RESEÑA HISTÓRICA BARRIO EL PORTAL E N V I G A D O

RESEÑA HISTÓRICA BARRIO EL PORTAL ENVIGADO Prologo Un Barrio, si nos aproximamos a una definición, sería aquella subdivisión geográfica de un Pueblo

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Normas APA 9212335 201015885 201017638 201218794 Curso: E259 Métodos de Investigacion Licenciado: Luis Magdiel Oliva Córdova Plan: Domingo Sección: B

U N I V E R S I D A D D E S O N O R A
UNIVERSIDAD DE SONORA División de Humanidades y Bellas Artes Maestría en Lingüística Predicación no verbal en o’otam (pápago) de Sonora TESIS Que pa

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RESEÑA HISTÓRICA BARRIO EL PORTAL ENVIGADO

Prologo Un Barrio, si nos aproximamos a una definición, sería aquella subdivisión geográfica de un Pueblo o de una Ciudad con identidad propia. La identidad propia es ese artesonado de vivencias y de historias entretejidas que, aunque dinámicas, encuentran en su fuente un punto de partida la cual si se registra se va transformando en historia. El presente escrito recoge de forma amena por lo anecdótico y experiencial a partir de consultas y de entrevistas, el nacimiento ordenado de El Barrio El Portal de Envigado. Se citan nombres de personas ilustres y de familias prestantes de nuestra sociedad, muchas de las cuales ya han fallecido pero cuyo recuerdo y legado, gracias a este escrito, perdurarán en el tiempo. Muchos de los habitantes del Barrio continúan aportando desde sus propias fatigas, ingentes esfuerzos por mantener una identidad que pocos Barrios de otras Ciudades han tenido. Aquí nos conocemos todos, y hemos disfrutado con los triunfos de al menos ya de tres generaciones. Los que llegaron primero hacia finales de los años setenta, los que aquí crecieron, y los que se han quedado después de formar nuevas familias. Hemos hecho propias también las lágrimas de familiares de muchos que perdieron sus vidas en la absurda violencia que, se cernía sobre la Ciudad y el País posterior a esos años a medida que el Barrio terminaba su construcción y se aprestaba a disfrutar del envidiable entorno logrado. Pero esa es otra historia. El contar con Parroquia propia sólo para el Barrio, en la que “en cada ladrillo hay una historia”, siempre ha sido un motivo de cohesión y una oportunidad de encuentro, no sólo de los fieles sino de la Comunidad tantas veces convocada por el activo Comité Cívico y tantas veces por él mismo representada ante las autoridades, buscando mantener las tan apreciadas y propicias condiciones ambientales, de vida y de seguridad que lo caracterizan. Importantes Industrias y enormes almacenes de cadena que van llegando a las proximidades, al igual que la proliferación de nuevas construcciones, ahora hacia la altura, imprimen al sector una decidida transformación urbanística, permeada de un sereno aire de modernidad campestre. Termina el autor con una especial confesión de fe en el Barrio cuando afirma” que “…te he elegido para que tu suelo fértil sea el cofre…donde reposen eternamente mis cenizas”.

Los nuevos habitantes que van llegando deben conocer esta historia, para garantizar en el tiempo la trascendencia de los logros obtenidos de manera ejemplar, por los audaces primeros habitantes del sector que tanto han invertido en tiempo en esfuerzos y en palabras para ofrecer lo mejor para la entera Comunidad de este prestigioso Barrio de Envigado. Mons. Dr. Jorge Aníbal Rojas Bustamante. Párroco.

Historia del Barrio el Portal. El siglo XXI se ha caracterizado por tendencias que apuntan a reconstruir la historia y la micro-historia de pequeñas comunidades, cuyos episodios han marcado la configuración social. Tal es el caso del presente relato, en parte autobiográfico, realizado por Arbey Fernández, acerca del Barrio El Portal de Envigado, cuyos personajes, anécdotas y fotografías nos resultan entrañables para los Envigadeños. El trabajo de documentación y reconstrucción de un relato urbano como el del Barrio El Portal se fundamenta en fuentes históricas directas como las escrituras notariales, en las entrevistas a los primeros moradores, en crónicas de los periódicos, en las imágenes aéreas y en las fotografías aportadas por personas que ayudaron a su realización, además de la información disponible en los archivos oficiales del municipio y en el internet. Así se construye un relato de Envigado sumamente vívido y cercano. En América Latina ha crecido significativamente el interés por las investigaciones de la genealogía, cuyo resultado más positivo es el rescate de los ancestros comunes, para que los actuales ciudadanos nos reconozcamos mutuamente y compartamos un pasado familiar. Desde la fundación de Envigado en 1775, pueden haber transcurrido unas ocho generaciones bastante fecundas y dinámicas en su inicial quehacer agrícola y pecuario, que gradualmente fue tornándose en una cultura urbana donde compartimos fiestas populares, eventos religiosos, medios de transporte, acontecimientos políticos, construcción de infraestructura, trabajo en las empresas y anécdotas que se cuentan en los cafés, en los billares y en las reuniones familiares. El trabajo de Arbey Fernández contribuye a comprender de una manera muy positiva, a partir de una identidad común en el pasado, la construcción progresiva de la ciudadanía Envigadeña, toda vez que la historia que documenta y relata sobre el desarrollo de su barrio, es análoga a la historia de los barrios que componen el Valle del Aburrá, una historia marcada por la fe de sus habitantes, el empuje de sus empresarios y la alegría y cordialidad de sus vecinos. Historias similares sobre la formación de los barrios en Ciudad de México, Caracas y Montevideo ilustran esta tendencia de relatos espontáneos de los habitantes urbanos. Envigado se ha desarrollado en torno a grandes proyectos, el primero de ellos fue el tendido de las redes del Ferrocarril a partir de 1911, el cual sirvió como punto de encuentro y punto de partida para las personas y para el desarrollo empresarial; que tuvo su hito en 1939 con la instalación de la factoría Peldar, ambos proyectos contribuyeron a la configuración urbanística, industrial y cultural de nuestro municipio. Asimismo, pequeños proyectos como la antena parabólica de televisión, la construcción de la parroquia “El Portal de Jesús”, los tramos viales y las medidas para mejorar la seguridad ciudadana han consolidado los vínculos de solidaridad tejidos entre los habitantes del barrio y del municipio. Me complace presentar el texto del amigo Arbey Fernández, quién ha querido cumplir este deber de memoria de una manera a la vez objetiva y afectuosa, cuya lectura anima a la convivencia armónica que deseamos transmitir a las generaciones futuras. Es muy recomendable para todos conservar en la memoria cuáles han sido los acontecimientos y las costumbres de los Envigadeños y resaltar tres notas de nuestra alma colectiva: la laboriosidad, la solidaridad y el optimismo. Agradezco a Arbey Fernández que nos rememora episodios tan alegres como el baile reseñado por el periódico el Montañés de Medellín en agosto de 1898, ofrecido en la casa de Doña Mercedes Saldarriaga a más de 300

invitados; y al hilo del cronista nos animaremos a sacar a bailar una bella joven con la música de la orquesta Mondragón. William Vélez Mesa.

Breve Reseña Histórica sobre la Fundación del Barrio el Portal de Envigado. En los primeros años de mi infancia, cuando acompañaba a mi padre en sus quehaceres, me enseñó un famoso dicho que decía así: "En esta vida hay que hacer tres cosas: escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo". . Hoy cuando dispongo del tiempo suficiente, me propongo escribir la reseña histórica de nuestro Barrio el Portal del Municipio de Envigado. Lo que narraré no son hechos históricos, producto de una exhaustiva investigación, que permitan pasar la lupa de la crítica sobre ellos; son más bien una colección de recuerdos y vivencias de personas que en forma generosa, me han donado, su tiempo y reminiscencias para ir redactando este documento. Mi afición por los versos nace, cuando en mi niñez mi padre me enseñó una poesía de Epifanio Mejía que se llamada la “Tórtola”, y cuyo primer verso dice así: Joven aun entre las verdes ramas De secas pajas fabricó su nido, La vio la noche calentar sus huevos La vio la aurora acariciar sus hijos. Por eso en esta narración de vez en cuando, escribiré un verso alusivo a la ocasión. Con respecto a esa facultad que tenemos de evocar el pasado alguna vez escribí: Es el tiempo, esa infinita cinta Que conecta el final con el principio, En cada instante se graban los recuerdos Como se adhiere el paisaje, a cada curva del camino. En este relato utilizaré el siguiente orden.

