Por qué una Cuba Española?

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¿Por

qué una Cuba Española?

Ferrán Núñez

¿Por qué una Cuba Española? (Artículos del blog Comunidad Autónoma de Cuba)

José Ramón Morales in memoriam. Un hombre con un sueño el de un Cuba Española para todos los cubanos.

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¿Por qué una Cuba Española?

Cuba Estado Español del Caribe

Reintegrar a Cuba dentro de España a través de un referendo, una vez restablecido el derecho a la ciudadanía española de todos los cubanos. Esta página pretende dar a conocer y a promover una solución concertada para el problema cubano: la aprobación por parte de la ciudadanía cubana de los decretos del 25 de noviembre de 1897, que concedían a la isla de Cuba la categoría de Comunidad Autonómica, como la que disponen en la actualidad Cataluña o las islas Canarias. Los más de cien años de “libertad” sólo han traído al pueblo de Cuba retraso económico, ostracismo político e incultura generalizada sobre los problemas que aquejan a la humanidad. Aquellos que pedían la independencia la entregaron por dinero y conveniencia a los Estados Unidos en 1902 y aquellos que promulgaron la libertad, provocaron el oprobio y la tiranía. La solución autonómica fue imaginada durante todo el siglo XIX pero a pesar de las simpatías de la que gozaba dentro y fuera de España, nunca pudo materializarse. En este blog expondremos las razones que pueden resumirse con una sencilla frase: El pueblo de Cuba nunca fue consultado al respecto. Cuba descubrió en el siglo pasado el vector de la fiebre amarilla, pero hoy numerosas personas fallecen cada año a causa del dengue hemorrágico y en estas últimas semanas, de cólera. Esta locura debe cesar. Teniendo en cuenta las enseñanzas de la historia y su cortejo de desengaños, pero sin olvidar la realidad geográfica y política; la reintegración a Reino de España sería La solución de

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sentido común, hoy, como lo fue el siglo pasado cuando Ignacio González Olivares afirmaba “la exportación de la isla de Cuba, sólo en azúcar y tabaco con su millón de habitantes libres, se aproxima bastante a la exportación total de la península con sus 16 millones de almas” Arrimada a España -y a Europa- en pocos años Cuba podría recuperar el esplendor perdido. Esta vez no queremos que las decisiones sean tomadas por dirigentes, que siempre han defendido sus intereses de clase o personales, pero jamás colectivos. La tarea es de titanes pero vale la pena. Difundan este blog por donde puedan en Cuba y en España. Pronto pondré en línea una petición. Espero recoger dos millones de firmas un millón por cada país con ellas podrá presentarse una iniciativa ciudadana ante los parlamentos nacionales que bajo el peso de la evidencia, tendrán que organizar un referéndum para que los pueblos puedan, en fin pronunciarse. El tiempo urge, los hermanos Castro están por morirse y los Estados Unidos dispuestos a recoger la manzana madura como en 1898. El destino de nuestro país nos pertenece. ¡Referendum para Cuba ya! Todos los intentos de organización social aplicados en Cuba fueron un fracaso. Empezando por el restablecimiento de la política colonial, aplicada por los liberales en España a partir de 1837 y terminando por la guerra civil, iniciada por Fidel Castro en 1953 con el asalto al cuartel Moncada. Desde entonces, se inició el período de turbulencias políticas más prolongado en la historia de la isla. Esta situación se mantiene desde hace casi sesenta años y carece de perspectivas inmediatas de resolución por la vía de un diálogo nacional. Recientemente fue creada en París la Asociación Autonomía Concertada para Cuba. Su objetivo se distingue claramente del resto de las propuestas que circulan actualmente por su singularidad. En efecto, ACC promueve el regreso de Cuba a la Madre Patria. En otras palabras, propone la aprobación por plebiscito, de los

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reales decretos de noviembre de 1897 que acordaban la autonomía plena a la isla. En aquel momento, la solución autonómica abortó porque las élites políticas y económicas de la época, sin consulta popular, vieron en la intervención norteamericana, la milagrosa solución que terminaría con las turbulencias políticas iniciadas por la Guerra Grande en 1868, una agitación permanente, prolongada hasta finales del siglo y que arruinaría completamente el país. Para lograr su objetivo ACC se propone actuar en dos direcciones. Primero, se trata de restablecer la verdad histórica al margen de las ideologías, para ello se necesitan en Cuba y en España historiadores responsables y sin miedo. En segundo lugar, pretendemos organizar un plebiscito en Cuba en enero de 2014. Si esta consulta fuese aprobada por amplia mayoría, ese mismo año se presentaría una demanda ante el Congreso de los Diputados en España, para ratificar los reales decretos de 1897 y convertir la isla en una autonomía española. Necesitamos el sufragio de la opinión, por eso hay que firmar la petición en el blog, pero también nos hace falta dinero de donde venga, lo decimos sin temores. Propagar en dos países la idea de la mutua utilidad de un tal rencuentro no es imposible, pero tampoco será gratis en ningún sentido. Apoyada por organizaciones humanitarias y de derechos humanos del mundo, queremos llevar a Cuba el primero de enero de 2014 una expedición marítima con una urna electoral. Si el actual gobierno cubano confía en la nación y en el saldo positivo de su acción, no debería poner inconvenientes en dejarnos llegar hasta el puerto de La Habana con ella, anhelando que igualmente nos espere una nación de pie.

Soutenir ACC

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Soutenir ACC Soutenir Autonomie Concertée pour Cuba Le drame cubain se déroule chaque jour sous les yeux indifférents du monde. Personne ne s’émeut du sort réservé à une nation sous l’emprise de la tyrannie la plus ancienne d’occident. D’autres problèmes semblent tellement plus importantes partout ailleurs ! En Europe, nombreux sont ceux qui croient encore à la version romanesque d’une petite île luttant dignement contre le géant Goliath des temps modernes. Un mythe soigneusement inventé par quelques intellectuels de gauche il y a presque soixante ans, mais qui subsiste encore aujourd’hui. Au départ, grâce aux subventions soviétiques et dernièrement, au pétrole vénézuélien. Mais les soutiens économiques dont le régime cubain bénéficie n’expliquent pas sa longévité. Il manque aussi un sincère intérêt politique de la part des puissances, commençant par les Etats Unis, nullement intéressés pour normaliser ses relations avec La Havane malgré l’anti castrisme officiel des administrations successives. Alors, depuis presque soixante ans, aucun vrai changement à l'horizon. En attendant, prétextant l'hostilité de Washington, nul principe démocratique porté par l’occident depuis la fin du fascisme en Europe ne s’applique pas à Cuba. Pas d’élections libres, aucun droit d’expression ou de réunion ni d’entreprendre librement. Le peuple cubain est devenu l’otage des intérêts géopolitiques qui le dépassent. Cette folie doit cesser. Un de trois résidents dans l’île a quelqu’un de sa famille vivant à l’extérieur, soit de façon définitive ou temporelle ; chaque année, des milliers de personnes au péril de leurs vies, choisissent

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de traverser le détroit de la Floride dans des embarcations de fortune pour gagner la terre promise. Sans oublier les 20 000 cubains qui quittent l’île légalement pour l’Amérique tous les ans. Les chiffres pour d’autres destinations ne sont pas connus, mais ils sont toute aussi impressionnants. D’après l’Institut National des Statistiques cubain (ONE) le solde annuel –négatif- avoisine les 37 000 personnes. A cette hémorragie permanente de ses forces vives et de sa jeunesse, s’ajoute le nombre des récentes naturalisations, que grâce à la « Loi pour la mémoire historique » approuvée en Espagne par le gouvernement socialiste, a permis à 80 000 cubains d’ascendance ibérique d'acquérir la nationalité espagnole. Au terme de l’opération l’année prochaine, l’ambassade espagnole à La Havane estime à 300 000 (5% de la population) le nombre total des nouveaux sujets de la couronne. S’il y avait encore des doutes sur la réussite du Castrisme, ces chiffres prouvent le contraire. Personne n’oserait les contester d'ailleurs. Le paradis socialiste des caraïbes est en réalité l’enfer de Dante, une évidence, même pour des nombreux fonctionnaires du régime qui le lâchent quand ils le peuvent. Il est certain qu’il n’y a pas de guerre civile ouverte à Cuba. Les moyens de répression sont plus subtils qu’en Syrie, mais ils ne restent pas moins violents. Il est également évident qu’après soixante ans de castrisme, toute illusion d’assister à la naissance soudaine d’une société civile saine est un rêve sans espoir, car les cubains ne sont pas seulement prisonniers du régime, mais aussi et surtout, de la géographie. Cependant une solution consensuelle existe : faire devenir Cuba, par référendum une autonomie espagnole. Légalement rien ne s’y oppose, le gouvernement autonomique mis en place pour l’Espagne en 1897 peut être remis à l’ordre du jour, puisque la République déclarée en 1902 a été imposée par la Armée des Etats Unis ; sans oublier que le Castrisme aussi, a pris le pouvoir par la force des armes. Aucune consultation populaire n’a pas été faite à Cuba depuis plus de soixante ans. Les avantages alors d’un tel dénouement sont évidents pour les deux nations.

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Política ¡Viva España! “Me duele España”, se quejaba Miguel de Unamuno en 1895 y eso que todavía no se habían derrochado las últimas posesiones de ultramar, ni perdido la guerra contra la chusca ex colonia inglesa que se había propuesto desde principios del siglo XIX sacarla a patadas de América. De primera potencia europea, de inmenso estado donde nunca se ponía el sol, el país se fue viendo poco a poco reducido a la nada que es ahora. Incluso –colmo de la humillación- hasta con un pedazo de su propio territorio peninsular amputado por Inglaterra. Sujeto a la mofa despiadada de sus vecinos europeos por las costumbres oscuras y los hábitos insalubres de sus habitantes. Aferrados luego entre las manos de un ridículo opresor, cuando ya la tiranía no la justificaba más que la indolencia. Maldita después de haber recibido tanto y tanto dado. Triste España. Los españoles llevan más de un siglo quejándose de los mismos males: de la flojedad e incuria de sus dirigentes, culpándose por lo propio y por lo ajeno. Aceptando sumisos las lecciones de los otros, aquellos que saben más y que han triunfado, los que visten mejor e inventan cosas, los que supieron treparse a tiempo en el tren de la historia conservando o modificando sus imperios. “África empieza en los Pirineos” comentaba Alejandro Dumas desde lo alto de sus galas certitudes; una frase que luego los espa-

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ñoles mismos aceptaron y transformaron, para hacerse todavía aún más daño, excluyéndose cobardemente, comportándose como si de verdad la verdadera civilización empezara en aquella frontera. El artículo de Andrés Ortega aparecido en “El País” me entristece y asola. España que tan mal se siente hoy, se despierta con la ilusión del espejismo, de aquello que nunca fue todavía brillando en la distancia. Sus hijos otra vez llamando a guerras en Cataluña y en el País Vasco, asaltando Mercadonas. Sintiéndose los españoles todos, como cuando se sueltan los toros y hubiere que correr empujados por sus propios miedos, para llegar al término de un maldito viaje colectivo a la vergüenza. Desengañados, tambaleantes después de tanta cuita, ardiendo profundos resquemores que se creían enterrados. “España no puede nada” dijeron los argentinos y la corrieron sin decoro en 2012. Fue la misma frase que salió de la boca del presidente norteamericano McKinley cuando la echaron de Cuba en 1898. Ha pasado un siglo los hechos no perdonan, el dolor del fracaso sigue vivo y es el mismo. Sin embargo no se puede cargar eternamente con una visión de la historia que conviene a los primeros enemigos de España, a los precursores que planearon y desearon su ruina varias veces: los mismos españoles. A pesar de todo lo antes dicho, España no está condenada, puede levantarse otra vez y lo primero que tiene que hacer para lograrlo, es desembarazarse de sus culpas y sus miedos, saliendo de ese complejo de inferioridad que la mina desde dentro y paraliza todas sus fuerzas; dejando a sus espaldas las brumosas profecías de la leyenda negra, exagerada por aquellos que tanto la envidiaron en Europa, sin olvidar los estigmas del fascismo. Ningún otro sentimiento de los que arrastran consigo hoy los españoles sobre sus nobles espaldas es cierto, ni tampoco se sustenta en la realidad, porque España no es una persona, es un país, formado por millones de personas y el mal que la pudre desde dentro no es nuevo y no viene todo desde el extranjero. Basta apenas una crisis para desencadenar los mismos demonios que adormecieron y hasta parecieron borrar para siempre los años de bonanza económica. España sí puede exorcizarlos para siempre. Lo primero que debiera hacer es llenarse los pulmones para gritar su orgullo a los cuatro vientos, como ya ha sucedido en

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el pasado durante las marchas multitudinarias de las palmas blancas contra el terrorismo. La crisis no es culpa de las financieras, ni las conjuras, es responsabilidad probada de los gobiernos de izquierda y de derecha que sucesivamente encontraron con el euro una manera fácil de costear todas las locuras, alimentado el clientelismo, esperando apagar con dinero las tentaciones nacionalistas. Nadie se preocupó por invertir seriamente donde era necesario. El despertar es brusco pero existen soluciones, la primera de ellas, la más importante, es dejar condenar de una vez a Merkel, a Rajoy, a Zapatero y a Dios. Luego habrá que echarse a andar para encontrar otra vez juntos el camino, como decía el poeta. Terminar de una vez la transición. Quitando lo que haya que quitar, cortando por lo sano y mejorando lo que haya que mejorar; pero sinceramente, sin mentir, haciendo creer que el dinero se lo han robado los bancos, porque ladrones son todos los que -de izquierda o de derechas- han costeado un falso desarrollo endeudándose en los mercados. Mantener un estado de bienestar sin ahorro y sin la creación de riquezas propias ha sido una estupidez mayúscula y esa es una verdad indispensable que los dirigentes tendrán que exponer a los españoles en algún momento si quieren que vuelvan a creer en la política; explicarles sin miedo a perder lo que tienen, que se acabó la fiesta y que ahora hay que ponerse a trabajar de verdad haciendo entre todos sin excepción los sacrificios que se imponen. Otra cosa que puede hacer España para salir de la crisis moral en la que se encuentra es abrirle los brazos a Cuba. La otra España la que huele a tabaco y brea. Arrebatada de su seno hace más de un siglo por una alevosa invasión y la artera participación de los que en La Habana y en la Península se confabularon para perderlo todo. Hoy por culpa de la crisis, la solución autonómica es más probable que hace un siglo. Si se ganase otra vez a Cuba por referéndum popular, España en poco tiempo volvería a ser más de lo que era hace un siglo. Con la isla en su seno no tendría que recibir lecciones de nadie en Europa y, por primera vez en mucho tiempo, las nuevas generaciones de los dos lados del atlántico comprenderían el significado de la palabra Patria fuera de las arengas multitudinarias y los estadios de fútbol.

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La muerte del señor Osvaldo Payá Sardiñas La Asociación Autonomía Concertada para Cuba se suma al sentido homenaje por este patriota que entregó su vida a la libertad de Cuba, consagrando en este empeño todas sus fuerzas. Si el gobierno del señor Raúl Castro no está implicado en este asunto debería dar muestras de inteligencia y esclarecer públicamente los dramáticos sucesos que han provocado la muerte de este activista. La temprana desaparición de Osvaldo Payá es une pérdida para la democracia, pero el escaso impacto político a largo plazo de una primera iniciativa popular que quebrantó públicamente la falsa unidad ideológica del régimen cubano, obligándolo a una contrapropuesta estalinista de falso apoyo masivo también lo ha sido. Recordemos que el “Proyecto Varela” de reforma constitucional consiguió recolectar casi 15000 firmas en 2003, pero que la dictadura respondió con una contrapropuesta firmada por ocho millones de cubanos, que reclamaba una inscripción en la Constitución declarando inalienable el “carácter socialista” de la nación. Así pues, su iniciativa quedó descartada en toda legalidad por mayoría sometida a los tejemanejes de los hermanos Castro. No voy a explicar aquí las argucias de las cuales se valió la dictadura para recolectar sus millones de firmantes puesto que todos esos regímenes dictatoriales se valen de las mismas cosas para llegar a sus fines, es decir, perpetuarse en el poder. Pero diez años después hay que reconocer, repito, que el proyecto Varela sólo fue un paréntesis, un ligero escollo que tuvo que sortear el navío dictatorial, sino que los esfuerzos de Payá han resultado vanos en la práctica política; mostrando con ello dos cosas: la primera, que ninguna iniciativa popular proponiendo cambios parciales del sistema tendrá éxito y la segunda, que toda actividad pacífica dentro de Cuba está condenada al fracaso, ya que los medios propagandísticos de los que dispone el gobierno son de tal cuantía que ningún grupo de oposición por interesante que sea su propuesta sería capaz de competir con ellos.

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En estos momentos de tristeza, el Proyecto de la Asociación para una Autonomía Concertada de Cuba, muestra todo el interés que puede tener para la nación, por lo radical de su propuesta, pero sobre todo, porque el cambio, en el caso del apoyo oficial de una nación del continente, sería tan definitivo que ninguna propaganda podría contrarrestarlo. Los ocho millones de firmantes que inscribieron en su día en la Carta Magna el carácter irreversible del socialismo en Cuba, no se desdecirían aceptando la democracia social europea. Y todos los que quieren lo mejor para la nación saldrían ganado. 26 de julio Si Estados Unidos desea hablar con Cuba de igual a igual, "la mesa está servida", aseguró el jueves 26 de julio presidente isleño Raúl Castro, y poco después un vocero de Washington respondió que para ello La Habana debe permitir la libertad de expresión y liberar a sus presos políticos. El Nuevo Herald, 26/07/2012. La nación cubana está harta de que sus dirigentes hagan y deshagan a sus anchas sin tomar en consideración su verdadera opinión. Jamás ha sido consultada cuando ha sido necesario trazar una estrategia política que interesaría, no sólo a las clases gobernantes sino al conjunto de sus pobladores. Ocurrió ya a finales de la guerra hispano cubana en 1898, cuando bien acomodados en París españoles y norteamericanos decidieron lo que sería mejor para Cuba, sin respetar los deseos del Gobierno Autonómico instalado por la propia península en La Habana en enero del año anterior, ni por los amplios sectores populares, incluyendo distinguidos generales del Ejército Libertador. La nueva nación fue tratada como la una niña malcriada, los adultos sabrían como imponerle la mejor educación por su propio bien. El resultado, si no fuera tan dramático en términos de coste político y económico pudiera prestarse a risa, sin embargo cualquier observador exterior podría sin pasar por extremista desalmado, llegar a la conclusión siguiente: tras casi 110 años de “independencia” el país está en ruinas.

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Hoy sus dirigentes proponen como solución a los gravísimos problemas un diálogo con el gobierno de Washington. ¿Hasta cuándo durará tanto desprecio hacia la nación? La patria es de todos y nadie tiene el derecho de hablar en el nombre del pueblo sin que este sea consultado. Antes de sentarse a negociar asuntos tan graves con los Estados Unidos, los gobernantes cubanos deberían hacerlo primero con el país entero ya que por el momento carecen de la legitimidad necesaria para ello. Durante casi sesenta años se han mostrado incapaces de proponer una vía seria y responsable de desarrollo y a hora pretenden negociar ¿En nombre de quién y para obtener qué? Ya basta de que otros hablen en nombre de Cuba. La palabra ha sido monopolizada durante más de 50 años por Fidel Castro, en su nombre se apoyó la intervención en Hungría, en Checoslovaquia y se sirvieron a los intereses imperialistas de Moscú, sin olvidar la crisis de los cohetes del 62, cuya mayor enseñanza fue que la nación seguía siendo una niña en manos de los adultos. Hoy el país tiene que ser consultado sobre lo que desea, pasar por encima de sus gobernantes de manera pacífica, quitarles el derecho que se han abrogado unos pocos por la fuerza, de hablar en nombre del país sin el mandato necesario. Raúl Castro debería tener un poco más de vergüenza y si de verdad le interesa el bien común, se sentaría a negociar con sus ciudadanos lo que sería mejor para todos. La mesa y la patria Como cada año el gobierno del señor Raúl Castro ha propuesto conversaciones “de igual a igual” al gobierno de Washington, mientras que reprime con todo el descaro a las fuerzas vivas de la sociedad civil. El fracaso del proyecto Varela, el exilio continuo de los opositores al régimen o el éxodo masivo de la juventud, muestran con creces la inutilidad de las vías tradicionales para restablecer el equilibrio del pacto social en Cuba. Una vez que se ha establecido y fijado constitucionalmente el mejor de los mundos posibles, se cierran por definición otros caminos por vía democrática. Las palabras de Fidel Castro “dentro

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de la revolución todo, fuera de la revolución nada” mostraban ya en 1961 a los intelectuales y al resto del mundo, el único marco institucional del que podían disponer los cubanos. Casi sesenta años han transcurrido después y ningún otro proyecto de organización social independiente ha podido surgir dentro de Cuba. Las sociedades pueden comprenderse y estudiarse como personas; todo tratamiento psicoanalítico necesita tiempo para que surja efecto o para que los pacientes tomen conciencia del mal que les aqueja. La sociedad cubana está enferma y su neurosis se recomienza incansablemente cada 30 años con los mismos síntomas. El ciclo de revolución destrucción parece repetirse hasta el aburrimiento. 1868, 1898, 1930, 1960, 1990… Pónganse en estas fechas revoluciones grandes y pequeñas más un período especial de rectificación de errores que todavía dura y tendremos toda la Historia de Cuba trazada a machetazos. Una historia en la que siempre ganan los más fuertes y los que imponen al resto de la sociedad su visión de la misma. Durante la guerra civil de 1898 se oponían dos visiones para el futuro de Cuba, una dentro de España y la otra fuera. Se impuso como iba siendo ya habitual en el resto de la América hispana la ley del más fuerte. Recordemos que Máximo Gómez se negó a participar en el gobierno autonómico que funcionaba en La Habana, ahorcando y quemando propiedades de todo aquel que no estuviese de acuerdo con el ideal de independencia de España que él y una minoría de criollos defendía. Todos los líderes políticos independentistas de la época estaban al tanto de las intenciones de los Estados Unidos con respecto a Cuba. No hacía falta ser entonces un Henry Kissinger para darse cuenta de que una vez dentro del territorio nacional sería imposible sacarlos de allí, sin embargo fue por esta solución por la que optaron aquellos “patriotas” negando la legitimidad al Gobierno Autonómico más representativo de los deseos de la nación. No se puede decir que los cubanos no hayamos experimentado con todas las opciones políticas que se nos ofrecieron durante a finales del siglo XIX y principios del XX; primero como Colonia, después como República y al final como el primer país socialista de América. Todos esos proyectos fueron un fracaso. La única

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solución que nunca llegó a aplicarse fue la autonomía dentro de España. La asociación Autonomía Concertada de Cuba, creada recientemente en París tiene la ambición de proponer nuevamente a la nación esta opción política, capaz a nuestro juicio, de reunir mayorías dentro y fuera de Cuba. Para ello se propone actuar en tres direcciones. La primera sería la de restablecer la verdad histórica, siendo necesario para ello de romper los pedestales de mentiras sobre los que se ha levantado la ideología revolucionaria echando abajo todos sus mitos, la segunda estaría encaminada a organizar una consulta popular dentro de Cuba pidiendo la aplicación de los reales decretos de 1897 que acordaban la autonomía para la isla y la reintegración de la misma dentro del reino de España, siendo lógicamente el tercer paso, la organización de una consulta similar dentro de España. Para ello no sólo necesitamos voluntades e inteligencias de nuestro lado, sino también recursos económicos para llevarla a cabo. La puerta está abierta, la mesa servida y la nación invitada. 8 de agosto de 2012 Hacerse el sueco “El presidente de la Juventud Demócrata Cristiana de Suecia, Jens Aron Modig, insistió el viernes en que no recuerda el accidente en Cuba que les costó la vida a los disidentes Oswaldo Payá y Harol Cepero Escalante” El Nuevo Herald , 10/08/2012. ¿Por qué cuando la gente se desentiende de sus obligaciones en ambos lados del Atlántico se le echa la culpa a los suecos? ¿Será que como sucede con “la pérfida Albión” los suecos arrastran por la historia la fama de desentendidos sin merecerlo verdaderamente? Vamos a ver. He leído atentamente sus declaraciones publicadas en el periódico de Miami y sospecho por su narración que aún no conocemos gran parte de lo sucedido. Primero, porque aunque diga que “dormitó casi todo el viaje” estaba transitando dentro de Cuba y cualquiera que lo haya hecho, sabe con absoluta certeza que las

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carreteras están en un estado que impide tan plácidas siestas. Segundo, porque la Seguridad del Estado supo cómo tratarlo desde el principio. Dos policías lo escoltaron en su cama de hospital desde que abrió los ojos, más tarde como sucede en las películas de espionaje, lo secuestraron por la noche para conducirlo a La Habana y lo mantuvieron cinco días incomunicado en una dirección desconocida. Durante el trayecto “me dijeron que tenía que bajar la cabeza” Cuando pudo levantarla se encontraba en una “habitación sin ventanas ni muebles, sólo una cama” Cuenta el pobre sueco que los interrogatorios duraban horas o a veces minutos, pero que siempre lo acosaban con las mismas preguntas. En su conferencia de prensa no habló ni una sola vez de amenazas y es en este punto donde sospecho que algo muy raro ocurre. Según el periodista, Aron “parece sentirse seguro y habla con mucho cuidado” ¿A qué le presta tanta atención Aron? ¿A su perfecto sueco? ¿Al español? ¿Al inglés? No lo creo. Está cagado en los pantalones el pobre Aron. Quien conoce -como yo los conozco- los interrogatorios de los esbirros de Fidel Castro, sabe que pueden llegar a ser bastante impresionantes. ¡Vaya Dios a saber con qué lo amenazaron! La madre, la novia, el hijo, no importa, pero lo hicieron, de eso no cabe la menor duda. Ya se sabe que la Revolución tiene las manos muy largas y al que le quepan dudas, les invito a consultar el artículo titulado “Los sicarios de Fidel Castro” publicado en el Nuevo Herald el 21 de abril de este año. La inocencia de sus palabras “yo fui allí con mucho interés a contribuir por una Cuba más libre, pero fui arrestado e interrogado” prueban con creces en que estaba pecando de ignorancia o estupidez. En cualquier caso, no se estaba haciendo el sueco sino ¡el suequísimo! 14 de agosto 2012 Otra flotilla por la libertad para Cuba Los intentos de romper los bloqueos desde el mar presentan límites que no pueden superarse fácilmente, como lo mostró el fracaso de la flotilla de Gaza el 31 de mayo del 2010. Recordemos que esta decidida acción provocó un fuerte impacto mediático,

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pero que en nada resolvió los problemas de los interesados en Palestina, que siguen encerrados, excepto por los pocos días que Egipto abrió la frontera y pudo circular libremente la ayuda humanitaria. Que organizaciones sin fines de lucro formadas por seres humanos, unidos espontáneamente con un objetivo preciso, estén aumentando cada día en todos los países donde se les permite hacerlo, es una evidencia que no se ha valorado suficientemente en su justa medida. Los resultados obtenidos por las más conocidas en materia de derechos humanos, esconden una multitud de iniciativas que cada día avanzan y obtienen resultados espectaculares, mostrando la capacidad de los seres humanos de influir en su medio, sin la necesidad de un líder que coordine sus acciones. El avance de las ideas democráticas por el mundo trae implícita la evidencia de que los seres humanos, no sólo podemos, sino que estamos obligados a organizarnos para defender nuestros intereses particulares. Esta conciencia no ha surgido sola, es el fruto del desarrollo de la socialdemocracia, del individualismo y del triunfo del sistema capitalista de producción y no es posible sin la liberación sincera de la iniciativa individual. Esta realidad indiscutible desde el punto de vista teórico, es la base ideológica misma con la que se sustenta el aumento de las actividades no gubernamentales; financiadas por sus propios miembros o por donativos de otras personas, que creen igualmente en su capacidad real de cambiar el mundo al margen de las políticas oficiales. La urgencia que se observa en este sentido, obedece igualmente al hecho comprobado de la impotencia de los organismos internacionales institucionalizados al final de la Segunda Guerra Mundial, demasiado grandes, monolíticos, manipulados o desacreditados; pero igualmente por la presencia de un mundo unipolar liderado por los Estados Unidos, cuya política por definición globalizante no puede ser sustentada por todos los habitantes del planeta. En este sentido de inscribe el deseo de la Asociación Autonomía Concertada para Cuba, que pretende llevar por mar, desde un país de América Central, el 1° de enero de 2014 una urna electoral con el objetivo de organizar un plebiscito en el Puerto de La Habana.

