U n a Me m o r i a Pa r a l o s Re fi n e ro s

Introducción 1 2 Carolina Ibarra Peña Una Memoria pa r a lo s R e fi n e ro s 3 Introducción Una Memoria Para lo s R e fi n e ro s Constr

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Introducción

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Una Memoria

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Introducción

Una Memoria Para

lo s

R e fi n e ro s

Construcción de la Memoria Colectiva en el Barrio Villa Dulce CRAV a partir del relato oral de los ex trabajadores de la Compañía de Refinería de Azúcar de Viña del Mar CRAV y sus familias (1960-2010)

Carolina Ibarra Peña

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Introducción

A mi padre... A mi madre... © Carolina Ibarra Peña, 2013 Inscripción N° 220.477 ISBN 978-956-17-0552-4 Tirada: 500 ejemplares Derechos Reservados Ediciones Universitarias de Valparaíso Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Calle 12 de Febrero 187, Valparaíso Teléfono: 227 3087 – Fax: 227 3429 E.mail: [email protected] www.euv.cl Dirección de Arte: Guido Olivares S. Diseño: Mauricio Guerra P. Asistente de Diseño: Alejandra Larraín R. Corrección de Pruebas: Claudio Abarca L. Impreso en Salesianos S.A. HECHO EN CHILE

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Í n dic e

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1. Prólogo .............................................................................................................. 11 2. Agradecimientos . .............................................................................................. 15 3. Introducción ..................................................................................................... 17 4. Comprender

el barrio, comprender su memoria................................................

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Comprender el barrio..................................................................................................... 33 Comprender su memoria .............................................................................................. 39

5. Una

memoria para los

Refineros ....................................................................... 47

La fundación del barrio Villa Dulce CRAV ............................................................. 50 La búsqueda de un terreno..................................................................................... 51 Inauguración de la población . .............................................................................. 55 Los primeros años en el barrio ................................................................................... 58 Las instituciones del barrio.......................................................................................... 64 La escuela .................................................................................................................. 65 Junta de Vecinos de Villa Dulce CRAV............................................................... 67 Centro de Madres Mercedes Fernández de Titus ........................................... 68 Club Deportivo Villa Dulce .................................................................................. 70 La Iglesia San José ................................................................................................... 71 Otras agrupaciones .................................................................................................. 74 El barrio, vida y costumbres ....................................................................................... 76 La vida cotidiana en el barrio................................................................................. 76 Fiestas y tradiciones ................................................................................................ 79

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Otros hitos en el barrio........................................................................................... 89 La industria refinera y el barrio................................................................................... 92 Cierre de la industria y las repercusiones en el barrio......................................... 101 Cambios en el barrio ............................................................................................... 103 Cambios en la familia ............................................................................................. 104

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Í n dic e

de

I lu s t r ac io n e s

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6. Conclusión......................................................................................................... 111 El espacio geográfico del barrio ................................................................................ 112 La comunidad del barrio ............................................................................................... 114

1. Plano de Villa Dulce CRAV................................................................................................ 49

La Memoria del Barrio ................................................................................................... 118

2. Hotel de Villa Alemana, 1953 .......................................................................................... 54

7. Bibliografía........................................................................................................ 127

3. Inauguración de las casas de Villa Dulce CRAV, 1963 .............................................. 56 4. Primeros arreglos al barrio, 1964 ..................................................................................... 59 5. “La ciudadela” interior de la Compañía de Refinería de Azúcar

de Viña del Mar, 1965 ........................................................................................................ 63

6. Homenaje a los Estados Unidos en la Escuela John Kennedy, 1968....................... 66 7. Escuela Montessori, 1963 .................................................................................................. 77 8. Quema de Judas en Semana Santa .................................................................................. 87 9. Fachada del Club Social de la CRAV .............................................................................. 93 10. Cena en el Club Social de la CRAV ............................................................................... 94 11. Selección de ciclismo de la CRAV .................................................................................. 96 12. Sala de clases de la Escuela Montessori de la CRAV, 1963 .................................... 100 13. Compañía de Refinería de Azúcar, 1979 ........................................................................ 102

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P rólogo

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La Historia como conocimiento del pasado, como “resurrección imaginaria” del pasado social, debe ser un esfuerzo profesional y un ejercicio lúdico que va precedido de una sociedad colectiva de memoria, de un recuerdo ordenado y de explicaciones satisfactorias, aunque provisionalmente aceptadas. De esta manera, la Historia no es sólo asunto de profesionales sino de la sociedad, no sólo de la precisión sistemática sino del “imaginario social” vivo. Las continuas vueltas del tiempo vivido en lo cotidiano nos seducen para voltear los ojos del pasado, a veces con entusiasmo y en ocasiones con horror. El tiempo corre como el agua y logra cribar el recuerdo y dar contenido al pasado. La necesidad de nutrir esa memoria colectiva, de refigurar esa imaginación del pasado da al ejercicio del recuerdo y de la historia una vitalidad inagotable. En los últimos cuarenta años hemos asistido a interesantes avances historiográficos cada vez con mayores recursos argumentativos y mayor vínculo con otras disciplinas, aunque también es verdad que la excesiva especialización académica ha impulsado la búsqueda y el ensayo de nuevos enfoques y el replanteamiento de viejos problemas. De ello podemos afirmar que, empero la historia sea considerada un lujo académico como conocimiento y disfrute colectivo, sigue siendo tan relevante como lo fue entre los pueblos antiguos. Es, finalmente, un conocimiento inseparable de la vida social. Adquiere mayor sentido el trabajo histórico cuando se reconstruye el pasado con los vestigios de las experiencias humanas y de los restos materiales de aquellas sociedades. Elementos que proporciona a cabalidad el trabajo que

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PRÓLOGO

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ahora prologamos. Los estudios históricos transitan entre la reconstrucción

y todo su entorno se configuró en un objeto de investigación analítico, especi-

memoriosa del pasado por medio de una serie de formas de transmisión y tam-

fico, concreto e histórico que ha permitido concentrarse en el fenómeno que

bién por el de la investigación académica profesional. Para ambos enfoques

se está investigando y en la profundidad de su interpretación.

y modos de hacer historia “la región”, el espacio definido por el observador, constituye una forma muy acertada de conocer el modo en que vivieron otros hombres en el pasado, porque en definitiva de eso se trata el oficio de historiar.

La investigación desarrollada y forjada en este libro permite apreciar un modelo histórico de ocupación del espacio y un modo de vida que existió en la ciudad de Viña del Mar. La Refinería no sólo era una industria, sino que dotó a la ciudad en energía, trabajo, barrios, transporte, relacionales laborales solidarias,

La definición de lo regional, como espacio de estudio, ha sido probablemente

actividad política, religiosidad y festividades, que hacen mirar con nostalgia ese

uno de los desafíos de los estudios regionales. En este estudio, la conjunción

pasado que se nos fue, particularmente en lo referido a la colectivización de

de la noción de los espacios donde confluyen las características históricas,

la vida, donde el sentido de lo comunitario poseía valor.

territoriales, sociales, de ocupación y relación en y con el espacio de sus habi-

