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Cinco pasos para que la economía cubana crezca: Propuestas concretas para Cuba y para los EEUU en el último año del Presidente Obama
Por Michael W. Klein y Pavel Vidal
El Centro para América Latina Adrienne Arsht es, un programa dentro del Atlantic Council que está expandiendo el conocimiento de lo que llamamos, la nueva América Latina, a través de diversas comunidades de influencia, y mediante el posicionamiento de la región como un socio estratégico y económico en la comunidad transatlántica. Inyectamos nuevas ideas y recomendaciones de política innovadoras que destacan América Latina. De este modo, se crea un diálogo político que proyecta la agenda de la región hacia Estados Unidos y Europa. Este informe está escrito y publicado en conformidad con las políticas del Atlantic Council, y es intelectualmente independiente. Los autores son los únicos responsables de su análisis y recomendaciones. El Atlantic Council y sus donantes no determinan, ni respaldan o abogan por ninguna de las conclusiones de este informe. El Atlantic Council promueve el liderazgo y el compromiso constructivo en los asuntos internacionales basado en el papel central de la Comunidad del Atlántico en el cumplimiento de los retos globales. Para obtener más información, por favor visite www. AtlanticCouncil.org. © 2015 The Atlantic Council of the United States. Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio sin el permiso por escrito del Atlantic Council, excepto en el caso de breves citas en artículos de noticias, artículos críticos o revisiones. Por favor, dirija sus preguntas a: Atlantic Council 1030 15th Street NW, 12th Floor Washington, DC 20005
Acknowledgements Este reporte fue producido con la invaluable ayuda de colegas del Atlantic Council. En el Centro para América Latina Adrienne Arsht, Carmen Muñoz, Directora Asistente, dirigió el proyecto desde su conceptualización hasta su publicación. Andrea Saldarriaga Jiménez, Asistente de Proyectos, colaboró con la traducción al Español del reporte original. Quisiéramos agradecer a Romain Warnault, Director Asistente de Publicaciones, del departamento de comunicaciones, por su disponibilidad y trabajo contínuo. Así como también a nuestro consultor, James Kimer, quien diseñó nuevamente un excelente reporte y micrositio.
Cinco pasos para que la economía cubana crezca: Propuestas concretas para Cuba y para los EEUU en el último año del Presidente Obama
Por Michael W. Klein y Pavel Vidal
Cinco pasos para que la economía cubana crezca
Prefacio
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Cuando el presidente Obama viaje a Cuba el próximo 21 de marzo, será testigo de un sector privado más robusto que desde el 17 de diciembre del 2014 ha venido creciendo. Un mayor flujo de turistas americanos ha resultado en un aumento de clientes para los dueños de las pequeñas empresas cubanas. La eliminación de los límites a las remesas también ha permitido una mayor liquidez de dólares y capital. Negocios como Airbnb y Sprint, populares en los Estados Unidos, ya operan en Cuba. El Congreso estadounidense eliminará, eventualmente, el embargo. Mientras tanto, hay cosas por hacer. Los Estados Unidos y Cuba deben empezar a poner en marcha un sistema financiero funcional que mejore, sustancialmente, la vida de los cubanos.
Un sector financiero mejorado y ampliado le permitirá a nuevas empresas acceder a capital inicial, le proveerá a empresas existentes los recursos necesarios para crecer, y abrirá la puerta a ciudadanos cubanos para que puedan pedir préstamos para la compra de viviendas y otros bienes. Un sistema de pagos más moderno y eficiente aumentaría la eficacia de las empresas cubanas y ayudaría a disminuir la presión financiera a los hogares cubanos. Para cumplir con estos objetivos, es necesario
Peter Schechter Director Adrienne Arsht Latin America Center AT L A N T I C C O U N C I L
empezar con un plan a corto plazo, y sentar las bases para que Cuba forme parte de las instituciones financieras internacionales; comenzando con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Claro está que los cubanos tienen que quererlo, pero el apoyo de los Estados Unidos es clave para abrir esta oportunidad. Dar luz verde a este proceso -a pesar de la legislación actual- puede ser una de las últimas grandes e irreversibles decisiones que la administración del presidente Obama puede tomar para fortalecer y empoderar al pueblo cubano. El BID puede ayudar a derribar obstáculos estructurales de las siguientes maneras: al ayudar a unificar el sistema de doble moneda de Cuba; al hacer frente a la poca oferta de bancos y a la falta de opciones de microfinanciación; al aumentar el acceso a la banca móvil; y al reconstruir la frágil infraestructura de la isla a través de asociaciones público-privadas internacionales. Hasta que no haya avance en estos temas, el acceso a una importante y sustancial inversión internacional será una batalla cuesta arriba.
El objetivo final es uno que compartimos todos: un sector privado robusto que pueda contrarrestar el dominio del Estado, que garantice mayores libertades económicas, y que proporcione una mejor calidad de vida para los cubanos.
