PORTAFOLIOS DOCENTES UNIVERSITARIOS Prof. Adj. Mag. Adriana Careaga Marzo, 2007 “Conocer el lugar que ocupan los estudiantes según su nivel de capacidad no es lo mismo que conocer lo que realmente saben…La educación es algo más que el logro de un estándar prefijado, requiere una definición única y personal para cada alumno…La formación es un proceso personal y un logro único”. (Klenowski, 2005:57)

“Los médicos enseñan, supervisan y producen la base de los conocimientos que guían sus actividades profesionales, al igual que los contadores y los abogados. Los docentes generalmente no enseñan, no supervisan ni producen la base de conocimientos de otros docentes. Aquí es donde intervienen los portafolios profesionales. A través de los portafolios, los educadores documentan la esencia de su trabajo y crean así un entorno en el que los docentes pueden producir, enseñar y supervisar legítimamente la profesión.” (Martin-Kniep G. O.,2001:14,)

¿Qué son los portafolios docentes? La idea de portafolio proviene del ámbito artístico en el cual constituye una manera de dar a conocer y acreditar el trabajo. En este sentido implica una recopilación selectiva de materiales, informes y trabajos seleccionados y presentados de tal forma que den cuenta de los proyectos realizados. En el ámbito de la docencia universitaria el portafolio implica tanto una evaluación sumativa como formativa, en la medida que presenta las actividades realizadas que conlleven a una acreditación de su actuación a la vez que ayuda al profesor a mejorar su actividad docente a través de una adecuada autorreflexión de su práctica. Su origen en la docencia data de 1985 en Stanford con Shulman en el TAP (Teacher Assessment Projet) cuando se cuestionaba aspectos tales como: ¿De dónde provienen las explicaciones del docente? ¿Cómo decide el docente qué enseñar, cómo representarlo, cómo interrogar a los estudiantes y cómo tratar los problemas de la falta de comprensión? ¿Cuáles son las fuentes de sus conocimientos? ¿Cómo se adquieren los nuevos conocimientos, cómo se recuerdan los viejos y cómo se combinan unos y otros para formar una nueva base del saber? (Lyons, 1999: 35) Departamento de Educación Médica Facultad de Medicina UNIVERSIDAD DE LA REPUBLICA

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Según Martin-Kniep “Los portafolios les permiten a los docentes registrar, evaluar

y mejorar su trabajo. Son colecciones de trabajos especializados y orientados hacia un objetivo, que captan un proceso.(…). Constituyen una historia en desarrollo. Son fluidos, aunque pueden congelar un momento y hacerlo ver como si tuviera un principio y un final definidos. Son los museos de nuestro trabajo y nuestro pensamiento, en los que se exhiben nuestros éxitos, experimentos y sueños. Los portafolios son espejos, aunque sean deformantes, de una realidad en evolución. Nos muestran lo que queremos ver y lo que querríamos no ver. Además de ser un reflejo del yo, los portafolios son un espejo profesional. “ (2001:17)

Reflexionar y revisar la enseñanza con

Trabajar en equipo

los estudiantes Ayuda a

permite

Portafolio docente posibilita Mejorar la formación y el desarrollo profesional

Apunta a

Acreditar la formación

El nuevo paradigma evaluativo La utilización del portafolio docente como instrumento de evaluación no puede realizarse desde cualquier postura epistemológica, sino que implica estar consustanciado con una perspectiva constructivista en lo que al proceso del aprendizaje se refiere. Desde esta perspectiva, cada persona en las trayectorias personales de procesos de formación y desarrollo construye su propio conocimiento dándole un significado especial basado en sus experiencias y conocimientos previos para poder transferirlo a nuevos contextos de aprendizaje. El rol del docente cambia. De ser un trasmisor de conocimientos pasa a ser un guía, un orientador , un mediador , un organizador de los aprendizajes. Para que se produzca entonces un aprendizaje real se deben de dar una serie de condiciones: Departamento de Educación Médica Facultad de Medicina UNIVERSIDAD DE LA REPUBLICA

