bienvenido al infierno
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• ISSN: 1999-8090 • $1.00 •
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«somos un grupo de fusión»
© cortesía de la entrevistada
TELEVISIÓN
¿puede la ficción cambiar la realidad?
una explosiva morena del caribe
© cortesía de la entrevistada
24 HORAS
EDITORIAL
MIREYA LUIS DEPORTE
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ESTIMADOS LECTORES: Siguen llegándonos sus felicitaciones de cumpleaños. Aunque preferimos pensar más en lo que nos falta que en lo que alcanzamos, agradecemos cada palabra de aliento. Además del sitio web de Prensa Latina, la página www.cubasi.cu acogió a LA CALLE desde el mes pasado en formato .pdf. En este número de mayo, de dígito impronunciable –y en homenaje a las madres–, nos acompañan dos mujeres excepcionales, una del mundo del arte y otra del deporte: Rosita Fornés, la gran Vedette de América, y Mireya Luis, una de las más grandes voleibolistas del mundo en todos los tiempos. Kola Loka, una propuesta musical que fusiona el reguetón con ritmos caribeños, responde a nuestras preguntas. Sobre la televisión norteamericana nos llega el análisis de un serial que tanteó en el electorado el efecto posible de un candidato negro, antes que Obama se presentara. Las opiniones que ustedes nos envían conforman ya uno de los principales segmentos, y para desatar nuevos debates, un músico que nos abandonó para buscar «el sueño americano» advierte que Miami es un infierno. Gracias a todos. CM
© cuba si
la gran vedette de américa
MÚSICA
cia: manual de asesinatos para guatemala
KOLA LOKA
• MAYO 2009 •
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ROSITA FORNÉS GENTE
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descanso obligatorio
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NÚMERO
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TELEVISIÓN
EL PODER DE LOS MEDIOS...
24Horaspudo ser un laboratorio de prueba para encontrar un candidato perfecto a la presidencia de los Estados Unidos (...) El cuarto poder (los medios) vuelve a jugar en temas políticos. Series, noticieros, películas, videos musicales, todos diseñados para influir en la conformación de nuestra opinión y en nuestra toma de decisiones
LA CALLE DEL MEDIO MAYO, 2009
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David Palmer, Barack Obama y ANTONIO GUTIÉRREZ LABORIT
Una serie en tiempo real. Realidad o ficción, la lucha contra el terror
REALIDAD O FICCIÓN
Entre las series televisivas que dominan la pantalla del mercado norteamericano y que invaden la de los países europeos y latinoamericanos se encuentra la multipremiada 24 Horas, una serie trasmitida por la cadena Fox y producida por Imagine Television, creada por Robert Cochran en el 2001, que muestra las acciones del agente federal Jack Bauer, interpretado por el actor Kiefer Sutherland, de la Unidad de CTU [Counter Terrorist Unit] o UAT [Unidad Antiterrorista] de Los Ángeles. La serie sigue la acción de sus protagonistas en tiempo real: cada temporada está compuesta por 24 capítulos de una hora de duración que conforman un único día. En cada episodio de una hora, se representa una hora continua de acción. La serie también enfoca las actividades de otros agentes de la UAT, las acciones de los terroristas y las reacciones en la Casa Blanca. Fue emitida por primera vez como una producción de trece capítulos, y no fue hasta que su protagonista obtuvo el Globo de Oro por su interpretación en los primeros diez capítulos y la audiencia subió, que la Fox ordenó rodar el resto de la serie. Desde entonces ha mantenido un buen nivel de audiencia a lo largo de sus temporadas. La sexta se estrenó en Estados Unidos el 14 de enero de 2007 en Fox, y finalizó en mayo. En estos momentos se trasmite la séptima temporada y el rodaje de la octava ya está asegurado. 24 Horas cuenta con un sólido aparato publicitario y se ha ex-
tendido a otros medios como los videojuegos. Las siete temporadas de la serie televisiva conjugan un selecto grupo de enemigos que intenta destruir el poderío de Estados Unidos y pone en peligro la vida de cientos de miles de sus ciudadanos. Jack Bauer se enfrentará continuamente a ex agentes de la KGB enrolados en el ejército serbio y colaboradores de Miloševic, grupos fundamentalistas de origen árabe, células terroristas dentro del territorio norteamericano, multimillonarios y magnates del petróleo y del tráfico de armas en Rusia, reconocidos líderes terroristas del Medio Oriente y jefes de grupos opositores de países africanos, los que pondrán al Presidente de turno en el dilema de salvar a sus conciudadanos y no ceder ante las presiones de los grupos terroristas. Todo quedará resuelto como de costumbre con la ayuda de Jack, un súper héroe de nuevo tipo que en sus disímiles enfrentamientos, aunque logre el triunfo del «bien», siempre ocasionará algunos daños colaterales, y reforzará el criterio del importante papel que desempeña Estados Unidos en la defensa de los intereses de la región y del mundo, por designios casi divinos. No es de extrañar que existan ciertos paralelismos entre los sucesos ocurridos en la serie y la realidad política de Estados Unidos: escándalos presidenciales, guerra contra el terrorismo, intervencionismo en tierras extranjeras, uso de la tortura, el separatismo ruso y el dilema checheno, son algunos de los temas abordados en cada capítulo y que hacen de la serie un termómetro social. En concordancia con lo dicho, la serie es parte de una producción cultural que conjuga de manera clara la hegemonía y la contra-hegemonía para lograr el equilibrio de la sociedad norteamericana, lo que por algunos autores se ha dado en llamar el «dirigismo cultural». En la actualidad, después de las elecciones presidenciales del 4 de noviembre de 2008 y la toma de posesión del presidente Barack Obama, una idea recorre los foros de discusión sobre 24 Horas, como esta, firmada por Víctor Rogers en: http://www.cooperativa.cl «Es por lejos, una de las mejores series de todos los tiempos y lo más «increíble» o impactante es cómo se han adelantado al futuro en la realidad norteamericana, como los atentados terroristas o el hecho de tener un presidente negro, esto pasó en la serie antes que en la vida real, lo que hace que esta serie de ficción sea tan atrayente y sus historias no dejen de encantar hasta el día de hoy y la trama argumental siga siendo potente».
Vidas paralelas de un presidente, moldeando la opinión pública
© archivo
La victoria en esta campaña de Barack Obama se sustentó en la imagen de un candidato diferente. Así lo definiría también el redactor político del Washington Post, E. J. Dionne: «El cambio, no la experiencia, era el orden del día. Arrasar, no exhibir un control de los detalles, era la virtud más valorada en la oratoria de la campaña. Romper claramente con el pasado, no sólo volver a tiempos mejores, era la promesa más preciada.» El atasco de la anterior administración en Afganistán e Irak, el aumento del rechazo internacional a sus políticas guerreristas, los escándalos en empresas asociadas al equipo presidencial, acompañados por los exabruptos habituales en el discurso de Bush y la creciente crisis financiera global iniciada por la crisis hipotecaria en el sector de bienes raíces en Estados Unidos, condujeron a que los grupos de poder buscaran desesperadamente la forma de lograr la tranquilidad entre los ciudadanos norteamericanos y con ella el «orden» mundial. Las elecciones presidenciales dieron el marco ideal para el aparente cambio en las formas de asumir la política, la economía y el desarrollo social por una nueva administración. Si ya estaba definida la necesidad de modificar las figuras y las políticas del poder, qué mejor opción que modelar a través de los medios a personajes que se de-
El presidente Barack Obama.
sempeñaran como tal y así medir además su nivel de aceptación por el público. Desde mucho antes del 2001, año en que toma posesión el 43 presidente de Estados Unidos, George Walker Bush, series televisivas comenzaban a trasmitir ideas sobre cómo debía administrar el poder el nuevo elegido. El ala oeste de la Casa Blanca era una de ellas. Producida por Warner BROS., emitida por primera vez en la NBC en 1999, y trasmitida por muchas otras cadenas en docenas de países. La serie terminó su séptimo año de emisión el 14 de mayo del 2006. Hoy muchas personas llaman la atención sobre el parecido entre el presidente de ficción y el actual morador de la Casa Blanca. Barack Obama, al igual que Matthew Santos, protagonista de esta serie, son dos jóvenes demócratas casi desconocidos en el partido, ambos pertenecientes a minorías étnicas. Obama es afroamericano y Santos es latino, casados con mujeres guapas e inteligentes y con dos hijos pequeños. Siendo ambos los candidatos menos predecibles para la victoria final, sus personalidades no sólo intrigan enormemente al público, sino que le ofrecen la posibilidad de un cambio. Tanto Santos como Obama fueron aconsejados de simplificar sus campañas y vender a los votantes un concepto. Obama, al igual que Santos, lo hizo en la televisión, cautivó al público no tanto por sus ideas políticas como por la idea de quién es él. Tanto Obama como Santos, inexpertos en las estructuras internas del partido, llevan como candidatos a la vicepresidencia a viejas glorias del partido demócrata, que pueden aconsejarlos y conferir una imagen de seguridad. Joe Biden ha sido el elegido en el caso de Obama y el inconmensurable Leo McGarry (personaje de ficción) fue el designado para ayudar a Santos en su carrera hacia la presidencia. Así las cosas, la publicitada serie 24 Horas no se quedó atrás. Desde la primera temporada, Bauer tratará de salvar la vida del senador demócrata, convertido luego en el presidente David Palmer, el primer afroamericano en tomar el poder en Estados Unidos. David Palmer, interpretado por el actor Dennis Haysbert, es el cuarto personaje de la serie en cantidad de apariciones en pantalla, después de Chloe O’Brian, Tony Almeida y el propio Jack Bauer, con 80 escenas en cinco temporadas, a través de las cuales se cuenta su ascenso en la vida política del país, desde senador hasta presidente. «La hoja de vida» del presidente de ficción Palmer [aparece en el sitio web oficial de la serie, como si fuese un ser real] mostrará a un ser humano con excelentes cualidades intelectuales y morales dignas de imitar y seguir por la mayoría de los norteamericanos que clamaba por un cambio, que lo contraponía al equipo de gobierno del ex presidente Bush. El personaje Palmer es doctor en leyes por la University of Maryland School of Law y licenciado en Economía Política por la Universidad de Georgetown. Antes de dedicarse a la política trabajó en la compañía Fidley, Barrow & Bain, Attorney at Law. En sus tiempos de estudiante obtuvo varios premios como
TELEVISIÓN
Al parecer, el modelaje de la realidad y el estudio de la reacción ciudadana ante acontecimientos políticos trascendentales para la vida del país son también uno de los métodos usados por la televisión y puestos en práctica en esta serie.
© fox broadcasting company
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Parte de los personajes de la séptima temporada de 24 Horas que se trasmite actualmente.
deportista como el NCAA All-American, por su desempeño en el básquetbol; el Big East Conference, por ser el Jugador Defensivo del año, y el Sporting News, por ser el mejor jugador universitario del año. El liderazgo del presidente Palmer aglutina a un equipo de trabajo centrado en la atención de los problemas de su país, marcado por el honor y un alto nivel moral; en fin un presidente listo, carismático, informado y juicioso. Así sucedió hasta el primer capítulo de la quinta temporada cuando Palmer es asesinado. Este capítulo que fue estrenado en la televisión norteamericana el 15 de enero del 2006, fue uno de los más vistos de toda la saga. Por su parte, el Presidente Obama, hijo de un becario kenyano de la Universidad de Hawai, musulmán y negro, y de una norteamericana de Kansas, blanca y cristiana, se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Columbia en 1983, trabajó como escritor financiero de consultores internacionales y como organizador comunitario, trabajos que lo llevaron a estudiar leyes en la Facultad de Derecho de Harvard, donde obtuvo la distinción de ser elegido como el primer presidente negro de la prestigiosa Harvard Law Review y finalmente se graduó con honores magna cum laude en 1991, y más tarde se desempeñó como catedrático de derecho de la Universidad de Chicago. En definitiva, alejándonos de cualquier paralelismo moral y curricular entre el candidato de la ficción y el de la realidad, nadie puede dudar que la aparición en pantalla durante casi cinco años de un afroamericano y su hermano en el papel de Presidente de Estados Unidos tiene importantes elementos condicionadores de la opinión pública, de hecho convencida de que Estados Unidos no podía seguir el rumbo por el cual los llevaba la administración republicana, que al parecer actuó tardíamente colocando al frente del partido a un afroamericano. Otra ventaja ofrecía el Presidente ficticio, o el llamado «efecto Palmer». Su enfrentamiento a un sinnúmero de situaciones políticas internas y de defensa a la seguridad nacional permitirían evaluar por parte de especialistas el nivel de aceptación por el público de las reacciones y soluciones dadas por el Presidente, por lo que se podría generar un patrón de posibles tomas de decisiones y reacciones de la opinión pública determinando de antemano estrategias para la solución de crisis u otros fenómenos sociales, económicos y políticos. 24 Horas pudo ser un laboratorio de prueba para encontrar un candidato perfecto a la presidencia de Estados Unidos. Finalmente, como Palmer, la administración Obama ha dado la imagen de que el trabajo estará centrado en modificar el modo en que se han conducido tradicionalmente los asuntos del país y convocar a los estadounidenses a unirse para el bien común, sin dejar de lado por supuesto la defensa del país y su papel de gendarme mundial, como expresaría el propio Bush en sus declaraciones dadas a conocer por la Oficina del Secretario de Prensa el 5 de noviembre de 2008. «[…] El gobierno de Estados Unidos permanecerá alerta para cumplir con su más importante responsabilidad: proteger al pueblo estadounidense. Y el mundo puede tener la certeza de que nuestro próximo Comandante en Jefe asumirá este inquebrantable compromiso.» Y de nuevo aparecen los enemigos a los que el personaje de ficción David Palmer se enfrentó junto al fiel Bauer y que Obama también enuncia: «En el mundo globalizado de hoy, la seguridad del pueblo estadounidense está
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El actor Dennis Haysbert interpretando al presidente negro, en la ficción, David Palmer.
