POR LA PROHIBICIÓN DE LA DOCENA SUCIA. NO A LOS PLAGUICIDAS MÁS NOCIVOS

Diciembre, 2006 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 5 POR LA PROHIBICIÓN DE LA “DOCENA SUCIA”. NO A LOS PLAGUICIDAS MÁS NOCIVOS Consejo Consultivo Laboral Andi

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Diciembre, 2006

DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 5

POR LA PROHIBICIÓN DE LA “DOCENA SUCIA”. NO A LOS PLAGUICIDAS MÁS NOCIVOS

Consejo Consultivo Laboral Andino (CCLA) ILA INSTITUTO LABORAL ANDINO

Instituto laboral Andino (ILA)

CONSEJO CONSULTIVO LABORAL ANDINO (CCLA) Presidente César Lugo Rodas Instituto Laboral Andino (ILA) Director General Carlos Ortiz Cornejo Departamento de Salud Laboral y Medio Ambiente - ILA Coordinadora Estela Ospina Salinas COMITÉ SINDICAL ANDINO DE SALUD LABORAL Y MEDIO AMBIENTE DEL CCLA BOLIVIA Central Obrera Boliviana (COB) José García Herbas Fredy Ramos María Cristina Flores Ramón Escobar COLOMBIA Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) Iván Toro / Guillermo Obando Valencia Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Fernando Morales Confederación General de Trabajadores (CGT) Nelson Palomino ECUADOR Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (CEOSL) César López Confederación de Trabajadores de Ecuador (CTE) Eduardo Alcívar Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (CEDOCUT) Washington Tufiño / Fernando Becerra PERÚ Confederación de Trabajadores del Perú (CTP) Hualter Saavedra / Flor Gutti Central Unitaria de Trabajadores del Perú (CUT Perú) Guillermo Onofre Valle / Lucas Achulla

© Instituto Laboral Andino (ILA) Primera edición 1,000 ejemplares.

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú

Documento elaborado por el Instituto Laboral Andino (ILA) con el aporte de las centrales sindicales que conforman el Consejo Consultivo Laboral Andino (CCLA), como actividad y fruto del proyecto “Fortalecimiento sindical desde la salud laboral y medio ambiente, en el marco de la integración de la Región Andina”. Con el aporte técnico del Mag. Ing. Walter Chamochumbi. Dirección: Av. Paseo de la República, No. 3832, Oficina 502, San Isidro, Lima 27-Perú. Con la financiación de: Fundación Paz y Solidaridad “Serafín Aliaga”, de Comisiones Obreras; Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), del Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Producción gráfica: Dezain Grafic EIRL. Corrección de estilo: Francesco Pini R. Diseño gráfico: Infomatic Primera edición, diciembre 2006

Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) Joaquín Gutierrez Central Autónoma de Trabajadores del Perú (CATP) Nestor Loayza VENEZUELA Confederación de Sindicatos Autónomos de Venezuela (CODESA) Miriam Rodríguez Confederación General de Trabajadores de Venezuela (CGT) José Lasso / Miguel Angel Muñoz Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) Tito Blanco Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela (CUTV) Ramón García Polanco / Carlos Urquía Unión Nacional de Trabajadores (UNT) José Mora / Juan Miguel Alvarez Responsable: Walter Chamochumbi Ch. Mag. Ing. A.

ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN 2. BREVE CONTEXTO GLOBAL DE LA PROBLEMÁTICA DEL COMERCIO DE PLAGUICIDAS Y SUS IMPLICANCIAS EN LA SUBREGION ANDINA

7 7 10

2.1. Convenios internacionales sobre el comercio y uso de plaguicidas 3. INFORMACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES SINDICALES SOBRE LOS PLAGUICIDAS MÁS TÓXICOS EN LA SUB REGIÓN ANDINA 3.1. 3.2. 3.3. 3.4.

Perfil de las organizaciones sindicales encuestadas Los plaguicidas de la «Docena Sucia» Efectos de los plaguicidas en la salud y el medio ambiente Posibles implicancias de los plaguicidas en las condiciones de salud y seguridad de los trabajadores según su género 3.5. Casos de intoxicaciones por uso de plaguicidas 3.6. Acciones de las organizaciones sindicales sobre los riesgos del uso de plaguicidas en la salud de los trabajadores y el medio ambiente 3.7. Expectativas en el manejo de información sobre los riesgos para la salud de los trabajadores y el medio ambiente derivados del uso de plaguicidas 4. ALCANCES FINALES ANEXOS 1. Aspectos metodológicos 2. Encuesta de sondeo 3. Opinión Nº 29 del Consejo Consultivo Laboral Andino (CCLA)

11 11 12 13 20 21 29 30 31 33 34 35 38

1. INTRODUCCIÓN El Consejo Consultivo Laboral Andino (CCLA) y su órgano técnico, el Instituto Laboral Andino (ILA), a través de la Directiva Nº 014-2006 manifiesta su firme compromiso por la defensa de la salud y la vida de las trabajadoras y los trabajadores de la subregión andina. En ese sentido viene priorizando la atención de algunos problemas principales, uno de ellos referido al uso indiscriminado de plaguicidas altamente tóxicos en los países andinos. En torno a esta problemática es importante cuestionar la libre producción y comercialización de diversos agrotóxicos sintéticos, usados principalmente en las actividades agrícolas e industriales, dados los graves efectos e impactos ambientales y sociales que vienen causando al nivel global, contaminando el aire, el agua, el suelo, las cadenas tróficas y los ecosistemas, y afectando así la salud de agricultores, campesinos, jornaleros agrícolas y consumidores en general. Muchos de estos productos (como es el caso de los plaguicidas más peligrosos comprendidos en la famosa «Docena Sucia») han recibido el veto de importantes organismos internacionales como la Pesticides Action Network (PAN) Internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otros, y en varios países del mundo ya han sido prohibidos o restringidos en su comercialización. Es muy importante entonces conocer cuál es la situación actual de los plaguicidas en los países del área andina (sobre todo en lo relativo a los plaguicidas más peligrosos de la «Docena Sucia»); cuáles son sus implicancias en la salud de los trabajadores en los diferentes sectores productivos, como en el caso del sector agroexportador (en la producción de bananas, espárragos, hortalizas, flores, etc.), así como en la producción para el mercado interno; y, finalmente, en qué medida las diversas organizaciones sindicales integrantes del CCLA manejan información adecuada y oportuna sobre este tema, además de conocer qué acciones específicas han venido desarrollando sobre el particular. Al respecto se sabe que existen algunos avances, como la Opinión Nº 29 del CCLA, «Por la prohibición de la «Docena Sucia»: No a los plaguicidas más nocivos», del 30 de marzo de 2006, en tanto opinión del pleno del CCLA, basada en el Artículo 44° del Acuerdo de Cartagena y en las Decisiones 441ª y 464ª de la Comisión de la Comunidad Andina. Lo cual, resulta un avance importante, pero ahora se requiere un mayor conocimiento de cómo en efecto se viene analizando y enfrentando esta problemática desde la propia experiencia sindical. Es en este marco que el ILA consideró pertinente realizar una primera consulta con las centrales sindicales integrantes del CCLA, a fin de explorar este tema. Por eso, a continuación se presentan los resultados de esta primera indagación de su percepción en torno al estado de la cuestión de los plaguicidas más tóxicos en la subregión andina. En este sentido, es de esperar que el presente documento de trabajo contribuya a brindar algunas luces para delinear posibles acciones futuras en la prevención y reducción de los riesgos asociados a las condiciones ambientales y de salud y seguridad de los trabajadores y trabajadoras.

2. BREVE CONTEXTO GLOBAL DE LA PROBLEMÁTICA DEL COMERCIO DE PLAGUICIDAS Y SUS IMPLICANCIAS EN LA SUBREGION ANDINA Desde el descubrimiento del famoso insecticida DDT, en 1938, por un científico de la empresa suiza Geigy (que luego se convertiría en la multinacional agroquímica Ciba-Geigy) se le consideró a este producto como una alternativa efectiva de control químico del mosquito vector de la malaria; pero, además, se descubrió su aplicación como producto plaguicida para la actividad agropecuaria. Desde entonces, durante la segunda guerra mundial y posteriormente, comenzó el gran desarrollo de la industria agroquímica y el proceso de expansión de las empresas transnacionales en la producción y comercialización de diversos productos agroquímicos en el mundo.1 1

Véase: Gomero, L. y Von Hildebrand, A. (1990). Plaguicidas remedios que matan: consumo de plaguicidas en el Perú y sus consecuencias ambientales. Lima, IDMA, 186 p.

7

Lo que no imaginarían los científicos y los más entusiastas defensores de este gran descubrimiento tecnológico es que, después de algunos años, el uso intensivo y masivo (indiscriminado) de estos productos sintéticos, en especial de los plaguicidas agrícolas, y su promoción y difusión al nivel mundial como parte del -hasta ese entonces- exitoso modelo tecnológico de la «revolución verde» (es decir, de un paquete de tecnologías con alto uso de insumos agroquímicos y derivados del petróleo), determinarían que en los mismos países desarrollados en donde se crearon y aplicaron dichos productos se comenzará a cuestionar su eficacia y rentabilidad de corto plazo. Por eso, a fuerza de evidencias, debido a sus comprobados efectos e impactos negativos en la salud humana y el medio ambiente, se vieron obligados a prohibir o restringir la venta de muchos de esos plaguicidas. Pero, a pesar de los problemas derivados del uso indiscriminado de los plaguicidas, ocurrió que muchos de los productos que fueron prohibidos en sus países de origen (del Norte) fueron entonces trasladados hacia los países pobres del Sur (como es el caso de los países andinos) y promovidos como parte de los programas de extensión y promoción agrícola, como sucedió con los que fueron diseñados y aplicados según el paquete tecnológico de la «revolución verde», asegurando con ello los grandes intereses comerciales de la industria agroquímica en el mundo. Es por eso que, desde 1985, diversos organismos y redes internacionales de defensa de la salud y medio ambiente, como la PAN (Pesticides Action Network), deciden lanzar una campaña mundial para prohibir la producción y comercialización de los plaguicidas más tóxicos (los extremadamente peligrosos), que luego fueron 2 conocidos mundialmente como la famosa «Docena Sucia». Es así que desde el descubrimiento del DDT, hace casi 70 años, la producción y comercialización de plaguicidas sigue representando hoy en día quizá uno de los más grandes éxitos económicos en el mundo para la gran industria agroquímica. A pesar de la creciente preocupación global de las últimas décadas con respecto a los impactos ambientales causados por el uso irracional de tecnologías nocivas, y a pesar de una mayor conciencia y demanda en el mercado mundial por los productos ecológicos o saludables, aun así no se ha limitado en forma significativa la demanda global por el mercado de agroquímicos. Y en ello cumplen su papel, de un lado, los países desarrollados del Norte (como los mayores productores y cada vez menores consumidores -selectivos- de estos productos), cuyas empresas agroquímicas facturan ventas por miles de millones dólares anualmente; y, del otro lado, los países pobres del Sur (como los mayores consumidores cautivos de muchos de los productos tóxicos que ya no se comercializan en los países del Norte). En los países andinos, por ejemplo, -según el cuadro 1- vemos que los gastos por importaciones de plaguicidas aumentaron significativamente entre 1991 y 1998: en Bolivia (en 248%); en Colombia 3 (en 316%); en el Ecuador (en 103%); en el Perú (en 223%); y en Venezuela (en 194%).

