SEPTIEMBRE 2013. NUEVO LAREDO, TAMAULIPAS. MÉXICO.
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AÑO 8. NÚMERO 49
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
La dignidad de la persona humana Página 3
Presentación del proyecto del Seminario Danos muchos jóvenes seminaristas. Y ya luego te pediré para tener un lugar dónde meterlos y con que alimentarlos.
Página 5 DESDE LA FE
El que no arriesga no ama ¿Qué tanto estoy dispuesto a arriesgar por mi fe? “¿Por qué en otras religiones la gente está dispuesta a sacrificarse y a entregarse y los católicos no?”
Página 12
La Virgen de Guadalupe en la Independencia Todos se identificaban con la insurgencia por ser católicos y guadalupanos. Página 10
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EDITORIAL
Calendario
septiembre 2013 1 2 3 7 8 9 al 12 12 13
Jornada Mundial del Migrante. Beato Bartolomé Gutiérrez, presbítero y mártir. San Gregorio Magno, papa y doctor de la Iglesia. XXIII Aniversario del seminario. Natividad de la Sma. Virgen María. XX Asamblea Diocesana. Santo Nombre de María. San Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia.
Estimados hermanos y hermanas:
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l mes de septiembre nos da la gran oportunidad de reflexionar sobre nuestra formación.
En las escuelas los niños acuden ya a clases y nos recuerdan la gran responsabilidad que tiene la familia católica en la educación de sus hijos tanto en su área humana como espiritual. En el área humana los padres son los primeros responsables de modelar los valores en sus hijos y de acompañar su proceso de enseñanza-aprendizaje en las ciencias. En el área espiritual son ante Dios los encargados de presentarles a un Dios que los ama y los acompaña siempre. Este mes dan inicio en muchas parroquias los cursos de catequesis, excelente ayuda a los padres en la formación de la familia. También este mes celebramos un aniversario más de nuestro Seminario, la casa de formación por excelencia de nuestros futuros sacerdotes. Es ahí donde se va formando a Jesús en el corazón de los seminaristas. Motivo para orar por cada uno de ellos y para preguntarnos qué tanto también nosotros nos preocupamos por nuestra formación permanente como católicos, discípulos y misioneros del Señor. Este mes celebramos con alegría, la Independencia, celebración del inició de nuestra formación como nación, sería un gran aporte celebrarlo llevando a la vida el Proyecto que la diócesis nos ha propuesto para fortalecer el tejido social: “El decálogo del buen vecino”. Que María de Guadalupe que un día la llevamos en un estandarte como mexicanos, le dejemos que se grabe en nuestro corazón y forme así a su hijo en nuestro interior para entonces si poder gritar: que “Viva México”. ■
Pbro. Rogelio Lozano Alcorta Director General Diácono Daniel Vidales Brizuela Coordinador de Información Ing. Ricardo Galván Martínez Diseño Editorial
UNA PUBLICACIÓN DE:
15 Nuestra Señora de los Dolores. Misa por la Patria, día de oración por las víctimas. Encuentros decanales de adolescentes.
16 San Cornelio, papa y san Cipriano, obispo, mártires.
Día de la Independencia. 16 al 19 18 17 al 20 19 20 21 23 27 28 29 30
Reunión provincial de seminarios mayores. Beatos Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, mártires. Asamblea en las parroquias. San José María de Yermo y Parres, presbítero. Santos Andrés Kim Taegon, presbítero, Pablo Chong Hasang y compañeros, mártires. San Mateo, apóstol y evangelista. Plenario de la Asamblea Diocesana San Pío de Pietrelcina, presbítero. San Vicente de Paúl, presbítero. Encuentro de monaguillos Santos Miguel, Gabriel y Rafael, arcángeles. San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia. Inician Ejercicios Espirituales el presbiterio.
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CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
La dignidad de la persona humana Tercera parte del Catecismo de la Iglesia Católica, “La vida en Cristo”. Por PBRO. GUSTAVO ZAMORA CARREÑO
libertad, que conduce a la esclavitud del pecado. La libertad hace al hombre responsable de sus actos, en la medida en que éstos son voluntarios.
El Hombre, Imagen de Dios1 La dignidad de la persona humana está arraigada en su creación a imagen y semejanza de Dios. Dotada de alma espiritual e inmortal, de inteligencia y de voluntad libre, la persona humana está ordenada a Dios y llamada, con alma y cuerpo, a la bienaventuranza eterna.
El derecho al ejercicio de la libertad es propio de todo hombre, en cuanto resulta inseparable de su dignidad de persona humana. Nuestra libertad se halla debilitada a causa del pecado original, lo cual se agrava aún más por los pecados sucesivos.
Nuestra Vocación a la Bienaventuranza2
Q
ueridos amigos lectores:
Nos adentramos ahora a la tercera parte de nuestro Catecismo de la Iglesia Católica, bajo el nombre de “La vida en Cristo”. Como ha sido en las dos partes anteriores, veremos sólo la primer sección: “La vocación del hombre: la vida en el Espíritu”, en su primer capítulo: “La dignidad de la persona humana”.
Cfr. CEC 1699-1715 Cfr. CEC 1716-1729 Cfr. CEC 1730-1754; 1757-1761 4 Cfr. CEC 1762-1775 5 Cfr CEC 1776-1802 6 Cfr. CEC 1803- 1845 7 Cfr. CEC 1846-1876 1 2 3
La moralidad de los actos humanos depende de tres fuentes: del objeto elegido, es decir, un bien real o aparente; de la intención del sujeto que actúa, es decir, del fin por el que lleva a cabo su acción; y de las circunstancias de la acción, incluidas las consecuencias de la misma. El acto es moralmente bueno cuando supone, al mismo tiempo, la bondad del objeto, del fin y de las circunstancias. No es lícito hacer el mal para conseguir un bien. Las circunstancias pueden atenuar o incrementar la responsabilidad de quien actúa, pero no puede modificar la calidad moral de los actos mismos.
El hombre alcanza la bienaventuranza en virtud de la gracia de Cristo, que lo hace partícipe de la vida divina. La gracia de Cristo obra en todo hombre que, siguiendo la recta conciencia, busca y ama la verdad y el bien, y evita el mal. La bienaventuranza eterna consiste en la visión de Dios en la vida eterna, cuando seremos en plenitud «partícipes de la naturaleza divina» (2 P 1, 4), de la gloria de Cristo y del gozo de la vida trinitaria. La promesa de la bienaventuranza nos sitúa frente a opciones morales decisivas respecto de los bienes terrenales, estimulándonos a amar a Dios sobre todas las cosas. La Libertad del Hombre 3 La libertad es el poder dado por Dios al hombre de obrar o no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar de este modo por sí mismo acciones deliberadas. Es la característica de los actos propiamente humanos. Cuanto más se hace el bien, más libre se va haciendo también el hombre. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, Bien supremo y Bienaventuranza nuestra. La libertad implica también la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. La elección del mal es un abuso de la
La Moralidad de las Pasiones 4
Cuanto más se hace el bien, más libre se va haciendo también el hombre. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios.