inextricablemente ligada a la seguridad de toda la humanidad. Cuando el narcotráfico y la corrupción amenazan la democracia en América Latina, eso también es un problema para Estados Unidos. Cuando los aldeanos pobres de Indonesia no tienen más remedio que enviar al mercado pollos infectados con la gripe aviar, eso no lo podemos juzgar como un asunto lejano. Cuando las escuelas religiosas de Pakistán inculcan el odio en los niños, también nuestros niños están amenazados. Ya sea que se trate de terrorismo mundial o de una enfermedad pandémica, del ingente cambio climático o de la proliferación de armas de destrucción masiva, las amenazas que enfrentamos en la alborada del siglo xxi ya no pueden ser contenidas por límites y fronteras. […] Debemos comenzar la construcción de cuerpos militares propios del siglo xxi que garanticen la seguridad de nuestro pueblo y favorezcan la seguridad de los pueblos.» El cuarto poder (los medios) vuelve a jugar en temas políticos. Series, noticieros, películas, videos musicales, todos diseñados para influir en la conformación de nuestra opinión y en nuestra toma de decisiones. Es tanto el caudal de imágenes prediseñadas a las que asistimos, que el ciudadano del siglo xxi no tiene herramientas para delimitar entre la realidad y la ficción. La ficción se ha realizado y lo verdadero se vuelve ficticio. El dirigismo ideológico ha tomado forma a través de personajes de ficción que modelan la realidad y parecen acompañarnos en la vida cotidiana. Encontrar las brechas, las limitaciones y contradicciones de este engranaje al parecer insuperable que es la dictadura espiritual impuesta por el capital transnacional, es la tarea central y común para todos los intelectuales revolucionarios. En esta acción deben acumularse todos los esfuerzos de la inteligencia. CM
GENTE LA CALLE DEL MEDIO MAYO, 2009
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Rosita Fornés YAILÍN ORTA RIVERA
ROSITA sigue siendo una persona electrizante, con la mágica energía que la hizo conquistar el cetro en un largo camino de entrega y esfuerzo. Dominar durante siete décadas con talento el mundo del espectáculo, no ha sido tarea fácil. En aquellos primeros días en que la desbordaba la ilusión por ser artista –«en casa mis padres se oponían a la idea, porque no era bien visto», comenta–, asumió su vocación con absoluta entrega. Confiesa que no disfrutó de su adolescencia, ni fue a fiestas a divertirse como todas las muchachas de su edad, porque el arte tiene eso: «hay que deberse a él en cuerpo y alma». Rosa es de esas sorprendentes criaturas hechas para el arte, que sabe incursionar desenfadadamente y con éxito lo mismo en el cine, que en el teatro, en la música, la televisión, el cabaret y la radio, que triunfa en lo lírico y en lo dramático, en la comedia y en el musical. Artistas como los argentinos Hugo del Carril, Luis Sandrini, Libertad Lamarque y Tita Merello; o los cubanos Rita Montaner, Maruja González, Bola de Nieve, Benny Moré, María de los Ángeles Santana, Esther Borja y Armando Bianchi; maestros como Ernesto Lecuona, Rodrigo Prats, Adolfo Guzmán y González Mantici, le acompañaron a lo largo de su carrera, y forman parte de su patrimonio afectivo. Su profesionalidad, dedicación, carisma y versatilidad la llevaron a ser reconocida como la «Vedette de América». En su patria recibió los Premios Nacionales de Teatro, Televisión y Músi-
ca. También mereció la Orden «Félix Varela», que es la más alta distinción que otorga el Estado cubano a personalidades de la cultura. Pero sobre todo, su público la convirtió en un mito que vive y se renueva, que no se conforma con lo que fue. ¿De dónde viene su vocación por el arte? Nació conmigo. Desde que tenía unos tres o cuatro añitos, ser artista era mi juego favorito. Me disfrazaba para parecer alguien importante, y a veces hasta cogía un pedazo de cualquier tela para sentir que tenía el pelo largo, porque mi madre me tenía la melenita corta con un cerquillito por aquel entonces. Y en realidad nunca había visto nada que me acercara a ese universo. Alguna vez me llevaron al cine, pero generalmente me quedaba dormida. Lo que oía era la radio y las historias de mi abuela, a quien le gustaba escuchar mucha ópera. ¿Influyó alguien especialmente? Todo lo contrario, porque en los años de mi juventud había una especie de discriminación hacia los artistas, se creía que ese ambiente no era el más adecuado. Y mi familia se opuso siempre a la idea de que a mí me apasionara esa profesión. Mi padrastro, junto a quien crecí y de quien adopté mi apellido artístico, quería que estudiara idiomas, taquigrafía y mecanografía, para que fuera una gran secretaria. Fui al colegio normalmente, pero nunca abandoné ese sueño, y tanta fue mi in-
sistencia que cuando supe del programa competitivo para aficionados La Corte Suprema del Arte, enseguida quise presentarme, porque allí se descubrían talentos y tenía una gran audiencia en la radio. Después de rogarles mucho a mis padres, los convencí. Para mi sorpresa no me tocaron la campana, todo lo contrario: me llevé el premio. ¿Cómo reaccionó su familia? ¿Se hizo desde entonces el camino más expedito? Mi padre dijo: «Bueno, ya te complací, cantaste y ganaste el primer premio; ahora a lo tuyo, que es el estudio…» Cuando te premiaban en ese programa te ponían maestros de lo que fueras a cultivar: canto o actuación, porque hacían el programa con esas estrellas nacientes, y eso era lo que yo anhelaba. A papá después lo persuadieron y permitió que me presentara en el teatro «Martí», donde gusté mucho al público cantando un tema andaluz. Los dueños de la emisora CMQ, que a su vez eran los patrocinadores de La Corte Suprema…, habían sido amigos de mis abuelos maternos, y empezaron a decirles a mis padres que yo tenía condiciones. Los convencieron finalmente. Estudié canto, baile y música y aprendí muchísimo con esa gran actriz que fue Enriqueta Sierra. Tenía 15 años. Casi enseguida debuté como actriz y cantante en la compañía de Antonio Palacios e hice mi primer papel en el cine, en el largometraje Una aventura peligrosa, dirigido por Ramón Peón.
Me dediqué mucho a lo lírico, canté mucha opereta y mucha zarzuela. La opereta, al igual que la zarzuela, me dio la posibilidad de alternar en la escena con grandes figuras, tanto en Cuba como en México y España. La opereta permitió también que demostrara mi calidad de actriz. Pero ninguno de estos géneros la hizo desistir de su interés por la canción ligera, aunque le aconsejaran que una cantante como usted no debía incursionar en lo popular. Admiro toda la música, la más culta o popular. Además yo me decía: «tengo la voz bien colocada y no tengo por qué preocuparme». A mí lo que sí no me gustaba era cantar las canciones populares en tono lírico, porque les quitaba sabor. También me reprocharon que no incursionara en la ópera, y no lo hice porque a pesar de que podía llegar, consideraba que me faltaban unos graditos más. Un artista tiene que tener sentido común y conocer hasta dónde llega. Crecí escuchando lo mejor de la ópera porque mi abuelo era fanático a esa música y mi abuela me la ponía para entretenerme y me contaba el argumento, por eso conocía bien las voces fabulosas de los mejores cultores del género. Hace algún tiempo afirmó que la música popular para bailar, cantar u oírla, ha sido muy rica en Cuba, y lamentaba que en los últimos años hubiese decrecido mucho. ¿Por qué sostuvo ese criterio? Cuba ha dado ritmos muy buenos, pero en estos momentos hay una música de-
GENTE
© cortesía de la entrevistada
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EN CUERPO Y ALMA masiado moderna que no me gusta: el reguetón. No me acaba de convencer. En mi opinión está estropeando los buenos ritmos que ha dado este país. Lo veo chabacano, me da pena que eso sea lo que la mayoría de la juventud siga. No considero que en esta isla se haya agotado la fuente para crear cosas más interesantes. Sinceramente, pienso que tenemos muy buenos compositores cubanos para que nos quedemos ahí. ¿A qué cree que se deba que la juventud no tenga tanta preferencia por los géneros tradicionales? Deben armonizarse muchas cosas, pero en un principio la familia podría ayudar a rescatar ese terreno que tristemente lo está desplazando ese taca taca, taca taca, del reguetón. ¿Cómo aprecia el panorama del teatro musical cubano? Es una lástima que no se presenten obras de ese género con frecuencia, porque el público las recibe con mucho agrado. Inciden muchas cosas sobre esto, hacer una obra musical con un buen argumento requiere de un exquisito vestuario y más cuando es de época. Ese teatro lleva primera y segunda figuras, un buen coro y ballet, además de una orquesta con un buen director. Es muy costoso montarlo y exige mucho esfuerzo y profesionalidad. Alguna vez dijo que para entrar en el mundo artístico no basta con el talento. Pienso que son también necesarias la suerte y las oportunidades. Es fundamen-
tal que se te presenten trabajos para que puedas demostrar tus potencialidades. Existen figuras muy buenas y centros destacados donde se preparan las nuevas generaciones de artistas, pero creo que las oportunidades y espacios para desarrollarse no son suficientes. Hay muchos colegas que empiezan a pasarles los años y no pueden demostrar todas sus cualidades porque son pocas las propuestas de trabajo. Hay mucho talento que se está difuminando. Yo tuve la suerte de no parar de trabajar y eso influyó decisivamente en mi carrera. El público te ve y es como un termómetro que te indica lo que haces bien o mal. En ese ejercicio te vas perfeccionando. Como me dijeron una vez: «Rosita, a ti lo único que te faltó fue hacer circo», y es cierto, lo único que me faltó fue subirme a un trapecio, porque hasta hice un monólogo vestida de payasa. En mi época se trabajaba diariamente. Subía una obra a escena y el teatro la programaba en dos funciones todos los días de lunes a sábado, y tres el domingo. Se estrenaban obras además semanalmente, estabas actuando y montando otra. Eso te daba una escuela tremenda. Y al mismo tiempo tenías que seguir estudiando, superándote sobre la marcha. Así fui creciendo como artista y fue como obtuve todo lo que he tenido la oportunidad de alcanzar. ¿El concepto de vedette sigue teniendo vigencia en el mundo del espectáculo?
Confieso que al principio yo rechazaba ese término porque me consideraba cantante-actriz o viceversa. A mí me contrata para ser vedette por primera vez la compañía de Roberto Ratti en México. Tenía 20 años en aquel momento, y yo le pregunto: «Bueno ¿y qué es lo que se supone que debe hacer una vedette?», y él me responde: «Pues un poco de todo lo que usted ya ha hecho Rosita: ser actriz, cantante y saber bailar». Me montaron cuadros fabulosos con argumentos muy interesantes que disfruté muchísimo. Luego se me quedó ese título que yo lo veía al principio en un tercer nivel, y después lo pude apreciar en toda su magnitud. Ser vedette exige esa integralidad. ¿Piensa que existe alguien en Cuba que haya alcanzado esa versatilidad? Bueno sí, creo que hay algunas que han podido más o menos hacerlo, pero no han tenido la oportunidad de trabajar con la intensidad que yo lo hice. Desde mis 15 años cuando empecé, no dejé de entregarme a mi público en los más disímiles repertorios y escenarios. ¿Qué consejos le daría a un joven que inicia su carrera como artista? Que estudie y estudie. Los artistas tienen que superarse constantemente. Y que ponga en práctica lo aprendido en los espacios que se le presenten. Le recomendaría que nunca piense que se las sabe todas porque cada día, con cada actuación, con cada presentación, se vuelve a empezar. Siempre se descubren
nuevas formas de hacer porque todo evoluciona, cambia. En ese sentido he sido muy exigente conmigo. La gente me dice: «Bueno, a su edad y con su experiencia, ya nada debe sorprenderla, nada debe impresionarla…» Pues no, siento las mismas sensaciones de la primera vez, porque ahí está el público, al que no se le puede dar menos de lo que espera de ti. ¿Qué les diría a quienes no le perdonan que se haya quedado en Cuba, siendo además norteamericana de nacimiento? No tengo nada que decirles. Me interesa poco si me lo perdonan o no, siempre he hecho lo que he entendido que debía de hacer y ya, y no me preocupa lo que puedan pensar. ¿En cuáles rasgos de la cubanía se reconoce Rosita Fornés? Mira, quiero a este país en todo lo que significa. Me he movido mucho en distintos escenarios del mundo: Europa, Estados Unidos, América Latina. Y dondequiera que haya ido he representado a esta tierra, porque aquí crecí y me siento cubana. Allá quien me critica, a mí lo que más me interesa es ese público que me ha mantenido durante tantos años, al que me gusta corresponder con pasión, modestia y respeto. Las tres generaciones que me han contemplado y la cuarta que lo está haciendo, me recibe con mucho cariño, y eso es lo que quise siempre tener. CM
© zardoyas
LECTURAS
Descanso obligatorio
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SANTIAGO ALBA RICO Especial para LA CALLE DEL MEDIO
«MANEJE SU CARRO con un solo dedo», «conozca el mundo sin salir de casa», «endurezca sus glúteos sin levantarse del sillón», «hágase millonario sin esfuerzo», «compre desde su hogar», «lo hacemos todo por usted», «hable más tiempo, más lejos, más barato», «beba, coma, duerma, rásquese, mire», «no lo piense más: haga daño», «nosotros disparamos mientras usted descansa», «produzca diez toneladas de basura con un solo euro», «mate más niños a menos precio», «mutílese gratis», «destruya el planeta desde la pantalla de su ordenador», «no lea, no piense, no luche, no se canse, no viva: vea la televisión». Con poco dinero y casi sin ningún trabajo, es verdad, se puede renunciar a la libertad e incluso a la supervivencia. Lo único que no cuesta nada es la esclavitud; lo único que no requiere esfuerzo es la derrota; lo más cómodo de todo es dejarse matar. Sin manos, desde casa, con un solo dedo, dejando resbalar apenas la mirada sobre una superficie plana, se introducen muchos más efectos que levantando piedras o cortando leña (o, claro, construyendo escuelas o curando heridas). Los monjes y eremitas medievales se retiraban del mundo, y lo contemplaban desde fuera, para no intervenir en él; las clases medias capitalistas, al contrario, se refugian en la contemplación como la más eficaz y destructiva forma de intervención. Por eso, y
no por nostalgias reaccionarias o cristianas vocaciones de martirio, hay que desconfiar de todo lo que puede hacer uno mismo sin ayuda y de todo lo que podemos hacer sin demasiada fatiga. En una sociedad que da tantas facilidades para perder el juicio, que hace tan llevadero matarse y tan irresistiblemente placentero dejar caer las cosas al suelo, que proporciona tantas comodidades para que aumentemos nuestra ignorancia y concede tan generosos créditos y subvenciones para que despreciemos a los otros o hagamos ricas a las multinacionales, podemos tener la casi total seguridad de que si algo nos da pereza –si algo nos molesta– es porque vale la pena. En una sociedad que nos obliga precisamente a no hacer ningún esfuerzo, que nos impone la pasividad más divertida, que nos fuerza a no sentirnos jamás incómodos, perturbados o vigilantes, que nos constriñe tiránicamente a estar siempre satisfechos, podemos estar casi seguros de que precisamente todo aquello que no queremos hacer nos vuelve un poco más libres. En una sociedad tan totalitariamente favorable, tan poderosamente benigna, tan dictatorialmente confortable, he acabado por adoptar este principio: si algo no me gusta, es que es bueno; si no lo deseo, es que es bello; si no tengo ganas de hacerlo, es que es liberador. Cada vez apetece menos leer, ser soli-