2

Véase: En «La famosa Docena Sucia», RAP-AL (http://www.rap-al.org/v2/index.php?seccion=4&f=docena_sucia.php)

3 Datos tomados de Gomero, Luis. Impactos de la globalización en la agricultura de la Comunidad Andina. En: «LEISA-Revista de Agroecologia», Vol. 17, Núm. 2, Octubre 2001, (¿Globalizarse o localizarse?).

8

Cuadro Nº 1 Importaciones de plaguicidas en los países miembros de la Comunidad Andina (millones de US$) 1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

Bolivia

8,5

5,2

10,3

S/I

11,1

17,1

28,4

26,1

Colombia

34,5

29,1

37,2

42,2

50,5

58,5

72,6

88,3

Ecuador

52,9

27,6

42,7

44,6

55,9

79,9

75,1

107,4

Perú

12,9

S/I

23,9

36,2

30,6

40,6

40,6

41,7

Venezuela

11,6

16,8

16,6

17,2

36,3

33,2

33,2

34,2

Países

Fuente: CEPAL, abril de 2001. Elaboración: RAPAL/RAAA.

Hacia finales del 2000 se estimó una tasa de crecimiento anual en la demanda mundial por ingredientes activos de plaguicidas en un orden del 4%, y que la mayor demanda de agroquímicos (70%) se concentró principalmente en productos herbicidas e insecticidas,4 es decir, muy lejos de la demanda por los bioplaguicidas, a pesar de ser alternativas menos peligrosas y más seguras que los plaguicidas existentes en el mercado. Para el mismo período se estimó que la mayor tasa de crecimiento en el consumo de plaguicidas estaría en primer lugar en América Latina, con cerca del 5.5%, seguida de África y Medio Oriente, con el 5%, y de Europa Occidental, con el 4.5%. Estas cifras evidencian sin duda la tendencia mundial y, en particular, la tendencia de los países andinos hacia la expansión de los sistemas monocultivistas de producción agropecuaria y hacia una mayor dependencia tecnológica por estos insumos agroquímicos. En tal sentido, vemos que, a la par del proceso de expansión de la economía global a partir de la década de 1980, y a la par de la apertura de sus mercados y de la flexibilización de sus políticas de regulación del comercio de bienes y servicios, además de las medidas promovidas como subsidios específicos a los insumos agrícolas importados (en el marco de las políticas orientadas hacia su modernización agraria y su mayor competitividad), todas estas medidas han facilitado el incremento del comercio de agroquímicos en la subregión andina. Actualmente, en los países andinos se observan muchos de los perjuicios ambientales causados en sus ecosistemas así como en su economía y su salud por el comercio indiscriminado de sustancias peligrosas usadas en actividades agrícolas e industriales. Y, en general, se puede decir que entre la población en riesgo, sean trabajadores agrícolas o forestales, sean comunidades indígenas o locales del entorno de los predios agroindustriales o forestales, sean simples consumidores (a través del uso de plaguicidas domésticos y de los residuos en los alimentos), todos, en mayor o menos grado, están expuestos a diversas cantidades de plaguicidas durante toda su vida, en muchos casos sin saberlo ni conocer de inmediato sus impactos en el ambiente y la salud, porque muchos de estos productos tienen una acción retardada. Además, en el caso de los países del área andina, influyen otros factores como agravantes de mayores riesgos en su salud. Entre ellos, los genéticos, la malnutrición, el analfabetismo, algunos malos hábitos como el alcoholismo, las enfermedades infecciosas, el trabajo infantil en faenas 4

Datos en Informe del Grupo Freedonia, citado en: Chamochumbi, Walter. Mercado mundial de agroquímicos: ¿un futuro promisorio?. En Diario «La República», Lima,

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agrícolas, los trabajos temporales colectivos y las fumigaciones aéreas, así como también los problemas de dependencia tecnológica y de erosión de conocimientos tecnológicos originarios, entre otras distorsiones que hasta hoy subsisten y vienen generando diversos problemas de afectación ambiental y de mayor riesgo en la salud de millones de agricultores, trabajadores agrícolas y forestales, comunidades indígenas, así como de la población consumidora en general.

2.1. Convenios internacionales sobre el comercio y uso de plaguicidas De las sustancias peligrosas que se vienen comercializando actualmente en el mundo, se sabe que muchas de ellas tienen efectos aún desconocidos para la salud y el medio ambiente. Por eso existen convenciones, convenios o acuerdos internacionales orientados en lo fundamental a prevenir los riesgos del comercio, uso, manejo y disposición final de los desechos tóxicos y productos químicos, usados en la agricultura y la industria. Es así que, entre los primeros convenios internacionales, la Red de Acción en Plaguicidas y sus 5 Alternativas para América Latina (RAP-AL), destaca el «Convenio de Basilea», orientado a resolver los problemas generados por la presencia de residuos tóxicos, estableciéndose la reducción a un mínimo de los movimientos transfronterizos de las sustancias tóxicas. Así también destaca «El Protocolo de Montreal», como una de las convenciones más importantes para proteger la capa de ozono, estableciéndose calendarios para eliminar a las sustancias químicas que la destruyen, como los CFC y el Bromuro de Metilo. De igual forma se señala el «Código de Conducta establecido por la FAO» para el uso y manejo de los plaguicidas y sustancias afines, con recomendaciones para el manejo de estos productos y los que eventualmente podrían ser adoptados por los gobiernos en sus normas nacionales; esto último, supeditado al interés y voluntad política de los gobiernos en cada país. Otra convención internacional importante es el «Acuerdo de Rotterdam», suscrito por más de 150 países, cuyo propósito es supervisar y controlar el comercio de las sustancias peligrosas de origen agrícola e industrial. Esta Convención también es conocida como el «Principio de Información y Previo Consentimiento (PIC)» e identifica a los plaguicidas más peligrosos y las sustancias químicas usadas en la industria, con miras a regular su comercio global. De otro lado, también se menciona al «Convenio de Estocolmo», en tanto resultado de un largo proceso de negociación intergubernamental para lograr un acuerdo internacional y eliminar doce Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), los que incluyen compuestos químicos industriales como PCBs, plaguicidas extremadamente peligrosos como el DDT, Aldrín y residuos industriales no deseados como las dioxinas. En la actualidad, a pesar de los numerosos esfuerzos de coordinación que existen a nivel internacional, apoyados por diversos organismos de las Naciones Unidas como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) o por la PAN Internacional, entre otros; a pesar de los avances en la suscripción y aplicación de importantes convenios internacionales y de mecanismos normativos de regulación y control del ingreso y la comercialización de los plaguicidas altamente tóxicos (incluyendo la eliminación de las sustancias extremadamente peligrosas), y a pesar de los múltiples esfuerzos desarrollados, muchas de estas sustancias extremadamente y altamente peligrosas aún se siguen produciendo y comercializando libremente con fines agrícolas e industriales tanto al nivel mundial como en el contexto particular de los países andinos. En tal sentido, la aplicación de los convenios y las normativas internacionales para regular el comercio y uso de las sustancias peligrosas es todavía limitada en la subregión andina (a pesar de

5

Ibíd

10

que algunos países puedan haber suscrito más de uno de dichos convenios), incluso teniendo en cuenta los avances que existen a nivel de la CAN, con respecto a la Decisión 436, («Norma Andina para el Registro y Control de Plaguicidas Químicos de Uso Agrícola»), del 18 de junio de 1998, cuyo proceso se dice que tomó 7 años; también con respecto a la Resolución 630, («Manual Técnico Andino para el Registro y Control de Plaguicidas Químicos de uso Agrícola»), del 26 de junio de 2002, cuyo proceso tomó 4 años,6 así como, recientemente, con respecto a la Opinión Nº 29 del CCLA de la CAN, del 30 de marzo de 2006, a favor de la prohibición de los plaguicidas de la «Docena Sucia». Esto se debe al hecho de que, no obstante los acuerdos intergubernamentales y la normativa internacional referente al avance en la regulación del comercio y uso de plaguicidas, entre ellos de los extremadamente peligrosos, aún existe una serie de factores que vienen dificultando su implementación efectiva en el contexto subregional andino. Y es que pueden haber distintas explicaciones a ello: por ejemplo, las referidas a determinados intereses económicos de las compañías agroquímicas, la falta de información oportuna y adecuada en los distintos niveles de decisión gubernamental, el desconocimiento de los convenios y acuerdos internacionales en los diferentes sectores involucrados (los empresarios, las organizaciones sindicales o la ciudadanía), e incluso la falta de voluntad política de las instancias gubernamentales para adoptar y aplicar las normas establecidas, entre otros factores a considerar.

3. INFORMACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES SINDICALES SOBRE LOS PLAGUICIDAS MÁS TÓXICOS EN LA SUB REGIÓN ANDINA 3.1. Perfil de las organizaciones sindicales encuestadas. Para el presente estudio exploratorio se consideró pertinente la aplicación de una encuesta a las organizaciones sindicales integrantes del Consejo Consultivo Laboral Andino (CCLA): en Bolivia (COB), en Colombia (CTC, CUT y CGT), en el Ecuador (CEOSL, CTE y CEDOCUT), en el Perú (CGTP, CUT, CTP y CATP) y en Venezuela (CTV, CUTV, CGT, CODESA y UNT). Así, según el resultado de las encuestas, -en el cuadro 2- vemos que el 92.30% de las organizaciones sindicales manifestó tener afiliados relacionados con el sector agrícola o forestal, además de otros sectores productivos.

Cuadro Nº 2 ¿En su organización tienen afiliados relacionados con el sector agrícola o forestal? Nº de Respuesta Organizaciones encuestadas

6

Porcentaje (%)



12

92,30

No

1

7,70

No responde

--

--

Total

13

100,0

En: «Plaguicidas: Decisión 436 y Resolución 630», exposición de Juan Palomino Vega, Consultor Fitosanitario

11

Del cuadro 2 se desprende el supuesto razonable de que la mayoría de las organizaciones sindicales encuestadas presenta bases o filiales que en alguna medida deben estar relacionadas con la problemática de los plaguicidas en la subregión andina. En este sentido, se puede considerar como preliminar el levantamiento de información sobre el tema.

