UN CONGRESO DE ALTURA … no perdáis el tiempo; ejercitaos a aprender a leer, no para vuestra utilidad si no para poder ser enviadas a los lugares donde podáis enseñar. (SVP, 31.07.1634) Es preciso dedicarse seriamente a ello puesto que se trata de uno de los fines por los que os habéis entregado a Dios: el servicio a los enfermos y la instrucción de la juventud (SVP, 16.08.1641) … “este es tiempo de verdadera cosecha para las niñas de la escuela a las que tiene que instruir para que pasen devotamente el tiempo de cuaresma, especialmente las que han de hacer la primera comunión; les ruego que hagan la lectura los domingos con las muchachas mayores; a veces tienen tanta necesidad de instrucción como las pequeñas; pero tiene ustedes que hacerlo con suavidad y delicadeza, sin avergonzarlas por su ignorancia, si es que la tienen”. (S L., 27.02.1659) Estas citas forman parte del legado de Vicente de Paúl y Luisa de Marillac; herencia que ha dado un salto cualitativo del venerable y centenario papel a la realidad más gozosa; por arrancar de la pedagogía evangélica, no se trata de consejos piadosos… para los vicencianos han sido y son un imperativo, una invitación a construir mundos de ciencia y piedad; mundos de fraternidad y ternura. La escuela soñada por los Fundadores, se ha ido construyendo al paso de la Providencia, caminando con seguridad y apuntando siempre a la parte de la sociedad menos favorecida; sencillez y trabajo compartido, como nos recordaba Oscar Poyatos. Estas han sido sus fortalezas a lo largo de los siglos

Pienso que el primer Congreso de la Escuela Vicenciana ha llegado con algo de retraso en el tiempo… no obstante hemos de darle la bienvenida y congratularnos de su éxito: éxito en su formulación, en sus contenidos y en la elección de los ponentes. Siempre es bueno felicitar los esfuerzos realizados para un evento tan importante pero… como buenos administradores hay que decir, que se ha hecho lo que había que hacer. En los tiempos que corren, es preciso engrasar los ánimos para que la rutina no se adueñe de nuestra sublime vocación docente; para que la creatividad que todos llevamos en los genes no se duerma como el arpa de Bécquer en el ángulo oscuro del salón. Es urgente crear espacios donde la reflexión pedagógica no sea un lamento de sistemas trasnochados y si un foro de “romper y rasgar” todo aquello que se urde en los despachos a espaldas de la realidad social. El Congreso empezó el día 23 de abril del 2016… a los equipos directivos, docentes y no docentes, nos toca alargarlo en el tiempo; estirarlo sin miedo porque dará mucho de sí. La renovación se impone… de poco servirían los recursos que el mercado nos ofrece si olvidamos que nuestras mochilas están repletas de experiencia docente; la escuela vicenciana tiene “un estilo” que sabiendo a viejo, es capaz de aglutinar las voluntades educativas de ayer y de siempre. Las fortalezas de nuestra escuela son las gafas de César Rincón capaces de adivinar los signos de los tiempos; las llaves que no necesitan “tres en uno” porque abren puertas con facilidad; la gorra marinera que sale al encuentro; el fonendo usado para sentir la llamada de los más necesitados; el reloj para no perder el tren de la historia y la caja de herramientas donde los educadores, cada uno con su potencial, van al compás de las necesidades de los alumnos. El Congreso nos ha dejado las astucias innovadoras de Montserrat del Pozo que no necesita añadir cosas porque es bueno agrandar y validar los recursos que ya tenemos dando alas a la creatividad. El congreso nos ha dejado las grandes tijeras de Mar Romera para tener la valentía de apartar del curriculum y programaciones de aula todo aquello que agota a nuestros alumnos y alumnas porque no corresponde a su mundo conceptual y afectivo. Por el congreso pasó Javier Cortés, recordándonos que la escuela será significativa si no pierde su esencia cristiana; que será

escuela vicenciana si es capaz de sintonizar con las claves del cristianismo para elaborar planes de pastoral eficaces y atrayentes. Y llegó a tiempo el Plan de evangelización con una oferta para la escuela vicenciana de España Las tres sugerencias de la portada: SEMBRAR, ENTRENAR Y CONSTRUIR, invitan a los docentes a entrar de lleno en un camino de gozo y esperanza.

