TRABAJO FIN DE GRADO. La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar

TRABAJO FIN DE GRADO Título La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar Autor/es Andrea Moneo Fernández Director/es María Esther Garga

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TRABAJO FIN DE GRADO Título

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar Autor/es

Andrea Moneo Fernández Director/es

María Esther Gargallo Ibort Facultad

Facultad de Letras y de la Educación Titulación

Grado en Educación Primaria Departamento

Curso Académico

2013-2014

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar, trabajo fin de grado de Andrea Moneo Fernández, dirigido por María Esther Gargallo Ibort (publicado por la Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported. Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden solicitarse a los titulares del copyright.

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El autor Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2014 publicaciones.unirioja.es E-mail: [email protected]

Trabajo de Fin de Grado

LA LATERALIDAD Y SU INFLUENCIA EN EL APRENDIZAJE ESCOLAR Autor:

ANDREA MONEO FERNÁNDEZ

Tutor/es: María Esther Gargallo Ibort

Fdo. Titulación:

Grado en Educación Primaria

Facultad de Letras y de la Educación

AÑO ACADÉMICO: 2013/2014

Resumen El propósito de este trabajo es el de conocer y estudiar en profundidad la lateralidad y, sobre todo, analizar cómo la lateralidad mal definida o cruzada puede influir en el proceso de aprendizaje de los niños. La mayoría de las ocasiones, una lateralidad mal definida puede influir tanto en aspectos cognitivos como en aspectos motrices. Así, para poder confrontar la información, se ha realizado un pequeño estudio con una muestra de 33 niños/as de entre 9 y 12 años, entre los cuales algunos presentan necesidades educativas especiales bien, por dificultades de aprendizaje o por altas capacidades y, el resto, no muestra ninguno de estos rasgos. Para establecer el tipo de lateralidad se ha medido la dominancia lateral mediante un test y se ha contrastado con el proceso de aprendizaje de cada niño para establecer conclusiones, a pesar de que únicamente se han podido verificar parcialmente.

Abstract The purpose of this study is to learn and study in depth the laterality and, especially, to analyze how the ill-defined or crossed laterality may influence the learning process of children. Most of the time, an ill-defined handedness can influence both cognitive and motor aspects. Thus, to compare the information, a small study has been made with a sample of 33 children between 9 and 12 years, including some with special educational needs well, learning difficulties or high ability and the rest, shows none of these characteristics. To set the type of laterality, the lateral dominance has been measured by a test and this has been compared with the learning process of each child to obtain any conclusions, in spite of the fact that it has only been able to verify partially.

Índice 1.

Introducción ...........................................................................................................5 1.1.Justificación .....................................................................................................5

2.

Objetivos ................................................................................................................6

3.

Enfoque teórico ......................................................................................................7 3.1. Concepto de lateralidad ...................................................................................7 3.2. Lateralidad y hemisferios cerebrales ................................................................8 3.3. Tipos de lateralidad ....................................................................................... 11 3.4. Factores que intervienen ................................................................................ 13 3.5. Importancia de las etapas prelaterales ............................................................ 15 3.6. Detección y diagnóstico ................................................................................. 17 3.7. Influencia de la lateralidad en el aprendizaje .................................................. 20

4.

Estudio práctico de valoración de la lateralidad .................................................... 28

5.

Conclusiones ........................................................................................................ 35

6.

Bibliografía .......................................................................................................... 37

7.

Anexos ................................................................................................................. 40

Índice de tablas y figuras

Tabla 1. Distribución de las tareas según el lóbulo hemisférico principalmente implicado (tomado de Ortigosa 2004:42) .......................................................................9 Tabla 2. Características de los estilos de procesamiento de la información según el hemisferio dominante utilizado. (Tomado de Ortigosa 2004:44) ..................................10 Tabla 3. Test profesionales para la evaluación de la lateralidad. (Tomado de Ortigosa, 2004:85) ...................................................................................................................... 20 Tabla 4. Comparación de las características referentes al dibujo obtenidas por la doctora Peciller en su estudio. (Tomado de Ortigosa, 2004: 73) ............................................... 24 Tabla 5. Fallos y síntomas psicológicos de los niños/as con lateralidad mal definida. (Tomado de Banús) .....................................................................................................27 Tabla 6. Dificultades y necesidades educativas especiales de los sujetos del estudio. ...29 Tabla 7. Tipos de lateralidad obtenidos en el estudio ................................................... 31

Figura 1. Semejanza de la grafía de la letras b, d, q y p. (Tomado de Ortigosa 2004: 71) ....................................................................................................................................22 Figura 2. Sujetos del estudio por género. ..................................................................... 28 Figura 3. Porcentaje de los sujetos del estudio con dificultades de aprendizaje, TDAH, desfase curricular, altas capacidades y del grupo control. ............................................. 29 Figura 4. Tipos de lateralidad reflejados en el estudio. ................................................. 31

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar 1. Introducción Cuando decimos que un niño es diestro o zurdo, ¿a qué parte nos referimos? ¿Diestro o zurdo de mano, de pie, de oído o de ojo? Para responder a esto, lo primero que se ha de conocer es qué es la lateralidad, la cual es la preferencia en la utilización de una mitad del cuerpo sobre la otra, teniendo en cuenta la dominancia de la mano, del ojo, del oído y de los miembros inferiores. Por lo cual, cuando se dice que una persona es zurda o diestra, se debería diferenciar a qué parte nos referimos. Es de suma importancia conocer que la lateralidad mal definida puede ser una causa de que un niño presente dificultades de aprendizaje en aula. Cuando se observa que su velocidad lectora es lenta, que invierte las letras o los números a la hora de escribir, que confunde derecha o izquierda o incluso, que presentan una orientación espacial y temporal pobre, hay que activar la voz de alarma puesto que puede ser que su lateralidad esté mal construida. Para mejorar su proceso de aprendizaje, hay que saber cómo intervenir y qué hacer cuando un niño o niña presenta lateralidad cruzada o mal definida.

1.1. Justificación He querido realizar el trabajo sobre este tema ya que me resulta muy interesante y motivador a la hora de estudiarlo debido a que nunca lo había tratado con tanta profundidad puesto que la mayoría de las veces siempre lo han explicado de manera muy superficial y únicamente destacando alguna forma de evaluarlo, como el test de Harris. Además, en mi opinión, creo que es importante que las personas conozcan su relevancia en los procesos de aprendizaje de los niños porque, si está mal definida, puede desembocar en dificultades de aprendizaje y la mayoría de las veces no tenemos en cuenta que pueden ser causa de una lateralidad cruzada o mal definida. Por todo esto he querido hacer un pequeño estudio tanto con niños sin dificultades como con niños con dificultades y necesidades educativas, para ver si en realidad puede influir o no.

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Andrea Moneo Fernández 2. Objetivos -

Profundizar en el conocimiento de la lateralidad.

-

Analizar a través de un pequeño estudio si la lateralidad puede influir en el aprendizaje escolar de un niño/a.

-

Describir el término de lateralidad y conocer diferentes clasificaciones.

-

Conocer los métodos de diagnóstico y evaluación de la lateralidad.

-

Estudiar la influencia de la lateralidad en el aprendizaje escolar mediante el cociente de lateralidad.