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El estudiante debe tener un rol de sujeto activo. Los estudiantes interrelacionan con el contexto y es en esa interacción donde construyen significados y por ende el aprendizaje. La reflexión es un elemento clave para el aprendizaje. El aprendizaje entre iguales y la actividad colaborativa son de vital importancia. Específicamente para el docente universitario supone reconstruir sus propios conocimientos de forma permanente, relacionando teoría y práctica de forma integral. En este contexto, la evaluación debe de presentar una coherencia. La evaluación es la base para una mejora de las prácticas y no simplemente como un instrumento para la acreditación docente. Por otra parte, la evaluación debe de alinearse perfectamente con los objetivos de aprendizaje propuestos. Como último, pero no menos importante conviene destacar que se debería asegurar la diversidad de instrumentos de evaluación para poder evaluar lo que cada uno es capaz de hacer a través de una gama compleja de actividades evaluatorias. Shepard (2000) ha desarrollado un marco histórico que explica de forma clara como las nuevas concepciones del currículo, de la teoría del aprendizaje y de la medida demuestran cómo las visiones tradicionales impiden la implementación de las abordajes constructivistas. En este sentido, el escenario dominante del siglo veinte estaba influido fuertemente por las ideas de eficacia social y de gestión científica, relacionadas a su vez con las teorías hereditarias de la inteligencia y del aprendizaje del comportamiento. Estas teorías psicológicas se correspondían estrechamente con la idea de una medida científica de capacidad y de logro. “Hace

cien años, completar palabras, unir frases y los tests de múltiple elección encajaban perfectamente con lo que era importante aprender”. (en Klenowski, 2005:151)

Mateo (2000) sugiere que los principales cambios en la evaluación de los aprendizajes de los estudiantes han ocurrido en tres formas : i) cambios en el enfoque de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, orientados en el modelo tradicional principalmente hacia los resultados ii) cambios en los contenidos a ser evaluados. A los contenidos conceptuales tradicionales se han agregado las actitudes y los procedimientos y iii) cambios en la lógica de la evaluación de los aprendizajes que siguen teniendo una función de acreditación pero fundamentalmente de mejora.

En resumen:

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Portafolio docente Concibe al

Profesor como práctico reflexivo

Se basa en

Una postura epistemológica constructivista del proceso de aprendizaje

Apunta a un

Un nuevo paradigma evaluativo

El nuevo rol docente La literatura actualizada señala la importancia de concebir al docente como profesional capaz de realizar un adecuado nexo entre la teoría y al práctica. Esta concepción de racionalidad práctica se contrapone a la visión del modelo tradicional del docente como transmisor de conocimientos. En el modelo emergente el profesor se constituye en investigador de su propia práctica docente cuestionándosela en forma permanente con el objetivo de mejorarla para así lograr un mejor aprendizaje de sus estudiantes. Dentro de esta concepción la elaboración de un portafolio, más allá de ser una simple actividad técnica o metodológica implica un revisión de la práctica a la luz de la teoría. A este respecto Shulman señala: “Cada vez que se diseña, organiza o crea en el programa de formación

docente una plantilla, un esquema o un modelo para un portafolio didáctico, se realiza un acto teórico.” (en Lyons,1998:45)

A partir de la obra de Schön (1992) acerca del práctico reflexivo, mucho se ha venido discutiendo en los diversos ámbitos de formación docente acerca de las relaciones entre teoría y práctica. En este aporte prima la idea del docente como verdadero protagonista de la creación de conocimiento docente desde su realidad en el aula y en clave colaborativa con otros colegas. Perrenoud (2004) concibe a la práctica reflexiva un rol central en el proceso de profesionalización. Ser práctico reflexivo implica ir más allá de los libros, es redescubrir la complejidad del oficio de profesor resignificando la intuición y la inteligencia práctica.

