PRÓLOGO ERNESTO CASTILLO SALAVERRY: UN CANTO PÓSTUMO. por Julio Valle-Castillo

Ernesto Castillo Salaverry PRÓLOGO ERNESTO CASTILLO SALAVERRY: UN CANTO PÓSTUMO por Julio Valle-Castillo La producción poética de Ernesto Castill

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Ernesto Castillo Salaverry



PRÓLOGO ERNESTO CASTILLO SALAVERRY: UN CANTO PÓSTUMO por Julio Valle-Castillo La producción poética de Ernesto Castillo fue abundante. Castillo Salaverry, casi no elaboraba sus textos, están tal y cual salían de sus manos; estaba aún en esa etapa de creación borboteante y espontánea. No obstante, sus poemas, que carecen en su mayoría de títulos y que sólo tienen a veces la fecha: día, mes, año, suerte de diario en verso, diario poético, revelan en su factura madurez, dominio formal y transmiten, dejan entrever vitalidad, ternura contenida, fatalidad. Si bien es cierto que estos poemas son breves, sencillos, directos, coloquiales, también es verdad que son complejos. En ellos, el sentimiento amoroso, casi obsesivo y la conciencia histórica, el presentimiento de la muerte y la certeza ciega del triunfo se entremezclan, se combinan y conviven con iguales energías y con igual dinamismo en un mismo poema. Hombres de vida épica y de poesía lírica, es un lírico: de aquí que su poesía por muy vivencial, autobiográfica que sea, no cede a las referencias circundantes ni circunstanciales; sus anécdotas no tienen nombres propios de lugares ni personas, están sometidas a una atmósfera de discreción, de voz baja, susurro o confesión. Sin embargo, se sabe que algunos de sus poemas tenían un interlocutor concreto: la novia, la cuñada o Gaspar García Laviana. A veces sus poemas evocan a los grandes epigramáticos lati2





Antología Póstuma

nos, Catulo y Marcial y a los actualizadores de esos líricos en lengua española. Aún más, su epigrama más que moderno es primitivo, porque recupera el sentido primordial del epigrama.; epi, sobre… escribir sobre las cosas y los seres sin la posterior amargura o aguijón. Sus letras, sus signos aparecen transcritos sobre la propia lápida. Los epitafios epigramáticos y los epigramas con paladar de epitafio son frecuentes en Ernesto Castillo, como en el mismo Leonel Rugama. Poesía testamentaria; pero sin escándalos ni desgarraduras ni estoicismo. Poesía en estado natural. Distante de todo lo literario, sin pretensiones librescas, no quedó organizada ni dividida en secciones temáticas ni cronológicas. Poesía con toda la vida ya póstuma. Una voz que habla después de la muerte como afirmación rotunda de la vida natural. El fuego, las llamas al viento no tienen forma rígida ni fija. He aquí un canto póstumo: una hoguera encendida en plena tiniebla. Libro de poemas: Antología póstuma. Managua, Ministerio de Cultura, 1981. Antologías: Poesía política nicaragüense. Managua, Ministerio de Cultura 1986. Selección y prólogo de Francisco de Asís Fernández. Musas en guerra. México, Joaquín Mortiz, 1987, prólogo, selección, bibliografía y notas de José Miguel Oviedo. Flor y canto. Managua, Centro Nicaragüense de Escritores / Norad, 1998, por Ernesto Cardenal. El siglo de la poesía en Nicaragua, tomo III, Managua, Fondo Cultural de Centroa América . Serie literaria n 15. Selección, introducciones y notas de Julio Valle-Castillo, en 2005. 3