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La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar 3. Enfoque teórico 3.1. Concepto de lateralidad Con el paso del tiempo, muchos autores han definido la lateralidad centrándose en distintos aspectos. Partiendo de los primeros autores que dieron una definición de lateralidad y basándose en sus palabras, se podría decir que es el predominio de un lado del cuerpo sobre el otro o la preferencia en la utilización de una mitad del cuerpo, teniendo en cuenta la dominancia de la mano, del ojo, del oído y de los miembros inferiores (Piéron, 1968; Harris, 1961; Hildreth, 1949; Rigal, 1987; Le Boulch, 1976; Auzias, 1990; Zazzo, 1984; Peters, 1998; Morais y Bertelson, 1975). Por otro lado, autores más recientes vuelven a definir el concepto de lateralidad. Comenzando por Ortigosa (2004), aclara que en la actualidad se ha producido una amalgama de términos debido a la confusión que estos han provocado. Así, ve necesario diferenciar los términos de lateralización, lateralidad y hemisfericidad. Para él, la lateralización es el proceso por el que la lateralidad se acaba definiendo, es decir, es el “desarrollo evolutivo a través del cual se define el predominio de una parte del cuerpo sobre otra, como consecuencia de la hegemonía de uno de los hemisferios cerebrales”. Señala que la lateralidad es algo que se puede observar de forma directa mientras que la dominancia hemisférica no, ya que es la “distribución de las áreas del cerebro”. También aclara que una parte del cerebro es la que se encarga de llevar el mando en una tarea cualquiera mientras que la otra parte únicamente actúa como complemento de la otra. Así, se produce una “asimetría funcional”, ya que según la tarea que se esté realizando se utilizará más o menos una parte. Por último aclara el concepto de hemisfericidad, que se refiere al “estilo cognitivo preferente que se desarrolla en un hemisferio u otro”. Así se diferenciaría en hemisfericidad izquierda, la cual es analítica, verbal y secuencial y la derecha, que es espacial, sintética y simultánea. García (2007) establece un concepto similar ya que explica que es la predilección por un lado del cuerpo sobre el otro debido al uso y a la efectividad en las tareas. Distingue dos ejes: el izquierdo y el derecho, y para establecer la lateralidad explica que no solo se debe tener en cuenta la mano, sino también el pie, la pierna o el brazo. 7

Andrea Moneo Fernández

Finalmente, Ferré, Casaprima, Catalán y Mombiela (2000:15),

hacen una

definición semejante de lateralidad a las de los autores anteriores. Explican que la lateralidad es “consecuencia de la distribución de funciones que se establece entre los dos hemisferios cerebrales”. De esta depende que se prefiera usar una parte u otra de nuestro cuerpo para realizar una serie de tareas específicas.

3.2 Lateralidad y hemisferios cerebrales 3.2.1

La asimetría del cerebro

A la hora de realizar una tarea como escribir o hablar o, incluso, dos actividades al mismo tiempo, implica que en nuestro cerebro se activen las áreas cerebrales específicas para su consecución. Estas, deben trabajar de manera coordinada y sincronizada para poder alcanzar la misma meta y, por lo tanto, el principal encargado de que todo se realice de forma correcta es el cerebro. El cerebro está dividido en dos hemisferios cerebrales que a su vez están formados por cinco lóbulos: frontal, parietal, temporal y occipital, todos externos, y uno interno que es la ínsula. Ortigosa (2004) explica que cada hemisferio del cerebro se encarga de guiar una serie de actividades, pero no propias de cada uno de ellos ya que un hemisferio tenga la capacidad de dirigir la actividad el otro le apoya como colaborador. Además, ambos hemisferios están conectados a través de grupos de fibras, siendo el cuerpo calloso uno de los más importantes. 3.2.2

Lateralidad y asimetría

Se puede decir que la parte izquierda del cerebro se centra en tareas implicadas en el uso del lenguaje y que, a su vez, el lado derecho se centra en aspectos perceptivo-motrices. Aunque, esta división no es tan clara ya que tanto una parte del cerebro como la otra se ayudan mutuamente para la realización de actividades tanto lingüísticas como perceptivo-motoras. 8

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar

Lóbulo frontal

Lóbulo temporal

Lóbulo parietal

Lóbulo occipital

Hemisferio derecho Control de los movimientos relacionados con habilidades no verbales, síntesis, atención, regulación de la conducta. Memoria no verbal, orientación espacial, percepción de las formas. Atención, percepción de las relaciones espaciales, representación de figuras geométricas. Atención, percepción de las relaciones espaciales, representación de figuras geométricas.

Hemisferio izquierdo Control de los movimientos relacionados con el lenguaje, adaptación social, juicio práctico, regulación de la conducta verbal, planificación y secuenciación, representación sintáctica. Denominación de objetos, memoria verbal, representación auditivoverbal y de imágenes visuales. Percepción de letras y palabras, percepción de formas verbales abstractas, percepción de relaciones complejas. Percepción de letras y palabras, percepción de formas verbales abstractas, percepción de relaciones complejas.

Tabla 1. Distribución de las tareas según el lóbulo hemisférico principalmente implicado (tomado de Ortigosa 2004:42)

Tal y como señala Ortigosa (2004:43), “el hemisferio derecho es más estable y homogéneo que el izquierdo entre los 6 y 10 años, edad en la que termina por definirse la lateralidad”. Con lo cual, como el lado derecho tiene un desarrollo más firme y sólido, hace que este tenga mayor responsabilidad y control sobre el cuerpo. 3.2.3

Formas de procesar la información

La manera en que se procesa la información es otra desemejanza que podemos observar en los hemisferios cerebrales y que será influyente en el aprendizaje escolar. Cada persona tiene un modo concreto de captar la información, de procesarla y de darle una respuesta. Por lo tanto, el niño presentará más 9

Andrea Moneo Fernández dificultades si en vez de que la información llegue por su medio de procesamiento habitual, lo haga por otro diferente, ya que no es su estilo habitual. Cada uno tendemos a emplear preferentemente un tipo determinado de procesamiento a través del cual accedemos a la información, la procesamos y respondemos a su estímulo. Por ello, si la información llega por una vía de procesamiento distinta a la habitualmente utilizada, el niño tendrá mayores dificultades que si la procesa con su estilo habitual. A continuación, la tabla 2 presenta los estilos de procesamiento de la información en función del hemisferio dominante que se emplee. Así, se puede comparar fácilmente las características del derecho con las del izquierdo y viceversa.

Estilos de procesamiento de la información Hemisferio derecho Hemisferio izquierdo Procesa la información en serie, una Codifica la información de forma cosa detrás de la otra. paralela o simultánea, y temporal Codifica la información en imágenes.

Procesamiento verbal y de números.

Se fija en las formas.

Se fija en los detalles.

Analiza las relaciones espaciales

Comunicación verbal.

Procesa la música (melodía, tono, timbre).

Compara concepto (no necesariamente lingüísticos).

Analiza la forma fragmentada.

Analiza las cosas de forma global.

Sintético (establece relaciones y pautas).

Pensamiento analítico y secuencial.

Tabla 2. Características de los estilos de procesamiento de la información según el hemisferio dominante utilizado. (Tomado de Ortigosa 2004:44)

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La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar 3.3 Tipos de lateralidad La final del proceso de lateralización es que la lateralidad se defina. Así, diversos autores han dado una clasificación de los tipos de lateralidad. Teniendo en cuenta las diversas clasificaciones de diferentes autores, la más adecuada y completa es la que establece Ortigosa (2004), donde distingue varios tipos de lateralidad apoyándose en distintos puntos de vista. Primero, distingue en lateralidad armónica y disarmónica, y estas a su vez se dividen en distintos subtipos que veremos posteriormente. Además, fuera de esta clasificación, añade tres tipos más: zurdería rectificada, lateralidad patológica y lateralidad indefinida, la cuales definiremos más adelante. Dentro de la lateralidad armónica encontramos dos tipos: a) Zurdo armónico o consistente: se refiere a aquellos casos en los que la lateralidad viene definida por el uso de todo el lado izquierdo del cuerpo. b) Diestro armónico: en este caso la lateralidad se construye por el empleo del lado derecho. Tanto en este tipo como el anterior se incluiría la denominada hiperlateralización, es decir, niños tan lateralizados que son incapaces de emplear con habilidad su mano izquierda o derecha. Asimismo, la lateralidad disarmónica se divide en tres tipos: c) Ambidiestro: aquel que es igual de hábil con ambas partes de su cuerpo. Esto significa que el niño es capaz de realizar las tareas correctamente con ambos lados del cuerpo. d) Zurdo disarmónico: aquel que tiene preferencia por el uso de su parte izquierda para unas tareas y la diestra para otras, pero en este caso estará en función de lo que desee realizar. e) Diestro disarmónico: es un tipo de lateralización no consistente, ya que el niño utiliza ambas partes, aunque preferentemente la derecha. Además, la inconsistencia se produce porque para tareas distintas emplearán una u otra parte de su cuerpo. Además, añade otros tres tipos de lateralidad: f) Zurdería rectificada: más conocida como zurdera contrariada, se da en niños que espontáneamente han demostrado zurdería, pero que por la intervención