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.

PROPIETARIOS DE LA TIERRA, EN ORDEN CRONOLÓGICO DE SUS POSEEDORES. EVENTOS IMPORTANTES QUE BENEFICIARON ESTOS TERRENOS. RECUERDOS DE PERSONAS ENTREVISTADAS. URBANIZACIÓN DEL BARRIO EL PORTAL. PRIMEROS HABITANTES. CREACION DE LA PARROQUIA EL PORTAL DE JESUS. COMITÉ CÍVICO. EVENTOS QUE HAN IMPACTADO POSITIVAMENTO NUESTRO BARRIO.

1. PROPIETARIOS DE LA TIERRA, EN ORDEN CRONOLÓGICO DE SUS POSEEDORES. El Barrio el Portal se construye en lo que fueron los terrenos que en el pasado, formaron parte de una tradicional hacienda llamada Andalucía, cuya casa principal o mayoría es hoy la casa de la cultura del Municipio y cuyo más antiguo registro lo encontré en:

Wikipedia, la enciclopedia libre Miguel Uribe Restrepo (Envigado, 19 de junio de1792 - 1841) fue un jurista y político colombiano apodado el «Demóstenes Colombiano» por sus dotes oratorias. Fue discípulo del Sabio Caldas y de Camilo Torres. Reemplazó a Francisco José de Caldas en las cátedras de Matemáticas e Ingeniería. Primer profesor de Filosofía que tuvo la Universidad de Antioquia. Fue Consejero de Estado y Presidente del Senado. Casó pelea intelectual con Simón Bolívar, a quien tildaba de monárquico. El domicilio donde nació es desde hace varios años la Casa de la Cultura del Municipio, y lleva su mismo nombre, “Miguel Uribe Restrepo”

Una imagen vale más que mil palabras Porque por un segundo se detiene el tiempo, Es como esa llave casi mágica Con la que se abre el baúl de los recuerdos.

Entonces desfilan lentamente Como en un horizonte de sucesos, Esas vivencias que creíamos perdidas Pero que vuelven a nosotros como en sueños.

La casa principal o mayoría como se denominaba en la época, es una construcción típica de hacienda, de estilo colonial. La planta original del edificio es cuadrada, de patio central y jardines interiores. Hacia el occidente tiene un par de ventanas similares a las que se ven en el tapiado exterior, al estilo de las construcciones sevillanas con influencia mudéjar. Esta parte de la villa tuvo por su orientación, la función de lugar privilegiado para mirar el ocaso del sol y recibir la fresca brisa de la tarde, especialmente en épocas de verano.

Permitía escudriñar en el horizonte La bandada de garzas que llega, Con buche repleto de alimento Para sustentar los polluelos que esperaban.

En la mañana volvía el rio, a recobrar la vida La bandada de garzas se alejaba, Dejando atrás el incesante Graznido lastimero de sus crías.

Este inmueble de estilo colonial es una de las construcciones más antiguas que conserva el Municipio de Envigado. La historia de este inmueble como la de la mayoría de las construcciones privadas, es difícil de rastrear, pues las familias que inicialmente las construyeron y habitaron, carecieron de archivos particulares. Sin embargo, se puede afirmar, por el establecimiento de una acción ordinaria de policía contra los señores Ricardo Botero S. y Mercedes Saldarriaga de Botero, que Don Manuel María Uribe Vélez, casado con Dña. María Josefa Restrepo, pasó a su hijo Agustín la propiedad. Uno de los 22 hijos de la familia, cuando su fortuna se vino a menos, pasó su propiedad a

Don José Julián Saldarriaga “y de éste, por herencias y por ventas sucesivas vino al dominio de Dña. Mercedes Saldarriaga de Botero”. Este es el único vínculo que he encontrado entre los Uribe Restrepo, con los Saldarriaga y los Botero, a la postre dueños de los terrenos que al vender a la Cooperativa de Habitaciones, permitieron la urbanización y construcción de nuestro Barrio. En la historia de la casa, encontramos un gran vacío, que va desde la primera adquisición del terreno por la familia Uribe Restrepo, hasta la herencia recibida por la señora Mercedes Saldarriaga viuda de José Miguel Botero Pardo, en la segunda mitad del siglo XIX. Este dato se corrobora en la descripción del ambiente vivido en la hacienda, una noche de fiesta en agosto de 1898; citado por el periódico el Montañés de Medellín; allí aparece como anfitriona la señora Mercedes, acompañada de sus hijos: Carlos, Ricardo, Elisa y Elena. Así lo anotaba el cronista: “Amplia, espaciosa es la casa, llena de luz, seductora y sonriente como la tierra de María Santísima; sombréala frondosos árboles, bésale el río los pies, circúyela uno de los más pintorescos y variados paisajes de nuestro valle…decoraban corredores y salones coquetas japonerías; embalsamaban el aire y recreaban la vista los arbustos florecidos del anchuroso patio. En trajes vaporosos las bailarinas Medellinenses gozaban de la música de la orquesta Mondragón, más de 300 personas bullían gozosas en aquella casa, entre ellos se encontraba un huésped francés, Víctor Azam, como también poetas, comerciantes, músicos, entre otros” La búsqueda de fuente primaria en diferentes archivos históricos, notarías y la Oficina de Registros Públicos de Medellín, permiten dar cuenta de cortos acontecimientos de la vida cotidiana de los herederos, durante varias generaciones de las familias Botero Saldarriaga, Botero Mejía, Botero Restrepo, Botero Phillipsbourne Mercedes Saldarriaga heredó de su madre, Doña Antonia Londoño de S. Un globo de terreno situado en el Municipio de Envigado cuyos límites al occidente se extendieron hasta el rio Medellín; por el sur con el camino que seguía de Envigado a Itagüí , y por el oriente con tierras de Rafael Arango (abuelo de Débora Arango); el lote comprendía 137 cuadras de extensión. Al morir José Julián Saldarriaga, padre de Doña Mercedes se protocolizó su mortuoria en la cual declaró deber a Miguel Botero Pardo, esposo de su hija Mercedes la cantidad de 1000 piezas de 8 décimas; para sufragar la deuda solicitó a su albacea, pagar con un globo de terreno situado en Envigado y que ocupaba: “una casa de tapia y tejas mitad nueva mitad vieja, con una anexidad de pesebrera y de otra casa también de tapia y tejas con su correspondiente ramada, en donde se encuentra la máquina de moler caña y esta con sus anexidades de horno, fondos, pailas y demás enceres correspondientes a su servicio”. Además de la porción de terreno llamada Manga de las Mulas, hasta abajo con el río Aburrá. Doña Mercedes se propuso extender los terrenos de su hacienda comprando diferentes predios hasta conformar la Hacienda Andalucía con una extensión total de 216.921 m² avaluada en $38.500. La señora Mercedes Saldarriaga registró la finca a nombre de su hijo Ricardo Botero S. en Mayo de 1932. Estos terrenos sufrieron varios fraccionamientos por sucesiones hasta que fue urbanizada. (Inmuebles Patrimoniales Municipio de Envigado. Datos facilitados por La Dra. Yadira Muñoz.) La historia de la hacienda Andalucía Se puede resumir en pocas palabras, Fue de los Uribe Restrepo Pero por reveces de fortuna, Pasó a Don José Julián Saldarriaga. Este la entregó a su hija Mercedes Con Miguel Botero casada, De ella la heredó su hijo Ricardo Cuando el siglo veinte empezaba.

