Perspectivas para los países en desarrollo

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1 Perspectivas para los países en desarrollo

Tras la repentina y abrupta caída de las valoraciones de mercado de los valores estadounidenses con garantía hipotecaria a mediados de 2007, los mercados mundiales han entrado en una etapa de profunda incertidumbre, como queda reflejado por la mayor volatilidad de los mercados de acciones, los precios de los productos básicos y los tipos de cambio. A pesar del aumento de la volatilidad, las consecuencias para los países en desarrollo han sido bastante leves hasta el momento. Las primas de riesgo se han incrementado, pero continúan siendo relativamente bajas en un contexto histórico, y los ingresos de capital no han dejado de ser cuantiosos, aunque el financiamiento otorgado por el Banco ha disminuido. El crecimiento agregado de los países en desarrollo sigue siendo sólido, producto de la mejora de las variables fundamentales de la economía en numerosos países, los apreciables ingresos provenientes de las exportaciones de productos básicos y el acceso constante al financiamiento internacional a un costo que aumentó moderadamente. El fuerte crecimiento del producto interno bruto (PIB) está compensando en parte la debilidad de la demanda interna de los Estados Unidos, que, según las previsiones actuales, seguirá deprimida hasta bien entrado el año 2008. A pesar de la capacidad de recuperación demostrada por la economía mundial, todavía existen riesgos, y el aumento de la volatilidad ha puesto a varios países en desarrollo en una situación de mayor vulnerabilidad a las perturbaciones financieras, en especial a aquéllos con grandes déficits de cuenta corriente, tipos de cambio fijo o sectores bancarios nacionales fuertemente endeudados en los mercados internacionales. 2

Posibilidades de crecimiento

E

n promedio, los países en desarrollo resultaron afectados sólo moderadamente por la desaceleración que sufrieron los Estados Unidos durante 2007 y, se prevé, habrá de continuar en 2008, para dar paso a una recuperación en 2009. El crecimiento del PIB en las economías de ingreso bajo y mediano decayó apenas 0,1 punto porcentual en 2007 respecto del sólido 7,5% registrado en 2006. A pesar de que las importaciones estadounidenses tuvieron un aumento más módico, el gasto sostenido de los países exportadores de petróleo y la vigorosa expansión de China y la India permiten pronosticar que los países en desarrollo mantendrán un robusto crecimiento del 7% o más en 2008 y 2009. A largo plazo, se pondrá a prueba la capacidad de adaptación de las variables fundamentales de la economía que han mejorado. Una gestión macroeconómica más prudente y el progreso tecnológico (véanse los capítulos 2 y 3) han contribuido a un incremento de la productividad total de los factores y del ingreso real en los últimos 15 años. Se espera que esos mismos factores permitan a los países en desarrollo lograr aumentos del ingreso per cápita del orden del 3,9% en los próximos 10 años, y quizás del 3,4% en el decenio siguiente. Estas proyecciones suponen un ingreso per cápita cuyo avance duplica con creces el de los países de ingreso alto. Un crecimiento de tal magnitud reduciría el número de personas que viven con menos de un dólar al día de 1.200 millones en 1990 y 985 millones en 2004 a 624 millones para 2015. Sin embargo, esos resultados globales no están garantizados, y es probable que el desempeño varíe de un país a otro.

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

La inflación se ha mantenido notablemente controlada en todo el mundo, no obstante los cuatro años de fuerte crecimiento. Muchos países en desarrollo la han contenido mediante un endurecimiento de las políticas monetarias y fiscales. El brusco aumento del precio de los productos básicos tuvo efectos directos y por única vez en la inflación, mientras que los efectos secundarios fueron limitados. Además, la integración creciente de los países en desarrollo en los mercados mundiales y el aumento de su participación en el comercio mundial han contribuido a atenuar la inflación en todo el mundo, ya que se ha intensificado la competencia internacional. En algunas naciones, no obstante, la inflación puede convertirse en un problema cada vez más difícil. En varios países exportadores de petróleo, el gasto de ingentes ingresos de exportación está recalentando los mercados internos. Es posible que los esfuerzos de China por lentificar el crecimiento no logren invertir rápidamente la reciente aceleración de la inflación, mientras que las presiones de la demanda siguen siendo pronunciadas en varios países de Europa y Asia central, y América Latina y el Caribe. En África al sur del Sahara, la combinación de una fuerte demanda interna y el alza de los precios internacionales de los cereales podría avivar aún más el ascenso de la inflación, particularmente en aquellos estados costeros cuya economía depende de las importaciones. Los precios del petróleo, que se mantienen altos y en alza, han estimulado el uso de cultivos alimentarios para la producción de biocombustibles y han elevado el costo de los fertilizantes. Los precios del maíz y los aceites vegetales aumentaron un 33% y un 50%, respectivamente, durante 2007. La producción de trigo no alcanzó a cubrir el consumo, en parte porque fue desplazada por la de maíz y en parte por las malas condiciones meteorológicas. Como resultado, las existencias llegaron a sus mínimos históricos y el precio del trigo se incrementó en un 30%. Desde una perspectiva macroeconómica, estos aumentos de precios afectaron más a los países de ingreso bajo, que sufrieron una pérdida de la relación de intercambio igual al 0,5% de su PIB, mientras que la población urbana más pobre y los pobladores rurales del sector no agrícola fueron los más castigados. Si bien la experiencia enseña que el medio más eficaz para ayudar a esos consumidores vulnerables no consiste en imponer controles de precios, sino en proporcionarles ayuda directa dirigida a mantener los ingresos, los requisitos institucionales de las redes de protección social pueden ser abrumadores.

Riesgos

L

a turbulencia financiera de mediados de 2007 ha demostrado hasta qué punto los ajustes de los mercados financieros pueden ser repentinos y generalizados. Dado que la dinámica del comportamiento financiero es intrínsecamente difícil de controlar y que los nuevos instrumentos titulizados obstaculizan la determinación de la ubicación o la magnitud del riesgo subyacente, no se puede descartar de plano la posibilidad de colapso de instituciones o sistemas financieros de importancia clave. Asimismo, la probabilidad de que surjan problemas financieros aumentaría rápidamente si los precios internos de los Estados Unidos cayeran abruptamente, lo que podría empujar la economía del país a una recesión. Tales circunstancias y la probable reacción de la política monetaria estadounidense reforzarían la caída del dólar, con el consiguiente efecto desestabilizador para los mercados mundiales. Hasta el momento, la solidez de las variables fundamentales de los países en desarrollo ha ayudado a mitigar la desaceleración de los Estados Unidos, pero, si se llegara a producir una perturbación importante, no habría muchas posibilidades de evitar los efectos perjudiciales para los mercados emergentes y ello, en algún momento, agravaría la pérdida de dinamismo de la economía estadounidense. Un marcado endurecimiento de las condiciones financieras podría generar una pronunciada restricción del crédito, que incidiría en la inversión y el crecimiento de los países de ingreso mediano. Los países de ingreso bajo también sufrirían las serias consecuencias derivadas de la reducción de la demanda mundial de productos básicos, la disminución de los precios y las pérdidas en la relación de intercambio. Incluso si los mercados financieros internacionales no sufrieran nuevos desórdenes, varios países en desarrollo ya han quedado en situación de mayor vulnerabilidad a la presión financiera, como resultado de la inquietud suscitada y la mayor volatilidad de los mercados de divisas. Otro riesgo importante es que, con la liberalización de la política monetaria como respuesta a la crisis en el mercado de hipotecas de alto riesgo (subprime) en los EE.UU., el crecimiento podría salirse de control. Los mercados de productos básicos podrían contraerse aún más, se intensificarían las presiones inflacionarias y los desequilibrios financieros se profundizarían en lugar de suavizarse. Un caso hipotético de esta índole podría sembrar las semillas de una desaceleración mucho más pronunciada a mediano plazo

3

e ilustra la dificultad que enfrentan actualmente las autoridades monetarias tanto en los países de ingreso alto como en los países en desarrollo.

Mercados financieros: ¿Corrección necesaria o grave desorganización?

Gráfico 1.1: El nivel de riesgo percibido de los bonos de alto rendimiento de las empresas privadas aumentó más que el de los bonos de mercados emergentes Puntos básicos

L

a conmoción que sufrieron los mercados financieros en la segunda mitad de 2007 fue producto de la interacción de varios factores. Un prolongado período de abundante liquidez y bajas tasas de interés en todo el mundo incentivó la búsqueda de rentabilidad que indujo a muchos inversionistas a asumir nuevos riesgos. Esta circunstancia se vio favorecida por el robusto crecimiento mundial y las condiciones financieras propicias, que alimentaron cuatro años de expansión en el ciclo crediticio mundial. El rápido crecimiento del mercado de valores respaldados por activos e instrumentos de financiamiento estructurado (en particular, las obligaciones con garantía) en los principales centros financieros facilitó tanto la concesión de financiamiento (calibrar y descargar el riesgo se tornó más sencillo) como el endeudamiento (mediante el aumento efectivo de la liquidez y la disponibilidad de crédito). Los márgenes de los bonos de mercados emergentes disminuyeron hasta mínimos históricos, y los precios de las acciones se incrementaron rápidamente en muchos países en desarrollo durante la primera mitad de 2007. Sin embargo, el grado de riesgo se subestimó especialmente en los segmentos de bajo crédito del mercado hipotecario estadounidense (préstamos “altA”, es decir, a prestatarios solventes, pero con poca documentación, y préstamos subprime), y por ello el valor de muchos valores respaldados por activos resultó ostensiblemente sobrestimado. A fines de julio repentinamente se comenzó a corregir esa sobrestimación, y las crecientes tasas de incumplimiento de pago en el mercado estadounidense de hipotecas de alto riesgo afectaron a los mercados de acciones, divisas y obligaciones del mundo entero. Las condiciones crediticias para las empresas prestatarias se endurecieron considerablemente, mientras que el rendimiento de los bonos públicos disminuyó bruscamente, en lo que se conoce como una “huida hacia la calidad”. Los márgenes sobre los títulos corporativos estadounidenses de calidad inferior se ampliaron en 200 puntos básicos en julio y la primera mitad de agosto, lo cual indica que el interés de los inversionistas en asumir riesgos había disminuido considerablemente (Gráfico 1.1). A mediados de agosto, la Reserva Federal de los Estados Unidos y el Banco 4

Fuente: Bloomberg, JPMorgan-Chase y Banco Mundial Nota: EMBIG = Emerging Market Bond Index - G

Central Europeo suministraron abundante liquidez al sistema bancario para ayudar a estabilizar las condiciones financieras. La venta de activos riesgosos sirvió para aumentar los márgenes de los bonos de los mercados emergentes en unos 100 puntos básicos para mediados de agosto y, como consecuencia, se incrementó el costo del capital para las empresas, tanto en los mercados bien establecidos como en los emergentes. Dado que las condiciones financieras se endurecieron nuevamente cerca de fin de año, los elevados márgenes de rendimiento estadounidenses subieron bruscamente hasta llegar a los 600 puntos básicos para fines de noviembre, y los márgenes de los mercados emergentes retrocedieron, para subir luego a los 270 puntos básicos, mientras que el incremento total atribuible al episodio actual llegó a los 170 puntos. Aun cuando la conmoción ha afectado a los mercados emergentes, hasta el momento la propagación financiera ha sido limitada, aunque, no obstante, más seria que en otros episodios, bastante breves, de turbulencia y volatilidad de los mercados ocurridos desde 2005 (Gráfico 1.2). La “huida” hacia activos de calidad y la necesidad de cubrir las pérdidas del mercado de préstamos de alto riesgo desencadenaron la venta de todo tipo de activos de alto rendimiento, tanto en los mercados bien establecidos como en los emergentes. En un principio, la disminución del precio de las acciones de las economías de los mercados emergentes superó a la observada en los mercados bien establecidos, pero luego los primeros tuvieron un marcado repunte y

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

Gráfico 1.2: La venta repentina de activos en los mercados emergentes contrasta menos favorablemente con los recientes períodos de Turbulencia en los mercados Tamaño de la reducción desde el punto más alto hasta el más bajo, en porcentaje (inverso)

Fuente: Bloomberg y Banco Mundial

arrojaron beneficios que superaron a los obtenidos en los segundos (Gráfico 1.3). El índice compuesto de acciones de mercados emergentes elaborado por Morgan-Stanley aumentó cerca del 50% desde principios de año, muy por encima del índice correspondiente a los mercados desarrollados, hasta que ambos descendieron a fines de noviembre. La

Gráfico 1.3: Los mercados mundiales de valores caen y luego se recuperan, impulsados por los mercados emergentes Índices de los mercados de valores, 1 de enero de 2007=100

recuperación de las acciones de los mercados emergentes fue apuntalada por la reanudación de flujos con destino a los fondos de inversión en acciones, que habían experimentado flujos de salida por valor aproximado de US$5.000 millones en los últimos días de julio y los primeros de agosto. Hasta hace poco tiempo, las correcciones eran de naturaleza mundial, y las bolsas de valores de Asia oriental y el Pacífico, y América Latina y el Caribe seguían impulsando la sólida recuperación de las acciones en mercados emergentes. Los flujos brutos de capital hacia los países en desarrollo mostraron fuertes aumentos en 2007, antes del período de incertidumbre financiera. La emisión de bonos, los compromisos de préstamos bancarios y las colocaciones de acciones sumaron, en promedio, US$53.000 millones por mes desde enero hasta julio, frente a US$41.000 millones durante 2006, pero en agosto los flujos cayeron a US$42.000 millones (Cuadro 1.1). El repunte de los flujos hasta agosto se concentró en la emisión de bonos y las colocaciones de acciones, categorías que inicialmente experimentaron la caída más pronunciada después de la conmoción. Para octubre, los flujos de bonos y acciones se habían recuperado por completo o casi por completo, aunque se produjo una abrupta disminución de los préstamos bancarios y los compromisos se redujeron en US$25.000 millones durante el mes. Si se toma en cuenta que los márgenes de los préstamos soberanos sólo tuvieron aumentos moderados, es posible que en agosto y septiembre no se hubieran emitido bonos debido a la decisión de los gobiernos de países en desarrollo de postergar nuevas emisiones por sus limitadas necesidades financieras, antes que a la imposibilidad de acceder al mercado. Sin embargo, para las empresas prestatarias de economías emergentes, que efectuaron el 80% de las emisiones de bonos durante 2007, las condiciones financieras se han deteriorado. La disminución de los flujos bancarios, que es motivo de preocupación, quizás obedezca a una retirada parcial, en el corto plazo, de los mercados emergentes, ya que los bancos restringen el crédito y muestran mayor aversión al riesgo mientras reponen sus reservas después de sufrir fuertes pérdidas con los valores subprime.

