Realismo y naturalismo

Literatura. Contexto histórico. Europeo. España. Novela. Benito Pérez Galdós. Novelas eapañolas. Episodios Nacionales. Fortunata y Jacinta. Emilia Pardo Bazán. Zola. Francés

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INDICE Realismo Situación historica La novela, el genero del realismo Benito Perez Galdos Fortunata y Jacinta Naturalismo El naturalismo en España Leopoldo Alas Clarín La Regenta Cuento de Clarín Bibliografia REALISMO Situación histórica En la segunda mitad del siglo XIX, España vive una época de fuerte agitación, heredada del periodo anterior. La monarquía de Isabel II se mantiene a pesar de las guerras carlistas y las tensiones sociales internas. En este momento empieza a desarrollarse una tímida revolución industrial, como lo demuestra la inauguración de la primera línea de ferrocarril industrial, de Barcelona a Matara, en 1848. Este echo supuso, a la larga, la aparición de una clase media, una pequeña burguesía, que quiere tener su representación en el poder, y que considera completamente desfasado el sistema de gobierno borbónico. Esta situación llevo a la Septembrina, o Revolución del 1868, que depuso a la reina Isabel. A partir de este momento se inicia una época de inestabilidad política, con regencias, una monarquía constitucional y una republica en el plazo se solo seis años. Este periodo caótico se cerró en 1875, con la reinstauración de la monarquía borbónica y el inicio de la Restauración. Políticamente es una etapa de inestabilidad, pero ganada a costa de la instauración de un sistema parlamentario falso: este no se basaba en el sufragio universal, sino en el pacto de los partidos conservador y liberal de alternarse en el poder. Otras opciones políticas, como la de los republicanos, fueron rechazadas. El rechazo de todo ello es que, ene el último tercio de siglo, aparece una nueva sociedad, radicalmente distinta de la que había caracterizado el periodo romántico. En la captación y descripción de esta nueva sociedad, mucho más moderna y evolucionada, con sus tensiones, sus personajes, ilusiones y frustraciones, centrara sus esfuerzos la novela del momento. EL REALISMO EUROPEO

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Hacia 1850, en Francia, una serie de escritores y críticos presentan ya al Realismo como una nueva estética, alejada a la románica. En 1856, aparece una revista titulada Realisme; en la cual podemos leer: El realismo pretende la reproducción exacta, completa, sincera, del ambiente social y de la época en la que vivimos Esta reproducción debe ser lo mas sencilla posible para que todos la comprendan. He aquí, los rasgos esenciales del Realismo, aunque también podemos añadir algunas precisiones como: • La reproducción exacta de la realidad toma a menudo como modelo de observación de las ciencias experimentales. El realismo venia a ser en el arte lo que el positivismo era en la filosofía. Los novelistas se documentan sobre el terreno, tomando minuciosos apuntes sobre el ambiente, las gentes, la indumentaria, etc. • Fidelidad descriptiva, casi notaria, se ejerce en dos direcciones fundamentales: los ambientes y la psicología. • Estos aspectos temáticos y técnicos van acompañados casi siempre de una intención social. Se descubren lacras de la sociedad con una actitud crítica, que responderá a la orientación ideológica del autor. • En la actitud narrativa va unido a un ideal de objetividad: el autor adopta preferentemente una actitud de historiador y tiende a desaparecer de sus páginas. • En el estilo, se observa una progresiva eliminación de la argumentación grandilocuente de los románticos. Se prefiere una prosa sobria y adaptar el lenguaje a la índole de los personajes. EL REALISMO EN ESPAÑA La consolidación del Realismo español se produce a partir de 1868. Dos años más tarde se publica la primera novela de Galdos (La Fontana de Oro). Desde entonces, el desarrollo de las nuevas tendencias narrativas será interrumpida y alcanzará sus máximos frutos en los años 80 y 90. Los factores de tal desarrollo son los siguientes: • En la base, la citada evolución interna de la sociedad y de los gustos • La tradición costumbrista y su desarrollo en los autores. • El retorno a la tradición realista de la novela española del Siglo de Oro. • La influencia de los grandes representantes del Realismo europeo. La novela, el género del realismo La novela realista y, en menor medida, el cuento, es el género que domina en la segunda mitad del siglo XIX. Los elementos que influyen en su aparición son:

