Noche de Reyes sin Shakespeare

Argumento Noche de Reyes sin Shakespeare Alberto, actor de teatro con una brillante trayectoria profesional, se resiste a abandonar los escenarios e

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Argumento

Noche de Reyes sin Shakespeare

Alberto, actor de teatro con una brillante trayectoria profesional, se resiste a abandonar los escenarios en el declive de su vida, y lleva bastante tiempo sin encontrar trabajo. Celes, el único de sus representantes que se ocupa de él, va a visitarle a la bujardilla alquilada en la que vive para convencerle de que acepte el papel de rey Gaspar en unos grandes almacenes durante las fiestas de Navidad. A pesar de la indignación inicial, Alberto termina realizando el trabajo para salir del apuro económico en que se encuentra. Días después, Alberto recibe en casa una visita inesperada: la de una niña de doce años llamada Lucía, vecina del segundo, la cual siente una gran curiosidad por conocer al gran actor que admira su madre desde niña. Tras este primer encuentro, Alberto queda preocupado porque la joven le había reconocido bajo el disfraz de rey mago cuando había acompañado a su hermano Juan, de cinco años, a entregar la carta a sus majestades. Temiendo que se lo cuente a su madre y perder así su reputación, en una visita posterior miente a Lucía al confesarle que el trabajo respondía a un ejercicio de interpretación para la próxima obra que iba a protagonizar. Posteriormente, tras un tenso diálogo entre ambos en que discuten sobre la existencia de Dios y la conveniencia o no de engañar a los niños acerca de los reyes magos, ella se siente molesta porque Alberto hizo creer a su hermano que era el rey Gaspar, mientras Alberto intenta infructuosamente convencerla de que en el teatro existe lo que se inventa. Desde entonces, el experimentado actor ya no será el mismo y rechazará incluso un par de colaboraciones cinematográficas que en su momento le propone Celes.

Con el paso del tiempo se suceden las visitas de Lucía y entre ambos se crea un ambiente de mutua complicidad. Alberto termina por revelarle la soledad en que vive (su mujer murió atropellada accidentalmente por un taxi y de su único hijo hace mucho tiempo que no tiene noticias) y Lucía empieza a ayudarle en las tareas domésticas (arregla la cama, friega el suelo,…). Doña Eulalia, madre de Lucía, presenta una denuncia contra Alberto acusándole de pederastia. Acompañada de un policía, que no para de comer pipas, le interrogan acerca de los cargos que se imputan. Él es incapaz de demostrar su inocencia y la madre opta por mantener la denuncia. Enterada de todo, Lucía quiere confesar la verdad a todo el mundo para ayudar a Alberto. Viéndole tan desesperado, trata de infundirle ánimos, le aconseja que acepte la última oferta de trabajo de Celes y le hace prometer que no se dejará encarcelar. Después de marcharse, Alberto –totalmente desconcertado- pondrá fin a todos sus problemas de la forma más inesperada.

Tema

Noche de Reyes sin Shakespeare aborda importantes aspectos de la realidad humana, pero uno sobresale por encima de todos: la inevitable decadencia que el transcurso de los años suele conducir al hombre al abismo de la soledad, al abandono, al sentimiento de inutilidad y, en último término, al más trágico destino. Todo ello está encarnado en la figura de un actor que se resiste al olvido y a contemplar pasivamente el paso de la vida sin una mínima esperanza en el futuro. Gracias al cariño de una inocente niña, el protagonista recobra la vieja ilusión por el teatro y se libera de la vulgaridad que le rodea.

Personajes

Son cinco: Alberto Santamaría, Celes, Lucía, doña Eulalia y un individuo (policía). Se alude a otros tres que nunca salen a escena: Jesús (principal representante de Alberto, cuyas ausencias justifica siempre Celes alegando irónicamente que trabaja mucho y no tiene tiempo para nada), Juan (hermano de Lucía, de cinco años), y el padre de Lucía (del que sólo sabemos que suele dormirse viendo las noticias de la tarde antes de volver al trabajo). Si atendemos a su importancia, se clasifican en tres grupos: un protagonista (Alberto, que siempre está en escena), dos secundarios (Celes y Lucía) y otros dos episódicos (doña Eulalia y el policía).