Esta investigación cumple con dos aspectos esenciales y meritorios del oficio

tantes, están adecuadamente entrelazadas con el objeto de estudio y con el período-problema que la autora ha deseado investigar. En este libro el mayor logro está en el cumplimiento de un principio metodológico, que es punto de partida y una constante del análisis referida a la concepción de la región como un todo concreto y específico no sólo en cuanto al escenario espacial, sino también en cuanto a los fenómenos que se analizan y estudian. Los estudios históricos acerca de una ciudad asumen un papel importante en la recuperación del patrimonio material e intangible, pues permiten conocer el

del historiador. En primer lugar es una magnífica reconstrucción histórica del pasado de la ciudad a través de una industria plenamente identificada con ella. En segundo lugar, pone en valor el patrimonio intangible de los sujetos que participaron, vivieron y sufrieron en torno a la Compañía, incorporando a nuestro conocimiento una dimensión industrial de la ciudad de Viña del Mar que es constantemente olvidada. Esta publicación revaloriza la dimensión industrial que ha tenido desde el siglo XX la ciudad. En este sentido, recoge cómo algunas transformaciones urbanísticas en la ciudad son provocadas por la instala-

tránsito de las sociedades en el tiempo y el espacio. La importancia que tiene

ción de una industria con un modelo de características taylorianas.

mantener permanentemente en valor los bienes patrimoniales que se han acu-

La autora ha circunscrito claramente el espacio, el tiempo y los problemas

mulado en las ciudades, indica que el futuro desarrollo de las mismas debería

que caracterizan a aquel espacio delimitado. Un espacio configurado por sus

afianzarse sobre la base cultural. Investigar sobre Viña del Mar y su industria

singularidades, diferenciada de otros espacios que nos proporcionan unidades

más representativa, constituye un muy buen ejemplo del sentido de un trabajo

históricas continuas y que al mismo tiempo son desafiantes en cuanto a buscar

serio, metodológico, documentado que nos permite apreciar un modelo de de-

las conexiones que permitan explicar el desarrollo de los acontecimientos de

sarrollo urbano bastante poco conocido de una ciudad que se ha tendido sólo

manera temporal.

a asociar con su aspecto recreativo y vacacional.

Investigar sobre el pasado, en las perspectivas temporales y espaciales, es lo

En este libro se logra concebir el espacio estudiado a partir de una totalidad

que otorga al trabajo del historiador su carácter particular en la comunidad de

concreta desligada de las interpretaciones globales de lo nacional. La Refinería

conocimiento. En este sentido, posee una especial valoración la forma en que

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Carolina rescata la historia material de una ciudad desde los sujetos que, en una interpretación un tanto libre de esta palabra, significa “lo que se encuentra en la base”. La capacidad de ubicar a los sujetos en el espacio constituye una de las grandes fortalezas de esta investigación, de tal forma, la indagación sobre uno de los barrios de la Compañía contribuye a la re significación de la

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A g r a d e c i m i e n to s

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labor humanista de los historiadores, la que en definitiva, es la fijación en que los que construyen espacios son las personas. Ricardo Iglesias Segura

La concreción de esta Memoria para los Refineros, no podría haberse efectuado sin la ayuda de los vecinos de Villa Dulce CRAV; para ellos los más afectuosos agradecimientos por el tiempo, la disposición y las ganas que tuvieron para la aceptación del proyecto, por su participación activa en las entrevistas y talleres de recopilación de memorias, por el esfuerzo en la selección de documentos y la generosidad al compartir parte de sus fotografías, diarios y revistas de sus archivos personales. Muy especialmente a don Juan Pérez y su hija, señora Sandra Pérez; don Juan Daniel Negrete y su esposa, María Eliana Albornoz; don Guillermo Delgado y su esposa, Lila Collao; don Luis Herrera y su esposa, María Ana Barrera; don Vicente Fernández y su esposa, Mercedes Cereceda; a don Luis Cruz y su hijo, señor Luis Cruz; a la señora Margarita Rubio; a don Manuel Ahumada; a la señora Elba Ortiz; y a la presidenta de la Junta de Vecinos de Villa Dulce CRAV, Elizabeth Grossi, por su impecable dirección y gestión para cada una de las reuniones con los vecinos del barrio. A mis padres, Juan Carlos y Soledad, por ser el respaldo, el apoyo y la fuerza en cada uno de los proyectos emprendidos. A Ignacio por su ánimo. A Christian por su constante contención, por su apoyo y por todas las ideas para este trabajo. A mis amigos por su entusiasmo y su optimismo. También a Carolina Miranda San Martín, del Programa de Educación Patrimonial PASOS, dependiente de la Unidad de Patrimonio de la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar, que creyó en el proyecto y lo respaldó desde el comienzo, mediante su representación por medio de la entidad patrimonial ante los es-

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tablecimientos donde se llevó a cabo el proyecto de intervención y difusión didáctica de la memoria del barrio. Asimismo, quiero agradecer al profesor Ricardo Iglesias Segura, quien me ha ayudado en mi desarrollo en el ámbito profesional, y a lo largo de los años

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I n t ro d u cc i ó n

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me ha apoyado y entregado la confianza necesaria para mi desempeño académico. Por último, agradecer a la profesora Claudia Bruno Lagomarsino, por el com-

La historia de Viña del Mar generalmente se asocia a la historia de la familia

promiso sostenido en hacer de este trabajo una importante oportunidad de

Vergara. Pareciera que la ciudad comienza su devenir histórico bajo el alero de

crecimiento personal, impulsándolo desde sus inicios y apoyándolo en cada

la señora Mercedes y don José, de los cuales se conservan sus nombres en

momento para su concreción.

las calles, plaza principal y parte de su quinta como testimonio material de importancia para la ciudad. La mayoría de las investigaciones que se han realizado sobre la ciudad estudian la importancia de la familia para la fundación de Viña del Mar en 1874; los importantes logros de José Francisco Vergara y su participación en la construcción de la línea férrea que une Santiago con Valparaíso; su participación política en el Partido Radical, entre otros. De cualquier manera, la Historia de Viña del Mar se ha centrado en la Historia de la Familia Vergara Álvares, debido a que fueron los principales artífices del desarrollo de la ciudad. Este interés por estudiar los personajes más importantes, es decir, hacer historia de los grandes personajes o los grandes héroes, responde a la forma tradicional en que se escribe la Historia Nacional, y en cómo fue entendido el objeto de estudio de la Historia. Sin embargo, con la extensión de los campos nuevos de la historia se ha expandido también su objeto. En este sentido, la historia social, por ejemplo, se independizó de la económica para acabar fragmentándose, como en algunas nuevas naciones, en demografía histórica, historia del trabajo, historia urbana, historia rural, etc.1, de manera que al cambiar el enfoque, los

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BURKE, Peter (ed.) Formas de hacer historia. Alianza Editorial. Madrid, España. 2009. Pág. 13.

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fenómenos históricos consideraron el rol de los sectores populares en la histo-

en 1887 bajo la conducción de Julio Bernstein, un alemán que vio la oportuni-

ria, por lo cual estudiar colectivos de la ciudad, interesarse por ciertos sectores

dad de creación de esta industria a gran escala en Viña del Mar.

como el Muelle Vergara, las industrias de la ciudad, el surgimiento de los barrios de Viña del Mar, entre otros, adquieren sentido y se consideran como parte fundamental de esta nueva historia, proponiendo nuevos temas y problemáticas que vienen a enriquecer lo que se conoce como historia de Viña del Mar.

Sin embargo, esta investigación no se centra en los acontecimientos de la industria azucarera, sino en lo que sucede en uno de los barrios obreros de vasta antigüedad, el cual está próximo a cumplir 50 años de existencia, y donde aún encontramos a trabajadores, hijos de trabajadores, incluso nietos, habitando las

Este nuevo enfoque dice relación, entonces, con el surgimiento de la nueva

casas construidas con ayuda de la empresa. Esta es una de las tantas historias

historia, la cual Peter Burke define como una reacción deliberada contra el

que se encuentran ocultas en los cerros de Viña del Mar y que pocas personas

“paradigma” tradicional , es decir, como una reacción a la conocida como “his-

se han dado a su estudio, por lo cual resulta imperioso rescatar la cultura po-

toria rankeana”, por el nombre del historiador alemán Leopold von Ranke, quien

pular y la historia de las personas comunes en su quehacer diario, que forman

define la política como objeto de la historia; en palabras de Sir John Seeley:

parte de la historia de la ciudad de Viña del Mar.