Crecimiento mundial

T Fuente: Thomson/Datastream Nota: DIJA = Dow Jones Industrial Average; MSCI = Morgan-Stanley Composite Index; TOPIX = Tokyo Stock Price Index; DAX = Deutsche Aktien Exchange

ras cuatro años de sólido crecimiento del PIB y el comercio, alza constante del precio de los productos básicos, bajos márgenes en el mercado de bonos, variación gradual de las tasas de interés y tipos de cambio relativamente estables, se ha agravado la volatilidad de los mercados internacionales. De 5

C u a d ro 1 .1 : F l uj o s b ru to s d e c a p ita l ha c i a lo s p a ís e s e n d e s a rrol lo , 2 0 0 5 -0 7 P r o m e d io s m e n su a le s , m ile s d e m illo n e s d e U S $

2007

2005

2006

E n e ro a ju li o

A g o s to

O c t ub re

T otal

30

41

53

42

50

E m isio n e s d e b o n o s

11

11

22

3

15

C o m p ro m iso s d e p ré st a m o d e l Banc o

15

20

18

35

10

5

9

13

4

25

C o lo ca c io n e s d e c a p ita l F u e n t e : D e a l o g i c L o a n w a r e y B o n d w a re

excepcionalmente favorables, las condiciones de los mercados financieros mundiales han pasado a ser menos estables y previsibles. Más que en los últimos años, se necesitarán reservas y otros fondos de regulación para absorber las crisis imprevistas. Las autoridades deben prepararse tanto para la posibilidad de que sus economías se desaceleren súbitamente como para la posibilidad de que el crecimiento continúe superando el potencial. Análogamente, deben tomar recaudos en caso de que sus monedas se deprecien abruptamente o bien de que se aprecien como resultado de la continua afluencia de capital. Los precios de los productos básicos pueden subir o bien perder parte de los aumentos registrados este decenio. A pesar de la volatilidad de las condiciones, los países en desarrollo en su conjunto tienen buenas perspectivas de seguir creciendo con firmeza, principalmente debido a la dinámica actuación de la mayoría. Más aún, el desempeño económico de muchas de esas naciones fue excepcionalmente bueno durante la primera mitad de 2007, mucho mejor que el previsto en Flujos mundiales de financiamiento para el desarrollo a principios de 2007 (Banco Mundial 2007). En el Cuadro 1.2 y el Gráfico 1.4 se sintetizan los acontecimientos recientes y el panorama de base. El crecimiento mundial pasó del 3,9% en 2006 al 3,6% en 2007, y a la cabeza de la desaceleración estuvieron los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cuyo PIB cayó 0,3 puntos porcentuales hasta situarse en el 2,5% en el último año. El descenso fue más marcado en los Estados 6

Unidos, donde el crecimiento se lentificó del 2,9% en 2006 al 2,2% en 2007, en gran parte como consecuencia directa del debilitamiento del mercado de la vivienda, con la rápida caída de la inversión en vivienda y la restricción del crédito tanto para las empresas como para los consumidores. Entre los países en desarrollo, el crecimiento se mantuvo firme, del orden del 7,4% en 2007, después del igualmente sólido 7,5% registrado en 2006, sustentado en el dinamismo de Asia oriental y meridional. Si se excluyen a China y la India, la actividad en los países de ingreso bajo e ingreso mediano disminuyó 0,2 puntos porcentuales, hasta llegar al 5,7% durante el año. Según las previsiones, en 2008 el crecimiento mundial se seguirá moderando, ya que el costo efectivo

Gráfico 1.4: Un descenso del crecimiento en 2008 PIB real, variación porcentual

Fuente: Banco Mundial

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

Cuadro 1.2: Resumen de las perspectivas mundiales Resumen de las perspectivas mundiales Condiciones mundiales Volumen de comercio mundial Precios al consumidor a ,b Países del G-7 Estados Unidos Precios de productos básicos (en US$) Productos básicos no petroleros c Precio del petróleo (US$ por barril) Precio del petróleo (variación porcentual) d Valor unitario de exportación de manufac turas Tasas de interés US$, a seis meses (porcentaje) €, a s eis meses (porcentaje)

Crecimiento real del PIB

2005

2006

2007e

2008p

2009p

7,8

10,1

9,2

7,6

9,2

2,0 3,4

2,0 3,2

1,7 2,8

1,7 2,6

1,9 2,4

13,4 53,4 41,5 0,0

24,5 64,3 20,4 1,6

15,3 71,2 10,8 2,3

-0,7 84,1 18,1 0,8

-4,6 78,4 -6,8 0,8

3,7 2,2

5,2 3,2

5,3 4,3

4,8 4,0

5,0 4,3

3,4 4,8 2,6 2,4 1,5 1,9 3,1 5,8

3,9 5,3 2,9 2,8 2,8 2,2 2,9 5,6

3,5 5,2 2,6 2,5 2,7 2,0 2,2 5,1

3,3 4,9 2,2 2,1 2,1 1,8 1,9 4,8

3,6 5,1 2,6 2,4 2,4 2,1 2,3 5,0

6,8 9,1 10,4 5,7 4,5 6,1 6,4 7,4 3,6 4,6 2,9 2,8 9,2 4,3 4,4 4,3 5,1 8,7 9,2 7,7 6,0 5,8 5,0 6,6 5,8

7,5 9,7 11,1 5,5 5,0 6,9 6,7 6,1 6,1 5,6 3,7 4,8 8,5 5,0 6,8 4,6 1,8 8,8 9,4 6,9 6,6 5,7 5,4 5,6 6,1

7,4 10,0 11,3 6,3 4,3 6,7 7,5 5,1 6,5 5,1 4,8 2,9 7,8 4,9 7,1 5,0 3,4 8,4 9,0 6,4 6,5 6,1 5,0 5,9 6,3

7,1 9,7 10,8 6,3 4,6 6,1 6,5 5,4 5,7 4,5 4,5 3,2 5,7 5,4 7,0 5,0 4,0 7,9 8,4 6,5 5.5 6,4 5,1 7,4 5,3

7,0 9,6 10,5 6,5 5,2 5.7 6,0 5,7 5,1 4,3 4,5 3,6 4,7 5,3 6,8 4,7 3,8 8,1 8,5 6,7 6.5 5,8 5,3 6,1 5,1

6,9 5,2

7,5 5,9

7,5 5,7

7,2 5,3

7,1 5,2

e

Todo el mundo f Partida pro forma: Mundial (ponderación PPA) Ingreso alto Países de la OCDE Zona del euro Japón Estados Unidos Países no pertenecientes a la OCDE Países en desarrollo Asia oriental y el Pacífico China Indonesia Tailandia Europa y Asia central Rusia Turquía Polonia Am érica Latina y el Caribe Brasil México Argentina Oriente Medio y Norte de África Egipto Irán Argelia Asia meridional India Pak istán Bangladesh África al sur del Sahara Sudáfrica Nigeria Kenya Partidas pro forma Países en desarrollo excluidos los países en transic ión excluidos China e India

Fuente: Banco Mundial. Nota: PPA = paridad del poder adquisitivo; e = estimado; p = previsto. Las c ifras del IPC en esta tabla que fueron publicadas el 9 de enero de 2008 contenían errores tipográficos. Las cifras correctas fueron dadas a conocer el 11 de enero de 2008. a. Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. b. En moneda local, agregados según la ponderación del PIB de 2000. c. Promedio simple de Dubai, Brent y West Texas Intermediate. d. Índice del valor unitario de exportaciones manufacturadas de las principales economías, expresado en US$. e. PIB en dólares constantes de 2000; precios y tasas de cambio a valor de mercado de 2000. f. PIB medido según ponderación PPA de 2000.

7

del capital se mantiene alto para las instituciones financieras, las empresas y los hogares. Se prevé también que, a causa de la atonía de la demanda interna, el aumento del PIB estadounidense no llegará al 2% en 2008, mientras que en Europa y Japón el crecimiento seguiría aminorándose bajo el peso adicional de la apreciación de las monedas. Las proyecciones indican que la demanda de importaciones de la OCDE pasará del sólido aumento del 6,8% registrado en 2007 al 5,4% durante 2008, situación que provocará una desaceleración de un punto en el crecimiento de las exportaciones de los países en desarrollo, que descenderá al 11%, y frenará el crecimiento del producto en 7,1%. Se pronostica que los países de la OCDE se van a recuperar en el transcurso de 2009, a medida que el retorno de los mercados financieros a la estabilidad ayude a consumidores y empresas a recobrar la confianza, y la inversión en viviendas supere el punto de inflexión. Se espera que el crecimiento de los países en desarrollo en su conjunto sea sólido tanto en 2008 como en 2009, y se mantenga, como mínimo, en el orden del 7%.

Países de ingreso alto

E

ntre los países de la OCDE, los primeros trimestres de 2007 parecieron ser el preludio de un crecimiento más volátil (Gráfico 1.5). El PIB estadounidense perdió terreno bruscamente en el primer trimestre, antes de repuntar hasta el 3,8% y el 4,9% en

Gráfico 1.5: Condiciones de crecimiento inestables en los países de la OCDE

el segundo y el tercero, respectivamente, impulsado por la inversión de las empresas en el segundo trimestre, la sorprendentemente vigorosa demanda de los consumidores y la acumulación de acciones en el tercero, y las elevadas exportaciones netas en ambos. No obstante, los datos de alta frecuencia indican que el incremento del consumo será menor en el cuarto trimestre, y para el año en su conjunto se prevé un aumento del 2,2%, 0,7 puntos porcentuales por debajo de los resultados de 2006 (Gráfico 1.6). En cambio, Japón y la zona del euro mantuvieron un ritmo favorable de crecimiento en el primer trimestre, cuando la confianza de las empresas superó máximos históricos, pero en el segundo trimestre la evolución fue decepcionante. En Europa, una reducción de los desembolsos de capital de las empresas recortó a más de la mitad los aumentos del PIB del trimestre anterior, mientras que en Japón la disminución de la inversión en capital fijo transformó el crecimiento en retroceso. Los resultados del tercer trimestre para Europa depararon sorpresas, dado que mejoraron y el crecimiento retornó a un favorable 2,9%. El incremento del PIB estuvo, en general, distribuido entre los países, mientras que la inversión empresarial, las acciones y el gasto de los consumidores de Francia y Alemania se reactivaron e impulsaron el crecimiento global.

Gráfico 1.6: La reducción del crédito y la laxitud del mercado inmobiliario provocan la desaceleración del crecimiento en los Estados Unidos PIB real, crecimiento a tasas anuales, porcentaje

Crecimiento a tasas anuales desestacionalizadas

Fuente: Organismos nacionales y Eurostat Nota: T = Trimestre

8

Fuente: Banco Mundial Nota: T = Trimestre

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

La economía japonesa se recuperó moderadamente en el tercer trimestre también y registró un crecimiento del 1,5%—después de un retroceso del 1,8% en el trimestre anterior—basado en la notable mejora de las exportaciones netas y un moderado impulso al gasto de los hogares. Se espera que, para todo el año 2007, el crecimiento europeo ascienda a un sólido 2,7%, eclipsando a los Estados Unidos por primera vez en más de una década, y el crecimiento de Japón llegue al 2%. De acuerdo con las proyecciones, el aumento del PIB de los Estados Unidos se debilitará aún más en 2008 y disminuirá hasta el 1,9%. Durante el año, las constantes dificultades en el mercado de papeles comerciales, fuente de capital de trabajo para la mayoría de las empresas estadounidenses, trajeron aparejado un fuerte aumento del costo efectivo de los fondos a corto plazo, a pesar de la reducción acumulada de 100 puntos base en los fondos federales desde septiembre hasta diciembre, que llevó la tasa al 4,25%. Se prevé que se producirá una recuperación en 2009, con un crecimiento del 2,3%, fundado en la estabilización de los mercados financieros y una reactivación del gasto de empresas y hogares. Como resultado de una demanda interna más floja y un desempeño más sólido de las exportaciones (basado en parte en un dólar mucho más débil y en la demanda sostenida de los mercados emergentes), se prevé que el déficit en cuenta corriente de los Estados Unidos habrá de disminuir del elevado 6,6% del PIB verificado en 2006 al 5%, aproximadamente, para 2009. Según las proyecciones, la inflación se reducirá hasta un módico 2,5%, al compás de un crecimiento más lento, mientras que el ahorro de los hogares podría resultar positivo por primera vez en muchos años. Se prevé que los acontecimientos de los Estados Unidos influirán en las condiciones imperantes en Japón, tanto porque este último depende del comercio para su crecimiento como por la sensibilidad de la inversión de las empresas a los costos de capital a largo plazo. Esta cuestión cobra particular importancia ante la experiencia japonesa del carry trade con el yen1. Como tales posiciones se pueden cerrar rápidamente utilizando los fondos en moneda nacional para redimir los yenes, una apreciación considerable de la moneda podría obstaculizar las exportaciones, la producción y los ingresos. Se prevé que el crecimiento japonés será más lento en 2008, del orden del 1,8%, para recuperarse y llegar al 2,1% en 2009. En la zona del euro, el gasto de los hogares no se ha recuperado por completo del aumento del impuesto al valor agregado dispuesto por Alemania en enero de

2007, aunque en Europa el desempleo disminuyó al 7,3% en septiembre de 2007, el nivel más bajo desde que las cifras pertinentes comenzaron a compilarse en 1993. La inversión empresarial continúa moviéndose a la par del comportamiento de las exportaciones, que se deterioraron hacia fin de año, en parte debido a la apreciación del euro y la desaceleración de la demanda estadounidense. Dado que las exportaciones y la inversión empresarial disminuyen, las proyecciones señalan que el crecimiento del PIB descenderá al 2,1% en 2008, antes de repuntar hasta el 2,4% en 2009.