Costumbrismo

El origen de la novela realista esta en el costumbrismo, del que aprende a observar la realidad y a seleccionar los personajes. Narrativa europea

Folletín

La técnica narrativa se inspira en el modelo de la novelística francesa e inglesa Los escritores realistas tienen muy presentes los folletines, novelas por entrega que se publicaban a lo largo de un año o más. Muchas novelas realistas se publicaron del mismo modo. 2

El Quijote

Novela histórica

ANTECEDENTES IDEOLOGICOS Positivismo

Política

El Quijote es un ejemplo fundamental para los autores realistas. Pero Cervantes les muestra el uso de uno de los recursos ausenten en otras novelas: la ironía. Aunque la novela realista ha de narrar hechos contemporáneos, la novela histórica, que tubo mucho éxito durante el Romanticismo, influye en autores como Galdos. Es la filosofía que domina en esta época. Esta, es la filosofía del espíritu científico y racionalista. Basándose en ella, a los escritores solo les interesa aquello que puede verse y tocarse, en definitiva, demostrarse. Por lo tanto, no tiene en cuenta lo subjetivo. Los escritores realistas están muy influidos por las ideas políticas de su época. Estas demostraron incluso el modo de hacer novelas, según domine la tendencia conservadora o progresista.

La novela realista se desarrollo a lo largo de treinta años (1870−1900). El objetivo de esta novela era captar, describir y dar a conocer las formas de vida de la clase media en España. Este objetivo es el que señalo Benito Pérez Galdos en su discurso de ingreso en la Real Academia Española: Imagen de la vida es la novela, y el arte de componerla estriba en reproducción los caracteres humanos, las pasiones, las debilidades, lo grande a lo pequeño, las almas y las fisonomías, todo lo espiritual y lo físico que nos constituye y nos rodea, y el lenguaje, que es la marca de la raza, y las viviendas, que son el signo de la familia, y la vestidura, que diseña los últimos trazos externos de la personalidad: todo esto sin olvidar que debe existir perfecto fiel de balanza entre la exactitud y la belleza de la reproducción. ETAPAS DE LA NOVELA REALISTA A lo largo de estos treinta años, la novela realista fue evolucionando. Podriamos señalar tres etapas fundamentales, cada una de una epoca. • 1870−1880. En este periodo se escriben las novelas llamadas de tesis. Debido al difícil momento que atraviesa el país, las obras se entienden como un instrumento para expresar las ideas del autor sobre la sociedad, sobre sus defectos y sus soluciones. Suele presentarse un enfrentamiento entre los personajes que encarnan las ideas politicas y sociales del autor, y otros que se oponen a ellas. • 1880−1890. Es la etapa del Naturalismo. Con este nombre se conoce el estilo que inicio en Francia el escritor Émile Zola. Según el, la novela debía ofrecer un retrato (al natural) de la sociedad. Este debia partir de un estudio objetivo y cientifico de la sociedad y de los personajes, sin intervenciones ni valoraciones del narrador. Esta vision cientifica influye en la manera de entender al ser humano y, por tanto, a los personajes. • 1890−1900. Los novelistas quieren apartarse del cientificismo y del Naturalismo, y evoluciona hacia 3