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La llegada de Fidel Castro al poder en 1959 impuso sin concertación popular un régimen dictatorial que, con el paso de los años ha ido perdiendo toda credibilidad a nivel internacional y nacional. El proyecto revolucionario, iniciado a mediados del siglo pasado, ha terminado sirviendo a los intereses de una élite gubernamental que se afianza en el poder, negando brutalmente a sus ciudadanos la capacidad de pronunciarse a favor o en contra de la continuidad de un tal sistema. Sólo recordemos que la familia Castro rige el destino del país desde hace más de medio siglo y que bajo su dirección jamás se han organizado elecciones libres, ni favorecido otras ideas que las suyas. El descalabro político y económico del castrismo es evidente, nadie en su sano juicio podría negarlo o justificarlo. Los argumentos avanzados por el régimen para continuar amordazando a la población, como la hostilidad de los Estados Unidos, han dejado de funcionar, dejando al descubierto sus propias contradicciones insalvables. El fracaso del Proyecto Varela, así como el de todos los intentos de organización individual desde dentro de Cuba, abortados por la brutal represión de un sistema dictatorial sin escrúpulos, muestra que una iniciativa exterior, semejante a la que se organizó para romper el bloqueo de Gaza sería más que bienvenida. Si el gobierno de los hermanos Castro está seguro de tener la razón y del apoyo con que cuenta dentro de Cuba, debería ayudarnos sin reparos con esta diligencia, que mostraría de manera transparente al mundo entero que la isla no es una hacienda, ni sus ciudadanos esclavos, rehenes de la voluntad de un caudillo o de sus seguidores. ACC, 30 de agosto de 2012. ¿Por qué no habrá cambios en Cuba cuando se muera Fidel Castro? El gobierno de Cuba se ha preparado desde 1989, -fecha de la caída del muro de Berlín para los despistados y las nuevas generaciones-, con el propósito declarado de garantizar la perennidad del

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sistema castrista, al menos durante un tiempo bastante prolongado tras la muerte de este ¿Cómo lo ha hecho? Pues de manera muy simple, aprendiendo de los errores de los demás. El primer problema al que se enfrentaron los antiguos dirigentes de los países de Europa del Este a la caída del muro y al desplome del Sistema Socialista Mundial, resulta evidente, fue que se hallaron completamente arruinados. En un contexto semejante, los apolillados comunistas de entonces carecían no sólo de las simpatías de sus ciudadanos, sino de los recursos necesarios para poder financiar el costo de una campaña política. Por eso la mayoría cedió el poder a aquellos grupos que se habían organizado en la clandestinidad y que disponían del dinero necesario para hacerle frente a semejante gasto. El ejemplo que se me ocurre ahora es el de Polonia pero existen muchos otros. Sin embargo, en algunos países, después de pasar un tiempo de ajuste, los comunistas siguieron gobernando con otros nombres, para llegar al caso más claro de todos, el de Rusia que actualmente está presidida por antiguos comunistas disfrazados de demócratas. El único país que ha logrado avanzar sinceramente por el camino de la democracia es Alemania, recordemos que Angela Merkel viene de la antigua RDA e hizo sus primeros pinillos políticos en la Juventud Libre Alemana, cuyo equivalente en Cuba sería la Unión de Jóvenes Comunistas. Como ya dijimos, el señor Castro, que es cualquier cosa menos idiota, cuando no estaba enfermo ni medio vivo como ahora, ha comprendido este proceso, preparando desde aquel entonces la continuación de su régimen. Las cosas no sólo están bien pensadas, sino mejor organizadas ¿Cómo? Por medio de compañías anónimas situadas en paraísos fiscales, cuentas de Suiza, diferentes montajes financieros, difíciles de detectar aún para los servicios secretos norteamericanos; así dispone de una fuerza de choque impresionante capaz de financiar cualquier campaña electoral liderada por un espantapájaros de turno. Pero esto es sólo para las emergencias, porque en realidad, cuenta con estructuras opacas casi independientes, creadas dentro de Cuba, pertenecientes a entidades estatales, dirigidas por generales u hombres de confianza. Sin olvidar a las Fuerzas Armadas que desde ya hace muchos años

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son capaces de producir todo lo que consumen y que controlan además sectores clave de la economía como el comercio exterior y el turismo. En resumen, en el caso en el que haya que jugar la carta democrática, ya lo tiene todo preparado para ganar. Tenga usted el ejército y el dinero y ya la razón no le hará falta. Por lo antes expuesto, Autonomía Concertada para Cuba, ACC, creada recientemente en París, no cree que pueda producirse una verdadera transición hacia la democracia cuando mueran los ganadores de la Guerra Civil de 1959. Al contrario, las justas aspiraciones de la nación se verán burladas nuevamente como ya ocurrió antes en la historia. Existe otro camino, al que la clase política cubana, -ni la actual ni la que vendrá después- podrá oponerse si la nación levanta un clamor desde lo más profundo de su ser, este camino se llama Autonomía y podemos alcanzarlo entre todos. ACC, 25 de agosto de 2012 A 72 horas del comunicado especial del gobierno de Cuba

(sobre la pretendida muerte de)

A Fidel Castro lo han matado ya varias veces. Entre los múltiples intentos de asesinato (los ciertos y los inventados por la causa) y los rumores, pienso que se puede llevar la palma del personaje más odiado de todos los tiempos, al menos por los cubanos. Que la situación actual en la que se encuentra despierta curiosidad morbosa y burlona es un hecho; desde que he puesto en el blog una nota concerniendo los insistentes rumores sobre su deceso, las visitas al portal de la Asociación autonomía Concertada para Cuba se han hecho numerosísimas (de un promedio de 50 visitas diarias ha pasado a 500). Recientemente uno de sus hijos ha declarado que su padre sigue “vivito y coleando” como se dice en Cuba cuando alguien quiere alardear de su buena salud. De todos modos esto no cambia nada a la realidad, Castro hoy o mañana “estirará la pata”, es una regla de vida, nos pasa a todos, más aun cuando el cuerpo se ha gastado por el ejercicio cotidiano del poder como es su caso. Todos los dictadores omnímodos como

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él, han terminado de la misma manera, locos de remate temiendo – con razón- el oscuro sablazo de la traición. Las escuelas que se oponen a su legado son fundamentalmente dos: una que lo considera como un brillante estadista que ha marcado el siglo XX de manera indeleble y la otra que rechaza de plano cualquier influencia trascendente que haya podido tener; una tercera más reciente, lo supone ya olvidado, dejado atrás por la carrera inexorable de la historia. En cualquier caso, lo único que puedo constatar con las visitas a mi blog es que todavía interesa- y mucho-. Si muere o vive todavía, si finalmente el gobierno cubano publicará o no un comunicado en las próximas 72 horas, como parecen indicarlo el movimiento de tropas y el nerviosismo que se respira en los cuerpos militares de la isla, en el fondo no importa; pero no porque la historia lo haya absuelto finalmente con su olvido, sino porque “el castrismo” alimentado de manera insomne por su creador durante más de 50 años, perdurará de una manera u otra, como hemos explicado en este blog, todavía por largo tiempo. ACC, 12 de octubre de 2012 Deshaciendo mentiras: Si los Estados Unidos no invaden Cuba es porque les disuade el poderío del Ejército cubano. Como militar retirado y como cubano me encantaría que algo así fuese cierto, sin embargo no lo es. Ninguna potencia militar en el mundo actualmente es capaz de oponerse a una invasión (distinta a una ocupación militar a largo plazo) del Ejército de los Estados Unidos, que cuenta con medios convencionales suficientes para desarticular resistencias en cualquier lugar del planeta si así lo quisieran sus dirigentes. También capaces de deshacerse físicamente de alguien, como lo vimos recientemente por la televisión, sin muchos problemas logísticos. A sólo 90 millas de las costas de la primera potencia militar del mundo, ni siquiera les haría falta desatender el estrecho de Ormuz trayendo un portaviones, bastaría con que utilizaran las bases terrestres dentro de su territorio o que,

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simplemente ocupasen la Provincia de Oriente desde la base Naval de Guantánamo, que como se sabe les pertenece desde que se declaró la “República” en 1902. Entonces ¿Por qué no lo hacen? La respuesta es muy sencilla: porque no les interesa. Si ese fuera el caso, desde hace mucho tiempo que el gobierno de los hermanos Castro habría pasado a la historia. Dicho esto, la pregunta que puede hacerse cualquiera en Cuba y fuera de ella sería la siguiente: ¿Para qué destinar el 3.8 porciento[i] –casi tanto como Rusia- de su producto interior bruto en unas Fuerzas Armadas que no cumplirían claramente su misión en el caso de un conflicto armado con los Estados Unidos? Los últimos ejercicios militares Bastión se efectuaron el 2009 y como de costumbre provocaron un derroche de los escasos recursos de la nación. La “Guerra de todo el Pueblo”, que rige y orienta la actual doctrina militar cubana, supone como su nombre lo indica, la movilización de una gran parte de la población; la primera consecuencia de estos ejercicios es la desarticulación del sector productivo y el aumento exponencial de la pobreza. El único objetivo que persigue la parte cubana con estos ejercicios es el de mantener vivo el fervor patriótico dentro de la población, agitando el fantasma de una invasión que nunca llegará, si no la justifica una situación política interna provocada por la obcecación castrista de mantenerse en el poder a toda costa, como una nueva guerra civil por ejemplo. Todo ese dinero debería ser invertido en infraestructura y modernización del aparato industrial. La ciudad de La Habana, por ejemplo, está en ruinas y los sistemas de acueductos y alcantarillados tienen más de un siglo. Recientemente el gobierno anunció el cierre de la planta de níquel de Nicaro[ii] dada una disminución de la demanda internacional de este metal, por este motivo 5000 trabajadores de esa región se irán a la calle, tras haber sido explotados durante años por el propio gobierno, que como se sabe, recupera los salarios en divisas y paga a los obreros en moneda nacional devaluada.

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Si Cuba volviera a ser una autonomía española, no tendría ninguna necesidad de gastarse el dinero inútilmente en un ejército. Todos los gastos militares serían suprimidos, empezando por el Servicio Militar Obligatorio, que es el último vestigio de la esclavitud en occidente, pasando por los recursos que se gastan cada año en espías, chivatos y los matones de las Brigadas de Respuesta Rápida. Por supuesto que todo el aparato represivo del régimen sería desarticulado y, sus agentes (aquellos que tienen sangre en las manos) juzgados según las reglas del derecho. Pero lo más importante, es que una parte de ese dinero se destinaría a hacer justicia a los veteranos de las guerras castristas por todo el mundo. Olvidados, no sólo por el castrismo que los utilizó por pura ideología, sino también por los estados beneficiarios de aquel enorme esfuerzo, principalmente Angola y África del Sur, que pudieran destinar una ínfima parte de sus recursos petroleros y minerales para venir en auxilio de los sobrevivientes de aquella guerra, gracias a la cual pudieron alcanzar la independencia- que viven todavía en Cuba y se encuentran en un estado de pobreza vergonzoso[iii]. Recordemos solamente que más de 300 000 mil cubanos pasaron por Angola, sin olvidar el resto de los participantes en las aventuras militares del régimen cubano en África y en América latina. Esta situación contrasta crudamente con los veteranos de guerra de otros países, comenzando por los "malvados" Estados Unidos por ejemplo, a los cuales se les puede acusar de cualquier cosa, menos la de olvidar descaradamente a los que se sacrificaron por ellos en sus guerras.[iv] ACC, 8 de agosto de 2012. Ventajas para España de una Cuba española El diablo se esconde en los detalles solía decir el pérfido Nicolás de Maquiavelo, que por su comercio interesado y asiduo con los príncipes de su época sabía perfectamente de lo que estaba hablando. Debió ser de gran provecho para un observador seducido por la cosa política como lo era él, comprender que la historia no se construye por ideologías, sino por acuerdos bajo el tapete e ín-

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fimos acomodos entre los grandes poderes y las obligadas razones de estado aún más grandes que ellos mismos. La idea de Cuba como provincia de España parece mover el interés de una gran parte de mis conocidos, los más, lo confieso sin rubor, para denigrarla o criticarla sin el más mínimo fundamento. La tarea de la Asociación será -como está escrito en los estatutosla de ir demostrando poco a poco las ventajas que esta reunión puede llegar a tener para los unos y otros. Lo haremos en la medida en que vayan llegando colaboraciones; porque esperamos las de todos, políticos, historiadores, economistas y literatos, sin olvidar al simple ciudadano, que a fin de cuentas por los impuestos que tendrá que pagar en la nueva Cuba habrá de ser quien diga la última palabra. Mientras llegan los que leen este blog tendrán que contentarse con mis propios análisis. Veamos por ejemplo, si Cuba y España hubiesen participado juntas en la última olimpiada de Londres, habrían obtenido 8 medallas de oro, 13 de plata y 10 de bronce lo cual significaría que España estaría en el octavo lugar, justo detrás de Francia. Hoy no sé si los españoles sienten la misma vergüenza que yo, cuando siendo un país desarrollado europeo consiguen malamente el vigésimo primer puesto, por debajo de Jamaica o Kazakstán. De lo cual se desprende que una colaboración deportiva sería beneficiosa para las dos naciones. Cuba no puede mantener los niveles alcanzados cuando integraba el difunto campo socialista y recibía el multimillonario subsidio de Moscú, de hecho cada año sus resultados deportivos se resienten por falta de apoyo gubernamental; muy lejos están ya los años en que los púgiles cubanos se llevaban a casa todas las medallas olímpicas o se destacaban corredores o saltadores de alcance internacional. Todo eso pasó a la historia, como el resto de los “logros” por lo cuales el castrismo se permitía moralinas interminables. No sé lo que sucede con el deporte olímpico peninsular, pero la clasificación de España deja mucho que desear a pesar de los esfuerzos indiscutibles del equipo olímpico nacional. Los brillan-

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tes nombres de Nadal o Alonso, que llevan bien alto los colores de la península no pueden llamarnos a engaño, primero porque una golondrina no hace verano y luego porque el estado español no ha dedicado ni un solo euro para formarlos. En conclusión, tenemos que rendirnos a la evidencia los recursos que dedican ambos estados para el desarrollo del deporte “amateur” no son suficientes, puestos de concierto y mejor empleados, el Reino habría centelleado, tal vez hasta delante de su eterna rival, Francia, porque los cubanos con estímulos materiales pueden llegar a hacer milagros. ACC, 15 de agosto de 2012. Otras Ventajas para España de una reincorporación pacífica y concertada de algunas de sus antiguas colonias desengañadas. La primera me parece evidente, la de reparar entuertos cometidos por la avaricia y pocas luces de sus pasados gobernantes. Como cubano siempre me ha llamado la atención el poco cuidado que han puesto investigadores de ambos lados del atlántico sobre el siglo XIX, cuando por ejemplo, se ha tratado de analizar la influencia de la corriente masónica en los sucesos que condujeron a la revolución de 1868, más conocida como La Gloriosa, que terminó provocando la caída de Isabel II. A pesar de que se sospecha la conexión entre estos hechos y el famoso “grito de Yara” iniciado por Carlos Manuel de Céspedes en la isla, que dio inicio a la guerra y terminó en 1898 con la intervención norteamericana y la caída del gobierno autonomista de José María Gálvez, poco o nada saben los historiadores. Tampoco en Cuba se ha analizado con la seriedad que merece el fiasco de la corriente autonomista, siendo ésta mayoritaria dentro de la isla y contar con el apoyo de amplios sectores de la sociedad civil desde el año 1810; ni en España se ha escrito nada que valga la pena en relación con la vergonzosa expulsión de los delegados cubanos a las Cortes en 1837, sin olvidar el estruendoso

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fracaso del proyecto de “Ley de autonomía para la gran Antilla” presentado por Maura ante el senado en 1883. Tampoco se ha estudiado con la profundidad necesaria, la responsabilidad de los grupos de presión hispano-cubanos en estas lamentables decisiones, cuando sólo representaban sus intereses comerciales, por encima de los del resto de la nación, y cuando hablo de nación no me estoy refiriendo sólo a Cuba sino también a España. Durante largo tiempo, dichos grupos siguieron jugando un papel preponderante tras la pérdida institucional de las colonias en Cuba y en España. No hubo enjuiciamientos ni esclarecimiento de sus responsabilidades, al contrario, en Cuba integraron el gobierno y apoyaron con descaro la intervención norteamericana, sin repudiar la ocupación, mientras que en España, a pesar de impacto que significó la pérdida de Cuba, mantuvieron sus cargos en el senado o en el ejército. La situación actual por la que atraviesa Cuba merece toda la atención del mundo. Una solución de consenso existe. Cubanos y españoles están hoy delante de una oportunidad histórica sin precedentes y que probablemente no vuelva a repetirse nunca, la de retomar camino juntos en la historia. Para ello necesitan revisitar el pasado alejándose de ideologías marxistas, nacionalismos baratos y pasiones tristes. La Asociación Autonomía Concertada para Cuba, creada recientemente en París, se propone darles la posibilidad de pronunciarse al respecto. Para ello necesitamos buenas voluntades, recursos económicos y la colaboración de economistas y universitarios, capaces de ayudarnos a crear un proyecto coherente que pueda ser presentado las dos naciones en un futuro inmediato. ACC, París, 18 de agosto de 2012. Habemus associatio Aunque el asociarse libremente es un derecho constitucional en Francia, conviene si se desea darle un carácter oficial, declararla ante las autoridades competentes del Estado. Esto se hace necesario si se desean ingresar subvenciones públicas y privadas de

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manera transparente pero sobre todo, beneficiar de un estatus legal dentro del territorio nacional ¡Ya es cosa hecha! A continuación se harán las gestiones necesarias para obtener una cuenta bancaria nominativa para que todo aquel que esté interesado en nuestro proyecto pueda ayudarnos financieramente (ver la pestaña “Documentos oficiales ACC” en la columna izquierda del blog). La tarea es colosal, organizar un referéndum bajo una dictadura no es tarea fácil, tenemos que divulgar la idea por todos los medios a nuestro alcance para que pueda darse a conocer dentro de Cuba. Paralelamente se necesitan en España, en Cuba y en el mundo hombres y mujeres de buenas voluntades, capaces de brindarnos argumentos que desde el punto de vista económico e histórico, faciliten la tarea; no sólo en la isla sino también en España, que urge hoy de ideas nuevas para salir de la crisis en la que se encuentra hundida. Nuestro sueño es inaugurar un colegio electoral en La Habana el primero de enero del 2014 para que nuestros compatriotas comiencen a manifestar su opinión de manera libre y transparente en este sentido. Tal vez en un día no muy lejano podamos españoles y cubanos volvernos a entroncar en una historia común de la que nunca debiéramos haber salido. Sobre la Comunidad Autonómica de Cuba

Señor Niebel: Colonia y Autonomía, no son la misma cosa. La Agencia Venezolana de Noticias acaba de publicar un cable de noticias donde se informa sobre la creación de la Asociación Autonomía Concertada para Cuba (ACC) y de su impacto dentro de las instituciones europeas. El redactor, Ingo Niebel es un ciudadano alemán corresponsal de dicha agencia acreditado en Europa y muy bien conectado por lo que parece, con los órganos institucionales del continente, ya que hace mención a una carta privada, dirigida por nuestra asociación al presidente del Parlamento Europeo y, que a pesar de nuestras búsquedas, no hemos podido encontrar en ningún sitio oficial. No alegra pues, que el señor Niguel,

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que es un universitario diplomado de la Universidad de Colonia se haga eco de nuestra propuesta; aunque nos parece un poco exagerado el uso que hace de las comillas en español. Sin embargo, queremos aclarar algunos puntos, ACC es una organización legal, compuesta el menos por tres miembros y declarada en la Prefectura de Policía. Suponemos que el señor Niguel, como ciudadano europeo que es, conoce los usos y reglamentos usuales en ese tipo de iniciativa ciudadana y, que da por sentado entonces, el hecho de que la decisión de enviar dicha misiva ha sido aprobada por una Asamblea General y, no por su presidente exclusivamente. El señor Fernando Núñez es una persona de verdad y no un “tal” cualquiera, un adjetivo que en español precedido de un nombre propio, adquiere una connotación peyorativa. Pero pasemos esos detalles y vayamos al fondo del asunto. Su artículo está dividido en dos partes, en la primera, parece dar parte de la carta y de su contenido, pero enseguida comprendemos que se trata más bien, de mostrar con el dedo, una vez más, al Parlamento Europeo, como un seguidor ciego de “las pautas anticubanas marcadas por Washington” considerando en consecuencia, de que se trata de una nueva provocación de esta venerable institución. A continuación, el señor Niguel se dedica a dar su opinión sobre el llamado “rescate” a España, algo que en nuestro opinión no tiene nada que ver con lo que exponía anteriormente, excepto si quiere probar que España, por causa de la crisis, no podría enfrentarse al costo del financiamiento de la Comunidad Autonómica de Cuba. Al respecto, nuestra asociación ha publicado un artículo que explica muy claramente cómo podría financiarse este proyecto sin costo alguno para el contribuyente europeo, así es que no vamos a repetirlo. También el “periodista” se hace eco de las iniciativas de Hugo Chávez para paliar la pobreza en Venezuela, e insta al gobierno de Madrid a hacer la misma cosa en España. Sólo queremos recordarle a señor Niguel que uno de sus compatriotas, el economista político Ludwig von Mises, probó en un tratado titulado la “Acción Humana” publicado a mediados del siglo pasado, que el socialismo, no sólo era una locura desde el punto de vista econó-

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mico, sino que también resultaba inmoral desde el punto de vista ético. Tampoco haremos aquí una explicación de sus razones, pero podemos considerarlas dignas de crédito, puesto que varios premios Nobeles han sido acordados a sus discípulos, entre los que se encuentran F.Hayek, Elinor Ostrom, Peter Diamond y Dale Mortensen, la lista es larga y valdría la pena, que los defensores del chavismo estudiaran la teoría austriaca de la economía antes de creer -y hacer creer- a sus atribulados ciudadanos que el Socialismo del Siglo XXI es una solución capaz de resolver los problemas del subdesarrollo o de la pobreza en el mundo. Sigue la exposición del periodista con una trasnochada defensa de las elecciones en Cuba, extasiándose ante el masivo 98% de participación en la consulta. Honestamente, no sabemos si se trata de una provocación, pero como alemán que es, le proponemos visionar en lengua original la excelente película (Das Leben derAnderen) de su compatriota Florian Henckel von Donnersmarck, estrenada en 2006 y que ha recibido numerosas recompensas, incluyendo un Oscar, para que comprenda cómo se organiza la vida del paraíso socialista que tanto le ilusiona. Termina su despacho comentando las recientes iniciativas separatistas del País Vasco y de Cataluña, suponiendo no sé por qué, que van a tomar el camino de Cuba para construir un “estado más social y más democrático” como si la historia no mostrase con creces, que las “revoluciones” de ese tipo siempre las han llevado a cabo las clases más altas de la sociedad, con el egoísta propósito de quitar un orden para poner otro que asista mejor a sus intereses, sirviéndose para ello de la ignorancia de los pueblos, que al final, se quedan tan (o más) pobres que antes. En conclusión, aconsejamos al señor Niguel que para sus próximos despachos como periodista, haga realmente su trabajo yendo hasta el fondo de las cuestiones que trata, en lugar de hacer “tal” propaganda falaz. Los miembros de ACC estaríamos encantados de ponernos a su disposición para explicarle el proyecto con detalle si es que realmente le interesa. ACC, 23 de septiembre de 2012

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España: una Federación de Países Autónomos. Al señor Mas no se la ha ido la olla, es el resto de España el que no se entera de lo que sucede. A ver como lo explico para que nadie se me enfade. Desde que los Habsburgos perdieron la Corona tras la guerra de sucesión española, cambió completamente el paradigma de gobierno peninsular, pero desde entonces todo el mundo actúa como si no hubiera pasado nada. Tras la caída de una dinastía dueña de medio mundo, (para la cual nunca fue un problema reconocer las particularidades específicas de sus súbditos, incluyendo a la Península que, con los fueros vascos, aragoneses, navarros, granadinos –no los menciono todos- y sus poblaciones judías, árabes, aragonesas y vascongadas, era una muestra a pequeña escala, un crisol, de los indisolubles problemas a los que debía enfrentarse cotidianamente la cabeza de la casa de Austria), se pasó a un esquema de poder centralizado típicamente francés. Desde entonces el buen Rey español debió seguir al pie de la letra los consejos de gobierno centralizadores al extremo, inspirados por su ilustre abuelo Luis XIV. ¿Y cómo podría haber sido de otra manera? Francia era “lo más” dentro de Europa y España a pesar de todas sus riquezas de ultramar “lo menos”. Con la publicación de la última llamada a la población de los Tres Comunes de Cataluña, donde se proclamaba claramente que con la caída de la Ciudad Condal, se terminaban no sólo la libertad y la independencia de una raza, sino el modelo de gobierno practicado hasta el momento: la reunión voluntaria de pequeños estados peninsulares. Desde entonces la voluntad de los monarcas borbónicos estuvo dirigida a centralizar el país, sin lograrlo realmente ya que les faltaba el carisma, la voluntad y el dinero necesario para ello; por eso España nunca llegó a convertirse en un país de verdad y siempre se mantuvieron -más o menos solapados- los regionalismos que terminaron pariendo la Guerra Civil, la dictadura Franquista y la Constitución de 1978. La construcción de una España soñada estaba en todos los espíritus avanzados de la época, y gracias a la propaganda y las buenas intenciones, le vendieron a la nación y a Europa un modelo centralizado que no se apoyaba sobre bases reales. La desorganización ininterrumpida del siglo XIX, provocada, más por los con-

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flictos de intereses, que por la hostilidades francesas e inglesas y, que terminaron con la pérdida de las colonias de América (con la paradigmática explosión del Maine) lo prueba con creces. En ese punto estamos todavía. Por eso es necesario reconocer estos hechos estudiados y hablados miles de veces y replantear nuevamente el pacto democrático con los que lo deseen y no impuesto desde arriba para todo el mundo, -como sucedió en 1978- y pensar por ejemplo, en una Federación de Países Autónomos, un ejemplo de organización estatal que se aplica en Los países Bajos y que funciona a la perfección. ¿Los catalanes quieren un país? Pues sea. ¿Los vascos? Concedido, tras un democrático plebiscito en los dos casos por supuesto. La federación de Países suprimiría los conflictos que generaría la independencia precipitada y populista a la que se dirige el señor Mas, -más empujado por el ego que por el interés general- (¿Quién va a reconocer a Cataluña en Europa si España se opone? ¿Dónde va a obtener el dinero suficiente para mantener funcionado el Estado de Bienestar? Estas interrogantes no son exhaustivas pero espero sinceramente por el bien de todos, no ser el único que se las hace). Este modelo federal, incluiría -de paso-, las antiguas colonias de Cuba y Puerto Rico que, como hemos explicado en el portal de la asociación Autonomía Concertada, aún no han terminado completamente el proceso de descolonización. A ambas islas podría claramente proponérseles la adhesión a la nueva federación española dentro de Europa. Reconociendo de una buena vez lo que sucede en España, se terminarían de una vez las veleidades independentistas, cada uno con los suyo pero dentro de la Federación Española, como en los Países Bajos, de ese modo se conservaría hasta la monarquía. De hecho, el Rey o el Príncipe heredero deberían, como ya sucedió en su momento durante la Transición, ser los gestores de este histórico movimiento de esa manera justificarían por largo tiempo la supervivencia de la Corona. Bandera de la hispanidad diseñada por Corriente Hispanista