Alberto Santamaría Alby Robayna

Es un experimentado actor que se encuentra en el paro desde hace tiempo. A pesar de su brillante historial y de sus inolvidables interpretaciones, se ve obligado a aceptar papeles inapropiados a su categoría como el de rey Gaspar para unos grandes almacenes.

Desde el momento en que conoce a Lucía y entabla con ella una relación de amistad, experimenta un cambio muy visible al recobrar la lucidez necesaria para librarse definitivamente del sopor que sufre. De la desesperación inicial por encontrar cualquier tipo de trabajo, pasa a rechazar las dos ofertas de trabajo que le ofrece Celes: una colaboración especial en la próxima película de Fernando Trueba y un papel secundario en una película coproducida con los americanos. La soledad en la que vive y la conciencia de su decadencia le conducen a un final inesperado.

Ha realizando numerosas obras teatrales: Tres sombreros de copa, Eloísa está debajo del almendro, Maribel y la extraña familia, Mi tía y sus cosas, Los Pintores no tienen Recuerdos, No hay ladrón que por bien no venga, La abuela echa humo, Vamos a contar mentiras, Golfos de 5 estrellas, El retrato de Dorian Gray, La Ratonera, Crimen profe-sio-nal o Noche de exorcismo entre otras. Colabora en Mucho más que Zarzuela de la Coral Polifónica San Ginés y, con la Orquesta Clásica de Lanzarote en: Historia de un Soldado, El Fantasma de la Máscara Dorada, Tempo Lanzarote, Concierto en Vela y Concierto Estelar. Con Comi-K Teatro ha representado Un análisis perfecto hecho por un loro, Historias del Olimpo, Teatralidad, Paseo por el Teatro Español, Gaviotas Subterráneas, Martes 13, Un cuento de Navidad.

Celes Matías Di Candia

Es el representante de Alberto más accesible. Le visita en varias ocasiones para darle ánimos, o para informarle de los trabajos que van surgiendo. Justifica el ingrato comportamiento de Jesús (en el fondo ya no atiende las llamadas porque Alberto es un actor poco rentable ya que no interesa al público) y no comprende a Alberto (al que tacha de excéntrico y propone que acuda a un psicoanalista) cuando éste rechaza las dos colaboraciones cinematográficas. Su encuentro con Lucía es breve y poco cordial. Su presencia en escena permite ciertos rasgos de humor: para convencer a su representado de que las niñas de 12 ó 13 años ya no creen en los Reyes magos afirma que “pasan de la foto de Mario Casas a los condones”.

Niña de doce años que vive con sus padres y su hermano pequeño en el segundo piso. Debido a la admiración que –desde niña- tiene su madre por Alberto, siente curiosidad por conocerle y acude a visitarle.

Ha participado en las representaciones teatrales de la Orquesta Clásica de Lanzarote como El fantasma de la Máscara Dorada o Concierto Estelar. Y con la Asociación Cultural Bambalinas representa la obra de teatro familiar Mágica Será.

También ha colaborado en los espectáculos músico-teatrales Tempo Lanzarote o Concierto en Vela de la Orquesta Clásica de Lanzarote. Junto a Comi-K Teatro ha participado en Un cuento de Navidad y Cómo vestir al muerto. A pesar de su poca experiencia, la personalidad inquieta que posee, como el personaje que representa en esta obra, hacen de Matías un actor capaz de afrontar importantes retos.

Lucía Martika Fernández

A su edad está empezando a perder la inocencia infantil. Su función en la obra es muy importante pues ejerce de antagonista. Ella es quien provoca el incidente que desencadena la acción y quien plantea a Alberto esas “terribles preguntas” que apenas puede contestar y tanto le molestan. Al final, descubre que el teatro es un misterio maravilloso que permite recuperar la felicidad perdida, mientras la vida es un juego de engaños y apariencias que los mayores se empeñan en protagonizar.