Países en desarrollo

E

l primer semestre de 2007 se caracterizó por la aceleración de la producción industrial en todas las regiones en desarrollo, especialmente en Asia oriental (20% interanual) (Gráfico 1.7 y Cuadro 1.3)2. La producción se recuperó en China y registró aumentos en Indonesia (7,3%) y Tailandia (6,0%), en parte gracias a que se logró salir de la recesión que aquejaba al área de alta tecnología en el segundo trimestre del año. El incremento sostenido de la producción de Asia meridional se relaciona con el crecimiento de dos dígitos de la India, el cual, a su vez, se vincula a la firme demanda interna. En América Latina y el Caribe, la producción industrial aumentó un 6,4% durante el segundo trimestre, a una tasa anual desestacionalizada, frente al 2,4% registrado durante el primero. Dentro de la región, el sólido desempeño de Brasil (10%), Colombia (13%) y

Gráfico 1.7: Sólido crecimiento de la producción industrial en los países en desarrollo Producción industrial, variación porcentual (tasa anual desestacionalizada)

Fuente: Banco Mundial

9

Cuadro 1.3: Países en desarrollo: Indicadores económicos recientes 2007 2005

Crecimiento del PIB (%)

/1

Países en desarrollo Asia oriental y el Pacífico Asia meridional Europa y Asia central América Latina Oriente Medio y Norte de África África al sur del Sahara Producción industrial Países en desarrollo Asia oriental y el Pacífico Asia meridional Europa y Asia central América Latina Oriente Medio y Norte de África África al sur del Sahara

2006

Crecimiento interanual

T1-07

T2-07

Crecimie nto (tasa anual desestaci onalizada)

S1-07

Más reciente

Crecimiento inter anual

6,8

7,5

8,5

7,0

7,5

---

9,1

9,7

10,3

10,5

9,8

10,2

8,7 6,1 4,6

8,8 6,9 5,6

15,6 3,8 7,5

7,7 4,3 5,0

9,2 6,3 5,9

----5,7

4,3

5,0

4,8

4,5

4,7

---

5,8

5,7

4,9

4,0

5,0

---

9,3

10,1

14,6

18,5

14,0

11,4

13,8

14,3

19,6

28,9

19,6

16,4

9,1 1,4 3,9

11,0 4,5 4,3

15,6 5,6 2,4

11,3 0,0 6,4

13,0 3,7 3,8

8,0 5,0 4,6

4,4

-0,3

-1,9

1,5

-0,5

-1,2

5,0

5,3

---

---

---

---

6,4 7,2

6,2 4,9

5,7 4,3

6,1 3,4

5,9 3,8

6,1 3,1

7,0 4,4

7,6 5,6

7,1 4,5

6,4 4,8

6,7 4,7

6,9 7,1

5,4 2,8

5,6 1,8

5,8 4,9

5,0 4,2

5,4 4,5

4,7 5,0

3,4

4,6

6,3

7,1

6,7

7,1

306 265

198 180

176 138

162 129

169 134

243 207

199

199

166

171

169

482

185 364 324

137 213 338

147 183 418

134 167 434

141 175 426

192 259 548

277

266

283

270

277

321

/2

Precios al consumidor Países en desarrollo Asia oriental y el Pacífico Asia meridional Europa y Asia central América Latina Oriente Medio y Norte de África África al sur del Sahara /3

Márgenes de la deuda Países en desarrollo Asia oriental y el Pacífico Asia meridional Europa y Asia central América Latina Oriente Medio y Norte de África África al sur del Sahara

Notas: /1 Tasas de crecimiento anuales o anualizadas, salvo indicación en contrario; /2 Tasas de crecimiento de año en año (%); /3 Márgenes expresados en puntos básicos. T = Trimestre. S1 = Primera mitad del año. --- = Dato no disponible El crecimiento trimestral de 2007 de las regiones en desarrollo se calculó a partir de los datos disponibles para las economías más importantes. Asia oriental y el Pacífico: China, Malasia, Tailandia, Indonesia y Filipinas. Asia meridional: India. Europa y Asia central: Rusia, Polonia, Hungría, República Checa y Turquía. América Latina y el Caribe: Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México. Oriente Medio y Norte de África: Egipto. África: República de Sudáfrica y Nigeria. Fuente: Entes nacionales de estadística, a través de Thomson/Datastream. Márgenes: JPMorgan.

10

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

México (5,5%) compensó el debilitamiento del avance de la producción de la Argentina y la República Bolivariana de Venezuela. Los datos favorables sobre la producción también han quedado reflejados en los resultados del PIB. Liderado por las economías grandes, en especial China, la India y la Federación de Rusia, el producto de los países en desarrollo mantuvo un promedio del 7,5% (interanual) en la primera mitad de 2007, equiparando el ritmo récord de 2006 (Cuadro 1.3 y Gráfico 1.8). Puesto que las economías en desarrollo se vieron menos afectadas que las economías de ingreso alto por las consecuencias de la crisis de las hipotecas de alto riesgo (subprime), para 2008 se prevé una desaceleración del crecimiento menos pronunciada. Según las proyecciones, el avance de los países en desarrollo se va a desacelerar del 7,4% en 2007 al 7,1% en 2008, con disminución del crecimiento en todas las regiones salvo Oriente Medio y Norte de África, y África al sur del Sahara, excepción que se explica en parte debido al aumento de los ingresos derivados del petróleo. En los demás países, la mayor lentitud del crecimiento del mercado de exportación, la mejora apenas gradual de las condiciones financieras y la disminución de la relación de intercambio explican la mayor parte de la desaceleración. Si bien para 2009 se prevé que el crecimiento continuará siendo más lento, del orden del 7%, las condiciones internacionales favorecerían una reducción más moderada de la actividad de aquellos

Gráfico 1.8: Se mantiene el firme impulso del crecimiento de los países en desarrollo durante la primera mitad de 2007...

países y regiones que dependen en mayor medida del comercio, en especial Asia oriental y América Latina (Gráfico 1.9).

Perspectivas de las regiones en desarrollo

E

l PIB de Asia oriental y el Pacífico crecerá, según lo previsto, alrededor del 10% en 2007, el desempeño más sólido desde 1994. Se prevé que el crecimiento de China superará el 11% (Cuadro 1.2). En cuanto al resto de la región, la fuerte demanda de inversiones impulsó el desarrollo de Indonesia, que creció casi un punto porcentual, del 5,5% en 2006 al 6,3% en 2007. Una política monetaria más restrictiva y la absorción, por parte de la economía, de los efectos directos de la eliminación de los subsidios a la energía en 2006 redujeron la inflación casi a la mitad, del 13% en 2006 al 7% en 2007. Las proyecciones indican que el crecimiento se mantendrá en un rango del 6%. En Malasia y Filipinas, el crecimiento también parece haberse recuperado, pues llegará casi al 6% o superará esta cifra, como resultado de la suavización de las políticas monetarias y la mejora de la demanda externa de productos electrónicos. Tailandia creció en forma más moderada durante 2007, algo más del 4%, debido en parte a la agitación política y a la demora en

Gráfico 1.9: ...y el aumento del PIB se modera hacia 2009 PIB real, variación porcentual

Crecimiento del PIB, de año en año

Fuente: Banco Mundial y organismos nacionales Nota: S1 = Primera mitad del año

Fuente: Banco Mundial

11

reaccionar ante la reactivación del sector de alta tecnología. Suponiendo que China continúe creciendo a un ritmo de dos dígitos y que las autoridades logren frenar a aquellos sectores que se están recalentando, el aumento del PIB en Asia oriental debería desacelerarse paulatinamente hasta llegar al 9,7% en 2008 y el 9,6% para 2009. En muchos países de la región, no obstante, el aumento de las exportaciones podría estancarse y se podría experimentar una pérdida de confianza de las empresas y los consumidores, lo que provocaría una baja moderada del avance del PIB en 2008. Los efectos de la conmoción en los centros financieros mundiales pueden ser mínimos para la mayoría de las economías de Asia oriental. Con excepción de China, la exposición directa de las instituciones financieras de la región a los valores respaldados por hipotecas (o riesgos de los préstamos subprime) es limitada3. Las economías de Asia oriental y el Pacífico están ingresando en este período más turbulento partiendo de una posición de relativa solidez: mejora de las variables macroeconómicas fundamentales, progresos en el logro de superávits en cuenta corriente y reservas en rápido aumento. No obstante, varias de estas economías han sido objeto del interés de inversionistas internacionales que realizaron operaciones de carry trade (nota al pie 1). Preocupa a los responsables de la política económica el peligro de que, si las condiciones de los mercados bien establecidos se deterioraran de manera que los activos se desplazaran de clases percibidas como riesgosas para cubrir otras pérdidas, se cierren las posiciones de carry trade con el yen, con las consiguientes bajas repentinas en los mercados de acciones locales y rápidas depreciaciones de las monedas. Los posibles efectos secundarios de la turbulencia de los mercados financieros—en especial la marcada disminución de la demanda de importaciones de los Estados Unidos y Europa—podrían afectar a todos los países de Asia oriental. La zona del euro y los Estados Unidos representan, en conjunto, el 43% del mercado de exportación de China, mientras que Japón representa el 7,5%. Dado que China se ha convertido en centro de montaje final y embarque de mercaderías a los mercados de destino, con los repuestos y materiales suministrados por otras economías de Asia oriental (Gráfico 1.10), la desaceleración de la demanda de importaciones de los países desarrollados podría ser perjudicial para toda la región. Algunas economías de Asia oriental podrían verse doblemente afectadas, al sufrir la pérdida tanto de la demanda directa como indirecta de importaciones. 12

Gráfico 1.10: Asia oriental provee ahora un cuarto de las importaciones de China Porcentaje del total de las importaciones, 2006

Fuente: Fuentes nacionales consultadas a través de Haver Analytics

En la región de Europa y Asia central, la inversión y la demanda externa se están lentificando, lo que ha dado por resultado una moderación del crecimiento, del 6,9% en 2006 al 6,7% en 2007. El consumo privado, alentado por la vigorosa generación de crédito, fue responsable de 4,6 puntos porcentuales del avance observado en 2007. La inversión, que explicó 3,4 puntos porcentuales del crecimiento del mismo año, fue impulsada por reformas normativas, el aumento de la confianza empresarial a raíz de la adhesión de varios países de Europa central y oriental a la Unión Europea (UE) y los elevados precios del petróleo, que alimentaron un auge de la construcción en varios países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). En el segundo semestre de 2007 se produjo una disminución de la demanda externa que provocó la desaceleración del crecimiento en 2 puntos porcentuales, al tiempo que las exportaciones netas continuaban retrocediendo. La inflación ha aumentado en varios países, producto del incremento sostenido de la demanda interna, el alza del precio de los combustibles y los alimentos (en este último caso, agravada por las sequías sufridas por Bulgaria y Rumania), y el aumento del precio de los cereales en todo el mundo. La rápida expansión del crédito en la mayor parte de la región ha contribuido al deterioro de la balanza exterior, al tiempo que ejerció presión al alza sobre los precios de los mercados de activos, bienes y trabajo (Gráfico 1.11). Los indicios de recalentamiento son evidentes en Bulgaria y los Estados del Báltico, por ejemplo, donde las posiciones externas

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

Gráfico 1.11: Las posiciones externas de los países menos restrictiva fortalezca la demanda interna y se traduzca en un repunte del crecimiento. de Europa y Asia central son muy distintas Saldo en cuenta corriente como proporción del PIB (%)

Fuente: Banco Mundial

se han deteriorado de los altos niveles que ya presentaban. Para la región, los efectos de la crisis en el mercado de hipotecas de alto riesgo en los EE.UU. han sido, hasta el momento, limitados. Desde entonces, los ajustes a la baja efectuados a los precios de activos y monedas se han revertido y los márgenes de los bonos han aumentado, pero en menor medida que en otros mercados. Según las previsiones, el aumento del PIB regional se desacelerará hasta situarse en el 6,1% en 2008 y el 5,7% en 2009. En vista de la restricción crediticia internacional y el debilitamiento de la demanda externa, es probable que la disminución del crecimiento de 2008 afecte a casi toda la región. Las proyecciones indican que también la demanda interna disminuirá ligeramente en comparación con el vigoroso aumento observado recientemente, y las contribuciones tanto de la inversión como del consumo privados al PIB se reducirán en 0,2 puntos porcentuales durante 2008. Tres excepciones a este pronóstico de crecimiento para 2008 son Albania, Hungría y Turquía. En Albania, el crecimiento tiene probabilidades de afianzarse gracias a la sostenida demanda interna y al aumento de la inversión pública, crucial para superar importantes problemas de infraestructura, dado que, en la actualidad, la escasez de energía eléctrica obstaculiza considerablemente el crecimiento. En Hungría y Turquía, se espera que la adopción de una política monetaria

Se espera una reactivación de la demanda externa para 2009, a medida que el PIB de los países de la OCDE recupere su crecimiento. Tras una desaceleración del avance del PIB de 2,2 puntos porcentuales en 2008, las proyecciones señalan que las exportaciones netas impulsarán un crecimiento de 1,7 puntos porcentuales en 2009. Se prevé que esta mejora se verá neutralizada por una nueva desaceleración de la demanda interna, particularmente la inversión en los países de la CEI, lo que resultará en un incremento del PIB del 5,7% en 2009. La disminución prevista de la inversión en la CEI obedece, en parte, a la terminación de los proyectos de infraestructura para el sector de los hidrocarburos que favorecieron la capacidad de producción y exportación en los últimos años. En América Latina y el Caribe, el PIB avanzó un 5,1% en 2007, cuarto año consecutivo de crecimiento sostenido. La tasa promedio de aumento de la producción durante el período 2005-07 fue del 5,3%, dos veces el 2,7% registrado durante los 15 años anteriores. Asimismo, el crecimiento reciente ha sido generalizado y los resultados positivos se han distribuido entre las subregiones: América del Sur, América Central y el Caribe (Gráfico 1.12). Una situación externa favorable, sumada a una mejor gestión macroeconómica, ayudó a mejorar las variables fundamentales de la economía, reducir la inestabilidad de los indicadores económicos y

Gráfico 1.12: Mejores resultados en términos de crecimiento en toda la región de América Latina y el Caribe Crecimiento del PIB, porcentaje 2005-07

Fuente: Banco Mundial y organismos nacionales

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mantener el crecimiento. El PIB de la región aumentó hasta situarse en el 5,9% en el primer semestre de 2007, impulsado por la vigorosa actividad registrada en la Argentina, Brasil, Chile y la República Bolivariana de Venezuela. Además, la conmoción que sacudió al mercado crediticio de los Estados Unidos a mediados de 2007 parece haber producido efectos limitados en América Latina y el Caribe hasta el momento. Hasta cierto punto, la reciente recuperación del crecimiento servirá como amortiguación. Aun cuando un estancamiento de los Estados Unidos afectará, tarde o temprano, las perspectivas regionales, los países parecen estar mejor preparados para hacer frente a las crisis exógenas que en anteriores episodios de perturbaciones de los mercados financieros. A diferencia de lo que ocurrió en etapas de expansión en otras ocasiones—y, a decir verdad, en crisis anteriores—América Latina y el Caribe tiene actualmente un fuerte superávit en cuenta corriente y está acumulando grandes montos de reservas internacionales. Las mejoras de los últimos años podrían, efectivamente, ser suficientes para prevenir algunas de las derivaciones perjudiciales de los acontecimientos producidos en los Estados Unidos. Por ejemplo, en la época de la crisis rusa de 1998, la región presentaba un déficit en cuenta corriente cercano a los US$89.000 millones, es decir, el 4,4% del PIB. En 2003, el déficit se convirtió en superávit y, en 2006, la región tenía un superávit de más de US$46.000 millones, equivalente al 1,6% del PIB. La liberalización comercial y la flexibilización de los tipos de cambio se mencionan a menudo entre las políticas que facilitaron esas mejoras de los saldos exteriores. Tras el fuerte crecimiento de 2007, se prevé que el aumento del PIB regional será más lento, del orden del 4,5% en 2008 y 4,3% en 2009. Tal desaceleración regional sería resultado del crecimiento sostenido de Brasil y la recuperación mexicana después de un flojo 2007, al tiempo que el crecimiento de otros países—especialmente la Argentina y la República Bolivariana de Venezuela—tiene miras de aminorarse. Excluidos estos dos últimos países, el avance del PIB se moderó ligeramente, del 4,7% en 2006 al 4,4% en 2007 y, después de una disminución prevista al 4,2% en 2008 por la atenuación de la demanda de importaciones de los Estados Unidos, se recuperará, según se prevé, hasta llegar al 4,3% para 2009. Si estos resultados se hacen realidad, representarían el período más prolongado de crecimiento positivo para América Latina y el Caribe desde los años sesenta. A pesar del empeoramiento gradual de las posiciones en cuenta corriente, debido a la estabilización del precio de los productos básicos y al 14

