está dedicado a una serie de asunciones, obligaciones y deberes. El tiempo al que pueden acceder las mujeres para el ocio − que muchas veces no es tal porque como hemos expuesto antes, no tiene conciencia de tener un deseo personal− es, en muchos casos, el que queda libre entre sus obligaciones de atención a la unidad convivencial. Mujer y ocio. Nuevas redes de espacios y tiempos. María Luisa Setién y Arantza López Marugán (editoras) Hipótesis, las cuales a posteriori serán contrastadas son las siguientes: • DESCRIPTIVAS: • Las mujeres dedican más tiempo al trabajo reproductivo (tareas domésticas y cuidado de personas dependientes) que al ocio. • El ocio pasivo es el más frecuente entre las mujeres mayores. • El ocio mejora la calidad de vida (salud física y mental). • Las mujeres valoran más relacionarse en las actividades de ocio. 4

• CAUSALES: • La edad influye en el interés que ponen las mujeres mayores en actividades culturales, como pueden ser, en los servicios comunitarios, voluntariado, cursar estudios Universitarios • El nivel de estudios determina la actividad de ocio. • Haber padecido acontecimientos vitales traumáticos influye en el tipo de ocio que se prefiere (a la hora de realizar actividades de forma individual o grupal). • La edad influye en el tipo de ocio (el ocio de las mujeres está influido por las directrices políticas de una determinada cultura, ya que el cuestionario va dirigido a mujeres que han crecido en la época del franquismo). 2ª FASE: DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN. En esta fase incluiremos todas las determinaciones o resoluciones sobre la recogida, el procedimiento y el análisis de los datos, es decir el cómo vamos a obtener nuestros datos. De tal forma esta fase estará comprendida en la definición de conceptos, el diseño y selección del instrumento metodológico, y por la determinación de las unidades de análisis junto con el error muestral. Así pues, en primer lugar estableceremos LA DEFINICIÓN DE CONCEPTOS y el por qué de nuestro interés en aplicarlos a la investigación; Mujeres en la tercera edad: mujeres a partir de 65 años Trauma: Choque o sentimiento emocional que deja una impresión duradera en la subconsciencia. Le causa daño mental o emocional. Nos proponemos conocer si haber padecido un acontecimiento vital traumático influye a la hora de realizar actividades individuales o grupales. Calidad de vida: estado de bienestar físico, social, emocional, espiritual, intelectual y ocupacional que le permite al individuo satisfacer apropiadamente sus necesidades individuales y colectivas. Nos interesa conocer si realizar ocio mejora la calidad de vida. Vamos a preguntar el grado de malestar físico y psíquico. Y en caso de su existencia si la realización de ocio contribuye a su mejora. Trabajo reproductivo: tareas domésticas y cargas familiares. −Tareas domésticas: labores o actividades que se realizan para el mantenimiento del hogar, casa o vivienda. −Cargas familiares: custodia y cuidado de una persona. Tener en situación de dependencia a un miembro de la familia que precisa atención y cuidado. Nos interesa medir el tiempo que dedican al trabajo reproductivo e cuanto suponemos que una mayor dedicación a éste condiciona un menor tiempo para el disfrute del ocio. Nivel de estudios: Grado de superación de las distintas fases de las que se compone el sistema educativo formal en nuestra sociedad. Sin estudios, primarios, secundarios y superiores. Presuponemos que las mujeres mayores con estudios proceden de la clase media, media−alta, por lo que realizarán actividades de ocio más caras. 5