Las pasiones son los afectos, emociones o impulsos de la sensibilidad que inclinan a obrar o a no obrar, en vista de lo que se percibe como bueno o como malo. La fundamental es el amor, provocado por el atractivo del bien. Las pasiones, no son en sí mismas ni buenas ni malas; son buenas, cuando contribuyen a una acción buena; son malas, en caso contrario. Pueden ser asumidas en las virtudes o pervertidas en los vicios.
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CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA consejos de personas prudentes. Además, favorecen mucho la formación moral tanto la oración como el examen de conciencia.
mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad» (Ga 5, 22-23 [Vulgata]).
Las normas más generales que debe seguir siempre la conciencia son: 1) Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien; 2) la llamada regla de oro: «Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos» (Mt 7, 12); 3) la caridad supone siempre el respeto del prójimo y de su conciencia, aunque esto no significa aceptar como bueno lo que objetivamente es malo.
El pecado es «una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna» (San Agustín). Es una ofensa a Dios, a quien desobedecemos en vez de responder a su amor. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana.
El Pecado7
No es imputable a la persona el mal cometido por ignorancia involuntaria, aunque siga siendo objetivamente un mal. Es necesario, por tanto, esforzarse para corregir la conciencia moral de sus errores.
Cuando escucha la conciencia moral, el hombre prudente puede sentir la voz de Dios que le habla.
La Conciencia Moral 5 La conciencia moral, presente en lo íntimo de la persona, es un juicio de la razón, que en el momento oportuno, impulsa al hombre a hacer el bien y a evitar el mal. Gracias a ella, la persona humana percibe la cualidad moral de un acto a realizar o ya realizado, permitiéndole asumir la responsabilidad del mismo. Cuando escucha la conciencia moral, el hombre prudente puede sentir la voz de Dios que le habla. El hombre no debe ser forzado a obrar contra su conciencia, ni se le debe impedir obrar de acuerdo con ella. La conciencia recta y veraz se forma con la educación, con la asimilación de la Palabra de Dios y las enseñanzas de la Iglesia. Se ve asistida por los dones del Espíritu Santo y ayudada con los
Las Virtudes6 La virtud es una disposición habitual y firme para hacer el bien. Hay virtudes humanas y virtudes teologales. Las virtudes humanas son perfecciones habituales y estables del entendimiento y de la voluntad, que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta en conformidad con la razón y la fe. Adquiridas y fortalecidas por medio de actos moralmente buenos y reiterados, son purificadas y elevadas por la gracia divina. Las principales son las cardinales, que agrupan a todas las demás y constituyen las bases de la vida virtuosa. Son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. Las virtudes teologales son las que tienen como origen, motivo y objeto inmediato a Dios mismo. Infusas en el hombre con la gracia santificante, nos hacen capaces de vivir en relación con la Santísima Trinidad, y fundamentan y animan la acción moral del cristiano, vivificando las virtudes humanas. La fe es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha revelado, y que la Iglesia nos propone creer. La esperanza es la virtud teologal por la que deseamos y esperamos de
La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios. Dios la vida eterna como nuestra felicidad. La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios. Los dones del Espíritu Santo son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir las inspiraciones divinas. Son siete: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Los frutos del Espíritu Santo son perfecciones plasmadas en nosotros como primicias de la gloria eterna, y son: «caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad,
En cuanto a la gravedad, el pecado se distingue en pecado mortal y pecado venial. Es mortal cuando se dan, al mismo tiempo, materia grave, plena advertencia y deliberado consentimiento. Este pecado destruye en nosotros la caridad y nos priva de la gracia santificante. Se perdona, por vía ordinaria, mediante los sacramentos del bautismo y de la penitencia o reconciliación. El pecado venial se comete cuando la materia es leve; o bien cuando, siendo grave la materia, no se da plena advertencia o perfecto consentimiento. Los vicios son hábitos perversos que oscurecen la conciencia e inclinan al mal. Pueden ser referidos a los siete pecados llamados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. Tenemos responsabilidad en los pecados de los otros cuando cooperamos culpablemente a que se comentan. Las estructuras de pecado son situaciones sociales o instituciones contrarias a la ley divina, expresión y efecto de los pecados personales. Como vemos, este capítulo es muy denso, pero muy rico en cuanto a la reflexión que debemos hacer de nuestra vida moral. Los invito a que sigamos profundizando con la ayuda del catecismo de la Iglesia Católica sobre la forma en que debemos vivir nuestra fe. ¡Hasta la próxima..! ■
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» Después de 23 años de historia de esta Iglesia Diocesana, el Seminario no ha tenido un lugar propio, sino que ha ido adoptando y adaptando lugares ya existentes.
Presentación del proyecto del Seminario “El dinero debe servir, no gobernar”.
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.E.R. Don Jaime Tamayo, Obispo de la Diócesis de Laredo; hermanos sacerdotes; hermanos y hermanas, amigos y amigas todos y todas. Sean bienvenidos todos y cada uno de ustedes esta hermosa mañana, y gracias por aceptar nuestra invitación a hacerse presentes aquí. Queremos compartirles un sueño que esperamos un día no muy lejano verlo hecho realidad, si Dios así nos lo permite. El seminario diocesano es una institución que existe en la Iglesia a partir del Concilio de Trento, en el siglo XVI, en la cual, el Obispo diocesano va preparando a los futuros sacerdotes que servirán en su Iglesia particular. El Obispo tiene en los presbíteros necesarios
colaboradores, imprescindibles para la tarea evangelizadora. El seminario es como ese vientre materno de la Iglesia en el que poco a poco se va gestando la vida sacerdotal. La tarea primera es orar por las vocaciones, según el mandato de Cristo a sus apóstoles, “La mies es mucha y los operarios pocos. Rueguen al dueño de la mies que envíe operarios a su mies” (Mt. 9,37-38). La palabra “seminario”, del latín “seminarium”, significa semillero, pues es el lugar donde se depositan las semillas de la vocación de los niños y jóvenes que creen escuchar el llamado de Dios. Varios venerables Obispos de los últimos tiempos, para significar el lugar
Yo le decía al Señor en mi oración: “danos muchos jóvenes seminaristas. Y ya luego te pediré para tener un lugar dónde meterlos y con que alimentarlos”.
