Si bien atrae a los machos, permite que la huelan pero no se deja servir

El celo en los canes El periodo de celo de la hembra en los canes, empieza por primera vez entre los 9 meses y el año de edad, aunque en algunas espe

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El celo en los canes

El periodo de celo de la hembra en los canes, empieza por primera vez entre los 9 meses y el año de edad, aunque en algunas especies de gran tamaño no ocurre hasta los 18 meses. Las veces que puede entrar en celo al año está entre 2 y 3. Se recomienda esperar como mínimo hasta el segundo celo para la reproducción, para que el animal esté desarrollado físicamente. El ciclo sexual de la perra se divide en: proestro, estro (estos dos constituyen el celo), metaestro y anestro cada uno de estos periodos presenta características propias. El proestro tiene una duración promedio de nueve días, se evidencian pérdidas sanguinolentas por la vulva, los labios vulvares se agrandan y endurecen a medida que avanzamos en el proestro van perdiendo turgencia. Algunas perras tienden a orinar más frecuentemente o en lugares en que no lo hacían habitualmente, otras a escapar o insistir en sus paseos habituales. Durante el periodo de celo la hembra atrae a los machos debido a que en la vagina se producen unas sustancias llamadas feromonas que estimulan los receptores químicos olfatorios del macho, esta sustancias también pueden estimular a otras hembras con las que conviven y comenzar a ciclar. Si bien atrae a los machos, permite que la huelan pero no se deja servir. La siguiente etapa es la del Estro o celo propiamente dicho y se observa la aceptación del macho por parte de la hembra, la duración de esta etapa es variable 5 -10 días. El sangrado continua, aunque menos intenso, la vulva la vemos con mayor edema y más blanda, si pasamos una mano sobre el lomo en la base de la cola eleva los labios vulvares, postura característica de la aceptación, comienzo del período fértil permite el servicio, pasado este momento volverá a rechazar al macho. Todos estos cambios morfológicos y de conducta son debido a la acción de hormonas, producidas por los ovarios, y que son los estrógenos y la progesterona. Durante el estro se produce la liberación del óvulo del folículo (ovulación).

Ocurrida la ovulación se forma en el ovario el cuerpo lúteo productor de grandes cantidades de progesterona. El óvulo canino tiene la particularidad de que, tal cual es eliminado no puede ser fecundado necesita madurar por un periodo de 48 hs. Siguiendo con lo que observamos sintomatológicamente una perra servida en el día 11 de comenzada la perdida y con un solo servicio quedara preñada. Sin embargo existen perras con celos más cortos o más largos, también aquellas que a pesar de estar en el momento adecuado no aceptan la monta o bien que la aceptación comienza varios días antes de la ovulación o que siguen aceptando varios días después, con lo cual servicios muy tempranos o tardíos resultaron infértiles. En el caso de las perras que no aceptan la monta es muy importante una correcta revisación de genitales y aparato locomotor (miembros posteriores y columna) ya que pueden existir impedimentos físicos para la copula, aunque también encontramos alteraciones en la conducta, hembras muy mimadas o que conviven con otros machos y se vuelven selectivas. Debido a todas estas características determinar el momento fértil solamente por la sintomatología puede traer fallas en la concepción. Existen en la actualidad diferentes estudios: test o dosaje de L.H., citología vaginal, test o dosaje de progesterona, que nos permite ubicar el momento más oportuno para realizar el servicio. La siguiente etapa se denomina Metaestro, que se inicia con la finalización del celo y se mantiene durante todo el tiempo que dure el cuerpo lúteo, independientemente que haya ocurrido o no gestación. La duración del metaestro es variable, 110 a 140 días, ocurren en él, la nidación de los embriones gestación y lactación. En el caso de las perras que no han sido servidas, debido al nivel de progesterona elevado, pueden presentar síntomas de pseudogestación. La acción que la progesterona produce sobre el útero para permitir la nidación de los cachorros también lo hace susceptible a la aparición de patologías uterinas. La perra atraerá a los machos durante 15 a 20 días. Durante los 8 ó 10 primeros días de celo, saldrán unas gotas de un líquido sanguinolento de la vagina de la hembra, aunque a veces pasa desapercibido porque hay perras que se limpian concienzudamente y en tal caso lo único que se apreciará es que la vulva está inflamada. Durante estos primeros días, la perra atraerá a los machos pero no los aceptará. En todo caso, hay que entender que lo anteriormente expuesto no es ninguna regla matemática, ya que cada perra es distinta. La mejor manera de saber cómo funciona el celo en la perra, y asi poder saber cuándo va a entrar en celo, es anotar en un calendario los días de sangrado. Debemos fijarnos también en la conducta del animal durante estos días (puede estar