Ernesto Castillo Salaverry







Antología Póstuma

A Ernesto Castillo, mi sobrino

HOMENAJE

Recuerdo Ernesto cuando volviste de tu entrenamiento y hablabas de armas “lindísimas” que habías aprendido a manejar, “... es linda, mamá” le decías a tu mamá, como quien habla de la belleza de una muchacha. Después una bala de francotirador te dio en la cara cuando saltabas a la calle en León gritando, para animar a los de tu escuadra que te seguían: ¡PATRIA LIBRE O MORIR! Poeta caído a los veinte años. Estoy pensando en esto Ernesto ahora que los niños son besados por los soldados y hay un taller de poesía en la Policía y el Ejército de Alfabetización con su uniforme azul y gris está regado por todo el país, y hay Reforma Agraria y los niños vendeperiódicos y limpiabotas son llevados a jugar y.... bueno, de verdad que fueron lindísimas esas armas (y recuerdo el brillo de tus ojos cuando lo decías). Ernesto Cardenal



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(Vuelos de Victoria)

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Antología Póstuma

Epitafio Ernesto Castillo Salaverry 1957-1978 JAMÁS me sentí solo ni en el cuarto de mi casa donde me acompañaba tu ausencia como una canción triste y terca. Ni en el Instituto Químico de Barcelona ni en Costa Rica. Durante el entrenamiento en Cuba tuve hermanos, compañeros y cuando salté a las calles a levantar barricadas y agitar a León en la insurrección de septiembre me rocé, anduve codo a codo con la Muerte. Hasta mi fosa es una fosa común cerca del Hospital San Vicente. Ni en vida ni muerte estuve solo y menos ya en Revolución, sólo vos nunca quisiste estar conmigo ni siquierta dejaste tu nombre inscrito sobre mi lápida.

ERNESTO CASTILLO Comandante de gloria eterna ¡Oh, Ernesto Castillo! Tu poder y gloria junto a una bazuca destruyendo tanques y tanquetas levantando la bandera roja y negra.





Félix Alberto Vigil Gurdián (Barricada)

Julio Valle-Castillo (Materia Jubilosa)

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Poemas

(1971-1978)

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Llegué a pensar que mis poemas eran hechos por los atardeceres lluviosos, por los paseos en las calles solitarias, por las noches inmensas. Hasta había pensado publicarlos; pero me he dado cuenta que todo lo que escribo es porque aun te sigo queriendo, más que ayer, menos que mañana.

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Se asustan de lo que escribo; apenas ven muerte o suicidio comienzan a hablarme del amor, del futuro, de la felicidad que nos rodea.

Dicen que soy contradictorio, que mis poemas no reflejan mi personalidad.

Es por eso que voy a usar mi vieja máscara, la del muchacho tranquilo, serio, responsable, que sólo escribe poemas de amor.

Creen conocerme y en realidad conocen a otra persona, pues yo soy mis poemas, aquél que habla a la noche, lágrimas y otras angustias; yo soy lo que escribo; y lo que ustedes ven no es más que una máscara.

Pero en la soledad de mi cuarto seguiré abriendo túneles.

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Soy extrovertido alegre, feliz, nunca demuestro la más mínima tristeza.

apenas ven muerte

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4 Cuando a veces, en medio del humo de los cigarros arrojan tu nombre, los compañeros que recuerda con nostalgia el queso de crema, nacatamales el domingo en la mañana o vigorón en el parque de Granada, yo les pregunto: ¿Dónde existe ese país que inspira en Ustedes tan agradables recuerdos? Porque, aunque conozco uno que tiene lagos azules, montañas húmedas oliendo a vida, me es difícil comentarlo porque la sangre derramándose en las cámaras de tortura ahoga el recuerdo, humedece la mirada, y me da ganas de decirles que Ustedes no son NICARAGÜENSES.



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5 Pero este poema llegará a ti y sabrás que te sigo queriendo y nadie podrá adorarte después de mi muerte como yo lo hice, pues tengo en mi tumba tus besos más cálidos, tus caricias más íntimas, tus palabras de amor que sólo a mí diste, tus miradas tristes que aun me acompañan. Yo sólo espero el momento. te veré de pies ante mi tumba, con los ojos tristes. Te veré leyendo mis versos a través de tus lágrimas, y sabrás que tu olvido es peor que la muerte; Y este poema te hará recordarme y saldré de la muerte para unirme contigo en tus sueños. Despertarás con lágrimas en tus ojos y mi nombre en tus labios.

