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San Pedro Y sus senderos que se bifurcan Buenos Aires

Tiene miradores, ríos y lagunas. Tiene elegancia, tradición y espacios para el placer. O museos apasionantes, como el de fósiles. Y así y todo, todavía tiene más.

C

uando se escucha hablar de la localidad de San Pedro, las ideas se desconciertan un poco, porque varias acuden al mismo tiempo a la cabeza. La asociación mental falla. ¿Con qué relacionar a esta pintoresca ciudad ribereña? ¿Con el Río Paraná? ¿Con sus célebres naranjos y durazneros? ¿Con la pesca? ¿Con la actividad de su puerto de ultramar? ¿O con el verde de sus campos y el turismo rural? Es una saludable confusión. San Pedro es tan variado que a veces no se sabe por dónde empezar. Aunque la pregunta puede tener la más simple de las respuestas: se puede empezar por recorrer por la Ruta Nacional 9 los escasos 164 kilómetros desde la Capital

Federal que median entre el estruendo de avenida Córdoba y Pueyrredón a las seis de la tarde y el apacible fluir del río visto desde lo alto de una barranca tapizada de verde gramilla. Se trata de una suerte de balcón Zen al Paraná que se prolonga en una costanera

elegante y despejada. Pero tierra adentro, San Pedro tiene mucho más. Sus calles angostas y su antiguo casco histórico, con tono campero y tradicional. Allí, flota el aroma a eucalipto que llega desde la confluencia del Paraná con el menos torren-

toso río Arrecifes. O desde la laguna que toma el nombre del pueblo. Muy cerca de ahí, además, está el lugar donde se escribió uno de los capítulos más fuertes de la historia argentina: la Vuelta de Obligado. Se encuentra a sólo 20 kilómetros del centro de la ciudad. El sitio no sólo impacta por la referencia histórica –la oposición argentina a la invasión de una flota anglo francesa en 1845sino también por su belleza y diversidad natural. Tanto verde y tanta agua no dejan librado a su suerte al visitante. San Pedro capitalizó tantos atractivos montando una red de servicios de turismo de gran diversidad y calidad. Ofrece hoteles de diferentes categorías, cabañas,

1865

el año de la fundación del Almacén de Ramos Generales Dutra. Es Lugar de Interés Histórico Local por su apariencia y estilo colonial.

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La reinvención del HOTEL Palace

Logística para el turismo de eventos Muchas ciudades con atractivos turísticos ven en los encuentros corporativos una manera de cautivar visitantes más allá de las temporadas de vacaciones o fines de semana largo. San Pedro no es la excepción. En sus estancias y ambientes naturales, suelen realizarse eventos sociales o empresariales. Santa Coloma Planificación Integral de Eventos advirtió el crecimiento del rubro y montó en esta ciudad un negocio dedicado a proveer la logística de estos encuentros. Agiliza la selección y contratación de servicios desde las particulares que motivan el evento. Ya sea en el lanzamiento de productos, reuniones y fiestas de fin de año, Santa Coloma ofrece la mejor solución, por ejemplo, en alquiler de carpas para encuentros al aire libre, pisos flotantes, telas decorativas, vajillas, alfombras, climatización y diseño de interiores.

Fue la primera pensión de San Pedro, pero hace ocho meses reabrió y se convirtió en el Hotel Boutique Palace. Tiene apenas 17 habitaciones, para asegurar una experiencia íntima y hedonista. Su fachada, antigua y de estilo colonial italiano, es patrimonio arquitectónico de la ciudad. Así, combina un ambiente tradicional y señorial, pero dotado de lo último en tecnología para el confort: TV plasma, televisión satelital, sauna jacuzzi, servicio de spa, solárium, business center y sala de computación, además de conexión wi fi. El concepto se adapta a las necesidades, tanto de visitantes argentinos como extranjeros. En su restaurante “La Mulita” se encuentran platos clásicos argentinos o internacionales:

