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REVISTA DE SANIDAD MILITAR "" ^^°
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Madrid, 15 de Marzo de 1911.
----r—i Núm. 6.
SUMARIO '^^^"t¿J^d}a'í^ttL":í''V?^' Wp«r.«I/ra„i por un caso muy extraño: Un soldado 100 y 0,24 por 100, y en 1907, 12,52 de Caballería, que había obtenido por 100 y 0,01 por 100. Lo mismo ha unos dias de licencia para su casa, ocurrido en la construcción del ca- no teniendo dinero para pagar el nal de Panamá, en donde la des- ferrocarril de vuelta, decidió regresar andando, y se puso en camino trucción de los mosquitos, junto con el uso de la quinina como profilác- con un calzado muy pequeño para
g'ranosniiis g'ruesoü.on g-randes masas polimórficas óen granos finos, incluso en placashialinasó leucocitos. La forma pigmentaria de la orina, cualquiera que sea la forma de la enfermedad, !^e i-esumcen pigmento hemático negro muy abundante, pigmento azul en pequeña cantidad y ocre solamente ocasional Para el Dr. l'rriola, el diagnóstico cierto del paludismo pueden darlo solamente dos signos patognonióiiicos: la presencia del hematozoario en la sangre y la del pigmento negro en la orina; este último tiene la ventaja de ser más constante y fácil de coniprobar.—J. P.
195 sus pies y tobillos, y, sin duda alguna, mojado, al poco tiempo de emprendida la marcha se sintió tan mal, que tuvo que meterse en un cobertizo deshabitado, y allí permaneció varios días sin alimento, y sólo con un poco de agua que alcanzó trabajosamente. Encontrado por unos aldeanos, y conducido al hospital, se le hallaron ambos pies gangrenados hasta la altura de los borceguíes, uno con gangrena seca y el otro con la húmeda, por lo que hubo necesidad de amputarle ambas piernas por el tercio inferior, habiendo curado, y verificándose la cicatrización normalmente. El sujeto no era sifilítico, ni alcohólico, ni diabético, ni albuminúrico, y poseía un sistema arterial y venoso normal. !.•& marcha rápida de esta gangrena no se asemeja en nada á la descrita como simétrica por Rayn ; u i d , - J . P.
Ona forma 4eioonoclda de ettreehai eaofágiea.—Mr. Guisez, en comunicación á la Académie de Médecine, acaba de describir una variedad de estrechamiento del esófago, que hasta ahora no ha figurado cu las descripciones clásicas de los grandes tratados, á pesar de ser tan frecuente que el autor la ha encontrado diez ocho y veces. Atendiendo á su forma, puede denominársela estenosis inflamatoria ó cicatricial espontánea del esófago. Los enfermos que la presentaban, antes de ser diagnosticado* exactamente eran considerados como
atacados de espasmos simples ó de cáncer. El mejor y acaso el único medio de diagnóstico, es la esofagoscopia, que descubro estrechamientos de la extremidad superior ó inferior del esófago, exclusivamente muy cerrados con la mucosa, espesa é inflamada, asiento de una degeneración cicatricial; coinciden con estas lesiones, grandes dilataciones ó diverticulos del esófago, según su sitio. Los síntomas suelen ser una disfagia intermitente, primero; constante, luego; sensaciones de hinchazón, de pesadez, detrás del esternón; eructos gaseosos, y en las formas avanzadas, vómitos pituitarios, llamados esofágicos. Tratándose de alteraciones que pueden considerarse como simples estrecheces cicatriciales, Guisez ha usado con buen éxito la dilatación por sondas y la electrólisis.— Juarros.
Peritonitis pnevmocócioa. {París Medical, Enero de 191 l.)—M Qeorge Woblsey comunica á la Academia de Medicina de New York que, esta clase de peritonitis agudas no son siempre debidas á una apendicitis, á una inflamación de un órgano pelviano, á una perforación de una viscera abdominal ó á una llaga penetrante, como se creyó al principio do la gran cirugía abdominal. La peritonitis puede resultar de la localización de una pnenmococitis, sea como fenómeno primitivo, sea, con mayor frecuencia, como secundario de una neumonía, y muy rara vez á una otitis media. Puede la peritonitis neumocó-
196 cica ser circunscrita ó ¿fencralizable. Woblsey no ha visto sino generalizables. Se produce más á menudo en el niño y la mujer, y se acompaña regularmente de diarrea; estos caracteres la distinguen mal de la apendicitis. £1 único trataiiiieiito es el c|nirúrgic().—J^. /'.