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la historia es la política del pasado; la política es la historia del presente . De 3

esta forma, la nueva historia se presenta en contraposición de la vieja historia o la historia tradicional cambiando el enfoque a una historia vista “desde abajo”, es decir, una historia que se construye desde los sujetos sociales. De cualquier manera, una historia que desplaza a su objeto tradicional, alejándose de la mirada “desde arriba” de las grandes hazañas de los grandes hombres, estadistas, generales y, ocasionalmente, eclesiásticos4, instalando a las personas comunes en el centro de ella, una historia de la cultura popular. En esta perspectiva se plantea la presente investigación, enmarcándose en este nuevo enfoque de la historia, centrándose en el rescate de una parte de la historia de Viña del Mar, estableciendo para ello como objeto de estudio la comunidad obrera que se emplaza un barrio surgido a mediados del siglo XX, el que comienza su historia mucho antes, desde la industria de la cual depende: la

Existen algunos estudios para los barrios de Viña del Mar, tal es el caso de Memoria de los Barrios, de Héctor Santibáñez5, que aborda la historia de los cerros de Miraflores, Forestal, Achupallas y Santa Inés, en su fundación, organización y consolidación. También está el trabajo del Centro de Investigación y Difusión Poblacional de Achupallas, CIDPA, en el rescate de la memoria de los barrios Achupallas6, Glorias Navales, Gómez Carreño. Sin embargo, para el caso de los barrios obreros de la empresa CRAV no existen aún estudios. Ahora bien, es pertinente señalar que para esta investigación, la cultura popular y su historicidad no se constituyen por sí solas como el componente central de la memoria del barrio, sino que el espacio geográfico donde se

Compañía de Refinería de Azúcar de Viña del Mar (CRAV), que abrió sus puertas 5

2 3 4

Íbid. Pág. 15. Íbid. Pág. 16. Íbid. Pág. 17.

SANTIBAÑEZ, Héctor. Memoria de los barrios. Síntesis de cinco historias locales de Viña del Mar contadas por adultos mayores. CEME - Centro de Estudios “Miguel Enríquez”. Archivo Chile. Santiago, Chile. 2005. En: http://www.archivochile.com/Mov_sociales/

mov_pobla/MSmovpobla0010.pdf 6

VILDÓSOLA, Luis. Achupallas: Historia de muchas manos. CIPDA-CICU. Viña del Mar, Chile. 1998.

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desarrolla históricamente la comunidad adquiere importancia fundamental

se buscará reconstruir una memoria de nivel local, que considera tanto a la

para la construcción de la memoria colectiva de un barrio, ya que el emplaza-

comunidad como al emplazamiento urbano.

miento urbano donde se ubica la población es un elemento aglutinador, que actúa como un marco social para la construcción de ésta7, en la medida que

U bicando

posibilita el recuerdo constante de los acontecimientos por la persistencia de los recuerdos en los espacios concretos. En este sentido, se incorpora el espacio geográfico como sustento para los hechos y acontecimientos que ocurren en él y, además, como factor que incide en esos hechos y procesos. Desde esta perspectiva el espacio geográfico es un producto social históricamente articulado y un constructo social8, por lo que el estudio del espacio geográfico es también el estudio de un emplazamiento urbano una historia forjada, en este caso, por una comunidad de trabajadores que articulan su memoria en torno a él. Debido a esto, el objetivo de esta investigación es reconstruir la memoria colectiva del barrio Villa Dulce CRAV, uno de los tres barrios de la Compañía de Refinería de Azúcar de Viña del Mar, a partir del relato oral de ex trabajadores de la industria azucarera y de sus familias, de manera de poder rescatar los testimonios de vida de estas personas, es decir, la memoria individual de cada uno de los entrevistados, sus experiencias y vivencias, para construir una memoria colectiva del barrio. De este modo, se busca reconstituir los receurdos que

al barrio en el tiempo

A pesar de haber establecido 1963 como la fecha inicial para este trabajo, ya que este año corresponde al de fundación oficial del barrio a partir de la cual los trabajadores de la compañía habitaron sus casas junto a sus familias, esto debió modificarse, tomando en cuenta el relato de las personas que participaron de la investigación. De esta forma, el marco temporal para la memoria del barrio comienza un poco antes, en 1960, ya que la comunidad habitaba este espacio desde antes de la fundación oficial y ya contaban con formas de organización, incluso con una primera junta de vecinos de carácter extra oficial durante el tiempo en que se instalaron viviendas provisorias antes de la construcción de las casas definitivas en el barrio. Este antecedente permitió, primero, establecer desde la memoria de los mismos trabajadores el marco temporal para la investigación y, segundo, estudiar las relaciones sociales de la comunidad y el emplazamiento urbano como un continente de la comunidad, que permite un estudio por sí mismo, lo cual brindó un significado diferente al concepto de barrio.

consideren a los sectores populares, más que en el quehacer netamente polí-

A partir de esto, la extensión temporal del estudio fue dada por los mismos

tico o económico, en su quehacer social, considerando para esto, como prin-

relatos y quedó establecida hasta el año 2010. A pesar de que no existe un hito

cipales puntos de interés, las relaciones en el barrio, la fundación del mismo,

o un acontecimiento definitorio que marque este final, se dispone hasta esta

las primeras organizaciones, las instituciones, la toponimia del lugar asociada a

fecha, debido a que durante este año comienza la construcción de una nueva ofi-

la empresa que diera origen al emplazamiento, entre otros. En otras palabras,

cina inmobiliaria en el terreno desocupado de Villa Dulce, para construir nuevas viviendas, que tiene directa relación con las comparaciones que surgen desde la memoria individual, donde las narraciones de los refineros9 y sus familias hablan

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8

HALBWACHS, Maurice. Los marcos sociales de la Memoria. Anthropos. Barcelona, España. 2004. Págs. 7-11. GARCÍA PASCUAL, Francisco. “Métodos y técnicas en la geografía”. Complementos de formación disciplinar. Joaquín Prats. Editorial GRAO, Barcelona, 2011. Pág. 79.

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Si bien el concepto de refinero no existe, ha sido acuñado por los obreros de esta empresa, el cual denomina a todos los trabajadores de la Compañía de Refinería de Azúcar

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de la actualidad, de los cambios en la población desde el inicio hasta el tiempo

geográfico, adaptándolo y recordando en su toponimia y en las instituciones

actual, no solo en lo material, sino también en la percepción de sus habitantes,

que ocupan un lugar físico en el emplazamiento, la industria en todo momen-

en el sentido de pertenencia al lugar, entre otros; y de las costumbres, tradicio-

to. De ahí, entonces, el papel preponderante de su localización ocupada por

nes y fiestas, que hasta el día de hoy perduran y forman parte de la vida cotidiana

los ex trabajadores, ya que es un testimonio material permanente que estimula

del barrio. Más aun, de las nuevas tradiciones que se forjan sobre las antiguas que

el recuerdo de sus habitantes vinculando, de una u otra forma, su devenir his-

responden a su contexto actual y a la nueva etapa de vida que atraviesan. Por

tórico a la industria que les albergó.

esto, la fecha 2010 queda establecida debido a que la investigación comienza durante el año 2011 y las experiencias que se recopilan son hasta las del año anterior.