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Presiento mi muerte… 12

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12 Agosto / 76 14



6 Antier vino a contarme los problemas que tenía con su novia. Nos sentamos en la hamaca a platicar el cómo y el por qué de su pelea con mi amiga. Con los ojos tristes me dijo que iba a dejar a su novia porque existía un amor más fuerte (y sus ojos brillaban de felicidad), y se despidió sin decirme quién lo apartaba de su novia (de 4 años); pero hoy, al ver su cuerpo ensangrentado en los periódicos, repletos de “terrorista”, “guerrillero”, “criminal”, lloro orgulloso al saber que lo perdimos por la Patria.



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7 Descifré la clave de tu cuerpo juntando besos largos como poemas a caricias en noche estrellada con la luna iluminando tus labios.

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8 Te subes a tu carro último modelo con tocacintas, aire acondicionado y todas las extras posibles; Llevas en la bolsa suficiente marihuana para pasar la noche en la onda. pasas recogiendo a la chavala (no te acuerdas del nombre), que sabe a lo que va, y juntos enfilan su camino hacia la fiesta que estará repleta de muchachos como vos, de carros último modelo, de muchachas sin nombre, que saben a lo que van. Se repiten los saludos y

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abrazos llenos de insinuaciones que hacen reír tu ignorancia; lentamente te sumerges en el remolino de cuerpos que se engañan en el baile. Más tarde las parejas buscan el encuentro a oscuras, en sus carros último modelo o en moteles caros, con música ambiental y servicio de restaurante, por supuesto. Luego de vaciar tu apetito sexual dejas a tu amiga en su casa, donde estará sola entre su familia burguesa que aplaude el que salga con un “muchacho de sociedad”. Llegas a tu casa te bajas del carro, lo revisas por si ha quedado algo olvidado, entras a tu cuarto y apagas la luz. Pero el sueño no llega y te pones a pensar en la jornada que acabas de dejar atrás y te recreas en el placer 17

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de rescatar los actos de esa noche; más, algo te falta, no te sientes completo,

todo te parece vacío, carente de significado, y se asoman a tu mente caras hambrientas, barrios miserables torturas y brutalidades, y te das cuenta que has participado esta noche en la opresión de tu pueblo, has engrosado las filas de los verdugos; Y crees que es tarde para rectificar y te duermes con la conciencia alborotada, pero resignado a saber que el próximo viernes irás a la fiesta en tu otro carro último modelo, con otra muchacha de la que no sabes el nombre.

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9 Pesa en el alma la noticia; pero juntos, todos adelante iremos a luchar y a morir, si nuestra muerte es como la de aquellos que murieron, desafiando el terror que oprime a Nicaragua, para liberarnos

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10 En la oscuridad de la montaña te recuerdo, compañero, esperando la columna que se acerca lentamente como presintiendo el peligo que acecha, como viento el rifle que empuñan mis manos. aun siento el peso de tu cuerpo resbaloso por la sangre, oigo tus gemidos en el canto de los libros que acompañan mi soledad. Te mantaron una noche como ésta, llena de amor, de recuerdos, de esperanza. Eras el primero en el combate y tu nombre fue ejemplo para aquél que iniciaba su tarea redentora de oprimidos. 20

Nadie supo el origen







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Nadie supo el origen del disparo que desfiguró tu rostro llevándose los ojos que tantas noches había explorado. Recuerdo que al llegar al campamento, no te reíste de mis poemas de amor, que ya nunca volveré a escribir, me enseñaste el manejo de las armas, la preparación de la emboscada, la disciplina. Poco a poco fuiste trasladando tu fuerza revolucionaria al burgués que apareció con el folder de poemas a la novia, el muchacho que de pronto se encontró metido en el combate, en medio del humo de los rifles… 21

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en las tardes lluviosas 11

He perdido mi nombre en las tardes lluviosas, en medio de edificios grises y parques solitarios.

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12 Me sorprendí llorando así, de pronto, sin ningún motivo (¿O es que necesito motivo?)

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Conservar sólo recuerdos no es necesario; es mejor comenzar de nuevo, Resdescubrir caricias, inventar nuevas formas de querernos.

