REVISTA ARGENTINA DE MEDIO AMBIENTE

Revista Argentina de Medio Ambiente UNMdP REVISTA ARGENTINA DE MEDIO AMBIENTE Observatorio de Políticas Ambientales Municipales Universidad Naciona

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REVISTA ARGENTINA DE MEDIO AMBIENTE

Observatorio de Políticas Ambientales Municipales Universidad Nacional de Mar del Plata Año I – N. I

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Observatorio de Políticas Ambientales Municipales Universidad Nacional de Mar del Plata Facultad de Derecho – 25 de Mayo 2855/65 – 7600 Mar del Plata - Argentina Revista Electrónica - Año I – N. I Editor Responsable: Favio Farinella Diciembre de 2013 – ISSN 2347-0925 2

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SUMARIO

Palabras previas

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Medio Ambiente, Democracia y Participación Ciudadana Por Cristina Tammone

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Usos ambientales de la tecnología de la información Por Favio Farinella

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La gestión integral de residuos sólidos urbanos Por Nicolás Medel

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Palabras previas

Todo comienzo plantea un desafío. El diseñar y construir una revista electrónica, abierta a todo aporte de distintos sectores del conocimiento y accesible gratuitamente a través de internet es nuestro desafío presente. Como respecto de cualquier derecho humano, el conocimiento previo de su existencia y de los medios que se encuentran habilitados para reclamarlos, sean éstos estatales o no, constituye un requisito esencial al momento de juzgar la actitud del estado y de la sociedad civil respecto de la promoción y protección de tal derecho. Nuestra Revista tiene como objetivo prioritario el difundir las cuestiones ambientales que nos ocupan, problematizarlas y presentar soluciones para que el derecho a vivir en un ambiente sano constituya una realidad tangible para los habitantes. Comenzamos un camino que esperamos sea extenso, pero sobre todo que sirva para pensar en políticas racionales y sustentables. El derecho a un ambiente sano mas allá de constituir un fin en si mismo, se vuelve un pre-requisito para la satisfacción de muchos otros derechos asociados. En este primer número, Cristina Tammone escribe sobre la importancia de la información y la transparencia ambientales para una participación consciente en una verdadera democracia. El sólo hecho de dejar expresar a la gente se vuelve engañoso si la opinión esta viciada por el engaño, el desconocimiento o la falta intencional de información de parte de las autoridades que están obligadas a brindarla. En el segundo trabajo, Favio Farinella comenta ciertas relaciones que se establecen entre las nuevas tecnologías y el cuidado del medio ambiente. La idea subyacente es que a contrario de lo que a priori puede pensarse : la Tecnología como enemiga del Ambiente, ambos conceptos tienen mucho en común si se los piensa y utiliza desde la racionalidad ambiental, esto es, la Tecnología como herramienta al cuidado del Ambiente. Finalmente, Nicolás Medel comenta las distintas aristas de una verdadera gestión integral de residuos sólidos urbanos. Como en cualquier relación social, toda verdadera gestión comienza con la educación, mas allá de las políticas que el estado esta obligado a ejecutar.

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MEDIO AMBIENTE, DEMOCRACIA Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Por Cristina Tammone

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SUMARIO: I. Introducción. -II. El derecho humano a un ambiente adecuado. -III. Participación ciudadana y medio ambiente. -IV. Municipio, participación y reclamos ambientales. -V. Integración de las minorías. -VI. Conclusión.

I.Introducción El medio ambiente como patrimonio común de la humanidad y la consideración del mismo como un derecho fundamental de la persona humana trae como consecuencia que el Estado lleve a cabo todas aquellas acciones susceptibles de asegurarle al hombre el goce efectivo del derecho humano a un ambiente adecuado y el consecuente deber de protegerlo. Consagrado internacionalmente la protección del medio ambiente, las constituciones que se han ido sancionando agregaron este nuevo derecho, quedando la cuestión ambiental incorporada constitucionalmente en el art. 41 de la Constitución Nacional y el art. 28 de la Constitución de la Provincia de Bs. As. La democracia supone la existencia de mecanismos de participación en el ejercicio del poder y así poder satisfacer las demandas sociales, siendo la participación ciudadana la mejor forma de tratar las cuestiones ambientales para lograr el acceso de las minorías y un mayor control ciudadano, siendo una forma de hacer efectiva una democracia constitucional al incluir la diversidad de miradas, voces y concepciones ideológicas.

