SE ESTÁ HACIENDO LA SEPARACIÓN DEL TRIGO Y LA CIZAÑA

SE ESTÁ HACIENDO LA SEPARACIÓN DEL TRIGO Y LA CIZAÑA 2-6-2015 Mi Dios de amor, cuántas agonías las de Tu Santo Corazón, que sólo está lleno de amor pa

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SE ESTÁ HACIENDO LA SEPARACIÓN DEL TRIGO Y LA CIZAÑA 2-6-2015 Mi Dios de amor, cuántas agonías las de Tu Santo Corazón, que sólo está lleno de amor para con nosotros, pues todo lo que hay en Ti es amor, bondad y perdón, traducido en Misericordia Divina. Temerosa ante todo lo que me das a conocer para preparar nuestras almas y servirte con fidelidad, me pongo en Tus manos, pues aun llena de tanta humanidad, debilidad y temerosa ante tantos ataques y enemigos de mi alma, pero todo te lo ofrezco a Ti, pues sólo existo para Ti, para servirte y darte todo el honor y toda la Gloria. Por eso, aquí estoy Mi Dios, y aquí está mi alma, aunque atribulada, pero gozosa de ser tu instrumento para servirte y recibir Tus Revelaciones Divinas. Fortalece, Tú, Todo mi ser y mi alma, para servirte en todo momento, para hacer siempre Tu Voluntad. Líbrame de la mano del enemigo, que es despiadado, y sólo busca apartarme de Ti y confundirme, para impedirme de continuar recibiendo Tus Santas Palabras. Amen. ----

Mis amados servidores, así como lo es para Mi amada Mensajera: deseo que en momentos de mayor tribulación Me ofrezcáis todo vuestro dolor y todos vuestros sufrimientos del alma, porque es cuando mayor consuelo me dais; y todo este sufrimiento del alma es redentor, pues es participación en Mi Cruz. Muchas almas se pueden salvar. Os pido de ofrecedlo todo por vuestros sacerdotes, porque en estos momentos éstas son las almas más necesitadas de Mi Gracia Divina y de Mi Misericordia; y es a éstas, Mis almas predilectas, a quienes Yo deseo rescatar por medio de vuestras tribulaciones, si las unís a las Mías y las ofrecéis por vuestros Sacerdotes y hermanos. El ataque del Enemigo contra estas almas es cada vez mayor, porque muchos judas quieren hacer de ellos, sabiendo cuán grande es Mi Amor por ellos, y cuán grande es la misión sobre las almas que les he encomendado. Bien habéis comprendido el grande Dolor que atraviesa Mi Sagrado Corazón. Lo habéis visto en el momento de ser ofrecido a Mi Padre Eterno, en la Santa Hostia, Mi Verdadero Cuerpo, y en el vino, Mi Verdadera Sangre. Muchos, muchos son los sacerdotes sacrílegos que osan subir al Altar, llenos de inmundicias en su interior, porque por fuera aparentan ser sepulcros

blanqueados, pero Yo, que todo lo veo y conozco lo profundo de sus corazones, están llenos del mal; son sepulcros blanqueados por fuera, pero por dentro están llenos de gusanos y podredumbre. Estos sacerdotes, mucho daño hacen a Mi Iglesia, porque no dan Verdadero Testimonio: dicen una cosa y actúan otra; dañan a Mi Cuerpo Místico con sus hipocresías y falta de verdadero amor y entrega a Mí, Su Dios. Por estos, a quienes llamo Mis amigos, son ellos, Mis amados, los que reanudan nuevamente en el Altar Mi Santa Pasión. Si Yo no tuviese compasión de ellos, verían en cada Santo Sacrificio del Altar, cuando celebran indignamente el Santo Sacrificio, sus maños y sus vestiduras llenas de sangre, porque Mi Corazón sangra por ellos, por su desamor, por su deslealtad y traición. Este es Mi Santo Cuerpo, que agoniza en sus manos, ante sus miradas impías, ante la dureza de sus corazones. Esta es la Pasión Dolorosa del Hijo del hombre, que vivo en muchos Altares, muero a diario en cada Santa Misa, dando Mi Vida por vosotros en el Santo Sacrificio Redentor; doy Mi Vida porque os amo. Mi Iglesia ya está siendo dividida: los hijos de la Luz y los hijos de las tinieblas; los Hijos de María, la Nueva Eva, y los hijos de la serpiente; los Hijos de Mi Padre, que han recibido gustosamente la Redención en la Cruz, y los hijos del Príncipe de este mundo, que también ya han recibido, y reciben, su recompensa, la muerte eterna. Os pido, Mis amados, que seáis más astutos, para no dejaros engañar por ninguna de estas almas que están al servicio del falso profeta, y pronto lo estarán al servicio del Anticristo. No os dejéis engañar por ninguna de estas almas que están en la obscuridad y sirven al príncipe de las mentiras, haciéndose Mis enemigos, Mis traidores. Entre vosotros mismos os atraéis y os reconocéis: una fuerza interna, sobrenatural os atrae y os reúne, os identificáis a los hijos de la Luz y los que siguen la Verdad, contra los hijos de las tinieblas, los hijos de la mentira. La Luz y las tinieblas se separan. Así está ya sucediendo en todos los niveles, dentro de la Institución de Mi Iglesia: desde la más Altar Jerarquía, dos Papas, uno que es el Verdadero

