Sesión de Catequesis Doctrinal Mary Birmingham

Sacramento de la Reconciliación

Hijo Pródigo: Rembrandt, Dominio público

Oración de Apertura Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día y perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.

Nota al Catequista: Es posible que haya más material que el que se pueda utilizar en una sesión de una hora. Seleccione y organice según corresponda. Utilice preguntas y material que se adapte mejor a su grupo en particular.

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El (La) catequista lidera a los participantes en un pequeño ejercicio de compartir en grupo. Organice pequeños grupos (tres o cuatro). Recuerde a los participantes dar tiempo para que todos en el grupo respondan. El (La) catequista comienza la discusión, compartiendo una experiencia de su vida.    

¿Alguna vez ha sido perdonado por alguien? ¿Alguna vez ha tenido que perdonar? ¿Alguna vez ha retenido el perdón? A la luz de su experiencia, ¿qué diría usted sobre el perdón?

El (La) catequista invita a los participantes a responder a las siguientes preguntas.   

¿Se le ocurre alguna ocasión en nuestro mundo cuando alguien perdonó a otra persona y salió publicado en las noticias? ¿Qué pasa cuando el perdón no se ofrece? ¿Qué nos dice eso acerca de cómo el mundo ve el perdón?

Consulte los artículos 1434 a 1470. Los miembros del grupo deberán leer estas declaraciones de fe en voz alta, rotando alrededor del círculo en cada punto:  Antes de considerar el sacramento de reconciliamos con Dios es a través de

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la reconciliación, en particular, es importante examinar lo que la Iglesia enseña sobre la reconciliación, en general. La Iglesia enseña que la manera principal con la cual nos

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nuestra celebración semanal de la Eucaristía. La liturgia eucarística, o la Misa, nos enseña acerca de la reconciliación en las oraciones rituales, gestos, símbolos y acciones que oramos.

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La liturgia nos forma en la fe. Cuando usamos símbolos sagrados y proclamamos la Palabra de Dios, cuando hacemos gestos rituales y rezamos las oraciones rituales, también expresamos las creencias

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principales y la doctrina de nuestra fe. La Plegaria Eucarística es una oración ritual principal de la Misa. Esta oración nos enseña lo que la Iglesia cree acerca de la reconciliación.

¿Qué es la reconciliación?   

¿Qué enseña y cree la Iglesia acerca de la reconciliación? ¿Qué dice la oración sobre el papel de Dios? ¿Qué dice la oración acerca de nuestro papel?

Puntos de resumen: Los miembros del grupo deberán leer estas declaraciones de fe en voz alta, rotando alrededor del círculo en cada punto:    

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Dios siempre nos invita a reconciliarnos con él y con los demás. Dios nos quiere perdonar. Tenemos que confiar en que Dios nos perdonará. Independientemente de la frecuencia con la que nos hemos alejado de Dios, Dios no nos abandona. El compromiso de Dios con la familia humana no tendrá fin. Dios nos ama más que nunca cuando estamos perdidos y nos hemos alejado de él.

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Jesús nos reconcilió por la sangre de la cruz. Él derramó su sangre para que los pecados pueden ser perdonados. Los pecados son perdonados por el sacrificio que se representa en medio de nosotros en la celebración dominical de la Eucaristía. Creamos un ritual del regalo del perdón de Dios tanto a través del sacramento de la Eucaristía así como del sacramento de la reconciliación.

Los miembros del grupo deberán leer estas declaraciones de fe en voz alta, rotando alrededor del círculo en cada punto:   

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Todo el ministerio terrenal de Jesús fue uno de sanación y reconciliación. Él exhortó a todas las personas a arrepentirse. El sacramento de la reconciliación celebra, nos ayuda a notar de una manera particular, la conciliación que Cristo ganó para nosotros en la cruz. Jesús nos reconcilió con Dios a través de su sacrificio. Sin embargo, todavía

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seguimos pecando. Importante: El enfoque de este sacramento, sin embargo, no es nuestra pecaminosidad. Aunque debemos reconocer que somos pecadores, el foco del sacramento de la penitencia es la impresionante misericordia de Dios a través de Cristo.

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Dios nos llama a reconciliarnos con Dios y con la Iglesia. 