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II. El derecho humano a un ambiente adecuado La declaración del medio ambiente como patrimonio común de la humanidad ha llevado a la necesidad tanto a nivel internacional como nacional de determinar su modo jurídico de protección. La consideración de un derecho fundamental de la persona humana que tuviese como finalidad el acceso a un ambiente apropiado, trae como lógica consecuencia la necesidad de que el Estado lleve a cabo todas aquellas acciones susceptibles de asegurarle al hombre el goce efectivo de esta nueva libertad fundamental. A partir de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente celebrada en Estocolmo en 1972, se incremento la conciencia mundial acerca de las responsabilidades gubernamentales y de los deberes personales y sociales sobre la preservación y progreso de la calidad ambiental para las generaciones presentes y las futuras. La Conferencia declaro, formalmente, el derecho humano a un ambiente adecuado para vivir en dignidad y bienestar y el consecuente deber de protegerlo y mejorarlo1. A partir de la consagración internacional de este nuevo derecho, las Constituciones que en adelante se han ido sancionando han consagrado, sin excepción, la protección del medio ambiente tomando como principal antecedente la labor iniciada en la Conferencia de Estocolmo. En la Constitución histórica de 1853/60 no se previo, expresamente, la materia ambiental y hasta la reforma constitucional de 1994 el Congreso de la Nación señalaba las pistas de la protección ambiental. Es de destacar que todas las nuevas Constituciones y que la 1

Gelli, María Angélica. Constitución de la Nación Argentina: comentada y concordada. Buenos Aires: La Ley, 2008. Tomo I pag. 567. 9

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mayor parte de las Provincias, abordan esta cuestión. La cuestión ambiental debe ser jerarquizada y se le debe dar máxima prioridad, ya que de acuerdo al art. 41 de la Constitución Nacional junto con el art. 28 de la Constitución Provincial, la misma tiene rango constitucional. Respecto a la participación ciudadana la Ley Provincial Nº 11. 723 en el articulo 2° incisos c) y d)2 . El Estado Provincial garantiza a todos sus habitantes los siguientes Derechos: Inciso c) A participar de los procesos en que esté involucrado el manejo de los recursos naturales y la protección, conservación, mejoramiento y restauración del ambiente en general, de acuerdo con lo que establezca la reglamentación de la presente. Inciso d): A solicitar a las autoridades la adopción de medidas tendientes al logro del objeto de la presente ley, y a denunciar el incumplimiento de la misma.

III. Participación ciudadana y medio ambiente. Podemos observar que uno de los temas centrales dentro del Derecho Público lo es sin duda el derecho de participación política de los ciudadanos en el ejercicio del poder político, derecho que se materializa no solamente en la posibilidad que tiene el ciudadano de elegir a sus representantes, sino también en la facultad para intervenir directamente en los procesos de toma de decisiones publicas. Hoy no puede hablarse de un sistema político y social verdaderamente democrático si su ordenamiento jurídico no cuenta con suficientes garantías para la participación de los ciudadanos en los procesos de decisión. 2

Ley provincial Nº 11.723, de Protección, conservación, mejoramiento y restauración de los recursos naturales y del ambiente en general. 10

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IV. Municipio, participación y reclamos ambientales Un régimen democrático supone la existencia de mecanismos de participación ciudadana en el ejercicio del poder y en los asuntos públicos y así poder satisfacer las demandas sociales para mantener la estabilidad y el consenso político. En el Estado moderno el municipio se ha convertido en el lugar donde convergen gran número de demandas populares por ser allí donde transcurre la vida cotidiana de la cual emergen las necesidades y aspiraciones mas inmediatas de las personas. Muchas veces la efectividad de la gestión del gobierno en un Estado puede medirse, entre otras cosas, por la eficacia de la gestión municipal a través de sus decisiones. El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es la participación de todos los ciudadanos. Toda persona deberá tener acceso a la información sobre el medio ambiente incluida la información sobre los materiales y las actividades que ofrecen peligro en sus comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción del público poniendo la información a disposición de todos. También deberá proporcionarse el acceso efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos y el resarcimiento de los daños.

V. Integración de las minorías. Entendemos como participación ciudadana, al proceso en el que se integra al ciudadano, en forma individual o colectiva, en la toma de decisiones, la fiscalización, control y ejecución de las acciones que afectan al Estado.