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Andrea Moneo Fernández de padres o profesores han sido forzados a lateralizarse manualmente a la derecha. g) Lateralidad patológica: lateralización producida por una lesión cerebral debida a la paralización de la parte dominante del cuerpo. h) Lateralidad indefinida: aquella en la que se utiliza una parte diestra del cuerpo para realizar una actividad determinada. Este mismo autor, vuelve a hacer una clasificación desde el punto de vista etiológico, donde diferencia zurdería familiar de la no familiar. La primera se refiere a aquellos niños/as zurdos cuyos abuelos, tíos o padres lo son también y la segunda es para aquellos donde la familia no presenta ninguna característica destacable de zurdería. Sin embargo, no hay que dejar de lado un tipo de lateralidad imprescindible, como es la cruzada la cual Fernández-Quevedo y Ramírez (2012) define como “el predominio diferente entre uno y otros miembros”. Se centra más en los miembros superiores respecto a los inferiores, e incluso se podría comparar la utilización de la mano con el ojo pero señala que la “dominancia” ocular no está asociada a una especialización hemisférica ya que la retina envía a cada lóbulo occipital la mitad de los estímulos recibidos. Este mismo autor hace una clasificación adecuada aunque no incluye el oído, únicamente la mano, el ojo y pie. Así, habla de lateralidad homogénea, incluyendo aquí la persona zurda o diestra, lateralidad indefinida o no integral, lateralidad cruzada, lateralidad invertida o lateralidad forzada. Asimismo, Paricio, M. Sánchez, R. Sánchez y Torices (2003) hace una clasificación similar a la anterior distinguiendo lateralidad cruzada, lateralidad contrariada, lateralidad indefinida, dextralidad y zurdería. Finalmente, dentro de la lateralidad se debe establecer los tipos de dominancias laterales. Analizando a algunos autores, se puede realizar una breve clasificación de las mismas (Ortigosa, 2004; Rigal, 1987; Monge, 2000):  Manual: se distingue la preferencia manual (predominio del uso de una u otra mano) de la eficiencia relativa de cada mano (mejor habilidad con una mano que con otra). Probablemente, la mano sea la parte del cuerpo que mejor define la lateralidad.  Podal: se diferencia entre dinámica (pie preferido en una actividad motriz, por ejemplo, chutar) y estática (pierna preferida a la hora de mantener el equilibrio). 12

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar  Ocular: si bien lo habitual es conjugar la mirada de ambos ojos, en algunas actividades se utiliza más un ojo que en otro, lo que ha conducido a la noción imprecisa de preferencia ocular debido a que factores como la agudeza visual influyen en la dominancia motriz de un ojo sobre el otro.  Auditiva: tendencia a escuchar más por un oído que por otro. Al igual que la dominancia ocular, está influida por la diferencia en la agudeza auditiva de cada oído. Algunos autores, hablan también de lateralidad de la lengua o dominancia lingual, la cual se puede evaluar haciendo que el niño/a casquee la lengua a la derecha y a la izquierda, y así se podrá observar si la lateralidad de la lengua es derecha, izquierda o indiferente (Monge, 2000; Zuckrigl, 1981).

3.4 Factores que intervienen Durante el proceso de lateralización, hasta que se define la lateralidad, existen una serie de factores van influyendo en

su construcción. La mayoría de los autores

coinciden con que pueden ser factores genéticos o del entorno, con lo cual vuelve a aparecer la disputa de ambientalismo frente a innatismo y viceversa. A continuación, se detallará la visión de algunos autores que coinciden en la clasificación de los factores que influyen en la lateralización (Ortigosa, 2004; Ferré, Casaprima, Catalán y Mombiela, 2000; García, 2007; Rigal, 1987; Monge, 2000). Ortigosa (2004:33) comienza dando su visión de los términos de ambientalismo e innatismo. Innatismo lo define como “la influencia de la herencia o fenómenos acaecidos durante el periodo prenatal sobre el comportamiento del niños”: y, a su vez, explica que “el ambientalismo se fundamenta sobre el papel que juega el medio ambiente y el aprendizaje en la evolución del niño, posicionándose en contra de aquellos que defienden que en el ser humano todo está predispuesto antes del nacimiento”. Asimismo, introduce el planteamiento integrador, el cual admite los factores hereditarios o genéticos, pero también tiene en cuenta la influencia del ambiente sobre el sujeto. Este entorno será el que favorezca o perjudique todo lo que ha heredado.

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Andrea Moneo Fernández Así, explica que en la actualidad las teorías se distinguen en ambientalista, evolutivas, genéticas y evolucionistas. Por otro lado, para Ferré, Casaprima, Catalán y Mombiela (2000:27) existen un gran número de factores que intervienen en su desarrollo y destaca alguno de los más importantes:  La información genética  La influencia física del entorno  Los condicionantes afectivos relacionados con las semejanzas o diferencias que el niños busca entre sí mismo y las figuras de los adultos que le rodean (padres y educadores).  Y los factores educativos directos. Igual que aprendemos a manejar determinados instrumentos podemos “aprender” la mano con que debemos hacerlo. Explican que, a pesar de que no existe ningún dato concreto, la construcción de la lateralidad podría tener influencia genética. Además, afirman que la lateralidad zurda está más presente en niños/as que tienen algún familiar (padres, abuelos, tíos) zurdo aunque no hayan tenido relación directa con ellos. Aseguran que la lateralidad debe estar definida antes de empezar de manera significativa con el aprendizaje, esto quiere decir, antes de la etapa de Educación Primaria. Por eso es de gran importancia la etapa preescolar. Añaden que los niños/as que presentan una impregnación menor son más influenciables y por esto buscan modelos a seguir en su entorno. Centrándonos únicamente en la lateralidad son niños y niñas que necesitan depender más que los que presentan una definición más alta. En estos casos, es especialmente importante que prestemos atención al desarrollo de la lateralidad, a comenzar a detectarla en las etapas prelaterales como también ayudarles a que se definan como zurdos o diestros. Por todo esto, tenemos que ser capaces de participar en su proceso educativo sin dejar de lado la lateralización. A los 5 años, debido a que el entorno de los niños/as está rodeado, sobre todo, por distintos aspectos indicados la mayoría para diestros, esto puede hacer que les condicione su lateralidad y que puede que tenga que enfrentarse a distintos problemas 14

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar durante su proceso evolutivo. Añaden que “alrededor de los cuatro años, debemos descubrir cuál es el diseño lateral de cada niño, comprobar que este diseño aflore sobre una base de salud física, mental y afectiva y ayudarle a construirse como diestro o como zurdo en un ambiente emocionalmente sano y adaptado físicamente a sus necesidades. Y, siempre que tengamos dudas, el tema es suficientemente importante como para consultar con un profesional experimentado”. Para finalizar, Monge (2000) determina los factores que influyen en el desarrollo de la lateralidad centrándose solamente en la dominancia manual aunque establece que hay factores hereditarios y del medio por lo que coincide con los anteriores autores. Dentro de los factores hereditarios, explica los estudios que se han hecho con mellizos y los modelos genéticos; y dentro de los factores del medio, analiza el medio familiar, el papel de la práctica, las teorías funcionales y las costumbres sociales.

3.5 Importancia de las etapas prelaterales Aunque el proceso de lateralización cobra una relevancia importante, no hay que olvidarse de lo que ocurre antes de que este se empiece a desarrollar. Las etapas prelaterales tienen una enorme trascendencia en el desarrollo de la lateralidad y del proceso evolutivo del niño/a. Así, autores como Ferré, Casaprima, Catalán y Mombiela (2000:31), indican que estas etapas abarca el periodo de los 0 a los 4 años. Y, además, explican que hay tres objetivos principales durante las etapas prelaterales:  Conseguir el dominio del cuerpo y de los órganos sensoriales sea simétrico. Las etapas prelaterales no deben dejar secuelas de asimetrías funcionales que puedan interferir o condicionar una especialización lateral prematura.  Alcanzar, con ciertas garantías, una buena coordinación automática contralateral, y una función sensorial tridimensional.  Y, sobre todo, conseguir el máximo grado de activación del Cuerpo Calloso en su función de conectar entre sí los dos hemisferios cerebrales.