Ocio: Ocupación placentera y libremente elegida que se sitúa fuera de la esfera de trabajo habitual. −Ocio activo: viajar, hacer turismo; fotografía, trabajos manuales, aficiones artísticas; ir de tiendas. −Ocio pasivo: ver televisión y/o vídeo; escribir; escuchar la radio; leer libros, periódicos, revistas; manejar el ordenador; sin hacer nada en particular. Queremos descubrir por cual de los dos tipos de ocio se decantan. Respecto al ocio pasivo preguntaremos por: leer, ver la televisión, escuchar música, realizar ganchillo y punto de cruz. Respecto al ocio activo: dar paseos por el parque, y participar en actividades culturales tales como excursiones y voluntariado. En segundo lugar, determinamos cual va a ser la técnica más adecuada para nuestra investigación, EN EL DISEÑO Y SELECCIÓN DEL INSTRUMENTO METODOLÓGICO, de tal forma que para nuestra investigación utilizaremos la encuesta, la cual nos permite obtener una medición cuantitativa del ocio en las mujeres de la tercera edad. CUESTIONARIO Somos un grupo de estudiantes de 1º de Trabajo Social, de la Facultad de Ciencias Sociales, y pretendemos que realicen el cuestionario de forma individual, solo deben marcar una respuesta, con el objetivo de conseguir su opinión personal, acerca del ocio en la Tercera Edad. Queremos hacerle constar que el cuestionario es completamente confidencial y anónimo, ya que no deben poner sus datos personales, ni firmar. Les agradecemos su participación. 1.¿ Cuánto tiempo dedica usted diariamente a las tareas domésticas y/o cargas familiares? a) Menos de 1 h b) De 1 a 3 h c) De 3 a 6 h d) Más de 6 h 2.¿ Cuánto tiempo dedica diariamente usted al ocio? a) Menos de 1 h b) De 1 a 3 h c) De 3 a 6 h d) Más de 6 h 3.¿ Qué hace usted en su tiempo de ocio? Marque solo 1 respuesta. a) Leer b) Ver la televisión c) Escuchar música d) Participar en actividades culturales, (como pueden ser: voluntariado, excursiones, cine, teatro, conferencias...) e) Ganchillo, punto de cruz... f) Ir a la Universidad g) Dar paseos por el parque 4.¿ Padece usted algún tipo de patología, malestar físico o psíquico? 6

a) Si b) No

4.1. En caso de ser afirmativa la pregunta anterior. Si realiza actividades de ocio, ¿contribuyen a su mejora de salud general? a) Si b) No 5.¿ Cómo prefiere realizar las actividades de ocio? a) En grupo b) Individual 6. Actualmente, ¿Participa usted en actividades culturales, servicios comunitarios, voluntariado, cursa estudios universitarios...? a) Si b) No 7.¿ Qué realiza usted con más frecuencia? a) Ir al teatro o al cine, mensualmente b) Ir a pasear al parque, diariamente c) Ir semanalmente de compras d) Ir semanalmente a la peluquería 8. ¿ Ha pasado usted por algún suceso vital traumático, que le haya afectado? a) Si b) No 9. ¿Usted considera como ocio la costura? a) Si b) No 10. ¿ Qué nivel de estudios posee? a) Sin estudios b) Primarios c) Secundarios d) Superiores 11. ¿Qué edad tiene? a) 65−70 años b) Entre 70 y 80 años c) Más de 80 años En el tercer apartado indicamos la DETerminación de las unidades DE ANÁLISIS junto con el error muestral de nuestra investigación. N de análisis: Población de mujeres mayores de 65 años residentes en el barrio alborgí del municipio de Paterna, que hacen un total de 3580 habitantes. Tamaño de la n: se han realizado 30 entrevistas a través del cuestionario.

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Error muestral: El margen de error para el total de la muestra es de + 18.2 % para un margen de confianza de 95.5% y bajo el supuesto de máxima indeterminación (p=q= 50%). El cálculo para hallar el error muestral se ha llevado a cabo de la siguiente manera: Para que el error muestral fuere el más alto admisible a el + 5%, el tamaño de la n debería ser de 359 para nuestro N de 3580. Del mismo modo, se ha calculado de esta manera: 4. INDICADORES DEL TIPO DE ANÁLISIS Hemos realizado una investigación manual En el último apartado exponemos los INDICADORES DEL TIPO DE INVESTIGACIÓN Investigación destinada a conocer el ocio de las mujeres de la tercera edad a partir de 65 años y más, en el municipio de paterna, con una población de mujeres mayores de 3580 habitantes, realizada en Mayo del 2007 mediante la utilización de la encuesta. Finalidad: básica. Pretendemos conocer la situación del ocio de la mujer mayor. Temporalidad: seccional: el objeto de nuestro estudio es la de conocer la situación actual (cómo es ahora). Profundidad: Descriptiva; ya que pretendemos caracterizar el ocio en las mujeres. Amplitud: Micro−social, puesto que, el N de nuestra investigación es de 3580. Fuente: primaria, los datos han sido recabados por nosotras. Ambiente: campo; el trabajo no ha sido realizado en un laboratorio. Carácter: cuantitativa; pretendemos medir, cuantificar mediante la encuesta el ocio en las mujer de la tercera edad. 3 ª FASE: RECOLECCIÓN DE DATOS En esta etapa se aplica el instrumento de observación, la encuesta en este caso. Nuestra función como investigadores consiste en garantizar una actitud favorable en los encuestados y recoger correctamente cumplimentados los cuestionarios. Estos se obtienen en el trabajo de campo, a través de las 30 encuestas que han sido repartidas por el barrio alborgí de paterna. 4ª FASE: ANÁLISIS DE LOS DATOS Una vez recogidos los datos, se pasa al análisis que consiste por un lado en resumir la información a través de la codificación de los datos con la ayuda de la sábana de datos (la cual aparece en el ANEXO). Y una vez elaborada la sábana de datos se construyen las tablas y por consiguiente estableceremos los porcentajes que nos permitirán rechazar o aceptar nuestras hipótesis. Hipótesis 1: Las mujeres dedican más tiempo al trabajo reproductivo que al ocio.

