Programa Nacional de Educación para la Sustentabilidad en Áreas Protegidas

Programa Nacional de Educación para la Sustentabilidad en Áreas Protegidas COMISIÓN NACIONAL DE ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS CONANP Centro de Educación

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Programa Nacional de Educación para la Sustentabilidad en Áreas Protegidas COMISIÓN NACIONAL DE ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS CONANP

Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (CECADESU) SEMARNAT

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CONTENIDO

1. Introducción

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2. Educación para la sustentabilidad en las Áreas Protegidas (AP) 2.1 La trayectoria 2.2. El concepto actual

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3. Programa de educación para la sustentabilidad a nivel nacional

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3.1. Acciones necesarias en el ámbito nacional de la CONANP para Fortalecer la educación para la sustentabilidad en las AP

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3.1.1. Legislación y normatividad 3.1.2. Financiamiento 3.1.3. Planificación 3.1.4. Formación y profesionalización 3.1.5. Fortalecimiento institucional 3.1.6. Generación de conocimientos 3.1.7. Sistematización y evaluación 3.1.8. Divulgación y comunicación 4. Acciones de articulación con otras instancias y organizaciones sociales para potenciar la educación para la sustentabilidad

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5. Acciones prioritarias de atención a los actores sociales usuarios de las AP

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El movimiento educativo en la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas cobra mayor visibilidad institucional gracias a la realización del Primer Encuentro Nacional de Educadores Ambientales de la CONANP, realizado en Pátzcuaro, Michoacán en diciembre del año 2004. Como resultado de dicho evento, en el 2005 se establece la Red electrónica de Educación para la Conservación y se concreta la elaboración de una página Web, misma que posteriormente se ligó a la página de la CONANP. Durante ese año también se llevaron a cabo 3 reuniones regionales, las cuales sirvieron para elaborar los “Lineamientos Estratégicos de Educación Ambiental para el Desarrollo Sustentable en Áreas Naturales Protegidas de la CONANP”.

Dichos lineamientos se validaron en diciembre de 2005, en el Segundo Encuentro Nacional de Educadores para la Conservación de la CONANP y luego fueron publicados en 2006 en colaboración de la entonces Dirección Ejecutiva de Comunicación Estratégica e Identidad de la CONANP. En ese mismo Encuentro se establecieron los elementos fundamentales para el programa de trabajo del año siguiente. A finales del año 2006 se realiza en Jiutepec, Morelos, el Tercer Encuentro Nacional de Educación para la Conservación de ANP de la CONANP, durante los trabajos, se llega a la conclusión de que es necesaria la construcción de “una visión regional”. Es el trabajo regional, entonces, lo que marcó el rumbo del Plan de Trabajo para el sexenio, presentado en la Reunión de Planeación Estratégica de diciembre de 2006.

INTRODUCCIÓN 2

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Es en el contexto de este movimiento que surge el proceso de elaboración del presente Programa, que fue redactado tomando en cuenta: I) la trayectoria institucional referida; II) los insumos generados por los propios educadores de la CONANP; III) las ponencias y conclusiones de los Encuentros Nacionales; IV) los Programas Regionales de Educación para la Sustentabilidad en Áreas Naturales Protegidas que fueron elaborados paralelamente a este programa nacional. El propósito central del Programa Nacional es el fortalecimiento de las acciones de educación y comunicación que se realizan en las áreas protegidas5 a través del establecimiento de objetivos estratégicos, de prioridades programáticas y de acciones cruciales que deberán ser desarrolladas en los próximos 5 años.

5. Aunque en el plano legal y de manera oficial se sigue usando el término “Áreas Naturales Protegidas”, en este documento se manejará el término “Áreas Protegidas (AP)”, porque de esta manera el concepto no se limita a lo natural, sino que también hace referencia implícita a los elementos culturales y humanos que deben considerarse como parte del patrimonio que debe protegerse. Se trata de una tendencia que al interior de la CONANP se viene impulsando.

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Se procuró redactarlo respetando el espíritu de trabajo colectivo con el que fue formulado durante los eventos referidos y buscando que reflejara la visión estratégica, siempre dinámica y perfectible, que se tiene en estos momentos en las Áreas Protegidas (AP) sobre el quehacer educativo y de comunicación hacia el año 2012. Resulta necesario apuntar que el documento tiene todavía algunos vacíos y generalidades, lo cual será necesario ir subsanando durante su uso, como fue sugerido en el Cuarto Encuentro Nacional. Asimismo, este Programa no es, de ningún modo, excluyente con los citados “Lineamientos Estratégicos de Educación Ambiental para el Desarrollo Sustentable en Áreas Naturales Protegidas de la CONANP” y, desde luego, que tendrá que ser complementado por los programas específicos que en dicho campo elabore cada AP.

EDUCACIÓN PARA LA SUSTENTABILIDAD EN LAS ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS

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LA TRAYECTORIA

El trabajo en las áreas protegidas del país muestra una gran vitalidad en materia educativa. El personal responsable de las áreas de educación y comunicación ha logrado ensanchar y está en vías de consolidar, desde los últimos años, sus espacios institucionales y diversificar su práctica educativa. Tal dinamismo, con sus altibajos y heterogeneidades, ha impulsado un proceso colectivo regional y nacional que se dirige a la reconfiguración, actualización permanente y fortalecimiento de los esfuerzos educativos.

Este apartado pretende proporcionar un marco conceptual a los programas regionales de educación para la sustentabilidad de las áreas naturales protegidas, y para su elaboración se han tomado en buena medida, las discusiones y conclusiones de los tres encuentros nacionales y los regionales de educadores ambientales organizados por la CONANP, así como los lineamientos estratégicos institucionales5 . Se busca con ello establecer un punto de partida común, sin pretender cerrar el debate al respecto.

Hace más de setenta años que en nuestro país surgieron propuestas y acciones con las que se intentaba extender el conocimiento e interés por proteger algunos recursos naturales y las formas de vida en particular. Estos esfuerzos pueden reconocerse como pioneros, a pesar de su carácter aislado y poco visible, del enfoque denominado educación para la conservación, el cual ha predominado en las Áreas Protegidas. Esta orientación generó amplia simpatía entre sectores preocupados por la pérdida de la biodiversidad y el deterioro de los ecosistemas, dada su gran virtud de estar deslindado de la retórica o de las disquisiciones teóricas y su inclinación a la práctica y el compromiso con la acción.