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El estado central se reduciría a su mínima expresión como garante de la ley suprema, la justicia y el comercio, dejándose al cuidado de las fuerzas vivas de la sociedad sus propios destinos. La Unión Española podría ser el laboratorio del mundo liberal, (no el que existe hoy) sino el soñado por los teóricos de la escuela austriaca de economía, el primero, donde los ciudadanos de los dos lados del atlántico serían dueños de sí mismos. Un ejemplo de nueva sociedad en la que la libertad individual pautada por la ley y la tradición, serían el principio de un modelo realmente justo y original de sociedad, el comienzo en suma, de una nueva etapa de la historia de la humanidad. ACC, 29 de septiembre de 2012 El Proyecto de Constitución Federal de 1873 de plena actualidad Los miedos al federalismo son infundados puesto que no se ha inventado ningún sistema político que justifique las particularidades (que se resumen por comodidad en el concepto de nacionalismo) de un territorio y que reconozca al mismo tiempo, la absoluta necesidad de pertenecer a un conjunto más amplio. Es la diferencia entre orden particular y orden extenso, que se manifiesta en la organización de las sociedades y grupos humanos. La riqueza de las naciones se produce, se amplía y mejora cuando la especialización que se produce en cada una de ellas permite la eficiente utilización de sus recursos. Gracias a este sistema podemos beneficiar eficazmente de las competencias adquiridas por otros para satisfacer nuestras propias necesidades. Ningún país puede vivir en autarcía, el concepto de globalización, es la expresión natural de este proceso que tiende a amplificarse, cuando se establece legalmente un cuadro legal internacional estable que clarifique las reglas del juego comerciales y permita una mejor visibilidad a los empresarios. El problema no es la globalización en sí, sino las reglas del juego que se apliquen cuando se está llevando a cabo. Hoy por ejemplo, el proceso

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se vive como una injusticia porque los grandes grupos implicados son monopolios de estado, lo que significa que no sólo defienden intereses puramente comerciales, pero eso ya es otra discusión. En conclusión, estoy afirmando que no hay porqué tenerle miedo de una nueva forma de organización del estado. Lo que sí es una evidencia para todos es que el modelo actual no puede continuar de la misma manera, puesto que es fuente de fuertes tensiones sociales que a la larga perjudican el desarrollo del conjunto. Las Constituciones europeas son fácilmente modificables porque desde su creación no parten de principios realmente generales como la de los Estados Unidos, por ejemplo, sino que son más bien la expresión particular del triunfo de una tendencia política que termina imponiéndose a todos los demás en nombre de “altos principios” (unidad, paz social, eficacia económica). Por eso encuentro hipócrita que algunos se opongan al cambio de las reglas del juego. En cualquier caso, par evitar que ocurra en el futuro, pues se debe Constituir sobre principios lo suficientemente generales que lo impidan, dejando a la Justicia esta posibilidad, mediante las interpretaciones que de estas nociones generales puedan hacerse más adelante. Las numerosas voces que se han levantado en los últimos días prueban que este debate no está cerrado y que sería un error ocultarlo en nombre de la sacrosanta “unidad de la patria” Los líderes socialistas El primer secretario del PSC y candidato socialista a las elecciones del 25N, Pere Navarro, ha recordado hoy a sus filas que el "marco común" del partido es la defensa de un modelo federal para España. Las declaraciones de Navarro llegan un día después de que el sector más catalanista del partido, muy crítico con la dirección, haya publicado un manifiesto en el que le pide que incorpore en el programa electoral la defensa de "una CatalunyaEstado" en un "Estado español común o ibérico". Por su parte el antiguo Secretario General del partido Socialista Español y expresidente del Gobierno Felipe González ha abogado por un "cambio, avance o evolución" de la Constitución de 1978 que apueste por el federalismo como estructura del Estado pero ha advertido de que

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"las reglas del juego que se han dado deben ser respetadas también para reformarlas". La constitución de 1873, un proyecto abortado de Castelar para la Primera República ya contemplaba esta posibilidad y podría ser la base de este nuevo proyecto de reorganización estatal. El cual debería ampliarse para incluir en él, (haciéndoles de una buena vez justicia) las antiguas colonias Cuba y Puerto Rico, entre otras, expoliadas por el injusto Tratado de París firmado el 10 de diciembre de 1898. En negro y blanco

Sobre las muertes de Menoyo y Payá En los últimos meses han fallecido dos personalidades completamente distintas, pero reunidas bajo un mismo combate por la democracia en Cuba. El primero, Osvaldo Payá, disidente democristiano, líder del Movimiento Cristiano Liberación y premio Andrei Sajarov de los derechos Humanos del Parlamento Europeo en 2002, murió el 25 de julio pasado, víctima de un accidente de tráfico en la provincia oriental de Bayamo, sin que todavía hoy se conozcan realmente los detalles del siniestro, ni la versión personal de los implicados; Payá, fue el principal conceptor y organizador de la insólita propuesta política a iniciativa (realmente) popular que ha visto la luz en Cuba en los últimos 53 años. El único proyecto político que, si bien no hizo tambalear las bases del régimen como era su ambición, al menos provocó un cierto temblor en la piel del caballo. Aunque el tábano de la Propuesta Varela quedase numéricamente aplastado por mayoría, sus consecuencias políticas seguirán marcando por mucho tiempo el futuro de la nación. Está muy claro que la inscripción del carácter socialista en la Carta Magna de la República, como único sistema posible per secula seculorum, no sólo ha venido a ensombrecer aun más el complejo panorama político de la isla, sino que muestra la imposibilidad de luchar a armas

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iguales, utilizando la legalidad, contra un sistema que controla y mueve todos los resortes de la opinión pública. Decidir que el socialismo es la única opción viable, equivale a un golpe de estado institucional sin tiros ni derramamientos de sangre. Recordemos que una disyuntiva semejante (la falta de legalidad institucional) justificó el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba de un tal Fidel Castro, quien legitimó su sangrienta acción de guerra, por la descarada subversión del orden constitucional, manu militari-, de su paisano Fulgencio Batista. Dos son hoy las opciones posibles para el demócrata en Cuba tras estos sucesos: El exilio y dada la falta de la libertad de políticas posibles fuera del socialismo: La lucha abierta por medios no pacíficos. El enfrentamiento directo presenta innumerables inconvenientes desde el punto de vista práctico; organizarse, pasar a la clandestinidad y armarse, representan misiones realmente imposibles en una isla porque las únicas vías de aprovisionamiento pasan por los circuitos estatales. Sin olvidar que el terrorismo (que es como se le llama ahora a ese tipo de reivindicación desesperada) tiene muy mala prensa y un convicto por esta causa, no podría beneficiarse del amparo de la ley norteamericana ni de la europea. Por todas estas razones, sólo queda la única opción viable, a saber, la emigración definitiva, que es lo que realmente sucede desde hace mucho tiempo, como lo muestran las recientes cifras negativas (Cuba pierde 37 mil habitantes por año, sin contar las causas naturales) publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas. El socialismo cubano en la actualidad y todo lo que este trae aparejado, (el colectivismo, el control de la propiedad por parte del estado, la manipulación monetaria) no es más que un nuevo avatar de la falsa alternativa planteada por Castro cuando comenzaba a afianzarse en el poder en 1961 "¿Cuáles son los derechos de los escritores y de los artistas revolucionarios o no revolucionarios? Dentro de la Revolución: todo; contra la Revolución: ningún derecho". El ejercicio de las disyuntivas unívocas, ha sido sin dudas una de sus mejores especialidades retóricas y, la fuente de todo discurso político posterior en Cuba, incluyendo por supuesto, la Numantina opción de hundir la isla en el mar antes de renunciar al

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socialismo; sin olvidar el "¡Que se vayan!" Que coreaban las masas enardecidas, mientras apaleaban a los atribulados ciudadanos que se iban por el Mariel. Un lema que hacía eco a las palabras del Fidel Castro en 1980 “...a los que no tengan un alma revolucionaria, no los queremos, no los necesitamos” pronunciadas antes de abrir la frontera e iniciar el éxodo humano más importante del siglo XX. La mansa paloma

"Yoani Sánchez no es ninguna mansa paloma, es una mujer fuerte, ambiciosa y con grandes proyectos personales." Pronto se termina la gira de Yoani Sánchez y como no ocurrirá nada nuevo con ella, (los gritos y la histeria ya no son noticia) desde ahora podemos hacer un balance de lo que ha significado su mediático recorrido fuera de Cuba. La primera observación que se me ocurre, es que las pasiones que suscita esta mujer resultan demasiado desmesuradas como para que no parezcan organizadas, tanto de un lado como del otro. En política no hay buenos ni malos y por desgracia “tous les coups sont permis”. La sociedad de la información y del espectáculo genera un volumen importante de plataformas informativas efímeras, deseosas de atraerse con fines publicitarios una parte del público disponible. Las noticias son divulgadas e inmediatamente olvidadas. Los medios tradicionales parecen incapaces de competir con la “trend” “noticia” generada por la red y a veces resulta difícil distinguir lo que es importante o significante y lo que no. La publicación de una foto de un supuesto y agonizante Hugo Chávez, es un ejemplo reciente, no es el primero y tampoco será el último. Cuando Yoani regrese a Cuba, igual que le personaje de Wells que remontara el tiempo, volverá al olvido; con el agravante de que sus glorias externas tendrán poco o ningún impacto en Cuba y que además, serán explotadas en su momento por la propaganda castrista, lo cual ahondará su divorcio con el Liborio común y corriente, que como

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se sabe sólo está buscando una manera de salir huyendo de aquel infierno como sea. Hubiera sido mejor para ella, que no siguiera presentándose como una modesta, frágil, perseguida e inocente damisela, moviéndose por el mundo gracias a la benevolencia de amigos e instituciones. Es una tontería que, como ya se ha dicho, lejos de honrarla, la desacredita. Yoani Sánchez no es ninguna mansa paloma, es una mujer fuerte, ambiciosa y con grandes proyectos personales. Permitir que la encasillen en un símbolo, sea éste el de libertad, es como consentir que le corten las alas en pleno vuelo. Se trata de un error estratégico porque a los cubanos les gustan las aves, pero sólo cuando se posan en los hombros de los hombres fuertes o cocidas a la barbacoa. Así, atada de pies y manos como se encuentra actualmente, no puede sino convertirse en una marioneta de sus propias contradicciones como le sucedió a Iulia Timochenko y, como ocurre frecuentemente con los guapísimos actores de las series televisivas, le costará mucho romper esta imagen para poder hacer carrera en Hollywood, o dicho de otra manera, en las Grandes Ligas de la política, a las cuales aspira, a pesar de que afirme todo el tiempo lo contrario. Nadie sacrifica su bienestar, ni el de su familia, por el sólo “amor” a la patria, hacen siempre falta objetivos más elevados para mover la maquinaria que sustenta el ego. Negarlo es un insulto a la razón. Por otro lado, su discurso de fondo, se ha centrado en una cuestión, que como ya lo han observado hasta los medios de izquierda en América-latina, no difiere mucho de las posiciones oficiales del gobierno Cuba. No hay nada nuevo en lo que dice, ni en la manera en que lo hace. Yoani está en contra del Embargo, es su opinión, tiene el derecho de defender las ideas que quiera. Pero sus razones, -todas afectivas-, soslayan las causas que motivaron estas medidas; para el que no lo recuerde, la nacionalización sin compensaciones de las propiedades de las compañías norteamericanas en Cuba. El Embargo fue la respuesta natural, indispensable, a una agresión contra el patrimonio de una nación soberana. Hasta que

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no se diga lo contrario, la indemnización de esas propiedades robadas por la dictadura sigue vigente. No se puede atentar contra la propiedad ajena creyendo que no habrá consecuencias. Cualquiera que se manifieste a favor de una normalización entre Cuba y los Estados Unidos, deberá afirmar en aras de la credibilidad, que el respeto a la propiedad será un principio inalienable de la Cuba nueva. El gesto apropiado pasa por el reconocimiento de esa deuda, y las maneras en que se procederá a su rembolso. Como el viajero de Wells Yoani volverá a Cuba, trayendo consigo el único resultado visible de su gira por occidente: el de una flor ajada y el de una ocasión perdida.

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Economía Cuba tiene unos 84.000 habitantes menos que hace un año

La isla enfrenta un problema de envejecimiento de la población, agudizado por bajas tasas de fecundidad y la emigración. Cuba tiene unos 84.000 habitantes menos que hace un año, según los resultados preliminares del censo nacional divulgados este lunes, que confirma que la población está decreciendo por la emigración y por menos cantidad de nacimientos, reportó AFP. "Cuba cuenta con 11.163.934 habitantes como población residente", de acuerdo con los primeros resultados del censo realizado en septiembre, dijo el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo, citado por el diario oficial Granma. La Isla cerró 2011 con 11.247.925 habitantes, informó en julio la Oficina Nacional de Estadísticas, cuyos expertos han alertado que el país experimentará un "franco decrecimiento" poblacional, debido a la sostenida emigración y a una reducción en los nacimientos. Murillo también adelantó que el porcentaje de mujeres (50,09%) supera ligeramente al de hombres (49,91%); y que el 18,3% de los cubanos tiene 60 años o más, mientras que el 63,3% de la población tiene entre 16 y 59 años. El 18,4% tiene hasta 15 años de edad. La Isla enfrenta un problema de envejecimiento de la población, agudizado por bajas tasas de fecundidad y la emigración de unos 38.000 cubanos al año. Granma dijo que los resultados finales del Censo se conocerán en julio de 2013.

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La expansión crediticia y el negocio de la guerra en Cuba (Artículo aparecido en el portal Mises Hispano) La ley de Peel supuso un “avance” en el tratamiento de la cuestión monetaria en Europa y facilitó su adopción por entidades bancarias centrales que siguieron el modelo del Banco de Inglaterra en el mundo entero. Hoy como ayer, las innovaciones financieras –y las legislaciones que estas generan- tienen su origen en la tradición inglesa. Sin embargo, como se ha demostrado[i] esta ley nació coja, por lo que no pudo evitar las crisis que se sucedieron durante la segunda mitad del siglo XIX y lo que va del XXI. La adopción y generalización de la legislación inglesa, considerada como la más avanzada, terminó por levantar las reticencias de las Haciendas europeas y contribuyó de manera decisiva a la creación de los Bancos Centrales en todo el mundo y a la adopción de la moneda fiduciaria para suplantar a la metálica con el eufemístico objetivo declarado de “facilitar la acción gubernamental”[ii]. Los convulsos sucesos que tuvieron lugar en la Península durante todo el siglo XIX, provocaron la ruina de Hacienda. Para financiar el estado y conseguir los recursos necesarios se probaron todos los mecanismos posibles[iii] y se impulsaron numerosas reformas que, como la Ley de Bancos, publicada en 1856, abría la puerta a la creación de la moneda fiduciaria y a la expansión crediticia. Esta legislación que no fue aplicada en las colonias hasta mucho tiempo después con la creación de Banco Español en La Habana, una entidad que operó durante todo el siglo, pero que obtuvo su máximas ganancias durante la primera Guerra hispano-cubana, utilizando al máximo los resortes de la expansión crediticia para obtener enormes beneficios. Un sector importante de los hacendados cubanos no estaba convencido de las ventajas de la moneda fiduciaria, fácilmente manipulable. Mientras el desarrollo del sector azucarero se mantuvo estable a principios de siglo, las necesidades de financiación a través del crédito no se hacían sentir tan rudamente, sin embargo, la notable extensión del sector durante la primera mitad del siglo y

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la falta de crédito y de la liquidez necesaria, añadía un argumento de peso a los defensores de la idea de un banco funcionando con moneda fiduciaria adaptada a sus crecientes necesidades. Hay que reconocer muchos autores de la época trataron este problema, pero las dificultades señaladas no se debían a la ineficiencia del sector bancario, si no más bien a las punciones[iv] que realizaba la Metrópoli en las cajas de la intendencia de la Isla, las que provocaban aquella crónica falta de liquidez y de capitales que entorpecían el desarrollo del sector. Hecho el equivocado diagnostico por los interesados, ni cortos ni perezosos hicieron llegar a la Corona a través de sus contactos en Madrid dicha solicitud y muy pronto, impulsadas por grupos de poder vinculados estrechamente a la Reina Regente, comenzaron las discusiones para establecer en Cuba un banco de emisión semiprivado que aplicaría la versión castellana de la ley de Peel que ya se aplicaba en la metrópoli. Es decir, un coeficiente de caja del cien por cien, (destinado a la emisión de papel moneda) aplicado solo a las emisiones basadas en las reservas físicas de los pasivos del banco, pero no al resto de los depósitos a la vista, (giros y descuentos) que se salían del marco de esta limitación. Antes de que llegaran a introducirse estas “mejoras” funcionaban en Cuba en la década de los 40 la Caja de Ahorros, Descuentos y Depósitos y un Monte de Piedad que cumplían eficazmente la misión de promover el crédito hipotecario, mientras que circulaban grandes cantidades de metálico en monedas de oro y plata. Todas las transacciones comerciales se realizaban en estos metales o en papel comercial[v]. Esta situación, dados los afanes centralizadores de la Corona, se aparentaba a un “desorden” en un momento histórico en que por todas partes en Europa los gobiernos estaban metiéndose de lleno en el negocio bancario y, en Cuba se reorganizaban las estructuras administrativas para ponerlas al servicio de la Metrópoli de una manera realmente eficaz. La abundante circulación del oro era un hecho cotidiano que servía de argumentos para los que se oponían a la creación de un sistema de moneda fiduciaria, como era el caso del fiscal de Hacienda Vázquez Queipo, cuando argumentaba que la intensa actividad comercial de Cuba se realizaba mayormente en régimen de

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comisión, por lo que pocas veces se requerían grandes anticipos y dado que el negocio de exportación estaba en manos de extranjeros, no era en la Habana sino en el Londres o París que se obtenían los capitales necesarios. Pero la presión de la metrópoli para adoptar un banco de emisión y adueñarse del lucrativo negocio del dinero en la isla, impulsado como se ha explicado por los capitalistas cubanos cercanos al poder terminó por imponerse, a pesar de que, como se ha visto, se estimaba en veinte millones de pesos el circulante y existía un volumen anual de negocios de 65 millones, todo lo cual funcionaba perfectamente con los mecanismos existentes. También el poco interés manifestado hacia la isla -antes de perder el resto de sus colonias- había favorecido la emergencia de un relativo libre mercado, gracias al cual Cuba se convirtió en el primer exportador de dulce sin necesidad de la presencia en su territorio de ningún banco central. La ayuda del tío de Julián de Zulueta, principal financiero de la Reina Regente fue decisiva, para que se aprobara finalmente la petición de éste solicitando la creación del primer banco de emisión[vi] .Fue así que bajo el gobierno de Espartero se divulgó el Real Decreto del 6 de febrero de 1855, definiendo las bases sobre las cuales se crearía el Banco Español de La Habana, una sociedad anónima, mediante la subscripción voluntaria de capitales de hasta tres millones de pesos. A diferencia del resto de las entidades bancarias existentes en la isla, tendría la facultad exclusiva de poner en el mercado billetes al portador convertibles a al vista, es decir, disfrutaría del monopolio de emisión[vii] este departamento debería tener siempre un encaje metálico igual a un tercio del importe de los billetes en circulación. La prueba de que este banco no fue creado, como se aseguraba al principio, para facilitar los intercambios comerciales al menudeo, sino para beneficiar el alto comercio, está (si es que hace falta alguna) en que no emitía billetes inferiores a 50 pesos y que tampoco realizaba préstamos por menos de 500, cifra que suponía 40 veces el salario de un liberto o un artesano. Enseguida las operaciones del banco irían entrelazándose progresivamente con las necesidades del Estado en Cuba, que acabó

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siendo su mejor cliente. Del mismo modo que el de San Fernando lo era para los gobiernos de Madrid, en poco tiempo como se verá la entidad se convertiría en el elemento fundamental para resolver los problemas financieros de la Hacienda cubana[viii]. Gracias a la excepcional liquidez de la plaza habanera su activo alcanzó muy pronto los 16 millones de pesos. Como sucede en estos casos, se produjo un abaratamiento del crédito en la plaza, que en muy poco tiempo pasó de un 12% al 4%. Esta situación, aparejada al aumento de los precios del azúcar en el mercado internacional (que provocó una enorme importación de metálico), generó una fiebre inversora sin precedentes en Cuba, al punto que para dar salida a los capitales que se acumulaban en sus cajas, el Banco Español optó por reducir su tasa de descuento al 2.5% agravando de este modo la inflación. En los primeros seis meses de 1857 se presentaron solicitudes para constituir 263 sociedades y, su alocada gestión inundó la plaza con una enorme masa de papel. En julio de 1857 la contracción del mercado provocó el primer pánico bancario conocido en Cuba; una situación que coincidió además con una fuerte demanda de metálico para hacer frente a los compromisos contractuales contraídos por las sociedades recién constituidas. El banco no quebró gracias a la intervención del Capitán General Gutiérrez de la Concha que facilitó el metálico necesario para aumentar la liquidez de su activo. En el gráfico que aparece a continuación se observa el crecimiento de la masa monetaria hasta el año 1868. Esta experiencia no sirvió de nada y poco tiempo después, puesto que las necesidades de financiamiento del estado siempre son numerosas y en constante aumento (con la ayuda del Banco Español de La Habana se financiaron la expedición de Prim a México en 1864 y la guerra en Santo Domingo entre otras aventuras); se siguieron emitiendo alegremente bonos del tesoro a partir de ese año, llegando a acumular todas aquellas emisiones disparatadas una deuda de 16 millones de pesos. En 1866 se produjo una nueva crisis financiera internacional que comenzó en Londres y pronto se extendió por Francia y por España afectando de lleno a Cuba[ix] incidiendo negativamente en los acontecimientos políticos que se producirían poco tiempo des-

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pués. Como se verá la presión expansiva sobre la moneda fiduciaria procedía del sector público, quien amparaba su indiscriminada creación, así fue como el aumento del pasivo monetario del Banco pasó de 3.3 millones en 1867 a 7.1 millones en 1867[x]. Con la Guerra hispano-cubana se pudo ver claramente cuál era el objetivo del mismo, ya que se convirtió en la fuente de tesorería de las operaciones militares que se llevaban a cabo en el Oriente del territorio, puesto que Madrid decidió responsabilizar a la Hacienda de La Habana con las responsabilidades de la Guerra. En aquel momento, nadie (excepto los responsables del banco) pensó que ésta se extendería durante diez años, ya que se esperaba que la triunfante Revolución de Septiembre en la Metrópoli, implantara en Cuba las recién conquistadas libertades públicas. Sin embargo esto no sucedió, agravándose entre tanto la complicada situación política. Dados los estrechos vínculos entre el Tesoro de Cuba y el Banco, amparado como se ha visto, por la influencia de sus miembros en la península, la guerra se convirtió en un jugoso negocio para los interesados, que a cuenta de repetidos préstamos al Tesoro medraron con la situación[xi]. Así entre febrero de 1869 y marzo de 1874 se pusieron en circulación 72 millones de pesos inconvertibles. Confundidos sus billetes con los de las emisiones de guerra (es decir la deuda pública), y eximido en Banco de su obligación de cambiarlos a presentación, pudo de ese modo realizar todo tipo de operaciones lucrativas y contribuyó aumentar el desprestigio de la moneda fiduciaria.[xii] El punto máximo de este robo vino de la parte del gobierno de Madrid, que dispuso en julio de 1872 que los billetes del Banco fueran admitidos por todo su valor nominal para el pago de impuestos –que hasta esa fecha se hacía en metálico-. Naturalmente, ya en agosto de ese año el papel circulaba con un descuento cercano al 20% y dos años después llegó hasta el 34%. Exento de sus obligaciones, el Banco se dedicó una extensa parte de sus recursos a realizar diversos negocios a los que se prestaba la guerra. Gran parte de sus beneficios procedía del filón de los giros[xiii] lo cierto es que la guerra brindó la ocasión soñada para realizar cuantiosas transacciones y abundantes oportunidades de enriquecimiento, a cuanto especulador del oro pasara por allí y

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todo género de contratistas del Estado. En aquel entonces se conocía a Cuba como “el país del chocolate”.[xiv] Al calor de la especulación descarada se amasaron enormes fortunas, que se invirtieron en la adquisición de propiedades azucareras en Cuba, cuyo precio, a consecuencia de los trastornos monetarios y de la falta de seguridad, se había depreciado.[xv] La estrecha relación del Banco con Hacienda explica igualmente el deterioro del negocio, se sabe que desde 1874 éste dejó de recibir los intereses por las cantidades adeudadas, creando un inmenso descubierto que le desacreditaba; en algunos momentos, llegó a tener en circulación billetes por una cantidad 8 veces superior a su capital. Las constantes demandas de dinero de verdad por parte de la Capitanía General disminuyeron cuantiosamente sus fondos propios. Este hecho provocó que muchos de sus principales accionarios solicitaran en 1876 a Madrid la creación de un nuevo banco, el Hispano Colonial, que fue aceptado sin mayores problemas finalmente en agosto de ese año. Todas estas cifras explican desde el punto de vista económico, las causas que provocaron la prolongación de la guerra, pero igualmente los motivos de su fin en 1877 y muestran perfectamente como le expansión crediticia tuvo unas resultados nefastos para la economía de la isla ya que sólo consiguió recuperarse a principios del siglo XX. De ser un modelo hasta para los propios Estados Unidos, la alocada y deficiente gestión bancaria cubana, sujeta a los vaivenes de la política y de los ciclos de expansión y contracción de la masa monetaria, condujeron a la ruina del país y prepararon la aceptación tácita de la intervención norteamericana, vista como una solución extrema para salvar los negocios en la isla. Referencias: [i] Monnaie, Crédit Bancaire et Cycles Economiques, JesúsHuerta de Soto. L’Harmattan. 2011 [ii] P. 189. La banca de emisión en Cuba (1856-1898) Estudios Económicos. Estudios N°44. Inés Roldán de Montaud. 2004 [iii] Como el Banco de San Fernando creado en 1829 con la finalidad primordial de financiar al Tesoro a corto plazo.

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[iv] Destinadas a financiar las guerras Carlistas principalmente, pero también a financiar los negocios privados de la Reina Regente. [v] En 1842, cuando se discutía en el senado norteamericano la cuestión de la moneda fiduciaria, el senador Benton, opuesto al proyecto de banco nacional, ensalzaba la situación de Holanda y Cuba “porque disponían de las mejores monedas de la tierra: el oro y la letra de cambio comercial, con plata menuda para las vueltas, y ni una partícula de moneda de papel” The Banker’s Magazine, 1881, marzo, p.697. [vi] AHN, Ultramar, leg.47, núm.2, doc5. [vii] La banca de emisión en Cuba, p.27 [viii] Ídem p. 34 [ix] El 20 de diciembre de 1866 el efectivo de la caja no pasaba los 477.694 pesos, mientras que el importe de las cuentas corrientes y depósitos se había reducido a 4.435.420. El Banco se vio asediado por sus clientes, que, presa del pánico, retiraron ese día 572.411. El por entonces Capitán General Domingo Manzano, le autorizó a limitar, durante cuatro meses, el canje de billetes a 25.000 pesos diarios lo que equivalía técnicamente a una suspensión de pagos. Ídem p.58

Deshaciendo mentiras: El embargo “Le blocus économique, commercial et financier appliqué à Cuba par les États-Unis d’Amérique depuis maintenant cinquante ans est le summum d’une politique cruelle et inhumaine, privée de légalité et de légitimité, sciemment conçue pour provoquer dans la population cubaine la faim, la maladie et le désespoir. Rien n’a changé sous dix administrations étasuniennes successives, si ce n’est la recrudescence de cette politique. Rien d’essentiel n’a changé non plus depuis l’entrée à la Maison-Blanche en janvier 2009 d’une nouvelle administration. http://www.lesamisdecuba.com/.”