3.2. Los plaguicidas de la «Docena Sucia» Si bien decíamos que los plaguicidas se comercializaron en forma masiva y con singular éxito para la industria agroquímica a partir de la segunda guerra mundial, fue a raíz de su uso indiscriminado a nivel mundial que luego se pudo evidenciar sus altos riesgos y efectos nocivos en la salud de la población (dada la cantidad de muertes por intoxicaciones que se venían registrando, además de otras patologías asociadas a su uso), así como su alta persistencia ambiental. Fue así que, entre los miles de plaguicidas que se venían usando en la actividad agrícola, destacaron en forma negativa los más tóxicos, los de extrema peligrosidad, que a partir de 1985 motivaron el inicio de una campaña mundial impulsada por la PAN Internacional contra esos plaguicidas extremadamente peligrosos, que luego serían conocidos a nivel internacional como la famosa «Docena Sucia»: 1) DDT; 2) Lindano; 3) Los Drines; 4) Clordano Heptacloro; 5) Paration; 6) Paraquat; 7) 2,4, 5-T; 8) Pentaclorofenol; 9) DBCP; 10) EDB; 11) Canfecloro; y 12) Clordimeformo. Respecto de estos plaguicidas, es frecuente que su identidad real se oculte bajo otras denominaciones o nombres comerciales, dificultando su identificación. Así pues, desde el inicio de esta campaña han transcurrido más de veinte años a la fecha y se han sumado a ella importantes organismos como Naciones Unidas, especialmente a través de la Organización Mundial de la Salud, los Estados, ONGs, redes ambientalistas y organizaciones de la sociedad civil, quienes coincidieron en los fines de esta campaña contra la «Docena Sucia», los mismos que RAP-AL sintetiza en cuatro fines principales: 1) Considerar la salud humana y la calidad del medio ambiente como factores más importantes que el uso y la comercialización de los plaguicidas; 2) Acabar con el uso de los plaguicidas de la «Docena Sucia» en los países en donde no existan condiciones apropiadas que protejan al ser humano; 3) Difundir llegar toda la información técnica necesaria sobre la salud y la seguridad de las personas; y 4) Apoyar la investigación y el uso de otros métodos de control de plagas que reduzcan al mínimo o eliminen el uso de los plaguicidas.7 Gracias al enorme respaldo mundial a esta campaña, a pesar de los fuertes intereses económicos que por su lado ha defendido la industria agroquímica para desvirtuarla, a la fecha se sabe que más de 90 países en el mundo ya han prohibido o restringido más de 700 plaguicidas de la «Docena Sucia». Si bien se refiere que el número de prohibiciones nacionales de estos agroquímicos ha crecido de 53 en 1993 a más de 689 en el quinquenio del 2000-2005, y que más de 72 países ya han prohibido o tomado acciones legales contra el DDT, mientras que más de 80 países ya han prohibido, cancelado el registro o restringido severamente el uso de otros plaguicidas de la «Docena Sucia»;8 que en América Latina existen algunos países como Ecuador, Colombia y Costa Rica, donde ya se prohíbe la importación y uso de estos plaguicidas, a pesar de estos importantes avances, según los reportes de redes ambientalistas como la RAAA y RAP-AL, se calcula que anualmente hacia finales del 2000, cerca de 3 millones de personas son intoxicadas en el mundo por el uso de plaguicidas, y que de ellas mueren más de 220,000: es decir 25 personas cada hora.

7

Véase: «La famosa Docena Sucia», RAP-AL (http://www.rap-al.org/v2/index.php?seccion=4&f=docena_sucia.php)

8 En Boletín RAAA Nº 19, citado en artículo «Mercado Mundial de Agroquímicos: ¿un futuro promisorio?», de Walter Chamochumbi, publicado en Diario La República.

12

Esto significa que, si bien los avances señalados sobre el tema de las regulaciones de los plaguicidas son importantes, resultan sin embargo insuficientes, dadas las múltiples implicancias globales que sin duda tiene el comercio de estos productos. Por lo tanto, todavía existe mucho trabajo por hacer, sobre todo en cuanto a la aplicación efectiva de la normativa internacional y a su extensión en el ámbito de los países de la subregión andina, y también en cuanto a una mayor sensibilización e información adecuada en los diversos sectores involucrados en esta problemática. En los países andinos, dada su compleja (y a veces contradictoria) legislación sobre el tema y los relativos mecanismos de regulación ambiental y sanitaria de que a veces disponen, es fácil que muchos plaguicidas peligrosos (sobre todo los de la «Docena Sucia») sigan siendo usados en la producción de diversos cultivos: es el caso de los de exportación (bananos, frutales, hortalizas, flores, etc.), así como de los destinados al mercado interno. En este sentido, es importante analizar la situación de los diferentes sectores afectados por esta problemática, en particular los trabajadores agrícolas, quienes padecen los mayores riesgos en sus condiciones de salud y seguridad en el trabajo y medio ambiente, porque en muchos casos sus organizaciones gremiales disponen de escasa o incluso nula información al respecto. Este sucede con la información sobre los plaguicidas de la «Docena Sucia», ya que según la encuesta aplicada a las organizaciones sindicales (véase el cuadro 3), el 58% refiere conocerlos en cierta medida, -incluso citando algunos nombres comerciales, aunque no llegan ni siquiera a la mitad de los 12 plaguicidas extremadamente peligrosos (que aquí aparecen subrayados, junto a otros plaguicidas)-, mientras que el 38.46% señala no conocerlos.

Cuadro Nº 3 ¿Conoce usted cuáles son los plaguicidas de la “Docena Sucia”? Respuesta

Nº de Organizaciones encuestadas

Porcentaje (%)



7

58,33

No

5

38,46

No responde

1

3,21

Total

13

100,00

Relación de Productos Toxáfeno, Clordano, Heptacloro, DDT, Endrín, Aldrín, Dieldrín, Paration Ditane, Titan, Varone, Bim, Furadan, Maylo, Rayo, Cata, Covel 75 DG, Atrazim, Rinder, Saturno 90, Mirex, Furano, Dioxinas, Bifenilos Mexaclorobenceno, Policlorados.

3.3. Efectos de los plaguicidas en la salud y el medio ambiente 9

Según las distintas fuentes revisadas , de forma general se define a los plaguicidas como sustancias venenosas utilizadas para eliminar las plagas y enfermedades que atacan a las plantas, a

9 Véase: «La famosa Docena Sucia», RAP-AL (http://www.rap-al.org/v2/index.php?seccion=4&f=docena_sucia.php) y Boletín «Enlace», Nro. 58, octubre de 2002.

13

los animales y al hombre. Así, para el control de las plagas existen en el mercado, diferentes tipos de plaguicidas, entre ellos los siguientes: -

Insecticidas: para eliminar insectos. Acaricidas: para eliminar ácaros. Nematicidas: para eliminar nemátodos. Rodenticidas: para eliminar ratas. Fungicidas: para eliminar hongos. Bactericidas: para eliminar bacterias. Herbicidas: para eliminar malezas.

De otro lado, los plaguicidas se clasifican según su capacidad de producir daño a los organismos vivos. Es decir, según el grado de su toxicidad, que depende por un lado de la cantidad de sustancia administrada o absorbida por el organismo vivo y, por el otro, del tiempo de exposición a la misma. Según el grado de toxicidad, los plaguicidas pueden producir en los organismos intoxicaciones de tipo leve, moderado o grave; según el tiempo de intoxicación, pueden producir «toxicidad aguda», cuando éstos actúan en tiempos relativamente cortos en los organismos vivos causándoles incluso la muerte; o pueden producir «toxicidad crónica», cuando actúan en tiempo prologando, afectando el crecimiento y la sobrevivencia de los organismos vía alteración de factores reproductivos u otras alteraciones fisiológicas. Los plaguicidas también pueden afectar indirectamente a los organismos vivos por alterar otros organismos (microorganismos) que les sirven como alimento (en la cadena alimenticia) o por afectar la calidad del hábitat. Por último, es importante resaltar que el riesgo de efectos negativos para los organismos vivos no sólo dependerá de la toxicidad en sí del plaguicida, sino también de tiempo y la extensión de la exposición a ella. Según se sabe, los efectos que producen los plaguicidas sobre la salud humana y el medio ambiente son múltiples. Existen al respecto numerosas investigaciones científicas y estudios de diverso tipo realizados desde años atrás que efectivamente confirman la aseveración sobre la seriedad de los diversos riesgos que conlleva su uso. Sin embargo, a pesar de ello, dada la enorme cantidad de sustancias químicas para fines agrícolas e industriales que cada año aparecen en el mercado mundial, en muchos casos aparecen también diversas sustancias peligrosas cuyos efectos se desconocen, pero que aun así circulan en el medio comercial. Teniendo en cuenta lo anterior, a continuación presentamos un esquema general de los principales efectos de los plaguicidas en la salud humana y el medio ambiente (Véase Esquema 1).

14

Esquema 1.- Efectos de los Plaguicidas en la Salud Humana y el Medio Ambiente En la Salud Humana

En el medio Ambiente

1. M e c a n i s m o d e a c c i ó n d e l o s plaguicidas inhibidores de la colinesterasa. 2. M e c a n i s m o d e a c c i ó n d e l o s plaguicidas organoclorados. 3. Manifestaciones Clínicas:

1. Comportamiento ambiental y datos ecotoxicológicos a) Destino ambiental b) Transporte y movilidad en el suelo c) Bioacumulación d) Toxicidad

a) Producidas por organoclorados. b) Producidas por organofosforados. c) Por carbamatos. d) Por piretroides. 4. Efectos sobre el sistema inmutario. 5. Efectos sobre las hormonas. 6. Indicadores biológicos de exposición a plaguicidas. Fuente: En «La famosa Docena Sucia», RAP-AL (2003) (//www.rap-al.org/v2/index.php?seccion=4&f=docena_sucia.php)

RAP-AL señala que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una clasificación de los plaguicidas por su peligrosidad; es decir, por su capacidad de producir daño agudo a la salud a través de una o múltiples exposiciones en un tiempo relativamente corto. Esta clasificación se basa en la dosis letal media (DL50) aguda, por vía oral o dérmica de las ratas.10 Sin embargo, un producto con una baja dosis letal media (DL50) puede causar efectos crónicos por exposición prolongada a él. Según ello, la OMS propone: -

Clase Ia : Extremadamente peligroso. Clase Ib : Altamente peligroso. Clase II : Moderadamente peligroso. Clase III: Ligeramente peligroso.