A él le heredaron sus hijos Hasta que la Cooperativa comprara, Hoy nosotros tenemos un lote De esa hacienda urbanizada. Van desapareciendo las estancias Que años atrás adornaran, Moles de concreto y cemento Están reemplazando las casas.

2. EVENTOS IMPORTANTES QUE BENEFICIARON ESTOS TERRENOS. a. Construcción del Ferrocarril de Amagá. b. Canalización del Río Medellín. c. Construcción de Peldar. a. Ferrocarril de Amagá. Se escucha la sirena a la distancia Precedida de alegría o de lágrimas, Para unos era… la triste despedida Para otros la felicidad por la llegada.

Era la estación punto de encuentro Con viajeros que partían o llegaban, Vendedores que ofrecían sus alimentos Otros que simplemente curioseaban.

Según Belisario Betancur, (Expresidente de Colombia 1982 - 1986) "se puede decir sin exageración, que existe una Antioquia anterior y otra posterior al ferrocarril. Sólo el tren pudo unir nuestras montañas indómitas y sólo él nos encarriló, valga la expresión, por el camino de la industrialización... Las carreteras secundarias no iban a parar a Medellín, sino a la estación del tren, porque realmente éste era el que unía nuestro departamento". Construcción del Ferrocarril. “El primer riel del trayecto inicial de 24 km. comprendido entre Medellín y Caldas lo clavó ceremoniosamente el presidente Carlos E. Restrepo a principios de 1911. A pesar de que casi todo el material para la banca debió ser transportado en mula, porque los caminos y las distancias entre los depósitos y las obras no permitían usar carretas, la línea avanzó hacia El Aguacatal, Envigado, Sabaneta, Itagüí, Tablaza y Caldas. En 1914 se había puesto en servicio el tramo completo hasta Amagá.

En el kilómetro 9 está la estación de Envigado, a unas cuatro cuadras de la población de este nombre. El edificio es mejor que los anteriores. Los campos muy cultivados y bellos. Aquí empieza a verse, y continúa por largo espacio y a trechos, la cerca o adorno que ha puesto la Empresa del Ferrocarril a su zona, de lado y lado, de naranjas mandarinas, mangos, pomarrosas, otros árboles frutales y de rosales de muchas variedades, llenos de flores.(Textos tomados de Internet)

La vía férrea cuyo trazado era por lo que es hoy la Avenida las Vegas, y estación Uribe Ángel que se ubicaba a la altura de Peldar, fueron convirtiendo estos terrenos en potencialmente urbanizables hacia el futuro. Los Boteros así lo entendieron. La locomotora irrumpía imponente Con su sirena vibrando en la llegada, En la estación los nuevos pasajeros Se despedían arropados de nostalgia.

Cargados de sueños y proyectos Abandonaban los parajes de su infancia, En busca de nuevos horizontes En lejanas comarcas de la Patria.

b. Canalización Río Medellín. Siguiendo las recomendaciones del Plan Piloto para Medellín elaborado en el año de 1947, se estableció un corredor multimodal de transporte a lo largo del río Medellín, convirtiéndolo en espina dorsal y principal eje de crecimiento de la ciudad. Las zonas aledañas al río siempre fueron cenagosas e inundables y, por tanto, estos terrenos no eran aptos para ser urbanizados. A finales de la década del 40 y principios de la década de los 50’s, se contrataron estudios serios sobre la canalización del río. En un informe fechado el 21 de Enero de 1952 el ingeniero Mister Barton M. Jones recomendó la forma como debía seguirse la obra de canalización para que diera resultados seguros y fuera económica su construcción. Los motivos principales para realizar la canalización del río fueron: 1. Higienización de todo el Valle de Aburrá. 2. Urbanización de la parte plana del Valle, que no se había posibilitado por las crecientes del río y por qué el sector era fuente de zancudos y plagas, debidas a los pantanos producidos por las inundaciones del río. 3. Construcción de arterias centrales de tránsito que respondieran a la expansión que sufría la ciudad. Aprovechamiento turístico de la ciudad. (Textos tomados de Internet).

El rio Medellín Nace cristalino en el corazón de la montaña Era un hilo de vida atravesando el valle, Lo llenaron a su paso con desechos Hoy solo podemos lamentarle. Es la triste herencia, que nuestros mayores A nosotros sin pensarlo nos dejaron, Si queremos dejar un buen legado No nos queda otro objetivo que limpiarlo.

Golpea triste con su carga de desechos Las rocas que se atraviesan en su cauce, Nos devuelve su alteración en energía Para iluminar en las noches nuestro valle. Se funde después con el caudaloso rio Que se convierte en la arteria de la Patria, Derramando en el azul océano Toda la suciedad acumulada.

Los Boteros que eran personas de solvencia económica y pertenecían a la sociedad de Medellín, en los terrenos que hoy ocupa el barrio construyeron una cancha de polo. Acá se reunían con las personas adineradas de Medellín, entre los que se contaban los Echavarría, los Restrepo, los Londoño, y los Estrada y Celebraban sus días de campo con toda su familia, practicando el polo, y terminando con apetitoso asado. (Relato de John Jaramillo nieto de Rodolfo Jaramillo dueño de la finca la “Concha” que colindaba hacia el norte). C.

Construcción de Peldar.

Pedro Luis Restrepo Empresario medellinense. Hijo de Emilio Restrepo Velásquez y Concha Botero Saldarriaga. Hermano de Darío Restrepo Botero. Estudió hasta segundo de bachillerato, en el colegio de San José, teniendo que suspender sus estudios por difícil situación de su familia. Trabajó en la Ferrería de Amagá, en la Fábrica de Tejidos Hernández y en el Ferrocarril de Antioquia. Gerente de la Vidriería Fenicias No.2. Con su hermano Darío, fundaron la fábrica de vidrios Peldar. Pel por Pedro Luis, y Dar, por Darío. En el año 1939, el consorcio de cervecería Babaría vendió a vidriera fenicia No2 a los hermanos Pedro Luis y Darío Restrepo Botero, quienes le dieron el nombre de cristalería PELDAR S.A. Después en el año 1947, se trasladan parte de sus instalaciones fabriles a envigado, Antioquia.

En 1949, PELDAR inicio en envigado (Antioquia) la fabricación automática de envases de vidrio, con la construcción de un horno de 30 toneladas por día, al cual siguieron dos hornos mas, que junto con el primero, elevaron la capacidad a 130 toneladas diarias de vidrio. En marzo de 2005, Ol decide cambiar la imagen corporativa de la empresa a nivel mundial y por tanto a partir de la fecha PELDAR cambia su imagen pasando a ser O-l PELDAR. (Textos tomados de Internet)