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Consideramos la importancia de la participación ciudadana en las cuestiones del medio ambiente, ya que permite a los ciudadanos y afectados hacer escuchar su voz y es una forma de desarrollar canales de comunicación entre los ciudadanos y los gobiernos. Estimamos que es una manera de informar a la ciudadanía y también transparenta y legitima los procesos de toma de decisiones para posibilitar la búsqueda de consensos mejorando la calidad de las decisiones. De esta manera por medio de la participación ciudadana se logra el acceso de las minorías y un mayor control ciudadano y es una forma de hacer efectiva una democracia constitucional donde se incluya la diversidad de voces, miradas y concepciones ideológicas. Entendemos que para la participación ciudadana dentro de una democracia

es

necesario instaurar sistemas de consulta obligatoria a favor de los grupos más postergados, y así lograr la participación de las minorías para garantizar el mayor acceso de los ciudadanos y un mayor control ciudadano en materia de medio ambiente

VI. Conclusión. Pensamos que la participación popular en cuestiones sobre el medio ambiente debe ser acorde al crecimiento y desarrollo de una sociedad plural, dinámica, tolerante e inclusiva y así fortalecer el dialogo institucional entre los poderes y el dialogo entre los ciudadanía y así buscar la transparencia, publicidad y oralidad de todos los procedimientos. Pensamos que la democracia y la participación se logra con debates, discusión sobre la problemática ambiental, con audiencias y con políticas que solucionen los problemas y así

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lograr la participación ciudadana. Nos parece importante resaltar que para hacer efectiva una democracia constitucional, donde, los derechos humanos, están garantizados y en especial el derecho a un ambiente sano es necesaria la participación ciudadana y el compromiso social en el cuidado del medio ambiente.

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Bibliografía consultada:

Gelli, María Angélica: “Constitución de la Nación Argentina: comentada y concordada”. Buenos Aires: La Ley, 2008. Sabsay, Daniel y Jose M. Onaindia: “La Constitución de los argentinos. Análisis y comentarios de su texto luego de la reforma de 1994”. Errepar. Sabsay, Daniel: “Audiencias Publicas en los Municipios- Su utilidad en la Gestión del Medio Ambiente”. Fundación ambiente y Recursos Naturales. Buenos Aires, 1993.

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LOS USOS AMBIENTALES DE LA TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN

Por Favio Farinella

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SUMARIO:

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I. Introducción

II- Las tecnologías

ecológicamente racionales (TER) tecnologías y el desarrollo humano sustentable

III- Las nuevas III.a. El acceso

a la I+D y la capacitación ambiental continua III.b. La información y estadísticas ambientales

I- Introducción El paradigma tecnológico que aparentemente domina la aparición de nuevas soluciones para viejos problemas abre un cúmulo de posibilidades, dirigidas todas ellas a la protección ambiental. Tal vez su matriz económica pueda compatibilizarse con las necesidades ambientales a fin de instrumentar de manera efectiva el tan declamado desarrollo humano sustentable. Para esto, será menester dejar de lado el carácter neutro de la Tecnología, debiéndosela considerar como un elemento esencial para el desarrollo de estrategias ambientales efectivas. La Tecnología refuerza las potencialidades de una verdadera teoría del desarrollo sustentable, al buscar la realización de objetivos en apariencia opuestos como el desarrollo y la sustentabilidad, proveyendo soluciones para las responsabilidades generacionales. Las nuevas tecnologías pueden así sumar su aporte en pos de la conservación del medio ambiente. Se ha definido a las tecnologías de la información como todas “aquellas herramientas y métodos empleados para recabar, retener, manipular o distribuir información.” 3 La tecnología de la información se encuentra generalmente asociada con las computadoras y 3

) Bologna, J. y Walsh, A. M. “The Accountant´s Handbook of Information Technology”, John Wiley and Sons, Volumen 1, Año 1997 16

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las tecnologías afines aplicadas a la toma de decisiones.

