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TEMA 6: ESTÍMULOS Y RESPUESTAS. RECEPTORES Y EFECTORES PUNTO 1º: LA PERCEPCIÓN DEL MEDIO Nuestro organismo debe ser capaz de detectar las variaciones ambientales y responder de la manera más adecuada. Receptores sensitivos: Denominamos estímulos a los cambios ambientales que pueden ser detectados por nuestro organismo. Los estímulos son captados por unas células nerviosas sensibles que denominamos receptores. Por su localización, distinguimos dos tipos de receptores: • Receptores internos o interorreceptores. Son aquellos que nos informan sobre el estado y el funcionamiento de nuestros órganos internos. • Receptores externos o exterorreceptores. Son los encargados de captar los estímulos procedentes del medio externo; por ello se localiza en la superficie de nuestro cuerpo. Según el tipo de estímulos que captan, los receptores se califican en: ♦ Mecanorreceptores. Son sensibles a los cambios de presión ♦ Termorreceptores. Son los que perciben cambios de temperatura. ♦ Quimiorreceptores. Son los que detectan sustancias químicas ♦ Fotorreceptores. Son sensibles a luz Todos los receptores convierten los estímulos físico−químicos en impulsos nerviosos que son transmitidos por el sistema nervioso periférico. PUNTO 2º: SENTIDOS DEL TACTO, OLFATO Y GUSTO Tacto: Los receptores del tacto son terminaciones nerviosas que se encuentran dispersas por la piel. Existen diversos tipos de estímulos táctiles: presión, frío, calor, etc. Estos estímulos son captados por distintos receptores: • Corpúsculos de Meissner. Son sensibles a presiones ligeras de contacto • Corpúsculos de Pacini. Son sensibles a la presión profunda y a las vibraciones • Corpúsculos de Ruffini. Detectan sensaciones de tacto y presión y son sensibles al aumento de temperatura (sensación de calor) • Corpúsculos de krause. Son receptores sensibles a las sensaciones de descenso de temperatura (sensación de frío) • Terminaciones nerviosas libre. Son responsables de la sensación de dolor, calor y temperatura.
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Olfato: El sentido del olfato se localiza en el epitelio de la mucosa nasal denominada pituitaria. En ella se distinguen dos regiones: • Pituitaria roja. Contiene abundantes capilares sanguíneos para calentar el aire que inspiramos. • Pituitaria amarilla. Contiene los receptores olfativos que pueden detectar más de 3000 partículas volátiles diferentes en el aire con su correspondiente olor. Esta situada en la parte superior de las fosas nasales.
Gusto: Los receptores del gusto se encuentran en botones gustativos situados en las papilas de la lengua y también en el paladar y también en el paladar, la faringe y la laringe. Son sensibles receptores para cuatro tipos de sabores: dulce, salado, ácido y amargo
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PUNTO 3º: SENTIDO DEL OIDO Los oídos son los órganos de la audición y también del equilibrio Estructura del oído: Los oídos se encuentran situados a ambos lados de la cabeza y están divididos en tres partes: • Oído externo. Está constituido por el pabellón de la oreja, un repliegue de la piel sostenido por cartílagos, y el conducto auditivo externo, que termina en la membrana del tímpano • Oído medio. Está situado en una cavidad del cráneo. Contiene tres huesecillos, martillo, yunque y estribo, unidos por un extremo al tímpano y por otro al oído interno. El oído medio está comunicado con la faringe por un conducto, la trompa de Eustaquio, que permite la entrada y salida de aire para equilibrar la presión de ambos lados del tímpano. • Oído interno. Está formado por un sistema de canales rellenos de dos líquidos, la perilinfa por fuera y la endolinfa por dentro. Se distinguen dos zonas: los canales semicirculares, donde reside el sentido del equilibrio, y la cóclea o caracol, donde reside el sentido auditivo.
