TEMA 4: ARTE BIZANTINO

TEMA 4: ARTE BIZANTINO - Introducción histórica. Bizancio, la parte oriental del antiguo Imperio Romano, no sufrió la ruina de su cultura, como le ocu

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TEMA 05.- EL ARTE PALEOCRISTIANO Y BIZANTINO A.- ARTE BIZANTINO
TEMA 05.- EL ARTE PALEOCRISTIANO Y A.- ARTE BIZANTINO BIZANTINO TEMA 05.- EL ARTE PALEOCRISTIANO Y BIZANTINO A.- ARTE BIZANTINO ESQUEMA CONTEXTO

Arte bizantino
Arquitectura bizantina. Pintura. Artes profanas. Mosaico. Fresco

Arte bizantino
Historia del Arte antiguo. Bizancio. Constantinopla. Mosaicos. Pintura. Icono. Luchas iconoclastas

Arte bizantino
Historia del Arte antiguo. Bizancio. Cultura bizantina. Arquitectura. Artes figurativas. Mosaico

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TEMA 4: ARTE BIZANTINO - Introducción histórica. Bizancio, la parte oriental del antiguo Imperio Romano, no sufrió la ruina de su cultura, como le ocurrió a la parte occidental. Su economía seguirá estando basada en la ciudad, el comercio, la industria y la tierra. La Corte es una gran empresa industrial y comercial que, con sus monopolios, limita el liberalismo económico. La economía privada estará basada en la posesión de grandes latifundios. La ciudad se mantiene como centro de todo tipo de actividades; en ella no sólo vive el emperador (basileus) y la Corte sino también los terratenientes ya que tenían la obligación de tener una casa en la ciudad. La teoría política que más desarrollo tiene en Bizancio es el Cesaropapismo que concentra el poder religioso y político en una sola persona. Se afirma la supremacía del emperador sobre la iglesia. Esta doctrina fue fundada por los Padres de la Iglesia y convertida en ley por Justiniano (los emperadores lo eran por la gracia de Dios). El emperador domina sobre la iglesia, el ejército y la administración; se reviste de todo un ceremonial místico para imponerse y demostrar su autoridad. La Corte, único cliente de grandes encargos artísticos, es solemne y rígida. La nobleza lo es por los privilegios que da el emperador, no por herencia. La clase alta está formada por funcionarios y terratenientes que, en un momento dado, llegaron a fusionarse. El emperador cimenta su poder en un ejército mercenario y en los funcionarios y debe su estabilidad al cobro de impuestos.

- Generalidades del arte bizantino. El arte bizantino es fundamentalmente áulico y cristiano al convertirse la iglesia en autoridad absoluta. Es la expresión de la autocracia, de la mística inaccesible (frontalidad, tendencia a representar de manera impresionante a las personas de más dignidad, etc.). Representa el formalismo del ritual eclesiástico y cortesano, la solemne gravedad de una vida con reglas despóticas y ascéticas, el protocolo de la jerarquía. Todo es grande y poderoso. Todo lo humano, caprichoso y subjetivo está suprimido. Habrá una triple base en la formación de este arte. Por un lado la romana, pues estamos en el Imperio Romano de Oriente. Por otro la griega, ya que estamos en una zona de cultura helenística. Finalmente la oriental que se notará más en lo formal y lo ritual. El arte bizantino alternará una serie de periodos de auge (Edades de Oro) con otros de decadencia. A lo largo de su dilatada existencia evolucionará sin que esto afecte a sus características específicas. Generará unas formas que se transmitirán e influirán de manera decisiva en el arte occidental. Su inicio y cronología varía según los autores, según consideren su inicio con la fundación de Constantinopla en el 330, con la división del Imperio en el 395, con el momento de esplendor de Justiniano en el siglo VI o con la crisis iconoclasta en el siglo VIII. Su final coincide con la caída de Constantinopla en manos de los turcos otomanos en 1453. 1