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El Rito de la Penitencia nos recuerda que cuando pecamos, dañamos nuestra relación con Dios. Cuando los pecadores se arrepienten, se encuentran con los brazos del Padre misericordioso quien es el que más los conoce y los ama, y quien ofrece amor incondicional. Ellos son abrazados por el Dios que muestra compasión sin igual hacia sus hijos. Él

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va en busca de los perdidos y hace todo lo posible para llevarlos a casa a incorporarlos a su abrazo amoroso. El Rito de la Penitencia nos recuerda que el pecado de una persona afecta a los demás. El pecado de una persona no sólo daña al pecador, sino que también perjudica a los demás.

El (La) catequista comparte un ejemplo de esto de su vida. El/La catequista invita a los participantes a formar pequeños grupos y a responder a las siguientes preguntas.  

¿Alguna vez ha tenido una experiencia en su vida en la que su comportamiento influyó negativamente no sólo a usted, sino a otros también? ¿Alguna vez ha tenido una experiencia en la que su ejemplo influyó positivamente en los demás?

Los miembros del grupo deberán leer estas declaraciones de fe en voz alta, rotando alrededor del círculo en cada punto: 

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La buena noticia es que si el pecado de uno perjudica a otros, de manera similar, la santidad de uno beneficia a otros. El bien que hacemos influye en los demás. Nuestro buen ejemplo hace diferencia. El sacramento de la reconciliación nos fortalece para vivir una vida de santidad que todos estamos llamados a vivir. La Rito de la Penitencia nos recuerda que la penitencia siempre incluye la reconciliación con nuestros hermanos

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y hermanas que se ven perjudicados por nuestros pecados (cf. Rito de la Penitencia #5). Somos fortalecidos a través de este sacramento para ser agentes de paz y de justicia en un mundo devastado por el pecado y la opresión. Sin embargo, el Rito también nos recuerda que la gente con frecuencia se junta para participar en la injusticia. (cf. RP #5). El Rito de la Penitencia nos recuerda que no son sólo nuestros pecados

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personales, sino también nuestra participación en la dimensión social del pecado, lo que debemos examinar y llevar ante Dios. "El pecado y sus efectos son visibles en todas partes: en las relaciones de explotación, en familias sin amor, en estructuras y políticas sociales injustas, en crímenes por y en contra de los individuos y en contra de la creación, en la opresión de los débiles y en la manipulación de los vulnerables, en las tensiones explosivas entre naciones y entre grupos ideológicos,

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raciales y religiosos, y clases sociales, la brecha escandalosa entre los que desperdiciar los bienes y los recursos, y aquellos que viven y mueren en medio de depravación y subdesarrollo, guerras y preparación para la guerra. El pecado es una realidad en el mundo "(Directorio Nacional de Catequesis, # 98). El Rito de la Penitencia nos recuerda que debemos ayudarnos unos a otros a hacer penitencia trabajando con otros para lograr justicia y paz en el mundo.

El (La) catequista invita a los participantes a responder a la siguiente pregunta en el grupo más amplio. 

¿Cuáles son algunas formas en las que participamos en la dimensión social del pecado en nuestro mundo?

Los efectos de la Reconciliación Los miembros del grupo deberán leer estas declaraciones de fe en voz alta, rotando alrededor del círculo en cada punto: 

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La reconciliación con Dios anticipa e incluye una metanoia completa, la conversión de la totalidad del ser, y la conversión de la mente y del corazón a Dios. Una vez convertido, el penitente no puede hacer menos que estar genuinamente arrepentido por sus pecados y verdaderamente comprometerse a modificar su vida. La verdadera conversión fundamentalmente conduce a la transformación. Una vez que los penitentes están verdaderamente arrepentidos de sus pecado y anhelan la transformación auténtica, ellos que:  Confiesan sus pecados ante el ministro de la Iglesia.  Hacen satisfacción por sus

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pecados.  Se comprometen a salir y no pecar más. Se comprometen a cambiar sus vidas. De este modo y por el poder del Espíritu Santo dado a la Iglesia, tales penitentes son perdonados. El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que la reconciliación con Dios causa una "resurrección espiritual". Somos restaurados al estado que estaba destinado a nosotros en la creación del mundo. Estamos en completa armonía con Dios y libres de pecado, hasta el momento en que una vez más, seamos presa de una trampa. (Catecismo, 1468). Dios concede el perdón al pecador a través del signo sacramental de la

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absolución. Como se dijo, el signo principal sacramental asociado con el sacramento de la reconciliación es la

imposición de manos. ¿Por qué las manos? ¿De qué manera el signo de la imposición de manos revela lo que se significa en el sacramento?