Jason Marczak Deputy Director Adrienne Arsht Latin America Center 1
Cinco pasos para que la economía cubana crezca
Tabla de Contenidos 3 Introducción 4 El panorama financiero de Cuba hoy en día: muy pocos bancos y demasiadas monedas
6 Reforma financiera y monetaria: cinco prioridades urgentes Liberalización financiera Unificación monetaria y reforma Banca para cuentapropistas: préstamos al por menor y microfinanzas Banca para “un tipo común y corriente:” servicios para depositantes Integración internacional
12 Conclusiones Recomendamos al gobierno cubano En términos específicos de las finanzas, el gobierno estadounidense debería
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Cinco pasos para que la economía cubana crezca
Introducción Cuba está en la encrucijada. El año pasado estuvo marcado por la apertura sin precedentes en la relación con los Estados Unidos, inimaginable en noviembre de 2014. La Unión Europea está ahora a punto de rubricar un acuerdo bilateral de cooperación y diálogo político con Cuba. En abril, el Partido Comunista de Cuba va a celebrar su séptimo congreso. Como resultado de todos estos acontecimientos, empresas europeas y latinoamericanas están mostrando interés en invertir en el país. Con el mundo en cambio constante, el gobierno cubano debe estudiar con cautela como debe adaptar su sistema financiero para integrarse satisfactoriamente en el nuevo paradigma internacional. Los cambios económicos ya están claramente produciéndose: los pequeños negocios privados
están incrementando en numerosas áreas y nuevos flujos de remesas y capitales están entrando en la isla. El apoyo a estos emprendedores es un objetivo central de la política estadounidense, pero el desarrollo financiero y la reforma monetaria son también imprescindibles para la mejoría de la economía cubana. Seguramente estos temas no copan los titulares informativos a diferencia del embargo comercial y la prohibición de viajar, pero ambos son de capital importancia para el éxito de Cuba. ¿Cuál es el estado actual de las finanzas y del sistema monetario? Y, ¿cuáles son los problemas que impiden avanzar a las partes interesadas en los Estados Unidos y en Cuba hacia una mayor integración financiera global? Durante la última década el gobierno cubano
Presidente Barack Obama y President Raúl Castro en la Cumbre de las Américas AT L A N T I C C O U N C I L
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ha introducido cambios graduales e importantes en sus políticas económicas. Sin embargo, mucho más debe hacerse para llegar al objetivo final: la consolidación de un sector privado más dinámico que permita una reducción del sector estatal. Cabe esperar que este cambio lleve a las restantes empresas gubernamentales a ser más eficientes y a poder pagar salarios más altos.
En este asunto, el desarrollo financiero del país tiene un papel importante que desempeñar. Un sector financiero mejorado y ampliado va a permitir que las nuevas empresas tengan acceso al capital para ponerse en marcha, va a proporcionar recursos para que los negocios existentes crezcan y va a abrir la posibilidad a los ciudadanos cubanos de tomar dinero prestado para comprar alojamiento y otros bienes de consumo duraderos que necesiten. Un sistema de pagos más moderno va a incrementar la eficiencia de los negocios cubanos y a aliviar la presión sobre los hogares. Estos avances en el sector financiero requerirán una reforma monetaria, que es sin duda uno de los desafíos más grandes e importantes de los que va a tener que hacer frente el gobierno. El sistema actual de dos monedas contribuye a las distorsiones de los precios que ponen trabas a la economía y desalientan a los inversores extranjeros al tener que operar en ese sistema.
Mientras tanto, otros avances se podrían producir. Un cambio importante con respecto a las restricciones financieras ha sido la eliminación del límite en las remesas, pero esta medida va a favorecer desproporcionadamente a aquellos con parientes estadounidenses de la diáspora cubana. Para ayudar a una parte más amplia de la población cubana va a ser necesario reducir las restricciones sobre los bancos e instituciones financieras de los Estados Unidos y de otras naciones que operan en Cuba. Del mismo modo las empresas estadounidenses, así como los consumidores y empresas cubanos, se beneficiarían de la eliminación total de los controles de financiación de las exportaciones estadounidenses a Cuba y de las restricciones que impiden el uso de dólares americanos en las transacciones con Cuba. El Presidente también debería tomar las iniciativas políticas necesarias para que Cuba se pueda relacionar con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otras instituciones financieras internacionales. Pero, ¿qué más puede hacerse para enderezar el rumbo? Una vez situado el contexto, nos proponemos exponer los cinco principales desafíos para una mayor integración financiera de Cuba, y a la vez proponer nuestras recomendaciones sobre qué pueden hacer los Estados Unidos y Cuba para tomar juntos el camino del éxito.
Los pasos históricos llevados a cabo por la administración Obama que comenzaron en diciembre de 2014 son correcciones determinantes de la política estadounidense, pero el gobierno norteamericano puede hacer mucho más para contribuir al desarrollo financiero y por lo tanto fortalecer al sector privado. La principal prioridad debería ser por supuesto el levantamiento del embargo, tal y como el Presidente Obama sugirió en su último discurso sobre el Estado de la Unión. Esta sería una acción que permitiría un incremento del comercio en distintos ámbitos entre Cuba y los Estados Unidos.