ARQUITECTURA Consideraciones generales. Es difícil llegar a definir unas características de tipo general, dada la amplitud temporal y geográfica de este arte. - Plantas: se prefiere la centralizada (poligonal, circular, de cruz griega) pero también se utiliza la basilical. Se mantiene el nártex paleocristiano, así como el ábside al que acompañan dos habitaciones laterales (prótesis y diaconicón). Entre la nave longitudinal y el ábside aparece una separación llamada iconostasis (muro con cortinas o cancel) en la que se colocarán, con el tiempo, iconos. - Materiales: fundamentalmente utilizan la piedra y el ladrillo que se suelen recubrir con mosaicos o pinturas y, a veces, con placas de piedra con relieves en el exterior. En determinadas épocas (sobre todo en la finales), el mosaico también se colocó en los exteriores. - Soportes: sobre todo la columna (con fuste liso y un ligero éntasis), por influencia clásica, pero también los pilares. Hay, básicamente, dos tipos de capiteles: uno vegetal tallado a trépano y otro cúbico de caras planas con relieves a dos planos. Por encima del capitel se coloca una pieza llamada cimacio, que va a tener dos funciones principales: dar más altura y proteger la decoración del capitel de los empujes de la parte superior del edificio. - Muros: muy gruesos. - Vanos: de medio punto por influencia romana. A veces tendrán las dovelas alternado piedra y ladrillo (policromía). - Cubiertas: usan bóvedas de cañón y arista, aunque la más importante es la cúpula, recogida de la tradición romana, y que desarrolla un carácter cósmico-religioso. Las cúpulas están hechas por hiladas concéntricas decrecientes de ladrillos que se apoyan sobre pechinas y estas sobre gruesos pilares. En el exterior, las grandes cúpulas son contrarrestadas por exedras y contrafuertes. Proporcionan, las cúpulas, una gran diafanidad al espacio interior. - Etapas. Primera edad de oro o época de Justiniano. (S. VI a mitad del VIII) Se engrandece Bizancio con numerosas edificaciones. Se prefieren las plantas centralizadas pero también se usa la basilical. Además del ábside y el nártex, aparece una tribuna por encima de las naves laterales. Las cúpulas se apoyan en pechinas y exedras (Santa Sofía) y en otras ocasiones se colocan varias cúpulas que se contrarrestan unas a otras (I. de los Santos Apóstoles). Hay un importante desarrollo de los monasterios. Destacan dos centros constructivos: Constantinopla y Rávena. En el primero de ellos las obras más importantes son las iglesias de Santa Sofía (construida entre 532 y 537 y reconstruida en 562) y de los Santos Sergio y Baco 2

(527-536). La primera tiene planta rectangular cubierta con una gran cúpula sostenida por pechinas, contrafuertes y dos grandes exedras. La segunda tiene planta octogonal y cúpula gallonada. Otras iglesias de este núcleo son Santa Irene y los Santos Apóstoles, esta con planta de cruz latina cubierta por cinco cúpulas. En Rávena destacan San Apolinar Nuevo y San Apolinar in Classe, ambas de planta basilical, y San Vital de planta centralizada octogonal. Segunda edad de oro (siglos X a XII). Desarrollo de las plantas de cruz griega, muchas veces inscrita en cuadrados, cubiertas con varias cúpulas que adoptan un perfil de base ligeramente ondulada sobre tambor taladrado por ventanas. Con nártex envolvente y varios ábsides. Mayor sensación de ligereza y verticalidad, con pilares y columnas más estilizados. Ejemplos importantes son Santa Sofía de Kiev, que servirá de modelo a los siguientes templos rusos, y San Marcos de Venecia, de cruz griega, con cinco grandes cúpulas y gran desarrollo del ábside. Tercera edad de oro (Siglo XIV y primera mitad del XV). El ámbito de lo bizantino se amplia. Los modelos anteriores se extienden por Creta y Grecia, no habiendo innovaciones destacadas excepto el marcado perfil bulboso de las cúpulas. En general los materiales suelen ser más pobres y el mosaico se sustituye por la pintura. Los mejores ejemplos están en los grandes conjuntos monásticos del monte Athos (Beocia), Mistra (Peloponeso) y Salónica (Tracia) así como en las catedrales del Kremlin y San Basilio (Moscú) ARTES FIGURATIVAS Características generales. El arte figurativo bizantino será una continuación del Paleocristiano, en cuanto a la temática religiosa, y del mundo romano bajoimperial, en cuanto a las formas. La iconografía trata de plasmar los dogmas religiosos fijados por los concilios que imponen unas normas definitivas (Concilio de Nicea, 787) que marcan la representación de las imágenes. § La figuración bizantina la podemos encontrar en: - iconos: pintura al temple sobre tabla. - frescos y mosaicos en las paredes de las basílicas. - Miniaturas de los libros religiosos. - Esmaltes y marfiles. - Escultura. La perspectiva: se sustituye la perspectiva clásica, que buscaba el ilusionismo tridimensional, por la jerárquica, que coloca de mayor tamaño a la figura más importante, o la inversa en la que las figuras se agrandan conforme se alejan del ojo del espectador. La composición es simple y clara. A cada tema iconográfico le corresponde el mismo tipo de composición. Aumenta esta claridad la supresión de los medios tonos y la penumbra. Las figuras no se salen de la fila ni miran de lado. La ambientación desaparece (triunfo de lo sirio sobre lo helenístico). Las figuras: se van abandonando las representaciones romanas y griegas y su concepto 3

