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medigraphic Dermatología Rev Mex 2006;50:9-19
Artículo original Tumores cutáneos benignos: correlación clínico-patológica en el servicio de dermatooncología del Centro Dermatológico Pascua de 1995 al 2004 Alma Susana Fragoso Gutiérrez,* Armando Medina Bojórquez,** Rosa María Gutiérrez Vidrio,*** Josefa Novales Santa Coloma,**** Gisela Navarrete Franco,1 Alberto Ramos Garibay,1 Sonia Torres González,2 Daniel Alcalá Pérez2 RESUMEN Antecedentes: los tumores benignos de la piel son un grupo heterogéneo de lesiones que pueden localizarse en cualquier parte del cuerpo, sin predilección de género ni edad. No se conoce la prevalencia real en México, debido a que no hay estudios que abarquen el amplio espectro clínico. La gran cantidad de tumores existentes y el aspecto morfológico tan variado hacen difícil el diagnóstico clínico, por lo que el estudio histopatológico es necesario para llegar al diagnóstico definitivo. Objetivo: conocer la estadística de los tumores cutáneos benignos en 10 años en la clínica de dermatooncología del Centro Dermatológico Pascua. Material y método: se realizó un estudio retrospectivo de pacientes atendidos en el servicio de dermatooncología del Centro Dermatológico Pascua, de enero de 1995 a diciembre del 2004. Se encontraron 581 tumores cutáneos benignos, se analizaron los datos epidemiológicos y se comparó la concordancia entre el diagnóstico clínico e histopatológico. Resultados: de los tumores analizados, 63% predominaron en las mujeres, con localización más frecuente en la cara (37%). El tamaño del tumor más común fue de 1 a 5 cm en 209 casos (59%) y el tiempo de evolución que predominó fue mayor de 10 años en 88 lesiones (31%). Los niveles de correlación clínico-patológica fueron mayores en las neoformaciones eritematoescamosas (66.66%). Conclusiones: este estudio aporta información importante de estadística en México y permite conocer los tumores cutáneos benignos más frecuentes, así como el grado de certeza diagnóstica. Palabras clave: tumores cutáneos benignos, certeza diagnóstica.
ABSTRACT Background: Benign skin tumors are a heterogeneous group of lesions that can be located in any part of the body, without gender predilection, age, nor ethnic group. The real incidence of benign skin tumors is not known in Mexico because there are no studies that include the clinical spectrum. The great amount of existing benign skin tumors, as well as the varied morphological aspects may difficult the clinical diagnosis, thus it is necessary a histopathological study to make a final diagnosis. Objective: To know the statistic in the Dermatooncologic Department of the Centro Dermatológico Pascua regarding benign skin tumors in 10 years. Material and method: A retrospective study of the patients seen at the Dermatooncology Department of the Centro Dermatológico Pascua was made from January, 1995 to December, 2004. We found a total of 581 benign cutaneous tumors, analyzed epidemiological data and matched the concordance between the clinical and histopathological diagnosis. Results: We analyzed 581 benign skin tumors, from them 63% were in female, and 37% were localized on the face. The size of these tumors was 1 to 5 cm in 209 lesions (59%), with an evolution of more than 10 years in 88 lesions (22.5%). The levels of clinicopathological correlation were greater in the erythematosquamous lesions (66.66%). Conclusions: This study shows important data of statistics in Mexico, and it allows to know the most common benign skin tumors and the degree of diagnostic certainty. Key words: benign skin tumors, diagnosis.
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Dermatóloga en adiestramiento en el Curso de Dermatoon- cología y Cirugía Dermatológica. ** Dermatooncólogo, jefe del servicio de dermatooncología. *** Dermatooncóloga, ex jefa del servicio de dermatooncología. **** Dermatopatóloga, jefa del servicio de dermatopatología. 1 Dermatopatólogo adscrito al servicio de dermatopatología. 2 Dermatooncólogo adscrito al servicio de dermatooncología.
Dermatología Rev Mex Volumen 50, Núm. 1, enero-febrero, 2006
Correspondencia: Dra. Alma Susana Fragoso Gutiérrez. Centro Dermatológico Pascua. Avenida Dr. Vértiz 464, colonia Buenos Aires, CP 06780, México, DF. Recibido: octubre, 2005. Aceptado: diciembre, 2005.
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Fragoso Gutiérrez AS y col.