II- Las tecnologías ecológicamente racionales (TER) La capacidad de los países en desarrollo de responder a cuestiones ambientales, pasa a depender en forma creciente de la posibilidad de obtener las llamadas tecnologías ecológicamente racionales (TER). El cambio tecnológico crea también nuevas oportunidades en casi toda la gama de actividades humanas, en particular en el sector de la información y las comunicaciones, así como en el de la ciencia de materiales y el uso de la energía. El Consejo Económico y Social afirmó que estos desarrollos de las nuevas tecnologías extienden los límites del crecimiento económico y pueden paliar considerablemente sus efectos sobre el medio ambiente. Por supuesto, es evidente que la Tecnología no posee actualmente una respuesta para cada problema de contaminación o degradación, no obstante la noción de tecnologías ecológicamente racionales ha ganado respeto internacional. La ONU ha definido a las TER como aquellas que “protegen el ambiente, son menos contaminantes, utilizan todos los recursos en forma mas sustentable, reciclan una mayor porción de sus desechos y productos y tratan los desechos residuales en forma mas aceptable que las tecnologías que han venido a sustituir”.4 El Programa 21 enfatiza la importancia de promover el acceso a este tipo de tecnologías, así como su transferencia en condiciones justas y de favor. Uno de los objetivos del acuerdo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre los Aspectos de los derechos de propiedad Intelectual relacionados con el comercio (ADPIC), es promover la innovación tecnológica y la transferencia y difusión de tecnología en beneficio mutuo de los productores y los usuarios del conocimiento tecnológico (ADPIC, art. 7). 4

) Naciones Unidas, AG. 1993. 17

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La transferencia tecnológica puede ser actuada desde el campo privado entre empresas o desde la órbita pública cuando es llevada adelante por los propios estados. La globalización en los inicios del siglo XXI ha privilegiado el campo privado por sobre el público. Esto fue lógico en tiempos de los procesos de minimización de las funciones del Estado. No obstante, aún cuando los estados se posicionen en un segundo plano en relación con este tema, la participación gubernamental puede producirse indirectamente a través de las políticas públicas que produzcan efectos sobre el sector privado. Como ejemplo, los países desarrollados han acordado la provisión de recursos suficientes para los mecanismos financieros previstos en las disposiciones de los instrumentos ambientales que tengan relación con la transferencia de tecnología. Tanto el mencionado ADPIC como otros Acuerdos Multilaterales sobre el Medio Ambiente (AMUMA) contienen disposiciones por las cuales los gobiernos se obligan a ofrecer incentivos a las empresas e instituciones a efectos de posibilitar la transferencia de tecnología.5

III- Las nuevas tecnologías y el desarrollo humano sustentable Las posibilidades tecnológicas que se abren frente a la necesidad de instrumentar efectivamente la teoría del desarrollo humano sustentable, son difíciles de considerar en base al dinamismo ínsito en el cambio tecnológico. De todas ellas, conviene reparar en aquellas estrategias que se encuentran a disposición de la gente en la esfera local, intentando cambiar la típica visión coyuntural cortoplacista, por verdaderas políticas que intenten el desarrollo estructural de políticas ambientales consensuadas para cada región como bien puede ser el Mercosur y las distintas subregiones dentro de cada país miembro. Es menester conocer las tecnologías disponibles y aquellas a las que se tendrá acceso en la región antes de desarrollar 5

) En la actualidad están en vigor más de 250 acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente (AMUMA) relativos a diversas cuestiones ambientales. Aproximadamente 20 de esos acuerdos incluyen disposiciones que pueden afectar al comercio. Por ejemplo, pueden contener medidas que prohíben el comercio de determinadas especies o productos o permiten a los países que restrinjan el comercio en determinadas circunstancias. Página oficial de la OMC Ver http://www.wto.org/spanish/tratop_s/envir_s/envir_neg_mea_s.htm 18

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programas que involucren su utilización, de manera tal de no condenar tales programas al fracaso. En este punto, se nos presentan al menos tres factores esenciales a la hora de emprender una industrialización “ambiental”, esto es, al estilo del siglo XXI. Son ellos: (a) el acceso a la I+D; (b) la utilización constante de la tecnología de la información; y (d) la capacitación informática y ambiental de la población.

III.a. El acceso a la I+D y la capacitación ambiental continua En primer lugar, afirmamos que el antiguo concepto de transferencia de tecnología acuñado por la sociedad tecnológica de la década de los setenta en el siglo pasado debe ser complementado en nuestra sociedad informática y cognitiva por diferentes medios, tales como: (a) el desarrollo de las potencialidades del accionar gubernamental en el marco de los procesos de integración; (b) las vías de incorporación de TER a la industria; (c) la utilización efectiva de la tecnología de la información por parte de los privados y del propio estado; (d) la valorización de los conocimientos de los habitantes nativos y de los agentes económicos; y (e) resaltar la relevancia de la educación y concienciación tecnológica y ambiental. Estas vías deben pensarse como complementos útiles para ser actuados de manera conjunta, ayudando en la transición desde la antigua transferencia hacia la actual “cooperación tecnológica” que se reclama como superior. En segundo lugar, la importancia de la tecnologías de la información deviene decisiva a la

