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Niño en sillón. 1576‐1600. Madera tallada y policromada
El Museo del Greco conserva entre sus fondos la talla Niño en sillón 1 , cuyo estudio abordaremos “al detalle”. La imagen del Niño en sillón del Museo del Greco, así como otras similares que analizaremos, es una talla en madera policromada, datable en un periodo amplio del tránsito entre los siglos XVI y XVII, en la que el Niño Jesús aparece sentado en un sillón frailero, dormido o con la mirada perdida y con el gesto reflexivo de apoyar su cabeza, sobre el codo, en el brazo del sillón. Su semblante triste es signo de que sus pensamientos están puestos en el drama del Calvario, ya que como recoge Interián de Ayala: Cristo Señor Nuestro desde el primer instante de su concepción, aceptó espontáneamente la muerte y acerbísima pasión, que le impuso su Eterno Padre, viviendo siempre aparejado para ella y pensando en ella muchas veces: sabiendo muy bien que con su muerte vencería a la misma muerte y al demonio 2 . Mensaje que se ve reforzado, ocasionalmente, por la presencia de los atributos de la Pasión e incluso de la calavera. Representación que habría que poner en paralelo a la del Cristo de la Humildad o de la Paciencia, que espera meditativo el momento final de la cruz. El semblante del Niño Jesús trasmite serenidad, fruto del convencimiento de alcanzar la redención de todos los hombres a través de su Pasión, de la que, finalmente, saldrá victorioso. Trasladado al ámbito de la niñez se optó por una escena intimista, ajena a la desoladora atmósfera del Calvario 3 . Con estas imágenes, la piedad postridentina, pretendía conmover, impactar y mover a la piedad en una época de gran fervor devocional con el tema del “drama del Niño”, que desde el momento de su concepción y nacimiento, tenía conciencia, a pesar de su corta edad, del fin 1
Anónimo. Niño en sillón. 1576‐1600. Madera tallada y policromada, 26 x 23,5 x 16 cm. Toledo, Museo del Greco (Núm. Inv. CE00190). En VARIOS. Catálogo Tesoros ocultos. Fondos selectos del Museo del Greco y el Archivo de la Nobleza. Madrid (España): Ministerio de Cultura. Secretaría General Técnica. Subdirección General de Publicaciones, Información y Documentación, 2007, p. 323. 2 INTERIAN DE AYALA, Fray Juan. El pintor christiano y erudito. Madrid (España): 1782. 3 SÁNCHEZ LÓPEZ, Juan Antonio. “Contenidos emblemáticos de la iconografía del “Niño de Pasión” en la cultura del Barroco”. Actas I Simposio Internacional de Emblemática. Teruel (España): Excma. Diputación Provincial de Teruel. Instituto de Estudios Turolenses, 1994, pp. 685‐718.
redentor de su nacimiento y de su futura muerte en la cruz, resaltando simbólicamente la estrecha conexión entre los misterios de la Encarnación y de la Pasión de Cristo 4 . En cuanto a su aspecto formal, el Niño Jesús del Museo del Greco viste una sencilla túnica con cuello, cuyo estofado simula un tejido de flores. Lo más usual, es que este tipo de imágenes, siguiendo la estética de los retratos infantiles de la Casa de Austria realizados por Sánchez Coello, Pantoja de la Cruz y Bartolomé González, vistan el atavío propio de los infantes menores de siete años, el vaquero. Traje común a niños y niñas, consistente en una prenda ajustada en la parte superior que cubría todo el cuerpo, con mangas de casaca, de forma tubular y aplastada, que colgaban de los hombros. Vestido abrochado en su parte delantera con alamares, botón de macho y hembra hecho de trenzas de seda y oro, y cuello de lechuguilla, como podemos ver en los patrones realizados por el sastre Rocha Burguen en 1618. Algunas imágenes, lucen el babador, una pieza de lino que protegía los vestidos, como también podemos ver en varios retratos de infantes 5 . Babadores que en el caso del divino infante, aparecen labrados con los instrumentos de la Pasión, como representación de las armas que toma el niño para llamarse Jesús: Qué significa esta cruz / y este babador labrado? Son las armas que he tomado / para llamarme Jesús 6 . El divino infante aparece sentado en un sillón frailero extraído del ambiente palaciego, cuyo asiento y respaldo están clavados al aire, sus brazos son curvos, de superficie lisa, y rematados en volutas, mientras que las patas son rectas con chambrana y travesaños calados con cartelas. Mueble muy presente en la pintura española, que servía para resaltar la dignidad 4