un realismo mas espiritual, porque comprenden que en el hombre no inciden solo las cuestiones fisicas o biologicas. Influyen notablemente los novelistas rusos. Benito Perez Galdos BIBLIOGRAFIA: Galdos, nació en Canarias el año 1843 y en 1920 murió ciego y pobre en Madrid, su ciudad de adopción. Fue un novelista y dramaturgo español, uno de los escritores más representativo de esa época junto a Clarín, entre otros En su infancia fue un niño reservado e interesado por la pintura, la música y los libros. En 1862 decidió ir a Madrid, donde estudio Derecho.Por fin, en el año 1867, emprendió a escribir La Fontana de Oro, obra con la cual no iba a reformar un género literario, sino a crearlo. Con esta obra comienza la novela moderna en España. Antes de empezar la novela había ido a Paris, y quizá este viaje contribuyera a desplazar el enfoque de su atención del drama a la novela; pero un echo fue el que, causándole honda emoción, motivo una de las crisis mas importantes de su vida. El 10 de abril de 1865 tumultos de la noche de San Daniel, los estudiantes fueron sometidos por la fuerza publica Estos sucesos dejaron en mi alma vivismo recuerdo y han influido considerablemente en mi labor literaria, dice en sus Memorias. En 1868 viaja a París y descubre a los grandes novelistas franceses. A su regreso traduce a Dickens, escribe teatro y, por fin, en 1970 se decide a publicar su primera novela, La Fontana de oro, con el dinero que le da una tía, ya que en esa época las novelas o se publicaban por entregas en publicaciones periódicas, revistas y periódicos, o corrían a costa del autor; la obra era todavía romántica pero en ella ya empezaban a verse sus ideas radicales que aflorarán en el decenio siguiente. En estos años comienza a escribir los Episodios nacionales, en la década de 1880, su época de máxima creación. También en estos años se compromete activamente en política, ya que de 1886 a 1890 es diputado por el partido de Sagasta, aunque nunca pronunció un discurso. A pesar de la oposición ultra católica que no le perdonó haber escrito Doña Perfecta (1876), un panfleto anticlerical, fue elegido miembro de la Real Academia Española. El paso de los años le daban brío y en 1892 se entregó a la reforma del teatro nacional. El estreno de Electra (1901) supuso un acontecimiento nacional: al acabar la representación los jóvenes modernistas (véase modernismo) acompañaron al autor hasta su casa en loor de multitud. En 1907 volvió al Congreso, como republicano, y en 1909 con Pablo Iglesias, fue jefe titular de la conjunción republicano−socialista. Su izquierdismo fue el causante de que no se le otorgara el Premio Nobel. Su obra Al encontrar el tema de su obra, encontró también la forma: la novela. El mismo se encargó de clasificar su obra en: primero, novelas españolas contemporáneas de la primera época; segundo, episodios nacionales; tercero, novelas españolas contemporáneas, y cuarto, dramas y comedias. El último grupo, es claro, alude a su forma y no es necesario explicarlo. La clasificación de los otros tres grupos exige detenerse en ellos un momento. El calificativo de españolas trata de separarlas de las novelas regionales; las llama contemporáneas, aludiendo a la época novelada. Por fin, indica una evolución en su obra al diferenciar un grupo de novelas con respecto al otro. Cuando publico La desheredada, escribió a don Francisco Giner diciéndole que con esa novela comenzaba el segundo o tercer periodo en su labor. Así, pues, al clasificar de primera época a algunas de sus novelas no esta indicando que el viera solo dos momentos en su trabajo, sino una evolución que no tenia interés en precisar. Por ultimo, Episodios nacionales es titulo con que agrupaba en colección una serie de obras que fundamentalmente en nada se diferenciaban del resto de sus novelas. Para Galdos, la novela es la tercera dimensión de la Historia. La novela nos entrega al hombre y la sociedad 4

