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 NON NOBIS DOMINE, NON NOBIS, SED NOMINI TUO DA GLORIAM 

PRIORATO MAGRISTRAL EPISTOLA POR EL PRIMER ANIVERSARIO DE LA ORDEN DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS DE NUESTRA SEÑORA DE SION

11 de Julio de 2015  Santo Día de San Benito 

«PRIORATO MAGRISTRAL» ‡ Rodolfo González Pérez Prior y Gran Maestro

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n el Nombre de la Santísima Trinidad, Padre; Hijo y Espíritu Santo, a quien sea toda la Honra y la Gloria por los Siglos de los Siglos. Amén..

Amados Fraters y Sorores de la Orden de los Caballeros

Templarios de Nuestra Señora de Sion. Hoy en el día de San Benito, día que cumplimos nuestro primer natalicio, día en que el espíritu Santo guio el ideal y la voluntad de un pobre Caballero de Cristo a fundar esta Soberana Orden, hoy y en este día les saludo y bendigo afectuosamente.

Es para nosotros un grande regocijo haber llegado a esta meta que con felicidad festejamos ;

nuestra Orden ha sufrido muchos embates de los vientos por el mar que navega, pero nada ni nadie la ha detenido y nada ni nadie la ha de detener. Porque es una Orden fundada por el Espíritu Santo y no por voluntad humana.

Recuerdo el día en que en mi corazón se alojo como semilla divina la idea de fundar esta

Orden y el día que logre hacerlo mis palabras primeras y únicas a Dios fueron estas…"Señor si este propósito no es de tu voluntad y no va a estar custodiado por tus Ángeles y guiado por tu Espíritu Santo, entonces has que se desvanezca como la sal en la arena, Pero si es tu voluntad y crees que es un noble propósito, entonces disipa todo mal, disipa toda adversidad, reprende el maligno y abre brecha haciendo un camino favorable para que esta Orden dedicada a Nuestra Señora de Sion sea una realidad y pueda perpetuarse".

Todos y cada uno de vosotros hermanos y hermanas hemos vivido y sentido esta realidad al llegar hasta aquí, unidos en un mismo sentir,

En nuestra Orden no prima ni se enaltece ninguna persona ya que todos somos servidores

de los servidores, en nuestra Orden no prima ni se enaltece ningún ideal político particular, en nuestra Orden no prima ni se enaltece ninguna fe religiosa especifica ni tampoco ninguna Iglesia en particular aunque CRISTO es nuestro Gran Capitan , en nuestra Orden no prima ni se enaltece el ego, la avaricia o la personalidad , en nuestra Orden no prima ni se enaltece el miedo puesto que somos todos hijos de Dios y sabemos con certeza de que Dios nos está protegiendo , y por ultimo estamos convencidos de que Dios con su Espíritu Santo está entre nosotros y cada paso que damos , cada viaje que damos por el mundo, cada propósito que marcamos, cada meta que nos trazamos está guiada y puesta en nuestros corazones por él.

La gracia de tener el amparo de el Espíritu Santo cual si fuera el manto carmesí que cubre

nuestro blasón es tener la seguridad de que todo lo malo, toda la escoria, toda la discordia que pueda venirnos y atacarnos, no podrá traspasar ese manto soberano de protección y si traspasara un ápice, sabremos que será consumido por las llamas de la espada flameante de nuestro Gran Capitán y Maestro CRISTO.

Cada uno de nosotros debemos estar preparados, para llegado el momento seamos capaces

de anteponer nuestra Soberana Orden delante de nuestros egos, nuestra voluntad, de nuestros ideales religiosos y políticos; si no somos capaces de hacer esto entonces la perpetuidad de la Orden se convertirá en algo frágil y toda protección Divina será abandonada. Tengo la certeza y ha sido así a mi revelado que el Espíritu Santo estará siempre a nuestro lado en la medida que sepamos alimentar el sentimiento de unidad sin mirar por encima del hombro a nadie y que veamos a cada uno de nuestros hermanos de la Orden como iguales, aceptándonos tales cuales somos con nuestras virtudes y defectos, pero siempre unidos intentando que siempre prime el espíritu de concordia, el respeto y amor. Cultivando estos tres valores Concordia ; Respeto y Amor nuestra Orden será un sólido legado para las nuevas generaciones que perpetuaran nuestra Orden de los Caballeros Templarios de Nuestra Señora de Sion.