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Andrea Moneo Fernández Los objetivos citados anteriormente, deben alcanzarse durante los cuatro primeros años de vida del niño/a. Al querer establecer la lateralidad antes de tiempo, se puede conseguir que el niño/a adquiera una lateralidad cruzada o contrariada por lo que debemos hacer estimular los dos hemisferios de manera igual para la actividad sea proporcionada y que el funcionamiento del cerebro sea general (Paricio, M. Sánchez, R. Sánchez y Torices, 2003). Asimismo, estos autores señalan cuáles son las etapas prelaterales: o

Monolateralización: esta etapa prelateral abarca de los 0 a los 6 años,

donde se produce una “separación funcional de las dos partes del cuerpo, por actividad de la motricidad refleja”. No presenta ninguna correlación entre los lados del cuerpo y cuantas más experiencias realicen, la integración de esta etapa será más satisfactoria. o

Duolateralización: esta etapa prelateral comienza cuando el niño/a tiene

un año y finaliza a los 6-7 años. Se caracteriza porque “se produce un funcionamiento simétrico y simultáneo de ambos hemicuerpos pero sin relación alguna entre ellos”. El niño/a desarrolla sus tareas “sobre la línea media del cuerpo”, pero no va más allá. Así, “alcanza un segundo nivel de organización neurológica, relacionando ambos hemicuerpos”. o

Contralateralización: esta etapa prelateral comprende el periodo del año

a los 6-7 años. La principal característica de esta etapa es que “se produce un funcionamiento coordinado, voluntario, pero asimétrico”. Además, aprende el equilibrio postural, el control motor y las coordinaciones motoras. Es en esta etapa cuando comienza a dar prioridad a unos miembros del cuerpo frente a los otros, pero todavía no se puede afirmar ningún tipo de dominancia. o

Unilateralización: es la última etapa prelateral donde se establece la

elección de uno de los hemisferios cerebrales, ya sea el izquierdo o el derecho. A partir de aquí ya se puede hablar de lateralidad ya que un hemisferio comienza a ejercer el dominio de la acción mientras que el otro únicamente ofrece apoyo.

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La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar 3.6 Detección y diagnóstico Algunos autores han explicado cuáles son las formas que se utilizan para valorar la lateralidad de los niños/as y que, gracias a las cuales, se puede detectar y diagnosticar algún tipo de dificultad en el desarrollo de la misma. Ferré, Casaprima, Catalán y Mombiela (2000) parten de que hay dos maneras de poder evaluar la lateralidad del niño/a. Además, indican que únicamente tendrán valor si se realizan después de los 4 o 5 años ya que si se hace antes no tendrían ninguna relevancia. Sin embargo, es importante considerar la etapa de Educación Infantil, es decir, antes de que comience a tener contacto con los códigos escritos al empezar con la Educación Primaria. La primera forma de evaluación de la lateralidad es la observación directa y continua de la conducta motriz del niño/a tanto en el aula como en casa, por lo que los encargados de realizar dicha evaluación serían los padres y los maestros, al pasar la mayoría del tiempo con él. Esta manera de valoración de la lateralidad no debe basarse en actuaciones forzadas sino que prevalece la espontaneidad del niño en sus acciones. Antes de comenzar, se debe tener en cuenta todo lo que pudiese influir durante el proceso de lateralización así como que el niño ha desarrollado correctamente las etapas prelaterales. Si el niño/a al que se quiere evaluar su lateralidad tiene unas preferencias muy acentuadas, a través de esta observación directa se logrará la suficiente información como para ayudar a que se organice ya sea como diestro o como zurdo. Un aspecto que resaltan estos autores es que “con el fin de evitar equivocaciones peligrosas, queremos destacar de manera especial que las respuestas manuales son tanto más fiables, cuánto más viscerales y espontáneas son (saludar, empujar, aplaudir, etc.) y mucho menos fiable, cuanto mayor sea la influencia de la cultura y el aprendizaje consciente (la manipulación de cubiertos e instrumentos de escritura)”. Dentro de esta forma de valoración, se tiene en cuenta todos los tipos de dominancia lateral: manual, ocular, auditiva y podal. Para finalizar con este método, destacar de nuevo que no es un examen directo a través de una serie de pruebas estudiadas sino que se basa en la espontaneidad de las acciones del niño/a en la vida cotidiana.

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Andrea Moneo Fernández La otra forma de evaluación de la lateralidad que proponen estos autores es la exploración directa la cual debe desarrollarse o bien en el aula o en algún gabinete de personal especializado. Esta, consiste en presentar al niño/a una serie de pruebas donde se tendrá que enfrentar a una serie de situaciones para ver cómo responde. Hay infinidad de pruebas que se pueden realizar ya que encontramos multitud de situaciones en las que situar al niño/a y, además, pueden incluir todos los tipos de dominancias laterales: pruebas de pie, de la mano, de visión, auditivas, etc. Cada una de las pruebas va destinada para diferentes tipos de casos. La primera sirve únicamente para prevenir y está dirigida a aquellos niños cuya lateralidad está definida y que no despiertan ninguna duda. Y la segunda forma diferencia en tres tipos de casos: aquellos niños que presentan una baja impregnación lateral, para aquellos que muestran “alguna disfunción, alguna asimetría o algún tipo de inmadurez en el proceso de desarrollo prelateral”, y a los que, tras la observación diaria, presentan grandes cambios los cuales no facilitan el llegar a ninguna conclusión. Asimismo, Ortigosa (2004) primero plantea algunas nociones generales antes de realizar ninguna prueba relacionada con la lateralidad que se asemejan a las que proponen los autores citados anteriormente. A continuación, se presentan las características que tal autor describe.  La edad de pase se inicia hacia los seis años. Realizar una valoración

antes de esta edad sólo servirá de orientación sobre la tendencia del niño.  La lateralidad manual por sí sola no es indicativa de la dominancia

hemisférica. Para ello es necesario atender a la lateralidad de ojo, mano y pie. No debemos fijarnos de forma aislada únicamente con qué mano escribe el niño, sino que también atenderemos a la lateralización del ojo, el oído y el pie para tomar posteriormente decisiones.  Es importante conocer la denominada coordinación óculo-manual para

prevenir posibles problemas en escritura. Ya hemos comentado la importancia de la presencia de un eje ojo-mano cruzado en las dificultades de aprendizaje de la lectoescritura. Este autor divide las formas de medir la lateralidad según los tipos de dominancia. Así, la dominancia ocular se mediría a través de la agudeza visual y del enfoque; la 18

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar dominancia auditiva se mide a través de pruebas de escucha dicotómica; la dominancia manual se evalúa por su dirección (mano derecha y/o izquierda) y por la consistencia (grado consistente/no consistente). Afirma que cuando se hace una valoración de qué mano es la dominante no se puede emplear únicamente la observación directa sino que hay que estudiar la motricidad fina (finura, flexibilidad, coordinación y control de los movimientos manuales). Por último, la dominancia podal se mide a través de la valoración de la fuerza y habilidad. Algunos autores incluyen el cociente de lateralidad como un indicador como ayuda para la detección de la lateralidad. Asimismo el cociente de lateralidad es el resultado de restar las pruebas que han realizado eligiendo la parte derecha de las que han realizado con la izquierda entre la suma de las mismas situaciones, y todo esto multiplicado por cien. Cuando los resultados obtenidos son positivos es que el niño/a es diestro y cuando son negativos corresponden a los zurdos (Mayolas, 2003; Ortigosa, 2004). La fórmula para calcular el cociente de lateralidad es la siguiente:

Donde: CL = Cociente de lateralidad ND = Número total de respuestas realizadas con la mano derecha. NI = Número total de respuestas realizadas con la mano izquierda. Cuando el cociente de lateralidad ronda +100 equivale a los diestros armónicos y cuando ronda los -100 equivale a los zurdos armónicos. Y, por último, si está dentro de +30/-30 incluye a los que presentan ambidiestralidad. Para finalizar con este apartado Ortigosa (2004), añade una tabla con los test profesionales más destacados para la evaluación de la lateralidad:

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Andrea Moneo Fernández 

ABC. Test de dominancia ocular de W.R. Miles.