Ver de manera separada a los seres humanos y a las Áreas Protegidas, considerando que alejar a los primeros de las segundas, o hacerlos sus guardianes, tendría mejores resultados para la conservación;

El enfoque inicial de la educación para la conservación, con algunas excepciones importantes, se caracterizaba en general por:

Partir de la idea de que el gobierno es la única institución social que puede garantizar la conservación de las AP;

Otorgarle a la ciencia, especialmente a la ecología, la calidad de único conocimiento válido, menospreciando otros saberes; Considerar que la conservación podía fundamentarse sobre todo en paquetes de instrumentos técnicos y legales acompañados de mecanismos de vigilancia;

Confiar en que la inversión privada fluiría con suficiencia y generosidad para conservar las Áreas Protegidas.

5. Otros documentos que son referentes y refuerzan la pertinencia de este marco teórico, son por ejemplo: Los Lineamientos de Educación Ambiental para el Desarrollo Sustentable en Áreas Naturales Protegidas de la CONANP, que pueden consultarse en la dirección electrónica http:// educacionparalaconservacion.conanp.gob.mx/lineamientos.html, La Estrategia Nacional de Educación Ambiental para la Sustentabilidad en México, en http://www.semarnat.gob.mx/educacionambiental/ Pages/EstrategiaEducacion.aspx, La resolución 57/254, la Asamblea General de las Naciones Unidas, que establece el Decenio de las Naciones Unidas para la Educación con miras al Desarrollo Sostenible (2005-2014), en la dirección: http://www.semarnat.gob.mx/educacionambiental/Pages/ DecenioEducacion.aspx, Los acuerdos internacionales en materia de educación, particularmente los derivados de Educación para Todos, que puede consultarse en: http://portal.unesco.org/education/es/ ev.php-URL_ID=46881&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html y de los Compromisos del Milenio, en la página: http://www.portaldeldesarrollo.org/dhumano/?idseccion=17&art_id=142 y el Capítulo 36 de la Agenda 21 de la Cumbre de Río, realizada en 1992, disponible en http://www.un.org/ esa/sustdev/documents/agenda21/spanish/agenda21spchapter36.htm.

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Desde el punto de vista metodológico, la interpretación ambiental ha sido la orientación pedagógica más utilizada, en ocasiones concebida en sí misma como un tipo de educación más que como un método, debido a sus bondades didácticas, aunque el conjunto de técnicas de interpretación ambiental que aún se utilizan, comúnmente se circunscriben a promover las capacidades de observación, reflexión y comprensión de los fenómenos naturales, sin considerar los elementos que permitirían una interpretación desde una perspectiva socioambiental.5 Es justo reconocer que ante la realidad que enfrentan los programas de conservación en las áreas rurales, así como aquéllas que se encuentran conurbadas e inmersas en las áreas urbanas o suburbanas de México, las orientaciones originales de la educación para la conservación se modificaron, y se comenzó a desarrollar una educación para la conservación con rasgos nacionales; ello ha sucedido en particular en aquellas regiones donde existe mayor diversidad cultural y donde la riqueza en saberes tradicionales sobre la naturaleza ha sido objeto de estudio científico.

Con el correr de los años la educación para la conservación ha ampliado su perspectiva, incorporándose a los diagnósticos ecológicos (considerando a las comunidades como informantes claves en los estudios sobre los ecosistemas), a la instrumentación de los programas de manejo de recursos naturales (difundiendo las propuestas de éstos entre las comunidades involucradas), a los proyectos de protección de la biodiversidad (informando y capacitando a diversos actores sociales para que contribuyan con las acciones respectivas), y al desarrollo de proyectos de educación ambiental no formal o vinculados a la promoción de pautas de comportamiento que contribuyan al cuidado del ambiente. El propio desarrollo de esta orientación en educación ambiental impulsó, aunque con timidez, en la década de los ochenta del siglo pasado, esfuerzos con carácter multidisciplinario, lo cual le dio cabida a un diálogo entre las ciencias naturales y las ciencias sociales, pero sin perder la prioridad de la protección de los ecosistemas casi como objetivo único o per se en los procesos de intervención comunitaria. Pero en los últimos años, y ligado a los propios avances conceptuales de las políticas de conservación y en general de la política ambiental, los educadores de las áreas protegidas han ido, a veces sin una intención explícita, empujando los límites teóricos y operativos de

En este contexto, la educación para la conservación tenía como intención básica la difusión de la importancia de las áreas protegidas, sus propósitos, la relevancia de la biodiversidad contenida en las mismas y los problemas ecológicos enfrentados; es decir, la enseñanza de elementos de la ecología y la difusión de los lineamientos establecidos por el gobierno para su conservación. Asimismo, se buscaba que usuarios y visitantes a dichas áreas participaran en la conservación de las mismas, a partir de pautas de conducta preestablecidas, que en general poco consideraban las variantes culturales en cada una de las regiones del país.

las versiones más convencionales de la educación para la conservación; abriéndole paso con ello a la conformación de nuevos y más complejos enfoques, como el ambiental de la educación, que reconstruye e integra una visión y una práctica pedagógica hacia la sustentabilidad. Ello ha estado acompañado de una enfática demanda para que a la educación se le otorgue más relevancia estratégica al interior de los programas de las Áreas Protegidas. Como una consecuencia de la difusión de los lineamientos surgidos en la Cumbre de la Tierra de Río 92, del cambio institucional en México en las políticas públicas relacionadas con la conservación y el aprovechamiento de los recursos naturales, y del debate generado en nuestro país en torno a la educación ambiental, a finales de los años noventa aumenta el consenso acerca de su papel en la transición hacia el desarrollo sustentable. De esta manera, los ecosistemas (su riqueza, fragilidad y deterioro) ya no son el único centro de preocupación y actividad de la educación ambiental. Por lo tanto, la historia natural, la importancia de las especies y la protección ecológica se han ido vinculando con dimensiones sociales como la democracia, la construcción de saberes, la calidad de vida, la problemática productiva en general, y particularmente en el sector rural, entre otros, ampliando con ello los conceptos y las estrategias educativas.