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El Banco Popular de Ahorro en la ciudad de Matanzas, Cuba
El panorama financiero de Cuba hoy en día: muy pocos bancos y demasiadas monedas
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uba ha experimentado múltiples cambios en su estructura financiera en las dos últimas décadas. La mayoría de estos cambios fueron provocados como resultado del “periodo especial” en los años noventa cuando la economía cubana tuvo que adaptarse al colapso de la Unión Soviética. Actualmente hay en Cuba nueve bancos comerciales y otras quince instituciones financieras de tipo no bancario.1 La propiedad de ocho de los nueve bancos comerciales corresponde al estado cubano y el noveno pertenece al gobierno de Venezuela.
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Los bancos sin embargo no sirven a clientes minoristas como en otros países. El préstamo a los hogares para hipotecas o para comprar automóviles está muy limitado y no se proporcionan servicios financieros a los clientes, como por ejemplo tarjetas de crédito. Contrariamente, los bancos cubanos prestan mayoritariamente dinero a las empresas estatales y a los productores agrícolas privados. Cuba no tiene demasiados bancos, pero en cambio tiene demasiadas monedas. El sistema de doble moneda comenzó durante el periodo especial cuando, con un nivel de inflación que llegaba a los tres dígitos, las autoridades permitieron el uso
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del dólar americano (USD) en las transacciones junto con el peso cubano (CUP). En 2003 y 2004, el gobierno reemplazó el dólar americano por el peso cubano convertible (CUC) al cambio equivalente de un CUC por un USD. Hoy en día tanto el CUP como el CUC son expedidos por el banco central.
El sistema de doble moneda es un lastre muy importante para la estructura financiera de Cuba. Los precios relativos en estas dos monedas en general reflejan un tipo de cambio de 24:1; y los mercados al por menor pueden establecer los precios en cualquiera de ambas monedas. Los trabajadores de las empresas de propiedad estatal reciben sus salarios en CUPs. Las empresas de propiedad extranjera pagan a una agencia gubernamental de empleo en dólares americanos y esta paga entonces los salarios a los trabajadores de las empresas extranjeras en CUPs, pero a un tipo de cambio inferior a 24:1. Recientemente, en la zona económica especial de Mariel, los salarios de los trabajadores en CUPs se han incrementado a 10 CUPs por cada
dólar pagado a la agencia gubernamental de empleo. De igual modo, las cooperativas agrícolas que subministraban a los hoteles de propiedad extranjera recibían un CUP por cada dólar que el hotel pagaba al intermediario financiero estatal. Ahora estas cooperativas también reciben 10 CUPs por cada dólar.
El sistema de doble moneda sin embargo crea incentivos perversos. Por ejemplo, las empresas pueden comprar productos extranjeros con dólares comprados a un tipo de cambio favorable creando una dependencia excesiva en los bienes importados. Esta práctica lleva a decisiones distorsionadas que no reflejan la escasez real. El gobierno reconoce que la unificación monetaria es inevitable, pero esta va a comportar desafíos: inflación y desequilibrios en la balanza de pagos.comprados a un tipo de cambio favorable creando una dependencia excesiva en los bienes importados. Esta práctica lleva a decisiones distorsionadas que no reflejan la escasez real. El gobierno reconoce que la unificación monetaria es inevitable, pero esta va a comportar desafíos: inflación y desequilibrios en la balanza de pagos.
Reforma financiera y monetaria: cinco prioridades urgentes
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uba tiene enfrente cinco problemas principales en el ámbito financiero: la liberalización del sistema financiero; la unificación del sistema de doble moneda; el incremento del préstamo a pequeñas y medianas empresas; la provisión de más servicios financieros para su población; y, por último, su inclusión en el mercado internacional de capitales. Dar una respuesta acertada a estos desafíos va a estimular el crecimiento del sistema financiero cubano y va a mejorar el bienestar del pueblo de Cuba.
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1. Liberalización financiera La liberalización financiera implicaría que los bancos se convertirían en mucho más que instituciones de depósito de capitales, que es la función que ejercen hoy en día básicamente. A diferencia de la situación actual, la liberalización financiera permitiría a los nuevos bancos o a las sucursales o filiales de bancos extranjeros ejercer de instituciones de préstamo, las cuales aportarían crédito para la naciente clase emprendedora del AT L A N T I C C O U N C I L
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país. Esto ayudaría a promover un sector privado dinámico que crease empleo y ofreciera bienes y servicios al pueblo cubano. Una expansión de los servicios bancarios también incluiría préstamos para automóviles e hipotecas, unos servicios que ahora no están disponibles, y una expansión de los préstamos para adquirir bienes para mejorar los equipamientos del hogar y bienes de consumo costosos como, por ejemplo, frigoríficos.
La liberalización financiera también implicaría que los tipos de interés tanto para los depósitos como para los préstamos reflejaran los factores de mercado y de riesgo. Actualmente, el gobierno sitúa el tipo de interés máximo para los depósitos al 8 por ciento y para los préstamos en una horquilla que va del 9 al 15 por ciento, dependiendo del tipo de préstamo.2 La provisión de micropréstamos financieros por parte de los bancos (ver más adelante) se incrementaría si los prestatarios pagasen unos tipos de interés más elevados, que se podrían justificar a razón del riesgo y los costes de procesamiento. Al mismo tiempo, los bonos gubernamentales solo se pagan al 2,5 por ciento, lo cual es una bendición fiscal para el estado. Un sistema financiero liberalizado permitiría la creación de un mercado interbancario de bonos gubernamentales que establecería los precios de los bonos en base a los fundamentos básicos de la economía.
