QUIA DEL DIABLO. Manuscrito. R. H. MORENO ~ DuRÁN

Manuscrito • • • • • • • ~ QUIA DEL DIABLO R. H. MORENO ~ DuRÁN ••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• RAFAEL HUMBERTO MORENO DURAN • o o
Author:  Paula Toro Sosa

1 downloads 29 Views 994KB Size

Story Transcript

Manuscrito

• • • • • • •

~

QUIA DEL DIABLO R. H. MORENO ~ DuRÁN ••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• RAFAEL HUMBERTO MORENO DURAN



o

o z

SU obra má importante, la trilogía Fémina Suite está compuesta por la novelas] uego de damas, El toque de Diana y Finale capriccioso con madonna. Algunos de su textos, traducidos a varias lenguas, figuran en diversas antologías internacionales. Escribe emanalmente en el Magazín Cultural de El Espectador una columna titulada Lector in fábula.

Do cientos años antes de que el Reali mo Mágico e impusiera en la geografía imaginaria de América Latina, un jesuita catalán que pasó 18 años en el N uevo Reino de Granada le reveló al mundo algunos hechos que sólo los incrédulos pueden considerar prodigios. En efecto, con las Sagradas Escrituras en la mano el avisado jesuita demuestra que Cristo visitó América antes de su descubrimiento por los españoles. "¿Cuándo? En el corto tiempo de los cuarenta días que corrieron desde su resurrección glorio a ha ta el día de su triunfante ascensión al cielo", según afirma en la páginas finales de un libro sugestiva y perturbadora mente titulado Monarquía del diablo. Pero eso no es todo. En otra obra suya, El paraíso terrestre en la América Meridional y Nuevo Reino de Granada, y también con la Biblia como testigo de su asertos, el autor demuestra que Colombia e el Paraí o T errenal y que de allí" alieron Adán y us de cendiente ". No está de más agregar que el je uita aporta pruebas que corroboran u teoría en el entido de que, a í mi mo, en Colombia se con truyó el Arca de Noé ...

• 1114 ©Biblioteca Nacional de Colombia

El padre Antonio J uliá nació en Camprodóm, Gerona, el3 de mayo de 1722. Fiel a su vocación religiosa, ingresó a la Compañía de Jesús el6 de mayo de 1739 y, tras enseñar gramática y humanidades en la orden, viaja a Cartagena de Indias en 1749 con el ánimo de evangelizar a los guajiros. Es esa la misma ciudad donde más de un siglo atrás otro jesuita catalán, Pedro Claver, se convierte en el máximo defensor de los esclavos al punto de ganar la santidad bajo el apelativo "Apóstol de los negros". En todo caso, los deseos de J uliá no se cumplen, pues los capuchinos desplazan a los jesuitas de la evangelización de los guajiros, y así lo afirma el frustrado misionero en otro libro cuyo título revela ya su incuestionable amor por Colombia: La perla de América (Provincia de Santa Marta, 1787). Se le adjudica una nueva jurisdicción y durante diez años Juliá ejerce su apostolado en Ocaña, junto al obispo Jo é Javier de Aráuz, con quien se traslada en 1759 a S antafé , capital del Virreinato de la Nueva Granada. En esta ciudad, Juliá fue profesor de Sagrada Escritura en la Universidad Javeriana en 1763 y un año después de Teología Dogmática. Fruto de sus enseñanzas son los libros De Perfectionibus Christi (1764) y De Deo Uno et Trino (1765). Al precipitarse la expulsión de los jesuitas de América, Antonio Juliá abandona Santafé el 6 de agosto de 1767 y parte rumbo a Italia. Muere en Roma el 11 de septiembre (día nacional de Cataluña) de 1790 tras una larga enfermedad, aunque siempre estuvo rodeado de libros y plenamente dedicado al estudio.