La educación para la conservación en México ha estado desde sus orígenes fuertemente influenciada por la óptica de los países desarrollados, especialmente Estados Unidos; en cuya perspectiva la vinculación entre los problemas ecológicos y los problemas sociales se elude, es escasamente explícita e insuficiente en claridad y fuerza, como reconoce una parte importante de la literatura sobre educación ambiental en América Latina.5 5. En los años setenta surgen en nuestro país las primeras organizaciones de la sociedad civil preocupadas por la conservación de la naturaleza, en la mayoría de los casos sus acciones estaban fuertemente influenciadas por lo que se hacía en USA y Canadá, en ocasiones sólo se traducían los materiales didácticos y se aplicaban, sin considerar las características de los destinatarios en México.

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5. Sam Ham (1992), es uno de los autores que ha tenido mayor influencia en la formación de los educadores ambientales que trabajan en las AP; su propuesta metodológica es en general muy eficaz, si bien presenta sesgos de una pedagogía conductista y una concepción positivista de la ciencia, en su trabajo con frecuencia prevalece la idea de que la realidad natural encierra verdades que pueden ser descubiertas, explicadas adecuadamente en función de los conocimientos científicos, y comunicadas adecuadamente gracias a la interpretación ambiental.

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Algunos de los factores que han impulsado la transición conceptual que se ha venido dando en los últimos años son: 1. Los escasos resultados alcanzados en materia de protección ambiental, debido en gran medida a que los propietarios y usuarios de las Áreas Protegidas, en territorios urbanos o rurales, principalmente grupos indígenas y campesinos, no participaron en la mayoría de los casos en la construcción de las políticas de protección ecológica, y en consecuencia, no comprendieron ni se comprometieron con ellas. Subsanar esta debilidad ha exigido la generación de procesos educativos que favorezcan la participación social, lo cual no puede circunscribirse sólo a la capacitación para la conservación o a la enseñanza de la ecología. 2. El reconocimiento del profundo vínculo que existe entre la biodiversidad y la diversidad cultural, lo cual exige que las políticas para proteger la primera considere la relevancia que la segunda tiene para ello; de tal manera que sin una educación que trascienda los llamados a proteger la naturaleza, resulta difícil el fortalecimiento de la pluralidad cultural y la conservación en sí misma. 3. La comprensión de los educadores de que las preocupaciones ecológicas que tiene la gente o la divulgación de importantes hallazgos científicos con respecto al ambiente, son insuficientes para provocar una movilización ciudadana a favor de la sustentabilidad. La existencia de otros factores (organizativos, legislativos, emocionales, políticos, económicos, éticos) que propician que el cuidado activo de los ecosistemas no puedan ser descuidados por los procesos educativos y se requiere, por lo tanto, del diseño y operación de procesos formativos más complejos y de abierta vinculación con otras dimensiones de la sustentabilidad.

estructurada; de ahí la importancia de que la educación para la sustentabilidad supere una visión instrumental y pragmática, y en contraposición quede ligada en forma muy estrecha a la promoción social, al impulso de actividades productivas, a la organización y desarrollo comunitarios, a la gestión ambiental, entre otros aspectos relacionados con las Áreas Protegidas y la sustentabilidad. 5. La comprensión de que no se trata solamente que las personas se “movilicen” para contribuir a la protección ambiental, sino que piensen, reflexionen y decidan. Se pasa así, en los procesos educativos, de la atención a la conducta, a un énfasis en el desarrollo de las competencias cognitivas; y en los procesos comunicativos, de la transmisión o emisión de mensajes a la generación de interlocutores mediante el diálogo y la participación organizada. Se ha extendido el reconocimiento de que la protección ambiental requiere personas y grupos sociales que piensen, sientan y actúen a favor de ella con conocimiento de causa y no solamente que apliquen consignas conservacionistas, o instrucciones para modificar las pautas de conducta. 6. La evolución conceptual y práctica de teorías que han estado cercanas o han influido a la educación para la conservación como es el caso de la sustentabilidad, la educación ambiental y la educación comunitaria, entre otras. Particular influencia al respecto tienen desde finales de los años noventa, los lineamientos de educación para la sustentabilidad de la UICN.5 7. La experiencia palpable de que existe, en muchos casos, una falsa dicotomía entre protección ambiental y desarrollo económico. Lo que ha llevado a los educadores ambientales a integrar alternativas de desarrollo comunitario de manera intrínseca en sus prácticas educativas, y desde las cuales se propone un cambio que va del paradigma de desarrollismo hacia la sustentabilidad.

4. La confirmación de que para generar resultados relevantes en materia educativa los senderos interpretativos, los cursos y talleres, los periódicos murales, los folletos y carteles, y las charlas sobre la biodiversidad y otros temas resultan muy importantes, pero también insuficientes, sobre todo si se dan de una manera aislada y escasamente 5. La UICN publica en el 2002 el libro: “Education and Sustainability. Responding to the Global Challenge”, en el que establece dentro de los principios de la educación para el desarrollo sustentable: resaltar los valores de la diversidad biológica y cultural; reconocer que los recursos son finitos; educar para la equidad y el empoderamiento de la mujer; desarrollar la conciencia regional y planetaria, y educar en el compromiso y la solidaridad con los más pobres; un enfoque muy diferente al que originalmente tuvo la educación para la conservación, incluso en el mismo organismo internacional.

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EL CONCEPTO ACTUAL

El concepto que empieza a predominar entre los educadores de las AP del país, como lo demuestran los encuentros regionales y nacionales realizados, tiende a generar una correspondencia con el sentido más avanzado y crítico de la sustentabilidad, es decir, pone énfasis en aspectos como la participación social, la complejidad, la indesligable relación entre desarrollo humano y cuidado de los ecosistemas, además de otros elementos. Lo anterior no niega que el concepto de conservación mantiene su propio dinamismo y evolución, combinando los aspectos relacionados con la protección, el manejo y la restauración de la biodiversidad. Ahora bien, esto no tendrá posibilidad de éxito sin el aporte de la ciencia, los saberes culturales y las herramientas de gestión ambiental, lo cual demanda la incorporación de procesos educativos integrales con una perspectiva sistémica, holística y compleja.