Traducción: El bloqueo económico, comercial y financiero aplicado a Cuba por los Estados Unidos de América desde ya hace más de cincuenta años, es la cúspide de una política cruel e inhumana, sin legalidad ni legitimidad alguna, concebida conscientemente para provocar entre la población cubana el hambre, la enfermedad y la desesperanza. Ningún cambio esencial se ha producido tras el paso

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de diez administraciones norteamericanas, ni tampoco desde la llegada a la Casa Blanca de una nueva administración en enero del 2009. Esta es la visión que se tiene en Francia sobre la actual situación que viven los cubanos en Cuba. Recientemente vimos a un candidato a las elecciones presidenciales defender con estos argumentos la actual dictadura de La Habana. Sin embargo basta realizar una simple búsqueda por internet para darse cuenta de la inexactitud de esta ideología de izquierda, enseñada en las escuelas en Francia y en otros países socialistas de la Unión Europea. La verdad A pesar de esta situación, (el embargo existe y es el principal argumento del régimen de La Habana para justificar todo lo que hace mal) Estados Unidos está entre los cinco principales socios comerciales de Cuba (el 6.6% de las importaciones llegan desde EE.UU)7 y es además el primer suministrador de productos agrícolas de Cuba. EE.UU suministra el 96% del arroz y el 70% de los productos de carne avícola. Otras importaciones a gran escala provenientes de EE.UU son el trigo, el maíz, la soya y sus derivados. Actualmente los principales competidores de EE.UU. son la Unión Europea, segundo mayor exportador de productos agrícolas hacia Cuba, seguida por Brasil, Argentina, y Canadá. En total, Cuba importa alrededor de mil millones de dólares. [8 ]No obstante, el comercio entre Cuba y Estados Unidos está sujeto a regulaciones y se produce bajo ciertas condiciones.9 Por ejemplo, Cuba tiene que pagar en efectivo y al contado (normal si no paga nunca lo que debe y además nacionalizó propiedades norteamericanas sin la debida indemnización) todos los productos que importa desde EE.UU, ya que este no le concede ningún tipo de crédito financiero al gobierno de Cuba.10 Otros críticos se centran en la dudosa utilidad del embargo: argumentan que, en vez de influir en el gobierno cubano alejándolo del modelo socialista, en su momento le ató aún más a la URSS, de la cual pasó a depender económicamen-

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te. También se ha dicho que el embargo es útil al gobierno de Cuba, lejos de perjudicarlo, porque le permite culpar a los Estados Unidos de las fallas de su gobierno, y a la vez presentarse como el defensor de los cubanos frente al embargo estadounidense. Es por esta razón que diversos sectores liberales creen que el embargo ha afianzado al actual gobierno en el poder y evitado que Cuba adopte el libre mercado, y siga un camino similar a otros países comunistas. Empresarios y economistas han advertido también que el embargo deja a las empresas estadounidenses en desventaja en el mercado cubano tras su hipotético final, pues se enfrentarán a una competencia más firmemente asentada. Por ello, hicieron un llamamiento al final del embargo20 Conclusión Como se desprende de la lectura de estas cifras, el embargo es burlado desde 1959 por los principales interesados. Así es que tras casi sesenta años de tergiversaciones, hay que concluir que la razón del fracaso del régimen de La Habana, -que se mantiene en el poder mediante la represión a la que somete a su pueblo-, no la tiene el embargo norteamericano, sino la mala gestión de sus dirigentes. A ninguno de los dos países le conviene que se levante de una vez, a La Habana porque perdería su cabeza de turco y a los Estados Unidos tampoco, América del Sur ya les pertenece comercialmente. Centrados en el resto del mundo como se encuentran en estos momentos, el tener que administrar una crisis doméstica les sabría demasiado a poco. Como se sabe, Cuba adoptó, desde que el señor Fidel Castro ganó la guerra civil e impuso por su voluntad sin consulta popular, el sistema socialista de la economía. Una locura condenada al fracaso, como lo había demostrado ampliamente con el “teorema de la imposibilidad del socialismo” el erudito alemán Ludwig von Mises en su libro la “Acción Humana” publicado en inglés en 1949.

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La culpa de la situación cubana, repito, no la tiene el embargo sino la incultura económica de sus actuales dirigentes y la falta de democracia que sufre el país. ACC, 20 de agosto de 2012. Mal rollo: El capitalismo sí funciona. La vida es otra cosa. A propósito de la(s) crisis. Me encanta la política hoy. Una de las buenas cosas que tiene el mundo moderno y la multiplicación de las vías de interactuar con tu vecino a través de las redes sociales, es que compartir tus ideas (y encontrar a otras personas que las comparten contigo) da la sensación de que por primera vez en la historia, logras escapar de tu consustancial insignificancia individual. Sin embargo, aprovechar esta creencia no significa olvidarla.

Conectados Como todos los presentes en el ciberespacio, La asociación Autonomía Concertada para Cuba necesita que su propuesta sea conocida, por eso su estrategia de comunicación consiste en la explotación al máximo de las redes sociales. Basada naturalmente en la reciprocidad: si me aceptas te acepto, si te gusto me gustas y si me twiteas te twiteo. Como nosotros, millones de ciudadanos europeos ansiosos por su futuro se expresan todos los días esperando que sus propuestas individuales interesen a los demás. Sobre esto quiero reflexionar. Una de las primeras objeciones que se oponen a nuestro proyecto es la más evidente. Si España no tiene ni para ella misma ¿Cómo va a ayudarlos a ustedes? Basta echar una ojeada a los twits que se van agregando cada día, así como la propuesta de los blogs de los diputados al Congreso para darse cuenta de lo mayoritaria que parecería esta esta opinión. Según el economista Jonás Fernández Álvarez, twiteado por el señor diputado Juan Moscoso del Prado “la tasa de paro ha llegado al 24%, de los casi 6 millones

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de parados la mitad no cobre ningún tipo de prestación”[i] Otro diputado Jorge Fernández se muestra combativo defendiendo las posiciones de la mayoría parlamentaria, pero sosteniendo la necesidad de un gobierno fuerte -como está escrito en catalán supongo de que se trate del gobierno local. Daniel Fernández, mirando a Francia (como si las cosas aquí estuvieran tan bien) “se interroga ¿por qué Rajoy y Mas están radicalmente en contra de un impuesto sobre las grandes fortunas, parecido al que Hollande quiere proponer en Francia”. @abalosmeco, también de izquierdas se escandaliza “pretenden segregar por sexo en educación. Después o simultáneamente lo harán por raza y, por supuesto, por condición social” @agarzon se indigna rotundamente “seguimos sin que convoquen pleno del Congreso. El gobierno prescinde del parlamento pues le resulta un lastre” @miguelcortizodp reflexiona sobre la responsabilidades compartidas por todas las fuerzas políticas en una serie de twits que siguen el mismo modelo ejemplo “Responsabilidades ¿Cuál ha sido el papel de las entidades financieras en la gestación de la crisis?” @tonicanto1 va más relajado por la vida y propone una cita literaria de un libro con el que está pasando el verano “Somos más que aquello que vivimos. La vida sucede en un lugar y tiempo determinados. Pero queda un excedente enorme que almacenamos en los sueños” Resumamos: Todo está mal y todavía se pondrá peor. Para un economista austríaco esta efervescencia no tiene nada de extraordinario, se trata dela capacidad empresarial, algo que, consustancial con el ser humano, le anima a buscar soluciones y oportunidades para obtener algún beneficio “individual” que mejore su estado de manera positiva. Un hombre de izquierdas estaría viendo una situación revolucionaria y los más extremistas el signo del final de los tiempos; uno de derechas, la prueba evidente que a pesar de las dificultades, por lo menos, algo se está haciendo, gracias la política que el gobierno está llevando a cabo. Tanto meneo me recuerda el texto de una réplica de Celia Cruz en una canción “Aquí vamos Pacheco, agitáaandonos”. Nada nuevo, la vida misma. Como dice

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otro bolero célebre “Cada cual en este mundo, cuenta el cuento a su manera” así que a relativizar, que no pasa nada. Si de veras los que cortan el bacalao quisieran hacer algo, podrían hacerlo porque soluciones existen. La primera, más sencilla y menos costosa, sería la de aplicar los principios económicos de la escuela austríaca. España cuenta con el catedrático Jesús Huerta de Soto, uno de sus más respetados divulgadores y teóricos en el mundo, que estoy seguro, tendría mucho gusto en darles un par de clases de economía a los políticos realmente interesados en servir el bien general. En este contexto, la idea de una Cuba española puede parece algo extemporánea y hasta ridícula. Nada más lejos de la realidad como ya lo hemos demostrado en nuestros artículos publicados en este blog. España tendría poco que perder y mucho que ganar. Es una idea más; ni mejor ni peor, con derecho de propiedad y la misma urgencia, en tres palabras: igual que todas. ACC 23 de agosto de 2012 Deshaciendo mentiras: La corrupción en Cuba

Funcionarios del níquel en Cuba presos por corrupción La corrupción no la inventó Raúl Castro, existe en todos los países; se manifiesta cuando determinados grupos dentro de un territorio se arrogan derechos por encima de los demás. En este caso, se crean desigualdades que desequilibran la sociedad en su conjunto. En Cuba, la propiedad social sobre los medios de producción convierte en ilegal la privada. En consecuencia, todo acto empresarial individual, fuera de la primera es considerado como corrupción. En conclusión, los principales responsables hay que buscarlos, no del lado de los corruptos, porque ellos no tienen otras opciones, sino del lado de los que impusieron las reglas del juego: la economía socialista. Deshaciendo mentiras: El cuentapropismo en Cuba

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Desventuras del cuentapropismo El cuentapropismo según la jerga socialista que está hoy muy de moda en Cuba, no es nada menos ni nada más que una manifestación práctica de la capacidad empresarial. Consustancial al ser humano, según los economistas austriacos. En el contexto de una economía de mercado no intervenida por el estado, esta capacidad innata es capaz de auto regular de la manera más eficaz posible el funcionamiento de la economía. Por lo antes dicho, es imposible que esto pueda funcionar en Cuba. Al cuentapropista no sólo le anima el propósito de ganarse la vida, sino el de ganársela bien. Lo cual implica, horror y error supremo en Cuba: la acumulación del capital. Así es que no hay que hacerse muchas ilusiones, tarde o temprano, los empresarios -que no cuentapropistas- implicados se darán cuenta del timo y perderán el interés por estas rígidas actividades económicas controladas por el gobierno. Sistema bancario en una Cuba española Una vez la consulta popular aceptada en Cuba y en España, habrá que crear enseguida un marco adecuado para sanear la economía y ponerla a funcionar sobre las bases del mercado libre. Las nuevas autoridades autonómicas deberían pensar en negociar un estatuto bancario particular, que tendría como objeto claro evitar que el territorio no caiga en errores de inversión basados en la expansión monetaria. Un modelo que hasta ahora ha servido para financiar el desarrollo del resto de las regiones españolas, provocando la actual crisis bancaria que sufre la Península. Como es natural, dado el deterioro de la economía cubana, las necesidades de inversión serían cuantiosas y los inversionistas privados e institucionales europeos, ilusionados por la promesa de ese mercado prometedor a sólo noventa millas de los Estados Unidos, estarían tentados por la inyección masiva de capitales, esperando realizar beneficios en a corto plazo.

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En un país sin acceso al mercado desde hace décadas y sin cultura económica digna de ese nombre (ver artículo Crédito para todos) tras sesenta años de economía socialista; con el agravante de un fuerte clientelismo heredado e inevitable (todos los cubanos son funcionarios del estado) la tentación de destinar ese flujo de dinero nuevo a fines no productivos mientras se pone en marcha el sector productivo privado sería demasiado fuerte. Una vez que se agote, los cubanos nos convertiríamos en una carga insoportable para el Estado español. Por esa razón, para poder hacerle frente e ese peligro de manera coherente, la obligación un marco adecuado y moderno resulta indispensable. El gobierno autonómico cubano no podría oponerse a la instalación en su territorio de las entidades bancarias tradicionales con licencia que rigen en la Península, ni tampoco impedir que el Banco de Cuba beneficie de las garantías que proporciona el Estado español para garantizar sus depósitos. Sin embargo, creo ineludible que se negocie y contemple en el nuevo estatuto la posibilidad de establecer un sistema bancario propio al territorio, articulado alrededor del Banco de Cuba; obligando por decreto a las entidades peninsulares que operen en la autonomía, la aplicación de una gestión económica sana, basada en el coeficiente de caja del ciento por ciento. Única garantía para evitar el endeudamiento excesivo que tengan que pagar un día todos los españoles, o peor; que en pocos años no se encuentre la isla con una burbuja monetaria capaz de acabar con todo el sistema. Sólo esta garantía impedirá a la larga, que los recursos se malgasten en vano y que se destinen en prioridad al desarrollo del sector productivo privado, el único capaz de crear empleos duraderos y un desarrollo sostenido beneficioso para la isla y el estado español. Este, claro, no sería el único problema al cual se enfrentarían las nuevas autoridades monetarias, pero esperamos que este artículo inspire a los economistas liberales dentro de España para imaginar entre todos un nuevo mundo. Punto de vista de ACC, 2012

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Señor Guindos ¡Queremos los activos tóxicos españoles! Para administrar los activos riesgosos el estado español acaba de crear el pasado 31 de agosto un “banco malo” que centralizará todos estos préstamos de dudosa solvencia, garantizados por el estado, al menos al 50% y sin costo para el contribuyente, según las palabras del ministro. Con esta maniobra se espera sacarlos de la economía real esperando venderlos poco a poco en un plazo de 10 o 15 años. La suma de estos activos alcanza ya los 77 mil millones y sigue subiendo. Según los analistas no es improbable que el contador pase la barra de los cien mil millones. Todas estas cifras son vertiginosas e impresionantes para el común de los mortales, que no sabe de dónde diablos sale todo ese dinero, cuando el suyo no le alcanza para llegar a fin de mes. Desde el comienzo de la crisis monetaria en 2008, siempre aparece algún Banco Central que inyecta lo que hace falta para que el andamiaje del sistema Monetario Internacional no se vaya al garete. Así pues, esta solución se ha aplicado ya varias veces, han existido bancos malos en muchos países, México, Irlanda y hasta en Alemania, la lista es larga. Sólo que al final el ciclo de expansión monetaria sigue provocando crisis, cada una más grave que la precedente. La acumulación de todos esos números y la abundancia de definiciones económicas oscuras, sumadas a la ignorancia consentida de la población, impiden comprender lo que pasa en realidad. La escuela austriaca de economía explica perfectamente este fenómeno de la expansión monetaria basado en la reserva fraccionaria, identificándolo como el causante fundamental de todos los problemas que aquejan a la economía mundial. Pero este debate se sale del marco de este artículo. El objetivo del Banco malo sería pues, en primer lugar, retirar del mercado transitoriamente el dinero sobrante, causante de la depresión, esperando entre tanto, sanear el circuito bancario clásico para que continúe funcionando sin restringir la oferta monetaria a los actores económicos. Así, mecánicamente, aumentarían los precios en el mercado real y el ciclo expansivo volvería a comenzar sin problemas. Dicho de otra manera: borrón y cuenta nueva. Esto pasaba también antes de la creación del euro, sólo que en

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aquel entonces los gobiernos tenían la posibilidad de devaluar la moneda para controlar este excedente monetario. La esencia sigue siendo la misma, una vez que la expansión crediticia genera la burbuja se ofrecen dos soluciones; o se la deja estallar para que el valor del dinero corresponda con la oferta de bienes y servicios que es capaz de producir el país o, se prolonga la agonía a través de montajes financieros (como el del banco malo) o, -que es lo que se está haciendo desde 2008- se inyecta masivamente dinero nuevo creado de la nada por los bancos centrales, para evitar la depresión económica y sus terribles consecuencias. En resumen estos activos “tóxicos” vendrían a ser un dinero sobrante, creado por la expansión crediticia. Mantenerlos en la economía responsable de su creación terminaría destruyéndola, por eso los estados tratan por todos los medios de “esterilizarlos” “contenerlos” o ponerlos en algún sitio, esperando que con la ayuda de Dios no provoquen demasiados daños en la economía real. Como se nos objeta a menudo, uno de los problemas a los que se enfrenta el proyecto de Autonomía para Cuba es el de su financiamiento. En nuestra asociación, a raíz del anuncio del ministro de la Economía notificando la creación de esta nueva entidad financiera, pensamos haber encontrado una solución muy sencilla y transparente que resolvería definitivamente estos dos inconvenientes: el del coste de la nueva autonomía y el de la crisis económica en España: Mandar ese excedente para Cuba. Como se ha explicado en este artículo, ese dinero es perjudicial para España, en cambio en la isla, garantizado por el estado español durante diez o quince años como está previsto, serviría para crear una base monetaria en divisas, algo que no existe en la isla dado el estado de descalabro financiero en el que se encuentra la economía cubana. Repito: no le costaríamos un centavo al contribuyente europeo, ya que el dinero consta dentro de los balances del Banco Nacional de España, la prueba es que con él se ha creado una nueva entidad financiera; sólo que si aquí es “tóxico” para Cuba sería maná caído del cielo. La base misma del nuevo estatuto autonómico podría fundarse en esa transferencia de dinero “sucio” que está hundiendo la economía peninsular pero que salvaría a la cubana. El banco de Cuba “compraría” esos activos a bajo precio y

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los inyectaría en su propia economía con un interés más alto, de esa manera todo el mundo saldría ganado. La fatal arrogancia Cada día que pasa viene acompañado con su lote abrumador de palabras, alineadas regularmente unas detrás de las otras, por políticos y otras vestales del buen orden establecido, -oenegés, alucinados de izquierda, extraviados órganos de prensa y otros trasnochados monumentos morales-. Engarzando para nada conceptos y doctas nimiedades. La imposible ecuación democrática occidental, tiene más del absurdo de su origen que a conspiración mundial. La idea democrática se basa en un malentendido y en un sueño, primero porque la democracia griega se aplicaba a un número reducido de habitantes de la península helénica y que ésta era ejercida en directo, algo que no puede aplicarse a conjuntos más vastos de seres humanos, como es el caso del continente europeo y segundo, porque el poder y la manera en que este se ejerce, está ligado a seres humanos de carne y hueso perfectibles. Contrariamente al Derecho, cuyas pautas han sido enriquecidas poco a poco y sin sobresaltos por generaciones de seres humanos a lo largo de la historia, la manera de ejercer el poder y las instituciones creadas para ejercerlo, dependen de hombres particulares y de los intereses que los mueven (generalmente el de apoderarse del Estado para medrar con sus prerrogativas y el de satisfacer sus egos sobredimensionados con el ejercicio caprichoso de la autoridad). La humanidad no ha llegado en ese dominio a un consenso definitivo todavía, ni lo logrará jamás, al menos hasta que se debatan seriamente estas cuestiones y se dispongan además, de medios reales y eficaces de aplicar el poder colectivamente sin parálisis de las instituciones. Es la razón por la que la democracia representativa, concebida claramente como “del pueblo y por el pueblo” pero sin el pueblo ya que este es basto e inculto por definición, es la fuente de tanto mal entendido y frustración en nuestros días, cuan-

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do el acceso de nuevas tecnologías y el aumento del nivel cultural de la población hacen evidente sus contradicciones intrínsecas. El debate político de izquierda y de derechas resulta absurdo y parcializado porque parte de la “fatal arrogancia” de la que hablaba Hayek, cuando nuestros tribunos e ingenieros sociales pretenden, cada cuatro o cinco años, ofrecer a sus confundidos ciudadanos el mejor y más definitivo de los proyectos políticos posibles, ignorando por igual unos y otros, la imposibilidad de organizar arbitrariamente, con leyes o sin ellas, la sociedad en su conjunto. En resumen, esto quiere decir que apoderarse del estado para dirigirlo por el bien de todos es una ecuación imposible. De ahí la necesidad absoluta de plantearse de una vez y por todas la reducción de sus facultades dentro de las sociedades humanas. Mejor armadas hoy con la informática y la acumulación de la información disponible, para encontrar la mejor manera de prosperar sin la intervención de hombres providenciales todos los cuatro o cinco años. El proyecto de reconstruir -apoyados sobre la noción abstracta de “hispanidad”- un conjunto más real, -físico- podría ser un primer paso en este sentido para salir de la actual crisis que aqueja a España. Replantearse con ayuda del resto de Europa, una relación diferente de la comercial con sus antiguas colonias dispuestas a discutir seriamente del asunto, podría cambiar la completamente el contenido del debate -sin salida como ya vimos- basado sobre las mejores soluciones a aplicar con la ayuda del Estado, para resolver la actual crisis de identidad y económica por la que atraviesa el país. Todos los proyectos políticos basados en la fatal arrogancia del ser humano están condenados al fracaso, la alternancia brindada por la democracia moderna o representativa terminará demostrando sus límites, como lo ha confirmado el fin del modelo de financiamiento de los estados de bienestar por el endeudamiento y el consumo. Llegados a ese punto, y como ya ha sucedido antes, se levantarán los clamores por un hombre fuerte y todo lo alcanzado hasta hoy se acabará bajo las bombas, con el agravante de que esta

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vez será mucho más complicado levantar un planeta contaminado por el estallido de artefactos nucleares. España se encuentra delante de una responsabilidad histórica sin precedentes. Contrariamente a sus socios europeos, que no participaron en el “descubrimiento” de América, dispone de un capital afectivo intacto en muchas de sus antiguas colonias, comenzando por Cuba, donde para el año que viene habrá 160 mil nuevos súbditos de la Corona. El fracaso de los proyectos políticos independentistas del siglo XX, acentuado por la actual crisis económica que atraviesa la isla, podrían -si en el camino aparecen las voluntades necesarias,- llevarla a convertirse en la primera piedra de un nuevo pacto democrático entre España (el continente europeo) y el mundo. ACC, 19 de septiembre 2012 Devuelvan el dinero ¡Ladrones! Un reciente estudio del economista cubano Pavel Vidal analiza con claridad las consecuencias de las erráticas políticas monetarias del gobierno del señor Raúl Castro. La realidad intelectual cubana nos tiene acostumbrados a las invectivas, pronunciamientos y diversos proyectos encaminados a mejorar la sociedad; sin embargo pocos se interesan al problema económico, que es, sin lugar a dudas, la pieza fundamental de la ecuación. Numerosos acontecimientos políticos recientes tienen causas económicas y para muchos analistas históricos del paisaje técnico, como Oscar Espinosa, la solución a los problemas de Cuba, pasa por un cambio radical de paradigma. Lo realmente novedoso de esta ponencia es mostrar que el análisis monetario comienza a interesar, no sólo a las autoridades, (como si por primera vez en más de cincuenta años de vaivenes y tergiversaciones, parecieran decididas a dejar de jugar con esa institución humana que es el dinero, y hubiesen -de veras- dejado abandonadas las ilusiones de creerse capaces de manipularlo a su antojo sin graves consecuencias); sino que también incumbe a una

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nueva generación de jóvenes economistas que sin complejos, ni aparentes compromisos ideológicos, estudian la política monetaria basados en las más recientes experiencias internacionales en la materia. Es así como nos enteramos por este estudio, que el principal objetico del Banco Nacional de Cuba desde su creación, es luchar contra la inflación, puesto que las nuevas realidades económicas han creado incipientes –e imperfectas- relaciones de mercado surgidas tras las primeras reformas que intentaban “actualizar” el modelo; específicamente aquellas que se relacionan con las casas de cambio. Son igualmente significativos los esfuerzos que se realizan para coordinar realmente los esfuerzos de los agentes económicos con las instituciones oficales encargadas de fijar los precios, “Junto con el Comité de Política Monetaria y sus instrumentos se debe destacar el papel que juega en la estabilidad monetaria el GASFI (Grupo de Análisis del Saneamiento de las Finanzas Internas). En el GASFI se reúnen mensualmente directivos del Ministerio de Economía y Planificación, del Ministerio de Finanzas y Precios, del Mincin y del Banco Central, con el objetivo de planificar las acciones que cada uno puede llevar adelante para mantener el equilibrio monetario en el sector de la población. Este es un punto de encuentro entre la política monetaria, la política fiscal y la planificación. Son importantes estas reuniones para analizar las variaciones de los salarios, de los precios regulados, de diferentes fuentes de liquidez monetaria, así como, la asignación de dólares al Mincin por parte del Ministerio de Economía y Planificación” * Pero a mi juicio lo más significativo de este trabajo es que por primera vez, se publican cifras que ofrecen evidencias estadísticas sobre la pérdida del valor del peso, (1 peso cubano de 1989 equivale a 8.83 pesos actuales) quedando demostrado que el salario medio nominal de hoy -427 pesos- equivalen en realidad a 48 pesos reales de 1989, ¡una disminución de 26%! En cualquier país del mundo por una pérdida menos significativa del poder adquisitivo del dinero (la merma del valor de la moneda se aparenta a un robo perpetrado legalmente por el Estado) la gente ya se habría volcado a la calle reclamando cabezas que cortar.

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El socialismo real (aquel que se encamina a construir el comunismo) no funciona porque está dirigido contra la naturaleza humana. Este postulado, que no es de ahora y que ha sido suficientemente demostrado desde el punto de vista práctico durante todo el siglo XX, no ha sido llevado hasta sus últimas consecuencias; es decir, si el socialismo es irrealista, tampoco lo es in fine, el capitalismo de estado (aplicado en principalmente en Europa, pero también en los Estados Unidos) ni las mal llamadas economías mixtas (que son una variante del capitalismo de estado pero sin democracia participativa). También son un fracaso las Terceras Vías (Peronismo, Chavismo, Blairismo) porque todas -de derecha o de izquierdas-, obedecen a la misma lógica absurda que supone al ser humano capaz de mejorar la sociedad por medio de la razón. Esta falacia, propagada por una gran parte de los economista ingleses, pero también vehiculada por la inteligencia continental, amparada por la filosofía humanista hija de las Luces y de la Revolución Francesa, continua haciendo severos estragos, porque ha encontrado la manera de vincularse estrechamente al discurso político, inseparable de las nociones de “progreso” y “justicia” defendidas por todos los "demócratas" del planeta empezando por Hugo Chávez y terminado por Barack Obama. Es evidente, que ningún líder sería elegido hoy con un programa basado en la aceptación de que el Estado no es el instrumento más indicado para resolver los problemas sociales, engendrados por la desigualdad y la pobreza. La campaña de Ron Paul en los Estados Unidos, -a pesar del entusiasmo que provocó en su momento- lo ha demostrado con creces. Reconocer los límites de la razón se percibe como una locura o una clara señal de debilidad. Sin embargo el senador tenía razón y por tanto la historia tal vez lo absolverá. La dificultad intrínseca a ese tipo de afirmaciones, es que las consecuencias de la aplicación de un programa político, contrariamente al de una innovación, no pueden apreciarse inmediatamente. Hoy gracias a la informática y la potencia de cálculo alcanzada se puede simular hasta el comportamiento de una explosión nuclear sin tener que llevarla a cabo en el mundo real. Esta modelización no es posible (al menos todavía) en el campo de las sociedades

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humanas. Tomemos por ejemplo, el caso de la legislación encaminada a reducir el tiempo de trabajo en Francia. Lo que al principio parecía un avance “lógico” dados los adelantos de productividad alcanzados y hasta una “necesidad” desde el punto de vista social, se ha convertido para una gran parte de los analistas económicos galos, en la razón principal de la perdida de la competitividad del país con respecto al resto de los estados de la Eurozona, principalmente Alemania. Esta embarazosa situación no se produjo al día siguiente de ser aprobadas dichas leyes por el parlamento, sino que se fue concretando, haciéndose evidente con el paso de los años. ¿Cuánto ha costado a la economía francesa en su totalidad esta aventura? Las cifras son un secreto de estado, igual que la tecnología de los submarinos S619. Si bien en su brillante trabajo el señor Vidal expone hechos fehacientes y acuerda que el modelo de planificación central ha mostrado sus límites, no concuerdo con sus conclusiones, que lamentan la inexistencia un prestamista de última instancia, el Demiurgo milagroso, que según su criterio (y el de toda la economía clásica) es la piedra angular que falta y falla en la arquitectura económica cubana. No concuerdo para nada con esa tesis. En Cuba como en el resto del mundo la moneda debe privatizarse y salir de las esferas del dominio del Estado, causante principal, en Cuba como en todas partes, de los periodos de crisis que asolan a las economías modernas. Llevado por tales capitanes, el Concordia de la sociedad humana navega directo hacia la isla de Giglio. Mientras nuestros líderes democráticamente elegidos nos lleven dando bandazos como hasta ahora, capeando los temporales desencadenados por ellos mismos, estará comprometida la existencia misma de la humanidad en nombre de la razón. * Vidal Pavel. Estabilidad y política monetaria en Cuba. Los apóstoles del apocalipsis

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Hace poco tuve la oportunidad de participar en un “think tank” organizado por el Instituto de las Américas con el sugerente título de “Cuba: ¿Cuál es el alcance de las actuales reformas económicas?” El ponente, fue el profesor Antonio Romero, un economista cubano que lleva la cátedra de “Estudios del Caribe” en la Universidad de La Habana y, que ha sido invitado a París por la universidad de la Sorbonne Nouvelle a dictar una serie de conferencias sobre economía, gracias a un voluminoso currículo profesional, que incluye numerosas publicaciones sobre temas relacionados con la integración de Cuba en el contexto caribeño y latinoamericano. El profesor Romero se interesa igualmente a las relaciones económicas internacionales entre el Norte y el Sur, y ejerció también durante varios años como director de las relaciones por la integración y la cooperación del Sistema Económico Latinoamericano (SELA) con sede en la capital Venezolana, antes de recuperar su cátedra en La Habana. Romero nació en el año 1961 y se proclama de entrada como un hombre abierto y que mantiene por principio existencial, excelentes relaciones con todos sus amigos del exilio, lo cual, precisa, es normal puesto que como el 72 por ciento de los cubanos nació después de 1959, o sea que “ a pesar de vivir en Cuba y estar vinculado con el proceso” no tiene problemas para compartir y escuchar opiniones que, dentro del respeto mutuo, contribuyan a hacer avanzar la ciencia económica, un principio que aplica igualmente al caso cubano, pues para el profesor Romero, lo importante es la verdad, el diálogo, que contribuya in fine a la preservación del modelo, cuyas reformas “sin prisas pero sin pausas”[i] ha venido a defender en Europa. Comenzó explicando que se trataba de un día muy importante pero que no tenía ninguna relación con el proceso electoral venezolano. Un día como hoy, dijo, haciendo referencia a un fresquísimo editorial publicado por el órgano oficial del Partico Comunista Cubano (PCC) “se aprobaron los Lineamientos para la Política Económico Social,[ii] aprobados en su VI Congreso. Una fecha de trascendental importancia para Cuba” aseguró ante un público reducido pero atento a sus palabras.