Junto a Comi-K Teatro ha representado Un cuento de Navidad. Ahora, vuelve a subirse a las tablas de los escenarios para asumir la responsabilidad de un papel importante.

Al igual que su personaje, Martika, tiene doce años y la inocencia infantil va dejando paso a la adolescente que todo cuestiona. Su curiosidad, su nerviosismo y espontaneidad crean en ella una personalidad que transmite sentimientos contradictorios: unas veces te apetece “achucharla” y otras mandarla con su madre (con cariño lo decimos). Lo cierto es que encaja a la perfección con el personaje de Lucía y estamos seguros que será una futura gran actriz. Nosotros seguiremos apostando por ella.

Individuo Germán Barrios

Único personaje sin nombre, es un tipo cómico que no deja de escupir cáscaras de pipas durante el interrogatorio.

Como dijo Paco Racionero, el actor que encarnó el personaje en su estreno, es el tipo de gente “que aparece de pronto, sin previo aviso, interrumpe en tu vida a toda velocidad trayendo las peores noticias como emisario de un destino negro e irremediable”.

Comienza actuando en obras como Para ti es el mundo, El sexo débil, El médico a palos, Los galgos, Jesús de Nazaret o La tercera palabra.

Dirige obras infantiles como Son como niños, Califa y cigüeña, El Gran Mago, Los guardianes I y II, En el banco, Juntos podemos, Contamíname... Dirige y actúa en Su desconsolada esposa, La ciudad no es para mí, Boeing-Boeing, Las mujeres los prefieren pachuchos, Crimen pro-fesio-nal, No hay Ladrón que por bien no venga o Noche de exorcismo entre otras. Con Comi-K Teatro realiza Gaviotas Subterráneas, Martes 13 o Cómo vestir al muerto. Participa en “Invasor” de Daniel Calparsoro.

Doña Eulalia Neri Crespo

Antigua admiradora del talento de Alberto, está convencida de que éste ha abusado sexualmente de su hija Lucía.

Aunque no tiene pruebas para demostrar la acusación, le basta con “el corazón de una madre” y con saber que su hija, tal como le ha confesado, se ocupa de ayudarle en las tareas domésticas (limpiar, fregar, hacer la compra, arreglar la cama…).

Ha formado parte de diversas compañías teatrales poniendo en escena obras como Cosas de papá y mamá de Alfonso Paso, He visto un hombre saltar o Tan perfecto no te quiero entre otras.

En la última década ha representado escenas de obras como Dulce pájaro de juventud como Alexandra del Lago, La mujer indomable en el rol de Catalina o Hamlet dando vida a Gertrudis. De las obras teatrales más recientes destaca La ratonera, La soga o ¿Quién tema a Virginia Woolf? (cover de Martha). Al tiempo que alterna con espectáculos de baile y escenificación de monólogos, debuta en Comi-K Teatro en el año 2014 con Martes 13 para continuar en las representaciones de Un cuento de Navidad y Cómo vestir al muerto (2016).

El teatro de Adolfo Marsillach

Adolfo Marsillach (1928-2002) fue un hombre de teatro toral, de mirada crítica y reconocido talento, que desempeñó con acierto las más diversas facetas de actor, director, articulista, guionista, dramaturgo, etc. Incluso dentro del ámbito de la gestión cultural fue director del Centro Dramático Nacional, de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, y Director General del INAEM. Pero su teatro es el gran desconocido en esta rica y diversa personalidad. No es difícil hallar bibliografía sobre sus otras parcelas, pero si escasean los estudios sobre su producción dramática. El motivo quizá haya que buscarlo en esta confesión suya:

Tengo una vocación más o menos oculta de autor de teatro. Es algo que me aflora de tarde en tarde como esos calores súbitos del climaterio. Procuro llevarlo pudorosamente, con la mayor discreción posible. No acostumbro a presumir de escritor tal vez porque siento un enorme respeto por este oficio, pero dispongo de una mesa, unos folios y varias plumas estilográficas y, a veces, caigo en la tentación de escribir y estrenar algún texto. Cuando lo hago, pienso especialmente en ustedes, los espectadores. O en las palabras de su mujer, Mercedes Lezcano: “Adolfo fue un actor y director brillante y quizá eso oscureció su otra faceta de dramaturgo”. En cualquier caso, en este apartado queremos detenernos en ese lado más desconocido, pero no por ello menos interesante. No pretendemos realizar un análisis crítico pormenorizado de su dramaturgia, sino simplemente esbozar algunas consideraciones generales que nos permitan entender mejor su producción dramática y situar convenientemente en su trayectoria la última obra escrita: Noche de Reyes sin Shakespeare.