3. RECUERDOS DE PERSONAS ENTREVISTADAS. Don Rodrigo Tamayo J. Nieto de Don Rodolfo Jaramillo, cuenta que por terrenos del Portal pasaba un quebradita de la cual el ganado bebía, ésta quebrada bajaba canalizada por la fábrica de calzado Grulla, pasaba por un lado de las pesebreras y bordeando la falda, entraba a terrenos de su abuelo, donde se juntaba con otra que venía de Envigado y formaban una laguna donde llegaban las garzas, además de una gran variedad de aves y en la época de migración, los patos “barraquetes” que venían del Canadá y Norte América en los meses de Octubre, Noviembre y Diciembre. Yo tenía mi escopeta y ahí casaba algunos, estos patos recuerdo mucho traían su respectivo anillo; Don Andrés Botero también acostumbraba cazarlos, a él lo conocí a la edad de nueve años, hoy somos amigos por las aficiones similares, él por los botes y deporte náutico y yo por el gusto por la pesca. Al frente de la fábrica de Grulla había unas palmas, ahí existía una cochera donde Don Ricardo Botero y sus hijos Andrés y Óscar (el rejoneador Oky Botero), tenían sus coches para bajar a Medellín, en ese tiempo esa era la forma de transporte además del tranvía; ahí estaba también la pesebrera donde se cuidaban los caballos en los que se jugaba polo. Nosotros pescábamos sabaletas en el rio Medellín donde quedaba el estadero “El Pandequeso”, ahí había unos cañaverales parecidos a los que se encuentran en Porce, el paisaje era idéntico a esos parajes, con la misma vegetación de sauce playa, sauces llorones, los mismos tuneros en fin igualito. A mí me tocó ver bajar las balsas que venían por el rio desde Caldas, las balsas eran hechas de guadua o de palos de yarumo, las amarraban con bejucos, cabuyas o con fique. Esas embarcaciones bajaban cargadas de yuca, plátano y hortalizas por el rio que no estaba canalizado, un hombre con un palo largo guiaba la barca, allí iba el perro, la mujer, los muchachos y llevaban gallinas, pero el negocio era redondo, llegaban hasta el “Puente del Mico” desbarataban la barca y vendían los guaduas y los yarumos, además de los productos agrícolas. Eran buenos negociantes, vendían toda la comida que bajaban y se ganaban el paseo por el río que era cristalino, con playones de arena hermosos, gran variedad de fauna silvestre entre los que había patos, garzas, y pájaros de muchas variedades; los baños eran espectaculares. Cuando se presentaba una borrasca si había que quemarle hasta ramo bendito, porque llegó a inundar la carrilera ubicada más o menos a dos cuadras. La canalización para desviar el rio se hizo por la margen izquierda del mismo en el sentido de sur a norte. Este sector era muy solo, no había construcciones. Envigado era un pueblo pequeño y muy tranquilo; a nosotros a veces nos despertaban a la una o dos de la mañana, porque el ganado se había metido a la carrilera y había que sacarlo, antes de que arrancara la locomotora, porque se encandilaban con el reflector y los mataba el tren, de resto no pasaba ninguna persona, solo los sábados bajaba el pagador de la cuadrilla que se encargaba del mantenimiento de la vía, en un carrito amarillo que se llamaba la “marranita”, con motor pequeño; éste funcionario era un señor de Envigado llamado Pedro Luis Restrepo, quien un tiempo después compró la finca “El Castillo” en la parte alta del Municipio. Cuentan que en ese terreno encontró una guaca o entierro, ese fue el origen de la riqueza con la que Pedro Luis y Darío Restrepo fundaron a

Peldar. Esta finca fue la residencia de Pedro Luis Restrepo hasta que años más tarde la compró Don Fabio Ochoa y sus herederos. Don Gabriel Palacios. Residente en el barrio, nacido y criado en el barrio Mesa, nos cuenta que su señor padre era maquinista del ferrocarril de Antioquia, y le tocó trabajar mucho tiempo en la línea de Medellín Pintada, entonces teníamos que bajar hasta la estación Uribe Ángel, tres veces por semana a recoger los productos agrícolas que él nos traía, y a traer o a recoger la ropa que usaba cuando estaba viajando; cuenta Don Gabriel que las cosas las subían a la casa en una carretilla, por donde está el monumento a la Virgen, llamada” Calle de la Estación” (hoy calle 38 sur). En esa época recuerdo muy bien, la Policía hacia las famosas batidas de los muchachos, entre ellos se destacaba un policía gordito muy famoso llamado Marquitos, a nosotros nos cogían, pero cuando explicábamos qué estábamos haciendo nos dejaban libres. La quebradita que pasaba por acá por el Portal, arriba en el Barrio Mesa la llamábamos la quebrada del agua del Público. Por lo que es hoy la Avenida las Vegas pasaba la carrilera circundada de frutales especialmente mangos, nosotros de muchachos nos veníamos desde el Barrio Mesa a coger mangos “biches”. LUCAS DE OCHOA Y TIRADO: A principios del siglo XVIII se establecieron en el sur varios asturianos, vascos y aragoneses como Juan Bautista Isaza, Lucas Ochoa y Juan de la Calle, atraídos por el parecido de Envigado con su tierra. El 13 de junio de 1.774 el Obispo de Popayán, Jerónimo Antonio de Obregón G Mena, erigió a Envigado en Parroquia. El 14 de junio de 1.775 el Gobernador de Antioquia ratifica la erección como parroquia de Santa Gertrudis, fecha considerada la de fundación del Envigado Urbano. (Textos tomados de Internet) Don Pedro Luis Restrepo, era miembro de una familia muy trabajadora, que vivió en Amagá y trabajaron con loza, el compró una finca en la parte alta de Envigado que se llamaba ”El Castillo”, esa finca fue de LUCAS DE OCHOA Y TIRADO, uno de los fundadores de Envigado. Un día un trabajador que estaba arreglando el alcantarillado, al pie de un árbol, tropezó con algo metálico, le avisó a Don Pedro Luis, él miró y le dijo: no hombre no trabaje más por hoy, deje a ver qué hacemos con eso; ese algo era un muñeco de oro y cuentan que con el dinero producto de ese entierro él pensó en fundar una empresa ya no de loza sino de vidrio; para este proyecto influyó mucho un ingeniero geólogo de la facultad de minas, el Dr. Botero quien le aconsejó comprar unas tierras por el lado de la Ceja hacia Sonsón, que eran unas tierras blancas que no daban ni helechos, con eso quiero decir, que su precio fue muy barato, pero servían para la industria del vidrio. Ese fue uno de los de los mejores depósitos de materia prima que consiguió Don Pedro para su industria del vidrio. Dña. Betzabeth Palacios de Ochoa. Relata de sus paseos de Envigado a Itagüí, por un camino que bajando de la estación pasaba por el matadero, cruzaba el río por un puente peatonal de madera, el río tenía mucha corriente pero era limpio, bajaban barcas artesanales con racimos de plátano de Caldas con rumbo a Medellín, la gente pescaba y se bañaba en él. Los terrenos donde hoy es el barrio el portal eran una cancha de polo y hacían carreras de caballos los domingos. La estación Uribe Ángel era visitada por los Envigadeños, que venían a contemplar la llegada y salida de los trenes. La carrilera estaba bordeada por árboles de mandarinas y frutales uno las podía coger, en esa época no lo impedían, eso era del ferrocarril. La carrilera del ferrocarril pasaba por lo que hoy es la Avenida las Vegas, su estación de nombre Manuel Uribe Ángel de Envigado, se encontraba a la altura de Peldar, el pequeño negocio que hoy subsiste y se llama la Estación, era parte de la edificación.

4. URBANIZACIÓN DEL BARRIO EL PORTAL. En diciembre de 1972 Mauricio Botero Mejía, Oscar y Andrés Botero Phillipsbourne, venden a la Cooperativa de Habitaciones para Empleados Limitada, una finca llamada Andalucía, con casa de habitación y demás mejoras, anexidades y dependencia entre las cuales se cuenta un principio de urbanización; con una extensión de 141.200 metros², por un valor de de $5.516.687,98. (Datos tomados de la escritura 3.160 de la Notaría Segunda de Medellín con fecha 19 de Diciembre de 1972) La Cooperativa de Habitaciones para Empleados Limitada. La Cooperativa de Habitaciones fue fundada por el Dr. Francisco Luis Jiménez un poco después de 1935, con el objetivo de urbanizar los terrenos donde se construyó el Barrio Laureles, compró ese lote a cinco centavos la vara. Los planos los hizo el maestro Pedro Nel Gómez, que además de reconocido artista era ingeniero y arquitecto; el hizo los diseños teniendo como modelo el Étoile de Paris.