Los factores anteriores han estado atravesados, como puede percibirse, por un principio que ha cobrado mayor presencia en las últimas décadas en nuestro país: la necesidad de incrementar la participación de las comunidades en el establecimiento, manejo y cuidado de las Áreas Protegidas. Sólo cuando éstas se conviertan en actores interesados, activos y corresponsables directos se podrá aspirar a una protección ecológica efectiva, y ello atraviesa necesariamente por procesos educativos de largo aliento. Este principio ha conducido en forma paulatina al personal de las Áreas hacia prácticas educativas que se van distanciando del enfoque tradicional de la educación para la conservación, e incursionan en marcos teóricos y metodológicos más completos y complejos, como los que ofrece la teoría de la educación ambiental con la visión de la sustentabilidad.

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El concepto que de manera institucional la CONANP reconoce para plantear su función educativa, refleja las políticas actuales sobre la aspiración para alcanzar la sustentabilidad, de manera que ésta permita la integración de las dimensiones sociales (económica, política, cultural, ética, tecnológica y otras) y las ecológicas desde su actividad pedagógica. En este contexto, el educador para la sustentabilidad que trabaja en las AP está comprendiendo que su papel no sólo requiere del conocimiento de los conceptos ecológicos y de habilidades pedagógicas para diseñar y operar procesos de enseñanza-aprendizaje, sino que también le implica atender, y prepararse para ello, las dimensiones políticas y organizativas, de diagnóstico y planificación, técnicoproductivas y comunicativas, entre otras. Esto en razón de que a la educación le corresponde ser un proceso paralelo y permanente que acompaña y fortalece los procesos de investigación, gestión ambiental, organización y participación social, así como de incorporación de criterios ecológicos a los procesos de producción, entre otras tareas que se llevan a cabo en las AP.

En tal sentido, ahora se puede hablar de una tendencia de cambio, en el enfoque de la educación que se realiza en las Áreas Protegidas. Desde luego, no puede negarse que existen grupos, como sucede en cualquier proceso social, que se resisten a dicha transición, o al menos al cambio del término, por considerar que el concepto de educación para la conservación: I) posee suficientes virtudes para mantenerlo; II) ha dado y seguirá dando importantes resultados; III) sostiene una identidad de origen; o IV) permite enriquecer la discusión actual en torno al desarrollo sustentable. Por ello el debate, para bien, seguirá abierto. A continuación, se caracteriza el concepto que se busca impulsar desde las prácticas educativas realizadas en las Áreas Protegidas. No se trata de algo consolidado, como se mencionó anteriormente, sino de una orientación educativa que se encuentra en proceso de construcción.

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- Las prácticas educativas realizadas al interior de las AP no pueden desligarse de su dimensión política, al integrar las reflexiones del deterioro y abordar sus alternativas como una propuesta que vincula estrechamente la calidad de los ecosistemas con la calidad de vida de quienes los habitan o son beneficiados por su influencia. - El diseño curricular en las AP no puede fijarse sólo a partir de los intereses y programas que tienen las instituciones, requiere que se contemple también la percepción e intereses de todos los actores sociales involucrados en la conservación, especialmente los comunitarios, lo cual implica la realización de diagnósticos que permitan ubicar la percepción de los sujetos sociales, así como las estrategias para incorporarlos.

Gran parte de los educadores de las Áreas del país tienen claro que el papel político de la educación (que vale insistir, no tiene nada que ver con partidos, sino con los fines últimos que persiguen los procesos formativos), es la generación de actores sociales con esquemas de operación bajo los principios de la sustentabilidad, como un eficaz camino y una práctica que dota de sentido a la labor educativa para la conservación. Por lo tanto, el propósito político de la sustentabilidad puesto en las AP, genera una serie de referentes teóricos que orientan el impulso de una sociedad distinta, en la cual las prácticas sociales y de construcción del conocimiento rebasen la protección ecológica y vayan hasta la creación de sinergia y comunicación entre los actores del desarrollo local, ensanchando con ello la labor educativa y sus marcos de explicación. Este concepto renovado de la educación en las AP implica un proceso abierto a una permanente redefinición, en lo teórico y en lo operativo, en la que las opiniones e intereses de los actores sociales vinculados con dichas Áreas no solamente tienen cabida, sino que resultan indispensables. En tal sentido, la educación para la sustentabilidad es un proceso abierto a su reconfiguración y no un fin en sí misma. 14

Por lo anterior, la educación que se busca en las AP es una que tenga como características y principios orientadores aquellos que los propios educadores de dichas áreas han venido señalando en los encuentros nacionales y regionales en los que han abordado el tema:

- Por lo anterior, los contenidos abordados en los programas educativos de las ÁP no pueden reducirse a cuestiones ligadas con la biodiversidad y su importancia, sino que les implica caminar hacia aspectos relacionados con el desarrollo de capacidades de autogestión comunitaria y de transformación de la realidad, que permitan generar procesos favorables a la equidad y la justicia social.

- La educación para la sustentabilidad no es elemento suficiente para garantizar la conservación ecológica ni el desarrollo humano, requiere de una amplia red de articulaciones con distintas esferas y actores de la sociedad; por lo tanto, en términos estratégicos no puede quedar como un elemento aislado o suelto en la planificación institucional de las AP. - Debido a que la educación es un proceso colectivo, es necesario construir comunidades de aprendizaje, en las que las personas se inserten para crear proyectos grupales de conservación, donde el compromiso no sea solamente con el cuidado de la naturaleza, sino también con la generación de nuevas condiciones de vida para quienes enfrentan las situaciones de mayor marginación social y económica. Las comunidades de aprendizaje son espacios que pueden favorecer los procesos de maduración social, al educar y paralelamente resolver los distintos intereses en juego y los consecuentes conflictos sociales que existen alrededor de las AP.