L
os tumores cutáneos benignos constituyen una de las alteraciones que con mayor frecuencia se observan en la exploración física dermatológica. Pueden tener diversos orígenes, desde la epidermis, los anexos o el tejido conectivo dérmico y subcutáneo, hasta las estructuras que se encuentran en la dermis, que incluyen los nervios y los vasos sanguíneos. Se manifiestan desde el nacimiento o posteriormente. Por lo general, reciben su nombre según el componente estructural predominante, por ejemplo: en el nevo sebáceo las glándulas sebáceas ocupan la mayor parte de la lesión, en el nevo ecrino las glándulas sudoríparas son el principal componente, etc. La incidencia de los tumores cutáneos benignos y malignos aumenta de manera considerable con la edad, debido a las alteraciones estructurales y funcionales de los queratinocitos, a otras células cutáneas, por el envejecimiento biológico, y a la acción nociva de la radiación ultravioleta que produce radicales libres difíciles de remover. La disminución de las células de Langerhans y de su función deteriora la inmunovigilancia y favorece la mayor incidencia de tumores. También se producen lesiones en el ADN y dificultades en su reparación, con mayor tolerancia a los carcinógenos tópicos y orales, por disminución de la función inmunitaria celular. Entre los tumores benignos el más frecuente es la queratosis seborreica. En algunas series se encuentra hasta en 52% de los adultos mayores. Otras lesiones frecuentes y de buen pronóstico son los angiomas rubí (29%) y los acrocordones o fibromas blandos. Las queratosis actínicas tienen mayor incidencia en la vejez, sobre todo en las personas que han laborado la mayor parte de su vida expuestas al sol. En los adultos mayores pueden apreciarse diversas alteraciones pigmentarias, una de las más frecuentes es el lentigo solar, debido a la fotoexposición crónica y a los factores genéticos.1 Las lesiones pueden variar durante la evolución natural de la enfermedad y modificar su estructura, tamaño e incluso componentes, pasando de uno a gran variedad de ellos. Desde el punto de vista morfológico, puede encontrarse que estos tumores cubren el amplio espectro de las lesiones elementales, pues se observan desde una pequeña mancha hasta neoformaciones de grandes dimensiones.
Varios autores han tratado de clasificar este grupo de dermatosis. Lo habitual es observar grandes grupos que engloban las enfermedades más comunes en: lesiones melanocíticas, eritematoescamosas, epidérmicas, vasculares, infecciosas, premalignas, cicatrices, quistes, procesos inflamatorios, tumores de los anexos, de origen fibroso o nervioso, y lesiones diversas.2,3,4 LESIONES MELANOCÍTICAS
Son neoformaciones circunscritas de la piel, derivadas de melanocitos, que pueden localizarse en la epidermis, la dermis o en ambas estructuras. Algunas variedades clínicas pueden tener gran relevancia por ser indicadores de enfermedades asociadas, por plantear problemas estéticos por su localización o porque pueden evolucionar a melanoma. Tienen una gran variedad de formas clínicas o histológicas. Para su mejor clasificación se han agrupado en lesiones con células melánicas maduras (epidérmicas: lentigo, efélides, nevo de Becker, etc.; dérmicas: nevo de Ota, nevo azul, etc.) y en lesiones con células névicas transformadas (nevos melanocíticos congénitos, adquiridos, displásicos, etc.). LESIONES ERITEMATOESCAMOSAS
Son enfermedades localizadas o diseminadas, constituidas generalmente por eritemas, escamas e infiltración. Pueden abarcar un amplio espectro de dermatosis inflamatorias, premalignas y malignas, por ejemplo: eccema, queratosis actínica y enfermedad de Bowen. En ocasiones, las lesiones únicas o escasas de psoriasis, parapsoriasis, pitiriasis liquenoide, etc., pueden suponer problemas diagnósticos, sobre todo en el diagnóstico diferencial más importante, como los procesos linfoproliferativos.