Además de estas categorías, existen otros tres grupos de plaguicidas: - Grupo V: incluye los productos que no implican un riesgo agudo cuando se usan normalmente. - Grupo VI: incluye aquellos productos a los que no se les asigna ninguna categoría por considerarlos obsoletos. - Grupo VII: incluye a los fumigantes gaseosos o volátiles. Dependiendo de la categoría, por clase o grupo de plaguicida, la referencia de la dosis letal media (DL50) oral o dérmica varía en cada caso. Por otro lado, según la categoría propuesta por la OMS, los plaguicidas de la «Docena Sucia» están considerados como Clase Ia: «extremadamente peligrosos». Al respecto, presentamos una síntesis de la información recopilada por RAP-AL, acerca de los principales efectos en el medio ambiente y la salud humana de los plaguicidas de la «Docena Sucia» (Véase Esquema 2):

10 La Dosis o Concentración Letal 50 (DL50), o Dosis Letal Media, es la cantidad de miligramos de ingrediente activo por kilogramo de peso, requerido para matar al 50% de los animales de laboratorio expuestos. La DL50, en el caso de los plaguicidas, debe determinarse para las diferentes rutas de exposición (oral, dérmica y respiratoria) y en diferentes especies de animales (RAP-AL, 2003).

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Esquema 2.- Efectos de los Plaguicidas de la «Docena Sucia» Plaguicida

1.- DDT Clase química: Organoclorado. Nombre común: Diclorodifenil tricloroetano (DDT).

2. – LINDANO Clase química: Organoclorado. Nombre común: Gamexane (Gamesán).

Principales Efectos En el medio Ambiente

En el salud humana

No se descompone y se encuentra presente en casi todos los seres vivientes. Es contaminante de fuentes de agua subterránea. Presenta grave peligro para las aves y algunas otras especies.

A.-Envenenamiento agudo: casi no se ha encontrado envenenamientos fatales con DDT, pero cuando se acumula en dosis altas dentro del cuerpo puede producir parálisis de la lengua (Kú ata), parálisis de los labios y cadera, opresión, irritabilidad, mareo, temblores y convulsiones. B.-Envenenamiento Crónico: el DDT se acumula en la grasa del organismo humano y en cantidades elevadas y peligrosas en la leche materna. Produce lesiones en el cerebro y el sistema nervioso.

El HCH y el Lindano persisten en el ambiente durante largo tiempo y se acumula en la cadena alimenticia. Han sido encontrados en aguas subterráneas. El Lindano es extremadamente tóxico para los peces.

El Lindano esta siendo revisado por causar defectos en los recién nacidos y producir cáncer en el hombre . A.-Envenenamiento Agudo: afecta los nervios y produce convulsiones y alteraciones. El envenenamiento más severo puede presentar espasmos musculares, convulsiones y dificultades respiratorias. B.-Envenenamiento Crónico: afecta al hígado y los riñones. El Lindano está siendo revisado por causar defectos en los bebes y producir cáncer.

Alta persistencia ambiental: se los ha encontrado en aguas de lluvia, subterráneas y de la superficie.

A.-Envenenamiento Agudo: los síntomas leves o moderados pueden incluir mareos, nauseas, dolor de estómago, vómito, debilidad, irritabilidad excesiva.

El Aldrin y el Dieldrin son altamente móviles y, una vez que se encuentran en el ambiente, su expansión es incontrolable.

B.-Envenenamiento Crónico: sus efectos se asocian con los malestares propios del nacimiento de un bebe. Se han asociado algunos daños al cerebro y al sistema nervioso en los seres vivos con la exposición al Aldrin.

4. – CLORDANO, Son tóxicos para los insectos H E P TA C L O R O benéficos, para los peces, las

A.-Envenenamiento Agudo, puede producir mareo, debilidad, nauseas, dolor de estómago, irritabilidad excesiva. Si es envenenamiento severo, puede producir espasmos musculares, convulsiones y dificultades respiratorias.

3.- LOS DRINES Clase química: Organoclorado. Nombre común: Aldrin, Dieldrín, Endrín.

aves y la fauna en general. C l a s e q u í m i c a : Persiste en el ambiente y se O r g a n o c l o r a d o . acumula en la cadena Nombre común: alimenticia. C l o r d a n o / Heptacloro.

B.-Envenenamiento Crónico: se considera que el uso de estos plaguicidas se asocia con el cáncer y la leucemia en los seres humanos.

16

Plaguicida

5.- PARATION Clase química: Organofosforado. Nombre común: Paratión, Metil Paratión.

Principales Efectos En el medio Ambiente

En el salud humana

Es altamente tóxico para las aves, las abejas y otras especies.

A.-Envenenamiento Agudo: las señales de envenenamiento con insecticidas organofosforados suelen aparecer rápidamente. Los efectos sobre el sistema nervioso central varían desde dificultades al hablar, pérdidas de los reflejos normales y convulsiones, hasta llegar al estado de coma. La inhalación puede causar una opresión en el pecho o un aumento de las secreciones nasales y bronquiales. B.-Envenenamiento Crónico: se sabe que el Paratión origina cambios en el embrión, causando abortos espontáneos.

6.- PARAQUAT Clase química: Herbicida. Grupo: Dipiridilos. Nombre común: P a r a q u a t , Gramoxone.

7.- 2, 4, 5 – T Clase química: Herbicida, Grupo Clorofenoxílico. Nombre común: Tributon 60 - Tordon Basal- Tordon 225e.

El Paraquat es extremadamente tóxico para las plantas y los animales, especialmente los peces.

A.-Envenenamiento Agudo: la inhalación y el contacto con la piel pueden provocar tos y sangre en la nariz y daños irreversibles en los pulmones. Daños en el hígado o los riñones pueden ocurrir después de 48 a 72 horas de exposición. B.-Envenenamiento Crónico: los daños a largo plazo en los pulmones son irreversibles y pueden ser fatales al ingerir solamente una cucharita de este compuesto.

El 2, 4,5 - T mata o daña gravemente a la vegetación y es tóxico para los animales, especialmente para los peces. Estudios indican que el 2,4,5 - T produce cáncer en los animales.

A.-Envenenamiento Agudo: Los síntomas más agudos comprenden quemaduras en la garganta, en la nariz y en las vías respiratorias. Puede producir tos, debilidad muscular, ojos rojos y llorosos y erupciones en la piel. B.-Envenenamiento Crónico: los trabajadores de la producción de 2, 4, 5 - T sufrieron desórdenes en el hígado, enfermedades de la piel, cambios neurológicos y de comportamiento. A.-Envenenamiento Agudo: el contacto excesivo produce debilidad, pérdida del apetito, dificultad para respirar, sudor excesivo, fiebre alta y rápido estado de coma.

El Pentaclorofenol es tóxico para las especies que no son el objeto de la aplicación, especialmente para peces y animales acuáticos. Además, se acumula en la cadena alimenticia.

B.-Envenenamiento Crónico: la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos ha determinado que el Pentaclorofenol puede producir cáncer. Se ha encontrado que también causa defectos en el embrión en animales de laboratorio y puede causar defectos al nacer o abortos espontáneos en los humanos.

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Plaguicida

9.- DIBROMOCLORO PROPANO (DBCP)

Clase química: Alocarburo. Nombre común: Nemafume, Nemagón, Fumazone.

10.- DIBROMURO DE ETILENO (EDB) Clase química: Halocarbono. Nombre común : Bromofume, Dibrome, Granosan.

11.- CANFECLORO Clase Quimica: Organoclorado Nombre Común: Confecloro, Toxafeno

Principales Efectos En el medio Ambiente

En el salud humana

El DBCP se considera como un veneno que persiste y que penetra rápidamente a las fuentes subterráneas de agua.

A.-Envenenamiento Agudo: el envenenamiento con DBCP puede producir mareo, nausea, debilidad, dolor de estómago y vómito. El contacto con la piel y los ojos causa irritabilidad. B.-Envenenamiento Crónico: la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer ha determinado, por motivos prácticos, que el DBCP debe ser considerado como un riesgo de cáncer para los humanos. También se le ha considerado como causa de esterilidad en los hombres. El DBE penetra la piel de los humanos y la mayoría de la ropa protectora, la goma y el plástico.

El DBE es un veneno de larga duración que se ha encontrado en fuentes subterráneas de agua en muchos sitios. Produce cambios en los genes de muchas plantas y animales y afecta la fertilidad de los mamíferos.

A.- Envenenamiento Agudo: el DBE es un fuerte irritante para los ojos y la piel. Puede producir daños al hígado, a los riñones, a los pulmones y al sistema nervioso. B.-Envenenamiento Crónico: el DBE ha causado cáncer en los animales de laboratorio. Entre los plaguicidas examinados en los Estados Unidos es la sustancia más potente que produce cáncer. Puede producir daños a los pulmones, al hígado y a los riñones. A.-Envenenamiento Agudo: El Toxafeno actúa como estimulante para el cerebro y la columna vertebral, causando convulsiones en todo el cuerpo.

El Toxafeno es peligroso para las especies que no son objetos de su a p l i c a c i ó n , especialmente para peces y animales acuáticos.

B.-Envenenamiento Crónico: Según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, el Toxafeno produce cáncer en los humanos. A.-Envenenamiento Agudo: el Clordimeformo produce dolores de estómago y de espalda, sensaciones de calor por todo el cuerpo, sueño, irritación de la piel, falta de apetito y sabor dulce de la boca, sangre en la orina o total suspensión urinaria.

12.CLORDIMEFORMO Tóxico para los peces y los animales en general. (CDF) Clase química: Formamidinas. Nombre común: Galecron, Fundal, Acaron.

B.-Envenenamiento Crónico: produce cáncer en los animales de laboratorio. Puede ocasionar daños en la vejiga de los humanos.

Fuente: Elaborado sobre la base de «La famosa Docena Sucia», 2003, RAP-AL (http://www.rap-al.org/v2/index.php?seccion=4&f=docena_sucia.php)

18

Con respecto a los principales efectos producidos por los plaguicidas de la «Docena Sucia», a continuación (véase el Cuadro 4) presentamos el resultado de la encuesta a las organizaciones sindicales para conocer cuánto conocen o han oído hablar de los riesgos y efectos del uso de los plaguicidas en la salud humana y el medio ambiente, y cuál es su percepción de todo ello.