dario, mirar un árbol: he ahí el deber, he ahí la libertad. Cada vez nos cuesta menos ver la televisión, conectarnos a Internet, usar el celular: he ahí una manifestación tan feroz del poder ajeno y de la propia sumisión como lo son la explotación laboral o la prisión. Eso que el filósofo Bernard Stiegler llama «proletarización del consumidor», privado del control sobre su ocio al igual que el obrero está privado del control sobre su trabajo, no puede separarse de ciertos medios –las nuevas tecnologías– que conviene juzgar también desde este punto de vista antes de incorporarlas acríticamente a nuestra existencia como instrumentos de emancipación. He dicho otras veces que la diferencia entre un martillo y una conexión a Internet es la que existe entre una herramienta, prolongación del cuerpo en el mundo, y un órgano, que es siempre, por el contrario, la intromisión del mundo en el propio cuerpo. Es más fácil manejar el propio riñón que el propio martillo y por eso es más difícil vivir sin un riñón que vivir sin un martillo. Pero es más fácil imponer nuestra voluntad a un martillo que a un riñón y por eso es más difícil ser esclavizado por un martillo que por un riñón. La facilidad tecnológica, como la facilidad consumidora (y por razones muy parecidas), es una dictadura orgánica frente a la cual nuestra única libertad posible consis-
te en defendernos de ella. Frente a un martillo somos libres cuando nos decidimos a usarlo; frente a un riñón, sólo seríamos libres si pudiésemos decidir no usarlo. Por la misma razón, somos libres cuando abrimos un libro; pero sólo somos libres cuando cerramos el ordenador (o el celular o la televisión). Ahora bien, una libertad sólo negativa frente a un órgano vivo es una locura; es casi un delito; es, en cualquier caso, una autolesión. No es libertad. La evidencia de esta limitación de la voluntad introducida en nuestras vidas por la televisión o por Internet, tanto más restrictiva cuanto más se multiplican los canales y las páginas digitales, se manifiesta en el hecho de que la única opción verdaderamente libre frente a ellas (el off) es la violencia. En la antigua Roma, el fuego del templo de las vestales debía mantenerse siempre encendido como condición misma de la continuidad de la vida; y su extinción, castigada de la forma más severa, era al mismo tiempo una catástrofe y la causa de nuevas catástrofes. Hoy, la continuidad de la vida está garantizada por los flujos de imágenes ininterrumpidos de las redes informáticas y televisivas; mientras nosotros dormimos, nuestro riñón funciona; mientras nosotros dormimos, la CNN sigue emitiendo; mientras nosotros dormimos, Internet sigue activo. La Vida no está ya en los templos ni en las fábricas metalúrgicas ni –por supuesto– en el ojo siempre vigilante del Dios omnipotente; las nuevas tecnologías, frente a cuyas imágenes manufacturadas pasamos muchas más horas que frente a nuestras montañas, nuestros hijos o nuestros novios, han sustituido y concentrado todas estas funciones biológicas y religiosas. Ellas son la Vida, de la que intermitentemente, en ratos ciegos, cuando nos apartamos de la mesa o del salón para preparar la comida, ir al trabajo, frecuentar a los amigos o sencillamente tomar el sol, quedamos trágicamente fuera. ¿Desconectarnos de Internet? ¿Apagar la televisión? Distintos estudios sociológicos han llamado la atención sobre la angustia que, sobre todo en los sectores más vulnerables, produce una pantalla oscura. La única decisión verdaderamente libre que podemos tomar una vez las nuevas tecnologías han entrado en casa (la de apagarlas) se parece bastante a una eutanasia. Es como si todos los días tuviésemos que asumir la responsabilidad de dejar morir a un pariente hospitalizado; como si todos los días se nos exigiese el gesto repetido (castigo griego, como el de Sísifo o Prometeo) de desconectar nuestro cuerpo de los cables y aparatos que lo mantienen conectado a la Vida. Demasiada responsabilidad para que la asuman los ancianos, los niños, los solitarios, los deprimidos, los abandonados, los cansados, que son la mayoría en este mundo. La ilusión de la Vida habrá que combatirla recuperando la sociedad misma en el exterior. Pero la tecnología audiovisual no es sólo una ilusión: es también un formato, un aparato. Y si la memoria política y moral de la humanidad puede borrarse en un instante, no ocurre lo mismo con la memoria tecnológica. La humanidad futura sabrá fabricar la bomba atómica; la humanidad futura tendrá televisión y telefonía móvil y riñones informáticos que no se dejarán nunca manejar del todo. Precisamente por eso es necesario recuperar la sociedad misma; porque la única manera de frenar la tecnología, e incluso de usarla a nuestro favor, es que la gestione una sociedad consciente y libre y no la voluntad individual de miles de apetencias y gustos y caprichos activados –y emocionados– por la facilidad inmensa, y el placer insuperable, de hacerlo todo pedazos. CM
JORGE WEJEBE COBO
Sydney Gottileb.
Los manipuladores de «PB SUCCES» A comienzos de 1990 fueron desclasificados documentos sobre acciones de la CIA contra el gobierno de Árbenz, los cuales incluían los legajos de la «Operación PB Succes», que tenía como objetivos «(…) eliminar la actual amenaza del gobierno guatemalteco controlado por los comunistas (…) e instalar en el poder y sostener de igual manera, un gobierno pro americano en Guatemala». Sus acciones se inspiraban en los programas de asesinatos, espionaje, guerras culturales y acciones militares aplicadas con éxito en todo el mundo por la CIA hasta esa fecha. Su joya más preciada sería la «Operación Ajax», ejecutada en 1953 por los servicios de inteligencia norteamericanos e ingleses para desalojar al Primer Ministro iraní Mohammed Mosaddeq, quien nacionalizó el petróleo en manos de compañías inglesas. Incluso Allen Dulles, director de la CIA en ese entonces, propuso a Kermit Roossevelt –uno de los jefes de la «Operación Ajax»– para dirigir el nuevo proyecto, pero este declinó por desacuerdos tácticos en la conducción de las acciones. En 1953 fue nombrado como embajador de Estados Unidos en Guatemala John Peurifoy, un completo desconocedor de la región y del idioma español, pero que había ocupado igual cargo en Grecia entre 1950 y 1953, © archivo
A STUDY OF ASSASSINATIONS (Manual de Asesinatos), desclasificado en 1997, fue elaborado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana para eliminar de forma encubierta en 1954 a partidarios y dirigentes del gobierno del presidente Jacobo Árbenz, de Guatemala, elegido democráticamente el 13 de noviembre de 1950 con el 65 por ciento de los votos y quien en 1952 realizó una moderada reforma agraria que afectó a la compañía estadounidense United Fruit Company. Bill Buckley, un ex agente de la CIA, declaró en 2004 que el manual era lectura obligatoria para los aspirantes y agentes, y adjudicó su elaboración a Sydney Gottileb, un siquiatra de la agencia, quien más tarde realizó estudios y experimentos sobre las formas de controlar la mente humana dentro de la «Operación MK Ultra». También a Gottileb se le vincula con los intentos y planes para asesinar a Fidel Castro utilizando venenos y sustancias tóxicas. Según el manual, para obtener un resultado efectivo con armas cortantes, es necesario poseer un mínimo de conocimientos de anatomía que permitan el uso del cuchillo en las zonas cervicales o el corte de las venas carótidas y yugular. Precisa que las heridas con objetos punzantes son mortales cuando alcanzan el corazón, ya que de otra forma los modernos tratamientos médicos pueden evitar un desenlace fatal. Además, contenía instrucciones para irrumpir sorpresivamente, disparar sobre un grupo de personas reunidas en un local cerrado y aconsejaba rematar a los sobrevivientes con tiros de gracia. Las explicaciones resaltaban la utilidad de «un martillo, un hacha, una llave inglesa, un destornillador, un atizador, un cuchillo de cocina, el pie de una lámpara o cualquier cosa dura, pesada y que estuviera a mano». Un trozo de cuerda o de cable, o un cinturón, podían servir si el asesino era lo suficientemente fuerte y ágil. Todas esas armas improvisadas eran reconocidas por sus ventajas, al «estar disponibles en el lugar y no despertar sospechas».
INCLUYE POEMAS DE...
Mario Benedetti A. A. G.
NACIDO en la República Oriental del Uruguay en 1920, Mario Benedetti ha sido desde hace tiempo uno de los escritores latinoamericanos más leídos. Entre 1938 y 1941 vivió en Buenos Aires. Al regresar a Montevideo integró la redacción del semanario Marcha. Con su novela La tregua (1960) adquirió renombre internacional. A partir de 1973, por su firme militancia izquierdista, vivió exiliado en Argentina, Perú, Cuba y España. En nuestro país trabajó en la Casa de las Américas donde, en 1971, fundó y
dirigió el Centro de Investigaciones Literarias de esa institución. Además, recibió entre otras, la Orden «Félix Varela» otorgada por el Consejo de Estado de Cuba. Su extensa producción literaria comprende más de ochenta títulos y abarca todos los géneros. En reconocimiento a su obra, profundamente crítica y descolonizadora, fue galardonado con el Premio Cultural ALBA en su primera edición. Falleció el pasado 17 de mayo en Montevideo. LA CALLE DEL MEDIO quiere sumarse al homenaje póstumo que le rinde el pueblo cubano.
donde consolidó un gobierno derechista favorable a Estados Unidos luego de una sangrienta guerra civil. Sus experiencias en Grecia sirvieron para que la CIA organizara un ejército secreto que asoló el viejo continente con acciones terroristas, golpes de Estado y campañas mediáticas que frustraron el avance de tendencias favorables al socialismo en la región. En la nueva misión justificaría con creces su selección. Edward Howard Hunt, jefe de la Estación CIA en México, escritor de novelas policíacas, tuvo una relevante actuación en las labores de espionaje y aislamiento internacional del gobierno guatemalteco. También formó parte del equipo que actuó en Irán y conjuntamente con el agente CIA David Atlee Phillips, dirigió campañas de guerra cultural divulgando propaganda contra Árbenz en todo el mundo. Con posterioridad, ambos tendrían un papel importante en los planes de atentado contra Fidel Castro y en la invasión de Playa Girón, y se les acusó de estar vinculados al atentado al presidente Kennedy en 1963.
Las pistolas de Somoza Los periodistas y órganos de prensa al servicio de la CIA en la región, repetían las directivas que presentaban a Guatemala como base para el expansionismo soviético y de fuente de agresión a los países vecinos, pautas que en ocasiones cumplían con dosis de imaginación, como la reproducción de una información basada en el comentario de un ministro de Árbenz, con creencias espiritistas, sobre su contacto con el espíritu de Stalin, quien «le dijo» estar muy satisfecho con su actitud y la línea de trabajo de los comunistas en el país. En la extensa papelería desclasificada de la CIA, se aprecia la complicidad de la mayoría de los gobiernos de la región y de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el derrocamiento del presidente Árbenz. El general Anastasio Somoza, gobernante de Nicaragua, fue el actor principal de un embuste según el cual un alijo de armas soviéticas se exhibió como prueba material de un plan soviético-guatemalteco para asesinarlo.
· informe sobre caricias ·
adolecen de un defecto no tienen tacto
1 La caricia es un lenguaje si tus caricias me hablan no quisiera que se callen
5 Como aventura y enigma la caricia empieza antes de convertirse en caricia
2 La caricia no es la copia de otra caricia lejana es una nueva versión casi siempre mejorada
6 Es claro que lo mejor no es la caricia en sí misma sino su continuación.
3 Es la fiesta de la piel la caricia mientras dura y cuando se aleja deja sin amparo a la lujuria 4 Las caricias de los sueños que son prodigio y encanto
El propio General, enarbolando pistolas de fabricación rusa con las insignias de la hoz y el martillo, denunció el supuesto complot. Irónicamente, en 1956 sería ajusticiado a tiros por el revolucionario Rigoberto López Pérez, ajeno al gobierno soviético, quien utilizó un tradicional revólver Colt antes de caer fulminado por la escolta presidencial. También en Nicaragua se comenzó el entrenamiento de las fuerzas de la CIA que invadirían Guatemala y que culminarían su preparación en Honduras. Estas mismas instalaciones en Nicaragua serían utilizadas nuevamente por la agencia seis años después y con similares propósitos, para el fracasado desembarco por Playa Girón de una brigada mercenaria. En marzo de 1954 se celebró en Caracas, Venezuela, la X Conferencia de la OEA, en la que la propuesta de Estados Unidos que denunciaba la supuesta expansión comunista en el continente y la necesidad de oponerse a la misma, fue aprobada por la inmensa mayoría de los países, con el voto en contra de Guatemala y la abstención de México y Argentina. En los meses posteriores se incrementaron los ataques de aviones que partían de Nicaragua u Honduras y ametrallaban, con total impunidad, cuarteles e instalaciones económicas. La llegada de un cargamento de armas adquiridas en Checoslovaquia para el ejército, fue la señal para aplicar la fase decisiva de la «Operación PB Succes». El 17 de junio de 1954 iniciaron la invasión desde su base en Honduras las fuerzas del coronel guatemalteco Carlos Castillo Armas, reclutado por la CIA, para culminar la operación. Las fuerzas revolucionarias mayormente desarmadas no pudieron oponerse al agresor. El ejército desmoralizado dejó de apoyar al gobierno de Árbenz y este renunció y se asiló en la embajada de México. Nuevamente, Allen Dulles y su equipo tenían motivos para celebrar. Se logró consolidar por el momento el dominio indiscutible de Estados Unidos en la región. El artesanal Manual de Asesinatos selectivos rápidamente dejó de tener actualidad en Guatemala. Fue sustituido por el terrorismo de Estado para la eliminación colectiva de las bases de apoyo de los movimientos populares por el ejército y grupos paramilitares, que según cálculos conservadores ocasionaron la muerte de más de 100 000 personas desde el derrocamiento de Árbenz hasta 1990. CM los candidatos a pregonero a rabdomante a chantapufi a delator a mascarón de proa los candidatos a gran tribuno a alabancero a estraperlista a piel de judas a tercer suplente los candidatos a iracundito a viejo verde a peor astilla a punto muerto a rey de bastos
· los candidatos · Por la avenida vienen los candidatos los candidatos a mosca blanca a perengano a campeador a talismán a vicedéspota
por la avenida vienen los candidatos desde la acera solo y deslumbrado un candidato a candidato avizora futuro y se relame. CM
LECTURAS
© archivo
CIA:Manual de asesinatos para Guatemala
LA CALLE DEL MEDIO MAYO, 2009
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HUMOR
EN EL MEDIO DE LA CALLE
LA CALLE DEL MEDIO MAYO, 2009
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foráneos
Gióx | italia
Zardoyas
A CARGO DE ARES Y ZARDOYAS
Agim Sulaj | albania
M
CH
MA
res, nos reunimos A En esta ocasión i, rl ha C s, sé Ram Yaimel Paneke, los colegas Gióx, y as oy rd Pagán, Za laj, de Albania. Su m gi A y ; ia de Ital
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HUMOR
NÚMERO 13, Mayo 2009
EN EL MEDIO DE LA CALLE
LA CALLE DEL MEDIO MAYO, 2009
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© cuba si
MÚSICA LA CALLE DEL MEDIO MAYO, 2009
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Fórmulas sin padrino y con la sal a gusto AILER PÉREZ GÓMEZ Y YANIRA MARTÍNEZ ARANGO
EL CONTAGIO de estribillos y coros procedentes de creaciones populares ha sido una constante en la música cubana. Convertida en una tradición, se ha repetido por años, y es incluso asumida como recurso de comunicación por géneros de procedencia foránea que han tenido una sedimentación especial en nuestro país. Esto es lo que sucede desde hace un tiempo con ciertas frases que temas como «El calentico», «No me da mi gana americana» o «La estafa del babalao», representativos del repertorio de Kola Loka, han puesto en
boca del decir popular y más cotidiano. La agrupación, con una corta trayectoria de alcance nacional, ya logra colocarse en lugares privilegiados tanto de espacios oficiales como extraoficiales. Aunque no se define por un estilo o género en particular, reconoce el hecho de acudir a fórmulas probadamente efectivas en el propósito de «ser popular», las que a su vez constituyen una particularidad en el acontecer de la música bailable actual. Para abundar más en estos temas conversamos con Yasser Robinson Puente, su director.