Véase PEÑA MARTÍN, Ángel. “Nacido y sepultado. El Niño Jesús y el Sepulcro”. En RINCÓN GARCÍA, Wifredo; LÓPEZ-YARTO ELIZALDE, Amelia e IZQUIERDO SALAMANCA, María (Editores). VI Jornadas Internacionales de Estudio La Orden del Santo Sepulcro. Zaragoza (España): Centro de Estudios de la Orden del Santo Sepulcro, 2011, pp. 437-450. 5 Véase PEÑA MARTÍN, Ángel. “El verme así no te asombre. El Niño Jesús Soberano del Monasterio de Comendadoras de San Juan de Jerusalén de Zamora”. En LÓPEZ‐YARTO ELIZALDE, Amelia y RINCÓN GARCÍA, Wifredo (Coords.). Arte y patrimonio de las órdenes militares de Jerusalén en España: hacia un estado de la cuestión. Zaragoza‐Madrid (España): Centro de Estudios de la Orden del Santo Sepulcro. Asamblea Española de la Soberana Orden de Malta y Lugartenencias Españolas de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, 2010, pp. 113‐128. 6 Imprenta de Lorenzo Déu, Barcelona. Preguntas y respuestas entre el hombre y el Niño Jesús. 1635. En LLOMPART, Gabriel. “Imágenes mallorquinas exentas del Niño Jesús”. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología de la Universidad de Valladolid. Núm. 46, (1980), pp. 363‐374.
del retratado. Sentados en estos sillones encontramos también retratados a los infantes de la corte española de los Austrias 7 . Eliminando el origen humilde de Jesús y elevándolo al rango de príncipe, se sienta al Niño Jesús en uno de estos sillones, cuyos pies descansan sobre un almohadón. A estos elementos se suma la esfera que el niño sujeta con la mano, símbolo de la universalidad de la redención. En el caso del Niño en sillón, los dedos de su mano izquierda se cierran formando un círculo, en cuyo interior se dispondría una cruz, hoy perdida. El cuidado tratamiento del sillón, la fiel reproducción del traje vaquero, los almohadones en que descansan los pies del Niño Jesús y la esfera, generalmente coronada por la cruz, son signos de nobleza y poder que han llevado a considerar estas imágenes como Niños Jesús de Majestad o Soberano. Para el Padre Llompart es el Jesús en Majestad que, más que por copia, por coincidencia de ambiente y contexto histórico se veneró mientras hubo Corte en España, desde el tiempo de los Austrias 8 . Tipo iconográfico que se mantendría con el paso del tiempo, pero no ya ataviado a la moda cortesana. Se conocen otras esculturas muy similares al Niño en sillón del Museo del Greco, tanto en material, como tamaño, actitud, atuendo y datación, que configuran un tipo iconográfico singular, sólo existente en España en los siglos XVI y XVII. En el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid se encuentra el Niño Jesús dormido 9 , de cuyo cuello cuelga, a modo de medallón, una corona de espinas. El Niño Jesús aparece descalzo, lo que se ha interpretado como indicativo de que se encargó con destino a una religiosa descalza, aunque existen otros
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Durante el reinado de Felipe III, este tipo de retratos de infantes fueron bastante frecuentes, llegándolos a incluir entre los muros monacales en busca de la necesaria protección divina que asegurase su feliz crecimiento. Véase GARCÍA SANZ, Ana y RUIZ, Leticia. “Linaje regio y monacal: la galería de retratos de las Descalzas Reales”. En El linaje del emperador. Madrid (España): Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000, pp. 135‐157. 8 LLOMPART, Gabriel. Op. cit., pp. 363‐374. 9
Anónimo. Niño Jesús dormido. Finales del S. XVI. Madera policromada, 42 x 23 x 31 cm. Madrid, Monasterio de las Descalzas Reales (Núm. Inv. 00612014). Al respecto de esta imagen, véase la bibliografía recogida en GARCÍA SANZ, Ana. El Niño Jesús en el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid. Madrid (España): Prosegur y Patrimonio Nacional, 2010, pp. 364‐366.
ejemplares que presentan también sus pies descalzos sin estar ligados a este tipo de comunidades. Siguiendo esta misma representación, encontramos al Niño Jesús sentado en silloncito 10 del Monasterio de Santo Domingo el Real de Madrid, haciéndose aún más patente su carácter pasionista al colgar de su cuello una cruz rodeada por la corona de espinas, en la que se insertan las tenazas y el martillo. En su mano derecha sujeta, en vez del orbe o esfera, una calavera, referencia directa al monte Calvario y al paralelismo entre el viejo y el nuevo Adán, símbolo de la muerte a quien habría de vencer con su propia Muerte y Resurrección.