Arq. Ignacio Soto Lotero. Llegué a la cooperativa en julio 28 del 1969 la cooperativa era de los socios que ahorraban con el fin de hacerse a su casa, finca, local, apartamento o cualquier desarrollo que la cooperativa emprendiera, los socios no quedaban con obligación con la cooperativa, alcanzaban el objetivo que se proponían y salían, ese fue uno de los aspectos que influyeron en su desaparición. La Cooperativa tenía un convenio con el Banco Central Hipotecario: ellos nos financiaban las obras y nosotros generábamos empleo, mensualmente yo pasaba un informe al Banco con la nómina, su costo y las obras que estábamos realizando, así llegamos a tener más de dos mil empleados en nómina mensual. Otro de los aspectos que afectó la Cooperativa fueron los problemas financieros del BCH. El lote donde se urbanizó el Barrio el Portal me lo vendió un señor que trabajaba en finca raíz a quien los Botero se lo habían dado para que lo vendiera, el me lo ofreció, fuimos a verlo le solicité unos planos y rápidamente hicimos la negociación, el precio que aparece en la escritura es algo que ellos por impuestos decidieron colocar, pero el precio fue mucho mayor aunque no lo recuerdo exactamente; se pagó con un aporte del 60% de contado y el resto con plazos y condiciones estipuladas en la escritura; no había ningún principio de urbanización, el lote estaba limitado por dos calles la que bajaba de Envigado a Itagüí y la que es hoy la Avenida de las vegas. La Cooperativa compró el lote y lo empezó a urbanizar. Todo el proyecto lo desarrollaron los arquitectos e ingenieros que trabajaban para la Cooperativa. El nombre de” El Portal “se lo coloqué en una junta de trabajo teniendo en cuenta, que ésta era la puerta de entrada al Valle de Aburrá, que desde Envigado e Itagüí se iba hasta Copacabana; se hizo la canalización de la quebrada que pasaba por el sector y se vertió al rio, se trazó la urbanización y se diseñó en forma de laberinto para crear un área más privada con conciencia de unidad. El costo de la obra no lo recuerdo, la cooperativa tenía un presupuesto y dentro de ese monto nos movíamos. La comercialización de la urbanización la llevé a cabo personalmente por ser un proyecto muy costoso y de mucha responsabilidad para los intereses de la Cooperativa. De la urbanización en El Portal recuerdo tres anécdotas importantes: 1. Un día hablando con José Restrepo, un gran amigo que era gerente de Almacenes Éxito me decía: “Bueno, Ignacio, vamos a tener que dejar claro algo: si yo te sirvo como entidad que le va servir a la Cooperativa por llevar comercio a sus obras, o la cooperativa nos sirve a nosotros?”. Esta era una charla de amigos y en especial se refería a la urbanización el Portal, que construimos en Envigado y cuyos edificios fueron de los primeros construidos en esta localidad; estos y el barrio construido a su alrededor, quedaban al frente de una amplia área de terreno que esta cadena de almacenes había comprado para hacer su desarrollo futuro en este Municipio. Entonces yo le respondí a José Restrepo que estaba seguro que el Éxito se beneficiaba de la Cooperativa, pues le habíamos llevado muchos clientes, y nosotros éramos transitorios. Pero no era sólo ésta cadena de almacenes la beneficiada porque donde llegaba la Cooperativa llegaba el desarrollo.

EL Dr. Francisco Luis Jiménez (fundador de la Cooperativa de Habitaciones) me llamó un día y me dijo; hombre Ignacio he recibido una Invitación del General Francisco Franco quien a nombre del gobierno Español desea invitar a un representante de cada país Latinoamericano, que se haya destacado en el sector Cooperativo, este viaje es por cuenta del gobierno Español, con todos los gastos pagos y en compañía de su señora esposa. Me preguntaba que si yo quería ir en nombre de Colombia, ya que él estaba invitado y le habían autorizado invitar a otra persona destacada en ésta actividad. Yo le respondí listo Dr. Cuando es la salida?. Organicé todo y viajé con mi señora a España. Yo le había dicho a Nelly mi esposa, si vamos, compremos por nuestra cuenta los pasajes para que visitemos Roma y Paris antes del regreso, después de que cumplamos con los compromisos que conlleva la invitación, que incluía un viaje por ese país y la asistencia al congreso sobre Cooperativismo que en España es una actividad muy importante. Un día ya al final, faltando poco para nosotros salir con rumbo a Roma y Paris donde esperábamos pasar unos ocho días en cada ciudad, al llegar al hotel recibí una llamada de Medellín, en donde el abogado de la Cooperativa me informaba que había un problema muy serio y no habían podido resolverlo, resulta me dijo, que hay una cuota que se venció de la deuda que se tiene sobre los terrenos de la urbanización el Portal y no hemos podido pagar, porque no ha entrado toda la plata y ellos dicen que si no les pagamos van a tener que hacer efectivas las clausulas consignadas en la escritura y reversar el negocio y si esto sucede, ellos se ganan una lotería por las inversiones que se han hecho en esos terrenos; le respondí llámelos y dígales que en esta semana les vamos a pagar. Fui a la habitación y le dije a mi señora nos vamos para Medellín mañana, se acabó el viaje, no puedo dejar perder ese negocio; regresé Medellín y 2.

después de hacer algunos contactos a los dos días pagamos no una sino dos cuotas. Con el regreso se esfumó nuestro proyecto de conocer a Paris y Roma cosa que hasta el momento no hemos realizado y no realizaremos ya, creo yo. 3. Los terrenos en donde se construyó el portal de Cerro, los Botero se los regalaron a sus hijos ya que no valían nada por ser inclinados, un día me dijeron que si no me interesaban y les manifesté que hablaría con los Ingenieros de la Cooperativa. Efectivamente me dieron el visto bueno y se negoció muy barato porque compré el metro plano, que fue el área que se dejó como miradores en la parte superior, el éxito de ésta inversión fue la construcción en terrazas aprovechando el desnivel. Para construir las bases, se tuvo que profundizar hasta 20 metros para encontrar firmeza, pero ahí se construyó una de las urbanizaciones más bonitas que edificó la Cooperativa y que hoy es orgullo de Envigado. Desde Envigado hasta el rio El paisaje era una hermosa postal, En una parte de este, años más tarde Se urbanizaría el Barrio el Portal.

Fueron las nuestras… casas amplias Para vivir, disfrutar y descansar, Hoy que se van quedado solas Para hacer edificios las empiezan a tumbar.

El terreno donde se asentaría la urbanización fue muy bien aprovechado por parte de la Cooperativa, se sectorizó en manzanas distinguidas por letras, en las que se trazaron lotes para construir casas, unidades residenciales, área para negocios, zonas deportivas y de recreación.

Los lotes identificados de la B a la O, se destinaron a la construcción de casas, en lotes en su mayoría de 364 m² que debían dejar un retiro de 3 m entre si, en las esquinas el retiro era hacia la carrera respectiva y se debía construir casas de un solo piso. La Cooperativa suministraba tres tipos de esquema de plano gratuitos y cada persona lo desarrollaba, los planos eran tipo A; B; C, de acuerdo a los metro construidos 232, 222, 214, para construir casas unifamiliares, pero cada quien podía elaborar su plano para vivienda unifamiliar. La Cooperativa suministraba los planos como una forma de orientación, ellos tenían planes de financiación con el B.C.H. Los lotes marcados con las letras V, X se destinaron a la construcción del proyecto multifamiliar del Portal del Sur, los lotes identificados con las letras T, U, para el proyecto multifamiliar del Portal del Norte, el lote identificado con la R, se destinó para construir el proyecto multifamiliar del Portal del Cerro. El lote identificado con la P donde hoy está situado Metro Sur, se destinó como Centro Comercial, de Mercado y de Comercio. El lote identificado con la letra A, se destinó como área de comercio, hoy se encuentra intervenido por el Municipio de Envigado como área verde, que puede ser integrado al Parque Débora Arango. Los lotes Q, S, como área residencial. La unidad residencial Portal del Valle se construyó en terrenos comprados por la Cooperativa a Don Rodolfo Jaramillo. Los terrenos eran pantanosos y fueron vendidos a $ 10.000 m2 porque eran terrenos sin valor comercial por la humedad.