más cariñosa, más inquieta, etc.) e incluso debemos fijarnos en el comportamiento de otro machos con ella. Hay 2 métodos que son altamente confiables para orientar el momento de ovulación. Usándolos somos mucho más eficientes para determinar el momento adecuado del servicio. Evitamos así desplazamientos inútiles. - Test de Progesterona: determina el aumento de dicha hormona dando con exactitud la fecha de ovulación - Citología Vaginal: muestra los cambios que se van produciendo en el epitelio vaginal a medida que va avanzando el estro. Se considera que cuando el 70% de las células perdieron su núcleo es el ideal momento para dar el servicio. Se correlaciona con el momento de ovulación. También nos sirve para detectar espermatozoides y confirmar servicios no deseados

El celo en los felinos El celo es el periodo del ciclo sexual de la gata en la que puede aceptar al macho. Al igual que todas las hembras de los mamíferos, al alcanzar la pubertad, tienen su primer celo. A partir de este momento, la hembra es fértil. El momento exacto en el que la hembra tiene su primer celo es variable (entre los ocho y los diez meses), ya que existen distintos factores que determinan el inicio de la pubertad: - El peso de la hembra: La hembra debe tener un peso mínimo para entrar en celo. - La raza: Las hembras de pelo corto, tipo Siamés, alcanzan la pubertad antes que las de pelo largo como el Persa.

- Factores externos, como la presencia de un macho en el entorno o las horas de luz, también son aspectos muy importantes. La época de celo de las gatas tiene lugar en primavera, cuando hay más horas de luz. Durante estos periodos pueden tener varios celos con un intervalo de dos o tres semanas, a diferencia de la perra que sólo tiene uno…..y además…¡las gatas no manchan!. Es bastante frecuente, que las gatas que vivan en el interior de una casa con calefacción y luz artificial, presenten celos incluso en invierno, ya que la estacionalidad será menos marcada. Las modificaciones del comportamiento asociadas al estro son características: la gata maúlla mucho, se frota por todas partes, se revuelca y se pone rígida cuando se la toca, en una posición parecida a la de la cópula, llamada de “lordosis”: el lomo hundido y la cola desviada lateralmente. Están especialmente mimosas y tratan de atraer nuestra atención de cualquier manera. Las fases del ciclo estral de la gata se dividen en 4:

Proestro: En esta fase la gata muestra comportamiento de celo, atrae al macho, pero no deja que la monte.

Estro: En esta fase, que es la que se conoce como celo propiamente dicho, la hembra se deja montar por el macho. Los comportamientos de celo, como maullidos y restregones, se hacen más evidentes.

Diestro: Es la fase entre un estro y otro.

Anestro: Es la fase de reposo. Hay una falsa creencia acerca de que las gatas deben criar al menos una vez en la vida. Se ha demostrado que esto es completamente falso: no es necesario que la gata tenga una camada para completar su desarrollo como hembra, ni nada por el estilo. De hecho, se ha comprobado que la castración precoz minimiza el riesgo de padecer, en la edad adulta, tumores mamarios, por tanto, la recomendación, en el caso de que no deseemos que nuestra gata quede gestante, es la esterilización lo antes posible, evitando así las molestias del celo, como vocalizaciones, marcajes innecesarios, escapadas, y enfermedades derivadas como infecciones uterinas, y como comentábamos antes, tumores mamarios.