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Mucho se ha discutido también en educación sobre el concepto del “buen docente”. ¿Qué significa ser un buen docente en los contextos universitarios actuales? Siguiendo a De Miguel (1995) se pueden observar una serie de modelos: Modelo de rasgos. Considera que el buen profesor se explica por lo que “es”. Sería un buen profesor aquel que presenta los rasgos necesarios para ejercer la docencia. Modelo de habilidades o competencias. Considera que el buen profesor se define por lo que “sabe hacer” en lo relativo a las habilidades y experiencias que pone en juego en los procesos de enseñanza. Modelo de conductas. Considera que el buen profesor es aquel que se comporta adecuadamente en el aula, velando por el clima y las relaciones interpersonales. Modelo de tareas. Considera que el buen profesor es aquel que concretiza sus tareas. Modelo centrado en resultados. Considera que el buen profesor es aquel que consigue que los estudiantes alcancen los objetivos propuestos. Modelo basado en criterios de profesionalidad. Lo que determina un buen profesor es que éste se comporte como un verdadero profesional, incorporando tanto la dimensión ética como el perfeccionamiento docente y la prestación de servicios a la comunidad. Lo importante es destacar que según el modelo que se adopte, será la evaluación docente que se realice. Por ejemplo si se prefiere el modelo de competencias habrá que definir las mismas en relación a la misión propuesta por la Universidad. Si por el contrario se opta por un modelo basado en las conductas, la observación de la conducta del profesor en situaciones reales será el eje principal. Pero si se opta por el modelo de profesionalidad, el portafolio docente es sin duda la estrategia adecuada. (En Cano, 2005:37). Gairín (2003) señala los distintos conocimientos que debe de presentar el profesor universitario: Conocimiento científico especializado relacionado con las temáticas que abordan. Conocimiento cultural relativo a la materia de enseñanza enmarcada en el mundo general de la cultura. Conocimientos psicopedagógicos, relacionados con conocimientos de teoría del aprendizaje, curriculares (programación, evaluación) y organización institucional. Conocimientos de la práctica docente atenientes a la experiencia docente, socialización profesional, habilidades comunicativas, recursos metodológicos e instrumentos de reflexión sobre la práctica. Este conocimiento se relaciona estrechamente con los dilemas prácticos que el docente enfrenta. Departamento de Educación Médica Facultad de Medicina UNIVERSIDAD DE LA REPUBLICA

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Conocimiento de sí mismo La Asamblea del Claustro de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República aprobó en noviembre de 2006 el perfil docente que presentamos a continuación:

Para poder desempeñar sus funciones de ENSEÑANZA, EXTENSION, INVESTIGACION y ASISTENCIA, acorde con este perfil, el docente deberá: 1. ser humanista y tener conocimiento de la realidad social. 2. tener un compromiso permanente de búsqueda de identificación de problemas o demandas de la sociedad o comunidades, procurando aportar a su solución desde el ámbito de la competencia específica. 3. estar comprometido con la ética en todas y cada una de sus acciones. 4. ser conocedor de los ámbitos que hacen a la vida universitaria, conocer los derechos y deberes de los universitarios y participar con compromiso de las actividades del cogobierno. 5. ser capaz de trabajar en equipos multi, inter y transdisciplinarios. 6. cultivar el saber como valor y tener conocimiento técnico científico de la disciplina que desempeña utilizando el método científico para analizar la realidad. 7. tener formación en pedagogía para abordar las tareas de enseñanza. 8. ser generador de conocimientos 9. ser capaz de gestionar y administrar los recursos materiales y económicos y humanos de los servicios en los que desarrolla su actividad. 10. tener espíritu crítico y ser capaz de autoevaluar su propia conducta en un proceso permanente de formación y mejora y considerar las observaciones que otros le realizan. Las condiciones y funciones anteriormente enumeradas, desempeñadas con criterio abierto, conciliador y justo equilibrio, le permitirán cumplir con su objetivo de educador. El perfil docente buscado responde sin lugar a dudas al marco teórico analizado. Sin embargo creemos necesario aclarar que hasta el día de hoy la Facultad de Medicina no ofrece un programa de formación docente para su profesorado. Las diversas acciones que se vienen llevando a cabo en forma excepcional en diferentes servicios, se realizan desde la voluntad de los actores sin contar aún con la acreditación debida. Para que este perfil descrito sea aplicable en la práctica se torna necesario instrumentar una debida operativización del mismo. Para ayudar a la reflexión conjunta y como elemento de discusión ofrecemos una posible propuesta:

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Aspecto

Competencia a Criterios desarrollar evaluación

1. ser humanista y tener conocimiento de la realidad social.