La aerofagla.—El término de acrofagia, creado en 1891 por Bonveret, sirve para designar la acción de tragar, voluntariamente ó no, cierta cantidad de aire. Su presencia en las vias digestivas, no siein))re significa un hecho patológico, pues hay una aerofagia fisiológica (jue carece de toda importancia. La aerofagia puede ser de dos clases: por de¡/luc¿ó)i. en silencio ó ruidosa, xpor aspiración. Según la jjrofundidad á que llega el aire, se distinguen formas faringo-esofágicas, esofágicas y gástricas. El aire os ordinariamente expulsado por la boca; pero á veces sale por el piloro y se ve obligado á seguir el conducto intestinal, provocando entonces timpanismo con distensión abdominal. Existen crisis de aerofagia, que pueden confundirse, y de hecho se confunden en muchas ocasiones, con uiía angina de pecho, acceso asmático, dispnea cardiaca, etc. Las consecuencias son muy diferentes según los individuos; en muchos aerófagos no suele pasar nada, pero en otros se producen dilataciones esofágicas con hipersecrcción, mucosa faringe - esofágica y aun aumento de la presión gástrica, dilatación, exacerbación de las dispepsias, vómitos, trastornos intestinales, y , sobre todo, alteraciones del estado general, con resonancia
cu la esfera mental y en los sistemas circulatoi-io y respiratorio. El diagnóstico es problema de práctica, pues resulta sencillísimo para aquellos médicos que conocen prácticamente la aerofagia, y casi imposible para lo.s que no saben de ella otros datos que los teóricos de las publicaciones hechas sobre este asunto. Sin embargo, debe sospecharse la aerofagia en todo individuo que eructa cinco ó seis veces, una inmediatamentó detrás de la otra. El carácter fraccionario de ciertos vómitos es también un buen signo. Lo mejor para aclarar dudas, es provocar una crisis, cosa que muchas chas veces está en la voluntad del enfermo, y otras se logra con presiones ejercidas s o b r e las zonas eructógenas (hueco epigástrico, fosita supra-esternal, regiones ováricas y vértice del cráneo). I^a radioscopia y la esofagoscopia ayudan en los casos difíciles. El tratamiento ha de ser inixto, rocurriéndose á la sugestión y á métodos mecánicos, como la colocación de un tapón entre los dientes, ó el uso de un collar apretado, á nivel de la nuez de Adán. También hay que modificar en muchos casos el quimismo gástrico, disminuir la sensibilidad de esta mucosa con a g u a cloroformada y hacer evacuar el aire deglutido por medio de la posición genupectoral, el lavado del estómago, ó el masaje y la electroterapia. (Schreiber, La Presse Medícale.)—C. J.
*.* * Tintara 4e yodo iaitantiBea. {Le Caducée, Febrero 1911).—La merecida popularidad de que gojsala tin-
— 197 tura de yodo, da interés á todo lo que se refiere á la preparación inmediata, evitando los inconvenientes á la que y a lleva tiempo. Una casa de París ha puesto á la venta una cajita que contiene un frasco
pequcriodeyodo,s'o/MÍ)í7ízatío, y una ampolleta que contiene alcohol con un peso diez veces mayor. En el memento necesario, se vierte el alcohol sobi'e el yodo solubilizado, y líi disolución es instantánea. —./. /'.