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Tabla 2. (simple). Tiempo que dedican al ocio diarimente. Población; mujeres de la tercera edad, en el municipio de Paterna 2007. TIEMPO Nª A % Menos de 1 h 7 23.3 De 1 a 3 h 18 60 De 3 a 6 h 5 16.7 Más de 6 h 0 0 Total 30 100 Hipótesis confirmada: atendiendo a la tabla número 1, observamos que la mitad de las mujeres encuestadas dedican de 3 a 6 horas al ocio, frente al 16.7% que lo dedican al ocio. Hipótesis 2: El ocio pasivo es el más frecuente entre las mujeres mayores. Tabla 3 (simple). Tipo de ocio que se emplea en el tiempo libre. Población; mujeres de la tercera edad, en el municipio de Paterna 2007. TIPO DE OCIO Nº A % Leer, ver televisión, hacer ganchillo 22 73,33 Participar en actividades culturales, 26,7 ir a la universidad, dar paseos por el 8 parque Total 30 100 Hipótesis confirmada: tres cuartas partes de las entrevistadas realizan ocio pasivo, en cambio la parte restante de las entrevistadas, prefieren participar en actividades culturales, ir a la universidad. Con lo cual, vemos que el ocio pasivo es el más frecuente entre el colectivo de mujeres mayores. Hipótesis 3: El ocio mejora la calidad de vida. Tabla 4 (simple). Padecimiento de algún tipo de patología, malestar físico o psíquico. Población; mujeres de la tercera edad, en el municipio de Paterna 2007 PADECER PATOLOGÍA, MALESTAR Nº A % FÍSICO O PSÍQUICO SI 24 80 NO 6 20 Total 30 100 Tabla 4.1 (simple). En el caso de ser afirmativa la pregunta anterior, el ocio contribuye a la mejoría de la salud en general. Población; mujeres de la tercera edad, en el municipio de Paterna 2007. EL OCIO CONTRIBUYE A LA MEJORA DE LA SALUD Nª A % SI 18 75 NO 6 25 Total 24 100 Hipótesis confirmada: el 80 % de las entrevistadas padece alguna patología, malestar físico o psíquico, de ese porcentaje, el 75 % ha contestado de forma afirmativa en la sub−pregunta 4.1., en la cual se pregunta si el ocio contribuye a la mejora de la salud general. Por el contrario, el 20 % de dicha pregunta, no cree que mejore la calidad de vida, por lo cual, según este resultado, podemos afirmar que el ocio contribuye a la 9