¿Desde cuándo existe Kola Loka? Kola Loka se inicia en el 2001 en el Tercer Frente Oriental. Nosotros somos de Santiago de Cuba. Bueno, mi hermano y yo somos guantanameros residentes en Santia-
go; el otro integrante inicial, que es Angelón, sí es de Santiago de Cuba. Estábamos pasando el servicio militar en Tercer Frente, en el EJT (Ejército Juvenil del Trabajo), y allí fue donde surgió la idea de hacer un grupo mu-
sical. No teníamos nombre concebido, pues lo veíamos como una vía de liberar tensiones, ya que la zona era intrincadísima y había mucho trabajo y estrés. Decidimos hacer esta agrupación con fines de divertirnos simplemente, no de un trabajo serio. Después vimos el auge que fue tomando y un día, a sugerencia de un personaje del público, vino el nombre de Kola Loka. ¿Kola Loka o Kola Loka RA? Kola Loka RA fue al inicio de lanzarnos. Se usó Kola Loka RA porque éramos Robinson y Angelón, pero ahora somos Kola Loka solamente porque ya hay otros integrantes. Pero ustedes aún lo mencionan en algunos de sus temas. Sí, porque es algo que la gente identifica, pero actualmente no significa nada más que eso. ¿Y ese nombre tiene que ver con las características del producto al que usualmente se le llama así? El nombre viene precisamente porque esa persona que nos lo sugirió, se dio cuenta de que los temas tenían la facilidad de pegar en la gente. Entonces es algo que desde el principio definió las características del grupo y lo que han perseguido. Define las características del grupo y el efecto que su música causa en las personas. De hecho, la intención es que se peguen los temas, que la gente tenga un mensaje positivo y que se sienta identificada con el tema. ¿También pensándolo en función de que el público baile? De que baile y de que se lleve un mensaje, que se identifique, para que te puedan repetir. Voy por la calle y los niños corean y te reconocen, te identifican, aunque andes con un vestuario que no tenga nada que ver con el que te presentas. También tratamos de llevar siempre una letra fácil de captar, con un mensaje, aparte de la sonoridad que le podamos dar al tema en ese momento; pero siempre lo más importante es el mensaje y el nivel asequible de la canción para la población. ¿Desde el principio hicieron reguetón? Bueno, Kola Loka no es un grupo de reguetón, es un grupo de fusión. Mezcla los ritmos con la base del reguetón, que es el ritmo actual, pero en sí fusionamos con kizomba, calipso, merengue. Es así, lo que hacemos es ritmo fusión. O sea, nosotros mismos podemos hacer una kizomba, un reggae, tenemos merengue. Fusionamos ritmos caribeños que te sacan del término
reguetonero, y además, el toque cómico lo ha hecho como un teatro vernáculo. Incluso también los timbres que usamos, como el órgano [oriental] en el tema de «la gana americana». Eso tiene que ver también con la tradición propia… Claro, tratamos siempre de vernos identificados, que quien escuche la música se dé cuenta de que es un grupo cubano, al menos que sepa que es caribeño. Tocaba ese tema porque en general, aunque ustedes no lo sientan de ese modo, se les enmarca dentro del ámbito del reguetón cubano. ¿A ustedes les interesa como artistas definir esa diferencia, salirse de esa clasificación? No le hago rechazo, pero, de hecho, la producción nueva se llama La Pandemia, con una frase abajo que dice «la orientación», o sea, como reorientando el ritmo a seguir, para marcar la diferencia desde un punto de vista muy positivo siempre, rescatando el costumbrismo, los timbres propios, y eso es lo que hemos tratado de hacer. No te sabría decir si rechazar el término de reguetón como tal, porque como quiera que sea, la base de la música gira sobre la percusión del reguetón, aunque muchos timbres son electroacústicos, sintéticos, pero tratamos de hacer el trabajo lo más natural posible, con timbres ya reconocidos, naturales, aunque sean reproducidos electrónicamente, hacemos los loops de los instrumentos y con eso trabajamos. ¿Desde el principio comenzaron con ese mismo trabajo? Siempre fue así, el tema de «El calentico» no tenía nada que ver con el ritmo que estaba sonando en aquel momento, era un ritmo más cadencioso, una melodía un poco infantil, pero causó efecto por la diferencia. ¿Y en el momento en que ustedes empezaron a hacer ese trabajo no existían en Santiago otros grupos que hicieran algo parecido? No, incluso, cuando salió el tema este de «El calentico» fue una explosión a nivel nacional, la gente al principio preguntaba «¿y esos locos quiénes son?», por esa mecánica más cadenciosa, cuando el reguetón estaba mucho más adelante, y así se fue colando. Siempre hemos tratado de marcar esa diferencia con los demás grupos. Ustedes se han valido de un circuito underground –llamémosle de alguna forma– para poder difundir su música. Sí, todo ha sido producción independiente.
El secreto está en que tratamos de combinar situaciones cotidianas, sucesos –creíbles o no creíbles–, tratamos siempre de combinar eso con un toque de risa, de humor, que es lo que hemos visto que ha funcionado en las letras de Kola Loka y es lo que ha llevado a que se lo aprendan los niños, los ancianos, que la gente lo tome en bonche en la calle o lo represente en su vida personal, como es la canción del padrino o la frase de «la gana americana», que todo el mundo las acogió como suyas. Cuando una canción llega a ese punto, cuando ves parte de tu estribillo en una frase urbana, es porque está realmente pegada en la calle. ¿CUBATÓN...?
Kola Loka no es un grupo de reguetón, es un grupo de fusión. Mezcla los ritmos con la base del reguetón (...), pero en sí fusionamos con kizomba, calipso, merengue (...) Fusionamos ritmos caribeños que te sacan del término reguetonero Sí, con eso ha sucedido un proceso inverso a lo que ocurre muchas veces, que los músicos toman de frases populares para llevarlas a sus obras. Exacto. O viceversa, puede ser una frase que no esté aún muy popularizada, y a raíz de que el músico la lleva a la canción gana un poco más de fuerza. Por ejemplo, «la gana americana» era de un spot televisivo y alcanzó un poco más de fuerza, al punto de que la gente llegó a creer que era del músico y no del spot de donde él se había nutrido. Lo importante es pegar, pero otra parte del secreto es dejar siempre un mensaje, porque la gente no te puede repetir un coro si no entiende lo que viene después de eso: «padrino quítame esta sal de encima», ¿por qué? porque se me pierde esto, porque las cosas no me salen bien. En ese sentido ustedes utilizan en sus temas especies de historias, de relatos. Sí, casi siempre son historias, porque ahí es donde está el mensaje. Damos la introducción, el desarrollo y el final, para que quede la lección. De ahí parte si te sirve o no repetir eso. Todo eso juega con la melodía también, con la realización del background, con la secuencia musical, todo está en función del mensaje. ¿Y esas historias que ustedes crean tienen algún viso de crítica o de crónica social? Es que casi todas son crónicas sociales, crónicas y críticas. Cosas que le pueden suceder a cualquiera. Ahí es donde está el gancho, eso te garantiza un treinta por ciento de que la canción tenga resultado. La gente se siente identificada. Cuando cantas «padrino quítame esta sal de encima», dicen: «ese se parece a Jorgito [por mencionar cualquier nombre], a mengano…», o sea que lo relacionan con su realidad. ¿Y no crees que eso pueda generar cierta polémica o molestia en algunos medios? Siempre va a haber polémica. Cuando creas la polémica la gente viene y analiza tu canción. Algunos dicen: «los babalaos te van a coger, te van a hacer…». Sin embargo, también ha habido babalaos que me han dicho, «oye, eso es lo mejor que han hecho y cualquier problema me vienes a ver a mí». O sea, existe el criterio de que ofendemos, pero en ningún momento la intención ha sido esa. A través de la música hemos tratado de reflejar sucesos que pasan con personas que utilizan la religión como medio de lucro personal, que de cierto mo-
do es una ofensa para los que realmente obran de fe. Principalmente hay un respeto de Kola Loka hacia los que practican la religión de corazón, de buena fe, ya lo demás es como la gente lo quiera interpretar, pues eso está claramente dicho ahí en la canción. Se llama «La estafa del babalao», si tú eres un babalao que estafa, debes sentirte representado en eso…, pienso que no es un motivo para que la gente piense que les «tiramos» a los babalaos. Ahora el grupo está radicado en La Habana. ¿En qué medida tú crees posible que el cambio de contexto pueda matizar de una forma diferente la obra de Kola Loka? Las raíces están bien creadas, son sólidas, pienso que no influya el traslado de región con la forma de hacer música de Kola Loka. Por una razón que todos conocemos hay que venir para la capital; si yo tuviera todas las condiciones que tengo ahora, allá en Santiago, obviamente no tuviera nada que hacer aquí, pero pienso que eso no perjudica la forma de hacer de Kola Loka. Lo que podría es modificarla, serían los cambios que imponga el ritmo del momento, hagas lo que hagas tienes que tratar de ser muy actual, muy contemporáneo, con tu sello, pero muy contemporáneo. Este es un ritmo que está en constante cambio y hay que cuidar eso desde la región en la que tú estés. ¿Y no piensan que de todas formas es difícil mantenerse, habiendo aquí en la capital grupos que ya tienen también estilos definidos, diferentes y que marcan los modelos del reguetón en Cuba en este momento? Mira, el público se educa oyendo tu música. Tú educas a tu público, por eso es que llegas a tener seguidores. A raíz de eso diriges tu trabajo a ese público. Pienso que no influye que otros grupos tengan su sello, al contrario, eso te favorece, porque ya una vez que la gente, por razones de gusto, rechace un tipo de música y acuda a la tuya, es porque tu sello es más atractivo. Eso te ayuda a superarte, porque, aunque le guste tu música, es un público exigente, que te va a demandar que vayas haciendo lo que está sonando ahora, lo contemporáneo, y cambies. A la vez que hagas un cambio es una batalla que estás ganando. ¿Cuánto ha influido en el trabajo de ustedes la realización de audiovisuales, de videoclips? Kola Loka ha sido un grupo que se ha pegado por el decir de sus temas, por la sonoridad de su background, por lo contagioso de su música. El audiovisual a todos los grupos los refuerza un poco, un videoclip perfectamente puede sostenerte un tema seis meses más. Ya todo gira en torno a un contexto audiovisual, la música no puede ser solamente escuchada y eso es lo que está imperando ahora, pero no nos hemos valido de audiovisuales para llegar a la población, siempre la música ha sido muy contagiosa, hemos tenido ese punto a nuestro favor. Creo que aporta algo beneficioso un audiovisual, aunque no sea de óptima calidad, un ejemplo de eso es el video de «la gana americana»; fue un video de muy pocos recursos, con una sola cámara, con mucha voluntad y al final ocupó el segundo lugar de los premios «Lucas». De hecho el tema logró insertarse mucho más en otros lugares gracias al videoclip. Sí, los temas de Kola Loka siempre han tenido una larga durabilidad, por ejemplo el tema «No me da mi gana americana» es del 2006 y aquí se vino a oír en el 2008; el tema de «El calentico» se hizo en el 2001, aquí se oyó en el 2004. Eso puede tener que ver también con el tipo de consumo que hay en las diferentes regiones del país, porque hay temas que se escuchan en la región oriental y nunca llegan a la capital. A la vez que un tema tuyo traspasa esa barrera de consumo, que los gustos de
aquí son diferentes a los de otras provincias, es un paso de avance y te demuestra que tiene calidad la música que estás haciendo. Eso es lo que siempre hemos aprovechado. Volviendo a la imagen. ¿A ustedes les interesa seguir proyectando la imagen del músico santiaguero, con todos los rasgos que definen a las personas de esa región? Hemos tratado siempre de mantener esa imagen, pero estando a la moda, porque como quiera que sea, cuando uno se sube en un escenario impone una moda de vestir, vas creando tus fanáticos, la gente te va siguiendo y siempre busca que tú estés en el tope, con tu estilo, pero que estés en el tope. Si usas un bastón, con los zapatos de una manera…, la gente se fija mucho en esos detalles y pensamos seguir con esa naturalidad. No les interesa ser más neutrales. No, simplemente seguir siendo naturales, que es una de las cartas de triunfo que tiene Kola Loka, cómo se relaciona con el público, cómo interactúa. Precisamente una de las cosas que los identifica y que tiene que ver con su procedencia es el acento en la forma de decir las partes que son habladas, el flow, incluso algunas palabras que utilizan son de exclusivo uso en la región oriental. ¿Cómo ha funcionado esto fuera de ese contexto? Volvemos a lo que te dije, que el público se educa. Al que no sabe qué es pum pum la curiosidad lo va a llevar a averiguar, se va acercando «¿qué cosa es un pum pum?» Bueno, un pum pum es lo que aquí llamamos el bonche, y ya la gente ingresa una palabra a su vocabulario y se aclaran esa duda, entonces lo repiten con un poco más de lógica, porque saben qué es lo que están repitiendo y ahí entonces marcamos también la naturalidad, la idiosincrasia, no tengo por qué cambiar mi forma de decir si al final me van a entender igual y el que no me entienda se va a interesar por entender y comprender. Eso no impide la comunicación con el público. Claro que no rompe la comunicación, simplemente la gente se acuerda y analiza: «ah sí, así le dicen acá, así le dicen allá». Además, hay mucha interacción regional y eso te sirve de mucho, no es una cosa que vas a tener que cantar de una forma aquí y de otra forma en otra provincia, la gente al final va a entender y el que no, como te decía, va a tratar de averiguar. De todos modos, a pesar de utilizar estos términos muy particulares, tratamos de que se entienda, si no es por ese término, entonces por la palabra que lo sigue. A raíz de lo que tú vas narrando también. ¿Y cómo valorarías esta etapa de Kola Loka, insertados ya en un espacio que les abre muchas más posibilidades de trabajo? Bueno, todavía sentimos que falta mucho, nosotros estamos conscientes de que falta mucho por lograr. Ojalá no hubiera tantas barreras, que es lo que ha impedido que Kola Loka en estos siete años no haya podido hacer más. Pensamos que puede haber un avance, a raíz de la posición en que nos encontramos y de las ventajas que podemos tener. Pienso que puede haber un cambio positivo para el grupo, pero no podemos perder el aliento de seguirnos superando, eso siempre hay que tenerlo presente. Aunque creas que todo va bien, tenemos que seguir superándonos, porque es la base de lo que hemos hecho hasta ahora, el resultado que hemos tenido. En verdad, si hubiéramos tenido más difusión, más popularidad en el 2004 por ejemplo, hace rato fuera lo que ya es hoy. Ahora Kola Loka fuera mucho más, desgraciadamente no pudo ser así, pero no nos decaímos por eso y seguimos adelante. CM