¿P or U bicando

al barrio en el espacio

La investigación se centró en el emplazamiento urbano establecido como barrio obrero de la Compañía de Refinería de Azúcar de Viña del Mar CRAV, ubicado en el sector oriente de la ciudad. Su emplazamiento urbano corresponde al barrio original construido por la compañía, bordeado por las avenidas Jorge Ross y Eduardo Titus hasta el sector de la parroquia San José, donde se ubicaban las primeras habitaciones antes de la construcción de las casas definitivas, en las cuales, hasta el día de hoy, residen los ex trabajadores de la empresa y sus familias. La importancia de considerar el emplazamiento urbano para establecer la memoria del barrio, se explica en que esta comunidad de refineros, lejos de hacer su vida independientemente, han articulado todo un espacio

qué construir una memoria para los refin eros ?

Primero que todo, construir una memoria para este barrio tiene importancia histórica y geográfica. La primera, como fue señalado anteriormente, considerando que la historia de Viña del Mar se ha centrado en la familia Vergara Álvares, por lo cual no existen suficientes aportaciones que permitan la comprensión de una historia general. En este sentido, la exploración de temas que tengan relación con las culturas populares, en este caso la comunidad de un barrio obrero, permiten el conocimiento de otras realidades que de igual manera conforman la historia de Viña del Mar, la historia vista desde abajo, sin grandes apellidos, ni grandes proezas; la historia de la gente común en su quehacer cotidiano. La segunda, es decir, la importancia geográfica, radica en el conocimiento del espacio geográfico de la ciudad, donde se articula el devenir histórico de una comunidad, para la construcción de una memoria colectiva, donde el emplazamiento urbano se instala como agente aglutinador y conservador del recuerdo de la comunidad, es decir, como un marco social para la memoria.

de Viña del Mar, independiente del trabajo realizado dentro de la industria en sus distintas secciones. Jefes, ingenieros de trabajo (como son llamados por los trabajadores) como obreros (que son aquellos que no son profesionales, pero cumplen un oficio dentro de la industria (tornero, cortador, electricista, etc.), tienen la misma denominación. Este término los identifica como miembros de la empresa y aun fuera de ella, donde lo único que poseen en común con los habitantes de otros barrios es esta denominación. Es así como en su quehacer diario, las poblaciones Riesco y Eduardo Titus de Viña del Mar son poblaciones de “refineros”, al igual que Villa Dulce CRAV.

Además, lo anterior se vincula a que las nuevas aportaciones realizadas en estos campos no solo enriquecen la historia de Viña del Mar como tal, sino también el conocimiento de la vida de trabajadores dependientes de una empresa, lo cual puede tener algún grado de correspondencia con lo que ocurre en otros barrios obreros, no necesariamente de la compañía refinadora, sino ba-

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rrios que lo que podrían tener en común con Villa Dulce CRAV, es su fundación

antiguos habitantes ya no están, porque se han marchado, porque con sus hijos

desde la empresa y el hecho de cohabitar con otros trabajadores que, además,

abandonaron el barrio y otros, porque el paso de los años ya les arrebató la

son compañeros de trabajo. Lo que, como se podrá leer en la investigación y

vida. Esto ha modificado la vida de la comunidad, ya que los hijos de los refine-

si se compara con otras memorias de otros barrios10, ayuda a comprender las

ros son los que hoy habitan el lugar, algunas casas se han vendido y ha llegado

particularidades que existen en la experiencia histórica de barrios obreros, en

gente nueva, ajena a esta cotidianeidad aprendida con los años, se han vendido

este caso el barrio de los refineros de Villa Dulce CRAV, donde el espacio

terrenos, etc. De una forma u otra, aunque el emplazamiento es el mismo, la

geográfico tiene un papel relevante por cuanto sustenta los acontecimientos

comunidad que lo habita va cambiando y, lentamente, va desapareciendo y con

que le ocurren a una comunidad, dotándolos de un marco espacial definido.

ello se pierde también esta valiosa fuente de información que son los adultos

Junto a lo anterior, escribir una memoria para este barrio es de gran relevancia, por cuanto es un tema del que no se tiene conocimiento, ya que no existe ninguna investigación para Villa Dulce CRAV que dé cuenta de la importancia de esta comunidad para el acontecer de la ciudad, así como también la gran influencia de sus trabajadores no solo en su quehacer laboral, sino en un sinfín de actividades que desarrollaron como colectivo vecinal y en las cuales destacaron a nivel comunal. Por este motivo, presentar una memoria que dé a conocer el rol que tuvo esta comunidad en la ciudad no solo acerca el barrio

mayores, quienes trabajaron en la empresa, vieron nacer el barrio, dieron forma a sus costumbres y tradiciones y dejaron las instituciones para todos quienes hoy habitan en él. Con esto entonces, existe, por una parte, la responsabilidad del rescate de la memoria colectiva, evitando que la comunidad desaparezca sin dar a conocer su testimonio y, por otra parte, una relevancia social que distingue a los adultos mayores y que les otorga un valor de incalculable importancia, ya que son ellos los portadores de la memoria de su barrio, la que si no se rescata, corre el riesgo de ser olvidada.

a las personas que desconocen su origen, sino que además permite estar al

Asimismo, esta investigación, además de llevar intrínsecamente un valor geo-

tanto de una parte de Viña del Mar desconocida hasta ahora y observar las

gráfico y social por el tema que aborda, tiene en sí un valor teórico y meto-

relaciones geográficas existentes en el territorio.

dológico, por cuanto indaga sobre la memoria, primero individual, para luego

Otra de las razones por la cual se decidió realizar el rescate de la memoria colectiva de este barrio, es que los testimonios recopilados fueron en su mayoría de adultos mayores, los cuales, además de estar ansiosos por contar su historia, desean transmitir a las futuras generaciones sus aprendizajes y vivencias. Sin embargo, por el mismo hecho de ser una población antigua, muchos de sus

convertirse en memoria colectiva, siguiendo una metodología que fue elaborada para esta misma investigación, incorporando en ella el espacio geográfico y la historia de la comunidad. Debido a que no existen fuentes escritas sobre el barrio y aquellas a las que fue posible acceder eran del archivo personal de los ex trabajadores, como recortes de diarios, la revista de circulación interna elaborada por los mismos trabajadores, fotografías personales, entre otros documentos, que tampoco eran suficientes para lograr recopilar la memoria de

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Como se señalaba con anterioridad, el caso del trabajo de Santibáñez, en su Memoria de los barrios, o bien, el trabajo de CIDPA en la recopilación de información y el trabajo de campo que realizan en otros barrios de Viña del Mar, que presentan poblaciones construidas por los mismos habitantes, que se unen y organizan para dotar a sus viviendas de los servicios básicos y levantan sus casas con sus propias manos.

un barrio, se recurrió al relato oral de los refineros y sus familiares. Para esto se elaboró un procedimiento de investigación tomando aportes de algunos enfoques metodológicos correspondientes tanto a Geografía como a Historiografía. Entonces, se incluyó la Historia Local, que utiliza la reducción de escala

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y la integración de los sujetos populares a la historia; la Historia Oral, para