mejoría de la salud. Hipótesis 4: Las mujeres valoran más relacionarse en las actividades de ocio. Tabla 5 ; (simple). Preferencia a la hora de realizar las actividades de ocio. Población; mujeres de la tercera edad, en el municipio de Paterna 2007. FORMAS DE REALIZAR EL Nº 1 % OCIO En grupo 10 33,33 Individual 20 66,66 Total 30 100 Hipótesis rechazada: el 33,33 % de la población de mujeres de la tercera edad optan por actividades en grupo, y el resto de mujeres se declinan por actividades individuales. Hipótesis 5: La edad influye en el interés que ponen las mujeres mayores en actividades culturales, como pueden ser, en los servicios comunitarios, voluntariado, cursar estudios Universitarios Tabla 6 (cruzada). Participación en actividades culturales, servicios comunitarios, voluntariado, cursar estudios universitarios... según la edad. Población; mujeres de la tercera edad, en el municipio de Paterna 2007. EDAD PARTICIPAR EN ACTIVIDADES CULTURALES, EN 65−70 70−80 Más de 80 SERVICIOS COMUNITARIOS.... Si 2 (12.5) 0 0 No 14 (87.5) 14 (100) 0 Total 16 (100) 14 (100) 0 d= 87, 5−0= 87.5 Hipótesis aceptada con rotundidad, con una asociación baja: Atendiendo al resultado del epsilon vemos que la asociación es insignificante, debido a la falta de representatividad en cuanto a las mujeres de más de 80 años. Se observa que la gran mayoría de mujeres entre 65−75 años, y todas las mujeres de la franja de edad 70−80 no participan en actividades culturales, servicios comunitarios Hipótesis 6: El nivel de estudios determina la actividad de ocio. Tabla 7 (cruzada). La frecuencia de realizar ocio según con los estudios que se posee. Población; mujeres de la tercera edad, en el municipio de Paterna 2007. ESTUDIOS ACTIVIDAD DE OCIO Ir al teatro o ir al cine, mensualmente Ir a pasear al parque,

0

Sin estudios

Primarios

Secundarios

0

0

0 1 (50)

Superiores

10

diariamente Ir semanalmente de compras Ir semanalmente a la peluquería Total

16 (66.7)

1 (25)

0

8 (33.3)

3 (75)

0

1 (50)

0 24 (100)

0 4(100)

0 0

0 2(100)

d= 66.7−50=16.7 Hipótesis rechazada, por lo que la asociación es insignificante. Se puede observar que tanto las mujeres de estudios primario, sin estudios y superiores tienen una importante preferencia por una actividad que no conlleva gasto económico. Hipótesis 7: Haber padecido acontecimientos vitales traumáticos influye, en el tipo de ocio que se prefiere a la hora de hacer actividades de forma individual o grupal. Tabla 8. (cruzada) Realizar ocio de forma individual o grupal según haber padecido o no algún tipo de acontecimiento vital traumático. Población; mujeres de la tercera edad, en el municipio de Paterna 2007. PADECER ACONTECIMIENTO VITAL FORMAS DE TRAUMÁTIVO REALIZAR EL OCIO Si No En grupo 7 (43.7) 3 (21.4) Individual 9 (56.3) 11(78.6) Total 16(100) 14 (100) d= 78.6−43.7=34.9 Hipótesis aceptada con reservas ya que su asociación es baja. Tanto las mujeres que han padecido acontecimientos vitales traumáticos como las que no prefieren realizar actividades individuales. Hipótesis 8: la edad influye en el tipo de ocio (el ocio de las mujeres está influido por las directrices políticas de una determinada cultura, ya que el cuestionario va dirigido a mujeres que han crecido en la época del franquismo). Tabla 9 (cruzada) Considerar si o no la costura como una actividad de ocio según la edad. Población; mujeres de la tercera edad, en el municipio de Paterna 2007. LA COSTURA EDAD COMO OCIO. 65−70 70−80 Si 15 (93.8) 12 (85.7) 0 No 1 (6.2) 2 (14.3) 0 Total 16(100) 14(100) 0

Más de 80

d=93,8−0= 93.8 Hipótesis aceptada con rotundidad, pero con una asociación baja. Observamos que la gran mayoría de mujeres de 70−80 el 85.7% consideran la costura como ocio. 5ª FASE: CONCLUSIONES TEÓRICAS 11