El aparato reproductor de la perra Los Ovarios, son pequeños (1,5 cm de largo, 0,7 cm de ancho, 0,5 cm de grosor 0,3 gr. de peso) aplanados y de contorno oval elongado. Se encuentran localizados a una corta distancia del polo caudal del riñón correspondiente y por lo tanto se hallan a nivel de la VL3 ó VL4, o aproximadamente a la mitad de la distancia entre la última costilla y la cresta ilíaca. El ovario derecho es más craneal que el izquierdo y se encuentra dorsal a la porción descendente del duodeno. El ovario izquierdo está entre el colon descendente y la pared abdominal. Cada ovario está encerrado en un delgado saco peritoneal, la Bursa Ovárica (bolsa ovárica), formada por el mesoovario y la mesosalpinge. La bolsa ovárica está abierta ventralmente a la cavidad peritoneal por medio de una hendidura. La irrigación está dada por las arterias ováricas ramas directas de la aorta y la inervación por los plexos renal y aórtico los cuales acompañan a las ramas arteriales.

La Tuba Uterina (Trompa de Falopio) cursa cranealmente y luego caudalmente a través de la pared lateral de la bursa hacia el cuerno uterino. El Infundíbulo es el origen dilatado de la tuba. Presenta un margen fimbriado y su función es captar el oocito al momento de la ovulación. La tuba es corta (4 -7cm, 1-3 mm de diámetro). Presenta un orificio abdominal bastante grande, por el contrario el orificio uterino es muy pequeño. Los Ligamentos Anchos del útero son pliegues peritoneales que se ubican a cada lado de la región sublumbar lateral. Ellos suspenden todo el genital interno excepto la porción caudal de la vagina, la cual no está cubierta por peritoneo. Cada ligamento está dividido en tres partes: El Mesometrio el cual se origina de la pared lateral de la pelvis y porción lateral de la región sublumbar y se inserta a la porción latero craneal de la vagina, cérvix, cuerpo y cuernos uterinos. El Mesoovario, es la porción craneal del ligamento ancho. Comienza en un plano transverso a través del extremo craneal del cuerno uterino y suspende el ovario a la pared lateral de la región sublumbar. La Mesosalpinge es el peritoneo que envuelve la tuba uterina y forma con el mesoovario la pared de la bursa ovárica. El Ligamento Suspensorio del Ovario, se origina de la fascia transversal medial del extremo dorsal de la última costilla. Su función es sostener al ovario en una posición relativamente fija. El Ligamento Ovárico Propio es corto y une el ovario al extremo craneal del cuerno uterino. Desde este punto caudolateralmente al canal inguinal existe un repliegue de la capa lateral del mesometrio que contiene al Ligamento Redondo del útero.

El Útero tiene un cuerpo muy corto y cuernos extremadamente largos y estrechos. En una perra de talla media el cuerpo mide 1,4 -3cm. y los cuernos 10-14cm. Estos últimos son de diámetro bastante uniforme (0,5-1 cm de diámetro) y casi rectos y se hallan enteramente en el interior del abdomen. Divergen desde el cuerpo en forma de V hacia cada riñón. El cérvix es la porción más caudal del útero, comunica el cuerpo uterino con la vagina. Es corto (1,5 a 2 cm) y presenta una gruesa túnica muscular. Se evidencia una protrusión de éste hacia la vagina (0,5-1 cm), formando ventralmente un fondo de saco (fórnix) el cual no se forma hacia dorsal. La irrigación del útero está dada por ramas de la arteria ovárica y la arteria uterina la cual se origina de la arteria vaginal la que deriva de la pudenda interna; la inervación deriva del plexo uterino y pélvico. La Vagina está localizada entre el cervix y el vestíbulo, es relativamente larga (1014 cm). La porción más craneal de la vagina es el Fórnix, el cual se extiende craneal al cérvix a lo largo de su borde ventral. La mucosa vaginal presenta pliegues longitudinales con pequeños pliegues transversales. El Meato Uretral Externo es el límite entre vagina y vestíbulo. El Vestíbulo (5 cm), es la cavidad que se extiende desde la vagina a la vulva. En el piso del vestíbulo, profundo en la mucosa, existen dos masas de tejido eréctil, los Bulbos Vestibulares. Ellos son homólogos a los bulbos del pene del macho y se encuentran próximos al cuerpo del clítoris. Faltan las glándulas vestibulares mayores y de ordinario también los conductos de Gartner, pero existen con frecuencia las glándulas vestibulares menores y sus conductos se abren ventralmente. El Clítoris es en la hembra el homólogo al pene del macho. Es una pequeña estructura localizada en el piso de la vulva cerca de la comisura ventral. Está compuesto por un par de raíces, un corto cuerpo (3-4cm.) no siendo su estructura eréctil, sino que está infiltrado en grasa y un glande el cual sí presenta tejido eréctil y es difícil de distinguir ubicándose en la Fosa del Clítoris. La pared dorsal de la fosa parcialmente cubre el glande del clítoris haciendo un símil al prepucio del macho. La Vulva incluye los dos labios los cuales son gruesos y el orificio urogenital externo (rima pudendi). Los labios se fusionan dorsal y ventral a la rima formando las Comisuras dorsal y ventral. La irrigación procede de la arteria pudenda interna. La inervación del plexo pélvico. Las Glándulas Mamarias son de ordinario en número de 8 a 10 y están dispuestas en dos series, extendiéndose desde la parte posterior de la región pectoral hasta la región inguinal; por este motivo se designan, según su localización, como pectorales (2 pares), abdominales (2 pares) y inguinales (1 par). Los menos desarrollados son el segundo y primer par pectoral respectivamente (este puede faltar), siguen en desarrollo el primer par abdominal y los pares inguinales, el segundo par abdominal, es el más desarrollado. Los pezones son cortos y presentan en sus vértices de 6 a 12 pequeños orificios, correspondientes a los conductos excretorios (poros lácteos). La irrigación está dada por ramas de la arteria pudenda externa y la inervación por