La tarea primera es orar por las vocaciones, según el mandato de Cristo a sus apóstoles, “La mies es mucha y los operarios pocos. Rueguen al dueño de la mies que envíe operarios a su mies” (Mt. 9,37-38).
tan especial que ocupa el seminario en su corazón de pastores, han llamado al seminario con el calificativo de “la niña de la niña de mis ojos”, queriendo decir que es la parte más delicada de su ser, es decir, una realidad de sí mismos.
que escuchó nuestra oración, pues aquellos 18 jóvenes seminaristas que encontré se han convertido en 62, y ahora sí llegó el momento de pedirle al Señor para tener dónde meter a los muchachos y con qué alimentarlos.
Cuando llegué a esta amada Diócesis de Nuevo Laredo, una de mis primeras preocupaciones fue el reducido número de sacerdotes diocesanos, y los pocos jóvenes que se estaban preparando al sacerdocio. Desde entonces mi oración diaria era pedirle al Señor que nos enviara muchas vocaciones, y solicitar a todos que se unieran a mí en dicha oración. Yo le decía al Señor en mi oración: “danos muchos jóvenes seminaristas. Y ya luego te pediré para tener un lugar dónde meterlos y con que alimentarlos”. Bendito sea Dios
Claro que, más que un espacio físico, el seminario está donde estén los seminaristas. Y hasta ahora, después de 23 años de historia de esta Iglesia Diocesana, el seminario no ha tenido un lugar propio, sino que ha ido adoptando y adaptando lugares ya existentes. En este momento de bendición con tantas vocaciones, hemos tenido que echar mano de una segunda casa. Pero al buscar tenerlos juntos a todos en un solo lugar, para aprovechar todos los recursos humanos y económicos disponibles al máximo,
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pensamos en primer lugar en construir nuevos espacios en el edificio antiguo. Pero pronto concluimos que no era bueno reparar un vestido viejo con remiendo nuevo. Fue así como llegamos, los padres formadores del Seminario y un servidor, a la conclusión atrevida de soñar con la construcción de un Seminario nuevo, o primer Seminario de Nuevo Laredo, construido ad hoc según las necesidades de la formación. ¿Por qué le llamo conclusión atrevida? Pues porque no contamos con ningún dinero para iniciar esta obra. Contamos solamente con nuestra fe y confianza en la Divina Providencia para llevar a cabo este sueño. Pero estamos en el Año de la Fe y nos decidimos a dar el salto de la fe, necesario para obras como la presente.
Son tiempos muy difíciles los que ha vivido Nuevo Laredo en los últimos años por el consabido tema de la inseguridad y la violencia. Pero estamos seguros que el Espíritu de Dios moverá los flujos de capital de los particulares y de las instituciones, y que esta obra traerá trabajo a un buen número de personas y que moverá la economía de la ciudad. Lejos de castigar la economía de la ciudad, pensamos que el beneficio económico será la primera e inmediata bendición que rebasará la frontera de nuestra comunidad católica, para alcanzar a toda la sociedad, tomando en cuenta la transformación de infraestructura que jalará este proyecto y la fuente de trabajo tan necesario. Sostener la formación de los actuales alumnos, que en su mayoría son de
Los futuros pastores, desde el inicio de su formación, deben tener una educación que los capacite para estar al frente de las comunidades que un día Dios les querrá encomendar. escasos recursos, es resultado de un gran esfuerzo de sus familias, de sus párrocos y de toda la comunidad católica. Pero no vamos a cerrar las puertas del Seminario a ningún joven por motivo de su pobreza; ni tampoco vamos a abaratar la formación, pues los futuros pastores, desde el inicio de su formación, deben tener una educación que los capacite para estar al frente de las comunidades que un día Dios les querrá encomendar.
optimismo; una transformación del ambiente en su entorno; un llamado a la conciencia de los jóvenes para que escuchen la voz de Dios. De hecho he dado instrucciones para que lo primero que se haga en el terreno sea la cancha de futbol, para traer, no sólo a los seminaristas, sino a jóvenes de todas las parroquias y colonias a convivir en el deporte, en un espacio comunitario.
Me han preguntado ya cuánto va a costar la obra total. La verdad es que no tengo la menor idea, aunque ya tuve la experiencia de ser, como rector, constructor del Seminario de Monterrey. Pero iremos edificio por edificio construyendo y habitando, al ritmo que nos sea permitido. Si Dios quiere que esto se realice, así será. Hay que poner a trabajar el dinero de los donantes, dinero bien habido, hay que decirlo de inmediato, teniendo en cuenta lo que el Papa Francisco nos ha dicho sobre el dinero: “El dinero debe servir, no gobernar”.
Es un gran sueño, y soñamos más todavía. Los padres del Seminario pensaron de inmediato en el terreno de enfrente para construir luego el seminario mayor. Paso a paso, con la colaboración de muchos podremos transformar un pedazo de monte en un lugar santo; un lugar alegre, lleno de jóvenes buenos; un lugar de bendición para nuestra Iglesia y de bendición para nuestra sociedad. Les compartimos este sueño y les invitamos a soñar con nosotros, y que pongan a otros a soñar, a todos los que se quieran sumar a la obra que Dios está a punto de realizar en medio de nosotros y por medio de nosotros.
Pensamos además que esta obra será un abono más a la paz tan deseada pues traerá a la ciudad: un respiro de
Gracias una vez más por su presencia, y de antemano gracias por sumarse a esta obra. Dios les bendiga. ■
Esta obra será un abono más a la paz tan deseada pues traerá a la ciudad: un llamado a la conciencia de los jóvenes para que escuchen la voz de Dios.