HPL. Test de homogeneidad y preferencia lateral.



Test de dominancia lateral de Albert J. Harris.



Test de lateralidad usual de Margarite Auzias.



Inventario Edimburgo de lateralidad Oldfield.

Tabla 3. Test profesionales para la evaluación de la lateralidad. (Tomado de Ortigosa, 2004:85)

3.7 Influencia de la lateralidad en el aprendizaje La lateralidad mal establecida o dificultades en el proceso de lateralización pueden desembocar a que el niño/a presente problemas respecto al aprendizaje los cuales pueden derivar en fracaso escolar. Ortigosa (2004:65) afirma que “los niños zurdos en general son algo más lentos en su adaptación y rendimiento en algunas tareas escolares, debido a las dificultades en las aptitudes que hemos visto en el capítulo anterior y que en algunos casos desembocarían fundamentalmente en problemas lectoescritores”. Este autor comienza haciendo una diferenciación entre capacidad y habilidad. Así, define la capacidad como “el bagaje innato y/o aprendido que el sujeto tiene en lo que denominamos procesos psicológicos básicos (percepción, memoria, etc.) y que son aptitudes necesarias para la adquisición, almacenaje y manejo de la información, es decir, la base del aprendizaje”. Sin embargo, explica que la habilidad es “la expresión en la práctica de la capacidad, o sea, la aplicación de los procesos psicológicos básicos en la ejecución de una tarea concreta, bien escolar o de la vida cotidiana”. Una vez aclarado esto, explica que ambos términos se han confundido ya que el hecho de realizar una ejecución errónea no equivale a “incapacidad”. Para centrarse más en el tema de este apartado, explica que hay ciertas dificultades en el aprendizaje producidas por una mala definición de la lateralidad, influyendo negativamente en la motricidad de los niños/as. El hecho de no afrontar estos obstáculos en el aprendizaje en el tiempo y de la manera adecuada hace que complique mucho más el desarrollo del niño/a en el ámbito 20

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar educativo y en su rendimiento. Esto puede deberse a que acciones básicas del aprendizaje, como son la escritura o la lectura, no se adquieran con solidez lo que hace que la mayoría de los aprendizajes no se asimilen adecuadamente porque los pilares fundamentales no están consolidados. Destaca el gran papel del profesorado y de los padres, ya que la presencia de estas dificultades de aprendizaje no son consecuencia únicamente del interior del niño, ya que la actuación de los docentes ha favorecido el empleo de la mano derecha en niños que manifestaban una dominancia manual zurda. Por todo esto es importante que los padres y educadores trabajen de manera coordinada y cooperativa, para que el niño/a vea que recibe ayuda y apoyo por las principales personas que le rodean, siendo un referente para él/ella. A continuación, el autor desglosa las dificultades y los obstáculos en el aprendizaje, como la lectura, la escritura o el dibujo, de la siguiente manera:

Lectura y escritura Ambas habilidades son siempre una preocupación tanto para los padres como para los maestros, ya que son dos aspectos elementales para el aprendizaje, por lo que si se adquiere de forma errónea desembocará en un aprendizaje posterior deficiente. Este autor señala una “escritura motriz que repercute sobre la calidad de la letra, una escritura fonológica que influye sobre el orden correcto de cada letra y silaba dentro de la palabra, y, orden de las palabras dentro de la frase con un sentido e intención comunicativa”. Afirma que las personas zurdas siempre han soportado la fama de ser “malos escritores” pero todo esto tiene, según el autor, una explicación razonable. Comienza explicando que “mientras que el diestro arrastra el bolígrafo, el zurdo lo empuja, y además, este último tiene un campo de visión limitado a la hora de escribir, por lo que para ampliarlo necesita colocar la mano en la típica posición de “mano en gancho”, causando una defectuosa movilidad muscular fina que se traduce en una baja calidad de la letra. Además, la posición manual invertida en la que la mano se sitúa por encima de la línea al escribir también es característica del niño zurdo”. Esta colocación “en gancho” de la mano surge como resultado de un aprendizaje negativo, consecuencia a su vez de la necesidad por parte del niño/a de sentirse cómodo 21

Andrea Moneo Fernández a la hora de escribir. Así, hay una serie de consecuencias debido a lo mencionado con anterioridad:  Perdida de visibilidad  Posición forzada de la mano y el antebrazo provocada por la necesidad

de ganar visibilidad en la escritura.  Posición artificial de la muñeca que obliga a cargar parte de la fuerza

sobre la musculatura de esta parte del cuerpo.  Y, por último, como consecuencia de todos los puntos anteriores,

aparecerá una peor calidad de la letra. Por una parte, aclara que hay niños zurdos que cuando comienzan a tener contacto con la escritura, la realizan “en espejo”, es decir, de derecha a izquierda. Por otro lado, encontramos niños que alrededor de los seis años empiezan a presentar inversiones en su escritura, confundiendo sobre todo la b con la d. Esto hace que se muestre las dificultas de orientación que presentan y que derivan a tener más dificultades en letras que por “proximidad espacial son propicias a ser confundidas”. Para reflejar mejor este hecho, la siguiente figura 1 muestra el parecido de las letras d, b, q y p y que son las que presentan mayores dificultades en su realización.

d

b

q

p

Figura 1. Semejanza de la grafía de la letras b, d, q y p. (Tomado de Ortigosa 2004: 71)

22

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar Dibujo Este autor da importancia también al dibujo refiriéndose a él como “un medio de expresión gráfica mucho más libre del habitual encorsetamiento de las normas rígidas de la escritura”. Asimismo, al ser un acto libre y creativo, no tienen que seguir ningún tipo de direccionalidad como en la escritura ya que coloca los elementos del dibujo según sus preferencias, sus experiencias y sus interpretaciones de todo lo que le rodea. Comenta que el dibujo “se utiliza en la evaluación psicológica como medio para acceder al mundo interior del niño a través de pruebas como el dibujo de la familia, el árbol o de la figura humana”. A pesar de ser un acto libre, explica que se han percibido una serie de diferencias entre las personas diestras y zurdas a la hora de dibujar. Aclara que los zurdos “tienden a ubicar este primer dibujo en el lado izquierdo del papel para posteriormente ir avanzando hacia el centro, completando la direccionalidad derecha-izquierda”. El autor cita a la doctora Pellicer ya que está presentó un estudio de cómo influía la lateralidad en el dibujo. Esta señaló y concluyó con una serie de puntos fijándose en variables la trayectoria de trazo, presión, orientación y ubicación de las figuras, peso y equilibrio compositivo y disposición general del campo gráfico:  Los diestros dirigen la trayectoria del trazo hacia la derecha, con una constante preferencia por ubicar las figuras en el espacio izquierdo del papel, con un equilibrio compositivo tendente a la izquierda.  Los zurdos realizan un movimiento de derecha a izquierda en la trayectoria del trazo, ubicando las figuras en el lado derecho y equilibrando el dibujo también hacia la izquierda.  Los denominados diestros y zurdos débiles presentan oposiciones más indefinidas o, en cualquier caso, tienden a equipararse en la ejecución a los grupos puros según haya una mayor preferencia por la mano derecha o izquierda.