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Romero es un hombre enérgico, afable, ameno y rayano en lo bromista, pues no tardó en aseverar, después de exponer los lugares comunes de rigor sobre cultura cubana (me parecía estar escuchando a Marisela Verena[iii]) que el cubano es un ser muy creativo y como prueba de ello, se refirió al nombre oficial dado al actual proceso de reformas “Actualización del Modelo Socialista cubano” por la cúpula gobernante de la isla; denominación ésta que según su discreto parecer, denotaba el colmo de la astucia lingüística criolla, puesto que la frase de marras contenía todo el mensaje del discurso oficial, la palabra “modelo” como paradigma inamovible, acoplada al dinámico y moderno sustantivo de “actualización”. Tras sus observaciones iniciales pensé naturalmente que nos serviría en su conferencia como plato fuerte, entre las causas que habían desencadenado todo este doloroso proceso que viven los cubanos, el famoso “bloqueo”, pero el profesor Romero es un hombre que lleva muchos años bregando en los ámbitos académicos internacionales, así es que no se atrevió ni a mencionarlo como una de las causas de la crisis económica de la isla. En lugar de eso, informó a los allí presentes que los famosos y enjundiosos (311 exactamente) “Lineamientos” fueron el fruto de un intenso debate popular que incluyó la vertiginosa cifra de 163 mil grupos de discusión en toda la isla, lo que evidenciaba no sólo el apoyo popular, sino la profunda implicación del pueblo en tan áridos debates. Sin dudas consideró oportuno, no sé si para tranquilizarnos a nosotros o para asegurarse a sí mismo, repetir ocasionalmente durante su exposición “que en Cuba las élites están bien informadas sobre todas las tendencias e investigaciones que conciernen la ciencia económica” Algo que no pongo en duda tras conocer los trabajos de Pavel Vidal.[iv] Lo que sí me resulta extraordinario e increíble es que esos debates se hayan llevado cabo con la seriedad y profundidad que menciona. No lo digo yo, lo afirma la Escuela de la Elección Pública (Public Choice Scool) la cual ha desarrollado toda una teoría relativa a la insuficiencia de la gestión pública y en particular el punto que trata sobre “la racionalidad de la ignorancia”[v]; pero como cubano que soy y, sin haber leído al profesor Huerta de Soto, sé pertinentemente que, excluyendo algunos

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militantes del partido, la población llana no se enteró de nada y lo que es peor, todavía no sabe que el verdadero significado de la tan cacareada “Actualización”, es la de fabricar lo más rápido posible un capitalismo tropical de estado para perennizar el castrismo. A continuación el destacado economista recordó lo que a su juicio fueron las causas principales de la presente debacle, dijo, que tras el derrumbamiento del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) Cuba perdió el 87 por ciento de sus socios comerciales. Como sucede frecuentemente con este tipo de conferencias lo importante no fue lo que se expresó, sino lo que omitió. En ningún momento el profesor Romero concluyó que estrechar de esa manera tan alocada los vínculos económicos con el entonces denominado Campo socialista, alejado a más de 9550 kilómetros,[vi] fue no sólo un craso error de gestión empresarial, sino una opción política por la que Fidel Castro nunca ha rendido cuentas. Tomada ademá sin ningún tipo de consulta popular, tras su radicalización y su ruptura con el mercado natural de Cuba que hasta entonces fueron (como lo serán en el futuro) las Américas, con Estados Unidos a la cabeza. En cambio, me sorprendió que reconociera que algunas de las medidas actuales, específicamente aquellas que se relacionan con la distribución de la tierra y la autorización de la iniciativa individual o cuentapropismo (otro eufemismo para no llamarlos por el nombre que lleva, es decir pequeños empresarios o sector privado) están encaminadas a desinflar el abultado sector estatal, rehaciendo sin decirlo francamente,[vii] la iniciativa privada que fue suprimida por Fidel Castro el 13 de marzo de 1968 durante la llamada Ofensiva Revolucionaria[viii] cuando en apenas una noche fueron confiscadas y requisadas alrededor de 60 000 pequeñas y medianas empresas en Cuba. Esta crisis del Sistema Socialista Mundial tuvo gravísimas repercusiones en Cuba, y supuso una regresión sin precedentes en los índices de desarrollo y bienestar alcanzados gracias al subsidio soviético. Necesario según el ponente “para mantener funcionando el sector de la minería, gran consumidor de energía fósil”. No mencionó que reaparecieron las carretas de tracción animal, ni que se contrajo la producción de azúcar a niveles de principios del si-

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glo XVIII, ni que reaparecieron nuevas enfermedades u otras ya desaparecidas por la falta de vitaminas como la neuropatía óptica[ix], el dengue hemorrágico y el cólera. Tan sombrío panorama obligó al gobierno de La Habana a adoptar una serie de medidas de tímida apertura económica, que permitieron, a costa de un inmenso sacrificio por parte de la población, sin olvidar el éxodo de 1994 más conocido como “El Maleconazo”,[x] a que no colapsara la economía caribeña. Los hispanistas presentes conocían el significado del también simpático eufemismo llamado “Período Especial en tiempos de Paz”, pero al final de la intervención nadie le preguntó al profesor Romero las razones por las cuales una administración con tan patética gestión económica no fue inmediatamente sustituida. De lo cual (supuse) se alegró ya que es un delicado tema que podría llevarlo a arenas extremadamente movedizas. Se refirió a la dolarización de la economía y a la implantación de la doble moneda como un mal necesario, aunque reconoció que en esas condiciones crear actualmente algo parecido al cálculo económico en Cuba iba a resultar muy difícil “se le erizarían las neuronas a cualquier economista con estas realidades”, nos confió, despertado una sincera carcajada en el auditorio. A continuación declaró que a partir de aquel momento comenzaron a percibirse diferencias sociales sustanciales y un cambio en la estructura económica del país, cuya consecuencia principal fue la aparición de una pirámide invertida, en la que los más útiles y calificados para la sociedad, médicos ingenieros, administradores entre otras categorías, vivían (¿viven?) en peores condiciones que los menos calificados, taxistas, prostitutas o los propietarios de las pequeñas empresas privadas que hicieron su aparición “El éxodo no sólo fue hacia el exterior de Cuba, sino que numerosos y excelentes profesionales dejaron sus empleos para trabajar en el sector del turismo, única vía para obtener los dólares”. En en aquel momento irrumpió de manera milagrosa el petróleo venezolano, aunque aseguró enseguida “No hay que llamarse a engaño, Cuba no se mantiene gracias a ese petróleo, que pagamos religiosamente a 50 por ciento con líneas de crédito de 20 años al 2% y en servicios por la otra mitad” dicho en otras palabras “Ve-

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nezuela no subvenciona la economía cubana, ya que el volumen del intercambio con dicho país 37 %, no se acerca ni de lejos al 87% que representaban los intercambios con la Unión soviética en la década de los noventa.” Pienso que habría que analizar las cifras totales del volumen total del comercio exterior cubano para referirse a lo que representaba en su momento cada una específicamente antes de afirmar algo así, pero sigamos. Lo cierto es que la llegada de ese petróleo frenó los cambios timoratos que se estaban produciendo en la estructura económica. Esto no lo mencionó el conferencista pero hay que agregarlo para comprender lo que sucede actualmente. Fue el propio Fidel Castro que en 2004 suspendió el desarrollo del incipiente sector privado, reduciendo las licencias acordadas a la población y gravando de impuestos abusivos a los empresarios privados ya establecidos, pensando de ese modo evitar el enriquecimiento excesivo de los mismos y el aumento de las ya evidentes diferencias sociales. El sueño de una sociedad igualitaria postergada hasta entonces por la necesidad, resurgió con fuerza dado el nuevo contexto internacional, pero no fueron sino la repentina enfermedad del Máximo líder y la llegada al poder de Raúl Castro, coincidiendo oportunamente con una gravísima crisis de liquidez del Tesoro cubano, las verdaderas razones de las actuales medidas de actualización que el profesor Romero ha venido a defender a París. Unas transformaciones consentidas que apoyan y sostienen los economistas cubanos, ya que van encaminadas en la dirección escogida sabiamente por el gobierno. Como ejemplo de ello citó la descolectivización de las tierras y el estímulo “sincero” del sector privado, encaminado a absorber el excedente de la fuerza de trabajo liberado por el sector estatal. Se trata de un camino de flexibilización liberal, no exento de dificultades de la que es consciente “mi presidente Raúl Castro”. Sin embargo, Oscar Espinosa,[xi] un destacado economistas cubano de la oposición, al igual que Carmelo Mesa Lago, argumentan científicamente sobre la ineficacia de tales medidas, afirmando con toda razón que son parciales e insuficientes[xii] y que hasta el momento no han generado ninguna mejoría; al contrario, según las últimas estadísticas oficiales se ha registrado una dismi-

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nución (si es que esto es todavía posible) de la riqueza. Cuba sigue importando todo lo que consume, sin olvidar que el sector turístico, (motor de la economía con las remesas de los exiliados) se ve obligado a importar hasta las frutas tropicales que necesita para mantener la oferta en los hoteles que gestiona, de República Dominicana o de otras islas adyacentes. En conclusión el profesor Antonio Romero, Tony para los íntimos, se muestra confiado sobre el camino emprendido por “su gobierno” consciente de que lo principal es “la preservación de un sistema escogido y apoyado por la población,” pero aumentando su eficacia y sus rendimientos, capaz de durar eternamente, gracias a la Actualización del Modelo socialista cubano” ayudado por el financiamiento millonario de Brasil y una eventual –y esperadaapertura del comercio con los Estados Unidos, una vez terminado el embargo. Por supuesto que no comparto el optimismo del profesor Romero, las cifras de la debacle son testarudas y su intervención deja más sombras que luces, sin llegar a despejar las numerosas interrogantes que le hicieron los allí presentes. Sin embargo lo que sí es evidente a estas alturas, es que el régimen de La Habana se ha enfrascado en una campaña de propaganda internacional encaminada a mostrar al mundo que los cambios en Cuba han llegado para quedarse, como ejemplo de ello podemos citar la apertura de las prisiones a la prensa internacional, la permisión de viajes al exterior de opositores y colaboración estrecha con las autoridades norteamericanas para resolver asuntos diversos. Los disidentes viajeros que defienden repetidamente las posiciones históricas del gobierno cubano,[xiii] (como no han dejado de observar algunos medios de prensa en manos de la izquierda en América latina, además de los críticos ya conocidos[xiv] dentro del paisaje mediático) sin olvidar a los académicos comprometidos como el profesor Romero, son una prueba fehaciente del pragmatismo reinante en La Habana y una muestra más de la picardía criolla llevada esta vez hasta el paroxismo de la doble moral, el ridículo y la disimulación descarada; cuando la solución ya sabemos cuál es desde hace tiempo: ¡Tunturuntu pa’ la calle! con toda esa gentuza que, no sólo ha provocado la ruina de la nación, sino

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que ahora pretende quedarse en el poder con la anuencia de las potencias y de muchos personajes que circulan hoy por el mundo, propagando a los cuatro vientos las tesis finales de la dictadura castrista como si esa fuera la única opción posible para Cuba. Notas: [i] Raúl Castro. http://www.cubadebate.cu/raul-castroruz/2013/02/24/raul-castro-la-mayor-satisfaccion-es-la-tranquilidad-y-serenaconfianza-que-sentimos-al-ir-entregando-a-las-nuevas-generaciones-laresponsabilidad-de-continuar-construyendo-el-socialismo-fotos/ [ii] VI Congreso del PCC, Información sobre el resultado del debate. 05/2011 [iii] Verena Marisela, Nosotros los cubanos, 2008 [iv] http://www.cuba-economia.org/autores/pavel-vidal-alejandro [v] Estudios de Economía Política, Huerta de Soto, pág. 237. [vi] Distancia entre La Habana y Moscú. Célebre programa de participación televisiva, que premiaba al ganador con un viaje a la URSS. [vii] La llamada actualización del modelo económico no es más que una tímida reversión de la arbitraria apropiación estatal de todo el tejido productivo y de servicios nacional. Chepe Espinosa Oscar, Cubaencuentro, artículo, 27/03/2012 [viii] Ofensiva Revolucionaria, fue anunciada por el entonces primer ministro Fidel Castro en un discurso del 13/03/1968. Chepe Espinosa Oscar, ídem, 27/03/2012[ix] Vease Gac Méd Caracas v.110 n.2 Caracas abr. 2002 [x] http://es.wikipedia.org/wiki/Maleconazo [xi] http://en.wikipedia.org/wiki/Oscar_Espinosa_Chepe [xii] El Índice de Volumen de la producción agropecuaria cubana, sin incluir la caña de azúcar y la obtenida en patios y parcelas, disminuyó un 1,3% en 2012, según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). http://www.cubanet.org/articulos/cuesta-abajo-la-produccion-agropecuaria/ [xiii] “En Usa, la bloguera (Yoani Sáchez) manifestó que anhela más democracia para Cuba, que el bloqueo debe terminar porque es una situación intervencionista en la que un país quiere cambiar la situación interna de otro (sic), que Estados Unidos debe retirarse de Guantánamo (sic), que los cinco cubanos acusados de espionaje en Estados Unidos deben ser liberados, y que Washington debe cambiar su política hacia Cuba… Claro que después, como en otras ocasiones, puede decir exactamente lo contrario. Así es que de veras… ¿para quién trabaja Yoani?” José Steinsleger, Cuba y la reina virtual… ¿de cuál disidencia?

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[xiv] http://zoevaldes.net/2013/04/09/democracia-made-by-yoani-sanchezpor-ivan-garcia/

Expropiando a España

Cuando llegue la democracia a Cuba. ¿Será considerada la deuda contraída por Fidel Castro, su hermano y los títeres que vendrán después, como una “deuda odiosa”? Si nos fiamos en la definición del concepto de Alexander Nahum Sack, no caben dudas: “Si un poder despótico incurre en una deuda no por las necesidades o los intereses del Estado sino para otorgar mayor fuerza a su régimen despótico, para reprimir a la población que se le enfrenta, etc., esta deuda es odiosa para la población de todo el Estado. Esta deuda no es una obligación para la nación; es una deuda del régimen, una deuda personal del poder que la ha tomado, por lo tanto ésta cae con la caída del poder que la tomó. La razón por la que no se puede considerar que estas deudas odiosas graven el territorio del Estado es que dichas deudas no cumplen con una de las condiciones que determinan la legalidad de las deudas del Estado, que dice: las deudas del Estado deben ser tomadas y los fondos deben ser empleados para satisfacer la necesidades y los intereses del Estado” Así pues, españoles, brasileños y otros empresarios que comprometen capitales en Cuba, beneficiándose con las tasas de interés favorables a través de inversiones a largo plazo, deberían revisar la página de Wikipedia que ha inspirado esta reflexión. No cuento las inversiones venezolanas en Cuba, que deberán comenzar a ser rembolsadas dentro de un plazo de veinte años porque, primero, todo el mundo sabe que el petróleo es regalado y en segundo lugar, pienso como Keynes, que con su sentido práctico típicamente inglés solía proclamar a los cuatro vientos cuando

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se le interrogaba sobre el impacto futuro de su políticas estatista y consumista “Bah, qué más da, decía, si en el futuro estaremos todos muertos”. La deuda con Venezuela entra en esa categoría hipotética de un riesgo igual a cero, puesto que esa deuda nunca será rembolsada, primero porque no es la costumbre de Cuba, que le debe a medio mundo y no dispone ni de confianza, ni de créditos en el mercado internacional para emitir Obligaciones de Estado. Recientemente vimos al Ministro ruso de Economía en La Habana, renegociando la deuda, no sé cuál, ni en cuáles términos, ya que el propio Fidel Castro dijo en su momento que no reconocía ninguna deuda con un régimen maldito y por demás, traidor a la causa de los trabajadores. Pero volvamos al concepto de Deuda Odiosa, si de repente creen que es otro de los brillantes pensamientos de Marx, Lenin o Engels para burlarse de sus acreedores, se equivocan completamente; los desenterradores de la idea en el siglo XIX, por cierto bien conocida en la antigüedad, fueron los Estados Unidos cuando expropiaron a España lo que quedaba de su imperio en el Caribe y en el Pacífico. Durante las conversaciones de París, los embajadores norteamericanos exigieron que la deuda de Cuba fuera borrada, invocando los argumentos antes expuestos. “Las deudas odiosas tomadas y usadas con fines que, con el conocimiento de los acreedores, son contrarios a los intereses de la nación, no comprometen a esta última -en el caso que la nación tenga éxito en liberarse del gobierno que incurrió en ellas- excepto por la cantidad con la que obtuvo beneficios de esas deudas. Los acreedores han cometido un acto hostil para con la población; ellos, por lo tanto, no pueden esperar que la nación liberada de un poder despótico asuma las deudas odiosas, que son deudas personales de ese poder”.

A España no hizo mucha gracia, pero igual no le quedó más remedio que firmar (sin vaselina), bajo la amenaza de recomenzar la contienda en otra parte. La posibilidad de ser unos morosos alabados y hasta ejemplares, es una nota de esperanza en el sombrío panorama que tiene por

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delante la nación cubana. Ninguno de los disidentes viajeros, y por tanto, muchos de ellos están considerados entre los más inteligentes y carismáticos opositores que han existido jamás, ha dedicado ni una sola de sus apasionantes intervenciones al tema económico, ni a la manera en que la nación deberá o no rembolsar las deudas odiosas contraídas por la dictadura. Existen muchos temas pendientes de esta naturaleza, pero hasta el momento ningún grupo político de dentro o de fuera se ha expresado al respecto, ni ha explicado por poner un ejemplo, lo que va a suceder con los patrimonios norteamericanos expropiadas en el año 1959, ni tampoco con las últimas propiedades privadas que aún sobrevivían en la isla en el año 1968. ¿Se devolverán? ¿Borrón y cuenta nueva? ¿Deuda odiosa? ¿Rema que aquí no pica? Hubiese sido interesante y mucho más equilibrado que Y. Sánchez, A. Rodiles, B. Soler (o cualquier otro) con impacto mediático lo hubiese planteado en el Congreso en estos términos u otros parecidos: “Si los señores legisladores suprimen el Embargo,

el próximo gobierno democrático de Cuba indemnizará a los Estados Unidos, como opositor(a) me comprometo a abogar por ello dentro de Cuba”. Estos problemas deberán encararse con seriedad y urgencia, porque más allá de los cambios políticos a los que aspiramos, son la base misma de una sana reconstrucción nacional.

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Cultura Sobre Aída y otros aires de opereta La serie Aída goza de una gran teleaudiencia en España. Desde hace ya algunos años reina los domingos a la hora de punta de la cadena privada Telecinco, proporcionándole a sus dueños un ingreso sustancial de recetas publicitarias. Esta realidad ha dado ya razones a profundos y eruditos análisis así como a ligeros comentarios de café. Algunos diálogos y réplicas de personajes han entrado de lleno al lenguaje popular, como sucedió hace ya algunos años con la otra divertida serie vernácula “Aquí no hay quien viva” Según la revista digital Razón y palabra “según el propio concepto de la serie, sus personajes pueden ser considerados como una galería de caricaturas de personalidades estereotípicas (bien definidas y reconocibles por todos los públicos), propias de la imagen establecida y anclada en el imaginario de las audiencias del contexto social en el que se sitúa la acción” De acuerdo con el analista para que una serie costumbrista como esta pueda funcionar lo primero que hace falta es que estos personajes puedan ser identificados plenamente por el público. Siguiendo esta lógica hasta sus últimas consecuencias, se puede entonces decir, que los resortes cómicos de la serie no podrían ser comprendidos por un japonés por ejemplo, ya que no posee los códigos necesarios para interpretar correctamente lo que está viendo; sin embargo, según me cuentan desde Cuba, la serie tiene un éxito sin precedentes dentro de la isla y sus grabaciones pasan de mano en mano como pan caliente ¿Cómo puede ser esto posible, teniendo en cuenta lo arquetípico de estos personajes peninsulares? Los resortes del humor son misteriosos, pero ya han sido bastante

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estudiados desde que el griego Aristófanes divirtiera a sus contemporáneos en el teatro que se encuentra al pie de la Acrópolis y, como aquí no se trata ni de caídas, ni de resbalones, ni de efectos sonoros (aunque las risas son grabadas) justo hay que reconocer es que los cubanos comprenden las diferentes situaciones humorísticas. Esto es posible, no solo porque los isleños no disfrutan de otras opciones televisuales, dada la censura que sufren desde 1959, sino porque en el fondo se sienten profundamente españoles y se identifican profundamente con los arquetipos peninsulares; a pesar de que hace más de cien años terminó oficialmente el poder de la corona sobre su colonia. Esta verdad observada, hace posible la idea, tal vez hoy más que el primero de enero de 1897,- fecha en la que se formó el Gobierno Autonómico en La Habana-, de una Cuba otra vez española. Lo creo porque los sentimientos profundos de una nación pueden ser mucho más poderosos que los ejércitos y ya es hora de que Cuba por fin, vuelva al lugar de donde no debió haber salido nunca. ACC, 20 de agosto de 2012. Cría Cuervos que te sacarán los ojos…

nos”

Abel Prieto:”Nadie hace chistes sobre los gobernantes cuba-

Los recientes comentarios de Abel Prieto prueban algo que ya sabían muy bien todos los conocedores de la situación cubana. Los dirigentes de Cuba están completamente desvinculados de la realidad nacional. Las razones de esta descoordinación son numerosas pero reales, lo prueba este ejemplo concreto, pero también el cotidiano actuar de toda una élite de quita y pon, que no posee más legitimidad que la de la fuerza, la costumbre y la desidia. Sin embargo lo que llama la atención aquí no son las trasnochadas declaraciones del ex alto funcionario, sino las reacciones

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violentas de quienes lo critican. El intelectual es una especie particular dentro de la fauna política socialista, no sólo de Cuba. Todas las naciones que poseen un Ministerio de la Cultura padecen del mismo problema: una superabundancia de intelectuales que medran a la sombra de una concepción de la sociedad que les protege y justifica. Es el precio –altísimo- que pagan por existir, sin más legitimidad que las que se acuerdan los unos a los otros. La protección del poder les brinda becas, viajes y publicaciones. Algo que sería difícil obtener si de sus propios “méritos” intelectuales dependiera. Atacar a Abel Prieto no absuelve del compromiso de todos los que, durante casi sesenta años dentro de Cuba y fuera de ella, aceptaron mansamente el cuadro que se les ofrecía: “Dentro de la Revolución todo, fuera de la Revolución nada” e integraron entonces, a sabiendas, las estructuras creadas por el castrismo para controlar y yugular sus palabras y sus pensamientos. Así pues, dentro del socialismo, los intelectuales han de ser contenidos para protegerlos de sus propios excesos. De vez en cuando, dentro de sus filas surge alguien que con gran lucidez e ingenio, medra más que los demás y alcanza un real poder, dentro del que mueve sus hilos para beneficio propio. Es el caso del ex ministro, con una diferencia de talla mayor. Todos se recuerdan del absolutismo de Nicolás Guillén en la UNEAC y de sus caprichosos gallos y gallinas que circulaban por los pasillos; no olvidemos que nuestro insigne poeta falleció ahogado dentro de su propia soberbia, aprobando con los ojos cerrados todos los desmanes del castrismo. Abel en cambio, sabe poco de lo que pasa en Cuba, lo concedo, pero durante sus muchos años al frente de la UNEAC, facilitó, haciéndose de la vista gorda, o interviniendo directamente, la salida definitiva o temporal de numerosos “intelectuales” que a estas horas estarían vediendo refrescos de a peso por las calles; por eso se merece, al menos, un poco de conmiseración. Él ha sido para muchos, de nosotros salvando las distancias, claro, el Arístides de Souza Mendes o si se prefiere, el Oskar Schindler cubano. Algunos de los que actualmente ponen el grito en el cielo, culpándolo, no por su ignorancia –que es grande- sino por despecho (el señor

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Prieto con su mediana calidad literaria, representa todo lo que ellos no pudieron, o no supieron, obtener dentro del castrismo) deberían recordarlo y tener la amabilidad de dejarlo correr con una sonrisa en los labios. El resto es una pérdida de tiempo. ACC, 26 de septiembre de 2012 A propósito del artículo ¿Es rentable la libertad? El único espacio de discusión donde se discute algo en Cuba actualmente es la revista católica “Espacio laical”, publicada bajo el amparo de la jerarquía católica en La Habana, que ha sabido aprovechar, -como ha venido ocurriendo desde los tiempos de la colonia-, los espacios vacíos que el poder le permite ocupar según sus propias conveniencias del momento. La Iglesia ha jugado un rol de primera importancia en el desarrollo cultural de la isla y algunos de sus obispos emblemáticos han pasado a la historia de la nación como Juan José Diaz de Espada y Fernández de Landa. Al amparo de su episcopado, emprendió una vasta labor de reforma de la Iglesia y de las instituciones sociales, prestando su apoyo a los hombres más honrados y brillantes que se preocupaban por el bien común. Baste decir que abarcó mucho, desde el campo de la cultura, la educación, el saneamiento, moralización de la diócesis. Su reforma Universitaria abrió la cátedra de Félix Varela, que tanta importancia tuvo para el pensamiento de las élites cubanas del siglo XIX. Salvando las distancias, el espacio laical de hoy propicia la reunión de talentos que se han dado a la tarea de reflexionar sobre el presente y el futuro de Cuba, como lo hicieron ya hace dos siglos otros cubanos. Que no exista otro espacio público semejante (aparte de las discusiones apasionadas que tiene lugar en el Parque Central sobre otros temas de menos trascendencia) es una curiosidad que se sale del objeto de este comentario. Lo interesante es que se sepa en la Isla -y fuera de ella- existen personas que reflexionan con profundidad sobre los problemas concretos del país, intentando despolitizarlos al máximo, tratando de hacerlos lo más objetivos posibles, partiendo de las corrientes de pensamiento que circulan por el mundo, sin ceñirse a un análisis pre formateado de la realidad. Estos intelectuales se preocupan

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igualmente por aplicar metodologías innovadoras que intentan, por rigurosas, de alejar cualquier posible crítica científica de que puedan ser objeto. Esta continua tensión de observar con rigor y comentar objetivamente la realidad resulta un ejercicio complicado, ya que el ejercicio de quedar bien a la vez con Dios y con el Diablo, provoca contradicciones insalvables en algunos de los análisis publicados por la revista. Una de las más recientes entradas, está firmada con la pluma de Julio César Guanche y su evocador título ¿Es rentables ser libres? Llamó nuestra atención, primero porque se centra de lleno en una problemática que hemos tratado en nuestro blog y segundo porque las reflexiones sobre la democracia, por lo general, resultan interesantes en el marco de una sociedad como la cubana, donde justamente no existe nada que se le parezca. Dividido en X partes el autor se debate entre dos intenciones irreconciliables. A pesar de lo profundo de su análisis, las conclusiones decepcionan un poco puesto que de cierta manera contradicen lo expuesto durante todo el ensayo “Al final, ¿para qué sirve Cuba? Si Cuba tiene el futuro abierto como para hacer posible alguna, u otra, de estas alternativas, sirve para mostrar que constituye una alternativa al control de la democracia por el capitalismo y una alternativa a sí misma. Incluso si no sirviera para esto, la mera existencia de tal posibilidad es la fuente de una esperanza: sirve para creer todavía en la posibilidad de liberar el futuro, de liberar la democracia, de mostrar que la libertad es siempre más rentable que la dependencia.” Asociar la libertad a la rentabilidad me parece una acrobacia intelectual delicada, primero porque utilizar un concepto venido de la ciencia económica, que no depende para nada de la libertad para poder calcularse o ser medido carece de sentido; sencillamente (qué Dios me perdone) no veo muy claro como puede ser rentable la libertad. Una empresa puede ser rentable, pero la libertad es un concepto demasiado abstracto, primero para ser definido correctamente y aún menos, para ser medido. Excepto si de su “medición” depende algún tipo de conclusión más comprometida con la ideología que con la razón.