PRENSA MILITAR PROFESIONAL Clingia de guerra.—Tratamiento (inirúrgico esquemitleo en loipnei-
ridas de las partes blandas ni de los huesos, sino recubrirlas simplemente de gasa antiséptica ó esteritoa de cnraclón. (Verbandplatz.)— En //e Caducée de Febrero del pre- lizada, y mantener la compresa por sente año encontramos un extracto medio de un vendaje, formado con de las instrucciones dadas por el dos tiras de diaquilón cruzadas ó Inspector g^eneral Médico Herhold, por una venda ordinaria; para que del Ejército alemán, que podrán no resbale (como puede suceder en darse á los Médicos de Regimiento el hombro ó en la cadera, por ejemy de ambulancia para la ejecución plo) se aplicarán tiras de emplasto del servicio de los puestos de cura- aglutinante, puestas en cruz, por ción inmediata; y creyendo de inte- delante y por detrás. En las granrés su conocimiento, damos de ellas des heridas (por cascos de granada, una traducción. por ejemplo), se empieza vertiendo 1. Curar los heridos lo más pron- sobro la herida tintura de yodo 6 to posible, darles de comer y de be- polvo de \-odoformo. ber y evacuarlos seguidamente. (). Es necesario dilatar las heri_ 2. Antes de toda cura ú opera- das, y desinfectar sus bordes é inmeción, purificarse las manos frotán- diaciones con tintura de j'odo. dolas con algodón empapado en al7. No se harán otras operaciocohol por espacio de cinco minutos, nes que las absolutamente indispenó untándose con tintura de yodo. sables, tales como la ligadura de va;!. Hacer hervir en agua los ins- sos sanguíneos. No hacer amputatrumentos antes de servirse de ellos, ciones: si un miembro no adhiere y si no hay agua, impregnarlos de sino por partes blandas, en térmialcohol y darles fuego. De antemanos que sea imposible su cura conno se les habrá hecho antisépticos servadora, separarlo reuniendo las mediante una pulverización feni- partes blandas, ligando los vasos y cada al 3 por 100. aplicando una cura adecuada. 4. No lavar los alrededores de 8. Ligar los vasos en la herida si la herida, sino limitarse á quitar los la hemorragia no puede ser contevejlos y pelos, afeitándolos en seco. nida por un taponamiento de la •*• ^'o sondar ni taponar las he- herida.
" 9. En las heridas de laringe introducir una cánula en la herida, y en caso necesario, puede hacerse la traqneotoinia clasica. 10. No taponar las heridas de bala en los huesos, ni quitar las esquirlas libres. Inmovilizar cuidadosamente el miembro por medio del yeso ó de otra substancia (madera, paja, etc.). 11. Los heridos por arma de fuego del abdomen y órganos adyacentes no deben ser transportados, y no se les dará de comer ni de beber hasta que transcurran veinticuatro horas. 12. Contra las hemorragias se harán inyecciones de serum artificial; contra los dolores, de morfina; contra la debilidad del pulso, de e.Kcitantes. 13. Para obtener la narcosis se apelará al cloroformo, empleado gota á gota, siempre en pequeña cantidad; para las pequeñas operaciones se emplearán las inyecciones subcutáneas ó subaponeuróticas de una disolución de novocaína á 0,50 por 100. El autor termina dando la lista délos intrumentos, medicamentos y demás objetos de curación que considera como necesarios y suficientes para las dotaciones de Regimiento: tintura de yodo, alcohol rectificado, cloruro de sodio, morfina, pastillas de novocaína, emplasto en tiras arrolladas, cánula para traqueotomla, jeringuillas para inyecciones, navaja de afeitar, niaquinilla de cortar pelo.—J. /-".
La «dopcldn d« jerlngnilUs para Inyecciones hipodérmicag por el
198 — Ejército alemán. {Deutsche Milu. Zeit. 1910. Hef. 16.)—Las jeringuillas de 1 c. c. de cabida para inyecciones hipodérm¡cas,que se utilizan en el Ejército alemán, son de distintas clases: es de libre elección, la de la bolsa médica; no susceptibles de ser hervidas, las de las bolsas de compañía sanitaria, hospitales de campañay tren-hospital, y capaz de esterilizarse por la ebullición, la que forma parte del laboratorio micn)biológico y caja de dentista. Con objeto de adoptar criterio fijo, por la Sección de Sanidad Militar se procederá á contestar el siguiente cuestionario: 1.° Qué clase de jeringuillas han sido utilizadas por los Médicos en ejercicios de campaña, maniobras, etcétera, y cuáles han dado mejor resultado respecto á preparación simple, mejor uso, solidez y coste. 2.° ¿Se debe, para el servicio en marchas, maniobras,campaña,etc., adoptar jeringuillas capaces de ser hervidas, ó puede renunciarse á esta cualidad sí las primeras no fueran recomendables? 3.° Proposición para cambio ó aceptación del modelo B. V. 8., 27. 4.° Otras consideraciones en relación con esta cuestión. —F. G. D.
