SÍM. 3 0 5 . P R E C I O S DE

MIÉRCOLES 3 0 DE DICÍEMÍÍRE DE 1 8 4 0 .

SUSCRICION.

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En Madrid. . . . . l a rs, t n las piovinclas , fran- ' o3o?>í. ííf co de poile . . , . ifi: . p . Las coimiuicaciones de toda « p e d e se dirigirán francas al director del CATÓLICO.—Se adniilen anuncios y comunicados a piecios convenoiunales.

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periódico se publica iod^s los días por la tarde.

Se snscrií>e: en jMadrid , ea su r e d a c c í o a , calle de Jas I D ^ faritas , núin. 8 , cuarto segundo de la izquierda.--En las p r o vincias j en todas las administraciones de correos y princi • pales librerías.

•^•oeíg>5®?iSí«La noche, amigo mió, la noche madrigaera de todas las maldades, caos de delitos, abismo de iniquidades: la noche, la mas bella porción del tiempo para los que andan en tinieblas, fue la elegida para consumar el inhumano sacrificio. Un como ahuUido del oso estremece la quieta morada de la tornera.... Prepárense Vds., a r r e glen sus cosas, á las nueve y media se las arrancará de ese pacífico edén : un ángel tenebroso cerrará.... hundirá ese palacio de la paz.=No p o d e mos permitir la entrada, contesta tranquila ana hija de Eva santificada, una nueva Clara de A5Ís.=Yo mando, y mi voluntad es omni... mi voluntad , esa es mi razón: mi voluntad , esa es mi justicia: mi voluntad, ese mi derecho.=Si!!!! ¿Tu voluntad y nada mas : ¿Nada de avaiicia, nada de impiedad, nada de orgullo, nada de revolución anárquica, nada de ruina de la educación, nada de odio contra la sensata, juiciosa y cristiana crianza española? Pues bien: progrese esa tu infausta voluntad: hágase pedazos el código que nació con el hombre mismo: huéllese la divina ley: caiga á tus pies el Evangelio: anúlense los derechos del hombre; arranqúense de cuajo los de la propiedad: anonádense los contratos civiles: niegúese la fe pública: y el derecho de gentes desaparezca para siempre. Progrese,

si, esa tu Toluntad, cúmplase coutra la amable

EL CATÓLICO. inocencia, contra la candida y graciosa niñez, contra las tutoras de la risueña edad, contra las preceptoras de la infancia balbuciente, contra ¡ las guias de sus vacilantes pasos: cúmplase esa , tu voluntad , j arranca del dulce regazo de esas ¡ madres de misericordia á tantas pobres niñas: se- ¡ páralas de esas cariñosas pastoras, y luego estré- ; Halas contra la piedra de la Canstitucion del año : 5 7 , Constitución que con estraño furor divinizaste, y hollaste después con doble sacrilegio, . con el mas inso'ente desprecio y vilipendio: estrella, no te detengas, contra esa piedra de seguridad y protección sus delicadas cabezas, ya que de nada ha de servirlas, á pesar de que las tutel e , las defienda y las asegure. «Peroaguardad, aguarilad siquiera un m o mento, bastante tiempo os quedará á lo» cómplices para arruinar una obra de nías de Jos sielos, sobrado lo tendréis para consumar la obra de iniquidad de 1855. Oid, oid á aquella religios a , maestra de la doctrina cristiana: ¿cuántos dioses hay hija mia?—Un solo Dios que premia á los buenos con la gloria eterna, y castiga á los malos con las penas eternas del infierno. Y dígame vd. madre,e8tos que las quitaron á vds. ¿qud... irán al infierno?—Si no se corrijen y no reparan los daños ya causados y los que están causando, irán sin duda al infierno. Por ahora estau escomulgados....—¡Escomulgados! ¿y qué es escomulgados?—Es que están separados de la Iglesia, es* cluidos de los Sacramentos y de oir misa.--; Cóm o ! ; y qué no pueden confesarse, comulgar ni oir misa?--No, hija mia, no pueden, si antes no piden perdón al señor obispo, cuya autoridad han despreciado y mofado, y iio dan una pública satisfacción al pueblo cristiano de Barcelona, al que han escandalizado infringiendo no una sino muchas veces la clausura ; por eso todas vosotras debéis encomendarles muy mucho á Dios para que les convierta.—Allí tenéis la venganza que de vosotras toman esas víctimas que estáis ahora mismo sacrificando. Reflexiónala tií, que como digiste, te has tragado ya la condenación eterna. ¡Insensato! ¡y cómo ignoras cuan horrenda cosa sea caer en manos de Dios vivo! ; Ah! ellas se postran ante el padre de las raisdricordias para que arrojes ese mortal veneno que te has tragado y vivas eternamente. «Nada d u d o , amigo mió, que á la par de las hijas educandas y madres religiosas que solicitaban la divina clemencia por sus enemigos, interpelarían enardecidas de una indignación santa la justicia soberana las 600 madres de familia diciendo: "Corridos queden los que nos persiguen: «asómbrense ellos... quebrantadlos. Señor, con «doble quebranto: cuando fuesen juzgados salgan «condenados: sean pocos sus d¡as, y tome otro

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«su oficio: queden sus hijos huérfanos y su m u «ger viuda : sean llevados de un lado á otro sus «hijos; enrede el logrero todas las cosas que tie«ne: no haya quien se duela de sus huérfanos: «sean sus hijos para la m u e r t e : en una sola g e «neracion quede borrado su nombre, por cuanto «persign ó al desvalido y al afligido de corazón.» r Ay de mí! ellos tienen orejas y no oyen : avanzan, adelantan , precipitan su feroz voluntad, preparan carruajes para arrancarlas á deshora de la noche de su pacífica morada ; no sea que los torrentes de lágrimas que derraman las santas deportadas ablanden vuestra dureza : no sea que las veáis agonizantes: no sea que os e n t e r nezca el deliquio, el desmayo, la nausea que sufre alguna de ellas por el desacostumbrado movimiento del coche : no sea que os conmueva la zahúrda, la pocilga donde las acorralasteis: no sea que la compasión, la piedad y la humanidad barcelonesa las dispusiera un jergón donde echarse, un cordial para animarlas, una persona que las consolase, una silla donde sentarse, «Eso s i , prevenios, estad alerta, cuidado..,, coloqúense nacionales aqui, luego tropa de línea, centinelas allá, en este punto guardias, en estas bocas calles vigilantes, ni aun los serenos q u e den sin servicio activo.... No parecería sino que se trataba de pieuder á Cristo por el estilo de los pontífices, escribas y fariseos de Jerusalen, y era verdad; porque ya no vivian ellas, sino que vivía en ellas Cristo. Marchó la procesión fúnebre, los que mandaban guiaban y cerraban la lúgubre marcha, no vestían de l u t o , siguen las calles de amargura, porque todas lo eran por donde pasaron las ilustres y heroicas pr'sioneras. «Y ¿