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Anónimo. Niño Jesús sentado en silloncito. S. XVI. Madera tallada y policromada e incrustaciones de rubíes, 44 x 24 x 20 cm. En VARIOS. Exposición conmemorativa del primer centenario de la diócesis de Madrid‐Alcalá. Madrid (España): Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, 1986, pp. 104 y 105.
En el caso del Niño Jesús 11 de la Iglesia de San Vicente de Ávila, el divino infante, que no viste el vaquero, sujeta con su mano derecha el orbe, mientras que con el pie izquierdo, como representación de su victoria sobre la muerte, pisa la calavera. El Niño Jesús Soberano 12 del Museo Diocesano de Zamora, procedente del Monasterio de Comendadoras de San Juan de Jerusalén de la ciudad, sigue el mismo esquema
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Anónimo. Niño Jesús. Siglo XVI. Madera tallada y policromada. Ávila, Iglesia de San Vicente. En ROBLEDO, Óscar y JIMÉNEZ, Gonzalo. Op. cit., sin paginar. 12
Anónimo. Niño Jesús. Último cuarto del S. XVI. Madera tallada y policromada, 41 x 26 x 25 cm. Zamora, Museo Diocesano (Núm. Inv. IIC‐49‐275‐040‐0006‐000). Al respecto de esta imagen, véase la bibliografía recogida en RIVERA DE LAS HERAS, José Ángel. “N.º 10. Niño Jesús”. En Museo Diocesano de Zamora. Zamora (España): Museo Diocesano de Zamora, 2012, pp. 24 y 25.
compositivo, y muestra sobre su pecho un medallón con la cruz de la Orden de San Juan de Jerusalén, lo que, indiscutiblemente, le vincula a la orden sanjuanista. La Comunidad de Madres Clarisas del Real Monasterio de Santa Clara de Carrión de los Condes (Palencia), ha querido ver en este gesto reflexivo del Niño Jesús de la Pasión, sus ojos cerrados como consecuencia del dolor de muelas, mostrando la fiebre en el flemón, carrillo y orejas, y la bola del mundo a punto de caer de sus manos por tanto dolor, por lo que recibe el nombre de Niño Jesús con dolor de muelas 13 . 13
Anónimo. Niño Jesús con dolor de muelas. S. XVII. Madera tallada y policromada. Carrión de los Condes (Palencia), Real Monasterio de Santa Clara. En ANDRÉS GONZÁLEZ, Patricia. Los monasterios de clarisas en la provincia de Palencia. Palencia (España): Institución Tello Tellez de Meneses. Excma. Diputación Provincial, 1997, p. 151 y GÓMEZ PÉREZ, Enrique. El Belén, sus personajes y sus símbolos. La
Por extensión, ahora se denomina también así al Niño Jesús dormido 14 de la Iglesia de Santa María de la cercana población de Frechilla (Palencia). Ambas imágenes presentan, en referencia a la Pasión, el babador con las arma christi: cruz, corona de espinas, flagelos, columna, gallo, escalera, dados, esponja, lanza, monedas, martillo y tenazas. Se conservan otros tres ejemplares muy próximos entre sí, en cuanto a factura se refiere, y que podrían haber salido del mismo taller, ya a comienzos del siglo XVII. Todos ellos muestran un estilizado Niño Jesús sentado en un sillón frailero con respaldo alto y con sus pies descansando sobre un almohadón, que sostiene su cabeza, de rizados cabellos, con su brazo, colección de belenes del mundo del Museo del Real Monasterio de Santa Clara de Carrión de los Condes. Volumen III. Palencia (España): RR. MM. Clarisas de Carrión de los Condes, 2007, pp. 18‐20. 14 Anónimo castellano. Niño Jesús dormido. Comienzos del S. XVII. Madera tallada y policromada, 47 x 25 cm. Frechilla (Palencia), Iglesia de Santa María. En FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, María Rosario. “Niño Jesús dormido”. En Memorias y esplendores. Las Edades del Hombre. Salamanca (España): Fundación Las Edades del Hombre, 1999, pp. 334‐335.