Adolfo Marsillach comienza a escribir teatro después de una dilatada, intensa y variada carrera profesional. Su primera comedia (Yo me bajo en la próxima… ¿y usted?), fechada en 1980, la escribió con cincuenta y dos años, mientras que su debut como actor en escena fue a los diecisiete (con la Compañía de Alejandro Ulloa) y en el cine a los diecinueve (Mariona Rebull, 1947); a los veintisiete dirige su primer montaje (Bobosse, 1955) y a los treinta y tres escribe, dirige e interpreta el primer trabajo para televisión (¡Silencio… se rueda!, 1961). Incluso antes de iniciarse como dramaturgo, asume la dirección del recién inaugurado Centro Dramático Nacional (noviembre de 1978). Su escritura dramática, por tanto, se inicia desde la más plena madurez y con un amplio y variado conocimiento de la actividad teatral desde distintos ángulos (interpretación, dirección y gestión). Además, la experiencia acumulada le brindaba la posibilidad de conocer los gustos del público y ser testigo y protagonista de uno de los momentos más interesantes del teatro español de la segunda mitad del siglo XX: el de la transición política, a la que contribuyó decisivamente desde los diferentes cargos que ocupó. Su obra, corta pero intensa, se reduce a ocho piezas escritas y publicadas, de las que hasta el momento, contando con Noche de Reyes sin Shakespeare, sólo se han estrenado cuatro.

Noche de Reyes sin Shakespeare

Aunque son obras muy distintas, en ellas se advierten algunos rasgos comunes. El profesor Eduardo Pérez Rasilla es quien, hasta ahora, ha profundizado más en el análisis literario de su dramaturgia. Resumimos a continuación las ideas generales de su ensayo, publicado en 2001 y, por tanto, anterior a Teatro Completo, edición que incorpora tres nuevas piezas inéditas hasta el momento (Mata-Hari, Proceso a Mata-Hari y Se vende ático). Empieza advirtiendo algunos rasgos comunes en su escritura teatral para, a continuación, dar un repaso a las características formales más importantes, antes de detenerse en cada título.

Mercedes Lezcano, en una entrevista concedida con motivo del estreno de la obra, añadía algún rasgo más: la maestría de los diálogos, la devoción por los personajes femeninos y la concepción lúdica de la actividad teatral:

Entre los rasgos comunes, señala la presencia del humor y la ironía, la impronta ideológica de su biografía, y el gusto por la comedia de género. Los elementos formales que destaca son:

Yo destacaría muy especialmente los diálogos. Dialogaba muy bien. Sus diálogos son fáciles de decir, dan la impresión de que salen espontáneamente de los actores… Otra constante de sus obras es la originalidad, son todas ellas muy distintas, y si hay algo en común es la devoción por los personajes femeninos. Él adoraba a las mujeres, le fascinaban, decía que la mujer es más sensible, menos competitiva, más leal, y, a la vez, más inquietante, desconcertante, divertida y misteriosa… Para Adolfo, el teatro era –en su acepción más rica- un juego. Por eso en todas sus obras hay humor, pero también crítica, reflexión, inteligencia y ternura.

• Uso del procedimiento narrativo: el protagonista narra directamente al público los acontecimientos que éste verá dramatizados en el escenario. Este sistema produce un deliberado esquematismo y un ritmo fragmetario.

Su producción dramática se resume en ocho piezas: Yo me bajo en la próxima… ¿y usted?, Mata-Hari, Proceso a Mata-Hari, Se vende ático, Feliz aniversario, El saloncito chino, Extraño anuncio y Noche de Reyes sin Shakespeare.