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NUESTRO SEMINARIO
Ciclo nuevo, aventura nueva Este nuevo ciclo ha comenzado con 62 seminaristas, cifra que supera por mucho a las anteriores. Por REDACCIÓN VIDA NUEVA
U
n saludo a todos ustedes de parte de la comunidad del Seminario de Nuevo Laredo, la cual por gracia y bendición de Dios hemos iniciado ya otro nuevo ciclo 2013 – 2014. Es un placer, un gozo y sobre todo una bendición informarles que en este nuevo ciclo, que dio inicio el pasado 10 de agosto del 2013, ha comenzado con 62 seminaristas entre los que están en el Seminario Mayor y en el Seminario Menor, cifra la cual cabe recalcar que supera por mucho a las anteriores. En este nuevo ciclo no solo nos ha traído una gran cantidad de seminaristas, sino, que además ha acarreado consigo una nueva aventura que Dios nos quiso regalar y es una aventura la cual nadie estábamos preparados para vivir, ya que, debido a la gran cantidad de seminaristas que ingresamos al Seminario Menor, se tomó la decisión de trasladarnos a los seminaristas de Preparatoria y del Curso de Introducción y Nivelación, los cuales sumamos un número de 18 seminaristas junto con dos formadores, a la casa de retiros Enrique Tomás Lozano la cual tiene su entrada en la calle Arteaga. Así fue como los seminaristas de Secundaria se quedaron en el seminario que se encuentra en la calle de Pino Suárez. Para quienes formamos parte de los
Nueva casa. Tuvimos la bendición de la primera piedra de nuestro Seminario. Porque los seminarios que hemos tenido han sido casas acondicionadas.
seminaristas que vivimos en el cuales asistimos: los 25 años de seminario de la calle de Arteaga más sacerdocio del padre Alejandro que un nuevo ciclo comenzamos Arredondo y los 25 años del padre viviendo una nueva Lázaro Meza, así aventura, por el motivo también como la de que además de ser Debido a la gran cantidad profesión de fe del una casa nueva y seminarista José de seminaristas que diferente a lo que Alfredo Cuellar, quien ingresamos al Seminario conocíamos, tuvimos al día siguiente sería Menor, se tomó la la aventura de arreglarla instituido como decisión de trasladar y acondicionarla como diácono transitorio. a los seminaristas de seminario debido a que También en la mañana como se mencionó preparatoria y del Curso de de la institución de Introducción y Nivelación antes era una casa de Cuellar, todos los a la casa de retiros Enrique seminaristas de la retiro. Tomás Lozano. diócesis tuvimos una Pero no sólo tuvimos comida de convivencia como aventura la limpieza de la casa, sino, que, además con nuestro Obispo Gustavo y, por de eso tuvimos muchos eventos a los último, pero no menos importante fue
la bendición de la primera piedra de nuestro Seminario de Nuevo Laredo. Porque los Seminarios que hemos tenido han sido casas acondicionadas para nosotros los seminaristas. Así es como terminó el inicio de la nueva aventura que tendremos ahora todos los seminaristas, ya que con el inicio de la construcción de el Seminario de Nuevo Laredo nos alienta aún más a todos nosotros. Gracias a todos ustedes por sus oraciones y les pedimos que no dejen de orar por las vocaciones y por nosotros, para que sigamos perseverando en esta camino. Dios los llene de bendiciones a todos y aún más a todos nuestros bienhechores. ■
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» Hoy bendecimos la primera piedra de lo que será el nuevo Seminario de Nuevo Laredo. Esta piedra representa a Cristo, nuestra roca espiritual.
Homilía en la bendición de la primera piedra del Seminario de Nuevo Laredo “Bebían de una roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo”
M
uy queridos hermanos y hermanas, hermanas religiosas, seminaristas y sacerdotes.
“piedra” a todos los miembros de la Iglesia, cuando dice: “Ustedes, como piedras vivas, entran en la construcción de un edificio espiritual, para ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios Padre”.
Cuando el pueblo de Israel fue liberado de la esclavitud de Egipto, por gracia de Dios y por mano de Moisés, fueron testigos de grandes prodigios que el Señor obró a favor de ellos. Pero uno de los prodigios se realizó en el contexto del pecado del pueblo. En Meribá, el pueblo renegó contra Moisés porque tenían sed y sentían miedo de morir en el desierto. A pesar de los grandes prodigios que habían visto, dudaron de Dios y de Moisés. No obstante, el Señor mostró su misericordia, e hizo brotar agua de una roca, de la que pudieron beber y sostenerse en vida en medio de desierto.
Hoy bendecimos la primera piedra de lo que será el nuevo Seminario de Nuevo Laredo. No sabemos cuándo vamos a continuar con la segunda y con todas las demás piedras. Pero
Es correcto decir que Jesucristo es nuestro “amén”, nuestra roca, nuestra seguridad. Y él que es nuestra roca, le dijo a Simón el pescador: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”.
Cristo es la roca espiritual y, mientras caminamos a través del desierto de esta vida, por la fe los cristianos vamos bebiendo de esta roca. En el texto de la primera carta a los Corintios, que hemos escuchado, san Pablo dice que la roca espiritual que acompañó al pueblo en su peregrinar por el desierto, era el mismo Cristo, quien siglos después se encarnaría y nacería de María Virgen. Cristo es la roca espiritual y, mientras caminamos a través del desierto de esta vida, por la fe los cristianos vamos bebiendo de esta roca. La palabra hebrea que significa roca, viene de la misma raíz
de otra palabra que hoy se dice en muchos idiomas: la palabra “amén”, que incorrectamente traducimos por un “así sea”. Porque “amén” viene a significar más bien “así es”, “estoy seguro”, “estoy firme”, “estoy sobre roca”. La firmeza de nuestra fe se funda y sostiene en esta roca espiritual, que es Cristo nuestro Señor. Por eso es correcto decir que Jesucristo es nuestro “amén”, nuestra roca, nuestra seguridad. Y él que es nuestra roca, le dijo a Simón el
pescador: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Esa afirmación tan fuerte y categórica de Cristo no era sólo a favor de una persona, sino a favor de la Iglesia, por lo cual, hemos visto en cada sucesor de Pedro, a la roca visible, al vicario de la roca espiritual. Hoy por hoy, Francisco es la roca visible de la unidad y de la fe para que todos bebamos de la roca espiritual que es Cristo. Es el mismo apóstol Pedro, quien en su primera carta da el adjetivo de
colocamos esta primera donde calculamos que estará el altar de la capilla. Por eso esta piedra representa a Cristo, nuestra roca espiritual. En el año de la fe damos inicio a esta obra de fe. Nuestra plena confianza está puesta en Aquel que es nuestra roca. Es una roca sacada del río Bravo, por eso es una piedra que representa a todos nosotros que somos habitantes de esta frontera noreste del País. Pero también representa nuestro compromiso con tantos y tantos hermanos migrantes, quienes empujados por su pobreza se arriesgan a cruzar este río, muchos de ellos entregando allí su vida al Señor. Esa piedra representa también a nuestros seminaristas, porque así como
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las piedras son continuamente bañadas por el agua del río, así en el Seminario serán ellos bañados constantemente por el agua de la gracia de Cristo; y así como las piedras al chocar unas con otras por la fuerza de la corriente se van puliendo recíprocamente, así los muchachos, en su convivencia comunitaria, se irán puliendo unos a otros en su caminar hacia el sacerdocio.
desde la fe, han aceptado que sus hijos inicien este camino de fe, desprendiéndose de ellos. Tenemos las almas generosas de los padres formadores, quienes quizá puedan tener el ansia pastoral de ejercer su ministerio en una comunidad parroquial, pero en fe y obediencia se entregan día a día en su ministerio de formación de los alumnos seminaristas. Tenemos las almas generosas del grupo de laicos que se han integrado como consejo del Seminario y están donando su esfuerzo y su trabajo por echar a andar esta obra de Dios. Tenemos las almas generosas de tanta gente que, desde fuera del Seminario, están ayudando en forma generosa para que nuestro Seminario vaya adelante.