MÚSICA
¿Y lo han hecho en Santiago de Cuba? Sí, las producciones han sido en Santiago de Cuba, inventando, porque no hemos tenido la solicitud de ninguna disquera, de hacer un disco, firmar un contrato… Todo lo que se ha logrado hasta ahora ha sido producción independiente, todo lo que ha tenido resultado ha sido de ese modo. El mecanismo underground es el que sostiene este movimiento, o este género, o este ritmo moderno como la gente lo denomina. ¿Y en qué medida les beneficia eso como artistas? En la única medida en que nos beneficia es en que si tiene resultado y aceptación, ganas en público; si no tiene aceptación es pérdida total. Aparte de gustarte lo que haces, todo lo demás es pérdida, y eso es un riesgo que se corre: que funcione o no. Por eso lo pensamos bien antes de dar pasos. Cuando hablas de pérdida es porque son ustedes mismos los que han corrido con los gastos de todo, es decir, no han tenido ningún mecenas, ninguna persona que los haya patrocinado. No. De todos modos, a través de estos mecanismos han podido grabar y circular más de un disco, que en cierta medida han definido la trayectoria de Kola Loka. Bueno, hemos hecho tres producciones independientes, incluso todavía estamos inmersos en la tercera producción, La Pandemia, que es la que estamos promocionando ahora. Hasta el momento debemos darles gracias a los quemadores de discos o a la piratería, que son los que se han encargado de una manera u otra de reproducir la música, de regarla, y aunque de una forma menos beneficiosa para nosotros, han cooperado en parte con lo que somos ahora. Claro, del primer disco al de ahora ha habido cortes, porque lo que no se puede es saturar. Ha habido cambios, giros, pero siempre sobre la misma base. Por supuesto, siempre debe haber algo que te recuerde aquel primer disco, algo que haga a la gente decir: «¡ah! eso es Kola Loka», ya sea por el timbre, por la sonoridad, por la forma de comunicarte. ¿Actualmente tienen algún vínculo institucional? Bueno, todavía en la empresa a la que pertenecemos, que es la «Benny Moré», no se nos ha hecho la propuesta de hacer un trabajo discográfico, pero de por sí las personas que conocen de esto son urbanas, son underground. Esa carencia de términos musicales que tienen ellos es lo que genera estos ritmos novedosos, aunque sea adivinando. Ellos son los que dan, porque saben lo que quieres realmente, se salen un poco de las normas musicales para lograr lo que quieren. Diríamos entonces que hacen todo un trabajo de búsqueda, improvisando, pues si no tienen conocimientos musicales… Sí tienen conocimientos musicales, pero violan renglones, lo que quizás no haría un productor profesional. ¿Rompen las reglas? Sí, de hecho tienen que romperlas. ¿Y esto lo hacen tanteando un poco lo que está pidiendo el público? Claro, todo este trabajo es de demanda popular. La música se trabaja por fórmulas, si esto es lo que funciona hay que hacerlo, cuando no funcione hay que poner otra variante y si funciona seguimos así. La intención es pegar, y más que pegar mantener, que es la parte más difícil. Bueno, en ese sentido la estrategia frecuente es precisamente repetir fórmulas, esquemas ya probados que generan la producción en serie de determinados productos. Sin embargo, lo que tú defiendes como estrategia del grupo es marcar una diferencia, incluso es lo que otros reconocen del trabajo que ustedes hacen. ¿Cómo se combina esto con la intención de «pegar»?
LA CALLE DEL MEDIO MAYO, 2009
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entrevista a Mireya Luis © cortesía de la entrevistada
DEPORTE LA CALLE DEL MEDIO
Una princesa en Shanghai H. ROMO SIGLER
AÚN HOY, nueve años después de su retiro, continúa cautivando por su forma cadenciosa de caminar. Es como si hubiera trasladado a la locomoción, de forma permanente, los movimientos acompasados con los que ganó las alturas para rematar, inigualablemente, los balones servidos por sus compañeras. Sin embargo, esta esbelta mujer con piel de ébano es mucho más que una sonrisa límpida y una bella figura. Su nombre, cincelado en cada fatigosa jornada de entrenamiento con constancia equiparable a su talento excepcional, aparece con letras doradas en el universo atlético. Sin ella, por muchas razones, no puede escribirse la historia del voleibol contemporáneo. Orgullosos de tener delante a quien ha puesto tan en alto el nombre de la Patria y como digno homenaje a las madres cubanas, LA CALLE DEL MEDIO acudió en su búsqueda. Mireya Luis Hernández, con la sencillez de siempre y fluidez impresionante, respondió, en exclusiva, cada pregunta. No hay dudas, dialogando, esta «espectacular morena del Caribe» es también una elegida. ¿Cómo te incorporas al deporte de la malla alta? ¿Quién te motivó? Vivía en una casa de madera en cuyo patio la tendedera era un elemento decorativo constante. Gracias a mi hermana Mirtha aquel simple cordel se convirtió en la net donde realicé mis primeros ataques. Al comprobar que no se trataba de algo efímero, ella, que ya era una jugadora escolar destacada en Camagüey, me llevó a efectuar las pruebas de captación para la EIDE. Tenía diez años y una técnica muy rudimentaria en cuanto al manejo de la bola, pero la motivación no me dejaba sentarme. Llegando los exámenes me percaté que había decenas de pioneras y que yo estaba entre las más pequeñas de estatura. Quizás ese handicap me compulsó a comportarme con cierto desenfado, así que insistí para que me aplicaran la comprobación de rigor. La profesora, sin mirarme, me pidió que saltara. Lo hice y alcancé el techo. Al decírselo no me creyó, pensando que mis manos manchadas con pintura blanca eran una broma para evadir el resto de los controles. Me indicó repetir el ejercicio. No se me olvida su rostro atónito por la saltabilidad que demostré. Rápidamente le gritó a su esposo que me incluyera de primera en la lista. Él, pensando que era una ayuda que le daba a la hermana de Mirtha, le respondió que no era posible por la cantidad de adolescentes altas que estaban en el local. Tuve que, con la alegría de una niña pícara, volver a despe-
gar. Esta vez no quedaron dudas y aquel hombre serio, prácticamente corriendo, le espetó a su mujer: «Cándida, la matriculamos en la escuela ahora mismo». Todavía, al paso de tres décadas, se habla en predios agramontinos de tus medallas doradas en Juegos Escolares y de aquella incursión, con sólo doce años, en el Campeonato de Primera Categoría. ¿Cómo recuerdas esos años? Fue una etapa muy linda que me permitió formarme adecuadamente para asumir, con el paso del tiempo, grandes proyectos. Desde mi primera competencia INTER-EIDE en Banes, hasta el nacional de mayores en Guantánamo al que te refieres, sentí que aprendía por día. Mis ganas eran enormes. No me saciaba con las prácticas. Tenía sed de aprender cada secreto de este deporte tan técnico. Poco a poco fui comprendiendo que lo verdaderamente perdurable radicaba en disfrutar la discusión de cada punto. A la cancha só-
lo podía entrar para divertirme. Con posterioridad gané en madurez y pulí las herramientas que te permiten obtener éxito profesional, pero mantuve intacto el entusiasmo por golpear una esférica. Nunca dejé que la rutina mellara mi trabajo. En ese sentido soy afortunada porque dije adiós con el mismo brillo en los ojos de aquel parcial en Holguín. En septiembre de 1982 eres llamada a la Selección Nacional. Fue una especie de regalo de quince de los técnicos del Cerro Pelado. ¿De qué forma asumiste esa convocatoria? Entro al equipo con gran ilusión. Tenía el ánimo por las nubes. Resultó, además, un acontecimiento en mi barrio donde los vecinos no paraban de felicitarme. Ya en La Habana recibí el apoyo de todos. Mamita Pérez, Mercedes Pomares, Imilsis Téllez, Ana María García, Teresita y las demás me acogieron como a la hermana menor. Se respiraba el espíritu de victoria del Mundial del 78. Ese ambiente facilitó que me insertara, sin contratiempos, incluida la docencia en la ESPA. Creo que de ese período, Caracas 83 y el Mundial Juvenil de Italia en el 85 son dos hitos por tu brillante actuación. ¿Qué representaron para ti? Los Juegos Panamericanos de Venezuela constituyen, junto a las victorias olímpicas en Barcelona y Sydney, mi mayor alegría. El triunfo, en la final, frente a las estadounidenses 3 x 2 está en mi corazón. Era el primer evento donde me desempeñaba sustituyendo a esa formidable atleta que es Mamita. En Italia, el único torneo juvenil al que asistí, quedamos campeonas de la mano de Eider George. Teníamos una nómina muy sólida con muchachas como Magali Carvajal y Lily Izquierdo. Allí recibí el premio de jugadora más destacada. Los deportistas en el planeta han escrito páginas imborrables en cuanto a voluntad y esfuerzo para acometer tareas límite a la condición humana. En ese sentido fuiste protagonista de un suceso no repetido, muy hermoso a la vez, cuando asististe al Mundial del 86, en Checoslovaquia, sólo a los dieciocho días de haber nacido tu bebita. Cuéntanos sobre esa historia prácticamente increíble. Lo sui géneris radicó en que salí rumbo a la gira por la URSS, Estados Unidos y Japón sin saber que estaba embarazada. Solamente al regreso, ya con más de cuatro meses y mediante una placa, me confirmaron ese acontecimiento incomparable. Mi organismo había seguido funcionando en los entrenamientos con la misma intensidad. Cuando la noticia se regó (no para de reírse) vino mi mamá con todo el familión. Imagínate que somos siete varones y dos hembras y yo soy la más chiquita. Fue Chela, la esposa de Eugenio, una mujer especial para nosotras, recientemente fallecida, la primera que me planteó la idea de que viajara con el equipo para brindarle aliento espiritual. Mi mamá, que estaba reacia, al final me convenció de que lo hiciera. En Europa no podía levantar un kilogramo de peso para fortalecer los cuadríceps. Empecé recogiendo pelotas hasta que pedí que me dejaran rematar. Desde que pisé el tabloncillo me emocioné muchísimo porque mis compañeras se pusieron a llorar. Así fue que jugué, ayudando al conjunto a conquistar una medalla de plata de gran valor sentimental. Has sido ejemplo de cómo superar las lesiones. Operaciones de la rodilla izquierda en el 90 y del acromio al año siguiente, así como otra intervención quirúrgica, la más compleja, por dos hernias discales, seis meses antes de los Juegos Olímpicos del 2000, en la columna, no te doblegaron. Por el contrario, en esa misma etapa, ganaste tres coronas olímpicas, dos campeonatos mundiales, dos Grand Prix y cuanto certamen
