Realismo (segunda mitad del siglo XIX)

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Realismo (segunda mitad del siglo XIX) Ideas esenciales del contexto histórico (a partir de 1850, aproximadamente) Algunos cambios en este contexto histórico marcan una nueva etapa: - La burguesía se ha convertido ya en la clase social dominante, desde posiciones conservadoras y con una mentalidad pragmática. - El liberalismo más exaltado del Romanticismo se hace más moderado, se adapta esta fórmula política a la defensa de los nuevos privilegios de la burguesía. Son los movimientos vinculados al proletariado (socialismo, comunismo y anarquismo) los que plantean su lucha y sus reivindicaciones contra el sistema político burgués. Recuérdese que el Manifiesto comunista de Marx es de 1848. - Una de las consecuencias del liberalismo en España fue la difusión del krausismo, movimiento intelectual inspirado en el filósofo alemán Krause, que pretende conciliar razón y religión. El krausismo propugna la tolerancia y la convivencia pacífica. Sus ideas influyeron sobre todo en una nueva visión de la educación. Sus ideas pedagógicas se alimentan de impulsos progresistas: enseñanza no autoritaria, fomento de la iniciativa personal de los alumnos, respeto a las deferencias ideológicas, importancia del contacto con la naturaleza en la educación... Los krausistas fundan la Institución Libre de Enseñanza, dirigida por Francisco Giner de los Ríos. Sus ideas abiertas y modernas formaron a muchos intelectuales y artistas del siglo XIX y XX, como Clarín, Galdós, Unamuno, Machado y Juan Ramón Jiménez. - El positivismo (formulado por Augusto Comte) se difunde en el terreno científico y tecnológico. Se concibe como un sistema de ideas que se basa en la observación rigurosa de la experiencia, a través del análisis objetivo de la realidad. Sólo es verdadero, según el positivismo, lo que se puede probar con la experimentación (empirismo). El método experimental se propone, por lo tanto, demostrar las hipótesis científicas por medio de la demostración en la práctica. Ej: teoría sobre la herencia biológica (Mendel); teoría de la evolución de las especies (Darwin: la evolución está impulsada por la adaptación al medio, la “lucha por la vida” y la selección natural). Este conjunto de ideas científicas tendrá una notable influencia en materia artística y, concretamente, en la concepción de la novela, donde los personajes suelen estar “determinados” en su comportamiento por la herencia y el medio en el que se desarrollan sus vidas. - Las “nuevas ideas” vinculadas al Realismo sustituyen progresivamente los restos del Romanticismo y todos sus planteamientos, como el subjetivismo, el idealismo, la fuga del mundo presente y la insatisfacción que provoca. La nueva mentalidad defiende una visión de la realidad que pretende ser objetiva, científica, sometida a la realidad inmediata y al conocimiento profundo y objetivo del mundo. Esas nuevas ideas, en el terreno artístico, se denominan Realismo y Naturalismo.

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Realismo “Realismo” y “realista” son términos aparecidos en Francia. En el caso de los pintores que reciben esta denominación, intentan reflejar la vida cotidiana a través de sus pinturas. Recuérdese que, por el contrario, los románticos huían del mundo que les rodeaba y al que rechazaban, y buscaban su refugio en la evasión temporal (idealización del pasado, historicismo) y la evasión espacial (exotismo). Los términos de “realismo” y “realista”, aplicados a la literatura, explican que ésta tiene como objetivo ser testimonio, reflejo, de la sociedad de su época. Según Stendhal, la novela es un espejo a lo largo del camino, que es la realidad. Puede reflejar tanto el cielo azul como el fango del suelo. El Realismo no es una absoluta antítesis del Romanticismo. En cierto modo, el Realismo desarrolla elementos que ya existían en la literatura romántica. Por ejemplo, los escritores franceses Balzac y Stendhal, los maestros del Realismo, son coetáneos del romántico Víctor Hugo. Otro lazo de unión entre Romanticismo y Realismo es el costumbrismo que, buscando lo castizo y la esencia de las costumbres y la forma de ser de un pueblo, pretende reflejar la realidad nacional, regional y local. El Realismo convive con el Romanticismo, pero negando algunos de sus rasgos. Por ejemplo, se combate el subjetivismo, se frena la imaginación, se rechaza lo fantástico o lo maravilloso y la pura expresión de los sentimientos, se huye de lo pintoresco y se busca lo cotidiano, se abandona la evocación idealizada del pasado... El Realismo se caracteriza por la rigurosa observación de la vida; el desarrollo científico hace que la obra literaria se conciba como un método para explorar la realidad; se muestra un profundo interés por la descripción objetiva de la realidad. Por eso se cultivan géneros apropiados a ese propósito, como la literatura de costumbres y los retratos de caracteres y personajes, en los que se indaga en su fisonomía, su aspecto externo, pero también en su dimensión psicológica, las pautas de su conducta y su forma de actuar. Las obras realistas suelen tener un propósito social y/o moral. Defienden una actitud crítica ante la sociedad o ante la conducta humana y, a veces, la obra literaria se convierte en una demostración de una idea previa, que ha impulsado al autor; se trata, en este caso, de novelas de tesis, donde la materia narrativa no fluye con libertad, sino que se conduce, a veces algo forzadamente, a la comprobación de un punto de partida previo que el escritor ha querido sustentar a través de su relato. Ejemplo: Fernán Caballero, La gaviota o Pereda, Peñas arriba o Pardo Bazán, La madre naturaleza. La pretendida objetividad que se busca en la obra literaria hace del autor un “cronista”, que pretende distanciarse de su labor, eliminando sus juicios y valoraciones subjetivas. Muchos de los novelistas que hicieron obras de tesis no lograron esa pretendida objetividad y, a lo largo de sus relatos, es fácil percibir sus juicios, ironías y valoraciones personales que van tiñendo la materia narrativa. El género literario por excelencia del Realismo y el Naturalismo es la novela, un género burgués, tanto en su temática como en su destinatario, sus lectores. No obstante, también hay teatro y poesía realistas.

