Teresa Escalante Entrevista realizada por Dayana Mora*

Costa Rica

La carrera científica es un trabajo muy divertido y estimulante, ya que fortalece la mente y nos enfrenta constantemente a los diferentes retos que debemos afrontar con creatividad

La joven científica Teresa Escalante es una microbióloga entusiasta y enamorada de su trabajo en un mundo de ciencia dentro del prestigioso y mundialmente reconocido Instituto Clodomiro Picado Twight de la Universidad de Costa Rica. Ella forma parte de la División Académica del Instituto y es profesora de la Sección de Inmunología de la Facultad de Microbiología de dicha universidad. Sus investigaciones se han enfocado a la patología local y sistémica inducida por venenos de serpiente, principalmente los efectos provocados por las metaloproteinasas hemorrágicas, un tipo de toxinas de los venenos de vipéridos que destruyen los capilares sanguíneos. Complementando dichas investigaciones, ha realizado estudios con inhibidores naturales y sintéticos de estas toxinas, con el objetivo de encontrar alternativas terapéuticas que complementen la terapia con suero antiofídico.

* Dayana Mora es Máster en Gerencia de Proyectos de Desarrollo, Directora Ejecutiva de la Academia Costarricense de Ciencias, encargada del área de Comunicación y Profesora Asistente de la Universidad de Costa Rica.

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En el laboratorio de cultivo celular del Instituto Clodomiro Picado.

¿Cuáles experiencias la estimularon en su niñez para interesarse por la ciencia? Cuando era una jovencita, ¿qué quería estudiar en el futuro? Teresa creció en una pequeña localidad rural de la provincia de San José, Costa Rica, llamada Santa Ana; recuerda que siempre le gustaron mucho los animales. “Había muchos árboles y naturaleza, crecí rodeada de mascotas y de ahí surgió mi deseo de ser veterinaria; más adelante me seguí inclinando por las ciencias, pero decidí estudiar Microbiología. A mi padre le gustaba mucho la naturaleza y fue él quien me trasmitió este gusto por las ciencias naturales”.

Cuando estaba en la secundaria, ¿cuál era su materia favorita? ¿Qué le gustaba hacer durante su tiempo libre? “Cuando estaba en el colegio en la etapa de estudios secundarios, yo era una joven muy aplicada y me iba muy bien en todas las materias. Me gustaban mucho la Biología, la Química y las Matemáticas; la Historia y la Geografía no me gustaban tanto. Durante mi niñez, aprovechaba mi tiempo libre en lo mismo que cualquier otro niño, como jugar con muñecas, carritos, mascotas y con mis amigos. No quiere decir que pasara todo mi tiempo estudiando, sino que tenía tiempo para todo. Durante mis vacaciones, me gustaba mucho la literatura y algo que me divertía bastante era atrapar bichitos (insectos) en el patio de mi casa”.

¿Por qué decidió elegir una carrera científica? La doctora Escalante reconoce que en aquel tiempo estaba un poco indecisa, no tenía definido qué era lo que quería estudiar. “Me gustaban muchas carreras, entre ellas la Psicología y la Nutrición. Cuando ingresé a la Universidad de Costa Rica elegí la carrera

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de Nutrición, pero empecé a llevar varios cursos sobre diferentes áreas para abrir mis opciones. Fue así como luego de varios cursos y de obtener información de otras personas, eligió finalmente la Microbiología y me gustó mucho porque ofrecía un componente científico fuerte”.