23

Andrea Moneo Fernández Diestro

Zurdo

Mixto

Trayectoria

Izquierda-derecha

Derechaizquierda

Diestro mixto: izquierda-derecha Zurdo mixto: derechaizquierda

Presión

No diferencias

No diferencias

No diferencias

Orientación

Izquierda

Derecha

Diestro mixto: izquierda Zurdo mixto: derecha

Ubicación Peso y equilibrio Disposición general

Espacio izquierdo Espacio izquierdo Centrada

Espacio derecho Espacio derecho Centrada

Situación más centrada Situación más centrada Centrada

Tabla 4. Comparación de las características referentes al dibujo obtenidas por la doctora Peciller en su estudio. (Tomado de Ortigosa, 2004: 73)

Actividad física Otra área importante respecto al aprendizaje es la actividad física y el deporte. Añade que es muy relevante para el desarrollo de la persona y que, en un principio, no debe significar ninguna dificultad para los niños que son zurdos. Únicamente, puede presentar algún obstáculo si muestra lateralidad cruzada ya que puede tener problemas a la hora de coordinar el ojo con el pie o la mano (coordinación óculo-manual y óculopodal). Pero explica que no todo son inconvenientes para las personas zurdas en el deporte sino que también existen ventajas como en los deportes de conjunto (fútbol, baloncesto, etc.) puesto que es importante que haya tanto jugadores zurdos como diestros para defender estrategias y posiciones, y además, ambos podrían presentar el mismo tipo de habilidad en el juego.

Ansiedad y aprendizaje La ansiedad es un aspecto muy importante a tener en cuenta ya que influye tanto al estado emocional del niño como en el desarrollo de su aprendizaje. Esta aparece cuando el niño se da cuenta de que tarda más en tiempo que el resto en llevar a cabo alguna tarea, por ejemplo, dentro de clase. Esto sumado a que no reciba el apoyo 24

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar indicado por parte de los padres, maestros y de las personas importantes para el niño, puede causar una gran desmotivación en el niño/a. Destaca sobre todo la importancia del papel de los padres ya que los niños/as con ciertas dificultades agradecerán el apoyo por parte de ellos a la vez que tener a su disposición todos los recursos cognitivos y emocionales posibles para poder superar todos estos obstáculos. Añade que hay que partir del hecho de que los niños/as zurdos, en concreto, deberán hacer frente a objetos, herramientas y normas dirigidas y basadas en las personas diestras por lo que tendrá que realizar todas las acciones pertinentes a pesar de que sean contrarias a su forma de llevarlas a cabo. Por todo esto, hay que dejar al niño/a actuar en estos casos dejando que su cerebro se acostumbre a enviar señales contrarias a su tendencia al resto de su cuerpo. Por ejemplo, utilizar los cubiertos o desenroscar el tapón de una botella. La ansiedad puede influir muy negativamente en el rendimiento académico del niño/a por lo que cuanto mayor sea el grado de ansiedad del niño, peor será su rendimiento en el colegio y viceversa. Pero, además, todo esto podría causar problemas en la confianza del propio niño, problemas de autoestima o de seguridad desembocando a despreocupación por su parte o incluso rechazo. Para poder llegar a la conclusión de que el niño/a tiene problemas de lateralidad, algunos autores señalan algunos síntomas muy comunes (López, 2012; M.M. Ferré y J. Ferré, 2003). - Dificultad en la automatización de la lectura, escritura y cálculo. - Inversiones en la lectura y en la escritura de números y letras. - Errores al leer. - Sustituciones de unas letras por otras. - Dificultades con los conceptos básicos matemáticos. - Desorientación espacial y temporal. - Torpeza motriz y de ritmo. - Dificultades para entender qué es una unidad y una decena. - Confusiones entre la suma y la resta. Añaden que como resultado su aprendizaje se ve bastante afectado y, a su vez, su desarrollo emocional. Lo que ocurre que es que los niños/as no tienen o pierden su 25

Andrea Moneo Fernández motivación ahora de enfrentarse a las tareas, no tienen ningún interés en las actividades que se realizan, y como consecuencia de esto, pierden su concentración y atención. Otro de los aspectos que se ve afectado es su autoestima, la cual suele ser muy baja. Casaprima (2011), explica que debido a que la lateralidad se construya de manera inadecuada, puede llevar a que se produzcan una serie de trastornos de lateralidad, los cuales los divide de la siguiente forma: - Lateralidad de definición tardía: en este tipo de trastorno tiene importancia el sistema nervioso, ya que este tarda en establecer las dominancias y por lo tanto dificulta el que se integren los componentes corporeoespaciales y los aprendizajes que dependen de esto. - Lateralidad cruzada: este es el trastorno más común, y suele afectar a la relación entre el ojo y la mano, ya que la dominancia de uno no coincide con la del otro. - Lateralidad cruzada motora-sensorial global: este otro tipo de lateralidad cruzada ocurre cuando la dominancia de la mano es distinta a la óculo-auditiva. - Lateralidad contrariada: se produce cuando la dominancia manual es distinta de la lateralidad global de todo el cuerpo. Este tipo suele afectar a la praxis manual, concretamente a la caligrafía. - Lateralidad patológica: cuando por alguna causa patológica no puede mostrar la verdadera lateralidad. A su vez, Banús hace un análisis reflexivo de cómo puede influir la lateralidad en el aprendizaje escolar de los niños. Comienza diciendo que los niños/as que presentan una lateralidad homogénea, es decir, cuyas dominancias manuales, podales, oculares y auditivas son las mismas en el mismo lado (diestro total o zurdo total), se ha creído que tienen mejor predisposición para el aprendizaje ya que la información sensorial la construyen y la integran con mayor eficacia. Añade que no puede crearse una relación entre la lateralidad que no es homogénea y las dificultades de aprendizaje, a pesar de que la lateralidad debe ser tenida en cuenta como un factor de riesgo igual que los otros muchos que existen. Cuando se empiezan a ver síntomas o pruebas de que el niño/a tiene la lateralidad mal establecida es a partir de la Educación Primaria. A continuación, la siguiente tabla de 26

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar Banús nos muestra los fallos en los procesos, en la práctica escolar y síntomas psicológicos de los niños que presentan una lateralidad mal definida:

Fallos en los procesos: Dificultad en la automatización de la lectura, la escritura o el cálculo. Problemas en organizar adecuadamente el espacio y el tiempo. Dificultades en la ordenación de la información codificada. Torpeza psicomotriz. Confusión para situarse a derecha o izquierda a partir del eje medio corporal. Lento de reacción. Escaso de reflejos inmediatos delante ciertas actividades manuales. Inversiones en el ordenamiento gráfico y lector.

Fallos en la práctica escolar:

Síntomas psicológicos:

Lee muy lento y con pausas. Se pierde a menudo. Falta de ritmo.

Dificultad de Atención. Se distrae con facilidad. Hiperactividad.

Confusiones derecha-izquierda que le dificultan la comprensión de la decena, centena. Desmotivación. Escaso o Confusión entre la suma y la resta nulo interés en algunas o la multiplicación y la división. actividades. También de sílabas directas e inversas. Mejor nivel de comprensión de las explicaciones verbales que de las Según el perfil del tareas escritas. Preferencia por el niño puede manifestarse cálculo mental que el escrito. inhibición, irritabilidad, Mayor facilidad para dar desesperanza, reacciones explicaciones verbales que para desmedidas, etc... realizar trabajos escritos. Puede presentar disgrafía, dislexia, discalculia. También dislalias y a expresar lo contrario de lo que piensa.

Baja autoestima

Escribe letras y números en forma invertida, como reflejadas en un espejo.

Incapacidad para concentrarse en una única tarea durante un espacio de tiempo determinado.

Tabla 5. Fallos y síntomas psicológicos de los niños/as con lateralidad mal definida. (Tomado de Banús)

Como se puede observar hay una serie de fallos tanto en los procesos como en la práctica escolar que se acaban traduciendo en una serie de síntomas que son los que dan la alerta de que algo está sucediendo respecto a la lateralidad y para que tanto la familia como la escuela puedan intervenir adecuadamente.