sobre las proporciones, volumen, etc. Las figuras son rígidas, frontales, geométricas y planas. Se disponen de forma majestuosa, simétrica, jerárquica e isocefálica. Se individualizan tipos y no personajes. La finalidad de este arte es recordar al pueblo las enseñanzas recibidas y mantener viva la evocación de los episodios sagrados. Tiene, por tanto, un carácter didáctico y dogmático. Sus principales clientes son el emperador, los nobles y la iglesia. La disposición de las figuras y los temas en las iglesias sigue estrictamente un principio de jerarquización. Las partes más importantes del templo se reservan a los personajes más importantes. En el ábside aparecen Cristo o la Virgen. La cúpula se suele reservar para Cristo. En las paredes y bóvedas de las naves se representan escenas de los Evangelios o distintas categorías de personajes religiosos. Cristo aparece como rey, la Virgen como reina, Los apóstoles y los santos se dirigen hacia ellos en larga comitiva con ritmos lentos y solemnes, estrictamente ordenados. Los temas.- Son lo fundamental de este arte al que interesa más lo representado que la forma como se representa. Los temas son fundamentalmente religiosos, muy variados y se fueron creando desde el periodo paleocristiano. A finales del s. VIII y principios del IX quedará definitivamente fijada la iconografía bizantina. § Pantocrátor: es la imagen de Cristo sentado, con la mano derecha en actitud de bendecir y en la izquierda el libro de los Evangelios. Se suele representar con melena, barba partida y ojos muy abiertos (manera siria). Alrededor de su cabeza hay un nimbo crucífero y toda la figura suele estar metida en un halo de forma almendrada llamado mandorla. § Virgen: adquiere una variadísima tipología. Es ante todo la "Agia Theotokos" o Santa Madre de Dios, o la "Panagia Theotokos", Toda santa Madre de Dios. "Kyriotissa", la que tiene al Señor (ambos, madre e hijo, miran de frente al espectador y no se comunican entre ellos, románica). "Nikopaya", Hacedora de la Victoria. "Blanchernitissa" o "Platytera, con los brazos en alto y un medallón en el pecho en el que aparece la imagen del Hijo. "Hodigitria", la que señala el camino de la salvación, aparece sentada señalando al niño al que sostiene entre las piernas; el niño lleva en su mano izquierda el globo del mundo y bendice con la derecha o lleva un pequeño libro o rollo que hace referencia al mensaje evangélico. "Theotokos", es la Virgen madre; establece relaciones con el niño, dulcificando la representación; es frecuente que el niño, situado a la izquierda de la madre, bendiga y que ésta le entregue, como nueva Eva, un fruto o una flor, alegoría de la salvación. "Galactotrofussa", amamantando al niño; se relaciona con el aspecto regenerador del alimento; adquirió gran difusión en occidente como Virgen de la leche, en especial en su variante de la Virgen de la Humildad Franciscana, que representa a la Virgen amamantando al niño en un descanso de la huida a Egipto. "Glycofilussa", la dulce amante; la madre juega con el hijo; en occidente pudo dar lugar, en el siglo XIII, al modelo de Virgen del Socorro, con la cara melancólica porque conoce la futura pasión del hijo. § En los temas evangélicos destaca la frecuencia de la representación de las escenas correspondientes al ciclo de las Doce fiestas litúrgicas bizantinas: tres referidas a la naturaleza humana de Cristo (Anunciación, Natividad y Presentación en el templo), tres relativas a su naturaleza divina ((Bautismo, Transfiguración y Resurrección de Lázaro), tres a su pasión salvadora (Entrada en Jerusalem, Crucifixión y Anastasis) y, finalmente, otras tres que hacen 4