desde salmón con champignones hasta chop suey, pizzas y milanesa con papas fritas. Los sábados ofrece un show de cocina en vivo con platos exóticos como jabalí al disco; o ensalada de langostinos con rúcula, para aprovechar la producción local de ingredientes de huerta y granja. Uno de sus dueños se formó trabajando durante años en Estados Unidos en cadenas como la Ritz Carlton y la Intercontinental. Este mes se realizará la degustación de vinos de una bodega sanjuanina, luego seguirá una de cervezas y otra de café. A cinco minutos de caminata del Palace está el río y toda la naturaleza de San Pedro. Una propuesta para sentirse reina –o rey- por una o dos noches.

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Placer gourmet: la Ensaimada

bungalows, casas de campo, Campins, hostels, posadas y casas particulares. ¿Los planes? Rélax, cultura y mucho deporte al aire libre: deportes náuticos, cabalgatas, paseos en bicicleta, visitas a establecimientos rurales o simples caminatas para recorrer sus miradores. Tres recomendados: La Ruta de los Viveros, el Museo Paleontológico y el Buque Museo Yrigoyen, que después de navegar en la II Guerra Mundial en el Océano Pacífico recaló en

las costas sampedrinas. El museo de fósiles funciona en un pintoresco caserón del siglo XIX. Pero su atractivo está en sus cinco salas interiores cuidadosamente ambientadas, que incluyen una excavación simulada. San Pedro guarda en su suelo impresionantes reservorios de fósiles. De ahí se extrajeron esqueletos de gliptodontes, de perezosos gigantes y de un elefante extinguido que habitó Sudamérica millones de años atrás.

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La Ensaimada es uno de los íconos de la pastelería española. Aunque su nombre es de origen catalán y remite a la Saim (manteca de cerdo, en ese dialecto), la más renombrada y deliciosa es la de Mallorca, según dicen quienes la han probado. Se trata de una rosca de masa azucarada, fermentada y horneada, elaborada con harina, huevos y que puede ir rellena de crema pastelera, entre otros ingredientes. San Pedro tiene un lugar que hizo de este postre su especialidad: la confitería La Perla. Este lugar es uno de los más emblemáticos de la ciudad. Fue fundado en 1919, pero 20 años después lo compró un mallorquí. Don Juan Puig se hizo cargo del local y, desde entonces, se precia de ofrecer “el sabor original de la ensaimada”. “Llegar a San Pedro y no llevarse una ensaimada es un pecado mortal”, dice el dueño de La Perla. Incluso, hay un mito sampedrino que asegura que quien visita la ciudad y no prueba esta rosca, “se olvida de todo lo que vio”. Tan buena es la elaboración de La Perla, que los mallorquíes admiten que la que se prepara a orillas del Río Paraná es mejor que la de su tierra de origen. Aunque acá le introdujeron una variante que en la isla española no tienen: la rellena de dulce de leche. La Perla también se especializa en la elaboración de facturas de manteca, tortas, tartas, postres, masas, bombones, sándwiches de miga y delicatessen como dulces artesanales, vinos y licores. Su local se encuentra en Bartolomé Mitre 945, San Pedro.

55

es la cantidad de habitaciones que tiene el Howard Johnson del centro de San Pedro. El Resort dispone de 56 y es famoso por su spa.

Howard Johnson en San Pedro

Dos maneras para vivir y sentir un mismo destino

Howard Johnson Hotel & Spa y Howard Johnson Hotel & Marinas San Pedro Resort garantizan calidad en sus servicios. Y potencian la experiencia de conocer esta ciudad.