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ACC, 13 de octubre 2012. El negocio de la Corona en Cuba.

Ficha de lectura del libro, Los espejos de la reina, Juan S. Pérez Garzón y autores. Marcial Pons, Ediciones de Historia, S.A. Madrid 2004 No para todo el mundo, claro, comenzando por las víctimas de guerra, innombrables en los campos cubanos sin contabilizar y los 100 mil soldados de la península, sacrificados en aras de la soberanía y la integridad nacional. Pero para el resto de los interesados fue un espectacular negocio que duró más diez años comenzando para los hacendados negreros y terminando por los banqueros, quienes gracias al aumento exponencial del crédito a partir de 1867, fecha en la que comenzó a aplicarse en Cuba la Ley de Bancos y al uso de una moneda devaluada que trajo consigo, amasaron inmensas fortunas y haciendas. El historiador catalán José Antonio Piquer, describe en una interesante comunicación publicada recientemente[i] titulada La Reina los esclavos y Cuba, el ambiente político que prevalecía en la isla antes de que estallara la guerra de 1868, poniendo de manifiesto como en un momento en que por razones bélicas -las guerras Carlistas- e inseguridad constitucional en la Península, se financiaron la Reina Regente y luego la propia Monarquía. Aunque no se tienen indicios documentales de la participación directa de la monarca, se deduce por los hechos probados que la corona sostuvo activamente la trata negrera a cambio de dinero. Gracias a la mediación de Pedro Juan de Zulueta, que se había convertido en Londres en el primer financiero de expediciones a África y principal sostenedor de su sucursal en La Habana, controlada por su sobrino Julián, ambos como pago de su lealtad fueron ennoblecidos por la Reina.

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En las capitulaciones del matrimonio oficial de la Regente esta declara un caudal de 135 millones de reales, obtenidos directamente gracias a las asignaciones cargadas a las cajas de Ultramar[ii] Antes de 1868 constan numerosas intervenciones en los negocios cubanos por parte de la Reina madre, que no dudaba en conceder puestos de senadores vitalicios a todos aquellos cubanos que la ayudaron a enriquecerse. Fueron años fastuosos en que numerosos capitanes generales contraían matrimonio con las ricas herederas de las familias criollas como Francisco Serrano (capitán General entre 1859 y 1862) y su sucesor Domingo Dulce que en 1867 contrajo matrimonio con la condesa viuda de Santovenia, una de las grandes fortunas esclavistas del país.[iii] El tesoro de la Isla sufragó igualmente las aventuras de Prim en México y el descalabro en la Española, costeadas ambas con las arcas del tesoro cubano. Pero esto no fue todo, según este autor “el trasvase de capitales acumulados en la Antillas constituyó un factor de primer orden en la evolución de la sociedad española de la época isabelina”[iv] Coloridos personajes vivieron y tuvieron una influencia decisiva en aquellos años como fue el caso de Julián Zulueta, un hombre que bajo el amparo de la corte estaba en el centro de todos los negocios legales e ilegales de la época. Prueba de ello, es que cuando se vio implicado su nombre en una expedición de esclavos en 1853 –la trata estaba formalmente prohibida desde 1845- el entonces Capitán General Valentón Cañedo, lo arrestó para someterlo a juicio; pero Madrid envió enseguida una orden de destitución para éste y la gracia sin condiciones para Zulueta.[v] El tráfico de influencias explica perfectamente muchas de las decisiones políticas que fueron tomadas por la monarquía, aconsejada por los clanes más influyentes del momento dentro de la corte, en la persona de José Luis Alfonso, miembro del clan AldamaAlfonso-Madan, uno de los más ricos de la isla y cuñado del también cubano José Güell y Renté (marido de Josefa Borbón y Borbón-Sicilia, hermana del Rey consorte)[vi]

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La consolidación del trono de la joven Reina se hizo con el oro de la Antillas la que durante su minoría de edad recibió como parte de su asignación de las cajas de La Habana la suma de 100 millones de reales para constituir su capital personal, puesto que el patrimonio real después de la revolución era privativo de la nación. Todo este dinero llegaba a la península a raudales (en total 82 millones de pesos fuertes) gracias a la intervención de los intendentes de La Habana, que tras la exitosa reforma de Hacienda llevada a cabo proporcionaban al tesoro los recursos financieros conocidos como los “sobrantes de Ultramar” indispensables a la corona. Alrededor de estas libranzas y para poder atender urgencias, el gobierno se comprometió operaciones de crédito a los que otorgaba una rentabilidad de 18 por cien.[vii] Todo esto explica por qué fueron expulsados los diputados a Cortes en 1837. Resulta evidente la imposibilidad de aplicar al mismo tiempo un orden constitucional, que suponía poner fin a la Trata, clave de la prosperidad de la isla y de los traficantes de mano de obra, quienes garantizaban una gran parte de aquellos “sobrantes” vitales para conseguir la supervivencia de la monarquía. Según Piquer, el sistema político de la época permitía al ocupante del trono la capacidad de cambiar gobiernos a su antojo, proponer cargos y empleos, así como favorecer u obstaculizar determinadas políticas.[viii] Ventajas inmediatas para España de una Cuba otra vez española. Se acentuarían los trasiegos portuarios al permitir la salida de mercancías desde La Habana hacía Algeciras. Se integraría un mejor y más eficiente tráfico aéreo Se incentivarían empresas de construcción, sidero metalúrgicas, turísticas y agrarias en la isla. Se aumentaría la plantilla de titulados universitarios en España que podrían ejercer en un infradotado mercado cómo el cubano. Se aumentaría el peso específico de España en Europa, al contar un aumento territorial y social. Se conjurarían los peligros nacionalistas en la península, al aumentar el orgullo de ser español y se dejaría abierta la puerta a nuevas reincorporaciones cómo las de Puerto Rico y Filipinas, configurándose España cómo la Puerta de Euro-

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pa, de América y con una fuerte influencia en Asia. Justo lo que siempre fue y nunca debería haber dejado de ser, si bien cómo todo en la vida, esto no deja de ser una Utopía que José Ramón nos regaló con la humildad y el amor que le eran característico. La reintegración concertada de las antiguas colonias no sólo sería ventajosa para los recién llegados, al contrario. En poco tiempo Cuba podría convertirse en el motor de la economía española, como ya lo era a finales del siglo XIX. Con 12 millones de cubanos España alcanzaría a la población de Francia y con el desarrollo de la agricultura, la minería y el turismo cubanos, volvería a tener créditos financieros baratos en el mercado internacional. Con la reintegración de Cuba España ganaría, no sólo credibilidad en Europa, sino que se convertiría en un ejemplo para todos los pueblos del mundo.

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Poca vergüenza Al expresidente de Cuba le encanta criticar a los demás. Esto no es una reciente manía provocada por su enfermedad, sino algo consustancial a su manera de ver el mundo. En una de sus recientes y eclécticas “Reflexiones” la emprende contra el gobierno de Canadá y su primer ministro Stephen J. Harper, nada menos y nada más que para criticar el estatuto institucional su país y por ende, su legitimidad política. Como se sabe Canadá es una monarquía constitucional. No es un secreto y aparece en todos los documentos oficiales, empezando por la Constitución aprobada por toda la nación. Tal vez el señor Castro lo ha olvidado, pero este régimen, también es compartido por otros países respetadísimos en el mundo como Australia y Nueva Zelandia. ¿Qué significa ser una Monarquía Constitucional? Pues muy sencillo, a pesar de estar representado en las instituciones internacionales, tener su propia bandera, su propio parlamento y su gobierno independiente, Canadá pertenece al Commonwealth, un conjunto de naciones independientes que reconocen a la reina de Inglaterra como su monarca. Dicho en otras palabras, Canadá es una provincia autónoma de Inglaterra. Este sistema le ha permitido a Canadá alcanzar los altos estándares de desarrollo que conocemos. Así es que el señor Harper puede sentirse orgulloso de los logros alcanzados por su país sin tener que andar justificándolos sin descanso ¿Acaso el señor Cas-

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tro podría decir lo mismo de su propio sistema político supuestamente independiente? Cuando una persona tiene bajo su responsabilidad una nación por más de cincuenta años y sólo ha cosechado fracasos, debería por lo menos, tener la decencia de callarse la boca. Bajo un régimen semejante, Cuba no estaría donde hoy se encuentra, atrasada, destruida, en ruinas y, no precisamente por culpa del embargo norteamericano como nos quiere hacer creer la propaganda castrocomunista. Los cubanos tienen todavía el derecho de optar por este régimen, que fue aprobado por España para Cuba y Puerto Rico en 1897. El primer gobierno autonómico de Cuba fue traicionado por las por la oligarquías hispano cubanas, más preocupadas por sus cajas de café y sus sacos de azúcar que por el interés nacional. Hoy si los cubanos lo quisieran tendrían la oportunidad de reintegrar el reino de España por plebiscito. Ningún poder podría oponerse si toda la nación expresa claramente este deseo. ACC, 20 de agosto de 2012 Epidemia de dengue en Cuba Cuando todavía presidente cubano se apoderaba de los micrófonos o concedía alguna entrevista a los medios de prensa internacionales, solía vanagloriarse de los logros alcanzados gracias al avance de la medicina en Cuba. Como dice el danzón célebre que hacía de genérico en San Nicolas del Peladero, la serie de televisión favorita de cubanos por generaciones “Que tiempos aquellos, que ya pasaron, pero que conviene recordar” La ironía, es que lo que se suponía fuera una crítica de lo que se le llamaba en la jerga tropical marxista de aquella época “los rezagos de pasado” se haya convertido en realidad. Hoy ya no queda un solo funcionario que se atreva a defender públicamente lo que se supone sea uno de los mayores logros del sistema, la salud pública. No voy a decir que los hospitales carecen de sábanas, y que los medicamentos tienen que mandarlos las fa-

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milias de los Estados Unidos porque eso ya se sabe; tampoco que los dispensarios del “médico de la familia” carecen de lo mínimo para que los improbables galenos que ejercen en ellos puedan, al menos, simular que están haciendo algo por sus conciudadanos. Sólo voy a recordar que cuando el propio Fidel Castro se enfermó, tuvo a su cabecera a un especialista español y no a un cubano. Creo que es un argumento que vale más que cualquier otro que se pueda avanzar. Es por eso que en plena epidemia de dengue hemorrágico, antes ya hubo una de cholera-, conviene recordar “aquellos tiempos gloriosos que ya pasaron” y que nunca volverán. La situación sanitaria en Camagüey es catastrófica. Según las informaciones que llegan desde la isla, el gobierno esta acondicionando escuelas para concentrar allí a los enfermos en cuarentena con la esperanza de evitar que la epidemia se extienda por toda la isla. Pero esta medida parece llegar tarde, puesto que numerosos testimonios concordantes tienden a probar que en La Habana hace ya algunas semanas que familias enteras han sido hospitalizadas. Por supuesto que nada de esto se refleja en la prensa oficial, en la que siempre se ganan todas las batallas: contra el imperialismo, contra los contrarrevolucionarios, contra el hambre y ahora contra los mosquitos “casa por casa” dice el artículo del periódico oficial. Tampoco el gobierno del señor Raúl Castro se atreve a pedir ayuda internacional, puesto que la imagen sería catastrófica para el turismo, en un momento en que las arcas del tesoro se encuentran exhaustas. Mientras tanto la nación sigue padeciendo en silencio, bajo la bota de tanto miserable. Si Cuba se hubiese mantenido como una Autonomía española, nada de esto habría sucedido. Hoy tendríamos altos estándares de vida como Canadá o Nueva Zelandia. Nos los habríamos ganado trabajando duro tras la aplicación del nuevo sistema de gobierno que proponía la metrópoli y que fuera pisoteado por unos hombres, que buscaban salvar “sus cajas de café y sus sacos de azúcar” más que a la patria, como ya lo había observado en un desilusionado artículo publicado en su periódico “El Habanero” el padre Félix Varela cincuenta años antes.

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Esta locura debe cesar, España tiene la responsabilidad histórica de ayudar, al pueblo –que no al gobierno- cubano, proponiéndole directamente la reintegración en su seno por referéndum lo más pronto posible. ACC, 21 de agosto de 2012 ¡El rey pasó la bola! Uno de los actos fundadores de la asociación Autonomía Concertada para Cuba consistió en dirigirle una carta a SM el Rey don Juan Carlos de Borbón para que, saltando el protocolo, se dirigiese directamente al pueblo cubano, proponiéndole la reintegración en el Reino de España. Acabo de recibir su respuesta donde me agradece la misiva y me envía cordiales saludos. Dicho de otra manera, SM “pasó la bola”, lo que en idioma cubano significa que se desentendió del problema con real donaire. Es cierto que el pueblo llano está ajeno a los entresijos del poder. Las razones de estado siempre han sido tema para políticos y, sólo llegan a comprenderse en toda su dimensión mucho tiempo después por los historiadores, que acceden a expedientes secretos o interpretan razones y hechos, basados en documentos y otros datos empíricos. La política es una materia viva, donde se agitan los hombres y los hombres, ellos, se mueven por intereses; el primero de todos, es el de obtener algún beneficio, que satisfaga su eterna sed de mejora, consustancial a su naturaleza. Esto no lo digo, yo lo dicen los empíricos austriacos con Mises a la cabeza. Lo cierto es que la idea de reintegrar a Cuba dentro de España, no suscita mucho interés por el momento. No es sólo al Rey al que no le importa mucho lo que sucede con Cuba. Otras de las acciones que se nos ocurrieron durante el verano y que llevamos a cabo, fue la de escribirle a los 350 diputados del Congreso para darles a conocer la idea, esperando que alguien viese las posibilidades que tiene la misma. El único que nos ha respondido hasta el momento ha sido el señor Juan Moscoso del Prado, socialista y diputado por la provincia de Navarra. El señor Moscoso que ha pensado seriamente en el tema, según lo que puedo deducir por sus

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palabras, no lo ve como una solución para España, sino como un remedio para Cuba. No dejo de reconocer que lo primero que salta a la vista son los beneficios para Cuba, lo concedo sin problemas; sin embargo, a mi juicio esta idea tiene una trascendencia que va mucho más allá de la economía y de los cálculos políticos inmediatos. Me explico: el español y la hispanidad son entidades abstractas, pueden observarse pero continúan siendo intangibles. La leyenda negra de la conquista, la Trata y las Guerras de Independencia son espinas todavía clavadas en el imaginario colectivo de los españoles, que siguen navegando desde 1898 entre el orgullo y la vergüenza; más de la segunda que de la primera, teniendo en cuenta el traumatismo que significó la pérdida de los Dominios de Ultramar al final de la Guerra Hispano-CubanoNorteamericana y el estado en que se encontró España a principios del siglo XX. El regreso voluntario de Cuba podría cambiar todo eso. En primer lugar, significaría que la herencia hispánica no es tan abstracta como parece y que con los pueblos de América, España comparte algo que va mucho más allá de la simpatía mutua o de la lengua. España podría entonces alzarse otra vez en Europa sin complejos de inferioridad, con un prestigio y una fuerza nuevas, con una confianza renovada en sus propias fuerzas, algo que le falta en estos momentos, cuando visiblemente no existe un objetivo claro y consensual para capear el temporal de la crisis. En segundo lugar, desde el punto de vista material, la reintegración de Cuba, aunque no se perciba enseguida, sería extremadamente beneficiosa para España. Bien organizada, bajo los principios de libre mercado, aplicando seriamente los principios liberales de gestión, en muy poco tiempo la economía cubana podría convertirse en el motor de la española. Para empezar, los trabajos de reconstrucción serían colosales, lo cual beneficiaría en primer lugar a las empresas peninsulares antes que las norteamericanas. La rentabilidad de todo ese capital invertido a menos de 90 millas de los Estados Unidos sería inmensa sin lugar a dudas.

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España necesita a Cuba para levantar la cabeza y acabar con sus complejos de potencia de segunda zona. Cuba necesita a España para enfrentarse serenamente a los enormes desafíos que le esperan. Las esperanzas puestas ayer en la independencia fueron burladas, pero hoy ambas naciones tienen la posibilidad de marchar otra vez juntas en la historia. Es una lástima que el rey no se haya dado cuenta. ACC, 31 de agosto de 2012 Salim Lamrani contra Yoani Sánchez: las oscuras trampas de la razón Salim Lamrani es un investigador francés contemporáneo, doctor en estudios ibéricos e hispanoamericanos por la Universidad de la Sorbona en París. Su tesis de doctorado De Fulgencio Batista à Fidel Castro : Cuba et la politique étrangère des EtatsUnis 1956-1959, muestra que su interés por la cuestión cubana no es un pasatiempo pasajero. Así en pocos años se ha ido convirtiendo en uno de los "especialistas" de Cuba más consultados en internet. Basta echar un vistazo a su (auto)página en Wikipedia para convencerse de lo que estamos diciendo. Como investigador se describe como alguien comprometido con la verdad y nada más que la verdad, algo que se acomoda al rango de un universitario de su calibre, así pues « Lamrani n’entre pas dans des considérations politiques ou idéologiques. Il se base uniquement sur des faits et place les médias occidentaux face à leurs propres contradictions. Les sources utilisées ne sont pas confidentielles ; elles sont publiques et disponibles, mais soigneusement ignorées par la presse ». Su actitud imparcial es, por lo tanto, saludada como conviene por la prensa de izquierda y, a menudo se le ve participar en conferencias y manifestaciones alternativas. Sus artículos de prensa, reflejan claramente este sentimiento, puesto que no dice nada sin afirmarlo antes con una fuente, es decir, con hechos probados.

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Sin embargo Salim Lamrani molesta, no por la manera en que afirma y defiende sus ideas, que es impecable desde el punto de vista teórico como ya vimos, sino por lo que dice. Sus demostraciones, una detrás de otra tienden a probar dos tesis principales, primeramente, que Cuba es víctima de una gran conjura internacional encabezada por los Estados Unidos y en segundo lugar, que todas las personas que mantienen una posición diferente de la que él sostiene, son agentes pagados por aquellos que alimentan este complot. Cuando la visión del mundo de un universitario precede al objeto de sus búsquedas, normalmente lo que trata de obtener con dicha investigación son las pruebas que validen estas tesis antepuestas. Dicho de otra manera, el investigador busca a confirmar una teoría que ya conoce o intuye con la prueba de los hechos científicos. Las ciencias humanas difieren por completo a las exactas, justamente por lo que son: inexactas. Esto significa que los hechos pueden ser interpretados de diferentes maneras según el ojo que los mire. Los acontecimientos de la historia, son como el bosón de Higgs, que una vez que interactúa con el resto de las partículas elementales subatómicas, las transforma y les da sustancia, pero él es en sí mismo sumamente reacio a toda aprehensión objetiva. Así pues, podemos afirmar sin reservas que Salim Lamrani no miente cuando prueba y demuestra sus tesis. El problema y, diría más, su falta de honestidad intelectual radica en el hecho de que acomodando los acontecimientos a su antojo, sólo da una lectura univoca del mundo, la suya. Algo que en sí no puede discutirse, puesto que el señor Lamrani está en su completo derecho de defender sus ideales, pero que intelectualmente, resulta problemático cuando se hace pasar, como es su caso, por alguien que no entra en consideraciones ideológicas ni políticas. Acabado este preámbulo, analicemos entonces su primera tesis: Cuba es víctima de la agresión imperialista encabezada por los Estados Unidos. ¿Qué podemos responder a ella? ¿Está diciendo el señor Lamrani algo que no pueda ser justificado con hechos probados? Por supuesto que no.

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Sin embargo ¿Puede la hostilidad de Los Estados Unidos justificar los índices de pobreza, de atraso económico y de desesperanza social existentes allí tras casi sesenta años de gestión económica socialista? No lo creo sinceramente, sería una explicación demasiado ingenua y lo peor es que Salim Lamrani lo sabe tanto como yo lo sé, y es una lástima que gaste razones tan doctas para defender lo que es una evidencia tan simple: El régimen cubano es una estúpida e ignorante dictadura en el poder desde hace más de sesenta años, el principal causante de la ruina económica del país. Lo prueban los hechos que son testarudos y que se justifican por sí mismos sin necesidad de ponerles nota al pie de página. Esa es la realidad al desnudo y ninguna tesis de grado por más enjundiosa que sea podrá negarlo jamás. Vayamos a su segunda tesis: La prensa manipulada de occidente, esconde hechos, fabrica héroes de pacotilla y extraños disidentes que, como Yoani Sánchez, gozan injustificadamente de una extraordinaria credibilidad internacional. Inaceptable según la opinión del señor Lamrani quien, desde sus cómodas certitudes universitarias, demuestra con creces en sus repetidos artículos y argumentadas intervenciones, que todas esas personas, con la señora Sánchez a la cabeza no son más que alevosos impostores, auspiciados por las oscuras fuerzas del complot. Aquí también los hechos son testarudos y elocuentes, en Cuba no hay libertad de prensa, si la hubiera no sería necesario financiarla desde el exterior; así es que cualquiera que se levante desde allí para criticar el sistema es bienvenido y poco importa si vive o no como el resto de los cubanos. De hecho, si lo hiciera, a la señora Sánchez no le alcanzaría el tiempo entre colas y sinsabores cotidianos para ninguna otra cosa. Las críticas de Salim Lamrani contra Yoani Sánchez no tienen ningún fundamento teórico real, puesto que ella con sus crónicas, hace lo mismo que él con sus artículos inflados de citas: defender sus ideas escogiendo los hechos que más le convienen para demostrarlas. Pienso que en el fondo, su repetida cruzada contra esta valiente mujer, se parece cada vez más a una vulgar envidia, rayana en lo patológico, que a la defensa de verdaderas posiciones ideoló-

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gicas. A mi juicio, a diferencia de Lamrani, Yoani cuenta las cosas cotidianas con más talento y, contrariamente a éste, posee la credibilidad del entomólogo, así es que se merece sobradamente su reputación. Por lo demás, el resto de sus críticas contra los falsos disidentes, los presos políticos, las mentiras de los medios, las Damas de Blanco, Zapata Tamayo, la lista es larga,(basta mirar la página voltairenet.org para tener una idea de su cotidiano combate), funcionan siguiendo el esquema analizado y en consecuencia pueden rebatirse de la misma manera, así es que no voy a perder el tiempo. Lo peor es que su trabajo, -también remunerado porque nadie hace nada gratis en este planeta- no sé por quién, ni por qué razones, mantiene vivo en Francia el falso mito de una Revolución cubana asfixiada por la prepotencia americana luchando abnegadamente por la dignidad de todos los pueblos oprimidos del mundo y, eso es lo único que de verdad no tiene perdón. 1° de septiembre de 2012

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Marta Beatriz Roque o la soledad de los disidentes cuba-

Piensa el cubano bueno que su isla es el centro del mundo pero desgraciadamente se equivoca. La foto de una Marta Beatriz Roque yacente y envuelta en una horrible sábana amarilla de hospital le ha dado la vuelta al mundo. Ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras. La Asociación Autonomía Concertada para Cuba se solidariza completamente con el gesto desesperado de una mujer que a estas alturas ya no tiene nada que perder. Trataremos de explicar las razones e intentaremos demostrar que su acción, aunque digna, resultará tan inútil como las anteriores. El señor Castro mejor que nadie ha comprendido algo que siempre se le escapó al resto de los gobiernos totalitarios: La ecuación humana. Muchas veces se ha vanagloriado en público de que la Revolución que él encabezó en 1959 tenía las manos limpias. Los horribles crímenes perpetrados al comienzo de su régimen fueron por su brevedad, efectivamente, más bien un accidente que

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una mala costumbre. Incluso han llegado a ser reivindicados sin vergüenza por él mismo y por sus funcionarios. Después de todo, la violencia revolucionaria no la inventó ninguno de ellos, ya estaba bien de moda en Europa a principios de siglo pasado y traía –y trae aún- suficiente alcurnia, como para seguir siendo reivindicada sin problemas con cinismo práctico, por todo movimiento político alzado en nombre de la libertad de los pueblos contra el imperialismo norteamericano y el oprobio de la desigualdad. Los otros muertos, los de la Guerra Civil, los del Escambray, los desplazados de guerra, los prisioneros de treinta años, los fusilados, los que se mueren todavía atravesando cada verano el Estrecho de la Florida y los de sus aventuras en Africa y en América, no entran en las cuentas y, eso el señor Fidel Castro lo sabe mejor que nadie. El castrismo no es una ideología, -de hecho hoy está desnudo, igual que el rey- su originalidad residió tal vez en la comprensión exacta, casi inhumana, del ser humano que se le ponía delante, daba lo mismo que fuera uno o un millón. Seductor empedernido, su estilo populista no es único, pero ha resultado implacable, primero para convencer a intelectuales y artistas de izquierda europeos, sobre todo franceses e italianos, que lo apoyaron al principio fabricando su mito como JP Sartre o Simone de Beauvoir; y luego a religiosos de corte humanista como Ernesto Cardenal, Fray Beto o Jesse Jackson, de la justeza de sus actos más atroces y de la sinceridad de sus acciones, encaminadas como se sabe, a fines últimos que no son de este mundo. Pero más que todo eso, Castro ha comprendido perfectamente a la nación, ha sabido, como en su tiempo lo hizo Hitler entrever las corriente de pensamiento que se agitan en su seno, los miedos profundos no manifiestos, las pulsiones oscuras y las pasiones tristes que la harían ponerla a su servicio. Uno de los manifiestos políticos más importantes del siglo XX es el “Mein Kampf” de Adolfo Hitler, entre sus páginas sacó el líder cubano la famosa frase pintada en mil pancartas “Condenadme no importa, la historia me absolverá” que yo daba por suya cuando mi cultura política se resumía a la lucha de clases y a las películas del oeste. Pero esto no fue lo único que copió del nazismo. Aunque parezca extraño el fascismo es una ideología de iz-

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quierdas. Sus bases ideológicas se corresponden ciento por ciento a esa corriente, pero llevadas hasta sus últimas consecuencias. Numerosos intelectuales como Arturo Koestler ya lo habían supuesto desde la literatura, pero fueron los economistas, Federico Hayek a la cabeza, que vieron en el intervencionismo del estado siempre bien justificado por quienes lo ejercen- las raíces de la tiranía, como quedara ampliamente demostrado en su libro “El camino de la servidumbre”. Como explicaba antes, el señor Fidel Castro ha sabido aprovecharse de todas las experiencias de sus antecesores, aplicando “lo mejor” de cada uno de ellos. Del totalitarismo de izquierdas, la justificación teórica de su gestión incluyendo la economía y, del de derechas, los métodos represivos más sofisticados. Ambos adaptados genialmente al desenfadado ritmo caribeño y este es quizás uno de los factores que explican la extraña longevidad de su régimen. Visto recientemente hasta por los propios Estados Unidos, como mejor que cualquier caos, probable en el caso de un repentino vacío de poder. Frente a sus opositores, La Habana dispone de dos factores maestros: el tiempo – no el propio del tirano, sino el de quienes mantienen el sistema funcionando y el de las debilidades de sus enemigos. Si los que actualmente luchan contra el castrismo, recurren a un expediente tan desesperado como el dejarse morir de hambre, más allá de su gesto noble, deberían detenerse a pensar en que muertos o idos -que en el fondo es lo mismo- resultan más útiles a la dictadura que vivos. Los disidentes cubanos no tienen por el momento ninguna posibilidad de ganar la guerra ideológica, porque no se enfrentan a un tirano, se enfrentan a la incomprensión –o peor, la indiferencia- de la nación. Sería un grave error para los huelguistas creer que porque sus fotos aparecen en muchos diarios de occidente, podrían hacerle algún daño a la dictadura del señor Fidel Castro, que cuenta todavía con sólidos apoyos por todas partes. ACC, 17 de septiembre de 2012 La huelga del aguacate o la propaganda enemiga...

