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LECCION 10: TRANSPORTE Y MEDIO AMBIENTE Uno de los objetivos del libro verde del transporte es determinar las consecuencias de algunos medios de transporte en el medio ambiente y sobre las posibles medidas para reducir estos daños. En 1998,el Consejo de ministros de la UE, observaron que se habÃ−a progresado para hacer más sostenible el sistema de transporte pero, detectaron la necesidad de una estrategia que recoja los objetivos medioambientales intermedios y a largo plazo correspondientes para acelerar la integración de los requisitos medioambientales en la polÃ−tica común de transportes. AsÃ−, el Tratado de la UE establece la obligación de que todos los órganos de la UE integren los requisitos medioambientales en la definición y realización de las polÃ−ticas, propuestas y actividades comunitarias. Las medidas contra la contaminación del transporte al medio ambiente van muy ligadas a la tecnologÃ−a del vehÃ−culo de motor y a la calidad de los combustibles. Desde los años 70 la Comunidad ha venido adoptando diversas Directivas sobre las emisiones de los vehÃ−culos de motor que han permitido reducir considerablemente las emisiones de gases contaminantes y partÃ−culas, asÃ− como las emisiones sonoras de los vehÃ−culos. El gran avance conseguido en la reducción de emisiones de contaminantes es fundamentalmente la aplicación de los sistemas de control de emisiones como los catalizadores de tres vÃ−as con sonda lambda, instrumento relativamente caro pero muy durable (80.000 Km). Ha avanzado considerablemente en materia de normativa sobre calidad y propiedades medioambientales de los combustibles para el transporte. Es de esperar, por otra parte, que el desarrollo de las medidas contenidas en el Libro Blanco sobre la polÃ−tica europea de cara al 2010, tanto en materia de infraestructuras como de gestión de la demanda e introducción de nuevas tecnologÃ−as que permitan una utilización más eficiente de las infraestructuras contribuyan de manera eficaz a la sostenibilidad del transporte, en lo que a sus impactos sobre el medio ambiente se refiere. La Unión Europea ha adoptado un plan de actuación para potenciar el uso de combustibles de sustitución y conseguir que para el año 2020 el 20% de los combustibles clásicos sean reemplazados por nuevos combustibles. Tres son las opciones que considera viables la Comisión: los biocarburantes que son los que tienen más posibilidades a corto y medio plazo y que ya representan el 5% del consumo total de carburantes, el gas natural y, a más largo plazo, el hidrógeno. La difusión de combustibles de sustitución, en concreto de biocarburantes procedentes de productos agrÃ−colas, contribuirá de forma eficaz a reducir la dependencia energética de la Unión Europea y a mejorar el medio ambiente. Dos son las Directivas que la Comisión pretende presentar con el fin de introducir de forma paulatina en cada Estado miembro un porcentaje mÃ−nimo de consumo obligatorio de biocarburantes y de aplicar reducciones fiscales para su impulso. El gran reto existente en la actualidad, son los vehÃ−culos de pilas de combustibles. Se trata de un motor térmico que alimenta a uno eléctrico. La Comisión ha puesto en marcha, asimismo, una serie de iniciativas e investigaciones (proyectos CIVITAS, CUTE, etc.) con el fin de reducir la congestión del tráfico y la contaminación de las ciudades y potenciar el empleo de autobuses propulsados con hidrógeno, mejorando la calidad del aire y la eficiencia del transporte en las áreas urbanas. En enero de 2002, desapareció la gasolina con plomo por la incompatibilidad que tenÃ−a con los 1
catalizadores que se ponÃ−an en el escape, que reducen o eliminan la mayor parte de los gases contaminantes. PROGRAMA AUTO-OIL. Su objetivo es la reducción de emisiones contaminantes para el año 2010. Contempla mejoras en las tecnologÃ−as de los vehÃ−culos nuevos, y en la calidad de los carburantes. A diferencia del anterior Programa, éste tiene en cuenta, también, medidas no técnicas. Las mayores restricciones en las especificaciones de los combustibles han afectado negativamente a las emisiones de CO2. Los ahorros de energÃ−a de las nuevas generaciones de motores, a los cuales se ha comprometido la industria del automóvil, requerirán carburantes sin azufre. Establece tres tipos de medidas, las relacionadas con los vehÃ−culos (dentro de éstas, especÃ−ficas para turismos), las especificaciones de carburantes y las medidas de inspección y mantenimiento de los vehÃ−culos. En consecuencia, se han fijado lÃ−mites al contenido de azufre, el benceno, compuestos aromáticos y plomo en gasolinas y gasoil . También se fija una reducción de los valores lÃ−mites de emisión de ciertos gases contaminantes en los nuevos vehÃ−culos que se pongan en el mercado, y el control de forma sistemática y regular de las emisiones de vehÃ−culos mediante la instalación del Sistema de Diagnóstico a Bordo, que permitirá controlar los niveles de emisión del vehÃ−culo en marcha y avisar al conductor cuando se produzca alguna anomalÃ−a.
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