centro y panamericano se celebró. ¿Qué nos dirías sobre esos éxitos? Son expresión de cómo fuimos educadas. Ante todo nos sentíamos responsables con el pueblo. No podíamos fallarle al Comandante en Jefe que en todo momento se preocupó por nosotras, aun de detalles insospechados. Nuestro elenco poseía alta maestría deportiva pero, especialmente, funcionábamos como una familia con un fuerte compromiso social. Esa inspiración moral nos hacía sacar el extra. Así ocurrió en Barcelona cuando en semifinales les ganamos el cuarto y quinto tiempo a las americanas, o en Atlanta cuando luego de caer ante Brasil y Rusia, en mi opinión debido al agotamiento psicológico acumulado al ganar más de 64 partidos consecutivos, incluidos los triunfos frente a todos los conjuntos en el Mundial de Brasil en el 94, vencimos a las norteñas en el cruce. La respuesta de mi madre, al escucharme llorando en el teléfono, de que no había parido una hija para verla derrotada en tierras del imperio, fue un resorte que me compulsó a triplicar mi entrega. La resurrección en los tres sets finales ante Rusia en el 2000, no tiene una explicación exclusivamente atlética. Fue, en primerísimo orden, demostración de nuestro compromiso, hasta el final, con el pueblo. Jamás renunciamos a la victoria. En el Gigante Asiático eres, sin exageración, prácticamente una diosa. Lo mismo 30 mil personas han coreado tu nombre, que te han elegido la mejor voleibolista, lesionada y todo, que se han congregado taxistas para fotografiarte. ¿Cuál es tu relación mágica con los chinos? Creo que les agradé por mi manera explosiva de atacar. Cada vez que me gritaban Luis, estaba obligada a proporcionarles, con alegría, lo que sé hacer. Lo más importante ha sido apreciar el crecimiento de ese pueblo noble y trabajador. He tenido el privilegio de recorrer toda la nación, observando cómo se han sobrepuesto a las adversidades. He viajado veintisiete veces a ese país en el último cuarto de siglo. Conozco desde los primeros doce plantas de Beijing hasta las obras monumentales construidas para los Juegos Olímpicos. En todas está la huella de una cultura milenaria de grandes méritos. Mi mayor satisfacción es haber contribuido a estrechar los vínculos entre ambos pueblos. El deporte y la cultura, en ese sentido, son puentes insustituibles. ¿Qué significa Eugenio George? Padre, educador, ejemplo. Un hombre con preparación y entereza para moldear a una joven y convertirla en una mujer con preparación integral. Nada le era ajeno. Nos enseñó a vestirnos, a caminar, a arreglarnos, a comportarnos en una ceremonia protocolar. Si nos enfermábamos, él y Chela nos trasladaban para su casa. Éramos sus hijas. Siempre se comportaba como un trabajador político. Nos hablaba y escuchaba. Cada acción suya era constructiva. Bastaba que nos mirara para que saliéramos como leonas. Al ser seleccionado el mejor entrenador del siglo, nos sentimos reconfortadas. Fue un acto de justicia y reconocimiento a quien sintetiza los mejores valores del voleibol moderno. Ahora, un pase elevado a la zona 4: ¿qué significa para ti ser una «Espectacular Morena del Caribe»? Filosofía de la vida. Conducta más allá de los estadios. Sello que trasciende saques y boleos. Responsabilidad que tenemos las que hoy trabajamos como federativas y entrenadoras con el futuro. Legado que nos corresponde proseguir trasmitiendo a cada nueva generación. En otras palabras, nos sentiremos inexorablemente, por ese calificativo, embajadoras de la Revolución. CM
TENGO QUE EMPEZAR ESTA NOTA riéndome porque me da risa esa frase, «La Mafia de Miami», pero de cómica no tiene nada, es la verdad, lo que se ha creado en Miami es una mafia. Mi experiencia en Miami ha sido más que suficiente, yo pudiera decir que conocí el Infierno. Cuando murió Elvis Manuel, el joven reguetonero que fue a parar al fondo del mar, se me apretó el pecho, me dolió el corazón y me dije: «no más, no quiero ser más parte de esta mentira y no me voy a callar». Me sentí muy mal, pues tenía la obligación de contarles a todos los jóvenes artistas de mi país, Cuba, mis vivencias, no para que no hicieran lo que ellos estimen conveniente, sino para que supieran algunas verdades y el que diera el paso lo hiciera con conocimiento de lo que pudiera sucederle, pues los engañan y les llenan la cabeza de mentiras. Recuerden que yo hice tres giras por varias ciudades de USA tres años consecutivos, y antes de quedarme me decían una cosa, y cuando me quedé, fue otra. No sólo me dolió la muerte de Elvis Manuel y la forma tan trágica en que murió, sino también que haya muerto engañado, sin conocer las realidades de este mundo por el que arriesgó su vida y la perdió, con el gran futuro que tenía. Ese fue el día en que me dije: «hasta aquí llegué con esta mierda, no quiero ser más parte de esto». Y ya yo estaba bien, estaba ganando buen dinero y había retomado las giras por Europa, pero cuando murió Elvis Manuel, era un insulto para mí seguir siendo parte de aquello. Todos los artistas cubanos que se van a Miami sufren mucho, pues en su mayoría son excelentes artistas con una calidad máxima y sufren la humillación de ser discriminados, olvidados, ignorados y no sé cuántas cosas más, cuando lo normal sería que tuvieran el mismo derecho, el mismo tratamiento y las mismas oportunidades que tienen los artistas de los demás países. Pero estos artistas cubanos, con mi sola excepción, se callan por varias razones: ya dieron el paso, no quieren que les quiten el poco espacio que tienen, también los artistas tenemos mucho orgullo y hasta cierto punto nos da pena decir esta realidad; pero a mí, a Manolín, no; yo no tengo ninguna pena ni ningún miedo a decir que aquello es lo más parecido al Infierno. Lo que yo he visto en Miami no es normal, por eso yo sostengo que muchos cubanos de Miami son una aberración. Un día participaba en un programa de televisión en el que se estaba discutiendo el problema de la radio con los artistas cubanos, y le dan la palabra a un artista cubano, colega, que estaba sentado al lado mío y dijo: «yo acabo de terminar mi disco y me gustaría que me pasaran aunque sea una canción por la radio», y se levantó un cubano del público, oigan esto, un cubano y le gritó: «¿quién tú piensas que eres, Luis Miguel? vete a recoger tomates, que es lo que tienes que hacer.» Yo dije: «esto que yo estoy oyendo no puede ser verdad». Pe-
ro eso tiene su explicación, la gente normal de la calle es fácilmente manipulable y a todos o a casi todos los habitantes de Miami, los medios los tienen programados, predispuestos, engañados, en la cabeza de los cubanos de Miami está que USA es un país libre y de derechos, por lo que la gente supone que si a los artistas cubanos no los ponen igual que a los demás, es que son de baja calidad, que son inferiores y esa es la mentira y la injusticia más grande del mundo. La realidad es que en muchos casos, en la mayoría, son muy, pero muy superiores a todos los que suenan en la radio. Esos nombres que impresionan cuando alguien los mencionaba allá en Cuba, SONY, BMG, etc., pues bien, no quieran conocer a los personajes que yo me encontré en esas disqueras, las barbaridades que hacían, no dicen una verdad, todo es corrupción y mentira, están ahí para otra cosa. Un día, en plena promoción de mi disco, pedí una cita con el presidente de mi disquera, y cuando íbamos a empezar la reunión, sentado yo frente a él, en su ofici-
na, entró la llamada de un presidente de otra disquera y estuvieron hablando casi 45 minutos de todos los negocios y los inventos habidos y por haber, hablaban de grandes sumas de dinero, están tan corruptos y tan locos que se olvidó que me tenía enfrente y de momento reacciona y me dice: «disculpa, era una llamada de trabajo importante.» Yo lo había oído todo, ese día comprendí que no les interesaban para nada los artistas ni su talento. Esto hay que vivirlo para creerlo, si a mí me lo cuentan, yo no lo creo. Para no cansarlos, desde el 2003 me deben más de 37 mil dólares y no me los han pagado; con ese dinero, yo pagaría todas mis deudas (es un chiste). Bueno, lo cierto es que te firman y te engavetan, yo tuve que fajarme y hacer sonar el disco yo mismo, ¿cómo? Pues mi hermano y yo fuimos a las dos cadenas de radio en español más poderosas de Miami y de USA, la de Alarcón (un cubano) y la de Univisión Radio, que en aquel tiempo no era de Univision todavía, creo. Pues bien, nos propusieron comprar unos co-
merciales para que el tema saliera, pues era muy difícil, según ellos, sonar un tema completamente nuevo en la radio. Nada, esa era la multa que tenía que pagar, pero –y aquí viene el dato– cuando tú suenas un tema en la radio y no te lo radian nacionalmente, en todo el país, el tema no califica para ningún premio ni para nada; y en Miami sonó muchísimo, así que yo pensaba que estaba sonando nacionalmente, hasta que alguien se acercó a mí y me dijo que yo estaba gastando mi dinero por gusto, pues el tema sólo lo estaban sonando en Miami y algunas veces en otras partes de la Florida y nada más. Yo había pagado en cada emisora de radio 20 mil dólares en comerciales (de mi bolsillo). Pues bien, cuando mi hermano fue a reclamar por qué no sonaba nacionalmente, como habíamos acordado, no sé si fue coincidencia, pero como por arte de magia, desapareció el tema de la radio. Después hicimos algunos esfuerzos para entrar otro tema por New York y Los Ángeles, pero la cantidad de dinero que pedían era mucha, la famosa «pallola» o «payola», ni sé, sólo sé que son unos delincuentes, me mandaron a decir textualmente: «el disco está muy bueno, pero si no lo sonamos es como si nada, tú sabes lo que hay que hacer», y enviaron una hoja con una lista de precios según la cantidad de puestas al día por tres meses. Retomando la historia, cuando ya me convencí de que nadie me iba a ayudar, más bien todo lo contrario, busqué una discoteca en Miami Beach que se llamaba «ACHÉ», los dueños casi la querían cerrar porque les iba mal, y yo les dije que quería tocar allí. Así fue, empecé a tocar por mi cuenta todos los viernes en esa discoteca y al tercer o cuarto viernes ya era el mejor lugar de Miami, las colas llegaban hasta la calle, cerraba todos los viernes por capacidad. La familia Pérez Roura le hizo la guerra al lugar, los bomberos empezaron a ir todos los viernes, dejaban a casi todo el mundo afuera, no dejaban a la gente entrar, la gente increíblemente no se iba, se quedaba afuera hasta las 3 de la mañana para ver si podía entrar y nada, hasta que tuve que irme de allí. Ese lugar tuvo que mudarse para la Calle 8 donde tampoco puedo cantar porque dicen que canté con Paulo FG. Todo esto es la verdad absoluta, si no lo vivo, no lo creo. A veces decimos que en Cuba no dejan que la gente tenga antenas para que no vean la verdad, y yo después de mi experiencia digo, ¿será para que la gente no vea la mentira? Para terminar la historia de mi odisea, así las cosas, fueron tanto el gasto, el engaño y la maldad, que mi economía empezó a bajar, empezaron el stress, las discusiones en mi casa, porque así siempre terminan las cosas. Me fui de mi casa con todas mis cosas en el carro y sin dinero, en la madrugada paré frente al mar, en Miami Beach, y antes de quedarme dormido se me salieron unas lágrimas y me dije: «Bienvenido al Infierno». VIERNES, 1 DE MAYO DE 2009
HECHOS
MANOLÍN, EL MÉDICO DE LA SALSA
Bienvenido al infierno © montos
El texto que a continuación publicamos fue tomado del blog personal que su autor ha creado en Internet. Un día este músico abandonó a los fieles seguidores de su terruño para buscar el «sueño americano». No pretendemos ni podemos juzgar la sinceridad de sus reflexiones actuales, pero sí la veracidad y utilidad de su contenido. En cualquier caso, el deseo suyo de compartir la experiencia vivida es un hecho inusual que, sin dudas, incitará a la reflexión. LA REDACCIÓN
LA CALLE DEL MEDIO MAYO, 2009
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LA CALLE DEL MEDIO MAYO, 2009
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escríbanos a
[email protected] QUERIDOS LECTORES: Otra vez la cantidad de opiniones recibidas sobrepasa el espacio disponible en nuestra publicación. Agradecemos a todos los que nos felicitan y alientan en este primer cumpleaños. El debate sobre el mito de las Grandes Ligas (junto a otros temas relacionados con el béisbol) continúa, pero adquiere cada vez más carácter cultural, como era nuestro propósito. También retornan los asuntos de siempre: el reguetón, las telenovelas, los valores y sin-valores cotidianos. Siempre me desalientan las personas que se empeñan en ajustar sus vidas a lo que parece ser –y llaman acríticamente–, «la realidad». «La realidad» a la que aluden suele ser apenas un instante del proceso real o una construcción mediática; por demás, tan reales son los hechos tangibles como sus posibles desarrollos. ¿Por qué aceptar entonces que las cosas sean como supuestamente «son», tal como parece recomendar en su carta el lector Dieguín Torres? Creo que también nosotros reproducimos –de buena fe, que de ella está empedrado el camino hacia el «infierno»– los valores de la cultura hegemónica: pero no por ello deja de serlo, más bien al contrario. Y si clamamos contra ella, es precisamente porque sabemos que nos rodea y determina. Y no se trata, valga la aclaración obvia, de rechazar lo genuino de toda auténtica cultura: de la cinematografía norteamericana hay mucho que aprender (y aprendemos); de Hollywood, como sistema de valores, hay mucho que rechazar (y no siempre somos capaces de distinguirlo). Lo mismo puede decirse de las Grandes Ligas. Nuestros peloteros NO son profesionales –según el significado que este concepto tiene en el mundo deportivo contemporáneo–, porque lo que determina esa condición no es si perciben o no un salario para jugar, o algún tipo de estímulo material, tampoco el tiempo de sus vidas que dedican a la actividad, sino algo esencialmente diferente: si juegan por dinero, es decir, si cada buena jugada o cada average se traduce en dinero. Nos sentimos satisfechos de que escriban para apoyarnos o para discrepar de nuestros criterios. Gracias.
ENRIQUE UBIETA GÓMEZ SOBRE TEMAS GENERALES
LA ESQUINA CALIENTE
LOS LECTORES OPINAN
Estimado periodista Ernesto (Pérez Castillo): Ante to1 do mis saludos. En esta ocasión quisiera hacer una pequeña observación sobre su artículo «Leer es seguir leyendo», publicado en el número 10, considero que su opinión acerca de lo que algunas personas leen es poco tolerante, pues los gustos hay que respetarlos y no juzgar a las personas como «que escogen lo peorcito» por leer a Paulo Coelho, pues tengo muchos amigos, y me incluyo, que les gustó El Alquimista y somos capaces de reconocer y leer a Víctor Hugo, Charles Chaplin, Daniel Chavarría y tantos, que ahora no sé si usted también los considerará una mala lectura. Creo que debe ser cuidadoso con algunos términos en su comentario porque puede ofender y estoy segura no fue su intención. Por lo demás, le ratifico mi felicitación por el buen trabajo de todos ustedes. Su fiel lectora.
YANINA WONG FRANCO 2
Amigos de LA CALLE, un periódico como este nos hacía mucha falta. No dejo de comprarlo cada mes.