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Naturalismo Podría entenderse el Naturalismo como un “realismo exagerado”, es decir, un Realismo que lleva a sus máximas consecuencias sus postulados, es un Realismo “evolucionado”. El maestro de este movimiento es el escritor francés E. Zola y su obra clave, Le Roman experimental (La novela experimental). Según Zola, la literatura debe analizar científicamente el comportamiento humano siguiendo los principios de la observación y de la experimentación. El Naturalismo no es sólo una tendencia literaria, sino una concepción del hombre, un método para estudiar y transcribir su comportamiento; la obra literaria serviría a este fin. Las ideas esenciales en las que se basa el Naturalismo son las siguientes: - Materialismo: la psicología del ser humano suele reducirse a su fisiología: las leyes naturales que rigen el organismo deben explicar las llamadas reacciones “anímicas” del hombre. Ejemplo: hay siempre una causa física para un estado de ánimo. - Determinismo: el hombre no es libre, actúa impulsado ciegamente por la herencia biológica y el medio social en el que vive. Hay un triple determinismo: a) la física y biológica, de la herencia y la evolución, como las formularon Mendel y Darwin; b) la de la naturaleza y el entorno social , con los factores de ciudad, clase social, familia, etc; c) la naturaleza propiamente dicha, a través del clima, la vegetación, el paisaje, etc. - Influencia de la ciencia experimental: el novelista debe demostrar sus hipótesis con sus personajes, colocándolos en determinadas situaciones y explicando sus actos por la influencia de las circunstancias; los personajes literarios son ejemplos, ilustraciones de ideas. Así se construyen las “novelas de tesis”. - El tema más frecuente de las novelas naturalistas es la historia de personajes marcados por el determinismo de la herencia y la sociedad; interesan por eso los marginados; a través de ellos se critica a la sociedad que es culpable de producirlos. Aunque no puede modificarse la herencia biológica, sí puede aspirarse a igualar las condiciones sociales en las que viven todos los hombres. - La técnica literaria de los naturalistas consiste en seguir el modelo que proporciona la realidad; se busca la objetividad y la naturalidad en todos los aspectos y en concreto en la expresión de los personajes, en su lenguaje. Sobre la pretensión de objetividad del novelista, Zola afirma: “La novela es impersonal, quiero decir que el novelista no es más que un escribano que no juzga ni saca conclusiones [...] El novelista debe igualmente atenerse a los hechos observados, al estudio escrupuloso de la naturaleza [...] Así pues el novelista desaparece, guarda para sí sus emociones, expone simplemente las cosas que ha visto”. - Los errores del Naturalismo a los que llevaba inevitablemente su postura radical era la superficialidad de sus pretensiones científicas, la aplicación del determinismo a la hora de analizar la conducta humana, convertir la novela en una tesis sustentada por personajes literarios que le sirven de ejemplo; sin embargo, su principal aportación y uno de sus méritos más notables fue la renovación del género novelesco. 3

