Salmo Alabamos al Dios que nos escucha WC: ~3086

6 Salmo 116 - Alabamos al Dios que nos escucha WC: ~3086. Hermanos y amigos, Hace diez años, cuando todavía estaba viviendo en la casa de mis padres,

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Salmo 116 - Alabamos al Dios que nos escucha WC: ~3086. Hermanos y amigos, Hace diez años, cuando todavía estaba viviendo en la casa de mis padres, mi hermano mayor, soltero también, nos estaba visitando por un rato. Pasó que una noche yo estaba durmiendo tranquilamente en mi cuarto cuando de repente, el sonido de gritos fuertes me despertó. “¡Socorro! ¡Socorro!” La única cosa que entró en mi mente aturdido con el sueño fue que alguien ocupaba ayuda de inmediato. Brinqué de la cama rápidamente y corrí hacia los gritos. Y cuando entré en el cuarto, vi a toda mi familia allí también – todos despiertos por los gritos de socorro. Fue mi hermano, quién había tenido una pesadilla muy fuerte, y por eso, había estado gritando con toda su fuerza para ayuda. Después de calmarlo, y reír un poco sobre la situación, porque mi hermano es mi susceptible a ser sonámbulo y soñar sueños muy reales – después de reír juntos un poco sobre la situación, cada persona regresó a su cama para dormir de nuevo. Les cuento esta historia porque en aquella noche, la misma cosa pasó a cada persona de mi familia. Escuchamos gritos fuertes pidiendo ayuda, y el único pensamiento de cada persona fue ¿qué? ¡Ir y ayudar! ¡Por eso nos encontramos toda la familia allí en su cuarto! En nuestro pasaje, también había un grito de desesperación, un grito por ayuda, y también la respuesta del Señor. Vamos a estudiar hoy este salmo, y vamos a ver el siguiente tema: Alabamos al Dios que nos escucha. Alabamos al Dios que nos escucha. 1. Los lazos de la muerte. 2. El rescate del Señor. 3. La gratitud del rescatado. 1. Los lazos de la muerte. Este salmo nos habla sobre como el SEÑOR ha salvado al autor del salmo. Es importante que reconozcamos que hay diferentes tipos de

7 salvación. El diccionario dice que salvar quiere decir “Librar de un riesgo o peligro, poner en seguro.”9 Hay la salvación de nuestros pecados – el perdón por la sangre de Jesús. Hay la salvación del poder del diablo. Pero en nuestro pasaje es obvio que está hablando sobre otra situación, una situación en la cual el autor casi casi murió, pero el SEÑOR lo libró. Creo que cada persona aquí puede recordar tiempos en la vida cuando escapaste por un pelo, cuando fue cosa de milagro. Ésta era la situación del salmo. No conocemos el autor, pero si fuera David el rey de Israel, había muchas ocasiones de su vida en que andaba muy cerca de la muerte. Entonces, este salmo toca una situación así.10 El salmo es un poco diferente de organización. No es exactamente lógico, es más bien como una oración dirigida hacia Dios. El autor recuerda la situación, recuerda como Dios lo salvó, pero luego, otra vez repasa la situación, y otra vez, da gracias a Dios. Por eso, vamos a brincar un poco por el salmo para estudiarlo bien. v. 3 dice lo siguiente: Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió la angustia del sepulcro, y caí en la ansiedad y la aflicción. La situación descrita no era cualquier situación. Se describía una situación de absoluta desesperación. Dice el autor que los lazos de la muerte le enredaron. Noten bien. No dice que los lazos de la muerte le acercaban, dice que le enredaron. Alrededor de él, jalándolo abajo al sepulcro. También la segunda parte sobre la angustia del sepulcro. Literalmente dice que la angustia del sepulcro le halló – otro vez, no sólo que le acercó pero que le halló. Es decir, que ya iban a bajar su cuerpo a su tumba. Entonces, ¿esta persona murió? No. Está usando lenguaje poético – tan cerca estaba su muerte que fue como si ya lo hubiera vivido. Era una situación de absoluta desesperación. No sabemos lo que le pasó. v. 11 dice que “En mi desesperación he exclamado: «Todos son unos mentirosos.»” A lo mejor, fue traicionado por amigos o por un amigo. Todos lo dejaron. En su 9

http://lema.rae.es/drae/?val=salvar La idea de este párrafo viene del sermón de Dale Ralph Davies. http://www.monergism.com/mp3/2011/10/sermons_on_the_psalms_by_dale.php 10