aumento más lento de la demanda mundial, es probable que se mantenga un fuerte crecimiento, respaldado por la expansión constante del consumo y la inversión, y propiciado por un ambiente de baja inflación (salvo en la Argentina y la República Bolivariana de Venezuela), mejores políticas fiscales (particularmente en México) y afluencia constante y sostenida de capitales (especialmente hacia Brasil). Los elevados precios del petróleo han seguido favoreciendo el crecimiento de los países de Oriente Medio y Norte de África exportadores de ese hidrocarburo, después de un avance del PIB regional del 5% en 2006, el más rápido del decenio para los países en desarrollo de la región4. El precio del petróleo, que llegó a casi US$100 el barril para fin de año y fue, como promedio, de US$71 el barril en 2007, continúa contribuyendo a los ingresos públicos, parte de los cuales se destina al gasto en infraestructura en los países en desarrollo exportadores de petróleo (principalmente Argelia y la República Islámica del Irán). Al mismo tiempo, el fuerte repunte del crecimiento europeo en el transcurso de 2007 ha favorecido la actividad económica entre los exportadores diversificados del Magreb y el Mashreq, que mantienen lazos especialmente estrechos en materia de servicios y comercio con la zona del euro. El PIB de la región de Oriente Medio y Norte de África parece haber tenido una buena actuación durante la primera mitad de 2007, si bien disminuyó de los valores de 2006 hasta un ritmo del 4,7% durante ese período, desaceleración que se vinculó en parte a la sequía que afectó nuevamente a varios países del Magreb, en especial a Marruecos. La acumulación de superávit entre los exportadores de petróleo y la existencia de nuevas oportunidades de inversión en toda la región dieron un fuerte impulso a los flujos de inversión extranjera directa (IED), que llegaron a un nuevo máximo histórico de más de US$24.000 millones en 2006, equivalente al 3,4% del PIB regional. Al mismo tiempo, la recuperación de los mercados nacionales de acciones encierra la promesa del surgimiento, tras episodios de recalentamiento durante 2004-05 y estabilización luego de las recientes tensiones en los mercados financieros mundiales, de una fuente de fondos menos volátil que puede cobrar más importancia para el crecimiento de la región. Los países en desarrollo exportadores de petróleo de Oriente Medio y Norte de África tuvieron un crecimiento del 4,5% en 2007, medio punto porcentual por encima del registrado en 2006; el PIB de la República Islámica del Irán aumentó al 5%, mientras que en Argelia el producto casi duplicó el 1,8%

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

Recuadro 1.1 Exportaciones de los países en desarrollo tras la eliminación de los obstáculos a las exportaciones chinas El sistema de restricciones cuantitativas que, durante 30 años, administró las importaciones, efectuadas por los países ricos, de textiles y prendas de vestir provenientes de los países en desarrollo, en especial las producidas en China y la India (el Acuerdo Multifibras), se desmanteló definitivamente a fines de 2004, aunque se mantienen ciertas restricciones en algunas categorías de exportaciones de prendas de vestir y textiles chinas a la UE y los Estados Unidos mientras sigan en vigor medidas que vencen en 2008. Las exportaciones chinas de prendas de vestir aumentaron un 22% en 2005 y un 32% en 2006, y en esos dos años incrementaron su participación en los mercados hasta llegar al 24% y el 28%, respectivamente, pero el impacto en los competidores fue menos drástico de lo que algunos temían. El aumento del tamaño del mercado mundial del vestido ha permitido el crecimiento de las exportaciones de muchos otros países, como la República Árabe de Egipto, la India, Perú, Sri Lanka y Turquía. En Bangladesh, donde se predecía la pérdida de un millón de puestos de trabajo, las exportaciones a la UE y los Estados Unidos aumentaron constantemente entre 2004 y los primeros cuatro meses de 2007. No obstante, algunos países han sufrido una mengua de sus exportaciones de prendas de vestir que puede entrañar ajustes considerables. Por ejemplo, las exportaciones de Brasil, República Dominicana, Swazilandia y Taiwán (China) con destino a los Estados Unidos y la UE se redujeron apreciablemente en 2005 y 2006 y, con excepción de las de Swazilandia, siguieron disminuyendo en 2007. Por otra parte, en África al sur del Sahara en su conjunto, donde se había pronosticado el fin del sector del vestido, las exportaciones a la UE y los Estados Unidos cayeron un 7% en 2004 y un 17% en 2005 (promedio ponderado según el comercio). En 2006, las exportaciones textiles de esa región a la UE crecieron un 3%, mientras que las dirigidas a los Estados Unidos retrocedieron un 6%; en 2007, de acuerdo con los datos disponibles, aumentaron un 7% y un 2%, respectivamente. Varios países, entre ellos Madagascar, Mauricio y Swazilandia, lograron invertir la disminución inicial de exportaciones de prendas de vestir y retomar el crecimiento en 2006 o principios de 2007. ¿Qué grado de vulnerabilidad tendrán otros países cuando se anulen las últimas restricciones a las exportaciones de prendas de vestir y textiles chinas a la UE y los Estados Unidos? En 2006, el 19% de las exportaciones chinas a la UE y el 20% de las exportaciones a los Estados Unidos estaban sujetas a cupos, y es probable que las exportaciones de esos productos aumenten considerablemente una vez que aquéllos se eliminen. En el mercado de la UE, los países que parecen correr mayores riesgos son Colombia, República Dominicana, Mauricio, Perú y Sri Lanka, ya que, en 2006, más del 40% de sus exportaciones correspondían a categorías de productos en las que a China todavía se le imponen cupos. Para otros países, la relación oscila entre el 20% y el 40%, y para África al sur del Sahara en su conjunto, es del 51%, principalmente como consecuencia del alto riesgo al que está expuesto Mauricio (74%). En el mercado estadounidense, el riesgo es, en general, menor: sólo República Dominicana, la India y Sri Lanka exportan más del 20% de sus textiles y prendas de vestir dentro de categorías en las cuales las exportaciones chinas siguen sometidas a cupos. Para la mayor parte de los demás países, la relación varía entre el 5% y el 20%. No obstante, al examinar el impacto de la eliminación de los cupos del Acuerdo Multifibras en 2004, se observa que muchos competidores lograron defender su participación en los mercados en los últimos años y podrían hacerlo también en 2008. El sector del vestido todavía ofrece, a los países con bajos salarios, la oportunidad de poder diversificar las exportaciones y ampliar la exportación de manufacturas, incluso ante la competencia, sin trabas, de China. Los países mejor preparados para aumentar sus exportaciones de prendas de vestir serán aquéllos con un ambiente propicio para los negocios, bajos costos para el comercio (aduanas eficientes, puertos e infraestructura del transporte) y empresas competitivas que sean lo suficientemente flexibles como para atender la evolución de la demanda de los compradores internacionales que ahora dominan el sector. Al mismo tiempo, se pueden producir importantes presiones de ajuste, a medida que las empresas más eficientes se amplían, mientras que fracasan aquéllas que no pueden competir en el mercado mundial. Si no existen otras oportunidades de empleo, especialmente para las mujeres, los trabajadores del sector de los textiles y el vestido que hayan quedado cesantes pueden caer nuevamente en la pobreza. Minimizar los costos en que incurren los trabajadores exonerados y sus familias y facilitar su inserción en otros empleos será todo un desafío para varios países en desarrollo.

alcanzado en 2006. Los ingresos provenientes de los hidrocarburos (petróleo y gas natural) para los exportadores en desarrollo ascendieron a los US$167.000 millones durante el año, lo que representa un aumento del 5,7%, o US$9.000 millones, respecto

de los resultados de 2006. En cambio, los ingresos de exportación para los países exportadores de ingreso alto aumentaron en un 6% hasta situarse en los US$360.000 millones, es decir, un incremento de US$20.000 millones respecto de los niveles de 2006 (Gráfico 1.13)5. 15

Gráfico 1.13: El aumento sostenido de los ingresos derivados del petróleo respalda el crecimiento de los países exportadores de Oriente Medio y Norte de África Ingresos por petróleo crudo y derivados en miles de millones de US$ [izquierda]; precio del petróleo, US$ por barril, estimación del Banco Mundial [derecha]

Fuente: Comtrade (Naciones Unidas), Fondo Monetario Internacional, Organismo Internacional de Energía , Banco Mundial

Para los exportadores diversificados, el comercio reaccionó bien al aumento de la demanda europea, en cierta medida a través de la depreciación de las monedas nacionales frente al euro. Las exportaciones de bienes y servicios de Jordania, Marruecos y Túnez tuvieron, en conjunto, un crecimiento del 10,2% en el año, a tono con un incremento del 2,5% en la demanda de la zona del euro, y contribuyeron a mejorar el aumento del producto. Al mismo tiempo, los países de la región que exportan productos textiles y prendas de vestir, al igual que muchos otros países exportadores de ingreso bajo e ingreso mediano, enfrentan el riesgo que supone la próxima eliminación de los obstáculos a las exportaciones chinas de determinadas mercancías de ese tipo (Recuadro 1.1). Hay varios factores que pueden determinar la estructura del crecimiento de la región de Oriente Medio y Norte de África. Para 2008 se prevé una disminución de la demanda de la OCDE, si bien acompañada de nuevas alzas de los precios internacionales del petróleo, producto del fortalecimiento de la demanda de los mercados emergentes. Esta situación debería ser beneficiosa, durante un tiempo, para los países exportadores de petróleo y contribuiría a un crecimiento regional del 5,4%. A medida que la coyuntura internacional mejore para 2009, la región de Oriente Medio y Norte de África debería estar en condiciones 16

de mantener, por varios años, el ritmo general de crecimiento logrado en 2008. El contexto nacional variará drásticamente entre las distintas economías de la región, al igual que las actividades de reforma que, en la mayoría de los casos, están encaminadas a promover el sector privado o la actividad no petrolera. Las tensiones vinculadas al conflicto en Iraq, la inestabilidad del Levante y las diferencias internacionales con la República Islámica del Irán afectarán la confianza de los inversionistas internacionales y regionales, y todas Las proyecciones sobre la región deberían tener en cuenta el riesgo que implican esas circunstancias. En Asia meridional, el PIB regional tuvo un crecimiento vigoroso en 2007, del orden del 8,4%, ligeramente inferior al extraordinario 8,8% registrado en 2006. La fuerte demanda interna está impulsando la producción industrial y el aumento del PIB, al que contribuyen la inversión y el consumo privados, con unos 4 puntos cada uno durante el año. La expansión del crédito, los ingresos en ascenso y las cuantiosas afluencias de remesas de trabajadores sustentan el consumo privado, mientras que una mejor actitud empresarial—tanto extranjera como nacional—junto con el aumento de las utilidades de las empresas, están dando renovado impulso a la inversión. A pesar de la aplicación de una política monetaria más restrictiva y del avance hacia una mayor consolidación fiscal en varios países, se ha reactivado la demanda interna, a partir del impulso que imprimieron las reformas emprendidas en los últimos años. Asimismo, a raíz del endurecimiento de las políticas, durante el primer semestre de 2007 se moderaron las presiones inflacionarias en las grandes economías regionales de la India y el Pakistán. Persisten los riesgos de que se reavive la inflación, en parte por el todavía incompleto traspaso de los elevados precios de la energía y las presiones al alza sobre los precios de los alimentos. Los saldos en cuenta corriente se deterioraron en varios países en 2007, con déficits cercanos al 5% del PIB en el Pakistán y Sri Lanka y de aproximadamente el 2% en la India. El déficit pakistaní en cuenta corriente es motivo de preocupación, ya que se deterioró el equivalente a más de 5 puntos porcentuales del PIB durante los últimos cuatro años. En la India, la restricción monetaria y la gran afluencia de capital derivaron en una importante apreciación de la rupia a lo largo del año, que llegó a los 39,30 por dólar para fines de noviembre, valor máximo en casi una década (Gráfico 1.14). Los efectos iniciales del aumento de la volatilidad de los mercados crediticios internacionales durante la última parte de 2007 provocaron la baja del precio de las acciones tanto en la India como en el Pakistán, aunque ambos países se

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

Gráfico 1.14: La actividad en Asia meridional se desacelera mientras que la rupia india se aprecia Producción industrial, variación porcentual de año en año [izquierda]; índice US$/rupia india, enero de 2005=100 [derecha]

Fuente: Banco Mundial

han recuperado de las pérdidas y los rendimientos anuales siguen siendo francamente positivos. En moneda nacional, los mercados de acciones habían subido un 36% en la India (50% en dólares) y un 20% en el Pakistán (19% en dólares) a fines de noviembre de 2007. La restricción crediticia, la intensificación de la volatilidad de los mercados, el mayor riesgo de recesión en los Estados Unidos y la aminoración del crecimiento de la Unión Europea presionarán a la baja las exportaciones regionales hasta que la situación mejore para 2009. Al mismo tiempo, el aumento de la competencia china influirá en la determinación del crecimiento de las exportaciones en los próximos años, y un alza adicional del 18% de los precios del petróleo crudo en 2008 contribuirá a un marcado deterioro de los saldos externos. En síntesis, estos factores deberían tener por consecuencia la atenuación del crecimiento regional del 8,4% en 2007 al 7,9% en 2008. Las proyecciones indican que el crecimiento repuntará hasta el 8,1% en 2009, a medida que se reactive la demanda externa y siempre que se alivien las presiones sobre el costo total de las importaciones ante la disminución de las subas del precio del petróleo. Se prevé que la demanda interna resurgirá en 2009, suponiendo que la inflación permita suavizar en cierta medida la política monetaria en la segunda mitad de 2008.

