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Obesidad Infantil La obesidad es una enfermedad caracterizada por un acumulo de grasa neutra en el tejido adiposo superior al 20% del peso corporal de una persona en dependencia de la edad, la talla y el sexo debido a un balance energético positivo mantenido durante un tiempo prolongado. En el caso de la obesidad infantil, ésta ha sido definida considerando la relación entre el peso total y la talla estimada mediante el índice de masa corporal (IMC = peso en kg /talla en m2). El sobrepeso infantil se establece a partir del percentil 75 en las curvas de IMC, la obesidad infantil a partir del percentil 85,3 y la obesidad grave a partir del percentil 97. Prevalencia La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. El problema es mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano. La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante. Se calcula que en el año 2010, había 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones vivían en países en desarrollo. Etiología La obesidad es un trastorno multifactorial en cuya etiopatogenia están implicados diversos factores como los genéticos, metabólicos, psicosociales y ambientales. Sin embargo, la rapidez con que se está produciendo el incremento de su prevalencia parece estar relacionado con factores ambientales. Es así que para desarrollar la obesidad es necesario el efecto combinado de la predisposición genética a este trastorno y la exposición a condiciones ambientales adversas. Desde el punto de vista genético, se ha establecido que si ambos padres son obesos el riesgo para la descendencia será de 69 ‐ 80%; cuando solo uno es obeso será 41 ‐ 50% y si ninguno de los 2 es obeso el riesgo para la descendencia será solo del 9%. Desde el punto de vista ambiental, se ha observado que la inactividad física permite que los niños dediquen mucho tiempo a la televisión, a los juegos de video y se alejen de la práctica de deportes, las caminatas y los juegos al aire libre, esto condiciona la ganancia excesiva de peso. Varios investigadores señalan también la existencia de otros factores ambientales predisponentes a la obesidad como el destete temprano del lactante, insuficiente uso de la lactancia materna, la agalactación precoz antes del tercer mes de vida, el consumo de más de un litro de leche en el día. También se mencionan la formación de malos hábitos en la alimentación como la ausencia de desayuno, ingestión de grandes cantidades de alimentos en las últimas horas del día, comer muy rápido, ingestión de alimentos con exceso de grasa o azúcares simples, entre otros.
Figura 1.
Factores de riesgo para desarrollar obesidad. Fuente: Instituto Nacional de Salud Pública. Boletín de Práctica Médica Efectiva. Obesidad Infantil. México. 2006.
Complicaciones Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. a. Complicaciones físicas
Diabetes tipo 2 Síndrome metabólico Hipercolesterolemia Hipertensión arterial Asma y problemas respiratorios Desordenes del sueño Pubertad y menstruación prematura
b. Complicaciones sociales y emocionales
Baja autoestima Problemas de comportamiento y aprendizaje Depresión
Consecuencias a corto plazo de la obesidad infantil Problemas psicológicos Aumento de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular Asma Diabetes Anormalidades ortopédicas Enfermedad del hígado
Consecuencias a largo plazo de la obesidad infantil Persistencia de la obesidad Aumento de los factores de riesgo cardiovascular, diabetes, cáncer, depresión, artritis Mortalidad prematura
Tabla 1.
Consecuencias a corto y largo plazo de la obesidad infantil. Fuente: Achor, M. S., et al. Obesidad Infantil. Revista de Posgrado de la VIa Cátedra de Medicina. N° 168 ‐ Abril 2007.
Tratamiento El tratamiento debe de ser multidisciplinario, en donde deben de participar pediatras, nutricionistas, dietistas, psicólogos, comunicadores sociales y maestros. El objetivo del tratamiento en la infancia es conseguir un peso adecuado para la talla y conservar posteriormente el peso dentro de límites normales, al mismo tiempo que se mantiene un crecimiento y desarrollo normal. Las piedras angulares para el tratamiento de la obesidad infantil son la modificación de la conducta alimentaria, la instrucción para aumentar la actividad física y los consejos para llevar estilos de vida saludables, sin descuidar los aspectos psicológicos. El tratamiento ha de estar dirigido tanto al niño como a su entorno familiar. En el caso del tratamiento dietético, es necesario observar que se deben satisfacer las necesidades de nutrientes del niño de acuerdo a su crecimiento y desarrollo y se debe lograr un cambio gradual del tejido graso por tejido magro, por lo tanto, no se deben usar dietas restrictivas. Niños menores de 7 años de edad: El objetivo del tratamiento es el mantenimiento del peso corporal en lugar de la pérdida de peso. Esta estrategia permite que el niño pueda crecer en estatura pero no aumentar de peso; con el tiempo su IMC disminuirá hasta llegar a un rango normal. En estos casos, las necesidades energéticas del niño son aproximadamente 1.600 kcal/día, por tanto, sólo será necesario la reducción en la ingesta de calorías vacías, el consumo excesivo de alimentos con alto contenido energético (galletas, caramelos, pastelitos, bollería, embutidos) y la introducción progresiva de alimentos de bajo contenido energético (verduras, frutas), a los cuales muchas veces no están acostumbrados y rechazan.
Niños mayores de 7 años de edad: Se recomienda la pérdida de peso, pero ésta debe de ser lenta y progresiva con el tiempo: entre 0,5 kg a la semana a 0,5 kg al mes, dependiendo de la condición del niño. En estos casos, las necesidades energéticas del niño son aproximadamente entre 1.800‐2.300 kcal/día, por tanto se deben restringir los alimentos de alto contenido energético.
Bibliografía 1. Achor, M. S., et al. Obesidad Infantil. Revista de Posgrado de la VIa Cátedra de Medicina. N° 168 ‐ Abril 2007. 2. Cabrinety, N. Tratamiento de la obesidad infantil. Dieta y ejercicio. Enlace web: http://www.seep.es/privado/download.asp?url=/publicaciones/2000TCA/Cap10.pdf [Leído el 9 de marzo 2011]. 3. Chueca, M., Azcona, C., Oyarzábal, M. Obesidad infantil. Enlace web: http://www.cfnavarra.es/salud/anales/textos/vol25/sup1/suple13a.html [Leído el 9 de marzo 2011]. 4. García, N.I. Niños en movimiento: tratamiento de la obesidad infantil, una nueva forma de abordar un viejo problema. En: AEPap ed. Curso de Actualización Pediatría 2010. Madrid: Exlibris Ediciones; 2010. p. 65‐77. 5. Instituto Nacional de Salud Pública. Boletín de Práctica Médica Efectiva. Obesidad Infantil. México. 2006. 6. Mayo Clinic. Childhood Obesity. Enlace web: http://www.mayoclinic.com/health/childhood‐obesity/DS00698 [Leído el 9 de marzo 2011]. 7. OMS. Sobrepeso y Obesidad Infantiles. Enlace web: http://www.who.int/dietphysicalactivity/childhood/es/ [Leído el 8 de marzo 2011].