~II~ El manuscrito de Monarquía del diablo en la gentilidad del Nuevo Mundo Americano derribada y destruida por los Católicos Monarcas de España se encuentra en la Biblioteca de la Universidad de Yale, Estados Unidos. El investigador Mario Germán Romero, quien en la Introducción a la reciente edición del libro por el Instituto Caro y Cuervo (Santafé de Bogotá, 1994) no brinda todos los datos pertinentes sobre el texto original (XIV fols., 238 fols., 36 fols, Manuscrito 154) traza también una amplia semblanza de Antonio J uliá, cuyos hitos más destacado hemos sintetizado al comienzo de la presente nota. Cabe señalar que M. G. Romero -quien además transcribió el texto de Monarquía del diablo- narra algunas incidencias que hacen relación a la historia del manuscrito. Cuenta, por ejemplo, cómo encontró en una librería de viejo de Roma un texto titulado Trasformazione dell' America y cuando quiso traducirlo descubrió que el filólogo J. M. Rivas Sacconi e disponía a publicar una copia en castellano del mi mo. Entonces se percató Romero de que, a diferencia de lo que ocurrió con La perla de América, escrito en italiano y luego traducido por el autor al castellano, Monarquía del diablo fue e crito originalmente en castellano y luego traducido al italiano con el título Trasformazione dell' America, origen de la pesquisas que lo llevaron hasta el texto de Yale. Inicialmente, el propósito del libro de Juliá era el de "demostrar cómo e taba la América ante de la conqui ta debajo del bárbaro, cruel, impío, despótico dominio del tirano príncipe de las tinieblas Luzbel, y cómo e tá en nue tro día en lo divino y humano, político y civil, debajo del uave, paternal, sabio y cri tiano imperio de nue tro católico monarca de la España ,Carlo 1lI, que Dio guarde". No ob tante, el noble e píritu que rige la pluma del padre Juliá pronto cambia de rumbo, pues le ale n al paso lo dicterio que contra la misión española



o

o

z

• 1115 ©Biblioteca Nacional de Colombia

rol'

I~ 1;

LA PERLA

D E L A AM E R /CA , PR OV IN CI A

DE SANT A 1vlART A, R ECONOCIDA, OBSERVADA , y EXPlTESTA EN DISCURSOS HISTORICOS

POR E L SACERD OT E

DON ANTO N IO ] UL I A N, d maJor bitll de la Catolica Monar'luia ,jolllmfo del comercio de España , J de todo el Nmvo l?.eJtlo de Granad.'/. , é incremwto de la Christiana Religiotl entre 1.7.f '!(Iciones barbaras. qlle mbsistm toda1lia "b~ldc.r en la Provincia .

...

~ !t.

~ o

/}/I'" -. 5

MADRID MDCCLXXXVrr. P OR ~l:.

DO N 1U,.lLAi./\ 'E!-(

ANT O N I O

Con las

DE

SANCRA.

,e)! LA ...IU1A~·" Lic~"ciaJ nues¡¡¡r jas .

~v 1 U

ltll. 1. I A

VlFJA.

P ORTADA DE L A P ERLA DE AMÉRICA POR D ON ANTON IO JULlAN , F ONDO M UTIS.

\



I

U)

o

\

p:: U-l

o z U-l U)

en América divulgan en Europa enemigos de amplia audiencia como Cornelius de Pauw, Guillaume Raynal, William Robertson y, sobre todo, Girolamo Benzoni y Urbano Calvetón o Chauveton. El caso de estos dos últimos es particularmente virulento, pues Benzoni es el autor de La Historia del Nuevo Mundo, obra escrita como resultado de las aventuras y penurias vividas por su autor en el Caribe, Venezuela, Cartagena, Centro américa y Perú, y publicada en italiano en Venezuela en 1565. La obra en sí es un catálogo de denuestos contra el Imperio español, aunque Benzoni se queda corto cuando Urbano Calvetón decide traducir el libro al latín y altera y multiplica los agravios al punto de que Juliá detesta más al traductor que al propio autor. Y a los dos enemigos mencionados el padre Juliá suma un tercero, el "ardiente P. Bartolomé de las Casas", a quien reprocha "los fatales partos de la mente o recalentada fantasía". Un inequívoco chauvinismo auspicia sus ataques contra sus adversarios, a quienes reprocha su origen extranjero: "del Casas ciertamente hijo de francés, del Benzón milanés y de Calvetonio alemán" (aunque en realidad es ginebrino) . La leyenda negra que estos autores atribuyen a los españoles en América no tiene sentido, arguye Juliá, los españoles no son el diablo , pues el diablo, antes de la Conquista, ya era amo y señor del Nuevo Mundo: "El diablo era el primer móvil, o por decir mejor, el primer motor, gobernador y per summum nefas el monarca intruso en todos aquellos reinos incógnitos y vastísimos. Dominaba a' diestro y siniestro en la religión procurando con horribles idolatrías para sí, los cultos y h onores debidos a solo Dios". Un oráculo del diablo había pronosticado la próxima llegada de gentes que echarán por tierra y harán pedazos "los simulacros de vuestros dio es". Colón lo demostró en su primer viaje y, desterrado de La Española, el diablo huye