África al sur del Sahara parece preparada para seguir creciendo a un ritmo pujante según los niveles históricos, cercano al 6% desde 2007 hasta 2009, a pesar de la desaceleración de la demanda de los Estados Unidos y la zona del euro. El PIB continuó aumentando firmemente en 2007, ya que el producto se incrementó un 5% en el primer semestre y se prevé que el aumento correspondiente a todo el año 2007 llegará al 6,1%. En 2006 se había registrado un sólido avance del 5,7%, basado en las ingentes ganancias de Sudáfrica y los exportadores de petróleo regionales (Gráfico 1.15). En los últimos años, la demanda y los precios mundiales de los productos básicos sufrieron presiones al alza, en particular con la vigorosa y sostenida expansión económica de China. África al sur del Sahara es una de las pocas regiones donde la oferta se incrementó notablemente como reacción ante la suba de precios del petróleo, ya que la producción de crudo aumentó un 14,3% en 2004, un 7,6% adicional en 2005 y un 8,1% en 2006 (si se excluye a Nigeria, que se vio perjudicada por el cierre de varias de sus instalaciones). La mayor estabilidad macroeconómica, al igual que la reactivación de la demanda interna y externa, también está contribuyendo en gran medida al crecimiento. En los últimos años, el alivio de la deuda liberó recursos presupuestarios para aplicarlos al gasto en infraestructura y programas sociales. Una

Gráfico 1.15: Los exportadores de petróleo y Sudáfrica impulsan los resultados en términos de crecimiento de 2007 Crecimiento del PIB, variación porcentual

Fuente: Banco Mundial y organismos nacionales

17

característica común a todas las economías es el notable aumento de los gastos de capital destinados al transporte, las telecomunicaciones y los sectores de la construcción. Además, la recuperación tras la sequía en muchas zonas de la región se está traduciendo en un mejor desempeño de la agricultura, lo que impulsa aún más el crecimiento, mientras que el efecto renta de los elevados precios de los productos básicos—excluido el petróleo— registrados durante varios años está estimulando el consumo. La reciente turbulencia de los mercados financieros internacionales provocó una moderada depreciación del rand sudafricano frente al dólar, pero previamente había transcurrido un período de apreciación del rand ante la afluencia de capital prevista en relación con la actividad de fusiones y adquisiciones. A causa de la debilidad del dólar estadounidense, el tipo de cambio efectivo nominal del rand retornó a los niveles vigentes en julio, ya que disminuyó un 11,2% durante los primeros 10 meses del año. Hasta el momento no se observan indicios de grandes ventas de activos sudafricanos y, al parecer, hay poca evidencia de efectos marcadamente negativos para las perspectivas de crecimiento nacional. Gran parte del crecimiento regional durante 2008–09 será impulsado por la sólida demanda interna, a pesar del debilitamiento de la demanda privada de Sudáfrica, “motor” de la región, donde el aumento de las tasas de interés y la erosión del ingreso real están frenando los desembolsos reales. La abrupta disminución de los ingresos de los agricultores de los países afectados recientemente por las inundaciones obstaculizará, en el corto plazo, el crecimiento y, en particular, el consumo privado, aunque las transferencias y la asistencia de gobiernos y donantes puedan mitigar parcialmente los efectos. Se prevé que la inversión se mantendrá firme, no obstante el endurecimiento de las condiciones crediticias internacionales y la disminución del precio de los productos básicos, en parte debido a las cuantiosas inversiones estratégicas realizadas por economías en desarrollo de rápido crecimiento, como China y la India. Una actividad digna de mención es el proyecto de la mina de carbón de Moatize, en Mozambique, al que se destinaron inversiones por valor de US$1.440 millones en el primer semestre de 2007. Madagascar también está recibiendo ingentes inversiones en su economía. Las previsiones señalan que, con estos antecedentes, el PIB de África al sur del Sahara avanzará a un ritmo sostenido, superior al 6%, hasta 2008, para disminuir al 5,8% en 2009, a medida que los exportadores de petróleo reaccionen ante las condiciones internacionales y limiten moderadamente su producción. 18

Comercio mundial

L

a globalización de los mercados de bienes y servicios continúa a ritmo sostenido. Durante los últimos siete años, el volumen del comercio mundial ha aumentado a una tasa promedio del 6,7%, valor prácticamente igual al observado en el decenio de 1990 (Cuadro 1.4). El volumen comercial se está incrementando a más del doble de la velocidad de la producción industrial (el PIB mundial ha crecido un 3% anual desde 2000, valor superior al 2,8% anual del decenio de 1990). Expresado en dólares estadounidenses actuales, el comercio mundial se duplicó durante la década de 1990 y se ha vuelto a duplicar desde el año 2000 hasta el presente. Si bien el comercio mundial ha crecido constantemente durante los pasados 15 años, el comercio de los países en desarrollo se ha acelerado en los últimos años. Durante el decenio de 1990, el volumen de exportación de los países en desarrollo aumentaba a un 6,8% anual, valor muy cercano al aumento de las exportaciones de los países de ingreso alto, del 6,9%. No obstante, desde el año 2000, las exportaciones de los países en desarrollo han crecido al doble de velocidad que las exportaciones de los países de ingreso alto: el 10,8% anual frente al 5,1% anual, respectivamente. Desde el punto de vista de las importaciones, la aceleración es aún más impresionante. Durante el decenio de 1990, el crecimiento de las importaciones de los países en desarrollo (5,7% anual) se mantuvo por detrás de aquél de los países de ingreso alto (7% anual), pero durante los últimos siete años, se invirtieron los papeles. En 2006, el crecimiento de las importaciones de los países en desarrollo alcanzó un 14,3%, frente al 7,9% de los países de ingreso alto. En 2006, las importaciones de las regiones en desarrollo crecían a tasas de dos dígitos debido a que se estaban gastando los ingresos provenientes de las exportaciones, que también habían aumentado como consecuencia del crecimiento de gran volumen y los marcados incrementos de los precios de los productos básicos. El repunte del comercio en los países en desarrollo también se observa en su participación en los mercados mundiales: en términos de dólares estadounidenses actuales, la participación de los países en desarrollo en el mercado aumentó gradualmente durante el decenio de 1990, del 20% al 25%, pero desde el año 2000, este porcentaje ha trepado al 35%, respaldado en parte por el precio más elevado de los productos básicos. El rápido crecimiento del comercio y la producción en los países en desarrollo, fenómeno aparentemente independiente del crecimiento de los países de ingreso alto, a veces recibe el nombre de

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

“desvinculación”. Al mismo tiempo, la rápida integración de los países en desarrollo en los mercados mundiales, un factor clave de las elevadas tasas de crecimiento, podría considerarse también como una intensificación del vínculo entre países en desarrollo y países de ingreso alto, ya que los primeros han pasado a ser una parte fundamental del ciclo del comercio mundial. La combinación de la desvinculación en lo que hace a las tasas de crecimiento y el aumento de la vinculación respecto de los cambios cíclicos del crecimiento confiere a los países en desarrollo una función preponderante en el entorno económico actual: se han convertido en la fuerza motriz del comercio mundial, y sus firmes vinculaciones comerciales pueden ayudar a reducir la desaceleración observada en los países de ingreso alto. Se espera que, en 2007 y los años sucesivos, los países en desarrollo se conviertan en generadores de más de la mitad del crecimiento de las importaciones mundiales. En datos recientes de alta frecuencia es claramente visible que la demanda de importaciones ha disminuido en los Estados Unidos (y en los países de ingreso alto en general) y ha aumentado en los países en desarrollo. La desaceleración de las importaciones de los países de ingreso alto y de las exportaciones de los países en desarrollo son reflejo de que el crecimiento de la inversión y el consumo están atenuados en los Estados Unidos, en consonancia con la caída del mercado inmobiliario (Gráfico 1.16). A nivel mundial, la desaceleración de las importaciones de los Estados Unidos se ha visto compensada parcialmente por un fortalecimiento de la demanda de importaciones general en los países en desarrollo, la cual ha estado impulsada, entre otros factores, por una sólida demanda interna, especialmente en las grandes economías de los mercados emergentes (Gráfico 1.17). De cara al futuro, el vigoroso crecimiento de los países en desarrollo debería convertirse en amortiguador ante la recesión que enfrentarán las economías clave de la OCDE durante el crítico período de 2008. De hecho, en los acontecimientos regionales más recientes, el crecimiento de las importaciones denominadas en dólares estadounidenses ha sido robusto: las importaciones de África al sur del Sahara aumentaron un 23% durante el año hasta mayo de 2007; las importaciones de Asia meridional crecieron un 32% hasta agosto, impulsadas por las fuertes inversiones y la demanda de importaciones de la India, y América Latina y Asia oriental alcanzaron un aumento de las importaciones del 15% y el 14%, respectivamente, hasta el mes de septiembre.

Gráfico 1.16: El escaso crecimiento de los Estados Unidos reduce la demanda de exportaciones de los países en desarrollo Crecimiento de la inversión y las importaciones, promedio móvil de cuatro trimestres, porcentaje

Fuente: Banco Mundial

Gráfico 1.17: Posibilidades de exportación de los países de ingreso alto Crecimiento nominal anual en US$, 12 meses/12 meses, porcentaje

Fuente: Banco Mundial Nota: M3 = marzo

19

Cuadro 1.4: Acontecimientos y perspectivas para el comercio y los pagos mundiales Crecimiento en porcentaje a/ Volumen de comercio m undial Exportaciones mun diales Países de ingreso alto Países de ingreso alto pertenecientes a la OCDE Estados Unidos Japón Zona del euro Países en desarrollo Asia oriental Europa y Asia central América Latina Oriente Medio y Norte de África Asia meridional África al sur del Sahara Im portaciones mundiales Países de ingreso alto Países de ingreso alto pertenecientes a la OCDE Estados Unidos Japón Zona del euro Países en desarrollo Asia oriental Europa y Asia central América Latina Oriente Medio y Norte de África Asia meridional África al sur del Sahara Cuenta corriente como porcentaje del PIB Países de ingreso alto Países de ingreso alto pertenecientes a la OCDE Estados Unidos Japón Zona del euro Países en desarrollo Asia oriental Europa y Asia central América Latina Oriente Medio y Norte de África Asia meridional África al sur del Sahara

20

2006

estimación 2007

5,7

9,8

8,7

7,4

9,3

5,7 4,3

10,1 9,2

9,2 8,2

7,6 6,3

9,2 7,6

6,8

3,6

8,8

8,7

6,5

7,7

7,1

1,9

8,4

7,8

8,5

9,0

4,4

5,9

9,6

6,5

4,0

4,3

6,9

3,6

9,0

11,9

7,2

8,6

1990-2000

2000-05

6,8 6,9 6,9

previsiones 2008 2009

6,8

10,4

12,7

12,0

11,0

13,1

11,7

15,4

17,7

17,8

15,2

18,5

0,9

9,1

10,3

9,2

8,5

8,7

8,1

5,3

7,8

4,8

5,5

5,8

4,4

6,1

9,5

4,3

3,8

5,2

9,0

11,2

9,0

8,5

8,4

10,5

4,7

5,4

4,4

5,7

7,3

6,6

6,7 7,0

5,8 4,5

9,5 7,9

8,3 6,8

7,2 5,4

9,5 7,9

6,8

4,1

7,4

6,8

5,0

7,8

9,3

4,3

5,9

2,0

1,3

6,8

3,6

3,9

4,6

3,6

3,0

5,2

6,3

3,4

7,5

10,1

7,4

9,4

5,7

10,1

14,3

12,5

11,9

13,3

11,3

13,7

14,8

14,9

14,3

19,2

-0,9

10,5

14,2

12,8

11,6

10,4

10,7 1,6

4,2 9,7

13,3 19,1

9,2 12,0

9,3 10,0

8,1 7,4

7,9

12,9

12,1

12,1

10,5

11,9

4,4

8,5

12,4

8,2

8,7

8,8

-0,1 -0,2

-0,8 -1,1

-1,1 -1,9

-0,7 -1,5

-0,6 -1,4

-0,5 -1,2

-1,8

-4,9

-6,6

-6,0

-5,4

-5,1

2,4

3,1

3,9

4,1

3,7

3,8

0,0

0,2

-0,2

0,4

-0,1

0,1

-1,5

1,4

3,6

3,1

2,5

1,8

0,1 -1,0

3,3 1,4

8,4 0,6

10,1 -1,3

8,6 -1,9

7,6 -2,6

-2,6

-0,6

1,6

0,5

0,1

-0,2

-0,3

5,5

9,6

8,2

9,5

6,2

-1,6

0,3

-1,3

-2,4

-3,0

-2,7

-1,9

-0,3

0,9

0,4

0,9

-0,2

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

No obstante, la contribución fundamental al aumento de las importaciones proviene de Europa y Asia central (un incremento del 28% hasta septiembre, superior al 20% registrado un año atrás), ya que los países de Europa central y oriental que ingresan en la Unión Europea aumentan su potencial de importación en dólares estadounidenses con monedas que están en paridad con un euro que continúa apreciándose, mientras que en la Comunidad de Estados Independientes, los exportadores de petróleo y otros hidrocarburos continúan gastando porciones de sus ingresos acumulados. Esta rotación del crecimiento del comercio contribuye a la reducción de los desequilibrios mundiales que comenzaron en 2006. El déficit en cuenta corriente de los Estados Unidos disminuyó de un máximo del 6,8% del PIB en el cuarto trimestre de 2005 al 5,5% durante el segundo trimestre de 2007. La contracción se debe al descenso de las importaciones de los Estados Unidos, causado parcialmente por la caída del mercado inmobiliario, y al aumento de las exportaciones, respaldadas por la demanda proveniente de los países en desarrollo y la baja del dólar estadounidense (Gráfico 1.18). El reflejo de la reducción de la cuenta corriente de los Estados Unidos puede observarse en los países en desarrollo—y también en algunos países de la OCDE—donde los superávits van, en general, en

Gráfico 1.18: Se reduce la cuenta corriente de los Estados Unidos durante 2007... y es posible que se mantenga esta tendencia Componentes de la cuenta corriente de los Estados Unidos, en miles de millones de US$, promedio móvil de tres trimestres

Fuente: Departamento de Comercio de los Estados Unidos Nota: T = Trimestre

descenso. Sobre la base de las firmes correlaciones que se expresan en el Gráfico 1.16, los ingresos provenientes de exportaciones que reciben los países en desarrollo probablemente comenzarán a disminuir, de conformidad con el debilitamiento de la demanda de importaciones de los países de ingreso alto. Simultáneamente, el gasto de los países en desarrollo continúa siendo fuerte. Se espera que este acomodamiento gradual de los desequilibrios mundiales se mantenga, al menos hasta 2009, mientras descienden los precios del petróleo a causa de los mismos elementos que aparecieron en 2007.