vivos, mientras la historia relata hechos y acontecimientos. En algunos episodios y en algunas novelas el andamiaje histórico esta presente; en otros episodios se relega a un lugar completamente secundario, llegando casi a desaparecer, y en las novelas, a partir de 1888, desaparece también casi en absoluto. Conviene considerar su obra en conjunto, tanto más cuanto que toda ella ofrece una unidad esencial, como ocurre, por otra parte, con todo verdadero escritor. En esta unidad si es posible distinguir, y deben distinguirse, los diferentes periodos de su desarrollo. También podríamos caracterizar la obra de Galdos por su mercado y nítido realismo. Él es un gran observador con toques geniales de intuición que le permiten reflejar tanto las atmósferas de los ambientes y las situaciones que describe como los retratos de lugares y de personajes. Se sirve del lenguaje para identificar a sus personajes y esto ha hecho que muchas veces se le acuse de lo que no es: usa un lenguaje ramplón cuando describe o habla un personaje ramplón. La sociedad en la obra de Galdos tiene un carácter simbolico: el alejamiento de la realidad de los españoles hace que su historia y su sociedad no tengan sentido ni direccion, por ejemplo, en la obra de El doctor Centeno, en la escena del mareo de Celipin, el novelista no tiene ningun proposito que vaya mas alla de la misma descripción. Tiene una raiz que conduce hacia el Quijote, quiere situar esta no solo en el tiempo y en el espacio, sino en otra dimension, la dimension del siglo XIX, en la Historia. Un autor realista divide a los personajes en buenos y malos, para que la oposición violenta marque bien la diferencia de los mundos morales contrapuestos, el escritor naturalista para aislar un temperamento hace resaltar con exceso su contraste con el medio. Con la obra de El doctor Centeno, este sacerdote es un hombre, un individuo, que sufre y parece. Pero es tambien el español extremoso (Polo), cuyas cualidades de hombre de accion, de conquistador, han quedado reducidas a servir de pasto a la imaginación. NOVELAS ESPAÑOLAS DE LA PRIMERA ÉPOCA Hasta 1880 escribe unas novelas de tesis, maniqueas, donde los buenos son personajes modernos, abiertos, liberales y progresistas, y los malos, conservadores, tradicionalistas, fanáticos religiosos e intransigentes. Obras simplistas llenas de ardor juvenil. Entre éstas destacan Doña Perfecta (1876), Gloria (1877) y La familia de León Roch (1878). En Doña Perfecta cargó las tintas en el anticlericalismo y en el enfrentamiento entre progreso y tradición; en Gloria repartió por igual la intransigencia religiosa entre judíos y católicos, y en La familia de León Roch entre católicos y liberales. EPISODIOS NACIONALES Desde 1873 a 1912, Pérez Galdós se propuso el ambicioso proyecto de contar la historia novelada de la España del siglo XIX, es decir, desde 1807 hasta la Restauración, con la intención de analizar el protagonismo de las fuerzas conservadoras y de progreso en España. Son 46 novelas distribuidas en cinco series de diez obras cada una, excepto la última que quedó interrumpida y sólo tiene seis. Obras corales, épicas, que cubren la anécdota del protagonista individual. Muy lejos de la novela histórica del romanticismo, Galdós se documenta con rigor y hasta donde puede de los hechos históricos y los comentarios están narrados con gran objetividad. Las dos primeras series (1873−1879) cubren la guerra de Independencia y el reinado de Fernando VII. En ellas el autor manifiesta un cierto optimismo en una evolución lenta pero segura hacia el progreso. Entre las obras más celebradas de estas series se encuentran Trafalgar, Bailén, Napoleón en Chamartín o La familia de Carlos IV. En 1898, retomó de nuevo las series, en las que trabajó hasta 1912. Cubre desde las Guerras Carlistas hasta la Restauración. El optimismo galdosiano se ha apagado y ahora aparece la visión amarga de la España profunda 5