El (La) catequista invoca a los participantes en una reflexión sobre el papel de las "manos" en el sacramento de la reconciliación. 

¿Qué pasa con las manos en la vida cotidiana que puedan comunicar la presencia de Dios?

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¿Qué expresan nuestras manos? ¿Cómo se comunican? ¿Qué comunican?

Los participantes responden según corresponda, con respuestas tales como: ellas se comunican (¿cómo se comunican?, ¿qué comunican?), las manos expresar amor, expresan perdón. 

¿Cómo Jesús utiliza las manos en su ministerio?

Suscite respuestas como: Él tocó a la gente, Él puso saliva y barro en los ojos de los ciegos, Él puso en las manos, y así sucesivamente. 

¿Por qué entonces imagina usted que las manos expresan la presencia y el signo de la misericordia de Cristo en el sacramento de la reconciliación? ¿Qué comunican las manos en este sacramento?

El (La) Catequista resume sus respuestas y las conecta con el resto del material.

Cuatro elementos del Rito de la Penitencia 1. 2. 3. 4.

Arrepentimiento o Contrición Confesión Penitencia Absolución

Arrepentimiento El (La) catequista invita a los participantes a responder a la siguiente pregunta. 

¿Qué significa para usted la palabra "contrición"? El Sacramento de la Reconciliación │ Mary Birmingham │ 2.0 │ Página 7

Los miembros del grupo deberán leer estas declaraciones de fe en voz alta, rotando alrededor del círculo en cada punto: 

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Como se dijo anteriormente, el sacramento de la reconciliación celebra lo que Dios ya ha logrado por medio del sacrificio de Su Hijo, Jesucristo. La contrición es un profundo dolor por el pecado y la intención de evitar el pecado en el futuro. La contrición es un verdadero dolor por el pecado y odio por el pecado cometido, junto al firme propósito de no pecar de nuevo (cf. CIC, 1451). La verdadera contrición implica la

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conversión completa del corazón. El pecador se compromete a cambiar su vida y a vivir a la sombra de Cristo. Con la ayuda de Dios, él o ella se esfuerza por crecer en santidad. En el beneficio de una verdadera conversión, el pecador examina su conciencia con el fin de descubrir las áreas de pecado que todavía estén en necesidad de la curación, de la misericordia liberadora, y del perdón de Dios.

El (La) catequista invita a los participantes a responder a las siguientes preguntas en silencio, en su diario, o con otra persona.   

Opción 1: Responder a las siguientes preguntas en su diario. Opción 2: Reflexión para un grupo pequeño: compartir con una o dos personas lo que se sienta cómodo de compartir Opción 3: Reflexionar en silencio. ---

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¿Alguna vez ha experimentado un momento en que tuvo un profundo dolor por sus acciones, pensamientos o comportamientos? ¿Alguna vez ha experimentado un momento en que sus patrones pecaminosos de la vida se antepusieron en el camino de su relación con Dios o con sus seres queridos? ¿Alguna vez ha experimentado un momento en que se le hizo difícil a usted responder a la invitación de Dios para acercarse a Él a causa de sus comportamientos pecaminosos? Mirando hacia atrás, ¿qué estaba Dios tratando de enseñarle?

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El (La) catequista comparte una experiencia de su vida: El (La) catequista invita a los participantes a responder compartiendo reflexiones procedentes del compartir en grupos pequeños y del compartir con el grupo más amplio.  

¿Qué estaba Dios tratando de enseñarle en la experiencia que usted ha compartido? ¿De qué manera el amor y el perdón de Dios abren las puertas de su corazón?

Dos formas de contrición

(Consulte la CIC # 1451-1453).