Inflación y mercados de productos básicos

E

n los países de ingreso alto, las presiones inflacionarias se mantuvieron bajo suficiente control durante 2007 como para permitir a los bancos centrales finalizar un período de restricción monetaria. En los Estados Unidos, la Reserva Federal había comenzado a preocuparse más por una posible recesión que por la aceleración de la inflación, por lo que el 18 de septiembre redujo la tasa de los fondos federales en 50 puntos básicos al 4,75%, lo que constituyó la primera reducción en cuatro años. Posteriormente se aplicaron dos rebajas de 25 puntos básicos, una el 31 de octubre y otra el 11 de diciembre, que llevaron esta tasa al 4,25%. En Japón, la inflación aún no se establece en los valores positivos, lo que hace poco probable que el Banco de Japón continúe sus medidas iniciales de restricción con nuevos aumentos de las tasas de interés. En Europa, la inflación fluctúa en torno al límite superior establecido por el Banco Central Europeo y, en los últimos meses, la tendencia ha sido más hacia el alza que hacia la baja. Dadas las expectativas de reducción del crecimiento en 2007 y de apreciación de la moneda, es probable que el Banco Central Europeo mantenga su tasa oficial en el 4%. El panorama de la inflación es más diverso en los países en desarrollo. En varias economías que han crecido rápidamente, donde la inflación se había elevado durante los últimos dos años, las tasas de interés oficiales han ido subiendo gradualmente. Éste ha sido el caso en Asia meridional (India, Pakistán y Sri Lanka), donde los signos de recalentamiento se volvieron evidentes, y también en varios países de América Latina y el Caribe (Argentina, Chile, Colombia y la República Bolivariana de Venezuela). China y la República Checa son ejemplos de economías que mantienen la restricción monetaria. Pero en algunos países (Belarús, Brasil, Filipinas, 21

República Democrática Popular Lao), la inflación cedió y la política monetaria, que era estricta, se está relajando moderadamente. En muchos países, la política monetaria se ha revertido. En Hungría y Turquía, por ejemplo, las tasas oficiales se redujeron en 2007, luego de una larga tendencia alcista. Este resultado fue la reacción a la reciente desaceleración del crecimiento luego de un largo período de importantes aumentos en la demanda interna que dieron lugar a serios déficits en cuenta corriente y presiones inflacionarias. Es destacable que la inflación se haya mantenido calma luego de cuatro años de un crecimiento mundial que ha sido el más robusto de los últimos 30 años. La inflación promedio de los precios al consumidor en los países de ingreso alto fue del 1,8% en 2007, algo inferior a los valores de la desaceleración económica de 2001. La mediana de la inflación en los países en desarrollo registró un valor moderado (en un contexto histórico) del 5,9%, apenas 0,6 puntos porcentuales más que al comienzo del decenio. La hiperinflación, que alguna vez fue marca registrada de varios países en desarrollo, ha desaparecido, salvo en el caso excepcional de Zimbabwe. El número de países en desarrollo con una inflación de dos dígitos se ha reducido a la mitad desde el comienzo del decenio6. En más del 60% del total de los países, la inflación fue más baja en la primera mitad de 2007 que en el año anterior, y de los 56 países en desarrollo de los que se tenían datos sobre la inflación en el primer semestre de 2007, fueron más las naciones que experimentaron un alivio—en vez de un aumento— de las presiones. Además, la inflación promedio sigue en aumento en sólo dos de las seis regiones en desarrollo (Gráficos 1.19 y 1.20). En África al sur del Sahara, la inflación es volátil pero de tendencia al alza, reflejo del aumento del precio de los alimentos. Por su parte, la región de Oriente Medio y Norte de África muestra una clara curva ascendente en la inflación, que muy probablemente tiene su origen en el gasto de los nuevos ingresos provenientes del petróleo de la región, particularmente en la República Islámica del Irán. En otras regiones, la inflación es volátil, pero en general tiende a mantenerse estable o a descender. Los países en desarrollo han desempeñado un papel importante en el control de la inflación de todo el mundo. Al contar con mejores políticas macroeconómicas, en una amplia variedad de países se ha producido una tendencia hacia la reducción de las presiones internas que influyen en la inflación. Una política monetaria independiente, una postura fiscal más cautelosa, monedas más fuertes y un rápido crecimiento de la productividad total de los factores han ayudado cada vez más a mantener la inflación nacional bajo 22

Gráfico 1.19: Las presiones inflacionarias van en aumento en Oriente Medio y Norte de África y en África al sur del Sahara Variación porcentual del IPC, de año en año

Fuente: Banco Mundial

Gráfico 1.20: En general, la inflación se mantiene estable en el resto de las regiones... pero en niveles altos Variación porcentual del IPC, de año en año

Fuente: Banco Mundial

control. Además, una mayor participación en la competencia y el comercio internacional ha permitido difundir la restricción de precios entre los asociados comerciales. En muchos países, se ha vuelto más y más

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

difícil traspasar las presiones de costos a la producción y a los precios al consumidor. La ausencia de este traspaso, en particular, ha permitido que las políticas monetarias de los países de ingreso alto se mantuvieran relativamente pasivas ante el aumento de precios de los productos no básicos. En parte como consecuencia, el crecimiento mundial se ha sostenido en un nivel más alto durante mucho más tiempo que antes y ha generado mayores limitaciones de capacidad en los mercados de productos básicos. Como resultado, los precios de los productos básicos continuaron subiendo y se mantenían en valores elevados al comienzo del cuarto trimestre de 2007. Sin embargo, los productos básicos se han vuelto más volátiles y el aumento de varios precios de estos productos está entrando en una meseta (Gráfico 1.21). La mayor utilización de cultivos alimentarios para la producción de biocombustibles es un factor importante que dio lugar a grandes incrementos de los precios de los aceites vegetales y los cereales en 2007, lo que, a su vez, contribuyó a un aumento general del 15% en el índice de los precios agrícolas y del 20% en los precios de los alimentos. Estos últimos constituyen una especial preocupación para los consumidores pobres de los países en desarrollo.

Gráfico 1.21: Incrementos sostenidos de los precios de los productos básicos durante 2007... impulsados por los precios de los metales

Los precios de los metales han aumentado más que los precios de otros productos básicos durante los últimos cuatro años, principalmente debido a la demanda especialmente importante de China. La subinversión de períodos anteriores de precios bajos, así como los numerosos problemas del lado de la oferta y las demoras para incorporar nueva capacidad, también han sido responsables de esta suba. La insuficiencia de equipos y trabajadores especializados ha multiplicado los costos de explotación significativamente, y está disminuyendo la ley de las menas. El precio de los metales respecto de los cuales China es un importador neto, en particular el cobre, ha experimentado marcados aumentos, mientras que el precio de los metales respecto de los cuales China es un exportador neto—principalmente aluminio y, en menor medida, zinc—ha subido mucho menos (Gráfico 1.22). Luego de la restricción crediticia mundial experimentada en agosto y septiembre, los precios de los metales cayeron más del 10% (los metales tienden a ser especialmente sensibles a la actividad económica decreciente y pueden haber estado expuestos a presiones especulativas cuando los inversionistas cerraron sus posiciones para financiar otras pérdidas de sus carteras). En general, se espera que los precios de los metales lleguen a un máximo en 2007 y después disminuyan un 5% en 2008 y sigan bajando en 2009, a medida que el aumento de la capacidad empuje a los mercados a la generación de excedentes. Los precios nominales del petróleo, expresados en dólares estadounidenses, superaron en noviembre los máximos históricos y tocaron un techo de

Índices de precios de los productos básicos, enero de 2003=100

Gráfico 1.22: El cobre, el zinc y el aluminio, severamente afectados por China US$ por tonelada métrica

Fuente: Banco Mundial

Fuente: London Mercantile Exchange y Banco Mundial

23

aproximadamente US$100 por barril. Calculados en euros, los precios del petróleo se mantuvieron un 4,5% por encima de su pico de 2006, mientras que, en términos reales (corregidos de acuerdo con la inflación general), permanecen un 4,2% por debajo de los picos alcanzados en noviembre de 1979. Las subas de precio del petróleo han reducido el crecimiento de la demanda mundial de ese bien, especialmente en los países de ingreso alto. La demanda de petróleo en los países de la OCDE disminuyó durante seis trimestres consecutivos a partir del cuarto trimestre de 2005, a un ritmo promedio de más de 0,4 millones de barriles por día (Gráfico 1.23). En las economías que no pertenecen a la OCDE, la demanda de petróleo ha aumentado algo más de un millón de barriles al día desde 2005, una reducción notable en comparación con la suba de 2004. En los últimos meses ha aumentado la oferta de varios productores que no son miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), especialmente Rusia y los países de África occidental; de los países pertenecientes a la OCDE, continúa aumentando la producción de Canadá, principalmente la proveniente de arenas petrolíferas, al tiempo que está comenzando la actividad de extracción en nuevos puntos de las aguas profundas de la parte estadounidense del Golfo de México. Estos aumentos se han visto parcialmente contrarrestados por una caída moderada de la producción en el Mar del Norte. Cuando

Gráfico 1.23: Se desacelera el crecimiento de la demanda mundial de petróleo

disminuyó la demanda y aumentó la oferta de los países no pertenecientes a la OPEP, los países de la OPEP redujeron su producción para evitar una mayor acumulación de las existencias y una caída de los precios (Gráfico 1.24). Debido a que la OPEP posee una limitada capacidad de reserva y mantiene la producción en niveles bajos, es probable que los precios del petróleo permanezcan elevados y volátiles; no obstante, los altos precios y el aumento de las preocupaciones por el medio ambiente deberían ayudar a moderar el crecimiento de la demanda. Al mismo tiempo, el aumento de las inversiones preliminares en los países productores de petróleo (tanto en los miembros de la OPEP como en los no miembros) debería dar lugar a una mayor capacidad que supere el crecimiento de la demanda de petróleo. No obstante, se prevé que los mercados de petróleo se mantendrán en un preciso equilibrio durante 2007-09, en parte debido a la disciplina de producción de los exportadores, y que los precios permanecerán por encima de los US$75 por barril durante los próximos dos años. A largo plazo, se anticipa un relajamiento del equilibrio del mercado del petróleo y una caída de los precios hasta los US$50 por barril. La suba de los precios de los productos agrícolas durante 2007 estuvo impulsada por una firme demanda de importaciones de alimentos, principalmente por parte de los países exportadores de petróleo, que

Gráfico 1.24: La OPEP reduce la producción para respaldar los precios

millones de barril/día

millones de barril/día

Fuente: Organismo Internacional de Energía y Banco Mundial

Fuente: Organismo Internacional de Energía y Banco Mundial

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Perspectivas para los países en desarrollo 2008

contribuyeron a lograr un aumento del 20% en los precios mundiales de los alimentos en este año. El aumento de precios del cacao y el café robusta hicieron subir los precios de las bebidas un 13%, mientras que los precios de las materias primas aumentaron moderadamente (Gráfico 1.25). El incremento de los precios de los alimentos estuvo liderado por las grasas y los aceites, que subieron un 50% este año, y los cereales, que aumentaron un 22% (Gráfico 1.26)7. Del resto de los productos básicos, los precios del azúcar bajaron un 32%, ya que mejoraron las condiciones de cultivo en la India, Pakistán y Tailandia, y las nuevas plantaciones y el clima favorable impulsaron la producción brasileña. Los precios de los alimentos han subido casi un 75% en comparación con los bajos valores de 2000. Estos aumentos se deben, en parte, al mayor uso de cultivos alimentarios para biocombustibles y, en parte, a otros factores más trascendentales, como el rápido crecimiento de los ingresos en los países en desarrollo, el elevado precio de los fertilizantes, las reducidas existencias y las sequías. Los biocombustibles juegan un papel cada vez más importante en el mercado de productos básicos agrícolas, a medida que aumenta su proporción en la producción y el comercio mundiales. En 2006, el sector de los biocombustibles utilizó entre el 5% y el 10% de la producción mundial de materias primas destinadas a este proceso industrial y, en algunos casos, correspondió al 77% del volumen comercializado. De los mayores productores de biocombustible del

Gráfico 1.26: Precios de los alimentos, impulsados por aumentos en grasas, aceites y cereales Índices de precios de los productos básicos, 1990=100

Fuente: Banco Mundial

Índices de precios de los productos básicos, 2003=100

mundo, los Estados Unidos utilizaron el 20% de su producción de maíz para este proceso; Brasil dedicó el 50% de su producción de caña de azúcar, y la Unión Europea usó el 68% de su producción de aceite vegetal, principalmente colza, y además importó otros aceites vegetales. La considerable magnitud de estas aplicaciones reduce la cantidad de estos cultivos que se dedica a alimentos y pienso, y ha contribuido a causar importantes aumentos de precios (Recuadro 1.2).

Fuente: Banco Mundial

Se ha materializado en gran medida la suba prevista de los precios de los cereales, identificada como una preocupación en el informe Flujos mundiales de financiamiento para el desarrollo, del Banco Mundial, publicado en mayo de 2007 (Banco Mundial, 2007). Los precios mensuales del trigo han aumentado un 90% desde mediados de 2007. Se espera que las existencias de este cereal desciendan a mínimos históricos respecto del consumo y que los precios aumenten aún más en 2008, antes de que la producción se recupere lo suficiente como para reponer las existencias. Mientras tanto, un gran número de países importadores de alimentos puede llegar a sufrir pérdidas considerables en la relación de intercambio durante el curso de 2007 y en los comienzos de 2008 (Recuadro 1.3). Los aumentos de precios de los aceites vegetales y los cereales afectan principalmente

Gráfico 1.25: Suben los precios de los productos agrícolas en 2006-07

25

Recuadro 1.2: Biocombustibles Los biocombustibles no son algo nuevo: el primer automóvil Ford originalmente iba a funcionar con etanol. No obstante, el interés en los biocombustibles ha crecido en los últimos años, paralelamente a los aumentos de los precios de la energía y a la mayor preocupación por el medio ambiente. Los países no sólo buscan lograr una mayor seguridad energética, sino también reducir la utilización de combustibles fósiles para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire. Además, la demanda de biocombustibles se incrementó cuando se prohibió el metil terbutil éter como aditivo de los combustibles a fin de cumplir con la normativa sobre aire limpio de varios estados y localidades de los Estados Unidos y por miedo a que contaminara el agua subterránea. El beneficio político que conlleva el respaldo de la mayor demanda de productos agrícolas y, por consiguiente, el aumento de precios de los cultivos, ha sumado el interés de la clase política y alentado la formulación de generosas políticas a favor en muchos países, incluidas las naciones de la Unión Europea y los Estados Unidos. Los biocombustibles pueden producirse a partir de una variedad de materias primas. La tecnología actual —a menudo llamada de primera generación— se basa principalmente en los cultivos alimentarios como la caña de azúcar y el maíz para producir etanol, y en los aceites vegetales de colza, soja, palma y otros cultivos para producir combustible biodiésel. La llamada tecnología de segunda generación puede llegar a producir biocombustibles a partir de una mayor variedad de materias primas, como el mijo, los desechos de madera y la basura municipal; de todos modos, este tipo de tecnología aún no es comercialmente viable y muchos expertos opinan que no lo será hasta dentro de 10 años, por lo menos. La producción mundial de biocombustibles alcanzó un total de 45.000 millones de litros en 2006, lo que representa algo más de un 1% del conjunto de combustibles utilizados en el transporte vial, en el equivalente de fuentes de energía. Los biocombustibles pueden utilizarse para reemplazar los combustibles fósiles equivalentes o pueden mezclarse con éstos para lograr beneficios, como la reducción de emisiones de gases de escape y niveles de octanaje más altos que mejoran el rendimiento del motor. Una de las mayores ventajas es que se pueden utilizar en los motores convencionales de gasolina o diésel sin necesidad de modificarlos y se pueden hacer llegar a los usuarios a través de los canales de distribución existentes. No obstante, su utilización presenta algunas limitaciones. Sólo se puede utilizar hasta un 10% de etanol en la gasolina para motores convencionales sin necesidad de realizar modificaciones al motor o al sistema de combustible. Además, el etanol requiere un manejo especial a la hora de ser transportado para evitar la contaminación. Los motores específicamente diseñados para funcionar con más de un combustible pueden utilizar una mayor variedad de mezclas de etanol con gasolina y están disponibles en Brasil y los Estados Unidos. El combustible biodiésel puede ser utilizado en cualquier mezcla con el diésel de combustibles fósiles en los motores normales de este tipo, pero su aplicación está limitada a los climas más fríos. El contenido energético del etanol es inferior al de la gasolina, por lo que su rendimiento en kilómetros por litro se reduce entre un 20% y un 30% en comparación con la gasolina; por su parte, el biodiésel ofrece entre un 5% y un 10% menos que el combustible diésel. Si bien los biocombustibles han tenido poca influencia en los precios del petróleo crudo hasta el momento, ya han causado importantes efectos en los precios de los productos básicos que se utilizan como materia prima de los biocombustibles y en los precios de los cultivos con los que compite. Por ejemplo, los precios del maíz aumentaron cerca del 60% entre mediados de 2005 y mediados de 2006, principalmente debido al mayor uso del maíz para la producción de etanol en los Estados Unidos. Esto originó un tremendo cambio en la utilización de la tierra: dejó de producirse trigo para pasar al maíz en la temporada siguiente y así se produjo el marcado incremento en los precios del trigo. Los precios de los aceites vegetales también han subido porque se los utiliza cada vez más en Europa y los Estados Unidos para la producción del biodiésel: los precios del aceite de palma aumentaron un 48% el año pasado y los precios de la soja subieron un 25%. Estas variaciones en los precios han iniciado una puja entre alimentos y combustible que lleva a algunos a cuestionar la contribución que realizan los biocombustibles.

