SOCIEDAD E IDEAS EN EL SIGLO XII

CAPÍTULO VI SOCIEDAD E IDEAS EN EL SIGLO XII 1 LA RECUPERACIÓN DE LA VIDA URBANA Las ciudades sufrieron a partir del siglo VI un eclipse casi total
Author:  Tomás Aranda Cruz

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CAPÍTULO VI

SOCIEDAD E IDEAS EN EL SIGLO XII

1

LA RECUPERACIÓN DE LA VIDA URBANA Las ciudades sufrieron a partir del siglo VI un eclipse casi total, que se prolongó hasta el siglo XI (aunque hay ejemplos de restablecimiento urbano ya desde siglo x). El centro de gravedad social se trasladó a la villa. Algunas ciudades subsistieron a través de aquellos siglos de desorganización social por haber sido sede episcopal y por haber sido sus obispos los primeros interesados en mantenerlas. La inseguridad de la época hizo que las ciudades se transformasen en fortalezas. Entre los nombres para designar estos recintos amurallados prevaleció uno de origen germánico: burgo. El renacimiento urbano está ligado a diferentes factores, cuya exposición jerarquizada es difícil. Pirenne piensa que el renacimiento urbano fue obra de los comerciantes. En los primeros siglos de la Alta Edad Media los comerciantes no eran más que modestos buhoneros que probablemente muy pronto organizaron sus desplazamientos en caravanas por razones de seguridad. Para sus mercados aprovecharon los asentamientos situados en rutas naturales. Estos asentamientos podían ser la sede de algún obispo o la población agrupada en torno a alguna abadia. Épocas de relativa paz favorecieron el comercio y, consiguientemente, el desarrollo de la población urbana. La vida urbana está concebida orgánicamente, como corresponde a la mentalidad medieval: la ciudad no es una asociación de individuos, sino un ser colectivo: el burgués es un ser tan comunitario como el monje. Esta concepción se concreta en la organización corporativa de la vida ciudadana: cada grupo profesional forma un cuerpo, el gremio, y cada ciudadano tiene su puesto en el organismo social a través de su encuadramiento en el gremio correspondiente. Entre estas profesiones había una que encajaba mal con la mentalidad medieval: el comerciante, principal motor económico de la vida ciudadana. El mercator era un personaje que se enriquecía mediante la compra-venta, aparentemente sin producir. Esto resultaba sospechoso en aquella economía, llamada

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