De cualquier manera, se tomaron en consideración las etapas planteadas para

la construcción de entrevistas; y por último, la Geohistoria, que permite la

el trabajo de campo, para lo cual se debieron realizar varias entrevistas previas

consideración del espacio geográfico donde fue instalado el emplazamiento,

de carácter informal, las cuales tuvieron como objetivo contextualizar y per-

junto a la comunidad que lo habita para la construcción de la memoria co-

mitir esbozar la lista de preguntas que se abordarían en cada entrevista. A pe-

lectiva; para esto se indagó en el método fenomenológico y de la percepción

sar de que se buscó material escrito, este fue más bien escaso y correspondió

(o método humanístico), el cual estudia el espacio y en él tanto la actuación

en su mayoría a fotografías, recortes de diarios y de la revista de circulación

individual como colectiva y la relación del individuo y sociedad con el medio11.

interna de la industria que eran del archivo personal de los vecinos, por lo cual

Es importante este enfoque, puesto que tiene coherencia con los anteriores

la primera fuente documental fueron los mismos ex trabajadores que aporta-

enfoques, en el sentido de que concede prioridad a la experiencia del sujeto a

ron los datos para lograr una primera conceptualización de los objetivos de

partir de la cual se desarrolla la aproximación a los acontecimientos. A partir

investigación que luego se traduciría en la guía de preguntas para entrevistas.

de lo anterior, es posible entonces sostener que esta investigación se enmarca en estos enfoques, porque permitieron en conjunto la elaboración de un proyecto de investigación, que cumplió su objetivo de elaborar una memoria colectiva para la comunidad de Villa Dulce CRAV.

La segunda etapa que se consideró fue la localización de informantes. Para esto el trabajo de la Junta de Vecinos del barrio fue primordial, ya que permitió congregar a los posibles entrevistados. Se concertó una primera reunión en la sede vecinal, a la cual asistieron muchos más vecinos que los que finalmente

Con esto en mente, se definieron los temas que se abordarían en cada con-

trabajaron en el proyecto. En esta reunión se les invitó a participar, explicando el

versación con antelación, siguiendo el enfoque de la Historia Oral que son las

objetivo y en qué consistiría cada una de las etapas del proyecto, y entregando

memorias y recuerdos de la gente viva sobre su pasado , buscando crear nuevos

un informativo para cada uno. Esto permitió motivar a la población, interesarla y

registros documentales que permitan construir una nueva forma de historiografía

lograr concertar las entrevistas, catorce en total, que fueron realizadas en las

a partir de este tipo de investigación. La investigación de campo en este enfoque

casas de cada uno de los vecinos entrevistados, algunas en presencia de sus hijos

historiográfico, es un estudio de carácter experimental, por lo cual se van “pro-

y nietos, quienes se mostraban interesados también en este trabajo.

12

bando” entrevistas, se van ajustando, se retiran preguntas y se ponen nuevas, o se reformulan algunas, con el fin de ser más específicos, o bien, abordar nuevas cuestiones que surgen a partir del mismo relato. Por cuanto lo que la historia oral busca es dar “sentido” social a entornos sociales a partir del relato . 13

A pesar de que en un proyecto enmarcado en historia oral se tiende a realizar una segunda entrevista con los participantes, se modificó esta etapa, y en su lugar se establecieron cuatro sesiones de grupos de enfoque14, donde participaron más personas que en las entrevistas individuales (un total de 20 vecinos). A pesar de que generalmente se sugieren grupos pequeños, las características del encuentro y la forma en que fueron planteadas las interrogantes permi-

11 12

13

GARCÍA PASCUAL, Francisco. Op. Cit. Pág. 83. SITTON, Thad; MEHAFFY, George; DAVIS, O. L. Historia Oral: una guía para profesores y otras personas. Fondo de Cultura Económica. México D.F., México. 2005. Pág. 12. Íbid. Pág. 27.

14

HERNÁNDEZ, Roberto; FERNÁNDEZ-COLLADO, Carlos; BAPTISTA, Pilar Op. Cit. Pág. 605.

28 28

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Introducción

29

tieron el desarrollo de entrevistas grupales de tipo “taller”. En este sentido, se tomó en consideración para una sesión los procedimientos de los grupos de enfoque, proponiendo varios temas de conversación, y para los otros se trabajó sobre la base de la propuesta de Mario Garcés15, quien presenta talleres para encuentros con la memoria. Estos talleres consisten en recoger testimonios del pasado16 de forma libre, como propone el autor, sin procedimientos. Por esta razón, se estableció como objetivo juntar fotografías y que todos las comentaran, llevar revistas, diarios de la época, entre otros documentos17, lo cual permitió evocar la memoria, al reencontrarse con los vestigios de una época anterior; compartir recuerdos, preguntarse cosas que algunos ya habían olvidado o no recordaban con exactitud, en cuatro sesiones de taller que tuvieron una duración aproximada de dos horas cada uno. Todo esto para la investigación, significó enriquecer los testimonios antes recopilados, y permitió recoger nuevas impresiones y de una forma más homogénea los acontecimientos que marcaron la vida de los refineros y sus familias. La realización de este libro tuvo una duración de aproximadamente dos años, desde que se trazó el proyecto hasta el documento final, tiempo durante el cual los vecinos del barrio participaron activamente y se involucraron por entero en la tarea, aportando no solo con sus historias y documentos personales, sino también con ideas y dejando plasmadas sus intenciones y expectativas en esta obra, por lo que su colaboración en este trabajo fue de gran importancia, ya que son ellos los portavoces de su propia historia.

La investigación se estructura en tres grandes capítulos. El primero de ellos, titulado Comprender el Barrio, Comprender su Memoria, por una parte presenta las explicaciones para comprender qué se consideró para establecer y delimitar el barrio, y cuáles fueron las características a partir de las cuales se realizó el presente estudio. Por otra parte, en un segundo apartado, explica cómo se articula la memoria de un barrio, pasando desde una memoria individual a una memoria colectiva considerando los elementos que permiten la rememoración. En el segundo capítulo, titulado Una Memoria para los Refineros, se presenta la investigación realizada y la articulación de la memoria del barrio en seis grandes apartados. El primero de ellos, “La fundación del barrio Villa Dulce CRAV”, presenta los antecedentes recopilados sobre la búsqueda de un terreno, construcción del barrio, la llegada de los trabajadores a sus casas y la entrega de sus viviendas. El segundo apartado, “Los primeros años en barrio”, cuenta de la adaptación de los vecinos a su nuevo espacio. El tercer apartado, que se denominó “Las instituciones del barrio”, presenta el afianzamiento de la comunidad en torno a sus primeras instituciones: club deportivo, parroquia, junta de vecinos, centro de madres, entre otros. “El barrio: vida y costumbres”, compone el cuarto apartado, donde se muestra con el relato Refineros, sus fiestas, tradiciones, la vida cotidiana, anécdotas vividas en el barrio y otros hitos de importancia. El quinto apartado se titula “La industria refinera y el barrio”; a pesar de no estar el barrio ubicado en las cercanías de ella, es imposible trabajar la memoria sobre un barrio obrero sin abordar el tema de la empresa que les albergó. Por último, “El cierre de la industria y las repercusiones en el barrio”, que apunta hacia la per-

15

GARCÉS, Mario. Recreando el pasado: Guía metodológica para la memoria y la historia local. Revista ECO Educación y comunicaciones. Santiago, Chile. 2002. Pág. 31. En

http://www.ongeco.cl/eco/Downloads/Guia_metodologica_Recreando_el_pasado.pdf 16 17

Ídem. Tales como “El Cravito”: diario mensual dirigido y producido por los mismos trabajadores que buscaban las noticias y las reporteaban con entrevistas, fotografías, etc. En esta publicación se anunciaban los matrimonios, defunciones y otras actividades realizadas en la empresa y en los barrios de la misma que fueran de interés de los trabajadores.

cepción de la comunidad que tienen hoy los refineros, sobre sus expectativas, anhelos, y cómo aprecian la vida en el barrio en la actualidad. Por último, se presentan las conclusiones de la investigación, volviendo sobre los puntos centrales del trabajo y explicando cómo se logró comprender el barrio y de qué manera fue posible reconstruir su memoria.