a los países de ingreso bajo: la suba registrada desde finales de 2004 ha llevado a una pérdida en la relación de intercambio equivalente al 0,5% del PIB. Esto representa el 1% del PIB en 29 países y aproximadamente el 5% del PIB en el país más afectado, Eritrea. El impacto en los países de ingreso mediano y de ingreso alto es considerablemente inferior porque las importaciones de estos productos básicos representan una menor proporción del comercio, y 26

los precios más altos de las exportaciones de otros productos básicos tienden a compensar las pérdidas en la relación de intercambio resultantes del mayor precio de los alimentos. Se espera que los precios de los productos agrícolas permanezcan prácticamente estables en niveles elevados durante 2008, ya que la producción de biocombustibles continuará creciendo en respuesta a las exigencias de consumo y los subsidios a la producción y quitará recursos a otros cultivos.

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

Recuadro 1.3: Políticas en respuesta al aumento de los precios de los alimentos El aumento de los precios de los productos básicos importados, el firme crecimiento de la demanda interna y regional que hace subir los precios de los bienes producidos en el país y la suba de los precios de los insumos de la producción, como los fertilizantes y la energía, están ocasionando rápidos aumentos en los precios de los alimentos en muchos países. Estos incrementos afectarán a los pobres, que gastan una gran proporción de su ingreso en alimentos, pero también beneficiarán a los pobres de zonas rurales que producen un excedente comercializable. Los gobiernos se enfrentan a la presión de tomar medidas para atenuar el impacto de la suba de precios de los alimentos, pero muchos países han liberalizado total o parcialmente sus mercados internos de alimentos y sus importaciones (Bangladesh, Brasil, Egipto, la India, Malí, Marruecos, Rusia, Ucrania y Yemen, por nombrar algunos) y ya no cuentan con políticas para controlar los precios de los alimentos. Los países que han implementado programas de seguridad social específicos pueden recurrir a estos canales para proporcionar asistencia a las personas más pobres, pero los países que no cuentan con esos programas se sentirán presionados a imponer el control de precios o volver a introducir controles gubernamentales. Esto echaría por tierra las reformas exitosas en materia de políticas y enviaría una señal de alerta al sector privado. Bangladesh constituye un ejemplo del éxito de las políticas alimentarias de mercado abierto. Ha transformado su sector agrícola en uno de los más productivos de Asia meridional. El país prácticamente puede autoabastecerse de arroz, un producto básico fundamental, y es uno de los nuevos exportadores de productos agrícolas de alto valor. Una de las claves de este éxito fue la decisión del gobierno de liberalizar las importaciones de alimentos a principios del decenio de 1990. Los comerciantes privados importaron cereales durante las épocas de escasez interna, lo que proporcionó los recursos necesarios y la estabilización de los precios, además de eliminar la carga financiera que sufría el gobierno. Para el año 2000, el sector privado importaba el 100% de los alimentos importados y el gobierno reorientó su enorme sistema de distribución pública de los alimentos: en vez de la distribución masiva, pasó a aplicar un programa de seguridad social orientado a las necesidades específicas de los pobres. Este tipo de respuesta sería eficaz en la situación actual de altos precios de los alimentos, pero una de las complicaciones es que parte de los aumentos de precios actuales podría ser más persistente que en el pasado. En el pasado, los períodos de aumento de los precios de los alimentos eran temporales y duraban apenas de dos a tres años, como los ocurridos durante el decenio de 1970 o los aumentos más recientes de 1995-96; no obstante, los actuales incrementos presentan un componente estructural que puede persistir porque está íntimamente ligado al aumento mundial de los precios de la energía. Si los precios de la energía se mantienen altos, es muy probable que los precios de los cultivos alimentarios no disminuyan mucho. A largo plazo, se espera que las existencias de alimentos aumenten y los precios disminuyan, pero se anticipa que los actuales incrementos de precios continuarán durante varios años y que la mayoría de los países no será capaz de proteger a los consumidores ante esta situación. Los actuales aumentos de los precios de los alimentos también presentan un componente temporal ocasionado por las bajas existencias y la escasez de la producción debida a la sequía. Se puede esperar un cambio en esta situación cuando las existencias sean capaces de responder a los precios altos. Los países deberían intentar proteger a los consumidores de los aumentos temporales de precios ocasionados por la escasez, pero pocos países pueden darse el lujo de proteger a los consumidores ante cambios estructurales en los precios de los alimentos. Los consumidores de los países exportadores de alimentos también comienzan a ver el aumento de los precios de sus alimentos, ya que las existencias se exportan a precios internacionales elevados, y varios países han impuesto prohibiciones a la exportación para contener la inflación de los precios de los alimentos dentro del país. Estas restricciones castigan injustamente a los productores de estos cultivos y pueden dar lugar al contrabando y la corrupción. Una política más apropiada es proporcionar un programa de seguridad social orientado a los pobres, que permita, al mismo tiempo, que las exportaciones sigan su curso sin limitaciones.

Riesgos e incertidumbres: Peligro de crisis bancaria y recesión en los Estados Unidos

D

e acuerdo con las proyecciones de referencia, se espera que por el lado real de la economía, la recesión inmobiliaria que atraviesan los Estados Unidos no se traslade en gran escala al resto de la demanda interna, ya que el firme crecimiento de las exportaciones mitiga la espiral descendente del sector inmobiliario. Desde el punto de vista financiero de la economía, las

proyecciones indican que las pérdidas ocasionadas por los valores respaldados por activos están ampliamente distribuidas y que las intervenciones de la Reserva Federal, el Banco Central Europeo y otras instituciones devolverán la calma a los mercados financieros. No obstante, es probable que el costo efectivo del capital aumente aún más, como se refleja en las condiciones más estrictas de los créditos para las empresas y los hogares en los Estados Unidos. Por el contrario, se espera que en otros lugares el endurecimiento de las 27

condiciones sea más moderado. En tales circunstancias, continuaría la flacidez del mercado inmobiliario en los Estados Unidos, pero la contracción de las inversiones en viviendas llegaría a su punto más bajo a mediados de 2008. De producirse nuevas pérdidas, inesperadas y de gran escala, en los mercados financiero— concentradas en los bancos comerciales y de inversiones o en los principales inversionistas—las condiciones crediticias mundiales se podrían endurecer mucho más. En tal hipótesis, se incrementarían las pérdidas de valores respaldados por activos, lo que posiblemente arrastraría a los mercados financieros y la economía real a una espiral descendente y requeriría un relajamiento contundente de la política monetaria. Probablemente se produciría una contracción del PIB trimestral de los Estados Unidos, que llevaría el crecimiento en 2008 al 1%, o casi la mitad del crecimiento estimado en la referencia. Los mercados de capital de los países de ingreso alto disminuirían su actividad notablemente y el costo efectivo del capital podría incrementarse unos 200 puntos básicos en 2008, en comparación con la referencia. Tal disminución pronunciada del crédito se reflejaría en un agudo descenso de la inversión en las empresas de los Estados Unidos, una disminución del empleo, patrones de consumo más acotados y un período prolongado de depresión en los precios al consumidor. Esta serie de acontecimientos adversos en los Estados Unidos se contagiaría al resto del mundo debido a la disminución de las importaciones de este país y a una mayor caída del valor del dólar, impulsada por una agresiva relajación de la política monetaria. Este contagio podría intensificarse si se invierte el carry trade con el yen y se reduce el apetito de los inversionistas internacionales por los activos estadounidenses ante el descenso del crecimiento y el aumento del riesgo de los activos de las instituciones financieras de allí. Debido principalmente a la reducción de las exportaciones y del crecimiento de las inversiones, el crecimiento del PIB en Europa y Japón podría caer al 1,5% y al 1,3%, respectivamente, es decir, cerca de medio punto porcentual por debajo de la referencia. En el caso de algunos países de ingreso mediano, el principal canal de transmisión de los efectos causados por los países de la OCDE sería el endurecimiento de las condiciones de crédito internacionales, que limitaría la inversión y reduciría el crecimiento. Posiblemente sufrirían los mayores efectos las economías de ingreso mediano con grandes déficits en cuenta corriente y los países cuyas monedas estén vinculadas al euro. El 28

crecimiento en los países de ingreso mediano descendería un punto porcentual por debajo de la referencia; no obstante, el impacto sería bastante diversificado y dependería en parte del modo en que las economías estén vinculadas financieramente al dólar de los Estados Unidos. Las economías de Europa Central que acumularon deuda denominada en euros serán más vulnerables que los países que se endeudaron en dólares estadounidenses. Las repercusiones para los países de ingreso bajo también podrían ser considerables, ya que una menor demanda de productos básicos (metales, productos agrícolas y combustibles) podría empeorar la relación de intercambio en un 2% del PIB y el ritmo de expansión podría disminuir 0,6 puntos en 2008. En general, de producirse esa situación, el crecimiento mundial podría disminuir tres cuartos de punto porcentual en 2008, en comparación con la referencia. El relajamiento de la política monetaria, llevado a cabo en respuesta a la crisis de las hipotecas, también podría ocasionar un ajuste excesivo. Como resultado, los mercados de productos básicos podrían endurecer las condiciones aún más, las presiones inflacionarias crecerían, especialmente en los países en desarrollo, y los desequilibrios financieros aumentarían en vez de disminuir. Una situación como la expuesta podría desencadenar, a mediano plazo, una desaceleración del crecimiento mucho más aguda y da cuenta del desafío que enfrentan las autoridades a cargo de la política monetaria, tanto de países de ingreso alto como de países en desarrollo.

Perspectivas a largo plazo y previsiones sobre la pobreza

D

ada la dinámica planteada para el período que finaliza en 2009, las tendencias de crecimiento del PIB y población han sido modeladas y extendidas hasta 2030 para poder tener una visión de la reducción de la pobreza a largo plazo y para poder evaluar los resultados positivos y más negativos en relación con los objetivos de desarrollo del milenio.

Posibilidades de recuperación A partir de mediados del decenio de 1990, el crecimiento del ingreso per cápita en los países en desarrollo se ha acelerado, particularmente desde el año 2000. Varios factores indican que este importante crecimiento se mantendrá a largo plazo. En primer lugar, las políticas económicas se apoyan en un suelo más firme que en años anteriores, ya que el déficit fiscal y el

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

déficit inflacionario están, en términos generales, bajo control; las políticas estructurales son más adecuadas para aprovechar la mayor apertura de los mercados mundiales, y el clima de negocios es más favorable para la inversión. En segundo lugar, muchos países han ingresado—o están ingresando—en un período de transición demográfica que combina un rápido crecimiento de la fuerza laboral con un descenso de las tasas de dependencia. Esta variación ofrece una oportunidad para obtener rápidas ganancias económicas. En tercer lugar, la disparidad de ingresos entre países en desarrollo y desarrollados es aún amplia, pero con un mayor acceso a la información y a capital e importaciones en la esfera tecnológica, los países en desarrollo tienen la posibilidad—y el incentivo—de acortar esta brecha. La previsión a largo plazo para 2010-30 anuncia un crecimiento sostenido en todos los países en desarrollo, aunque con una tendencia hacia la moderación (Gráfico 1.27). En el caso de los países en desarrollo en su conjunto, se espera que el crecimiento per cápita fluctúe de un promedio del 3,9% en la primera década de 2000 al 4,5% y al 3,4% en la segunda y la tercera décadas, principalmente como reflejo de la desaceleración del crecimiento en la región de Asia oriental y el Pacífico. África al sur del Sahara podría experimentar una ligera aceleración: un crecimiento promedio del ingreso per cápita del 3% en el decenio actual y un aumento a un valor más sostenible, del 3,2%

Gráfico 1.27: Crecimiento a largo plazo, 1980-2030 Crecimiento anual del PIB per cápita, porcentaje

Fuente: Datos del Banco Mundial y simulaciones realizadas con el modelo Linkage

al 3,4%, en las décadas siguientes. Ésta es una mejora sustancial en comparación con los decenios de 1980 y 1990, cuando bajó el ingreso per cápita en África al sur del Sahara. Tantos años de aumentos sostenidos en los ingresos per cápita deberían dar lugar a una duplicación, para 2020, de los ingresos reales medios (denominados en precios de 2001), que subirían de US$1.300 en 2001 a US$2.800 en 2020. Y se calcula que, para 2030, habrán llegado a aproximadamente US$4.000. No obstante, habrá mucha variación en torno a estas cifras y, a pesar de tratarse de una hipótesis de crecimiento relativamente optimista, la brecha entre países ricos y pobres continuará siendo extremadamente amplia. Según las proyecciones, el ciudadano medio de un país en desarrollo ganará apenas el 7,8% de lo que obtiene un ciudadano de un país de ingreso alto, una proporción que podría aumentar a cerca del 10% para 2030. La hipótesis a largo plazo de este año constituye una revisión de tendencia positiva respecto de la previsión a largo plazo del año pasado. La revisión refleja una confluencia de factores, incluido el simple reconocimiento de que el crecimiento de los países en desarrollo se ha acelerado durante el último decenio y ha sido amplio y sostenido. Entre los factores que posiblemente contribuyeron a mantener este alto nivel de crecimiento se encuentra la relativamente rápida convergencia, en lo que respecta a logros tecnológicos, entre países de ingreso alto y países en desarrollo (véase el Capítulo 2). Se espera que este progreso continúe durante los próximos 20 años y que los rendimientos en materia de conocimientos y capital permanezcan más o menos constantes. Estas ganancias sostenidas, combinadas con el aumento de los ingresos, se traducirán en mayores inversiones en educación e investigación y desarrollo, lo que ayudará a establecer un círculo virtuoso de mayor avance tecnológico y crecientes ingresos. Se espera que los países que no han avanzado en el ámbito tecnológico se beneficien de un entorno mundial favorable, caracterizado por una aceleración de las exportaciones y un firme aumento de los ingresos provenientes de los productos básicos, en parte debido a la creciente importancia de los países en desarrollo en el crecimiento mundial. Parte del sólido desempeño anunciado para los países en desarrollo deriva de un crecimiento más firme de la fuerza laboral, pero más puede atribuirse al avance tecnológico, medido en los Gráficos 1.28 y 1.29 según el crecimiento de la productividad total de los factores. Este firme crecimiento de la productividad total de los factores en los países en desarrollo durante los últimos años es coherente con las conclusiones del Capítulo 2 29

Gráfico 1.28: Disminuye el crecimiento impulsado por el capital en los países desarrollados, 2002-30 Composición del crecimiento, contribución porcentual por año

de este informe, que indica que (sobre la base de una medición diferente de la tecnología) la brecha tecnológica entre países de ingreso mediano y alto se ha acortado en los últimos 10 años. En la previsión se estima que se mantendrá la firmeza relativa del crecimiento de la productividad total de los factores en los países en desarrollo, lo cual también condice con las conclusiones del Capítulo 3, es decir, que se han fortalecido los impulsores de la difusión y la absorción tecnológica en los países en desarrollo. No obstante, tal como se destaca en esa sección, la materialización de ese potencial durante los próximos decenios dependerá del grado en que los países—en especial, los de ingreso bajo—sean capaces de reforzar su capacidad de absorción tecnológica y permanezcan atentos a las nuevas tendencias sobre tecnología.