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14 No es solo con besos o palabras que parecen caricias, que te quiero. He inventado un lenguaje de amor que los demás ni se imaginan. Hoy en el cine provoqué sonrisas aun sin verte, deslicé mis dedos port u cara y fue como si los mejores poemas que podia escribir inundaran tu cuerpo. Hasta el viento me ayuda a quererte, la noche es cómplice de nuestra felicidad, y nadie lo sabe, pues es tan lindo el secreto que solo porque te quiero lo comparto. 25

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A veces en medio de un pensamiento siento una gran alegría que a todos les parece inexplicable; pero Tú y Yo conocemos perfectamente.

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insatisfecho

No uso palabras, pues aunque diga atardeceres con nubes como tristezas pasadas, noche estrellada con viento envolviendo nuestro cuerpos, siempre quedo insatisfecho de esas frases, trato de mostrar todo lo bello que comunicas a las cosas.

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Leíste mis poemas y te gustaron, o al menos eso dijiste. me aseguraste que llegaron a tu alma y que fueron comprendidos. Pero cuando preguntaste quién los inspiró supe que fue en vano mi regalo.

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17 A veces pienso que sería mejor olvidarte, que estos poemas no debieran ser escritos aunque los sienta en estas manos, fuertes, seguros. No tienen ninguna perspectiva, si acaso un folletito, una revista universitaria, o unas manos que tantas veces me acariciarion y que ahora descubro que sin ellas no pudo escribir estos tus poemas.



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¿Por qué debo esperar las palabras si tus silencios son poemas?

ninguna perspectiva 28

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19 Puse un disco de música moderna, puro ruido - como dicen los viejos -. además seguí leyendo la novela, esa tan apasionante que va de intriga en intriga; pero fue en vano, no pude apartar de mi mente que te quiero.

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20 Me he prohibido sonreírte, no quiero que me veas a los ojos, pues podrías infiltrarte en mi tristeza; Y es tan mía, o mejor dicho, pertenezco tanto a ella, que no me deja compartila.

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Me arrepiento de aquellos poemas en los que puse tu nombre, de aquellas tardes cuando el silencio era compartido. Me arrepiento de caricias resbalando port u cuerpo como lluvia, como lágrimas.

Una sonrisa estúpida premió mis poemas, una sonrisa estúpida te alejó de mí.

Ahora es tarde y me quieres, y tu amor aunque pinte estrellas y la luna inmensa no lo quiero.

y la luna inmensa 32

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23 Me he propuesto conquistarte a base de miradas y sonrisas, pues las palabras no podrían explicar qué pasa en mí cuando estás cerca. Creo que te has dado cuenta de mi plan; Pero te finges indiferente al mensaje que analizas a solas en tu cuarto. Examinas científicamente el escalofrío que te causa mi mirada y es en vano que busques otra respuesta; Sólo hay una, y es que ambos nos deseamos.

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No es que se haya roto nuestra comunicación, sino que las palabras no me sirven, siempre quedo insatisfecho de mis líneas. Es por eso que he ido acumulando tus cartas, guardando letras detrás de mis dedos, reservando mis respuestas para volcarlas sobre tu cuerpo el día que pueda alcanzarte.

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Podría no ser parte de tu futuro; pero a veces tu silencio o los sonidos que aprisionas hacen que guarde esperanzas en el fondo de mis poemas

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Aun en estos momentos, los más duros, lo más difíciles, puedo apartar unas palabras y remitírtelas a tí, que tántas has recibido. este poema no está escrito para tí, ya no puedo decirte más de lo que te he dicho; Este poema no está escrito para tí, ya no puedo decirte más de lo que te he dicho; Este poema es solo el recuerdo de otros poemas, de otras frases.

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20 Mayo / 78 38

Hay momentos en que es fácil escribirte: Esos instantes en que la tarde se me mete en la piel, en que busco los rincones para estar contigo.



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¿Qué soy para tí? No interesa, porque es suficiente motivo para un poema lo que tú eres para mí. Más que una mujer, todo un bello recuerdo que a veces me asalta y enreda mis sueños en tu cuerpo.