Cuadro Nº 4 ¿Conoce usted cuáles son los principales efectos que producen los plaguicidas en la salud y el medio ambiente? Respuesta

Nº de Organizaciones Encuestadores

Porcentaje (%)



9

69,23

Descripción de Efectos

Efectos en la Salud: Intoxicación, anemia, quemadura de la piel, muerte. n Puede producir cáncer, tumores, llagas y finalmente la muerte. n En los humanos puede producir c á n c e r, t u m o r e s , p r o b l e m a s reproductivos y desórdenes ligados al sexo. n

Efectos en el Medio Ambiente: Contaminación de los suelos y las aguas; disminución de los órganos de las plantas; disminución de la productividad, tanto animal como vegetal. n Daños por envenenamiento y destrucción de la flora, la fauna y la biodiversidad. n Contaminación de las aguas de los ríos y quebradas. n Destrucción de los bosques por los desechos tóxicos y daño al medio ambiente cercano a las comunidades. n

No

4

30,77

No responde

--

--

Total

13

100,00

Según el cuadro 4, puede apreciarse en forma general que el 69,23% de las organizaciones sindicales encuestadas son concientes de los principales efectos de los plaguicidas sobre la salud y el medio ambiente. Y que el 30.77% manifestó no conocer qué efectos tienen.

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3.4. Posibles implicancias de los plaguicidas en las condiciones de salud y seguridad de los trabajadores, según su género Estudios en profundidad sobre las implicancias de los plaguicidas en los trabajadores y trabajadoras agrícolas de la subregión andina según género, se sabe que son muy relativas, dada la carencia de información sistemática sobre el tema. Respecto de este hecho pueden darse distintas razones para explicarlo, comenzando por los atavismos culturales machistas, cuyas manifestaciones, como se sabe, son múltiples y existen tanto del lado empresarial como del lado de los mismos sectores laborales, en medio de un vacío legal imperante, que al final ha incidido en los diferentes tipos de resistencia (conciente e inconsciente) que han dificultado por mucho tiempo las formas de participación de las mujeres en los diferentes sectores del trabajo, en el ámbito urbano y en el rural; y su visibilidad activa. Sin embargo, numerosos estudios vienen confirmando la tendencia mundial para la cual en las últimas décadas hay un proceso de ascenso gradual en la participación de la mujer en las distintas esferas de la sociedad, particularmente en el ámbito laboral. No obstante lo positivo de este proceso, ya inmerso en el contexto de la economía global, también hay otras implicancias importantes que sin duda es necesario considerar, y que la investigadora Gloria Bonder denomina como «el costo de las

Esquema 3.- implicancias Negativas de la Feminización del Trabajo Salarios femeninos más bajos que los masculinos en el mismo sector de actividad y/o nivel de educación alcanzado. Menor calificación laboral de los trabajos femeninos. n Precarización e inestabilidad de las condiciones de empleo. n Contratos laborales que rozan la ilegalidad. n Ausencia de servicios sociales básicos (licencia por maternidad, guarderías, etc.) o pobre n acceso a ellos. Escasas oportunidades de promoción laboral y de acceso a áreas y niveles gerenciales. n Segregación sexual en ciertas tareas y funciones (división de género intra-fábrica). n Bajos índices de filiación a organizaciones laborales y a sindicatos. n Riesgos laborales y sanitarios altos. n Mayor supervisión patronal sobre el trabajo femenino que sobre el masculino. n Invisibilización o infravaloración de ciertas actividades laborales femeninas (las tareas n desplegadas por las secretarias en las grandes empresas, por ejemplo). n

Fuente: Bonder, Gloria. Seminario sobre Globalización y Género. Buenos Aires, PRIGEPP FLACSO, 2003.

De lo anterior nos es posible deducir, en general, las implicancias negativas que pueden darse en las condiciones de salud y seguridad en el trabajo agrícola de hombres y mujeres con respecto al uso de plaguicidas; pero, en particular no es posible suponer los riesgos asociados al uso de plaguicidas de extrema y alta peligrosidad determinados por la condición de género de los usuarios. Esto, considerando que el proceso de participación de las mujeres trabajadoras también viene implicando mayores riesgos en su salud y seguridad, dado el alto costo que su proceso de inserción laboral viene significando en los últimos años. 20

En los países andinos existen varios ejemplos de las distintas actividades productivas en las que vienen participando las trabajadoras agrícolas, y que se visibilizan principalmente en la agricultura de exportación: es el caso de las empresas florícolas, frutícolas o esparragueras. Allí, incluso, determinadas tareas son asignadas según la condición de género, adquiriendo nuevas connotaciones en las formas de división del trabajo. No obstante, respecto de la manipulación de los plaguicidas más tóxicos, se requiere mayor información, a fin de conocer las reales implicancias en las trabajadoras y en los trabajadores agrícolas del área andina. A continuación presentamos los resultados del Cuadro 5, con respecto a la percepción de las organizaciones sindicales, según el género de sus miembros, sobre las implicancias del uso de plaguicidas.

Cuadro Nº 5 ¿Considera que los plaguicidas afectan por igual la salud de hombres y mujeres? Respuesta

Nº de Organizaciones Encuestadas

Porcentaje (%)



8

61,53

No

--

--

No responde

5

38,47

Total

13

100,00

Explicar Por Qué

Porque no les permite tener una vida sana, más aún si viven en las mismas plantaciones con su familia. La exposición no hace n distinción de sexos. Como seres humanos nos n afecta a todos. n

Según el Cuadro 5, puede observarse que la mayoría de las organizaciones sindicales encuestadas (61,53%) consideró que en general los plaguicidas afectan por igual la salud de hombres y mujeres, mientras que 38,47% no respondió al respecto (quizá por no tener una opinión definida). Esto no nos permite conocer, por ahora, más allá de una percepción genérica, si en efecto reconocen implícitamente algunas especificidades de género, por ejemplo, en el caso de las trabajadoras embarazadas o lactantes, con respecto a una situación de mayor riesgo por exposición a los plaguicidas.

3.5

Casos de intoxicaciones por uso de plaguicidas

Sobre la problemática del uso de plaguicidas y los casos registrados por intoxicaciones crónicas y agudas en el contexto subregional andino, se sabe que, si bien la casuística al respecto es profusa (pues, que en efecto ocurren miles de casos de intoxicaciones crónicas y agudas que anualmente vienen afectando a los diferentes sectores económicos y laborales en cada país), sin embargo, la

21

información que de ella existe es generalmente dispersa, todavía en otros casos es ausente por no ser sistemática; y en gran medida, es limitada por el subregistro aún persistente, lo que al final dificulta conocer las tasas reales de intoxicaciones por plaguicidas. En el caso de Bolivia, por ejemplo, según el catastro de conflictos ambientales por plaguicidas realizado por Tania Santibáñez11, se señala que en Cochabamba y otras regiones de los llanos orientales, a raíz de una serie de denuncias de los trabajadores agrícolas por numerosos casos de muertes e intoxicaciones que venían ocurriendo en esas zonas, se determinó un estudio del impacto en la salud de los trabajadores por el uso de plaguicidas en los cultivos de algodón. Una investigación por muestreo a un total de 237 trabajadores en 11 estancias agrícolas, en 1977, arrojó que 147 trabajadores (62%; 16 de ellos eran menores de edad) presentaban intoxicaciones por plaguicidas en diversos grados y que entre los cosechadores de algodón un 27% presentaba signos de intoxicación. La misma fuente refiere que estudios realizados por el Instituto Nacional de Salud Ocupacional encontró similar situación en los valles de Tarija, detectando que el 43% de los trabajadores presentaba síntomas de intoxicación; que, además, los casos de intoxicaciones agudas son más frecuentes en los llanos tropicales (43%) que en los valles en general (26,8%) y en los valles templados en especial (14%). Asimismo, en una muestra de 39 comunidades estudiadas, se encontró que el 52% de los plaguicidas usados pertenecía a las categorías de extremadamente y altamente peligrosos, y que el 88,7% de la población estudiada manifestaba desconocer los riesgos que estos plaguicidas representaban para su salud y el medio ambiente. Por último, la misma fuente señaló que estudios posteriores relativos a intoxicaciones por organofosforados indicaron que había una incidencia del 66% de intoxicaciones con plaguicidas organofosforados y un incremento de 178 casos en 1992, a 306 casos en 1996, además un 33,3% de intoxicaciones con otras substancias como organoclorados y cumarínicos, entre otros. 12

En Ecuador, Washington Tufiño y Nubia Brito de la CODOCUT analizan el notable crecimiento de la floricultura en los últimos años, y su importante influencia en la economía nacional, particularmente en las zonas rurales de Imbabura, Pichincha y Cotopaxi donde se evidencia una relación directa de la actividad florícola con la comunidad; señalan que esta situación viene implicando cambios en las relaciones sociales familiares y comunales, tanto económicas como laborales, al surgir nuevas oportunidades de trabajo, dada la cantidad de mano de obra que esta actividad emplea, en especial advierten que mano de obra femenina. Sin embargo, advierten que este crecimiento de la floricultura en Ecuador se ha dado en paralelo con el proceso de globalización económica y la apertura del mercado (similar al caso de otros países del área andina, con cultivos destinados a la exportación). Lo cual les viene exigiendo el desarrollo de una agricultura moderna (altamente tecnificada) y competitiva, enmarcada en el modelo tecnológico de la «revolución verde». En tal sentido, los autores citados señalan recientes estudios que indican cómo el desarrollo y expansivo de la actividad florícola en Ecuador se viene dando en simultáneo con el mayor uso de insumos agroquímicos (entre ellos, plaguicidas y otros insumos sintéticos), cuyas implicancias llevan a un escenario de doble impacto: de un lado, visto desde la perspectiva de la modernización agrícola, el desarrollo de esta importante actividad; y, del otro lado, visto desde sus implicancias ambientales y sanitarias, la ocurrencia de numerosos casos de intoxicaciones en los trabajadores y en especial en las trabajadoras florícolas por las deficientes condiciones en las que trabajan.

11

En: «Catastro de conflictos ambientales por plaguicidas: Bolivia-Perú-Chile». Editora María Rozas, OLCA, 1999, p. 12 - 13.

12

Véase: «Las florícolas en el Ecuador», en «Revista Sindical Salud, Trabajo y Medio Ambiente», Año 1, Nº 1 mayo 2005, Lima, ILA, p. 10 - 11.