En el santo Evangelio según san Mateo, hemos visto una vez más a nuestro Señor Jesús atendiendo a las multitudes y compadeciéndose de ellas porque andan como ovejas sin pastor, extenuadas y desamparadas. Él nos invita hoy como siempre a que oremos para que el dueño de la mies envíe operarios a su mies. ¿Por qué ha crecido el número de los seminaristas en Nuevo Laredo? Podríamos darnos muchas respuestas, pero la primera y fundamental respuesta debe ser siempre la afirmación categórica y llena de fe de que Dios, en su infinita misericordia, se ha compadecido de su pueblo, escuchando nuestras plegarias. Por esa convicción, no dejemos de orar por las vocaciones sacerdotales. El Señor, dueño de la mies, ya nos ha escuchado y nos seguirá escuchando. Dios se ha compadecido de sus ovejas.
Demos gracias al Señor por todas estas almas generosas, pero también agradezcamos desde hoy por todas las almas generosas que nuestro Señor ya está tocando, y les está inspirando para que colaboren en la construcción de nuestro Seminario. En fin, que la obra es de Dios, pero pongamos cada uno de nosotros todo nuestro esfuerzo, como si a obra dependiera de nosotros, sabiendo que en realidad depende de la misericordia y compasión de nuestro Padre Providente. Pongamos en manos de María santísima la obra que hoy iniciamos. Ella que llevó en su vientre al Hijo de Dios vivo, y que lo alimentó y cuidó, viéndolo crecer como niño, adolescente y joven en la casa de Nazaret, sea la primera en venir a habitar en este nuevo Nazaret, y quiera acompañar a todos y cada uno de los seminaristas, y a todos y cada uno de los que reconocemos en ellos un prodigio de la misericordia divina.
Hemos de ver en cada seminarista a una ovejita del Señor, que ha sentido el llamado para copiar los mismos sentimientos y actitudes de Jesús, el Buen Pastor. En este lugar queremos pedirle al Señor, que muy pronto puedan venir los seminaristas de Nuevo Laredo y aquí seguir vibrando con Jesús y aprendiendo de él, para que la enseñanza fundamental sea la de sentir compasión del pueblo de Dios, y en consecuencia entregarse generosamente a la obra de la evangelización. Para que la obra de construcción de este nuevo Seminario de lleve a cabo va a ser necesaria la participación de muchas almas generosas. Ya desde ahora las hay: tenemos en primer lugar a las almas generosas de los jóvenes seminaristas, muchos de ellos venidos de la pobreza, pero que tienen la riqueza de la fe, y son capaces de donar su vida al servicio del Reino de Dios. Tenemos las almas generosas de sus papás que,
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Esa piedra representa también a nuestros seminaristas, porque así como las piedras son continuamente bañadas por el agua del río, así en el Seminario serán ellos bañados constantemente por el agua de la gracia de Cristo.
Encomendemos esta obra también a la intercesión de todos los santos, particularmente de los santos mártires mexicanos, varios de ellos sacerdotes. Y de modo muy especial pongámonos bajo el patrocinio de Santo Toribio Romo, distinguido patrono de los migrantes. Dios bendiga la obra que hoy iniciamos en su nombre. Amén. Amén Amén. ■
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» Todos se identificaban con la insurgencia por ser católicos y guadalupanos.
La Virgen de Guadalupe en la Independencia de México L
a primera fase del proceso de independencia del Virreinato de Nueva España en el siglo XIX la realizaron principalmente los mestizos e indígenas. En el contexto anterior, la Virgen de Guadalupe se convirtió en el símbolo del nacionalismo y de la independencia debido a que primero el cura Hidalgo y después Morelos declararon a la virgen como protectora de su rebelión y patrona de la independencia. En septiembre de 1810, Miguel Hidalgo y Costilla, hijo criollo de un administrador de hacienda, estando al frente del curato de Dolores Guanajuato decide combatir con las armas al gobierno español.
Al pasar por el pueblo de Atotonilco, el cura Hidalgo entró en la iglesia para orar, justo antes de salir tomó un estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe y según la tradición popular gritó: “¡Viva nuestra Santísima Virgen de Guadalupe!, ¡Viva América!”.