17 Junio / 78

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29 Es muy probable que pasen años antes de juntarnos nuevamente. Pero mis poemas seguirán llegando a tus manos, por cualquier medio porque cada vez que te recuerdo acuden palabras que no te dije aquellos días y que ahora escribo disimuladas, ocultas en frases como éstas, porque aún no encuentro algo que pueda explicarnos.



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30 Van a ser una sorpresa para tí estos poemas. Cuántas noches habrás pensado en mí, en dónde estoy, qué estoy haciendo. Tal vez lees los periódicos de otra forma como temiendo encontrarme. realmente, no importa el lugar desde donde te escribo, si estoy contigo escribiéndote, Aunque estos poemas puedan perderse, tu recuerdo siempre quedará en el aire.

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Esos poemas no son revolucionarios, dirá la gente. Pero tú y yo sabemos que si te hablo de amor, que si te digo que quiero estar contigo, estoy diciendo que voy a luchar por ello, porque tú y yo y todos los jóvenes nicaragüenses pueden querese en una sociedad libre y basada en el amor.



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Tú me obligas a escribir estos versos que no tienen razón, porque a mí no me sirven; preferiría no escribirlos y decírtelos al oído.

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Guardá bien estos poemas, los originales, las copias, porque más adelante te los pedirán otros, para publicarlos cuando las condiciones que estamos creando con nuestra lucho así lo permitan.



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34 No soy el mismo que conociste, tu hermana puede confirmalo. Tampoco es igual la forma de quererte; Ahora el amor que siento por tí (más inmenso que antes) está unido a un gran amor, el amor a una causa, un amor que me exige más que el tuyo y que a la vez me hace quererte más aún.

1 Julio / 78

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Si pudiera tenerte entre mis brazos, desnudos los dos, me limitaría a besarte suavemente cada centímetro de tu cuerpo, especialmente aquellos que me reservaste, porque aunque otro te posea, no podrá hacerlo tan bello como tú y yo lo hacíamos



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36 Más adelante quizás no tenga tiempo de escribirte, vienen importante momentos, decisivas acciones que exigente de este aprendiz de poeta que cambia su pluma; Pero aun en medio de la luca estará conmigo todos los que quiero, Y tú destacando entre todos ellos.

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37 Sé que es difícil para tí, pero podés ser feliz aunque no me veas; Pero yo te tengo y estoy dentro de tí, como aquellas noches.



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38 Tengo ganas de escribirte pero más ganas aún de tenerte cerca; Es por eso que este poema encierra tu nombre: aunque no lo veas, es para tí.

4 Julio / 78

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Algo horrible está pasándome como si tú hubieras muerto, como si nunca te hubiera conocido, como si de pronto todos lo que quiere y todos los que me quieren hubiera muerto. Quisiera tenerte y no soltarte nunca, vivir contigo, ser tu sombra, ser tu sexo.



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Sinceramente, no creí quererte tanto como para escribir tu nombre de tan diferentes maneras, en tan diferentes poemas.

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42 Sólo tú sabrás que pude ver el camión que venía frente a mí, sólo tú sabrás que no fue jugando con la pistola que se me disparó.

Tal vez deje de escribir esta clase de poemas; Voy a rechazar todos los recuerdos y tratar de olvidarte; Para eso debo destruir páginas que solo intentan acercarte.

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Sabrás que la gente se equivoca al llorarme pensando en mis 18 años, sufriendo al pensar en un muchacho alegre, que tenía todo, menos a ti.

menos a ti

Tal vez alguien piense en ti, pero nunca ligarán tu nombre al accidente que hará que te olvide para siempre. Desearás retrocer en el tiempo y entregarte a mí las noches que te negabas a mi amor. Por lo que me diste y por lo que me negaste, te quiero, y ese será mi último pensamiento.

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Aunque había planeado el desenlace: un cuarto de motel un viernes por la noche no creí enredarme tanto en tu cuerpo como para pedirte que te cases conmigo.