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hora de plantear estrategias de gestión respecto de un territorio acotado o una industria en ciernes. La falta de estadísticas confiables en toda América Latina constituye un mal endémico a erradicar. El conocimiento de la realidad al cual pueden ayudar las estadísticas resulta un primer paso obligado. En tercer lugar, como actividad altamente especializada, el conocimiento científico deviene la base del paradigma tecnológico, y condiciona todos los otros niveles que actuarán en función de sus advertencias. Por esto no basta con las campañas de difusión y educación referidas al ambiente, ya que las mas de las veces solo brindan una respuesta por omisión: es decir, inculcan a los habitantes que éstos no contaminen. Si lo pretendido es crear una verdadera conciencia ambiental, deberán actuarse decisiones pro-activas. Éstas hacen referencia a la educación tecnológica, a fin que cada habitante conozca no solo las conductas que debe abstenerse de realizar, sino que posea información sobre cuáles tecnologías o cuales productos que utilizan ciertas tecnologías debe preferir por ser ecológicamente racionales. En este esquema, el conocimiento informático y la utilización de la tecnología de la información vuelven a presentarse como relevantes, a fin de crear conciencia en la mayor cantidad de gente en el menor tiempo posible.

III.b. La información y estadísticas ambientales Un segundo factor necesario se relaciona con la utilización de la tecnología a fin de contar con información veraz en tiempo real. Esto cobra importancia conforme se consolida el principio del control y monitoreo en la fuente, lo cual implica la posibilidad que la autoridad de aplicación re-oriente las estrategias a medida que éstas se aplican y demuestran alguna falla. Sin importar el factor sobre el cual se estime prioritario actuar, la información en todo caso deviene relevante en la etapa preparatoria de las políticas ambientales. Para monitorear y

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analizar adecuadamente el estado del ambiente y los procesos de desarrollo, es necesario disponer de datos que permitan elaborar información útil para la toma de decisiones. Esto requiere de la producción, acceso y disponibilidad de datos ambientales y socio-económicos de calidad. La incapacidad de generar datos y producir información de calidad implican que “el proceso de seguimiento y análisis estará dirigido hacia una evaluación descriptiva y una observación anecdótica y no sistemática”.6 La adopción de un modelo de “presión social - Estado – respuesta”, definiendo áreas y temas prioritarios, permiten obtener datos e información necesarios para la toma de decisiones.7 La CEPAL ha afirmado al respecto que “los adelantos tecnológicos en los campos de la informática y las telecomunicaciones han ampliado enormemente las potencialidades de los servicios de información técnica y científica”.8 Tanto a nivel nacional como regional latinoamericano, hallamos mosaicos de datos e informaciones colectadas independientemente por diferentes agencias e instituciones que utilizan variadas metodologías, clasificaciones y estándares para una amplia gama de propósitos. El denominador común es la inexistencia de un marco conceptual que guíe la producción de información para la toma de decisiones en el contexto del desarrollo humano sustentable. Al mismo tiempo la capacidad institucional para producir datos y la calidad de éstos difiere grandemente en función de los países. Existen aquellos que cuentan con programas y capacidades técnicas para desarrollar y producir datos e información ambiental, social y económica, inventarios y estados ambientales, y aun indicadores ambientales y de sustentabilidad (Costa Rica y México). Otros tienen la capacidad operativa y el mandato para 6

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) Rump, P. State of the environment. Source Book. Draft Report. RIVM-UNEP. Bilthoven The Netherlands, 1995. ) Idem Rump, P.; Winograd, M. Environmental indicators for Latin America and the Caribbean: toward Land use sustaintability, Washington DC, 1995. ) Ver Objetivos de desarrollo del milenio, Naciones Unidas, enero de 2010. 21