Dice San Juan: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva. El primer cielo y la primera tierra

habían desaparecido, el mar ya no existe. Vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, bajando del cielo, de Dios, preparada como novia que se arregla para el novio. Oí una voz potente que salía del trono: Mira la morada de Dios entre los hombres: habitará con ellos; ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos. Les secará las lágrimas de los ojos. Ya no habrá muerte ni pena ni llanto ni dolor. Todo lo antiguo ha pasado. El que estaba sentado en el trono dijo: Mira, yo hago nuevas todas las cosas.” (Apocalipsis 21:1-5). Los dioses de este mundo efímero y pasajero han vuelto para que adoremos nuestros barrotes. Los hombres han olvidado lo que se le enseñó a nuestros ancestros. ¿Vamos a servir a nuestros carceleros? “Revestíos de la armadura de Dios, para que podáis resistir contra las maniobras del diablo; porque no va nuestra lucha contra carne y sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de estas tinieblas, contra los espíritus de maldad, que están en los cielos.” (Efesios 6:11-12).

Al volver el corazón a las cosas de este mundo, el hombre vuelve atrás y retoma el

paganismo, es decir, la adoración de aquello que le está sujeto por principio. Es la subyugación de lo noble por parte de lo vulgar. Esta inversión espiritual es sumamente peligrosa, porque cierra al alma a las puertas de la Reintegración para ser apresada en la asimilación de las cosas sensibles.

Un Caballero y Dama de Cristo NO, puede ser adorador de Baal ni de Moloc, no puede

cerrar sus ojos ante estas abominaciones, no puede exponer a sacrificio su cuerpo en actos de pecado impuro contra natura, aunque el mundo moderno nos lo ofrezca envuelto en

papel de regalos y de colores. Todo aquel llámese Cristiano que siga adorando los becerros de el pecado, deberán ser considerados como Herejes y enemigos de la fe. Nuestra actitud será la de ayudarles si ellos quieren dejarse ayudar, pero si llegado el caso no podemos hacerles ver la abominación de su pecado, entonces respetuosamente deberemos separarnos de él y apartarlo del grupo de los Santos. Hoy mas que nunca Dios nos da la oportunidad en medio de todo este caos mundial a optar por la Santidad.

Cuando el hombre idolatra el pecado anti natura, el dinero, el poder, la belleza, la fama o el

atractivo personal cae en la adoración de ídolos y de falsos dioses. Cuando el hombre reniega de su condición como ser de naturaleza espiritual, incluso superior a los mismos ángeles, y se hunde en la brutalidad ciega de sus impulsos más animales, se hace presa de las imágenes de su psiquismo y se pierde en ensoñaciones e instintos egoístas, en ardores somáticos. El pagano solo adora cosas que sus ojos pueden ver y sus manos tocar. En su corta visión, no comprende que el mundo físico es un lugar degradado por la caída del Hombre Primordial, que la materia no es nuestro lugar de origen ni nuestro destino final, que el universo tal como está, es un lugar de imperfección y aprendisaje, impermanencia y putrefacción por la inevitable fugacidad de todos los entes que en él tienen su forma. De allí que el paganismo en todas sus variantes sea condenable, pues lleva al hombre a desear su exilio, le extravía en el desierto cerrándole las puertas de la verdadera Tierra Prometida.