Capacidad de empatía y comprensión del contexto social en el que actúa

de Evidencias

Actualidad de la información. Respeto a la diversidad del estudiantado

Observación de las prácticas docentes. Análisis del programa, contenidos, bibliografía

¿Qué objetivos cumplen los portafolios docentes? Como ya se ha señalado anteriormente, los portafolios docentes pueden cumplir un doble rol: i) el de acreditación como evaluación externa y ii) el formativo que permita potenciar y maximizar el aprendizaje del autor del portafolio. Un valioso testimonio de una estudiante de profesorado del Instituto de Profesores “ARTIGAS”, evaluada con esta nueva modalidad durante el año 2006 da cuenta de lo anteriormente expresado:

“Mediante la realización del portafolio y a través de todo el curso, aprendí. Pero aprendí de otra manera. Aprendí desde el “discurso vacío “de la teoría (sin desmerecerla para nada) a la práctica. Realmente pude aplicar en mis prácticas docentes, los nuevos conocimientos. El conocimiento es algo de por sí muy valioso, pero el sistema educativo tiene que proporcionarle al estudiante estrategias para que este pueda apropiarse del conocimiento y operar con él.”

¿Qué contenidos pueden tener son los portafolios docentes? Los siguientes tipos de reflexiones pueden aportar una visión del protagonista del relato, del autor del portafolio que darán cuenta del proceso de aprendizaje del docente, de sus conflictos y sus logros. 1. Una carta al lector que lo orienta en la lectura del portafolio y le cuenta como fue elaborado. 2. Una declaración de la filosofía del autor que explica lo que este valora y en lo que cree. 3. El análisis del autor de algunas cualidades suyas como aprendiz y de los aspectos que debe mejorar, así como de sus metas y planes para el aprendizaje futuro.

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4.

Una selección de entradas en la agenda diaria que muestra el aprendizaje, las percepciones y los problemas del autor respecto del contenido del curso, con comentarios o análisis. 5. Tablas de especificación de las muestras presentadas

Para tener en cuenta: El portafolios ha de dar una imagen precisa del tipo de profesor que se es. Es como un autorretrato. Ha de contener lo que se hace tanto dentro como fuera del aula. Ha de ser una selección de materiales junto a evidencias que acrediten que se posee la competencia o capacidad que dice tenerse. Cano (2005) Recordar que: EL PORTAFOLIO NO ES UNA SIMPLE ACUMULACION DE PAPELES

Posibles preguntas para guiar la autorreflexión ¿Cómo aprendo como docente? ¿Qué metas me he fijado con respecto al curso? ¿Por qué he fijado esas metas? ¿Qué dudas tengo? ¿Cuáles muestras de mi trabajo dan cuenta que logré los resultados deseados en el programa? Cómo demuestra ese logro cada muestra? ¿Cuáles muestras de mi trabajo revelan los conflictos y/o temas predominantes en la historia de lo que aprendí este año? Cómo los revelan? ¿Cuáles muestra ponen de manifiesto mi habilidad para reflexionar sobre mi aprendizaje, mi forma de enseñar y mis prácticas de evaluación? Cómo las ponen de manifiesto? ¿Cuáles son los modos posibles de organizar mi portafolio? Cuál es la mejor estructura, secuencia o formato para relatar mi historia?

La mirada del otro y la importancia de la retroalimentación

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Los portafolios pueden dar lugar a un fructífero intercambio de ideas con los colegas y compañeros. En la medida que se considera al aprendizaje como un proceso continuo y en constante construcción, los autores de los portafolios deben recibir una retroalimentación de sus trabajos y sus reflexiones que los ayude a continuar aprendiendo. El feedback o retroalimentación señala la información existente entre el nivel actual y el de referencia atento a una serie de criterios. A los efectos de obtener unos estándares y unos logros mayores, el estudiante necesita valorar lo que constituye un trabajo de calidad y comprender las estrategias requeridas para conseguirlo. (Klenowski, 2005:78).