Cuando él y las fuerzas armadas caminaban rumbo a San Miguel El Grande, al pasar por el pueblo de Atotonilco, el cura Hidalgo entró en la iglesia para orar, mientras los 600 hombres lo esperaban en el atrio; justo antes de salir tomó un estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe y según la tradición popular gritó: “¡Viva nuestra Santísima Virgen de Guadalupe!, ¡Viva América!”. El estandarte de la Virgen de Guadalupe atrajo a las masas El llamado al pueblo por parte de Hidalgo, enseguida fue contestado con vivas y gritos y es así como durante la guerra por la Independencia de México, la Virgen de Guadalupe adquiere un nuevo rol donde significó el símbolo de los insurgentes y el imán que atrajo a los indígenas -y a miles de desempleados del campo y de las minas, letrados, militares, etc., como describe Óscar Flores en su libro Historiadores de México para que se unieran a la lucha armada-. Incluso el propio Ignacio Allende también se unió al fervor religioso con
el movimiento de independencia declarando en septiembre de 1810 que la causa que defendían era de religión; de hecho, todos se identificaban con la insurgencia por ser católicos y guadalupanos. Siendo el emblema de quienes combatían por la independencia, la Virgen de Guadalupe fue denominada la María Insurgente o una “virgen combatiente” y su importancia dentro del movimiento se reafirmó el 16 de septiembre de 1823, cuando México ya era independiente y se seleccionó el templo de Guadalupe para rendir homenaje a los restos de los héroes. Ubicación del estandarte de la Virgen de Guadalupe en la actualidad El estandarte oficial de los rebeldes fue colocado en la parroquia de la Villa de Guadalupe, hasta que en 1853 el presidente Antonio López de Santa Anna ordenó que el lienzo se llevara al salón de la Cámara de Diputados. Hacia 1895 cuando se creó el Museo Nacional de Artillería, el estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe, fue llevado a esa institución, más tarde pasó al Museo Nacional de la calle de Moneda y de allí al Museo Nacional de Historia de Chapultepec, donde hasta hoy se conserva. En Celaya, Guanajuato, existe un monumento de cantera construido sobre uno de los muros laterales del Templo de San Antonio de Padua, como recuerdo del lugar donde el Hidalgo colocó el 21 de septiembre de 1810 el estandarte de la Virgen de Guadalupe y que hoy se encuentra en pésimas condiciones. ■
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EN I N TE R NET C ON S T UL A M Á S A RTÍCUL OS E S TE MES El poder que revoluciona Cuando el poder se realiza en el servicio, concretiza la acción liberadora a la que todo ser humano está llamado, pues no solo es sentirse atendido, amado, respetado en su dignidad misma, sino también en la capacidad de salir de sí mismo hacia el otro. Por PBRO. JOSÉ SALVADOR ROJAS SÁENZ
Y TO D AS LAS S E C C I ONES
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DESDE LA FE
El que no arriesga no ama ¿Qué tanto estoy dispuesto a arriesgar por mi fe? “¿Por qué en otras religiones la gente está dispuesta a sacrificarse y a entregarse y los católicos no?” Por PBRO. LEONARDO LÓPEZ
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ace pocos días, en una ciudad leía en una barda una frase de “Acción Poética” que llamó fuertemente mi atención. Decía –parafraseando un refrán- lo siguiente: “El que no arriesga no ama”. No puedo negar que me gustó como lema para un trabajo pastoral, y como un punto de reflexión en este Año de la Fe. Me brotó una pregunta personal –que hasta puede ser comunitaria- ¿Qué tanto estoy dispuesto a arriesgar por mi fe? Hace poco, un sobrino me cuestionaba: “¿Porqué en otras religiones la gente está dispuesta a sacrificarse y a entregarse y los católicos no?”. En la cárcel es frecuente encontrar a los mismos internos que dan testimonio de su fe, pero ninguno es católico. Y el duc in altum ¿Lo hemos olvidado? La respuesta es simple. No hemos arriesgado lo suficiente, y, por lo menos en mi caso, es un cuestionamiento fuerte: arriesgo poco porque poco amo. El Papa en su visita a Brasil dijo unas palabras que no tienen desperdicio: “No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad cuando tantas personas están esperando el Evangelio. No es un simple abrir la puerta para acoger, sino para salir a buscar y encontrar. Pensemos con decisión en la pastoral desde la periferia, comenzando por los que están más alejados, los que no suelen frecuentar la parroquia. También ellos están invitados a la mesa del Señor” En conformismo es el enemigo del amor. Si bien es cierto que hemos encontrado en nuestras parroquias que nos sorprenden por su valor y audacia, quienes con su entrega y compromiso no solamente son para nosotros un
Queridos hermanos y hermanas, estamos llamados por Dios, llamados a anunciar el Evangelio y a promover con valentía la cultura del encuentro.
Papa Francisco. No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad cuando tantas personas están esperando el Evangelio.
ejemplo, sino hasta un cuestionamiento para nuestro ministerio. Es cierto, nos han tocado tiempos difíciles, pero, revisando la historia ¿ha habido tiempos fáciles para el Evangelio? Siglo tras siglo nos daremos cuenta de que todos aquellos que decidieron seguir a Jesús encontraron fuertes dificultades, incluso más que las nuestras.. Inclusive, en las actividades diocesanas, a pesar del ambiente, la asistencia a eventos diocesanos y la participación van en aumento: los encuentros de jóvenes, las peregrinaciones y las pláticas de matrimonios, superando a las expectativas de los propios
organizadores que no se dejaron abatir por el fácil recurso de un pesimismo disfrazado de realismo. “Lo que nos guía –prosigue el Papa-, es la certeza humilde y feliz de quien ha sido encontrado, alcanzado y trasformado por la verdad que es Cristo y no puede dejar de proclamarlo. Queridos hermanos y hermanas, estamos llamados por Dios, llamados a anunciar el Evangelio y a promover con valentía la cultura del encuentro” Un agradecimiento a todos aquellos que han tomado en serio el llamado de Jesús y que se han constituido como ejemplos para nosotros. En el pasado encuentro de Pastoral Penitenciara
Nacional, fue ejemplar el compromiso de muchos laicos que desempeñaban con alegría y compromiso su anuncio edn muchas partes del país, cuyo reto principal es el de encontrar a Jesús precisamente en los ambientes más hostiles. En la Basílica de Guadalupe, nuestro Obispo compartió con nosotros un fragmento de la carta de un preso que testimoniaba la manera que encontraba en su fe fuerza ante las dificultades El que no arriesga no ama. Asumamos el reto. ■
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» El primer domingo de septiembre se celebra en la República Mexicana y en Centroamérica la 99º Jornada Mundial del Migrante y Refugiado.
Día Nacional del Migrante Casi mil millones de seres humanos, es decir, un séptimo de la población mundial experimenta hoy las suertes de la migración. POR PBRO. JESUS MANUEL REYES
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l primer domingo de septiembre se celebra en la República Mexicana y en Centroamérica la 99º Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, el tema de este año es “Migraciones: peregrinación de fe y esperanza”. Según las cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) del 2011 se estima que existen 214 millones de migrantes internacionales (un 3% de la población mundial). A ellos hay que añadir los desplazados internos que en 2010 eran unos 740 millones. Sumando unos y otros se llega a casi mil millones de seres humanos, es decir, un séptimo de la población mundial que experimenta hoy las suertes de la migración. Fe y esperanza conforman a menudo el equipaje de aquellos que emigran, conscientes de que con ellas «podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino» (Enc. Spe Salvi1). En el texto, el Papa resalta que el viaje de muchos migrantes está “animado por la profunda confianza de que Dios no abandona a sus criaturas”“ y este consuelo, según añade, “hace que sean más soportables las heridas del desarraigo y la separación, tal vez con la oculta esperanza de un futuro regreso a la tierra de origen”. El papa emérito Benedicto XVI nos recuerda que hay que “evitar el riesgo del mero asistencialismo, para favorecer
Derecho primario del hombre. Hay que reafirmar el derecho a no emigrar, es decir, a tener las condiciones para permanecer en la propia tierra.