La Cooperativa de Habitaciones para Empleados Limitada, generaba trabajo y el Banco Central Hipotecario, financiaba algunos de sus programas de vivienda para empleados y personas de clase media. Al comprar los terrenos en los cuales se asentaría la futura urbanización, la Cooperativa los promocionaba en las empresas cercanas entre ellas la Planta de acabados de Coltejer, Peldar y Grulla. Cuenta Don Mario Vélez que al empleado en Coltejer le liquidaban las cesantías para abonar a la deuda y seguía aportando una cuota de fácil cumplimiento, esto propició que los trabajadores de ésta y otras empresas invirtieran sus cesantías, para posteriormente vender obteniendo una excelente utilidad, esto explica por qué la mayoría de los que construimos nuestra casa, lo hicimos en lotes comprados a particulares que se los habían comprado a la cooperativa.

5. PRIMEROS HABITANTES. Don Mario Vélez C. compró el lote, cuando trabajaba en planta de acabados de Coltejer allá por el año 1969, además de él compraron muchas personas de esa Empresa. Los ofrecía el Arquitecto Ignacio Soto Lotero gerente de la Cooperativa de Habitaciones a $78.000 lotes de 364 m² menos los de las esquinas; se pagaba con las cesantías y una cuota muy cómoda mensual. Todavía no estaba urbanizado y no existía la Avenida las Vegas, la Cooperativa entregaba un plano donde aparecía la ubicación del lote en la respectiva manzana, Coltejer tenía un excelente programa de vivienda, la Cooperativa que fue constituida para desarrollar vivienda para empleados, ofrecía el plan de ventas al plan de vivienda de las empresas. En el caso de Coltejer se escogía un grupo de trabajadores que tuvieran cesantías, ésta era la cuota inicial. El arquitecto Carlos González manejaba el plan de vivienda y era la persona encargada de hacer los estudios sobre los terrenos y su procedencia. El plan de vivienda de Coltejer era excelente, la empresa ayudaba a los trabajadores, les hacia los planos gratis, los asesoraba con ingenieros y les prestaba dinero y herramientas. La Cooperativa al conocer estos planes de la empresa, vio no solo la seguridad del dinero si no la certeza de que se desarrollaría el proyecto. La primera etapa la ejecutó con empresas, en la segunda etapa participaron particulares o ingenieros constructores. Don Mario Ramírez. Manifiesta: Construí mi residencia en 1976, empecé en Mayo y la ocupe con mi señora esposa y mis tres hijos el 17 de Diciembre, fue la primera casa construida en el Barrio, por eso me considero el habitante fundador, construí el lote # 4 de la manzana E; la inversión en la construcción fue de $650.000. El Barrio estaba completamente demarcado con vías pavimentadas, las aceras terminadas, y los servicios de agua y luz, pero no se tenía teléfono por insuficiencia de la planta telefónica de Envigado. El segundo que construyó fue un ejecutivo de Landers Mora, que lo hizo en el lote # 7 de la manzana L, casa que hoy ocupa Coomeva, después edificó un señor extranjero, quien lo hizo en el lote # 7 de la manzana M calle 34 sur con la carrera 48, y el cuarto fue Don Mario Vélez quien construyó en el lote # 2 de la manzana L. Don Mario Vélez empezó la construcción de su casa en agosto 1976 pero tuvo demoras por errores en planeación, su obra tuvo un costo de $ 600.000. Don Gabriel Palacios. Dice: compramos el lote a la Cooperativa de Habitaciones en 1972 por $ 98.000, con una cuota inicial de $26.000, y cuotas mensuales de $ 1.720; la casa la construimos en 1977, y tuvo un costo de $ 900.000; la edificación se hizo vaciando pilotes hasta los 5 mts de profundidad; después sobre ellos se construyeron vigas de piso y sobre estas los muros cargueros.

Don Franklin Villarreal. Cuenta: llegué en Diciembre de 1976, a unas pequeñas montañitas donde hoy está construida la urbanización Portal de Cerro, monticulitos en donde nacía agua y había un botadero de basuras de Envidado y del sector de san Marcos; estaba recién llegado a Medellín y manifesté a mi amiga Nelly López mi interés en hacer una inversión en una casa o propiedad que me gustara, al mirar desde esa altura me gustó mucho este vallecito que se veía parcialmente desocupado; observaba pantano, potreros, corrales, ganado, caballos y en el sector que hoy ocupa el Portal del Sur, alcancé a divisar dos casa y entonces le dije a mi acompañante: me gustaría una casita como esas que se ven desde aquí, ella me respondió porque no vamos y preguntamos, efectivamente encontramos esta casa que hoy es mía, cuidada por un vigilante quien respondió: si efectivamente esta casa está en venta, acá tienen este teléfono verifiquen. Hechas las averiguaciones encontré una firma constructora llamada Convivienda S.A. A esta firma después de realizar algunos arreglos le compré la que hoy es mi casa por un precio de $ 1.100.000, en el año de 1977, en la escritura dice que me vendían el lote 3 de la manzana C, de la urbanización el Portal en Envigado. Doña Gloria Sanín de García. Comenta: fuimos los segundos habitantes de esta cuadra (N), este lote que es # 9 se lo compramos al Ing. Jaime Ríos quien trabajaba para la Cooperativa de Habitaciones a fines de 1977, nos costó 165.000 pesos de contado; como vía solo existía una carretera pavimentada muy angosta por lo que es hoy la avenida las Vegas, al otro lado de esa vía hacia el occidente todo era mangas, ahí venían las garzas y disfrutábamos de ese placer de contemplar la fauna silvestre. La urbanización Portal del Sur estaba en obra negra. Como anécdotas de esa época recuerdo que teníamos un problema tremendo con las vacas porque se venían de la finca de los Jaramillo y se nos comían las palmas y todo el jardín que hubiéramos sembrado, incluso en una ocasión en la que caminaba con una vecina Nora Escobar nos tocó escondernos en una casa porque una vaca nos estaba persiguiendo.

El transporte era muy escaso, para arribar desde Medellín al Barrio solamente teníamos el bus de Sabaneta, me gustaba mucho utilizar ese servicio porque lo cogía en el centro y me traía en corto tiempo porque la primera parada la hacía en este sector, yo lo llamaba el vuelo directo. Años más tarde en compañía de Isabelita Hoyos tuvimos la idea de solicitar que se construyera una capilla, con ese motivo empezamos a recoger firmas por toda la urbanización en las pocas casas que existían, y en los edificios de los Portales que ya estaban habitados, todo el mundo firmó con contadas excepciones. Hablamos con Hernando Uribe que era el titular de Obras Públicas y empezamos por solicitar un lote. Donde está la iglesia hoy día era una cancha deportiva, este lugar se utilizó para construirla; ya que la Cooperativa no planeó una área específica para este fin. El Municipio en su momento quería destinar este lote para construir vivienda popular y la comunidad no lo permitió. Posteriormente entregamos esta solicitud al Padre Eugenio Villegas párroco de San Marcos, parroquia a la cual pertenecíamos.

