SISTEMA DE AUDITORÍA AMBIENTAL FORESTAL: UN ESTUDIO DE CASO Luis Fernando Hernández Lezama Silvia Iliana Philippe Cárdenas

ANTECEDENTES En las últimas décadas, la situación ambiental de nuestro país se ha deteriorado drásticamente. El avance de las fronteras agrícola, ganadera y urbana, aunadas a la instrumentación de patrones inadecuados de aprovechamiento de los recursos naturales, la contaminación y el cambio climático global han ejercido una fuerte presión sobre el hábitat y los ecosistemas naturales de un gran número de especies de plantas y animales. De acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) –Compendio de Estadísticas Ambientales, 2002– cerca de la mitad del territorio nacional ha sido modificado intensamente y una de las estimaciones más recientes de la tasa de deforestación (1993-2000) indica una tasa de pérdida de vegetación primaria y secundaria de casi 785 mil hectáreas al año. Adicionalmente, del año 1600 a la fecha se han extinguido en nuestro país 47 especies (plantas, peces, anfibios, aves mamíferos y reptiles) lo cual representa el 5.2 por ciento del total de especies que, en ese mismo periodo, han desaparecido en el mundo.

Fuente: Compendio de estadísticas ambientales 2002, Semarnat

229

Ante esta situación y con el objetivo de contrarrestar, prevenir y mitigar los efectos negativos al entorno, se ha integrado en nuestro país un marco legal basado en la promulgación de leyes, reglamentos y normas que, entre otras cosas, regulan el aprovechamiento de los recursos naturales y establecen lineamientos para el control de la contaminación. LA AUDITORÍA AMBIENTAL La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección Ambiental, constituye el marco fundamental del que se derivan dichos ordenamientos jurídicos. Establece instrumentos normativos de carácter obligatorio y remarca la importancia de contar en México con instrumentos de fomento, en los que la sociedad busca y propone medidas para la autorregulación ambiental e instrumentos de carácter voluntario. La Auditoría Ambiental es el instrumento de la legislación ambiental (Artículo 38 Bis) mediante el cual “los responsables del funcionamiento de una empresa podrán en forma voluntaria realizar un examen metodológico de sus operaciones, respecto de la contaminación y el riesgo que generan, así como el grado de cumplimiento de la normatividad ambiental y de los parámetros internacionales y de buenas prácticas de operación e ingeniería aplicables, con el objeto de definir las medidas preventivas y correctivas necesarias para proteger el medio ambiente.”(Artículo 38 Bis) A través de este programa, el gobierno reconoce el cambio de actitud frente al entorno y el buen desempeño ambiental de los particulares. De esta forma, en una Auditoría se lleva a cabo un examen sistemático integral de las condiciones en las que opera una organización o empresa (considera aspectos tales como la contaminación, el riesgo, el aprovechamiento sustentable, el grado de cumplimiento de la normatividad, etcétera) con el fin de detectar fallas, deficiencias e incumplimientos en la legislación ambiental e identificar áreas de oportunidad que permitan un mejor desempeño ambiental y la prevención y contención de los impactos derivados de su funcionamiento. Para lo anterior, un tercero (Unidad de Verificación) acreditado por la Entidad Mexicana de Acreditación (ema) conforme a la Norma Mexicana NMX-EC-17020-IMNC-2000 (que establece los requisitos mínimos con los que debe contar una unidad de verificación) y aprobado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), lleva a cabo una Auditoría a la empresa u organización que voluntariamente solicitó su ingreso al Programa Nacional de Auditoría Ambiental.