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Los medios de propaganda del régimen, blogueros oficialistas y otros turiferarios del Socialismo del Siglo XXI están de plácemes. Han logrado desmontar una nueva conspiración del imperialismo norteamericano. Otra vez se demuestra ante el mundo, por la prueba definitiva de la imagen -de ellos- (la parte del mundo que todavía les sostiene) que los llamados disidentes son unos asalariados de Washington sin ninguna credibilidad y, que todo sigue bien dentro del paraíso cubano. Construido en tres partes al vídeo muestra como los medios de prensa "enemigos" crean la noticia y luego se apoyan unos a otros para difundirla, transformando la realidad, manipulando las conciencias, por último, por medio de imágenes grabadas con cámaras ocultas y testimonios diversos, se muestra una realidad diferente para apoyar la tesis inicial. De toda la vida el régimen cubano se ha valido de estas argucias -y otras peores- para demostrar su legitimidad y destruir la imagen de sus oponentes. Así hemos visto pues a (casi) todos los personajes del drama cubano, haciendo lo contrario de lo que quieren mostrar. Ante la “prueba” de las imágenes, (¿El señor que pasa los aguacates por la ventana se los está dando a Marta Beatriz o se trata de otra persona? ¿Es realmente la casa de Marta Beatriz la que estamos viendo?¿Qué necesidad tiene una persona que está fingiendo un ayuno de auxiliarse de un vecino que puede denunciarla? ¿No podría haberlo preparado todo antes en lugar de estar corriendo riesgos innecesarios?) la pregunta que podemos hacernos es la siguiente ¿Este video les quita la legitimidad de su combate contra la dictadura? A mi juicio el problema se está enfocando mal desde esa perspectiva, simplemente porque los opositores al régimen de La Habana carecen de espacios públicos adecuados para poder defenderse. ¿Significa eso que deben jugar el mismo juego que la dictadura para hacer pasar un mensaje por más justo que este sea? Por supuesto que no, y aunque el castrismo se ha valido de muchas

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mentiras para afianzarse en el poder (recordemos sobre todo aquellas palabras del señor Fidel Castro, cuando ante las cámaras de televisión del mundo entero proclamaba que su revolución era verde olivo y no roja como luego resultó ser) no se puede ir a jugar a casa del trompo. Por esa razón, debemos repetir una vez más la conclusión a la que hemos llegado tras larga reflexión. Los caminos para restablecer la democracia en Cuba no van a venir de dentro sino de fuera. Las condiciones para que se produzca un levantamiento popular impulsado por las voces disidentes por muy prestigiosas que sean son escasas, puesto que el proyecto político nacional pasa por el “restablecimiento de la democracia” una frase hecha, sin contenido real para la nación, tras más de medio siglo de convulsión política. El restablecimiento de la Autonomía es hoy más que hace 114 años la mejor solución para crecer como nación y como pueblo. ¿Quién ganó las elecciones en Venezuela? Recientemente estuve con un amigo en la casa de América Latina aquí en París, con motivo de una serie de conferencias sobre el país de Chávez. Tras escuchar a los ponentes, salí de allí con la certeza de que a ellos también "se los iba a comer el león", desgraciadamente no me equivoqué. El autócrata bolivariano ha sido ya bastante denigrado por sus enemigos y ensalzado por sus amigos, así que por ese lado ya no queda mucho por decir, lo cual nos permite concentrarnos sobre una cuestión esencial.

¿Cómo es posible que la renta petrolera y la concentración de casi todos los poderes entre las manos de Hugo Chávez no permita la creación del primer estado de bienestar moderno y eficaz en América? El 85 % de los miembros de la Confederación de Industriales Venezolanos considera que uno de los principales obstáculos para el desarrollo del sector empresarial, lo constituyen los recurrentes ataques por parte de los medios de prensa gubernamentales, de los

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que son víctimas pasivas, porque los muestran como saboteadores del proceso revolucionario dadas sus actitudes egoístas y poco solidarias. Críticas semejantes condujeron hace varias décadas al mentor del presidente venezolano, Fidel Castro, a expropiar sin indemnizaciones, tras un maratónico discurso de diez horas, todos los negocios que quedaban en las manos de la gente el 13 de marzo de 1968, actos que se conocieron en Cuba como la “Ofensiva Revolucionaria” y que condujeron a la quiebra del capitalismo cubano. 44 años después se redescubre, alienta e implementa en Cuba la propiedad privada, como una solución capaz de reactivar la maltrecha economía socialista cubana. Espero que al menos esta lección no se les haya olvidado a los responsables de aquel desastre (los mismos que ahora están exportando su caduco modelo, pensando que podría funcionar mejor en un país que puede indiscriminadamente costear las locuras del estado gracias al petróleo) porque se equivocan ahora como se equivocaron antes. Se ha demostrado que es Estado es un pésimo gestionario de la riqueza nacional. Según los empresarios venezolanos 40 % de entre ellos registraron una disminución de hasta un 90% de sus operaciones comerciales y la actividad de la industria manufacturera también acusó un significativo descenso durante el año que acaba de terminarse. Otro sector que se ha visto seriamente amenazado por las políticas del régimen ha sido el agrícola, la Federación Venezolana de Productores Agrícolas ha dicho que a raíz de la asfixia económica a la que han sido sometidos, por la fijación estatal de precios por debajo de los costos de producción, se ha provocado un desplome de la producción. En su informe demostró que de las 98.500 hectáreas de arroz sembradas este año, equivale a 46 por ciento de las 214.000 que se sembraron el año pasado, en consecuencia el volumen de la producción de este año es igual al registrado hace tres décadas. Otra empresa de encuestas “Medición” señala que la ineficiencia del régimen ha ido creciendo en la medida que avanza la permanencia en el poder de Chávez y, desde luego, 60 por ciento de los venezolanos considera al presidente como el principal res-

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ponsable de la crisis que vive el país. A pesar de todas estas cifras que hablan por sí solas Hugo Chávez ha vuelto a ganar las elecciones. Todo el mundo parece asombrarse, sin embargo estos resultados eran previsibles puesto que el avance solapado de las ideas socialistas “mixtas” es el principal mal de nuestro siglo. La creencia que estipula y condiciona el éxito de un país a la intervención del estado de bienestar en los asuntos económicos, nunca ha sido completamente rechazada por las élites pensantes como un absurdo sin pies ni cabeza. La caída del Muro de Berlín no significó para nada su descrédito, al contrario sigue viva y haciendo estragos –como lo muestra la relección de Chávez, asociado más a un Dios Padre Benefactor que a un eficaz gestionarlo de la riqueza nacional-. El socialismo de estado, marginado como quedó al concluir aquellos tristes acontecimientos a finales del siglo pasado, parecería completamente muerto y enterrado, pero no es así. Nos rodea insidioso a escala mundial por medio de las organizaciones monetarias internacionales aprobadas por nuestros dirigentes (elegidos por nosotros mismos), que rigen las políticas nacionales y los precios. Pero más grave aún, dentro de nuestras naciones desarrolladas "des nantis" se mantiene presente, confundido con la idea de solidaridad nacional. Una semilla capaz de hacer nacer el árbol de las buenas intenciones y con él, su cortejo de manipulaciones que siempre se terminan con más guerra, pobreza y drama para los Estados que se empecinan en esas vías de falsas esperanzas. El caso de Venezuela lo prueba y el de Cuba ya lo ha confirmado. Elogio de la televisión "¡Por favor no disparen! ¡Soy el Ché y valgo más vivo que muerto!" (Frase atribuída al Ernesto Guevara de la Serna el día de su captura) Hay fechas de las cuales es mejor no acordarse, el asesinato de Ernesto Guevara de la Serna en Bolivia es una de ellas. Singular

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destino el de ese personaje, que ha beneficiado durante años de la benevolencia de muchos intelectuales y de admiración planetaria, como el eficaz símbolo de la revuelta revolucionaria y de la justicia para los oprimidos, probablemente la última metáfora del pasado siglo que todavía funciona. Capaz lo mismo, de abrir los carnavales de Rio, que de poblar las banderolas más revolucionarias que se alcen desde Tahir a Sol, pasando por Wall Street. El nueve de octubre de 1967, con un teléfono celular de último modelo, Mario Terán, el sub oficial encargado de asesinarlo, habría podido recoger para subirlo en Youtube, por el bien de la humanidad, sus últimos minutos, que según cuentan los testigos presenciales fueron bastante patéticos. La manera en que los ídolos se enfrentan a la muerte, vale mucho más que cualquier convincente discurso inflamado que hayan hecho estando vivos. Pero esto ya no podremos saberlo nunca con certeza. Si algo hay que aprender de nuestra época es que los tiempos cambian y los discursos también. Lejos están los años en que un personaje político podía hacer la apología del asesinato político en público y recibir, no sólo la aprobación del enajenado auditorio, sino ninguna reprobación de los hacedores de conciencia siempre al acecho del menor desliz. Por suerte, hoy existe la televisión y su cortejo de fuegos fatuos cotidianos, para demostrar como las enormes reputaciones de un día, se deshacen –por casi nada- para siempre al siguiente. Hace algún tiempo el efecto de un minuto de gloria podía alcanzar para mantener la notoriedad durante años (y con ventura durar toda una vida). Actualmente, si se dispone de un equipo de comunicadores eficaz, se le puede mantener el espacio de una campaña presidencial o tal vez menos. No tenemos fotos del mullah Omar porque los mitos se construyen en el silencio. La discreción es la única receta capaz de mantenerlos vivos. Está convenido que las estatuas de nuestros sueños patrióticos, -las mismas que adornan las páginas en la historia de las naciones-, no son seres humanos sino dioses. Con la televisión privada nunca nada de eso volverá a ser posible. Los aspirantes a divinidades tutelares de nuestra época para lograr algo

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semejante, tendrán que esperar a que la humanidad se olvide del cinismo que la empuja hacia adelante. En su "Mensaje a los pueblos del mundo con motivo de la Tricontinental" La Pri­mera Con­fe­ren­cia de los pue­blos de Asia, África y Amé­rica Latina celebrada en La Habana en enero de 1966, proclamará a la peor de las pasiones tristes –el odio- como único motor de justicia social afirmando ante las cámaras de televisión del mundo entero, con la absoluta certeza de un profeta iluminado: "El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar". Un discurso semejante, habría provocado en nuestros días un gran escándalo, acerbos comentarios, procesos judiciales y hasta concluyentes análisis psiquiátricos. En todo caso, tras una tirada semejante, nunca más lo habrían invitado a un talk show, nadie lo habría seguido a ninguna parte y su locura habría concluido en el silencio sin daño para los demás. No hay que olvidar que Ernesto Guevara estuvo al frente de un pelotón de fusilamiento durante los primeros -y más sangrientos años- de la revolución castrista y que, bajo su mando fueron asesinados sin proceso judicial digno de ese nombre varios cientos de personas "Yo no necesito prueba para ejecutar a un hombre", le dijo el Che a un subordinado "Sólo necesito la certeza de que es necesario ejecutarlo” Creo que no hace falta glosar demasiado esta afirmación que se vale por sí misma. Sin embargo, a pesar de todos estos hechos probados y documentados el mito sigue vivo, declinado en camisetas, tazas y los pronunciamientos más exaltados, provenientes del pueblo de izquierda, que siempre tiene justificados motivos para quejarse de la suerte que le reservan las oscuras fuerzas del capital en estos tiempos revueltos. Incluso la revista Time lo consagra como una de las cien personalidades más importantes del siglo pasado, incluyéndolo en una indiscutible lista donde también figuran Rosa Parks, Anna Frank y Andrei Sajarov entre otros.

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No vamos a cuestionar aquí las motivaciones, ni ninguna de las razones que tuvieron los creadores de ese hit parade de mitos e iconos del siglo XX para incluirlo, sólo esperemos que para finales del XXI, gracias a la televisión privada, a la educación política y al aumento del espíritu crítico de los Estados, sólo se ensalzarán aquellos seres humanos que habrán contribuido al desarrollo de la humanidad y no lo contrario. Mientras seamos capaces de conservar la televisión sin censura, quizás mantengamos a salvo nuestro camino de otro indeseable semejante. Deshaciendo mentiras: ¿Elecciones? ¿Para qué? Desde que creamos este blog, destinado sobre todo a la difusión de las ideas de la Asociación, a veces se nos hace evidente reaccionar a la realidad cubana, no con el objetivo de descalificar a nadie por supuesto, sino de exponer razones. La ocasión se presta hoy perfectamente puesto que el señor Raúl Castro acaba de convocar a elecciones generales en la isla caribeña. Por eso me parece indispensable explicar a las personas que en Europa sienten un sincero interés por Cuba, la manera en que se desarrolla una consulta popular allí, de esa manera podrán comprender un poco mejor la política cubana y llevarse su propia opinión al respecto. Para ello, lo mejor es remitirnos sin más tardar a la página oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano y analizar punto por punto como presenta y defiende ante el mundo el régimen cubano todo este proceso electoral. Características del sistema político y electoral cubano: Inscripción universal, automática y gratuita de todos los ciudadanos con derecho al voto, a partir de los 16 años de edad. A primera vista parece estar muy bien, ¿no? Por ejemplo, la clase política francesa, que es el país donde vivo, se queja a cada elección de la indiferencia de la juventud y de los bajos niveles de participación, esta medida ha sido incluso planteada en numerosas oportunidades por políticos de izquierda y de derecha. Sin embar-

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go nunca ha prosperado ninguna ley en este sentido. La razón es muy sencilla: la libertad individual. Si se inscribe a alguien en una lista electoral sin consultarle su opinión antes, se está violando un derecho fundamental del ciudadano. Que el estado tome por ti una decisión tan importante, significaría que te impone su voluntad y eso es anticonstitucional en la mayoría de los países occidentales. En Cuba esta medida presenta un problema adicional porque como sólo existe un partido único, no puedes siquiera manifestar tu inconformidad a su política no estando inscrito en las listas electorales (de hecho es lo que sucede aquí, muchas personas no van a votar porque suponen que su voto no va a cambiar la acción de los políticos, así es que ni se molestan) Sin embargo si les obligas sí que se molestarían y, mucho. Un cubano sabe además, que el día de las elecciones tiene que presentarse obligatoriamente en el lugar donde se efectúa el escrutinio, de lo contrario el presidente del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) viene a buscarlo a su casa para que lo haga; pero generalmente no hace falta tanta molestia, porque todas las personas saben que no votar les señala como desafectos al régimen y una tal actitud dentro de un sistema unipartidista como el cubano, es una segura fuente de graves problemas. Por ejemplo, si quieres postular para un trabajo interesante (con acceso a las divisas) o entrar en la universidad, se te investiga sistemáticamente y si por casualidad, el presidente del Comité de Defensa de la Revolución te denuncia por tu contrarrevolucionaria actitud (si es que no lo ha hecho ya antes) pues no tienes el trabajo o los estudios a los que aspiras, así es que, no sólo te inscriben contra tu voluntad, sino que tienes que votar también contra tu voluntad. Es la razón por la que en occidente no se inscribe a nadie por la fuerza en ninguna lista electoral. Postulación de los candidatos directamente por los propios electores en asambleas públicas (en muchos países son los partidos políticos los que nominan a los candidatos). Analicemos… son los electores quienes postulan los candidatos, no creo que en teoría exista ningún sistema mejor, por eso en la mayoría de los países es así como funciona, son los electores quienes lo hacen. En Cuba sí son efectivamente, también los elec-

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tores quienes deciden en asambleas públicas, sobre aquellos que se consideran o no, aptos para representarlos; sin embargo, hay un problema mayor: no se presenta a cualquier vecino; la lista de las personas que se propondrán a la asamblea ya está predeterminada desde mucho antes, allí sólo se anuncian los nombres de aquellos que han sido “aprobados” por el Partido, sean miembros de él o no (aunque por lo general lo son). Luego la asamblea se decide por el candidato que más votos alcance a mano alzada. Un disidente, que proponga otro disidente, por ejemplo con este sistema público de votación, no tiene ninguna posibilidad de pasar la prueba de la asamblea popular, ya que como vimos, si manifiestas tu desacuerdo públicamente, esto tiene graves consecuencias, no sólo para ti, sino también para tu familia que aunque no te apoye, igual sufre las consecuencias de tus rebeldes actos. En conclusión nadie se atreve, sería un suicidio. Ha sucedido que una asamblea postule a pesar de todo, un candidato disidente, si es alguien conocido y respetado en el barrio, pero una vez que llega al municipio su candidatura es bloqueada automáticamente. Inexistencia de campañas electorales discriminatorias, millonarias, ofensivas, difamatorias y manipuladas. Este aspecto no creo que necesite ningún tipo de refutación particular. Los negros están muy poco representados en el aparato político cubano, aunque constituyen el 40% de la población adulta en Cuba, basta con mirar la composición de la Asamblea Nacional para comprobarlo. Como aquí en Francia por ejemplo, donde casi todos los representantes de la Cámara son viejos y blancos, hay pocos negros y casi ningún árabe. Es la única similitud que concedo. Porque en Cuba, sin contar las minorías étnicas redimidas supuestamente por el proyecto revolucionario, tampoco existen representantes de la oposición en la Asamblea Nacional, aunque hay disidentes muy activos con proyectos serios; incluso algunos como el difunto Osvaldo Payá, que llegaron a recoger las firmas de 15000 simpatizantes ¿Cómo se explica entonces que no haya un solo diputado de la oposición? En Francia, aunque tampoco existe la proporcionalidad según el número de votantes, los representantes de los partidos de extrema derecha e izquierda tienen sus repre-

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sentantes en el parlamento e incluso, pueden llegar hasta la primera vuelta de la elección presidencial, como ocurrió hace algunos años con Jean Marie Le Pen, el candidato del Frente Nacional. En conclusión, las elecciones cubanas discriminan a los negros, a los disidentes y no voy a mencionar el caso de los homosexuales porque tampoco hay que exagerar. Total limpieza y transparencia en las elecciones. Las urnas son custodiadas por niños y jóvenes pioneros, se sellan en presencia de la población, y el conteo de los votos se hace de manera pública, pudiendo participar la prensa nacional y extranjera, diplomáticos, turistas y todo el que lo desee. Una vez que se rebasa el singular momento de la mano levantada en público delante de todos y se manifiesta la adhesión forzada a lo que está sucediendo, bueno… pues de toda evidencia no hay necesidad de asegurar más nada, existe la garantía de que los elegidos convienen a las exigencias de los órganos de poder, ¡faltaría más que se hiciesen trampa entre ellos! Obligación de que todos los electos lo sean por mayoría. El candidato sólo es electo si obtiene más del 50% de los votos válidos emitidos. Si este resultado no es alcanzado en la primera vuelta, irán a la segunda los dos que más votos obtuvieron. Igual que por todas partes donde se practica la democracia representativa El voto es libre, igual y secreto. Todos los ciudadanos cubanos tienen el derecho a elegir y ser elegidos. Como no hay lista de partidos, se vota directamente por el candidato que se desee. Ya explicamos que un voto en esas condiciones no puede ser libre, es absurdo, ni siquiera es un voto de verdad puesto que no existen partidos, ni opciones, ni programas particulares. En Cuba los vecinos escogen el candidato que tiene más “méritos”, es decir aquel que representa mejor la clase política y la ideología dominante (la persona que es o no del partido, que hace más trabajos voluntarios, que se destaca por su compromiso militante, participación en actos de defensa de la revolución, guerras castristas, denuncia a sus conciudadanos, etc) esa es la única elección posible. De todas maneras en todas partes aquí en occidente también

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existen cabinas electorales, así es que lo revolucionario de verdad sería que hicieran secreto desde el principio del proceso a ver qué pasaba. Todos los órganos representativos del Poder del Estado son elegidos y renovables. Esto es una vasta broma que no resiste el más pequeño análisis. Es un hecho probado que los máximos dirigentes del Estado ejercen sus funciones desde hace más de cincuenta años. Aunque son los que más necesitan renovarse nunca han dejado el poder. El único que se ha movido un poco ha sido Fidel Castro y lo hizo obligado por una enfermedad invalidante. Todos los elegidos tienen que rendir cuenta de su actuación. Veamos un poco, Cuba está en ruinas, cada año 37 mil cubanos desesperados abandonan el país por medios legales o ilegales. El pricipal recurso del país durante siglos, el azúcar está a niveles de producción de principios del siglo XVIII. Cada día en la ciudad de La Habana se caen tres edificios por falta de mantenimiento. La red eléctrica no funciona, ni la de alcantarillados, los acueductos más modernos fueron construidos por el Capitán General Tacón, así es que el agua llega en camiones cisterna a la población, las calles están llenas de huecos, el país tiene que importar todos los alimentos que consume. Las prisiones están atiborradas de personas que han cometido sobre todo delitos de tipo económico (matar vacas es el más común o por robar al Estado que es el dueño de todo). Los altos dirigentes del partido benefician de prebendas y privilegios. El señor Fidel Castro, figura en las lista de los hombres más ricos del mundo según la Revista Forbes y, aunque se dijo en su momento que la llevarían en justicia por difamación, ningún recurso al respecto se ha presentado en las cortes de los Estados Unidos. Raúl Castro también posee una fortuna personal, su antigua esposa pertenecía la familia Bacardí y nunca renunció a su herencia por razones ideológicas. Las calles llenas de prostitutas y prostitutos de todas la edades... Esta lista no es exhaustiva. Cualquier dirigente en occidente por menos que eso ya estaría desaparecido del mapa político o preso.

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Todos los elegidos pueden ser revocados en cualquier momento de su mandato. Se puede añadir (o fusilados) pero no queremos llegar a esos extremos. Se revocan a los miserables y corrompidos cuando ya no sirven, o se vuelven peligrosos políticamente, pero los responsables, los verdaderos responsables de la catástrofe siguen ahí. Los diputados y delegados no son profesionales, por tanto no cobran salario. ¿Y eso es está bien? Si dedicas tu tiempo (a veces todo tu tiempo) a resolver los problemas de los demás, ¿No te mereces un salario por eso? Todo trabajo merece un salario, es lo normal. Lo que no es normal es utilizar la Hacienda como si fuera cosa propia o robarse el dinero de los demás nacionalizándolo sin indemnizaciones. Alta participación del pueblo en las elecciones. En todos los procesos electorales que se han celebrado desde el año 1976, han participado más del 95% de los electores. En las últimas elecciones para Diputados en 1998 votaron un 98,35% de los electores, resultaron válidos el 94,98% de los votos emitidos, fueron anuladas el 1,66% de las boletas y depositadas en blanco sólo el 3,36%. La razones de esta participación ya han sido explicadas, ver punto uno y dos. Concerniendo el número de votos anulados, como no existe una Comisión Electoral Independiente, ni una Policía imparcial resultan inverificables. En los años de nuestra alocada juventud, muchos nos hemos divertido poniéndonos de acuerdo para votar blanco o escribir "Abajo Fidel" en las boletas, pero al final ¡sorpresa! todos los votos han sido validados por el presidente del colegio electoral. Los Diputados a la Asamblea Nacional (Parlamento) se eligen para un mandato de 5 años. Valiente cosa La integración del Parlamento es representativa de los más disímiles sectores de la sociedad cubana. Falso, como ya se explicó en el punto tres

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Se elige un diputado por cada 20 000 habitantes, o fracción mayor de 10 000. Todos los territorios municipales están representados en la Asamblea Nacional, y el núcleo base del sistema, la circunscripción electoral, participa activamente en su composición. Cada municipio elegirá como mínimo dos diputados, y a partir de esa cifra, se elegirán proporcionalmente tantos diputados como habitantes existan. El 50 % de los diputados tienen que ser delegados de las circunscripciones electorales, los cuales tienen que vivir en el territorio de la misma. Sería genial dejar esto así el día en que existan unas verdaderas elecciones, me parece muy justo. La Asamblea Nacional elige, de entre sus Diputados, al Consejo de Estado y al Presidente del mismo. El Presidente del Consejo de Estado es Jefe de Estado y Jefe de Gobierno. Ello quiere decir que el Jefe del Gobierno cubano tiene que someterse a dos procesos electorales: primero tiene que ser electo como Diputado por la población, por el voto libre, directo y secreto, y después por los Diputados, también por el voto libre, directo y secreto. ¿Para qué sirve un consejo de Estado si las decisiones las toma un número reducido de personas para no decir una sola? En su tiempo el señor Castro además de Comandante en Jefe, concentraba los siguientes cargos entre sus apretadas manos: Presidente de Cuba, Presidente del Consejo de Estado y de Gobierno, Presidente del Consejo de Ministros y Secretario General del Partido Comunista de Cuba. Pero bueno, pasemos a las cosas serias; en una democracia que se respete existen tres poderes independientes el ejecutivo el legislativo y el judicial. Las Asambleas Nacionales no están para elegir a nadie sino para proponer, discutir y votar las leyes del país, ésta influye en el ejecutivo por la vía parlamentaria pero no lo elige, de lo contrario este tendría las manos atadas para tomar las decisiones imprescindibles de su mandato obtenido por el voto popular y un programa bien definido, sujeto a controversia con otros candidatos, algo que no sucede en Cuba. Al ser la Asamblea Nacional el Órgano Supremo del Poder del Estado y estarle subordinada a ella las funciones legislativas, ejecutivas y judiciales, el Jefe de Estado y de Gobierno no puede disolverla.

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Repetimos: La Asamblea no puede concentrar todos los poderes del Estado. Todo poder que se concentra termina convirtiéndose en tiranía en un momento u otro, por eso es que en una sociedad democrática tiene que repartirse, de hecho, es lo primero que se inscribe en una constitución. Y como se ha demostrado que esto tampoco es suficiente para garantizar la democracia representativa, tienen que existir otros contrapoderes independientes como la prensa, por ejemplo, para balancear la ecuación que como se sabe no es perfecta ni mucho menos, pero mucho más representativa que una asamblea de la que “dimanen todos los poderes” La iniciativa legislativa es patrimonio de múltiples actores de la sociedad, no sólo de los diputados, del Tribunal Supremo y la Fiscalía, sino también de las organizaciones sindicales, estudiantiles, de mujeres, sociales y de los propios ciudadanos, requiriéndose en este caso que ejerciten la iniciativa legislativa 10 000 ciudadanos como mínimo que tengan la condición de electores. Esto es cierto, pero las iniciativas populares no las inventó el castrismo. Lo que sí ha hecho el régimen cubano es desplegar una infinita imaginación para impedirlas durante años por medio de la coacción violenta (golpizas, intimidaciones, encarcelamiento y algún que otro asesinato) de aquellos valientes que desean llevarla a cabo y si lo consiguen a pesar de lo anteriormente explicado, pues no hay problemas; como el régimen dispone de todos los medios de comunicación, presenta una contrapropuesta a nivel nacional y la anula, como ya sucedió con el Proyecto Varela. Las leyes se someten al voto mayoritario de los Diputados. Lo específico del método cubano es que una ley no se lleva a la discusión del Plenario hasta tanto, mediante consultas reiteradas a los diputados y teniendo en cuenta las propuestas que han hecho, quede claramente demostrado que existe el consentimiento mayoritario para su discusión y aprobación. La aplicación de este concepto adquiere relevancia mayor cuando se trata de la participación de la población, conjuntamente con los diputados, en el análisis y discusión de asuntos estratégicos. En esas ocasiones el Parlamento se traslada a los centros laborales, estudiantiles y campesinos, haciéndose realidad la democracia directa y participativa.