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44 Si hubieras nacido En otro país, Si hubiéramos conocido Otro tipo de sociedad, Seríamos una pareja feliz, Que hace planes sobre el futuro, Que se escriben poemas y cartas de amor, Y toda nuestra preocupación Y todos nuestros problemas Serían nuestras relaciones. Pero nacimos en Nicaragua, Nos conocimos Y nos queremos En este país. Nos escribimos cartas y poesías, Pero no de amor, Sino de lucha, Cartas que hablan de compañeros asesinados, Poemas que circulan clandestinamente. Nuestros problemas Son los problemas de nuestro pueblo. Sin embargo, estoy seguro De que nuestro amor, No puede ser más grande, Pues además de ser nuestro, Es de todo el pueblo, Y es suficiente. 55

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45 Sé que estas cerca a la vuelta de una noche, o tal vez esperando que termine este poema; pero he sido prevenido por mis pesadillas, por la ciudad bajo la lluvia. Sólo me falta ultimar unos cuantos detalles reunir mis poemas, mandártelos por correo y quemar tus cartas para que sólo tú sepas la causa de mi muerte.

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7:28, qué más da. Esas cifras se disuelven en el tiempo que he vivido. Nada significa esa hora para nadie, sólo la mirada al reloj, para luego olvidar ese acto reflejo. Pero esos números marcan la hora de mi muerte.

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47 Sé que estas cerca a la vuelta de una noche, o tal vez esperando que termine este poema; pero he sido prevenido por mis pesadillas, por la ciudad bajo la lluvia. Sólo me falta ultimar unos cuantos detalles reunir mis poemas, mandártelos por correo y quemar tus cartas para que sólo tú sepas la causa de mi muerte.

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7:28, qué más da. Esas cifras se disuelven en el tiempo que he vivido. Nada significa esa hora para nadie, sólo la mirada al reloj, para luego olvidar ese acto reflejo. Pero esos números marcan la hora de mi muerte.

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no me dejes morir

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Porque vivo cuando te veo por favor no me dejes morir.



No es la duda, no, de eso estoy seguro. Es que a veces me siento muy pequeño frente a tan inmensa lucha. Como si la fuerza de mis manos, de mis palabras, de mi convicción revolucionaria, no fuera suficiente. Es entonces cuando acudo a mis hermanos, compañeros de lucha, hombres como yo, tal vez con manos más fuertes que las mías, o con palabras más seguras, pero hombres al fin. Entonces… somos grandes, inmensamente fuertes, porque estamos unidos, pero más que nada porque todo nuestro pueblo nos respalda.

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51 Gracias por haberme dado tus besos, tus momentos de alegría y soledad, gracias por haber compartido mis problemas. Sólo puedo dejarte mis poemas y mis recuerdos, el de las noches silenciosas con mis manos resbalando por tu cuerpo y mis ojos brillando al acercar nuestras bocas. Te veo releyendo mis cartas y mis poemas recordando el por que de cada frase tratando de revivir mi amor en cada una de esas páginas.

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Te dejaré mi sensación de soledad, pues donde voy no me alcanzarás, y en tus noches de insomnio, recordarás que nunca podré acudir a tu lado, que ya no tendrás ni mi lejana presencia, pues mi cuerpo será consumido por los gusanos, que borrarán las huellas de tus besos en mi cuello. El tiempo hará polvo mis huesos, todos me olvidarán, pero tú a veces sentirás deseos de llorar; un velo de tristeza caerá sobre ti y mi recuerdo asomará tus ojos.

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Después de los disparos después de los golpes después de las sirenas después de la sangre ha quedado en el aire un silencio de muerte.



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53 Aunque nadie lo dice, tal vez por la censura, hay una razón o un temor flotando en el calor de la ciudad. Ya no impresionan esas fotos de tu prensa; rostros bañados en sangre, ni la página de sucesos, donde cada día salen los reportes de la Cruz Roja cada vez más grande. ¿Por qué la gente es muerta en carretera?