El proceso de cambio de un sistema bancario controlado por el gobierno y un sistema de préstamos dirigido a uno que incluya bancos privados extranjeros va a conllevar diversos retos. Un riesgo a tener en cuenta es la posibilidad de que un periodo de euforia venga seguido de uno de recortes, lo que podría derivar en un ciclo de altibajos. Una regulación apropiada y la supervisión del sector financiero son necesarias para evitar esta trampa. También es sumamente importante que el gobierno ni regule en exceso y asfixie al sector financiero, ni caiga en la tentación de dar instrucciones a los bancos para que financien proyectos políticamente atractivos, pero económicamente cuestionables. AT L A N T I C C O U N C I L
Recomendaciones Cuba: Una normativa liberalizadora para las instituciones financieras extranjeras en Cuba puede, si se gestiona debidamente, dar arranque a la liberalización financiera de modo que no se ponga en riesgo la estabilidad financiera. Multibank, el tercer banco de Panamá, ha anunciado planes para abrir una oficina en Cuba que ofrezca servicios bancarios a los negocios y ayude a respaldar el sistema financiero cubano.3 El gobierno de Cuba debería fomentar otros acuerdos similares.
United States: La administración Obama debería suspender los obstáculos al BID para que proporcione asistencia a Cuba. Existen distintas vías para realizar esta acción, incluyendo la abstención de los EE.UU. en un eventual voto en el consejo de directores del BID sobre la admisión de Cuba, o declarando que la cooperación entre el BID y Cuba responde al interés nacional de los EE.UU.
Un movimiento de estas características permitiría que el BID, así como el FMI, proporcionaran a Cuba la asistencia técnica que imperiosamente necesita—las asistencia del BID sería, no obstante, más aceptable políticamente para el gobierno cubano. Otra opción que evitaría cualquier ramificación legal en los EE.UU. sería que el respetado banco de desarrollo regional, la Corporación Andina de Fomento (CAF), del cual los Estados Unidos no forman parte, tomara la iniciativa y diera los primeros pasos en lo que se refiere a la supervisión de la asistencia técnica a Cuba.
2. Unificación monetaria y reforma
El “día cero,” el día prometido para la unificación monetaria, va a llegar de forma inevitable. Pero hasta entonces el sistema financiero permanece segmentado y los mercados distorsionados, lo 7
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que resulta en un raquítico nivel de crecimiento económico y desarrollo.
El sistema monetario dual acarrea unos costes enormes para el sector de los negocios. El tipo de cambio CUP-USD no refleja los precios relativos reales de las dos monedas. Esta discrepancia de precios distorsiona otros precios relativos, cosa que reduce la eficiencia económica y la adecuada asignación de recursos. En particular, los exportadores cubanos reciben un CUP por cada dólar que ganan. Por el contrario, los importadores cubanos pagan demasiado poco por sus dólares y, por consiguiente, por los bienes extranjeros que adquieren. Las empresas cubanas pueden obtener CUPs prestados, pero solo pueden utilizarlos dentro de la economía nacional. El sistema también alimenta las percepciones sobre las desigualdades en los ingresos. Los salarios en las áreas menos productivas de la economía se pagan en CUPs; mientras que los salarios en los sectores más dinámicos—como por ejemplo el turismo, la manufactura extranjera y la inversión en infraestructuras—se pagan ahora en CUCs.
Esta distinción ha dado lugar a la percepción (imperfecta) de que la dualidad monetaria es la mayor causa de la desigualdad. Pero esta sin embargo viene dada principalmente por el hecho de que los bajos salarios estatales reflejan una baja productividad, y no es porque los salarios se paguen en la moneda en la que se pagan. No obstante, los cambios en los precios relativos inmediatamente después de la unificación monetaria pueden afectar negativamente a los pobres y a los que gastan una proporción más alta de sus ingresos en comida y otros productos básicos, si los precios de estos bienes se incrementan de forma desproporcionada. La unificación de la moneda impactará el sistema monetario de Cuba de distintas maneras. Una va a ser el nuevo tipo de cambio con el dólar que va a tener la nueva moneda cubana. La
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unificación monetaria supondrá una devaluación del tipo de cambio 1:1 entre el CUP i el USD. El valor de la nueva moneda será una media aproximada entre este valor y el tipo de cambio 24:1 CUP-USD. La reciente decisión del gobierno de situar el tipo de cambio en 10:1 para los trabajadores en la zona de Mariel y para la venta de los productos agrícolas a los hoteles de propiedad extranjera puede dar una pista sobre el tipo de cambio que el gobierno tiene en mente para el día cero.