• 1116 ©Biblioteca Nacional de Colombia

1787,

a México, donde pone "en consternación al supersticioso reinante Moctezuma". El diablo, rey de la mentira, dice verdades: sus anuncios de la llegada de los españoles se cumplen, así como "la ruina de negro imperio y la mutación crítica en todos sus dominios, de la idolatría en la cristiana fe y verdadera religión". Pero, dice Juliá, a los enemigos de España no les basta la desgracia del diablo: "Hasta de lo que el diablo dice nos tienen envidia". Algo que llama la atención desde el comienzo del texto es el frecuente diálogo que el autor mantiene con otra voz, que puede ser él mismo, y que remite de inmediato al ameno intercambio de pareceres que decenios atrás incluyó Juan Rodríguez Freyle en El Camero. Tras rebatir uno de los argumentos del "suspecto judío Calvetonio", Juliá escribe: "Mientras no prueben mejores sus intenciones y fines con los efectos, pongan freno a su boca y para que callen con mayor confusión ahí va ese tapaboca". El odio por lo extranjero va en consonancia con un implacable furor antisemita: "¡Miserables judíos!, si antes por bárbaros e idólatras se perdían, ahora enseñados e instruidos a voz y con depravados ejemplos de extranjeros anticatólicos, en ninguna o con falsas religiones se van a los infiernos por ateístas, por hombres o sin Dios o sin religión". Calvetonio se convierte en la diana de los ataques antijudíos de Jutiá: "Merecería ser circuncidado otra vez Calventonio", aunque a continuación el lector no sabe si reír o darse golpes cuando escucha los descargos del detractor: "Si fue o no judío Calvetonio no lo sé de cierto. Él mismo se hace suspecto en la Prefación ... " El diablo no sólo se entroniza como monarca sino también como dios: levanta templos, crea ritos y ordena sacerdotes a su servicio, que lo honran en estatua y simulacro. Habla Juliá de los diversos templos del diablo en Lima y Cuzco, aunque «el templo más famoso, a lo que he podido colegir, que tenía el diablo, era el del sol y estaba en la nación Mosca en el Valle de Sogamoso, llamado por ese motivo Tierra Santa". En nombre de la Majestad Católica, los españoles de truyeron todos esos templos de "iniquidad". En México, el diablo elige papa y acerdotes primate: Con razón es llamado el diablo mono de Jesucristo, Iesu Christi scimius". Y ya entrado en materia sobre la jerarquía diabólica, así como obre sus monumentos y rito el padre J uliá, pa a a describir algunas de la receta que elaboran los menjunjes del diablo y donde sale a relucir su humor: a todas las cosas echadas en el mortero, se agregaban arañas, alacranes y salamandras vivas "para mayor sainete y gracia" y luego concluye: "! Qué emplastro tan endiablado!" Otra de las obsesiones del monarca de las tinieblas, empeñado en emular a la Iglesia, e la de fundar monasterios de monjas vírgene a u servicio. ¿Qué bu ca el diablo, "soez y puerco" por naturaleza ("digámoslo claramente en sus barbas") con monasterio tan puros? Imitar a Dios y a í degradarlo, pues en realidad "el diablo ha sido siempre filósofo y gran mae tro y catedrático contra la virginidad y celibato". J uliá duda, in embargo, de que e a monja -entre ocho y catorce año de edad- pasen incólume por el noviciado y, antes bien, piensa que son de virgada por lo acerdote que sirven al diablo. Algo de encubierto burdel ve en tale convento: "Digo en suma que temo no fueran convento olapado errallo o lupanares del diablo". Y al calor de sus salaces suspicacias el estilo se le torna brillante al padre Juliá: "Verdaderamente no me sufre el corazón entretenerme en hacer obre e te tri te punto reflexione que podrá fácilmente hacer cada uno". Pero aún a í pro igue con u cábala: "Como entre lo jan eni ta en Francia e u a tal vez que la eñora mujere sirven la mi a a clérigo lleno de u dulce devoción, y el echar e mutuamente algún requiebro en