- Los procesos educativos vinculados a la conservación no pueden limitarse a impartir contenidos aplicables, sino que deben ir hasta la construcción de saberes significativos, esto implica un diálogo social que permita ubicar los intereses, necesidades, retos y perspectivas que distintos actores de la sociedad tienen sobre las AP. - La educación no es sólo la transferencia de conocimientos científicos relevantes ni un desfile de exhortaciones a través de varios medios, de hecho esto no garantiza el compromiso con la conservación; la educación exige crear lazos afectivos con la naturaleza y una ética ambiental, lo cual conlleva procesos largos y sistemáticos. - La educación para la sustentabilidad impulsa una visión sistémica que permite ver el deterioro ecológico no sólo como un fenómeno aislado circunscrito a un mal manejo de los ecosistemas, sino como parte de una trama compleja en la que las dimensiones sociales juegan un rol importante en su explicación. 15

- El vínculo entre la comunicación y la educación debe trascender el pragmatismo y la verticalidad con que se diseñan y emiten estrategias para que la gente “sepa”, “diga” o “haga”. Ello implica diseñar prácticas horizontales de comunicación educativa enfocadas a que la gente piense, decida y construya por sí misma sus escenarios de sustentabilidad, se organice y dialogue con otros sujetos para conseguir sus metas en colectividad. - Resulta indispensable fortalecer el vínculo entre la educación para la sustentabilidad que se impulsa en las AP y el currículo escolar. En la medida que los programas de educación de las multicitadas Áreas logren insertarse en los temas y contenidos de los programas oficiales de los distintos niveles de la educación formal, tendrán la posibilidad de ser mejor aceptados por los profesores, y las visitas a las AP tendrán un sentido formativo de mayor significado.

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- Un concepto clave en la educación es la de responsabilidad, que implica para todos los actores sociales involucrados, comprender y comprometerse con la solución a los problemas de las AP. Ello conduce al establecimiento de alianzas entre los distintos ámbitos de gobierno y la sociedad civil, en un marco de transparencia y confiabilidad. En síntesis, hay una firme tendencia a que la educación para la sustentabilidad en las AP del país sea entendida como un proceso permanente e integral dirigido a formar, principalmente a través de comunidades de aprendizaje, a seres humanos capaces de construir conocimientos y prácticas para comprender y solucionar problemas relacionados con la sociedad y la naturaleza, para lo cual desarrollarán sus capacidades de raciocinio, motoras, emocionales, de interacción social y ecológica, artísticas y espirituales.

PROGRAMA DE EDUCACIÓN PARA LA SUSTENTABILIDAD A NIVEL NACIONAL

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ACCIONES NECESARIAS EN EL ÁMBITO NACIONAL DE LA CONANP PARA FORTALECER LA EDUCACIÓN PARA LA SUSTENTABILIDAD EN LAS AP Legislación y normatividad

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OBJETIVOS

ACCIONES CRUCIALES

1. Elevar el nivel de conocimiento y la capacidad de interpretación en todos los educadores de las AP sobre la legislación ambiental y la normatividad institucional para mejorar sus prácticas de conservación.

Apoyo (con financiamiento, asesoría y capacitación) para el diseño de cursos introductorios y diplomados sobre el tema que se realicen en cada AP (Oficinas centrales y regionales; así como el Cecadesu). Coordinación en el diseño y producción materiales educativos dirigidos a los educadores y demás funcionarios de las AP, con el tema de la legislación ambiental. (Oficinas centrales/ jurídico).

2. Incrementar el interés y la cultura de la responsabilidad ambiental por la vía de la difusión de la legislación entre la población local.

Impulso y apoyo (con asesorías y financiamiento) al programa de difusión sobre los elementos legislativos básicos entre la población (spots radiofónicos, materiales impresos, cursos comunitarios, conferencias, entre otros) que se realice en cada AP, en las direcciones regionales y en las Oficinas centrales.

3. Crear las mejores condiciones normativas para el desarrollo operativo de la educación para la sustentabilidad en las AP.

Establecimiento explícito en los documentos institucionales y en las instancias y mecanismos internos de la incorporación de los educadores en la planeación y operación de las acciones de las AP. (Oficinas Centrales y Direcciones regionales). Diseño y operación de un programa que permita la construcción colectiva de un Manual de Procedimientos en el que se especifiquen y normen las funciones y atribuciones de los educadores de las AP. (Oficinas centrales y direcciones regionales). Definición, de manera colectiva, de funciones específicas de los educadores de las AP y del representante regional para que sean incorporadas en los documentos normativos de la CONANP. (Oficinas centrales y direcciones regionales). Incorporación en las reglas de operación del PET la realización de acciones de educación para la sustentabilidad. (Oficinas centrales, Direcciones regionales y AP). En el

OBJETIVOS

ACCIONES CRUCIALES

caso del PROCODES, dar cumplimiento a las reglas de operación que asignan a la capacitación (la cual incluye educación ambiental) el 20% de los recursos. (Oficinas centrales, direcciones regionales y AP).

4. Impulsar la inclusión de la educación para la sustentabilidad en la ley de educación federal y en la de los estados.

Generación de una estrategia institucional y asesoría para la elaboración, por parte de los educadores de las AP, de una serie de propuestas legislativas para que la educación para la sustentabilidad esté presente de manera explicita y obligatoria en los cuerpos legales vinculados a la educación, la conservación y el desarrollo sustentable. (Oficinas centrales, direcciones regionales y las AP). Gestión a nivel nacional y estatal de las propuestas que permitan que la educación para la sustentabilidad quede incorporada con más fuerza en el Sistema Educativo Nacional. (Oficinas Centrales y Direcciones regionales).

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Financiamiento

OBJETIVOS

ACCIONES CRUCIALES

1. Incrementar los montos de financiamiento interno a la educación para la sustentabilidad por parte de la CONANP

Generación de políticas de financiamiento en apoyo a las AP, haciendo que en los recursos fiscales y los financiamientos logrados se considere un porcentaje definido para las actividades educativas. (Oficinas centrales, regionales y AP).

OBJETIVOS

Capacitación y orientación para la elaboración de programas locales y regionales de financiamientos que incluyan fuentes, portafolio de proyectos y mecanismos de gestión. (Direcciones regionales y AP).

