UN ACUARELISTA EN MARRUECOS (Acuarelas y dibujos )
PEDRO SERNA
UN ACUARELISTA EN MARRUECOS (ACUARELAS Y DIBUJOS DE PEDRO SERNA)
EPÍLOGO : “QUERIDA OUJDA” ( “NOSTALGIA MARROQUÍ”)
de Luis Artés
2
El palomar de Tánger Acuarela (19 x 32 cm) 2004
3
UN ACUARELISTA EN MARRUECOS (Acuarelas y dibujos de Pedro Serna)
Hay países que son especiales para los creadores plásticos y Marruecos, por su turbadora luz y su sentido del color, es uno de ellos. Este fue uno de los argumentos que empleé para convencer al pintor Pedro Serna (Torres de Cotillas/ Murcia, 1944) y a su esposa Isabel, para que hicieran un primer viaje a ese fascinante y querido país, como antes lo habían hecho otros excelentes pintores orientalistas franceses ( Delacroix , Matisse etc …) y españoles ( Bertuchi, Fortuny, Tapiró etc …). El viaje al reino alauita lo hicieron el año 2004 y esta exposición es una síntesis de ese recorrido inolvidable por algunas ciudades marroquíes. Las obras de esta exposición son los instantes retenidos por este gran acuarelista de su enriquecedor periplo magrhebí; sus acuarelas y sus dibujos son poemas visuales que reflejan delicadamente todos los sentimientos de un buscador inagotable de tonalidades cromáticas y de detalles iluminados hacia un país, Marruecos, que lo envolvió con su belleza y su calidez.
Luis Artés Director de la galería Bambara Primavera de 2009
4
El mar de Larache Acuarela (35 x 50 cm) 2004
5
La Kasbah de Tamdaght Acuarela (34 x 50 cm) 2004
6
El zoco de las alfombras ( Tánger) Acuarela (38 x 25 cm) 2004
7
Kasbah en el sur de Marruecos Acuarela (24 x 31,5 cm) 2004
8
Intimidad marroquí Acuarela (25 x 34 cm) 2004
9
Un balcón de Larache Acuarela (32 x 25 cm) 2004
10
Paseando por Larache Acuarela (21 x 28 cm) 2004
11
Un rincón de Larache Acuarela (25 x 35 cm) 2004
12
Un Tánger nublado Acuarela (34 x 28 cm) 2004
13
El hombre de la jelaba amarilla Acuarela (29x27 cm) 2004
14
Medina marroquí Acuarela (25 x 35 cm). 2004
15
Café Hafa de Tánger Acuarela (24 x 33 cm). 2004
16
Un ceramista en el zoco Dibujo a tinta china (28 x21 cm) 2004
17
El comerciante Dibujo a tinta china (21 x 28 cm) 2004
18
El ceramista de Tánger Dibujo a tinta china (21 x 28 cm) 2004
19
El músico sufí Dibujo a tinta china (21 x 28 cm) 2004
20
El sonido de la amistad- músico sufí Dibujo a tinta china (28 x 21 cm) 2004
21
La música de la vida- músico sufío Dibujo a tinta china (28 x 21 cm) 2004
22
EXPOSICIONES INDIVIDUALES RECIENTES DE PEDRO SERNA (TORRES DE COTILLAS / MURCIA, 1944) Su primera exposición individual fue en 1968:”Pinturas”. Centro Artístico, Granada. /.... / 1999 Obra reciente Galería Chys, Murcia. Pinturas Galería Bambara, Cartagena. Obra reciente Galería Haurie, Sevilla. 2001 Obra reciente. Galería María Salvat, Barcelona. Obra reciente. Galería Chys, Murcia. Pinturas. Galería Bambara, Cartagena. 2002 Tauromaquias. Palacio Almudí. Murcia. 2004 El agua . Galería Art Nueve. Murcia. 2005 El viaje. Sala Municipal. Antiguo Asilo. 2006 Pinturas y dibujos. Galería Hauríe. Sevilla. El viaje. Galería Bambara, Cartagena. Visiones flamencas. Sala CAM. Murcia. 2008 Murcia, una mirada . Galería Chys. Murcia. 2009 Un acuarelista en Marruecos. Gal. Bambara Cartagena.