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Esto es un cuento chino, pura charlatanería demagógica que no se la cree ni el que la escribió. Una vez elegidos en una verdadera democracia, los diputados tienen un mandato por cierto tiempo para proponer las leyes y defender los intereses de quienes los eligieron ante la Asamblea. Una vez que sus mandatos son efectivos, simplemente deben trabajar para aplicar el programa por el cual fueron votados. Este punto, repito, es el más alocado de todos los anteriores. En conclusión las elecciones en Cuba son una farsa como ha quedado demostrado sin muchas dificultades en este artículo. Las posibilidades de que esta situación cambie son remotas en la actualidad. Es por eso que en pleno periodo electoral nuestra asociación propone una verdadera alternativa democrática: La aprobación por referéndum de los decretos de noviembre de 1897 que hacían de Cuba una autonomía española; a nuestro juicio el único sistema posible, no sólo en Cuba, sino en el resto de los antiguos dominios españoles del Caribe. ACC, 15 de septiembre de 2012. ¿Por qué sigue preso Carromero ? Las recientes declaraciones de Esperanza Aguirre reclamando el indulto de Carromero, encaminan los proyectores de la actualidad hacia un problema que esconden las escenas actuadas por los personajes de esta ridícula trama, mientras tras las bambalinas siguen agitándose las verdaderas manos invisibles que han conformado las relaciones entre Cuba y España desde que la isla se “independizó” de la metrópoli. Esta situación movería a risa si no estuviésemos hablando de la muerte de varias personas el pasado mes de julio, en circunstancias que hasta el momento pudieran calificarse -por lo menos- de confusas. Una de ellas, Osvaldo Payá, llamado a jugar de toda evidencia, un importante papel en una Cuba post castrista, porque gozaba de un capital político aceptado entre los grandes hacedores de destinos latinoamericanos y mundiales en la actualidad.

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Todos los interesados estaban esperando con expectación la liberación de Carromero para saber la verdad, sin embargo la verdad no acaba de llegar y esta extraordinaria situación genera grandes enojos, -comprensibles de hecho- entre las familias de los fallecidos. La presente agitación que estamos contemplando desde hace semanas muestra que el disgusto es real y que la impaciencia gana cada vez más en intensidad. Mientras tanto, el señor Carromero y su amigo Modig siguen dándole la espalda a la prensa, este último, incluso, ha llegado a dimitir de su cargo político para dedicarse a asuntos de más reposo. Si bien resultaba comprensible que el español no abriera la boca mientras permanecía en Cuba (imagino mal a las Fuerzas Especiales españolas desembarcando en La Habana para rescatarlo) por razones de prudencia. No sólo su silencio resulta inexplicable ahora, sino que también lo son sus actuales prisiones y toda la mascarada que le rodea: que si libertad condicional, que si tiene que ir a dormir a la cárcel entre las cinco y las ocho, que si le van a poner un brazalete electrónico, que si va a conservar o no su cargo dentro del ayuntamiento, que si sus –numerosas- contravenciones se deben a problemas de aparcamiento, que si su salario… Todavía no hemos visto a su familia en Telecinco mostrando fotos de un Carromerito despreocupado montando en bicicleta o tomándose un helado en el Parque del Retiro, pero supongo que también tendremos derecho, porque aquí lo importante no parece la intención esclarecer de una vez y por todas lo que ha sucedido, sino todo lo contrario. Las relaciones económicas entre España y Cuba siguieron siendo estrechas tras la firma del Tratado de París, los peninsulares controlaban el comercio mayorista de la isla y esta situación se mantuvo al menos hasta que Castro se hizo con el poder en 1959. No tengo los datos del periodo posterior pero me consta que el general Franco le adoraba y que por algún tiempo sus relaciones personales fueron excelentes, prueba de ello es que en algún momento, todos los autobuses que circulaban por la ciudad de La Habana eran españoles de la marca Pegaso. Más adelante, a principios de los años ochenta las cadenas hoteleras, con sol Meliá

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a la cabeza hicieron grandes y jugosas inversiones en la isla, beneficiándose de las increíbles ventajas ofrecidas por el dictador a sus millonarias inversiones, específicamente en lo que concierne la gestión del personal, administrado y pagado por la parte cubana, en pesos no convertibles, mientras que los enormes beneficios generados iban (van todavía) a las manos de los empresarios españoles y las empresas estatales cubanas, dirigidas -todas las que generan divisas-, por militares o personas vinculadas estrechamente a la cúpula gobernante, sin que los cubanos sepamos claramente a qué se dedica todo ese dinero ganado con el sudor de los trabajadores de la isla. En todo caso, muy grandes han de ser los intereses que se mueven tras las bambalinas para que Carromero mantenga todavía la boca cerrada, pero sobre todo, para que el gobierno español –de derechas, ¡por Dios!- reconozca el fallo de un Tribunal cubano, reconociendo las garantías procesales de la mascarada bayamesa que lo condenara, manteniéndole preso todavía. En resumen, no se sabe a ciencia cierta quién es más culpable, si Carromero por su silencio, o el gobierno de España, que reconoce con sus vergonzosos actos presentes la legitimidad de un régimen que ya nadie en occidente duda en calificar abiertamente de dictadura. Por eso saludamos la voz levantada de Esperanza Aguirre y de todos los que por su peso político estén en condiciones de hacerse oír, para que de una vez, el gobierno asuma una posición clara con respecto al castrismo y que la familia de los fallecidos pueda por fin, tras tantos sinsabores, encontrar el sosiego que merecen.

ACC, 18 de enero de 2013

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Cartas entrevistas y otros documentos Carta abierta a los 350 diputados del Parlamento Español SEÑORES DIPUTADOS PARLAMENTO ESPAÑOL:

Y

DIPUTADAS

DEL

El actual debate sobre el Federalismo que agita los rangos del partido socialista, es un síntoma real de la enfermedad española y debería ser legítimamente atendido por los representantes del pueblo, a pesar de que en apariencia existan otros problemas mucho más acuciantes como la crisis o el desempleo. La crisis del Estado no es económica, es antes que nada ideológica y, por esa razón debería ser tratada y resuelta en primer lugar. La organización de un nuevo pacto entre regiones independientes españolas a la manera holandesa, incluyendo las antiguas colonias del caribe como Cuba y Puerto Rico no es una quimera del siglo XXI como pudiera parecer a primera vista, al contrario. Un proyecto de organización social de esa naturaleza haría soplar, no sólo vientos de reconciliación nacional dentro de la península, sino que instalaría durablemente la paz y la prosperidad a los dos lados del Atlántico. La descolonización de Puerto Rico será tratada seriamente tarde o temprano por sus nacionales o por la propia Metrópoli norteamericana, reacia a incorporar la isla definitivamente dentro de su seno. La consulta a los ciudadanos sobre qué relación política quieren entre Puerto Rico y Estados Unidos, promovida por el Ejecutivo de Luis Fortuño, se celebrará el 6 de noviembre de 2012, el mismo día de las elecciones a gobernador. Es un claro ejemplo del debate que tiene lugar en estos momentos en el caribe y ante el cual España no debe mostrarse una vez más indiferente. El caso de Cuba, en apariencia más complejo debería llamar también la atención de sus señorías. Todos los intentos de organización social aplicados en la isla hasta hoy fueron un fracaso. Em-

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pezando por el restablecimiento de la política colonial, aplicada por los liberales en España a partir de 1837 y terminando por la guerra civil, iniciada por Fidel Castro en 1953 con el asalto al cuartel Moncada. Desde entonces, se inició el período de turbulencias políticas más prolongado en la historia de la isla. Esta situación se mantiene desde hace sesenta años y carece de perspectivas inmediatas de resolución por la vía de un diálogo nacional. España y el Caribe están en una encrucijada histórica. El proyecto federal de Estados Españoles, incluyendo el Caribe no es un desvarío, sino una necesidad urgente y vital para todos los hispanos. Entrevista a Fernando Núñez

rrete

Cubanet, Miércoles, Diciembre 26, 2012 | Por William Nava-

PARIS, Francia, diciembre, www.cubanet.org -Autonomía Concertada para Cuba (ACC) es una asociación no gubernamental que se acoge a la ley de libertad asociativa francesa (conocida como Ley de 1901). Ha sido fundada y legalizada en la Prefectura de París por Fernando Núñez, nacido en 1963, naturalizado francés en 1998, quien ha ejercido la docencia en Francia y es titular de enseñanza media en ese país. El objetivo de la asociación levantará no pocas polémicas y es casi necesario antes de entrevistar a su fundador exonerar, tanto a la revista como al entrevistador, de todo tipo de compromiso con las ideas que alientan e impulsan la ACC.

William Navarrete: La asociación que has fundado se llama Autonomía Concertada para Cuba. ¿Puedes explicar sus objetivos y contenido? Fernando Núñez: Prácticamente todas las propuestas de organización política del siglo XX cubano han sido un fracaso. Los movimientos sociales del siglo XIX (conspiraciones y guerras de

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emancipación) culminaron con la independencia cubana y la metrópoli vencida fue inmediatamente sustituida por un periodo de ocupación norteamericana. Finalmente, la instauración de la República en 1902 no significó el fin de las turbulencias políticas: sus causas que las engendraban seguían siendo, en gran medida, las mismas que provocaron los movimientos del siglo anterior. Una de ellas era la tutela ejercida sobre la isla por una potencia exterior (antes España, luego Estados Unidos). La Enmienda Platt, gústenos o no, fue una realidad de ese segundo periodo de tutela, extendido hasta su abrogación en 1934. La discriminación racial, heredada de un sistema esclavista vigente hasta el último tercio del XIX, era otra de esas razones. Los objetivos de ACC son básicamente tres. El primero es restablecer la verdad histórica, manipulada durante el siglo XX, en aras de construir una identidad nacional globalizadora en la que todas las capas de la sociedad estuviesen representadas, por una parte, y de fabricar los iconos (Martí incluido, pero sobre todo él) sobre los cuales se ha basado la historiografía nacional (el castrismo más que todo), para manipular a las masas y crear una especie de conciencia colectiva uniforme y un sentimiento de nacionalismo barato. Este proceso se explica muy bien en una célebre recopilación de textos realizada por Hobsbawn y Ranger, recogidos bajo el título de La invención de la tradición. Nuestra intención es arrancar desde bases sólidas. No es posible construir una nación a partir de la idea de que, como en una película, están los buenos de un lado y los malos del otro. Ya no somos el pueblo joven ese que a cada rato se evoca para justificar nuestra sucesión de errores. Si no limpiamos el camino saldremos de un caudillo para caer en otro y luego en otro. En Cuba todavía estamos a tiempo de poner las cosas en su sitio. Para comenzar, al menos de manera incipiente, se pueden comentar las grandes líneas, crear una base de trabajo abierta, abrir el debate. El segundo objetivo es político: promover un plebiscito en Cuba con el propósito de que la ciudadanía se pronuncie sobre los decretos de noviembre de 1897, que acordaban la autonomía para las islas de Cuba y Puerto Rico y que en aquel momento dieron origen a un efímero gobierno autonómico, cuyo presidente fue

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José María Gálvez y su representante en Madrid Rafael María de Labra, un señor muy importante para la historia de Cuba pero que nadie conoce. Este gobierno dejó de funcionar cuando se firmó el Tratado de París, pero básicamente fue rechazado por todos los actores de aquel drama y por supuesto, dejó de tener sentido una vez que se produjo la intervención norteamericana. El tercer objetivo viene de par con el anterior. En el caso de que los cubanos manifiesten mayoritariamente su deseo de ser una Autonomía española, habría que realizar una consulta similar en la península, con la intención de modificar la Constitución española de 1978, que ampara a las 17 autonomías actuales. Por eso lo ideal es que las dos solicitudes ocurran en paralelo. Es como para hacer una mayonesa: para que cuaje bien hacen falta todos los ingredientes y una dinámica continua, sin acelerones ni cambios bruscos. El deseo debe manifestarse en ambos lados. En Cuba se tienen que percibir señales claras de que España la quiere de vuelta y en España debe suceder mismo, sobre todo ahora que el tema de la crisis económica ha puesto en cuestionamiento la sobrevivencia de los gobiernos autonómicos, al menos de la manera en que hasta el momento han funcionado. Somos cuatro personas quienes estamos en el origen de ACC. Dos españoles, Antonio Gracia y Juan Carlos Guirao; un francés, Emmanuel Pasquet y el entrevistado. Esta variedad es necesaria porque la idea in fine tendrá que ser apoyada también por todo el continente europeo. Ninguno de los cuatro participó anteriormente activamente en política, ni tenemos pedigree en este sentido. El único pedigree que tengo es justamente todo lo contrario al objetivo que persigo: el de un abuelo mambí, Fernando Núñez Álvarez, quien se incorporó al Regimiento de infantería Roloff, el 23 de enero de 1897, alcanzando el grado de cabo durante esa gesta. El portal electrónico desde el que funcionamos, a la espera de la nueva página que ya se prepara es: http://referendumparacubaya.blogspot.com/ Todo estos temas aparecen explicados. Hemos incluido documentos oficiales y estudios recientes de historiadores españoles, mexicanos y cubanos relacionados con nuestros objetivos. También se pueden ser consultados algunos artículos de prensa que profundizan sobre el tema. En el

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portal hay dos peticiones, una dirigida a europeos y la otra a cubanos, para que firmen si apoyan nuestra idea. Pretendemos reunir un millón de firmas para cada plebiscito.

dad?

WN: ¿La ACC acoge miembros sin distinción de nacionali-

FN: Como explicaba antes, esto debería ser un proyecto apoyado por todos los europeos porque España no está sola dentro de Europa. Cuando la idea prenda habrá que presentarla ante el Parlamento Europeo. Así es que está abierta a todos los nacionales de la Unión Europea sin distinciones, aunque luego sea sólo España quien lleve semejante propuesta ante Bruselas. En Europa radica la fuerza de este proyecto pues no creo que España esté en condiciones de enfrentarse a los Estados Unidos, por ejemplo. Una gestión europea le daría un peso inusitado a la maniobra, tanto que los Estados Unidos, en caso hipotético de que la rechacen, no podrían impedirlo.

WN: Existen precedentes del tema, tanto en la historia como en el ideario cubano. ¿La ACC se basa en ellos? FN: La historia de la humanidad es como un árbol, hay ramas que crecen separadas, pero a veces vuelven a entroncarse. En el caso de España sucede esto: durante todo el siglo XIX estuvo dando tumbos entre Repúblicas y Restauraciones y tras la caída del franquismo han vuelto a convertirse en monarquía, parlamentaria, pero monarquía. La idea de la República estuvo muy de moda a principios del XIX, pero no hay que olvidar que las Repúblicas Bolivarianas de aquel entonces estuvieron disputándose territorios y haciendas para terminar enfrascadas en guerras fratricidas. No voy a mencionar lo que sucedió en Haití porque el tema de la esclavitud es mucho más extenso y no quiero aburrir a los lectores. Heredia mismo, el poeta del Himno del desterrado, que vivía en México, le escribió una carta al general Tacón rogándole que le permitiese regresar a Cuba porque ya estaba harto de tanta agita-

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ción. Como explicaba al principio, este es uno de los tantos hechos históricos manipulados. Se cuenta que Heredia tuvo que escribirla para que le permitieran regresar a ver a su madre, sin embargo está claro que lo pensaba de verdad como lo muestra una carta dirigida antes a su hermana Ignacia donde decía “lejos de tener las grandes miras políticas que se diga atribuirme el Sr. Tacón, estoy tan harto de revueltas, que sólo aspiro a salir de aquí y vivir, aunque sea pobremente donde haya quietud y paz”. Antes de que nuestra burguesía criolla quisiese ser republicana pensaron en el anexionismo como solución, pero a esta idea no solo se opusieron los liberales españoles, sino los intelectuales cubanos que como Saco y Varela, influían ideológicamente. Por eso nace la idea del autonomismo, que era mayoritaria entre los criollos. Es cierto que aprobando los decretos de noviembre, España se jugaba la última carta para conservar Cuba. Pero no fue por eso que dicho régimen fracasó. Su caída se debió principalmente a la invasión norteamericana como ya se dijo, pero también por la traición del otro grupo de presión que existía en el país, nucleado en torno al partido de Unión Constitucional, en su mayoría empresarios que controlaban el comercio mayorista y que defendían el statu quo colonial. Este grupo pudiente logró incluso, gracias a una cláusula en el Tratado de París, conservar sus propiedades en Cuba y ser exonerados de impuestos aduanales cuando comerciaban con puertos norteamericanos. Lo interesante del fracaso de este régimen autonómico es que sus detractores no lo eran porque aspirasen a una independencia real, sino porque deseaban a toda costa conservar sus privilegios, incluso pactando con Estados Unidos futuros beneficios (en el caso de los comerciantes) o importándoles poco la ocupación (en el caso de los patriotas independentistas). Esto lo explica muy bien el historiador Agustín Sánchez Andrés en su ensayo “Entre la espada y la pared. El régimen autonómico cubano” (Revista Mexicana del Caribe, 2003). Nos parece tan revelador que hemos puesto un enlace para que sea leído. Los generales mambises también se beneficiaron con esta situación, según el libro de Piqueras antes mencionado, hasta el propio Máximo Gómez recibió de los norteamericanos prebendas: 20 000 dólares y un retiro tranquilo.

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En conclusión, en el ideario cubano el tema de hacer de Cuba una Autonomía española no ha dejado de tener sus seguidores hasta en la actualidad. Pensé que se me había ocurrido a mí solo, pero me equivocaba. Desconocía, por ejemplo, que José Ramón Morales, un cubano exiliado en Estados Unidos, había creado un importante estado de opinión al respecto, mediante un portal electrónico, que aún existe, llamado “Cuba Española”. Cuando compartí con algunos cubanos el tema fue que supe de su labor, pero desafortunadamente Morales acababa de fallecer y su página había quedado detenida en el último artículo que pudo escribir. Creo que estará contento donde esté con lo que estamos haciendo.

WN: ¿Cómo funcionaría una Cuba como gobierno autonómico de España en las condiciones actuales? FN: Bueno lo primero es realizar un referéndum. La ventaja que yo le veo al estatuto autonómico es que a mi juicio es una solución de consenso. Al mismo Morales le repugnaba la idea de un sistema de salud a la norteamericana. Con este estatuto se conservaría el estado de bienestar con el que funcionan los países de Europa, es decir, salud y educación gratuita hasta los 16 años. Constitucionalmente hablando, tampoco los cubanos estarían renegando del socialismo, ya que en la palabra socialdemocracia se incluye este concepto de manera evidente. En Cuba tras el fracaso del proyecto Varela, ocho millones de personas inscribieron (a la manera en que se suelen hacer las votaciones allá y que ya sabemos) el socialismo como algo que no se podría tocar nunca, algo inalienable. Pues bien, el estatuto autonómico garantizaría también este principio: nadie podría acusarnos entonces de querer borrar las hipotéticas conquistas de estos últimos casi sesenta años. Una autonomía impone claramente un estatuto autonómico que habría que negociar con España, pero estos principios básicos serían mantenidos. Es evidente que bajo las limitaciones actuales, no existiendo en Cuba un Estado de derecho, sería necesario introducir cambios radicales de todas maneras, empezando por el sector económico. Un referéndum en este sentido se impone y por esa razón la ACC se ha propuesto recoger un millón de firmas dentro de Cuba. Los

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cubanos pueden comenzar a firmar ya, pero organizaremos un viaje a Cuba con el programa “Una urna por el referéndum” que sería llevado a La Habana en 2014 para continuar el proceso allí. Moralmente ha habido tanto desgaste en las últimas cinco décadas de dictadura que existen amplios sectores de la población que desearían poseer un pasaporte europeo y hasta pertenecer al espacio económico común. Las relaciones con Estados Unidos se normalizarían y no habría tentación ninguna por parte del gobierno norteamericano de influir el destino de Cuba una vez instaurada la Autonomía.

WN: En el contexto actual de crisis económica ¿crees que España desearía un nuevo gobierno autonómico, a sabiendas de cuánto cuestan las Autonomías al gobierno de Madrid? FN: Para que esta idea se materialice es necesario un proceso en que el pueblo de ambas naciones la acepte. En el caso de Cuba, la ley de memoria histórica ha permitido que el año próximo unos 160 mil cubanos se hagan ciudadanos españoles por filiación genética. Para España es una oportunidad única de deshacerse de los resquemores históricos ocasionados por la pérdida de Cuba; pero para nosotros dentro de la asociación, significa una oportunidad tremenda ya que dispondríamos de 160 mil personas interesadas por definición en el estatuto autonómico y que darían a conocer con entusiasmo la idea entre sus conciudadanos. Con respecto al costo de todo esto, sé que voy a sorprender a más de uno con lo que explicaré, pero seré muy formal con lo que digo: aceptar Cuba dentro de España no costaría un centavo al contribuyente peninsular. En cambio, España sí saldría del grave problema que tiene actualmente con los activos tóxicos que están minando toda su economía. Me explico. Los activos tóxicos son fondos de inversión de muy baja calidad que se crean a partir de hipotecas con solvencia económica baja (respaldados por una vivienda cuyo precio real difiere bastante del especulativo). El valor de estos fondos de inversión es prácticamente cero o negativo. Pero aun así sigue siendo dinero que se cuenta dentro de la masa

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monetaria del país. El agujero provocado por el estallido de la burbuja inmobiliaria en los balances de los bancos y cajas se agranda a toda velocidad, especialmente en las entidades con mayores problemas. El volumen de activos considerados “potencialmente problemáticos” procedentes del sector constructor y promotor inmobiliario se ha disparado en el primer semestre y suma ya unos 75. 000 millones sólo en los cuatro bancos nacionalizados (BFABankia, CatalunyaBanc, NCG Banco y Banco de Valencia). Pues bien, para que esa masa que no esté dando vueltas por ahí, deprimiendo aún más la maltrecha economía, el Estado español ha creado un “banco malo” que reúne todos esos créditos e hipotecas. Esa sociedad tiene el objetivo de vender el lastre del ladrillo de las entidades rescatadas en un plazo de 10 a 15 años y tendrá una participación del Estado máxima del 50%. El resto de las acciones se colocará entre inversores privados. Esa suma colosal es en España una fuente de preocupación permanente, mientras que en Cuba no sería ningún problema, al contrario, sería la base misma de la recuperación económica, pues serviría de base a la creación monetaria de divisas, “dinero bueno” convertible, algo de lo que se carece en estos momentos en la Isla. Con este dinero, que en la península no sirve de nada, puesto que mantiene los precios del ladrillo deprimidos, la nueva Autonomía cubana no tendría necesidad de endeudarse. Por supuesto, habría que evitar la expansión monetaria en la Isla manteniendo los préstamos a los particulares y entidades industriales que necesiten ese dinero con un coeficiente de caja del 100 x 100, pero no creo que, dada su cuantía, eso signifique un problema. El Banco de Cuba “compraría” al “banco malo” español, con un interés reducido o nulo, esos activos garantizados como ya vimos por el Estado durante 15 años y lo destinaría (prestándolo con un interés mayor), básicamente a la recuperación económica. Una vez recobrada la economía cubana, esos activos podridos ya no lo serían, puesto que quedarían respaldados por el crecimiento económico que sin dudas alcanzaría la Autonomía dentro del nuevo contexto político. No hay que olvidar que hoy América Latina crece un 3% cada año. Esperamos entonces que una vez el comercio libre renovado, sobre bases sanas con Estados Unidos y con Europa, se logren dos mila-

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gros a la vez: salvar a España y levantar a Cuba de su marasmo de medio siglo.

¡ Ay, las madres! ¡ Cuanta sangre y cuántas lágrimas se va a derramar en esta revolución a que voy a lanzar a mi país! José Martí ¿A quién debe Cuba su separación de España? La cuestión podría ser respondida de manera sencilla: a la incapacidad que tuvo España de tratar a Cuba como a sí misma. Pero el sentido de este título es otro: es conocer cuál fue el factor determinante y de última hora en la perdida de la soberanía española en Cuba. La intervención norteamericana en la guerra cubano-española deja sentada una pregunta la de sí, la isla caribeña, le debía su independencia a los Estados Unidos, a la que el nacionalismo cubano ha tratado de dar una respuesta tajante desde hace tiempo. Para aclarar el acertijo no nos podemos acercar al tema de la manera dogmática y estrecha que nos imponen las ideologías de estado. Al responder la interrogante no puede pasarse por alto que el ejército cubano hizo armas en toda oportunidad que tuvo junto al norteamericano. El independentismo hizo caso omiso al armisticio unilateral decretado por Ramón Blanco y Erenas el 10 de abril del 98. Y repudió llamado hecho por el último gobernador español del al isla, en su carta del 5 de Marzo 1898, al General Máximo Gómez, buscando la una alianza entre cubanos y españoles contra las fuerzas interventoras enviadas por McKinley. Señor:

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Con la sinceridad que siempre ha caracterizado todos mis actos, me dirijo a usted, no dudando por un momento que su clara inteligencia y nobles sentimientos, los que como enemigo honrado reconózcole, harán acoger mi carta favorablemente. No puede ocultarse a usted que el problema cubano ha cambiado radicalmente. Españoles y cubanos nos encontramos ahora frente a un extranjero de distinta raza, de tendencia naturalmente absorbente, y cuyas intenciones no son solamente privar a España de su bandera sobre el suelo cubano, por razón de su sangre española. El bloqueo de los puertos de la Isla no tiene otro objeto. No sólo es dañoso a los españoles, sino que afecta también a los cubanos, completando la obra de exterminio que comenzó con nuestra guerra civil. Ha llegado, por tanto, el momento supremo en que olvidemos nuestras pasadas diferencias y en que, unidos cubanos y españoles para nuestra propia defensa, rechacemos al invasor. España no olvidará la noble ayuda de sus hijos de Cuba, y una vez rechazado de la Isla el enemigo extranjero, ella, como madre cariñosa, abrigará en sus brazos a otro nueva hija de las naciones del Nuevo Mundo, que habla en su lengua, profesa su religión y siente correr en sus venas la noble sangre española. Por todas estas razones, General, propongo a usted hacer una alianza ambos ejércitos en la ciudad de Santa Clara. Los cubanos recibirán las armas del Ejército español y, al grito de ¡viva España! Y ¡ viva Cuba!, rechazaremos al invasor y liberaremos de un yugo extranjero a los descendientes de un mismo pueblo”. Su afectísimo servidor, Ramón Blanco Erenas Capitán General

La alienación de los independentistas con los norteamericanos, a pesar que tanto su presidente en funciones, como el predecesor nunca reconociera al gobierno de la república cubana en armas. Queda manifestada no solo en acciones sino en documentos como la carta de respuesta que da Máximo Gómez Blanco, ese mismo día, 5 de Marzo 1898

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Sr. General Don Ramón Blanco Señor: Me asombra su atrevimiento al proponerme otra vez términos de paz, cuando sabe que españoles y cubanos jamás podrán vivir en paz en el suelo de Cuba. Usted representa en esta Cuba una monarquía vieja, desacreditada, y nosotros combatimos por un principio americano, el mismo de Bolívar y de Washington. Usted dice que pertenecemos a la misma raza y me invita a luchar contra un extranjero; pero usted se equivoca otra vez, porque no hay diferencias de sangre y raza. Yo solo creo en una raza, la Humanidad, y para mí no hay sino naciones buenas o malas. España ha sido, hasta aquí, mala, cumpliendo en estos momentos los Estados Unidos hacia Cuba un deber de humanidad y civilización. Desde el atezado indio salvaje hasta el refinado inglés un hombre es para mí digno de respeto, según su honradez y sentimientos, cualquiera que sea el país o raza a que pertenezca o la religión que profese. Así son para mí las naciones, y hasta el presente sólo he tenido motivos de admiración para los Estados Unidos. He escrito al presidente McKinley y al general Miles. No veo el peligro de exterminio por los Estados Unidos a que usted se refiere en su carta. Si así fuere, la Historia los juzgará. Por el presente sólo tengo que repetirle que es muy tarde para inteligencias entre su ejército y el mío”. Su afectísimo servidor, Máximo Gómez Báez

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Cuba Estado Español del Caribe…………………....……….7 Soutenir ACC…………………………………………… 10 Política……………………………………………………13 Economía…………………………………………………45 Cultura…………………………………………………… 79 Sociedad………………………………………………… .89 Cartas, entrevistas y otros documentos………………… 117

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