U

no se encuentra en pleno casco histórico de la ciudad, frente a la plaza principal donde se erige la Iglesia Mayor que lleva el nombre de la patrona de San Pedro, “Nuestra señora del Socorro”. El otro está ubicado sobre la Costanera, frente al Paraná, en un lugar de vista privilegiada, de 16 hectáreas salpicadas de palmeras. Se trata del Howard Johnson Hotel & Spa y del Howard Johnson Hotel & Marinas San Pedro Resort. Dos opciones que coinciden en la calidad de sus servicios y en el destino que proponen disfrutar de un modo único y especial: la ciudad de San Pedro. El hotel céntrico cuenta con 55 amplias habitaciones –categorías Classic, Superior y Suite-, un restaurante con cocina gourmet e internacional, shows en vivo todas las noches y salones para eventos. Su Four Elements SPA & Health Club tiene gabinetes para todo tipo de tratamientos corporales, jacuzzis, ducha escocesa, baño finlandés, sauna, piscina cubierta climatizada y mineralizada, pileta descubierta, solárium y un gimnasio con equipos de tecnología de última generación. Para los chicos, el Kids

Club tiene pelotero, Playstation 2, Wii y computadoras e internet. A sólo siete cuadras de allí, el Resort dispone de 56 habitaciones, diseñadas sobre pilotes (estilo Polinesia) con cochera propia. Las más sofisticadas son las tres suites de 120 metros cuadrados y decoradas con muebles de ratán importados de Indonesia y equipadas con LCD, DVD y home theater. Cada jacuzzi es doble y las habitaciones tienen salida a espectaculares decks con vis-

ta al rio, además de frigobar y un amplio vestidor. El Restort también tiene su spa: ocupa 1.200 metros cuadrados con 50 gabinetes, jacuzzis, ducha escocesa, baño finlandés, sauna, vestuarios, sala de relax y todo tipo de tratamientos estéticos. Aparte, cuenta con una piscina cubierta climatizada in-out de 500 metros cuadrados y pileta descubierta de 1.500 metros cuadrados, con una isla desde donde se sirven tragos ambientados con música caribeña.

Su gimnasio también dispone de lo último en tecnología, con pilates y plataformas vibratorias. Tiene dos canchas de tenis (de polvo de ladrillo y una rápida), y otras de paddle, beach voley, futbol y mini golf. Además: Kids Club, playa privada y muelle de pesca. En gastronomía, las opciones son el Restaurante Riviera y el Coffee House. Los pasajeros del Howard Johnson del centro de la ciudad, vale destacar, pueden disfrutar de las comodidades del Resort.

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El destino de los deportes extremos en San Juan Juan

Dique Cuesta del Viento Se encuentra a 200 kilómetros de la capital provincial y es un clásico para los amantes de la adrenalina. Según los vientos y la hora del día, puede practicarse windsurf, esquí acuático, kayaquismo y kitesurf. La temporada ya está en marcha y durará hasta mayo.

S

ol, agua y windsurf… El imaginario colectivo une esa escena con cualquier destino de la Costa Atlántica. Ocurre, sin embargo, en otro punto del mapa argentino. A 200 kilómetros de la capital sanjuanina, el dique Cuesta del Viento es un símbolo para los amantes de los deportes extremos. Su lago, de aguas turquesas, y cristalinas, garantiza adrenalina para los desafíos náuticos. Más aún, en esta primavera que recorre sus primeros días. Allá por fines de los 80, el dique comenzó a construirse para el aprovechamiento hidroeléctrico y la extensión de las zonas cultivables. El embalse sobre el río Jáchal formó un

lago que atrae a fanáticos de las actividades acuáticas. Esas actividades, precisamente, son dictadas por la naturaleza y el momento del día. La mañana resulta perfecta para la pesca, el esquí acuático y el kayaquismo de aguas quietas. Y la tarde, en tanto, invita a los experimentados en la práctica de windsurf y kitesurf. La temporada, explican los expertos, comenzó días atrás y llegará a su fin en mayo

próximo. Por esta razón, los prestadores de la zona facilitan equipos y ofrecen clases de windsurf a quienes buscan dar sus primeros pasos. Los especialistas, en cambio, se muestran más seguros y apuntan sus tablas hacia la Panza del Monstruo; el lugar donde el Río Blanco desemboca en el embalse y forma rompientes de una altura pocas veces vista en un lago. Los vientos tienen mucho

que ver con el dique Cuesta del Viento y el windsurf. Su fuente de fortaleza son los cerros de la zona que actúan como un embudo para las corrientes. Asimismo, las planicies toman temperatura con un sol implacable y el viento sopla a rápida velocidad. Todo, hasta que la propia naturaleza restablece el equilibrio cuando se desvanece el sol y baja el termómetro. Una postal extraordinaria. Como cada momento en este atractivo de San Juan.