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el

B a r r io ,

co mp r e n d e r s u

Memoria

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el

B a r r io ,

co mp r e n d e r s u

Memoria

l

Este capítulo se definió con la intención de explicar qué se estudió en esta investigación cuando se abordó el barrio y cuáles fueron las características que se tomaron en cuenta para el establecimiento de su memoria o, mejor aun, por qué la memoria del barrio tiene características de una memoria colectiva, y así dar cuenta de los puntos de interés que permitieron trazar la guía de preguntas para las entrevistas y definir los temas abordados tanto en las entrevistas individuales como en las entrevistas colectivas. Es decir, comprender el barrio en su forma general, permite entender los aspectos centrales que posibilitaron la construcción de la memoria colectiva.

C omprender

el barrio

El barrio es una estructura muy antigua, tan antigua como la ciudad, aun cuando la naturaleza y función de ambos se hayan modificado con el tiempo. La ciudad, de acuerdo a lo anterior, está formada por muchos barrios, y estos en su conjunto forman una ciudad, pero no todas las áreas de la ciudad son barrios, ni la suma de muchos barrios constituye una ciudad. Para ello es necesario la existencia de una estructura que le de cohesión y coherencia18, debido a lo cual el barrio se establece como un sector de la forma de la ciudad, es

18

JIMÉNEZ., Luis. El barrio, lugar entre la ciudad y la vivienda. En Revista Barrio Taller. Núm. 5, Año IV. Bogotá, Colombia. 1998. Págs. 1-2.

34 34

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35

decir, se convierte en un reflejo de ella, vinculado a su evolución y naturale-

límites de la comunidad y las relaciones de interdependencia entre todos los

za19. De esta manera, estudiar un barrio es equivalente a estudiar un sector de

componentes de la ciudad. Si considera el criterio de funcionalidad con que

la ciudad, mediante el cual se comprende la evolución y naturaleza de la que

se tiende la ciudad, desde la geografía, se puede relacionar con el concepto

es parte. Por lo cual, el presente trabajo supone la investigación de uno de los

de región. En este sentido, la región es una construcción humana, la cual se

barrios de Viña del Mar, que entregará características de la evolución y desa-

delimita de acuerdo a uno o varios criterios, ya que es un hecho geográfico y

rrollo tanto del mismo barrio, como de la ciudad en su conjunto.

como tal, es la combinación territorial de una multitud de elementos que el

En relación a lo anterior, Jiménez plantea que es interesante ver cómo al introducir la escala del barrio para ver la temática de la ciudad nos muestra un fenómeno muy valioso a nivel de conjunto urbano20. Así, el estudio del espacio geográfico del barrio introduce con él una mirada global a nivel de conjunto urbano en la ciudad, es decir, a un nivel material y de localización espacial estudiado por una parte para la comprensión de un todo. Según el arquitecto Pedro Buraglia, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, en el urbanismo moderno, el barrio adopta la figura de urbanización o conjunto residencial sobre la base de unas relaciones sociales21, por lo cual la noción corresponde a dos partes, una parte espacial, la cual se relaciona con el espacio geográfico y el emplazamiento urbano, y una parte social, la cual se relaciona con la comunidad que habita en él, y con la experiencia histórica del barrio, en un marco de desarrollo de sus relaciones sociales. La parte espacial se relaciona directamente con la geografía y la parte social, con la historia. A partir de esto, entonces, comenzando por la parte geográfica, la idea de ciudad corresponde a un criterio funcional y se introducen diversas escalas de planteamiento de los servicios comunitarios22, lo cual define, según Burgalia, los

19 20 21

22

Íbid. Págs. 2-3. Íbid. Pág. 3. BURAGLIA, Pedro. El barrio, desde una perspectiva socio-espacial hacia una redefinición del concepto. En Revista Barrio Taller. Núm. 5, Año IV. Bogotá, Colombia. 1998. Pág. 2. Ídem.

geógrafo percibe como si fueran un todo homogéneo23. Son estos criterios, observados por el geógrafo, los que pueden utilizarse para diferenciar unas regiones de otras y que permiten asignar tipologías para diferenciarlas entre sí, o para incluir una región con una tipología definida como parte de otra con una tipología que le es común a ambas. Asimismo, la región se percibe como un todo continuo, por lo cual no existen regiones geográficas territorialmente discontinuas24. Ahora bien, ¿cómo se relacionan las regiones geográficas con la idea de ciudad? En este sentido, una ciudad, puede ser una región, debido a que es un territorio continuo, que además puede organizarse de acuerdo a una tipología que haga referencia a un todo homogéneo. Lo importante de esta delimitación es que otorgue un criterio que permita la observación de este espacio como un espacio homogéneo. Para comprender lo anterior, entonces, se asigna el criterio de región funcional25 a la ciudad, la que se define como un sistema territorial en proceso constante de cambio, que posee una organización estructural y las funciones que posee son organizadas y cambian junto al nuevo contexto. Además, las regiones funcionales responden a un principio otorgado por el hombre, que organiza su espacio, por lo cual la región funcional no se

23

24 25

HIGUERAS, Antonio. Teoría y Método de la Geografía: Introducción al análisis geográfico regional. Prensas Universitarias de Zaragoza. Zaragoza, España. 2003. Págs. 129-158. Íbid. Pág. 138. Íbid. Págs. 148-151.

36 36

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comprende sin la ciudad o metrópoli organizadora. Es decir, la región funcional

ta a una clase que surge de la división social en la medida que el grupo sea

se trata del espacio terrestre organizado en una serie de conjuntos, en cuya

capaz de reconocerse a sí mismo como un colectivo a partir de esta delimita-

estructura central existe unidad, cohesión entre esos conjuntos y un principio

ción28. En segundo lugar, con la constitución de las instituciones republicanas,

de organización y funcionamiento. Llevando esta definición a la ciudad, la re-

aparece lo que Buraglia denomina la “ciudad criolla”, donde surge una nueva

gión funcional aparece entonces cuando se comprende el concepto de ciudad

expresión de la vida social y cívica con instituciones educativas, recreativas

como una serie de barrios organizados desde un poder central. Esto da sentido,

y de salud, el ejemplo de esto es la ciudad surgida de la post-independencia,

por lo tanto, a que la suma de muchos barrios no componga una ciudad por sí

como Viña del Mar. Luego, una tercera etapa de “urbanización” de origen ins-

sola, sino por la organización dada desde un núcleo central.

titucional, donde podríamos ubicar a todos los barrios obreros surgidos en la

Por lo tanto, estudiar un barrio es estudiar una parte de la ciudad definida como región funcional, la cual no es un hecho aislado, sino una porción de este conjunto homogéneo organizado de acuerdo a un criterio, que en este caso serían los límites administrativos de Viña del Mar. Estudiar Villa Dulce es, entonces, estudiar una pieza de la ciudad, que no se comprende por sí sola sino como un subconjunto homogéneo interrelacionado con otros subconjuntos también

primera mitad del siglo XX, que el autor caracteriza como una planificación de ciudad especializada en actividad residencial y socialmente homogénea29. Por último, la mutación estas formas tradicionales y pre-modernas de barrio, en palabras de Buraglia, que se realiza de manera personal por los residentes de cada casa, lo que podría corresponderse con el periodo actual de los barrios en Viña del Mar.