El nivel de pobreza desciende notablemente en la referencia, pero no de manera uniforme

Fuente: Resultados de una simulación realizada con el modelo Linkage

Gráfico 1.29: Se mantiene el elevado crecimiento de la productividad en los países en desarrollo Composición del crecimiento, contribución porcentual por año

Las revisiones de tendencia positiva que se efectuaron a la previsión a largo plazo generan un panorama más auspicioso en lo que hace a la pobreza para 2015, a pesar de que la mejoría es modesta en comparación con la previsión del Informe sobre seguimiento mundial 2007 (Banco Mundial, 2007b). La previsión a largo plazo actual indica que el 10,2% de la población de países pobres vivirá con menos de US$1 al día en 2015, porcentaje inferior al 11,8% que señala el Informe sobre seguimiento mundial (Cuadro 1.5). Las rápidas mejoras en la reducción de la pobreza en Asia desde 1990 dan a entender que la meta de reducir a la mitad el número de pobres que viven con US$1 al día o menos entre 1990 y 2015 se alcanzará a nivel mundial pero no necesariamente en el ámbito nacional o regional. La nueva previsión da cuenta de una mejora moderada en las perspectivas de África al sur del Sahara, aunque la región aún está lejos de alcanzar sus metas8, 9.

Para los países de ingreso bajo, la productividad agrícola tiene consecuencias importantes en la pobreza

Fuente: Resultados de una simulación realizada con el modelo Linkage

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La tecnología agrícola es un factor particularmente determinante de la tecnología en general y de la reducción de la pobreza en los países de ingreso bajo (Banco Mundial, 2007c), debido principalmente a que, en casi todas las economías, la mayor parte de los trabajadores continúa dedicándose al sector agrícola y los pobres se concentran en las zonas rurales. Además, el crecimiento de la productividad en la agricultura es

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

Cuadro 1.5: Desglose regional de la pobreza en los países en desarrollo

Región Asia oriental y el Pacífico China Resto de Asia oriental y el Pacífico Asia meridional India Resto de Asia meridional Europa y Asia central Oriente Medio y Norte de África África al sur del Sahara América Latina y el Caribe

Número de personas que viven con… (millones) …menos de US$1 al día …menos de US$2 al día 1990 2004 2015 1990 2004 2015 476 169 40 1.113 684 296 374 128 29 819 452 186 102 41 11 294 232 110 479 446 256 954 1.116 997 376 371 217 734 868 772 103 76 39 220 248 226 2 4 2 20 46 16 5 4 2 49 59 38 240 298 290 396 522 567 45 47 34 115 121 102

Total excluida China

1.247 873

Región Asia oriental y el Pacífico China Resto de Asia oriental y el Pacífico Asia meridional India Resto de Asia meridional Europa y Asia central Oriente Medio y Norte de África África al sur del Sahara América Latina y el Caribe

Porcentaje de la población que vive con… …menos de US$1 al día …menos de US$2 al día 1990 2004 2015 1990 2004 2015 29,8 9,1 2,0 69,7 36,6 14,5 33,0 9,9 2,1 72,2 34,9 13,4 22,1 7,1 1,6 63,7 40,4 16,9 43,0 30,8 15,1 85,7 77,1 59,0 44,3 34,3 17,6 86,4 80,4 62,7 38,9 20,6 8,5 83,4 67,6 49,2 0,5 0,9 0,3 4,3 9,8 3,4 2,3 1,5 0,7 21,7 19,7 10,3 46,7 41,1 31,4 77,1 72,0 61,5 10,2 8,6 5,5 26,3 22,2 16,3

Total excluida China Fuente: Banco Mundial.

28,7 27,1

uno de los principales impulsores del aumento de los ingresos en las economías agrícolas. Una mayor productividad agrícola libera a los trabajadores para que puedan buscar empleos más lucrativos en el área de las manufacturas y reduce el costo de los alimentos respecto de los salarios. Por otra parte, al aumentar el rendimiento, la elevada productividad agrícola genera un excedente comercializable que puede utilizarse para adquirir insumos de mayor calidad para la producción y bienes de consumo; esto, a su vez, inicia un círculo virtuoso entre los sectores agrícolas y no agrícolas de la economía. El excedente comercializable también puede utilizarse para aumentar las exportaciones o para reducir las importaciones de alimentos. En la situación de referencia, se proyecta que la productividad agrícola aumentará uniformemente un

970 841

18,1 20,7

624 595

10,2 12,6

2.647 1.828

60,8 56,8

2.548 2.096

47,6 51,6

2.017 1.831

32,9 38,7

2,5% cada año (Martin y Mitra, 1999). No obstante, si se tiene en cuenta la perspectiva histórica, no todos los países han logrado este aumento promedio. Por ejemplo, la revolución verde que elevó la productividad rural en Asia meridional durante los últimos 40 años superó por gran margen a la región de África al sur del Sahara, cuyos rendimientos en gran medida se han estancado. De cara al futuro, la agricultura en esta última región se enfrenta a algunos de los mismos desafíos del pasado, como la falta de acceso al crédito y mercados mal integrados. Tanto Asia meridional como África al sur del Sahara podrían enfrentar otros desafíos que pondrán en riesgo los beneficios futuros de la productividad agrícola, como la degradación ambiental causada por el cambio climático mundial o la falta de inversión suficiente en variedades de cultivos nuevas y específicas de cada sitio. 31

Para poder ilustrar la sensibilidad de los resultados futuros ante la posibilidad de que el desempeño de la productividad agrícola se reduzca, mediante una hipótesis alternativa se observa el impacto en el crecimiento mundial, los ingresos y la pobreza, partiendo de un crecimiento nulo de la productividad agrícola para el período 2008-15 en las dos regiones de Asia meridional y Asia al sur del Sahara que, principalmente, son de ingreso bajo10. Un resultado clave sería lograr precios más altos para los productos agrícolas en comparación con la referencia. Los precios al productor agrícola de África al sur del Sahara aumentarían alrededor del 6%, y los alimentos procesados experimentarían una suba más modesta, del 2%. El aumento de precios es más agudo en Asia meridional: ronda el 11% en el caso de la agricultura primaria y el 4% en los alimentos procesados. Estos aumentos llevan a una pérdida de competitividad tanto en los mercados internos como externos. En el caso de África al sur del Sahara, las importaciones de cultivos y productos ganaderos suben un 40% para 2015, respecto de la referencia, y las exportaciones caen un 30%. La producción general desciende cerca del 12%. La demanda de mano de obra agrícola prácticamente no cambia, ya que el descenso de la producción está compensado por una disminución de la productividad, hecho que no implica variaciones considerables en la demanda de mano de obra general, aunque sí un debilitamiento de los salarios. En Asia meridional, de hecho, aumenta la demanda de mano de obra. El impacto en términos de producción es una caída más modesta, del 9%, y la pérdida de productividad se refleja en un aumento general de la demanda de mano de obra del 1% y, por ende, en una

32

menor migración de zonas rurales a zonas urbanas. La diferencia de impacto entre las dos regiones está vinculada al grado de autonomía de sus respectivos mercados agrícolas y de alimentos. Se exporta una mayor proporción del producto agrícola de África al sur del Sahara y se importa una mayor parte de su demanda. En consecuencia, el aumento de los precios internos al productor quedará opacado por los mercados externos en África al sur del Sahara, en comparación con los mercados más autosuficientes de Asia meridional11. Por lo tanto, Asia meridional experimenta más ajustes de precio y menos ajustes de volumen en comparación con África al sur del Sahara. Una menor productividad agrícola, precios más altos y salarios más bajos para los trabajadores no calificados aumentan la pobreza tanto en Asia meridional como en África al sur del Sahara. En África al sur del Sahara, los precios al consumidor en general aumentaron un 1,4% y los precios de los alimentos subieron un 4%. En Asia meridional, los aumentos son aún más marcados: 10% y 3%, respectivamente. En combinación con una significativa caída de los salarios de trabajadores no calificados, lo cual crea un abrupto descenso en la relación salario-alimentos (la cantidad de comida que se puede comprar con el salario promedio) que afecta principalmente a los más pobres, el índice de pobreza en África al sur del Sahara se incrementaría alrededor de 5 puntos porcentuales en 2015 en relación con la referencia, a pesar de que la pérdida promedio de ingreso sería más moderada (3%), lo que indica que la pérdida de productividad agrícola afecta a los pobres, en promedio, más que al resto 12.

Perspectivas para los países en desarrollo 2008

Notas 1 El carry trade es una estrategia destinada a movilizar inversiones en valores de alto rendimiento aprovechando los bajos intereses asociados a determinada divisa. Por ejemplo, la compra de valores de renta fija o acciones de mercados emergentes mediante préstamos en yenes a bajas tasas de interés de Japón y la conversión de los yenes en moneda nacional para completar la transacción sería clasificada como carry trade. Aun cuando las estimaciones del volumen de los fondos intermediados mediante el carry trade con el yen son muy inciertas, un indicador de su posible magnitud puede ser la considerable debilidad del tipo de cambio yen-dólar durante 2006–7, cuando disminuyó alrededor del 5,8%. 2 Véase el análisis completo de los últimos acontecimientos y las perspectivas para cada región en el sitio del Banco Mundial: http://www.worldbank.org/ prospects. 3 China es el mayor tenedor extranjero de valores estadounidenses respaldados por hipotecas, por un monto aproximado de US$260.000 millones, principalmente a través de reservas oficiales y tenencias de bancos comerciales de China. Sin embargo, casi todos estos instrumentos gozan del respaldo de las empresas Fannie Mae y Freddie Mac, patrocinadas por el gobierno estadounidense, y los riesgos vinculados con esas tenencias parecen ser mínimos. 4 Los países en desarrollo de la región de Oriente Medio y Norte de África que explican las cifras regionales agregadas de este capítulo son Argelia, la República Árabe de Egipto, la República Islámica del Irán, Jordania, Líbano, Marruecos, Omán, la República Árabe Siria, Túnez y la República del Yemen. Las economías de ingreso bajo y mediano con datos insuficientes como para computarlos son Iraq, Libia y la Ribera Occidental y Gaza. Los países de ingreso alto, excluidos de los totales del capítulo, son Bahr ein, Kuwait, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. 5 Las variaciones en el volumen de la producción de petróleo y gas han sido moderadas en los últimos años y oscilaron entre aumentos anuales del 0,5% al 1,0% en Argelia y reducciones en la República Islámica del Irán y la República del Yemen. Por este motivo, la acumulación de ingresos de exportación obedece, en gran parte, al alza en gran escala de los precios internacionales del petróleo que se produjo desde 2005 hasta 2007.

6 Actualmente, la inflación excede el 10% en Angola, Argentina, Botswana, Costa Rica, Ghana, Haití, Indonesia, Kenya, Madagascar, Malawi, Mozambique, la República Bolivariana de Venezuela, la República Islámica del Irán, Sri Lanka y Zimbabwe. 7 De los aceites vegetales individuales, el aceite de palma subió un 48%; el de coco, un 41%, y el de soja, un 25%. De los cereales individuales, el precio del maíz aumentó un 41% y el del trigo, un 40%. 8 Si bien las revisiones de la previsión a largo plazo indican prácticamente una duplicación del crecimiento per cápita en África al sur del Sahara, ese crecimiento tendrá más impacto después de 2015—y no antes—puesto que las previsiones recientes sobre pobreza ya han incorporado la marcada tendencia alcista de las tasas de crecimiento per cápita que se observan desde fines del decenio de 1990. 9 Las cifras de pobreza aquí presentadas aún no incluyen los resultados del reciente Proyecto de comparación internacional, que proporcionará una actualización de los niveles de precios en los países. Los nuevos tipos de cambio ajustados según la paridad del poder adquisitivo podrían originar una nueva serie de estimaciones sobre la pobreza (aunque no necesariamente sea el caso). 10 Estas proyecciones abarcaron seis países o regiones incluidos en el modelo: Bangladesh, la India, el Pakistán, el resto de Asia meridional, Nigeria y el resto de África al sur del Sahara, excluida Sudáfrica. 11 Una posible explicación de la mayor autosuficiencia de Asia meridional ha sido su mayor productividad agrícola, lograda con el paso del tiempo, debido a la revolución verde. 12 El impacto de la pobreza se calcula con la herramienta Global Income Distribution Dynamics (dinámica de la distribución del ingreso mundial) del Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo del Banco Mundial; la actividad se llevó a cabo sólo para África al sur del Sahara debido al elevado nivel de pobreza que se espera para esa región en 2015. Es posible que la herramienta subestime el verdadero impacto de la pobreza porque la información sobre el consumo que se extrae de la mayoría de las encuestas no es suficiente para tener completamente en cuenta las variaciones de precio. En la medida en que los pobres sigan gastando una gran proporción de su magro presupuesto en comida, se podría anticipar un impacto negativo aún mayor para los pobres.

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Referencias Banco Mundial. 2007a. Global Development Fi- Martin, Will y Devashish Mitra. 1999. “Productivity nance 2007. Washington, D.C.: Banco Mundial. Growth and Convergence in Agriculture and manu_____. 2007b. Informe sobre seguimiento mundial facturing.” Serie de documentos de trabajo sobre 2007, Washington, D.C.: Banco Mundial. investigaciones relativas a las políticas. Número _____. 2007c. Informe sobre el desarrollo mundial 2171. Banco Mundial, Washington, D.C. 2008: Agricultura para el desarrollo. Nueva York: Oxford University Press.

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