Vicario, Hijo de la Luz, defensor de la Verdad, Pastor Verdadero y legítimo de Mi Rebaño, contra el falso profeta, el hijo de las tinieblas, el engañador, el que se disfraza de luz pero es tiniebla. Es como el sepulcro blanqueado: por fuera, aparenta pureza, y por dentro, está lleno de obscuridad, la tiniebla que hay en su corazón. En todos los niveles se está dando ya esta división, que es la separación del trigo y la cizaña, de la verdad y la mentira; entre las familias, en todas las sociedades y en todos los niveles; en creyentes y no creyentes también hay esta separación de los justos y los injustos. Todas las órdenes religiosas, seminarios, empresas y gobiernos, están ya siguiendo la verdad o aceptando la mentira. Por sus frutos los reconocerán. Lo mismo es en toda parroquia, y en el lugar de vuestra diócesis de esta ciudad, tierra de mártires, semillero vocacional para el sacerdocio ministerial. Ya se nota la división entre Mis consagrados, los fieles y los infieles. Hubo entre mis Cardenales, Obispos y sacerdotes quienes Me fueron infieles, y por un momento se dejaron llevar y seducir por el mal, haciéndose servidores del enemigo, haciéndose sus víctimas. Os permití que también a algunos de ellos llegase Mi Santa Palabra, para ver si cambiaban de parecer y se volvían a Mí; pero viendo la dureza de corazón y su soberbia y orgullo, Me aparté de ellos, entregándolos por su libertad a Mi Adversario, el diablo. Conocéis ahora los nombres, pero guardarlo en vuestro corazón, para que el Enemigo no tome ninguna venganza de ello, ni utilice a ningún hombre en vuestra contra ante estas revelaciones. Os lo hago saber, entre Cardenales, Obispos y sacerdotes, quiénes están Conmigo y quiénes están en Mi contra. Sin tomar de algunos de ellos su pasado, cuando por un tiempo Me fueron infieles, porque en su arrepentimiento Yo les perdono todo y los hago nuevos. A los que en un tiempo Me persiguieron, como lo hizo Saulo, después de dejarlos ciegos les he abierto nuevamente los ojos, para que vean con claridad y se volviesen a Mí, dejando de ser Mis enemigos y perseguidores. Es el arrepentimiento profundo y sincero del pecador que lo vuelve Mi amigo y Mi elegido, así es para quienes algunos de Mis Pastores los hago ahora guerreros valientes, y se levantan en esta Hora a Mi servicio, en defensa de la Fe y la Verdad, para combatir valientemente, y con Fidelidad, Mis Enseñanzas,

Mi Verdadero Evangelio, haciéndose pilares y guías para Mi Iglesia, Mi Rebaño. Otros de los que se dejaron seducir, siguen llenos de soberbia y orgullo, con sus corazones endurecidos, dando al César lo que es del César, no teniendo nada que dar a Dios, pues sirven al Príncipe de este mundo, haciendo mucho daño a Mi Iglesia, a Mi Cuerpo Místico. Hay quienes tienen Alto Mando, en esta Iglesia de Guadalajara, y uno de ellos se reúne con quien tiene un más Alto Mando para dirigir universalmente, pero no es de los Míos, pues todos ellos están al servicio de la bestia. Se reúnen para configurar sus planes ocultos, aunque Yo los he puesto al descubierto de Mis elegidos. Estos siervos del mal están llevando sus planes a cabo, pues saben del corto tiempo que les queda, y saben que deben de actuar muy rápido. Pero aun, su tiempo Yo lo tengo contado, y pronto viene ya su ruina sobre los soberbios y los orgullosos, que se levantan contra Mí y Mi Verdadera Iglesia. En este tiempo de la separación del trigo y de la cizaña, Mi Mano de Poder reúne a todos los que estáis Conmigo, y veréis a todos vuestros enemigos, caer uno tras otro, a los soberbios y altaneros, que se levantaron contra vosotros mis fieles y Mis profetas. Sé que os turbaron las palabras de Mi sacerdote, pidiendo por las intenciones del papa francisco, quien no es verdadero Papa, y sus verdaderas intenciones son ocultas. Pero, Yo os digo: que no se turbe vuestro corazón, pues sabed bien que Yo mismo, en la Última Cena, Me dirigí al mismo Judas, el traidor, para que apresurara su hora y cumpliera ya con las intenciones de su corazón, pues esa hora ya estaba sobre él. Con dolor y tristeza por el mismo Judas, Me dirigí a él, delante de los demás Apóstoles, para que fuese ya a hacer pronto lo que tenía que hacer, pues ya le había llegado su hora, y esa misma hora era la Hora del Hijo del Hombre, a fin de que todo se cumpliera, según la Voluntad de Mi Padre. Os digo que, en estas palabras, también a vosotros os convienen esta peticiones y suplicas que van dirigidas al Cielo, para que ya llegue a vosotros esta hora, porque en Verdad os digo, y os aseguro, que esta hora en que se cumpla esta profecía, será la hora de júbilo y gozo para muchos de vosotros, los que estáis Conmigo, y ganaréis, en esta hora de traición, de parte de este nuevo Judas, vosotros ganaréis, con vuestra fidelidad el Cielo y la Vida Eterna.