la auténtica integración, en una sociedad donde todos y cada uno sean miembros activos y responsables del bienestar del otro, asegurando con generosidad aportaciones originales, con pleno derecho de ciudadanía y de participación en los mismos derechos y deberes”. Sabemos que los países tienen derecho a regular sus fronteras, pero siempre tienen que tener en cuenta el “bien común” y el respeto de la dignidad de la persona. En el actual
contexto socio-político, antes incluso que el derecho a emigrar, hay que reafirmar el derecho a no emigrar, es decir, a tener las condiciones para permanecer en la propia tierra, repitiendo con el beato Juan Pablo II que «es un derecho primario del hombre vivir en su propia patria. Sin embargo, este derecho es efectivo sólo si se tienen constantemente bajo control los factores que impulsan a la emigración» (Discurso al IV Congreso Mundial de las Migraciones 1998)
En la Casa del Migrante Nazareth realizamos el domingo 1º de septiembre una marcha que partió de la Plaza Hidalgo a las 8:30 am y posterioremente se llevó a cabo en la parroquia de Ntra. Sra. de la Paz la eucaristía presidida por el Señor Obispo Gustavo Rodríguez Vega. Agradecemos a toda las personas que participaron en esta actividad y que se solidarizan con los migrantes. Sigamos creando puntos de encuentro, sigamos caminando juntos y mostrando que en la Iglesia “nadie es extranjero”. ■
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LOS AMIGUITOS DE JESÚS
¿Qué tipo de pan soy?
¿Qué tipo de pan te gustaría ser? Adquiere el “YOUCAT” (Catecismo Joven de la Iglesia Católica), o la Biblia Católica para jóvenes con la Pastoral Juvenil Diocesana. Horarios: Martes a Jueves 11:00 a 17:00 hrs. Viernes 11:00 a 20:00 hrs. Club Santo Domingo Savio, Manuel M. Ponce 1308, entre Madero e Independencia. Tel. 7159199. PJ Nuevo Laredo
Hay alguien que nos ha dicho que el es el Pan Vivo, lo podemos escuchar en su Palabra, y ese es Jesús veamos Jn. 6, 33-35: “Porque el pan de Dios es el que baja del Cielo, y da vida al mundo. Entonces le dijeron: Señor, dános siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.” ¡¡¡ Hoy yo quiero ser pan para los demás!!! Para eso tendría que tener las actitudes de Jesús, ser bondadoso, alegre, amando a todos los que están a mi lado y las personas que necesiten del amor de Jesús en sus vidas. Por HNA. ANA MARÍA HINOJOSA RMZ.
ORACIÓN: Gracias, Padre, porque el pan es bueno. Gracias porque el pan nos da fuerza y nos hace crecer. Gracias, padre, porque nos das a tu hijo, Jesús. Que es el verdadero pan bueno. Padre Dios, ayúdanos a compartir nuestro pan con los que pasan hambre. Amén.
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» La Iglesia aconseja vivamente que se conserve la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos, como signo de esperanza en la resurrección.
¿La Iglesia prohíbe la incineración? Por muchos siglos la Iglesia prohibió la incineración porque estaba asociada culturalmente con el rechazo a la fe en la vida eterna. LA CREMACIÓN
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a cremación o incineración consiste en reducir, mediante el fuego, el cadáver a cenizas. La Iglesia aconseja vivamente que se conserve la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos, pues la inhumación ha sido una costumbre antiquísima en occidente, como signo de esperanza en la resurrección; sin embargo no prohíbe la cremación a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana o que contradiga el dogma de la resurrección de los muertos. También la incineración de los cadáveres puede compaginarse con la creencia en la resurrección y ser indicio de fe en el poder de Dios, que es capaz de retornar las cenizas a la vida gloriosa(Ver Canon 1176,3 CIC). Por muchos siglos la Iglesia prohibió la incineración porque estaba asociada culturalmente con el rechazo a la fe en la vida eterna. ¿QUÉ HACER CON LAS CENIZAS? Aunque la Iglesia claramente prefiere y urge que el cuerpo del difunto esté presente en los ritos funerales, estos ritos pueden celebrarse también en presencia de los restos incinerados del difunto. Cuando por razones válidas no es posible que los ritos se celebren en presencia del cuerpo del difunto, debe darse a los restos incinerados el mismo tratamiento y respeto debido al cuerpo humano del cual proceden. Este cuidado respetuoso significa el uso de un recipiente digno para contener las cenizas; debe expresarse en la manera cuidadosa en que sean conducidos y en el sitio de su colocación final. Los restos incinerados deben ser sepultados
Qué hacer con las cenizas. La práctica de esparcir los restos incinerados no es la forma respetuosa que la Iglesia espera y requiere para sus miembros.
en una fosa o en un columbario(nicho). La práctica de esparcir los restos incinerados en el mar, desde el aire o en la tierra, o de conservarlo en el hogar de la familia del difunto, no es la forma respetuosa que la Iglesia espera y requiere para sus miembros. La Librería Editora Vaticana presentó en marzo de 2012 la segunda edición del rito de exequias, en la que se subraya que los católicos no deben esparcir las cenizas de un difunto luego de ser cremado, ya que es práctica muy de moda actualmente, es contraria a la fe cristiana. Todo esto porque aunque algunas legislaciones permiten esparcir las
cenizas en la naturaleza o conservarlas en lugares diversos del cementerio, “estas prácticas producen no pocas perplejidades sobre su plena coherencia con la fe cristiana, sobre todo cuando remiten a concepciones panteístas o naturalistas”. Mons. Angelo Lameri, de la oficina litúrgica nacional de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), explicó que en este ritual se ha colocado la cremación en un apéndice aparte para subrayar el hecho de que la Iglesia, “aunque no se opone a la cremación de los cuerpos cuando no se hace ‘in odium fidei’ (por odio a la fe), sigue considerando que la sepultura del cuerpo de los difuntos es la forma más
adecuada para expresar la fe en la resurrección de la carne, así como para favorecer el recuerdo y la oración de sufragio por parte de familiares y amigos”. El hecho de depositar la urna en el cementerio o criptas “testimonia la fuerte exigencia de cultivar la memoria, de tener un lugar cierto en el que deponer el cadáver o las cenizas, en la certeza profunda de que esto es auténtica fe y humanismo auténtico”. ■ Artículo publicado en el periódico diocesano de ciudad Victoria “El Peregrino”, edición mayo-junio de 2013.