8 momento de angustia, no había nadie para rescatarlo. No sé lo que hayas experimentado, o lo que estás experimentando hoy. Pero déjame decirte que vendrán situaciones en tu vida en las cuales las palabras de todos te fallan. Aún de los hermanos en la iglesia, aún del más sabio pastor o anciano, vendrán tiempos cuando el consejo bienintencionado te decepciona. Y cuando estás en una situación así, es difícil. v. 3, la última parte, describe como resultó el autor. Y caí en la ansiedad y la aflicción. La segunda palabra describe su dificultad otra vez. Pero la primera palabra, la ansiedad, es una palabra no muy común en la Biblia. Describe la tristeza más profunda, describe una nube negra de depresión, describe la oscuridad en el corazón. La misma palabra se encuentra en Jeremías 45:3, dónde Jeremías dijo, “¡Ay de mí! ¡El SEÑOR añade angustia a mi dolor! Estoy agotado de tanto gemir, y no encuentro descanso.” No encuentro descanso. No te puedes dormir en la noche. Y si duermes, el dormir es más agotador que estar despierto. Hay una cierta tendencia en el cristianismo hoy en enfocarse en la alegría. Se puede ver esto en sus canciones – todas de gozo, todas de alegría, todas palmadas. Hay algo bueno en esto, y tengo que decir esto con cuidado. Están celebrando la obra de Jesús, que debe darnos mucho gozo y alegría. ¿Qué regalo más grande hay que la salvación? Sin embargo, sólo tener canciones así es una pérdida – una pérdida grande. Cantamos hoy de la canción Sólo espero ese día, que nos habla de la nueva tierra y el nuevo cielo. Dice, Allí no habrá más tristezas, ni aflicciones para mí. Y es cierto. Pero les pregunto, ¿cuándo ocurrirá? ¡En el cielo! En esta vida, en esta tierra, todavía vamos a pasar por tristezas y aflicciones. Hay un lugar para lamentos en la vida cristiana. Hay un lugar para las lágrimas en la vida cristiana. Y los salmos nos guían en esto – este salmo, otros salmos. Hay muchos que describen a personas, cristianos, creyentes, pasando por tiempos fuertes de depresión. Muchos terminan con una nota de gozo, pero no todos. Salmo 88, es un salmo así. Dice el fin del salmo: Yo he sufrido desde mi juventud; muy cerca he estado de la muerte. Me has enviado terribles sufrimientos y ya no puedo más. Tu ira se ha descargado sobre mí; tus violentos ataques han acabado