• (f)

O cG

[..IJ

o

z [..IJ

(f)

• 1117 ©Biblioteca Nacional de Colombia

el Lavabo, es natural que entre las madres confesoras y penitentes hubiera algunas expresiones de cariño". A continuación expone diversas teorías sobre la confe~ sión, acompañándolas con anécdotas vividas por él mismo, y no oculta su entusiasmo al contar por qué los fieles quieren confesarse pero "sólo con jesuitas". Lugar especial dedica el autor a la descripción y reflexión sobre los rituales satánicos y casos de brujería, obviamente presenciados por él y que de nuevo nos remiten a ciertas páginas de El Camero. Con no oculta atención se detiene en la ceremonia del beso maldito que los fieles ofrendan casi en éxtasis a su señor: "Todos y todas iban a darle ósculo de paz en el propio sitio, por mal nombre llamado bajo la cola. No digo más por no ensuciar el papel con semejantes ceremonias propias del inmundo". Y acto seguido el autor explaya sobre la página algunos de los casos de magia y brujería que ha presenciado, entre ellos el del íncubo insaciable que preñó dos veces a una mujer y cinco a otra, ambas feligresas de Juliá. Todo esto lo hace cavilar al punto de descubrir algo que llama su atención y ofrece a consideración de los lectores: "Si en tiempos de Cristo regularmente eran hombres los energúmenos, en nuestros días casi todos son mujeres, circunstancia digna de reparo y reflexión de los exorcistas". Pero, en fin, lo cierto es que gracias a la acción de la Iglesia y a la conversión de los indios, el diablo es expulsado de América. Huye a Africa y de allí, frenético, pasa a Marsella ya continuación conquista la Europa del Norte, junto a Lutero, Calvino, Enrique VIII y todos los heterodoxos. Con lo que el diablo ganó en Europa -desde donde ladran Benzón y Calvetonio- compensa lo que perdió en América. ¿Y dónde se encuentra ahora el diablo? "Esto no lo sé de cierto, pero la voz común es que está en Utrech". Finalizada su exposición, procede el padre Juliá a desglosar su Disertación crítica expositiva en la que afirma, como se dijo inicialmente, que Cristo visitó América durante los cuarenta días que mediaron entre su resurrección y su ascención al cielo. Juliá analiza cuatro interpretaciones de la Carta de San Pedro sobre los cuarenta días de Cristo y él, por su parte, aduce la quinta, que modestamente es la verdadera. En Breve anotación a la Disertación crítica expositiva, el padre Hernando Guevara refuta la interpretación "subjetiva" y "caprichosa" de Juliá, y se pregunta si esa era una opinión aislada o, al contrario, reflejaba las enseñanzas de la Universidad Javeriana en cuanto a exégesis bíblica respecta ... Libro ameno y curioso, Monarquía del diablo es un ejemplo de la sugestiva candidez con que algunos sacerdotes hacían literatura so pretexto de interpretar o rebatir argumentos contrarios a los establecidos por el dogma y la fe. Por todo ello, esta pequeña obra maestra de Realismo Mágico avant la lettre debe prescindir de la docta arandela del padre Guevara que los editores le añadieron a la edición comentada, pues con su tono serio y profesorallo único que consigue es convertir en imaginario y ficticio lo que el divertido lector tomó desde el comienzo como real y comprobable. ¿Quién puede dudar, después de escuchar al padre Juliá, que Cristo no anduvo por América en el lapso de sus misteriosos cuarenta días post~ mortem? ¿A quién le desagrada la idea de admitir que es legítimo descendiente de Adán y Eva por ser Colombia el mismísimo Paraíso Terrenal? Yen cuanto al Arca de Noé, la realidad presente reclama a gritos la paternidad del invento, pues el orden de cosas del país pone en boca del autor la terrible frase del monarca francés: "Después de mí, el diluvio ... "

• (f)

o

z

(f)

• 1118 ©Biblioteca Nacional de Colombia

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.