Algunas sugerencias para su instrumentación

Doolittle (1994) señala algunos aspectos a tener en cuenta para implementar un programa basado en los portafolios y asegurar su éxito. 1) Comenzar lentamente. Llevar a cabo la evaluación de los portafolios lleva su tiempo. En realidad habría que pensar en un lapso no menor de dos años para su desarrollo, implementación y regulación. 2) Ganar aceptación. Resulta en extremo importante que tanto los administradores de la educación como los docentes acepten el uso de esta modalidad de evaluación. Si los cuadros directivos no visualizan su importancia y utilidad, no podrán transmitírsela a los docentes. A la inversa, si los docentes no aceptan este nuevo enfoque, difícilmente pondrán su esfuerzo para implementarlo con éxito. 3) Sentimiento de pertenencia. Los docentes deben estar y sentirse implicados en el desarrollo del programa, tanto en su dirección como en su utilización. 4) Comunicar la implementación. Los profesores necesitan saber exacta y explícitamente de que forma serán utilizados los portafolios. 5) Utilizar modelos. Es conveniente consultar otros modelos de portafolio que están siendo utilizados exitosamente por otras instituciones. Estos modelos pueden ser fácilmente adaptados y a su vez suministrar valiosa información y ejemplos para que los profesores desarrollen sus propios portafolios. 6) Sea selectivo. El portafolio no tiene que necesariamente contener todo lo que el docente realiza sino aquello que ha sido cuidadosamente seleccionado para mostrar su expertez y sus logros. 7) Sea realista. Los portafolios son solo una forma de la evaluación auténtica. Deben de ser utilizados en el marco de un proceso de evaluación en simultáneo con otras estrategias evaluatorias.

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A su vez Bonilla et al. (2002) sugieren: Puntos de partida

Puntos de llegada

Puntos de continuidad

¿De dónde vengo? ¿Qué experiencias formativas y aprendizajes significativos traigo? ¿Qué retos e interrogantes emergen de estas experiencias y aprendizajes? ¿Cómo describiría mi filosofía actual?

¿Qué avances he tenido en mi proceso formativo? ¿Qué aprendizajes puedo señalar como los más significativos? ¿Cómo describiría en estos momentos mi filosofía educativa? ¿Qué retos e interrogantes emergen de estos avances y experiencias de aprendizaje significativo?

¿En qué medida he validado mi filosofía, metas y prácticas educativas? ¿En qué medida se han transformado mis prácticas educativas? ¿Cuáles son mis metas profesionales? ¿Hacia dónde me dirijo?

En Cano, (2005:126)

El contexto de aplicación de los portafolios

Elaborar portafolios docentes puede ser considerado como un despropósito o algo surrealista cuando un docente tiene hoy en día en nuestro país diversidad de tareas y desafíos que enfrentar: múltiples clases, aulas numerosas, escaso tiempo de lectura y de reflexión sobre la práctica y en niveles secundarios estudiantes mal alimentados y problemas de conducta, entre otros. Sin embargo, hay buenos docentes que se destacan en medio de este contexto poco habilitante para las innovaciones. Lo que resulta indudable es que un espacio dedicado a la escritura de nuestras prácticas con su correspondiente reflexión sobre la misma posibilita una mejor enseñanza y por ende redunda en mejores logros de aprendizaje de los estudiantes. En este sentido, los portafolios docentes universitarios constituyen un medio por demás eficaz de realizar esta práctica de la reflexión o la sabiduría de la práctica.

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BIBLIOGRAFIA

Cano, E., 2005 El portafolios del profesorado universitario. Un instrumento para la evaluación y para el desarrollo professional.Barcelona, Octaedro. Colén T. y ot., 2006, La carpeta de aprendizaje del alumnado universitario. La autonomía del estudiante en el proceso de aprendizaje. Barcelona. Octaedro. Davis, M. H. , Ponnamperuma G.G., 2005 Portfolios, projects and dissertations en Dent J. y Harden R., 2005, 2da edición, A practical guide for Medical Teachers.Elsevier. Doolittle, Peter (1994). Teacher portfolio assessment . Practical Assessment, Research & Evaluation, 4(1). A peer-reviewed electronic journal. ISSN 1531-http://pareonline.net/Home.htm consultada el 17 de marzo de 2007. Gairín, J., 2003, El profesor docente universitario en el siglo XXI. En C. Monereo y J.J. Pozo, La Universidad ante la nueva cultura educativa. Madrid. Síntesis pp. 119-139. Klenowski, V., 2005, Desarrollo de Portafolios para el aprendizaje y la evaluación. Madrid. Narcea. Lyons, N., 1999, El uso de portafolios. Propuestas para un nuevo profesionalismo docente. Buenos Aires. Amorrortu Editores. Martin-Kniep G. O.,2001, Portfolios del desempeño de maestros, profesores y directivos. La sabiduría de la práctica. Buenos Aires. Paidós.