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un silencio de muerte

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Ayer leí en los periódicos la noticia de tu muerte. Ni tu nombre agregaré a la lista de los mártires; basta ya de teorías, libros y folletos: ocuparé tu puesto.

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55 Fueron sólo tres meses esperando los periódicos acechando tu nombre en los rumbos que cruzaban la frontera. Eran tantas las noticias las fotos en primera plana, los comunicados de la G.N. Quise leer, por ejemplo, algún poema que no tuviera cisnes, pitonisas o, peor aun, Dios. Pero tuve que leer hojas sueltas sin firma, o firmadas por todos los que a veces escribíamos la palabra REVOLUCIÓN con alegría.

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Donde los desconocidos derramaron su sangre, ahí donde dejaron un recuerdo oloroso a pólvora, ahí donde los guardias incendiaron ranchos, donde el avión destrozó aldeas, levantaremos escuelas, cooperativas, hospitales con los nombres de aquellos que murieron sin verlas.

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57 Aunque mi vida no alcance el día de la victoria no será en vano mi lucha, pues en la alegría del pueblo habrá un sentimiento de tristeza revuelto con esperanza, y dirán entonces: ¡Compañeros! ¡Recordemos a aquellos caídos en combate! Entonces todos sabrán que no fue un gesto inútil el mío, el de muchos que sabemos que, aunque no lo veamos nosotros, está cerca el día.

¡Compañeros! 68

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58 Larga es la lista de mártires revolucionarios; Sé que es doloroso el camino de la Liberación; Pero si caigo, otro ocupará mi puesto y tal vez luche más tiempo que yo, y su trabajo unido al que se ha hecho, logre al fin la victoria.

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59 Las calles mojadas por la lluvia reflejan la noche. Me deslizo en el camino como tratando de prolongar los pasos que han de llevarme a la muerte.

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60 Las manchas de sangre en el pavimento… Fotos tomadas en la morgue… Compañeros: aunque duela y pese la tristeza de la muerte, debemos empujar nuestro dolor y unirnos como un hombre; Untar fuerzas y atacar, atacar en nombre de aquellos que mueren por nosotros, por el pueblo, por su Patria. No dejemos sin castigo esos crímenes; Juntemos el dolor de ver a nuestro pueblo oprimido, explotado, al dolor por la muerte de los líderes. Es ahora, compañeros, que hay que demostrar que no es un hombre, sino un pueblo entero el que lucha. 72



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61 Algunos son para tu hermana; Que los disfrute Si le gustan, Si no, Que los acepte, Porque fue ella Quien los creó; No todos, Unos cuantos. Los demás están dispersos En nombres de mujeres que ya hubiera olvidado, de no haberlos escrito en mis poemas. Los últimos, Los más receientes Son tuyos, Antes no estaba seguro. Estos poemas Y estos sentimientos son tuyos Porque te los ganaste.

Septiembre / 78

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Presiento mi muerte







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en las pesadillas

62 Presiento mi muerte en las pesadillas que asaltan mis sueños; se presentan de pronto, después de tu olvido; un momento antes, sólo tú y yo, y luego me veo ante mi tumba; observo mi nombre grabado en la losa y nadie que lea esas letras sabrá que te quise, nadie que llore ante ella llorará como tú. Veo que tú llegas con los ojos tristes a ponerme flores regadas con llanto. Pasan los años y las flores se secan y mueren solitarias; te veo venir y pasas de largo, olvidaste mi tumba y sólo sonríes, lees con cuidado hasta

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dar con el nombre que tantas veces escribiste junto a la frase “te quiero”. Quedas un momento queriendo sentir dolor y tristeza; pero es en vano, y sólo tus labios susurran plegarias que de nada sirven y tú ya lo sabes. Piensas que esta será la última vez que vendrás ante mí, pues sólo te trae “malos recuerdos”, sólo te deja la sonrisa triste y niegas tus besos al novio que espera en tu casa y él ya comprende que al día siguiente habrás olvidado la visita a mi tumba y volverá a tener tus caricia, como yo las tuve.

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Deseo que en mi tumba, Junto a la fecha De mi muerte, Sea grabado tu nombre.

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