Realismo y Naturalismo en España El concepto de “realismo” literario no era nuevo en la tradición española: el Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita, La Celestina, El Lazarillo y todas las novelas picarescas que siguieron su modelo, la novela del Siglo de Oro representada por Cervantes... todas estas obras siempre fueron juzgadas en función de este valor, el de su “realismo”, frente la literatura idealizada de otros géneros novelescos de su época, como la novela pastoril, caballeresca, sentimental, morisca y bizantina. El costumbrismo del siglo XIX y que impulsó el Romanticismo también estaba inspirado en una forma de “realismo” literario. Etapas del Realismo español: a) Realismo impregnado de esencias románticas y costumbrismo. Ej: Fernán Caballero y Alarcón. b) Apogeo del Realismo: Pereda, Galdós y Valera. c) Naturalismo y reacción idealista: Galdós, Pardo Bazán y Clarín. En España se puede hablar de literatura inspirada en el Realismo europeo sólo a partir de 1870 (La Gloriosa, 1868) . Desde entonces, los escritores españoles empezaron a seguir los modelos de los autores realistas europeos, renovaron los temas de sus obras y establecieron nuevas formas de tratar la realidad en la literatura. Los modelos europeos eran diversos: Francia: Balzac, Comedia humana (es un conjunto de novelas de asunto contemporáneo; el autor quiso reflejar en ella todos los aspectos de la sociedad francesa de la primera mitad del siglo; describe con rigor y exactitud la mentalidad, las costumbres de una serie de individuos de la clase burguesa o popular, a quienes arrastra la pasión del dinero o la ambición del poder), Eugenia Grandet; Stendhal, Rojo y negro, La cartuja de Parma; Flaubert, Madame Bovary. Inglaterra: Ch. Dickens, Oliver Twist, Historia de dos ciudades, David Copperfield. En sus novelas suele reflejarse el dolor de los humildes. El autor no protesta violentamente contra las injusticias sociales; se limita a poner de manifiesto con simpatía y ternura los sufrimientos de una serie de personajes tomados de la realidad de su época. Rusia: Dostoievski, El idiota, Crimen y castigo, Los hermanos Karamazov; Tolstoi, Ana Karenina, Guerra y paz. Sin embargo, los autores españoles no se adaptan absolutamente al Realismo francés: suelen admitir, como ellos, la labor previa de documentación y de observación de la realidad antes de la composición de la novela, pero se inspiran en la vida y las tierras de España y muchos escritores españoles se puede decir que hacen una “novela regional”: Fernán Caballero y Valera eligen como escenario de sus novelas Andalucía; Pereda, Santander; Clarín y Palacio Valdés, Asturias y Galdós, Madrid. Podemos preguntarnos si existe realmente un Naturalismo español o la imitación del Naturalismo europeo no llegó a cuajar entre los escritores españoles. La difusión en España de las obras de Zola suscitó una intensa polémica en la que estuvieron implicados tanto críticos literarios como literatos. Emilia Pardo Bazán se convirtió en la principal divulgadora de las ideas del escritor francés. En “La cuestión palpitante” (1882-3) la autora 4