¿Quién fue crucial en su definición para la escogencia de una carrera científica? Con agrado recuerda que el gusto por la naturaleza le fue transmitido por su padre durante la niñez, y el gusto por la Microbiología por los profesores de la carrera. “Todos eran investigadores y me transmitieron el interés y la importancia por la investigación científica. En el tercer año de Microbiología llevé un curso de Bioquímica durante el cual conocí a la profesora Yamileth Angulo; un día, conversando ambas durante un recreo, salió a colación lo bonito que sería trabajar en investigación científica”. Poco tiempo después, ella la recomendó para realizar una pasantía en el Instituto Clodomiro Picado Twight. Durante su cuarto año de carrera empezó a realizar estudios de investigación en el Instituto Clodomiro Picado Twight, lo que le dio la oportunidad de trabajar con el Dr. José María Gutiérrez y la Dra. Alexandra Rucavado. “Pienso que la influencia del Dr. Gutiérrez sobre mí fue decisiva debido a su gran pasión por la ciencia y el amor por su trabajo. Además, posee una forma muy bonita de enseñar y de transmitir el gusto por la investigación”. Actualmente los tres son compañeros de trabajo y Teresa Escalante reconoce que ha aprendido mucho y ha desarrollado el gusto por la actividad científica gracias a ellos. “En la vida una se enfrenta a diferentes posibilidades y oportunidades que indirectamente nos guían por el camino que vamos a seguir, sin tenerlo necesariamente trazado; yo tuve la suerte de toparme con estos excelentes profesionales”.

¿Qué piensa usted sobre la importancia de las mujeres en la ciencia? “Es importante que las mujeres participen en todas las actividades de la sociedad, ya sean actividades socioeconómicas, de generación del conocimiento y de formación y desarrollo familiar”. Teresa enfatiza que es importante que en la ciencia se consolide y se mantenga la participación de las mujeres para garantizar una igualdad de oportunidades, pero principalmente porque –en su opinión– las mujeres tienen una forma diferente de analizar las situaciones y de adquirir el conocimiento. “Y esto me parece importante ya que enriquecen la forma en que la ciencia se aborda y en la que los problemas son investigados y transmitidos a la sociedad”. Según esta joven investigadora, en Costa Rica existen en la actualidad muchas oportunidades para estudiar. “Las mujeres tenemos un gran gusto por el área científica; como profesora universitaria he notado que las mujeres predominan en el área de las ciencias de la salud, poseemos aptitudes excelentes, somos muy aplicadas, organizadas, más metódicas y me parece que hay una buena representación de este género en las ciencias”.

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Su condición de mujer ¿facilitó o le fue indiferente para incurrir en la carrera sobre la ciencia? “Considero que muchos años atrás, quizá era un poco más difícil, pero en el tiempo en que yo estudié, las oportunidades eran similares para ambos géneros; el tema de género pienso que no dificultó o facilitó mis estudios, ni el acceso a una carrera científica”.

¿Se siente mejor en un equipo de ciencia de solo mujeres? Ante esta pregunta la doctora Escalante es clara en que este asunto es indiferente. Enfatiza que es bueno aprender a relacionarse con todo tipo de personas porque cada persona aporta una visión diferente a cada problema, independientemente del género. “Los compañeros de trabajo que he tenido son muy respetuosos, siempre han valorado y respetado los trabajos que las mujeres realizamos. De hecho, la mayoría han sido ejemplos a seguir y excelentes maestros”.

Acerca de las condiciones de trabajo, ¿las dificultades económicas han influido en los logros de su carrera como estudiante y como investigadora? “No, el factor económico no ha influenciado el desarrollo de mi carrera científica. Con el salario que una tiene se puede tener un nivel de vida satisfactorio. Así mismo, el factor económico no ha sido decisivo en mi elección sobre qué estudiar; mi mayor preocupación cuando inicié la universidad fue estudiar una carrera que me gustara”. Del mismo modo, agrega la Dra. Escalante, se considera privilegiada por haber tenido la oportunidad de trabajar inmediatamente después de finalizar su carrera y, además, de que no existieran diferencias en términos salariales de acuerdo al género. “Con respecto a los recursos del Instituto Clodomiro Picado, se cuenta con una infraestructura básica que permite trabajar con facilidad en comparación con otros laboratorios y quizá con los de otros países que están menos desarrollados; esto ha facilitado el desarrollo de mi carrera”.