9 conmigo. Todo el día me rodean como un océano; me han cercado por completo. Me has quitado amigos y seres queridos; ahora sólo tengo amistad con las tinieblas. Y termina así. Ahora sólo tengo amistad con las tinieblas. Son las últimas palabras del salmo. ¿Dónde está la confianza en el Señor?, unos dirán. ¿Dónde está el gozo, la alegría, la fe en el SEÑOR aquí? Ah.... pero ésta es la pregunta. La pregunta más importante que todas. ¿Qué es la fe? v. 10 de nuestro salmo nos da parte de la respuesta. Aunque digo: «Me encuentro muy afligido», sigo creyendo en Dios. Muchas veces por instinto creemos que la fe y la desesperación no van juntos. Si estoy desesperado, es porque no tengo la fe. Si estoy deprimido, es porque no estoy confiando suficientemente. ¡La fe y la desesperación son dos cosas opuestas, igual que el aceite y el agua, igual como la noche y el día! Pero ¿qué dice el versículo? Aunque digo: «Me encuentro muy afligido», sigo creyendo en Dios. Aunque estoy en aquella situación, aunque todo se ve tan malo, aunque no hay nada de esperanza, creo en Dios. Llamó a Dios. Pido por su ayuda. No están en contra – la fe y la desesperación – muchas veces, está precisamente allí dónde vemos lo que realmente es la fe. ¿Confío en Dios porque todo me va bien? No. El Cristiano sabe eso. Como Pablo dice en 2 Corintios 4:8-9, Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos. 11 Una amiga buena me dijo una vez – ella ha mucho con la depresión – me dijo que “a veces aunque no siento nada de gozo, nada de alegría, nada de esperanza para sentirme mejor, el hecho en los salmos cómo otros hijos de Dios han pasado por tiempos así, semanas así, meses así, me consuela en seguir confiando en Dios. Puedo seguir, porque sé que no todos los días de un cristiano saldrán bien. Y eso, tan extraño como se oye, es lo que me da esperanza.” Aunque digo: «Me encuentro muy afligido», sigo creyendo en Dios.

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La idea general de “la fe y la desesperación - ¿en contra?”, y también la cita de 2 Cor. 4:8-9, viene del sermón por Dale Ralph Davies.

10 Aquí en este salmo, vemos el grito desesperado hacia al Señor. ¡Te ruego, SEÑOR, que me salves la vida!» Pero también vemos la respuesta del SEÑOR. Es nuestro segundo punto. 2. El rescate del Señor. Antes les conté sobre esta historia con mi hermano, cuando él gritó por su pesadilla, y toda la familia venía corriendo. Dijimos que fue algo automático – algo que hicimos sin pensar – corriendo para ayudar. Y tenemos algo semejante en nuestro salmo. No es que el Señor se sorprenda en vernos caer en problemas. Pero ¿cómo es su respuesta? Es muy bonito. Versículos 1-2. Yo amo al SEÑOR porque él escucha mi voz suplicante. Por cuanto él inclina a mí su oído, lo invocaré toda mi vida. La idea es de Dios como nuestro Padre, Dios que nos escucha nuestras peticiones, Dios que inclina a mí su oído, que se agacha para prestarnos atención, a nuestro nivel. Cuando yo y mi esposa escuchamos a Naomi, nuestra hija, llorando, queremos ver lo que es el problema. Por amor por ella, por el deseo automático de cuidar por ella, queremos cargarla, consolarla, y alentarla. Y Dios, nuestro Padre por medio de su Hijo, es un Padre mucho mejor, un Padre con mucha más atención, un Padre con mucha más fuerza y bondad para alentar. Se inclina para oír. Se agacha para escuchar. Y lo hace por amor por nosotros. ¿Cómo sería si no nos escuchara? ¿Cómo sería si no fuera todopoderoso y supiera todas las cosas? Te escucho, te escucha, pero tienes que recordar: eres número 63 millón, 243 mil, 632 en esta fila. Tendrás que esperar tu turno, porque no puedo escuchar a todos mis hijos al mismo tiempo. ¡No! Tan grande es Dios, tan infinito su conocimiento, es como si toda su atención estuviera dirigida hacia ti cuando le estás orando. Dios es infinito, y puede escuchar a cada hijo perfectamente, 100 por ciento a cada hijo. Dios nos escucha, y esto implica acción. Es interesante notar la diferencia entre v. 4 y 5. En versículo 3 y 4, estaba describiendo la mala situación en la que se hallaba. Pero en versículo 5, es obvio que algo ha pasado, que algo ha cambiado, que el Señor ha actuado. Dice lo siguiente: El SEÑOR es compasivo y justo; nuestro Dios es todo ternura.