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LESIONES EPIDÉRMICAS
Se distinguen por su configuración simétrica y circunscrita y por su tendencia a diferenciarse a lo largo de líneas titulares organizadas. La OMS clasifica los tumores epidérmicos benignos en: nevo epidérmico, queratosis seborreica (tumor epitelial benigno más frecuente), acantoma de células Dermatología Rev Mex Volumen 50, Núm. 1, enero-febrero, 2006
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claras, pólipo fibroepitelial, disqueratoma verrugoso, queratosis actínica (premaligna), queratoacantoma y queratosis liquenoide benigna. LESIONES VASCULARES
En este grupo las clasificaciones suelen ser poco satisfactorias pues muchas enfermedades no pueden incluirse en categorías específicas debido a sus variantes evolutivas y a que existen cuadros reactivos, benignos y malignos. Lever propone agruparlas en:3 Cuadros reactivos: angioendoteliomatosis, granuloma piógeno, angiomatosis bacilar, etc. Anomalías del desarrollo: mancha en vino de Oporto, angioqueratoma (figuras 1 y 2), lago venoso, nevo en araña, etc. Tumores benignos: hemangioma capilar, cavernoso, verrugoso, etc. Tumores linfáticos: linfangioma, higroma quístico, etc. Tumores de células periteliales y glómicas: tumor glómico, hemangiopericitoma, etc. TUMORES MALIGNOS
De bajo grado de malignidad: sarcoma de Kaposi, hemangioendotelioma epitelioide, etc. Malignos: angiosarcoma, etc.5 CICATRICES
Pueden aparecer como consecuencia de la evolución natural de un tumor cutáneo o deberse a un episodio
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Figura 2. H y E 20x. Acantosis variable, capilares de paredes delgadas en la dermis papilar.
quirúrgico (biopsia) realizado para el diagnóstico o tratamiento de dichas lesiones. Es importante considerarlas ya que en la base de la cicatriz pueden existir células de dicho tumor, con lo que es probable la recurrencia, que si bien puede resolverse con un nuevo episodio quirúrgico para el caso de las lesiones premalignas o malignas, las implicaciones suelen ser más graves. QUISTES
Los quistes cutáneos se definen como cavidades localizadas en la dermis o hipodermis, recubiertas por epitelio y de contenido líquido, gelatinoso o sólido. Los pseudoquistes tienen un aspecto semejante a los quistes verdaderos pero carecen de pared epitelial. En los tumores quísticos la cavidad se desarrolla en el interior del parénquima. Para su mejor estudio suelen clasificarse en: Quistes foliculares: infundibulares (los más frecuentes, 80 a 90% de los casos), triquilémicos, esteatocistoma múltiple, dermoides, eruptivos, miliares, broncogénicos y del conducto tirogloso, ciliados cutáneos y del rafe medio del pene.
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Figura 1. Angioqueratoma.
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Fragoso Gutiérrez AS y col.
TUMORES DE LOS ANEXOS
Según su diferenciación se dividen en cuatro grupos: folículos pilosos, glándulas sebáceas, apocrinas y ecrinas. El diagnóstico en este grupo plantea dificultades por la gran cantidad de lesiones, por sus variantes clínicas, por la existencia de dos o más estirpes celulares y por la complejidad de la nomenclatura. Existe una clasificación simplificada en la que se subdividen en tres grupos:6 1) Hiperplasias, hamartomas y quistes: poro dilatado, nevo sebáceo, nevo apocrino, ecrino, etc. 2) Tumores benignos: tricofoliculoma, tricoepitelioma (figuras 3 y 4), pilomatrixoma, triquilemoma, hidrocistoma, cilindroma, siringoma, poroma ecrino, hidradenoma nodular, etc. 3) Tumores malignos. En una revisión de 391 casos en el Centro Dermatológico Pascua se observaron sólo 10 tipos de lesiones histológicas con diferenciación pilosebácea. Los más frecuentes fueron: nevo sebáceo (28.1%), pilomatrixoma (27.4%), tricoepitelioma (20%) e hiperplasia sebácea (17.6%).6
Se denominan según su estirpe histológica y pueden tener varios componentes del nervio o del perineuro. Existen tres tipos de tumores neurales que se originan de la vaina nerviosa: 1) neurofibromas, 2) neurilemomas y 3) neuromas.7 El neurofibroma es el tumor neural más frecuente. Los neurofibromas solitarios son raros; son más comunes las formas múltiples, casi siempre relacionadas con neurofibromatosis. Desde el punto de vista clínico,
TUMORES DE ORIGEN FIBROSO
Por lo general se observan como neoformaciones firmes, indolentes, de evolución lenta. Es común que se localicen en el tronco y las extremidades. El más frecuente es el dermatofibroma, también llamado fibroma duro, histiocitoma o histiocitoma fibroso benigno. Algunos pacientes refieren el antecedente de traumatismo o picadura de insecto previa. Son pápulas o nódulos, únicos o múltiples, duros, engastados en la piel, en pastilla, de 0.5 a 3 cm de diámetro, de color marrón o negro azulado. La importancia del diagnóstico adecuado radica en que algunos de estos tumores parecen neoplasias malignas (dermatofibrosarcoma, sarcoma epitelial, sarcoma sinovial, etc.) (figuras 5 y 6).