Capacitación a los educadores de las AP para que, con base en su programa de trabajo, especifiquen y soliciten los recursos necesarios para llevar a cabo su programa anual y la creación de políticas y mecanismos institucionales que permitan esto. (Oficinas regionales). Planeación oportuna para hacer frente a los procesos administrativos del manejo de los recursos. (Oficinas centrales, regionales y AP). Recomendación de una política con la cual, al menos, el 10% del presupuesto de cada AP (expresado en el POA) se destine a la Educación para la Sustentabilidad. (Direcciones regionales).

2. Construir mecanismos de descentralización que generen más autonomía y capacidad en la gestión y manejo de recursos financieros con el fin de incrementar los fondos externos para las acciones de educación para la sustentabilidad

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ACCIONES CRUCIALES

3. Gestionar decisiones políticas, en los tres ámbitos de gobierno, que favorezcan el financiamiento de la educación para la sustentabilidad en las AP

Establecimiento de una estrategia nacional que, junto con otros actores sociales, permita buscar que los congresos y autoridades garanticen recursos para la educación para la sustentabilidad (porcentaje fijo anual, fondos permanentes o fideicomisos, entre otros). Oficinas centrales. Gestión institucional para articular esfuerzos educativos con otras instituciones, tanto del sector ambiental como de otros, para incrementar los montos financieros dedicados a esta labor. (Oficinas centrales y regionales).

Montaje en las regiones de instancias institucionales encargadas de gestionar recursos financieros para las acciones educativas. (Oficinas centrales y direcciones regionales).

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Planificación

Formación y profesionalización

OBJETIVOS

ACCIONES CRUCIALES

1. Incrementar la presencia explícita y transversal de la educación para la sustentabilidad que permita asegurar que los procedimientos e instrumentos de planificación en las AP le den centralidad a este campo.

Apoyo y capacitación para que en las AP se realicen análisis y modificaciones a los procedimientos e instrumentos de planificación para que la educación para la sustentabilidad sea un elemento relevante y se eleve la gestión y la coordinación colectiva en este campo. (Direcciones regionales).

2. Fortalecer la planeación y ejecución de los programas y actividades de educación para la sustentabilidad en las Áreas co-administradas

Creación de espacios de discusión, análisis, planeación y colaboración con las Áreas co-administradas, a fin de que se ajusten a los lineamientos del Programa Nacional y regional de cada Àrea. (Direcciones regionales y co-administradas).

3. Fortalecer la interlocución entre oficinas centrales y las regiones y las AP para garantizar que tanto los objetivos como las metas en materia de educación para la sustentabilidad se definan con elementos aportados por la gente que hace el trabajo directo dentro de las AP.

Ajuste y reforzamiento de los procedimientos e instrumentos de planificación para que garanticen que la participación de los educadores de las AP quede incorporada. (Direcciones regionales y AP). Diseño e instrumentación de políticas y normas para integrar transversalmente las actividades educativas en el diseño, instrumentación y evaluación de programas y proyectos, con base en equipos intersectoriales y multidisciplinarios. (Oficinas centrales, direcciones regionales y AP).

OBJETIVOS

ACCIONES CRUCIALES

1. Incrementar el compromiso personal de los educadores de las áreas protegidas en el cumplimiento de los programas de trabajo.

Apoyo a las AP para el diseño e implementación de procesos de inducción que generen un significativo compromiso con la misión de la CONANP. (Oficinas centrales y regionales) Instrumentación de políticas de motivación laboral y fortalecimiento de la identidad institucional para los educadores, y, en general, para el personal de las AP. (Oficinas centrales y regionales).

2. Elevar la sensibilización y el conocimiento sobre la educación para la sustentabilidad entre distintos actores institucionales que puedan contribuir a su fortalecimiento.

Establecimiento de un proceso de sensibilización en educación para la sustentabilidad en todos los niveles de las AP y a otros sectores del gobierno, a través de diferentes medios que contribuyan a comprender la importancia y los aportes de la educación para la sustentabilidad. (Oficinas centrales, AP y direcciones regionales). Implementación de un programa de información e inducción sobre los elementos básicos de la educación para la sustentabilidad dirigido a los voluntarios, prestadores de servicio, tesistas y otros actores vinculados con la conservación. (Oficinas centrales, direcciones regionales y AP). Apoyo con asesoría y recursos humanos para la realización de talleres con la finalidad de formar en temas ambientales a periodistas y encargados de medios. (Oficinas centrales, direcciones regionales y AP). Involucramiento de todo el personal de las AP en la ejecución de programas y actividades educativas, sobre todo cuando éstas requieren de una mayor promoción,

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OBJETIVOS

ACCIONES CRUCIALES

OBJETIVOS

Involucramiento de los educadores en los espacios de diseño, instrumentación, evaluación y seguimiento de proyectos multidisciplinarios e intersectoriales. (Oficinas centrales y regionales).

organización y coordinación (Caso: Semana Nacional por la Conservación). (Oficinas centrales, direcciones regionales y AP).

3. Incrementar la formación de los educadores de las AP para que adquieran mayores competencias en el manejo de enfoques integrales y complejos, y eleven su conocimiento sobre aspectos pedagógicos.

Generación de un sistema nacional permanente de formación para los educadores (diplomados, cursos, talleres, manuales, etc.) que apoyen los esfuerzos realizados en las direcciones regionales y en las AP. (Oficinas centrales).

Compromiso de los directores de AP para garantizar la asistencia de los educadores ambientales a por lo menos dos eventos de intercambio de experiencias y de capacitación al año fuera de las AP. (Oficinas centrales y regionales).

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Promover mecanismos de selección (por ejemplo, convocatorias públicas y exámenes) para garantizar que el personal que ingrese a la institución para realizar labores educativas cuente con el interés y las competencias necesarias. (Oficinas centrales, regionales y AP).

Apoyo con financiamiento y asesoría para el diseño de una estrategia que permita la formación de formadores en materia de educación para la sustentabilidad (con temas como: pedagogía, ciencias sociales, elaboración de materiales educativos, metodología de la investigación, aplicación a la educación de los enfoques multiculturales y holísticos, entre otros) que responda a las necesidades derivadas de las funciones de la CONANP. (Oficinas centrales). Apoyo con financiamiento y asesoría para el diseño de una estrategia de cultura para la conservación en cada AP (Oficinas centrales, regionales y AP).

