[SOLUCIONES DEL TEXTO "JUGUEMOS"] ELVIRA LINDO

12-13 PROFESOR: FERNANDO MORENO NICLÓS 2º BACHILLERATO B [SOLUCIONES DEL TEXTO "JUGUEMOS"] ELVIRA LINDO I.1. Establecimiento del tema del texto, br

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12-13 PROFESOR: FERNANDO MORENO NICLÓS 2º BACHILLERATO B

[SOLUCIONES DEL TEXTO "JUGUEMOS"] ELVIRA LINDO

I.1. Establecimiento del tema del texto, breve resumen de su contenido y descripción y explicación de su esquema organizativo —partes temáticas constitutivas del texto y articulación de estas—. La coherencia es una propiedad por la que el texto se nos presenta como una unidad semántica e informativa poseedora de un significado global. Es decir, nos permite entender el discurso como una unidad temática que contiene una lógica progresión de contenidos. Así pues, para constatar que el presente texto es coherente, examinaremos en primer lugar la organización de las ideas, redactaremos a continuación un breve resumen y determinaremos para concluir el tema. Publicado el doce de enero de 2011 en el diario "El País”, el texto que nos disponemos a comentar, titulado “Juguemos”, pertenece al ámbito periodístico y en él se incluye la firma de la autora, por lo que deducimos que se trata de un artículo de opinión en el que Elvira Lindo expresa su punto de vista sobre un tema actual y de especial relevancia para la comunidad. Dicha columna se estructura externamente en un título —que funciona como indicador catafórico, pues nos anticipa el hilo temático dominante— y en dos párrafos compuestos por múltiples enunciados. En cuanto a la distribución de las ideas, es decir, la estructura interna, distinguimos tres partes constitutivas. En la introducción —que abarca hasta "...ninguna gran ciudad"—, se exponen de manera clara dos ideas: una secundaria (las vías públicas actuales no son tan seguras como las de antaño) y una principal (los juegos grupales son necesarios para la educación integral o completa de los niños, puesto que les ayudan a socializarse). Para sustentar esta tesis, se incorpora un argumento de autoridad basado en la opinión de un grupo de educadores y psicólogos americanos, quienes consideran que hay que fomentar el juego en la calle. En el desarrollo —desde "La media que un niño..." hasta "...un instrumento fundamental"—, Elvira Lindo introduce la mayor parte de sus razones, por lo que estaríamos ante una secuencia eminentemente argumentativa. En primer lugar, y mediante un argumento estadístico, nos informa del número de horas que los jóvenes pasan ante el ordenador o la televisión, un hecho que perjudica a las generaciones futuras. Además, la autora de Manolito Gafotas centra su análisis en los beneficios que aportan los juegos colectivos (líneas 8-10), lo que constituye una verdad evidente ampliamente compartida por la sociedad. Sin embargo, la articulista contraargumenta1 al finalizar el primer párrafo, puesto que asegura que el ordenador no es una herramienta perjudicial, sino útil para el trabajo. Así lo demuestra con los ejemplos que menciona en las líneas 16 y 17: músico, diseñador, escritor...; profesiones para las que no cabe la demonización o desprestigio de la tecnología. Esta contraargumentación, lejos de disminuir la eficacia de la propia disertación, contribuye a hacer 1

Contraargumentar consiste en argumentar como respuesta a una argumentación anterior, especialmente para oponerse a ella. Normalmente contraargumenta otra persona con objeto de oponerse a la argumentación de alguien, pero en ese caso, la autora argumenta contra sí misma al introducir una razón que podría dañar su tesis, pero que no lo hace, tal como se explica en el párrafo superior.

