TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

DISCURSO SOBRE LA LECTURA INFANTIL DE LA CON STITUCIÓ N

Preám bulo. Esta jornada de lectura de la Constitución de la Repú blica por parte de nuestros jóvenes escolares está llena de significados, propósitos, sueños y esperanzas. C onjugan esfuerzos significativos y sostenidos de todo el personal del Tribunal Constitucional que ha tenido a bien hacer posible la realización de esta jornada. Están abonados por el empeño y laboriosidad de todos estos escolares, promesa para la Patria qu e los vio nacer, así como de la desinteresada y comprometida colaboración de los centros escolares participantes, de sus abnegados profesores y padres. En nombre de las magistradas y magistrados del Tribunal Constitucional, y el mío propio, quiero agrade cerles a todos de forma muy sentida el resultado de su trabajo. De la misma manera, hago provecho de la ocasión para tributar igual agradecimiento a todo el personal de la B iblioteca Nacional en la persona de su director, el doctor Diomedes Núñez Polanco por la acogida y colaboración esmerada qu e nos han brindado así como a la generosa participación del artista del pincel M iguel Núñez, quien ha prestado los rostros del patricio para que enmarquen el escenario de este acto.

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Las gracias a todos nuestros invitados que nos acom pañan en el desarrollo de esta iniciativa. Para presentar este acto, concentraré mis palabras resaltando el significado histórico de la conmem oración, el propósito educativo de la misma y por últim o, su significado simbólico. I.-Una conmemoración histórica. Hace justamente 170 años, un día como hoy, 6 de noviembre de 1844, un grupo de ciudadanos ilustres proclamaron en la villa de San Cristóbal la primera Constitución dom inicana, considerada por diversos historiadores como el “acta de bautism o de la Nación dominicana”. Desde entonces, los dominicanos han luchado a lo largo de su historia por reafirmar las libertades públicas, la soberanía nacional frente a las injerencias extranjeras, la igualdad entre la mujer y el hombre, la institucionalidad democrática y los criterios qu e definan incuestionablemente la nacionalidad dominicana. El eminente historiador dom inicano Emilio Rodríguez Dem orizi señaló al referirse a la Constitución de San Cristóbal, lo sigu iente: “¿Qué es lo que hoy nos queda de la Constitución de San Cristóbal? Queda lo esencial: la base jurídica del Estado; sus principios de libertad; sus postulados democráticos; y por encima de todo su virtualidad augusta: su eficacia en la organización del Estado y en la solemne afirmación de la nacionalidad dominicana” 1 Tras el paso del tiempo, la República Dominicana aún preserva mucho de aquel ideal dem ocrático que inspiró a los primeros constituyentes de la patria. La C onstitución dominicana proclamada el 26 de enero del 2010, constituye una de las cartas magnas democráticas más m odernas de la región. Entre las novedades que establece este nuevo texto constitucional, se encuentra la disposición que sirve de base a esta actividad que se realiza en el día de hoy. En efecto, el ar tículo 63 de esa Constitución, al referirse al derecho fundamental a la e ducación 1

Rodríguez Dem orizi, Em ilio (1944). “La Constituyente de San Cristóbal” ; Revista Academia Dominicana de Historia de noviem bre de 1944; pág. 308

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señala en su numeral 13, lo siguiente: “Con la finalidad de formar ciud adanas y ciudadanos co nscientes de sus derechos y deberes, en todas las instituciones de educación públ ica y privada, serán obligatorias la instrucción en la formación social y cívica, la enseñanza de la Constitución, de los derechos y garantías fundamentales, de los valores patrios y de los principios de convivencia pacífica.” Es decir, la C onstitución dominicana obliga a su enseñanza a fin de promover la formación de ciu dadanas y ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes . Una forma de pedagogía útil para estos fines es la lectura de nuestra Constitución. Por su parte, el artícu lo 35 de la Ley Orgán ica No. 137-11 del 13 de junio del 2013 encomienda al Tribunal C onstitucional la obligación de prom over iniciativas relativas al estudio del derecho constitu cional y a los derechos fundamentales. Una de estas iniciativas es el aprendizaje y fam iliarización con la Constitución por parte de ese segmento de la población dominicana llamada a heredar nuestro legado: la niñez. Esta lectura de nuestra Ley Fundamental por parte de la niñez dominicana tiene antecedentes; ya la Fundación Juan Bosch, organizó en abril del 2010 la lectura a viva voz de la Constitución de 1963 en un populoso sector de la ciudad capital. Años antes, en el 2007, durante la asamblea final del proceso de consu lta popular para la reforma constitucional que culminó con el nuevo texto del 2010 , un grupo de 15 niñas y niños dom inicanos con la asesoría de UNICEF, formularon una propuesta de 12 puntos para la m odificación de la C onstitución vigente en aquel mom ento. El acto de hoy, sin embargo, reviste una especial importancia no sólo por la efem éride histórica que im plica nuestra primera Constitución, ni por el hecho de qu e con dicho acto, el Tribunal Constitucional cumple con un mandato constitucional y legal de fomentar el conocimiento de nuestra Ley de Leyes, sino que por medio de la lectura v a fomentando una aproximación por parte de los escolares que participaran , de una mayor conciencia de 3