estudia los precedentes del Naturalismo y sintetiza las propuestas de Zola. Alaba su obra, porque expone las lacras humanas, pero rechaza el determinismo, porque Pardo Bazán no renuncia a una concepción cristiana para definir la condición del hombre. Según ella, Zola llevaba al extremo su visión materialista del individuo al negarle su libertad y considerar su conducta sometida a normas contra las que su voluntad no puede luchar ni someter. La autora gallega propone hacer un “realismo nuestro”, es decir, a la manera española, aplicando un concepto más amplio, menos estricto que el de Zola. Por lo tanto, podemos decir que el Naturalismo con los rasgos de materialismo y determinismo no existe casi en España. Sí son más admitidos y con más frecuencia los condicionamientos sociales a la hora de explicar el comportamiento de un individuo. El Naturalismo, en los escritores españoles, ejerció influencia en técnicas y en temas: el reflejo de la miseria material y moral, la pintura de ambientes turbios y el relato de situaciones escabrosas. En aspectos más profundos, la literatura española no participó del Naturalismo. Géneros literarios del Realismo español Novela: [completa los datos que sobre la novela se desarrollan en tu libro de texto, Oxford, pág. ] Autores fundamentales: Valera, Galdós y Clarín. [completar con el contenido del libro de texto]. Otros autores: [los datos que se mencionan en este apartado sirven sólo para asentar ideas generales y que conozcas otros nombres; naturalmente no es necesario que los memorices; léelos y que te “suenen”], -Fernán Caballero, pseudónimo literario de Cecilia Böhl de Faber. La autora parte del costumbrismo realista para asimilarse a una forma de Romanticismo. Su obra más representativa, La gaviota (1849), está marcada por el sentimentalismo y un enfoque moralizador. -Pedro Antonio de Alarcón: comenzó su tarea como escritor costumbrista y narrador romántico, se incorporó luego al Realismo. Obras: El escándalo o El niño de la bola, son novelas de tesis desde la concepción de un catolicismo conservador. El sombrero de tres picos, 1874. -José Mª Pereda: autor en una línea tradicionalista, manifiesta una visión idílica del mundo rural frente al mundo urbano; la ciudad representa la corrupción y el mal. Obras: Pedro Sánchez, La Montálvez. Algunas de sus obras se desarrollan en un escenario rural y tienden al costumbrismo, como Sotileza, Peñas Arriba. La crítica suele considerarlo un buen escritor a la hora de describir paisajes, pero menos brillante a la hora de describir los caracteres de los personajes. -Armando Palacio Valdés: representa la añoranza del mundo sencillo, con tendencia a lo idílico y a la exaltación de las virtudes tradicionales. La hermana San Sulpicio, 1889; La alegría del capitán Ribot, 1899; La aldea perdida, 1903. -Emilia Pardo Bazán: representante del Naturalismo en España, frente al francés, representa una influencia en la técnica y en la temática, pero su mentalidad cristiana le lleva a negar el determinismo y el materialismo en sus novelas. La tribuna, 1833; Los pazos de Ulloa, 1886; La madre Naturaleza, 1887; San Francisco de Asís, 1891. 5

-Vicente Blasco Ibáñez: también seguidor del Naturalismo, pero con una ideología social, revolucionaria, en ambientes sórdidos, manifiesta su preocupación por la herencia como elemento esencial del carácter y la conducta del individuo. Arroz y tartana, 1894; La barraca, 1894; Entre naranjos, 1900; Cañas y barro, 1902. Entre los novelistas realistas españoles podemos agrupar dos tendencias: a) autores conservadores, como Alarcón y Pereda, que cargan sus obras con propósitos moralizantes, ideales monárquicos, la defensa de los valores tradicionales católicos. El adultero es un tema que se evita y se elogia el campo (idílico) frente a la ciudad (nido de corrupción y ambiciones). b) autores progresistas, como Galdós, Clarín o Blasco Ibáñez, librepensadores republicanos, anticlericales. El adulterio es un tema que les interesa y no tienen miedo de tratar en sus obras. Elogian o critican tanto el campo(medio inculto y víctima del atraso y el inmovilismo) y como la ciudad (que representa la civilización moderna y el progreso). Valera se mueve en ambos grupos, aunque está más cerca del segundo. Poesía: A pesar de que la novela, a partir de 1850, evoluciona hacia el objetivismo, en el teatro y en la poesía se siguen manteniendo las propuestas del Romanticismo. A veces la única renovación viene del prosaísmo (ej. Ramón de Campoamor) o un retoricismo hueco (ej. Núñez de Arce).En cualquier caso se escribe una poesía para dar gusto al lector burgués, por eso suelen exaltarse en las obras los valores familiares y religiosos, los pilares del bienestar y la estabilidad de la sociedad burguesa. A veces la poesía se “despersonaliza” hasta tal punto de trata de temas abstractos como el progreso, los avances de la sociedad moderna. Recuérdese que los escritores románticos más representativos, como Bécquer y Rosalía de Castro desarrollan su obra de forma tardía, en la segunda mitad del siglo XIX, cuando en la novela ya avanzan las formas del Realismo y el Naturalismo. Teatro: Como se ha dicho, el teatro sigue anclado en el pasado, en las formas del Romanticismo. La renovación del Realismo da como fruto la alta comedia (obras de tono romántico, pero con un idealismo atenuado y tono moralizante), la comedia de Benavente, que siendo superficial e intrascendente, se dadapta a los gustos y exigencias de la sociedad burguesa. Autores: Manuel Tamayo y Baus, José de Echegaray. Conclusión: Cuando a finales del siglo XIX, la estética realista entre en crisis, se desarrollan en Europa nuevos movimientos artísticos como el Impresionismo, el Parnasianismo, el Simbolismo y el Modernismo, que definirán la literatura de principios del siglo XX.

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