MUNDO UN LIBRO VIAJERO

MUNDO … “UN LIBRO VIAJERO” … soy un libro pequeño, pero cuento una historia grande, me llamo MUNDO, aunque en mi portada pone “LA HISTORIA DEL MUNDO C

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MUNDO … “UN LIBRO VIAJERO” … soy un libro pequeño, pero cuento una historia grande, me llamo MUNDO, aunque en mi portada pone “LA HISTORIA DEL MUNDO CONTADA EN 20 RELATOS”, no soy muy atractivo pero si me lees cuento cosas interesantes…aunque la realidad es que pocas veces he sido escogido para leer…mmm siempre me he preguntado, si seria por mi contenido o simplemente por mi tapa dura, poco atractiva de un color gris que más bien me hace casi invisible ante los ojos humanos, bueno lo que si se…¡es que no quiero volver a ese lugar! , arrrr se me mueven las letras solo de pensarlo. La historia que voy a contar no están escritas en mis páginas, es mi propia vivencia como libro viajero, gracias a una joven estudiante de pedagogía, que por sus inquietudes aventureras pudimos vivir juntos una gran experiencia que marco mis líneas para siempre. Un día cambio mi suerte, cuando ya había perdido la esperanza de salir de aquella estantería en una biblioteca de colegio mayor, llegaron

Lucía e

Isabel dos chicas que visitaban la biblioteca muy a menudo; Aunque siempre que se acercaban por allí yo no era nunca el elegido, aun no había llegado mí momento, pero un día, ¡el gran día! … ¡cambio mi suerte!, Lucía por fin puso sus blancas manos en mi estantería buscando algo que leer, ¡Esta era la oportunidad que estaba esperando!, me puse histérico, moví mis hojas, grite pidiendo ¡elígeme a mí por favor ¡ ¡elígeme a mí Lucía! –aunque esto no servía de nada a los ojos de los humanos yo seguía allí quieto… de pronto, vi la mano de Lucia delicada llena de vida acercándose a mí para cogerme, y ¡eureka! sacudió el polvo de mis hojas haciéndome cosquillas jijijiji, miro mi contenido, ¡no me podía creer!…¡ por fin había dejado ese horrendo lugar! Y estaba en manos de una preciosa chica de 25 años. Para mi mayor sorpresa Lucia emprendía un viaje a Sudamérica para realizar trabajos de voluntariado como profesora en un pueblo alejado de la modernidad, fue como un sueño hecho realidad, durante tooodo el viaje fuimos compañeros Lucia pudo leerme y me tuvo durante el largo viajes en sus manos.     

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Al llegar a aquel lugar descubrí que el sitio elegido por Lucia era una escuela rodeada de montañas llenas de misterio , los rayos de sol daban a la nieve de la cumbres montañosas un blanco brillo lleno de vida, animales alrededor comiendo el fruto de la propia naturaleza, un huerto con patatas y cebollas muy bien cuidados por los propios profesores y alumnos de la escuela, y en medio de toda aquella naturaleza tenían un campo de futbol aunque como portería solo tenían un par de piedras señalando el lugar. La escuela pertenecía a un pequeño pueblo llamado Pucara y en el mismo edificio donde se impartía conocimientos habitaban cuatro familias, era una construcción de tierra y piedra rustica como el paisaje, constaba de cinco habitaciones, una de las cuales servían como cocina y almacén al mismo tiempo, dos como vivienda del profesorado y tres dedicadas a las aulas. Tenían las

paredes pintadas de un color verde que hacían juego con

aquella naturaleza casi hostil en medio de una montaña andina, Con dos aulas y unos 50 niños de muchas edades era una verdadera lección de solidaridad y fuerza. Allí conocí a muchos niños interesados en la lectura, hambrientos por la historia del mundo, porque lo único que no tenían y la naturaleza no podía proveer eran los libros, no había una biblioteca, el único medio de comunicación que los mantenía con el mundo era una radio con pilas que habían comprado los padres para los niños, unos niños que no siempre vivían en el pueblo, algunos cada día realizaban un viaje de una o dos horas andando para llegar a una escuela que impartía no solo sabiduría sino que allí era el único lugar donde podían volver a ser niños de su edad. Lucía cada día leía un poco de mi contenido a los niños de su clase…había descubierto que las 20 historias de mi contenido eran muy entretenidas para los niños de la escuela de Pucara. Unos querían cogerme, otros me miraban, ¡no había sentido tantas cosquillas en mi tapa dura!... Pase por muchas manos pequeñas y grandes llenas de ternura y ganas de aprender, ojos que me leían y volvían a leer con hambre de sabiduría, ojos ansiosos de saber un poco de historia del mundo que les rodea, era la mejor experiencia para un libro