230

Elabora un documento en el que se identifican todos los incumplimientos, fallas y deficiencias encontrados durante el examen sistemático (Reporte de Auditoría) y lo entrega a la organización; a partir de lo cual, la empresa u organización elabora un Plan de Acción en el que determina las acciones que llevará a cabo, el tiempo en que las ejecutará y los montos que canalizará para solventar dichas deficiencias, luego, firma un Convenio de Concertación con la Profepa en el que jurídicamente se compromete a cumplir con todas y cada una de las acciones de dicho Plan. Una vez realizadas todas las actividades comprendidas en el Plan de Acción por parte de la organización o empresa, la Profepa le otorga un Certificado (de Industria Limpia o Cumplimiento Ambiental, según sea el caso) con validez por dos años a la organización, al término de los cuales la empresa tendrá que demostrar que mantuvo a mejoró las condiciones bajo las cuales fue certificada para refrendar la validez de su sello. Así, el Programa Nacional de Auditoría Ambiental es un programa gubernamental de certificación que reconoce, por un lado, el cambio de actitud hacia buenas prácticas ambientales y, por el otro, las acciones que las organizaciones llevan a cabo más allá de la ley. Todo esto con la filosofía de prevenir, contener y revertir los daños al ambiente. En 1992, con la formación de la Profepa y después del accidente ocurrido en el Sector Juárez de Guadalajara, se integra el Programa Nacional de Auditoría Ambiental, en principio, orientado únicamente al sector industrial de alto riesgo. En años subsecuentes se amplía el alcance del mismo a todos los giros industriales, otorgándose el reconocimiento de Industria Limpia. A partir del 2002, se decidió ampliar este esquema a actividades fundamentalmente no industriales tales como aprovechamientos forestales, áreas naturales protegidas, hoteles, acuarios, zoológicos, etcétera y surgió para éstos, el esquema de reconocimiento al Cumplimiento Ambiental con el mismo espíritu que el de Industria Limpia. AUDITORÍAS FORESTALES En este contexto, a principios de 2003, ingresaron al Programa Nacional de Auditoría Ambiental cinco auditorías a ejidos con actividades primordialmente forestales (Santa María del Aserradero, San Rafael Ixtapaluca, Villa Cuauhtémoc o La Ordeña, San Andrés Hueyacatitla y Llano Grande) en el estado de Puebla; con carácter de proyectos piloto; cubriendo una superficie cercana a las nueve mil 990 hectáreas y con un costo total cercano a los 730 mil pesos que fueron cubiertos por la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y el gobierno de la entidad.

*Tiempo en que se llevarán a cabo las acciones del Plan de Acción. **Inversión en acciones de mejora.

231

Resultado de estas auditorías se detectaron varias deficiencias o incumplimientos, relativos a la instrumentación de los programas de manejo forestal y recursos naturales, riesgo ambiental, manejo de residuos y otros.

Al tener un enfoque integral, la Auditoría permite identificar otros aspectos que pueden representar mejoras en el desempeño ambiental y que no necesariamente están normadas u obedecen a regulaciones específicas. Además de las actividades incluidas en los planes de acción correspondientes, se determinaron algunos indicadores ecológicos que brindan información muy importante sobre productividad energética, captación de carbono y captación de agua de las masas forestales auditadas y pueden, en algún momento, ser elementos fundamentales en evaluaciones económicas sobre servicios ambientales.

232

Muchos beneficios pueden obtenerse en un aprovechamiento forestal después de una Auditoría, entre estos destacan: • • • • • • •

Capacitación en materia de manejo sustentable de los bosques. Ejecución de acciones para prevenir riesgos, incluyendo el equipamiento apropiado para atender contingencias. Apoyos financieros. Equipamiento para atención a emergencias. Equipamiento adecuado para corte y poda. Lineamientos para mejoramiento del manejo forestal. Fomento a actividades como el ecoturismo.

Adicionalmente, un aprovechamiento forestal auditado y certificado supone un buen manejo ambiental por lo que deja de ser una prioridad en materia de inspección. Así, este esquema permite orientar los esfuerzos institucionales a las zonas críticas y prioritarias del país. De igual manera, permite identificar y llevar a cabo ajustes a programas de aprovechamiento forestal autorizados; establecer sistemas de administración ambiental para el monitoreo permanente y la mejora continua de los procesos en beneficio del medio ambiente, así como garantizar el cumplimiento de la normatividad ambiental vigente. El esquema de la Auditoría Ambiental, aplicado a proyectos distintos a los industriales, constituye una nueva herramienta que permitirá en el mediano y largo plazos, fomentar un cambio de mentalidad en nuestro país; en el que se vuelve mucho más beneficioso y rentable el prevenir, contener y revertir los impactos al entorno y aprovechar adecuadamente los recursos. Para lo anterior, es ahora necesario fortalecer el marco conceptual incorporando elementos como el de desarrollo sustentable, es fundamental también promover la generación de mercados nacionales e internacionales que permitan la comercialización “justa” de los productos provenientes de aprovechamientos certificados; es decir, promover la generación de mercados que paguen el valor agregado de una producción “amigable con el ambiente”. Es también prioritario, desarrollar y fortalecer esquemas de colaboración con cámaras, instituciones y los tres órdenes de gobierno para difundir y apoyar el desarrollo de auditorías en sectores como el forestal en donde se tienen esquemas comunitarios de aprovechamiento y escasos recursos para invertir en este tipo de acciones. El proceso de las auditorías forestales está en desarrollo y sus resultados se verán en unos años, a partir de experiencias de este tipo se logrará la instrumentación de esquemas de mejora continua para el mejor aprovechamiento de los recursos forestales. Finalmente, la Auditoría Ambiental es un instrumento de fomento a una nueva cultura del desarrollo acorde con el medio ambiente.

233