Por Marta Sanuy,

Una mujer en Berlín Por Marta Sanuy, www.escueladeescritura.com  . Una mujer en Berlín fue escrito, sin ninguna pretensión literaria, entre el 20 de

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Una mujer en Berlín

Por Marta Sanuy, www.escueladeescritura.com  .

Una mujer en Berlín fue escrito, sin ninguna pretensión literaria, entre el 20 de abril y el 22 de junio de 1945. No se trata de una novela, aunque por su título pueda parecerlo. Es un diario, un diario tan minucioso que alcanza la categoría de documento de una época y, tan bien escrito, que sin duda puede considerarse una obra literaria.

Además a ningún lector se le escapa que esos “garabatos íntimos” como su autora-anónimalos llama, sirvieron a quien los pergeñó para mantenerse lúcida y cuerda. 

En aquellos meses del final de la guerra, cuando acababa de llegar a Berlín el Ejército Rojo y se sucedí

Me he topado ya tantas veces con la muerte de cara que me siento de alguna manera a salvo. Éste es c

Pero también de la necesidad de orden y una jerarquía de líderes:

 

Nadie nos gobierna. Y, sin embargo, una y otra vez surge una especie de disciplina, por todas p

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Una mujer en Berlín

Berlín es esos días una ciudad sin ningún tipo de información; ni periódicos, ni radio, ni siquiera comunicados oficiales de los que desconfiar, toda la ciudad es un rumor:

Una no puede hacerse una idea de la imagen nebulosa y oscilante que tenían las antiguas culturas ace

Las violaciones

 La narradora oye hablar por segunda vez en esos refugios de las violaciones que no tardará en sufrir. La primera noche que dejan de caer bombas la señora W bromea:  Más vale un ruso en la barriga que un americano en la cabeza. Días antes, cuando aún eran extrañas, le habían contado otra violación y anota de quien se la cuenta:  Algo en ella gozaba con el horror. Poco después escribe en su libreta: 

¿Qué significa violación? (...) Ahora ya puedo pensar en su significado (...) La pronuncio para mí, para a

Nunca había estado yo tan apartada de mí misma, tan alienada de mí. Todo sentimiento parece muerto

Creo ser una muñeca insensible a la que se agita, se da vueltas, una cosa de madera...

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Desde ese momento dos preguntas apenas formuladas comienzan cada conversación entre mujeres: ¿Os han... también? ¿Cuántas veces? Y la autora las va anotando (1). Anota también todos los intentos de evitarlas y todas las relaciones más o menos deseadas que se suceden a su alrededor, incluyendo las suyas. 

Si en tiempos de paz algún maleante hubiera cometido estupro con la chica, se le habría dado to La guerra y la llegada del Ejército Rojo están cambiando las relaciones entre hombres y mujeres, tanto con los alemanes como con los rusos:  

Una y otra vez voy notando en estos días cómo se transforma... la percepción que tenemos todas las m

En la cola del agua contaba una mujer cómo un vecino la increpó en el refugio cuando los Ivanes se la l

Los nuestros no lo hicieron de manera muy diferente allí.

Siento cómo se disipan algunos miedos de mi interior. Pues, al fin y al cabo, incluso los rusos son «sólo

Ardides contra las violaciones

Las mujeres aprenden a evitar, a burlar, a defenderse de la violación con sagacidad, sin violencia e intercambiando información, algo que ocurre en estas situaciones pero que muy pocas veces se cuenta. 

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Antes de que Gisela empezara a trabajar como redactora, había ambicionado ser actriz, y en las clases

A la bomba de agua sólo se envía principalmente a las viejas y a las tullidas de todas las casas. Yo tam

El señor Pauli había oído decir que se había dado la instrucción a las tropas alemanas combatientes de

Las mujeres son racionales, prácticas y oportunistas dice, y actúa como tal: después de las primeras violaciones busca un “macho alfa” entre los rusos que la proteja de los otros y le proporcione comida. 

No se puede afirmar de ninguna de las maneras que el comandante me viole. Creo que con una sola pa

Mientras escribía las líneas de antes he tenido que pararme a reflexionar por qué me recrimino moralme

El Anonimato

Decíamos al principio que el libro es un documento, y lo es entre otros motivos por la decisión de su autora, que siempre quiso permanecer en el anonimato.

El anonimato, como en las obras medievales, convierte sus palabras en un testimonio de todos, su voz en una voz no contaminada por intereses personales. El autor no enturbia la importancia de los hechos. Pero el anonimato en este caso también es poliédrico y podría interpretarse como otro modo de silencio. La obra fue publicada por primera vez en 1954, en inglés, y provocó controversia en una Alemania que en ese momento no estaba preparada para afrontar los hechos que narra y que fueron silenciados durante más de sesenta años. Lo principal ahora era que su marido, cuando regresara del frente del oeste, no se enterara de nada de lo sucedido, dice una de las mujeres, y esa es sin duda la clave: para preservar la integridad

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masculina y el honor de los hombres, las mujeres se impusieron el silencio, era el precio que debían de pagar para volver a la normalidad.

Luego, la testigo anónima se negó a publicarla de nuevo y solamente después de su muerte, en 2001, fue reeditada.

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(1) La autora registra en su cuaderno las violaciones de manera tan sistemática como quien lleva una contabilidad: 

Poco a poco vamos comenzando a tomarnos con humor el asunto de las violaciones. Humor negro. Y e

De nuevo un botín obtenido en la escalera. Otra vez una mujer mayor, sexagenaria. Las más jóvenes ap

«Hicieron cola», nos cuenta entre susurros la fabricante de licores, mientras la pelirroja permanece calla

Tal como me susurró Gisela en el balcón, adonde me llevó para decírmelo, a las dos las han desvirgado

«¿Cuántas veces te violaron, Ilse?» «Cuatro, ¿y a ti?» «Ni idea. Tuve que ir ascendiendo en la jerarquía

Los Ivanes violaron a su madre ya mayor. La madre, ya abuela, les preguntó luego con su acento polac

 

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