Figura 3. Tricoepitelioma.
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TUMORES DE ORIGEN NERVIOSO
El nervio cutáneo puede manifestar neoplasias de diversos tipos y con gran variabilidad clínica e histopatológica.
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Figura 4. H y E 20x. Cordones de células basaloides.
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Tumores cutáneos benignos
traumático, que a su vez incluye el neuroma de amputación y el dedo supernumerario rudimentario, el neuroma cutáneo idiopático único o múltiple y los neuromas mucosos múltiples. Los neuromas de amputación son muy dolorosos a la presión. No así los encontrados en los dedos supernumerarios rudimentarios, que aparecen como consecuencia de la destrucción de un dedo supernumerario. LESIONES INFECCIOSAS
Constituyen un amplio grupo de lesiones, entre las que destacan como neoformaciones epiteliales las enfermedades virales. De éstas, las verrugas vulgares, el condiloma acuminado y el molusco contagioso predominan en frecuencia. Las verrugas vulgares son tumores epiteliales infecciosos benignos producidos por el virus del papiloma humano y por los virus ADN. Se trata de una infección muy común que afecta sobre todo a niños y jóvenes. Pueden ser únicas o múltiples. Son lesiones verrugosas, de superficie queratósica y fisurada; algunas son filiformes. Se manifiestan en los dedos, las manos, la cara, el cuello, los bordes, los lechos ungueales y las rodillas principalmente.
Figura 5. Tumor mixoide.
LESIONES PREMALIGNAS
Figura 6. H y E 20x. Células fusiformes en un estroma laxo y mucinoso.
consisten en nódulos recubiertos por piel de color normal, son blandos o sólidos, de diferentes tamaños, que pueden aparecer en cualquier área, aunque predominan en el tronco. Muchas lesiones pueden invaginarse con la punta del dedo. Cuando las lesiones son extensas y afectan toda una extremidad, recubierta por piel redundante e hiperpigmentada, se denominan neurofibromas plexiformes. Los neuromas son otra afección de origen neural común. Existen tres formas clínicas. El neuroma
Son alteraciones patológicas del tejido epitelial con posibilidades de evolucionar a lesión cancerosa. Desde el punto de vista clínico, pueden transformarse en cánceres invasores. La queratosis actínica también se conoce como queratosis solar o senil y es la lesión precancerosa epitelial más común. Se manifiesta en particular en los ancianos. Inicia como una mancha y termina como una placa, de color piel a rojo pardusco o negro amarillento, mal definida, con escama seca y adherente, con o sin induración y eritema. En su evolución natural puede desencadenar un carcinoma epidermoide.
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LESIONES DIVERSAS
Debido a que muchas lesiones no pueden englobarse en los grupos antes mencionados, algunos autores han
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Fragoso Gutiérrez AS y col.
utilizado este grupo para las lesiones variadas, como el cuerno cutáneo, que se asocia principalmente con queratosis actínicas y seborreicas, verrugas vulgares, queratoacantoma y lesiones malignas, como el carcinoma epidermoide8 (figuras 7 y 8).
Figura 7. Carcinoma epidermoide.