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desarrollar un sistema integrado de información ambiental, pero en etapa de instrumentación (Brasil, Chile, Colombia y Perú). Otros están en la etapa de instrumentar y desarrollar un sistema de información nacional (Honduras y Nicaragua). Finalmente están aquellos con una limitada capacidad para producir datos e información (Haití, Bolivia y Guatemala). En su momento, la mayoría de los países de la región iniciaron la elaboración de sus propios informes nacionales en vistas de la Conferencia de Río 1992 (CNUMAD 92), lo cual hoy permite contar con información crítica desde tal período en adelante. En la actualidad, los países producen informes para la Comisión de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (CNUDS) y algunos elaboran informes nacionales ambientales anuales. Este último caso constituye la excepción, ya que no existe una actividad periódica de este tipo. Otra particularidad de América Latina y el Caribe, es que gran parte de la información ambiental es elaborada por ONGs, instituciones privadas y/o universidades que suplen las demandas ante la ausencia de iniciativas y actividades oficiales. En definitiva, en la región los procedimientos “ad-hoc” pasan a constituirse en la regla para la recolección de información. Estos informes se encuentran básicamente destinados a enfrentar requerimientos coyunturales, importando la inexistencia de un seguimiento y monitoreo integral y continuo de los procesos de desarrollo económico, humano y ambiental. Tanto desde los instrumentos internacionales como desde los elaborados en la órbita regional, se afirma que la inversión en la tecnología de la información deviene prioritaria en tanto las acciones a decidir deben basarse en circunstancias y posibilidades reales. La Asamblea General Extraordinaria convocada en 1997 para evaluar los cinco años de la CNUMAD 92, señaló la necesidad de aumentar significativamente la inversión pública y privada en ciencia, educación, formación e investigación. Remarcó además que la construcción de consensos científicos internacionales, debía ser facilitada por la disponibilidad de evidencia científica autorizada, indicando la necesidad de tomar medidas

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para mejorar el acceso a la información sobre el medio ambiente y el desarrollo sustentable, a través de la promoción de las redes globales y regionales ya existentes. Es claro que este apoyo solicitado a los gobiernos, es una invitación a la re – orientación del gasto en los países en vías de desarrollo, los cuales enfrentan cuestiones intrínsecamente limitantes como la necesidad de reducción del déficit fiscal. También periódicamente se realizan conferencias regionales para tratar estas cuestiones. En la VII Conferencia del Programa Iberoamericano de Ciencia, Tecnología y Desarrollo (CYTED), se destacó la propuesta de crear en Internet una red destinada a la transferencia internacional de los resultados de investigaciones científicas del área. Con el nombre de IBERDATRI, la red permitiría disponer rápidamente de los avances en investigación de todas las naciones del área iberoamericana en beneficio directo de sus especialistas. En consonancia con lo comentado, se afirmó que "los países que basen su capacidad comercial en materias primas o productos muy poco elaborados, tendrán sus economías totalmente dependientes de aquellas con capacidad tecnológica". El documento final se pronunció por los siguientes puntos: a) “Considerar objetivo prioritario el impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación como elementos esenciales del desarrollo sustentable de nuestros pueblos; b) Estructurar o perfeccionar, según sea el caso, los sistemas nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación; c) Expandir la base científica y tecnológica aprovechando al máximo las capacidades de la región para crear y potenciar grupos de I+D en las líneas consideradas prioritarias; d) Reconocer la importancia del intercambio de criterios y puntos de vista en relación con las legislaciones nacionales en ciencia, tecnología e innovación; e) Estimular el desarrollo conjunto en áreas de interés común y establecer alianzas productivas que tornen más fluida la transferencia de tecnologías; f) Promover el desarrollo de programas de formación avanzada de recursos

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humanos en áreas prioritarias para el avance científico y tecnológico en cada país utilizando, entre otros, el marco CYTED”. La propuesta es utilizar a la tecnología de la información como instrumento educativo y elemento redistribuidor de ingresos. Esta necesidad no solo comprende a las personas, sino a las industrias. Una cantidad importante de éstas carecen de información, conocimientos técnicos y experiencia práctica para mejorar el comportamiento ecológico. A fin de favorecer el aumento de la eficiencia ecológica se requieren “métodos de medición, indicadores del comportamiento ecológico y puntos de referencia tecnológicos, incluyendo la evaluación y adopción de tecnologías nuevas y menos contaminantes”.9 Otros usos de la tecnología de la información para la protección ambiental se refieren a la vigilancia ambiental, el control de riesgos, los sistemas de ordenación y simulación, etc. . En suma, la incorporación de la tecnología de la información a los procesos de integración no constituye una opción entre varias, sino un requisito fundamental en la transición hacia la cooperación tecnológica y la viabilidad de industrias no contaminantes. Estos destinos necesitan de la participación de los habitantes, de su educación y concienciación, pero también de las industrias y su capacidad de management, en la necesidad de políticas públicas activas que complementen las iniciativas privadas de adquisición y desarrollo de tecnología. Deviene esencial entonces contar con el uso de las nuevas tecnologías de la información que permiten un contacto directo y en tiempo real, posibilitando una interacción que de otro modo, jamás se produciría. De esta manera la tecnología de la información se convierte en un ejemplo concreto de las Tecnologías Ecológicamente Racionales y en un importante nexo entre la antigua transferencia de tecnología y la actual cooperación tecnológica.