8

kilómetros es la distancia entre la villa y su centro de ski Batea Mahuida, ubicado en territorio de la comunidad indígena Puel.

Villa Pehuenia, Neuquén

Monumento Natural

S

u tronco puede llegar a tener tres metros de diámetro, 50 de alto y está coronado por una copa corta pero frondosa que se aglomera bien en lo alto, como un penacho verde oscuro con ramas que caen como brazos abiertos. Se trata del “pehuén”, uno de los árboles más emblemáticos de la Patagonia. Erguido, desafía las pedregosas laderas de los Andes y puede llegar a vivir más de 1.000 años. Es un monumento natural. No por casualidad Villa Pehuenia recibió este nombre.

Su entorno tiene mucho de obra de arte. Y, claro, abundan los bosques de pehuenes, además de los de ñires, lengas y coihues que tapizan el paisaje. El lugar tiene, también, mucho de paz, de virginal y de festivo. La sintonía de uno u otro sentimiento la pondrá el propio visitante. ¿Por qué? Villa Pehuenia es, efectivamente, una pequeña villa cordillerana ubicada en el centro oeste de Neuquén, a 306 kilómetros de la capital provincial, en el departamento Aluminé. Fue fundada en el verano de 1989 (un 20 de

enero. Sí, nació en verano) y hoy tiene alrededor de 500 habitantes que se dedican al turismo y a la agricultura, y la cría de ganado a pequeña escala en los prados y valles que afloran entre las montañas. Así, con la inmensidad de la postal patagónica y el pintoresquismo pueblerino, es

ideal para conectarse con la contemplación de escenarios de belleza virginal. La paz y la tranquilidad son un plan cierto. En invierno, muchos viajeros llegan para visitar el Parque de Nieve Batea Mahuida. Pero cuando la nieve es la que se toma vacaciones, la Villa refulge de verde y cielo.

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Villa Gesell

Todo el año, entre el bosque y el mar La playa, sus noches, sus códigos… Y esta semana, se realizará su fiesta más importante: la de la Diversidad Cultural.

S

ólo un hombre tan creativo, sagaz y persistente como Carlos Idaho Gesell pudo convertir una interminable continuidad de médanos en la ciudad que hoy lleva su nombre y que se erige en cabecera de uno de los partidos más florecientes de la Costa Atlántica. Con ensayos de forestación que le llevaron años, Villa Gesell es hoy la preferida de cientos de miles de turistas que la visitan en cualquier época del año. Sus atractivos –desde los urbanísticos hasta los natura-

les y culturales- se potencian en verano por su mítica playa, el mar que la baña y el sol. Es la preferida de los jóvenes durante el día, pero también cuando el cielo se tapiza de estrellas y aparecen los primeros fogones, las noches de “una que sepamos todos” y el rasgueo de las guitarras. En total, son 21 kilómetros de playas amplias. Abarcan las localidades de Gesell, Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul. Cuentan con una infraestructura bien organizada de paradores con excelente

21 servicio gastronómico –otra de las marcas registradas de Gesell- y balnearios equipados con carpas y sombrillas para pasar el día de playa sin molestias. Este mes, se puede disfrutar de un anticipo del encanto gesellino. Se realiza la que durante décadas se conoció como la Fiesta Nacional de la Raza en el Mar. Ahora se la denomina como “Semana del Respeto a la Diversidad Cultural”. Este año, se realizará del 5 al 9 de octubre. Se trata de una de las celebraciones culturales más importantes del país. Se festeja desde 1967, cuando los vecinos de origen español organizaron una paella para conmemorar sus orígenes y mantenerse conectados comunitariamente con sus raíces.