    

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pequeño, que hasta hace poco, había estado lleno de polvo abandonado sobre una estantería en la biblioteca de un colegio mayor. A su regreso, Lucía y sus amigas decidieron unirse a un club de amantes del libro llamado Booktraveler, un grupo de lectura que no conoce límites geográficos, consistía en dejar libros en diferentes lugares para que otros leyeran su mensaje y así unirse a una sola causa, recoger libros usados para crear bibliotecas en lugares donde la tecnología aun no ha podido llegar, Lucía puso una nota en mi hojas y me dejo en el aeropuerto. Nunca pensé separarme de mi salvadora. Lucía me había dejado, por primera vez, sentía la soledad entre mis paginas, estaba muerto de miedo, mis letras se movían sin parar, estaba a punto de gritar...cuando de repente unas manos me cogieron y fui a parar a un bolso lleno de papeles y lápices. Hasta entonces no me había dado cuenta que la oscuridad de estar encerrado me provocaba pánico, ¡socorro!, ¡socorro! ¡No quiero estar aquí! ¡tengo miedo!Lucía ayúdame por favor!!, pero no encontraba respuesta a mi llamada, más bien eran suplicas, estaba muerto de miedo. Pasaron muchas horas antes de que una vocecilla suave y cariñosa me dijo - “no pasa nada… estamos en un avión viajando hacia Italia”- aunque había poca luz, pude ver que era un libro con un mapa en su portada-“tranquilo en Italia no te perderás” –me dijo – “soy un libro guía, puedo llevaros a lugares llenos de historia como las que cuentas tú”- “en mis hojas tengo todas las rutas y mapas para hacer turismo “-dijo muy segura –“hola me llamo GUIA, y tu, pequeño libro gris ¿cómo te llamas?”...aun temblando de miedo conteste MUUUNDO…no podía articular palabra alguna estaba aterrado –“hola MUNDO, tranquilo seremos compañeros de viaje”añadió - “y tranquilo yo seré tu guía en este lugar”-…su voz y esa seguridad había logrado calmarme. Más tranquilo descubrí que mi compañera de viaje no paraba de hablar, era como un audio libro que nunca se apagaba; Al llegar a Italia recorrimos lugares increíbles, visitamos monumentos arqueológicos que desbordaban cultura por los cuatro lados, rutas y caminos durante todo el día a veces sin parar, ¡pero fue fantástico!, GUÍA realizaba un estupendo trabajo durante el día, durante la noche yo era el compañero ideal para descansar, aunque más bien ayudaba a dormir jijiji…GUÍA me advirtió que pronto nos separaríamos, que en mi portada alguien había escrito que yo era     

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un libro viajero, llevaba un mensaje importante para recoger libros usados o nuevos destinados a la creación de una biblioteca, en la escuela de aquellas lejanas montañas donde empezó mi aventura, fue entonces cuando recordé que Lucia había escrito esa nota en el aeropuerto antes de dejarme. La nota decía: “” Soy un libro viajero. Vengo de un pueblo pequeño llamado Pucara, con una escuela que necesita una biblioteca y 50 niños ansiosos de aprender y leer, mi misión es llevar este mensaje al mundo… ¡léeme y libérame! ” Llevaba escrito una dirección de correo donde poder hacer las donaciones de libros y el nombre de booktraveler como referencia. Así emprendí un nuevo viaje esta vez en barco, iba acompañando a una adolecente que la mitad del viaje estaba en el baño mareada con el movimiento de la nave, a decir verdad yo también sentía mareos, mis letras bailaban de un lugar a otro, viajar en barco desde luego no estaba siendo tan placentero. Por suerte el viaje duro poco y fui a parar a un banco en medio de una plaza de Barcelona en España. Llena de flores con un verde primaveral, estatuas tan grandes que parecían gigantes a punto de comerme, paseantes con perros babosos y peludos que acercaban sus hocicos para olerme, pero ningún humano quería un libro con tapas grises para entretenerse, estaba otra vez solo, en un lugar desconocido. Me entró pánico, tenía una misión pero yo no era lo suficientemente valiente para llevarlo a cabo, y al mismo tiempo no quería acabar en una papelera como un pedazo de papel inservible. A media tarde, después de muchas horas al sol , muerto de asco por mi suerte , un hombre se acerco al banco. Supongo que para descansar y tomar un poco el sol, tenía en la mano un aparato más grande que yo con letras y sin hojas y además daba la hora, tenía en su portada los títulos de libros que yo conocía, entonces sí que me entro pánico ¡socorro! empecé a gritar ¡es un monstruo! ¡Se ha comido a mis hermanos!, hayyy voy a ser devorado, me comerá a mí ¡Socorro!.... Cerré mi tapa con fuerza, no quería ver sus largos dientes cuando me comiera. Resignado y muerto de miedo espere mi final; fue ahí cuando sentí unas manos humanas que me cogían para leerme… ¡uf!... me había librado por pelos del come libros, nunca había estado tan cerca     