27

Andrea Moneo Fernández 4. Estudio práctico de valoración de la lateralidad Debido a que el tema del trabajo está centrado en la influencia de la lateralidad en el aprendizaje escolar, se ha realizado un pequeño estudio donde se pudiese observar este hecho. Para ello se ha utilizado una muestra de 33 niños y niñas de entre 9 y 12 años, correspondiendo con el último ciclo de la Educación Primaria. Lo que se ha pretendido evaluar en este estudio es la lateralidad y su influencia en el aprendizaje, por lo que se les han pasado pruebas referentes a la lateralidad y se ha tenido en cuenta tanto el proceso de aprendizaje como el motor de los niños/as participantes en el estudio a través de la información recibida por parte de los profesores y de la mía propia ya que la mayoría de los sujetos corresponden a la clase donde he desarrollado las prácticas escolares.

chicos chicas

Figura 2. Sujetos del estudio por género.

De los sujetos protagonistas del estudio, se diferencian dos grupos, por un lado los alumnos que presentan necesidades educativas especiales, bien por alguna dificultad en el aprendizaje o por altas capacidades, y otro grupo de alumnos que no presentan ninguno de estos rasgos. En el estudio, la mayoría de los sujetos pertenecen al grupo control, es decir, aquel donde ninguno de los niños/as necesita atención educativa especial. 28

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar Dentro del grupo de escolares que presentan necesidades educativas especiales, los alumnos/as presentan las dificultades que se reflejan en la tabla 6:

Muestra Dificultades de aprendizaje

6

TDAH

1

Desfase curricular

3

altas capacidades

2

Grupo control

21

TOTAL

33

Tabla 6. Dificultades y necesidades educativas especiales de los sujetos del estudio.

18%

Dificultades de aprendizaje

3%

TDAH Desfase curricular

9% Altas Capacidades

64% 6%

Grupo control

Figura 3. Porcentaje de los sujetos del estudio con dificultades de aprendizaje, TDAH, desfase curricular, altas capacidades y del grupo control.

29

Andrea Moneo Fernández Para poder valorar la lateralidad de cada niño, se han pasado una serie de pruebas basadas en ejercicios muy sencillos a través de los cuales se ha ido recogiendo la dominancia ocular, auditiva, manual (empleando una mano y las dos) y podal. El test (anexo 1) está dividido en cinco partes y cada una de ellas evalúa las diferentes dominancias laterales. Así, cada parte consta de cuatro pruebas relacionadas con la preferencia lateral indicada. Para que cada ejercicio fuese válido, se quiso recoger tres intentos en cada prueba, marcando a su vez si la realizaba con la parte izquierda del cuerpo o con la derecha. Las pruebas se han basado en diversos test de autores relevantes como el test de lateralidad de Harris (1961), el de Margarite Auzias (1990), el de Lerbert (1979), etc. El tipo de clasificación que voy a emplear para hablar de la lateralidad es la que realiza Ortigosa (2004), la cual diferencia entre zurdo armónico, zurdo disarmónico, ambidiestro, diestro disarmónico y diestro armónico. Si bien esto se puede observar a través de la tabla explicada con anterioridad, esto se puede analizar de una manera más específica a través de la fórmula de cociente de lateralidad (Mayolas, 2003; Ortigosa, 2004):

El intervalo para saber el tipo de lateralidad de cada niño/a protagonista del estudio, será el siguiente:

 Diestros armónicos: cuando el cociente de lateralidad ronde +100.  Diestros disarmónicos: entre +30 y +100.  Ambidiestros: entre +30 y -30.  Zurdos disarmónicos: entre -30 y -100.  Zurdos armónicos: cuando el cociente de lateralidad ronde entre -100. A continuación, se calcularon todos los cocientes de lateralidad propios de cada sujeto del estudio y se ha podido observar el tipo de lateralidad de cada uno. 30

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar La tabla 7 muestra los tipos de lateralidad que se han obtenido en el estudio realizado:

Tipo de lateralidad

Muestra

Dextralidad armónica

0

Dextralidad disarmónica

25

Ambidiestralidad

3

Zurdería disarmónica

1

Zurdería armónica

0

Lateralidad no confirmada

4

Tabla 7. Tipos de lateralidad obtenidos en el estudio

Para reflejarlo de forma más clara y visual, el siguiente gráfico 3 compara los tipos de lateralidad obtenidos de las pruebas que se realizaron a los sujetos del estudio: 30 25 20 15 10 5 0

Dextralidad armónica

Dextralidad disarmónica

Ambidiestralidad

Zurdería disarmónica

Zurdería armónica

Lateralidad no confirmada

Figura 4. Tipos de lateralidad reflejados en el estudio.

31

Andrea Moneo Fernández Como se puede observar, la lateralidad que predomina dentro del estudio es la dextralidad disarmónica, es decir, a la hora de realizar las tareas predomina el uso del lado derecho del cuerpo aunque a veces utilizan el izquierdo. También, se puede ver que ninguno de los niños/as son diestros armónicos ni zurdos armónicos, es decir, que no utilizan de manera homogénea o el lado derecho del cuerpo o el izquierdo. Si bien se puede apreciar que, teniendo en cuenta las pruebas, encontramos tres sujetos que muestran ambidiestralidad, los cuales emplean la mitad derecha e izquierda del cuerpo de igual manera para el desarrollo de tareas. Dentro del estudio, únicamente encontramos una persona que presente zurdería disarmónica, o lo que es lo mismo, que su lado izquierdo del cuerpo es el que prevalece para realizar las tareas aunque a veces emplea el derecho. Finalmente, cuatro de los niños/as presentan lateralidad no confirmada ya que podría ser lateralidad cruzada pero habría que presentarles más pruebas para poder llegar a una conclusión definitiva. En cuanto al aprendizaje, para poder compararlo con la lateralidad, se ha preguntado a los profesores de los niños cómo son sus procesos cognitivo y motriz. Cabe destacar, que los de algunos ya se conocían al haber pertenecido a la clase donde se desarrollaron las prácticas escolares.

Resultados y conclusiones del estudio Las pruebas se realizaron dentro del centro de estudios, concretamente, en el patio del colegio y en dos aulas del mismo. Para que la realización de las pruebas de un niño/a no influyese en las del resto, se intentó que no estuvieran cerca unos de los otros y, si esto no se podía, se les buscaba algún entretenimiento para que no se fijaran. Durante la realización del estudio, el comportamiento de los niños ha sido adecuado y no se ha producido ninguna situación incómoda, sino que todos han participado correctamente facilitando el desarrollo de los ejercicios establecidos. A la hora de valorar la lateralidad de cada uno de los niños/as, se ha tenido en cuenta que muchas veces influía la posición en la que estaban situados los objetos que tenían que recoger o si se pensaban qué mitad del cuerpo elegir durante un periodo considerable de tiempo.

32

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar Debido a que el objeto del estudio era observar si la lateralidad podía influir en el proceso del aprendizaje escolar del niño, al analizar los resultados del estudio, se han podido percibir una serie de aspectos. Lo primero que cabe destacar es que cuatro de los niños/as que han participado en el estudio, presentan una lateralidad no confirmada. Esto quiere decir que podrían tener una lateralidad cruzada pero no se puede asegurar completamente ya que se necesitaría realizar más pruebas tanto motrices como cognitivas para poder llegar a la conclusión de que tienen una lateralidad mal definida o cruzada. Estas sospechas se deben a que en los test que han realizado los cuatro han presentado una mala relación o coordinación óculo-manual, ya que para la parte ocular predominaba una mitad del cuerpo y para la manual la contraria. Con respecto a esta dominancia, se han tenido en cuenta tanto las pruebas que se realizaban con una mano como las que se realizaban con ambas. Además, hay que añadir que todos ellos presentan dificultades en el aprendizaje, lo cual es un factor extra para poder concluir si su lateralidad es cruzada. Uno de ellos presenta gran descoordinación en el aspecto motriz así como dificultad para desarrollarse con sus compañeros. Otro presenta dificultades en la escritura ya que falla en la motricidad fina y gruesa. Esta última se percibe sobre todo a la hora de manejar balones o de correr. Por último, tiene una gran dificultad a la hora de hablar y de leer en público. El siguiente, presenta dificultades para asimilar las matemáticas, por lo que asiste a un grupo de compensatoria en el centro y, además, confunde algunas palabras en la escritura. Y, finalmente, el último presenta dificultades con la lectura. Sin embargo, si nos fijamos en los resultados de los test, algunos pertenecientes al grupo control podrían presentar lateralidad cruzada pero no se da ningún tipo de dificultad aparente en el aprendizaje por lo que sería más complicado de confirmar que el resto. También, dentro del grupo con dificultades de aprendizaje, encontramos a dos sujetos cuya lateralidad está bien definida y las dificultades que muestran en el aula a la hora de aprender, relacionadas sobre todo con la escritura y la lectura, pueden venir porque son niños inmigrantes con dificultades con el idioma.

