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“DESAPARECIDO” Escrito por: Susan Cálix 1. INT. OFICINA DE SANTIAGO- DÍA
SANTIAGO (25) un joven alto, delgado, de pelo negro y liso, ojos cafés, tez blanca, vestido con un saco azul marino, una camisa de botones blanca y una corbata negra, se encuentra sentado en su oficina, frente a su laptop Dell, color gris, tecleando y viendo fijamente a la pantalla. En la esquina derecha de la laptop se muestra que son las 11:30 de la mañana. Su celular Samsung A7 negro, se encuentra posando con la pantalla boca arriba en su escritorio largo, de madera, en forma de “L” a la par de su mano izquierda, junto con una gran taza de café, color verde y el café humeando. Al lado derecho de su escritorio, se encuentra su lapicera negra llena de bolígrafos, una tijera grande azul, un lápiz grafito amarillo número 2 y unos resaltadores anaranjado y amarillo fosforescente. Además, en su escritorio se ven unos Post-its amarillos y un porta retratos rectangular gris de orientación vertical, de 10x15 centímetros, conteniendo una fotografía de Santiago sonriendo, vestido con una blusa de mangas largas, azul celeste y jeans, posando su brazo izquierdo sobre los hombros de un chico sonriente con pelo colocho, castaño, ojos cafés, barba, tez morena, usando una gorra roja de Adidas, jeans y una camiseta negra con el logo de “Guns N Roses”. Santiago hace una pausa de su tecleo, inclina su silla negra de cuero hacia atrás soltando un suspiro. Santiago levanta su taza de café de su escritorio, lo sopla y toma un pequeño sorbo. El celular de Santiago comienza a vibrar fuertemente en su escritorio, encendiendo la pantalla y revelando en pantalla una llamada de: “Paula (novia de Enrique)” Santiago con la taza en sus manos hace un pequeño brinco de susto al escuchar a su celular vibrar
Santiago coloca su taza en el lado izquierdo de su laptop y levanta el celular lentamente para contestar la llamada. SANTIAGO (Incrédulo) “¿Hola?” PAULA (Nerviosa) “¡Hey, Santiago! ¿Qué ondas?” SANTIAGO (Dudoso) “Bien aquí en el trabajo. ¿Y vos? ¿Pasó algo?” PAULA (Preocupada) “Te quería preguntar sí ¿Enrique fue a trabajar hoy? ¿Lo has visto?” SANTIAGO (Preocupado) “Mmm no. Fíjate que no lo vi entrar hoy. ¿Por qué? ¿Qué pasó?”
Paula suelta un suspiro. PAULA (Nerviosa) “Ha tenido varios problemas familiares, hace una semana tuvimos una pelea muy pesada y no he sabido nada de él desde entonces.”
Santiago vuelve a enderezar su silla, posiciona ambos codos en el escritorio. Santiago estira su brazo izquierda hacia su lapicero, agarra uno de los bolígrafos negros,
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vuelve a posicionar su codo en el escritorio y comienza a apretar rápidamente la parte trasera plateada del bolígrafo. SANTIAGO (Preocupado) “Mmm ¿y has intentado llamarlo?” PAULA (Llorando) “No contesta mis llamadas y cuando voy a su apartamento, no hay nadie. Y cuando le pregunto a sus padres, dicen que no hay rastro de él.”
Santiago sigue oprimiendo la parte trasera del bolígrafo con menos rapidez, viendo hacia la nada, con una expresión seria. Santiago lleva su mirada fijamente a la fotografía en su escritorio. Santiago pasa su mirada a la pantalla encendida de su laptop mostrando un archivo en Excel y suelta un suspiro largo. SANTIAGO (Serio) “Ok, iré a buscarlo a su oficina o le voy a preguntar a los otros chavos sí lo han visto o algo.”
Santiago vuelve a extender su brazo izquierdo, devuelve su bolígrafo al lapicero y suelta otro suspiro. SANTIAGO (Calmado) “No te preocupés, vos sabés como es Enrique. Prefiere lidiar sus cosas solo y se pierde.”
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PAULA (Aliviada) “Ojalá tengás razón, vos lo conocés mejor que yo.” SANTIAGO (Calmado) “Cualquier cosa ahí te aviso.” PAULA (Aliviada) “¡Cheque gracias! Cuídate.” SANTIAGO “Cheque, gracias igual. Bye.”
Santiago oprime el botón rojo de su celular para terminar la llamada, vuelve a inclinarse en su asiento hacia atrás con el celular en su mano derecha, viendo hacia la nada. Santiago se levanta lentamente de su asiento. Santiago guarda su celular en el bolsillo derecho trasero de su pantalón negro de tela. Santiago camina hacia la puerta grande de vidrio de su gran oficina, extiende su mano hacia la manija. La mano blanca y delgada de Santiago, toca la manija de metal y jala la manija para abrir la puerta. Santiago respira profundo y sale de su oficina.
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