*** El calzado y las heridas del pie.— El Capitán Médico del Ejército suizo, Adert iRevue Müitaire Siiisse). acaba de publicar un trabajo muy interesante acerca de tan importante cuestión. En general, según él, las heridas del pie, en los soldados, débense al roce con pliegues formados por el cuero á nivel de los dedos. Muchos de estos pliegues obedecen á deformaciones del cal-
199 — zado, deformaciones evitables fácilmente con sólo mantener tirante el cuero, mientras no se usa el calzado, rellenando éste con paja, papel, etc. Otra causa es el usu de calcetines en individuos que no los utilizaban en la vida civil, por lo cual Adert se muestra partidario, ó de que el soldado no lleve calcetines, ó los
lleve de la clase á que esté acostumbrado, y no el calcetín ruso reglamentario. Llama también la atención el autor sobre la fatiga y dolorimiento del pie cuando se protege con botas demasiado pesadas. Hay que procurar, dentro de lo posible, que el calzado sea elástico y poco pesado.— JitarroK.
BIBLIOGRAFÍA Nuevas investigaciones acerca de la albúmino-reacción en la tuberculotás pnlmonar, por el Dr. José Codina Castellví, Médico del Hospital General de Madrid y Académico de la Real de Medicina. Hemos recibido ostc intcri'sante trabnjo, eii el cual, mediante prolijas observaciones y anotaciones, se deduce (|ue, la cantidad de albúmina de los espntos en las lesiones tuberculosas avanzadas es muy considerable, estableciéndose á continnaci(')n el valor diagnóstico de la reacción positiva que sirvió al autor para rectificar «los conceptos nosológicos, y la distinta calidad de la albúmina encontrada en determinados grupos de tub(^rcnlosos (albúminodiagnóstico de especie). El Dr. Codina, con la perspicacia que le caracteriza en la dilucidación de los problemas clínicos, invita á proseguir la investigación cuantitativa de la albúmina en todos los grados de la tu>>erculosis pulmonar, y concluye dando cifras muy halagüeñas de albúmino-diagnóstico positivo, en directa relación con la preseni l bacilo, siendo, en cambio, reducidísimos estos resultados se trata de afecciones bronco-pulinonares no tuberculosas.—J. p
— 200 — Contribución al estudio de la demografía oftálmica de Madrid, por el Dr. Enrique Mateo Barcones, Médico mayor de Sanidad de la Armada. Trátase de un extenso y acabado trabajo, fruto de una gran observación y de una dilatada experiencia clínica, en d que
Real orden (D. O. n ú m . 49) disponiendo que el Farmacéutico primero D. Eugenio Tocino Sánchez, destinado á la
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Farmacia sucursal de Sevilla, continúe prestando sus servicios en el Hospital militar do Cádiz hasta que se incorpore el del mismo empleo D. Enrique Díaz Martínez. Real orden (/>. O. núm. 49) disponiendo que el Farmacéutico mayor D. José Grúa Pons, destinado al Hospital de Badajoz, continúe encargado de la Farmacia sucursal de Sevilla hasta que se incorpore su relevo. Real orden (D. O. núm. 47) disponiendo que el cabo de la Brigada de tropas de Sanidad Militar, con destino en el Hospital militar de Valencia, D. Ángel Navarro Molíns, que figura como Médico en la Reserva gratuita facultativa del Cuerpo, sea nombrado Médico provisional con destino al segundo batallón del Regimiento Infantería de Luchan», núm. 28. Real orden (D. O. núm. 48) disponiendo sea dado de baja en el Cuerpo, á solicitud propia, al Módico provisional don Casto Núñez Martínez. Real orden (D. O. núm. 47) nombrando Médicos-alumnos de la Academia Médico-Militar á los aspirantescomprendidos en la siguiente relación, aprobados en los exámenes extraordinarios de ingreso verificados en dicho Centro de enseñanza:
