PLAGAS, ENFERMEDADESY ACCIDENTES DE LA ALCACHOFA

PLAGAS, ENFERMEDADESY ACCIDENTES DE LA ALCACHOFA RAMIRO GIL ORTEGA Servicio de Investigación Agroalimentaria. D.G.A. 50080 ZARAGOZA MINISTERIO DE AG

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PLAGAS, ENFERMEDADESY ACCIDENTES DE LA ALCACHOFA

RAMIRO GIL ORTEGA Servicio de Investigación Agroalimentaria. D.G.A. 50080 ZARAGOZA

MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCAY ALIMENTACIÓN SECRETARÍA GENERAL TÉCNiCA

ÍNDICE

1. Parásitos animales ...............................................................

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Lepidópteros ................................................................ Afidos .......................................................................... Coleópteros .................................................................. Dípteros ....................................................................... Otros parásitos animales ..............................................

4 12 15 18 18

2. Enfermedades ......................................................................

23

2.1. Enfermedades producidas por hongos ......................... 2.2. Enfermedades producidas por bacterias ...................... 2.3. Enfermedades producidas por virus ............................

23 34 37

3. Accidentes ...........................................................................

42

Bibliografía ...............................................................................

51

1.1. 1.2. 1.3. 1.4. 1.5.

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PLAGAS, ENFERMEDADES Y ACCIDENTES DE LA ALCACHOFA

La presente hoja divulgadora es contin^^ ación y complemento de otra anterior titulada «El cultivo de la alcachofa. Variedades de semiIla», núm. 2097, en la que se trataba no sólo del c^ ^ ltivo, sino q^^ e se establecía la importanci^^ del mismo, se poní^n al día los conocimientos sobre el desarrollo y propagación de la especie, repasando los tipos va^-ietales, incluyendo las nuevas variedades de multiplicación por semilla. Dicha publicación finalizaba comentando diversos aspectos relativos a poscosecha y comercialización. Por tanto. quedaba pendienCe de tratar las plagas, errFermedades y acciclentes del cultivo, que son el objeto de esta hoj^. En ella se van repasando todas las patologías de la especie, dando mayor relevancia a aquéllas que se consideran más importantes en España. Se pretende que sea una publicación de tipo eminentemente práctico> por lo que se ha dado mayor importancia a la descripción de daños junto con los medios de luch^i, pero sin dejar de trata ^- aquellos aspectos de^ la biología q^ie ay^^ den a entender el control de la patología co ^-responcliente. P^l ^^a el completo entendimiento de algunos aspectos de la presente hoja recomendamos ac^^ dir a la hoja divL^ lgadora previa que nos facilit^^rá la información compleinentaria neces^^ria.

1. PARÁSITOS ANIMALES Las plagas que atacan a la alcahofa son en conjunto cerca de u ^^ centena^^, pero sólo algunas de ellas pueden considerarse importantes en el cultivo. Para la búsqueda del parásito animal causante de daños sobre alcachofa hemos preparado el cuadro 1.

^

Cuadro 1. Parte de la planta de alcachofa con daños y posibles parásitos animales causantes de los mismos Zona afectada'

Parásitos animales

Base del tallo y raíz

Rosquillas negras ( Prodenia) y grises (en brotes jóvenes), Hydroecia, ratones de campo, pulgones de raíz.

Tallos

Barrenador o taladro (Hydroecia), pulgones.

Hojas

Pulgones, rosquillas, polilla (Depressaria), Hydroecia, Vanesa, Altica (Sphaeroderma), Apion, Cásida, Submarino (Agromyza), caracoles, babosas.

Capítulos

Polilla (Depressaria), Rosquillas grises

(Agrotis), Hydroecia, pulgones. Semillas

Mosca (Terellia), gorgojo (Larymus), Lasioderma.

' Cuando un parásito puede afectar a diversas zonas de la planta, se señala en negrita la más frecuente.

1.1. LEPIDÓPTEi^OS 1.1.1. Barrenador o taladro de la alcachofa (Hydroecia xanthenes Germ. = Gortyna xanthenes Germ.) El barrenador o taladro, la plaga fnás importante de la alcachofa, es un noctuido con una sola generación por año. Las mariposas, de color amarillento con manchas oscuras, que pueden alcanzar una envergadura de hasta 6 cm, vuelan en octubre-noviembre, haciendo la puesta 10 a 15 días después sobre los tallos o el envés de las hojas. Cada hembra puede llegar a poner 500 huevos, que pueden aparecer en grupos de hasta un centenar en forma de rosario, ^eneralmente en la base de la planta, en las axilas de las hojas m^s viejas ya secas. La incubación suele durar algo más de un mes. lnverna en estado de huevo o en los primeros estados larvales. Las oru^as, de color amarillento, con la cabeza marrón, y que pueden llegar a

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^c

alcanzar hasta 5 cm de longitud, aparecen escalonadamente entre diciembre y febrero, comienzan mordisqueando las hojas, para penetrar después en las nerviaciones y luego en el tallo, donde pasan la mayor parte de su vida, alimentándose de él al mismo tiempo que abren agujeros de aireación. A través del tallo pueden penetrar en el capítulo. A medida que envejecen van descendiendo por el tallo hasta alcanzar la base, donde escavan una celda de empupamiento con orificio de salida para el adulto. Crisalida a lo largo de todo el verano, apareciendo rápidamente los nuevos adultos, que se aparean en el otoño.