22

Situación similar ocurre en la zona tropical bananera ecuatoriana con el uso de plaguicidas peligrosos, como el paraquat (que pertenece a la «Docena Sucia»), siendo uno de los mayores problemas que enfrentan los trabajadores en las plantaciones, dadas las condiciones inseguras del trabajo que realizan y dados los numerosos casos de intoxicaciones que vienen presentado, 13 poniendo en mayor riesgo su salud y afectando el ambiente, como señala César López de la CEOSL. En el caso de Colombia, Perú y Venezuela, no obstante sus particularidades ecogeográficas y de contexto político, económico y social, también siguen en general la tendencia de un desarrollo desigual de su agricultura: por un lado, la exportadora, moderna y competitiva, que sigue la orientación del modelo tecnológico global de alto uso de agroquímicos y está enclavada en las zonas agrícolas de mayor potencial económico y comercial, y por el otro, su agricultura tradicional (de subsistencia, a pequeña escala y afincada en las zonas rurales más pobres), en la que también se han aplicado programas de extensión y transferencia tecnológica impulsados por los países desarrollados, sobre la base del modelo tecnológico de la revolución verde. En ambos casos,el modelo de modernización y desarrollo agrario, orientado hacia su reestructuración productiva y su mayor competitividad, viene implicando un impacto desigual a nivel socioeconómico, ambiental y sanitario. Es así cómo se dan los diversos problemas de intoxicaciones crónicas y agudas que vienen presentando tanto los trabajadores agrícolas que laboran en los enclaves de modernización agroexportadora, como las comunidades indígenas y locales que viven principalmente de sus actividades tradicionales agropecuarias, pero pagan el costo de su modernización con mayores riesgos en su salud y el ambiente que habitan, además de los problemas económicos de dependencia tecnológica y la pérdida de importantes conocimientos tradicionales y de recursos de biodiversidad. No obstante, según los múltiples casos de intoxicaciones señalados, a continuación nos enfocamos en algunos de los plaguicidas de la «Docena Sucia», como es el caso de los organoclorados, y presentamos una breve reseña de su situación en el contexto subregional de los países andinos (Véase el Esquema 4):

13 Véase: López, César. La salud en el trabajo en el Ecuador. En «Revista Sindical Salud, Trabajo y Medio Ambiente», Lima, ILA, Año 1, Nº 2, noviembre 2005, p. 7 - 9.

23

24

PAÍS

DDT

(Aldrín, Endrín, Dieldrín, Clordano, Mirex, Heptacloro y Toxáfeno)

Plaguicidas Clorados:

DDT

(Aldrín, Endrín, Dieldrín, Clordano, Mirex, Heptacloro y Toxáfeno)

Plaguicidas Clorados:

PLAGUICIDAS

Existen 645 canecas* de metil parathion y toxáfeno ubicadas en El Copey César, de propiedad de Federalgodón del Ministerio de Agricultura, y cerca de 200 toneladas de DDT, propiedad del Ministerio de Salud (de las cuales 180 t. se encuentran en el Municipio de Honda Tolima).

Por presiones de las empresas productoras no se logra publicar la norma para que así no tenga vida jurídica, ni se cumplan los efectos legales en el país.

Las prohibiciones siguieron en 1985, 1986 y 1988; en 1993 el Ministerio de Salud prohibió la mayoría de organoclorados, exceptuando temporalmente al Lindano y al Endosulfan, hasta tanto no se tuvieran sustitutos de eficacia comparable.

Primera prohibición del uso de organoclorados en 1974; en 1978 se prohíbe su uso en las plantaciones de Café.

Se ha dejado de usar desde 1990 para el control de la malaria y ha sido sustituido por piretroides, con resultados al parecer alentadores.

No se encuentran registrados por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaría (SENASAG); sin embargo se venden (de manera ilegal).

SITUACIÓN

Resolución Nº 010255, de 9 de diciembre de 1993, por la cual se prohíbe y restringe el uso de sustancias químicas.

Resolución 0021, de 16 de enero de 1995, del Ministerio de Salud.

Resolución 209, del Ministerio de Agricultura.

Los PCBs se norman a través del Reglamento para Actividades con Sustancias Peligrosas (Art. 2, 28, 30 y 37) y el Reglamento en Materia de Contaminación Hídrica, de la Ley No 1333 de Medio Ambiente.

Decreto Supremo 10283 Ley No. 1333 Ley de Medio Ambiente; Reglamento para Actividades con Sustancias Peligrosas; Reglamento en Materia de Contaminación Hídrica.

MARCO LEGAL

ESQUEMA 4.- SITUACIÓN DE ALGUNOS PLAGUICIDAS DE LA “DOCENA SUCIA” EN LA SUBREGIÓN ANDINA

BOLIVIA

COLOMBIA

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PAÍS

ECUADOR

DDT

Plaguicidas Clorados: (Aldrín, Endrín, Dieldrín, Clordano, Mirex, Heptacloro y Toxáfeno)

PLAGUICIDAS

Prohibidos mediante Acuerdo Ministerial N° 0242 (desde 1985). (Restringido: uso sólo en tratamiento de Malaria) Actualmente existen 33 cajas de 100 libras de DDT al 100%, que equivalen a 1.500 kg.;3 cajas de 100 libras con DDT al 100% en mal estado, que equivalen a 1 3 3 . 3 6 k g . To t a l e n existencia: 1.636.36 kg.

SITUACIÓN

El 11 de mayo de 2002, por Acuerdo Ministerial, Art. 2, Prohíbe la importación, formulación, fabricación, uso y disposición final de: Bifenilos Policlorados (PCBs), excepto los monoclorobifenilos y diclorobifenilos; Pentaclorofenol, Crosidolita (asbesto); Bifenilos polibromados (PPB); Terfenilos Policlorados (PCT), y Fosfato de tris (2,3-dibromopropil).

El Decreto 939 abre la posibilidad de importar a Ecuador plaguicidas que se justifiquen en caso de emergencia fitosanitaria; sin embargo no especifica qué pasaría en caso de requerirse los plaguicidas que se han publicado como de importación prohibida.

El Reglamento general de plaguicidas y productos afines de uso agrícola, publicado mediante Decreto Ejecutivo 939 Establece que (en el Art. 11.Emergencia Fitosanitaria) se concederá Registro Provisional a un plaguicida en el caso de emergencia fitosanitaria.

El 9 de mayo del 2000, mediante Acuerdo Ministerial N° 086, se expide la Norma para facilitar la importación y el uso de los insumos agropecuarios, encontrando cierta similitud en 1986 con el Decreto Presidencial N° 2260.

El Art. 1 del Decreto Ministerial 242 prohibe la importación y comercialización de Aldrín, Dieldrín, Endrina, BHC, Campheclor (Toxáfeno), Clordimerform, Clordano,DDT,DBCP, Lindano, EDB, 2,4, 5-T, Amitrole; compuestos arsenicales, mercuriales y de plomo, Tetracloruro de carbono, Leptphos, Heptacloro, Clorobenzilato. El Art. 2 prohibe el registro de Methyl, Diethyl y Ethyl Parathion, Mirex y Dinoseb. Sin embargo, el 31 de enero de 1995, mediante Acuerdo Ministerial N° 25. RO/ 623, se registran para el cultivo de flores los siguientes plaguicidas: Aldrín, Dieldrin, Endrin, BHC, Canfecloro, Clordimeformo, Clordano, DDT, DBCP, Lindano, Dibromuro de Etileno, 2,4,5-T, amitrole, Compuestos arsenicales, mercuriales y de plomo, Leptofos, Heptacloro, Clorobenzilato, Metil, Dietil y Etil Parathion, Pentaclorofenol, Mirex, Dinoseb, Aldicarb, Tetracloruro de carbono.

Existe un Reglamento para la fabricación, formulación, importación, comercialización y uso de plaguicidas y productos afines de uso agrícola (1983).

El SESA es el organismo que controla el uso de plaguicidas. Actualmente, coordina con el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Salud Pública.

MARCO LEGAL

26

PAÍS

PERÚ

DDT

(Aldrín, Endrín, Dieldrín, Clordano, Mirex, Heptacloro y Toxáfeno)

Plaguicidas Clorados:

PLAGUICIDAS

El Ministerio de Salud cuenta con un programa de control de malaria basado en una estrategia de control integrado.

En 1991 mediante decreto supremo se prohíbe el uso absoluto del DDT en la agricultura, así como sus derivados.Sin embargo, el Ministerio de Salud hasta el momento no ha emitido ninguna resolución de prohibición.También se indica que desde hace 3 años el Ministerio de Salud no hace uso del DDT para el control de vectores de malaria.

Se encuentran prohibidos totalmente en su registro, importación, formulación local, distribución y comercialización por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA).

SITUACIÓN

El Estado peruano posee sistemas de control aduanero autorizados, los que conservan un registro especial de los ingresos o salidas de los insumos químicos y productos fiscalizados. Además de una amplia capacidad analítica, existen 12 laboratorios que realizan exámenes de residuos de plaguicidas.

Resolución Ministerial Nº 476-2000-AG, del 16 de julio de 2000: modifica el Reglamento para el Registro y Control de Plaguicidas Químicos de Uso Agrícola.

Decreto Supremo Nº 16-2000-AG, del 8 de mayo de 2000: aprueba el Reglamento para el Registro y Control de Plaguicidas Químicos de Uso Agrícola.

Ley No. 26744, Ley de Promoción del Manejo Integrado para el Control de Plagas, del 18 de enero de 1997. Promueve las prácticas de MIP. Restringe el uso, a casos estrictamente necesarios, de los productos elaborados en base a Lindano, Parathión Etílico y Parathión Metílico. Decreto Supremo Nº 008-2000-AG, del 23 de abril de 2000: aprueba el Reglamento de la Ley de Promoción del Manejo Integrado para el Control de Plagas.

Resolución Jefatural No 60-2000-AG-SENASA: Prohibición del Mirex

Decreto Supremo No 037-91-AG: Prohibición total de Aldrín, Endrín, Dieldrín, BHC/HCH, Heptacloro, Canfecloro/Toxáfeno, 2, 4,5-T y DDT, así como de los derivados y compuestos que con ellos se puedan formular; restricción de los plaguicidas arsenicales.

Decreto Supremo Nº 15-95-AG, de fecha 15 de junio de 1995, aprueba el Reglamento sobre el registro, comercialización y control de plaguicidas agrícolas y sustancias afines. Deroga el Decreto Supremo Nº 27-91-AG, actualmente vigente sólo para el registro de plaguicidas biológicos de uso agrícola.

MARCO LEGAL

27

PAÍS

DDT

Plaguicidas Clorados: (Aldrín, Endrín, Dieldrín, Clordano, Mirex, Heptacloro y Toxáfeno)

PLAGUICIDAS

Se utiliza sólo para control de Paludismo y Dengue.

Existe una Resolución que regula su uso; asimismo hay 9.000 cilindros de desechos de estos plaguicidas incluyendo DDT, arseniato de plomo, bromuro de metilo, lindano, simazin, perenox, gustión y organofosforados, entre otros.