El resultado del nuevo tipo de cambio supondrá que las balanzas de pagos de bancos y empresas van a reflejar desequilibrios entre sus activos y pasivos, derivados de los tipos en los que CUCs i CUPs se habrán convertido en la nueva moneda. Además, el gobierno cubano ha prometido que la unificación de las monedas no afectará al valor de las cuentas bancarias de la gente, cosa que podría repercutir en costes fiscales para rescatar a los bancos que presenten desequilibrios monetarios. La unificación monetaria puede además proporcionar un incentivo positivo para los inversores extranjeros y por el emergente sector privado de Cuba. Con el cambio en el sistema monetario, los precios relativos van a reflejar finalmente la realidad económica. La unificación monetaria mejorará la transparencia, ayudará a que las decisiones económicas reflejen la escasez relativa y va a promover una evaluación más certera de los resultados económicos.
Recomendaciones
Cuba: Economic policy should not cancel the effects of devaluation, but it could be used to ease the transition by managing changes, especially to the most economically vulnerable. A successful transition requires clear rules and direction for subsequent monetary policy. On the fiscal front, the government will need to come up with new sources of revenue to replace funds obtained through the presence of the dual currency system and the CUP:US dollar fixed exchange rate. AT L A N T I C C O U N C I L
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Monetization of the deficit—printing money to finance government expenditures, leading to inflation—has dropped dramatically, but it is still significant. According to the Ministry of Prices and Finance, almost a third of the fiscal deficit since 2014 has been financed by monetization4. The Central Bank of Cuba will need to be transparent in its goals, and independent in its decision making.
United States: Allowing the IDB and the IMF to provide technical assistance to Cuba would be especially helpful for this complicated policy initiative. This first international institution assistance in years would not be in the form of large loans, but rather discreet advisory technical assistance. Cuba could benefit from the advice of institutions that have helped with transitioning economies all over the world— Vietnam, Albania, and Myanmar are just a few examples.
3. Banking for Cuentapropistas: Small-Scale Lending and Microfinance Small and medium-sized Cuban private enterprises, cuentapropistas, lack access to sufficient resources for continued growth and prosperity. The number of private businesses has
tripled since President Raúl Castro came to power, and the number of nonagricultural cooperatives and individuals leasing land has also grown5. To continue this trajectory, these enterprises, individuals, and cooperatives need access to credit for investment and working capital.
Although microfinance lending has expanded, it has been quite limited. Official figures from the Central Bank of Cuba show that in the wake of the November 2011 government banking reform, 378,011 people received financing worth 3.2 billion CUPs ($135 million at the current exchange rate) between 2012 and 2014. This means the average loan was about $360, an amount too small to finance a business. In fact, only 34 percent of lending went to individual farmers and small enterprises. Microenterprises accounted for only 2.6 percent of new loans. Almost two-thirds of this lending (63 percent) went to finance home construction and improvement, though some of this may represent microbusinesses, such as rooms for tourists6. Microfinance has been available only through local banks, as opposed to international microfinance banks or nongovernmental organizations (NGOs), which has presented a number of obstacles to its development. From the perspective of the banks, microfinance is expensive; the small size of the loans prevents the realization of scale economies. Moreover, the creditworthiness of borrowers is hard to establish given the lack of financial history of most Cubans. Another impediment is the lack of familiarity with the use of credit among business owners and entrepreneurs, a result of decades of a fully state-owned and operated political and economic system
Source: Central Bank of Cuba and International Monetary Fund.
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Recommendations.
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Cuba: The government should allow international microfinance banks and NGOs to provide microfinance. To date, the Cuban government has been reluctant to accept microfinance opportunities from abroad. The three state banks that are currently engaged in microfinance are not promoting partnerships with other stakeholders to expand microcredit.
International experience shows the necessity of strategic partnerships with municipal and provincial governments, regional enterprises, NGOs, and even universities and research centers that could activate microenterprise incubators. Local institutions act as guarantors, contribute to choosing the best projects, help identify local financial needs, and propose tailored microfinance services.
United States: The United States should liberalize the rules allowing banks and microfinance NGOs to operate in Cuba. The Treasury Department stated in January 2015 that a limited range of US projects that support microfinancing in Cuba will be allowed, although no projects have yet emerged. A broader range of US banking services for Cubans are still prohibited. These prohibitions should also be eliminated, although the Cuban’s government’s willingness to allow the presence of US banks is uncertain7.
4. Banking for un Tipo Común y Corriente: Services for Depositors
Another consequence of the small number of Cuban banks and limited access to technology is that Cubans do not benefit from banking services common in other countries. The number of bank branches per capita is not far from the average in Latin America, but Cuba greatly lags behind other Latin American countries in its number of automated teller machine (ATMs), with 7.3 per 100,000 adults in Cuba, as opposed to the regional 10
average of 35.6 [see table 1]. To bring Cuba up to par would require a five-fold increase in the number of ATMs. But this increase, even if possible in the near future, would likely not address deep regional disparities. Financial services are concentrated in Havana and the country’s provincial capitals. Access to banking services is limited and difficult in much of the rest of the country. Of the 498 ATMs in Cuba, 343 are in Havana. A similar disparity is found in debit cards. By the beginning of 2014, 1.2 million of the 1.6 million debit cards (75 percent) had been issued to residents of Havana, which has about 30 percent of the country’s economically active population8.