33

Andrea Moneo Fernández Si nos centramos en aquellos niño/as con altas capacidades, no podemos establecer una relación directa entre aprendizaje y lateralidad ya que los resultados obtenidos de las pruebas no nos indican nada destacable, únicamente que ambos son diestros disarmónicos, uno más cerca de la ambidiestralidad que el otro. Respecto a los niños/as que tienen un desfase curricular de entre dos y tres años, tampoco se puede afirmar que la lateralidad pueda influir en el aprendizaje de los niños/as debido a que, si observamos los test que han realizado así como los resultados que se han obtenido, no vemos ningún dato que nos haga sospechar de que su desfase pueda ser causa de una lateralidad mal definida. Todos los sujetos con esta dificultad son diestros disarmónicos a pesar de que haya cierta distancia en el cociente de lateralidad ya que el de uno es 40, el otro 50 y el último 70. Y, finalmente, tampoco se puede establecer ninguna relación entre ambas en el caso del niño con Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad, puesto que tiene una lateralidad bien definida de diestro disarmónico debido a que su cociente de lateralidad es 73,3. Respecto a la gran cuestión que se plantea de que los diestros armónicos tienen mayor capacidad cognitiva que los zurdos armónicos, no lo podemos asegurar ni desmentir ya que en el estudio ninguno de los sujetos es diestro o zurdo armónico. Tampoco se podría valorar con los zurdos y diestros disarmónicos ya que tan solo una persona es zurda disarmónica y no es muestra suficiente para poder analizarlo.

34

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar 5. Conclusiones Lo primero que cabe destacar es la importancia de la lateralidad y de cómo puede llegar a influir en el aprendizaje de un niño/a. No es algo en lo que se suela incidir mucho ni que la mayoría de las personas conozca en profundidad, pero está ahí y debemos saber sobre ello y, sobre todo, hay que entender que, a pesar de que este término nos sea familiar, es algo que a veces se ignora y, no obstante, una lateralidad mal construida puede ser un obstáculo en el aprendizaje escolar de un niño o niña. Lo primero que destacaría es la dificultad para encontrar fuentes actualizadas donde encontrar información acerca de la lateralidad y más de cómo esta influye en el aprendizaje escolar de los niños/as. Si bien es cierto, encontramos varios manuales pero sobre todo antes del año 2000. Después de este año, lo que hallamos sobre todo son artículos digitales, sin embargo, muchos de ellos no tratan el tema en profundidad. Encontramos información suficiente sobre su definición, tipos, formas de evaluarla, etc. pero el aspecto del que, sobre todo, menos se escribe es de la influencia que tiene en el aprendizaje ya que hay varias ideas pero tampoco se ha estudiado de manera tan exhaustiva. A pesar de que se ha aplicado la fórmula del cociente de lateralidad, he encontrado dificultad a la hora de elegir un intervalo para clasificar la lateralidad ya que cada autor los emplea de manera distinta. Por lo estudiado y observado durante la realización del estudio y con la información que se ha ido recogiendo, pienso que la lateralidad sí que puede llegar a influir en el proceso de aprendizaje de un niño/a porque una lateralidad mal definida o cruzada puede afectar a que se encuentre con dificultades en todo este recorrido. Debido a esto, es importante que el centro escolar sea capaz de detectar todas estas dificultades que el niño/a pueda presentar y que sean capaces de resolverlo. Para ello, como he comentado anteriormente, es importante que conozcan cómo puede afectar al aprendizaje y cómo hay que solucionarlo. En términos generales, normalmente cuando un niño presenta problemas en la lectura y en la escritura, sobre todo cuando comienzan la Educación Primaria (6-7 años), recibe apoyo específico generalmente desde el área de Lenguaje. A mi modo de ver, aparte de recibir ayuda desde esta área también se debería hacer desde el punto de vista psicomotriz, concretamente se podría trabajar desde el área 35

Andrea Moneo Fernández de Educación Física. Para ello habría que observar qué dificultades presenta respecto a la lateralidad, la orientación, el uso y diferenciación de la parte izquierda y derecha, etc. y ofrecer toda la ayuda y todos los recursos posibles para poder solucionarlo. Pasando a mi perspectiva del trabajo, uno de los puntos que destacaría es el poder haber trabajado y estudiado este tema, aplicándolo con alumnos, ya que, como he ido diciendo, es algo que estaba ahí pero que nunca me había parado a estudiar con detenimiento y lo que de verdad me ha motivado es ese desconocimiento acerca del tema puesto que únicamente tenía una idea vaga de lo que era. Por todo esto, el trabajo me ha aportado mucho acerca de este tema y, sobre todo, lo que considero más importante, el saber que existe como causa de las dificultades de aprendizaje de muchos niños y a tenerla en cuenta si en un futuro ejerzo la profesión de maestra. Además, el pasar las pruebas de lateralidad y elaborar el pequeño estudio ha sido también una de las partes más interesante ya que nunca había realizado algo parecido. Y el hecho de trabajar con niños de nuevo, ha sido una de las partes más representativas e importantes para mí de todo el trabajo. En cuanto a las dificultades que me he encontrado a lo largo de este proceso, una se refiere, como he comentado antes, a los pocos autores actualizados que hablan de la lateralidad y de sobre todo cómo esta puede afectar al aprendizaje. Y, la segunda, es la realización del estudio, porque aunque ha sido una parte muy interesante también ha sido complicada debido a que nunca había preparado pruebas para pasárselas a niños ni se las había pasado a niños y tampoco las había interpretado, que de todo, creo que es lo más difícil, el saber qué dicen las gráficas y las tablas para poder sacar alguna conclusión. En definitiva, considero que el tema de la lateralidad es un aspecto interesante y motivador para estudiar y para analizar así como algo de vital importancia para docentes y padres, los cuales deben saber diagnosticar cuando está mal definida y también tienen que conocer cómo han de intervenir cuando los síntomas son claros.

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La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar

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39

Andrea Moneo Fernández 7. Anexos ANEXO 1 FICHA DE EVALUACIÓN DE LA LATERALIDAD 1. Preferencia ocular 1er intento Dcha.

Izda.

2o intento Dcha.

Izda.

3er intento Dcha.

Izda.

Mirar una imagen o texto a través de una lupa Mirar un cartón con un agujero en el centro Mirar por un tubo Mirar por un solo ojo 2. Preferencia auditiva 1er intento Dcha.

Izda.

2o intento Dcha.

Izda.

3er intento Dcha.

Izda.

Dar una palmada detrás suyo y ver a qué lado se gira Dejarle una grabación con un volumen bajo y mirar a qué oído se le acerca para escucharla Llamar por teléfono Escuchar el tic-tac de un reloj 3. Preferencia manual en tareas que se realizan con una sola mano 1er intento Dcha.

Izda.

2o intento Dcha.

Izda.

3er intento Dcha.

Izda.

Dejarle una cuchara y que haga como que come sopa Pedirle que me pase un bolígrafo Lanzar una pelota intentando encestar Coger algún objeto del suelo 40

La lateralidad y su influencia en el aprendizaje escolar

4. Preferencia manual en tareas que se realizan con las dos manos 1er intento Dcha.

Izda.

2o intento Dcha.

Izda.

3er intento Dcha.

Izda.

Repartir cartas Desenroscar un tapón Escribir su nombre en un papel o dibujar algo Sacar algo de una bolsa 5. Preferencia miembros inferiores 1er intento Dcha.

Izda.

2o intento Dcha.

Izda.

3er intento Dcha.

Izda.

Golpear un balón Saltar a la pata coja Sentarse y poner una pierna encima de la otra pierna Poner un pie sobre una silla

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