SITUACIÓN

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-

-

Normas sobre Evaluación Ambiental de Actividades Susceptibles de Degradar el Ambiente, como las relativas a la producción y manejo de sustancias químicas. Normas para el control de la calidad de los cuerpos de agua y vertidos líquidos, como los provenientes de fabricación y manejo de productos químicos (abonos, plaguicidas, sustancias químicas industriales). Normas para el control de la recuperación de materiales peligrosos y el manejo de desechos peligrosos. Propuesta de Norma para regular los productos químicos de uso industrial, incluyendo en la lista a los Bifenilos Policlorados para prohibición de su uso, distribución e importación.

Otros normas:

El Ministerio de Producción y Comercio establece el Reglamento General de Plaguicidas.

Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales, Ministerio de Salud y Desarrollo Social, Ministerio de Producción y Comercio: Resolución conjunta para regular el uso de organoclorados: Aldrín, Endrín, Dieldrín, DDT, Heptacloro, Toxafeno, Clordano y Mirex, entre otros.

MARCO LEGAL

(*) Canesa, en Colombia, indica un envase de latón para transportar petróleo y otros líquidos. Fuente: Elaborado sobre la base del Diagnóstico de la situación de los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) en la Subregión Andina, En «Boletín Enlace», Nro. 58, Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL), octubre de 2002.

VENEZUELA

A continuación, en el Cuadro 6, presentamos los casos de intoxicaciones por plaguicidas que las organizaciones sindicales conocen o recuerdan:

Cuadro Nº 6 ¿Conoce casos de intoxicaciones por el uso de plaguicidas?

Respuesta

Nº de Organizaciones Encuestadas

Porcentaje (%)



9

69,23

No

4

30,77

No responde

--

--

Total

13

100,00

Explicar cuáles conoce o recuerda Un caso de intoxicación ocurrido en el Estado Barinas, Ve n e z u e l a , p o r u t i l i z a r demasiados productos químicos (fungicidas) la vaca c o m i ó p a s t o intoxicado, que produjo leche intoxicada, con la cual se elaboró mantequilla intoxicada, que a su vez fue consumida por una niña. En nuestro país (Ecuador) son n frecuentes las intoxicaciones en los trabajadores agrícolas del banano y el arroz. En el sector florícola se ha n demostrado, a base de estudios, que hay trabajadores afectados con cáncer a la piel. En los alimentos (con residuos n de plaguicidas) que se transportan desde el campo y se comercializan en los restaurantes. n

Puede verse que el 69,23% de las organizaciones sindicales señaló conocer algunos casos puntuales de intoxicaciones, mientras el 30,77% señaló no conocer o recordar ningún caso en particular. Esto indicaría que su percepción sobre intoxicaciones por plaguicidas aparece como una situación de hechos puntuales antes que por un manejo de información sistemático del tema.

28

3.6. Acciones de las organizaciones sindicales sobre los riesgos del uso de plaguicidas en la salud de los trabajadores y el medio ambiente A continuación, en el Cuadro 7, presentamos las acciones que de forma general vienen desarrollando algunas organizaciones sindicales con respecto a los riesgos asociados al uso de plaguicidas. Es así que el 61,53% de las organizaciones encuestadas señaló realizar algunas acciones (como campañas de divulgación o información sobre el uso de plaguicidas). No obstante, al parecer son actividades muy puntuales, que no se inscriben como parte de planes o programas sostenidos de trabajo. En cambio, el 38.46% manifestó no desarrollar ninguna acción específica sobre el tema.

Cuadro Nº 7 ¿Su organización ha desarrollado o desarrolla acciones con respecto a los riesgos para la salud de los trabajadores y al ambiente por el uso de plaguicidas? Respuesta

Nº de Organizaciones Encuestadas

Porcentaje (%)

Explicar cuáles acciones



8

61,53

Campañas de divulgación, información sobre uso y manipulación de plaguicidas: se trata de no utilizar productos de BANDA ROJA (Alto tóxico) por productos menos tóxicos o productos orgánicos .n En el sector bananero se cuida mucho el uso de algunos plaguicidas, que más bien se ha pedido cambiar con otros en las florícolas. Con la demostración de los daños que producen se t r a b a j a c o n m á s responsabilidad. El sindicato del sector n agroindustrial invierte en investigación, en forma muy puntual.

No

--

--

No responde

5

38,47

Total

13

100,00

n

En este caso puede observarse en general que son aún pocas las acciones que las organizaciones sindicales han venido desarrollando sobre el tema, aún cuando de forma genérica entienden y reconocen su importancia.

29

3.7. Expectativas en el manejo de información sobre los riesgos a la salud de los trabajadores y el medio ambiente derivados del uso de plaguicidas Relacionado con el cuadro anterior, a continuación -en el cuadro 8- vemos cuáles son las expectativas de las organizaciones sindicales respecto al manejo de información sobre los plaguicidas más tóxicos en la subregión. Y en este caso se aprecia que hay consenso en todas las organizaciones encuestadas, ya que el 100% señaló estar de acuerdo con recibir mayor información y capacitación sobre los riesgos asociados al uso de plaguicidas. En ese sentido, al parecer la idea del efecto multiplicador que podrían lograr a partir de una mayor base de información sobre el tema, les permitiría revertirlo al interior de sus filiales en cada país. Y es probable que las organizaciones sindicales que de forma puntual ya han venido trabajando al respecto tuvieran mayores posibilidades de avance.

Cuadro Nº 8 ¿Su organización está interesada en recibir mayor información y/o capacitación sobre los riesgos derivados del uso de plaguicidas? Respuesta

Nº de Organizaciones Encuestadas

Porcentaje (%)



13

69,23

No

--

--

No responde

--

--

Total

13

100,00

30

Explicar Con ello se multiplicaría la información tanto técnica como humana para que las personas e instituciones u organismos del agro manejen y manipulen adecuada y saludablemente los productos químicos y así evitar o disminuir los riesgos y sus consecuencias en el ambiente y la salud. Serviría para ayudar a n concientizar, educar e informar a otras organizaciones y dirigentes de los riesgos de su uso. Es necesario conocer con n mayor precisión qué y cómo se deben eliminar estos plaguicidas que hacen daño. Cada día salen al mercado n nuevos productos cuyos elementos son desconocidos. Para enfrentar los riesgos es n necesario conocerlos. n

4. ALCANCES FINALES A continuación presentamos algunos alcances de reflexión final, a manera de conclusiones y recomendaciones preliminares, que se desprenden del proceso de consulta realizado a las organizaciones sindicales de la subregión andina y de las fuentes revisadas: 1) Según el marco de la problemática del comercio, regulación y uso de los plaguicidas en el contexto global y subregional andino, no obstante los avances que a la fecha existen en materia de convenios, acuerdos y mecanismos normativos internacionales para su control, e incluso para la eliminación de los de mayor peligrosidad, los extremadamente y altamente peligrosos, y a pesar de las restricciones legales que ya se vienen aplicando a estos productos en muchos países del mundo (a partir de campañas internacionales como la de los plaguicidas de la «Docena Sucia»), muchas de estas sustancias peligrosas aún se siguen comercializando en el contexto subregional andino, ante los débiles mecanismos de regulación ambiental y sanitaria de los gobiernos, dados los intereses económicos y comerciales que existen en la gran industria agroquímica multinacional. Esto sucede con diversas implicancias respecto de los impactos que el uso de estas sustancias peligrosas viene produciendo, directa e indirectamente, en la salud de la población y su hábitat. 2) Según las implicancias del uso indiscriminado de una serie de sustancias químicas peligrosas para fines agrícolas e industriales en el contexto subregional andino, adquieren singular importancia los plaguicidas de mayor peligrosidad, los de la «Docena Sucia», dados los graves riesgos que involucra su uso para los sectores productivos involucrados, principalmente los trabajadores del sector agropecuario y forestal, afectando el medio ambiente y sus condiciones de salud y seguridad en el trabajo. 3) Es así que el 92.30% de las organizaciones sindicales encuestadas señalaron tener bases y filiales relacionadas con el sector agropecuario y forestal. Por ello es evidente que el tema del uso de plaguicidas en la subregión andina es un tema relevante en el marco de la problemática de los riesgos asociados a las condiciones de salud y seguridad en el trabajo y a sus implicancias ambientales. 4) Sobre el conocimiento que las organizaciones sindicales tienen de los plaguicidas más peligrosos, los de la «Docena Sucia», el 58% de las organizaciones encuestadas manifestó conocer sólo algunos, mientras que el 38,46% señaló no conocer ninguno. Esto indicaría que existe un porcentaje importante de las organizaciones encuestadas que desconocen o conocen en forma parcial a los plaguicidas de mayor peligrosidad, los de la «Docena Sucia». 5) Con respecto a los efectos de los plaguicidas en la salud humana y el medio ambiente, según la percepción de las organizaciones sindicales, el 69,23% de las organizaciones encuestadas tiene una idea aproximada de algunos de los efectos principales que producen los plaguicidas en la salud y el ambiente, mientras que el 30,77% manifiesta no conocer ninguno alguno de sus efectos. Esto nos indicaría que su conocimiento específico de los riesgos asociados al uso de plaguicidas es relativo y desigual en su conjunto. 6) En torno a la percepción de las organizaciones sindicales sobre los posibles efectos de los plaguicidas según su género, el 61,53% de las organizaciones encuestadas manifestó en general que los plaguicidas afectan por igual la salud de hombres y mujeres, mientras que el 38,47% no respondió (al parecer no tiene una opinión formada al respecto). En tal sentido, pareciera que la mayoría de organizaciones encuestadas no percibe diferencias substantivas, al menos explícitas, según su género, que le indiquen que las mujeres trabajadoras pudieran presentar un mayor riesgo asociado a los plaguicidas.

31

7) Sobre los casos de intoxicaciones por plaguicidas que las organizaciones sindicales conocen como sucedidos a los trabajadores, el 69.23% de las organizaciones encuestadas señaló conocer sólo algunos casos, mientras el 30,77% señaló no conocer o recordar caso alguno en particular. Esto indicaría que su percepción sobre casuística de intoxicaciones producidas por plaguicidas en los trabajadores aparece como únicamente de hechos puntuales, antes que resultado de una preocupación asentada en un manejo de información sistemático o regular acerca del tema. 8) Respecto de las acciones específicas que las organizaciones sindicales realizan en torno a los riesgos asociados al uso de plaguicidas, el 61,53% de las organizaciones encuestadas señaló realizar algunas acciones (como campañas de divulgación o información acerca del uso de plaguicidas), mientras que el 38,46% manifestó no realizar ninguna acción específica. Esto indicaría que, en conjunto, son muy pocas (además de aisladas y puntuales) las acciones que las organizaciones sindicales han venido desarrollando en este tema, aún cuando de forma genérica entienden y reconocen su importancia. 9) Respecto del manejo de información que las organizaciones sindicales desearían sobre los riesgos asociados al uso de plaguicidas, el 100% de las organizaciones encuestadas manifestó claramente su expectativa por recibir mayor información y capacitación, para poderla, replicar al interior de sus gremios.