One possible way to expand the provision of banking services is through mobile banking, which operates through cell phones and over the Internet. It requires much less infrastructure than other ways of providing these services (a feature that has proven very important in other developing countries). In Africa, for example, mobile banking has dramatically expanded with an increase in cell phone coverage. Versions of Kenya’s M-Pesa system pioneered by the country’s largest cell phone company, Safaricom, have spread throughout Africa. These mobile banking services allow people without access to credit or banks to make purchases and payments, deposit savings, and transfer funds. The transfer of funds may be especially important in Cuba since remittances from the diaspora, which have always been important, are likely to grow with the removal of US limits.
But expanding mobile banking requires greater cell phone and Internet coverage. Although growing, coverage in Cuba still lags behind countries at similar levels of development. The state company Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) opened a number of areas for Wi-Fi connections in public places in 2015, but there are currently only thirty-five hotspots (with plans to open twenty more in 2016). The price of connection AT L A N T I C C O U N C I L
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is very high at $2 per hour.
Recommendations Cuba: The quickest way to jumpstart the provision of financial services is through mobile banking. For this reason (as well as others), the Cuban government needs to foster the expansion of Internet and cell phone services, as well as a wider use of information technology. In the short term, the capability to provide mobile banking may be beyond the capacity of Cuban banks. In addition, the Cuban government should permit more foreign bank branches.
United States: It is not the Cuban government alone that is keeping foreign bank branches from serving the Cuban people. The United States does not allow its private banks to provide financial services for Cubans in Cuba (as opposed to providing financial services for Cubans while they are in the United States, something that has recently become allowed). Banks in other countries also face possible US sanctions if they operate in Cuba.
The US government could facilitate the development of financial services in Cuba by removing its rules preventing banks from serving the Cuban people, and by making it clear that, with the elimination of these rules, foreign banks operating in Cuba will not be subject to US sanctions or fines. Finally, the United States could help the development of modern banking and mobile banking services in Cuba by allowing its companies to provide technology services, now prevented by the embargo.
5. International Integration
International financial integration could provide Cuba with resources from the world capital market to advance its development. The first key-step forward is membership in international financial institutions9. This would increase its capacity to attract foreign capital, reduce investor risk, support greater economic integration, and AT L A N T I C C O U N C I L
lower interest rates for international financing, as well as afford the Cuban government access to international technical assistance and training. Others are already taking important steps toward Cuba’s reintegration into the international financial community: Paris Club creditor nations recently forgave $8.5 billion of Cuba’s $11.1 billion debt, with restructured payments on the remaining debt10.
Stronger representation of foreign banks and financial institutions on the island could establish another important link between the Cuban financial system and the world capital market. These foreign banks are unlikely to meet the needs of small lenders, but they may be able to provide loans for public-sector and public-private enterprises (such as tourism) that would be necessary for large-scale projects.
Currently, there are nine offices representing foreign banks and four representative offices of nonbanking financial institutions in Cuba11. These foreign financial institutions only have license to represent their bank in operations with the Cuban economy, which allows them to provide management advice and to promote and coordinate business between Cuban enterprises and those from other countries12. They do not have branches on the island nor do they operate directly with borrowers or lenders. Two Spanish banks are shareholders (together with Cuban state-owned commercial banks) in some nonbanking financial institutions. Cuba’s presence on the US State Department’s list of State Sponsors of Terrorism had been an important impediment to its international financial integration. The country’s presence on this list, as well as the regulations of the US embargo on Cuba, made it illegal for financial institutions to receive US dollars from the Cuban economy. The US government actively pursued banks that violated this prohibition, leveling fines of $536 million on Credit Suisse in 2009 and $8.9 billion (including
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Conclusiones The Cuban government has a dominant role to play in determining the future landscape of the country’s financial markets. This is a multifaceted issue. Finance operates in combination with a constellation of other factors, including sound laws, institutions that respect property rights, and confidence that rules will not be arbitrarily changed to suit government activities. In addition, Cuban finance can be brought into the modern era only if financial firms and banks have access to information technology and computing power.
Recommendations for the Cuban Government
begin a gradual path of financial liberalization that includes appropriate oversight of financial institutions and the development of an interbank market in government securities; open the door to foreign bank branching in Cuba to jumpstart the provision of finance;
set the stage for a successful move to dia cero, when the currencies are unified, which includes determining and clearly signaling the unified exchange rate for the new currency; allow international microfinance providers and NGOs to offer microfinance in Cuba;
foster the expansion of online banking services and mobile banking to improve retail banking and customer access to finance; and
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integrate with the international financial system, with a good first step of seeking
membership in international financial institutions.
It is very possible that President Barack Obama will choose to travel to Cuba in his administration’s final year. With many of the diplomatic and political issues already resolved, financial matters could prove to be the leading edge of new cooperation between the two governments. While maneuvering space is limited by the congressionally-imposed embargo, the US Treasury could move more quickly and decisively to promote the financial and economic development of Cuba. The US Treasury has a very specific role to play in removing obstacles to the creation of a viable financial system that will improve the lives of Cubans and build on the many regulatory openings since December 2014.