Contrición perfecta y Contrición imperfecta Los miembros del grupo deberán leer estas declaraciones de fe en voz alta, que gira alrededor del círculo en cada viñeta:

Contrición Perfecta 

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La contrición perfecta simplemente fluye de nuestra relación de amor con Dios, nuestro amor absoluto de Dios. Nos arrepentimos de nuestros pecados porque amamos tanto a Dios y sabemos que nuestros pecados ofenden a Dios y nos impiden perfecta intimidad con él. Cuando sentimos un perfecto arrepentimiento por nuestros pecados a

causa de nuestro amor a Dios, nuestros pecados menores (veniales) están perdonados automáticamente. Nuestros pecados mortales graves son perdonados, siempre y cuando nos comprometamos a valernos del sacramento tan pronto como nos sea posible.

Contrición Imperfecta 

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La contrición imperfecta es simplemente tristeza por el pecado porque odiamos la fealdad del pecado o porque tememos la condenación eterna. Tal contrición, aunque no es perfecta, es

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sin embargo un posible impulsor que nos lleva al sacramento. La contrición imperfecta no tiene el poder en sí mismo para perdonar el pecado grave.

Confesión  

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El pecador está llamado a examinar su vida delante de Dios. El pecador es exhortado a considerar las áreas y los hábitos del pecado en su vida. El pecador es invitado por Dios a entrar en una conversión profunda y en arrepentimiento por el pecado. El pecador es invitado luego a nombrar sus pecados. El pecador los confiesa al ministro de Dios, a quien se le ha dado el poder de

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perdonar los pecados por el Espíritu Santo (RP: # 6b). Sólo Dios perdona los pecados; a Jesús se le dio autoridad en la tierra para perdonar pecados, y Él le dio esa autoridad a los apóstoles y los exhortó a ejercerla. La autoridad de perdonar los pecados en nombre de Jesús continúa a través de la línea continua de los apóstoles, a través de los ministros de la Iglesia, el sacerdocio ordenado.

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Cuando los pecados son confesados, los corazones se abren al ministro de Dios que ha tomado un juramento sagrado de no revelar nada de lo que se hable cuando se hace la confesión. Lo que se dice entre el confesor y el pecador está

atado por el sello de la confesión. El sacerdote nunca podrá divulgar el contenido de la confesión sacramental. Romper el secreto de la confesión es cometer el más grave de los pecados.

El (La) catequista invita a los participantes a responder a las siguientes preguntas, primero en un grupo pequeño, y luego compartir ideas con el grupo más grande.

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¿Alguna vez ha experimentado el nombramiento de una falta o de un pecado, ya sea en el sacramento de la reconciliación o en otra persona? ¿Cuál fue el resultado? ¿Cómo se sintió? ¿Cuál es la sabiduría que subyace en

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el nombramiento de los pecados de uno a otra persona? ¿Por qué es bueno no sólo el confesar sus pecados directamente a Dios en su corazón, sino también el nombrarlos y el confesárselos al ministro de la Iglesia, el sacerdote?

Acto de Penitencia Los miembros del grupo deberán leer estas declaraciones de fe en voz alta, rotando alrededor del círculo en cada punto: 

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Nuestra respuesta a la increíble misericordia de Dios es llevar a cabo una acción que demuestre nuestra voluntad de cambiar, nuestro compromiso de evitar los mismos pecados que parecemos cometer una y otra vez: el hábito del pecado. Cuando pecamos, nuestras acciones perjudican a nuestro prójimo (CIC, 1459) y debemos hacer todo lo posible por restaurar la relación y por reparar el daño. El pecado perjudica nuestra vida espiritual. El acto de la penitencia es medicinal; ayuda a sanar al alma enferma de pecado. Aunque somos perdonados a través del signo

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sacramental de la absolución, el trastorno que causa el pecado no se cura de forma automática. El pecado grave daña nuestra salud espiritual. Hacemos satisfacción, o penitencia, para fortalecernos para no volver a pecar. El acto de penitencia nos fortalece y nos ayuda a restaurar la salud espiritual. En el acto de la penitencia, el pecador afirma que Cristo ya hizo satisfacción por el pecado de la humanidad por su muerte sacrificial en la cruz. Los pecadores cooperan con la satisfacción ya lograda al hacer su propia satisfacción. Los pecadores prometen no volver a pecar. El pecador afirma que sus acciones