ACCIONES CRUCIALES

Elaboración y distribución de un manual de inducción para el educador ambiental de las AP. (Oficinas centrales). Difusión de las ofertas de formación en materia de educación para la sustentabilidad, a nivel nacional. (oficinas centrales y regionales). 4. Mejorar el status profesional de los educadores para la sustentabilidad de la CONANP

Promover, ante el Comisionado Nacional, el establecimiento de directrices que respalden oficialmente las actividades de formación y capacitación que emprendan los educadores de la CONANP, a fin de lograr la acreditación profesional y certificación de sus competencias. (Oficinas centrales y regionales). Promoción de políticas laborales que garanticen mejores condiciones salariales para los educadores de AP. (Oficinas centrales y regionales).

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Fortalecimiento Institucional OBJETIVOS

ACCIONES CRUCIALES

1. Garantizar la coordinación, el intercambio de experiencias y el diseño y ejecución de procesos articulados entre todas las AP de una región, y a nivel nacional, en materia de educación para la sustentabilidad

Creación, validación o fortalecimiento, según sea el caso, de la figura de enlace regional de educación para la sustentabilidad apoyada por un cuerpo colegiado, con estructura y manual de funciones que, con mecanismos transparentes y evaluación frecuente, favorezca la consolidación de la educación para la sustentabilidad en la CONANP. (Direcciones regionales y AP). Promover que el educador ambiental se dedique en exclusivo a operar el programa educativo. (Oficinas centrales, regionales y AP). Impulso el reconocimiento de la educación en el organigrama de la CONANP tanto a nivel nacional y regional como de cada AP. (Oficinas centrales, regionales y AP). Promover la coordinación intrainstitucional para concretar un compromiso conjunto alrededor del programa de educación para la sustentabilidad. (Oficinas centrales y regionales).

2. Lograr una visión interdisciplinaria sobre la realidad de las AP que favorezca el desarrollo de alternativas de solución a los problemas enfrentados en ellas.

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Promover la generación de equipos multidisciplinarios para construir diagnósticos de los contextos y propuestas de solución a los problemas enfrentados en las AP. (Las AP).

OBJETIVOS

ACCIONES CRUCIALES

3. Fortalecer la autonomía de las AP y de las regiones en cuanto a la planificación local y la programación de actividades.

Promoción de una mayor autonomía para la generación de acciones de comunicación y educación en función del presupuesto y necesidades de cada AP (Direcciones regionales y AP).

4. Fortalecer el desempeño de las funciones sustantivas de la CONANP a través de una incorporación más amplia de la educación para la sustentabilidad

Diseño de una Estrategia Nacional de Cultura para la Conservación que, entre otras acciones, fortalezca y dé seguimiento al Programa Nacional y a los Programas regionales de educación para la sustentabilidad, a fin de que la educación sea un componente transversal en las funciones de la Conanp. (Oficinas centrales y direcciones regionales). Participación en la elaboración de un código de conducta ambiental para la modificación de hábitos respecto al ahorro de recursos y el saneamiento ambiental en las AP. (Oficinas centrales, regionales y AP). Fomentar, cuando sea pertinente, la presencia de los directores de las AP en las comunidades para apoyar las actividades de educación y conservación. (Direcciones regionales y AP). Promover que la educación para la sustentabilidad sea una prioridad en la planeación de las acciones de la AP. (Direcciones regionales y AP).

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Generación de conocimientos OBJETIVOS

ACCIONES CRUCIALES

1. Incrementar la investigación en educación para la sustentabilidad y elevar las competencias de los educadores de las AP para la investigación aplicada y la cualitativa.

Fomentar la generación de diagnósticos y proyectos de investigación en educación para la sustentabilidad, así como la búsqueda de financiamiento, con el fin de utilizarlos para el diseño de estrategias y programas propios en la materia. (Oficinas centrales, direcciones regionales y AP). Impulso y asesoría para el acopio, procesamiento e interpretación de la información generada en los programas de educación para la sustentabilidad en las AP y en las regiones para producir conocimiento con ello. (Oficinas centrales y regionales). Diseño e implementación de un programa de difusión de experiencias en materia de investigación y educación para la sustentabilidad. (Oficinas centrales, regionales y AP).

Sistematización y evaluación OBJETIVOS

1. Impulsar un programa de sistematización y evaluación para las actividades de cultura para la conservación desarrolladas por las AP.

ACCIONES CRUCIALES

Otorgamiento de facilidades para la asignación de un equipo consultor que conduzca la ejecución del sistema de análisis y evaluación a nivel nacional. (Oficinas centrales). Fomento y asesoría para la ejecución de acciones colectivas para generar métodos, indicadores, parámetros e instrumentos de evaluación del trabajo educativo de cada AP. (Oficinas centrales). Convocatoria al diseño y realización de evaluaciones internas (autoevaluaciones) para medir el rendimiento, el impacto (lo que implica la generación de indicadores) y la dirección de los programas educativos, y en general los de cada AP, preferentemente de manera anual. (Oficinas centrales, regionales y AP). Promoción de encuentros nacionales para el establecimiento de un programa de sistematización y evaluación de experiencias de cultura para la conservación. (Oficinas centrales, regionales y AP).

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Divulgación y comunicación

OBJETIVOS

ACCIONES CRUCIALES

1. Incorporar o reforzar las acciones de educación para la sustentabilidad a partir del conocimiento (científico y tradicional) que existe sobre las AP de la región

Apoyo a la creación de mecanismos (reuniones, boletines, etc.) que permitan a los educadores tener acceso a la información científica actualizada sobre las AP. (Oficinas centrales y direcciones regionales). Apoyo técnico (en conjunto con el Cecadesu) para que cada AP y región diseñen y produzcan materiales educativos (atractivos, sencillos, prácticos y amenos) y de páginas web que permitan a los educadores divulgar el conocimiento científico y tradicional que sobre las AP se genera. (Oficinas centrales). Diseñar y publicar una revista regional sobre educación para la sustentabilidad que incluya temas relacionados (Direcciones Regionales y AP). Aprovechar los espacios en los medios de comunicación social para difundir las experiencias sobre la educación para la sustentablilidad.