Gestación Una semana o más, después de ocurrida la monta, la perra puede mostrar algunos signos que confirman la gestación, tales como malestares leves por las mañanas o vomitar un poco de espuma amarilla. También puede tener un poco de falta de apetito durante las primeras semanas, e inclusive, perder peso, que puede ser la manera en que la naturaleza hace perder peso a las perras que están excedidas, como una preparación para mejorar el proceso del parto por venir. Por lo general alguno de estos pueden ser los únicos signos de gestación, hasta la quinta semana. En esta etapa, los embriones desarrollan sus órganos vitales, y su aumento en tamaño es muy poco. Después de ese período, comenzará el aumento de peso y agrandamiento del abdomen. Al mismo tiempo, aumentan el volumen de los pezones, y se distienden, volviéndose rosa el pigmento de la glándula mamaria. Los pezones pueden continuar aumentando de tamaño hasta que la perra llega a término, y unos días antes del parto pueden tener una secreción acuosa. El signo más confiable de preñez, es el movimiento de los cachorros durante los diez últimos días de la gestación. Es fácil detectar la inquietud de los cachorros aún no nacidos, colocando muy suavemente una mano a cada lado del abdomen de la perra. A medida que se aproxima el momento del parto, los cachorros se vuelven más activos e inclusive se les puede ver mover, cuando la perra está echada de lado. Es frecuente, que la perra tenga cambios en su personalidad una vez que está gestante. Una perra normalmente activa, puede volverse tranquila y afectuosa, o una perra apacible, puede ser en esos momentos sumamente activa, y por lo general, todas se vuelven más exigentes. Durante la gestación, no debe permitirse que la perra engorde o adelgace demasiado, ambas situaciones, pueden complicar el parto. Como ya se ha dicho, normalmente, una perra gestante adelgaza en las primeras semanas. Lo aconsejable, es alimentar a la perra con alimentos ya balanceados disponibles comercialmente, que cubren los requerimientos nutricionales de las perras gestantes. No se debe aumentar las vitaminas y minerales sin el consentimiento del veterinario, pues un suministro indiscriminado y no controlado de vitaminas, puede dar como resultado, cachorros excesivamente grandes, que pueden hacer el parto más doloroso y difícil, propiciando también ataques de eclampsia antes y después del parto. Los alimentos para perras gestantes, normalmente están bien balanceados, y los suplementos de vitaminas y minerales, pueden alterar el metabolismo normal de la perra. Al aumentar el diámetro abdominal, también aumentará su apetito, por lo que requerirá un aumento en su ración diaria, tanto en cantidad como en calidad, con mayor cantidad de calorías y proteínas, dividida en 3 o 4 porciones diarias. En el caso de perras grandes, pueden estar incómodas las últimas semanas, y pueden perder interés en la comida, por lo que se tendrá que recurrir a darle alimentos mas apetitosos, para que tengan una buena alimentación.