El área del parque se fue llenando de escombros, las personas que construían arrojaban ahí sus desechos, entonces en compañía de Isabelita acudimos a Don Hernando Uribe y él nos ayudó a limpiarlo y a construir el parque, el Municipio lo arborizó, nos colocaron las bancas y tuvimos allí un espacio muy lindo en nuestro Barrio. Don Omar García A. Comenta: en esa época uno de los mayores problemas para esta comunidad era el transporte, que era muy espaciado por los pocos usuarios en esta zona. La vía era muy sola entre la Ayurá y el actual tránsito de Envigado,

tenía un solo carril pero estaba asfaltado y era muy oscura porque no tenía iluminación en la noche. La única ventaja de este trasporte en las busetas de Sabaneta que salían desde Pichincha, era que por lo general la primera parada la hacía en esta zona. Don Adán Villegas M. manifiesta: que tenía una sociedad con los constructores del Parque Industrial los Cerezos, todo esto era mangas desde un poco más acá de Carrefur, todo era fincas todavía, acababan de quitar o hacia muy poco habían retirado los rieles del ferrocarril de la avenida las Vegas y los habían pasado para la orilla del rio; eso fue entre los años setenta y tres y setenta y cinco, algunos árboles de los que hoy existen en la avenida, bordeaban la carrilera en esa época. Lo que era la carrilera se convirtió en carretera de una sola vía.

La forma de entrar a estas fincas en carro era por la parte de arriba, vía Envigado - Poblado o por la orilla del rio por lo que hoy se llama la Regional. Llegué al barrio en 1977 estando en la construcción del Centro Industrial los Cerezos y vi esta casa que estaba recién construida y desocupada, en esta parte norte prácticamente no había construcciones, en la parte sur si se veían algunas casas, los edificios del Portal del Norte empezaron a construirse a los dos o tres años. El costo de mi residencia fue de un millón trescientos mil pesos $ 1.300.000.

De Peldar a la Aguacatala la vía era de un solo carril pavimentado, la avenida de las Vegas se construyó por tramos, primero Medellín construyó lo que le correspondía, cuando se construyó el Éxito hicieron lo que correspondía a su frente y el Colombiano hizo lo mismo, como un aporte en vías al Municipio de Envigado. La última parte la terminó el Municipio en la segunda mitad de la década del 80 al 90. Don Fernando Betancurt. Cuenta que llegó al Barrio en el año 1979 para recibir un apartamento que había comprado en los edificios del Portal del Norte, inicialmente lo arrendó, pero cuatro meses después un temblor de tierra, afectó las unidades residenciales de los Portales Sur y Norte, la prensa publicó una noticia que decía: edificios semi destruidos en Envigado. Fue necesario desocuparlos para su reparación. La Cooperativa construyó estos edificios con el sistema que se llama Muros Portantes que consistía en un sótano con columnas, una placa fuerte que sería el primer piso, y de ahí para adelante los tres o cuatro piso por el sistema tradicional de muros Portante y Lozas. Las reparaciones fueron lideradas por el Dr. Andrés Uriel Gallego, años después ministro de Obras Públicas. El costo de ese apartamento en esa época fue por el orden de ciento ochenta y seis mil pesos ($ 186.000), todo dependía del área del apartamento, el mío era de tres alcobas y noventa y dos metros cuadrados. Arbey de J. Fernández M. Autor de esta crónica narra: Llegué al Barrio en 1983, visité varios lotes que se encontraban disponibles para la venta, elegí el que hoy ocupa mi residencia por ser el único que se hallaba sin construir en la manzana M, lo que me generaba mayor seguridad al tener vecinos establecidos por todos los costados; me agradó el área, ya que me permitiría edificar una casa cómoda, para hacerle a mis hijos que estaban pequeños, una extensa zona para sus juegos; y además darle a mi madre un entorno como el que ella había disfrutado en su juventud. En unos versos plasmé lo que sentía al tener la posibilidad de disponer de un espacio amplio para edificar mi morada, ya que me deleité al ver las primeras imágenes en mi niñez, solo limitadas por el lejano azul de las montañas. Tuve en mi infancia por cortina el horizonte Como faro en las noches… la luz de las estrellas, El murmullo de un riachuelo aquietaba mis temores Iluminado por un enjambre de luciérnagas.

El canto de las aves me volvía a la conciencia cuando la frescura de la mañana, me anunciaba, que era hora de abandonar el inmenso placer Proporcionado por la cama las cobijas y la almohada.

El lote me costó $ 2.400.000 de contado; como devoto que soy de María Auxiliadora empecé a construir mi residencia un 24 de Enero de 1984 y el 24 de Agosto del mismo año la estábamos ocupando, la construcción tuvo un costo cercano a los $ 5.000.000 de pesos, sufrí las famosas “escaseces” de hierro y cemento. Se hizo necesario pilotear para colocar las vigas de amarre y sobre éstas levantar los muros cargueros. Como trabajaba en Medellín y debía llegar temprano, fue desde ese día mi hija la primera alumna en llegar al Colegio de la Presentación, a donde la dejaba antes de irme a la oficina. No teníamos parroquia, no estaba construida la avenida las Vegas, el Barrio era muy solo y tranquilo; perdí ese año la compra de dulces para el día de los niños, porque nadie vino a pedirlos como era costumbre en los sitios en que antes residíamos; para que mis hijos no estuvieran tristes, debimos recluirnos en las alcobas a donde ellos llegaban y tocaban para recibir sus respectivos dulces. A las 8 pm durante tres años había paseo de familia ya que nos desplazábamos a la Universidad de Medellín a recoger a mi hermana que por esa época cursaba su carrera de Derecho.

6. CREACION DE LA PARROQUIA EL PORTAL DE JESUS. Los católicos residentes en el Barrio para asistir a la Santa Misa, debíamos subir a la parroquia de San Marcos, o a otras iglesias vecinas como Santa Gertrudis, como la comunidad residente en el Barrio el Portal, era una colectividad eminentemente católica y creyente, se dio como ya hemos visto, a la tarea de construir una capilla, para lo cual se contó con el invaluable apoyo de Monseñor Eugenio Villegas párroco de la Iglesia San Marcos, y de las autoridades Municipales. El 4 de Octubre de 1987 se oficializó la creación de la parroquia que recibió el nombre del “Portal de Jesús”. Su primer párroco fue el Padre Marco Tulio Murillo, éste con el apoyo de la comunidad construyó una enramada donde se congregaba la comunidad para asistir a la Santa Misa, estaba dotada de bancos en madera, piso de cemento, los laterales y la parte posterior estaban descubiertos.

Construcción de la Parroquia El Portal de Jesús. El Padre Raúl Álvarez. Cuenta: que llegó en reemplazo del Padre Murillo el 15 de Diciembre de 1990 y empezó el proceso de construcción del templo, el arquitecto Darío Jaramillo fue el encargado de hacer el diseño arquitectónico de la Parroquia, la cubierta de madera fue del Doctor Carlos Arango, el estudio de suelos fue del Ingeniero Jaime Eduardo Hincapié, el diseño de estructuras fue del Ingeniero Juan Gonzalo Sanín. Con la ayuda de la comunidad y personas amigas del Padre Raúl se fue construyendo la Iglesia.

El Templo se encuentra edificado en un terreno cedido en comodato por el Municipio y se halla soportado, por setenta y seis pilotes de concreto de siete metros de largo, que fueron instalados por la firma Pre-comprimidos, los ensayos del concreto fueron realizados en el laboratorio de la Universidad de EAFIT. Cuando un pilote tenía inconvenientes al ser clavado, se reunían todos los ingenieros y decidían cuanto se debía desplazar para que siguiera cumpliendo su función, la construcción de la casa cural se fue haciendo al mismo tiempo que se construía la Iglesia. La inversión que se realizó en este proyecto fue a aproximadamente de ciento diez millones de pesos ($ 110.000.000), sin tener en cuenta muchas cosas que nos fueron donadas comenta el Padre Raúl, como cemento, las rejas exteriores, las bancas de la iglesia, parte del presbiterio, el altar etc. Fueron muchas las personas que colaboraron para hacer realidad la construcción del templo, no enunciamos nombres por temor de dejar por fuera personas cuya colaboración fue muy valiosa, pero a todas ellas residente en el Barrio o no, expresamos nuestro sentimiento de gratitud por su sentido de pertenencia. En cada ladrillo hay una historia, Producto de almuerzos empanadas o de rifas, Un festival o cualquier otra actividad, Que nos permitiera ir recogiendo la plática.