más convincente la postura de la autora, dado que sugiere que hoy en día es posible la convivencia entre la tradición y los avances tecnológicos. Elvira Lindo finaliza su primer párrafo con una nueva formulación de la tesis: "el juego a la antigua sigue siendo el gran educador social". En la conclusión, formada por las cinco últimas líneas, Lindo insiste en su predilección por unos juegos tradicionales que, junto con los electrónicos, son indispensables para la educación social de los menores. Con respecto al tipo de organización estructural, la emisora parte de una idea principal o tesis que vuelve a reproducir tanto en el cuerpo argumentativo como en la conclusión, lo que nos impulsa a pensar en un esquema repetitivo2 que, en última instancia, refuerza la idea de que es necesario el ocio colectivo para los niños actuales. Por otra parte, el resumen de "Juguemos" podría redactarse de la siguiente forma: Según los expertos, los juegos tradicionales en grupo son necesarios para la educación completa de los niños. Sin embargo, actualmente estos ya no juegan en la calle, dado que pasan muchas horas ante las pantallas del ordenador o la televisión. Esta es la razón por la que los menores también precisan de juegos colectivos, fundamentales para aprender a relacionarse y madurar como personas. En cualquier caso, ello no implica desprestigiar las nuevas tecnologías, pues se han convertido en instrumentos imprescindibles para el trabajo. Elvira Lindo apoya, como hemos comprobado, el ocio de toda la vida, por lo que el tema del texto sería el siguiente: defensa de los juegos colectivos y tradicionales como actividad socializadora entre los menores.3 En definitiva, nos hallamos ante el clásico artículo divulgativo, de temática actual, de estructura tripartita y de carácter expositivo-argumentativo, con el que la autora pretende concienciarnos de los innegables beneficios del juego social.

I.2. Explicación y valoración de las ideas expuestas a partir de la cultura del alumno y de su conocimiento del mundo. RECORDAD QUE EN ESTA PREGUNTA HAY QUE VALORAR LAS IDEAS DEL AUTOR, OPINAR SOBRE EL TEMA PROPUESTO Y RELACIONAR EL CONTENIDO CON VUESTRA ENCICLOPEDIA PERSONAL. NO OLVIDÉIS APORTAR IDEAS QUE NO ESTÉN PRESENTES EN EL TEXTO. AQUÍ TENÉIS UNA POSIBLE RESPUESTA, QUE EVIDENTEMENTE NO INVALIDA LA VUESTRA.

Sin duda, las nuevas tecnologías han modificado los hábitos de los menores. De hecho, en pleno siglo XXI el número de niños jugando al fútbol en algún descampado, saltando a la comba o correteando por las aceras se ha visto reducido considerablemente. Ahora el rey del 2

Si habéis propuesto una estructura encuadrada también se podría considerar como válido. Otras posibles formulaciones del tema podrían ser: Importancia del juego grupal para la educación de los niños o Defensa de los juegos colectivos tradicionales para la completa educación de los niños. 3

ocio es el videojuego, que acarrea horas de verdadera improductividad a niños y jóvenes. Hasta las recomendaciones de nuestra redactora se quedan cortas si tenemos en cuenta el fenómeno de las consolas portátiles: ya no se trata solo de sacar al niño a la calle, sino de que este deje atrás su Nintendo para que perciba algo del mundo exterior. Pero no culpemos solo a las máquinas; con moderación, divierten sin ser perjudiciales y lo seguirán haciendo. Está demostrado que, dentro de unos márgenes razonables, los programas y aplicaciones de la informática estimulan de manera sana la mente de los jóvenes. Por otro lado, factores como la peligrosidad de las calles —ya expuesta por Elvira Lindo—, la fiebre de las series de animación o la incorporación de la mujer al mundo laboral generan casos de niños solitarios que se aferran a las pantallas para entretenerse. Niños que, en otras culturas, han dado a sus sociedades generaciones de jóvenes problemáticos. Podemos hablar, por ejemplo, del lastre que suponen los hikikomori en Japón. Se trata de una juventud inconformista que vive refugiada en sus hogares bajo el mínimo gasto, abusando del tipo de ocio que critica el artículo, todos a la espera de que el gobierno les ofrezca un mayor abanico de oportunidades en el mundo laboral. Es más, la mayoría de los hikikomori mantiene contacto con el mundo exterior solamente por el ordenador, la televisión y los videojuegos en línea. Elvira Lindo asegura, por todo ello, que se debería fomentar el juego en la calle, y coincido absolutamente con su punto de vista. Quizá no comparta su idea de la falta de seguridad en las grandes ciudades, en las que podemos encontrar zonas perfectamente habilitadas o señalizadas donde la circulación de tráfico es casi inexistente. Además, no nos olvidemos de las zonas rurales, donde se supone que esta seguridad es más elevada. También veo necesario atribuir a los centros de enseñanza y ayuntamientos la responsabilidad de impulsar la actividad deportiva en la juventud. Sin embargo, no creo conveniente acompañar esta iniciativa con una mala propaganda de otros tipos de ocio, como viene haciéndose desde hace un tiempo. Ya lo dice el refrán: “En la variedad está el gusto”, y es precisamente en el tiempo libre donde más debe primar esta libertad, una libertad con la que el niño vaya descubriendo sus intereses en su camino hacia la madurez.4

II.1. Morfología y léxico EXTRAESCOLAR

4



Esta palabra se compone del morfema derivativo prefijo “extra-”, del lexema “-escol-” (alomorfo de "escuela") y del morfema derivativo sufijo adjetivizador “-ar”.