Así lo fue para todos los que aguardaban Mi Muerte, pues con Ella vendría también Mi Resurrección. Así será para Mi Iglesia en esta hora, cuando al ser entregada por el Judas de estos tiempos, muera para Resucitar. Esta es la Hora de Redención para toda Mi Iglesia Peregrina, Mi Iglesia Universal, la que se mantuvo Fiel y perseveró en la Verdad. Ciertamente, esta misma hora será la hora de mayor tribulación, como lo fue para el Judas de aquel tiempo y los suyos; es también la hora de las tinieblas sobre la tierra. A cada uno le llega su hora según su conciencia y su actuar. Cada uno será juzgado en cuanto amó, y si guardó Mis leyes. Esta es la Hora para Mi Iglesia. Esta es la Hora de la Redención Universal, la Hora en que Yo, Juez Justo, vengo a pedir cuentas a cada uno, vengo a recoger el fruto de los talentos, que a cada uno le fueron dados. Armaos de valor, alma mía, no temáis más que a vuestro Dios y a Mis Juicios. Toda esta revelación es el fruto de uno de los talentos que os di para que pusieseis al servicio de Mi Iglesia en estos tiempos, porque os concedí profetizar con la Luz y Fuerza de Mi Espíritu, y de esto os pediré grandes cuentas. Por eso, os digo: no calléis, porque si lo hacéis Mi Cólera estará en vuestra conciencia, y no os dejará tranquila, porque el callar, cuando es para un bien, es grave pecado de omisión; y un verdadero profeta nunca calla, anuncia y denuncia, pues nada lo hace por sí mismo, sino todo lo hace por Mi cuenta y sin ningún mérito propio, pues todo mérito es para el Justo de los Justos, el Santo de Dios, como Cabeza que Yo Soy; y vosotros sólo sois miembros de Mi Cuerpo, y obedecen a quien os manda y controla cada movimiento del cuerpo. El enemigo os ataca sin piedad, pero Yo limito y detengo su acción con el soplo de Mi Boca; y como el humo que se disipa, así se disipa el infernal enemigo ante Mi Soberana Presencia. Rogad al Padre en Mi Nombre, que esta hora, la hora del Triunfo de Mi Iglesia, llegue pronto; que el tiempo se acorte en beneficio de los elegidos, a fin de que esta generación, que está por pasar, cumpla fielmente con lo que ya está escrito y establecido por Voluntad de Mi Padre desde antiguo. Así, Mi Iglesia, será elevada al Cielo, glorificada Conmigo en el cumplimiento de todo cuanto Yo os anuncié y está escrito.

Estos cielos y esta tierra pasarán, pero Mis Palabras no pasarán; y esta generación no pasará sin que todo se cumpla, como os lo anuncié. Mi paz con vosotros, para que sigáis cumpliendo fielmente esta misión. El Sagrado Corazón de Jesús en cada Eucaristía.

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Mi amadísimo Jesús, cuánta tribulación para esta generación, cuánto dolor y sufrimiento para Tu Cuerpo Místico; pero pronto todo pasará y VENDRAN A NOSOTROS ESOS CIELOS NUEVOS Y ESA TIERRA NUEVA PROMETIDOS POR TI. POR ESO, A UNA SOLA VOZ, ESTA IGLESIA PEREGRINA EN LA TIERRA, NOS UNIMOS CON LA IGLESIA TRIUNFANTE Y LA IGLESIA PURGANTE, PARA ACLAMAR JUBILOSOS Y LLENOS DE ESPERANZA…. VEN SEÑOR JESUS, VEN PRNTO SEÑOR JESUS, VEN QUE TE ESPERAMOS, NOSOTROS TU VERDADERA IGLESIA. Amen.

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