En cuanto al ejercicio de una perra gestante, es necesario que haga ejercicio para mantener su tono muscular, con acceso a la luz, permitiéndosele jugar, correr y hacer todas sus actividades normales, hasta las últimas dos semanas, cuando se deben suspender los ejercicios vigorosos así como saltos y brincos. Puede continuarse con caminatas hasta el día del parto, teniendo cuidado que si está muy aumentada de peso, debido a la gestación, es fácil que pierda el equilibrio y caiga, pudiendo dañarse los cachorros e inclusive, producirse un aborto. Si está dentro de casa, y hay escaleras, no debe permitirse la subida y bajada corriendo, para evitar una caída. El tiempo promedio de la gestación es de 63 días, desde el momento de la concepción, hasta el parto, pudiendo ser dos días antes o después. Las perras que tienen camadas grandes, por lo regular paren unos días antes, mientras que las que llevan sólo uno o dos cachorros, pueden prolongarse hasta dos días después del período normal. Si para el día 63 de gestación, la perra no ha parido, debe ser observada. Mientras ella se mantenga alerta, y se aprecie el movimiento de los cachorros, no hay razón para preocuparse. Sin embargo, si se observa algún signo anormal, la perra debe ser revisada por el veterinario, quien es el único que puede determinar lo que se necesite hacer Funciones de la placenta 1. Función protectora: frente a traumatismos y agentes infecciosos, como virus y bacterias; además se ocupa de que no exista rechazo de tipo inmunológico de la madre con el feto 2. Función metabólica: se produce un intercambio de gases y nutrientes entre la madre y el feto a través de la placenta 3. Función endocrina: en la placenta se sintetizan las siguientes hormonas: a. Progesterona: sólo se sintetiza en las gestaciones largas. La placenta sustituye al cuerpo lúteo elaborando parte de la progesterona que se necesita, si la gestación es corta el cuerpo lúteo es el encargado de sintetizarla. b. Estradiol: se elabora desde el primer cuarto de gestación y su concentración se incrementa hasta el momento del parto. El parto Si bien el parto es una situación fisiológica, este puede transformarse en distócico (ver distocia), en casos dónde no se pueda solucionar por medios farmacológicos y maniobras, este termina en una cesárea. Tanto en caninos como felinos, el parto es la culminación exitosa de la gestación, en este proceso interactúan hormonas maternas y fetales, también factores físicos, mecánicos y medio ambiente. La gestación dura entre 60 y 65 días. En el momento del parto la hembra elige sitios oscuros y tranquilos, generalmente prepara el lugar rompiendo trapos o elementos como el papel.

Caninos Previo al parto se observa la salida de un tapón mucoso, en el momento que este comienza, se producen contracciones abdominales encontrándose la hembra acostada y a veces dirigiendo la cabeza hacia el abdomen, una vez nacido el cachorro, la madre procederá a cortar el cordón umbilical y comerse la membrana fetal y placenta, el cachorro es lamido por la madre a los efectos de estimular su respiración, reanimarlo e higienizarlo es importante saber de antemano cuantos son los fetos por medio de radiografía y su estado de viabilidad por una ecografía. El conocimiento del número fetal es importante dado que el dueño puede saber si nacieron la totalidad de los mismos en su defecto deberá consultar al médico veterinario. Las causas que se presentan para que un parto sea distócico son diversas y complejas. Debemos tener claro que asistir un parto distócico es incumbencia profesional por lo que no nos extenderemos en el tema, en el caso que no se pueda llevar a término el parto por los medios farmacológicos, episiotomía, etc. se deberá realizar una cesárea. Hay casos que se debe de efectuar una cirugía uterina independientemente que hayan nacido todos los cachorros, esto se debe a la retención placentaria, hemorragias, incohersibles, etc.