que se apoya en uno de los brazos del sillón, sobre un pequeño cojín. Con la otra mano, sujeta sobre sus rodillas el globo terráqueo. A este grupo pertenecería El dormido 15 del Convento de San José de Écija (Sevilla), de cuyo cuello pende un medallón en el que se guarda una reliquia del Lignum crucis. 15
Anónimo. Niño Jesús “El dormido”. S. XVII. Madera tallada y policromada, 33 cm. Écija (Sevilla), Convento de San José. En BERNALES BALLESTEROS, Jorge. Écija. Imágenes del Niño Jesús. Catálogo de la exposición. Écija (España): Caja Rural de Sevilla, pp. 24 y 25 y PAREJA LÓPEZ, Enrique F. “Niño Jesús cortesano. «El dormido»”. En Decor carmeli. El Carmelo en Andalucía. Córdoba (España): Servicio de Publicaciones de Cajasur, 2002, pp. 294 y 295.
Así como el Niño Jesús 16 de la colección Batlló, que siguiendo el modelo descrito, viste cuello de lechuguilla. 16
Anónimo. Niño Jesús. Hacia 1610. Madera tallada y policromada. Barcelona, Colección Batlló. En VEGA JIMÉNEZ, María Teresa. Imágenes exentas del Niño Jesús. Historia, iconografía y evolución (Catálogo de la provincia de Valladolid). Valladolid (España): Caja de Ahorros Provincial de Valladolid, 1984, p. 44 y BERNIS, Carmen. “La moda en la España de Felipe II a través del retrato de corte”. En Alonso Sánchez Coello y el retrato en la corte de Felipe II. Madrid (España): Museo del Prado, 1990, p. 108.
Muy próxima a estas dos imágenes se encuentra la del Jesús Dormido 17 perteneciente a una colección norteamericana. Imagen, dada a conocer por Moreno Villa, que ha pasado totalmente desapercibida para la historiografía española. 17
Anónimo. Jesús Dormido. S. XVII. Madera tallada y policromada. Estados Unidos, Colección particular. En MORENO VILLA, José. La escultura colonial mexicana. México D. F. (México): Fondo de Cultura Económica, 1993 (1.ª ed., 1.ª reimp.), p. 44, lám. 67.
La diferencia más notable entre ellos, radica en la postura del Niño Jesús, mientras que en la talla de Écija, la cabeza del niño descansa en el brazo derecho y sujeta el orbe con la mano izquierda, en la de Barcelona y Estados Unidos es a la inversa. En relación con estas cuatro imágenes, habría que situar al Niño Jesús 18 de la Iglesia de Nuestra Señora del Vallejo de Alcozar (Soria), por el cuidado tratamiento de la representación del vaquero, el cuello de lechuguilla y el medallón que luce sobre el pecho, aunque, en este caso, nos encontramos ante un niño de pie en actitud de bendecir. Cerraría este grupo de imágenes el Niño Jesús cortesano 19 de la colección Bellver, que sigue en parte este patrón, ya que es posterior, muy superior en tamaño, además de mostrar al niño despierto bendiciendo con la mano izquierda, mientras sujeta el orbe con la derecha. Es en este contexto en el que hay que seguir profundizando y situar al Niño en sillón del Museo del Greco, de factura más sencilla que las otras imágenes expuestas, pero que nos da idea del éxito del modelo, mostrando al Niño Jesús convertido en Soberano, pese a que siendo de condición divina, se despojó de sí mismo tomado la condición de esclavo 20 . Ángel Peña Martín Diploma de Estudios Avanzados en Historia del Arte
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Anónimo. Niño Jesús. S. XVII. Madera tallada y policromada. Alcozar (Soria), Iglesia de Nuestra Señora del Vallejo. 19 Juan Martínez Montañés, círculo de. Niño Jesús cortesano. S. XVII. Madera tallada y policromada, plata, plata sobredorada y sedas bordadas, 86 cm. Sevilla, Colección Mariano Bellver. En PAREJA LÓPEZ, Enrique. Belén monumental y exposición de tallas de Niños Jesús de la Colección Bellver. Sevilla (España): Caja Sur, 2001, sin paginar. 20 Cartas de san Pablo. Flp. 2, 7.