• Versatilidad de la relación actor-personaje: un mismo intérprete es capaz de encarnar varios personajes de la misma obra. • Ingenio y mordacidad verbal: en sus textos abundan los chistes y los juegos de palabras con el fin de divertir al público. • Posibilidad de lucimiento para el actor: cada escena permite una fácil complicidad entre el intérprete y el público. • Gusto por lo refinado, lo exquisito y lo exótico que aproxima sus obras –no en la intención pero si en el ambiente- a la alta comedia.

Comi-K Teatro

La Compañía Comi-K Teatro nace de la unión y amistad de un grupo de actores/actrices amateur que, tras coincidir en otros grupos, deciden asociarse para desarrollar la vocación teatral.

Paseo por el Teatro Español, un recorrido por algunas de las escenas de las obras más importantes del teatro español como La Celestina, El Lazarillo de Tormes, Fuenteovejuna, Tres sombreros de copa o La casa de Bernarda Alba entre otras, dirección y adaptación de Alby Robayna (2013)

Comi-K Teatro ha representado diferentes obras teatrales como:

Agnus Dei, de John Pielmeier. Dirección Germán Barrios y Alby Robayna (2014).

Un análisis perfecto hecho por un loro, de Teneesse Williams (2012-2013).

Gaviotas Subterráneas, de Alfonso Vallejo. Dirección Alby Robayna y Germán Barrios (20142016).

Historias del Olimpo, representación de teatro de calle en el que las diosas del Olimpo se disputan un “tesoro” encargado “para la más bella”, con guión y dirección de Almudena Moreno (2012).

Martes 13, de Jean-Pierre Martínez. Dirección Alby Robayna (2015). Cuento de Navidad. Guión y dirección: Roberto Fuentes (2015). Han sido apenas 4 años desde su fundación y, en este tiempo, hemos podido presentar ocho espectáculos teatrales con más de treinta representaciones. Según como se mire, puede parecer mucho o poco. Para nosotros, que no somos profesionales, es bastante.

Teatralidad, una reflexión abierta y escenificada sobre la verdadera felicidad de las personas, guión de Almudena Moreno y dirección de Alby Robayna (2012).

Y premio a todo este trabajo han sido los premios recibidos en el XI Festival Nacional de Teatro Amateur de la Villa de El Sauzal (Tenerife) con la obra Gaviotas Subterráneas, dirigida e interpretada por Germán Barrios y Alby Robayna: Sauce de Oro, Sauce del Público y Premio “Tana López Peñalver” a la Mejor Interpretación.

Noche de Reyes sin Shakespeare de Adolfo Marsillach

Dirección ALBY ROBAYNA

Reparto (por orden de intervención):

Alberto - Alby Robayna Celes - Matías Di Candia Lucía - Martika Fernández Individuo - Germán Barrios Dña. Eulalia - Neri Crespo Escenografía: Decoo Eventos Iluminación: Waka Ayte. sonido: Yurena Martín Voz en Off: Fran Vega Fotografía: Jeziel Martín Video: Sibotk Diseño: Alby Robayna Con la colaboración de:

Una producción de:

Noche de Reyes

sin Shakespeare Contacto

Comi-K Teatro C/ Rubicón, Nº 80 - 35550 San Bartolomé Lanzarote Alby Robayna Director y Actor Tlf. 696 706 455 [email protected] - www.comik.es

La hipótesis de que la sabiduría y la vejez son dos conceptos equiparables, está más extendida de lo que imaginamos. Es un error… Los hombres –y las mujeres, claro- maduran en cuanto aprenden a equivocarse por su cuenta. Después, inician una desenfrenada carrera de desatinos que sólo termina con la muerte. Hay excepciones, por supuesto, pero la excepción es una extravagancia de la conducta humana de escaso valor democrático. Lo normal es que el tiempo aumente nuestros defectos y disminuya nuestras virtudes. La decadencia –ya la palabra lo insinúa- es una especie de disfunción en la cadencia vital: una forma dolorosa de salirnos de la partitura. “Paradojas para un actor” Adolfo Marsillach

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