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Mateo, J. ,2000, La evaluación educativa, su práctica y otras metáforas. Barcelona. ICE/Horsori. Perrenoud, P.,2004 Diez nuevas competencias para enseñar. Barcelona. Grao SchÖn, D. 1992, La formación de profesionales reflexivos. Hacia un nuevo diseño de la enseñanza y el aprendizaje en las profesiones. Barcelona. Paidós. Snadden, D.; Thomas, M. , 1998 The use of portfolio learning in Medical Education. En Medical Teacher, 20,3, pp.192-199

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ANEXO

Algunos ejemplos de evaluación de portafolios

A. Criterios de evaluación Selección de la documentación Esta escala pretende evaluar la presentación del contenido del portafolio Puntos asignados 1 No cumple el estándar Caótico, no hay jerarquización. Dificultad para diferenciar los diversos trabajos. 2 Limite Desorganizado, entreverado. La jerarquización está apenas esbozada 3 Alcanza el estándar Presentación clara. Material organizado. Los puntos clave están resaltados. 4 Excepcional Muestra una destacada organización y presentación. El portafolios “Brilla”

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B. Preguntas que guían la revisión general del portafolio

I. Sección para ser completada por el revisor Nombre del autor del portafolio Nombre del revisor del portafolio Fecha Clase 1. 2. 3. 4.

En términos generales, ¿cuáles son las virtudes de este portafolio? ¿Cuáles son sus debilidades más evidentes? ¿Qué sugerencias prácticas pueden hacerse para corregir esas debilidades? ¿Qué implicaciones tiene la revisión de este portafolio para su propia actividad de diseñar este portafolio?

II. Sección para ser completada por el autor del portafolio 1. ¿Qué ideas clave extrajo de la interpretación que realizó el revisor de su portafolio? 2. ¿Qué hará específicamente para mejorar?

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C. Tabla de especificación para el portafolio del docente como aprendiz Adpatado de Martin_Kniep,G, 2001 EJEMPLAR

ELABORADO

INCIPIENTE

El portafolio constituye un relato coherente de la historia del docente como persona permanentemente dedicada a aprender, reflexionar y encontrarle sentido a las cosas.

El portafolio constituye un relato coherente de la historia del docente como persona permanentemente dedicada a aprender, reflexionar y encontrarle sentido a las cosas.

El portafolio se está convirtiendo en un relato de la historia del docente como persona dedicada a aprender reflexivamente.

EL docente tiene clara conciencia de su público y proporciona suficientes detalles del contexto en el que se ha desarrollado su trabajo o aprendizaje

El docente escribe más para sí mismo que para los destinatarios. El contexto de aprendizaje no está claro para el lector.

El portafolio da cuenta de una actitud atenta y reflexiva de parte del autor.(Nuevas percepciones e interrogantes acerca del contenido del curso, formas alternativas de evaluación, elaboración de tablas de especificación, nuevas prácticas de enseñanza).

El portafolio da cuenta de una actitud atenta y reflexiva de parte del autor.

El portafolio da cuenta de una actitud atenta y reflexiva de parte del autor.

El docente ha reflexionado sobre sus virtudes y defectos y ha comenzado a describir su proceso de aprendizaje y a fijarse metas concretas para el futuro.

El lector advierte en qué aspectos el docente está teniendo éxito y con cuáles se está debatiendo, aunque no ha manifestado explícitamente estar consciente de estos aspectos. El lector puede detectar áreas sobre las cuales dar retroalimentación concreta.

RUDIMENTARIO

Dimensiones

Generalidades

Carta al lector, notas diarias, otros apuntes reflexivos

Las reflexiones incluyen una evaluación de las virtudes y de los aspectos a mejorar . Se evalúan explícitamente grado de cumplimiento de los objetivos y tiene establecido metas concretas y realistas para ampliar el aprendizaje.

El lector toma conocimiento del trabajo del autor pero ve fragmentos aislados en lugar de toda la historia. Se ve que se ha producido el aprendizaje pero no de que manera

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El portafolio incluye algunos elementos narrativos, pero no relata la historia del docente como persona dedicada a aprender reflexivamente. El lector ve los productos de la labor del docente pero no puede ver el proceso ni las ideas que hay detrás de ellos.

Hay escasos indicios de una actitud atenta o reflexiva de parte del autor. Los apuntes reflexivos, si los hay, ofrecen escasa o ninguna información sobre lo que hace el docente. Tampoco se ofrece una visión de la persona que hizo el trabajo. El lector no puede dar retroalimentación debido a la escasez de información sobre el pensamiento y el proceso de aprendizaje del docente.

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