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) ONU, Consejo Económico y Social, 1998. 24

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LA GESTION INTEGRAL DE RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS

por Nicolas R. Medel10

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Abogado, docente e investigador de la Universidad Nacional de Mar del Plata. 25

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SUMARIO:

I. El problema de los residuos

Gestión Integral

III. Futuro verde

II.

I. El problema de los residuos El mundo, en general, y la República Argentina, en particular, enfrentan graves dificultades en el manejo de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU), situación que se agrava como consecuencia del gran aumento de los desperdicios que generamos. Los residuos existen en nuestro planeta desde el inicio de la vida misma. Pero comienzan a ser un problema inmanejable luego de la Revolución Industrial, que produjo una auténtica explosión demográfica y económica manifestándose en el imparable desarrollo de la urbanización; y sobre todo, con el inicio de la llamada sociedad de consumo y la cultura de lo descartable, hace aproximadamente cincuenta años. Con el objeto de poder desarrollar el tema principal, es importante manejar el concepto de residuos y de residuos sólidos urbanos. Llamamos residuos o desechos a “aquellas sustancias u objetos abandonados o descartados en forma permanente por quien los produce, por considerarlos ya sin utilidad en su provecho”. 11 Estos pueden clasificarse conforme su origen, composición, impacto e incluso, de acuerdo a su utilidad. Los residuos sólidos urbanos (RSU), en tanto, pueden definirse como “los desechos 11

Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS). “Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos” -Documento destinado a docentes. 26

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generados en la comunidad urbana, provenientes de los procesos de consumo y desarrollo de las actividades humanas, y que normalmente son sólidos a temperatura ambiente”.12

II. Gestión Integral La Gestión Integral es el sistema de manejo adecuado de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) que, basado en el concepto de Desarrollo Sostenible, tiene como objetivo principal la reducción de los residuos enviados a disposición final. Ello permite la preservación de la salud humana y la mejora de la calidad de vida de la población, como así también el cuidado del ambiente, la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y la conservación de los recursos naturales en general. La Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos se ha impuesto a nivel mundial como el método mas eficaz y eficiente para el manejo de los RSU. A continuación veremos cuales son y en qué consisten las etapas que conforman la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos. Ellas son: 1. Generación 2. Separación, manipulación y almacenamiento transitorio 3.

Recolección y Transporte

4.

Tratamiento

5.

Disposición Final

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Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS). “Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos” -Documento destinado a docentes. 27

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1.- Generación El concepto de generación, se encuentra vinculada con nuestros comportamientos individuales y a las prácticas de consumo cotidiano e implica la generación de residuos como consecuencia directa de cualquier tipo de actividad desarrollada por el hombre, proveniente de diversos orígenes tales como el residencial, el comercial, el industrial, entre otros.

2.- Separación, manipulación y almacenamiento transitorio La separación de residuos es la etapa más importante en este sistema, debido a que de esto va a depender, en gran parte, el éxito de las siguientes etapas. Tanto la separación, como la manipulación de residuos involucran todas aquellas actividades que se asocian a los mismos hasta que los desechos son colocados en bolsas y/o contenedores que los van a almacenar hasta su recolección. De esta manera, se facilita y se logra un mayor reciclado y recuperación, mejorando, en consecuencia, las condiciones de trabajo de los recuperadores. Durante el almacenamiento transitorio, los residuos se guardan temporalmente a la espera de su recolección. Estos desechos deben almacenarse en recipientes apropiados para ello con el fin de evitar un exceso de exposición, voladuras, rotura de bolsas, entre otras

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circunstancias. La característica transversal de la Gestión Integral es sin dudas la planificación, por lo que los recipientes improvisados, el almacenamiento al aire libre no pueden ser elementos de esta etapa.

3.- Recolección y Transporte La recolección y el transporte comienzan cuando el vehículo recolector retira los residuos del lugar de almacenamiento transitorio. No podemos referirnos a gestión integral de RSU, si no se prevé una recolección diferenciada que establezca días y horarios para retirar los residuos secos separados de los húmedos. Llevar adelante la recolección de los residuos como brindar la información sobre los días y horarios en que los vecinos deben sacar los mismos es responsabilidad del gobierno municipal. También será responsabilidad de los vecinos conocer esta información para su localidad, de manera de colaborar adecuadamente con el sistema GIRSU. La recolección va a finalizar cuando el vehículo recolector deposita los residuos en una instalación de procesamiento de materiales, una estación de transferencia 13 o un predio de disposición final.