Y llegó una payasa al congreso!!... Verónica E. Macedo, y nos dejó atriles descoyuntados con necesidades educativas especiales; papeles indómitos que no estaban de acuerdo con una autoridad sin liderazgo de ternura; bonsáis secos como niños sin el agua de la sonrisa; camisetas de colores y faldillas rojas para que recordemos que para un docente no hay niños en serie y todos iguales como o las lechugas del agricultor. El congreso nos regaló algo que no es marginal… nunca puede ser marginal aquello que es “esencia pura” de lo que se lleva dentro. Cuando el conocimiento se hace presencia amable, aparecen los efectos sanadores en quien es objeto de atención, escucha, etc.

Las personas responsables del panel de comunicaciones: Anna Carmona, Lucía espejo, Sor Mª Paz Hernández y Fº Javier Cremades, han optado por poner sus conocimientos al servicio de la sociedad. Por eso tiene autoridad para proclamar a los cuatro vientos que el saber tiene una finalidad lógica: “servir”. Los cuatro sois frutos maduros de la escuela vicenciana. Gracias. Y también llegó Siro López. No podía faltar su creatividad artística con la cual divulga hace tiempo el mensaje evangélico. El congreso se había de clausurar “a lo grande”, felicitando a San Vicente en su 435 aniversario. Él, acompañado de Santa Luisa, engendró proyectos educativos allí donde la cultura se negaba a los pobres y, sobre todo, a las mujeres. Mientras Richelieu prohibía que se enseñara a leer a los pobres por miedo a su rebelión, nuestros Fundadores abrían escuelitas parroquiales. Esos gestos tienen una traducción: AUDACIA. Por eso y más, ¡FELIZ CUMPLEAÑOS VISENTE DE PAÚL! El congreso ha gozado con la presencia de Sor Kathleen Appler, Superiora General de la Compañía que saludaba con palabras de esperanza y ánimo a los 800 congresistas. También nos ha acompañado Sor Carmen Pérez, Consejera General. Seguro que se han llevado a París la imagen de una escuela viva,

inclusiva, acogedora y que lucha por la regeneración cristiana de nuestra sociedad. Sor Appler ha visto, sin duda, el respeto y el cariño de todos hacia su persona que hoy asume una gran

responsabilidad al frente de la Compañía. Desde estas páginas queremos darle las gracias. Gratitud, también, a Sor Carmen Pérez a la que hemos visto feliz al ver que “hay mimbres” para tejer el hermoso cesto de nuestra misión educadora en España. Que la Virgen Milagrosa siga siendo vigía y animadora de nuestro quehacer diario en la escuela. Así lo rezaban, cantando, en la celebración de la Eucaristía,.los niños y niñas del Colegio de Santa Isabel de Madrid dirigidos por Sor Trini, Agradecemos, a monseñor D. Carlos Osoro, arzobispo de Madrid su presencia, presidiendo la Eucaristía. Su palabra nos animaba a ser personas apasionadas por Jesucristo y por los pobres, augurando que la escuela vicenciana será la que soñaron San Vicente y Santa Luisa, si no perdemos el norte de nuestras raíces cristianas; que en el fondo, se trata de ACOGER Y SERVIR A QUIEN MÁS LO NECESITA.

Este resumen hecho en el tren, cuando regresaba del Congreso, tiene un trasfondo que espero irá saliendo a la luz por manos más expertas. Quería comentarme, a mí misma, lo bien que ha resultado el evento; la oportunidad del mismo y la esperanza que ha podido generar en todos los participantes.

No sería justo acabar sin agradecer a todos los asistentes y a los que no pudieron venir a Madrid su tarea diaria dentro de las aulas. La escuela es vicenciana por su origen e historia; pero dejaría de serlo sin la pasión que le caracteriza. El congreso ha soplado las brasas de nuestra fragua… nos toca poner las herramientas para forjar el futuro de nuestros alumnos y alumnas. Rosa Mendoza Hija de la Caridad