UNA MIRADA AL POLIAMOR ¿A cuantas personas has amado en toda tu vida? Seguramente a más de una, este fundamento conforma la filosofía poliamorosa que plantea y brinda una alternativa más de vida. Que te parece si vamos aprendiendo juntos, respetuosamente y librándonos de prejuicios a cerca de este planteamiento sobre diferentes y honestas formas de amar. En el poliamor se considera al amor como un regalo, producto de las interacciones personales entre las personas que lo viven y que recrean conjuntamente. El poliamor es un asunto personal, es la elección de un estilo de vida particular que se desea adoptar por razones muy diversas. Este estilo de vida trata del establecimiento de relaciones amorosas serias, íntimas, comprometidas, honestas y de largo plazo entre más de dos personas, existiendo un sinnúmero de posibilidades como vivir o no juntas, vivir en unión libre o en donde una de las parejas tenga un vínculo como el matrimonio. Aún cuando la relación amorosa entre tres o más personas permanece en el umbral de la sociedad, quienes la practican son cada vez más visibles, al compartir su experiencia en seminarios, documentales y sitios en Internet.

El poliamor no es igual a una relación abierta, pues no implica el sexo casual fuera del matrimonio, ni el intercambio de pareja, ni la infidelidad, que para los poliamorosos no es honesto mientras se trate de un secreto.

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Más bien se basa en el amor más que en el sexo, y se da con el absoluto conocimiento y consentimiento de todos los involucrados e involucradas manifestando seguridad, aprecio, cariño y confianza. No permiten entonces que se crea o interprete que son monógamos y monógamas, cuando no lo son, sin importar que tan conveniente, en un momento dado, pueda ser tal presunción. Generalmente las personas involucradas van decidiendo su manera de llegar a acuerdos armoniosamente, en donde las relaciones sexuales más allá de ser un fundamento, son un complemento de las relaciones poliamorosas. Algunos, se juntan todos en días específicos, individualmente se alternan, se dividen los días de la semana, o lo dejan al azar. Para otros es irrelevante. Algunos viven en una misma casa permanentemente u ocasionalmente, otros viven en lugares separados o se juntan sólo para viajar. El poliamor tiene como valores -o ideales- la lealtad más que la fidelidad, así como la confianza, la honestidad, la dignidad, el respeto, la comunicación, la negociación y el establecimiento de una relación no posesiva. La comprensión para ellos y ellas es un término opuesto al celo y lo describen como el sentimiento de dicha que surge de saber que la persona que aman, es bien amada o amado por alguien más. En la poliamoría el anhelo de duración no es fundamental, las rupturas y transiciones gozan de mayor comprensión y son más fáciles. La mayor relevancia parece estar en la calidad del tiempo, más que la cantidad de tiempo, o en su duración.

ww.centroliber.com Algunas personas y comunidades han visto al poliamor como incapacidad, o falta de voluntad para unirse a largo plazo con una sola pareja, mencionan que se trata de una necesidad o necesidades imperiosas a satisfacer en otros; lo cierto es que quienes practican el poliamor se sienten capaces de asumir varios compromisos. Si aceptamos que la expansión de las relaciones también expande el amor, incrementando su abundancia y nuestra capacidad de coproducirlo en beneficio de todos, cuando las relaciones se cultivan con honestidad y responsabilidad bajo el acuerdo y consentimiento de todas las partes, los factores externos que parecían ser la causa del celo, son superados en parte por el apoyo y satisfacción que el grupo poliamoroso mismo brinda. Tal vez pienses que amar a más de una persona a la vez es menos fácil, pero las personas dentro del poliamor lo viven con la creación constante de acuerdos, límites y expectativas con características particulares y diferentes puntos de vista pertenecientes a cada una de las personas y parejas que se unen entre sí. No hay reglas, se construyen de acuerdo con los amores involucrados teniendo a la comunicación como mecanismo fundamental. Los invito a ver esta opción de vida desde afuera ¿a cuántas personas crees amar o haber amado en tu vida?, tal vez amas a tus padres, a tus hijos, amigos, pareja, y a cada uno, me atrevo a decir que los amas de

www.centroliber.com diferente manera, pues has compartido o compartes momentos que tal vez con nadie más compartirás ya que cada uno es único e insustituible. Así, los poliamorosos tienen una relación diferente con cada una de las parejas que integran su relación, teniendo como común denominador la honestidad. Ahora bien, tal vez te ha pasado que te enamoras de dos personas al mismo tiempo y al final te has decidido por una sin que quede en duda tu elección, sin embargo, hay quienes dicen que esto les deja una sensación de vacío, cuestionan haber tenido que elegir cuando cada persona les regalaba algo diferente y excitante en sus vidas, y al escoger renunciaron a la posibilidad de amar abiertamente y compartir parte de su vida con la otra persona que por razones específicas les llego a interesar en un principio, el poliamor plantea que no es necesario renunciar al amor y a las diferentes experiencias que ofrece la relación con otra persona.

Alguna vez escuche decir a alguien que los poliamorosos tienen un problema con el amor y yo les pregunto ¿desde cuándo el amor es un problema? Platicando con un grupo de personas que viven dentro de este estilo de vida, me decían que sería un problema desde el momento en que se limita, pues la idea que no debe haber ningún deseo por una relación íntima o sexual con otro cuando hay verdadero amor, se basa en el modelo del amor sagrado, de una totalidad ideal donde la pareja es el satisfactor absoluto y su único poseedor. Se piensa que si una persona

www.centroliber.com tiene deseo por otra relación, es incapaz de amar, y su relación es despreciable, pues cambia el amor sublime que se creía tener, por sexo u otra cosa mundana. Vemos así que el “problema” no está en el amor, sino en la esperanza de encontrar en la pareja un satisfactor absoluto, lo cual es algo improbable, al considerar que los satisfactores no son un hecho, sino un producto conjunto. La idea que cuando hay deseo de una relación íntima o sexual con otra persona me despoja del amor que tenía, se basa en el modelo de amor como objeto limitado e indivisible y del sentido de posesión exclusiva. Es imposible pensar que el amor se tenga que dividir entre cada uno de los hijos o los padres. La experiencia dentro del poliamor dice que es posible amar a todos nuestros hijos o nuestros padres, claro, con diferencias, pues la interacción es distinta e incomparable, ofreciendo diferentes experiencias. MD. MAYRA PEREZ AMBRIZ Mayra es investigadora y sexóloga educativa certificada por IMESEX, actualmente realiza investigación referente a BDSM y sexualidad femenina. Tiene especial interés en la difusión de información clara a cerca del poliamor como una opción más de vida.

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