Felinos La manifestación de la gata en este momento es muy variado, los primeros cambios suelen realizarse 48 hs. antes, descendiendo el abdomen y la aparición de abundante leche, cambia su temperamento, buscando más a sus dueños, dejando de comer o comer hasta último momento, ubicarse en un sitio oscuro, tranquilo, la temperatura del animal suele ser indicativo, dado que antes del parto está por debajo de los 37º y en el momento del mismo por encima de los 38º, esto sucede 24 horas antes. Como tarea previa se suele pelar las dos líneas mamarias y el periné, evitando de esa manera el pegoteo de los pelos

y facilitando el acto de mamar. Evitar toda situación de estrés, lo cual puede dificultar el parto, el ambiente debe de ser cálido, semi penumbra, tener papeles, no haber corriente de aire, ruidos fuertes y no sacar fotos con flash, hablarle al animal con tonos suaves y en familia: Parto distócico El significado etimológico de la palabra distosia es parto laborioso o difícil, es decir que no puede realizarse solo con las fuerzas de las madres, sino que necesita de la intervención manual o instrumental del obstetra. En el momento del parto se pueden dar dos causas por la cual este se hace distócico. Una de ellas es por causa del feto, que puede llevar a traumas en el mismo; las causas de parto distócico por causa de la madre pueden ser disminución en el perímetro de la cintura pélvica (por fracturas, mala conformación, razas). El éxito en una intervención quirúrgica no solo se basa en el conocimiento médico, sino también en el trabajo coordinado del equipo humano (anestesista, instrumentista y auxiliar de quirófano).

Pseudogestación o embarazo psicológico La llamada pseudogestación o embarazo psicológico, es una de las dolencias más comunes que se presenta en perras que no han sido apareadas, y puede presentarse inclusive después del primer celo, al no seguirse el curso natural de la reproducción, después del celo. En todos los mamíferos este estado es debido a un trastorno de los ovarios, asociado con el ciclo reproductor de la hembra. En circunstancias normales, tras la ovulación, aparece en el ovario un cuerpo amarillo, cuya secreción asegura el mantenimiento de la gestación. Aún cuando no haya fecundación, aparece este cuerpo amarillo, pero en este caso, degenera enseguida. Si no ocurre así, la perra se encontrará en condiciones análogas a las de un embarazo. Con el embarazo psicológico, se presentan en la perra los síntomas que tendría si estuviese realmente preñada, y se puede observar: -

Vientre abultado

-

Desarrollo de las mamas

-

Producción de leche

-

Cambios en la conducta

Una perra con embarazo psicológico, se muestra nerviosa, puede tener alteraciones en su apetito, prepara el sitio para el nacimiento de sus cachorros, excavando algún agujero en el jardín, o buscando algún sitio donde esconderse. También es frecuente que adopte algún juguete, cojín o zapatilla, como cachorro, dándole a éste, el mismo tratamiento cariñoso y protector que daría a su propio hijo, inclusive puede imitar darle alimento, calor y hasta mostrarse agresiva si se le quita ese objeto. Se debe dejar que la naturaleza siga su proceso y darle un trato como si estuviera realmente preñada. Se le dejará tranquila, evitándole situaciones de nerviosismo, que puedan desarrollar su agresividad. Los efectos, pueden variar en intensidad, provocando cambios en el comportamiento. En aquellos casos donde la producción de leche es abundante, es necesario acudir al veterinario para que realice la medicación correspondiente, para eliminar esta producción, pues puede llegarse al caso de producirse una mastitis. Los pseudoembarazos, suelen repetirse, y no se resuelven, permitiendo que la hembra quede embarazada y críe. Los frecuentes embarazos psicológicos, pueden ocasionar que esta perras sean proclives a sufrir una infección intrauterina, denominada piómetra, que no es más que la infección del útero, lo cual conlleva a la necesaria extracción del mismo, cuando es atacado a tiempo, pues en caso contrario, ocasiona la muerte del animal en la mayoría de los casos. La piómetra es más frecuente en las hembras mayores de cinco años, y aparece tras un período de celo. Esta se revela por la pérdida del apetito, aumento de sed, de orina y además vómitos después de beber. Si no es tratada a tiempo, la perra se va debilitando, aumenta el tamaño de su abdomen, y se producen derrames por la vulva. Por lo general, al llegar a este estado, ya es necesaria la intervención quirúrgica, para salvar la vida de la perra. Así, que los embarazos psicológicos, no deben ser descuidados, o tomados como una “excentricidad” de nuestra perra, deben ser controlados, y poner especial cuidado, para evitar que en el caso de presentarse una piómetra, pueda ser atendida a tiempo.

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