11 Este versículo usa palabras de otro pasaje bien conocido para los israelitas. De hecho, ya cantamos de estas palabras hoy, en la nueva canción. Éxodo 34:6, cuando el Señor se reveló su gloria a Moisés en la monte, dice lo siguiente: El SEÑOR, el SEÑOR, Dios clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor y fidelidad.12 A lo mejor, el autor del salmo creció escuchando estas palabras miles de veces. Pero ¿por qué aparecen aquí? Es la diferencia entre algo conocido generalmente, y algo que tu sabes personalmente en tu vida. Por ejemplo, piensen en el freno de mano en los carros. Entendemos su función, pero casi nunca pensamos en este freno – es algo allí olvidado. Pero digamos que pasa un día, y estás manejando en el cerro. Todo te va muy bien. Pero de repente – psssht – por la presión se poncha tu circuito de frenado - y no tienes casi nada de frenos. Eso nos pasó a Ana-María y a mí en Honduras. Entonces, ¿qué haces? Pisas los frenos tan rápido y repetidamente como es posible. Pero no funciona, y sigues acelerando. De repente, piensas en el freno del mano. Pisas el freno hasta el piso, y con mucho chirrido, por fin tu carro se para. Es algo que da miedo, pero después de esto, ¿qué estás pensando? ¡Gracias a Dios por aquel freno de mano! Es lo mismo aquí. De antemano, sabes bien que Dios es compasivo y justo, sabes que Dios es misericordioso, pero después, ¿cómo es? Reforzado por tu experiencia. Más nuevo, más bonito, más claro. El SEÑOR es compasivo y justo; nuestro Dios es todo ternura. Espero que todos aquí pueden decir v. 5 de sus corazones. Después en versículos 6 – 9, describe lo que el SEÑOR ha hecho. v. 6 - El SEÑOR protege a la gente sencilla; estaba yo muy débil, y él me salvó. Eso no es un cumplido. La palabra sencilla quiere decir ingenuo, una persona quién no tiene mucha sabiduría. Pero el autor sabe que no fue por ser listo, sólo por la gracia del Señor que fue salvado. v. 7 - ¡Ya puedes, alma mía, estar tranquila, que el SEÑOR ha sido bueno contigo! Literalmente, ya puedes, alma mía, regresar a tu descanso, regresar a tu lugar de paz y de albergue, regresar al 12

Carl Bosma ( http://worship.calvin.edu/resources/resource-library/i-love-the-lord-psalm-116 ) describe la similitud.

12 lugar en que no tienes que preocuparte más. El Señor le había rescatado completamente, no a medias. Versículo 8. Tú me has librado de la muerte, has enjugado mis lágrimas, no me has dejado tropezar. Con el Señor, recibas más de lo que pides.13 En versículo 4, pidió la salvación de su vida. Pero aquí, no sólo recuperó su vida, sino que el Señor le quitó las lágrimas, y ha cuidado a sus pies también. Y el último versículo de la sección – versículo 9. Por eso andaré siempre delante del SEÑOR en esta tierra de los vivientes. El Señor lo había regresado a la tierra de los vivientes, lo había sacado de los muertos, por decir, y le trajo a una tierra amplia, buena, la tierra de los vivientes, la tierra de su familia, ver a sus hijos jugando otra vez, hablar con sus vecinos otra vez, disfrutar una buena comida otra vez – todo esto el Señor hizo por él. Si tienes muchos años con el Señor, creo que puedes contarnos historias también como el Señor te ha cuidado. “Fue muy mal, muy mal nuestra situación – casi no teníamos de comer, casi no había ropa adecuada para los niños – pero el Señor proveyó para nosotros.” “O aquella situación – tan grande fue el problema, tan complicado, tan difícil, que no podíamos imaginar una salida buena. Pero el Señor nos guió. Por todo el camino el Señor nos guió.” El Señor escucha las oraciones de sus hijos. El Señor protege y cuida a sus hijos. ¡Qué no desanimen! ¡Qué sigan adelante, confiando en el Señor! Es Él que hace que tus pies no tropiezan. Y ¿por qué hace el SEÑOR todo eso? ¿Por qué es tan bueno y misericordioso con nosotros? El Salmo nos dice. v. 15. Mucho valor tiene a los ojos del SEÑOR la muerte de sus fieles. Al inicio, nos parece un poco extraño. ¿Mucho valor la muerte de sus fieles? Pero la idea no es tan difícil. Mucho valor aquí quiere decir costoso, caro, algo que no lo permite fácilmente. Algo que le cuesta. Tenemos mucho valor a sus ojos. Igual como mi esposa tiene mucho valor a mis ojos, los fieles tienen valor a los ojos del SEÑOR. Muy caro para el SEÑOR es la muerte de un fiel. Tanto valor puso el SEÑOR en nosotros que envió a su Hijo por nosotros. Como hemos dicho antes, este salmo, de hecho salmos 113 a 118 fueron cantados justo antes y después de la Pascua Hebrea. Entonces, casi es seguro que en la noche en la cuál Jesús 13