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MISAS EN NUEVO LAREDO ‣ DECANATO SANTO NIÑO PARROQUIA DEL SANTO NIÑO Ocampo No. 209. Sector Centro. Tel. 712-03-82 9:00 a.m., 12:00 p.m. y 6:00 p.m. LOS SAGRADOS CORAZONES Perú No.3115. Col. Juárez 714-80-20 8:00 a.m. 10:00 a.m. 12:00 p.m. 2:00 p.m. 6:30 p.m. NTRA. SEÑORA DE SAN JUAN José De Escandón No. 1119. Sector Centro. 712-17-47 7:30 a.m. 10:00 a.m. 12:00 p.m. y 7:00 p.m. NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ Madero No. 2819. Sector Centro. 712-38-33 9:30 a.m. 11:00 a.m. 12:30 p.m. 6:00 p.m. y 7:00 p.m. NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Justo Sierra No. 1616. Col. Viveros. 714-52-57 9:00 a.m.12:00 p.m. 2:00 p.m. y 7:00 p.m. SAN MARTÍN DE PORRES Tamaulipas No. 1910. Col. Guerrero. 714-15-86 7:00 a.m. 9:30 a.m. 12:00 p.m. y 7:00 p.m. SAN JOSÉ Canales No. 1001. Col. Victoria. 712-81-45 9:00 a.m. 11:00 a.m. y 7:00 p.m.
¿Dónde hay... Misa? DIRECTORIO DE MISAS EN NUEVO LAREDO directorio.diocesisnuevolaredo.org Información de misas, párrocos, direcciones, horarios de oficinas y más.
SAN ANTONIO MA. CLARET Malincheños y Fundadores. Col. Mier y Terán. 714-43-03 9:00 a.m. 11:00 a.m. 1:00 p.m. y 7:00 p.m. SEMINARIO Pino Suárez No. 1455. Col. Victoria. 712-24-09 10:00 a.m.
‣ DECANATO GUADALUPE NTRA. SEÑORA DE GUADALUPE Canales No. 4750. Col. Hidalgo. 712-20-24 10:00 a.m. 12:00 p.m. y 7:00 p.m. CRISTO REY Pino Suárez No. 7407. Col. Buenavista. 710-00-64 8:00 a.m. 10:00 a.m. 12:00 p.m. y 7:00 p.m. LA SANTÍSIMA TRINIDAD Canales No. 5715. Col. Hidalgo. 712-50-23 7:00 a.m. 9:00 a.m. 11:00 a.m. y 7:00 p.m.
SAN ANTONIO DE PADUA 2 de Abril. No. 7931. Col. Buenavista. 710-03-56 7:00 a.m.9:00 a.m. 12:00 p.m. y 7:00 p.m. RECTORÍA SAN PABLO Lauro Del Villar s/n. Esq. con Arquitectos. Col. Solidaridad No. 2. 459-53-86 12:00 p.m. SAN PEDRO APÓSTOL Zihuatanejo Sur No. 201. Col. La Joya. 710-09-55 7:00 a.m. 10:00 a.m. 12:00 p.m. y 7:00 p.m. NTRA. SEÑORA DE LOS DOLORES Tuxpan No. 7314. Col. del Maestro. 749-87-07 8:00 a.m. 10:00 a.m. 12:00 p.m. y 7:00 p.m. NTRA. SEÑORA DEL REFUGIO Gral. Cedillo No. 9011. Col. Vol. y Trabajo III. 724-36-25 9:00 a.m. 10:30 a.m. y 7:00 p.m. SANTA RITA DE CASSIA Prometeo Esq. Boulevard Progreso No. 820. Col. Reservas Territoriales. 727-09-81 6:30 a.m. 10:00 a.m. y 12:00 p.m.
‣ DECANATO SAN JOSÉ OBRERO SAN JOSÉ OBRERO Perú No. 5708. Col. Palacios. 710-92-01 8:00 a.m. 10:00 a.m y 6:00 p.m.. SAN GERARDO Josefa Ortiz De Domínguez No. 2616. Col. Mirador. 710-70-88 8:00 a.m. 10:00 a.m. 1:00 p.m. y 7:00 p.m. NTRA. SRA. DE LA ENCARNACIÓN Ave. Jesús Guajardo No. 1735. Col. A. Villarreal G. 724-41-34 9:00 a.m. y 7:30 p.m. SAN JUAN BOSCO Privada 28A. No. 410. Entre Carlos Rojos y Valdez Reyna. Col. Nueva Era. 724-47-44 8:00 a.m. 10:00 a.m. 3:00 p.m. y 7:00 p.m. MARÍA AUXILIADORA Día Del Trabajo No. 419. Col. Arnulfo Tejada Lara. 131-21-30 8:00 a.m. 10:00 a.m. 12:00 p.m. y 7:30 p.m. DIOS PADRE PROVIDENTE Calle Huasteca No. 1050. Col. Francisco Villa.
726-35-67 8:00 a.m. y 1:00 p.m. CUASI PARROQUIA SANTO TORIBIO ROMO Río Lerma No. 78. Fraccionamiento Campanario. 736-73-88 7:00 p.m.
‣ DECANATO ESPÍRITU SANTO CATEDRAL DEL ESPÍRITU SANTO Veracruz No. 2531. Col. Madero. 711-56-00 10:00 a.m.11:30 a.m. 1:00 p.m. 3:30 p.m. 6:00 p.m. y 7:00 p.m. LA SAGRADA FAMILIA Veracruz No. 3515. Col. Jardín. 714-14-95 10:30 a.m. 12:00 p.m. 6:00 p.m. y 7:00 p.m. SAN FRANCISCO DE ASÍS Lincoln No. 4412. Col. San Rafael. 10:00 a.m. 12:00 p.m. 7:00 p.m. (en horario de invierno la de 7 p.m. pasa a 5 p.m.) LA SANTA CRUZ Ayuntamiento Sur No. 44. Col. Infonavit. 714-77-60 8:00 a.m. 10:00 a.m. 12:00 p.m. y 6:30 p.m. RECTORÍA CORPUS CHRISTI J.J. Austin No. 10B. Col. Fundadores No. 2. 10:00 a.m. 5:00 p.m. (hasta mayo). SAN ISIDRO LABRADOR Díaz Ordaz No. 5935. Col. Concordia. 717-14-65 10:30 a.m. y 6:00 p.m. SAN JUDAS TADEO Prol. Guerrero No. 7821. Col. Benito Juárez. Fovissste. 717-14-00 10:00 a.m. 1:00 p.m. 3:00 p.m. y 7:00 p.m. SAN FELIPE DE JESÚS Coahuila No. 422. Col. Enrique Cárdenas Glz. 718-01-44 9:00 a.m. 11:30 a.m. y 7:00 p.m. CUASI PARROQUIA SAN JUAN DIEGO Tulipan No. 315. Col. Primavera Km 14. (867) 120-63-94 8:00 a.m. 9:00 a.m. 10:00 a.m. 11:00 a.m. 12:00 p.m. 1:00 p.m. y 6:00 p.m. NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ Sierra De California No. 202.Fraccionamiento Colinas Del Sur. 718-05-11 10:00 a.m. 12:00 p.m. 2:00 p.m. y 6:00 p.m.