Specifically in terms of finance, the US government should
remove financing restrictions for agricultural commodities and items;
liberalize banking rules to allow accounts for Cuban nationals that can be used both when in Cuba and abroad; move toward greater liberalization that would enable US banks to operate within Cuba;
allow the US dollar to be used for transactions with Cuba;
clearly signal to foreign banks that they will not be prosecuted for operating in Cuba; and remove obstacles to Cuban accession to international financial institutions.
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Notas Finales 1 See Central Bank of Cuba, “Financial Institutions,” http://www.bc.gob.cu/English/fin_institutions.asp
2 See Central Bank of Cuba, “Tasas De Interés,” http://www.bc.gob.cu/espanol/tasas_interes.asp (in Spanish)
3 See Caribbean Digital Network, “Important Panamanian Bank Hopes to Open Subsidiary in Cuba,” November 19, 2015, http:// www.caribbeandigitalnetwork.com/important-panamanian-bank-hopes-open-subsidiary-cuba/
4 See “Cuba Respaldará su Déficit Fiscal con Bonos Soberanos (+ Dictamen del Parlamento),” Cuba Debate, July 5, 2014, http:// www.cubadebate.cu/noticias/2014/07/05/cuba-respaldara-su-deficit-fiscal-con-bonos-soberanos-dictamen-del-parlamento/#. VmRn5I-cGUk 5 The liberalization of the private sector has had a significant impact on the employment composition. See Ernesto HernandezCata, “The Thinning of Cuba’s State Labor Force Had Slowed, but It Has Not Stopped,” Association for the Study of the Cuban Economy, November 17, 2015, http://www.ascecuba.org/ the-thinning-of-cubas-state-labor-force-had-slowed-but-it-has-not-stopped/
6 New data provided by the Central Bank of Cuba showed that, until July 2015, the total amount of credit had grown up to 5.1 billion Cuban pesos ($2.1 billion at the current exchange rate). See Yudy Castro Morales, “Puentes Crediticios Hacia el Sector no Estatal,” Gramma, October 5, 2015, http://www.granma.cu/cuba/2015-10-05/puentes-crediticios-hacia-el-sector-no-estatal
7 US Department of the Treasury, “Treasury and Commerce Announce Further Amendments to the Cuba Sanctions Regulations,” September 18, 2015, https://www.treasury.gov/press-center/press-releases/Pages/jl0169.aspx; US Department of the Treasury, “Fact Sheet: Treasury and Commerce Announce Regulatory Amendments to the Cuba Sanctions,” January 15, 2015, https://www. treasury.gov/press-center/press-releases/Pages/jl9740.aspx 8 For more details on the financial services provided by the Cuban banking system, see “El Sistema Bancario Cubano Necesita Perfeccionar y Ampliar sus Servicios,” Cuba Debate, November 7, 2013, http://www.cubadebate.cu/especiales/2013/11/07/ el-sistema-bancario-cubano-necesita-perfeccionar-y-ampliar-sus-servicios/#.VmRwfI-cGUk, and Hugo Néstor Peña Pupo, El Crédito Bancario a Personas Jurí�dicas y Naturales (Havana: Central Bank of Cuba, 2012), http://www.bc.gob.cu/Espanol/El%20 CREDITO%20BANCARIO%20A%20PERSONAS%20JURIDICAS%20Y%20NATURALES.pdf
9 Pavel Vidal and Scott Brown, Cuba’s Economic Reintegration: Begin with the International Financial Institutions Atlantic Council, 2015. 10 Marc Frank and Leigh Thomas, “Exclusive—Cuba’s Debt Deal: Easy Terms, but Severe Penalties if Late Again,” Reuters, December 15, 2015, http://www.reuters.com/article/us-cuba-debt-exclusive-idUSKBN0TY23C20151215 11 Central Bank of Cuba, “Financial Institutions,” op. cit.
12 See Central Bank of Cuba, “Foreign Banks,” http://www.bc.gob.cu/English/foreign_banks.asp#NBC
13 Joseph Ax, Aruna Viswanatha, and Maya Nikolaeva, “US Imposes Record Fine on BNP in Sanctions Warning to Banks,” Reuters, July 1, 2014, http://www.reuters.com/article/us-bnp-paribas-settlement-idUSKBN0F52HA20140701#IQqeuFJKMWGiPPt8.97 14 Stephen Joyce, “Cuba Thaw Gives US Banks Hope for Entry,” Bloomberg BNA, July 27, 2015, http://www.bna.com/ cuba-thaw-gives-n17179933916/
15 Mimi Whitefield and Nicholas Nehamas, “US Travelers in Cuba Can Now Use Stonegate Bank Debit Card,” Miami Herald, November 19, 2015, http://www.miamiherald.com/news/nation-world/world/americas/cuba/article45458592.html 16 See “Treasury and Commerce Announce Further Amendments to the Cuba Sanctions Regulation,” US Department of the Treasury, press release, January 26, 2016, https://www.treasury.gov/press-center/press-releases/Pages/jl0328.aspx
AT L A N T I C C O U N C I L
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Cinco pasos para que la economía cubana crezca
Acerca de los Autores Michael W. Klein, PhD, is a William L. Clayton Professor of International Economic Affairs at the Fletcher School at Tufts University. He served as Chief Economist in the Office of International Affairs of the US Treasury from June 2010 through December 2011 and was a visiting scholar at the International Monetary Fund (IMF), the Bank of England, the Board of Governors of the Federal Reserve System, and the Federal Reserve Banks of Boston, New York, Dallas, and San Francisco.