23
EPÍLOGO
QUERIDA OUJDA (NOSTALGIA MARROQUÍ) (PARA DANIELA, JUAN, PLAMEN, VISI, BEN, OMAR Y TANTOS AMIGOS UXDIES, ESPAÑOLES, FRANCESES, BULGAROS Y YANKEES)
Luis Artés El joven viajero extranjero llegó a Oujda en 1981 para un curso académico como profesor de lengua y cultura española en un liceo marroquí (Lycée Omar Ibn Abdelaziz) e inexplicablemente se quedó años, nunca supuso que una ciudad tan poco atractiva, que la Guía Michelín reserva solo para un día, le iba a cautivar tanto. Oujda, o Ujda o Ouschda o Uxda, es la ciudad mas importante del Este marroquí, fue fundada por Ziri Ibn Attia hacia el año 994 en el centro de la llanura de los Angads, convirtiéndose durante 80 años en la capital de la tribu Zenata (estos nómadas eran adeptos primeros del Islam, fundado por Mahoma en el año 622).
Postal antigua. La llegada nostálgica del tren a la estación de Oujda.
24
Posteriormente la ciudad pasó a poder de los Almorávides y de los Almohades, que elevaron una nueva fortificación. Oujda es una ciudad-fénix, construida, destruida y reconstruida constantemente a través de los tiempos. Su apodo fue “la ciudad del miedo”.Podría decirse que fue siempre una ciudad tremendamente deseada y disputada. Después de otra destrucción de Oujda en 1272 por el sultán Abou Yaacoub Elmarini (de los Merinidas), su hijo Abou Yaacoub Youssef tomó su relevo en 1325 reconstruyéndola con una kasbah, un palacio, una mezquita, baños, etc, lográndose entonces ya una cierta prosperidad. Y así hasta Moulay Ismail, primer sultán de la dinastía Alauita e interesante personaje, que procedió a partir del año 1673 a la restauración y organización de la ciudad y su región. Entre 1790 y 1797 nuestra Oujda fue ocupada por los otomanos, cuyo afán expansionista se multiplicaba día a día. El catalán y arabista Domingo Badía viajó por África los primeros años del siglo XIX como espía al servicio del turbio primer ministro español Godoy con el nombre musulmán de Alí Bey al-Abassí, en sus memorias viajeras escribe que visitó Oujda en julio de 1804: “Ouschda, población que contiene sobre quinientos habitantes /…/ las casas, construidas de un solo piso, son pequeñas, y tan bajas que apenas se puede estar de pie. Además, están tan sucias y llenas de insectos, que yo preferí permanecer acampado bajo la tienda en la alcazaba /…/Apenas hube llegado, el jefe y los principales del pueblo me declararon que no podía pasar adelante, porque el mismo día habían recibido la noticia de la revolución que acababa de estallar en el reino de Argel, y que en Tlémsen o Tremecén, a donde yo me dirigía, no cesaba de correr la sangre de los turcos y de los árabes”.
PostalEl Gran Hotel Simon.