dividida y enfrentada en guerras fratricidas; ante esta convicción el autor busca una salida en el ideal de la distribución equitativa del bienestar humano resultado de su izquierdismo político. Algunas de las obras de este periodo son Zumalacárregui, Mendizábal, De Oñate a La Granja, Amadeo I o el último episodio, Cánovas. NOVELAS ESPAÑOLAS CONTEMPORÁNEAS A partir de 1881 son más de veinte y casi todas se desarrollan en Madrid. En estas obras el autor ya no utiliza planteamientos maniqueos religiosos o políticos para valorar las conductas de sus personajes, y con plena libertad analiza sus sentimientos, deseos y frustraciones. Lo que surge es un conjunto impresionante de mezquinos, bondadosos, burgueses adinerados, nobles arruinados, desheredados, grandezas y miserias de gentes que viven para aparentar. Galdós consigue captar esta pluralidad social y vital con técnicas narrativas nuevas sirviéndose tanto del monólogo interior, como del estilo indirecto o del personaje narrador que ya había utilizado en los primeros Episodios Nacionales. Ahora el autor presenta y el lector juzga. La primera de estas novelas es La desheredada (1881), obra naturalista en la que la protagonista, una muchacha loca que está en el manicomio de Leganés (Madrid), se cree descendiente de un aristócrata y acaba en la prostitución; El amigo Manso (1883) obra que ya anuncia las nivolas de Miguel de Unamuno plantea el contraste entre un profesor krausista y su superficial y taimado alumno; en Tormento (1884) la protagonista es engañada y seducida por un sacerdote disoluto y la recoge un indiano enriquecido aunque no se casa con ella; en Miau (1888) describe las penalidades de un cesante progresista durante un gobierno conservador, y el infierno de la burocracia; la usura aparece tratada en Torquemada en la hoguera (1889) en la que se narra la ascensión social de un usurero que acaba convertido en senador; el tema ético y religioso se aborda en Nazarín (1895) que Luis Buñuel llevó a la pantalla, como también hizo con otra novela de Galdós, Tristana en la que se ve a un sacerdote perder la fe porque su pureza evangélica no es comprendida ni aceptada por un mundo mezquino; Misericordia (1897) está considerada como una de sus obras maestras y en ella retrata a la dulce Benina que mendiga para llevar dinero a la casa en la que trabaja de criada sin cobrar y en la que aparece el retablo más descarnado de la miseria madrileña. Entre todas estas obras destaca Fortunata y Jacinta (1887) el mural más extraordinario sobre la historia y la sociedad madrileña de la época y una de las mejores novelas de la literatura española: Juan Santa Cruz es el amante de una muchacha pobre, apasionada y enamorada, pero se casa con su prima, la dulce Jacinta, que sufre las infidelidades del marido. Fortunata se queda embarazada y el señorito satisfecho como Ortega y Gasset definió al prototipo de este personaje busca otra amiga. Fortunata tiene a su hijo pero llena de celos provoca una riña con la nueva amante que la llevará a la muerte no sin antes haber entregado el hijo a Jacinta, que considera que es hijo suyo pues lo ha tenido con dolor. Sobre este argumento central en el que se tejen otros y con la realidad política social del momento de fondo, Galdós se situó como narrador cómplice de la Naturaleza que rectifica los errores de sus hijos. Fortunata y Jacinta Fortunata y Jacinta tiene lugar de diciembre del 69 a 1876. Se cuenta la transformación social y economica de Madrid, desde comienzos del siglo hasta que Santa Cruz encuentra a Fortunata. Mientras transcurre esta obra, el gas hace su aparicion; el oro se ve con sorpresa suplantado por los billetes de Banco; se inventan los sobres de cartas y los sellos de correos; los trajes de las damas dejan los colores vivos en el 50 al 60 por los colores oscuros, entre otros acontecimientos que marcan la historia. D.Baldomero I, en 1796, trabajaba de sol a sol, amasando una fortuna, que su hijo, D.Baldomero II, conserva y augmenta en la direccion del comercio que hereda, y el nieto, Juan Santa Cruz, la disfruta sin dolores de cabeza por esa Plaza Mayor, por ese espacio limitado y angosto, siempre igual a si mismo, pasa el tiempo, que todo lo cambia. Tiempo y espacio pasan pesan lo mismo en la balanza, dispuesta a cada instante a registrar el menor cambio. 6