Daños Los daños más importantes son causados por las larvas qLie perforan galerías en los tallos (figura ]), nerviaciones foliares y capítulos. A1 dañar también las zuecas y sus yemas, afectan indirectamente a la producción del año siguiente. La gravedad de los daños directos es mayor cuando coincide la mayor ^ctividad larval con la producción comercial de los capítulos, lo que es bastante frecuente.

Fig. 1.-Galería producida por el barrenador o taladro.

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Medios de lucha L^^s medios cle I^^ cha podríamos dividirlos en culturales, químicos, mecániros y biológicos. Una labor cultural recomendada es pasar el ^-otwator a las plantaciones ^^ fectadas inmediatamente después de la última ^-ecolección, con lo que se eliminarían las orugas y pupas presentes en tall^^s y basc ctc la planta. La labor debe ser superficial, p^u^a evitar dañar las yemas basales yue han de dar lugar a la próxima cosecha. Etite tipo de p ^áctica tnmbién tiene sus inconvenientes, com^^ rotura de raíces superficiales y contribución a la difusi^>n de las virosis. Otra práctic^^ cultural interesante es realizar un cultivo anual cie la alcachofa, que rompe el ciclo del parásito si se eliminan las iuecas afectadas. L^^ s intervenciones yuímicas podrían plantearse, bien en la fase de adult^^s, bien en la fase la ^-val. La presencia masiva de adultos en un periodo relativame ^^te restringido permite ent ^-ever una posibilidad de control en ese momcnto, para i ^npedi ^- yue las hembras sean fecu ^^dadas. Ello se conseguiría no s61o por medios químicos, sino también po ^- otro^ método^ como, por ejemplo, la lucha por confusión, mediante la utilizaciGn de fe ^-omonas sexuales. El c^>ntrol yuímico de las la ^-vas es el método más efiectivo. Debe circuncribirse a las más jóvenes, y^ ^ que, al no habe ^- penetrado en ne ^-vios y tallos, son más accesibles a la acción del insecticida. En la may^^r parte de las regiones alcachoferas, las estaciones fitopatológicas de avisos suelen vigilar la eclosión de los huevos, recomendando a los a^^ricultores el momento más oport^^ no pa^-a tratar. EI insecticida que se utilice debe ^ene ^- una buena acción de contacto. Si se sospechase que las larvas ya no están en la superficie de la planta, el insecticicla debe tener, además, buena acción de penetración. Lc^s insecticiclas recomendados son fosforados (acefato, cl^>pi ^-ifos, di^^ ^inon (también tiene etiecto acaricida y anti trips), fenih-otion, profenofos (también tiene efecto acaricida), quinalfos, etc.) y piretroides (alf^a cipermeU^ina, cipermetrina, deltan^etrina, flucitrinato, lambda-cihalotrin (también tiene efecto acaricida), permetrina, ta^^ fluvalinat^^, etc.). Como los tratamientos pueden coincidi ^- con épocas de cosecha, es muy importante tener en cuenta los plazos de seguridad de los petticidas utilizados. Las características de aquellos que puedcn ser utilizados con plazos máximos de se^uridad de siete días se resumen en el c^ ^ adro 2. 6

Cuadro 2. Características de los insecticidas para el tratamiento del barrenador o taladro con plazos máximos de seguridad de siete días (Esparza, 1996) Peligrosidad sobre fauna útil

Plazo de segur. (días)

Toxicol og í a

Alfacipermetrín (10)

2

Xn AC

a

a

a

Bifentrín (10)

3

Xn AC

m-a

a

m

Cipermetrín (10)

4

Xn AC

m-a

a

a

Deltametrín (2,5)

3

Xn AB

m-a

a

m-a

Esfenvalerato (2,5)

3

Xn BC

a

a

a

Flucitrinato (10)

3

Xn AC

a

a

b-a

Fosalone (30)

7

Xn BC

m

m

b-m

Lambda cihalotrín (2,5)

3

Xn AB

m-a

a

m-a

Metilclorpirifós (50)

5

Xn BC

a-m

a

m

Permetrín (25)

7

Xn AC

m-a

a

a

Taufluvalinato (24)

7

Xn AC

b-a

a

b-m

M a t er i a ac ti va ( % )

a=alta,

m=media,

Pseudovipio, Allothrobium

Orius

Chrysopa, Sírfidos

b=baja.

Como medio de control mecánico cabe señ^ilar la posibilidad de seleccionar las zuecas, evitando utilizar aquellas que estén infcctadas por el noctuido. En cualquier caso, es recomendable la desinfecrión de las zuecas antes de la plantación. Para ell

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