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de mi destrucción, muerto de miedo escuche una voz, - “no me tengas miedo”- me dijo -“no te haré daño,… soy un libro como tú” - decía una voz ronca casi estridente, la voz salía del come libros, era esa cosa la que me estaba hablando - pe pe pe..ro si no tienes hojas-dije, - ¿y tú te comes libros? –Pregunte con miedo- “¡noo!” –dijo - “No tengas miedo soy un libro como tú, pero electrónico”- “vivo gracias a la electricidad y tengo un programa para almacenar muchos libros a la vez”-añadió orgulloso a su vez,- ¿y cómo es eso? yo solo cuento una historia y soy más gordo que tú,-”somos una nueva generación de libros que hemos empezado a llevar más información ocupando el menor espacio posible”-dijo el libro -mmmm más tranquilo y asombrado por mi descubrimiento le conté al libro electrónico mi misión por el mundo y lo que había visto con Lucía y Guía. Asombrado vi su tristeza y me dijo-“ ser un libro viajero como tú es mi mayor sueño, yo no puedo ser un libro libre tengo una batería que necesita unos cuidados y un ordenador que me alimenta, con los libros que he de tener en mi interior”- “tienes mucha suerte de conocer el mundo”. Al parecer mi condición de libro de historia me había mantenido alejado de los avances tecnológicos del mundo,…¿ programa para almacenar?, ¿ordenador?,¿ batería?, todo me sonaban extraño… pero no importaba había hecho un nuevo amigo… un poco raro, pero de buen corazón. Al llegar a la casa de mi nuevo lector fui a parar a muchas manos, oía muchas lenguas distintas, no es que supiera idiomas es que todas me sonaban diferentes y ¡no entendía nada! Lo que si entendí es el nombre de Lucía, libro viajero, escuela, Pucara, cuando de repente el libro electrónico dijo- “eres un libro con suerte tus lectores han recogido el mensaje que llevas en la portada para organizar una recogida de libros y mandar a la escuela de Sudamérica, contactaran con Lucía para que llegue a su destino”, fue entonces cuando le conté la historia de aquellos pequeños niños en medio de la nada que trabajaban y estudiaban a la vez para tener una oportunidad en este mundo tan moderno, que por las noche a la luz de las velas y después de un duro trabajo aun les quedaba fuerzas para leer un libro o realizar las tareas del colegio, aun recuerdo cuando Jorge un niño de 8 años se intereso por mi lectura sentí sus manos ásperas y callosas pasar por mis páginas y no podía

    

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creer que fueran las manos de un niño pequeño, recuerdo a aquellos ojos hambrientos de conocimiento deseosos de sabiduría, pero al mismo tiempo vacios por que no tenían los instrumentos necesarios para aprender, faltaba una biblioteca donde buscar información, y tampoco tienen electricidad.-“pues entonces allí yo solo soy un montón de chatarra”- dijo el libro electrónico tristemente -los libros como tú –dije, están bien en ciudades grandes y modernas que caminan rápidas con la tecnología, alimentas las necesidades rápidas de la vida moderna, los libros de hojas somos grandes instrumentos en las escuelas de las montañas como las de Pucara o el mundo, no queremos quedarnos en una estantería o almacén muertos de aburrimiento y tristeza porque nadie nos coge para leer. Pasaron días y mi rumbo era un destino diferente, un lector diferente, mi aventura no tenía fin…

Mensaje de MUNDO: “Los libros somos un instrumento para compartir historias del pasado, presente o futuro…somos LIBROS… pequeños, medianos o grandes… ¡no importa! Tenemos la misma fuerza para compartir nuestro contenido...y ayudarte a crecer…”

    

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