Esa “gran paella” fue el motor que convirtió a esta fiesta en un clásico y que obligó a incorporar a distintas comunidades de la región, transformando lo que en un principio fue una reunión puramente española. El color de todas las colectividades, la música, la elección de la Reina de la fiesta y los paseos gastronómicos completan el programa. También se desarrollan varias actividades deportivas: desde la Fiesta de la Brótola, concursos de pesca y torneos de todos los deportes –voley, natación, kayak o surf, entre otros-, hasta la gran maratón de los 6500 metros o el campeonato de Free Ride, en el que se despliegan proezas en jet sky. Al final, el cielo se tiñe de

kilómetros de distancia tienen las playas del partido de Villa Gesell. Cuentan con excelentes servicios para los turistas.

colores con el show de fuegos artificiales que tradicionalmente tiene a cargo el cierre de esta semana cultural que garantiza tolerancia y respeto por el prójimo, por “el otro”, por la diversidad.

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Pinamar

El símbolo del glamour en la Costa

Polo, rugby, golf, beach voley, wakeboard… Estos deportes de práctica habitual en Pinamar dan cuenta de la extravagancia que envuelve a esta ciudad balnearia preferida por los famosos. Balnearios, paradores y gastronomía de alta calidad.

L

a bendición de las aguas por el cura párroco de la ciudad marca la inauguración del verano en Pinamar. Los guardavidas se montan en semirrígidos y, adentrándose en el mar, esparcen ofrendas florales. Luego del desfile de moda, los fuegos artificiales refulgen en el cielo, auspiciando una excelente temporada. Pinamar y el resto de las localidades que conforman el Partido, como Ostende y Cariló, son lugares costeros por excelencia para la práctica de los más diversos y extravagantes deportes: el polo y el golf encabezan la lista, seguidos por las actividades acuáticas, como el kitesurf, windsurf y el outrigger (navegación en grandes canoas hawaianas). En los 22 kilómetros de amplias playas, decenas de balnearios y paradores con estilo propio organizan recitales y clases de gimnasia y tienen una oferta gastronómica de calidad. Al atardecer, comienzan las cabalgatas por las arenas playeras y los médanos, que muchas veces se extienden hasta el anochecer, a la luz de la luna. Por la noche, pubs y discotecas se pueblan de jóvenes en busca de buenos tragos y diversión, mientras los mayores prefieren la movida cultural y acuden a cines y teatros. También son muy

concurridos los dos casinos: el de Pinamar y el Hotel del Bosque, con ruleta, tragamonedas y black jack. En Pinamar, como en la mayoría de las ciudades de la costa argentina, se puede disfrutar de distintos eventos especiales que dan cita durante todos los meses del año. A mitad de noviembre, por ejemplo, es la famosa “Cacería del zorro”, una carrera hípica de 25 kilómetros que, luego de sortear varios obstáculos, culmina en la playa. En Semana Santa, tiene lugar el Cariló Exclusive Wine Fair, una feria de vinos de alta gama a la que acuden bodegas de todos los puntos del país.

VIAJA CON MUSICA OASIS DE BETHÂNIA La intérprete número uno de Brasil te lleva a su propio oasis en su nuevo disco. Todo el encanto y la magia de la música de Bahía para encender tus sentidos. En su nuevo álbum de canciones inéditas la gran cantante bahiana invitó a diez artistas para que cada uno hiciera el arreglo de una canción y tocara un instrumento. Djavan, Lenine, Hamilton de Holanda y Jaime Alem, su productor habitual, son

algunos de los invitados de lujo para este viaje por el mundo de ensueño de la gran Bethânia. Conseguilo en las mejores disquerías y en Notorious - Callao 966. www.notorious.com.ar