homogéneos por medio de una organización central que vuelve homogéneos

De esta manera, entonces, el barrio presenta por una parte este espacio físico,

los subconjuntos heterogéneos entre sí, donde cada subconjunto es un barrio y

el cual se definió según un criterio funcional, que además sirve como marco

donde la organización central viene dada por el gobierno central de la ciudad.

de vida para el desenvolvimiento de la actividad humana30, lo cual obliga a

Esta organización central ha dado lugar a distintas formas de entender el barrio, debido a los cambios que se han efectuado en la manera de planificar las ciudades y de delimitar los barrios. Para esto, Buraglia26 otorga un resumen de los tipos de barrio que se logran para la historia urbana de América Latina, modelo que se puede replicar de cierto modo en Chile. Propone cuatro grandes

incorporar la comunidad al concepto de barrio. Ismael Ortiz define la ciudad como un contexto sociocultural, dentro del cual es difícil definir los límites de una comunidad y delimitar, con ello, dónde comienza y dónde termina un barrio31, debido a la constante interrelación que existen entre los elementos que componen la ciudad.

etapas, la primera es la colonial, donde la influencia militar y religiosa ordena el espacio proponiendo la segregación socio espacial de los grupos humanos,

le. Santiago, Chile. 2004. Págs. 1-18. En: http://www.anuariopregrado.uchile.cl/articulos/

un ejemplo claro de esto es el barrio “La Chimba” en Santiago27, que represen-

Historia/Anuario_Pregrado_Mapas_del_Santiago.pdf

28

29 26 27

BURAGLIA, Pedro. Op. Cit. Págs. 5-6. MARTÍNEZ, Marisol. Mapas del Santiago Colonial o imágenes idílicas de una capital: el poder representado y el poder para representar. Anuario Pregrado Universidad de Chi-

30 31

CHARTIER, Roger. El Mundo como representación. Editorial Gedisa. Barcelona, España. 1996. Pág. 27 BURAGLIA, Pedro. Op. Cit. Pág. 6 Íbid. Pág. 21. ORTIZ., Ismael. Territorios, identidad, cultura y diversidad en la ciudad. En Revista Barrio Taller. Núm. 6, Año V. Bogotá, Colombia. 1999. Págs. 1-5.

38 38

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comprender el barrio, comprender su memoria

Sin embargo, explica que la comunidad de un barrio está definida por la común

Por lo tanto, la vida social requiere desenvolverse en espacios físicos organi-

unidad, o comunidad originaria, la cual posee una historia, unos hitos y actos

zados de una manera particular de tal manera que garanticen la supervivencia

fundacionales32. Asimismo Buraglia explica que el barrio es un facilitador de

de ciertas formas de relación social y representación simbólica35, lo que da

las relaciones sociales de esta comunidad, donde se garantizan las redes de

sentido y origen al establecimiento de la memoria de un barrio, donde esta

solidaridad y de ayuda. Lo que Juan Carlos Pérgolis y Danilo Moreno definen

comunidad se desenvuelve y desarrolla socialmente, en un espacio geográfico

como lo barrial, que se puede definir como la solidaridad, el reconocimiento, la

determinado y delimitado, el cual posibilita la existencia de estas relaciones

vecindad, el espacio público comunitarios y las organizaciones locales (plazas,

sociales y permite la supervivencia de la memoria.

parques, calles, iglesia, junta de vecinos, entre otros), que consolidan el barrio y que hace que sus habitantes se sientan miembros de esta comunidad33. En este sentido, Buraglia propone el papel social que posee el barrio, del cual se tomaron algunas de las características para ser abordadas en la investigación.

De acuerdo a esto, es importante definir el concepto de Memoria, que es el segundo articulador de la investigación, no en un sentido jerárquico, sino comprendiendo que tanto el concepto de barrio, trazado anteriormente, como el de Memoria, que se desarrollará a continuación, dan sentido al trabajo de cam-

Primero que todo, el barrio es un articulador de las escalas de la vida social

po efectuado con la comunidad de Villa Dulce que permitió la reconstrucción

urbana, en este sentido, actúa como el lugar de aprendizaje y de formación del

de la memoria de los refineros.

ser social, ya que compone el primer escenario de socialización; en segundo lugar, es un integrador de la vida familiar, donde la afinidad geográfica, según

C omprender

expone el autor, tiene como consecuencia relaciones más fuertes y sólidas entre las personas que habitan el barrio; tercero, sirve como referente de localización física en un sentido geográfico; es integrador de redes de apoyo y solidaridad; y, por último, es generador de identidad, por la familiaridad entre la forma edificada, la experiencia y la personalización de la escena urbana34. Buraglia expone otros papeles más, sin embargo, se han seleccionado estos, puesto que son los elementos que poseen relevancia para la presente investigación, debido a que fueron los factores en que se puso énfasis para la construcción de la memoria del barrio.

su

M emoria

Para adentrarse en el tema de la memoria y explicar, finalmente, qué se comprenderá en este trabajo como memoria individual y, luego, como memoria colectiva, lo primero es explicar la noción de memoria desde qué es lo que se recuerda y a quién pertenece esa memoria. Paul Ricoeur explica que los griegos tenían dos palabras para referirse a la Memoria, mneme (Μνήμη) y anamnesis (αναμνησις), para designar, por una parte, el recuerdo y, por otra, el ejercicio de retrotraer eso que se quiere recordar36. En este sentido, recordar es un ejercicio personal, es utilizar la memoria personal de cada uno para acordarse, es decir, tener memoria de sí mismo.

32 33

34

Íbid. Pág. 11. PÉRGOLIS, Juan Carlos; MORENO, Danilo. El barrio, el alma inquieta de la ciudad: una mirada al barrio desde la semiótica de cuarta generación. En Revista Barrio Taller. Núm. 5, Año IV. Bogotá, Colombia. 1998. Pág. 3. BURAGLIA, Pedro. Op. Cit. Págs. 21-23.

35 36

Íbid. Pág. 8. RICOEUR, Paul. La Memoria, la Historia, el Olvido. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires, Argentina. 2010. Pág. 19.

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40 40

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comprender el barrio, comprender su memoria

41 41

Asimismo, la memoria tiene una dimensión cognitiva y una dimensión prag-

la sociedad. En esta perspectiva se pueden comprender los límites de la me-

mática. En la primera se encuentra el hacer memoria, es decir, el recono-

moria, los cuales no son más que el límite entre la memoria y el olvido, y que

cimiento del recuerdo. En la segunda dimensión se encuentra el trabajo de

se pueden entender como dificultades tanto en la amplitud –considerando la

acordarse, el rememorar, vale decir, el ejercer la memoria, cuestión que

temporalidad de la memoria–, como en la exactitud –considerando para esto

Ricoeur define como la evocación de hechos singulares, de acontecimien-

la capacidad humana del acordarse–. Atendiendo a estas limitaciones, se puede

tos. En otras palabras, en el ejercer una relación representativa con el pa-

abordar dichas dificultades si se comprende lo que Paul Ricoeur denomina como

sado37. Sin embargo, tanto en su dimensión cognitiva como en la dimensión

abusos de la memoria natural, los cuales se pueden organizar en tres cate-

pragmática, se presentan límites que tienen que ver con la amplitud y la

gorías, la primera en relación al plano patológico-terapéutico, la segunda en

exactitud38, lo cual tiene relación con la noción del límite existente entre

relación al plano práctico y la tercera en relación al plano ético-político41.

la memoria y el olvido.