32

ANEXOS

ANEXO 1 Aspectos Metodológicos

1. Generales de la encuesta de sondeo: Población objetivo: organizaciones sindicales integrantes del CCLA Nº de organizaciones sindicales del CCLA: 16 Nº de organizaciones sindicales encuestadas: 13 % de representación (muestra): 81,25% Tipo de actividades que desarrollan: Agrícola, Forestal y de los Sectores Salud, Eléctrico, Bancario y Otros. Países participantes: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

2. Área temática a abordar: Situación de la problemática de los plaguicidas más tóxicos en la subregión andina y sus implicancias en las condiciones de salud y seguridad en el trabajo y el medio ambiente.

3. Objetivo principal: Explorar la percepción de las organizaciones sindicales integrantes del CCLA con respecto a los riesgos asociados al uso de los plaguicidas más tóxicos en la subregión andina.

4. Marco metodológico: Es un sondeo de la percepción de las organizaciones sindicales integrantes del CCLA, con respecto a los plaguicidas más tóxicos en la subregión andina.

n

Es un estudio exploratorio, de tipo cualitativo, que describe el nivel de información que tienen las organizaciones sindicales con respecto a las implicancias, en su salud y en el ambiente, del uso de plaguicidas altamente tóxicos, como es el caso particular de los plaguicidas más peligrosos de la «Docena Sucia».

n

5. Fuentes de información: Fuentes primaria (encuestas) y secundaria (documentos, pw)

6. Técnicas empleadas: Revisión documental. Encuesta. Procesamiento de datos. n Elaboración del informe. n n n

34

ANEXO 2 Datos Generales de la Encuesta Edad: Sexo: H (

)

M (

)

País: Antigüedad en el sindicato: Tipo de actividad que usted realiza:

Agrícola (

) Forestal (

) Salud (

)

Otros (

)

Especifique:……………………………………….

1. ¿En su organización tiene afiliados relacionados con el sector agrícola o forestal? Marcar con «X» Sí (

)

No (

)

Explicar cuáles son y qué hacen

2. ¿Conoce usted cuáles son los principales efectos que producen los plaguicidas en la salud y el medio ambiente? Marcar con «X» Sí (

)

No (

)

Explicar cuáles conoce o recuerda:

35

3. ¿Conoce usted cuáles son los principales efectos que producen los plaguicidas en la salud y el medio ambiente? Marcar con «X» Sí (

)

Efectos en la Salud:

Efectos en el Medio Ambiente:

No (

)

4. ¿Considera usted que los plaguicidas afectan por igual la salud de hombres y mujeres? Marcar con «X» Sí (

)

Explicar Por qué:

No (

)

Efectos en el Medio Ambiente:

5. ¿Conoce usted casos de intoxicaciones por uso de plaguicidas? Marcar con «X» Sí (

)

No (

)

Explicar Por qué:

36

6. ¿Su organización ha desarrollado o desarrolla algunas acciones con respecto a los riesgos para la salud de los trabajadores y el ambiente por el uso de plaguicidas? Marcar con «X» Sí (

)

Explicar:

No (

)

Explicar:

7. ¿Su organización está interesada en recibir mayor información y/o capacitación sobre los riesgos derivados del uso de plaguicidas? Marcar con «X» Sí (

)

Explicar:

No (

)

Explicar:

Sugerencia o comentario final: ............................................................................................................................................................. .............................................................................................................................................................

37

ANEXO 3 Opinión Nº 29 El pleno del Consejo Consultivo Laboral Andino (CCLA), basado en el Artículo 44° del Acuerdo de Cartagena, en las Decisiones 441° y 464° de la Comisión de la Comunidad Andina y con ocasión de su XIV Reunión Ordinaria celebrada en la ciudad de La Paz – Bolivia, ha decidido emitir la siguiente Opinión sobre:

POR LA PROHIBICIÓN DE LA «DOCENA SUCIA»: NO A LOS PLAGUICIDAS MÁS NOCIVOS Considerando: Que, el Instrumento Andino de Seguridad y Salud en el Trabajo, Decisión No. 584 y su Reglamento propugnan la prevención de las enfermedades profesionales como parte de la mejora de las condiciones de vida y trabajo en la SubRegión Andina; Que, la Opinión No. 007 del CCLA establece la importancia de programas regionales, nacionales y empresariales que contribuyan a la prevención de las enfermedades profesionales; Que, si bien en 1950 nadie sospechaba que sustancias como el DDT (diclorodifeniltricloroetano) tuvieran una capacidad venenosa tan notable, que hoy podría equipararse a los venenos metálicos como el mercurio, que a medida que recorre las etapas de la cadena alimentaria va aumentando su concentración. Con ese tipo de sustancias químicas, los empresarios agrícolas y de otros sectores creyeron lograr productos capaces de eliminar la proliferación de plagas que (le) asediaban la producción agrícola. Este tipo de «ventajas» para la producción agrícola dio origen a una serie de programas descontrolados, debido al uso indiscriminado de plaguicidas. Al inicio las dosis eran pequeñas y el efecto escaso, pero con los años las plagas fueron desarrollando resistencia a estos productos, incrementándose las dosis requeridas para conseguir controlarlas (pero no eliminarlas), tantas veces como fuera necesario. Que, un aspecto importante para el movimiento sindical es el cuestionar la producción y el uso de agrotóxicos sintéticos, por los graves impactos sociales y ambientales que genera: contamina el suelo, el aire y el agua, y afecta la salud de agricultores, campesinos, jornaleros agrícolas y consumidores de estos productos. Que, la venta de estos productos se da en Ecuador, Bolivia, Venezuela, Perú y Colombia en donde existe un uso amplio e indiscriminado de agrotóxicos, promocionado por los vendedores de estos venenos, principalmente en la producción agrícola destinada a la exportación. Varias actividades de importancia económica en los países de la Subregión dependen de las importaciones legales e inclusive ilegales de estos agroquímicos como son la producción de: flores, bananos, y de la agroexportación de frutas, verduras y especies. Que, las industrias de los agrotóxicos así como los empresarios agroexportadores y agrícolas desprecian la existencia de los mecanismos de interdependencia que mantienen los sistemas naturales, donde una materia tóxica depositada en el aire, agua o suelo, puede reaparecer en los otros dos y afectar las cadenas tróficas y a los seres vivos que se desarrollan en ellos. En la década de 38

los años 50 del Siglo XX, se aceptaba como razonable rociar grandes extensiones con productos venenosos para erradicar determinadas plagas y fueron diezmadas una gran variedad de especies. En el proceso, no sólo se eliminaron las poblaciones consideradas plagas sino también a la población de organismos benéficos que actúan como controladores biológicos de estas plagas. Que, en pleno Siglo XXI, existe mayor conciencia que el hecho de destruir mediante el uso de agrotóxicos se producen matanzas indiscriminadas que afectan los equilibrios delicados de los ecosistemas, y que la erradicación brusca de un depredador de la cadena alimentaria puede traer consigo una explosión de población en otro punto de la cadena. Que, desde el año 1985, PAN (Pesticides Action Network) con sus cinco oficinas regionales: Asia, Africa, América Latina, Norte América y Europa, están trabajando en lo que se denominó «La Campaña contra la Docena Sucia». Esta campaña enfoca la atención sobre doce plaguicidas considerados extremadamente peligrosos, y ha tenido mucho éxito en varios países. En América Latina se ha logrado prohibir la importación y uso de estos plaguicidas en Ecuador, Colombia y Costa Rica. La denominada «Docena Sucia» está conformada por Diclorodifenil tricloroetano (DDT), lindano ó gamexane (gamesán), los drines (aldrin, dieldrín, endrín), clordano /heptacloro, paratión (metil paratión), paraquat (gramoxone), 2, 4, 5 – T (tributon 60 - tordon basal - tordon 225e), Pentaclorofenol (PCB), Dibromocloropropano (DBCP, nemafume, nemagón, fumazone) y el Dibromuro de Etileno (EDB, Bromofume, Dibrome, Gramosan). Que, a inicios del Siglo XXI el comercio indiscriminado de la docena sucia ha significado el enriquecimiento de las grandes transnacionales de agroquímicos, y la mayor pobreza, enfermedad e inclusive la muerte de los agricultores en los países pobres. Es importante mencionar en particular a las agricultoras debido a su creciente incorporación en la industria de agroexportación que utiliza la mano de obra femenina y la somete a este tipo de sustancias químicas con los daños consiguientes para su salud y de su familia. Que, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido una de las organizaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que más ha apoyado estas acciones para prevenir la cantidad de muertes que estos plaguicidas han provocado.

El Consejo Consultivo Laboral Andino Opina que: 1. En el Siglo XXI se han desarrollado propuestas alternativas al uso de agrotóxicos a través de la implementación de prácticas agro-ecológicas y sostenibles en la producción agropecuaria. Este enfoque permite desarrollar políticas sobre plaguicidas y contrarrestar el control que tiene la industria agroquímica y los sectores importadores de plaguicidas en la toma de decisiones. 2. Existen mecanismos alternativos de probada eficacia contra el uso de plaguicidas, como son las prácticas de Manejo Ecológico de Plagas, las Ferias de Semillas, en donde se revalorizará la gran biodiversidad agrícola andina (frente al monocultivo y las semillas híbridas y transgénicas) y que todavía poseen nuestros países, basado en el importante aporte y desarrollo de múltiples culturas originarias, las que constituyen el sustento de la soberanía alimentaria. 3. Distintas organizaciones internacionales entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la PAN (Pesticides Action Network) vienen desarrollando esfuerzos a favor de la «Eliminación de la Docena Sucia».

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4. Que, las organizaciones sindicales afiliadas al CCLA han señalado la «eliminación de la docena sucia» como un primer paso en la defensa de la salud y la vida en el trabajo agrícola, y especialmente en el sector agroexportador. En el caso de Colombia y Ecuador se realizarán acciones de vigilancia sindical sobre el cumplimiento de los acuerdos. Mientras que en Bolivia, Perú y Venezuela se impulsarán acciones conjuntas con las instituciones internacionales antes mencionadas. 5. Que, el CCLA a través de su órgano técnico el ILA desarrollará una campaña sostenida por la «Eliminación de la Docena Sucia»

La Paz, 30 de marzo de 2006.

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