¿Cuáles han sido los mayores obstáculos que ha enfrentado en su carrera y cómo los ha sobrellevado? Teresa reconoce que su carrera se ha facilitado por contar con el apoyo en el Instituto Clodomiro Picado Twight, de científicos de talla mundial como el Dr. José María Gutiérrez y el Dr. Bruno Lomonte; ambos son miembros de número de la Academia Nacional de Ciencias en Costa Rica. También ha contado con el apoyo de la Dra. Alexandra Rucavado, al igual que con el de todos sus otros compañeros de trabajo. “Quizá la mayor dificultad que existe al trabajar en un país en vías de desarrollo es aprender a manejar la frustración, ya que debido a la burocracia de la parte administrativa, a veces los procesos son un poco lentos y se dificulta el desarrollo de los proyectos;

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por otra parte, al trabajar en temas no muy atractivos para las agencias internacionales como el ofidismo, se dificulta un poco la obtención de recursos. Pero en términos generales, no los visualizo como limitaciones, sino más bien como oportunidades para mejorar. Yo me siento afortunada de poder trabajar en el Instituto Clodomiro Picado Twight de la Universidad de Costa Rica”.

¿Cuáles consejos les podría dar a otras mujeres para enfrentar los obstáculos? La joven científica medita unos instantes, luego de forma muy asertiva afirma: “básicamente, los principales consejos que les doy a las personas que están iniciando una carrera científica son: tener paciencia, aprender a comunicarse muy bien con sus colegas, con el personal administrativo y con los estudiantes. Es vital mantener el respeto, la comunicación e integración con todas las personas para poder aprender, investigar y ser una buena científica. Es importante unirse y mantener vínculos con equipos nacionales y foráneos que posean mayor conocimiento y que les enseñen a sobrellevar las dificultades que se presenten”.

¿Cómo combina su vida familiar con su vida científica? “Hace varios años conocí en el Instituto donde trabajo a la persona que luego sería mi esposo: Álvaro Segura; ambos compartimos el gusto por la ciencia, ya que es biólogo. Tenemos nueve años de casados. Durante el inicio de mi doctorado quedé embarazada de mi primer hijo, Julián, quien tiene ahora 9 años y hace un año nació mi hija Paula. Ha sido difícil y sacrificado pero muy satisfactorio. He tenido mucho apoyo de mi familia, especialmente de mi esposo en cuanto al cuidado de mis hijos. Al ser madre una no puede llegar en la noche a leer artículos, ni quedarse tarde en el laboratorio haciendo experimentos como cuando no lo era; sin embargo, me siento bien porque así y todo he podido y sigo desarrollando a la mujer profesional”.

¿Usted piensa que tener una familia limita su carrera científica? “Sin duda alguna que he tenido un gran apoyo de mi familia; por ejemplo, para la participación en congresos y pasantías, mi familia me ha apoyado incondicionalmente. Reconozco que no tengo la misma libertad que tenía antes de tener hijos para desarrollarme en estas actividades, pues el trabajo científico es muy demandante y hay que trabajar muchas horas. Durante la etapa en la que los hijos están pequeños es importante y ne-

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Con sus compañeros de trabajo y varios de sus estudiantes.

cesario dedicarles mucho tiempo. Al igual que lo han hecho mi pareja y mi familia, el Instituto Clodomiro Picado Twight de la Universidad de Costa Rica me ha apoyado bastante, me ha permitido desarrollar mi carrera y realizar pasantías en laboratorios en el extranjero para mejorar mi formación”.