la condición ciudadana; estatuto que algún día alcanzaran al llegar a la mayoridad de edad. II. Una contribución educativa. Para los niños en edad escolar, la lectura constituye una herramienta fundamental en su aprendizaje que orienta y estructura el pensamiento; además permite el desarrollo de la agilidad mental para interpretar situaciones y contextualizarlas con su entorno vital. Este acto de lectura integral del texto Constitucional, contribuye enormemente no sólo a una mejor comprensión de la misma, sino que promueve , a temprana edad, la conciencia ciudadana de comprom iso con la nación, al igual que la participación activa y progresiva de las person as menores de edad en la vida comun itaria y social; tal y como se consigna en el artículo 56 numeral 2 de la Constitución de la República. Estos conceptos “lectura” y “ciudadanía” están muy vinculados. En ese sentido, los eminentes pedagogos argentinos de la Universidad de La Plata, Luis R. Cabral & Patricia Rodríguez 2 , señalan sobre el particular lo siguiente: “La idea de ciudadanía que se reproduce en las aulas también es filtrada por el tamiz de lo escolar. Estas reflexiones nos permiten comprender dos cuestiones: por un lado, la ineludible ligazón entre lectura y ciudadanía y, por otro lado, el reconocimiento de que esta ligazón está marcada e influida aún por un agente socializador… creemos que la lectura es un dispositivo libertario que vincula al suj eto con su realidad circundante y le permite su apropiación, a la vez que potencia y recrea sus facultades como ciudadano. Así, la ciudadanía comienza a hacerse realidad a partir del vinculo creador que es la lectura.” Esta jornada persigu e objetivos esp ecíficos, tales com o:

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Cabral, L. & Rodríguez, P. (2010).”La Lectura como vínculo creador de la Ciudadanía”. Revista Lectura y Vida, Junio 2010; pág. 84

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Fijar en los niños y en las niñas el conocimiento sobre la fecha y motivo de celebración del Día de la Constitución. Incentivar la participación positiva de la población estudiantil en el ejercicio de derechos y cumplimiento de debe res a través de actividades didácticas y culturales. Enseñar a los jóvenes que los derechos y deberes fundamentales establecidos en la Constitución son reales y pueden observarse cada día en la convivencia. Que los niños entiendan qué es la Constitución y familiarizarlos con el contenido de la Carta M agna. Enseñar a nuestros escolares a establecer y aceptar normas para la correcta organización de sus entornos sociales más cercanos (casa y escuela). Esta cultura constitucional que se incentiva con la jornada de lectura es una forma de fomentar una ciudadanía más consciente de su s derechos fundamentales y de su rol democrático bajo el paradigma del Estado Social y Dem ocrático de Derecho. El jurista alemán Peter Haberle 3 , señala la vinculación estrecha entre ciudadanía y educación dentro del marco de la pedag ogía constitucional: “La educación en derechos humanos es un primer cometido educativo en el plano nacional… Algunas Constituciones nacionales, ante todo las de países en desarrollo, lo indican de manera ejemplar… La educación en derechos humanos es el punto de partida de todos los esfuerzos para la ciudadanía a través de la educación… Ser humano y ciudadano son la misma cosa. La cultura es el fermento de ambos… La segunda finalidad educativa es el principio democrático, bajo el acento de la dimensión activa de los ciudadanos, esto es, de las posibilidades que les ofrecen, más allá de los procesos electorales, de conformación continua de la vida política… La democracia deriva en mi opinión, de la dignidad 3

Haberle, Peter. (2005). “La Ciudadanía a través de la Educación como tarea Europea.” Recuperado el 3 de noviem bre del 2014 en http://www.ugr.es/~redce/REDCE4/articulos/21haberle.htm

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humana de los ciudadanos como premisa cultural antropológica del Estado constitucional”. III. Una construcción simbólica. Finalmente, esta jornada de lectura tiene un gran significado simbólico, pues constituye un solemne com promiso entre nuestra generación y aquella que nos debe suceder , representada hoy por estos jóvenes escolares . En este evento, se dan la mano simbólicam ente, el presente y el futuro de la patria. Estos jóvenes al leer la Constitu ción de la República, asumen un com promiso de vivir en con stitucionalidad, conociendo y ejerciendo en su momento y como corresponde sus derechos y deberes; al igual que respetando sus valores y principios dem ocráticos ya sea en su rol de futuros ciu dadanos o potenciales autoridades públicas de la nación. A nosotros –los adultos- nos corresponde en cambio, seguir aportando nuestro s esfuerzos en la construcción de un Estado Social y Dem ocrático de Derecho, así como una sociedad más justa, bendecida bajo la gracia divina de Dios e inspirada en el ideario de nuestr os padres de la patria y de los próceres de la Restauración quienes lucharon con denuedo para legarnos una Repú blica libre, independiente, soberana y democrática; patria común de todos dominicanos.

M ag. Leyda M argarita Piña M edrano Jueza Primera S ustituta del Presidente Tribunal Constitucional de la República Dominicana

6 de noviembre de 2014 Auditorio Juan Bosch, Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña Santo Domingo, D. N

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