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Consideraciones de la Sensibilidad Química Múltiple (SQM) como enfermedad física/orgánica.
Aún no salimos de nuestro asombro después de leer y releer la carta llamada científica donde se deja claro que los pacientes con Sensibilidad Química Múltiple (SQM) padecen psicopatologías graves, dando a entender que la SQM es una enfermedad psiquiátrica. Sorprende que algunos de los firmantes de dicha carta hayan hecho, en un pasado reciente, declaraciones explicando cómo la Dirección Médica de su centro les impidió seguir diagnosticando a pacientes que padecían alguna hipersensibilidad química o ambiental porque, según el centro, no existía un programa para ello, explicando con gran valentía y honestidad que la coartada para esto era que la SQM no está reconocida por la OMS, y que si no está reconocida es desde luego por los intereses que existen, ya que evidencia clínica sí que hay. Dicho esto, vamos a comenzar a analizar esta carta científica para poder desvelar todas aquellas grietas que hacen que fácilmente se derrumbe y no tenga validez alguna, profundizando en las 9 dimensiones que se han medido (somatizaciones, obsesiones y compulsiones, sensitividad interpersonal, depresión, ansiedad fóbica, ideación paranoide y psicoticismo). En primer lugar, se trata de un estudio descriptivo donde no se tiene en cuenta la causalidad. Esto es muy importante ya que la somatización, que es el primer parámetro que analizan, no puede asegurarse si no tenemos la seguridad de que no existe una causa física. Es decir, una somatización tiene lugar cuando, mediante un proceso psicológico, se llega a producir un problema físico u orgánico. Pero para ello tenemos que tener la seguridad de que no existe ninguna causa física que lo haya provocado. Además de no estar estudiado en esta carta descriptiva, en el caso de la SQM y del SFC,sí se conocen las causas (M. Pall y otros). Con respecto a la obsesión. Se trata de una perturbación anímica producida por una idea fija que con tenaz persistencia asalta la mente. Este pensamiento o sentimiento o tendencia aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona pero persiste más allá de los esfuerzos de librarse de él. Es como un asedio. Bien, en el caso de las personas con SQM es cierto que puede confundirse con una obsesión, ya que este pensamiento o idea de enfermedad, malestar, exposición a tóxicos... se presenta con mucha frecuencia y está presente en muchas situaciones a lo largo del día. Pero es completamente diferente a una obsesión ya que este pensamiento en las personas afectadas se mantiene de manera consciente y supone incluso una defensa ante el posible daño que pueden causar los tóxicos. Y además a veces son responsables los propios familiares, profesionales médicos, etc... ya que, al desconocer esta patología, hacen que sean los mismos pacientes los
que tengan que estudiar y preparase mejor para su supervivencia. De tal manera que no existe asedio, ni conicto, ni lucha alguna con ese pensamiento que en el caso de la verdadera obsesión sí existe. La insistencia (que puede confundirse con obsesión) de estos pacientes para hablar sobre su problema viene causada por la falta de conocimiento, como ya he dicho, de profesionales y población en general que hace que sean ellos los que tengan que mantener de forma obsesiva este problema. Con respecto a la depresión, ansiedad, hostilidad, son manifestaciones muy frecuentes en personas con SQM, así como en otras patologías y enfermedades. Pero no como causa sino como consecuencia: ¿quién puede no tener una depresión, tristeza profunda, ante una situación tan cruel y limitante como es la SQM? Eres un desecho de la sociedad, donde el aislamiento es tu mejor aliado pero no por elección, sino por supervivencia. Casi nadie te comprende, tu familia te abandona en muchos casos y, por supuesto, es más fácil creer a los profesionales de la medicina ignorantes de estas enfermedades que a un afectado o afectada que pone en cuestionamiento muchos intereses, y que incomoda la supuesta comodidad y hábitos a los que incluso la familia tiene que renunciar. En estos momentos es cuando aparece el termómetro para valorar el verdadero amor de parejas, familiares, amigos... Por otra parte, la definición de ansiedad para algunos autores de psicología es una pauta de respuesta autonómica que constituye una parte característica de la respuesta de los organismos a los estímulos nocivos. Y que no indica necesariamente psicopatología alguna. Pero además, ¿cómo no va a tener ansiedad una persona que, vaya a donde vaya, recibe agresiones, presentando reacciones a veces muy severas, y puestas en cuestionamiento continuamente recibiendo mensajes de: qué exagerada eres, tienes que acostumbrarte... y que por el hecho de que a ellos no les afecte o no lo perciban marcan ahí su límite atreviéndose a hacer un juicio de ese calibre. Hostilidad, ¿acaso no es normal e incluso sano mostrarnos hostiles ante nuestros agresores? No nos olvidemos de que los tóxicos, aun en dosis pequeñas, nos hacen daño a todos, pero en el caso de la SQM se puede observar con más facilidad la causaefecto que en otras patologías en las que no se manifiesta y está encubierta (cáncer, enfermedades endocrinas, autoinmunes...). La fobia es un temor exagerado, irracional, muy intenso, angustioso y excesivo a determinadas, personas, cosas o situaciones que actúan como un estímulo desencadenante específico al estar asociado simbólicamente con algún temor inconsciente, por lo que el temor resulta ilógico e injustificado y, en cambio, el real conicto ansiógeno permanece oculto. En el caso de la SQM el temor no es exagerado (la exageración se mide con referencia a quién o a qué). Exageración solo indica que se sale de lo frecuente, ni siquiera de la normalidad, aunque se suele confundir una cosa con la otra. Por ejemplo, hay personas cuya inteligencia es exagerada, pero no por ello es algo patológico. Efectivamente, la sensibilidad es extrema, exagerada pero a la vez indicadora de una situación que, si se ponen medidas de evitación, puede mejorar e incluso revertir con el tratamiento adecuado y que nos pone en estado de alerta.