25
En 1844 las tropas francesas llegaron a Oujda desde Argelia, persiguiendo al independentista Abd el Kader, que se había refugiado en Marruecos y sumado al sultán Abd ar-Rahman ibn Hicham a su causa, por ello Francia declaró la guerra a Marruecos, librándose ese 14 de agosto la batalla de Isly en las cercanías de la ciudad, venciendo en ella los europeos. La escritora y arabista francesa Isabelle Eberhardt visitó Oujda en 1904, año fatídico para ella, ya que meses después fallecería en su residencia argelina de Ain Sefra, al sorprenderle la crecida devastadora de un río. Tenía veintisiete años. Francia, con el mariscal Lyautey al frente, ocupó Oujda en 1907 y en 1910 llegó el ferrocarril desde territorio argelino. Alrededor de la estación se construyeron hacia 1920 un mercado cubierto, el inmueble del Tesoro, el Tribunal, una escuela y un liceo etc, delimitándose con ello las que hasta hoy son la zona francesa y la zona marroquí de la ciudad. No estamos de acuerdo con la negativa visión que el gran escritor de novela negra Dashiell Hammett reflejó en los años veinte en su novela “El agente de la Continental“: “¿Cuando le amenacé¿ -repitió-. Mi querido amigo. Yo no lo amenacé .Me hallaba en Ujda, una ciudad apestosa de Marruecos cerca de la frontera de Argelia, cuando una mañana una voz me habló desde un naranjo y me dijo: Ve a Estados Unidos“. Después de la visita del sultán Mohammed Ben Youssef a Oujda, en 1934, la ciudad contribuyó eficazmente a la lucha por la independencia de Marruecos de Francia y de España en 1956. En una curiosa guía francesa de viajes de ese año, escrita por Doré Ogrizek, se nos relata una visión de un Marruecos colonial a punto ya de comenzar a desaparecer:” Si entramos en Marruecos por Ujdanos entusiasmará la limpia blancura de la ciudad nueva, su aspecto claro y activo, sus numerosas obras. Siempre alegre el caminar entre blancas fachadas, el entrar en establecimientos espléndidos y modernos: así es en todo Marruecos”.
26 El mercado francés (1982). Foto del autor.
A mediados de los años cuarenta también pasó por allí el escritor americano Paul Bowles, según cuenta en sus “Memorias de un nómada“: “Al llegar el invierno a Fez, empecé a pensar en el Sahara, donde, aunque hiciera frío, al menos el cielo estaría claro /…/ Fui en tren a Oujda y pasé allí varios días reuniendo información. Un tren de vía estrecha cruzaba los altiplanos de Oujda a Colomb-Béchar. Inicié el viaje una mañana de ventisca”. Oujda fue hasta 1956 una ciudad colonial cosmopolita, lo cual se ve en los poéticos epitafios y los evocadores apellidos del abandonado Cementerio Europeo de la ciudad. El joven profesor extranjero llegó a la conclusión de que Oujda siempre había sido y sería una ciudad fronteriza, dura, áspera y aparentemente nada amable, pero autentica y relajada (así es el carácter de los uxdies), la ciudad está situada al sur de Melilla y a 14 kms. de la frontera argelina, con un gran flujo histórico en esas direcciones, siendo sede en el siglo XX de numerosos refugiados, republicanos españoles primero e independentistas argelinos después, en ella nació y estudió el actual presidente argelino Abdelaziz Bouteflika. Oujda es siempre el gran escaparate marroquí frente al eterno rival y vecino argelino. Es una frontera que siempre está más cerrada que abierta, ese era el peligro cuando el joven profesor extranjero iba los fines de semana a la cercana Tlemcen y a la atractiva Orán (Hay una leyenda que dice que si el Mediterráneo fuera una calle, la fachada al mar de la ciudad argelina sería la acera de los números impares, siendo la Muralla del Mar de Cartagena la acera de los pares). Oujda es una ciudad de encuentros políticos, por ejemplo viviendo allí el joven profesor, en 1983 se reunieron el rey Hassan II y el presidente argelino Chadly Benyedid para intentar solucionar los problemas entre los dos países y en 1984 se encontraron Hassan II y el líder libio Muammar el Gadafi para firmar el Tratado de Oujda sobre el Gran Magreb Árabe. Como el joven profesor extranjero no era profesor cooperante con doble sueldo (solo tenía un contrato marroquí) era tomado a veces por la policía secreta de la ciudad como un sospechoso espía español.