alusión a la vida gloriosa de Cristo y la Virgen (Pentecostés, Ascensión y Tránsito de la Virgen). Otro tema muy difundido es la Déesis, en el que se representa a Cristo crucificado o sin crucificar con la Virgen y San Juan como intercesores. Este tema dio paso a la Gran Déesis en la que, además de los mencionados, aparece toda la corte celestial rindiendo culto a la divinidad e intercediendo por los mortales.

Evolución de las artes figurativas Primera Edad de Oro: se reúnen las tendencias helenísticas, que desarrollan los espacios, ambientes y volúmenes, con las sirias neoáticas, que inciden en la concepción plana y el idealismo. Adquiere una gran importancia el mosaico, con teselas de barro que se policroman y se recubren de pan de oro, decorando muros y bóvedas. Los más importantes están en Rávena enlazando con los paleocristianos de Gala Placidia. En el ábside de San Vital se representa a Cristo entregando la corona del triunfo a Eclesius; en los laterales escenas del Antiguo y Nuevo Testamento y en los bajos del arco de triunfo a Justiniano y Teodora con su séquito. Los mosaicos de S. Apolinar Nuevo no son todos del siglo VI. Mosaicos de S. Apolinar in Classe. Los frescos murales son escasos y repiten las características de los mosaicos. Se hacen algunos iconos, aunque lo que más destaca de la pintura es la miniatura en la que se llegan a distinguir varias escuelas. La escultura de bulto redondo entra en decadencia. Más abundantes son los relieves en sarcófagos y placas de marfil, destacando los de la Cátedra del obispo Maximiano, el díptico Barberini y los dípticos consulares. Segunda Edad de Oro: Durante los siglos VIII y IX hay en Bizancio un periodo iconoclasta bajo el que subyace un problema político-económico que pretende acabar con la pujanza económica de los monasterios y catedrales. Pero la mayor consecuencia de la crisis es la destrucción de gran parte del arte bizantino hecho antes. A partir del año 843 se vuelven a hacer imágenes pero cada vez más reglamentadas. El arte se torna más conceptual, abstracto, simbólico y, a veces, críptico, desarrollando lo que propiamente se conoce como iconografía bizantina. Se conservan algunos mosaicos en Constantinopla (el emperador León VI adorando a Cristo, en Santa Sofía) y otros en Grecia (Santa Sofía de Salónica). Pero el marco geográfico se amplia a Italia, donde destacan dos escuelas: la veneciana (San Marcos) y la siciliana (Cefalú, Palermo y Monreale). La escultura de bulto redondo se reduce muchísimo y se limita a repetir modelos anteriores. Más importantes son los relieves, casi todos en marfil. Los iconos se desarrollan mucho, así como las miniaturas. Tercera Edad de Oro: los centros artísticos se trasladan a los Balcanes y a Rusia. Se enriquece la iconografía de la Virgen y se introducen nuevos ciclos con más santos. Aparece una mayor libertad interpretativa en los temas así como un cierto alargamiento del canon (manierismo). La pintura sustituye prácticamente al mosaico, recubriendo paredes y techos (antecedentes en las iglesias rupestres de Capadocia, Asia Menor). El icono se expande por Rusia (Novgorod, Moscú), Grecia, la antigua Yugoslavia, Rumania y Bulgaria

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