Se trata de un adjetivo calificativo de una terminación.



Término derivado formado por prefijación a partir de la base adjetival "escolar", que se ha formado por sufijación (adjetivización denominal) a partir del sustantivo "escuela".

La mayor parte de esta pregunta la he elaborado a partir de un comentario de un alumno de 2º de bachillerato que he encontrado en Internet.

INSUSTITUIBLE 

 

Palabra formada por el morfema derivativo prefijo “in-”, por el lexema “-sustitu-” y por el morfema derivativo sufijo adjetivizador “-ible-” (también se admite la "i" como vocal temática y "ble" como sufijo). Se trata de un adjetivo calificativo de una terminación. Palabra derivada formada por prefijación a partir de la base adjetival “sustituible”, que deriva a su vez del verbo “sustituir” y que se ha formado por adjetivización deverbal.

LEÍA 

Palabra formada por el lexema “le-” y por los siguientes morfemas flexivos que constituyen la desinencia verbal: o

“-i-” (VT perteneciente a un verbo de la segunda conjugación).

o

“-a-” (morfema TAM).

o

“Ø” (morfema PN).



Se trata de la primera persona del singular del pretérito imperfecto de indicativo del verbo “leer”.



Palabra simple que está flexionada.

LIDERAZGO: situación de superioridad en que se halla una empresa, un producto, una persona... SAGRADOS: dignos de veneración y respeto.

II.1. Sintaxis LA ORACIÓN ESTÁ ANALIZADA EN EL BLOG EN UN DOCUMENTO INDEPENDIENTE.

II.2 Analice la implicación del autor en la enunciación a través de los recursos lingüísticos de modalización. La modalización es un concepto que se relaciona directamente con la subjetividad que manifiesta el emisor en su discurso. Así pues, decimos que un texto está modalizado cuando es muy subjetivo, es decir, cuando en él encontramos marcas explícitas del enunciador. Las lenguas nos ofrecen múltiples mecanismos para modalizar los mensajes, algunos de los cuales se reflejan en el artículo que estamos comentando. El primero de ellos es la presencia constante del "yo" de la enunciación a través de las desinencias verbales. Elvira Lindo recurre en dos ocasiones a la primera persona del singular, marca deíctica que permite su implicación directa en aquello que enuncia ("Leía ayer..."; "No comprendí muy bien..."). La articulista también busca la complicidad con sus lectores, de ahí que los trate con proximidad o familiaridad. Así lo apreciamos en el plural inclusivo del último enunciado ("Tenemos que potenciar..."), una perífrasis verbal de obligación que, junto con la

expresión "conviene no convertir..." (l. 18), constituye una recomendación indudable a los destinatarios y un ejemplo evidente de cómo la modalización deóntica se revela en el artículo. Este no es, no obstante, el único tipo de modalización presente en "Juguemos", donde advertimos igualmente un léxico subjetivo y varias figuras literarias que se convierten en marcas modalizadoras valorativas. Destacan, en primer lugar, adjetivos como "nociva", "insustituible", "fundamental" o "necesario", prueba de la existencia de un enunciador que juzga su entorno. Del mismo modo, sustantivos ponderativos como "barbaridad", "liderazgo", "terror" o "defensa" aportarían por sí solos, aun sin pretenderlo, cierta valoración. A estos términos podríamos añadir un par de diminutivos ("partidillo de fútbol" y "casitas") que nos hacen rememorar nuestra infancia y que se vinculan con el tema del artículo. En relación con las figuras estilísticas, estas permiten al emisor ofrecer un personalísimo punto de vista acerca de los acontecimientos. Así lo percibimos no solo en esa metáfora que identifica el juego en la calle con una "asignatura pendiente" en la educación infantil (l. 2), sino también en esa personificación donde se considera que el ocio tradicional "sigue siendo el gran educador social" (l. 12). Serían igualmente recursos modalizadores determinadas expresiones de certeza con las que Elvira Lindo deja traslucir una seguridad en la que la incertidumbre no tiene cabida: "la calle ya no es un sitio seguro" (l. 3); "el juego más educativo sigue siendo aquel..." (l. 8); "...es una insustituible herramienta de trabajo" (l. 11); "...no hay nada comparable en la vida de un niño a un partidillo de fútbol..." (l. 19). Se trata de enunciados asertivos que Lindo nos presenta como incuestionables gracias al empleo de una modalidad enunciativa en la que se refleja cierto grado de modalización epistémica. En definitiva, tratándose de una columna periodística, consideramos apropiada la incorporación de todos estos recursos modalizadores, por lo que estaríamos no solo ante un discurso coherente y cohesionado, sino también ante un texto adecuado perfectamente construido desde el punto de vista comunicativo.