Muchos habitantes trabajaron con el alma Para construirle al señor una morada, Por eso algunos que hace tiempo nos dejaron, Fueron recibidos con los brazos abiertos en su casa…

Ha sido desde su fundación nuestra Parroquia el punto de encuentro de la comunidad, allí reunida, ha tomado las decisiones que ha creído necesarias para mejorar la convivencia y la seguridad de la colectividad. Aquí por mayoría se decidió retirar las bancas del parque, cuando éstas se convirtieron en motivo de intranquilidad, por el mal uso que de ellas hacían personas ajenas al sector. Parabólica. Don Jaime Giraldo y el entonces concejal William Vélez plantearon a la comunidad la conveniencia de dotar al Barrio de una antena parabólica que mejorara la señal de televisión, en reunión muchos miembros la colectividad aceptaron hacer un aporte con este fin, y se nombró como director al Ingeniero Fernando Betancurt, se instaló la antena en la zona verde situada entre los edificios del Portal del Norte y la Parroquia. Esta se caracterizaba por ser de gran diámetro, a medida que fue evolucionando la electrónica se fue adaptando hasta reducirse a setenta centímetros. Posteriormente con el cambio de tecnologías en las comunicaciones esta antena fue absorbida por Cable Unión y posteriormente por Une.

7. COMITÉ CÍVICO. La comunidad del Barrio el Portal se reunió en varias ocasiones en la parroquia, y allí se le planteaba ante las autoridades la problemática del sector, que por lo general era el factor inseguridad, como en esta reuniones era difícil encontrar soluciones, porque cada cual tenía su punto de vista y así lo expresaba, dando lugar a unas reuniones desordenadas en las que se obtenían muy pocos avances para solucionar las anomalías, un grupo de personas de forma voluntaria decidió conformar un Comité Cívico, que sirviera de puente entre las autoridades y la comunidad, para obtener de éstas, respuestas a las necesidades, y de la comunidad su participación en la solución de los problemas. Surgió la idea de las alarmas comunitarias, pero éste era un concepto nuevo en el Municipio, porque en ningún barrio se había instalado una alarma comunitaria cuadra por cuadra con respectivo frente de seguridad y árbol telefónico, el jefe de la central de monitoreo sugirió al Comité que si la comunidad se vinculaba con el costo inicial de las alarmas el Municipio se encargaría de su mantenimiento y de la vigilancia con las patrullas de la policía comunitaria. Con la ayuda de la Central de monitoreo, el Comité procedió a hacer el estudio donde se deberían ubicar las alarmas y luego motivó a la comunidad, para que participara haciendo un aporte de $ 120.000 por una sola vez, y a cambio recibiría un control que le permitiría accionar la sirena en caso de una emergencia. Este trabajo que se realizó casa por casa para explicar las bondades del sistema, tuvo la participación de un habitante del respectivo sector, que por lo general era integrante del comité.

El comité recaudó cerca de siete millones con lo que se pudieron instalar cinco alarmas completas, quedando tres sectores en los cuales no era posible por no haber el número mínimo de asociados. El municipio a través de la central de alarmas había prometido su vinculación y así se hizo, haciendo posible la instalación de cinco alarmas restantes y una cámara de vigilancia que se situó en el parque del Barrio. Este comité conformado en el año 2005, sigue activo, es el representante y vocero de esta comunidad ante las Autoridades y participa en todos los eventos que el Municipio programa en bien de la comunidad. Defendiendo la parte ambiental, la seguridad, la movilidad y la convivencia de nuestro sector. En la actualidad es responsable de un Boletín Electrónico que se envía a la comunidad, donde se informan los logros obtenidos como respuesta a las solicitudes respetuosas que se hacen a las autoridades en beneficio de ésta. Hablar de los logros de este Comité, Nos parece algo innecesario, Son personas muy comprometidas, Para seguir trabajando por su Barrio.

Aplicando aquel principio conocido Que parece el fundamento de su causa, Por nuestra comunidad trabajaremos Sin prisa… pero también sin pausa.

8. EVENTOS QUE HAN IMPACTADO POSITIVAMENTO NUESTRO BARRIO.

EL Barrio el Portal en los últimos años de los treinta y siete que lleva de fundado, ha presenciado eventos que lo han afectado favorablemente, como han sido la construcción de Almacenes Éxito, El diario el Colombiano, el Intercambio vial de los Fundadores, la estación del Metro de Envigado y el Parque Débora Arango. En diferentes ocasiones la comunidad del Barrio el Portal ha demostrado ser una comunidad unida, cuando se trata de respaldar causas que la beneficien, no solo lo demostró en su apoyo a la construcción del Templo, sino la respuesta positiva que dio a la idea de Don Jaime Giraldo y del Doctor William Vélez quienes propusieron la consecución de la parabólica, o la respuesta al llamado del Comité Cívico para instalar las alarmas comunitarias cuadra por cuadra. En diferentes oportunidades ha manifestado su rechazo a una posible apertura de las vías, o de los broches arborizados, hechos que no solo sería motivo de innumerables accidentes, sino una fuente de contaminación no solo auditivos sino por los gases, producidos por los vehículos y la pérdida de árboles que embellecen y producen oxígeno. La aceptación que ha dado a la presencia de la Base Militar en el sector, lo que ha contribuido a mejorar seguridad en todo nuestro Municipio. Liderados por el Comité Cívico a ha realizado campañas de reforestación y reparación de aceras.

El Barrio el Portal es hoy una dinámica comunidad que ha visto el cambio del uso del suelo, de las espaciosas casas de antaño se está pasando a la construcción vertical, lo que ha incrementado en forma notable la población que hoy según el censo actual oscila es de entre 4.500 y 5.000 habitantes. Vendrán nuevos retos pero estoy seguro que con el civismo y sentido de pertenencia de nuestra comunidad y de la mano de nuestras autoridades sabremos afrontarlos.

El único interés que me ha motivado para escribir este documento es que los nuevos habitantes conozcan y los fundadores todavía residentes, recuerden como se fue haciendo realidad la existencia de nuestro querido Barrio. ENVIGADO. He recorrido palmo a palmo tus paisajes He sentido tu frescura donde nace la Ayurá, He visto a mis hijos crecer Envigadeños Hacerse adultos y sentirse tus hijos de verdad.

No contemplé tu horizonte en los años de mi infancia No disfruté en mi juventud de la frescura de tu clima, Pero puedo decirte con certeza mi Envigado. Que te he elegido para que tu suelo fértil… sea el cofre Donde reposen eternamente mis cenizas.

Caminante no hay camino se hace camino al andar Joan Manuel Serrat. Agradezco la acogida que me brindó el Doctor Ignacio Soto Lotero Exgerente de la Cooperativa de Habitaciones quien proyectó y urbanizó nuestro Barrio, y fiel a su slogan que lo convirtió en una de las personas más destacadas dentro del Cooperativismo de su tiempo “Uniendo Voluntades”, me permitió recrear momentos memorables de este sector que es hoy nuestro hogar. Agradezco también a Don Omar García A. su valioso aporte a la estructura y orden de este texto. Y a las a las personas que me aportaron sus recuerdos y vivencias para recrear la crónica de nuestra memoria como comunidad. Fotografías tomadas de: Imágenes de Envigado 1860 – 2006, de Internet, y archivos personales.

Arbey de J. Fernández M. Envigado Febrero de 2013

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