En la obra, Furtunata y Jacinta estan frente a frente, y entre ellas Juanito Santa Cruz, amante de una y marido de la otra. Con la amante tiene hijos, con la mujer no. Pasa de lo legal a lo ilegal. Jacinta acusa a Fortunata de robarle el marido, Furtunata a Jacinta de quitarle el amante. Para Fortunata solo el hombre del cual se tienen hijos es el matido. No comprende nada que se relacione con el artificial mecanismo de la sociedad, estando siempre pronta a defender sus derechos naturales. Acaba de dar a luz, cuando se entera de que Juanito tiene otra amante. Se levanta del lecho, acude a verla, dispuesta a hacerla abandonar el padre de su hijo; lucha con la otra contrincante a brazo parido, y de resultas de la lucha la parturienta muere. La actitud de Jacinta respecto a su vida matrimonial es la de una cortes tolerante. Fortunata y Jacinta se odian y se aman al mismo tiempo. Necesitan la una de la otra; se completan mutuamente, encibtrandose en el hombre (Juanito). Galdos apenas insiste en la incomprensión de Fortunata por todo lo que sea material de Derecho, no haciendo de sus personajes en ningun momento personificaciones de ideas. Describe la vida rebosante de Fortunata, cuya mirada no puede traspasar el horizonte de la naturaleza. Fortunata, al morir, entrega su hijo a Jacinta. No hay una relacion de superior a inferior, sino dos valores distintos con funcion diferente. La muerte desde el punto de vista de los personajes no ofrece nada digno de atención. Les llega el final de la vida dentro de la novela y queda anotado, nada mas. Sin embargo, la muerte esta presente constantemente. EL NATURALISMO El Naturalismo se define como la teoria segun la cual la composición literaria debe basarse en una representación objetiva y empirica del ser humano. Se diferencia del realismo en que se incorpora una actitud amoral en la representación objetiva de la vida. Los escritores naturalistas consideran que el instinto, la emocion o las condiciones sociales y economicas rigen la conducta humana. La palabra Naturalismo comenzó utilizándose como sinónima de Realismo. Sirvieron indistintamente para designar, en varios países europeos, las mismas tendencias. Mas tarde, su sentido se restringió para referirse a una corriente iniciada por el novelista francés Emile Zola, quien expuso sus doctrinas literarias en libros como Le Roman experimental (1880) y Les Romanciers Naturalisres (1881). Importa, ante todo, subrayar que el Naturalismo, tal como lo definió Zola, no es solo una tendencia literaria, sino que pretende ser una concepción del hombre y un método para estudiar y transcribir su comportamiento. Zola, en efecto, baso sus doctrinas en ciertas teorías filosóficas y científicas de su época. Cierto es que su formación, en dichos terrenos, fue bastante superficial; pero se reconocerá, en lo que vamos a exponer, una serie de preocupaciones típicas del momento. En primero lugar, el materialismo. El hombre no pasa de ser un organismo: su psicología es, en el fondo, fisiología. En segundo lugar, el determinismo. El hombre no es libre, porque actúa impulsado ciegamente, sea por el peso de la herencia biológica, sea por las presiones del medio social en el que vive: • La herencia biológica, le marca al individuo su destino, determina la línea de un comportamiento que el cree libre, victima de un puro espejismo. • Por otra parte, las ciscumstancias sociales constituyen un marco férreo que restringe las opciones del hombre para orientar su vida. En tercer lugar, la influencia de la ciencia experimental. El novelista debe experimentar son sus personajes, colocándolos en determinadas situaciones y comprobando como sus actos se explican por la influencia de la herencia y de las circunstancias. En buena parte, la temática dominante y los ambientes que tarados, alcoholicos, psicopatas, seres que obedecen sin saberlo a sus impulsos hereditarios. Pueden pertenecer a la aristocracia, a la burguesía o a las 7