Lycée Omar Ibn Abdelaziz (1981) Foto del autor.
27
Ya recientemente, en 2008, el rey Mohamed VI recibió en Oujda al Presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero. La ciudad es ahora una nueva frontera, por ello aparece a menudo en la prensa, ya que en ella habitan miles y miles de subsaharianos a la espera de cruzar a Europa. De alguna manera, es una nueva gran capital africana. Pero al joven profesor extranjero de aquella época le gustaría ya enseñarles la que fue su ciudad. Nos introducimos a su Medina por la Bab Sidi Abd el Quahab (“Puerta de las cabezas“) que era donde tradicionalmente colgaban a los ajusticiados, esta medina es muy intimista y a la vez alegre, alejada de toda concepción turística y muy cercana a su sentido más real y encantador. La medina es la zona antigua de una ciudad árabe (en árabe significa ciudad) y está formada por una colección de callejuelas estrechas y tortuosas. La medina para el joven profesor extranjero es un alma de estrechos senderos, serenos espacios y complicados compartimentos. En la medina están varias mezquitas, medersas y sinagogas. Los zocos son áreas de diferentes comercios bien delimitados, de telas, lanas, joyas, perfumes, aves, babuchas, muebles etc… Apasionados vapores de ámbar y de jenna, de almizcle y de azahar. Franqueamos la muralla de esta medina y todo es animación y color en la Kissaria: trazado de de tejidos e hilos, paraíso de costureras: jelabas, kaftans, camisones, trajes y pantalones etc… Vamos hacia la plaza El Attarine, corazón uxdí de la medina, en ella sentimos como la comunicación directa, la palabra y su poder, la discusión, son necesidades vitales para el marroquí y para los que somos mediterráneos en general. Es un baño en el río de las palabras. El escritor Juan Goytisolo nos la situa en su novela “Makbara“(1980): “Evocaba tu rostro exquisito de delincuente, tu irresistible encanto patibulario, tu bárbara, feroz apostura la noche que nos cruzamos en la medina de Uxda“.
Callejuela de la medina (1982) Foto del autor.
28
En la medina se encontraban excelentes rincones culinarios para que el joven profesor extranjero degustara los placeres del gourmet: los cuscus, los tajines, las pastelas, las hariras ,los mechuis, las crudités francesas, los tabulés libaneses, los tarator búlgaros. La cocina popular marroquí es exquisita, es un camino más hacia el corazón. Y cómo se pueden añorar tanto los cafés de Oujda y sobre todo las terrazas de esos cafés, y toda la excelente pastelería marroquí, especialmente los cuernos de gacela y los briuats con almendras y miel. El café en Marruecos, y en todo el orbe árabe, es el lugar de reunión de los hombres. En el se habla, se discute, se negocia, se mira, se medita o simplemente se escucha música. En las afueras de la ciudad hay dos rincones que nos seducían año tras año: Saidia y Sidi Yahya. Cuando nadábamos en la hermosa playa de Saidia (a 57 kms. al norte de Oujda, con una línea de fina arena que penetra en la frontera argelina) había veces que no sabíamos en cual de los dos países estábamos. Al sacar mi cabeza de las aguas de Saidia siempre pensaba que justo enfrente está mi querida Calblanque, rincones mediterráneos tan similares. Tantos baños, tantos soles, tantas paellas, tantos afectos. El mismo mar de todos los veranos. El otro enclave especial es el oasis de Sidi Yahya a 6 kms de Oujda, que alberga el mausoleo del santo Patrón musulmán de la ciudad Sidi Yahya Benyounes, para algunos cristianos se trataba de San Juan Bautista, para los judíos era un rabino castellano instalado en Oujda en 1391. El día de su romería aquello es tremendo, una fiesta religiosa que aúna el Marruecos más popular con el Marruecos más místico. La atmósfera es impactante y sensual. El escritor español Alberto Cardín en su obra “Detrás por delante” (1978) anota un texto misterioso relacionado con su Marocco trip: “Ushda o Oujda o Uxda Uxdir Majusdá mamushda entre majadas mamamos ¡mam¡ smashed /…/ mamá en Uxda cantamos …”.