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Las Estaciones de Transferencia son instalaciones donde los residuos de los vehículos recolectores son transferidos a equipos de transporte de gran capacidad de carga, los cuales finalmente son los encargados de llevar los residuos a la Plantas de Tratamiento o al Centro de Disposición Final. 29

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4.- Tratamiento Las Plantas de Tratamiento son aquellas instalaciones donde llegan los residuos provenientes de la recolección, sea esta diferenciada o no, para su clasificación y enfardado según el tipo de material. Los residuos van a atravesar distintos procedimientos antes de ser transportados a lo que será su destino final. El procesamiento de los residuos puede incluir la separación de objetos voluminosos, la separación de residuos por tamaño, la recuperación manual de algunos componentes de los residuos que pueden ser reciclados, la separación de metales, entre otros. Estos procesos, van a ayudar a reducir el volumen y el peso de los residuos que luego irán a disposición final. Es en este punto del sistema de gestión integral, donde se van a recuperar los elementos que pueden ser reubicados comercialmente o pueden ser utilizados para otros usos para su reingreso a la cadena productiva, comercializándose como materia prima.

5.- Disposición Final La Disposición Final de residuos comprende la última etapa en el manejo de Residuos Sólidos Urbanos y engloba al conjunto de operaciones destinadas a lograr el confinamiento definitivo de ellos en un lugar determinado. Actualmente existen diferentes medios de disposición final para los RSU a saber: basural a cielo abierto, relleno sanitario e incineración.

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No hay dudas que la opción del Relleno Sanitario para la disposición final de RSU es la más adecuada, ya que tiene en cuenta principios de ingeniería sanitaria para la adecuada disposición final de residuos a fin de evitar riesgos a la salud pública y el medio ambiente en general. Los

rellenos

sanitarios

reducen

significativamente riesgo adversos

el

de

impactos

al

ambiente.

Mediante esta tecnología los

residuos

encapsulados

quedan entre los

materiales de la cubierta superior y un sistema de membranas, lo que permite implementar sistemas de recolección y control de las emisiones líquidas y gaseosas.

III. Futuro verde El gran aporte de los ecologistas durante estos últimos años, es sin dudas, haber logrado que en la actualidad una gran cantidad de personas descubriera que la supervivencia de nuestro planeta constituye la máxima prioridad, incluso antes que cualquier otra problemática.

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En materia de medio ambiente culpabilizar al otro es una cuestión sin sentido, por el contrario, hay que movilizarse y movilizar a los demás para contribuir, todos juntos, a imponer nuevos paradigmas. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, actualmente, la mitad de la población mundial vive en ciudades y la población urbana ha aumentado más del 400 por ciento en 60 años. El crecimiento de las ciudades implica prestar servicios a una mayor cantidad de habitantes; servicios tales como vivienda, educación, agua potable, transportes eficientes, recolección de residuos, entre otros. Ciudades más grandes y más pobladas es sinónimo de más basura. Existe en la actualidad una creciente cantidad de residuos producidos por una cultura del descarte, desarrollada en las últimas décadas, que se agrava por la incorporación en los productos utilizados de componentes de difícil reutilización, reciclado y/o altamente contaminantes. Para hacer frente a esa mayor y más compleja cantidad de basura, se necesita de planificación y responsabilidad de cada uno de los actores de la sociedad, que a través del sistema de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos puede hacer frente a un principio extendido mundialmente en relación al grave problema de los residuos urbanos: el principio de Basura Cero. Gestionar integralmente la cuestión de los residuos no se trata de avanzar hacia “el futuro que queremos”14, sino de caminar juntos y responsablemente hacia “el futuro que nos merecemos”.

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Titulo del documento final de la Conferencia de las Naciones Unidad sobre el Desarrollo Sostenibles, también conocida como Rio+20, que se llevó a cabo en la ciudad de Río de Janeiro, Republica Federativa del Brasil, entre los días 20 y 22 de junio de 2012. 32

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REVISTA ARGENTINA DE MEDIO AMBIENTE Editada en Mar del Plata, Diciembre de 2013 25 de Mayo 2855/65 7600 - Mar del Plata - Argentina Observatorio de Políticas Ambientales Municipales www.opam.weebly.com ISSN 2347-0925

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