2. Generar conciencia, aprecio y conocimiento entre los habitantes que viven en las AP o sus alrededores sobre la extensión e importancia de las mismas para elevar su compromiso con la conservación.

Diseño y ejecución de acciones de comunicación educativa dirigidas hacia los habitantes de las AP. (Oficinas centrales y regionales).

OBJETIVOS

ACCIONES CRUCIALES Impulso para que en las AP y en las regiones se aprovechen actividades artísticas y culturales para favorecer la divulgación y la comunicación para la conservación. (AP). Aportar contenidos sobre las AP y las regiones como insumo para la generación de notas en los medios de comunicación impresos y electrónicos. (AP y regionales).

3. Participar en espacios y medios académicos para divulgar las experiencias y resultados que en materia de educación para la sustentabilidad tengan las AP.

Diseño y ejecución de un proyecto de difusión de la información generada por las AP, específicamente en materia de educación para la sustentabilidad. (Oficinas centrales, direcciones regionales y AP). Asistencia a eventos académicos en los que se puedan intercambiar experiencias e ideas alrededor de los temas educativos. (Oficinas centrales, direcciones regionales y AP). Apoyo en la elaboración, difusión y promoción de las versiones didácticas de los programas de conservación y manejo de las AP. (Oficinas centrales, regionales y AP). Desarrollar centros documentales en cada uno de los Centros de Comunicación y Cultura, con contenidos educativos para la sustentabilidad. (Oficinas centrales y AP).

Creación de centros de interpretación ambiental en cada AP, que reflejen sus características socioambientales. (AP). Apoyar la apertura de espacios en los medios de comunicación, estableciendo líneas y diferentes acciones que posicionen a las AP en el ámbito local y regional. (Oficinas centrales, regionales y AP).

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OBJETIVOS 1. Fortalecer el trabajo intrainstitucional e intersectorial para ampliar el impacto de las acciones educativas

ACCIONES CRUCIALES Involucrar a otras áreas a fin de ampliar el impacto de las acciones en materia de educación para la sustentabilidad. (Oficinas centrales, regionales y AP). Intensificar la participación de la CONANP en los espacios de coordinación interinstitucional para la formulación y seguimiento de la Agenda XXI, cuya ejecución debe propiciar la intervención de todos los actores sociales. (Oficinas centrales, regionales y AP). Apoyo a la realización de talleres para la reflexión y formulación de nuevos modelos de coordinación intra e interinstitucional, con los cuales se estimule un enfoque de planeación transversal y multidisciplinario. (Oficinas centrales, regionales y AP). Establecimiento de alianzas y convenios específicos y formales que permitan trabajar de manera mancomunada con otras instituciones. (Oficinas centrales, regionales y AP).

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Acciones de articulación con otras instancias y organizaciones sociales para potenciar la educación para la sustentabilidad en las AP

Impulso, vía seminarios, reuniones técnicas y articulaciones operativas, entre otros mecanismos, para lograr una sinergia intra e interinstitucional para el desarrollo y operación de programas de educación para la sustentabilidad. (Oficinas centrales, regionales y AP). Participar en las estrategias de coordinación de programas de atención a comunidades marginadas, impulsados por organismos como el Desarrollo Integral de la Familia y la Comisión Nacional de Atención a los Pueblos Indígenas. (Direcciones regionales y AP). 33

OBJETIVOS

ACCIONES CRUCIALES Implementación de esfuerzos de capacitación y actualización permanente de promotores comunitarios de las AP, especialmente en los temas clave para la sustentabilidad. (AP).

2. Fortalecer las unidades funcionales regionales para que impulsen la coordinación en materia de educación para la sustentabilidad.

Impulso y otorgamiento de facilidades, desde la dirigencia de la CONANP, para que los educadores de la región participen en las actividades de la red de educadores ambientales para la conservación y otras instancias afines. (Direcciones regionales y AP). Impulso a la relación con los gobiernos locales para la coordinación de acciones para la educación en las AP; así como la elaboración de una agenda de trabajo. (Direcciones regionales y AP). Fortalecimiento de la relación con organismos internacionales de cooperación financiera en materia de educación para la sustentabilidad. (Oficinas centrales). Vinculación más estrecha de la CONANP con las instituciones educativas locales, para el desarrollo de estrategias y metodologías que vinculen la escuela con los programas de conservación de las AP. (Direcciones regionales y AP). Articularse con los esfuerzos contemplados en los planes estatales de educación, capacitación y comunicación ambientales impulsados por el CECADESU. (Oficinas centrales, regionales y AP).

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Acciones prioritarias de atención a los actores sociales usuarios de las AP

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OBJETIVOS

1. Diseñar e instrumentar acciones educativas para la sustentabilidad que refuercen la capacidad de las comunidades para identificar y resolver problemas ambientales

ACCIONES CRUCIALES

Participación en la elaboración de diagnósticos de la realidad social y ecológica de las AP. (Direcciones regionales y AP). Aplicación en las actividades educativas de enfoques que consideren no sólo la enseñanza de temas ecológicos, sino que fortalezcan a las comunidades como actores sociales. (Direcciones regionales y AP). Reforzamiento en la educación escolar de las comunidades, de la valoración del patrimonio natural y cultural. (AP). Creación de espacios colectivos que permitan la participación comunitaria en la evaluación del impacto de las acciones de la educación para la sustentabilidad de las AP. (AP). Desarrollo de esfuerzos educativos que valoren las prácticas tradicionales y la diversificación productiva, considerando su identidad cultural. (Direcciones regionales y AP).

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Como se estableció al inicio, este documento deberá seguirse depurando y actualizando, por lo que requiere de una revisión permanente que permitirá enriquecer su contenido. Finalmente, se reitera el agradecimiento por la generosidad profesional brindada por los asistentes a los talleres regional y nacional, y se espera que el presente Programa haya podido recuperar las aportaciones realizadas, y que se constituya en un elemento de diálogo entre los educadores de la CONANP, quienes mostraron durante el proceso de formulación capacidad técnica, compromiso social e intenciones de mejorar su desempeño laboral en materia de educación para la sustentabilidad. 37

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