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Funcionamiento del oído: El oído es un órgano que realiza dos funciones: • La audición. Las ondas sonoras que son recogidas por el pabellón de la oreja y dirigidas hacia el conducto auditivo, hacen vibrar al tímpano. Esa vibración, ampliada por la cadena de huesecillos, se transmiten a los líquidos que rellenan el caracol, donde se encuentran los mecanorreceptores sensibles a la vibración. Estos receptores convierten al estímulo en impulsos nerviosos que son enviados al cerebro por el nervio auditivo. • El equilibrio. Cuando movemos la cabeza se desplaza la endolinfa que rellena los canales semicirculares. Este desplazamiento es captado y le mandan una señal al cerebro para informar del desplazamiento. PUNTO 4º: SENTIDO DE LA VISTA Estructura del ojo: El ojo está formado por el globo ocular, alojado en una cavidad formada por la cara, los huesos del craneo. El globo ocular está constituido por las siguientes capas y estructuras: • Esclerótica. Capa blanca y dura que protege y mantiene la forma del ojo. En su parte delantera se encuentran la córnea que es transparente. • Conjuntiva. Epitelio transparente que cubre la esclerótica y la córnea. • Coroides. Capa opaca que oscurece el interior del ojo. • Retina. Capa donde se localizan los receptores visuales. • Iris. Músculo circular situado debajo de la córnea. • Pupila. Abertura circular situada en el centro del iris. • Cristalino. Lente transparente que se encuentran detrás del iris.
Funcionamiento del ojo: Los receptores de la retina captan la luz reflejada por los objetos que vemos y producen impulsos nerviosos que son transportados por el nervio óptico al cerebro. Los receptores de la retina son de dos tipos: • Bastones. Son capaces de percibir la luz de poca intensidad pero no los colores. • Conos. Son sensibles los colores pero no pueden percibir la luz de poca intensidad.
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Para poder ver bien el ojo realiza automáticamente dos procesos: ♦ Acomodación. El cristalino adapta su curvatura para modificar la dirección de los rayos de la luz y permitir que las imágenes se formen correctamente. ♦ Regulación de la cantidad de la luz. La pupila se abre o se cierra en función de la luz que haya. PUNTO 5º: LA ELABORACIÓN DE LA RESPUESTA La corteza cerebral: En la corteza cerebral se localizan áreas sensitivas donde se reciben los impulsos procedentes de los distintos órganos de los sentidos a través de neuronas sensitivas. En estas áreas, los impulsos se traducen en sensaciones. Realmente vemos, oímos y sentimos en el cerebro. La destrucción de alguna zona sensitiva se traduciría a la insensibilidad de esa zona del cuerpo. Asimismo, en la corteza cerebral existen áreas motoras encargadas de producir estímulos nerviosos. Estos estímulos son conducidos por medio de neuronas motoras hacia los órganos efectores, que son los responsables de llevar a cabo la respuesta. La destrucción de alguna área motora implica la parálisis de los órganos controlados por esta.
Los actos voluntarios: Son actos concientes, controlados de forma voluntaria. En un acto voluntario, las áreas sensitivas de la corteza cerebral reciben estímulos de los receptores sensitivos. A través de conexiones nerviosas, las áreas motoras, situadas en otras zonas del cerebro, reciben la información de las áreas sensitivas, la procesan y elaboran la respuesta de forma consciente y voluntaria. Los actos reflejos: Son respuestas rápidas y automáticas ante estímulos que no implican un control voluntario. Un acto voluntario sería quitar la mano de algún objeto muy caliente, la tos, etc. En los actos reflejos las órdenes son elaboradas por neuronas motoras de la médula espinal sin el control de la corteza cerebral y, por ello se ejecutan involuntariamente. 5
Los actos reflejos se llevan a cabo mediante una estructura nerviosa llamada arco reflejo, en la que intervienen los siguientes elementos: • Un receptor sensible al estímulo. • Una neurona sensitiva que lleva el impulso nervioso desde el receptor hacia la médula. • Una neurona de asociación situada en la médula, que pone en contacto la neurona sensitiva con la motora. • Un músculo efector que lleva a cabo la respuesta.
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