Seré breve, sólo me interesa tocar tres temas que me inquietan sobremanera. 1. Creo que se le da demasiada importancia al reguetón y no se aprecia como un género de moda que en la actualidad es válido para un sector de la sociedad, y que en su momento será sustituido por otras corrientes musicales, no deberíamos censurarlo, siempre y cuando tenga el nivel que requiere toda obra artística, me refiero tanto a sonoridad como a letras, muchas carecen de valor pero otras están bien estéticamente, lo que no me satisface es el tratamiento que se le da a la mujer, pues las féminas todo el tiempo son mostradas como mascotas u objetos sexuales, verlas prestándose para videos donde parecen regalarse como pan caliente me incomoda, pues estamos en un siglo donde la mujer ha dejado de ser esa mujercita manipulada por los del género masculino, creo que habría que analizar y debatir sobre este tema en el suplemento. 2. Sobre el artículo «Leer es seguir leyendo». La segunda gran novela de Stendhal, La Cartuja de Parma fue escrita sólo en cincuenta y dos días. El escritor italiano, Antonio Tabucchi escribió Sostiene Pereira en dos meses, esta es una novela que leí en tiempo récord pues suelo ser muy lento en la lectura y después de varios años de haberla degustado aún la recuerdo como si la hubiese terminado de leer ahora mismo. No creo que la rapidez sea un problema para el escritor, supongo que el talento justifica los medios. En Cuba no deberían existir malas publicaciones, teniendo en cuenta que el mecanismo que se usa generalmente es por concurso, muchos de los libros o cuentos, por lo general pasan por un comité de selección que evalúa. Habría que hacer un estudio de estos últimos años y catalogar cuáles son los libros más relevantes y los no tan relevantes de la literatura cubana actual, y si contamos con alguna novela reciente que tenga el peso de Paradiso. 3. En este último número esperé encontrar algún comentario acerca de la entrevista realizada a Mariela Castro, pero como es de suponerse a pocos lectores les atrae el tema de la homosexualidad, a no ser a alguien que sea homosexual o que mantenga algún vínculo ya sea de trabajo o de tipo familiar con personas con estas características. Lo cierto es que ser homosexual para muchos es la última carta de la baraja, este es otro tema que se debería tratar sin tabúes y con más ahínco. Sin más,
RON SKEDY Hola: Como lectora empedernida de LA CALLE DEL MEDIO, siento la necesidad de opinar sobre uno de los artículos publicados en la primera edición del año 2009. El artículo «Menos lucecitas de colores y más sustancias», escrito por Omar Rafael García Lazo es el objeto de mi discrepancia. Es cierto que las telenovelas, y más las brasileñas, constituyen un espacio de gran demanda en nuestra población y, en mi opinión, he ahí la clave, ¿por qué? Vivimos en un mundo donde los problemas económicos y, consecuentemente las desigualdades, las relaciones de poder, las guerras, el medio ambiente constituyen realidades difíciles y tristes. Nuestros medios de comunicación en identificación con nuestros principios, convicciones e ideología, incesantemente constituyen la voz de todo y cuanto desafortunadamente maltrata la existencia global. Espacios como La Mesa Redonda Informativa, trasmitida
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diariamente a las 6:30 p.m. por el canal Cubavisión, y retrasmitida en otros canales y horarios de nuestra programación televisiva, los noticieros del Mediodía y el Nacional de Televisión, los Cursos trasmitidos en Universidad Para Todos, los programas históricos y de corte social, contribuyen, en gran medida, a la actualización de nuestra población en materia política, histórica y social; incluso, telenovelas nacionales y extranjeras se suman, desde sus características a todo este cúmulo de información integral. Al leer el artículo publicado por la revista me surgieron varias preguntas, ¿por qué pensar que «caemos en la trampa y nos hacemos voceros de la defensa del capitalismo que representa estos productos?», aun cuando la telenovela refleja un mundo que sí existe y queda muy claro que no es para todos? ¿Por qué no ver el aporte positivo para los jóvenes nuestros cuando los alumnos de la escuela dirigida por Lorena son ejemplo unánime de amor por el estudio e interés por alcanzar carreras universitarias, no por una rutina ni imposición prevista, sino por convicción? ¿Por qué no valorar aspectos como la defensa de los derechos humanos por parte de los profesores y alumnos ante una pareja de adolescentes lesbianas que se enfrentan a la familia y prejuicios propios de sociedades patriarcales? ¿Por qué no valorar la solidaridad y el apoyo incondicional que muestran los compañeros de trabajo hacia una compañera alcohólica? ¿Por qué obviar la dramática vida de Salette, quien producto de la violencia y delincuencia de las calles de Río, y aun de una zona de ricos, pierde a su madre, una ex prostituta, víctima de la conducta irracional y criminal de dos maleantes de esa ciudad? Aspectos que apoyan los valores y principios no faltan, en mi sentir son muy explícitos. La telenovela es un espacio que, en mi opinión, tres veces a la semana, por 45 minutos, lejos de confundirnos, ayuda a relajarnos, a soñar y alegrar nuestras mentes, aprender de otras culturas y apropiarnos de lo bueno y no precisamente de lo malo, ya que como herencia de nuestros educadores hemos aprendido muy bien a diferenciar.
DAYANNIS TAMAYO PREVAL Creo que sería conveniente iniciar en la sección de Los lectores opinan un debate sobre el tema que trata el artículo «Asere ¿qué bolá?» (Ernesto Pérez Castillo) pues las opiniones allí expresadas son bien polémicas. Una de las misiones de cualquier publicación es la de contribuir realmente al buen uso de nuestro idioma. Un ejemplo que se pone es el de que muchos dicen «oídos» por «orejas» por considerar feo el segundo término, cuando en realidad el que así se expresa no debe conocer que la oreja es sólo una parte del oído externo y no constituye por sí sólo el órgano de la audición. Por otra parte no imagino saludándose con un «asere qué bolá» a nuestros reconocidos panelistas del programa televisivo Escriba y lea, la doctora María Dolores Ortiz y al recientemente fallecido Julio Fernández Bulté, o iniciar el programa Mediodía en TV con ese saludo entre sus conductores. ¿Sonaría bien? ¿Los trabajadores de esta popular publicación se saludan de esa forma, cualquier trabajador saluda así al compañero director o a alguno de los colaboradores? ¿Se imaginan a dos amigos
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ancianos, ya sea en la calle o en un asilo dirigirse mutuamente de esa forma, o a dos profesores de primaria, secundaria o de las universidades hacerlo delante de sus alumnos? ¿O a los profesores de los diferentes cursos de Universidad para Todos? Yo sí creo firmemente que han decaído bastante las buenas costumbres de urbanidad y el uso del español (no voy a decir «castellano»). Tengo 65 años y crecí en un barrio pobre, en un «solar» en San Lázaro entre Águila y Crespo y además, entre mis amiguitos y compañeritos de escuela contaba con tres que vivían en el famoso solar de «la California» (Crespo entre Refugio y Colón), lugares donde vivían personas muy humildes y puedo asegurar que jamás escuché ni tantas groserías como pueden escucharse hoy ni tantas palabras, aunque le disguste al autor del referido artículo, chabacanas o de mal gusto. Creo que esto no tiene nada que ver con nuestras raíces africanas, pues entonces, según las otras raíces, las españolas, deberíamos expresarnos y tratarnos de «vosotros» y utilizar otros vocablos del idioma que se usan en España y no entre nosotros. No se trata de «un ataque contra el habla de la gente común», es sencillamente que debemos continuar en el empeño de hacer de Cuba uno de los países más cultos del mundo. El uso apropiado del idioma es una de las formas de contribuir a este noble objetivo.
RENÉ RODRÍGUEZ NÚÑEZ LA CALLE DEL MEDIO es simplemente la publicación que todos deseamos y necesitamos. Es un compendio de todo lo que queremos conocer: cine, televisión, música, literatura, deporte y la tan añorada receta de cocina, además de algunas recomendaciones e historia relacionada con este tema. Disfruto mucho de todos los temas que se tratan en la revista y en modo muy particular la sección dedicada a la poesía. Me gustaría que dedicaran alguna a la poesía de amor de nuestro maravilloso José Martí y quisiera que publicaran de Mirta Aguirre el poema «Yo me acostumbro». Sigan así, trabajando con tanto amor y dedicación; ustedes son un colectivo maravilloso que hace que nosotros los lectores, al leer cada publicación, añoremos leer la del mes siguiente. Me gustaría dentro de las posibilidades de la revista, que trataran el tema relacionado con la medicina verde. Los felicito por haber arribado a su primer aniversario. Los quiero mucho a todos pues me hacen pasar momentos muy gratos cuando disfruto de la lectura de su publicación. Hasta la próxima. Afectuosamente,
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MARTA ROJAS LOZANO Querido Colectivo de LA CALLE DEL MEDIO: Me califico como su seguidora número uno (no soy adepta a usar el termino «fan»). Tal vez se rían y les parezca extraño que les diga esto a estas alturas, pues es la primera vez que les escribo, pero así es y no me atrevía a enviarles una misiva. Nunca una publicación de su tipo me había llamado tanto la atención, ni me había llamado tanto a la reflexión, de verdad que sí. Además, les hago promoción entre todos mis conocidos y familiares, ya que pienso que deben leer lo que ustedes hacen. Siempre son de mi agrado las entrevistas a los músicos cubanos y ex peloteros,
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© zardoyas
YADIRA OLIVERA RODRÍGUEZ estudiante de 3er año de Lengua Inglesa de la UH
queda expuesto que Lázaro Vargas jugó un total de 22 SN, con 6 731 VB y 1 064 CI, promediando aproximadamente para un 48,36 carreras impulsadas por temporada. Usted lo compara con Luis Giraldo Casanova que jugó 17 SN (5 menos que el primero), con 5 288 VB (1 443VB menos) y empujó 1 069 carreras (5 más), con un promedio de 62,88 CI por serie, si Luis Giraldo hubiese jugado la misma cantidad de series que el entrevistado quizás habría impulsado aproximadamente 1386 carreras. En el caso de Pedro José Rodríguez participó en 15 SN, con 4 171 VB (2 560 menos) y empujó 969 carreras a la goma, promediando aproximadamente para un 64,8 CI por temporada, si hubiese jugado 22 Series sus carreras impulsadas estarían rondando la cifra de 1 422. Alejo O'Reilly participó en 16 SN, 4 683 VB (2 048 menos) fletando 910 carreras pero tuvo 2 560 VB menos que Vargas, su promedio de CI por temporada era de 64,8, si hubiese jugado 22 SN , su cifra de CI estuviera cerca de las 1 246 carrerras impulsadas. Romelio Martínez jugó en 14 SN, con 4 710, con un total de 1 055 CI, tuvo 2021 VB menos, promediando por tem,porada un 75,35 CI, si hubiese participado en 22 Series sus CI rondarÍan las 1 655. Julio Germán participó en 19 SN ( el que mas se acerca en este aspecto), fue al bate 6 110 veces(621 menos), empujando 1 153 carreras, promediando 60,68 CI por temporada, jugando 22 series hubiese empujado alrededor de 1 343 carreras. Por último en el caso de Leonel Moa (mi papá) jugó 15 SN tuvo 4 793 VB (1 938 menos, empujando 857 carreras, con un promedio de 57,13 por serie, participando en 22 temporadas aproximadamente, hubiera empujado 1 256 carreras. A mimodo de ver creo que con lo anteriormente expuesto queda claro el porqué no estoy de acuerdo con la comparación realizada por usted, dejando bien claro que la entrevista me gustó y que mi intención no es empañar las cualidades que Vargas demostró en el terreno de juego. Muchas gracias y me gustaría si su tiempo se lo permite me responda.
ENEDYS MOA ACEVEDO H. Romo Sigler: Ante todo saludarle. No voy a polemizar. Mi interés es acerca de una palabra que usted menciona y que también se la oí a Reinier González, mientras narraba en estos días uno de los partidos de cuartos de final: intermedista. Hasta estos momentos no había oído esa palabra. De manera general era el segunda base, el camarero. Pero bueno está el inicialista y el antesalista, está bien la inicial y la antesala. Estos se dedican a la profesión de jugar la primera, segunda o tercera, sin embargo qué pasará cuando le llegue el turno al campo corto, o uno de los jardineros o al lanzador o al receptor, realmente no me lo imagino. No obstante todo idioma es un sistema abierto, vengan los neologismos, o como dice Pedro Luis Ferrer, que es una felicidad hablar Español.
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SOBRE BÉISBOL
Antes de dirigirme a la Redacción Deportiva me gustaría felicitar y agradecer al colectivo de redacción de LA CALLE DEL MEDIO por haberles dado a los cubanos un espacio para reflexionar y comprender aún más nuestra cotidianidad. Me llamo Enedys Moa Acevedo y soy estudiante del cuarto año de Psicología en la facultad del mismo nombre en la Universidad Central de Las Villas. He tenido la oportunidad de leer cada uno de los números del suplemento desde que salió por primera vez a «a la calle». En la publicación del mes de marzo del presente año aparece una entrevista realizada por el periodista H. Romo Sigler al excelente pelotero Lázaro Vargas en la cual se reconoce y expone una vez más su calidad como pelotero y ser humano. En la misma usted realiza una comparación entre este y una serie de peloteros que constituyen luminarias del béisbol en Cuba, pero de manera superficial, sin tener en cuenta aspectos como la cantidad de Series Nacionales jugadas y por supuesto las veces al bate. No quiero que con mi comentario piense que trato de juzgar o poner en tela de juicio la calidad de Vargas, sólo que considero que para mostrar a los lectores sus excelentes cualidades eran suficientes sus numeritos o haber realizado una comparación entre este y otros hombres con la misma cantidad de Series Nacionales jugadas. Luego de haber leído la entrevista le ilustro a través de otra comparación por qué la considero un poco fría, por ejemplo,
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ARTURO FERREYRA Hola a los amigos de LA CALLE DEL MEDIO: Encontrando el debate en torno a la comparación estadística de Omar Linares con Babe Ruth y Ted Williams, y leyendo los artículos bien aclaratorios de H. Romo Sigler «Más allá del whisky, el tabaco y los samurais de Kurosawa», de Oscar Sánchez «El mito mediático de la MLB se tambalea» y la nota de la redacción asumida por Enrique Ubieta, decido poner un poco de lo mío en este potaje que se puede extender para dar de comer a muchos durante mucho tiempo. Agradezco a la publicación por fomentar estos espacios que tanta falta hacen aunque sea para conversar sobre deporte y mú-
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sica. También es positivo que lo que más le interese al consejo de redacción no sean las respuestas acordes con [sus] intereses, sino fomentar la polémica sin tapujos. Veo entonces responder a los redactores ya citados con la misma pasión de la que se acusa a los lectores, si es que eso se llama pasión. Alejémonos entonces del tema meramente deportivo, de las estadísticas y de quién es mejor, y centrémonos en el problema cultural: la supremacía, la hegemonía del imperio sobre todas las esferas de la cultura universal, imponiendo sistemas de valores e ideas que son parte de una maquinaria de la marginación a la diferencia. No creo que nadie pueda negar esto, es la verdad, pero también [que] ya es parte de la cotidianidad, del día a día, y no en París, Madrid o Nueva Delhi, sino también en La Habana, Matanzas y Santiago. Por mucho que hemos querido atrincherarnos ante los fenómenos que marcan la postmodernidad, eso no es posible. La historia nos provocó a inicios de los 90 y la respuesta necesaria y desesperada (que son casi sinónimos), trajo este resultado. Entonces... ¿la respuesta será ponernos a luchar contra una corriente arrolladora? Cuidado. No sólo es peligroso, es imposible. La pasión ya es una constante del cubano, del que defiende los sistemas de valores hegemónicos, de los tradicionales y patriarcales, de los renovadores y de los open mind. Nadie escapa, ni ustedes ni yo. La ceguera es compartida en cuanto a que el valor de todo lo que viene del Norte (todo el significado de la palabra Norte, no sólo Estados Unidos) es criticable porque significa hegemonía, mercancía, comercio, imperialismo cultural, etc., etc. ¿Acaso esta visión no es tan extremista como las otras? Ya sé que pensarán que ustedes jamás han proferido eso, pero tampoco han dicho lo contrario. «Peleamos contra el imaginario que exporta la superpotencia y que impone modelos de conducta que validan o descalifican cualquier producto nuestro (artístico o deportivo), según se ajuste o no a su lógica mercantil». Ya pasamos los años sesenta, cuando todos los movimientos de cualquier tipo creyeron que la solución a los problemas del mundo [estaban en] la contracorriente cultural, y... nada, pues todos esos movimientos, sobre todo los culturales, se convirtieron en estandartes de culturas, en modas, en buenos o en malos, en política, y en comerciales. Se prostituyeron, tal vez, pero no es la única respuesta. Los famosos reyes de la anticultura cinematográfica de los 90 fueron unos daneses que al estilo de las vanguardias de las primeras décadas del xx hicieron su manifiesto, a mi criterio, lo más limitativo a la verdadera creación. Hoy producen con Hollywood. Y hacen cosas buenas. Me parece muy apasionado realmente decir que esos sistemas de valores sin dudas pragmáticos hasta las entrañas, sólo reproducen el objetivo mercantil. ¿Y acaso nosotros estamos exentos de eso? Discúlpenme, pero creo que no, enciendan la televisión y verán lo que les digo. No sólo el que gana un Oscar es bueno, ni un Grammy, o el que está en la Grandes Ligas, pero qué bien nos sentimos si lo logramos, y de eso nadie escapa. [Entre] los que ganan un Oscar hay muchos buenos y otros no tan buenos, con los Grammy igual, y las Grandes Ligas, ustedes mismos lo han dicho, ellos compran lo mejor del mundo, entonces significa que lo tienen, y si lo tienen lo son. Me da mucha risa ver cómo dentro del cine latinoamericano nos la pasamos criticando el cine hollywoodense, sin embargo muy pocas películas del patio se salvan de ser buenos productos artísticos sin estar hechas con los condimentos que manejan las productoras del vecino. Entonces ¿de qué estamos hablando, si los prime-
ros que reproducimos esos valores somos los críticos acérrimos, y me incluyo? Muchas de estas cinematografías [se refiere al cine de un nigeriano, de un indio, de un boliviano o de un tailandés] se encuentran deprimidas por la falta de presupuestos, por la falta de buenas historias, y póngase en ese acápite la cubana (también en el otro puede estar), por los malos engranajes y diseños de la producción en el país (anoten a Cuba en esta lista también, y no me pregunten a mí sino a los realizadores). Pero ya que estamos hablando de hegemonía cultural, sistemas de valores, esos no son ni los únicos y a veces ni siquiera los más determinantes en el Tercer Mundo. Por último, para despejar un poco esa pretensión triunfalista que a todos nos ataca, ¿todavía nos seguimos creyendo que nuestro béisbol es amateur? A mí me parece que son profesionales sin salarios millonarios, y de las historias y cuentos de los peloteros cubanos en su vida cotidiana todos conocemos algo. Saludos.