¿Qué recomendaría a las científicas jóvenes que podrían estar en su misma posición? “Que no se limiten y que, si tienen metas, busquen la forma de cumplirlas; siempre es posible desarrollarse en el ámbito familiar y el profesional, aunque sea una lucha constante seguir sus sueños. Aunque todavía culturalmente existe mucho peso para la mujer en cuanto a la responsabilidad familiar, muchas veces es nuestra propia mente la que nos limita y no nos deja equilibrar la vida familiar y la profesional. Hay que encontrar un balance entre lo que yo tengo y quiero darle a la familia, y lo que quiero en mi parte profesional para no perjudicar ninguna de las dos”. A la doctora Escalante le parece muy positivo que en Costa Rica, actualmente, a las mujeres científicas se les están abriendo puertas constantemente, que cada vez existan más becas y financiamiento para estudiar en el exterior. Asegura que existe una gran conciencia sobre la igualdad de género.

¿Cuáles son los logros científicos de los que usted está más orgullosa? “Siento que mi carrera científica ya se inició; tuve la ventaja de entrar a un grupo de investigación muy activo con el Dr. José María Gutiérrez, donde empezamos a trabajar en diferentes proyectos y hemos tenido resultados interesantes; hemos logrado grandes

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avances en los mecanismos de acción de las toxinas de los vipéridos; estos han sido un logro en equipo, ya que trabajo con un grupo conformado por investigadores de gran experiencia que me han ayudado a aprender bastante durante todos estos años”. Teresa afirma estar muy contenta con ese proceso de aprendizaje y se siente orgullosa, tranquila y segura sobre cómo plantear y desarrollar un proyecto de investigación. “Han transcurrido alrededor de 13 años desde que inicié mi formación y me parece que ahora, luego de finalizar el doctorado, ya puedo consolidar mi carrera”.

¿Qué puede ver para los años venideros? “En cuanto a la carrera científica, he desarrollado proyectos bastante enfocados y específicos sobre los mecanismos de acción de las toxinas de venenos de serpientes y deseo poder elaborar proyectos más ambiciosos, con los que se logre la integración de otras disciplinas; así, se podrán hacer trabajos multidisciplinarios que aborden otros temas dentro del área de la salud y se obtenga una aplicación más directa hacia la comunidad”. ¿Cuáles son sus metas? La doctora Teresa Escalante visualiza a futuro la consolidación de su carrera científica, continuar trabajando con el equipo y poder contribuir con el progreso en esta área. “Me gustaría enfocarme en la inclusión de la mujer en las ciencias y realizar proyectos que estén más enfocados en el aspecto social”.

¿En cuál disciplina se desarrolla usted? “Actualmente trabajo en el área de venenos de serpiente en la parte de toxicología. Mi trabajo se ha enfocado especialmente a toxinas que causan hemorragias; hemos tratado de entender cómo actúan éstas, cómo destruyen los vasos sanguíneos y hemos buscado sus inhibidores que complementarán la terapia del suero antiofídico”. El trabajo de licenciatura de la doctora Escalante estuvo enfocado a la búsqueda de un inhibidor para este tipo de toxinas; este fue su primer trabajo en el Instituto Clodomiro Picado Twight. Posteriormente, efectuó trabajos como comparar otras toxinas con diferentes modelos animales y tratar de entender los diferentes efectos de algunas de ellas. “He estudiado cómo su estructura se relaciona con su función con el fin de entender el mecanismo de acción; hemos estudiado los vasos sanguíneos con técnicas de microscopía electrónica para poder ver cómo las toxinas se unen a los vasos sanguíneos y cómo los destruyen. Por otra parte, dichas toxinas son de gran interés, ya que se relacionan con varios procesos fisiológicos como la angiogénesis; esta es un tema muy actual ya que ciertas patologías como el cáncer muestran alteraciones de la misma”. Uno de sus proyectos más recientes se ha enfocado al estudio de cómo estas toxinas modulan la angiogénesis, un proceso muy importante en la formación de los vasos sanguíneos que está relacionado con patologías más generales, no solo con el envenenamiento antiofídico, sino con el cáncer, la artritis y otras enfermedades.