Fuente en la mezquita de la medina. Postal antigua (i) y foto del autor (1982) (d)
29
Siempre que el joven profesor extranjero viajaba conociendo todos los rincones de Marruecos (¡qué bellos son al atardecer el Gran Sur marroquí¡, la romántica Chellah de Rabat, la magia de la plaza de Jemaa El Fna de Marrakech, la mezquita Karauin de Fes mientras lloviznaba desde un balcón enamorado, las ruinas romanas de Volúbilis al amanecer, el poético oleaje atlántico de Essauira, los días de primavera en Chaouen contemplando el Rif, el mar colonial desde el café Hafa de Tánger) y siempre, por mucha dosis de belleza que tuviera alrededor, el terminaba añorando su nido en la esquinada Oujda. Oujda es la capital de la región del Marruecos Oriental y tiene una estimación de 500.000 habitantes (2008), Universidad y Aeropuerto Internacional, es la sexta ciudad marroquí y está hermanada entre otras con las ciudades de Lille, Djeddah, Trowbridge, Nimes y Orán. Por los numerosos uxdies que habitan el Campo de Cartagena, yo sugeriría a esos municipios un hermanamiento con Oujda, al igual que por motivos históricos y vecinales los cartageneros debiéramos de habernos hermanado ya hace años con Orán. Oujda le enseñó al joven profesor extranjero, durante casi cuatro años, muchas cosas sobre el mundo árabe. Su interés como ciudad reside en la pureza de su cotidianidad marroquí. Por eso, más allá de amores y de amigos, ya nunca podrá olvidar los dulces y relajados desayunos del “Colombo”, las olorosas frutas del Mercado Francés, los conciertos musicales de orquestas andalusíes o de Nass El Guiwane, las enloquecedoras películas indias de Bollywood en el viejo cine de la medina,el tacto de los diferentes estilos de cerámica, los perfumes del té a la menta y del comino adosados desde entonces a su pituitaria, las ceremoniosas bodas marroquíes a las que iba con su pandilla, sus clases particulares escribiendo el difícil alifato árabe, las cabalgadas y la pólvora en las bélicas fantasías, las surrealistas reuniones trimestrales de profesores en su liceo marroquí, las fiestas con los cooperantes de tantos países, las duchas en casa escuchando las melopeyas amorosas de la gran cantante Oum Koultoum, los masajes en el ritual y purificador hamman, y tantas y tantas sensaciones más, que se instalaron placenteramente para siempre en el hígado del joven profesor extranjero, el hígado es el lugar donde para el árabe bulle el amor. Y es que lógicamente uno siempre ama las ciudades en las que ha amado. Cartagena-Primavera de 2009.
Escena de una Fantasía marroquí (1983) Foto del autor.
Escena de una romería marroquí (1982) Foto del autor.
30
UN ACUARELISTA EN MARRUECOS (Acuarelas y dibujos de Pedro Serna)
Del 25 de Junio al 29 de Agosto de 2009 Inauguración: Jueves 25 de Junio. 20.00 h. Aire, 8. 30202 Cartagena – España ● Tfnos.: 968 507 276 y 649 033 787 www.galeriabambara.es ●
[email protected] Horario: De Martes a Viernes: de 17:30 a 21 h. Sábados: de 11 a 13:30 y de 17:30 a 21h (Para otro horario llamar por teléfono y se ruega especialmente confirmar por teléfono el horario en el mes de agosto)
Este catálogo se ha realizado con una subvención de la Consejería de Cultura, Juventud y Deportes. Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma de Murcia.
31