DIAGNÓSTICO
Muchas veces se requiere el estudio histopatológico de la lesión para el diagnóstico definitivo. La importancia de integrar un diagnóstico puede ser de particular relevancia, ya que pese a ser tumores cutáneos benignos, algunos de ellos forman parte de genodermatosis o síndromes paraneoplásicos que afectan otros aparatos y sistemas, lo que ocasiona morbilidad y mortalidad en los pacientes. En otro grupo de lesiones se encuentran las enfermedades premalignas, como las queratosis actínicas, que si se dejan evolucionar pueden llegar a tener cambios de malignización. Asimismo, en el diagnóstico diferencial pueden encontrarse neoplasias cutáneas malignas, por lo que el estudio completo de la lesión permitirá diagnosticar y dar un manejo adecuado. La biopsia de piel se utiliza para diagnosticar lesiones cutáneas y en ocasiones se usa también como tratamiento definitivo. Existen diversos procedimientos para obtener una biopsia de piel, como: rasurado, saucerización, uso de sacabocado, incisional y excisional. Los factores que determinan el tipo de biopsia a utilizar son la topografía, la morfología, el tamaño de la lesión, el diagnóstico diferencial y las consideraciones cosméticas.9 TRATAMIENTO
El tratamiento óptimo de un tumor cutáneo primario está condicionado por la preexistencia de múltiples factores, que incluyen: tamaño y localización, posibilidad de invasión de estructuras vitales, edad, estado de salud general del paciente, e interés cosmético del mismo, con eventuales preferencias. La elección terapéutica, en función del proceso patológico existente, puede incluir: excisión quirúrgica, crioterapia, electrodesecación y curetaje, dermoabrasión química o mecánica, rasurado, aplicación tópica de 5 fluorouracilo, imiquimod o inyección intralesional de bleomicina (verrugas), corticoterapia (cicatrices queloides) y excisión mediante cirugía micrográfica de Mohs. También se han descrito: la radioterapia, la infiltración de interferón intralesional, la cirugía láser y el tratamiento fotodinámico.8 El análisis histopatológico debe ser sistemático, de este modo, todos los especímenes se remiten al labo-
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Figura 8. H y E 10x. Cordones de células escamosas y perlas córneas.
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Tumores cutáneos benignos
ratorio, incluso si su aspecto es clínicamente benigno. Debe haber confirmación diagnóstica por un departamento de patología, de preferencia especializado en tumores cutáneos.10,11 MATERIAL Y MÉTODOS
Se considera que este estudio puede aportar información importante en cuanto a la epidemiología de los tumores cutáneos benignos y al grado de correlación clínico-patológica en la clínica de tumores del Centro Dermatológico Pascua. Para ello se diseñó un estudio retrospectivo, de tipo descriptivo, en el que los objetivos fueron: 1) Conocer la frecuencia de los tumores cutáneos benignos en el servicio de dermatooncología del Centro Dermatológico Pascua. 2) Conocer el tumor cutáneo benigno más frecuente. 3) Determinar el grado de acierto diagnóstico en esta enfermedad. Se revisaron los expedientes clínicos del servicio de dermatooncología del Centro Dermatológico Pascua. Se incluyó a pacientes de cualquier edad y sexo, atendidos en el servicio de dermatooncología de enero de 1995 a diciembre del 2004, con expediente clínico completo, incluida la toma de biopsia. En caso de manifestar dos o más lesiones cutáneas se eligió para su estudio la más representativa (sólo una por enfermo). Para facilitar el análisis de resultados y de acuerdo con lo sugerido en la bibliografía mundial se integraron 14 grupos de lesiones (variedades clínicas), que se agruparon por diferenciación histológica. A continuación se enumeran dichos grupos y los tumores cutáneos benignos agrupados en cada uno de ellos: 1. Lesiones melanocíticas: nevo melanocítico congénito y adquirido, nevo azul, nevo dis- plásico, nevo de Sutton, nevo de Spitz, len- tigo. 2. Cáncer: carcinoma epidermoide, carcinoma basocelular, melanoma, sarcoma sinovial, sarcoma de Kaposi, linfoma de células T. 3. Nevos epidérmicos: queratosis seborreica, nevo verrugoso, nevo sebáceo. 4. Vasculares: hemangioma, angioma rubí, lin- fangioma, angioqueratoma, granuloma pió geno, tumor glómico.
5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14.
Cicatrices. Quistes: epidermoide, dermoide, mucinoso, triquilémico, infundibular. Procesos inflamatorios: radiodermitis, pani- culitis granulomatosa. Tumor de los anexos: tricoepitelioma, tricofoliculoma, cilindroma, poroma ecrino, pilomatrixoma, hidrocistoma, queratoacantoma, siringoma condroide, espiradenoma. Tumor fibroso: fibromatosis plantar, derma- tofibroma, fibroma de la vaina tendinosa. Misceláneos: mal perforante plantar, calcinosis cutánea, leiomioma. Eritematoescamosas: parapsoriasis. Infecciosas: verruga vulgar, abscesos. Premalignas: queratosis actínica. Tumor de origen neural: neurofibroma, neu- rilemoma, neuroma, neurotecoma.