DIEGUÍN TORRES Amigos y compañeros de LCM: Leí las opiniones publicadas, y 4 por supuesto que las respeto, y creo que todas tienen un poco de razón, y no lo digo para quedar bien con el parecer de personas que ni conozco; pero es real que ante los argumentos expuestos, variados y fundamentados, no es fácil tomar partido. Es indiscutible que países que no habían estado a la altura de la calidad de nuestro equipo nacional, han demostrado su desarrollo y poder en estos clásicos, y me parece que un poco sorprendieron a los mejores de siempre: Cuba y USA. Por otra parte, nuestro equipo no ha jugado en los últimos certámenes con su acostumbrado paso de triunfador, y eso todo el mundo lo comenta, lo que disminuye nuestras posibilidades de llegar como ganadores. Dirección deficiente, malas rachas de nuestros mejores bateadores, pitcheo flojo... todo esto puede influir, pero en la concreta no obtuvimos los resultados que nos merecemos por ser buenos. Claro, que todo esto lo superaremos, no me cabe la menor duda; porque cantera tenemos, buenos jugadores también, y directores de calidad para escoger; pero además, sería bueno que algunos críticos despiadados analizaran la cantidad de habitantes de nuestro país (sin contar las dificultades objetivas que nos limitan en todo), con las que tienen USA, Japón y Corea del Sur, por citar tres de los mejores participantes en el Clásico, para que valoraran con mas justeza lo que pasó, sin restar importancia a lo que no hicimos bien. Ellos, los duros, los que celebran campeonatos del mundo con ellos mismos, en este y en otros deportes, compran como mercancías talentos cubanos, que cotizan muy caros, lo cual demuestra la calidad de la espectacular creación de la Revolución, a pesar de todos nuestros problemas. Creamos y desarrollamos los mejores atletas, en varios deportes a nivel mundial, por cantidad de habitantes. No son ellos los mejores; los mejores son los cubanos, con menor cantidad de habitantes, con mucho menos recursos financieros y materiales, con presiones de todo tipo, gardeados para que deserten y traicionen a la Patria que los hizo personas dignas y atletas de primera calidad, etc., etc. Por eso, estoy de acuerdo con algunos opinantes en que se impone una reflexión profunda, sin complejos ni personalismos, que permita superar este slump, y que entendamos y asimilemos sin dudar que nada de lo que sufrimos todos los cubanos es el fin, sino el momento de retomar lo que transitoriamente cedimos.
SERGIO AMENEIRO FORTUNA
LA ESQUINA CALIENTE
sin mencionar la sección de historia de Wejebe y los escritos de Santiago que son muy interesantes. Sin embargo, no existe la perfección en este pedacito de tierra en que nos tocó vivir y hay algunos aspectos que me gustaría señalar: los números que más disfruté fueron los dos primeros porque me parecen los más variados ya que contaban con secciones que se perdieron y me dejaron las ganas de verlas reaparecer sin que pasara: me refiero a «La letra del Mes», siempre con la letra de una canción inteligente y la «Carta de Amor», con tanto tino acertaron al publicar las de Gertrudis Gómez de Avellaneda y Simón Bolívar. Sería de mi agrado que volvieran a retomarse, aunque no sea en todos los números por razones de espacio, sí en ediciones intercaladas, no sé, es sólo una sugerencia. También pienso que las extensas entrevistas (las que disfruto al máximo) deberían «extenderse» (valga la redundancia) a otros campos de la cultura como la danza. Por ejemplo, sería genial una entrevista a Viengsay Valdés, o a críticos de cine como Rolando Pérez Betancourt, lo que enriquecería el arsenal de temas para llamar a la reflexión y al debate, como dice el cintillo de la portada. ¡Ah! y aunque la pelota sea nuestro deporte nacional, me parece que exageraron un poco en los últimos tres números con el tema y hay muchos otros que han probado ser fuente de innumerables debates de no menos importancia e interés. Bueno, sin más me despido con el deseo de que sigan alegrando nuestro comienzo de mes con una mejor revista que aunque llegue al corazón de cada cubano no es una revista «del corazón». Sigan así. Un afectuoso saludo de su seguidora numero 1,
LA CALLE DEL MEDIO MAYO, 2009
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EN ESTA OCASIÓN reseñaremos todo lo referente a un producto archiconocido: el huevo, y no iremos a la intríngulis de siempre de ¿quién fue primero, si él o la gallina? Pero sí hablaremos del huevo, ese donde el pollo duerme 21 días antes de ver la luz. Y es que quizás no se le ha hecho toda la justicia que el huevo merece, porque sobre él pesa el terror del colesterol. Sin embargo, los huevos son ricos, populares y nutritivos. Y resultan aun más saludables cuando no van acompañados de otros productos animales grasos. La gran mayoría de los huevos proceden de las aves, aunque algunos mamíferos también los ponen, como son el singular ornitorrinco australiano, la tortuga y el carey. Entre los destinados al consumo humano, el más pequeño es el de codorniz, pues cuatro huevos de esta equivalen a uno de gallina. Como todos los huevos de aves, los de codorniz son realmente nutritivos, contienen mucha proteína y muchísima vitamina A, también poseen colesterol en su yema, superan a los de gallina en minerales y son especialmente ricos en hierro. El de gansa alcanza un cuarto de kilo de peso y los que pone el avestruz, equivalen a 16 huevos de una gallina común. La clara del huevo contiene prácticamente sólo proteínas, más completas que las del pescado, la carne roja y la leche. En la yema hay además grasa, minerales (hierro), vitaminas (A y del grupo B) y colesterol. El color de la cáscara (riquísima en calcio) no guarda ninguna relación con su valor nutritivo. Únicamente señala la raza de la gallina que lo ha puesto. Al abrirlo en el plato, el huevo fresco se distingue por una yema bien abultada y clara espesa, recogida alrededor de la yema. Hervido o cocido, sabemos que es fresco cuando la yema queda en el centro; en los huevos «pasados» aparece cerca de la cáscara. En muchos lugares del mundo el huevo es un personaje célebre, porque consumen como mínimo uno al día. Esta es una costumbre anglosajona, pues lo consideran un alimento muy completo, con una proteína de excelente calidad y rico en minerales y vitaminas, pero tiene 500 miligramos de colesterol por cada 100 gramos, concentrados en la yema, ya que la clara está libre de grasa. Así por ejemplo, podríamos comparar un filete de carne roja (cualquiera) de 75 gramos, con un huevo de igual peso (es decir un huevo de clasificación XL, de unos 75 gramos también) y para sorpresa de unos cuantos, hallarían aproximadamente la misma cantidad de calorías, proteínas, hierro y grasa; la diferencia está en el colesterol, porque un huevo de este tamaño tendría unos 350 miligramos de colesterol, mientras que el filete sólo 50. Pero el huevo le gana a la carne en ácido fólico y vitamina A. Dos huevos hervidos o cocidos de 50 gramos, poseen 150 kilocalorías; fritos suben a 220, debido al aceite que estos absorben. Para que un menú con huevos fritos no disparen la ración calórica y nos hagan engordar, es necesario acompañarlos con otros alimentos sin grasa como los vegetales, por lo que tendríamos huevos fritos, revueltos NÚMERO
PUBLICACIÓN CULTURAL DE PRENSA LATINA
13 MAYO 2009
SOPA DE POLLO
DESIERTO SIN TI AUTOR: JESSE SUÁREZ INTÉRPRETE: GARDI CD Lo que tú querías EGREM, 2008
KON LOS POBRES DE LA TIERRA AUTOR: KAREL FLEITES INTÉRPRETE: KAREL FLEITES CD Asunto mío Demo, 2008
sopa de pollo 1
sopa de pollo 2
·ingredientes·
·ingredientes·
· pollo · cerdo · tomate · ajo · cebolla · pimienta blanca · zanahoria · sal
½ pollo con huesos pedacito pequeño ½ tomate 2 dientes ½ cebolla 1 pizca 1 zanahoria a gusto
· pollo · cerdo · tomate · ajo · cebolla · pimienta blanca · zanahoria · sal · rositas de maíz · queso
ME TIENE ENAMORA’O AUTOR: ORLANDO VALLE «MARACA» & AMMIEL CASTELLANOS INTÉRPRETE: MARACA Y SU OTRA VISIÓN CD Lo que quiero es fiesta Ahí Namá Music, 2008
½ pollo con huesos pedacito pequeño ½ tomate 2 dientes ½ cebolla 1 pizca 1 zanahoria a gusto (ya elaboradas) 1 pedacito (cualquier variedad) rallado previamente
KUVA AUTOR: FRANK BATISTA Y RICE AND BEANS INTÉRPRETE: RICE AND BEANS CD The need to see EGREM, 2008
·elaboración· Se elabora un caldo de pollo (con todo sus huesos) y el pedacito de cerdo, además el ajo machacado, la cebolla picadita. Después que reduzca y esté bien concentrado el caldo, se le agregan dos yemas de huevo, previamente bien batidos. Luego, al bajar el fuego, se le agregan el queso rallado o en trocitos y las rositas de maíz y se tapa todo el caldo elaborado. Al rato (10 min.), estará listo para degustar...
o tortilla con, por ejemplo, espinacas o cebollas. Pero además de colesterol, los huevos possen lecitina, un producto emulsionante y disolvente, maravilloso para nuestro organismo, que favorece la memoria y nos ayuda a mantener limpias las arterias, aunque parezca contrastante. Desde tiempos remotos, el huevo también ha servido para elaborar remedios caseros o simplemente para que las abuelitas nos ayuden a mejorar nuestros cuerpos, sobre todo de niños. Quién no recuerda aquel remedio diario, cuando se nos daba en una tacita una yema de huevo con un poquito de leche caliente o miel de abejas. Mas hoy sabemos que, efectivamente, la yema puede ingerirse o tomarse cruda o mezclada con alimentos calientes o fuertes (pesados) que la cocinan o cuecen un poco, fomentando un inmejorable elixir resultante, puesto que es un producto extremadamente rico en proteínas y hierro. En cambio, la clara
director enrique ubieta gómez
fotografías l.c.m.
diseño 10k zardoyas corrección ana rosa gort
TEMAS
YAMIR PELLEGRINO
A cargo de AILER PÉREZ, YANIRA MARTÍNEZ ISABEL SOUTO Y CARMEN SOUTO
rnps: 0583
nunca debe ingerirse cruda, porque contiene una proteína (la avidina) que impide la asimilación de la vitamina B8 (biotina). Con cualquier tipo de cocción, o batiendo intensamente la clara, la avidina se desnaturaliza, y la biotina queda libre para realizar su función de protección de la piel y las mucosas. Debemos insistir en la importancia de lavar bien la cáscara de los huevos antes de consumirlos, pues en ella viene o se puede transportar una severa enfermedad: la salmonella, que acarrea serios trastornos a la salud humana. Otro detalle a observar es la completa integridad del cascarón o cáscara; por la más pequeña fisura pueden pasar al interior gérmenes que lo contaminen. Pero el huevo es mucho más, y sin él, las cocinas y platos culinarios no tendrían ese destello de costumbrismo. Con los huevos los platos se visten de largo, tanto en nivel proteico como decorativo. CM
colaboradores a.a.g. santiago alba rico antonio gutiérrez laborit yanira martínez yailín orta rivera yamir pellegrino
ailer pérez h. romo sigler carmen souto anido isabel souto anido jorge wejebe cobo
LA CAMINADORA AUTOR: NESTOR MILÍ INTÉRPRETE: CUBANOS EN LA RED CD Se respiran cambios Cubanos en la Red / Nevada, 2008
DISCO
MAYO, 2009
EL SECRETO DE LA BUENA MESA © l.c.m.
VARIADOS LA CALLE DEL MEDIO
PROPUESTAS MUSICALES
CD CLÁSICOS CUBANOS DEL SIGLO XIX MARÍA ELENA MENDIOLA Producciones Colibrí, 2008
ESPACIO Miércoles de Jazz con AIRE DE CONCIERTO y sus invitados, todos los miércoles de 5:00 p.m. a 9:00 p.m. en el Diablo Tun Tún, Casa de la Música de Miramar (Calle 20 y 35, Miramar, Playa)
VIDEO CLIP EL PIRULÍ INTÉRPRETE: SON DEL NENE CD Mi deseo Dir.: Bilko Cuervo dirección calle 21 no. 406, vedado, la habana, cuba. cp 10400. email
[email protected] impresión imprenta federico engels