Como ya sabemos, hay muchas patologías que son causadas en parte por los tóxicos ambientales y, en cambio, al carecer de esta alarma, pueden desembocar en procesos o enfermedades muy graves, irreversibles o incluso mortales,- por ejemplo, el cáncer, que aun sabiendo que tiene con mucha frecuencia como causa asociada los tóxicos, al no ser conscientes de ninguna reacción directa, pasa desapercibido y continuamos exponiéndonos a los propios tóxicos en parte causantes
de dicho
cáncer.
Tampoco es irracional (cuando algo te afecta una y otra vez te vuelves muy razonable al huir de ello poniéndote en estado de protección), ni inconsciente (lamentablemente el daño es a veces tan severo y limitante que sube a la consciencia para mantener un continuo y sano estado de alerta) pues sabe lo que le daña (aunque al principio, por los fenómenos de enmascaramiento, puede ser confuso). A veces una persona presenta reacciones en un lugar en el que varios días antes no presentaba reacción alguna. Esto puede deberse, por ejemplo a que en ese lugar se ha fumigado (enemigo invisible, ya que no se ve) y la persona afectada presenta reacciones al exponerse. La persona que no lo percibe cree que es un proceso psicológico y así podríamos exponer numerosas situaciones. En muchos casos incluso ante una misma exposición, la persona afectada puede algunos días presentar reacciones muy leves o incluso inexistentes, y otro día esa misma persona ante la misma exposición puede presentar una reacción muy severa. Esto es debido a que las rutas de desintoxicación a veces están saturadas, ya que algunos tóxicos compiten con la metabolización de otras moléculas (tóxicas o no) y esta sobrecarga hace que las reacciones sean mayores. Quizás el desconocimiento de una bioquímica absolutamente necesaria para la comprensión de nuestro cuerpo humano hace que no se tenga en cuenta estas características tan especiales. Por ello, según recomienda incluso la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, (Doc. 11788 de 20 de enero de 2009, http:¿¿bit.ly[1lY2PNk) la Medicina Ambiental debe reconocerse como una nueva disciplina médica transversal y llegar a todos los profesionales de la Medicina, desarrollando programas de formación a nivel europeo (leer más en http: ¿¿bit.ly¿1ir9NVv ). La ideación paranoide, es decir, aquella ideación que implica sospecha de estar siendo atormentado, perseguido o tratado injustamente, pero de proporciones inferiores a una idea delirante, está mal aplicada a personas con SQM. No cabe duda que puede haber personas que la sufran, pero también en la población en general y asociada con muchas otras patologías. En los casos en los que aparecen en personas afectadas con SQM también pueden ser debidas a los propios tóxicos, como en casos de enfermedades ambientales como porfiria, o polimorfismo COM'I'. Pero seguimos hablando de consecuencias: nunca como causantes de la enfermedad.
