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Naturaleza en Turquía Para entender la grandeza de esta tierra es necesario también conocer su rica vida salvaje, su extensa zona costera y sus inmensos parques naturales.
Vida Salvaje Turquía, situada en el cruce de tres continentes, forma un puente natural entre los focos productivos de las aves, en el norte, y los lugares donde pasan el invierno, en el sur. Para los amantes de las aves, Turquía ofrece multitud de reservas como el Parque Nacional Kuşcenneti, conocido como el “Paraíso de las Aves” o la provincia de Bandirma. Las llamativas mariposas Cleopatra, de brillantes tonos naranjas y amarillos, revolotean por el bosque Belgrade, cerca de Estambul, cuando llega el buen tiempo. Las gaviotas pequeñas suelen agruparse en torno al parque nacional de Olimpo-Bey Daglari. Los mamíferos más escurridizos, como el chacal, la hiena rayada, el jabalí o el puercoespín, suelen merodear las laderas de la Península de Dilek, en el mar Egeo. Por los frondosos bosques turcos, en cambio, suelen vagar los ciervos y los jabalíes.
Milano negro Esta ejemplar ave sobrevuela una y otra vez el Cuerno de Oro en busca de peces muertos.
Grulla común Para vislumbrar esta ave en Turquía, que normalmente va en bandada, hay que esperar hasta el mes de octubre.
Cigüeña blanca Por el Bósforo suelen pasar al año más de 300.000 cigüeñas blancas.
Cormorán Grande La estación perfecta para observar a estos pájaros es la primavera. Durante estos meses suelen anidar en los sauces.
Garza Real Alrededor de 800 garzas reales se pueden vislumbrar en los lagos turcos, por los que suelen vagar para pescar.
Ciervo común y Gamo Desde hace años la Anatolia es el hábitat del ciervo común. Habitualmente miden 2 metros y pesan 300 kg. Los gamos se concentran en la zona del Mediterráneo.
Erizo
Los erizos, que tienen el caparazón de color verde, se esconden en los fondos marinos turcos.
Chopa Los estuarios de los ríos y las zonas costeras suelen ser los sitios elegidos por este pez para vivir.
Parques Nacionales Uludağ. Ubicada en la Anatolia Occidental, la cumbre de esta majestuosa montaña permanece nevada prácticamente todo el año. // Kuşcenneti. Este fabuloso escenario natural de más de 60 hectáreas se alza junto al lago Manyas. Es, además, la reserva elegido por las anátidas para criar.// Köprülü Kanyon. Desde el año 1973, este maravilloso paraje natural es Parque Nacional. En esta zona alpina se conservan un valioso asentamiento romano y viejas ruinas. // Yedi Göller. Este paradisíaco rincón turco, emplazado en la provincia de Bolu, en la región del mar Negro, está salpicado de impresionantes cascadas, frondoso bosques y siete lagos en medio de una inmensa zona de valles.
Costas Las costas de Turquía, sobre todo las del Mar Negro, son la parte más fértil del país y también en la que se encuentra una abundante vegetación muy variada que llega hasta sus tranquilas playas. Las costas, recortadas, suelen estar pobladas de bosques de fronda con abundantes helechos y coníferas, siendo el pino calabrés (o de Aleppo) su máximo exponente. En la costa occidental abundan los olivos, naranjos, limoneros, higueras, granados, viñas y campos cultivados con cereales, algodón y plátanos. En las costas turcas se pueden contemplar cerca de 400 especies de aves a lo largo de todo el año ya que Turquía es un paso habitual para las aves migratorias. Destacan entre éstas las pardelas de Manx, los corys, aves zancudas y las gaviotas mediterráneas. También se pueden encontrar otras especies tan llamativas como osos, chacales, hienas rayadas, jabalíes, puerco espines, los peculiares geckos turcos (especie de lagartijas) y, con un poco de suerte, leopardos. Las calas recónditas y las paradisíacas playas se esconden en la zona de Marmaris, el Mar Negro y el Sur del Egeo.
Bósforo El Bósforo es verdadero paraíso ornitológico. Durante la primavera y el otoño se pueden observar aves de numerosas especies anidando en lugares de incomparable belleza. Reflejados en el agua de este canal se pueden ver fácilmente vencejos alpinos, palomas, milanos negros, gavilanes, pardelas levantinas, halcones de pata roja, águilas ratoneras, cernícalos, alcaudones y cigüeñas blancas y negras. Todo un espectáculo.
Zonas de Montaña En las zonas de montaña, que ocupan gran parte de la región central de Turquía, los animales habituales son osos pardos, buitres, águilas doradas, alondras, quebrantahuesos, ciervos, buitres, grifones, jabalíes, chukars (parecida a la perdiz), zorzales azules y de roca y lobos. Los bosques de Turquía, que crecen principalmente en las zonas centrales de Turquía, suelen estar formados por robles, nogales, hayas, pinos, abetos y fresnos, entre otras variedades. En cuanto a la fauna se distinguen las numerosas y bellas mariposas Cleopatras, ruiseñores, mirlos, oropéndolas, águilas ratoneras de la miel, ciervos, osos, lobos y jabalíes.
Campiña Turca
En todo el país durante la primavera los campos, que bañan los mares Negro y Egeo, se llenan de preciosas flores como caléndulas, flores del espino y amapolas entre las que revolotean sin parar mariposas multicolores de gran belleza. Las cabras suelen aparecer también en este entorno en el que los olivos centenarios son los reyes del paisaje. Es en esta zona donde habitan reptiles de distinta especie como lagartijas y preciosas tortugas moras o de tierra que producen mucho ruido al moverse entre la vegetación. Por supuesto, también existe una gran variedad de aves como escribanos de cabeza negra, collalbas, águilas ratoneras y canarios de cabeza oscura con cresta roja propios de Asia, entre otras especies.
Terrenos volcánicos La Capadocia se formó hace treinta millones de años debido a la lava que expulsaron los grandes volcanes Erciyes y Hasan. Con el tiempo toda la zona que quedó cubierta se convirtió en piedra volcánica, la cual, a su vez, se ha ido erosionando caprichosamente debido a los fuertes vientos, las precipitaciones y los cambios extremos de temperaturas. Desde la antigüedad esta joya de la naturaleza ha sido habitada por monjes que excavaban en las rocas para crear cámaras, habitáculos, bóvedas y galerías con el fin de utilizarlas como iglesias.
Formaciones calcáreas Pamukkale es uno de los escenarios naturales más sorprendentes de Turquía. Situado en lo alto de la meseta, a 19 km al norte de Denizli, Pamukkale se formó hace cientos de años cuando se arrojaron por la ladera las ricas aguas de los manantiales, depositando sobre la roca sedimentos calcáreos, que con el tiempo se han transformado en terrazas termales blancas dispuestas en cascada e inmensas caracolas de roca calcárea similares a exóticas flores de origen tropical. En estas piscinas naturales, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el agua brota a 35ºC