Ahora bien, aunque pareciera desalentadora la tarea de la recopilación de la

Ahora bien, es necesario explicar el concepto de memoria, debido a que, desde

memoria, debido a las limitaciones que influyen en la amplitud del recuerdo,

la metodología empleada para el trabajo de campo de esta investigación, se

es decir, en la amplitud temporal y espacial, y en la exactitud, donde influye

aborda este tema y la forma de reconstrucción que se llevó a cabo. En rela-

la profundidad del recuerdo y la nitidez de la representación de ese recuerdo,

ción a esto, es importante volver al problema de la fuente, como una pieza

existen dos elementos que actúan como facilitadores de la memoria, vale

de rompecabezas para la construcción de conocimiento histórico, sobre todo

decir, como facilitadores del hacer memoria o de la rememoración. El primero

cuando se deben buscar otras vías para acceder a una información no conocida

de ellos es el trabajo de campo que realiza el entrevistador y el segundo, el

–como es el caso de la presente investigación– para la cual no se disponían de

marco social de la memoria, establecido por Halbwachs. Ambos se relacionan

fuentes escritas, por lo que fue necesaria la recopilación de fuentes testimo-

con el paso de la Memoria individual a la Memoria colectiva.

39

niales u orales. En este sentido, Eugenia Meyer plantea que la recopilación de estos testimonios de vida recuperan con ello los sitios de la memoria estableciendo una narrativa con temporalidad y espacialidad propia de quien compone el relato40. De este modo, la persona comprende los acontecimientos y su actuar en ellos, de acuerdo a la manera en que se perciba en el territorio y en

En cuanto al trabajo de campo realizado por el entrevistador –apartando la noción histórica o geográfica–, Eugenia Meyer propone que en el rescate de la narrativa tanto individual como colectiva el entrevistador se torna cómplice y, además, estimula la memoria, el relato y los juicios de valor42 del entrevistado. En ocasiones, esta memoria puede ser dolorosa, sin embargo, si se estimula el recuerdo y se “revive” la experiencia, se puede superar o marginar experiencias dolorosas. De esta forma, entonces, el sujeto recuerda por la interacción

37 38 39

40

Íbid. Págs. 81-83. Íbid. Págs. 92-93. MEYER, Eugenia. Una entrevistadora. En Revista Historia, Antropología y Fuentes Orales. Mercedes Milanova. Vol. 2. Núm. 37. Universidad de Granada, Barcelona, España. 2007. Pág. 101. Íbid. Pág. 102.

con el otro.

41 42

RICOEUR, Paul. Op. Cit. Págs. 82-123. MEYER, Eugenia. Op. Cit. Pág. 102.

42 42

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comprender el barrio, comprender su memoria

43 43

Ahora bien, tomando en consideración que el recuerdo se genera por inte-

investigación– permite con ello centrar el proceso de la memoria en ese lugar,

racción, Ricoeur explica que para acordarse hay que tener puntos de vista

concentrando los esfuerzos de la rememoración en unos hechos específicos

de otros, vale decir, las personas no recuerdan solas43 y, en este sentido, el

que tienen relación con ese lugar. Por último, la temporalidad del marco de la

recuerdo de una sola persona es un punto de vista de la memoria colectiva.

memoria permite, luego de la localización del recuerdo, vincularlo a un conjun-

Por lo tanto, el otro no solo es un facilitador, sino que además actúa como

to de otros recuerdos de los que se conoce su ubicación en el tiempo47, lo cual

un marco social para la memoria. Los marcos sociales de la memoria son los

da otra referencia para la rememoración. De esta manera, la memoria individual

instrumentos que la memoria colectiva utiliza para reconstruir una imagen del

no es más que una parte y un aspecto de la memoria del grupo48 que se conser-

pasado acorde con cada época y en sintonía con los pensamientos dominantes

va como un recuerdo en la medida en que se vincula con el medio social.

de la sociedad44. De este modo, un marco social es todo aquello que genere un estímulo que permita la rememoración de un recuerdo, por lo cual una comunidad, un entrevistador, un objeto, una fotografía, la vestimenta, compone un marco social para la memoria. Asimismo, este marco para la memoria, posee dos aspectos más, los marcos espacial y temporal. El primero de ellos hace referencia al lugar, a la percepción del espacio geográfico; el segundo, a la extensión temporal de esa memoria, y por último la referencia social que compone el marco en su totalidad45.

Eugenia Meyer explica el paso desde la memoria individual a la memoria colectiva, teniendo en consideración para ello los marcos de la memoria. Propone que los testimonios recopilados, que conforman la memoria individual, se componen de hechos o acontecimientos que son similares en todas las memorias individuales, son emociones diferentes y con formas de rememorar también diferentes. Estas memorias individuales conforman una memoria cultural, en la medida en que, en este caso, el historiador contrasta esas memorias, “depurándolas” y dejando solo los acontecimientos relevantes de las memorias

Este marco, entonces, permite el encuentro con la coherencia del proceso de

individuales. Luego, la memoria cultural, al ser interpretada y al otorgarle una

rememoración, en el sentido de que la persona se enfrenta al marco modifi-

estructura en relación a un marco social, temporal y espacial, compone una

cando muchas veces su recuerdo o su idea, volviéndolo más claro o profun-

memoria colectiva. En este sentido, la Memoria colectiva no se compone solo

dizándolo, por lo cual la rememoración que se realiza del acontecimiento o

de la depuración de las memorias individuales, sino también de la búsqueda de

hecho se transforma, es decir, el marco transforma la impresión . El marco

puntos comunes, donde se interrelacionen, ahora tomando en consideración

espacial de la memoria localiza en el espacio geográfico el hecho, es decir,

las emociones y las formas de recordar, ya que esto entrega el marco social

da una referencia territorial para la rememoración, en este sentido, centrar

de la memoria en que la rememoración es posible.

46

la memoria en unos límites espaciales definidos –como será el barrio en esta

En la presente investigación, tenemos dos marcos sociales desde donde se tiende la memoria colectiva del barrio. Por una parte, el espacio geográfico dotado de topónimos y donde existen físicamente instituciones que toman nombre

43 44 45 46

RICOEUR, Paul. Op. Cit. Págs. 158-160. HALBWACHS, Maurice. Op. Cit. Pág. 10. Íbid. Págs. 105- 174. Íbid. Pág. 163.

47 48

Íbid. Pág. 172. Íbid. Pág. 174.

44 44

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Introducción

del pasado del barrio y del pasado empresarial de la comunidad. Por otra parte, la comunidad, que por medio de su interacción social logra la rememoración y, con ello, forjar una reconstrucción de una imagen del pasado, es decir, una representación del pasado desde el presente, rescatando aquellos pasajes de su memoria individual que se relacionen con el marco social, lo cual da origen a una memoria colectiva. De esta manera se comprende la importancia del espacio geográfico para la presente investigación, por cuanto es un marco espacial –que permite la rememoración de los recuerdos, a partir del lugar común que ha habitado la comunidad en los últimos cincuenta años. Asimismo, la comunidad de Villa Dulce CRAV, además de comprenderse como sujeto histórico con capacidad de establecer una memoria individual, compone en su conjunto el marco social de la memoria como un estímulo que permite la reactivación del recuerdo. Adicionalmente se establece un marco temporal, tomando para ello la temporalidad del barrio desde su fundación, lo que permite reconstruir los recuerdos después de que ellos han desaparecido, mientras las personas tomen conciencia de que esos recuerdos no son individuales, sino que son comunes a un colectivo, es ahí entonces cuando se comprende lo temporal, lo espacial y lo social de los marcos para la memoria.

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