— 203 — I). Jaime Prat Solé, D. Ijcouaido Fernández Guerrero, D. Francisco Luque Beltrán, D. Joaquín Trias Pujols, don Daniel de Paul Goyena, D. Luis T^pez Ortiz, D. Ovidio Fernández Rodríguez, D. Rafael Ramírez Rivas, D. Fo" lipe Campos Albuerne, D. Bernardo Elcarte Cía, D. Eustaquio González Muñoz, D. José Luque Beltrán, D. Ma' nuel Valiente Izquierdo, D. José Linares Vivar, D. Mariano Anfruns Armengol. D. Enrique Sánchez Bish, don Enrique Rocandio Martín, D. Severiano de Andrés Unzueta, D. Benigno Fernández Corredor, D. Ensebio Jimeno Sáinz, D. Joaquín Cotanda Llavata, D. Fernando Pérez García, D. Alfonso Areces Matilla, D. Pablo Jiménez Benito, D. J u a n Altube Fernández, D. Domingo Moliner Aedo, D. Francisco Pey Belsué, D. Eduardo Mateo Hernández, D. Rafael Jiménez Ruiz, D. Agustín Pariente de la Cruz, D. Enrique Monereo Francés, D. Horacio González Donoso, D. Leocadio Serrada Díaz, D. Antonio Hervías Alonso, D. Benjamín Turiño Campano, D. Arturo López Despret, D. Manuel Luca Moya, D. Pedro Zarco Bohórquez, D. Manuel Pórtela Herrero, D. Adalberto Rodríguez Fernández, D. Ignacio BoflU Combelles, D. Pedro Espina García, D. Pío Irigoyen Arruti, D. Felipe Pérez Alvarez, D. Delfín Hernández Irigaray, D. Eusebio Mújiea Jaca, D. Nicolás Bonet Luna, ü . Carlos Crivell Navarro, D. Tirso Rodríguez García, D. Federico Altimiras Mezquita y D. J u a n Cerrada y Forés. 1 Marzo...—Real orden (Z>. O. núm. 48) disponiendo lesean abonados, para extinguir el tiempo de obligatoria permanencia en Melilla, los cinco meses y tres días que en su anterior empleo sirvió durante la última campaña el Médico primero D. Pedro I^mbana Ranada. *
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Real orden (D. O. núm. 48) concediendo licencia para con. traer matrimonio al Médico primero D. Juan Luis Subijana.
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Real orden {D. O. núm. 49) disponiendo causen baja como Médicos provisionales, por haber sido nombrados Médicos alumnos, D. Bernardo Elcarte Cía, D. Mariano Anfruns Armengol, D. Enrique Rocandio Martin, D. Horacio González Donoso y D. Carlos Crivell Navarro.
— 204 — ^ Marzo...—'Real orden {D. O. núin. 51) autorizando al Farmacéutico primevo D. Rafael Candel Peiró para que pueda usar sobre el iinifonne la Me. O. uúm. 52) disponiendo sean elimi-
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nadas del vigente petitorio-fornmlario, para uso de las Farmacias militares,las pastillas comprimidas de benzoato de sodio y cafeina, cloruro de morfina, cloruro de morfina y cafeina, cloruro do piiocarpina, clorhidrosulfato de quinina, ergotina, sulfato de atropina, sulfato de espartina y sulfato de estricnina, sustituyéndolas por las solucione* esterilizadas de las misma substancias, verificándose análoga sustitución con los comprimidos de cloruro de apomorfina, cloruro de cocaína y cloruro de heroína, y aumentando la relación de ampollas esterilizadas con las de aceite alcanforado y cacodilato de sodio. Real orden [D. O. núm. ytí) aprobando y declarando indemnizables las comisiones conferidas al Médico mayor D. José González Granda y al primero D. Luis Gabarda Sitjar. Real orden {D. O. núm. 52) nombrando Vocal de la Comisión mixta de Reclutamiento de Zamora, al Médico primero D. Gerardo Pastor Fernández, Real orden {D. O. núm. 52) concediendo al empleo superior inmediato, en propuesta ordinaria de ascensos, al Médico mayor D. I.uis Sánchez Fernández y al primero D. José Huesa Bueno. Real orden {D. O. núm. 55) disponiendo que los Médicos mayores D. Knrique Plaza Iglesias, del Consejo Supremo de Guerra y Marina, y D. José Quint-ana Duque, excedente en la primera Región, pasea destinados, respectivamente, al Instituto de Higiene Militar y al citado Consejo Supremo, para la asistencia al personal del mismo. Real orden (D. O. uúm. 56) concediendo licencia para contraer matrimonio al Farmacéutico segundo D. Marciano Valdelomar Gijón.
Con este número repartimos un prospecto del medicamento loTióN, preparado por la importante casa Pederico Bayer 7 CompaSia; de Barcelona.