Terminamos este informe con unas conclusiones que estarán elaboradas a partir de un balance general, destacando aquellas hipótesis que han sido confirmadas, en responder la pregunta inicial y por último de presentar posibles propuestas de intervención. Destacamos que las mujeres dedican más tiempo al trabajo reproductivo que al ocio. Como se puede observar las mujeres dedican en su mayoría de 3 a 6 horas a realizar tareas domésticas, sin embargo la inmensa mayoría de ellas no dedican ese tiempo al ocio. Por otro lado, el ocio pasivo es el más frecuente entre las mujeres mayores. Atendiendo a que el 73,33 han mostrado su preferencia por este tipo de ocio. El ocio mejora la calidad de vida , ha sido confirmado puesto que del 80% de mujeres que han padecido algún tipo de malestar, el 75% considera que el ocio le ha sido de ayuda. La influencia de la edad en el interés que ponen las mujeres mayores en actividades culturales y en el tipo de ocio también han sido confirmadas con rotundidad. El padecimiento de acontecimientos vitales traumáticos influye a la hora de realizar tareas individuales o grupales. Hemos podido constatar que éstas las prefieren individuales al igual que las mujeres que no han padecido acontecimientos vitales traumáticos. Entre las hipótesis rechazadas, las mujeres valoran más relacionarse en las actividades de ocio. Éstas prefieren actividades individuales, lo que concuerda con la preferencia de realizar actividades pasivas como ver la televisión. El nivel de estudios determina la actividad de ocio. Las mujeres en todos los niveles socio−económicos prefieren realizar actividades que no conlleva gasto de dinero. La pregunta inicial la cual representa la primera pieza para realizar nuestro estudio apunta ¿CÓMO ES EL OCIO EN LAS MUJERES MAYORES? En las mujeres mayores el ocio es de vital importancia en cuanto constituye un indicador de su calidad de vida, una posibilidad de mejora del bienestar. Con lo cual la satisfacción en las actividades de ocio implica que las mujeres mayores encuentren un modo de autorrealización. Esto ha sido totalmente confirmado. Hemos querido conocer si haber padecido acontecimientos vitales traumáticos influye a la hora de realizar actividades de forma individual o grupal, en la que hemos podido constatar que prefieren realizar actividades individuales. Así también nos ha interesado conocer si lo que realmente valoran en las actividades de ocio es relacionarse, lo cual ha sido rechazado. Las mujeres mayores crecieron con políticas conservadoras en las que se las educaba para quedarse en casa. Por lo que las mujeres mayores preferirán realizar actividades pasivas. Atendiendo al resultado de nuestro estudio, hemos podido verificar que las mujeres prefieren realizar actividades en casa. A la hora de realizar el ocio, establecimos las hipótesis de que la edad y el nivel de estudios influyen en el tipo de ocio que se realiza. Respecto a la edad hemos querido determinar si la mayor o menor edad influye en el tipo de ocio que se realiza, predominante este según la socialización recibida para el desempeño del rol de ama de casa. También si la edad influye en el la realización o no de actividades culturales. Respecto a lo primera hemos constatado su preferencia por la costura. En la influencia de la edad en la realización de actividades culturales establecemos que las mujeres mayores de menor edad participarán más que las de más edad. Esta hipótesis ha sido aceptada.

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En cuanto al nivel de estudios lo hemos utilizado como un indicador de clase social, en tanto que suponemos que las mujeres de clase social alta pudieron sacar el graduado escolar y estudiar una carrera, hecho que debido a las condiciones políticas, culturales, sociales y económicas de la España en la que crecieron no fue posible para la mayoría de las mujeres de clase baja acceder a la educación. Según la información recabada esta hipótesis ha sido rechazada. Las mujeres que se encuentran ahora en la tercera edad fueron socializadas para el papel de esposas y madres. Recibieron una educación sexista en las que se las educaba subliminalmente para el sacrificio por los demás, por lo que suponemos que priorizarán las tareas domésticas antes que el ocio. Esta hipótesis ha sido confirmada. Y por último pretendemos presentar posibles propuestas de intervención, por lo tanto diremos que el ocio es considerado un determinante importante de la calidad de vida de las personas mayores, por lo que un mayor conocimiento teórico de sus preferencias, hábitos y dificultades en cuanto el ocio debe servir para el desarrollo de propuestas de intervención para el desarrollo del ocio y por tanto del bienestar del mayor. Debido a la situación de soledad y marginación que padecen un importante número de mujeres mayores, el conocimiento del mayor número de actividades individuales por parte de éstas muestra la necesidad de fomentar en las mujeres mayores las relaciones fuera del ámbito laboral y las actividades grupales. Hemos constatado su preferencia por actividades pasivas como coser y ver la televisión, sin embargo el fomento de actividades en el medio social arriba ya mencionado contribuirá a la mejora de su bienestar físico y afectivo. Desde el trabajo social se deben fomentar actividades y programas que fomenten la inserción de las mujeres mayores como parte activa en la sociedad.

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