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Pavel Vidal-Alejandro, PhD, is an Associate Professor in the Faculty of Economics and Business Administration at the Pontificia Javeriana University in Cali, Colombia. He was a professor at the Center for the Study of the Cuban Economy at the University of Havana from 2006 to 2012 and worked as an analyst in the Monetary Policy Division of the Central Bank of Cuba.
AT L A N T I C C O U N C I L
Atlantic Council Board of Directors CHAIRMAN *Jon M. Huntsman, Jr.
CHAIRMAN, INTERNATIONAL ADVISORY BOARD Brent Scowcroft
PRESIDENT AND CEO *Frederick Kempe EXECUTIVE VICE CHAIRS *Adrienne Arsht *Stephen J. Hadley
VICE CHAIRS *Robert J. Abernethy *Richard Edelman *C. Boyden Gray *George Lund *Virginia A. Mulberger *W. DeVier Pierson *John Studzinski
TREASURER *Brian C. McK. Henderson SECRETARY *Walter B. Slocombe
DIRECTORS Stephane Abrial Odeh Aburdene Peter Ackerman Timothy D. Adams John Allen Michael Andersson Michael Ansari Richard L. Armitage David D. Aufhauser Elizabeth F. Bagley Peter Bass *Rafic Bizri *Thomas L. Blair Francis Bouchard Myron Brilliant Esther Brimmer *R. Nicholas Burns William J. Burns *Richard R. Burt Michael Calvey James E. Cartwright John E. Chapoton Ahmed Charai Sandra Charles 16
Melanie Chen George Chopivsky Wesley K. Clark David W. Craig *Ralph D. Crosby, Jr. Nelson Cunningham Ivo H. Daalder *Paula J. Dobriansky Christopher J. Dodd Conrado Dornier Thomas J. Edelman Thomas J. Egan, Jr. *Stuart E. Eizenstat Thomas R. Eldridge Julie Finley Lawrence P. Fisher, II Alan H. Fleischmann *Ronald M. Freeman Laurie Fulton Courtney Geduldig *Robert S. Gelbard Thomas Glocer *Sherri W. Goodman Mikael Hagström Ian Hague John D. Harris, II Frank Haun Michael V. Hayden Annette Heuser *Karl Hopkins Robert Hormats Miroslav Hornak *Mary L. Howell Robert E. Hunter Wolfgang Ischinger Reuben Jeffery, III *James L. Jones, Jr. George A. Joulwan Lawrence S. Kanarek Stephen R. Kappes Maria Pica Karp Francis J. Kelly, Jr. Zalmay M. Khalilzad Robert M. Kimmitt Henry A. Kissinger Franklin D. Kramer Philip Lader *Richard L. Lawson *Jan M. Lodal Jane Holl Lute William J. Lynn
Izzat Majeed Wendy W. Makins Mian M. Mansha William E. Mayer Allan McArtor Eric D.K. Melby Franklin C. Miller James N. Miller *Judith A. Miller *Alexander V. Mirtchev Obie L. Moore *George E. Moose Karl Moor Georgette Mosbacher Steve C. Nicandros Thomas R. Nides Franco Nuschese Joseph S. Nye Sean O’Keefe Hilda Ochoa-Brillembourg Ahmet Oren *Ana Palacio Carlos Pascual Thomas R. Pickering Daniel B. Poneman Daniel M. Price Arnold L. Punaro *Kirk A. Radke Robert Rangel Teresa M. Ressel Charles O. Rossotti Stanley O. Roth Robert Rowland Harry Sachinis William O. Schmieder John P. Schmitz Brent Scowcroft Alan J. Spence James Stavridis Richard J.A. Steele *Paula Stern Robert J. Stevens John S. Tanner *Ellen O. Tauscher Karen Tramontano Clyde C. Tuggle Paul Twomey Melanne Verveer Enzo Viscusi Charles F. Wald Jay Walker
Michael F. Walsh Mark R. Warner David A. Wilson Maciej Witucki Neal S. Wolin Mary C. Yates Dov S. Zakheim HONORARY DIRECTORS David C. Acheson Madeleine K. Albright James A. Baker, III Harold Brown Frank C. Carlucci, III Robert M. Gates Michael G. Mullen Leon E. Panetta William J. Perry Colin L. Powell Condoleezza Rice Edward L. Rowny George P. Shultz John W. Warner William H. Webster
*Executive Committee Members List as of July 6, 2015
AT L A N T I C C O U N C I L
The Atlantic Council is a nonpartisan organization that p romotes constructive US leadership and engagement in international affairs based on the central role of the Atlantic community in m eeting today’s global challenges. 1030 15th Street, NW, 12th Floor, Washington, DC 20005 (202) 778-4952, www.AtlanticCouncil.org