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Según detalla la doctora Escalante, “estas toxinas son un modelo muy interesante ya que pueden utilizarse como herramientas para dilucidar procesos similares que podrían tener diferentes aplicaciones en el campo de la Biomedicina”.

¿Le gusta la enseñanza? “Sí, me gusta mucho. En la Universidad de Costa Rica existen dos nombramientos: como docente o como administrativo; el mío es como docente por lo que participo en actividades de investigación, docencia y de acción social. Imparto clases de Inmunología en la Facultad de Microbiología. “Tengo 14 años de enseñar en la Universidad de Costa Rica, he sido y sigo siendo tutora de trabajos de graduación, lo que me da la oportunidad de establecer contacto más directo con los estudiantes por largos períodos. Es muy bonito interactuar con ellos de esta manera, ya que es un proceso de aprendizaje mutuo y siempre es muy enriquecedor observar las diferentes visiones que tienen sobre los problemas”.

¿Puede comentarnos acerca del instituto donde labora? “El Instituto Clodomiro Picado Twight pertenece a la Universidad de Costa Rica. Es un instituto de investigación que tiene una labor muy importante para Costa Rica, ya que produce los antivenenos para el tratamiento de las mordeduras de serpientes venenosas. Es un instituto muy particular porque combina la labor productiva, la de investigación, la docencia y la labor de extensión comunitaria sobre el tema de mordeduras de serpiente. “En él se imparten ponencias educativas sobre las mordeduras de serpientes a la población en general, población de áreas urbanas y, principalmente, rurales y para los investigadores del área de la salud. Los docentes participan y de esta manera se acercan más al público general; es una experiencia muy enriquecedora porque se pueden transmitir todos los conocimientos a las personas en general y, así, obtener retroalimentación sobre sus experiencias. “El Instituto Clodomiro Picado Twight cuenta con dos divisiones: la División Industrial y la División de Investigación. Los laboratorios de investigación están organizados según las técnicas que se desarrollan en ellos, lo cual es muy ventajoso porque de acuerdo con las preguntas que se tengan en los proyectos, los investigadores hacen uso de los distintos laboratorios. Esto permite una interacción estrecha entre los distintos grupos de investigación”. La doctora Escalante trabaja en la División de Investigación. Un mensaje inspirador para las jóvenes que están interesadas en querer seguir una carrera científica “Lo más importante es conocerse uno mismo, tener claro lo que nos gusta hacer y para qué cosas tenemos habilidades. Para trabajar en ciencia, así como en cualquier otra disciplina, es necesario tener un gusto genuino por lo que se hace y tener una mente abierta

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Su trabajo ha permitido un mejor entendimiento del veneno de serpientes para mejorar la produccion de sueros antiofídicos. Además de su labor como investigadora, también es docente de la Universidad de Costa Rica, labor que disfruta mucho y que le permite el intercambio constante con estudiantes. Teresa Escalante combina la investigación científica y su vida familiar con su esposo, un hijo de 9 años y una hija de un año.

y crítica que permita estar cuestionando constantemente los fenómenos que nos rodean. La carrera científica es muy demandante, pero al mismo tiempo es un trabajo muy divertido y estimulante, ya que fortalece la mente y nos enfrenta constantemente a los diferentes retos que debemos afrontar con creatividad. Al mismo tiempo, es un trabajo muy gratificante, ya que nos permite ayudar a resolver problemas de nuestras sociedades y a enriquecer el conocimiento en un campo en particular. Las mujeres que sientan esa atracción por la ciencia tienen actualmente muchas oportunidades para desarrollarse en este campo y no deben limitarse por los roles que culturalmente nos ha impuesto la sociedad. De igual manera, no se debe pensar que trabajar en ciencia necesariamente implica sacrificar el desarrollarse en otros ámbitos personales, pues siempre es posible dedicar tiempo a otras actividades que enriquecen nuestra manera de ver la vida y de abordar las interrogantes científicas”.

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