RESULTADOS
Durante los 10 años que duró el estudio se analizaron en el servicio de dermatooncología 4,600 pacientes, de los cuales 581 tuvieron tumores cutáneos benignos. En el cuadro 1 se muestra la incidencia anual en los últimos 10 años; se encontró una prevalencia de 12.6 casos por cada 100 pacientes que se atendieron en la clínica. En este estudio 382 pacientes cumplieron con los criterios de inclusión; 241 (63%) correspondieron al sexo femenino y 141 al masculino (37%). El rango de edad osciló entre 1 y 99 años, con promedio de 41.5 años; no hubo predilección por algún grupo de edad, como se muestra en el cuadro 2. Topografía
La localización encontrada con mayor frecuencia fue la cabeza en 45% de los casos [piel cabelluda 28 (8%) y cara 133 (37%)], seguida de los pies en 49 (14%), el tórax en 41 (12%), los miembros inferiores, excepto los pies, 34 lesiones (10%), las manos en 27 (8%), los miembros superiores sin incluir las manos en 24 (7%), el cuello (10 lesiones) 3%, el abdomen 6 tumores (2%), los genitales 4 (1%) y en 26 tumores no se especificó la topografía (figura 9).
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Cuadro 1. Frecuencia de tumores cutáneos en la clínica de dermatooncología Año
Malignos
Benignos
Total
Índice x 100
1995
338
126
464
27.16
Tamaño de las lesiones
Se encontró que 58% de los tumores tenían dimensiones entre 1 y 5 cm, seguidos de las lesiones menores de 1 cm (36%) (figura 10).
1996
303
52
355
14.65
Evolución
1997
291
42
333
12.61
1998
234
35
269
13.01
1999
364
33
397
8.31 10.69
El tiempo de evolución de las lesiones cutáneas fue menor de un año en 82 tumores (29%), de 1 a 5 años en 87 (30%), de 6 a 10 años en 30 (10%), más de 10 años en 88 (31%) y en 95 lesiones no se especificó el tiempo de evolución.
2000
401
48
449
2001
450
47
497
9.46
2002
498
52
550
9.45
2003
499
59
558
10.57
Manejo
2004
641
87
728
11.95
La biopsia excisional fue el procedimiento de primera elección en el manejo y tratamiento de 206 casos (53.9%), seguida de la biopsia incisional en 171 tumores (45%). Tres pacientes se refirieron a centros especializados (Instituto Nacional de Pediatría y Hospital Rubén Leñero), ya que por las dimensiones del tumor requirieron manejo en el servicio de cirugía plástica y reconstructiva; un enfermo recibió tratamiento con láser y uno más radioterapia (figura 11).
Cuadro 2. Rangos de edad Grupos de edad
Número de pacientes
%
0-10
18
5
11-20
55
16
21-30 31-40
54 50
16 15
41-50
43
13
51-60 61-70
51 29
15 8
71-80
26
8
≥ 80
18
5
Topografía N=382 8% 37% 3% 12% 2%
Correlación clínico-patológica
En cuanto al índice de correlación que hubo entre el diagnóstico clínico (inicial) e histopatológico (definitivo) se observaron 255 lesiones con correlación (67%) y 127 tumores sin correlación (33%). Se realizaron tablas de contingencia de 2 x 2 y se analizó por variedades clínicas la correlación entre el diagnóstico inicial (clínico) y el diagnóstico final (histopatológico) (cuadro 3 y figura 12). CONCLUSIONES
15%
1%
Los tumores cutáneos benignos son dermatosis comunes y representan una frecuencia de 12.6 x 100 pacientes atendidos en el servicio de dermatooncología del Centro Dermatológico Pascua. La bibliografía mundial menciona que predominan en los adultos mayores; sin embargo, lo observado en esta serie indica que no hay predominio de edad, aunque sí de género (femenino 63%). Son más comunes en la cabeza (45%). Las variedades clínicas observadas con mayor frecuencia fueron: nevo azul, angioqueratoma y nevos displásicos. Esto difiere de lo descrito por
www.medigraphic.com 24%
Figura 9. Topografía; n = 382.
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Tumores cutáneos benignos
220 (58%)
250
200
138 (36%) 150
Núm. 100de casos
50
12 (3%)
12 (3%)
0 10
cm
Figura 10. Tamaño de las lesiones; n = 382.