Sobre el psicoticismo, se trata de una cierta propensión a la vulnerabilidad a conductas impulsivas, agresivas o de baja empatía, según los estudios sobre personalidad de Eysenck. Se trata de un tipo de personalidad que puede estar inuida en gran medida por el ambiente. Volvemos a insistir que esta personalidad
que puede ser hallada de forma más frecuente en personas con SQM puede manifestarse como consecuencia de un ambiente poco comprensivo e incluso hostil hacia una falta de comprensión de la situación que presenta la persona afectada, que hace que su respuesta se adapte a este ambiente respondiendo con actitudes de defensa con poca empatía, cierta agresividad e incluso impulsivas. Por todo ello, puedo decir que esta carta lo que hace es "confundir", e incluso obstaculizar los progresos que ya se estaban obteniendo a todos los niveles y en toda Europa, basados sobre todo en los estudios del Profesor Martin Pall y colaboradores, así como otras evidencias de tipo clínico que llevan siendo estudiadas desde hace más de 30 años, que demuestran claramente como la
etiopatogenia de estaspatologíases orgánica/física y no psicológico/mental. Es sorprendente y, sobre todo, muy confusa la presencia en este documento de un
profesional de la medicina tan reconocido como el Dr. Fernández Solá cuyas declaraciones, en muchas ocasiones, han sido contrarias a lo que hoy día expresa y apoya con su firma en este documento. Precisamente en la Revista de Salud Laboral para delegadas y delegados de la CC.OO. inicia diciendo que: con los actuales niveles de exposición a tóxicos nos enfrentamos a una pandemia... y continúa: si no está reconocida esta enfermedad, es desde luego porque existen intereses, porque evidencia clínica hay más que suciente. Para decir unas líneas más abajo que "se trata de una hipersensibilidad que al nal desarrolla una enfermedad porque altera de forma persistente y marcada la salud del paciente. Aunque nos cueste de reconocer; no se trata de una enfermedad que se corresponda a una alergia, ni a una intoxicación, ni a una somatización..." (leer más en: http: ¿¿bit.ly¿SzugTg ).
Espero que nos aclare esta confusión y para ello estaríamos encantados en invitarle a un debate público donde se contaría con la presencia del Dr. Peter Onshorge, Presidente de la Academia Europea de Medicina Ambiental, el Prof. Martin Pall y la Dra. Pilar Muñoz-Calero para arrojar luz sobre algo tan importante que está poniendo en riesgo todo el trabajo realizado por muchos profesionales y, sobre todo, que puede aumentar aún más el enorme sufrimiento que padecen estos afectados, añadiendo un factor más al hacer creer a la población
que se trata de personas con un trastorno psiquiátrico
a las que no se les
recomienda someterse a aislamiento social por el peligro que conlleva esta situación a nivel psicológico. Pero si esta recomendación, en cambio, se llevara a cabo pondría en riesgo de forma grave la evolución de la enfermedad cuyo primer y más importante paso para mejorar es precisamente evitar en lo posible todos los contaminantes ambientales. Si además se medicara a estos pacientes con fármacos psiquiátricos podría incluso ser de riesgo para aquellos enfermos que presentaran algún polimorfismo genético, por ejemplo el CYP2D6, por lo que muchas de las benzodiacepinas no son metabolizadas y una pequeña dosis puede producir efectos colaterales.
Hay ya estudios realizados que muestran que el conjunto de los polimorfismos observados en los principales citocromos (2D6, 2C9, 2C19, 3A5, 3A5, y al UGT) que implican más allá del 75%-80% de los fármacos en la metabolización, muestran una cierta diferencia entre la población afectada y aquella que no está afectada. Vamos a terminar recordando que existen 8 afirmaciones acerca de la SQM descritas por el Profesor Martin Pall (leer más en: http:¿¿bit.ly¿1ilVFRM ) y otro artículo donde se publica que la SQM está causada por sustancia químicas tóxicas (leer más en: http: zzbitlyzRgTbax ).
Médicos que apoyan este escrito: Dra. Pilar Muñoz-Calero. Colegiada n9 28/26127 Dr. Diego Iacques. Colegiado n9 28/0831525 Dra. Elisa Sánchez-Casas.Colegiada n9 28/20317 Dr. Mamadou Koita. Colegiado n9 28/2865064 Dra. Carmen Navarro. Colegiada n9 28/2842340 Dra. Alexandra Henríquez Linares. Colegiada n9 28/ 3706481 Dr. Marco Francisco Payá Torres. Colegiado n9 30/037462 Dr. Adrián Martínez Ramos. Colegiado n9 03/0305107 Dra. Marja Van Engelen. Colegiada n9 070308414 Dra. María Carrillo Camps. Colegiada n9 43/5661 Dr. ]aVier Mateos Hernández. Colegiado n9 19/03279 Dra. María del Carmen Ruiz Martín. Colegiada n9 32614 Dra. Eudoxia López Peral. Colegiada n9 29/3663 Dra. Teresa Lajo Morales. Colegiada n9 28/28/46637