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hablan más que las palabras al hacer un acto de penitencia. Este acto de penitencia puede llevarse a cabo en una variedad de maneras.  El sacerdote podría sugerir que el penitente rece ciertas oraciones, medite acerca de la cruz de Cristo, lea la Sagrada Escritura, o haga un trabajo espiritual o corporal de misericordia.  El sacerdote podría sugerir que los errores sean corregidos y que el daño causado a otra persona sea rectificado en la medida de la capacidad del pecador. El Rito de la Penitencia insiste en que los pecadores vivan vidas en constante penitencia cuando sirvan a su prójimo y

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pacientemente acepten las alegrías, las tristezas, y las cruces de la vida cotidiana; cuando lean las Escrituras y ayuden a los pobres; cuando ejecuten las disciplinas de la oración, el ayuno y la limosna. En resumen, la penitencia se logra cuando el pecador hace satisfacción por los pecados cometidos, cuando él o ella se compromete a modificar su conducta, y a reparar la lesión. No podemos hacer nada para ganar el perdón de Dios. Se da libremente. Sin embargo, podemos mostrar a Dios que tomamos en serio nuestra intención de cambiar nuestras vidas. La satisfacción es el medio por el que nos comprometemos a modificar nuestro comportamiento.

El (La) catequista invita a los participantes a responder a las siguientes preguntas en el grupo más grande. 

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Considere los diversos pecados que los seres humanos cometen. Luego, imagine lo que podría ser una penitencia suficiente para hacer reparación por los pecados que usted nombró. ¿Por qué es el acto de penitencia un elemento importante en el sacramento de la reconciliación?

Absolución Los miembros del grupo deberán leer estas declaraciones de fe en voz alta, rotando alrededor del círculo en cada punto: 

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Dios concede el perdón a los pecadores a través del signo sacramental de la absolución. A través del símbolo sacramental de la imposición de manos, el sacerdote confiere el perdón de Dios. El Espíritu

Santo es invocado a través del signo sacramental de las manos extendidas y por medio de esa acción "epiclética" (una acción epiclética es una acción que invoca el Espíritu Santo), el pecador es perdonado.

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El poder transformador del Espíritu Santo invita a una profunda conversión del corazón y fortalece al pecador para evitar el pecado en el futuro. A través de la absolución, el pecador no sólo se ha reconciliado con Dios, sino también con la Iglesia. En la historia del Hijo Pródigo, el padre no sólo le dio la bienvenida a

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su hijo a la casa y lo restauró a su pleno lugar, sino que también lo reconcilió con la comunidad. A través de la absolución sacramental, el pecador se viste con el manto reconciliador de misericordia y es restaurado a su justo lugar como un hijo de Dios y miembro del pueblo de Dios.

Preguntas Frecuentes ¿Con qué frecuencia debe uno celebrar este sacramento? Los católicos están obligados a celebrar ¿por qué no nos aprovechamos de este el sacramento de la reconciliación sólo increíble regalo de compasión y de si tienen pecados mortales que perdón tan a menudo como sea confesar. posible?  La Iglesia requiere que los católicos  Una buena práctica sería la de celebrar celebren el sacramento por lo menos el sacramento mensualmente, una vez al año. fortaleciendo así al penitente para  Sin embargo, ya que este sacramento evitar el hábito del pecado y de sus es más acerca de la misericordia efectos. increíble Dios que acerca del pecado, ¿Por qué celebramos este sacramento después del bautismo? 

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El sacramento de la reconciliación se estableció en respuesta al hecho de que, incluso después del bautismo, la gente continuaba pecando. El sacramento del bautismo no "suprimió la fragilidad de la naturaleza humana" (CCC 1426), y las estructuras eran necesarias para hacer frente a los pecados post-bautismales. Se planteó la cuestión: "¿Cómo es que se cometen pecados después del perdón del bautismo?” El sacramento de la reconciliación evolucionó en respuesta a esa pregunta. Por lo tanto, el ministerio

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de sanación y reconciliación de Jesús ha continuado a través de los siglos a través del sacramento de la reconciliación. El bautismo, sin embargo, sigue siendo el primer encuentro de la reconciliación y del perdón sacramental de Dios. A través de las aguas de la muerte y de la resurrección, los recién bautizados

mueren al pecado y nacen nuevamente a la nueva vida en Cristo. 