250 206
200
171
150
Núm. 100de casos
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50
1
3
1
0 Biopsia excisional
Biopsia incisional
Referencia
Láser
Radioterapia
Figura 11. Tratamiento; n = 382.
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Cuadro 3. Correlación clínico-patológica por variedades clínicas Tipo de lesión
Diagnóstico final
% de correlación
Melanocíticas Cáncer
130 (34%) 50 (13.1%)
113 (86.92%) 15 (30%)
Nevos epidérmicos Vasculares Cicatrices Quistes Procesos inflamatorios Tumor de los anexos Tumor fibroso
24 (6.3%) 38 (9.9%) 2 (0.5%) 10 (2.6%) 7 (1.8%)
20 (83.33%) 28 (73.68%) 0 5 (50%) 1 (14.28%)
79 (20.7%) 20 (5.2%)
57 (72.15%) 6 (30%)
Misceláneos
8 (2.1%)
4 (50%)
Eritematoescamosas Infecciosas Premalignas
2 (0.5%) 5 (1.3%) 2 (0.5%)
2 (100%) 1 (20%) 2 (100%)
Tumor de origen nervioso
5 (1.3%)
1 (20%)
otros autores, quienes mencionan la queratosis seborreica, los acrocordones y los angiomas rubí como los más frecuentes, lo cual no es del todo erróneo y puede explicarse porque algunas de estas lesiones se tratan en consultorios de dermatología general, sin llegar a formar parte de la estadística de la clínica de dermatooncología. El tamaño del tumor encontrado más a menudo fue de 1 a 5 cm en 209 lesiones (59%); el tiempo de evolución que predominó fue más de 10 años en 88 casos (31%). En el diagnóstico definitivo se apreció que el nevo azul y los carcinomas epidermoide y basocelular fueron las lesiones más frecuentes; estas dos últimas corresponden a neoplasias malignas de la piel. Se observó que los niveles de correlación fueron mayores en las neoformaciones eritematoescamosas y premalignas (100%), en las lesiones melanocíticas (86.92%) y en los nevos epidérmicos (83.33%). En el caso de los tumores
113
Melanocíticos 57
Tumor de anexos 28
Vasculares 20
Nevos epidérmicos 15
Cáncer 6
Tumor fibroso 5
Quistes 4
Diversos 2
T. origen neural
2
Eritematoescamosas Premalignas
1
Infecciosas
1 1
Procesos inflamatorios 0
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40
60
80
100
120
Núm. de casos
Figura 12. Correlación clínico-patológica por variedades clínicas; n = 382.
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Tumores cutáneos benignos
sin correlación clínico-patológica, 15 lesiones névicas se diagnosticaron clínicamente como tumores diversos (anexos, vasculares, melanoma); en los tumores neurales se observaron tres diagnósticos clínicos diferentes en cinco lesiones. Once lesiones diagnosticadas como queratoacantoma después del estudio histopatológico se catalogaron como carcinoma epidermoide. Diez carcinomas basocelulares diagnosticados por histopatología se clasificaron en un inicio como nevos o queratosis seborreicas. El tratamiento más utilizado en este tipo de lesiones fue la biopsia excisional en 256 lesiones (44.1%). DISCUSIÓN
Los tumores cutáneos benignos son frecuentes; sin embargo, se desconoce la incidencia real debido a que no se registran todos los casos, quizá por la poca morbilidad y mortalidad que representan y porque los pacientes muchas veces no acuden al médico por dichas lesiones, ya que su curso suele ser indolente. En múltiples ocasiones el estudio completo del tumor cutáneo benigno requiere toma de biopsia, por la gran variedad clínica y la semejanza que suele haber entre estos grupos de lesiones. El nivel de correlación observado en este estudio (67%) es bajo y esto se explica también por la gran diversidad clínica de este grupo de tumores. Puesto que no hay estudios extensos de la prevalencia de los tumores benignos en general, sino que son por enfermedades y con pocos números de casos, es difícil comparar los resultados obtenidos con la bibliografía mundial.
Se considera que este estudio puede aportar información importante referente a la epidemiología de los tumores cutáneos benignos en México, al tomar como referencia la estadística de la clínica de dermatooncología del Centro Dermatológico Pascua. Referencias 1.
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XXII Congreso Mexicano de Dermatología
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Morelia, 2006 Del 24 al 28 de octubre del 2006
Dermatología Rev Mex Volumen 50, Núm. 1, enero-febrero, 2006
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