II.2 Analice los deícticos que aparecen en el texto y señale el valor de los marcadores discursivos. El término deíxis designa la capacidad que tienen algunas unidades gramaticales de la lengua de remitirnos no solo a los elementos de la situación comunicativa, sino también a otros constituyentes del discurso. Deíxis, por consiguiente, puede ser sinónimo tanto de referencia exofórica como endofórica. Hablamos de deíxis extratextual cuando una unidad de la lengua alude directamente a los participantes del acto comunicativo o a las circunstancias espacio-temporales en que se produce la comunicación. Con respecto a la deíxis personal, el "yo" de la enunciación se manifiesta en el texto a través de las desinencias verbales. Elvira Lindo recurre en dos ocasiones a la primera persona del singular, marca deíctica que permite su implicación directa en aquello que enuncia ("Leía ayer..."; "No comprendí muy bien..."). La articulista también busca la complicidad con sus lectores, de ahí que los trate con proximidad o familiaridad. Así lo apreciamos en el plural inclusivo del último enunciado ("Tenemos que potenciar..."), una perífrasis verbal de obligación que constituye una recomendación indudable a los destinatarios y un ejemplo evidente de cómo la modalización deóntica se revela en el artículo. En cuanto a la deíxis temporal, subrayamos los adverbios "hoy" (l. 5) y "ayer" (l. 14) así como el adjetivo "actual" (l. 3), que dotan al texto de una cierta contemporaneidad, pues

apuntan a la época en la que vive Elvira Lindo. La desinencia de los verbos también nos informa del tiempo. Puesto que nos hallamos ante un artículo periodístico que analiza una situación actual, las formas en presente son las más copiosas (es, pasa, hablan, se refieren, se ven, sigue siendo, significa, sea, conviene, hay, tiene que ver, tenemos que potenciar...). No obstante, este predominio del presente se rompe momentáneamente en el segundo párrafo para aludir al pasado (leía, comprendí...). En tercer lugar, cabe decir que los elementos deícticos espaciales son inexistentes, quizá por voluntad expresa de la autora, para quien lo realmente significativo es jugar en la calle, sin importar dónde esté ubicada esta. Por otra parte, y como ya hemos afirmado, existen unidades lingüísticas que no señalan directamente a las personas, tiempos o espacios de la realidad, sino a otros elementos o fragmentos que están dentro del propio discurso. En este caso, hablamos de deíxis textual, que se manifiesta por medio de dos mecanismos distintos: la anáfora y la catáfora. La anáfora, procedimiento más recurrente, se apreciaría en el valor de las diversas proformas gramaticales empleadas: el pronombre demostrativo "esa" (l. 1) —cuya referencia la encontramos en la oración precedente: jugar en grupo— y el neutro "esto" (l. 20) —que recuperaría el contenido de las líneas precedentes, esto es, la defensa del juego tradicional—. La catáfora, por su parte, no suele abundar en los textos. De hecho, no encontramos ningún ejemplo aquí. Tan solo poseería cierto valor catafórico el propio título, pues su función es avanzar el hilo temático dominante, tal como ya hemos comentado al analizar la coherencia textual. En relación con los marcadores discursivos —unidades lingüísticas invariables que enlazan los párrafos y las oraciones de un texto—, basta con reseñar la predominancia de los conectores contraargumentativos "pero" y "al contrario", que expresan un contraste evidente con los enunciados anteriores. También resaltaríamos la conjunción "y" de la línea 20, que tendría en este contexto cierto valor conclusivo. En síntesis, y como hemos comprobado, la deíxis y los marcadores textuales se erigen como un potente mecanismo de cohesión que nos ayuda a evitar las reiteraciones innecesarias, a conectar las ideas y a anclar el mensaje dentro del eje espacio-temporal.

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