clases inferiores, y tales diferencias muestran como la instalacion social matiza o agrava las tendencias naturales. En la tecnica y el estilo, los naturalistas llevan a sus maximas consecuencias los postulados establecidos ya por la novela realista. Ante todo, pretenden dar el maximo rigor a los metodos de observación y documentación. Igualmente, se hace mas precisa la reproducción del lenguaje hablado: en es te sentido y aprovechamiento del habla popular, jergal, regional, etc Visto desde hoy, el Naturalismo revela claramente sus puntos debiles: la superficialidad de sus pretensiones cientificas, asi como el convencionalismo de unos procedimientos que resultan la caricatura de la verdadera experimentación cientifica. El naturalismo en España Hasta 1880 los novelistas españoles escribian, como hemos visto en la unidad anterior, las llamadas novelas de tesis. Estas de escriben entre 1870 y 1880. se entienden como un instrumento para expresar la ideología del autor sobre la sociedad, sus defectos y las posibles soluciones a sus problemas. Suelen presentar un enfrentamiento entre los personajes que encarnan las ideas politicas y sociales del autor y otros que se oponen a ellas. El naturalismo ayudo a superar las novelas de tesis y el costumbrismo, pero no influyo en todos los autores del mismo modo: unos lo aceptaron abiertamente; otros, en cambio, lo rechazaron. Los novelistas de ideología mas conservadora rechazaron el Naturalismo, sobre todo porque representaba el progresismo y consideraba solo la vertiente material del hombre. Entre estos autores destacan Pedro Antonio de Alarcón y Juan Valera. Un caso aparte fue Jose Maria de Pereda. • Pedro Antonio de Alarcón (1833−1891) todavía conserva, como novelista, muchos rasgos del Romanticismo. Aunque en sus inicios como periodista se distinguio por su ideología republicana y anticlerical, con la Restauración evoluciono a posturas mucho mas conservadoras que manifesto especialmente en novelas de tesos como El escandalo (1875). Se considera El sombrero de tres picos (1874) su mejor novela. • Juan Valera (1824−1905) alterno el ejercicio de la literatura con la diplomacia. Sus diferentes destinos como embajador le permitieron recorrer toda Europa, y conocer de forma directa las novedades literarias y criticas. Sus obras mas importantes son Pepita Jiménez (1874) y Juanita la larga 1895). Pepita Jiménez narra las relaciones amorosas entre la protagonista y un seminarista a punto de ordenarse. La novela se caracteriza por un tono jovial y por su carácter epistolar. • Jose Maria de Pereda (1833−1906) utilizo, a pesar de su conservadurismo, tecnicas propias del Naturalismo en sus novelas. Pereda destaca como escritos costumbrista que supo retratar la vida rural de Cantabria. Tras un periodo en el que escribio novelas de tesis, como Don Gonzalo Gonzales de la Gonzalera (1883) o La Motalvez (1888) Luego, entre los autores que participaban en una ideología politica y social progresista, como Galdos, Clarin y Pardo Bazan, aceptaron las propuestas del Naturalismo. Emilia Pardo Bazan (1851−1921), conocida como doña Emilia en los circulos culturales de la epoca, tuvo una personalidad destacada por muy diferentes razones. En primer lugar, por ser escritora en un mundo literario dominado por los hombres. En segundo lugar, por exponer en sus novelas ideas progresistas, aun siendo catolica; fue muy criticada por este motivo. De familia aristoctratica, denuncio en sus novelas las difíciles condiciones de vida de la clase obrera. Ademas, fue la introductora de las ideas del Naturalismo en España. De su obra destacan las novelas La tribuna (1882), Los pedazos de Ulloa (1886) y La madre naturaleza 8

(1887). El trama de La tribuna se centra en la descripción de la vida del proletariado, especialmente de la mujer obrera. Las otras obras, en cambio, se desarrollan en la Galicia rural, de la que se retrata la decadencia moral y social. Pardo Bazan subraya los aspectos biologicos que pueden influir, según las ideas de la epoca, en el comportamiento de los personajes, especialmente en los que padecen trastornos psicologicos o minusvalias fisicas o psiquicas. ¿EXISTE UN NATURALISMO ESPAÑOL? Esta cuestion a sido muy discutida. Las obras de Zola fueron conocidas pronto en nuestro país y suscitarin apariciones violentamente enfrentadas. Ciertos criticos acusaron de naturalistas a Galdos y a Clarin. Doña Emilia Pardo Bazan fue considerada como la abanderada del Naturalismo en España. Y Blasco Ibáñez llego a ser llamdo el Zola español. Este problema puede aclararse acudiendo, precisamente, a la obra critica de la Pardo Bazan. La escritora gallega publico en 1882−1883 una serie de articulos con el titulo generañl de La cuestion palpitante, proponiendose aportar toda la claridad posible en un tema que, en efecto, era palpitante. Estos, estudian los precedentes del Naturalismo y expone las ideas de Zola. Por un lado, alaba la fuerza creadora del novelista frances y lo defiende contra quienes lo acusan de inmoral El mismo Zola, al tener la noticia de que la escritora era tildada de naturalista, manifesto su extrañeza de que se pudiera ser, a la vez, naturalista y catolica. Las aclaraciones de Pardo Bazan y las palabras de Zola resuelven adecuadamente el problema del llamado Naturalismo español. Si el Naturalismo es un sistema al que son consustanciales el materialismo, el determinismo, apenas puede certificarse su presencia en España. En el fondo, el Naturalismo frances apenas influyó mas que en las tecnicas narrativas y descriptivas, asi como en la presencia de ciertas realidades en la novela. En este sentido, su eco fue notable: el reflejo de la miseria material y moral, la conciencia de los condicionamientos sociales, etc., entraran en la obra de algunos realistas españoles. Asi es, ante todo, en las novelas de doña Emilia Pardo Bazan: La tribuna (1883)

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