El bautismo es el primer sacramento y debe celebrarse antes que todos los demás.

¿Cómo puedo participar en este sacramento? ¿Cómo celebro yo este sacramento? 

Los penitentes en general experimentarán una de dos formas de

este sacramento. La forma preferida es una forma comunal en la que la

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comunidad se reúne para una liturgia de la palabra, un examen de conciencia y las oraciones de reconciliación, y luego todos son excusados de la confesión y absolución individual. La otra forma es la forma individual en la que el penitente entra en una sala de

reconciliación a una hora programada prescrita; o bien da la cara al sacerdote directamente o anónimamente detrás de una pantalla. El sacerdote reza una breve liturgia de la palabra; el penitente confiesa sus pecados, y el sacerdote le confiere la absolución.

Repaso El (La) catequista invita a los participantes a revisar algunos de los elementos del sacramento de la reconciliación. ¿Qué aprendió usted sobre el sacramento de la reconciliación?           

¿Cuáles son algunos de los elementos de este sacramento? ¿Quién es el ministro de este sacramento? ¿Quién ofrece el perdón? ¿Cómo se ofrece el perdón? ¿Cuál es el símbolo principal asociado a este rito de la Iglesia? ¿Qué expresa el símbolo principal? ¿Qué significa eso? Si usted fuera a nombrar el efecto más importante de este sacramento, ¿cuál sería? ¿Cuál es la buena noticia acerca de este sacramento? ¿Hay algo que le hace sentir incómodo acerca de este sacramento? ¿Tiene alguna pregunta sin respuesta acerca de este sacramento?

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Del mensaje del Angelus del Papa Francisco (15 de septiembre de 2013) Jesús es toda misericordia; Jesús es todo amor: Él es Dios hecho hombre. Cada uno de nosotros, cada uno de nosotros, es aquella ovejita perdida, la moneda que se había extraviado; cada uno de nosotros es el hijo que ha malgastado su libertad en ídolos falsos, en ilusiones de felicidad, y lo ha perdido todo. Pero Dios no nos olvida, el Padre nunca nos abandona. Él es un padre paciente, ¡siempre esperando por nosotros! Él respeta nuestra libertad, pero él sigue siendo fiel para siempre. Y cuando volvemos a Él, Él nos da la bienvenida como niños a su casa, porque Él nunca cesa, ni por un instante, de esperar por nosotros con amor. Y su corazón se regocija por cada niño que regresa. Él está celebrando porque Él es la alegría. Dios tiene esta alegría, cuando uno de nosotros, pecadores, va a Él y le pide perdón. ¿Cuál es el peligro? Es que presumimos que somos justos y juzgamos a otros. También juzgamos a Dios, porque pensamos que Él debe castigar a los pecadores, condenarlos a muerte, en lugar de perdonar. Así que, entonces, ¡corremos el riesgo de quedarnos fuera de la casa del Padre! Al igual que el hermano mayor de la parábola, quien en lugar de estar contento de que su hermano hubiera regresado, se enfada con el padre que lo acoge y celebra. Si en nuestro corazón no hay misericordia, ninguna alegría del perdón, no estamos en comunión con Dios, aún si observamos todos sus preceptos, porque es el amor lo que salva, no la práctica de los preceptos solamente. Es el amor a Dios y al prójimo que trae el cumplimiento de todos los mandamientos. Y este es el amor de Dios, su alegría: el perdón. ¡Él nos espera siempre! Tal vez alguien tiene algo de pesadez en su corazón: "Pero, yo hice esto, yo hice aquello…" ¡Él te espera! Él es tu padre: ¡Él te espera siempre! ( www.vatican.va/holy_father/francesco/angelus/2013/documents/papafrancesco_angelus_20130915_en.html ) El Sacramento de la Reconciliación │ Mary Birmingham │ 2.0 │ Página 14