Pensamiento de Dale Ralph Davies.

13 fue traicionado, cantaron este salmo también, porque Jesús murió durante los días de la Pascua. ¿Cómo sería cantar este salmo en la noche antes de la cruz? Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió la angustia del sepulcro, y caí en la ansiedad y la aflicción. Hemos dicho que él que escribió este salmo estaba usando lenguaje poética. Pero Jesús sabía que en su caso no sería poética, que eso le pasaría. Aunque digo: «Me encuentro muy afligido», sigo creyendo en Dios. No fue eso lo que pasó en la cruz, cuando Jesús gritó con una voz de desesperación absoluta, Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?14 Ah.. pero todavía dijo, Dios mío, aún así, desamparado en la cruz. Y creo que estas palabras le daban mucho de animo para aguantar al dolor de la cruz.15 Andaré ... delante del SEÑÓR en este tierra de los vivientes. Tú me vas a librar de la muerte. Y otra vez, ¿por qué lo hizo? Por el valor que tenemos a los ojos del SEÑOR. ¿No sería bueno recordar esto en nuestra semana cuando estamos luchando con el desánimo, o con problemas, o con falta de recursos? Mucho, mucho valor. El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?16 3. La gratitud del rescatado. Entonces, ¿cómo debemos responder? Es nuestro tercer punto. No tenemos tiempo para estudiarlo bien , sólo voy a leerlo de nuevo, y hacer un comentario breve. v. 13 - ¿Cómo puedo pagarle al SEÑOR por tanta bondad que me ha mostrado? ¡Tan sólo brindando con la copa de salvación e invocando el nombre del SEÑOR! ¡Tan sólo cumpliendo mis promesas al SEÑOR en presencia de todo su pueblo! v. 16 - Yo, SEÑOR, soy tu siervo; soy siervo tuyo, tu hijo fiel; ¡tú has roto mis cadenas! Te ofreceré un sacrificio de gratitud e invocaré, SEÑOR, tu nombre. Cumpliré mis votos al SEÑOR en presencia de todo su pueblo, en los atrios de la casa del SEÑOR, en medio de ti, oh Jerusalén. ¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR! 14

Marcos 15:34. Pensamiento de Dale Ralph Davies. 16 Romanos 8:32. 15

14 Gratitud. La tercera parte básica, esencial de la salvación. La respuesta de cada cristiano, de cada persona que ha probado la gracia del SEÑOR. Si no hay este gratitud en tu vida, les pregunta, ¿Por qué? Puede ser porque no conoces a este Dios tan bueno. Pero para todos nosotros, en cualquier situación en que estemos, siempre, siempre, podemos clamar al SEÑOR, pedir su ayuda, confiando en la justicia de Jesús en la cruz, y el SEÑOR te escuchará. Alabemos al Dios que nos escucha. AMÉN. Referencias: Carl Bosma: http://worship.calvin.edu/resources/resource-library/ilove-the-lord-psalm-116 Los Comentarios de Calvín, Salmo 116. Dale Ralph Davies – sermón sobre este pasaje. http://www.monergism.com/mp3/2011/10/sermons_on_the_psalms_b y_dale.php

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