Cristo mostró a judíos y gentiles la vía de salida de este mundo decadente, de esta materia

corrupta y siempre cambiante, en donde la vida se degrada constantemente hacia la vejez y la muerte, en donde todo lo que amamos decae hasta extinguirse, en donde necesitamos matar para comer, destruir para erigir y trabajar para sobrevivir. ¿No vemos ya la condena a la que hemos sido sometidos por el pecado de nuestro padre Adán? Habiendo sido creado puro e inmortal, manchó su espíritu con la inmundicia y mortalidad de la materia, cuyo único propósito era el de servir de prisión para los ángeles rebeldes que se habían apartado de la Gracia Divina. Es la triste historia del rey que termina siendo mendigo y que olvidando su nobleza, se complace en conseguir su alimento entre la basura y los escombros. El pagano es ese rey que ahora es súbdito de los que le hicieron caer en desgracia, que festeja su infortunio y transige en toda clase de transgresiones a su condición de realeza y lo más triste es que arrastra a muchos con su locura.

Poco puede importarle al idolatra y pagano su herencia, pues la desconoce del todo. He

aquí la maravilla de la ESPIRITUALIDAD DE SER CABALLERO O DAMA DE LA ORDEN DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS DE NUESTRA SEÑORA DE SION que ha sido revelada, pues le recuerda al hombre su origen y lo saca de la inmediatez sensorial para poner su intención y voluntad en las cuestiones del espíritu.

Por supuesto, tal revelación dada a los Caballeros y Damas de Nuestra Señora de Sion , no

pretende incurrir en el desprecio de la naturaleza ni en una negación de los sentidos, sino poner a cada cosa en su lugar adecuado.

La máxima y suprema revelación de Dios fue la persona de Cristo, que se encarnó en la

naturaleza material del hombre caído para recordarnos de dónde venimos y hacia dónde vamos. Como dice San Clemente de Alejandría, "Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciera Dios".

Y si todo esto es así, como un Caballero o Dama de Cristo, seguidor de Nuestra Señora de

Sion va a permitirse doblegar su espíritu a la idolatría cambiándola por una herencia Sacra. Somos poseedores de un Linaje y estamos revestidos con el manto blanco de la pureza; entonces actuemos en consecuencia.

Así también San Atanasio señalaba que "el Verbo de Dios; se hizo visible corporalmente

para que nosotros tuviéramos una idea del Padre invisible, y soportó la violencia de los hombres para que nosotros heredáramos la incorruptibilidad”. Lamentablemente, el mundo de hoy camina hacia un abismo sin fondo, contentándose con aumentar las comodidades materiales y el desarrollo de una ciencia y tecnología luciferina al tiempo que los valores espirituales y morales de la humanidad decaen. En el fondo, este es un mundo pagano. ¿Volveremos a las catacumbas como en la antigua Roma? Sí, pero a las catacumbas del corazón, para orar con más fuerza y en silencio por nuestros hermanos y hermanas que dan tumbos en la oscuridad de esta larga noche universal. Mateo 10,16-23) En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “Yo los envío como ovejas entre lobos. Sean, pues, precavidos como las serpientes y sencillos como las palomas. Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos.

Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes. El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin, se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Yo les aseguro que no alcanzarán a recorrer todas las ciudades de Israel, antes de que venga el Hijo del Hombre”.

Por esto nosotros los Caballeros y Damas de la Orden de los Caballeros Templarios de

Nuestra Señora de Sion, debemos saber discernir con juicio la meta que se nos ha encomendado y saber proteger y guiar a todos los peregrinos que se dirigen a la Jerusalén celestial, cual si fuéramos aquellos monjes guerreros de antaño que custodiaban y guiaban a los que se acercaban a la ciudad santa. No es fácil nuestro reto, pero no es difícil de cumplir, recuerden que el Espíritu Santo nos guía y eso nos basta. PAZ A TODOS LOS SERES SALUD ; SALUD ; SALUD

The Prior and Grand Master Most Eminent and Rt Revd R.G. Pérez KTZ